MÉXICO Visión 2030

MÉXICO Visión 2030

Eduardo Reyes Díaz-Leal

MÉXICO Visión 2030

Derechos ReservadosCOLEGIO DE ALTA ESPECIALIZACIÓNEN COMERCIO EXTERIOR, S.C.Buffón No. 36, Col. Nueva Anzures,México, D.F. 11590Tel. 1500-1400Fax. 1500-1401email: bidisa@bufeteinternacional.com.mx

www.bufeteinternacional.com.mxwww.comerciointernacional.com.mx

TODOS LOS DERECHOS DE ESTA OBRAESTÁN REGISTRADOS A FAVOR DE SU EDITORSE PROHIBE LA REPRODUCCIÓN TOTALO PARCIAL POR CUALQUIER MEDIO.

ISBN 978968-904810-7

Me gustaría decir que esta obra es mía,pero la verdad es de Dios, quien puso en

mis manos una gran cantidad de información,quien puso en mi mente una gran cantidad de ideas

y quien puso en mi corazón una gran cantidad de amor.No puedo más que reconocer que todo se lo debo a ÉL

y por ello todo lo intento hacer para ÉL.Gracias Señor por permitirme conocerte y amarte.

Gracias Señor por permitirme ser Tú hijo.

Dedicatorias

Para mi esposa e hijos, a los que amo profundamentey son el impulso de mis actos y su apoyo es el motor de mi acción.

Para mis Padres,que nunca dejan de apoyarme, guiarme y amarme,

quienes confían en mí,pero no dejan de cumplir su misión en la vida conmigo.

Para mi país, ofreciéndole una humilde aportaciónpara su renacimiento, el cual debe apoyarse en su Gobierno, en sus Empresas, pero también en su gente.

Para todos aquellos que prefierencrear valor en vez de sólo aportarlo,

sobre todo, ahora que se requieremucha creatividad para diferenciarnos

de aquellos países que sólo ofrecen mano de obra.

Para Brenda Leónquien me ha aportado su trabajoincansable y profesional.

Agradecimientos

Varias personas participaron activamente en la realización de este trabajo, no pudiera ni quisiera ocultarlos ni mucho menos dejar de agradecerles:

Adriana Saenz, que con frescura realizó varias investigaciones.

Raúl Hernández, que con entrega revisó el contenido y estructura del libro.

Lourdes Saucedo, que con profesionalismo se dedicó a evitar los horrores ortográficos.

Israel Díaz, que con prontitud revisó y corrigió las inconsistencias y los fundamentos.

A todos ustedes,muchas gracias

Índice

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Presentación 15

introducción 17

México “coMParado” 19

aPlicación tecnológica: la nueva ForMa de Hacer negocios 21

internacionalización de la Producción 24

la distancia no iMPorta 28

creatividad e innovación: el Futuro de México 30

a Mayor ProteccionisMo Más ineFiciencia 38

¿Qué es lo Que nos Hace Falta? 48

aPlicación tecnológica en los negocios globales 51

el Fin al ProteccionisMo en contra de cHina 57

aPoyando al ingenio HuMano 60

nuevas ForMas de Hacer negocios 63

“cerebros a la obra” 72

inFraestructura logística en México de la altura de las exigencias del coMercio internacional 76

Más México en el Mundo 80

en un Mundo globalizado no Hay lugar Para la incoMPetencia 85

cuando todos caMinan, nosotros teneMos Que correr 88

Estimado Lector:

Es para nosotros un orgullo presentarles este libro MÉXICO VISIÓN 2030, que por su contenido esperamos sea de reflexión y contribuya a la motiva-ción que cada uno de nosotros necesitamos para apoyar al fortalecimiento de nuestro país. Esta publicación fue desarrollada bajo el punto de vista del Dr. Eduardo Reyes Díaz-Leal quien ha dedicado la mayor parte de su vida al estudio del Comercio Internacional.

Este libro esta orientado a tocar aspectos importantes sobre la evolu-ción que el mundo está teniendo en los negocios, en la forma de pensar y en la cultura que está dejando de ser una cultura local, estos aspectos sin duda serán las nuevas tendencias de hacer negocios en este, nuestro mundo globalizado.

Desde 1987, Bufete Internacional, firma de consultores y abogados que dirige el Dr. Eduardo Reyes Díaz-Leal, formó su centro de capacitación que en origen fue de carácter aduanero, exclusivamente, el cual evolucionó con el paso del tiempo e incursiono en otros temas del comercio exterior mexicano. Ya no sólo dábamos cursos del sistema aduanero mexicano, sino también capacitábamos en conceptos de los negocios internacionales como marketing, negociaciones y contratos internacionales.

Este centro de capacitación fue tomando forma de una institución educativa que hoy por hoy capacita a más de 10,000 ejecutivos y fun-cionaros anualmente cubriendo más de 20 ciudades a nivel nacional. Durante este tiempo se logró difundir la cultura del comercio interna-cional y estamos seguros, todos los que en el trabajamos, que fuimos piedra angular para muchos de los que hoy hacen exportaciones e importaciones en nuestro país.

Ese centro de capacitación logró formar la Universidad en Asuntos Internacionales para 1994 y a principio de este nuevo siglo y milenio volvió a evolucionar al Colegio en Alta Especialización en Comercio Ex-terior que hoy cierra sus puertas para darle vida a un nuevo concepto: GLOBAL BUSINESS UNIVERSITY (GBU).

GBU representa la evolución en la capacitación, pues ha logrado inte-grar no sólo las ideas mejoradas que le dieron origen hace más de 20 años, sino que está implementando nuevos esquemas de capacitación.

Los nuevos esquemas que hoy le presentamos no sólo implican nuevos cursos, sino nuevos valuartes de la exposición, nuevas técnicas para ase-gurarnos que la profesionalización es la misión, nueva cobertura de temas y mucha más extensión del mercado, pues ya no sólo se está presente en nuestro querido México sino que ha sobrepasado las fronteras para con-vertirnos en un centro moderno de capacitación para todo el mundo.

2008 es el inicio de una nueva era, de un nuevo compromiso con el nuevo mundo que, bendito DIOS, nos ha tocado vivir y, sobretodo, estamos com-prometidos con usted que desea tener mejores perspectivas de vida.

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México, como país, NO logrará alcanzar los objetivos que el Presidente Felipe Calderón se planteó para un país GANA-DOR para el año 2030, aún cuando estos se pueden calificar de razonables y, sobretodo, necesarios. Este pronóstico no

se hace como un acto de negación sistemática sobre los propósitos del actual Gobierno como muchas personas hacen, sino en base a la forma de actuar que han demostrado muchas personas que, lamentablemente, tienen el poder de evitar que el país avance para mantener sus cotos de poder o nichos de negocio. El problema no es que no sea viable el proyec-to sino la forma de ser de muchos de mis compatriotas.

Jamás en mi vida he sido negativo, de hecho algunas personas que me conocen me tildan de “demasiado optimista e ingenuo”, pero a pesar de ello, veo un México demasiado complicado y, sobretodo, atento a tonterías e intereses particulares, dejando pasar los grandes y prósperos negocios que se están generando en el clima de un mundo global que explosiona tremendamente en más comercio internacional y que los mexicanos, cuan-do menos algunos, sólo alcancen a ver en su postura de OBSERVADORES y no actores, lo que nos quita la hermosa posibilidad de hacer crecer a nuestra economía en pro de aquellos que menos tienen.

¿La razón? Muy simple, cada uno de los mexicanos o residentes en este país estamos jalando sólo agua para nuestro molino, a cada uno de nosotros sólo nos mueve nuestro interés personal, pero además (y es aún más grave) nuestro interés a corto plazo (miopía, se diría en el mundo de los oftalmólogos), con un Gobierno más involucrado por la lucha partidista, política y de poder que por trabajar por el México Ga-nador que, no se si nos merecemos, pero que sí necesitamos. Esto no quiere decir que no crea en mi Presidente, pero estamos hablando de millones de burócratas a los que no les conviene los efectos positivos de la globalización, así como algunos empresarios que se niegan a ser competitivos como medio para subsistir. Lástima que estas posturas sí les generan ingresos a esas personas, pero detienen el crecimiento po-tencial que tiene una economía como la nuestra.

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MÉXICO Visión 2030He platicado con muchas personas, empresarios, directores, gerentes,

empleados, asociados, estudiantes y público en general y de todos ellos sólo puedo extraer, con honrosas excepciones, la idea de sobrevivir un día más, es decir, todos ellos tienen planes, pero a cortísimo plazo y, además, no involucran a otros grupos de personas o instituciones y, lo más importante, en ninguno de esos planes se consideró lo que tenía que hacer el Gobierno, entendiéndose por ello al Estado Mexicano compuesto por los 3 poderes emanados de nuestra Carta Magna, o sea somos individualistas, misma ra-zón que no nos ha permitido ser campeones del mundo en el fútbol soccer. Tenemos buenos jugadores que, por culturales razones no le “pasan la pe-lota” al compañero, porque, o mete el gol él o no lo mete nadie.

Mientras que sigamos trabajando por metas a corto plazo y sin un trabajo condensado entre los que pueden hacer crecer cualquier cosa más rápida-mente, atendiendo más a la razón individual que colectiva y no veamos lo que está pasando en el mundo, estaremos manteniendo el mismo país que tenemos, uno que está perdiendo terreno en la economía mundial, uno que tiene una gran población que viven en condiciones de extrema pobreza, uno en el que sólo se les cobra impuestos a los que estamos en las listas fiscales (padrones), uno que seguirá perdiendo oportunidades de construir un país mejor y, sobretodo, con un mejor futuro.

No obstante este panorama negro, no puedo augurar que todos los que aquí vivimos, nos vaya a ir de la patada, al contrario, hay una buena (y muy buena) noticia, habrán muchos mexicanos que van a tener muchísimo éxi-to y que beneficiarán a su comunidad, cuando menos a la más cercana, porque la economía global se está conformando a partir del individualis-mo, lo que quiere decir, que todos tenemos la oportunidad de participar de ella aún cuando vivamos en un país que tira por la borda sus oportu-nidades; y por individualismo NO debemos entender trabajos aislados de una persona, sino de un grupo de personas, equipos e, inclusive empresas perfectamente enfocadas y definidas. Lamentablemente, esta noticia sólo es buena para el que vea las oportunidades y esté preparado para aten-derlas, ahora se requiere disponibilidad, visión y preparación para poder vivir y aportar valor en este mundo cada vez más compacto. Lástima que esta buena noticia no pueda ser aprovechada por todos a fin de tener una distribución más justa (y necesaria) de la riqueza.

Es decir, aún cuando como país no tengamos posibilidades de llegar a ser una de las 5 economías del mundo, como lo promete, declara o espera el Presidente Calderón, no quiere decir que no tengamos em-presas, personas, negocios y actos que puedan llevarse a la lista de los casos de éxito.

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México “Comparado”

Actualmente en la India existen 1,100 millones de habitantes, la inmensa mayoría viven en extrema pobreza, pero hay, cuando menos, 280 millo-nes de personas en ese mismo país “pobre” que ya se consideran como clase media. China, tiene una población mayor a los 1,300 millones de personas, poco más del 70% viven en y del campo, pero ya cuenta con una población razonablemente rica superior a los 300 millones de habi-tantes, algunos de ellos viajan en Mercedes Benz y usan chofer. En ambos casos, la clase media es mayor a la que existe en los Estados Unidos y Canadá, por ello no mencioné la palabra preferida de los economistas relativamente, porque la cantidad de personas manejada es grande en tér-minos absolutos.

Por su parte Taiwán, que tiene proporciones similares a las de la India, es el principal exportador de procesadores para computadoras en el Glo-bo Terráqueo, Brasil está desarrollando fuentes de energía sustitutas del petróleo y Rusia les provee tecnología aeroespacial a los estadounidenses. Estos últimos países, tienen una población importante que vive en extrema pobreza y una clase, aunque limitada, media en crecimiento.

Estas “clases medias”, por así decirlo, se están conformando a partir de sus trabajos individuales que se exportan a un mundo globalizado, en donde ya no importa quién hizo algo, sino el cómo se hizo. Debido a este fenómeno, cada día tenemos más productos y servicios fabricados en más de dos países en el mundo, cada vez es más difícil encontrar un producto 100% originario de un determinado lugar, pues aún cuando la materia prima y la mano de obra pudieran ser de ese determinado lugar, el diseño, la tecnología, el desarrollo, la atención al cliente, la ad-ministración de la información y/o la dirección, bien pudieron hacerse en algún o algunos otros países en mundo. Los productos y servicios cada vez están más globalizados, para bien de los individuos y para malestar de los países.

La empresa AIRBUS tiene dos orígenes (países) distintos en su ca-pital social, utiliza partes para la fabricación de sus aviones de más de 20 diferentes orígenes, su equipo técnico está repartido en 4 países y la dirección general viaja constantemente por lo que da sus directrices des-de, cuando menos, 40 países en el mundo. Los muebles que utilizamos en la firma para la que trabajo son de diseño italiano, con madera de Brasil, tela de Malasia, mano de obra mexicana y pegamento de China. Si pudiera hacer un escaneo de origen de los productos, se pudiera dar cuenta de lo globalizado que usted mismo está y si este análisis lo pudie-ra comparar con lo que usted utilizaba hace 10 años y hace 5, se pudiera dar cuenta de la integración extremadamente rápida que está teniendo el mundo en donde, a la larga, sólo quedarán tres tipos de jugadores: los altamente competitivos que serán los que se queden con la mayor parte

20

MÉXICO Visión 2030del pastel, los sobrevivientes que la llevarán con calma y se quedarán con las migajas del pastel y los muertos, que se deberán conformar con la triste pero entretenida tarea de observar lo que pasa alrededor sin formar parte del cambio.

Lo que trato de expresar es que a pesar de que México no haga lo conducente, como parece que será, cada uno de nosotros, de manera in-dividual, tenemos la oportunidad de subsistir, crecer, crear y tener éxito, porque en la forma tan especial en que ahora se hacen los negocios en el mundo, existe un fenómeno inédito que permite la participación de todos desde el lugar en donde se encuentren, fenómeno que terminará formando una economía individualizada.

Tanto en la India, como en China, Taiwán, Corea, Rusia y Brasil, las condiciones externas no son del todo favorables: corrupción, irrespeto a la propiedad intelectual, burocracia y desconocimiento de trámites (fal-ta de transparencia), distorsión en los flujos de información, problemas migratorios, entre otros, hacen que esos países tengan una baja califica-ción en cuanto al entorno genérico de los negocios, pero la visión de los que están adentro, su iniciativa y su espíritu empresarial está creando la diferencia para muchos de sus pobladores. Lo que estoy diciendo es que a pesar de diversos factores, el mundo le está dando la oportunidad a todos en forma individual de participar en su expansión, aún cuando ellos vivan en países cuyas condiciones no sean las óptimas, lo que no sucedía para finales del siglo pasado en donde las distancias y las polí-ticas gubernamentales formaban las bases para que cualquiera pudiera “hacerla”. Obviamente este proceso de individualización sube al ring a más boxeadores: estamos en un mundo de muchos más competidores que harán lo que sea para quedarse con el mercado existente y por el mercado incipiente.

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Aplicación Tecnológica: la Nueva Forma de Hacer Negocios

Esto no quiere decir, por supuesto, que no lamento que el Gobierno no esté trabajando por México, de hecho no sólo lo lamento, sino lo repudio, por-que le quita la oportunidad a más residentes de nuestro país de concursar en esta “convocatoria” global, por la falta de infraestructura, por la falta de justicia social, por la falta de educación y por la falta de centros de salud competitivos. El problema real es que el mundo se está haciendo para los más preparados porque todo avance tecnológico, todo invento y todo lo-gro se está haciendo para sustituir la fuerza humana y animal.

Este fenómeno que no nos sorprende, quizá porque no lo enten-demos y se generó “sin querer” como consecuencia de la evolución tecnológica propia de nuestro tiempo, justamente a partir de que fuimos capaces de subir una fotografía al Internet y enviarla a cual-quier parte del mundo.

Algunos analistas consideran que la revolución industrial propia de nuestra era está basada en 4 elementos que vinieron a revolucio-nar (perdón la redundancia) la forma de hacer negocios, estos cuatro elementos son: la microelectrónica (uso masivo de computadoras), la robótica (implementación de procesos de producción a través de má-quinas inteligentes), el descubrimiento de nuevos materiales (de mayor versatilidad y durabilidad) y la biotecnología (destino de los descubri-mientos técnicos para la facilitación de la vida del ser humano), y aún cuando parcialmente ellos tienen razón, yo considero que la verdadera revolución se dio cuando, en medio de todos estos descubrimientos, se encontró la forma de digitalizar un sinnúmero de cosas que permite una comunicación intensa a nivel global.

Por ejemplo, en México el proceso de una aduana de 0 (cero) pa-peles ni siquiera se consideraba para finales de la década de los 90, ahora ya forma parte de la política (dirección) aduanera del país y sólo se está debatiendo si al pedimento (declaración aduanera) que ya es 100% electrónico, se le adjuntarán los papeles que la Ley requiere y que son indispensables para un mejor despacho aduanal, en forma digital (información electrónica) o digitalizada (fotografías de documentos), esta segunda forma sería la más rápida pero a la vez más arcaica pues hablamos de escanear todo papel para que el Sistema central de Adua-nas en México pueda tener ese archivo para efectuar sus compulsas y mecanismos de control.

El problema por el cual no se puede hablar fácilmente de documenta-ción digital (no digitalizada) que consiste en emitir “documentos” elec-trónicamente sin que estos se conviertan en papel material nunca; es la autenticidad del origen del mismo, porque la tecnología aún no ha llega-do a la seguridad completa, porque hoy mismo usted puede mandar un correo electrónico de 100,000 puntos diferentes de la tierra engañando a

22

MÉXICO Visión 2030su destinatario al hacer creer que usted es 100,000 personas diferentes, pero es cuestión de tiempo en que alcancemos registros eficaces y globa-les de las firmas electrónicas avanzadas, mejor conocidas en el medio fiscal como “La FEA”.

A finales del siglo (y milenio) pasado, los gurus de las computadoras, que ya habían descubierto (y puesto en función) la Internet y que ésta ya se había democratizado (una gran población la usa), encontraron “la pólvora tecnológica”, lograron la fase II del proyecto, puesto que pudie-ron subir a la fibra óptica fotos, cartas, dibujos, instrucciones, planos, diseños, entre muchísimas cosas más.

Ese gran descubrimiento le permitió a las grandes empresas distribuir la carga de trabajo en cualquier parte del mundo, descubrieron que ya no era necesario ir a China para dar instrucciones sobre el cómo se quería un determinado producto, ya no se requería ir a la India para decir cómo se quería un determinado programa de cómputo y ya no se requería ir a Rusia para dar instrucciones sobre el cómo se querían diseñar las alas del nuevo avión de la Boeing, el 737. Antes de ese tiempo, México tenía una gran oportunidad de trabajo porque para los estadounidenses nuestro país era la solución de control pues están en 4.5 horas máximo en la ciudad de México, un poco más si sus maquiladores estuvieran en Puebla y mucho menos si estaban en Monterrey, Juárez o Tijuana, mientras que un maqui-lador chino está a 13 horas de distancia (cuando menos) en avión desde Los Ángeles y uno en Rusia más de 16 horas debiendo tomar, indefectible-mente, 2 aviones y, por supuesto, ya no digamos en la India, ahí hablamos de un par de días volando. Pero esto, es cosa del pasado, ya no se necesita viajar para instruir, supervisar, recibir, pagar ni administrar.

Años atrás, el ejército de los Estados Unidos había desarrollado una tecnología de comunicación, que es la que hoy conocemos como Internet, esa tecnología se había democratizado para los inicios de la década de los 90, es decir, muchas personas ya la utilizábamos como medio de comu-nicación efectiva, pero, más allá de la comunicación en primer plano o en cierta dimensión, no aportaba la herramienta que hoy es, un canal de control de producción de bienes y servicios a nivel global enlazada por una verdadera cadena informativa de suministros. Cuando este des-cubrimiento se hizo público, la forma de hacer negocios en el mundo cambió radicalmente para nunca regresar a ser lo mismo. La Internet co-municó al mundo, pero la digitalización lo consolidó como una cadena de producción y proveeduría.

Hasta ese día, las distancias jugaban un papel muy importante, los problemas migratorios eran un verdadero obstáculo, el costo de la mano de obra era un punto muy importante a considerar y el origen de los bienes estaba en uno de los puntos importantes en la pirámide de prioridades de los consumidores, pero a partir de ese día, como decía Pedro Ferriz de Con, el mundo se hizo pequeño, se convirtió en una

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pequeña aldea, fue el día en que la Globalización se hizo efectiva para el mundo de los negocios.

Los problemas migratorios hicieron que los hindúes no salieran de la India para trabajar en los Estados Unidos, los rusos tienen puestos muy específicos en este país, al igual que los mexicanos (mis paisanos) los cubanos y los salvadoreños. Pero ahora ya no es necesario viajar a los Estados Unidos para trabajar con ellos, ahora se puede ganar dinero en aquel país viviendo en éste país lo cual, durante un primer tiempo, será muy positivo.

Tampoco el costo de la mano de obra ya es tan relevante; por supuesto que usted pensará que estoy loco al hacer esta afirmación pues los precios de todo producto están bajando y para ello no sólo ha sido importante lo-calizar materias o insumos más económicos sino también es importante el poder contratar la mano de obra más competitiva. Tiene razón pero yo también. Hasta hace unos cuantos años (dentro de nuestra generación y de la generación de mis hijos que aún son pequeños) había tres clases de mano de obra, la local que tiene los niveles salariales equivalentes a los niveles de consumo, la informal que también es ilegal pero que por sus condiciones migratorias reciben sueldos inferiores (y por mucho) a los ni-veles salariales normales y, la tercera, la que está fuera del país. Por años México fue el segundo proveedor más importante de los Estados Unidos y sólo nos superaba Canadá por su elevada tecnología, estoy seguro que los canadienses NO exportaban más mercancías en peso y volumen que los mexicanos, pero sí en términos de valor, pues mientras nuestro país exportaba un kilogramo de camisas de vestir para caballero con un valor aproximado de 80 dólares (calculando 20 camisas a 4 dólares cada una), los canadienses también exportaban un kilogramo de tecnología (chips o lo que sea) pero con una valor aproximado de 500 dólares.

Pero hoy, China es el segundo proveedor de ese país y amenaza a Ca-nadá con quitarle su prestigiada posición porque China, se hizo presente al abrirse la comunicación, pero además están Vietnam, Corea, Malasia, Filipinas, Camerún, India, Pakistán y pudiera usar todas las páginas que me presupuestaron para este libro relacionando la lista de las demás op-ciones de manufactura, además de la de México. Ahora la mano de obra YA ES BARATA y deja de ser un issue o asunto medular. A la mano de obra le pasó lo mismo que a las películas piratas que se venden (indebida e ilegalmente) en las calles de la ciudad de México, hay tal cantidad de oferta que los mismos proveedores se presionan para vender más barato. La competencia perfecciona a la proveeduría.

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MÉXICO Visión 2030Internacionalización de la Producción

Por su parte, lo orígenes jugaban un rol importante en la toma de deci-siones de los consumidores. Checábamos la etiqueta para identificar el país de origen del producto que pretendíamos comprar. Si la etiqueta decía (por ejemplo para los mexicanos) “hecho en Estados Unidos, Cana-dá, Japón o Alemania” existía más probabilidad de que se comprara en relación a si decía “hecho en México, Guatemala o Belice” Atravesando la prueba de la etiqueta, se seguía con la “supervisión” de la calidad, marca, precio y estilo, Hoy ni el origen ni el precio juegan un rol impor-tante en la toma de decisiones, el primero porque ya no importa dado que las marcas contrato (fundamentalmente) nos dan seguridad de que los proveedores checaron por nosotros la calidad y se aseguraron que en Brasil, Vietnam, Corea, México o Guatemala, la calidad fuera la misma, así como los diseños, tallas e instrucciones sean las que se requieren en cada uno de nuestros países. Sino sólo recuerde a las tiendas ZARA, tie-nen una distribución global casi del mismo tamaño que su producción global, ellos se encargan de aquellos “pequeños” detalles que antes eran de nuestra obligación.

Por lo que respecta al precio, claro que es importante, pero cuando usted se mete a una tienda específica, de esas que hoy ya tienen nive-les específicos como Victoria’s Secret, usted no esperará a encontrarse ropa interior de un dólar, porque esta tienda se posicionó en un nicho de mercado específico; lo que está logrando son niveles de precio y aún cuando usted tenga que ver la etiqueta para saber si le alcanza o no, nunca le sorprenderán productos de 100 dólares en donde el promedio sea de 20.

Cuando se desarrolló la tecnología de la digitalización, se alcanzaron nuevos niveles de distribución, ya no se tuvo que viajar para encargar producciones, ni para hacer estudios de mercado o viabilidad, ni para co-ordinar que todo llegara a tiempo. El humano se encargó de aprovechar esa nueva tecnología para su propio provecho, un invento trajo al otro y una herramienta sirvió para una producción y distribución más eficiente y efectiva. A partir de ahí se empezaron a escuchar conceptos como Lo-gística, Cadena de Suministros, Justo a Tiempo, entre otros. El mundo se hizo aún más chico, a lo mejor ya ni siquiera somos la pequeña aldea que decía Ferriz de Con, sino somos una muy pequeña comunidad que ya no reconoce distancias.

Hasta este día, la Boeing, empresa aeronáutica de capital estadouni-dense, diseñaba, desarrollaba y fabricaba sus aviones en los Estados Unidos, Victoria’s Secret, fabricaba más del 30% de sus productos en los Estados Unidos, otro 30% en México y Centroamérica y una minoritaria porción del 40% la mandaba a hacer a algún país de Asia, Mc Donald´s tenía toda su operación de tecnología de información radicada en los

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Estados Unidos y Arthur Andersen hacía todas sus auditorias y proce-sos contables con profesionales residentes en los Estados Unidos que ganan 9 veces más que un auditor en México y 13 veces más que uno en la India.

Al descubrir que la digitalización daba movilidad y, como decía Tho-mas Friedman en su libro, se aplanaba el mundo, se tuvo la oportunidad de repartir la producción de bienes y servicios a todo lo ancho y largo del planeta, pudiendo localizar a los mejores proveedores que generarían las mejores condiciones. Después de todo, la competencia genera competiti-vidad; los proveedores nos hacemos mejores cuando tenemos quién nos esté pisando los talones y cuando vienen justo atrás de nosotros.

Ese día, la Boeing, Victoria’s Secret, Mc Donald´s y Arthur Andersen, dejaron de impulsar “lo originario” como emblema de calidad y orgullo, mandaron a la porra la “etiqueta de origen” y le dieron la bienvenida a la calidad oportuna y personalizada, revolucionando nuestra forma de adquirir. Hoy en día tanto la calidad como el origen es un problema del proveedor, quien forma regularmente un “contrato” que se ha posiciona-do en nuestras mentes y, yo diría, en nuestro corazón. En la medida que el proveedor suple más funciones que antes hacíamos los consumidores, va garantizando su permanencia en el mercado, a contrariu sensu, en la medida que desatienda a los clientes, más rápidamente saldrá del merca-do, si tuviéramos el tiempo de recordar las marcas “caídas en la batalla” podríamos fácilmente comprobar este fenómeno.

Quienes vivimos la década de los 80, podremos recordar que el país de origen era un detonador de nuestra compra. Si usted veía un produc-to hecho en Japón, éste ya era digno de que usted observara el precio para después decidir si lo compraba o no, el origen era importante para su decisión de compra. Como mexicanos vivimos la apertura comercial de nuestro país por allá de 1994 y nos volcamos a comprar lo “hecho en cualquier otro lugar diferente a México”, impulsando el sentido del ma-linchismo que ahora ha desaparecido.

Hace un par de años, entrevisté a poco más de 300 personas para ha-cerles una simple pregunta: ¿De dónde es la camisa, o blusa o ropa que traes?, 299 personas me dijeron “no lo se”, 43, me dijeron “no lo se y no me importa”, las demás sólo me confesaron que desconocían el dato y sólo una, si sólo una muchacha, me contestó que estaba hecho en Paris. Seguramente lo sabía porque 1) lo acababa de ver; 2) la marca es exclusi-va de aquel país; 3) le gustaba presumir; o 4) <el más raro> era un punto de decisión para la compra y el producto seguramente le encantaba. Hoy en día muy poco nos importa ese dato en la medida que se trate de un producto globalizado.

Los proveedores no son tontos, enaltecen las cualidades que más les conviene, en su tiempo, una cualidad era el origen, ahora esa cualidad es intrascendente, porque ha sido cubierta y rebasada, por mucho, por

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MÉXICO Visión 2030marcas contrato que nos protegen, con su integridad, de los malos pro-ductos. Ahora es el proveedor Victoria’s Secret el que cuida que los pro-ductos estén bien hechos, duren mucho tiempo, tengan las indicaciones de cuidado suficientes, combinen perfectamente en los colores cuando se trate de conjuntos y que el precio sea justo el que esperaba la dama pagar por su ropa interior. El origen, ya no es importante, porque para los pro-veedores fue una bendición (en toda la extensión de la palabra) el poder dar indicaciones a plantas que estaban del otro lado del mundo, que no tenían saturación de producción, que tenían hambre por vender y que estaban dispuestos a mejorar. Antes de la globalización esta “globaliza-ción de la producción” era casi imposible por las distancias (viajar y tras-ladar) y la poca confianza que existían en proveedores que no se podían supervisar de cerca, ya sea porque no entendieran las instrucciones, ya sea porque estaban tan lejos que era mejor dejarse tranzar que reclamar. Hoy, no sólo las distancias se han reducido, es fácil girar instrucciones en tercera dimensión, gracias a las digitalización e intercambio de infor-mación electrónica y un nuevo punto a la transparencia con la que nos movemos <ya todo el mundo puede saber de usted, cada vez hay menos información oculta>.

¡Que combinación! Necesidad de proveeduría y necesidad de clientes. Hasta antes de ese día, los mexicanos vivíamos razonablemente tranqui-los, peleándonos entre nosotros, pero pudiendo conseguir un cliente más en el otro lado de la frontera, después de todo, estamos tan cerca de los Estados Unidos y somos ¡9 veces! más baratos en el costo de la mano de obra que ellos.

A partir de la firma del TLCAN, nuestras exportaciones crecieron como la espuma, pasamos de unos 20 mil millones de dólares de expor-tación a más de 150 mil millones, en muy pocos años. Al momento en que se abrieron las fronteras y cayeron los aranceles y las trabas a la impor-tación en los Estados Unidos, al momento en que los “güeros” pudieron ver nuevos proveedores fuera de su territorio que tenían buena calidad y al momento en que se promovió la industria mexicana, las ventas al exterior, distintas al petróleo, se fueron a las nubes y fue el momento de “echar las campanas al vuelo” y reconocer que teníamos un futuro cierto y creciente, pero esta ventaja competitiva sólo nos duró unos cuantos años, tan pocos, que ni siquiera tuvimos el tiempo de aprovecharla en todo su potencial y de planear paralelamente la segunda fase de este tratado y de los demás tratados que estaban por venir.

Pero llegó el año 2000 y las ventas de exportación empezaron a caer, los optimistas (excluido un servidor) pensaban que la catástrofe de las Torres Ge-melas del 11 de septiembre del 2001, había contraído el consumo de los chicos norteamericanos y esa era la causa de que las exportaciones mexicanas caían a ritmos mayores que el crecimiento que habíamos tenido desde 1998, año en que nos habíamos medio estabilizado de la gran devaluación del 94-95.

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Por ello la industria confió en que la “depresión” de los Estados Uni-dos originada por los ataques terroristas pasaría y todo regresaría a la normalidad, es decir, al crecimiento de las exportaciones y generación de divisas. Pero esos atentados terroristas, no sólo le habían quitado la tran-quilidad al mundo, sino que también nos quitó la atención a lo que en la tecnología estaba pasando, por atender aquello, no nos dimos cuenta que todo ya se podía digitalizar y que además de mandarle letras de amor a la pareja, ya también se le podía mandar el corazón con una caja virtual de chocolates. ¡Nos distrajimos! y no vimos que estábamos perdiendo oportunidades de negocio, mientras que estábamos esperando a que los Estados Unidos regresaran a consumir, midiendo su “consumo” con las estadísticas de exportación de México. Nuestro país no regresó a esos niveles de crecimiento de exportaciones porque los Chinos, los Hindúes, los Taiwaneses, los Rusos y los Brasileños nos quitaron el mercado que se recuperaba y, lo peor (para México) tenía una expansión que ¡debió de haber sido nuestra! Para nuestros analistas hoy en día aún no se recupe-ran los estadounidenses, para los chinos, se tiene, aún, un gran mercado por conquistar y expandir.

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MÉXICO Visión 2030La Distancia NO Importa

Pero nuestros clientes, (que son los que le venden a los consumidores), como no tenían grandes ventas y tenían que esperar a la gran reacción del mercado gringo, (al que se le trató de motivar con las palabras del Presidente Bush que decían “háganle un favor a América y salgan de compras”) si se dieron cuenta que podían dejar de viajar a México para fabricar y podían mandar las instrucciones profundas y detalladas a al-gún “asociado” en algún otro lugar del mundo.

México, así como los países de Centroamérica y del Caribe, habíamos perdido parcialmente una de nuestras grandes ventajas competitivas LA DISTANCIA, es decir, nuestra posición geográfica, no porque nos hubié-ramos mudado de lugar, sino porque otros podían ocupar nuestro lugar de proveedores del mercado más grande del mundo y para nuestra des-gracia, prácticamente, nuestro único mercado de destino.

La mayor parte de los proveedores de esta región americana, destinan toda su exportación a los Estados Unidos, no piensan ni han pensado en venderle a alguien más, no han volteado la cara a los países europeos y mucho menos a los de Latinoamérica, ya sin mencionar, a los países asiá-ticos. ¿Para qué hacerlo? Si los estadounidenses son consumidores típicos (aunque todo lo deban, como dice Arjona en alguna de sus canciones) y, aún cuando sean exigentes, tienen “lista la billetera” para comprar.

Lamentablemente, la revolución de la digitalización les abrió otros panoramas, otras alternativas y ellos, así como los europeos, hindúes, chinos y nosotros mismos, tomaron la opción de las nuevas fuentes de proveeduría. Cada vez la distancia tiene menos importancia, por ejemplo, para Chile los Estados Unidos representa el 16% de sus des-tinos de exportación y Europa, aún más lejos, el 27% y son, estos dos destinos los principales que aparecen en las estadísticas de exporta-ción, ¡ah y por cierto! su comercio exterior ha crecido en más de 1000% en los últimos 7 años.

Antes de ello, México de todo lo que importaba, la inmensa mayoría era originaria de los Estados Unidos, cuando se pudo digitalizar, empezamos a importar de Asia. Algunos clientes de la Firma para la que trabajo, desde 1998 viajan a Hong Kong, Sri Lanka y Taiwán una o dos veces al año, para establecer sus pedidos, hoy, por ejemplo, China es uno de los principales proveedores de nuestro país en muchas líneas de productos y obviamente no me refiero a lo que entra de contrabando. Quizá hoy sigan viajando dos veces por año, aunque yo creo que no necesitan ir tanto, pero las compras que realizan son muchísimo más grandes.

¡Fue chistoso! Descubrimos la Internet digitalizable para importar pero no para exportar. Hace 4 años viajé a China para escribir sobre ese país, con la idea de advertir las amenazas que tenía para los proveedores mexicanos, logré establecer las razones del por qué los clientes ya estaban dispuestos

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a comprar productos chinos y le pedí a la industria nacional (a través de ese libro) que dejara de competir con ese país y lograra diferenciar sus productos y servicios para que tuviéramos una oportunidad de subsistir ante el país que ha recibido el nombre de la “fábrica del mundo”. China explosionaría al mercado global dándole oportunidad a otros proveedores de participar porque sólo es “una fábrica” y no toda la zona industrial.

Descubrí algo que no estaba en mi agenda, los chinos no son auto-suficientes en nada de lo que comen ni, en una inmensa mayoría, de lo que consumen, me di cuenta que en el avión íbamos 49% de personas a comprar, 50% a vender y 1% (o sea yo) para escribir. En china, un diplomático mexicano me dijo que lamentablemente sólo 1 de cada 300 mexicanos viajaban a China, Hong Kong y Japón para vender, los otros 299 iban de compras. Por ello digo, fue chistoso como sabíamos que ya podíamos comprar a más de 8000 millas de distancia, pero no que 1) podíamos vender a más de 8000 millas de distancia y 2) que ya existen mecanismos de distribución en aquel país y ha comenzado a importar casi como cualquier otro país porque desde el 1 de enero del 2002 se ad-hirieron a la Organización Mundial de Comercio comprometiéndose a abrir las fronteras tanto como quiere que les sean abiertas en los demás socios de este Organismo que aún se conoce como el GATT, aunque jurídicamente sea el que lo sustituyó.

Lamentablemente, a veces tenemos ojos para ver únicamente lo que queremos ver y quedar ciegos, realmente ciegos, para el resto de la pano-rámica, aunque implique riesgos u oportunidades.

Hoy, la distancia sigue siendo nuestro principal aliciente en los ne-gocios globales pero definitivamente es temporal y su impacto se pierde gradualmente y en forma irreversible ¿Por qué? Muy simple, porque el costo de la transportación sigue siendo relativamente caro, ya los kilóme-tros no son tan relevantes, pero el costo kilómetro sí, mientras que eso su-ceda, tenemos oportunidad de vender en aquellos lugares que estén cer-ca, pero en la medida que el costo global de la transportación se reduzca y que México, como país de la logística siga siendo tan caro, estaremos perdiendo posición en la proveeduría del mundo, lo cual, como vamos, sucederá antes de que acabe el sexenio del Presidente Calderón.

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MÉXICO Visión 2030Creatividad e Innovación: El Futuro de México

Dentro de este, segundo negro panorama, hay un tercer elemento que se suscitó por la globalización digitalizada, y es el hecho que dentro de una misma comunidad, un proveedor puede ser ineficiente y otro eficiente, dentro de una misma ciudad, una empresa puede ser suma-mente efectiva y otra sumamente ineficiente, que en un mismo cruce de calles (esquina), puede haber una cafetería “chafa” y una exitosa, o dos exitosas en medio de 3 chafas, si no pregúntenle a los señores de Starbuck´s. Hoy es posible que en una misma empresa exista un genio y un tonto. ¿Y sabe por qué? Porque durante las tres revoluciones indus-triales que la humanidad ha vivido (quizá cuatro) el verdadero punto negro y blanco nos son los inventos, son que esos inventos han sustitui-do la mano o fuerza del hombre, por lo que hoy es más importante la creatividad que la fuerza.

A los colaboradores del despacho les digo que la Firma no requiere de ellos 14 horas diarias de trabajo ininterrumpido, la Firma les exige 8 horas diarias de pensar, quienes más piensan más oportunidades tie-nen. En su momento las computadoras Apple desaparecieron del mapa porque no atendieron a la creatividad, creyeron que con tener plantas de producción eficiente aún cuando descuidaran la evolución de la tecnolo-gía de sus equipos tendrían mercado. Hoy Apple regresó y ha tenido un éxito increíble porque hicieron de lo ordinario algo extraordinario, de un simple disco duro (que existe desde que las computadoras existen) hicie-ron el Ipod, de un simple teléfono hicieron el Iphone y de una simple com-putadora lograron la nueva Apple. Si usted considera que fue la calidad de sus plantas de producción se equivoca, fue su creatividad tanto en la transformación de sus productos, tanto por la imagen y utilidad que desarrollaron. A mi me demostraron que en donde había una carencia, podían desarrollar una necesidad.

Esto es lo que nos están dejando las revoluciones tecnológicas, un des-plazamiento de la mano de obra por el “cerebro de obra”, pero ¿sabe que es lo peor? Que no hemos visto nada, la película a penas está co-menzando, a penas comienzan los inventos desarrollados a partir de los inventos, es una especie de reproducción geométrica, primero porque se descubrieron o desarrollaron una serie de herramientas que les permiten inventar cada vez más rápido, segundo, porque cada vez se cuenta con más información del mercado, cada vez es más rápido descubrir caren-cias para convertirlas en necesidad y, en tercer lugar, porque lo que usted haga a las 14 horas, para las 16 ya está copiado en algún lugar del plane-ta, lo que le obliga a seguir desarrollando más “inventos”, estamos en un círculo vicioso, tortuoso y virtuoso, todo a la vez.

Dentro de este mundo, aún raro, podemos encontrar altísima crisis en un país, pero dentro de él encontrar negocios boyantes y prósperos

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como sucede con Telcel que ha llegado a su usuario 45 millones en medio de una generalizada mediocridad de nuestro país. Los productos por sí solos ya no brillan, sino por el arte que lo rodea (utilidad, servicio e ima-gen), si esto lo desmembramos y lo vamos deshaciendo pedazo a pedazo podemos pensar que la individualización de los productos sólo es un reflejo fiel de la individualización de la producción, de las partes, de la tecnología y, por supuesto, del hombre.

Estamos en la era en que veremos una cantidad de productos que des-aparecerán antes de que nos demos cuenta y otros saldrán famosos casi desde la caja inicial; estamos en una era en donde un departamento de la empresa puede quebrar pero no hacer quebrar al resto porque otro departa-mento puede haber creado algo extraordinario. Lo que quiero decir es que lo ordinario no tiene futuro, pero lo extraordinario sí, por ello en una misma comunidad uno puede ser exitoso y el otro no y con aquello de que ya no tenemos distancias porque todo es digitalizable, la creatividad puede estar en cualquier lugar del mundo y aún así será aprovechada.

Esto es lo que podemos llamar una economía individualizada. Duran-te enero y mayo del 2007, me propuse hacer una nueva encuesta, más de 500 personas me hicieron el favor de contestarme una simple pregunta ¿cómo te va?

Los resultados no me sorprendieron. Los que tenían trabajo en firme (casi el 60% de los encuestados) me dijeron: bien, muy bien o más o me-nos, los que contestaron esto último eran porque querían o necesitaban un incremento de sueldo (motivación) o porque habían sido amenazados con ser despedidos (incentivos). Pero del 40% restante, una cuarta parte me dijo que muy bien y las ¾ partes restantes que muy mal. Todos eran desempleados, coincidentemente, pero esa cuarta parte que me dijo que muy bien, me confesó que estaba trabajando por su cuenta. Hacía trámi-tes independientemente, llevaba litigios, hacía auditorias o promovía ex-portaciones. Hubo uno en especial que me dijo, “a mis 27 años no podía estar mejor, inicié un negocio de la nada, hago audiolibros, y lo mejor es que estoy solo en el negocio, todo lo subcontrato y las grandes empresas han empezado a pedirme mi producto intangible, pero que si es consu-mido por un mercado cada vez más estresado”.

Este muchacho no podía encontrar empleo, no porque no sea capaz, es de hecho muy abusado, sino porque existe una contracción real en el mercado, todos estamos buscando como hacer más con menos o seguir haciendo lo mismo pero con menos personal. En lugar de desilusionarse o desesperarse, él decidió buscar su fuente de ingresos y buscó la caren-cia que podía convertirse en necesidad, al fin la encontró en el mercado de los audiolibros.

Ante el dinamismo de la vida ya casi no nos queda tiempo para nada, por ejemplo un servidor se levanta a las 5:30 para hacer ejercicio y co-mienzo las labores profesionales a las 8 a.m. Tengo aproximadamente

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MÉXICO Visión 20301.25 horas de tráfico, como en 20 minutos y regreso a la casa al filo de las 8 p.m. En la oficina debo trabajar, juntas, emails, cursos, ventas, etcétera y obviamente no tengo mucho tiempo de estudiar, pero es algo que sí no lo hago pudiera fracasar antes de acabar de escribir este humilde libro. Este muchacho, con el que ya hice una amistad, identificó este problema que no es sólo mío, es de todo aquel que tiene la necesidad de produ-cir, ya sea por principio o ya sea por necesidad, así que “descubrió” que podía darnos ese aprendizaje a través de audiolibros que contengan la información que requerimos y por lo tanto lo pudiéramos usar en el auto o cuando se hace ejercicio.

Bastante básico ¿eh? Pero bastante creativo ¿verdad? ¿Escribe él los libros? NO, simplemente va y busca el libro que pueda ser requerido por un grupo determinado de personas, contacta a la editorial, consigue los derechos para la reproducción digital, contrata a un locutor, produce la obra y se la entrega a los distribuidores que están en el ciberespacio y que tienen necesidad de productos que busque la gente para pagarlos y bajarlos de la red.

Como su calidad es muy elevada, sus precios razonables, su respon-sabilidad es intachable, tanto los autores (como yo), las casas editoriales, los locutores y sus estudios de grabación, así como los portales le tene-mos mucha confianza y estamos dispuestos a seguir con esta aventura que, dicho sea de paso, no existía hace poco tiempo. Nadie tiene nada que perder, y todo se dio porque un muchacho individualmente logró un negocio sin mayor inversión de dinero, sin mucho esfuerzo físico, pero con mucha inteligencia y creatividad. Él es un ejemplo de la individuali-zación de la economía.

El trabajo individual, pero con talento y creatividad se está posesionando del mundo de los negocios. Las empresas norteamericanas están mandando hacer sus planos tecnológicos con chicos de Rusia que no están integrados en empresa alguna. Los alemanes haces sus proyectos tecnológicos en algún lugar de la India con algún ex estudiante de sus universidades de altísimo nivel. Y los japoneses están con un tratado de libre comercio con los Chi-nos porque ahí encontraron la mejor fuente de producción de bienes de alto volumen, lo que les permite fabricar productos de elevadísima tecnología localmente. Claro, usted dirá, “pero sólo habla de las grandes potencias y seguro no fue casuístico que mencionara a los tres países con más comercio exterior en el planeta”. Pues fíjese que Chile (un país en vías de desarrollo, mucho más pequeño que México) es el segundo país con más Tratados de Libre Comercio en el mundo (le sigue a México) pero uno de ellos es con China con quien está haciendo buenos negocios para ambas partes y la ra-zón es porque hay cosas voluminosas que se pueden mandar a fabricar al lejano Oriente, pero las ideas, la creatividad y todo aquello que protege la Propiedad Industrial y los Derechos de Autor se quedan en casa, o sea, las conserva nuestro hermano país de Sudamérica.

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El mundo de la propiedad industrial y derechos de autor se cono-ce como Derecho Intelectual, que es el conjunto de normas que ofrece prerrogativas y beneficios a los seres humanos creadores de sus obras, tanto aquellas que proyectan sentimientos o conceptos estéticos o de diferenciación de productos vía marcas o similar (propiedad intelec-tual), tanto aquellas que están destinadas a la solución de problemas específicos en materia comercial o industrial (derechos de autor), sólo conceptúa al hombre como origen, aunque protejan los derechos de sus causahabientes en donde pueden estar las personas morales o jurídicas como se les conoce. Este es el mundo que empieza a dominar al mundo y que según los que cuantifican el IQ de las personas, sólo está utili-zando entre el 10 y el 20% de su potencial. Sólo imagínese lo que nos depara para un futuro demasiado cercano.

El mundo se está globalizando y sus redes ahora interconectan casi a todo ser humano, lo que ha permitido que proveedores que vivían en la sombra ahora estén en el aparador, lo que ha permitido que productos y servicios que antes ni los soñábamos, ahora sean “indispensables” para nuestra vida cotidiana, lo que ha permitido encontrar una necesi-dad en cada carencia y lo que ha permitido que tengamos muchas más oportunidades de abastecimiento que antes, pudiéndolas comparar en forma instantánea.

En el año 2005, mi querida hermana Patricia me llamó por teléfono para pedirme que le ayudara a conseguir un Ipod con urgencia porque quería regalárselo a Adriana, su hija, que ahora trabaja (y lo hace muy bien) con-migo. Era el 22 de diciembre y el regalo era para el 24 en la noche, es decir, en Nochebuena. Los Ipod en las tiendas estaban agotados y yo no tenía planes para viajar a Estados Unidos para ver la posibilidad de traérselo (claro declarándolo debidamente en la aduana a mi regreso).

Entonces le dije: ¿tienes Internet? Me dijo: SI. “Pues métete a Google o similar y ponle la palabra Ipod México como puedas, te van a salir unos cuantos proveedores y a ver si te encuentras alguno que te resuelva el problema”. Me dio las gracias y colgó.

Al otro día me llamó y me dijo que ya tenía el producto en sus manos, que habían encontrado 156 proveedores diferentes y que le había comprado al que era más barato y que se le entregaría a tiempo. Problema resuelto.

Patricia había logrado ubicar, instantáneamente, muchísimos provee-dores, compararlos entre sí y resolver su problema. Esto, lamentable o positivamente, no sólo sucede con productos de estantería sino con todo servicio y producto existente y por existir, lo que le da oportunidad a grandes y pequeños de proveer si tienen algo que los distinga, pero a la vez pone en riesgo una supuesta estabilidad que muchos proveedores tenemos debido a una NO firmada fidelidad con los clientes. Esa llamada de mi hermana pudo haber sido la de su cliente, ese Ipod pudo haber sido

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MÉXICO Visión 2030el producto o servicio que usted prevé y ese 24 de diciembre pudo haber sido la fecha de entrega que el necesitaba que, quizá, sí pueda ser suplida en tiempo por alguien en Vietnam, Polonia o la República Checa.

Ahora estamos muy competidos y más comparados, lo que nos obliga a crecer en nuestra forma de hacer negocios, lo que nos obliga a mejorar constantemente y rebasar las expectativas del cliente permanentemente y recuerde estando preparados, para que en cuestión de 2 horas, lo que usted invente pueda estar copiado. Ni modo, se inició la carrera sin fin del “Coyote y el Correcaminos”, para seguir en la película, es necesario que el coyote nunca le alcance.

Hace poco tuve la oportunidad de leer el libro de Starbucks, ese nego-cio del café que hace lo ordinario en extraordinario. En las pocas páginas del libro, bien escrito y con mucha elocuencia, encontré que el iniciador Howard Schultz vio una oportunidad de negocios al ver la cafetería del pueblo abarrotada de clientes pero sin “angel”, entendió que tomar una tasa de café no tenía por qué no ser una experiencia increíble, de ahí deci-dió detallar un negocio similar al de la gasolinera de su pueblo y conver-tirlo en un negocio que rebasara toda expectativa normal y extranormal de sus clientes. Lo que vio es que la gente necesitaba tomar su café muy de mañana para despertar y lo hacían en una cafetería localizada junto a una gasolineria de la década de los 70, pero vio que no era una experien-cia muy buena para los clientes de ese lugar porque tenían que mitigar el sabor del café con mucha leche y azúcar. Descubrió una necesidad que nadie sabíamos que se tenía.

Esta empresa vende sus tasas de café hasta en 6 veces más el valor que catalogábamos como normal y ha logrado que los clientes constantes regresen en un promedio de 18 veces en un mes.

Starbucks está presente en más de 47 países en el mundo, (con más de 150,000 tiendas) en ese mundo de países hay gobiernos de todo tipo, desde los decentes hasta los corruptos, existe gente de todo tipo, des-de los introvertidos hasta los agresivos, existen condiciones económicas de todo tipo, desde lugares muy miserables hasta colonias de gente en extrema riqueza. No importa, lo que vende es café en un ambiente per-sonalísimo que cuida todo detalle para conquistar un todo que es, de momento, difícil de igualar.

Si una “cafetería” (no es en sentido de desprecio, porque yo soy cliente de ellos) logró darle la vuelta a lo básico para vencer los falsos obstáculos del precio-calidad, ¿que no podrían hacer las empresas que tengan pro-ductos un poco más necesarios (en el sentido objetivo) que tienen clientes globales por todo el mundo?

Suponiendo sin conceder que usted me de la razón sobre este concep-to, al igual que yo se debe sentir desilusionado al enterarse que México, hasta el 2006, cuando menos, NO había registrado patente o invención alguna en el mundo, todos los inventos que usamos o que podemos usar

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son de origen distinto al mexicano, lo cual no sólo es una pena sino un desperdicio inmenso de nuestra gran capacidad creativa que tenemos y que queda demostrada en los chistes, en las telenovelas, en los libros y en otros menesteres. Es decir, parece que nuestra creatividad, aquello que ahora marca la diferencia en hacerla y no, se utiliza más en los chistes y críticas que en el desarrollo de productos, conceptos y servicios, esto explica el por qué México no está siendo tomado en cuenta consistente-mente por los inversionistas extranjeros, ni siquiera para producir los productos que materializan la creación mental pues también han encon-trado que pueden aplicar creatividad para “acercarse” a todos los países proveedores ajustando los tiempos de fabricación, planeando con más antelación o utilizando los medios más veloces del mundo.

Un cliente del despacho fabrica accesorios y ropa de moda actual en Oriente, no importa de momento en dónde y se lo trae por avión. Cuan-do le pregunté porqué, me dijo: “muy sencillo - - yo vendo moda, cuando sale algo en mi aparador está saliendo en Paris y en Nueva York, la gente compra mis productos por la moda y por la fecha en que ésta sale y por ello me es costeable el pagar el flete aéreo”. Obviamente le pregunté que por qué no fabricaba esos productos en México: Me dijo, yo no soy fabri-cante, soy comercializador, debo mantenerme concentrado en la esencia de mi negocio y las fábricas de la confección de nuestro país no están listas para venderme los volúmenes, la calidad y el tipo de productos que me caracterizan en el mercado, no me convienen” terminó.

Otro cliente más me pidió que viéramos cómo podíamos hacer que sus mercancías llegaran a tiempo pero eliminando la transportación aé-rea como medio, él tenía que bajar sus costos, pero no podía darse el lujo de entregar tarde. La tarea era simple, como llegamos a tiempo reducien-do los costos. La mercancía que llegaba por el aeropuerto de la Ciudad de México se tomaba 3 o 4 días en ser despachada y de ahí tenía que mandarse por tierra a Querétaro para que se desconsolidara y se envia-ra a 3 centros de distribución. Sus tiempos eran muy justos. Hablamos con el productor quien redujo en 2 días su producción si le dábamos los planos y especificaciones con un poco más de anticipación, logramos asegurarnos que el transporte terrestre se tomará sólo 2 días para llegar a la frontera y 1 o 2 para llegar, ya no a Querétaro, sino a cada uno de los 3 centros de distribución, ya venían pre-programados y, además, se logró planear la operación aduanera de tal suerte que el reconocimiento previo se hiciera en origen y el pedimento estuviera listo horas antes de la llegada de los bienes a la aduanas. Se logró el cometido.

Esto lo traigo a colación porque los clientes buscarán la forma de acer-carse a sus proveedores y, créame, hoy TODO SE PUEDE, difícilmente; encontrará negativas; a la mayor parte de las preguntas; la ciencia apli-cada a la fabricación, comunicación y transportación está tan avanzada que cada vez más cosas se van realizando en forma más sencilla y esto

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MÉXICO Visión 2030es lo que está desplazando a nuestro país como proveedor. El punto es que la creatividad está tomando la delantera a la distancia y por lo mis-mo se van subiendo más contrincantes al ring: debemos ser mucho más competitivos que la competencia; por favor no espere a que el gobierno le resuelva el problema de la competencia, debemos valernos individual-mente y urgentemente. No debemos tener miedo de la competencia, de-bemos tener pánico de nuestra propia incompetencia,

El mundo de la propiedad intelectual parece estar vetado en nuestro país, aún aquellos inventos nacionales han sido entregados, legal o no legalmente, a extranjeros porque nos falta visión y/o dinero para desa-rrollarlos. Es más, se trata de un tema desconocido por muchos de los abogados de nuestro país.

La propiedad intelectual es la rama del derecho que permite la pro-tección de todo aquel concepto emanado del cerebro del hombre, aún cuando se tenga ayuda de mecanismos o procesos computarizados. Esta materia está actualmente dividida en dos grandes grupos siendo el pri-mero el de propiedad industrial y el segundo el de derechos de autor. La propiedad intelectual es un derecho en constante evolución pues confor-me avanza el mundo se van encontrando nuevos productos o conceptos susceptibles de registro y, por lo tanto, de protección de toda obra artísti-ca, científica, industrial y comercial.

La diferencia entre ambas divisiones se encuentra en el tipo de con-cepto que se registra, por una parte propiedad industrial se protegen los privilegios de usar en forma exclusiva y temporal las creaciones y signos distintivos. En las creaciones se agrupan las patentes de invención, los moldes de utilidad, las variaciones vegetales, los certificados de inven-ción, los secretos industriales, así como los dibujos industriales.

En los signos distintivos, encontramos una gama casi igual de extensa que la anterior, regularmente desconocida por la población general de cualquier país, pero que se convierte muy útil cuando se trata de crear. Aquí se contemplan las marcas las cuales pueden se nominativas (nom-bres normales), innominadas, cuando se trata sólo de logotipos como el pelícano de la Comercial Mexicana, tridimensionales, como la figura de la botella de la Coca Cola y, por supuesto, registros mixtos. Además de estas marcas, encontramos la posibilidad de registrar y por lo tanto de obtener la protección de las leyes, los nombres comerciales, denomina-ciones de origen, anuncios, avisos comerciales y, por supuesto, el conoci-miento aplicado, mejor conocido como Knowledge.

En el segundo grupo, los derechos de autor, contemplan al derecho moral que se traduce en la facultad de crear, terminar, destruir y explotar los libros, composiciones, películas, etcétera.

Como podemos observar el mundo del derecho intelectual es amplí-simo pero ha sido completamente olvidado o ignorado por los mexica-nos y sus empresas, lo cual debería cambiar si se pretende crear valor y

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no sólo aportar valor a una economía completamente polarizada en dos grandes grupos de oferta: la laboral y la intelectual. Recuerde que gana menos el que más trabaja.

Muchos de ellos no saben que, por ejemplo, las marcas incluyen palabras, símbolos y la forma de la figura del producto. Es decir, ig-noran que inventar una marca no sólo implica ponerle un nombre, como American Express, por ejemplo, sino que además puede consistir en un símbolo, como el pelícano de la Comercial Mexicana y la forma de la figura del producto como la botella de la Coca Cola o el chocolate triangular de Toblerone, bueno hasta el sonido de los motores Harley Davidson son registrables.

Y por ello no inducen a sus clientes a crear y registrar, pero no sólo marcas, sino conceptos, productos, mecanismos de facilitación, entre una larguísima lista de posibilidades.

La razón de esta ignorancia, es que no nos hemos aplicado en el mundo de la creatividad en los negocios, son contados los negocios que sí lo han hecho y todos ellos, salvo en los que hubo desfalco, fraude o desatención, están entre las empresas más grandes y prósperas de nuestro país.

El problema es, que es la creatividad el elemento más importante en el mundo de los negocios, cuando se quiere hacer de un negocio con vida corta en uno de larga vida y mercado ampliado. El problema es que la ca-rrera en la creatividad ya se inició y nosotros a penas nos estamos dando cuenta de la importancia que esto tiene.

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MÉXICO Visión 2030A Mayor Proteccionismo Más Ineficiencia

Aún cuando estoy entusiasmado y deseoso porque nuestro país la haga y su gobierno trabaje por nuestro progreso, aún cuando veo que tenemos un excelente Presidente con un gabinete digno de envidia, no puedo segarme a que los intereses creados en el sistema son tan fuertes que difícilmente se logrará tener una país, macroeconómicamente, como el que se requiere para llegar a ser el país GANADOR del año 2030. El esfuerzo individual de un Presidente no puede ser tan poderoso para quitar aquel que genera, en sentido contrario el gran aparato burocrático. Esto lo digo porque nosotros individualmente ahora tenemos la obligación y oportunidad de progresar con o a pesar del gobierno, pero debemos entender que los logros provie-nen de nuestro esfuerzo y, sobretodo, creatividad.

Esto es así porque debemos entender que cuando existe mucha bu-rocracia y/o protección (proteccionismo, asistencialismo, etcétera) la in-eficiencia crece, la evasión se hace presente y la corrupción se fortalece. Ya se que hay muchos intereses creados, los cuales, regularmente se ven favorecidos en un entorno complicado, pero ello no debe cegarnos al hecho que el costo real de mantenerlos es el progreso del país, aún cuando los otros, que siempre son minoría en cantidad, pero mayoría en influencia, se vean desfavorecidos.

Parece que esto es completamente general (mal de muchos consuelos de tontos), este libro lo estoy terminando, ya con los detalles finales, en el vuelo de regreso de la República Dominicana en donde fui invitado a la Asamblea y Congreso de ASAPRA, que es la Asociación de Agentes y Profesionales de Aduana, es decir, de los agentes aduanales de toda América Latina. Durante la Asamblea General todos, sin excepción, los presidentes de las diferentes Confederaciones Nacionales de Agentes Aduanales (una por cada país) se quejaron de la cantidad de intereses particulares que se mueven entorno a las aduanas de sus respectivos paí-ses, lo cual se convierte en un verdadero problema contra la evolución y modernización. Pero el que muchos estemos enfermos no significa que nos debamos morir de ello, hay que ponerle la cura.

Lamentablemente, México como país se ha guiado por la opinión de unos cuantos, en su mayoría un poco miopes que sólo ven sus intereses particulares o, en el mejor de los casos, cuidan los intereses de su gru-po sindical, partidista o económico, lejos de ver los intereses de la Na-ción. De seguir así no podremos esperar cambio alguno para el futuro, ni cercano ni lejano porque ¿Qué obtendremos en 20 años si seguimos haciendo lo mismo que se hacía hace 20 años? No nos podemos engañar a nosotros mismos, mientras que la corrupción, los intereses particulares, la protección a la ineficiencia siga existiendo, México seguirá siendo el mismo, un país de poca monta que no aliente la inversión, el crecimiento, la salud, la educación y la prosperidad.

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Por ejemplo, el contrabando en México primordialmente es con mer-cancías de origen chino, porque contra este país se tienen más de 800 fracciones arancelarias (de las 12,000 que existen) con cuotas compen-satorias, cuotas que van desde un simple 125% hasta un temible 1000%. Imagínese, si usted importa un sweater chino, podría estar pagando 531% de cuota compensatoria, más el 35% de arancel, más el IVA y otros gastos, ¡qué locura! Ante este hecho, siempre hay una “mano amiga” dispuesta a ahorrarnos ese incremento por medidas arancelarias y no arancelarias. Esa “mano amiga” está dispuesta a arriesgarse porque el ahorro es demasiado grande y siempre tiene el cómo poder salir de uno que otro problema.

Pero ¿qué pasaría si la cuota sólo fuera del 40%? Pues que no muchas personas estarían dispuestas a rifársela por pocos centavos. Cuando existe una sobreprotección desmedida, siempre habrá alguien que esté dispuesto a “hacernos el favor” de que paguemos menos, claro, mediante la lubrica-ción de unos centavos. Aún cuando la cuota compensatoria protege a ciertas industrias del país, me parece que los montos (porcentajes) son desmedidos pero seguramente unos cuantos decidieron protegerse sirviéndose con la cuchara grande y de ahí a que resultaran esos montos increíbles que no sólo no ha frenado la importación de esos productos sino que, además, la intro-ducción al país se hace ilegalmente, ya sea con un pedimento que diga otro lugar, ya sea sin papeles.

Si quiere otro ejemplo, con mucho gusto, los impuestos en México son un “poco” excedidos, se paga un 28% del impuesto sobre la renta, sobre una base grande que no tolera muchas deducciones , además se paga un 15% del impuesto al valor agregado (casi en todo el país) y ahora tene-mos un nuevo impuesto, el IETU (Impuesto Empresarial a Tasa Única) que viene a gravarnos con un 16.5% los ingresos, a los que se les restará algunas deducciones y al que se le acreditarán algunos otros (conceptos), dejando un altísimo impuesto, en muchos casos, mayor que el de ISR el cual se tomará en cuenta como anticipo para el nuevo impuesto.

Si a estos impuestos se les suma lo que cuesta tener un empleado o colaborador, estamos frente a una triste realidad, es carísimo operar fis-calmente en nuestro país, por lo que algunas personas (y no pocas) han buscado evadir el impacto económico de los impuestos, por lo que ha-cen planeación fiscal que, muchas veces termina en evasión o elusión, directa, lisa y llanamente; y, lamentablemente, otros evadirán esa carga tributaria yéndose a otros países a hacer los negocios que bien pudieron quedarse en nuestro país, generando riqueza y empleos.

Justamente allá en Santo Domingo, República Dominicana, un taxista me platicaba de lo pobre que estaba su país, además que acaba de pasar una tormenta tropical que lastimó poco más del 60% de la agricultura de la región. Yo le pregunté que si no había gente adinerada ahí y me dijo sí, pero ellos no invierten en el país, prefieren llevarse el dinero a otros

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MÉXICO Visión 2030países. Esto intenta graficar de lo que hablo, cuando no hay confian-za y rentabilidad en un país, se elimina de la lista de los potenciales destinos económicos.

Por supuesto que no puedo, ni quiero, justificar la evasión y el contra-bando, pero sería demasiado ingenuo si pensara que esto no sucede. Está más que probado, a nivel mundial, que a más impuestos más evasión y menos crecimiento y, en contrapartida, a menos impuestos más creci-miento, más cumplimiento y, lo que es más importante, más recaudación, aunque parezca mentira, cuando se cobra menos tasa, más impuestos se recolectan por la simple razón de que más personas contribuyen y son menos los evasores.

Un amigo mío, especialista en impuestos, contador público titulado y abogado, Don Jesús Patiño Soto, me comentó que la forma en que en México se estaban implementando los impuestos nuevos, como el IETU que es la nueva “adquisición” de nuestro país para el año 2008, era la misma que se había implementado, con éxito, en los países de la Europa Oriental tras su apertura a la economía mundial, pero eso no quiere decir que sea un “buen” impuesto.

En Europa Oriental tuvo éxito un impuesto similar al IETU por-que cuando cayó el Muro de Berlín en aquel festivo 9 de noviembre de 1989, se vieron precisados en implementar un esquema tributario de emergencia que pudiera ejercerse con tremenda sencillez en virtud de la inexperiencia tributaria. Era imposible implementar un esquema tributario complejo cuando no sólo no se tenía la cultura en el pago de impuestos sino que, además, no se tenía una autoridad fiscal que supie-ra como cobrar ni un esquema jurídico contra la evasión.

En otras palabras, para Rusia y otros países de la Europa Oriental, que vivían como países comunistas, un impuesto simplista que se cobrara conforme al ingreso de ventas menos unas cuantas deducciones, era bue-no, pues mientras se ejercía la recaudación, se desarrollarían estrategias fiscales que fueran más justas, igualitarias, equitativas y distributivas. El “IETU” o algo similar, lo utilizaron, (en el pasado) mientras aprendían la penosa tarea de recaudar con profesionalismo y atendiendo las circuns-tancias particulares de sus propias economías.

Pero tanto las cuotas compensatorias, como los impuestos federales (y no me meto con los estatales porque no los conozco) intentan proteger, las primeras a la industria nacional que no puede competir con China y los segundos a la gran carga económica que tiene el Gobierno Federal, carga que, en muchas ocasiones es inútil y no le aporta valor a la econo-mía nacional.

Sin embargo, sin meterme en demasía sobre en donde se gasta la lana el gobierno y suponiendo sin conceder que el gasto sea “el estrictamente indispensable” (lo cual está en tremenda tela de juicio) una carga tri-butaria tan alta como la que hoy tenemos NO genera más recaudación

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sino más evasión y aleja a la inversión, sobretodo porque ahora, con el Internet todo es comparable y el inversionista sabrá en dónde le rendirán más sus utilidades. Cuando los impuestos son más moderados la gente no tiene por que evadirlos, lo mismo suceda si las cuotas compensatorias se eliminaran o se redujeran, más bien estarían dispuestos a pagarlas, así lo demuestran los países de Europa Occidental y los países asiáticos que, con porcentajes más moderados y con un esquema de deducción más real, recaudan más impuestos que los países como México, Colombia, Guatemala y Brasil, por el simple hecho de que hay menos evasión y más personas entran al mercado formal. Usted lo sabe, actualmente los que pagamos impuestos somos pocos ¿cuáles? los cautivos, los que somos, por mucho menos del 40% de los que deberían pagar.

Por la otra parte, aún cuando estoy esperanzado y convencido de que la industria nacional debe perdurar por el bien de todos, amén que soy mexicano no sólo de nacimiento sino de corazón y pasión, no creo que la manera de lograrlo sea a través de trabas administrativas y económi-cas que inhiban la importación, por ejemplo, de los productos chinos; yo creo que la subsistencia de la industria debe ser por su nivel de competi-tividad y de creatividad y no porque la Aduana detenga todo embarque y si no lo detiene, cuando menos lo encarece, porque además que eso no es justo, sólo se logra fomentar la entrada de mercancía en condiciones ilegales que abastecen un terrible mercado informal.

Actualmente estamos, como país, perdiendo lugares importantes en los rankings mundiales, hace 7 años México era el primer país subde-sarrollado como destino de la inversión extranjera, hoy ocupamos un lamentable y vergonzoso 16º lugar, ocupábamos la posición número 42 en términos de competitividad, hoy estamos cercanos al 60º y éramos la economía número 9 en términos de su Producto Interno Bruto, hoy somos la economía número 13ª. Como si esto fuera poco, éramos el se-gundo socio comercial para los Estados Unidos, hoy somos el número 3 y nuestros bonos siguen cayendo.

Todo esto sucede porque México como nación es muy costoso. Los grandes inversores apátridos han calificado a nuestro país como uno que tiene un costo muy elevado, considerando no sólo la carga tributaria, sino también el costo de los energéticos, el costo de la seguridad, la buro-cracia o carga administrativa y los elevados costos logísticos, esto nos ha hecho perder la oportunidad de atraer inversión productiva que genere empleos, ventas y, por lo mismo, que expanda nuestra economía a nive-les superiores al ritmo de la explosión demográfica. Aún cuando no sea-mos economistas, podemos apreciar que los capitales buscan las mejores condiciones para hacerse crecer.

Es obvio y evidente quién “ocupa nuestro lugar”. China es una economía subdesarrollada como la nuestra y en muchas cosas nos parecemos, sobreto-do en aquello de la carga regulatoria y en algunos aspectos tributarios, pero

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MÉXICO Visión 2030hay varias cosas que ellos tienen y que nosotros no que los han colocado como una verdadera potencia: 1) opciones estratégicas, 2) inmenso mercado de con-sumo, 3) infraestructura; 4) mano de obra competitiva, y 5) una creciente, pro-gramática y sistemática eliminación de barreas arancelarias y no arancelarias 6) visión. Estos factores rebasan por mucho los males y malestares que allá se tienen. Sería injusto hacer un juicio de “valor” sólo comparando rubro por rubro, porque un economista me dijo: “los impuestos en China son más altos que en nuestro país, los aranceles y regulaciones no arancelarias son muchas más que acá y, sobretodo, existe mucha más corrupción que en México”

Actualmente no se trata de uno o dos puntos lo que se considera para invertir productivamente en un determinado destino, las compa-raciones parciales son inútiles e injustas, porque es la combinación de diversos factores la que se considera para que haga de un país su lugar de trabajo en estos tiempos en dónde usted puede decidir ampliamente en dónde vivir, en dónde establecer su negocio y en dónde ir a vaca-cionar; puede que allá (China) haya más corrupción que acá, pero eso no quiere decir que ello sea suficiente para que se invierta en México en lugar de en China, porque en China hay una clase media superior a los 250 millones de chinos que son más que la clase media que existe en la mayoría de los países desarrollados y en México escasamente llega al 20% de la población y si consideramos que la clase media es la que consume sistemáticamente, pues le tenemos que poner un punto a su favor. Quizá allá los impuestos de importación estén en promedio a los 10 puntos porcentuales y acá sobre el 0.6% lo que hace más barata la importación, pero ello no es suficiente para que acá se invierta porque el costo de la mano de obra en términos absolutos es una cuarta parte de la de acá, pero en términos relativos es 30% más eficiente y 75% más económica. Puede que allá haya muchos más trámites (en progreso de eliminación) pero eso no quiere decir que se deba invertir acá porque la inseguridad en robos de camiones, secuestros, asesinatos y conexas inhiben la formación de patrimonios.

Lo que quiero decir es que ya no se juzga un país por hechos o datos aislados, ahora que vivimos en la era de la información, en donde todo se transparenta y en donde llega más rápido un chisme o un error que la ambulancia ante un accidente, las grandes empresas, las trasnaciona-les o los grandes inversionistas analizan una combinación amplísima de circunstancias para decir a quién le “harán el favor” de privilegiar con sus inversiones que, por mucho, son el motor del crecimiento, la produc-tividad y la distribución de la riqueza. Por ello no podemos ni debemos dejar escapar absurdos como el IETU, las barreras aduaneras y los exce-sivos niveles de las cuotas compensatorias.

El Plan Nacional de Desarrollo para el sexenio 2006-2012 presume que nuestro país deberá trabajar para colocarse entre el 2030 y el 2040 como una de las 5 (cinco) economías del mundo, eso mismo lo confirmó el

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Presidente Calderón durante sus primeros discursos políticos en materia económica. La misión de la política económica mexicana es confeccionar un clima de negocios que nos permita crecer para consolidarnos como una de las 5 economías importantes en este mundo globalizado.

A mi me llamó la atención esa declaración, primero creí que se tra-taba de colocar a México en 23 años entre las cinco más grandes econo-mías en el mundo, en donde hoy están los estadounidenses, japoneses, alemanes, entre otros (el famoso grupo de los 8 <G8>), pero al analizar las palabras del Presidente y del Plan Nacional de Desarrollo me di cuenta que lo que quería, es convertir a nuestro país como parte del BRIC y no del G8.

Los países poderosos en el comercio internacional y los capitalistas que buscan en dónde invertir, identificaron un bloque de países que está más allá del bien y del mal, que son considerados como subdesarrollados o en vías de desarrollo pero que atienen muy bien a las necesidades modernas que provienen de las exigencias de una economía mundial DOMINADA por los consumidores. Antiguamente el dominio de la economía estaba en manos de las fábricas, posteriormente de los almacenes, más recientemen-te de los distribuidores, pero hoy por hoy es el consumidor el que manda en el mercado.

Los países que más han atendido a esas ilimitadas y exorbitantes exi-gencias son los que actualmente han conformado el bloque BRIC, BRIC son las iniciales de cada uno de los 4 países que se han posesionado como los abastecedores del mundo: Brasil, Rusia, India y China, lo que el Pre-sidente Calderón quiere es que en el 2030 lleguemos a ser como ellos y quizá el bloque se transforme a BRIMC o algo similar.

En economía internacional, BRIC se refiere al bloque de países confor-mado por Brasil, Rusia, India y China, que tienen en común una enorme población (Rusia y Brasil por encima de los cien millones, China e India por encima de los mil millones), un gran territorio (que los convierten en zonas estratégicas) y con gran cantidad de recursos naturales, que han presentado, en los últimos años, cifras de crecimiento impresionantes tanto en materia económica (en relación a su PIB) y de participación en el comercio global, por lo que se han hecho muy atractivos como destino de inversiones.

Brasil, por su parte, posee una base industrial altamente diversificada y competitiva, con especial énfasis en el sector de recursos naturales y se ha convertido en el líder mundial en la explotación de petróleo en aguas profundas, así como de minería y agronegocios. Sus principales áreas de explotación y exportación están en el hierro, café, jugo de naranja, azú-car, etanol soja, carne y pollo.

Por otra parte ha desarrollado oportunidades para la explotación de energías alternativas como Biocombustibles hechos a base de etanol y biodiesel y el desarrollo de energías eólico y solar.

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MÉXICO Visión 2030En materia de manufactura Brasil es el 4º exportador de acero del

mundo y es el más grande productor de jets para aviación regional. Su mano de obra está debidamente capacitada, es muy creativa y tiene una gran capacidad de adaptación y flexibilidad, esto gracias a los programas de inversión que se han hecho en educación y entrenamiento. A todo esto se le aúna una infraestructura importante y en desarrollo que le permite una conexión global estratégica.

Rusia, por su parte, es el país más extenso del mundo que está perfec-cionando su sistema fiscal a fin de hacerlo competitivo, por lo que está decreciendo la carga tributaria que se había impuesto tras la caída del Muro de Berlín. Tiene un crecimiento extraordinario en el volumen de su comercio exterior, el cual para 2004 alcanzó $278 mil millones de dólares, siendo 183 de exportaciones y 94 mil de importaciones. Se puede asegu-rar que Rusia viene integrándose activamente a la economía global, por lo que ha venido creciendo el flujo de inversiones extranjeras directas. Han venido desarrollando industrias estratégicas en materia tecnológi-ca de transportación, armamento y otras. Este país ha representado un avance no sólo en materia económica sino también social, debido a que se han aprovechado las condiciones de la explosión del mercado global, los altos precios del petróleo, sus reservas de oro y la contracción del gasto equivocado por su actual gobierno

India, también por su parte representa la cuarta economía más gran-de del mundo, que ha experimentado un crecimiento promedio del 6% anual en los años de este nuevo siglo, a pesar de la recesión económica mundial. La economía de la India espera crecer alrededor de un 5.5% en los próximos años. Los negocios en la India son muy personales, es decir, que son conducidos con una flexibilidad mucho mayor que en Occidente. India, como mercado receptor de bienes, tanto de consumo como duraderos, ofrece un enorme atractivo a medio y largo plazo. Adicional, este país está considerado como una economía grande y di-versificada y por lo tanto atractiva y está en explosión interna en su capacidad de consumo.

China es el país más poblado del mundo, con más de 1.300 millones de habitantes y es el cuarto país más extenso. De esta población, son casi 270 millones de habitantes con capacidad de consumo, es decir, tienen un alto poder adquisitivo, lo que hace, aún, más atractivo a la inversión directa que no sólo busca productos a buen precio y, hoy, con buena cali-dad, sino que, además, buscan nuevos consumidores. Su Producto Inter-no Bruto, es el más grande del mundo. Es el principal proveedor, a nivel mundial, de carbón, hierro, plomo, cereales y arroz, así como de cemento y tejidos de algodón y son importadores de muchísimos productos, en-tre los que se destacan electrodomésticos, confección y textiles. Según los cálculos de los expertos, China competirá dentro de 20 años mano a mano con Estados Unidos en materia de comercio y tienen, actualmente,

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una capacidad de ofertar mano de obra con 634 millones de trabajadores es 11.5 veces mayor a la de México.

Ahora estamos en camino, cuando menos en la intención, de conver-tirnos en una de las fuertes economías subdesarrolladas, cuando hace menos de 13 años, éramos la economía subdesarrollada más poderosa, grande y con perspectivas. ¿Qué pasó? ¿En que nos descuidamos?

Por muchos años pensábamos que el comercio exterior tenía su prin-cipal ventaja competitiva en la distancia y como desde que nació el Méxi-co independiente firmamos un convenio de amistad y comercial con los Estados Unidos y este se convirtió en el mercado más grande del mundo nuestros problemas estaban resueltos. Esto nos trajo un crecimiento im-portante para la economía local y una expansión sin precedentes de la industria nacional. Crecimos porque estábamos cerca del mercado más grande del mundo y como nunca nos íbamos a despegar (físicamente) de nuestro vecino del norte, pues creíamos que esa ventaja competitiva sería para siempre.

Lamentablemente, no nos dimos cuenta que sucedieron dos hechos que nos alejaron de nuestro principal cliente y acercaron a otros provee-dores situados en cualquier parte del mundo: mejoras sustantivas en la transportación y una tremenda evolución en las comunicaciones. Hoy tenemos barcos que van más rápido que hace 5 años, transportan mucha más carga y, por ser más eficientes, cuestan mucho menos, por otro lado tenemos sistemas de transmisión de datos y voz sumamente efectivos, lo que ha permitido distribuir la producción sobre cualquier lugar en el mundo sin tener que viajar físicamente para supervisar sus resultados. Lamentablemente, estos dos grandes avances científicos (que puede jurar que son apenas la punta del iceberg) no sólo nos “alejaron” del mercado más grande del mundo, sino también hicieron que otros mercados emer-gieran y se convirtieran en potencias de consumo y de proveeduría.

Ahora ya no es suficiente compartir una frontera (norte) tan grande como la que tenemos con los Estados Unidos para hacernos atractivos a la inversión, ya no es suficiente para poder venderles productos y, mucho menos, servicios, porque ahora lo que necesitamos es ser competitivos en términos de eficiencia, eficacia y calidad.

Para ser competitivos, es necesario que alcancemos niveles de creci-miento económico que tuvimos en algún tiempo (superior al 7%), debe-mos tener un equilibrio demográfico, lo cual incluye una población, no sólo más programada sino más preparada; y un desarrollo industrial y comercial sustentable, lo que implica que estemos con bases sólidas y de largo plazo. Ahora ya no se, ¿qué es primero, el huevo o la gallina?

Estas tres grandes cosas se alcanzan cuando la situación del país y su perspectiva están en sintonía y armonía con las tendencias globales y con una política económica perdurable, cuando se tiene un Gobierno respon-sable y cuando las empresas, los empresarios, los ejecutivos y los obreros

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MÉXICO Visión 2030estamos concientes de nuestro rol y respondemos a nuestras obligacio-nes oportunamente.

A botepronto el reconocer que México no era una de las 5 economías subdesarrolladas más importantes en el mundo, fue una verdadera sor-presa porque no era posible que teniendo “todo” los inversionistas no se estuvieran fijando principalmente en nuestro país como el destino de sus inversiones, después de todo, México tiene:

a) Una riqueza natural envidiableb) Una posición geográfica inigualablec) Una oferta laboral sustantivad) Un equilibro de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) bastante maduroe) Un gobierno encabezado por un Presidente comprometido con la legalidadf) Una estabilidad macroeconómica histórica:1. Inflación y devaluación controlada2. Dependencia de un comercio exterior semi diversificado (en cuanto

al tipo de productos y no de mercado de destino)3. Tasas de interés competitivasTodas estas grandes cualidades, a mi parecer, eran excelentes para

seguir siendo el foco de atracción del dinero productivo y lograr alcanzar el crecimiento que nuestra población requiere, pero ahora todas estas ventajas YA NO SON SUFICIENTES porque el mundo ya no es el mismo. Vivimos en un mundo nuevo cuyo comercio global está en verdadera expansión (cada vez se intercambian más productos a nivel mundial, lo cual promete convertirse en un 50% de su valor en menos de 22 años), vi-vimos en un mundo multipolar, de comercio multirregional en donde los Estados Unidos ya no son el mercado, sino uno de los mercados impor-tantes y, además, en un mundo que está viendo nacer nuevas economías de consumo increíblemente importantes que afectan al movimiento de bienes, servicios y personas y, vivimos en un mundo en donde el servi-cio ha adquirido un rol importantísimo. Estas nuevas características del mundo globalizado han logrado convertir al consumidor en el pequeño monstruo exigente, capaz de hacer crecer o quebrar a cualquier provee-dor en cuestión de semanas, capaz de compararnos con otros provee-dores en cuestión de segundos, capaz de cambiar de opinión en micro milésimas de segundos.

Vivimos en un mundo en donde la distancia está perdiendo ventaja a pasos agigantados, en donde los compradores que marcan la tendencia están en los 4 rincones del planeta y en donde los proveedores estamos compitiendo en una arena global.

Fíjese usted, a pesar de que hoy hay más comercio global que nunca, nuestras exportaciones (mexicanas) se han rezagado, (pasamos del 2.6% como valor del PIB para el año 2000, a un trágico 2.1% para el 2006) y a pesar de nuestra cercanía con el mercado más grande del mundo (lo que supusimos como el atractivo más grande de nuestro país) ya no somos

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el socio comercial (de los subdesarrollados) más importante para ellos, pues un país que está a más de 5,000 millas de distancia ahora les abaste-ce más que los mexicanos.

Lo que está pasando es que estamos perdiendo competitividad, la que debemos interpretar como la oferta de un producto o servicio en mejores condiciones que el de la competencia; en otras palabras, otros países es-tán produciendo más y mejor que nosotros sin importar cuán lejos están de los mercados de consumo: ¡así de fácil!

Hace unos 200 años, los recursos naturales, la población, la agricul-tura, la manufactura, el transporte, la pesca, los impuestos y la deuda nacional marcaban la solidez de una economía, lo que se traducía en competitividad, bueno, no vayamos tan lejos, hace 20 años la definición de esta palabra implicaba hacer las cosas completamente bien, en forma eficiente y efectiva, pero ahora la competitividad sólo se puede definir como hacer las cosas mejor que la competencia, lo que esto quiera decir. Ahora las cosas han cambiado, es el costo país, su riesgo y su creativi-dad lo que marcan la diferencia. Por ello el mismo Presidente cuando presentó su proyecto “México 2030, el del México Ganador” enfatizó que se tendría que trabajar mucho, que ya no era nuestra “suerte” natu-ral (la posición geográfica y el petróleo) la que nos ayudaría a salir ade-lante, sino un conjunto de acciones coordinadas que crearán un clima propicio para los negocios, permitiéndole al país una única posibilidad de enfrentar el futuro.

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MÉXICO Visión 2030¿Qué es lo que nos Hace Falta?

Lo que el país necesita es generar mejores condiciones para la inversión, eliminar el tráfico de influencias y la corrupción, ser competitivos en ma-teria fiscal, energética, aduanera y logística, buscar la tecnología de punta y crear o reformar las instituciones que puedan ser sólidas y reconocidas. Esto implica renunciar a la terrible tentación del dinero y del poder, escu-char los intereses generales sobre los particulares, implica hacer lo correc-to, en la forma correcta, por la razón correcta y en el tiempo correcto.

Si esto se lograra, se lograría tener una plataforma digna para los ne-gocios, el crecimiento y una mejor distribución de las riquezas, pero no serían la fuente de estos objetivos. Justamente esa plataforma es la que buscan los inversionistas, sería el caldo de cultivo para que usted y yo ha-gamos negocio, porque para hacer que México sea parte del BRIC se re-quieren las empresas visionarias, inversiones productivas, una población más preparada y una planta productiva más responsable y, sobretodo, mucho más creativa. Y comprometida ¡Nada más!

La parte del gobierno se puede lograr si se plantean políticas firmes, responsables, objetivas y respetuosas, lo cual nunca se logra por la canti-dad de intereses creados y personales o particulares que se tienen (como buen país tercermundista), la parte de la iniciativa privada se puede lo-grar con empresas y empresarios más comprometidos con su entorno y su sociedad, menos protegidos y más visionarios, que entiendan que los negocios han cambiado tremendamente y la forma de sobrevivir está en la mente y no en la mano de obra.

Yo creo que esto es factible porque nuestra población es aún muy joven y no pierdo la esperanza que los jóvenes que tienen menos de 27 años vean en México un país ganador y que no se dejen influenciar por prácticas anti-cuadas que funcionaron cuando las economías eran cerradas y se bastaban a sí solas para mantener satisfechas sus necesidades.

Durante todo el siglo pasado se pudo tolerar (aunque no sea de mi agrado) corruptelas, burocracia, monopolios, mediocridad en la educa-ción e, inclusive, miseria, porque todo esto ni se veía tan fácilmente, ni influía sustantivamente en la competitividad del país, además no era un issue en el mundo de los negocios porque era algo que simplemente esta-ba y, por lo tanto, teníamos que acostumbrarnos a convivir con ello. Pero ahora cuando todo es más transparente, cuando ahora tenemos qué ele-gir, cuando ahora las distancias por la tecnología en sentido amplísimo se han reducido cambiando la cultura de la vida misma; estos factores y muchos más son cruciales para tener o no empresas productivas en el país, traspasando el verdadero valor de trabajo o de capital a la inteligen-cia y ya no a la fuerza laboral.

Hoy, nuestro Gobierno necesita evolucionar a la economía, necesi-ta crear mercados completamente legales y formales, necesita ser más

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justo en sus decisiones y, además, más práctico, necesita eliminar toda aquella carga que protege la incompetencia, que genere una explosión de la riqueza con una mejor distribución económica y que, por supues-to, aproveche lo que está pasando en el mundo. Para ello, el gobierno tiene que superar sus propios lastres, eso quizá nos tome más tiempo que aprovecharán los demás países (que hoy podemos tildar de com-petencia), pero le suplico que usted y yo no esperemos a que esto suce-da, debemos actuar de inmediato si queremos una parte del pastel del nuevo mercado global.

La tarea del gobierno no es simple, porque, además, se requiere madurar la alianza estratégica que tenemos con los Estados Unidos en términos comerciales, jurídicos y de seguridad, requiere fomentar el incremento sustantivo del comercio exterior con Europa y América Latina, constituir un marco de legalidad con algunos países asiáticos, establecer lazos de unión comercial con los países árabes y africanos y requiere investigar las áreas industriales y de servicios que requieran de una gran proveedor que pretende ser desarrollado.

Regresando, sólo por un momento, al tema de la distribución más justa de la riqueza, no puedo negarle mi formación social que mis pa-dres me inculcaron; en el despacho de abogados que dirijo, así como la Universidad que ahora lanzamos al mercado, estamos siempre en la bús-queda de talentos que puedan ser desarrollados, aún cuando éstos se nos vayan tarde o temprano, soy un creyente muy firme de que hay que crear condiciones para que nuestra población crezca, hay que hacer más escue-las y centros de salud y darle la oportunidad a aquellos que tienen menos posibilidades de crecer. Esto lo traigo de nueva cuenta para hacerle una petición, cualquier negocio o empresa que tenga o que inicie debe tener un amplísimo sentido social (y moral) porque los negocios están hechos por los cerebros y son en ellos los que debemos destinar nuestros esfuer-zos para crear más riqueza y aportar nuevas fuentes de valor.

Ese sentido social se verá reflejado en muchas cosas, entre ellas, en los grandes males que la sociedad tiene: narcotráfico y contrabando. Hace poco conocí al autor del libro “Ilícito”, él es de origen colombiano y, entre grandes explicaciones de lo que es un mundo que vive en el ilícito, hubo una que me llamó mucho la intención, en la que explicaba quién era el verdadero culpable de que existiera el narcotráfico. Yo creí que se refe-ría a la corrupción, después pensé que a la falta de valores y finalmente pensé en aquellos que consumen la droga. Su respuesta me sorprendió cuando dijo que era la falta de oportunidades en toda la gente.

Este autor ha investigado al crimen por muchos países, así mismo se ha dado cuenta quién genera el “ilícito” en la economía o economías que él ha investigado y su conclusión es que el verdadero motor del narcotráfico es el niño que no tiene qué comer y que requiere corrom-perse para poder llevar un bocado al estómago, el verdadero motor es

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MÉXICO Visión 2030la señora que tiene a su hijo enfermo y que no tiene como pagar, ya no digamos, la medicina, sino la consulta para poder identificar la enfer-medad del niño o muchacho.

Esto viene a colación por la simple razón de que las condiciones de México deben cambiar si queremos que el tipo de economía cam-bie, se requiere, ya no sólo por mis preferencias empresariales, mejorar la distribución económica del país, lo cual se logra con programas de asistencia social (que actualmente son bastante ineficientes e ineficaces) así como la formación de empresas “modernas” que generen empleos mejor pagados. El paquete del Gobierno no es nada sencillo, pero el de las empresas tampoco. Lo que me alienta es la posibilidad de que las empresas o personas individuales pueden hacerla aún cuando el Go-bierno se mantenga en la posición que tiene, porque la economía global se individualizó. Claro que sería mucho mejor que todos jaláramos pa-rejo, pero eso está difícil cuando menos ahora que los jóvenes no han tomado la dirección del país.

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Aplicación Tecnológica en los Negocios Globales

Como es de todos sabido y hasta evidente, vivimos en la era de la GLO-BALIZACIÓN auténtica, concebida como un entorno económico y social sin fronteras, este fenómeno proviene del descubrimiento de nuevas po-blaciones, de nuevas formas de producir y de nuevas formas de distri-buir y entregar, pero se enfatizó con dos elementos, nuevas formas de comunicarse y de interactuar. El proceso de la formación de la globaliza-ción se dio por etapas, desde el descubrimiento de las “Indias” en 1492, hasta el paso por las tres revoluciones industriales que, hasta 1990, la humanidad había tenido.

La primera de esas revoluciones es aquella en la que se registraron 3 patentes o tres inventos en Inglaterra: el de Ark Wright que desarrolló el molino de agua, el de James Watts, que innovó con la máquina de vapor y el de Harg Reaves, que culminó con la máquina textil giratoria. Estos inventos aún cuando grandiosos tuvieron un impacto restringido en su lugar de nacimiento, Inglaterra y aún cuando se conciben en una revolu-ción global de carácter industrial, sus efectos inmediatos sólo se dieron en ese país y poco tiempo después en Europa.

Esa poca expansión se debió primordialmente a que las invenciones estaban alrededor de grandes máquinas que requerían grandes capitales, para grandes fábricas, con un gasto inmenso de carbón. A partir de esta revolución se crean varias fábricas que requerían muchos empleados, que se consagraron al manejo de esas máquinas y por lo tanto requerían estar un poco más preparados que la media de la población europea.

Esta revolución produjo un incremento sustantivo del comercio ex-terior de Inglaterra, sólo como dato de comparación déjeme decirle que el Puerto de Liverpool, hasta entonces manejaba unas 27 mil toneladas de mercancía por año, cantidad que se incrementó a 37,000 en menos de 10 años, 65,000 veinte años después y a 140,000 a 50 años de haberse iniciado la revolución.

La segunda revolución industrial comenzó poco después de 100 años de la primera (que fue para 1710). Hacia el año 1880 en los Estados Uni-dos por Henry Ford, como punto de partida, pero no su único punto, se inició con dos elementos sustantivos: la producción masiva y la transpor-tación masiva. Esta revolución, a diferencia de la anterior, no sólo revo-lucionó a la industria y al comercio casi globalmente, sino que también evolucionó al capitalismo y al sector público, sus estragos fueron más globales y más profundos.

La revolución en cuestión se radicó en el mejoramiento de la produc-tividad, exigiendo más preparación y mejores condiciones pues estaba compuesta de nuevos y muchos inventos, lo que denotaba la aplicación irrestricta de la ciencia en la industria, lo que hizo se sustituyera el carbón por el petróleo y la electricidad y a la mano del hombre por la máquina.

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MÉXICO Visión 2030Para 1970, ya sin un país u origen específico, se dio la III revolución

industrial que generó grandes y nuevas fuerzas productivas radicadas por inventos específicos en materia de comunicaciones, procesamiento de datos, robótica y nuevos materiales. La ciencia ya no sólo se aplicó a la industria sino que se constituyó en el centro de la misma, hoy la industria es ciencia que se ha visto aplicada específicamente en la tecnología de la producción, transportación, y la comunicación.

Lo más interesante de ésta (III) revolución es que es, a diferencia de las otras dos, cíclica y global, un invento se conoce automáticamente en todo el mundo y permite que ese “todo el mundo” participe para su mejora, es una especie de círculo virtuoso en bien de la humanidad que genera nue-vos inventos cada segundo, cuando menos así ha sido con el desarrollo de programas de cómputo, automóviles, computadoras y arquitectura, lo que nos asegura que aún no hemos visto nada, apenas estamos viendo la punta del iceberg de esta tremenda e inagotable revolución.

Por ejemplo, al comienzo de la década de los noventa, ya existía el Internet, pero éste no era capaz de transportar los attachments y en menos de 5 años las fotografías, hojas de cálculo, presentaciones profesionales y diagramas de flujo ya comenzaban a circular por este medio, poco tiempo después, para el año 2000, todos ya sabíamos uti-lizarlo y más aún, lo aprovechábamos como herramienta de trabajo, por supuesto, gracias a que las compañías especializadas han fabri-cado productos que nos permitan digitalizar muchas cosas, como los scanners o las cámaras digitales. Un invento nos está llevando a otro; lo cual es un verdadero círculo creciente y positivo.

La característica más importante de esta revolución es que es de cober-tura global, la II se inicia en los Estados Unidos y se expande, la I se inicia y se queda en Inglaterra; pero esta nace en todas partes del mundo y se ex-tiende a todo rincón del planeta, por esta característica se están acelerando los descubrimientos científicos en forma exponencial, lo que genera no sólo inventos que transforman la producción sino que crea nuevos productos que cubren necesidades que no teníamos, en un nuevo entorno económico, político y social. Quizá estemos en los albores de una transformación del mundo. No deseche esta posibilidad, por su propio bien.

De hecho, algunas personas piensan que ya no estamos en la III revo-lución industrial sino en la IV, que la III se quedó cuando las computado-ras se democratizaron (se pudieron utilizar por el mundo civil y en forma generalizada) y los robots entraron en las fábricas para perfeccionar los procesos y que esta nueva revolución inicia con los inventos de comuni-cación (Internet y todo lo que ello implica) y transportación masiva.

Como yo no soy especialista del tema me abstendré de pronunciarme por si es una 4ª revolución industrial o se trata de la misma 3ª pero en su siguiente fase, pero no me puedo abstraer para explicarle por qué traje este tema a las páginas de este pequeño libro.

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El que Robert Bosch desarrolle 5,000 inventos cada año o el que Hewlett Packard lance nuevos productos cada mes o el que Sony actuali-ce su línea de computadoras cada 3 o 4 meses por sí mismo no nos debe sorprender, porque es obvio y lógico, lo que nos debe sorprender es de dónde sacan tantas nuevas ideas, cómo pueden producir tantos nuevos productos en tan poco tiempo, cómo le han hecho para que esos produc-tos y servicios mantengan una calidad creciente. Eso es lo que nos deberá sorprender y de lo que debemos aprender.

Algunos administradores de empresas me podrán decir que no tiene nada de sorpresa, porque simplemente esas empresas han implementa-do su “Sistema de Competitividad” (SC) con éxito. El SC no es otra cosa que la implementación de normas y objetivos específicos y medidos que le permite a las empresas mantenerse en rumbos fijos, con los “oídos abiertos” y respetando la calidad que sus clientes exigen. En este sistema, es de crucial importancia el que esa calidad esté presente en todo recurso de la empresa: humanos, técnicos, materiales, tecnológicos, financieros y demás, pero inmersos en una política de eficiencia y eficacia y con un amplísimo sentido de orientación al cliente.

Antiguamente, la eficiencia se medía como la producción de un bien en mejores condiciones cada día, es decir, haciendo más con menos, pero esta vieja fórmula contable y financiera ya quedó en el pasado, porque ha sido sustituida ya que ahora, en este punto específico, lo único que importa son las utilidades. Quizá usted y yo podamos hacer más cosas durante el día (en comparación con el pasado) porque nos levantamos una hora más temprano, porque ya tenemos un auto y dejamos de viajar en camión, porque aprendimos inglés y ya no dependemos de un tra-ductor, entre otras cosas que nos permite ser más productivos, pero si ello no nos trae un ingreso, por muy eficientes que seamos, no podremos comprar nada en la tienda.

Por ello, los especialistas del tema, han decidido definir a la eficiencia como la generadora de utilidades, uno es eficiente si aporta un valor a su organización, claro que para ello se requiere hacer más con menos, pero esto ahora es la forma de y no el objetivo de. Esto toma mayor importan-cia porque sólo las empresas y líderes que se han planteado la utilidad como meta de su eficiencia han alcanzado el éxito, los demás han ido ca-yendo en el trayecto sin piedad y sin que nadie les ponga, cuando menos una almohada para que el impacto no les sea tan duro.

En este sentido, toda empresa, líder, directivo, empleado, colaborador, asociado, independiente, estudiante, etcétera, debemos entender que nues-tra existencia en el mundo de los negocios se obtiene generando una utilidad (aportación de valor) para nuestra organización, entorno y país, de no hacer-lo seguiremos siendo lo que hasta hoy somos, de hacerlo, podemos aspirar, no sólo a trabajos individuales exitosos, sino a empresas exitosas aún cuan-do estemos en medio de un país al que sólo le atienda los intereses de unos

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MÉXICO Visión 2030cuantos. Bien decía Don Carlos Kasuga, en alguna intervención pública que tuvo, el punto del éxito no está en los recursos naturales ni en la inteligencia de las personas sino en su actitud de aportar valor a su entorno.

El cambio que se da en la definición de la palabra eficiencia, no proviene de una simple modernización del diccionario empresarial, proviene, justamente, de una (de las dos) de las consecuencias más impactante de esta III revolución industrial.

Frecuentemente hago la broma en mis conferencias que cada vez que le preguntan a la esposa de un amigo sobre el cómo está su esposo, ella contesta: “¿comparado con el de quién? Y lo hago para llamar la atención del auditorio y decirles algo que es conocido por todos pero que no todos han reparado en ello, vivimos en un mundo en el que todo se mide por comparación con su similar.

Desde que el Internet se hizo un producto de la “canasta básica” y en la medida en que la conexión al ciberespacio es más constante, barata y generalizada (proceso de democratización de un producto), la localiza-ción de oferta de cualquier producto o servicio es increíblemente fácil. Hace poco un potencial cliente del despacho decidió indagar un poco más de la Firma, específicamente su investigación se concentró en los directivos y en menos de 3 minutos tenía más de 75 sitios que hablaban de nosotros, de hecho logró conocer cosas sobre mí que ni yo mismo sabía que tenía o que hacía.

El Internet nos acercó información a velocidades extraordinarias y aún cuando no todo es cierto, se es capaz de conocer a cualquier persona, producto o empresa en cuestión de segundos. Esta posibilidad de loca-lizar oferta por sí misma no es grave para el tema que estoy abordando sino estuviera aparejada con un segundo elemento, la posibilidad de la comparación instantánea. Cuando el cliente nos encontró en Internet, también encontró a la competencia, pero no sólo a la que tenemos en nuestra ciudad o en nuestro país, sino a la que están en otras partes del mundo que ofrecen servicios en México.

Quizá usted aún piense que una firma de consultores sólo puede dar servicio en la localidad a la que pertenecen, pero déjeme decirle que actual-mente la firma para la que trabajo, está desarrollando un par de estudios en aspectos aduanales para toda América Latina (21 mercados) y esto no lo digo para presumirle, aunque estoy orgulloso de ello, sino para describir, en forma práctica, de qué se trata la globalización, además que tenemos clien-tes en 4 países diferentes y no sólo por temas relacionados con México, sino propios de su localidad.

Al tener al alcance de la mano tanta oferta comparada estamos con-virtiendo al cliente en el dueño de nuestros negocios, porque es él el que le pone el precio a nuestros productos y servicios, el que exige una determinada calidad y el que define las características del nego-cio en lo general. Como ahora proviene de él la “norma” el hacer más

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con menos ya no es suficiente, sino hacer lo que el cliente pide, en las condiciones que requiere dejándole una utilidad a la empresa para que trabajamos. Por ello, no nos debe sorprender el por qué todas las empresas globalizadas han estado, desde el año 2000, en programas de reducción de costos permanentemente ya que la utilidad se genera al restarle al precio que puso el cliente, el costo de los gastos y costos de la fabricación.

Un tercer elemento que se integra al sistema de competitividad (SC) es el denominado EFICACIA, el cual no debe ser confundido con efec-tividad, como comúnmente sucede. Eficacia significa cumplir con el plan trazado, es decir, cumplir con la planificación. Lamentablemente la mayor parte de las empresas pequeñas de los países subdesarrollados no sabemos que un negocio avanza cuando se sabe cuál es el camino y cuánto tiempo se debe tomar para llegar a ciertos puntos. Llevar un negocio (y quizá no sea yo el más indicado para así afirmarlo) es igual que el tomar un auto para ir a otra ciudad. Es frecuente que tenga que viajar en auto de la ciudad de México (que es en donde resido) a Toluca, Ixtlahuaca, Querétaro, Cuernavaca y Puebla, como casi siempre voy de trabajo estoy programado para llegar a cierta hora (la hora de la junta) y a fin de cumplir con el compromiso debo hacer cálculos de varias cosas: distancia, tráfico, hora, velocidad, puntos de carga de gasolina y horario de alimentación, esto es la planeación del viaje lo que es la base de una planificación efectiva. Cuando llego a tiempo a la junta, habiendo ahorra-do tiempo, riesgo y esfuerzo, se puede decir que soy efectivo.

Este ejercicio menor es el que las empresas deben tener para todos los aspectos de su organización, el saber a dónde se va, cómo se va y cuándo se llegará implica un programa de tiempos y movimientos indispensable para tener éxito como organización, como gobierno y como personas en lo individual e implica el tercero de tres elementos del SC que utilizan las empresas más exitosas en el mundo.

La calidad, la eficiencia y la eficacia aplicada a cada uno de los re-cursos de la organización le permite a la empresa eliminar las fallas en la producción, eliminar los pasos innecesarios que no aportan valor y el que toda la organización funcione como una sola pieza, permitiéndoles tener uno de los valores más importantes que se requiere para sobrevi-vir en este mundo competido: la ligereza. Empresa que no es ligera está destinada al fracaso ¿por qué? Simple; dado que el cliente es el que exige lo que quiere comprar, dado que éste tiene la oportunidad de compa-rarnos con todo el mundo y dado que este se cansa del mismo producto y servicio con frecuencia, es necesario adaptarse para cambiar cuando el mercado nos mande la señal (escondida) sino queremos, (como dice Chabelo) que nos catafixien por otro proveedor.

La oferta en Internet y los mecanismos de comparación automatiza-dos, han hecho de que el cliente haya perdido uno de sus atributos más

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MÉXICO Visión 2030hermosos que tenía: la fidelidad a una marca o proveedor, por lo que sólo lo podemos mantener con nosotros si nosotros le somos su mejor opción. Recuerde que, hoy, COMPETITIVIDAD es ofrecer un producto o servi-cio en mejores condiciones que el resto de la competencia.

Yo se que este efecto de la III Revolución Industrial o causa de la IV Revolución Industrial lo tenga usted bien presente en la planeación de su vida y de sus negocios, aunque yo confío que así es, le debo decir que de una encuesta hecha a 50 personas, ninguna tenía un plan de trabajo como el que se hace para ir a un lugar específico. Los mexicanos no planifica-mos, quizá porque creemos que el futuro está demasiado lejos.

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El Fin al Proteccionismo en Contra de China

SI no me cree, déjeme decirle que el 12 de diciembre del 2007 terminó la “Cláusula de Paz” que había firmado China el 11 de diciembre del 2001 como una de las condiciones que se le puso cuando fue formal-mente aceptado como miembro activo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) (GATT anteriormente). Su ingreso se condicionó a un PROTOCOLO DE ADHESIÓN que le prohibía, entre otras cosas, impug-nar las CUOTAS COMPENSATORIAS que México, como país, le había impuesto a 27 sectores industriales entre los que destacan textil, calzado, confección, juguetes, herramientas y válvulas. Esto quiere decir que du-rante ese tiempo China no podía exigir la intervención de la OMC para que se revisaran el cómo se habían determinado las cuotas contra sus productos que oscilan entre el 50% y el 1000%.

Una cuota compensatoria es una cantidad, regularmente porcentual, que se le fija al valor de un producto que se estima exportado a México en condiciones de prácticas desleales a fin de compensar el impacto económi-co que la práctica desleal se refleja en el precio y así proteger a la industria nacional de una eventual competencia desleal. Esto quiere decir que si un determinado producto tiene una cuota compensatoria del 25% es porque se está estimando que la práctica desleal aplicada en el origen implica que esté saliendo 20% por debajo de un valor estimado como normal, si la cuo-ta compensatoria es del 100% se infiere que la práctica desleal efectuada se estimó (fundamentadamente) en un 50%.

Las prácticas desleales de comercio que están prohibidas por la OMC son: la discriminación de precios (vender por debajo del valor normal) y la aplicación de subsidios (o subvenciones como se le conoce en el mundo jurídico). Cuando un país, región, sector, empresa o individuo le exporta a México (o a cualquier país miembro de la OMC) bienes en condiciones de practicas desleales y ello daña o amenaza de daño a la industria de México (o de esos otros países) la OMC establece que se pueden estable-cer las cuotas compensatorias como medida de protección lo cual no va en contra de su espíritu de libre y organizado comercio. Sin embargo, la imposición de estas cuotas compensatorias implica un procedimiento de legalidad y una determinación económica precisa.

México le puso las cuotas compensatorias a diversos productos chi-nos en abril de 1993, cuando el Presidente Salinas consideró (en forma certera) que este país estaba exportando productos malos y baratísimos en medio de una economía centralmente planificada, es decir, cuyos pre-cios estaban regidos por principios de gobierno y no del libre mercado. Esas cuotas estuvieron provisionales por el transcurso de 1 año, quedan-do definitivas para 1994 y han sido revisadas en dos ocasiones desde en-tonces (1999/2000 y 2004/2005) porque la Ley exige una revisión mínima quinquenal, sin embargo, en honor a la verdad los montos establecidos

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MÉXICO Visión 2030no estuvieron debidamente cuantificados, lo cual no importó mientras que China no era miembro de la OMC o, aún cuando miembro, no podía objetar ese “vicio” por los primeros 6 años como miembro. Pero esos 6 años ya se cumplieron y ahora China está en la posibilidad legal de im-pugnar y exigir precisión en su determinación.

Ante este hecho, México decidió revisar todas las cuotas antes de que se cumplieron los 5 años de la vigencia natural y legal de una cuota compensatoria en México, esta revisión anticipada le permitirá a México determinar con la precisión que se debe cuál es la cuota que debe pre-valecer de los sectores involucrados y le inhibe a China que nos lleve al seno de la OMC porque nuestro país decidió revisarlas sin que nadie le presionara, sin embargo esta revisión legal sólo puede hacer que las cuotas compensatorias que existían hasta el 12 del 12 del 07 se manten-gan por un año más aproximadamente a partir de que la revisión haya iniciado y ese mantenimiento será de carácter provisional lo que quiere decir que, de eliminarse la cuota o reducirse, se estará en la obligación de devolver las cuotas que se hayan pagado en este tiempo. Como espe-cialista del tema, estoy seguro que algunas cuotas serán eliminadas y el resto, se reducirán sus porcentajes pudiendo prever cuotas, en todos los casos, menores al 50% lo que le permite a China competir formalmente en nuestro mercado.

Lo que esto implica es un cambio en la política comercial del país, lo que esto involucra es que la industria nacional, de esos 27 sectores, se vea desprotegida ante los productos chinos que, dicho sea de paso, ya no son malos y ya no provienen de una economía totalmente centralmente planificada. Lo que esto involucra es que, de cumplirse con este destino que pudiéramos llamar infalible (salvo que algún gobernante, atendien-do a los intereses de unos cuantos se sacará un as debajo de la manga) la industria nacional deberá ser mucho más competitiva.

Sin embargo, el problema de todo esto es que la mayor parte de las empresas mexicanas involucradas no tenían idea de que las cuotas com-pensatorias pudieron desaparecer (si no hace sus revisiones el Gobierno Federal) el 12 de diciembre del 2007, las más de ellas porque no sabía que había un Protocolo de Adhesión que las protegía, las menos porque no entendían que significaba ese protocolo. Es más, me encontré entre las más de 500 encuestas que hice, empresas o empresarios que me dijeron que sí sabían del Protocolo, que sí sabían lo que con ello pudiera gene-rarse pero que no podían hacer nada porque NO era urgente, cuando lle-gara ese lejano (para ese entonces) 2007 verían que hacer, aunque no les preocupaba mucho porque seguramente el Gobierno idearía algo para protegerlas, recuerda –me dijeron- “vivimos en México, hermano”.

Pues ese “lejano” tiempo ¡ya llegó y ya pasó y ya los desprotegió! aún cuando tengan una cuota compensatoria provisional, ahora se en-cuentran solos, ya que ésta vez el gobierno no los podrá proteger, y con

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la necesidad de crecer en su sistema de competitividad y, espero, con la firme idea de NO competir con los chinos sino diversificar los produc-tos o servicios de los del resto del mundo, no por precio necesariamen-te, sino por calidad, funcionalidad, alcance, oportunidad, presentación, innovación, responsabilidad y destreza. Ojala que esa desprotección sea atendida con creatividad empresarial y directiva aunque ahora, cla-ro, se debe lograr con urgencia porque desaprovechamos los 6 años que nos habían dado de gracia. Sinceramente yo quisiera que ya se acabara la protección si con ello se logra que la empresa mexicana crezca debi-damente en términos de competitividad global, es decir, que crezca y madure en todo sentido de la expresión.

Una persona cercana a mí y muy respetada por un servidor me dijo: “no tienes idea de lo que dices cuando estás a favor del liberalismo de las cuotas compensatorias, nosotros los industriales no podemos sobrevivir si quitan las cuotas compensatorias”. Me quedé pasmado, pero sólo por unos minutos y le dije, “yo creo que sí pueden competir pues lo han hecho porque muchos productos chinos ya están en México y se han in-troducido en forma ilegal”. La mayor parte del contrabando en nuestro país que se encuentra en las calles es de productos que están protegidos con cuotas compensatorias, lo cual es lógico porque si el producto no requiere impuestos ni permisos ¿para qué se contrabandea?

Lo que requerimos es tener empresas competitivas que no sobrevi-van por la protección “generosa” del gobierno sino por su calidad, pre-cio, oportunidad y servicio, lo que requerimos son empresas realmente comprometidas con su función, que generen un verdadero valor a sus accionistas, al país, a la comunidad, al mercado y a sus empleados. Yo creo que el propio país ya está harto de aquellas empresas que viven de la protección que se les da, de los compadrazgos, del asistencialismo y de sus caprichos, yo creo que ya está harto de que las empresas no quie-ran ser verdaderamente responsables y estén concientes de que su mejor herramienta para competir es su producto o servicio producido en un ambiente de alta creatividad, bueno no sé bien si el país ya está harto, pero yo sí y lo más importante, ese proteccionismo no sólo ya pasó de moda sino que ha sido sustituido por el individualismo. Un amigo médi-co cercano a la familia está exportando sus servicios, él revisa las placas de rayos X de varios hospitales de Guatemala y El Salvador, las recibe por Internet, hace su chamba y manda su dictamen, afortunadamente este galeno está en México porque esa exportación novedosa de servicios no es privativa de aquí, hay miles de profesionales y técnicos extranjeros que le están vendiendo servicios a nuestros compradores locales, la red de intercambio de servicios es gigante y a penas está en nacimiento. El proteccionismo se está acabando desde el momento en que tenemos mu-cha movilidad para mandar a hacer los trabajos, tanto intelectuales como materiales, afuera de las fronteras.

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MÉXICO Visión 2030Apoyando al Ingenio Humano

Esta es una de las consecuencias de la III o IV revolución industrial, la competencia que llegó para quedarse, pero, lamentable y afortunadamente a la vez, no es la única repercusión. El segundo (y más importante) cambio que nos trajo la tecnología es que se “destapó la lona” que cubría y ocul-taba los cerebros en el mundo que habían tenido la “desgracia” de no haber nacido en los Estados Unidos, Alemania o Japón.

Hasta hace poco tiempo, sólo los nacidos en los Estados Unidos o inmigrados a ese país tenían la oportunidad de aportarle al mundo su inteligencia, de otra manera podían morir sin que se descubriera su in-telecto y con ellas miles de ideas y creaciones nunca florecieron. Esta es la principal razón del por qué la segunda revolución industrial nació en los Estados Unidos. Desde la época del Presidente Kennedy a principios de la década de los 60, los estadounidenses se volcaron a los estudios téc-nicos, regidos por los algoritmos y matemáticas y el Gobierno de aquel país decidió apoyar todo invento o desarrollo técnico que le permitiera al país alcanzar y superar la carrera espacial que los rusos iniciaron al lanzar el Sputnik. Fue en este país de donde salieron la mayor parte de los inventos, a la vez que es el país que más desarrollos tuvieron a partir, justamente, de esos inventos.

Pero tan pronto esos inventos alcanzaron a convertir al mundo en la pequeña aldea de la que platicamos páginas anteriores, los inventos em-pezaron a brotar por doquier y con ellos los desarrollos y los trabajos paralelos, esto gracias a que las compañías de comunicación le apostaron a la globalización y extendieron amplísimas redes de fibra óptica por el mundo, creando una inmensa red que comunica al mundo, ya no sólo en instantes, sin en forma tremendamente barata.

Bajo esta red de comunicación global, ya no se pueden (gracias a DIOS) esconder los genios, ellos ya están participando en la creación de los inventos, de las ideas y en la aportación de la creatividad que aporta valor. Obviamente los inventos por sí mismos son positivos, no le hacen daño a nadie y mucho menos a nuestro país, pero la transformación de la producción global o la globalización de la distribución sí nos hace daño, sobretodo para todas aquellas empresas y personas que no están preparados para competir en una arena global en donde no hay ni fron-teras ni barreras.

Hasta antes de los efectos de esta tercera o cuarta revolución indus-trial México como país era increíblemente competitivo, gracias a la corta distancia que existe entre México y los Estados Unidos; esa ventaja es justamente lo que provocó que este país haya sido y siga siendo nuestro principal socio comercial. Dicho sea de paso, nuestro comercio no co-menzó con los estadounidenses. Poco después de que los españoles des-cubrieron América, nuestro comercio internacional era totalmente con

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España y posteriormente con Filipinas, de ahí que la primera y segunda aduanas de nuestro país hayan sido Veracruz y Acapulco. Con estas dos rutas logísticas (marítimas comerciales) nuestro país vivió por más de 300 años y no fue sino hasta finales del siglo XIX cuando se firmó un Tra-tado de Amistad con el vecino del norte con incrustaciones comerciales que permitió descubrir nuestros verdaderos encantos: la distancia y la adaptabilidad que tenemos en el terreno comercial. Pero definitivamen-te, nuestro comercio exterior lo sabíamos hacer a larga distancia.

A partir de 1887 las importaciones y exportaciones con el vecino del norte se hicieron presentes y comenzaron a crecer al grado que hoy por hoy estas operaciones equivalen a poco más del 80% de nuestro comercio internacional total. Esto no es de extrañarse pues la distancia permitía que los vendedores y compradores internacionales sólo tuvieran que tomar un avión que, cuando más, les tomaría 3 o 4 horas y que las cargas que se habían pactado pudieran estar en uno o dos días máximo. La distancia ha sido nuestro más grande aliciente en el comercio internacional, lástima que las cosas empiezan a cambiar porque ahora éstas, se miden en costo y ya no en tiempo o en distancia y gracias a ello, los compradores pueden darse el lujo de buscar nuevas alternativas de proveeduría, lo cual se des-cubrió poco antes de que el siglo pasado terminara.

Si tratamos de buscar al verdadero descubridor de “las distancias intras-cendentes” no lo busque en las compañías de transportación, búsquelo en un fenómeno industrial e intelectual que sucedió hace menos de 10 años. Como usted recordará, existió un rumor fortísimo por allá de 1997/98 en el que se nos decía que las computadoras pudieran volverse “locas” cuando registraran el primer segundo del día 1 de enero del años 2000, pues al parecer los fabricantes y programadores de éstas no habían deparado en registrar el nuevo siglo y milenio, por lo que las computadoras pudieran “entender” que estarían entrando al 1 de enero de 1900.

Aún cuando alguien le pudo haber dicho que esto era un falso rumor, claro después de las 12 de la noche del día 31 de diciembre del 1999 y NO PASÓ NADA, lamento decirle que sí fue un problema real que, oportuna-mente, quedó arreglado y por ello no pasó nada. Los grandes genios de las computadoras, principalmente de los Estados Unidos, encontraron la solu-ción pero esta tenía que ser trabajada para implementarse lo cual costaría muchos millones de dólares, ahí estuvo el verdadero problema, implemen-tar la solución pues ameritaba muchísimas horas hombre cuyo costo estaba en órbitas inalcanzables porque era un problema, de esos raros, que no se podían traspasar al consumidor, es decir, no se nos podía cobrar, tenían que absorber el costo esas empresas que no habían tenido el cuidado de ver que el siglo y el milenio estaban a punto de cambiar.

Buscando soluciones por todos lados se dieron cuenta que una gran cantidad de hindúes habían estudiado ingeniería en computadoras y, muchos de ellos lo habían hecho en los Estados Unidos obteniendo notas

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MÉXICO Visión 2030sobresalientes, así que los localizaron y los contrataron por fracciones de dólares de lo que les hubiera costado reprogramar todo con computólogos estadounidenses. Efectivamente, los ingenieros de la India “nos salva-ron” de un desastre de dimensiones desconocidas, gracias a que se tuvo la necesidad de abaratar una solución, es que “descubrieron” a la India, en el sentido informático y gracias a que las empresas de comunicación habían invertido mucho dinero en las redes de fibra óptica, se logró so-lucionar el problema pero, además, se solucionó otro problema, el de la miopía que no les permitía ver que no sólo México y Canadá estaban a su alcance y que ya no era indispensable viajar para encargar trabajo.

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Nuevas Formas de Hacer Negocios

La solución al problema Y2K le trajo al mundo una nueva alternativa de los negocios, lo que hoy conocemos como el OUT SOURCING, a partir de ahí, sólo se tuvo que echar a andar la imaginación para aplicar el esquema a otras empresas, a otras necesidades y a otras situaciones. Desde enton-ces, las empresas de renta de autos mantienen sus call centers en aquel país, desde entonces las firmas de contadores de los Estados Unidos man-dan a hacer su contabilidad y auditorias en aquel país y desde entonces algunas empresas mexicanas establecen contratos de mantenimiento de sus computadoras (situadas en nuestro país) con personal de aquel país; de hecho, desde entonces algunos ejecutivos de muchas partes del mundo tienen a su asistente o secretaria en aquel país mediante la cual coordi-nan sus citas, hacen sus llamadas, desarrollan investigaciones y obtienen transcripciones de sus grabaciones digitales. Pero esta innovación en los negocios apenas fue el comienzo de una nueva era de integración globali-zada. Lo que quiero decir es que cuando los estadounidenses resolvieron el problema del siglo entendieron lo que la globalización era y se dieron cuenta que todo el mundo se había convertido en la pequeña aldea.

Después del outsourcing, vino el insourcing en la búsqueda de la especialización lo que permite que dos o más empresas se junten para un objetivo común, digamos DHL con los Helados Santa Clara, a fin de que cada uno atienda el negocio que le corresponde, DHL la entrega del producto y Santa Clara la fabricación de sus helados. Esto nos llevó a la especialización que está en franco crecimiento y promete un futuro de inimaginables repercusiones en el ambiente del individualismo al que nos referíamos al principio.

No conformes con estos dos grandes avances, los chinos ofrecieron una nueva alternativa de fabricación, ya no en outsourcing y mucho menos en insourcing sino en OFF SHORING lo que implica que empresas completas mandan a hacer su fabricación en aquel legendario país, de cualquier ma-nera con una programación ajustada se puede lograr que los productos que están a 5 o 6 mil millas de distancia lleguen sin problemas y con previsibi-lidad. Esta oferta es nueva si consideramos que los chinos abandonaron los productos “baratos” en todo sentido de la palabra por ajustarse a los pro-ductos “client oriented” en donde producen lo que el cliente, específicamen-te, necesita. A partir de esta evolución productiva oriental es que a ese país se le conoce la “fábrica del mundo”, galardón ganado por lo que han hecho que, objetivamente, no es nada de lo que debemos esperar de ellos. China actualmente trabaja con una planta laboral cercana al 25% de su población económicamente activa, lo que quiere decir que tienen, todavía, una oferta laboral no descubierta y mucho menos utilizada. Si hoy por hoy usted en-cuentra el 50% de una tienda normal de los Estados Unidos con productos chinos, imagínese cuando echen andar el “resto de la fábrica del mundo”.

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MÉXICO Visión 2030Son 4 elementos sustantivos los que han hecho que el mundo esté

cambiando encabezados por las aplicaciones informáticas para el flujo del trabajo es decir, los Softwares para el trabajo remoto en equipo, lo que le permite a la población de cualquier rincón de la tierra moldear, diseñar, crear, vender, comprar en forma digital. Esto está permitiendo la automatización creciente de procesos y por lo tanto la reducción, sino es que la eliminación, de las distancias, cuando menos para la manufactura y la distribución de los servicios.

Esto permite que se estén desmembrando los procesos para que par-cialmente estén enviándose al lugar que ofrezca mejores opciones de precio y calidad. Justamente esto es lo que permite una globalización completamente individualizada.

Por su parte el OUTSOURCING, también conocido como el proceso de subcontratación o terciarización, está relativo tanto a servicios como a pro-cesos. Esto permite que terceras personas se involucren en los procesos de cualquier empresa para cualquier servicio, cualquier centro telefónico de atención a cliente, cualquier operación de apoyo empresarial y cualquier tarea relacionada con teorías de la información que pudiera digitalizarse era susceptible para ser subcontratada en cualquier punto del planeta con el suministrador mas barato, mas rápido o mas eficiente.

Un tercer elemento en esta gran evolución está en el OFFSHORING, lo que implica enviar a otras plantas, de otros dueños la producción que anteriormente se hacía “en casa”, en este rubro China ha sido el más be-neficiado por la oferta calificada a bajo precio de su mano de obra, amén de los grandes apoyos que reciben las fábricas de su actual gobierno, sin menoscabo de su crecimiento tecnológico que lo convierte en un país único en su género.

El traslado de las plantas a ese legendario país, no sólo busca la oferta de producción sino también la demanda creciente de bienes y servicios suscitados por el ingreso de las exportaciones, el crecimiento de su pro-ducto interno bruto y la falta de productos originarios de su propio país. Debemos recordar que este país NO es autosuficiente en nada.

El cuarto elemento de la evolución está en la intromisión de subcon-tratistas en los procesos de las empresas, mejor conocido como el IN-SOURCING, lo que le permite a los especialistas estar adentro de las instalaciones o procesos de sus clientes con clara especialización, tal es el caso de lo que las empresas de mensajerías, como DHL, FEDEC o UPS están haciendo por resolver problemas de reparación y distribución o recolección de productos.

INSOURCING es una nueva forma de colaborar y de crear valor hori-zontalmente ubicado por las especializaciones de las empresas que con-forma la cadena de servicios o de suministros. El término INSOURCING, significa que todo el proceso desde el funcionamiento de una empresa, el análisis de su proceso de manufacturación, empaquetado y reparto es

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realizado y analizado por otra que a esto se dedica, después es diseñado y gestionan la cadena de suministro. El resultado de esto es menos in-ventario, mejor liquidez, atención al cliente y un cliente que nos otorga su fidelidad.

Estos cuatro elementos desarrollaron el concepto de la cadena de suministros, conocida como SUPPLYCHAIN, lo que permite la sincro-nía de movimientos de todos los proveedores que intervienen en un proceso completo, iniciándose con novedosos programas de cómputo y comunicación y terminando con la recolección de información de los usuarios del producto. Esta cadena de suministros, contrario a lo que algunas personas creen, se inicia cuando un bien es imaginado en la mente de su creador y termina con el consumo final del usuario, lo que implica que muchas empresas y prestadores de servicios se vean involucrados o, mejor dicho, unidos a través de un “sistema nervioso central.” Esta es la comunicación de los sistemas de planificación de la empresa y sus proveedores.

Durante esta época los rusos estaban abriéndose al mundo, estaban experimentando lo que el libre comercio es, en un ambiente desconocido: la economía de mercado y empezaron a ofrecerse como lo que son, ver-daderos genios de la ingeniería, entre otras cosas. Por ello la compañía Boeing comenzó a utilizarlos para el desarrollo de sus aviones.

En este tiempo México sólo estaba actuando como espectador incon-ciente, pues seguíamos creyendo que nuestra ventaja era la distancia y que con las 8,000 maquiladoras y empresas Pitex “la haríamos”, nada más que se recuperara la economía de los Estados Unidos.

Hoy tenemos menos exportaciones, en términos de comparación al PIB, que antes y no nos hemos dado cuenta de que otros ya están ofre-ciendo y vendiendo lo que, desde 1887 fue “nuestro”.

Quizá esto explique el por qué Brasil, estando tan lejos de los Estados Unidos tiene una economía más creciente que la nuestra, manteniendo el 8º lugar en términos del producto interno bruto o el por qué Argentina es el 5º exportador de soya, trigo y carnes del mundo. Probablemente ellos, como muchos otros, han logrado ver que la distancia es un obstácu-lo cada vez menor en los negocios globales. De verlo nosotros, hubiéra-mos hecho oportunamente lo que ahora debemos hacer a regañadientes, convertirnos en una economía COMPETITIVA que requiere globalizar su exportación de productos pero también de servicios. Lo mismo que ahora nos mata, es lo que nos da el más grande aliciente, siempre que le echemos cabeza al problema y no manos.

Además, debemos recordar que la transportación se está democrati-zando, lo cual generará que en breve tengamos medios de transportación más rápidos y más económicos.

Hace poco leí en una revista técnica de la existencia de los barcos de 7ª generación, los cuales tienen una capacidad de carga hasta 300% ma-

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MÉXICO Visión 2030yor que los barcos convencionales, es decir, 3 veces más que los barcos normales que vemos en las películas de Jackie Chan o de los que vemos cuando visitamos el Puerto de Manzanillo. Esto quiere decir que cada vez viaja más mercancía en un sólo tirón y por lo tanto es más barato, cada vez el kilo de carga es más económico y, como si esto fuera poco, es cada vez más rápido. Hoy un barco de Hong Kong a México tarda unos 20 días, hace 6 años tardaba 28 días y esto promete mejorar en breve tiempo, aunque esta mejora técnica más bien implica una amenaza real para nuestra economía, porque logra reducir las distancia de abasteci-miento, dándole más entrada a la competencia de Asia, América Latina y Europa Oriental.

Pero esto es en transportación marítima. En el tráfico aéreo también está sucediendo algo similar. Empiezo por lo simple. En México desde hace unos cuantos años han estado saliendo nuevas compañías aéreas de transportación de pasajeros, las cuales se vienen a sumar a las na-cionales existentes como Aeroméxico, Mexicana, Aeromar, Aerolitoral y Aerocaribe. Las nuevas compañías aéreas están cubriendo nuevas y más rutas, traen aviones nuevos o relativamente nuevos y, sobretodo, traen unas tarifas INCREIBLES. Lo que costaba en Aeroméxico 2,500 pesos, las otras líneas lo ofrecen en 950 pesos; esa es la proporción. Desde luego, las “viejas” compañías ya están bajando sus precios.

Esta reducción de costos se debe a que esas nuevas compañías están apareciendo con dos grandes ventajas: administraciones más eficientes porque ya no tienen la curva de aprendizaje que tuvieron las viejas com-pañías y han aprendido de los “casos de éxito” que se enseñan en las Universidades y, en segundo lugar, se presentan en un terreno ya allana-do, los mexicanos ya sabemos volar en avión, lo cual lo digo no en sen-tido peyorativo, sino que la generación actual nacimos con los aviones mientras que la generación que vio nacer a las compañías lo veían como un lujo que sólo podían darse algunos cuantos.

Así que estas nuevas empresas pueden entrar más barato, amén de que traían apoyo del gobierno federal, pero lo importante de esta histo-ria es que esas compañías NO tenían ni tienen la intención de competir con las viejas compañías de aviación, sino que han venido a explosio-nar el mercado de la aviación, es decir, generar nuevos clientes y no pelearse por los ya existentes, así que se presentaron con precios que podían competir con los autobuses, es decir, su objetivo es quitarle mer-cado al autotransporte lo que significa que han estado democratizando la transportación aérea.

Esto mismo lo están haciendo algunas compañías que fabrican avio-nes. Hay una compañía en los Estados Unidos de nombre ECLIPSE que ha estado desarrollando pequeños Jets para los ejecutivos que gastan una determinada cantidad de dinero en aviones comerciales, estos aviones se estiman para dentro de pocos años y costarán alrededor de1

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millón de dólares, aproximadamente 11 millones de pesos que podrán ser financiados a través de varias alternativas que le pudieran generan NO tener que desembolsar el dinero desde el comienzo.

Estos aviones tienen como objetivo secundario el que tengan un cos-to de mantenimiento bajo, aproximadamente unos 60 ó 70 mil dólares por año, lo cual suena mucho, pero cualquier empresa internacional, que mande a México ejecutivos a razón de 200 veces por año (lo cual no es mucho), podría pagar ese mantenimiento tan sólo con lo que se ahorra-ría de los boletos de avión. Esta democratización, tanto de la aviación comercial como de la privada está cambiando la estructura de la trans-portación. Sólo recuerde que a principios del siglo pasado, por allá de 1904, era una lujo de muy pocos (pero muy ricos) el tener un automóvil, hoy aún en China la industria de los automóviles vende más de 30,000 automóviles por día y casi cualquier persona tiene probabilidades de ad-quirir uno, cuando menos uno de segunda mano.

Esta reducción en el costo de la transportación aérea, esta potencia-lidad de enviar muchas (pero muchas) mercancías por avión y esta ace-leración de la flota mercante está haciendo que México se aleje de su principalísima ventaja competitiva: la distancia, lo que nos está dejando al descubierto para seguir perdiendo oportunidades en el mundo del comercio internacional, ahí está mi preocupación, aunque ya no es tan generalizada porque en esta misma III o IV revolución industrial tam-bién se creó un nicho de oportunidad individual para los individuos, por favor, perdóneme la redundancia.

Me encantaría que como país funcionáramos mejor, me encantaría que dejáramos de ser tan miopes (por no decir algo más fuerte) y que viéramos que tenemos más oportunidades si trabajamos por objetivos comunes que si trabajamos por intereses particulares, que tendríamos un país de mucha mayor riqueza si pudiéramos hacer que este país explotara racionalmente sus ventajas, pero si esto no puede ser porque los intereses particulares puedan más que los colectivos, cuando menos me gustaría hacerle ver a todo México que tenemos una oportunidad en la INDIVIDUALIDAD.

Aún como empresas completas la tendencia es la individualiza-ción. Hasta hace poco si cualquiera empresa tuviera a un empresario potencial lo tenía que dejar ir para que este formara su propia em-presas, así las empresas se quedaban (y muchas aún nos quedamos) con colaboradores que no conciben las actividades emprendedoras sino ejecutoras. Esta es una historia que ha aparecido un sin fín de ocasiones, cuando se había contratado a un muchacho o muchacha con amplio sentido de responsabilidad, emprendedores y visionarios, estábamos (y aún estamos en muchos casos) que estos muchachos tar-de o temprano tomen vuelo y partan para hacer sus propias empre-sas. Pero aún cuando esta es una práctica o consecuencia “normal” en

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MÉXICO Visión 2030nuestros tiempos, está cambiando fuertemente.

Ahora las empresas están tendiendo a ser más socialmente respon-sables, están convencidas en hacer participar a los colaboradores y em-pleados del crecimiento y de los resultados de sus compañías porque nos hemos dado cuenta de dos grandes cosas: 1) aún está muy mal la distribución de la riqueza y 2) es mucho mejor sumar que dividir.

Actualmente muchas empresas de alto éxito han compartido el éxito con sus colaboradores a los que ellos llaman ASOCIADOS, porque el re-gresarles un poco de la gloria que ellos mismos generan y un poco de los resultados y un poco de la seguridad provocada o generada por ellos, ha permitido que haya menos rotación de personal y, además, logran retener a las grandes lumbreras que hacen la diferencia en una empresa.

Hace poco llegó un colaborador de la empresa para la que trabajo a decirme que se iba de la compañía porque no veía crecimiento ni futuro en la empresa, antes de que se despidiera le pregunté ¿cuál es la dife-rencia del despacho al que tú entraste con el que tú dejas? Me contestó que ninguna entonces le dije que se podía ir. Pocos días después llegó otro, me dijo lo mismo, le pregunté lo mismo pero en esta ocasión me demostró lo que había logrado, me demostró que el despacho era otro gracias a él (aunque fuera parcialmente), así que le tuve que ofrecer mejores condiciones para que se quedara, él aceptó y me pidió más libertad en su trabajo y mucha mayor confianza (y claro mucha más participación económica).

Mi decisión de retenerlo no sólo fue por el miedo de que formara su propio despacho, aunque creo que eso no me dio preocupación, sino por el hecho de que el despacho NO se puede dar el lujo de permitir perder a los grandes valuartes que tenemos, porque son ellos los que nos generan mayor valor económico y social para la empresa, pero además entendí que el despacho, al igual que su empresa (cualquiera que esta sea) existe por la gente que en él y en ella trabajan.

Esta valoración, conjuntada con los grandes medios de comunicación así como con la creciente industria de la transportación no sólo yo la he logrado, ya han tomado nota las grandes empresas así como las media-nas. Las empresas de alta tecnología tienen contratadas a muchas perso-nas bajo el esquema de free lance y éstas se encuentran en diversos lugares en el mundo, principalmente en Brasil, Rusia, India y China, en donde las personas se han dado cuenta que pueden ser contratados por una empresa que esté a 10 mil millas de distancia, ya no importa.

Esta oportunidad global de la contratación está generando una segun-da oferta de mano de obra, la individual. Los individuos se están integran-do en redes virtuales para crear y aportar. Hace poco, en la escuela de mi hijo menor, Andrés, que está entrando a 1ero de primaria nos citaron para informarnos que Andrés ya tenía una cuenta de correo electrónica (debi-damente protegida de sitios peligrosos y de virus) y, lo más importante,

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es que estaba formando una comunidad virtual con niños de 1er año de primaria pero de otras escuelas y de otros países. Andrés a penas tiene 6 años de edad y como individuo ya tiene su propio valor en la comunidad estudiantil, seguramente en breve hará estudios y trabajos en forma com-partida con los demás niños de diversos países y culturas.

Esta es la tendencia en los negocios y es justamente lo que le da la oportunidad a todos los mexicanos de participar del comercio in-ternacional aún cuando nuestro país no tenga intención de hacer lo correcto, es lo que nos da la oportunidad de tener, como individuo o como empresa alianzas estratégicas y comunidades virtuales la ben-dición de competir en mercados globales.

A todo esto es lo que se le conoce como un modelo global neoliberal, modelo porque es una nueva forma de hacer negocios, global porque la arena o el terreno es todo el mundo y es neoliberal porque es una nueva práctica de liberalismo económico y, yo diría, social.

Desgraciadamente, los que menos oportunidades tienen son los que están menos preparados, desde la I revolución industrial hasta la actual, lo que se puede observar es que la máquina está sustituyendo a la mano del hombre, quien debe evolucionar a trabajar con el cerebro más que con las manos. Cuando se inventó el molino de agua se logró que muchas personas ya no tuvieran que trabajar tan duro en esta industria pero al no saber hacer otra cosa se quedaron sin trabajo.

Cuando Moctezuma mandaba pedir su pescado de Veracruz, los es-tafetas corrían desde el puerto hasta la hoy Ciudad de México, cuando se inventó el camión y el avión, los estafetas, que eran soldados se quedaron sin trabajo. Hace unos 10 años una compañía de lencería mexicana nos contrató para instalar su empresa en Nueva York, contratar y coordinar a su equipo de ventas y encargarme de su relación con el Estado (Impues-tos, Aduanas, Permisos, etcétera). En aquella época viajé cuando menos 15 veces para ese propósito, ahora cuando los clientes nos encargan esta tarea ya no se tiene que viajar, cuando más un par de ocasiones, pues existen una serie de medios que nos facilitan esa tarea, la hora hombre invertida es 10 veces menor pero mi necesidad de pensar y prepararme es mucho más grande.

Conforme avanza la tecnología, la mano de obra se convierte en dispen-sable y sólo los preparados podrán mantenerse en el terreno global del jue-go, esto es una triste y buena noticia, triste porque no tenemos suficiente preparación en los países subdesarrollados, buena porque realmente creo que DIOS nos hizo para pensar y crear y no para trabajar simplemente con las manos. Lamentablemente, hay mucho analfabetismo en el mundo, quizá por ello de los 6,000 millones de habitantes que poblamos este planeta 1,300 millones viven con un ingreso menor a 1 dólar por día y 3,000 millones con menos de 2 dólares diarios. Una cuarta parte no tienen agua potable, una tercera parte no tienen electricidad y el 50% no tienen instalaciones sanita-

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MÉXICO Visión 2030rias. Probablemente estas personas tendrán menos oportunidades que usted y un servidor que sabemos leer y escribir, es ahí en donde debemos reforzar nuestro compromiso social que ya no es privativo de los gobiernos sino de toda empresa, comunidad virtual e individuo. Bueno si se quiere un mejor mundo con menos “ilícitos”.

A pesar de que el mundo es más grande económicamente, pues su eco-nomía se ha explosionado, cada vez hay más pobres en el mundo, éstos si no reciben educación y protección salubre crecerán y serán un problema aún más grave para la humanidad. Sólo al ver estas cifras puedo entender a empresas como la de Bill Gates que ha decidido entregar su fortuna a programas de asistencia a los menos afortunados, a quienes no les da de comer, sino, como se dice comúnmente, les está enseñando a pescar a tra-vés de la educación y formación. Por ello me enojo cuando me doy cuenta que gastamos más en campañas políticas que en programas verdaderos de asistencia social como educación y salud.

Para poder lograr tener éxito en este proceso de INDIVIDUALIZA-CIÓN globalizada es necesario hacer lo que las grandes empresas han hecho, desmembrar el proceso integral de la compañía a la que se pre-tender repartir en el mundo o de la compañía a la que pretendemos ofre-cerle nuestros “servicios” individuales, ya sean de una empresa o de un individuo o de un grupo de individuos.

Hace poco nos llamó un agente aduanal de nuestro país para solicitar de nuestros servicios, él me dijo, quiero ser más eficiente y quiero poder hacer mejor mi trabajo. Lo que hicimos es lo que yo le sugiero a usted, respetuosamente, por medio de estas líneas: desmembrar el proceso de la agencia aduanal a fin de identificar cuáles procesos no aportan valor real a los servicios que se ofrecen, identificar aquellos que no están debidamente costeados y por lo tanto no se cobran al consumidor final adecuadamente y revisar aquellos procesos que son el corazón del negocio, es decir que forman su parte esencial a fin de aplicarles un sistema de competitividad exhaustivo entorno a su calidad, eficiencia y eficacia.

Mediante este proceso simple identificamos un 10% de pasos que no aportaban valor y por lo tanto no tenían razón de mantenerse, por lo que se eliminaron. Así mismo, encontramos 4 servicios que pudieron ser en-viados a terceras personas (OUTSOURCING o INSOURCING) como fue la atención a clientes, la clasificación arancelaria, la revisión previa y la automatización y se fortaleció la estructura interna de la agencia con sis-temas, manuales, objetivos y, sobretodo, capacitación, en este último caso se lograron identificar las necesidades de capacitación de cada una de las personas claves a través de exámenes y en el entendido de lo que ellos hacían para la empresa. Los resultados para el cliente fueron extraordi-narios, claro que nos costó mucho trabajo pues hablamos de un cambio de cultura empresarial y directiva sustantiva y porque encontramos mu-cha resistencia en parte del personal de este cliente, pero el esfuerzo y

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sacrificio de todos valió la pena, no sólo porque ahora son más eficientes y efectivos, sino porque encontraron nuevas formas de hacer negocios, nuevos servicios que ofrecen en el mercado que, si bien no los hacen úni-cos, si se distinguen de la mayor parte de sus competidores, pero no por precio, como le venían haciendo, sino por los “productos” que venden y, desde luego, el servicio que se elevó en forma extraordinaria.

Todo esto lo hizo mi cliente y lo puede hacer usted y lo puedo hacer yo para mi despacho iniciando con un simple pero novedoso proceso que consiste en DESMEMBRAR toda la cadena de producción de bienes y servicios que hacemos, paso a paso y proceso a proceso, es como si descuartizáramos un rompecabezas para poder analizar cada una de sus partes y ver cuáles son más importantes que otras, quizá porque contie-nen la cara de la figura que se forma, quizá porque sea la pieza que logra unir todo el rompecabezas.

HP, Sony, Ford y Microsoft, entre muchos otros, obviamente los grandes, lo han hecho así, y amén que han logrado encontrar puntos de mejora o, como dicen, de oportunidad, han encontrado dos elementos que ni siquiera imaginaban que existían: procesos que no aportaban valor pero que hacían por costumbre o porque se había convertido en un paradigma y, en segundo lugar, procesos que pudieron enviarse a otras empresas más especialistas aún cuando éstos nuevos proveedores se encuentren a miles de kilómetros de distancia, así se han terciarizado la transportación, el despacho aduanal, las reparaciones, la elaboración de programas de cómputo, producciones completas de ciertos productos, la administración y contabilidad, los litigios, entre una gran lista de etcéteras.

Justamente todos estos procesos, más los que a usted se le ocurran, los puede enviar a empresas o a individuos, tanto en su localidad como en otra ciudad de su país o, inclusive, fuera de su país y de su continente. No olvidemos que el problema de Y2K (aquel que iba a provocar que los aviones se cayeran, los trenes no llegaran y nuestras computadoras se volvieran locas porque no entenderían si el 00 se trataba de 1900 o del año 2000) se le envío a los hindúes con excelentes resultados en calidad, en reducción de costos y en eficacia. Recuerde que HP, Motorota, Microsoft e, inclusive las computadoras Dell, ya no fabrican nada, sino que todo está tercerizado, es decir, se trabaja en OUTSOURCING, recuerde que China, como país, se ha convertido en una verdadera fábrica del mundo pues le produce muchísimos bienes a muchísimos países, tan sólo las tiendas departamentales de los Estados Unidos mandan a producir un 35% de los bienes que mantienen en piso y bodegas a este Tigre de Asia.

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MÉXICO Visión 2030

“Cerebros a la Obra”

No nos afanemos a mantener todos los procesos, como no lo están hacien-do los países y empresas más exitosas, dentro de las paredes de nuestras empresas, rompamos los paradigmas que se forman en las culturas ce-rradas y protegidas como la nuestra y salgamos con visión 2030 (un poco más de la vista normal 2020) a ver lo que está pasando en este mundo global y, sobretodo, lo que podemos hacer en este mundo global a pesar de nuestro gobierno.

Por supuesto que nunca he sido irrespetuoso de nuestras Autoridades, de hecho creo que tenemos a hombres y mujeres muy preparados, capaces y bien intencionados en el Gobierno Mexicano, pero creo, también, que su trabajo está predestinado, mayormente, al fracaso en virtud del sistema tan corrupto que se ha formado.

Estoy seguro que el sistema y nuestra cultura son lo que no han dejado que despeguemos, como país, y me temo que seguirán prohibiéndonos el avance que necesitamos sobretodo porque nadie o casi nadie hace algo verdaderamente grande para cambiar esa mentalidad que NO es privativa del gobernante sino del mexicano.

Al Presidente Felipe Calderón, a quien concibo con una capacidad e integridad enorme (humana y profesional), se le notan las ganas por hacer de México uno mejor, por ello planeó hacer de nuestra nación una más sólida y grande para el 2030, año en que deberíamos compartir la producción de bienes y servicios con los otros 4 países del bloque BRIC, pero su sueño está en un proceso de “aceptación” por aquellos que NO quieren un México mejor sino uno que les reditúe mejores resultados individuales, así que este esfuerzo tiene que establecerse paso a paso y bajo el orden de un sistema obsoleto, ineficiente y, sobretodo, perjudicial para la economía y sociedad de nuestro país.

Durante su primer informe de gobierno, aquel que no pudo presen-tar como tradicionalmente se hacía pues fue bloqueado por integrantes del Congreso de la Unión y sus partidarios (pues lo conciben como ilegítimo) no sólo habló de los resultados que, por cierto, son pobres (no necesariamente por culpa del gobierno) para un país del tamaño del nuestro, sino que también habló de lo que se debe hacer y, cuando menos en el papel, se está haciendo para llevarnos a otros niveles. Entre sus acciones que, por cierto todas requieren de una inversión económi-ca de montos considerables, se programan dos (entre muchos) grandes grupos proyectos: 1) El Programa Nacional de Infraestructura y 2) El Programa de Promoción y Tolerancia. Aclaro que los nombres no son precisos del informe, sino han sido adecuados por el autor.

El primero de estos programas incluye, a su vez, dos grandes subgru-pos, el de proveer de todos los servicios básicos que se requieren para

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generar oportunidad y plataformas para el crecimiento de aquellas zonas que hoy por hoy no tienen agua potable, luz, ni drenaje y, yo diría, ni edu-cación, ni centros de salud, entre muchas otras deficiencias.

Yo no se si en este subgrupo pudiéramos incluir, técnicamente, todo lo que se concibe al gasto social o si sólo se constriñe al gasto programado y recurrente de un país, pero no importa, pues lo trascendente es que todas estas inversiones indispensables ya se han intentado en otros gobiernos y, en los escasos casos que se han logrado, se hacen mediocremente, no se piensa en el futuro sino sólo en la necesidad momentánea.

Ojala que la idea del Presidente Calderón no se quede en sueños y que se logren concretar al nivel que se requiere en este país que está perdiendo oportunidades importantes en un mundo que evoluciona todos los días y que no nos esperará a que despertemos. Sólo vea a usted al periférico de la ciudad de México, no habían acabado de construirlo (no se si en la década de los 40 o 50) cuando ya era insuficiente para el tráfico de autos de aquel entonces, ya no hablemos de las necesidades actuales ya que en la ciudad circulan diariamente más de 1.5 millones de vehículos (más los que se acumulen esta semana) sino que, además, estaba tan mal hecho que ha necesitado 1000 y una reparación a lo largo de su poco más de me-dio siglo que tiene. Además, como ese mantenimiento requiere muchos recursos, no todos se pueden obtener de la tesorería de la administración que pretende cumplir con su obligación y al no poder comprometer a administraciones del futuro, porque se le van a la yugular, el trabajo se hace a medias o con muy mala calidad. Parece que en cada cambio de Gobierno, municipal, estatal o federal, se edifican proyectos nuevos que no se entrelazan ni son para satisfacer objetivos a largo plazo.

Esto sucede porque hay demasiados intereses creados, demasiadas manos pertenecientes a un sistema político mal estructurado y mal orien-tado que olvidan que lo que están formando o deformando es a un país con todas sus generaciones venideras. Algún amigo mío inculpó de nues-tros males a los españoles, refiriéndose a aquellos que nos conquistaron hace poco menos de 500 años, él dice que la mezcla de los españoles con los “indios” de América fue una con resultados poco alentadores, por no decir, devastadores, esto es lo que nos hizo ser poco visionarios, poco trabajadores, muy conformistas y un tanto cuanto tranzas. Él no se refirió a que los españoles sean así, sino que fue la mezcla y las características de la época lo que logró producir una raza nueva, fue la mezcla la que generó la cultura que tenemos. Este comentario me lo hizo para decirme que así son las cosas, que nosotros (la generación actual) no las creamos sino sólo las tenemos que aceptar y que no ve, ni cree, que nuestra forma de ser pueda cambiar. ¡Somos como somos!, apuntó.

Probablemente mi amigo tenga razón, pero estamos viviendo en una época en donde la cultura se va conformando y transformando, así como los españoles nos influenciaron, ahora en el mundo globalizado también

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MÉXICO Visión 2030estamos en la posibilidad de ser, nuevamente, transformados por la nueva conquista que se ha generado globalmente por el increíble cambio de ideas, conceptos, costumbres y normas entre, prácticamente, todos los países que están ahora en el mundo, quizá el único problema es en qué nos estamos transformando. De cualquier manera el país debe avanzar pero no contemos con el sistema político, sino sólo en nosotros, en los individuos, nosotros debemos hacer que este país crezca, esa es la visión que quisiera dejar plas-mada en este pequeño libro que he escrito para usted y para mí, para sus hijos y nietos como para los míos.

Es cierto que somos producto de una raza criolla, pero también es cierto que tenemos iguales o mejores cualidades y oportunidades que muchos otros países. Si usted es gobernante o si usted es uno de aquellos que están carentes de electricidad, o si usted es un empresario o un empleado o aso-ciado (como hoy se les conoce) o si es un consultor haga compromiso con México y en forma individual haga lo correcto, no hay otra forma en que esta historia se modifique ante el problema que hoy tenemos.

Hace poco tuve la oportunidad de ver un resumen del libro que presentó Paul Arden intitulado “Whatever you think, think the opposite” (“Cualquier cosa que pienses piensa lo contrario”), en el establece que ya no podemos pensar como veníamos pensando, porque sólo se generará lo que hemos venido generando. Apunta que las más grandes empre-sas y países han roto sus paradigmas y nos da un ejemplo muy simple: George Eastman fundó a Kodak en 1881, época en donde todos le ponían el nombre a la compañía con relación al servicio o producto que se pro-porcionaba, pero él pensó que más bien se requería de un nombre fácil de pronunciar y que no implicara nada en ninguna parte del mundo, fue contra la corriente, pensó diferente y……… triunfó. Bajo este mismo principio está Google y Apple que no significan nada, sino que fue los que se hizo entorno a ello lo que le produjo alguna definición.

Claro que este libro es empresarial y no político, le habla a los empre-sarios (a los que pueden emprender algo) y no al resto de las personas, pero yo creo que es aplicable para el tema que estamos tratando. Si segui-mos haciendo lo mismo, seguiremos teniendo los mismos resultados y ello incluye a que no estaremos en el 2030 en el bloque BRIC como sueña mi Presidente Calderón.

Además, estamos inmersos (y eso es lo grave) en un mundo que sí está cambiando, que está haciendo las cosas en forma diferente a cómo se hacían hace un par de décadas (ya no digamos hace 100 o 500 años). Hace 20 años usted y yo comprábamos productos, teníamos po-cos proveedores y éramos tremendamente fieles a una determinada marca. Hace 20 años sólo teníamos un partido político y la producción se concentraba en sólo 3 ciudades de nuestro país (Guadalajara, México y Monterrey). Hace 20 años, nuestra actividad se efectuaba en una co-munidad física específica, jugábamos en las calles colindantes a nuestra

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casa, visitábamos los restaurantes que habían elegido nuestros padres, los cuales siempre eran los mismos, y leíamos libros “normales” enten-diendo por ello aquellos que nuestros amigos y conocidos leían. Nues-tro mundo estaba pegado a nosotros.

Pero a 20 años de distancia, nuestro mundo está en todo el mundo, difícilmente usted leerá el mismo libro que lea su mejor amigo, difícil-mente repetirá el mismo restaurante en un mes (salvo Starbucks que tiene en promedio 18 visitas mensuales por un mismo comensal) y difí-cilmente usted mantendrá su fidelidad al proveedor que no le entregue lo que usted quiere con la calidad que usted merece y con una relación al precio razonable y “justa”. Hace 20 años, para usted era muy clara la diferencia entre querer y desear. Querer era alcanzable y desear se quedaba en sueños. Ahora, la diferencia entre querer y soñar está en el tiempo en que se pueda obtener. Si casi todo ha cambiado por este fenómeno de globalización, no entiendo por qué no hacemos que este país avance, porque no existe diferencia entre el México de hace 20 años y el de ahora, cuando menos no del tamaño que nos exigen las nuevas fuerzas del mercado. Hace 20 años exportábamos las compras que nos hacían los estadounidenses, hoy, seguimos exportando lo mismo, salvo honrosas excepciones. Hace 20 años teníamos, en la inmensa mayoría de las empresas, maquinaria usada que hoy sigue funcionando y, lo más grave de todo, las ideas e innovaciones de aquel tiempo, siguen “funcionando” y por lo mismo no se han renovado.

Si queremos que el México de hace 20 años cambie, es necesario que nosotros cambiemos, debemos comprender que el cambio de un país es el cambio de los que formamos ese país, por sí mismo México no existe, porque no le debemos llamar así a un territorio lleno de flora y fauna, o de desierto y mar, sino al conjunto de personas que conforman ese nom-bre y que le dan significado.

Para que cambie el gobierno de ese país, es necesario que empecemos a dejar de depender de él, es necesario que hagamos lo conducente en forma individual o empresarial y es necesario que empecemos a exigir el cumplimiento de aquello que beneficie al interés común y no al interés particular de unos cuantos. ¡En fin! Esta es la razón del por qué las gran-des empresas hoy trabajan con poco personal pero una cadena de sumi-nistros increíble a la que le exigen, en todo eslabón, el cumplimiento de Códigos de Conducta que respeten la honestidad, integridad, derechos humanos, derechos de propiedad intelectual y el medio ambiente. Si los gobiernos no lo están haciendo, los individuos sí y, en todos los casos, los resultados son mucho mejores que cuando simplemente se dedicaban a respetar las leyes creadas por intereses particulares o, cuando más, sec-toriales.

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MÉXICO Visión 2030Infraestructura Logística en México a la Altura de

las Exigencias del Comercio Internacional

Regresando al Programa Nacional de Infraestructura que el Presidente Calderón reportó en su primer informe de Gobierno, la segunda parte o subgrupo lo forma la infraestructura nacional: carreteras, aeropuertos, terminales y vías ferroviarias, puertos marítimos y corredores multimo-dales, a fin de reducir los costos logísticos y facilitar el comercio.

Yo no se si usted o el Presidente Calderón están concientes pero tenemos al aeropuerto MÁS CARO DEL MUNDO, aún más caro que el de Gatewick allá en Londres y el de Narita allá en Tokio y lo peor, no se si usted o el Presidente sepan que nuestro aeropuerto y la aduana en la que ésta reside, ni siquiera tienen agua corriente, todos los días pipas de agua abastecen a este monstruo que se construyó hace muchos años y que sigue teniendo sólo 2 pistas para despegar y aterrizar, las cuales funcionan diariamente salvo que alguna de ellas esté en reparación, como es normal.

Yo no se si se conozca pero el promedio de almacenaje de mercancías en los puertos marítimos mexicanos es de 7.2 días por carga cuando estaban “hechos” sólo como puntos de paso en donde no deberíamos quedarnos más de 2 días, esto hace que, también, nuestros puertos sean caros y, por lo mismo, den malos servicios, lo que, obviamente, también encarece la ope-ración comercial dejándonos fuera del concierto del comercio internacional, pues ya hay más países que pueden ofrecer lo que nosotros ofrecemos (des-de hace 20 años) pero en mejores condiciones.

Quizá el Presidente Calderón esté conciente, al proyectar su sueño, de que México puede ser un punto de conexión logística a nivel global. Hace 20 años, nuestra cercanía con los Estados Unidos marcaban la gran diferencia y nos convertía como proveedor “natural”, la distancia nos daba (conjugado en pretérito) nuestra ventaja competitiva más extraordi-naria, ahora esa distancia ya no es tan importante y con el paso del tiem-po dejará de ser relevante, pero ahora nuestra localización es la que nos da una ventaja competitiva, ya no para que podamos proveer productos más baratos que los chinos (lo cual ya es imposible) sino como centros de distribución ya no sólo para Norteamérica sino para el resto del mundo. Aquí vale la pena recordar la evolución tecnológica en la transportación aérea y marítima, en la primera, como se dijo, existe una democratización y por lo mismo una reducción de costos, en la segunda existe un avance significativa en la velocidad y capacidad de los buques.

Los barcos de 7ª generación, a los cuales me referí en párrafos ante-riores, por lógicas razones no pueden estacionarse en cualquier puerto, sólo en aquellos que tengan muelles suficientemente grandes, es más, no pasan ni por el canal de Panamá que estuvo hecho para servir a los barcos que se construirían en los siguientes 100 años. En México, sólo el

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puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, está acondicionado para ello. Quizá por ello el Gobierno planee la mayor inversión para la infraestruc-tura portuaria del país.

Yo creo que el Gobierno Federal está conciente de que Long Beach, el puerto más grande de la costa Oeste de los Estados Unidos y, yo diría de América, llega a su saturación total en este 2008 lo que provocará que los contenedores que sobren deban buscar medios alternos para ingresar a los Estados Unidos, dándonos una gran oportunidad de convertirnos en la plataforma logística que el Presidente ha considerado. Este caso, que no es el único, nos brinda oportunidades en el sector servicios, lásti-ma que lo estamos viendo demasiado tarde, ya que de haberlo planeado hace 10 años, porque ya se sabía que en breve se saturarían los puertos de nuestro vecino del norte, hubiéramos tenido negocios que ahora ya es-tán perdidos, Ensenada, Lázaro Cárdenas y Manzanillo hubieran podido crecer adecuadamente con una oportunidad de negocios prácticamente segura. Ojala que hubiéramos planeado la construcción del Canal Salina Cruz-Veracruz para suplir la deficiencia que hoy se ha presentado en el Canal de Panamá.

Estos tres puntos, costosos aeropuertos, lentos puertos marítimos y una excesiva carga que pudiera llegar a México, nos deberían hacer reflexionar en que no se ha hecho lo conducente para atender al comercio internacional, quizá porque creamos que no existe, quizá porque creamos que podemos seguir viviendo con lo que nosotros mal producimos, quizá porque creamos que la globalización, en el sentido profundo y no didáctico, no se presentará a nosotros sino a los hijos de nuestros hijos.

De haber hecho lo conducente, México sería el “puerto” natural para que los chinos, taiwaneses y coreanos ingresaran no sólo a los Estados Uni-dos o Canadá, sino a toda América, quizá nos hubiéramos convertido en la planta Terminal de estos países para evitarles transportar “aire” y quizá nos hubiéramos convertido en el Hong Kong de las Américas. Al hablar de aire, me refiero a que hay mercancías que valen la pena mandarlas des-montadas para evitar vacíos en los contenedores y llegar a terminales que las ensamblen para terminar su ciclo de distribución.

Hong Kong es un pequeño territorio de menos de 1,000 kilómetros cuadrados, es un territorio chino y a pesar de su tamaño y de su per-tenencia, tiene una ocupación nominal superior al 99%, sus niveles sa-lariales oscilan los niveles de los Estados Unidos y de Singapur, Tiene 100% agua, luz y pavimentación, todos tienen acceso a centros de salud y hay suficientes escuelas de todo nivel. El promedio de educación está en el 1º de universidad y su índice de robos y muertes está por debajo del 1% al que México tiene, ah, se me olvidaba, prácticamente no tiene fábricas, cuando más talleres en donde se le da el acabado a los produc-tos, quizá una tela china se corta y se ensambla en HK, quizá un cepi-llo de dientes chino (por cierto, China produce el 90% de los cepillos

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MÉXICO Visión 2030de dientes del mundo) se le empaca y etiqueta en HK, a pesar de ello tiene un ritmo de crecimiento envidiable y se ha “contaminado” del crecimiento de la China Continental y se ha favorecido por los efectos colaterales de la globalización.

Hace muchos años el entonces Presidente Salinas de Gortari se le ocurrió la idea de generar un puerto marítimo de niveles globales en Ensenada, Baja California. Recuerdo las “clásicas” manifestaciones que estuvieron en contra de convertir a México en un “hotel de paso” pues iba en contra del crecimiento de la producción y contratación de la mano de obra. Esto fue por allá de 1992-1993, obviamente el proyecto se tuvo que tirar a la basura y olvidarlo porque unos cuantos (en comparación de la cantidad de mexicanos que éramos en aquel entonces) no querían eso para nuestro país.

Aún cuando los “hubiera” no deben mencionarse nunca y menos en un libro, si hubiéramos hecho ese puerto, México estaría recibiendo los barcos “sobrantes” de Long Beach y, quizá, hace años les hubiéramos quitado la carga porque allá son lentos y caros, hubiéramos generado una zona de alto crecimiento, hubiéramos hecho de ese bello Puerto na-tural uno aún más increíble, más productivo que hubiera derramado en mejor forma la riqueza, hubiera generado más tributación, se hubieran construido más escuelas y tendríamos una zona más que cooperara por eliminar la pobreza de nuestro país.

Una vez más, el “sistema” le dio en la torre, hoy, y no hubo mexica-nos capaces de sobreponer el interés de la Nación a los intereses de esos cuantos que siempre nos dan lata. A 14 o 15 años de distancia, Ensenada ha crecido, es el segundo puerto marítimo del país en recepción de cruce-ros, el primer lugar lo ocupa Cozumel, pero ese segundo lugar está muy lejos del primero pues recibe, cuando más 400 barcos al año, Cozumel debe andar por el orden de los 6000 y, por supuesto, que no lo compararé con Miami o Fort Lauderdale (ambos puertos en Florida, Estados Uni-dos) para que no quede “minimizada” esa cifra de esos hermosos lugares que DIOS nos proveyó.

Esta referencia la traigo a colación en virtud de que los planes de la actual administración bien pudieran quedarse en “manifestaciones” y hacer que los próximos 15 años sólo habláramos de los hubieras, sal-vo que “nos pongamos las pilas” y hagamos lo que nos corresponde, lo cual, YO LO SE, es increíblemente difícil por el cómo se ha desarrollado nuestro país. Una vez más, si nuestro gobierno, por cualquier razón, no hace lo conducente, usted y yo, no importa si usted pertenece al sector público, debemos hacer lo nuestro; hagamos crecer nuestra economía individual y no porque nuestro país no pueda alcanzar la visión 2030 del actual Presidente Calderón, sino porque tenemos el entorno global que nos permite brillar en forma individual pero compartir los logros a nuestro alrededor. Bien decían en un correo electrónico general que

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mandaron por todo el mundo: Suiza no tiene leche ni cacao, pero es el primer exportador de chocolate en el mundo, México tiene leche y cacao pero importamos el chocolate de aquel país, porque la diferencia está en la actitud, no en la aptitud ni en los recursos naturales que se tengan y, sobretodo, en la creatividad. Es mucho mejor usar el cerebro a la mano de obra, por ello debo traer una frase que me regaló un cliente hace poco tiempo: quien más trabaja menos gana.

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MÉXICO Visión 2030Más México en el Mundo

Un segundo grupo de acciones que el gobierno está haciendo, cuando menos así lo reportó el señor Presidente en Septiembre del 2007, está en el Plan Nacional de Promoción y Tolerancia. La palabra promoción no sólo implica el salir con un anuncio publicitario para que compre mi mercancía, implica el hacer reducir las barreras administrativas para poner un negocio, el otorgar créditos y facilidades para los inversio-nistas, establecer mecanismos de identificación de lo que México es, salir al mundo a explicar lo que somos y lo que hacemos y, sobretodo, asegurar que nuestros buenos propósitos son determinantes y que se cumplirán a pesar de las marchas y manifestaciones. Promoción pro-viene de promover, lo que significa hacer que avance algo, es en pro del movimiento y, por lo tanto, del crecimiento.

De hecho el Presidente Calderón no le llamó así a este programa, él lo tiene estructurado en varios puntos desde los planes de financiamientos, hasta la promoción extranjera, desde la desregulación de la economía hasta la creación del fideicomiso PROMÉXICO, pero yo he querido inte-grarlo en un solo título, lo cual, creo, no está mal si se trata de un medio didáctico para defender el punto.

Esta promoción incluye todo mecanismo de facilitación, que permita fundar y hacer crecer negocios (individuales o colectivos) rápidamente, significa acercar fuentes de financiamiento a los que lo requieran, implica que se le permita al empresario (al emprendedor de negocios o de ideas) crear, innovar, desarrollar, existir y crecer, con todo lo que esto quiera significar y, por supuesto, se debe traducir en que el Gobierno toma su responsabilidad de generador de un entorno que propicie la libre em-presa y aquella que tiene de publicitar a nuestro país por todo rincón del planeta Tierra. Obviamente, este segundo programa requiere de recur-sos financieros, técnicos y humanos, en un entorno de buenas relaciones con el exterior, de seguridad para todo aquel que pueda hacer de México su país de residencia y el respeto a las demás formas de pensar, por ello incluí la palabra tolerancia.

Hace algunos años tuve la bendición de estudiar en la Universidad de Harvard, situada en Boston, Massachussets, Estados Unidos. Aún cuan-do mi programa era en extremo técnico, no dejaron de involucrar con-ceptos humanos para evitar que se produjeran estudiantes como simples máquinas, en una de esas clases, el profesor que era un gobernante de aquel país, nos explicó que un elemento sustantivo para el crecimien-to está en la tolerancia. “Cuando hay tolerancia, dijo, hay crecimiento y donde hay crecimiento, hay derrama económica para todos los que ahí estén”. Pero la tolerancia no sólo proviene del grupo gobernante sino de los que no son gobernantes pero que están “ofendidos” por no haber ganado las elecciones o algún puesto clave. Me parece que el Presidente

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Calderón predica con la tolerancia pero los demás no lo están haciendo, por ello él lo incluyó en su programa de Gobierno. Quizá él también tomó el mismo curso que yo en Harvard.

Existe, sin lugar a duda, el entusiasmo del actual Gobierno por crear un entorno propicio para que hagamos negocios, lo cual es irrestricta-mente su obligación, lo cual se nota interna y externamente, pero como todo gobierno la brecha entre el deber ser, lo que ellos se han planteado, y el ser es amplísima y, lastimosamente, no depende de unos cuantos gobernantes, porque, desafortunadamente, nuestro México se ha cons-tituido entorno a monopolios políticos, somos un país que concentra su fuerza en pocos costos de poder, pequeños pero muy poderosos. El monopolio se ha posesionado de nuestra voluntad, entendiendo por monopolio el interés particular que mueve a todo un país, lleno de un interés general que no es tomado en cuenta casi para nada.

Por ejemplo, para el 2008 tenemos una nueva Ley, la ya comentada, la del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) que nació probablemente de una buena intención presidencial y cuando llegó a la votación en el H. Congreso ya llevaba tantas reformas, ajustes y adecuaciones que no sólo es diferente a aquella que promovió el ejecutivo sino que se distancia de los objetivos y se presenta como un nuevo impuesto a los que ya venía-mos pagando, es decir, ni expandió la base de contribuyentes ni aporta valor alguno y, lo que es peor, desalienta la inversión en el país lo cual es riesgoso en los tiempos modernos porque más de uno pudiera ejercer su profesión o negocio en México sin vivir aquí, debido, justamente, a esta globalización de la individualización que el mundo está generando, en la que a nadie le importa en dónde está el proveedor sino que el bien o servicio llegue a tiempo.

A mi me gustan los planes del Presidente Calderón, claro que con ex-cepción del IETU, me gusta el programa de infraestructura y el progra-ma de promoción y dignificación de nuestro país, me parecen coherentes, pero demasiado vulnerables ante un escenario sistemático de monopolios, monopolios en el sentido de intereses y un escenario que no está estruc-turado para funcionar. Esto me recuerda que es muy probable (en contra de mi voluntad) que estos buenos planes sólo se queden en sueños y ja-más puedan ser estructurados y aterrizados. Sueños en su acepción que el mundo tenía hace 20 años.

No es que sea negativo o que no crea en el Gabinete presidencial o que no quiera lo mejor para mi país, pero la verdad es que no veo claro que el Estado Mexicano cambie y por ello le pido que seamos usted y yo los que hagamos lo que nos corresponde. Mi asistente ejecutiva me comentó que ella no creía que pudiéramos hacer los mexicanos nada por nuestro país, que era imposible que unos cuantos sin poder pudiéramos hacer que el país se moviera. Yo creo que a ella, con debido respeto, no le asiste la ra-zón. Definitivamente yo no puedo hacer que el gobierno no sea corrupto

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MÉXICO Visión 2030o que sea sólido en sus convicciones, yo no puedo hacer que los Planes Nacionales se lleven al cabo con calidad, en tiempo y en forma, dándole la prioridad a las necesidades del país sobre aquellas que tienen unos cuan-tos que conforman el monopolio de intereses. Pero si puedo hacer que mi negocio avance, si puedo crecer en ideas y en cultura, si puedo hacer que mis hijos estén más preparados y que, por lo tanto, sean competitivos, y, sobre todo, sí puedo hacer que los que me rodean entiendan que es más importante el interés comunal que el de cada uno de ellos.

Hace poco alguna empresa del sector privado promovió y llevó al cabo un concurso mundial o global para seleccionar las (nuevas) 7 ma-ravillas modernas del mundo. Según el Noticiero de Televisa, que dirige Joaquín López Dóriga, fue un movimiento extraordinario en virtud de los millones de personas que participamos y votamos en el concurso. En México fue aún más especial que para muchos países en el mundo porque dentro de los monumentos concursantes estaba una verdadera y hermosa reliquia de nuestro país, LA PIRÁMIDE DE CHICHÉN ITZA, la cual, bendito DIOS, fue no sólo nominada sino fue ganadora, recibimos muchos votos a favor, lo que la colocó como una de las 7 maravillas del mundo moderno. Para mí absolutamente justo y positivo, después de todo, todo lo que hacemos y vivimos debe tener un tinte de emoción que es lo que le da sal a la vida. ¡Me encantó!, por supuesto que yo sí voté e hice que todo aquel que conocía votara en el concurso, y por supuesto que yo voté por esta maravilla mexicana.

Pero el hecho de que hubiéramos ganado no detuvo dos cosas que for-man parte de nuestra aún cultura: 1) la crítica sobre ¿Quién demonios eran esos &%(/” que habían organizado tal evento?, ¿Qué clase de calidad moral o ética o cultural tenían para poderse constituir en el jurado? Y ¿Cuál fue la nor-matividad que usaron y 2) con qué clase de juicio de valor para seleccionar a los monumentos de la humanidad que serían votados?

Hace poco me contaron un chiste en donde decía que la maestra le pre-guntaba a Pepito sobre las definiciones de ignorancia e indiferencia, a lo cual Pepito le contesta: “Maestra, no sé y no me importa”, la maestra le contestó: “muy bien Pepito, muy práctica tú explicación”. Esto sale a colación porque las preguntas que se hicieron entorno a la crítica de este concurso yo también las desconozco y las ignoro, es decir, no les hice caso y me importa un comino la duda razonable de esos críticos, por no decir envidiosos. Lamentablemente, aún cuando se haga lo correcto siempre habrá alguien que nos critique y, si puede, nos haga fracasar.

No importa, el caso es que se trató de un evento que le dio la vuelta al mundo, que hizo participar a millones de personas de diferentes culturas y, lo mejor, proyectó a México globalmente, lo que pudiera generar que los turistas decidan por México en lugar de cualquier otro lugar. A mí, personalmente, no me importa quién se lleve el crédito de tal concurso y me parece insignificante ese razonamiento, pero sí me enorgullece que se

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hayan fijado en esta maravilla moderna, que hayan promovido a nuestro país y que nos hayan hecho ver que existe una forma más simple, trans-parente y económica de compartir información con el resto de la pobla-ción del planeta Tierra.

Me enseñaron a crear nuestras propias comunidades virtuales, como aquella que le comentaba sobre mi hijo pequeño Andrés al que ya le pusieron su email (correo electrónico) y lo están contactando con otros grupos de 1º de primaria de España y Canadá, pues todos los que quisimos entrar en el proceso de votación nos convertimos en una comunidad virtual específica. Antiguamente, las comunidades eran especializadas, los neurocirujanos se juntaban con neurocirujanos, los arquitectos con arquitectos y los consultores de comercio exterior con iguales de su misma especialización. Ahora existen tantas comunidades como se quieran o requieran, podemos tener comunidades de lectores, de futbolistas, de globalifóbicos, etcétera, podemos tener cuantas co-munidades querramos o necesitemos, gracias a la magia de los medios de comunicación y de los programas de cómputo que nos permiten una administración simple y eficiente.

Un segundo efecto de esta “premiación” es, por supuesto, la re-cepción de más turismo, fortaleciendo una de las industrias más prominentes de nuestro país, la cual arroja un poco más dinero que aquel que proviene de las remesas que recibimos de los paisanos mexicanos que viven en los Estados Unidos.

El turismo ha sido una industria buena para nuestro país y muy prome-tedora y noble, nos permite exportar productos y servicios sin tenerlos que llevar hasta su lugar de destino, es el único acto de exportación que hace que el comprador (importador) venga y tome su “mercancía”. El turismo a nivel mundial ha venido creciendo a tasas increíbles y sin precedentes, es decir, siempre hay más turistas y aún cuando los centros turísticos se pelean por quitarle el mercado a su competencia (otro centro turístico), siempre hay más turistas que, un año anterior, no eran turistas. Es un mer-cado que se explosiona todos los años.

Para el año 2020 se estima que habrán unos 50 millones de nuevos turistas en relación a los que existen para el 2008, la mayor parte de esos turistas serán residentes u originarios de China, lo cuales no acostumbra-ban ir de vacaciones, es decir, estamos ante la expansión maravillosa del mercado. Personalmente creo que esa estadística estimada es demasiado conservadora y que probablemente tendremos dos o tres veces esa cifra, lo que pudiera repercutir en muchas divisas, fuentes de empleo y distri-bución de la riqueza para aquellos mercados que se pongan abusados y conquisten la preferencia del turismo como su destino predilecto. Será una forma clara, transparente y segura de que los chinos (sin que esto suene despectivamente) nos regresen las divisas que nos quitan al ven-dernos todo lo que puedan. De cualquier manera es la forma en el cómo

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MÉXICO Visión 2030se circula la lana, antes se hacía en mi colonia, después, en mi ciudad, luego en mi Estado, posteriormente en nuestra región, luego en el conti-nente y ahora en una arena global.

Antiguamente en mi colonia el dinero que le pagaba a la señora de la tiendita, se me regresaba a través de la colegiatura que ésta pagaba en la escuela en la que mi papá era el maestro. En mi libro “El 11º Man-damiento Exportarás” explicaba que los Miami Dolphins, un equipo de fútbol americano de la Nacional Futbol League de los Estados Unidos, habían mandado a construir un nuevo estadio sustituyendo al famoso Orange Ball que fue cedido o vendido a la Universidad de Miami, con el objeto de poder regresar parte de la utilidad de los boletos de entra-da a los albañiles que lo construirían para hacer que cada vez hubieran más espectadores. Aquí bien cabe la norma científica que el dinero no se desintegra sólo se va por un momento. Esta circulación ahora es a nivel mundial, los chinos nos venden mercancía pero nos regresan par-te de las utilidades cuando nos visitan como turistas. Por ello decía, la globalización sólo hizo más pequeño a este mundo.

Pues bien, la promoción de las 7 maravillas del mundo tuvieron el efecto normal (y natural) en el incremento del turismo a la zona de Yu-catán. Un querido amigo que vive en Mérida, Don Rafael Molina, me comentó que efectivamente tuvieron más turistas y probablemente más que en toda la historia del lugar, pero que no estábamos preparados, “quedamos mal con ellos” acotó.

Los servicios que ahí se ofrecen, desde los baños, hasta los restauran-tes, lo hoteles hasta la renta de autos, los guías turísticos hasta los botes de basura seguían estando en la misma condición que estaban antes de que el concurso se iniciara y se conociera. Yo me pregunto: ¿Qué nadie les avisó cuál sería el efecto normal de ese evento? ¿Qué la promoción sirve para darnos a conocer y hacer que nos compren nuestros productos y servicios? Aún cuando hubiéramos perdido, la promoción ya estaba hecho y el incremento de turistas estaba asegurado, como dicen en el basebol, era una bola cantada.

¿Cómo es posible que no veamos más allá de una vista 2010, aún cuando se trata de nuestro modus vivendus y comendus? Sinceramente no lo entiendo, no entiendo el por qué no nos preparamos para dar el mejor servicio, por qué no pensamos que vendrán más turistas y estos generarán más clientes, que un turista satisfecho en el 35% de las veces regresa pero en el 100% de las veces nos recomienda. Perdón le mentí, si lo entiendo, no tenemos visión y navegamos respetando la ley del menor esfuerzo.

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En un Mundo Globalizado No Hay Lugar para la INCOMPETENCIA

Hace poco me salí del club deportivo (gimnasio como hoy se le conoce) al que me acostumbré a ir por más de 8 años, pagando mi anualidad reli-giosamente y por adelantado y no sólo mi membresía individual, sino la familiar para mi esposa e hijos los cuales si fueron 10 veces en todos estos años fue mucho, ¡ya lo se!, pagué a lo tonto un servicio que sólo utiliza-ba un servidor, pero para mí es mejor tener la oportunidad de que ellos hagan ejercicio a que por mi culpa no puedan hacerlo, después de todo vivimos en una ciudad en donde es peligrosísimo hacer ejercicio al aire libre. Pues bien, le pagué a ese club mucho más de lo que recibí, siendo ello mi absoluta y personalisísima decisión.

Por algún error de su sistema (sistema del club) el locker que utilizaba no tenía registro de que se había pagado en el último año (yo digo que si lo pagué, pero eso no importa para el caso que nos ocupa) por lo que me dejaron un recado “a quien corresponda” en la puerta del locker que decía que pasara a pagar antes de que se me quitara el servicio y retiraran mis cosas. Me llevé el papel se lo di a mi asistente y le pedí que aclarara el incidente. Una vez que le di el número de locker ella le llamó al club y le dijeron que ese casillero NO estaba a mi nombre que correspondía a otra persona. Segundo error, ni siquiera sabían que yo lo tenía cuando menos por unos 4 años pagándolo anualmente junto con la membresía. No importa, le dije, aclara el asunto y pídeles que por ningún motivo saquen mis cosas del casillero pues lo vamos a aclarar y, en su caso, se les pagaría. Por supuesto, que un cliente como yo que requiere de hacer ejercicio, que estaba a gusto ahí y que no le gusta deber, ni que lo mo-lesten, para cobrar (por ello pagaba por adelantado) no les iba a quedar mal, por el simple hecho de ver mi historial el Club sabría (supuse) que soy un “bombón” de cliente y lo único que tenían que hacer es aclarar el punto, máxime cuando ni siquiera sabían que el que había usado el casillero era yo porque ni lo tenían registrado. Pero me equivoqué y sólo faltaba que pensara en el hecho para que invocara la mala suerte, dos días después mis cosas estaban afuera, habían quitado la chapa y me habían “desalojado”. Lo primero que no quería es lo primero que pasó. Por supuesto decidí renunciar y largarme, es decir, “los corrí” como mis proveedores. Ahora estoy buscando a otro proveedor de servicios que sí quiera mi negocio.

A la fecha (un mes y medio después) no me han llamado, quizá lo ha-gan en 1 semana cuando se acabe mi anualidad y busquen que les vuelva a pagar sin siquiera saber lo que me hicieron, pero no les tomaré ni la llamada. Mi asistente me dijo que si les llamábamos por teléfono para de-cirles lo molesto que yo estaba a lo que me negué rotundamente, también mi esposa me dijo que ella me ayudaba a mandarles una carta severa y

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MÉXICO Visión 2030reclamativa, también le dije que no, y ¿sabe por qué? Porque yo no les voy a ayudar a que mejoren su servicio ¡no se lo merecen! Yo le reclamo a aquel proveedor que merece mi comentario, ya sea porque sea de oídos abiertos, ya sea porque lo quisiera mantener como mi proveedor, ya sea porque no pudiera el jefe enterarse de otra manera, pero a estos cuates, para nada. Sólo el 10% de los clientes se toma la molestia de reclamar un mal servicio y esto no es producto de la flojera, es producto de una insa-tisfacción superior, en el 90% de los casos el cliente simplemente cambia de proveedor sin que medie notificación o reclamo. Cuando esto sucede el proveedor sigue y seguirá creyendo que está haciendo las cosas bien (porque nadie le reclama) pero si se fija a detalle se podrá dar cuenta que está perdiendo mercado, aún cuando no bajen sus ventas, porque está perdiendo el crecimiento natural en una sociedad de consumo lo que, tarde o temprano, le costará existir.

Tanto a este club como a la mayoría de los proveedores de servicios turísticos de la Zona de Chichén Itza les falta entender que los clientes somos tan caprichosos como ellos son cuando cambian de rol y se con-vierten en consumidores. La visión que casi todo proveedor (de bienes, de exportación, de servicios, de compras, de lo que sea) es casi nula y tratan de aterrizar su avión con cero de visibilidad y sin la ayuda de ins-trumentos, ejerciendo el mínimo esfuerzo pues no entienden que ahora viven en una batalla con muchos otros consumidores.

Cuando un cliente se encuentra insatisfecho busca otras fuentes de abastecimiento localmente, si no las encuentra las busca globalmente. Algunas personas creen que no todos los puestos ni todos los servicios son sustituibles, entendiendo por esta palabra la acción de que se cambie a un proveedor por otro, algunas personas creen que por tratarse de un servicio personal y por lo mismo único no puede ser intercambiable, pero esas personas se equivocan porque cuando un servicio único es malo y por lo mismo caro se deja de consumir y se sustituye por otro servicio (no prestador de servicios) como usted y yo lo hemos hecho desde que México tuvo su apertura comercial.

Hoy en día debemos entender que los compradores usamos más la emoción que la lógica para comprar lo que ha hecho que casos increíbles broten como negocios y otros que, aparentemente, eran espectaculares se mueran en el intento. Esto quiere decir que es la emoción y no el produc-to lo que genera el negocio

Los resultados son catastróficos cuando no entendemos que todos nosotros, cuando jugamos el papel o rol de proveedores, nos conver-timos en facilitadores o como decía Starbucks, utilizamos al café como excusa para poder servir a la gente y hacer que ésta tenga una verda-dera y positiva experiencia. No somos proveedores de un bien, so-mos facilitadores de un satisfactor (en el mejor sentido de la palabra) y eso nos exige que pongamos todos nuestros sentidos para prever

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necesidades, localizar carencias e identificar oportunidades. Después de “nuestra conquista” del 7º lugar entre las maravillas del mundo ya pudimos haber tenido muchos más visitantes pero nuestra miopía nos lo ha impedido, no estamos y (probablemente) no estaremos pre-parados mientras no cambiemos.

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MÉXICO Visión 2030Cuando Todos Caminan, Nosotros Tenemos que Correr

Una señora me decía que yo sólo pensaba en trabajar y me tildó de “workoholic” que debería tomar la vida con calma y permitir que los clientes se sirvieran solos. Este comentario me lo hizo cuando le plati-qué que el esquema general de los cursos que imparte la Universidad, que pertenece al despacho y cuyo lanzamiento me obligó a escribir este pequeño libro de reflexión y progreso, para presentarla a la sociedad, es la de evitar que el cliente (participante a los eventos) se distraiga con algo más que no sea la exposición. Global Business University busca que al participante no le falte nada, ni un plumón marcador, ni un lápiz o pluma, en donde anotar, las láminas de exposición, el gafete, el di-rectorio de los asistentes, el café, las galletas normales o de dieta, entre una gran lista de etcéteras. ¿Por qué? Simplemente usted va a los cursos a aprender o comprender alguna situación en particular, no a buscar lápices para escribir.

En este esfuerzo la señora me decía que no fuera tan exigente con el equipo, que la vida era muy corta y que de cualquier manera los clientes me irían a escuchar más por la calidad de la exposición que por la integridad del servicio. Yo se que el comentario de esta dama es de buena voluntad y bajo ciertas circunstancias lo pudiera traducir en halago para un servidor, pero no me puedo engañar, el cliente cada vez es más exigente porque o tiene más opciones o ya conoce lo mejor y ya no se le puede engañar y como un servidor y todo su equipo queremos perdurar, no dejaremos de poner el corazón y la razón y la experiencia en cada evento que hagamos. Lástima que esto implique pensar las 24 horas del día y los 7 días de la semana.

Así que estamos ante dos hechos, el monopolio de los intereses y la miopía de la proveeduría y vaya que son problemas sustantivos por lo que este país difícilmente avanzará, por lo que sólo le queda a usted avanzar sin esperar a que otro lo haga.

Justamente ayer platicaba con un grupo de agentes aduanales de Manzanillo y ellos me comentaban sobre lo que estaba pasando en ese bello puerto. ¿Sabías –me dijo uno de ellos- que el 34% de la carga de frutas proveniente de Chile que antes llegaba aquí ahora se despacha en Lázaro Cárdenas? Y sin esperar mi respuesta, completó, “lo que sucede es que Lázaro (Cárdenas) está mucho más competitivo y está ofreciendo tarifas marítimas a 3 cuartas partes de lo que cuesta llegar aquí (Manzanillo) además que han extendido la permanencia libre de cobros por almacenaje hasta 7 o 10 días, cuando aquí sólo ofrecemos (y con trabajo) 3 días. Lamentablemente, -continuó- ese puerto es más competitivo que el nuestro.”

Por supuesto, sólo la necesidad te hace crecer, cuando hay competen-cia nos volvemos más fregones, claro, sólo si tenemos ambición, porque

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si el rollo sólo se trata de sobrevivir, pues la competencia nos hará lo que el viento a Juárez. Por muchos años Manzanillo fue el único puerto del Pacífico, Lázaro había desperdiciado su oportunidad de inversión en la época del Presidente Salinas pues se resistió a quitar los sindicatos que impedían una evolución coherente con la realidad del comercio exterior mexicano. Manzanillo tuvo su oportunidad y la aprovechó, inmediata-mente compró y colocó varias grúas de contenedores para agilizar la car-ga y descarga, construyó nuevos muelles y almacenes y rutas fiscales. Para 1994 este puerto era uno completamente diferente al que se había concebido cuatro años antes.

Pero como todo, la carga llegó solita, los clientes están ahí por falta de mejores opciones o porque ésta sea la mejor opción, pero los clien-tes se van cuando encuentran mejores opciones y olvidan con facilidad el “amor eterno” que habían prometido, después de todo ellos también tienen que cuidar sus centavos y su negocio porque también tienen clien-tes que piensan igual que ellos y que piensan igual que usted y que un servidor.

Lázaro Cárdenas como puerto decidió, finalmente, crecer, está reci-biendo una cantidad enorme de recursos, empresas exitosas se han es-tado moviendo para allá, se está mejorando la infraestructura y, como naturalmente está mejor situado que Manzanillo, las líneas navieras ya están comenzando a llegar para allá y para atraer clientes están ofrecien-do tarifas increíbles que hacen que pocos se resistan al cambio. Quizá usted se confundió y pensó que estaba hablando de productos electróni-cos o de ropa, pero no, aún cuando el efecto es exactamente el mismo en todas las líneas y sectores, seguía hablando de los dos puertos más gran-des que nuestro país tiene en el Pacífico. Quizá usted conciba a cambiar a un proveedor de ropa cuando otro le ofrezca mejores precios o mejores diseños, quizá usted decida cambiar de supermercado si uno le ofrece mejores productos que el otro, pero quizá usted no conciba que se cam-bie a un puerto o aeropuerto por otro, desafortunadamente la compara-ción y la competencia ya le ha alcanzado a todo mundo y a todo sector, por lo que para mantenernos activos es necesario no sólo mejorar para superar a la competencia sino mantenernos en un programa de mejora continua. Es algo así como el alcoholismo, durante las primeras sesiones se pudo abandonar pero se debe estar presente en un programa de man-tenimiento continuo y continuado para evitar que se caiga otra vez en la enfermedad, por ello dicen que es una enfermedad crónica y vitalicia. La competencia nos presiona para estar siempre alertas en un programa de mantenimiento crónico y vitalicio de mejora continua y discontinua, es una guerra sin fin.

Cuando sentimos la presencia de competencia nos volvemos más efi-cientes, de mayor calidad y mucho más eficaces. Bueno, si esto es cierto, déjeme decirle que desde que existen lo buscadores de las páginas de

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MÉXICO Visión 2030Internet, como Google y Hotmail, ya tenemos competencia o mejor dicho ya podemos localizar a más competencia que antes se ocultaba en las paredes de las fronteras o de las distancias. A mí sólo me bastó buscar clubes deportivos (gimnasios) en la ciudad de México, zona sur para que en cuestión de segundos me saliera una lista de 10 opciones, con precios, locaciones e instalaciones razonables y bajo el concepto que yo estaba buscando, ahora estoy en el proceso de decisión de cuál de esos 10 se “merece” mi elección (y, por supuesto, mis centavos).

Al chino (y no me refiero al que se ha politizado mucho por el asunto de la pseudo efedrina) le costará trabajo decidir sobre cuál lugar de turis-mo será el afortunado para viajar cuando tenga vacaciones. Es cuestión de tiempo para que todo consumidor nos acostumbremos a reconocer nue-vas fuentes de abastecimiento y aprenderemos a comparar y a decidir con mucha más prontitud de lo que ahora nos toma. Don Arturo de la Torre, un gran directivo de una de las empresas de logística más grandes del mundo me dijo que la necesidad te hace aprender lo conducente. En poco tiempo aprenderemos con mucha facilidad a seleccionar proveedores de una gama de entre 10 mil, aprenderemos tal cual aprendimos a manejar el celular o la videocasetera o, más democratizado, el auto. No se nos olvide, ya no existen proveedores únicos en un mundo globalizado, de hecho, no importan cuáles sean las ventajas competitivas, no importa si es la única pirámide en el mundo o si fuera el único gimnasio cerca de mi casa, ya todo tiene una competencia.

Hace poco tuve una reunión con un grupo de importadores de bi-cicletas de montaña (esencialmente) y durante la junta uno de ellos comentó que deberían enfocar los esfuerzos grupales a la promoción y a la posesión de las bicis porque la competencia de ellos estaba muy fuerte. Yo pregunté, ¿cuál competencia? Porque hasta donde sé ese tipo de bicicletas no se producen en el país y dado que en esa junta estaban todos los importadores de este bien, pues yo creí que no te-nían competencia. No acaba de formular la pregunta cuando me dijo, “la competencia de los nintendos, psp´s, gameboys, xbox, etcétera. La competencia de un producto o servicio no necesariamente es otro pro-ducto o servicio igual que se ofrece en mejores condiciones, es aquello que nos sustituye el consumo de un determinado bien.

Por ejemplo, yo tengo una competencia directa en Miami que ofrece los mismos servicios de litigio que hoy yo ofrezco y una en Guatemala que se dice llamar consultor en comercio exterior mexicano y uno más, creo, radicado en la ciudad de México, que se dice ser el GURÜ del co-mercio exterior mexicano. Además tengo competencia en más de 30 por-tales (Web) que contienen información válida y muy bien manejada en la materia lo que le permite al cliente no tener que pagarle a un consultor por hora a un horario establecido sino recurrir a sitios de Internet que trabajan 24.7 (24 horas al día y 7 días a la semana) y no tienen un costo

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de consulta. Mi despacho mismo tiene un sitio de Internet con acceso gratuito que contiene muchísimos gigas que están a su alcance. Si esto le parece poco, tenemos una competencia como consultores extraordinaria, se trata del Sistema Automatizado Aduanero Integral de Aduanas que revisa electrónicamente todo pedimento que se pretenda presentar al despacho aduanal. El SAAI es conocido como el validador del despacho y le permite al cliente importador, exportador y agente aduanal a come-ter menos errores por las alertas que del sistema salen, lo que evita que deban recurrir a un consultor de carne y hueso para que les diga cómo evitar esos errores que ya no se cometen por la existencia de la automati-zación de la aduana mexicana.

No importa si se trata de servicios o de productos, cada vez tendremos más competencia y cada vez será más difícil sobrevivir en este mundo. Y hablando de sobrevivencia, hace poco recibí una lección invaluable de vida, cuando conocí a Carlos Paez, uno de los sobrevivientes del aviona-zo de la Cordillera de los Andes, aquel famoso choque de avión que se dio a 4,500 metros de altura sobre la superficie de alguna de las miles de montañas que conforma la cordillera que divide gran parte del territorio de América Latina. Él me dijo, “yo fui sobreviviente hasta el día 10 del choque”. Carlos junto con los demás que pudieron salir vivos de aquella tragedia ocurrida en la década de los 60, duraron perdidos entre las mon-tañas 70 días. Al 10º día, los sobrevivientes estaban escuchando la vieja radio del avión que, gracias a DIOS; aún funcionaba, cuando les llegó (por la radio) un boletín de prensa que decía: “Se han agotado las espe-ranzas de encontrar con vida a alguno de los que viajaban en el avión que se estrelló en los Andes, por lo que las labores de rescate se suspenden y en tres meses iremos a buscar los cadáveres”. ¡Wow! que noticia, casual-mente oyeron por la vieja radio del avión destrozado que los dejarían de buscar. Hasta ese día sólo esperaban ver algún helicóptero sonar que los rescatara, hasta ese día dependían de las labores de los rescatistas, pero a partir de ese día, supieron que sólo saldrían vivos si ellos hacían algo. Por ello Carlos dijo: “ese día dejé de ser sobreviviente, dejé de esperar a que me recatara una tercera persona y entendí que todo dependía de mí, me convertí en viviente” – apuntó.

Muchas empresas mexicanas y prestadoras de servicios son ver-daderos sobrevivientes y están esperando que el mercado les siga comprando, sin mayor esfuerzo sin mayor prestancia. Pues quizá no hayan oído la noticia por la radio, nadie les vendrá a rescatar, dejen de ser sobrevivientes y conviértanse en vivientes de los andes globaliza-dos. Mientras que no existía competencia podíamos sobrevivir, pero ahora las cosas han cambiado.

Justamente durante esa pequeña reunión que tuve ayer con los agen-tes aduanales salió el tema de que el problema es nuestra cultura, no el sistema y, por supuesto, le echamos la culpa a los españoles que vivían

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MÉXICO Visión 2030en la época de Cristóbal Colón y de Hernán Cortés. La mezcla de razas fue mala, dijo uno de esos amables agentes aduanales con los que plati-caba. Nos hicieron miopes, flojos e irresponsables, dijo otro.

Yo creo que sí somos producto de la globalización que se presentó en el siglo XIV y XV en las Américas, yo creo que tiene mucho que ver nuestras influencias que se van transformando en el ADN de nuestro ser, estoy seguro que somos lo que el entorno nos enseña, lo que comemos y con quién nos llevamos, definitivamente nuestra cultura es lo que nos hace ser como somos.

Entonces, uno de ellos dijo, no podemos esperar nada, seguire-mos siendo lo mismo, somos el producto del siglo XV y ni hablar. Yo le comenté que ahora vivimos un proceso de globalización tan im-portante y profundo como aquel que se suscitó cuando descubrieron nuestro Continente, por supuesto que mis hijos (a los que adoro con todo el corazón) serán una raza completamente diferente a la mía, pues ellos ya están siendo conquistados y están conquistando otros “pueblos”, ellos hacen la tarea con todos sus compañeros a través del Chat o del email, ellos ya tienen amigos en otras partes del mun-do y han hecho trabajos con cuates que en su vida podrán conocer personalmente. De hecho, la primera jovencita que le “movió el ta-pete” (como se dice) la conoció en un curso de verano en Inglaterra y vive en Moscú y, creo, se comunica con ella constantemente por un servicio de Internet norteamericano viviendo en México a través de una computadora de tecnología japonésa y de manufactura china que se compró en una tienda cuyo capital es de origen francés.

Los chavos y bebes de ahora se están formando en una cultura di-ferente, yo no creo que sigamos siendo y haciendo lo mismo, se está conformando una nueva raza, más global y menos local. La sociedad y su cultura está cambiando, la globalización, la tecnología, el cambio en nuestras instituciones y los nuevos valores están conformando personas de pensamientos y sentimientos distintos, en esta nueva cultura el cono-cimiento es el factor más importante de la competitividad.

Así que se está cocinando un país diferente, de una ideología dife-rente y con una cultura reformada y transformada y ante este hecho, lo mejor que podemos hacer con los hijos es dejarlos actuar y vivir, pero con disciplina, normas y responsabilidad que alienten la madurez intelec-tual, en un marco de libertad y entendiendo la globalización.

Esa es mi esperanza de que tengamos un nuevo país, más responsa-ble, menos monopólico y más social, en ellos está mi esperanza. Quizá por ello el Presidente Calderón, quien me lleva muchos kilómetros de ventaja, piensa que la visión debe estar en el 2030 o quizá en el 2040. Los monopolios a los que me referí no sólo están en el Gobierno o sus Insti-tuciones, también está en nuestras empresas y familias y su efecto no es tajante pero si produce lentitud.

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El problema al que nos enfrentamos ahora es momentánea, pues el 70% de la población mexicana tiene menos de 30 años de edad, nacieron con el control remoto y platican “naturalmente” con el Internet, o cuando menos deberían hacerlo. Pero la falta de una política más justa y una distribución más equitativa hace que millones de niños (obviamente menores a los 30 años, que es cuando se inició la III revolución industrial) no tengan acceso a una computadora, bueno, no tengan acceso a un centro de salud o, ya de perdida, una escuela primaria con un buen maestro.

Los intereses particulares, la corrupción y las barreras administra-tivas están haciendo que México llegue tarde a la globalización y en este sentido de nada sirve aquel refrán de más vale tarde que nunca, porque existen más de 3,000 millones de personas que estaban espe-rando esta oportunidad para poder tener un trabajo y poder así comer o tener agua potable.

Tan sólo porque nos tomamos más tiempo en consolidar la apertura co-mercial prometida en 1985 cuando nos adherimos al GATT y ratificada en 1994 cuando inició el TLC con los Estados Unidos y Canadá, otros provee-dores como India, China y Rusia nos han quitado parte de lo que veníamos haciendo (exportaciones a los Estados Unidos), tan sólo porque estábamos intentando conciliar las diferencias entre nosotros Brasil empezó a desarro-llar una industria generadora de energía a partir de los granos y Guatemala y otros países del Caribe firmaron un convenio con los Estados Unidos bajo el CAFTCA que les permite exportar sus textiles y confecciones con mejores condiciones que aquellas que se estipularon en el TLCAN.

Mientras que nosotros sigamos en nuestras tonterías monopólicas, otros avanzarán y nos quitarán lo que, quizá, alguna vez fue nuestro, sólo recuerde. Muchos gobernantes (y empresarios también) siguen pen-sando que la distancia que nos separa de los chinos, los coreanos y los vietnamitas es tan grande que nos da oportunidad de ser los únicos pro-veedores de los mercados que están cerca de nosotros y mientras que esos mercados sean tan grandes, poderosos y consumidores como lo son pues no tenemos de qué preocuparnos.

Lástima que esta reflexión no sea más que un cuento chino que fue real en la historia moderna del país pero ya no lo es. Pues ahora vivimos una época en donde el hombre adapta el mundo a él. Decía Bernard Shaw: “El hombre razonable se adapta al mundo, el hombre irracional adapta al mundo así mismo; todo progreso depende del hombre irracional”.

El bloque de los 4 países que conforman el ahora famoso BRIC le ven-de a Estados Unidos quien sigue siendo la potencia más grande del mun-do, pero también le venden a Japón, Alemania y Canadá. No respetan distancias ni territorios, no respetan culturas ni costumbres, han adapta-do el mundo a sus necesidades y si la distancia era un obstáculo ésta la han ido minimizando a través de dos pequeñas estrategias: 1) Tecnología aplicada al transporte lo que la ha convertido en más rápida, eficiente y

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MÉXICO Visión 2030por lo tanto barata; y 2) La venta de productos que tienen todo excepto la cara de un bien.

Como escribía líneas atrás la emoción produce más negocios que los productos. Los proveedores actuales deben decidir qué rol quieren jugar en el mundo globalizado, teniendo tres únicas opciones: triunfadores, so-brevivientes o difuntos. Estamos viviendo en un mundo completamente distinto al de hace 20 años, más complejo y, a la vez, más inestable, un mundo en el que, como se dice en el mundo de la logística, el cambio es lo único que no cambia.

Hace pocas líneas me refería a una guerra sin fin, la competencia nos pre-siona permanentemente. Los inventos de hoy son alcanzados y rebasados por los inventos del mañana, los logros de hoy son copiados en pocas horas y todo ello nos obliga a mejorar permanentemente, como decía, nos debemos mante-ner en un programa vitalicio de mejoras continuas y discontinuas.

Las mejoras continuas son aquellas que permiten hacer mejores cosas, si antes se tomaban dos minutos, ahora nos debe tomar 1 minuto con 59 segundos, si antes era de x calidad, ahora debe ser de x prima, si antes costaba 1 dólar, ahora debe costar 99 centavos. Nosotros en el área de cursos no tardamos en sacar un nuevo programa cuando la competencia ya lo está promoviendo, no pasan más de dos horas en que se nos copien los productos. La mejora continua nos ha hecho mantenernos alertas las 24 horas del día y nos ha hecho que hayamos crecido en nuestros servi-cios en forma singular. Para mí la competencia es el mejor estímulo para crecer en la competitividad pero no nos permite dormirnos ni en nues-tros laureles ni siquiera 5 minutos.

Para lograr esa mejora continua ha sido necesario implementar (lo cual no lo hemos logrado completamente) un esquema de mejora discontinua, que es la generación de ideas que sólo pueden salir de la mente de nuestros colaboradores. Actualmente estamos en la búsqueda de talentos que puedan ser impulsados por sus directivos (o gerentes) para generar y crecer, pero no desorientadamente, sino para los propó-sitos que el despacho y la universidad están buscando. Justamente hoy inauguré un nuevo programa que se conoce crea valor, no sólo lo apor-tes. Este programa significa que el despacho está en la búsqueda de los creadores de valor y ya no sólo de aquellos profesionistas que sólo ve-nían a hacer su trabajo normal, aunque fuera en forma extraordinaria. Necesitamos nuevas ideas y nuevos productos, y ya no me refiero, en forma exclusiva, a mi despacho.

Estamos entendiendo que ahora debemos buscar talentos que con-cuerden con su función y hacerlos crecer en el sentido que nos aporten valor en la mejora discontinua. Nos ha costado trabajo (al igual que a todas las organizaciones en el mundo) porque cada uno de nosotros so-mos diferentes, nuestras motivaciones son diferentes, así como nuestras necesidades y la forma de hacer las cosas. Ahora sabemos que debemos

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descubrir las capacidades de cada uno de los que conforman al grupo entendiendo que sus talentos, patrones de conducta, pasiones, anhelos y percepciones son diferentes y porque hemos entendido que nuestra per-manencia no depende de las máquinas (en nuestro caso computadoras) modernas si no de las ideas que nacen de la gente.

Hoy los factores de la producción no están en las máquinas o en la materia prima. PEMEX, por mucho tiempo fue el monopolio de mu-chos productos petrolíferos, por mucho tiempo logró que se detuviera la importación de la película de celofán para que sólo se vendiera la que ellos producía hasta que un día, esa película ya no era la única forma de envolver cosas.

Hoy el factor de la producción más importante es la creatividad que, como decía Carlos Marx es propiedad del que lo trabaja, el dueño del cerebro del que la idea sale. La creatividad es la que tiene al mundo de cabeza, la que ha hecho que los productos son más satisfactores que bie-nes tangibles y lo que ha hecho que los negocios inusuales, diferentes, innovadores, impredecibles y sorprendentes sean los que dominen el mercado global.

Hoy por hoy, el activo más grande de las empresas está en su ca-pacidad de diferenciarse de los demás, no por precio, sino por su innovación y su unicidad, que practican permanentemente en orga-nizaciones flexibles y ligeras que son capaces de “oir” y “sentir” al mercado para producir rápidamente lo que éste requiere. Estos son los elementos de la competitividad moderna. Las empresas deben ser más rápidas y sensibles para atender lo antes posible la demanda, lo más rápido no sólo es cuando el cliente lo pida, sino antes de que éste cambie de opinión. Hace ya 10 años escribía un libro sobre el Futuro del Comercio Internacional en donde ya apuntaba que el cliente se había convertido en un pequeño MONSTRUO EXIGENTE que había desplazado a los grandes líderes del comercio, como fueron los dis-tribuidores, almacenes y fabricantes en diferentes épocas de las revo-luciones industriales que nos antecedieron. Las empresas que tengan esa flexibilidad envuelta de calidad, eficiencia y eficacia son los que la van a hacer en el futuro inmediato, esto implica la reducción del personal, la distribución de los procesos y producciones a través de los esquemas de Insourcing, Offshoring y Outsourcing ya comentados y la creación de nuevas ideas constante y crónicamente.

Yo creo que tenemos futuro y que nos va a ir bien, lo que no se es si esto sucederá en nuestra generación o en la que nos viene empujando, pero me quedo tranquilo al saber que el que tiene ojos para ver lo que está sucediendo, lo verá y aprovechará este mundo globalizado pero individualizado.