Violencia en El Fútbol

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5) Problemática contemporánea a tratar: Violencia en el fútbol. La enorme cantidad de episodios de violencia en el fútbol ocurridos en todo el país aumentan progresivamente año tras año, y sus respectivas consecuencias son cada vez más serias, por tratarse de ser incidentes que provocan en numerosos casos serias víctimas fatales. Una de las supuestas causas que generan estos severos incidentes es la manera pasional y eufórica con la que se vive el fútbol en la República Argentina, a tal punto, que cada partido es vivido como una batalla, en la cual no se toleran la insatisfacción y la humillación que las derrotas causan. También existen factores que están dados en el marco de la sociedad en su conjunto y que también están relacionadas con otras problemáticas contemporáneas, tales como la desocupación, la pobreza, las drogas, la marginalidad social, etc., que contribuyen a que el individuo canalice todas estas penurias que le toca vivir recurriendo a la violencia. Es decir, que todos estos factores anteriormente explicados provocan que el individuo sea más susceptible y tienda a reaccionar de manera violenta ante una circunstancia determinada. Hoy en día existen dos posturas bien demarcadas con respecto a la violencia en el fútbol: por un lado hay quienes afirman que existe la imposibilidad de que la violencia no se haga presente en el fútbol por el sólo hecho de vivir en una sociedad violenta y ser el fútbol parte de esa sociedad; por otra parte hay quienes opinan que hay que suspender el fútbol siempre y cuando se produzcan graves hechos de violencia, para que de esta forma se reduzcan los actos de vandalismo y provocación constantes que se dan en el marco de un encuentro de fútbol. Anteriormente hemos hecho mención alguna de que uno de los factores que causan la violencia son la marginalidad y la exclusión social. El individuo excluido o marginado socialmente encuentra el sentimiento de pertenencia a un determinado grupo en una agrupación de personas muy particular en el ámbito del fútbol a los cuales se los denomina barras bravas, los

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5) Problemtica contempornea a tratar: Violencia en el ftbol

5) Problemtica contempornea a tratar: Violencia en el ftbol.

La enorme cantidad de episodios de violencia en el ftbol ocurridos en todo el pas aumentan progresivamente ao tras ao, y sus respectivas consecuencias son cada vez ms serias, por tratarse de ser incidentes que provocan en numerosos casos serias vctimas fatales.

Una de las supuestas causas que generan estos severos incidentes es la manera pasional y eufrica con la que se vive el ftbol en la Repblica Argentina, a tal punto, que cada partido es vivido como una batalla, en la cual no se toleran la insatisfaccin y la humillacin que las derrotas causan.

Tambin existen factores que estn dados en el marco de la sociedad en su conjunto y que tambin estn relacionadas con otras problemticas contemporneas, tales como la desocupacin, la pobreza, las drogas, la marginalidad social, etc., que contribuyen a que el individuo canalice todas estas penurias que le toca vivir recurriendo a la violencia. Es decir, que todos estos factores anteriormente explicados provocan que el individuo sea ms susceptible y tienda a reaccionar de manera violenta ante una circunstancia determinada.Hoy en da existen dos posturas bien demarcadas con respecto a la violencia en el ftbol: por un lado hay quienes afirman que existe la imposibilidad de que la violencia no se haga presente en el ftbol por el slo hecho de vivir en una sociedad violenta y ser el ftbol parte de esa sociedad; por otra parte hay quienes opinan que hay que suspender el ftbol siempre y cuando se produzcan graves hechos de violencia, para que de esta forma se reduzcan los actos de vandalismo y provocacin constantes que se dan en el marco de un encuentro de ftbol.

Anteriormente hemos hecho mencin alguna de que uno de los factores que causan la violencia son la marginalidad y la exclusin social.

El individuo excluido o marginado socialmente encuentra el sentimiento de pertenencia a un determinado grupo en una agrupacin de personas muy particular en el mbito del ftbol a los cuales se los denomina barras bravas, los cuales asisten a todos los partidos en los que juega el equipo al que simpatizan y no concurren al estadio a presenciar el espectculo futbolstico en si, sino a provocar todo tipo de agresiones fsicas y verbales a los dems concurrentes del evento deportivo, constituyndose de esta manera estos grupos de personas como los principales actores responsables que ocasionan disturbios. Dichos barras bravas surgieron con la intencin de acompaar a un determinado equipo cuando ste ltimo jugaba de visitante y no presentaba gente en sus respectivas tribunas. Con el transcurso del tiempo fueron obteniendo un inmenso poder hasta llegar a la impunidad con la que se desenvuelven hoy por hoy.

En resumidas cuentas, podemos dividir la historia de las barras bravas en tres etapas o perodos claramente diferenciados:

a) Desde 1958 a 1965, de espontanesmo.

b) Desde 1965 a 1983, de institucionalizacin, al concretarse el ftbol espectculo.

c) Desde 1983 en adelante hasta nuestros das, cuando entran a actuar en el terreno poltico, a partir de la apertura democrtica.Para que estas agrupaciones de personas llamadas barras bravas acten de esta forma es clave el papel que desempean las autoridades nacionales y los dirigentes de los respectivos clubes de ftbol, debido a que son estos ltimos los que les otorgan a las barras bravas la facultad de desempearse con total impunidad. Lo anteriormente narrado se puede apreciar muy claramente en el ltimo episodio realmente grave acontecido en el ftbol argentino. Este episodio lo protagonizaron las barras bravas del club Gimnasia de La Plata y los jugadores de dicho club. Al parecer los primeros (los barras bravas) amenazaron a los segundos (jugadores) para que se dejasen ganar por el club Boca Juniors en su respectivo partido en pos de no beneficiar las aspiraciones de ganar el campeonato del club rival de Gimnasia (Estudiantes de La Plata).Lo que agrava an ms la situacin es que los jugadores de Gimnasia al ser citados por la Justicia a declarar lo acontecido negaron terminantemente haber sido amenazados o presionados por la barra brava del club (seguramente por temor a eventuales represalias), por lo cual el fiscal que llev adelante esta investigacin (Marcelo Romero) manifest que la causa ser archivada ante la falta de pruebas concretas.

Otro dato que llama la atencin es la marcada similitud que se pudieron observar en las declaraciones de los jugadores de Gimnasia, como si stas estuviesen pautadas entre ellos de antemano.

Una de las hiptesis ms firmes que se manejan actualmente es que los jugadores no quisieron declarar lo que verdaderamente ocurri con el objetivo de evitar perjuicios mayores.

Dentro de las barras bravas tambin existen peleas internas para determinar quien es el lder de la misma. En general estas luchas tienen que ver con el favoritismo ante los dirigentes para recibir entradas a favor y ayuda econmica para los viajes hacia otros estadios, cuando no es para la compra de drogas.

Los ataques y las emboscadas pueden realizarse contra un grupo de individuos, y tras el desenlace de muertos y heridos correspondiente es comn que el ataque y su resultado sean reivindicados en los cnticos posteriores de las hinchadas en los momentos previos y durante los prximos partidos que juegue su equipo.Durante estos aos, han sido numerosos los mtodos y las campaas para evitar hechos violentos, as como tambin la inversin por parte de los clubes en costosos sistemas de seguridad.En cuanto a lo concerniente en mtodos y sistemas de seguridad, la meta propuesta de eliminar la violencia ha fracasado rotundamente, ya que se logra identificar a los individuos que generan problemas pero no se los detiene, y en caso de detenerlos slo permanecen en dicha condicin por unas pocas horas. Esto se debe en gran medida a la vinculacin anteriormente descripta entre las barras bravas con las autoridades competentes en tratar de resolver esta situacin.

En lo que alude a las campaas para frenar los actos violentos, orientadas hacia la toma de conciencia por parte de la gente apelando a los diferentes medios de comunicacin tambin han fracasado.Con qu fin determinado le van a hacer conocer el fair play a un hombre sin trabajo, sumido en la pobreza y desplazado de todo bienestar social?

Evidentemente, de acuerdo con la actual situacin del pas esto es casi imposible de que suceda. Por el contrario, tiende a agravarse, ya que en el ftbol suelen haber problemas ms graves que la violencia y que son consecuencia directa de esta ltima. Se trata del racismo y de la discriminacin hacia algn tercero, bajo la implementacin de medios netamente agresivos (como por ejemplo la utilizacin de determinados adjetivos calificativos, entre los cuales se destaca el hecho de calificar a los hinchas del club rival como negros).

En numerosas oportunidades y en el marco de un partido de ftbol se han visto banderas con los colores representativos de los clubes que adems incluan la cruz esvstica nazi, demostrando que no existe el ms mnimo grado de respeto hacia el otro y que adems

desconocen los ideales perversos que dicha insignia representa. Esta actitud provocadora sera totalmente desmentida como tal por Jos Mart, el cual afirma que el odio racial no existe producto de la inexistencia de razas. De acuerdo al marco en que es producida la violencia en el ftbol y a sus respectivos protagonistas, podemos afirmar, a modo de reflexin, que el ftbol tiene una identidad propia y caracterstica.

En lo que respecta a las reflexiones de los diferentes pensadores que se pueden apreciar en el texto de Eduardo Urbano vemos que la identidad que se genera en el mbito del ftbol constituye un caso prototpico a no seguir y que adems est condenado por los pensadores evolucionistas por considerar dicha identidad como propia de la involucin. Si Domingo F. Sarmiento conociera la realidad actual, tildara los hechos violentos como los propios de una sociedad involucionada que est atravesando la etapa de barbarie. Para lograr una ptima comprensin de esta ltima reflexin proveniente de Sarmiento es necesario aclarar que l basaba su anlisis en dos elementos: los blancos nativos de las ciudades (criollos) y los mestizos de las campaas militares (gauchos), los cuales eran la esencia de dos civilizaciones muy distintas con diferencias muy bien delimitadas, lo cual le permiti a Sarmiento denominarlos respectivamente civilizacin y barbarie. En relacin a la opinin de Carlos Octavio Bunge, hay que aclarar que la misma est fundamentada en la reelaboracin de la trada medio - raza - momento de Hiplito Taine, que establece que lo social y lo poltico conducen a un determinada psicologa, y dicha psicologa conduce a una raza. Cada raza fsica es una raza psquica y adems presentan una caracterstica tpica que es el fondo racial. Para cambiarlo, es necesario el paso del tiempo y el acompaamiento de la va de la evolucin. Por lo tanto, para lograr un cambio en las actitudes violentas dadas en el ambiente del ftbol, Bunge propondra la correccin de los atributos raciales negativos, para lo cual se necesitara el transcurso de muchos aos. Siendo la cultura el conjunto de los comportamientos humanos y sus productos, y la que depende de la capacidad del hombre para adquirir diferentes conocimientos y transmitirlos a las generaciones posteriores a travs de la comunicacin., podemos aseverar que los diferentes tipos de comportamientos que se producen en el marco de un partido de ftbol se hallan regidos por una fuerte influencia por parte de la cultura y de la respectiva herencia. Esto se manifiesta en el marco de la violencia y de las agresiones dentro del ftbol con la fuerte tendencia acentuada da a da llevadas a cabo por los adolescentes que estn orientadas a la obtencin de vnculos ms estrechos con las barras bravas. Los adolescentes estn atravesando por una etapa caracterstica de su vida en la cual no saben muy bien que hacer con su agresividad. Todava no pueden canalizarla en actos positivos tales como la realizacin de una profesin, que exige cierta agresividad o lucha por ganarse la vida dignamente. Otra cuestin que impulsa a los jvenes y a los adolescentes a relacionarse con las barras bravas es la necesidad de sentirse pertenecientes a un determinado grupo.

Por esta razn, vemos como las caractersticas distintivas que caracterizan a las barras bravas como un grupo muy particular se van transmitiendo hacia otras personas y van perdurando, de esta manera, a lo largo de los aos (Visto desde el ngulo de la cultura a esto se lo denominara transmisin cultural).

En el caso particular de la Argentina se puede observar que la heterogeneidad de la cultura produce que los individuos no se identifiquen con ninguna clase de cultura. Por tanto estamos en condiciones de afirmar que la cultura en la Repblica Argentina (como as tambin en Amrica Latina) est padeciendo una profunda transformacin de la cual pueden desprenderse nuevos prototipos de identidad cultural.4) Los paralelos que se pueden establecer entre el funcionalismo y el estructuralismo estn vinculados a su relacin con la historia.

Ambas corrientes de pensamiento antropolgico defienden la implementacin de un estudio sincrnico, pero a diferencia del funcionalismo que se encarga de hallar la funcin social propia de una comunidad, el estructuralismo le otorga ms valor a la historia, permitindole al antroplogo afirmarse en una posicin en la cual puede establecer comparaciones entre diferentes comunidades sin correr el riesgo de caer en el etnocentrismo, permitindole desarrollar un modo de pensamiento independiente. Esto queda demostrado en la importancia que el estructuralismo le atribuye a los mitos (estos se encuentran presentes en todas las sociedades del mundo), los cuales brindan una explicacin lgica sobre algo en particular y adems establecen un orden a determinada realidad. De lo anteriormente explicado, vemos que el estructuralismo (al igual que el funcionalismo pero en menor medida) resalta la importancia de la eficacia simblica que los mitos producen a lo largo de la historia. (La eficacia simblica radica en volver inteligible y en la reconstruccin de una determinada explicacin).

Otro paralelo que puede trazarse entre estas corrientes antropolgicas es que se oponen terminantemente a la posibilidad de comprobar una teora general partiendo de casos concretos, lo cual constituye una caracterstica tpica del evolucionismo.