VIVIENDO PARA LA GLORIA DE DIOS O PARA LA...
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Ocasión: Ministración a la iglesia local el domingo, 23 de enero de 2011, en ocasión de iniciar una
serie en la que esperamos compartir nuestros valores.
Objetivo: Ministrar acerca del valor de buscar la gloria de Dios en toda nuestra manera de vivir.
VIVIENDO PARA LA GLORIA DE DIOS O PARA LA GLORIA DEL HOMBRE
Texto: Jueces 9:1 Abimelec hijo de Jerobaal fue a Siquem, a los hermanos de su madre, y habló
con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: 2 Yo os ruego que
digáis en oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres,
todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso
vuestro, y carne vuestra.3 Y hablaron por él los hermanos de su madre en oídos de todos los de
Siquem todas estas palabras; y el corazón de ellos se inclinó a favor de Abimelec, porque decían:
Nuestro hermano es. 4 Y le dieron setenta siclos de plata del templo de Baal-berit, con los cuales
Abimelec alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron. 5 Y viniendo a la casa de su
padre en Ofra, mató a sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una misma
piedra; pero quedó Jotam el hijo menor de Jerobaal, que se escondió. 6 Entonces se juntaron
todos los de Siquem con toda la casa de Milo, y fueron y eligieron a Abimelec por rey, cerca de la
llanura del pilar que estaba en Siquem. 7 Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la
cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así
os oiga Dios. 8 Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre
nosotros. 9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a
los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? 10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú,
reina sobre nosotros. 11 Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a
ser grande sobre los árboles? 12 Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre
nosotros. 13 Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para
ir a ser grande sobre los árboles? 14 Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina
sobre nosotros. 15 Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre
vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros
del Líbano.
19 si con verdad y con integridad habéis procedido hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de
Abimelec, y él goce de vosotros. 20 Y si no, fuego salga de Abimelec, que consuma a los de
Siquem y a la casa de Milo, y fuego salga de los de Siquem y de la casa de Milo, que consuma a
Abimelec. 21 Y escapó Jotam y huyó, y se fue a Beer, y allí se estuvo por miedo de Abimelec su
hermano.
I. ABIMELEC Y SU FORMA DE VIVIR
Abimelec: “Mi padre es Rey”
Jueces 8: 31 También su concubina que estaba en Siquem le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Abimelec
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A. Cultivó pensamientos y palabras ambiciosas
Abimelec hijo de Jerobaal fue a Siquem, a los hermanos de su madre, y habló con
ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: 2 Yo os ruego
que digáis en oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen
setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre?
Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra.
El orgullo, o la pérdida de esa humildad, entonces, es la raíz de todo pecado y mal. Fue cuando los ángeles ahora caídos comenzaron a mirarse a sí mismos con autocomplacencia que fueron llevados a la desobediencia, y fueron expulsados de la luz del cielo hacia las tinieblas.
Y también fue cuando la serpiente exhaló el veneno de su orgullo, el deseo de ser como Dios. Nuestros primeros padres, cayeron de su posición elevada para toda la desgracia en la cual el hombre está, ahora, hundido. En el cielo y en la tierra, orgullo — auto-exaltación — es la puerta del infierno.
Nuestros primeros padres siendo seducidos por la sutileza y tentación de Satanás, pecaron al comer del fruto prohibido.1 Dios tuvo a bien permitir este pecado conforme a su santo y sabio consejo habiéndose propuesto ordenarlo para su propia gloria.
El orgullo, en realidad, no es más que una estimación desordenada de las cualidades
propias y de los propios talentos. No es más que la idea desmesurada y desordenada que
nos hemos formado de nosotros mismos.
Cultivamos voluntariamente y con una especie de interior circunspección este alto
concepto de nuestro propio ser, y no admitimos ninguna sombra, por pequeña que sea, ni
referencia alguna a otras personas y no soportamos ningún reproche o corrección.
Atribuimos a nosotros mismos –olvidándonos por completo de Dios nuestro Señor– todo
lo que somos y todo lo que valemos. Y al obrar así, excluimos a Dios y a los demás de
nuestra vida: tan sólo importo yo, dice obstinadamente el orgulloso, contemplándose
complacido y meciéndose con presunción a sí mismo.
Cuando la serpiente antigua, fue expulsa de los cielos por su orgullo, cuya naturaleza
completa como diablo era orgullosa, habló sus palabras de tentación a los oídos de Eva,
esas palabras llevaban consigo el propio veneno del infierno.
Y cuando ella oyó, y entregó su deseo y ganar la posibilidad de ser como Dios, conociendo
el bien y el mal, el veneno entró en su alma, sangre y vida, destruyendo para siempre
aquella bendecida humildad y dependencia de Dios que habría sido nuestra felicidad
perpetua.
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Y, en vez de eso, su vida y la vida de la raza que brotó de ella se hicieron corrompidas
desde la raíz con el más terrible de todos los pecados y maldiciones: el veneno del orgullo
del propio Satanás.
Todas las desgracias de las cuáles el mundo ha sido el escenario, todas sus guerras y
derramamiento de sangre entre las naciones, todo el egoísmo y sufrimiento, toda la
ambición y envidia, todos sus corazones partidos y vidas amargadas, con toda su
infelicidad cotidiana, tienen su origen en lo que este orgullo maldito e infernal — sea
nuestro propio o lo de otros — nos trajo. Es el orgullo que hace la redención necesaria; es
de nuestro orgullo que necesitamos, por encima de todas las cosas, ser redimidos!
Hab 2:4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su
fe vivirá.
Marcos 7:21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las
avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la
insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
Definición de ambición: “Deseo ardiente de conseguir poder, riqueza, dignidades o
fama”.
El problema de la ambición no está en el deseo de prosperar, ni en la inquietud sana
por aspirar a un mejor nivel de vida, dentro de unos límites razonables, sino en llegar a
convertir la propia existencia en una lucha constante por las riqueza, la fama, las
alabanzas y las admiraciones
La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza." Napoleón
Bonaparte
B. Realizó acciones ambiciosas
Jueces 9:4 Y le dieron setenta siclos de plata del templo de Baal-berit, con los cuales
Abimelec alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron. 5 Y viniendo a la
casa de su padre en Ofra, mató a sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones,
sobre una misma piedra; pero quedó Jotam el hijo menor de Jerobaal, que se
escondió.
Sal 10:2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que
ha ideado.
C. Fue constituido rey a causa de su ambición
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Jueces 9:6 Entonces se juntaron todos los de Siquem con toda la casa de Milo, y
fueron y eligieron a Abimelec por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en
Siquem.
Jer 49:16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en
cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido,
de allí te haré descender, dice Jehová.
Narcisismo es en alusión al mito de Narciso, amor a la imagen de sí mismo.
El relato más conocido sobre el mito de Narciso es el que Ovidio relató en su
tercer libro de Las Metamorfosis en el año 43 a. C
A lo largo de su vida, Narciso, va a provocar en hombres y mujeres, mortales y
dioses, grandes pasiones, a las cuales no responde por su incapacidad para
amar y para reconocer al otro. Según el relato de Ovidio, entre las jóvenes
heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por
ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de todo cuanto se le
dijera.
Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor por él, pero un día,
cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus
compañeros. Cuando Narciso preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta
respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, él le gritó:
«¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con
los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor. Tentado
por Afrodita, al contemplar su imagen en el espejo de la superficie del agua,
sintió una fascinación por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No
podía tocar ni abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía
apartar su vista de él. En otra versión del mito, uno de los menospreciados por
Narciso se queja a los dioses y Némesis, la diosa de la venganza, se encarga de
castigar su orgullo.
De cualquier modo, Narciso, subyugado por la bella imagen de sí mismo que le
devolvía el río, se retrajo de toda posible relación amorosa con otros seres, e
incluso de atender sus propias necesidades básicas, y su cuerpo se fue
consumiendo para terminar convertido en la flor narciso, una flor tan hermosa
como maloliente. Mientras tanto, Eco, consumida de melancolía, se retiró a
una cueva donde su cuerpo también se consumió, quedando de ella solo una
voz sin forma que repite, en la lejanía, la última frase o sílaba que se pronuncie.
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Cuando a la luz de la presencia de Dios analizo mi propia vida, veo ¡cuánto de
narciso hay en mí!
La fe se enfoca en la gloria que viene de Dios, donde Dios es el todo. Mientras
aceptemos gloria los unos de los otros; en cuanto amemos la gloria de esta
vida, la honra y reputación que vienen de los hombres, no podemos recibir, la
gloria que viene de Dios.
D. Tuvo un final vergonzoso
i. Divisiones Jueces 9:22 Después que Abimelec hubo dominado sobre Israel tres años,
23 envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de
Siquem se levantaron contra Abimelec; 24 para que la violencia hecha a los setenta
hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, recayera sobre Abimelec su hermano que los
mató, y sobre los hombres de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a
sus hermanos.
Prov 13:10 Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados
está la sabiduría.
A satanás le gusta especialmente hacer daño a la iglesia local, y esto lo procura hacer
provocando divisiones entre ellos. Quiere lograr que se ataquen unos a otros, que se
hieran entre ellos. Desea que se encelen y amarguen unos contra otros.
Si satanás puede lograr divisiones entre los creyentes, puede hacer mucho daño a la
obra de Dios. Por esta razón el Nuevo Testamento nos advierte continuamente acerca
de no amargarnos ni resentirnos los unos para con los otros.
Si los creyentes fueran más humildes, estarían menos propensos al orgullo que es el
arma principal que el diablo utiliza para dividirlos. Tomas Brooks
En Gálatas 5:15 el apóstol Pablo dice, “Si os mordéis y
os coméis los unos a los otros, mirad que también no seáis consumidos los unos por
los otros.”
Lev 26:19 Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como
hierro, y vuestra tierra como bronce.
ii. Deshonra:
28 Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y qué es Siquem, para que nosotros
le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul ayudante suyo? Servid a los
varones de Hamor padre de Siquem; pero ¿por qué le hemos de servir a él?
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Prov 11:2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes
está la sabiduría.
iii. Una muerte vanidosa
Jueces 9:52 Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó hasta la puerta de la
torre para prenderle fuego. 53 Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de
molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo. 54 Entonces llamó
apresuradamente a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se
diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.
Prov 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de
espíritu.
Isa 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres
será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.
II. JOTAM Y SU FORMA DE VIVIR
A. La gloria de Dios y el servicio al prójimo
7 Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y
alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así os oiga Dios. 8
Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre
nosotros. 9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra
a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? 10 Y dijeron los árboles
a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. 11 Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi
dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles? 12 Dijeron luego los
árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. 13 Y la vid les respondió: ¿He de
dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los
árboles?
Jotam: “Jehová es perfecto”
a. Lo glorificó priorizando el servicio
El Olivo, la higuera y la vid: Sirven a Dios y a los hombres
Jotam había sido modelado por la modestia de su padre
Jueces 8:22 Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y
tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. 23 Mas Gedeón
respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová
señoreará sobre vosotros.
La modestia es la actitud tendente a moderar y templar las acciones externas;
implica contenerse en ciertos límites, de acuerdo con las conveniencias
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sociales o personales. También es la cualidad de humilde, de falta de vanidad
o de engreimiento.
En la vida de los cristianos serios, aquellos que la gracia de Dios profesan la
santidad, la humildad debe ser la marca principal de su vida.
El término deriva del latín «'hŭmĭlĭtas , ātis, f. humilis'»,1 que se traduce no
solamente como humildad sino también como bajo o de la tierra y humus
Nietzsche escribió sobre la humildad como una debilidad, una falsa virtud que
escondía las decepciones en su interior.
Humildad: La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo
solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos
dependemos y a quien se debe toda la gloria.
El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira
porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras
otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante
Dios.
Cuando Dios creó al primer hombre, Él deseaba mostrar la gloria de su amor,
sabiduría y poder. Dios deseaba revelarse a Sí mismo por medio de los seres
creados.
La humildad, es el lugar de la dependencia en Dios, es, fue el primer llamado y
la virtud más elevada de la criatura, y la raíz de toda virtud.
El orgullo, o la pérdida de esa humildad, entonces, es la raíz de todo pecado y
mal. Fue cuando los ángeles ahora caídos comenzaron a mirarse a sí mismos
con autocomplacencia que fueron llevados a la desobediencia, y fueron
expulsados de la luz del cielo hacia las tinieblas.
Por eso, nuestra redención tiene que ser restaurada de la humildad perdida, la
relación original y la verdadera relación de la criatura con su Dios.
Cristo Jesús vino a traer la humildad de vuelta a la tierra, y hacernos
participantes de esa humildad y, por ella, salvarnos.
En los cielos, Él se humilló para hacerse hombre.
La humildad es el único suelo en lo cual la gracia se enraíza; la falta de
humildad es la explicación suficiente de todo defecto y fracaso.
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La humildad no es sólo una gracia o virtud como otras; ella es la raíz de todas,
pues solamente ella permite la actitud correcta delante de Dios, y permite que
Él haga su voluntad.
El llamado a la humildad ha sido muy poco considerado en la Iglesia porque su
verdadera naturaleza
La característica principal de nuestro Redentor y la esencia de Su carácter
como, no puede ser sino: su humildad.
La humildad perfecta es Jesús.
Jesús es la humildad encarnada.
¿que es la encarnación, vaciarse a Sí mismo y que se haya hecho hombre, sino
Su humildad celestial?
¿que es su vida en la tierra, Su asumir la forma de un siervo, sino la humildad?
Siendo Dios, vivió 30 de sus 33 años en vida oculta, ordinaria, tenido por uno
de tantos. Lo extraordinario fue la perfección en que vivió lo ordinario.
También sus 3 años de vida pública son perfecta humildad. En todo hacía,
como siempre la voluntad de su Padre.
Nunca busco llamar la atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre. Al final
murió en la Cruz. Nos dijo: "Aprended de mi que soy manso y humilde de
corazón".
Y que es su expiación sino la humildad? "A Sí aún se humilló, haciéndose
obediente hasta a la muerte" (Fp 2.9).
Y que de Su ascenso y Su gloria sino la humildad exaltada al trono y coronada
de gloria? "A Sí aún se humilló (...) por lo que también Dios Lo exaltó
sobremanera" (vs. 8, 9).
Filipenses 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre,10 para que en el nombre de Jesús se
doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la
tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de
Dios Padre.
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Los servicios del olivo (9:8-9)
A. Honrar a Dios
1. El Aceite de la santa unción
2. El Aceite de las lámparas
3. El Aceite de las ofrendas
B. Honrar a los hombres
1. El aceite para ungir a los reyes, sacerdotes
Los servicios de la higuera (9:10-11)
A. La dulzura
B. Su buen fruto
Los servicios de la vid
A. El vino nuevo
Los servicios de la zarza (9:14-15)
A. Su sombra...
B. Su fuego
El fin más alto en la vida del ser humano: es “vivir para su Gloria.” El asimilar esta verdad, nos
permitirá poder tener una visión clara del Propósito para el cual fuimos creados.
“El fin principal del hombre es glorificar a Dios y gozar de El para siempre” – Catecismo Menor de
Westminster
El dar gloria a Dios es a la vez el llamado supremo del hombre y su más grande gozo aquí y en la
eternidad.
1a Tim 1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, al inmortal, invisible y único Dios, sean la honra y la
gloria por los siglos de los siglos. Amen.
A. SERVIR A DIOS – ACEITE PARA DIOS -¿QUÉ ES LA GLORIA DE DIOS?-
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Su Gloria Manifestada. La suma de todo lo que El es – el cúmulo de sus atributos y el esplendor
y brillo radiante de Su naturaleza divina. La manifestación de su divina majestad y Excelencia
para que sea admirado y alabado
2ª. Corintios 4:6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en
la faz de Jesucristo. 7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del
poder sea de Dios, y no de nosotros, (2a. Cor 4:6-7).
Soli Deo Gloria: La Salvación es de Dios, fue completada por Dios y es para la Gloria y el honor
de Dios, somos llamados a vivir nuestras vidas delante de su rostro para Glorificarle y vivir para
su Gloria para siempre. Dios es sumamente santo en todas sus obras y en todos sus
mandamientos. Los seres humanos, los ángeles y toda criatura fuimos creados para glorificarle
y disfrutarle.
1. El propósito de Dios en todo lo que hace es Su propia gloria a). Para demostrar a todos su excelencia moral
Prov 16:4 Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo.
b). Para provocar la alabanza de Su pueblo por lo que ven y por el beneficio que reciben
Isa 43:21 Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.
2. El propósito del hombre en todas sus acciones debe ser la Gloria de Dios en el sentido de doxología por palabra y acción. 1ª. Corintios 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
RENDIR CULTO A DIOS.- Es el Honor y adoración dirigida a Dios. La Veneración humilde y
reverente reservada exclusivamente para Dios. Es dar (atribuir o afirmar) a Dios Su valor
supremo. La esencia del culto a Dios es el deseo desinteresado de dar a Dios lo que le
pertenece.
Dicho culto inicia rindiéndole nuestros corazones, luego nuestras actitudes y después nuestras
posesiones, hasta que el culto a Dios sea toda una manera de vivir.
¿PORQUE ES NECESARIO RENDIR CULTO Y GLORIA A DIOS? (Sal.24)
a) ES NECESARIO RENDIRLE CULTO A CAUSA DE QUIEN ES ÉL.
Romanos 11:36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por
los siglos. Amén.
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Este texto nos presenta la verdad de que Dios es el centro de todas las cosas. De Él proceden y no existe nada bueno y que le rinda Gloria sino aquello que proviene de Él, que obre a través de Él en nuestras vidas, para que toda la Gloria la reciba Él.
1ª. Pedro 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno
ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios
glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén.
i. Él es nuestro creador
Sal 100:3 Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no
nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de
su prado.
Isaías 43:7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía
los he creado, los formé y los hice.
ii. Él es nuestro redentor
Apoc 5:12 que decían a gran voz: El Cordero que fue
inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.Él es
nuestro redentor
iii. Somos llamados a glorificarle
Heb 13:15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de
él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesan su nombre.
B. SERVIR A LOS HOMBRES – ACEITE PARA LOS HOMBRES – Honramos a Dios sirviendo a los
hombres
Mateo 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro
siervo;28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos.
Juan 13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego
puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la
toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me
lavas los pies? 7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo
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entenderás después. 8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te
lavare, no tendrás parte conmigo. 9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino
también las manos y la cabeza. 10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los
pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. 11 Porque sabía quién
le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. 12 Así que, después que les hubo
lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16
De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el
que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
En vez de servirse de los demás, mandándoles, dándoles órdenes, y gozando del ejercicio
del poder, la persona que ejerce un liderazgo de servicio utiliza sus talentos y capacidades
para servir a los demás.
El liderazgo de servicio no busca reconocimiento. Cuando el reconocimiento viene sin haberlo
buscado, en vez de acapararlo y jactarse de lo que ha logrado, el líder transfiere la gloria a Dios
y comparte el reconocimiento entre todos los involucrados.
Buen oidor
Un buen oidor aumenta la habilidad de compartir del orador.
El oidor tiene un profundo efecto sobre el orador.
La persona que sabe escuchar tiene muchos amigos, porque al escuchar les está diciendo;
“Me importas.”
Identificación
El líder servidor se esfuerza por comprender y entablar empatía con los demás.
La gente necesita ser aceptada y reconocida por su forma de ser singular y única.
Amor
1ª. Tesalonicenses 3:12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y
para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros,
13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios
nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
Amonestación
Puede amonestar a los demás
Rom 15:14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis
llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los
unos a los otros.