Voces Narrativas 1

22
Profesora: Gisel Rojas Cuarto Medio B Voces narrativas en la literatura contemporánea

Transcript of Voces Narrativas 1

  • Profesora: Gisel RojasCuarto Medio BVoces narrativas en la literatura contempornea

  • Qu son las voces narrativas?Son las diversas voces del narrador que intervienen en un texto narrativo.

    El narrador es el encargado de contar o narrar los acontecimientos en una obra literaria, en este caso: EL CUENTO.

    El narrador es una entidad dentro de la historia, diferente del AUTOR (persona fsica) que la crea.

  • Narrador: PROTAGONISTA

    La historia es contada en PRIMERA PERSONA El narrador ES EL PERSONAJEEn este caso se trata de un personaje que asume el rol de narrador. Conoce la historia que cuenta porque participa en ella, y vive las mismas cosas que los dems personajes.

  • Hace unos aos, -no importa cuntos exactamente-, teniendo poco o ningn dinero en el bolsillo y nada en particular que me interesara en tierra, pens en irme a navegar un poco por ah, para ver la parte acutica del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolaEJEMPLO

  • Narrador: Testigo Narrador Observador El narrador testigo es un espectador del acontecer, un personaje que asume la funcin de narrar. No es el protagonista de la historia, sino un personaje secundario. Cuenta la historia en la que participa o interviene desde su punto de vista, como alguien que la ha vivido desde fuera, pero que es parte del mundo del relato Cuenta lo que ve o escucha.

  • Ejemplos del TESTIGO Narrador ObservadorLord Henry levant las cejas, mirndole con asombro a travs de las finas espirales de humo azul que se entrelazaban fantsticamente al final de su cigarrillo impregnado de opio

    Haba tambin en el mismo cuerpo, y mandando el segundo escuadrn, un joven comandante que se llamaba Fernando Valle. Era justamente lo contrario de Flores, el reverso de simptico y amable carcter que acabo de pintar a largas pinceladas

  • Narrador: OMNISCIENTE Conoce toda la historia y nos cuenta lo que ocurre en el exterior de los personajes, es decir, cmo se mueven, lo que dicen, etctera.Habla en TERCERA PERSONA Puede contarnos lo que ocurre en el interior de los personajes, sus pensamientos, sus deseos. Incluso, a veces conoce el futuro, es decir, sabe de antemano el final del relato y lo que los personajes harn.

  • EJEMPLOSEl hombrecito vestido de gris haca cada da las mismas cosas. Se levantaba al son del despertador. Al son de la radio, haca un poco de gimnasia. Tomaba una ducha que siempre estaba bastante fra...".

    En el fragmento hay : Un narrador en tercera persona, que est narrando desde afuera lo que ve, una especie de "voz", y que adems, lo sabe todo, ya que conoce hasta lo que hace el personajes en la maana cuando se levanta y sabe cmo encuentra la ducha.

  • El cuello de Leo era raspado por la tela spera de su uniforme. Se concentr en los botones y trat de no mirar a la cara al director de la banda, quien, sin embargo, estaba ms divertido que enojado.

    Eran las diez de la noche del mismo da, y los residentes del condominio en la montaa iban regresando a su rutina y su sobriedad. Jane, en cambio, sentada en la cocina con un vaso de escocs sobre la mesa limpia ante ella, iba cayendo ms y ms en un sentimiento que slo identificaba como algo poco familiar. No poda describirlo: era a la vez temible y agradable. Era como dejarse llevar y traer de algn lugar. Trat de recordar, cundo haba comenzado exactamente?

  • Ya conoce usted la historia del hombre que crea tener encerrada en una botella a la princesa de la China. Era una locura. Le curaron de ella. Pero desde el momento en que dej de estar loco se volvi tontoQu narrador tiene el cuento?

  • AL volver del colegio, tenan los nios la costumbre de ir a jugar al jardn del gigante. Era un jardn grande y solitario con un suave y verde pasto..Qu narrador tiene el cuento?

  • Variedad de voces narrativas y predominio de la tercera persona

    Si el siglo XIX crea en la posibilidad de conocer y ordenar el mundo de manera objetiva, el tipo de narrador ms adecuado para esta poca era el omnisciente: aquel que no participa de la historia sino que la ve desde afuera y conoce todo lo que en ella sucede.

  • Por el contrario, para un siglo XX que comenzaba a cuestionar cualquier discurso ordenador del mundo, la nica forma de narrar ser desde la conciencia personal que, a su vez, se confundir con otras voces.

    En gran parte de las obras contemporneas predomina el narrador en primera persona, por lo tanto, que es protagonista o testigo de la historia.

  • En los siglos XX y XXI es posible encontrar obras en las que no existe una claridad total con respecto a quin est narrando ni cundo lo hace, sino que las diversas voces se mezclan en la narracin. De all el uso del estilo indirecto libre, como una forma en que el narrador trata de reflejar los sentimientos e ideas de sus personajes, pero introducindose en la conciencia de stos para reproducir su pensamiento incluyendo sus formas de expresin. Ya no son imgenes fijas otorgadas por un narrador que conoce todo, sino voces que se mueven y se entremezclan en un relato de mltiples miradas.

  • Ejemplo: La seorita Cora. Julio CortazarPerdneme, la confund con mam. Otra vez desviaba la mirada, se volva a su encono, otra vez me echaba a m toda la culpa. Lo atend como si no me diera cuenta de que segua enojado, me sent junto a l y le moj los labios con hielo. Cuando me mir, despus que le puse agua colonia en las manos y la frente, me acerqu ms y le sonre. "Llamame Cora", le dije. "Yo s que no nos entendimos al principio, pero vamos a ser tan buenos amigos, Pablo." Me miraba callado. "Decime: S, Cora." Me miraba, siempre. "Seorita Cora", dijo despus, y cerr los ojos. "No, Pablo, no", le ped, besndolo en la mejilla, muy cerca de la boca. "Yo voy a ser Cora para vos, solamente para vos." Tuve que echarme atrs, pero lo mismo me salpic la cara. Lo sequ, le sostuve la cabeza para que se enjuagara la boca, lo volv a besar hablndole al odo.

  • Disclpeme", dijo con un hilo de voz, "no lo pude contener". Le dije que no fuera tonto, que para eso estaba yo cuidndolo, que vomitara todo lo que quisiera para aliviarse. "Me gustara que viniera mam", me dijo, mirando a otro lado con los ojos vacos. Todava le acarici un poco el pelo, le arregl las frazadas esperando que me dijera algo, pero estaba muy lejos y sent que lo haca sufrir todava ms si me quedaba. En la puerta me volv y esper; tena los ojos muy abiertos, fijos en el cielo raso. "Pablito", le dije. "Por favor, Pablito.

  • La narrativa contempornea al abandonar (o restarle importancia) al narrador omnisciente, tambin ha dejado de lado el centrarse en el acontecer de los seres que pueblan los mundos posibles. Actualmente busca la novedad en la interioridad de los personajes, puesto que all radica lo interesante del da a da : como lo enfrenta cada uno desde su ms profunda intimidad.Esta narrativa se vale tambin de todos los aspectos de la cultura y se sirve de las ms diversas fuentes para la articulacin de la obra.Considera, tambin, al lector como parte del juego, sin el cual el relato, como acto comunicativo que es, no est terminado. Las tcnicas estn relacionadas, entonces, con el narrador y con el texto. Las tcnicas relativas al narrador

  • La continuidad de los parques

    Haba empezado a leer la novela unos das antes. La abandon por negocios urgentes, volvi a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, despus de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestin de aparceras volvi al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su silln favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dej que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los ltimos captulos.

  • Su memoria retena sin esfuerzo los nombres y las imgenes de los protagonistas; la ilusin novelesca lo gan casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando lnea a lnea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cmodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguan al alcance de la mano, que ms all de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles.

  • Palabra a palabra, absorbido por la srdida disyuntiva de los hroes, dejndose ir hacia las imgenes que se concertaban y adquiran color y movimiento, fue testigo del ltimo encuentro en la cabaa del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero l rechazaba las caricias, no haba venido para repetir las ceremonias de una pasin secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos.

  • El pual se entibiaba contra su pecho, y debajo lata la libertad agazapada. Un dilogo anhelante corra por las pginas como un arroyo de serpientes, y se senta que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada haba sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tena su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpa apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer. Sin mirarse ya, atados rgidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaa. Ella deba seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta l se volvi un instante para verla correr con el pelo suelto..

  • Corri a su vez, parapetndose en los rboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no deban ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estara a esa hora, y no estaba. Subi los tres peldaos del porche y entr. Desde la sangre galopando en sus odos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, despus una galera, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitacin, nadie en la segunda. La puerta del saln, y entonces el pual en la mano. la luz de los ventanales, el alto respaldo de un silln de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el silln leyendo una novela