Zurita 1970-1975

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RAÚL ZURITA [1970-1975] El Sermón de la Montaña La tiempo blanca para nuestro mundo negro Un matrimonio en el campo

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Aquí se recoge la obra del poeta chileno Raúl Zurita entre los años 1970 y 1975, es decir, previo a su primer libro Purgatorio (1979). Algunas versiones de estos poemas han circulado por décadas con insoslayables erratas y reproduciéndose de manera casi apócrifa. Acá se cotejaron las fuentes originales, se hizo las correcciones pertinentes y de una vez por todas una bibliografía de éstos de manera fidedigna. El uso de este texto es exclusivamente para estudios sobre su obra y para el patrimonio personal, y no comercial, de sus lectores.

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    RAL ZURITA [1970-1975]

    El Sermn de la Montaa

    La tiempo blanca para nuestro mundo negro

    Un matrimonio en el campo

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    EL SERMN DE LA MONTAA

    (1971)

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    Casas de muchos pisos se recortan sobre los das de las guerras

    Ahora que las nicas certezas de las mismas piezas vacas de las

    mismas escuelas de nios son slo puertas y pjaros blancos y

    negros surgiendo entre esta igualdad de las calles amontonadas y

    de los cuartos sin vista al mar

    Cuando cualquier aviso puede asustarnos mientras que adaptado a las

    posturas del insomnio el develado jams sobrevive a la invasin

    de una Rusia que nadie conoce en la micro llena en el paradero

    hermtico

    Perdidas entre la corbata de Lenin o Vladimir Illich Ullianov y las

    matillas de la virgen helados sobre el negro pavimento de las

    calles del suburbio luego los amaneceres en una cama extraa

    y esa inquisicin del derrame la locura las camisas de

    fuerza

    Aunque por mientras nada realmente nuevo suceda t que

    caminaste ms de veinte aos con la misma flor pegada a la

    muerte y creste evitar el miedo subindote el cuello del abrigo

    las maanas de sol y el mismo vidrio pertinaz en la ventana sucia

    aunque nada suceda y las modernas teoras socioeconmicas

    donde se garantiza la futura tasa de crecimiento la

    erradicacin de la sociedad y el hambre en las grandes ciudades

    no sea hoy ms que una mujer con las piernas demasiado gordas

    Una cruz dada vueltas

    Una adolescente violada y muerta en un barrio apartado

    No hay nadie en el mundo

    Salvo unos nios rubiecitos jugando entre destruidos carromatos de la

    segunda guerra

    Salvo un exhibicionista que en las esquinas espantando a los mismos

    nios de frente de noche sabe que el ms minsculo pene pueda

    parecerse a una bomba valorada a una V2 alemana a un

    Apolo a la empuadura de un cuchillo labrada con infinita

    paciencia

    Ahora que desde el tiempo de las catacumbas se asesinan entre s

    muchos papas y reyes no los reconozco como abuelos mos pero

    que igualmente me evocan en el sueo y que igualmente se

    olvidan al regreso de nuestra larga peregrinacin a Jerusaln en

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    el cuarto amor mo el regreso de las micros y sus asientos

    rayadas sobre todos nosotros

    Yo no creo en la resurreccin de la carne

    En el perdn de los pecados

    Yo no creo en la resurreccin de la carne porque los nicos que

    resucitan siempre son la plusvala y el comercio el inters por las

    especies salvajes

    Lo nico que resucita es este dilogo con las cosas que va

    encarecindolo todo como si fuera poco el precio agregado a la

    sensacin de la cada al infinito pequeo de las cadas

    Yo no creo en la resurreccin de la carne creo en el comercio y en

    el placer equvoco de la cada de la usura desde che la diritta via

    era smaritta y donde nunca aprend nada mientras el espanto se

    cerna sobre nosotros desde las ruinas de la clase de historia

    calientes dentro de las eternas ruinas del bao o del templo de

    Minos Jess y sus palos en la diaria sonrisa matinal donde

    nunca aprenda nada de nada ni del Credo en Dios Padre

    todopoderoso ni del Proletarios de todos los Pases unos en un

    solo pecho desde las veredas orinadas hasta la marcha

    fnebre de las retretes sobre las baldosas y prostbulos con

    amplia capacidad de amor a la bolchevique o a lo cristiano

    Cuando en 1970 d.c. ningn futuro de concordias podra semejar algo

    en la uniformidad del tiempo y cuando la ciudad desprendida

    como una hoja seca de todas las noches del Gran Cansancio

    (persiste la medianoche de otra forma como si tuviramos alguna

    intimidad que confesarnos) se suicida de bruces ante sus

    vagabundos plidos que perduran a la noche esquivando los

    faroles con insignias y grandes marraquetas invisibles entre las

    manos

    Entonces (ao 1000, 2000 o 3000 a. c o d. c) ya me soaba grande y

    comunista alegre entre las futuras ruinas de una estacin de

    ferrocarriles

    Persistiendo como bajo hielo a esa costumbre del noticiario del

    teletipo ingrvido con guitarras elctricas en los controles en esos

    das en que los ngeles volaban en enormes motos negras frente

    a la puerta de mi casa y la juventud del baile y de todos los

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    gestos de Julia que ya empezaba amar a Sean Connery y que

    bailaba conmigo soaba sargentos de 10000 pistolas para volver

    a matar a los cardenales reyes que regresaran a nacer

    conmigo de puntillas ante las fotos y los retratos tararear

    una cancin volverlos al mismo destino idnticamente

    terrestre de estas calles amontonadas y de los cuartos sin vista al

    mar arriba arriba como en los grandes himnos patrios

    Como desde el fondo del hielo bailando Katiushka toda una vida

    drogados en el kiosco arriba los pobres del mundo arriba

    arriba arriba

    Mientras afuera nuevamente se empiezan a tomar Petrogrado y la

    nieve adherida a las botas de los bolcheviques se derrite entre las

    maquinarias del sueo y el Strangers in the night del cuarto

    vecino

    Qu va cantando la nieve en la bota de los bolcheviques mientras se

    derrite?

    La Internacional el America Beautiful o el Deutschland? Dulce

    patria recibe los votos de estos rostros de ahora que marcados y

    fatigados de bailes de tantos bailes van cantando el nmero

    de baldosas rotas en las veredas

    Resuenan an sobre las calles esas dudas metdicas de los difuntos

    paseando en destruidos carromatos blindados vacos de majestad

    sin creer en nada absueltos de toda respuesta en el sabotaje

    o en el suicidio

    Cuando alguien un muerto o un fantasma entre los vivos entonces

    me llamaba y yo ensucindome de partes de defunciones les

    haca seas en medio del humo de muchas batallas o motos que

    no recuerdo desacostumbrndome poco a poco al ruido de los

    pasos sobre el pavimento

    Entretanto en una vieja foto alemana la barba de Marx doblada por el

    viento me sealaba no s qu sentido de la historia

    Por qu siempre te presenta de otra forma distinta querida Julia

    en alguna de esas pginas blancas que quedan entre el Manifiesto

    Comunista y las Sagradas Escrituras?

    Cuando el destino de himnos y calles amontonadas recorra nuestro

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    Harlem fantstico de blancos y la niez premiada nos amaneca

    fuera de la historia fija de las grandes economas derrumbndose

    derrotadas sobre nuestros escritorios y desordenndonos el

    uniforme

    La swstica o los emblemas de paz sobre la camisa y tus paseos Julia

    con cadetes La Internacional el Amrica bella o el

    Deutschland bajo las curiossimas guilas garabateadas en los

    baos

    Donde los ngeles s pueden ver reflejada su imagen de pie de rodillas

    pavorosas e incorpreos donde no hay un cntimo en el bolsillo y

    donde las grandes monedas se las tragan cientos de maestros

    locos en los ltimos cajones de la metafsica

    All ya nos enseaban sin quererlo lo que seran tus futuros

    senos sin sostenes como tambin todas las posibilidades

    perdidas de un fuerte de palomas mensajeras pisoteado por

    robots-carteros

    Un da a pleno sol una noche y el hallazgo el inconsolable

    hallazgo de una puerta nueva por donde nadie se hubiese dado

    cuenta de nuestra irrupcin en el mundo

    Casas de muchos pisos perduran a travs de los gritos

    Porque siempre alguien nos esperaba para la hora de almuerzo y la

    vergenza de no haber aprendido nunca el credo nos impeda

    persignarnos mirando de frente al cordero faenado

    Dios ve

    Dios no ve ms all de sus ojos como Marx y Moiss no pueden ver a

    travs de las tablas de la ley y como Lenin no se enamor de

    ninguna de las cortesanas del zar porque no poda ver a travs de

    las sbanas

    Dios no ve porque nadie se ha confesado esta maana y son las mismas

    ganas de arrancar a la parroquia ms cercana o al retn militar

    con la risa mal disimulada al acordarnos de algn chiste de curas

    mientras la religin con la cabeza partida la cruz la cruz

    los tneles secretos se derrumban en una claridad de manteles

    sucios y desordenados sobre las ltimas tragicmicas

    oraciones de gracia

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    Como una hereja o como una pluma

    Pero es preciso seguir teniendo cuidado en todas partes hay una

    inscripcin para abrir lentamente las puertas del infierno dar

    vueltas la pgina y esperar que el almuerzo nos coma

    De todas formas dime alguien saba que yo sacaba cuentas de quines

    haban matado ms: si los alemanes o los americanos o los rusos

    (o t a quien el bombardeo de los electroshock te devolvi a los

    animales asesinados en comn) y que luego vena el hipottico

    suicidio se tiene la sangre caliente la vajilla rompindose o

    el vaso de coac vaco sobre los duendes nios dormidos

    sobre la mesa?

    Entonces ese da tuyo de infancia saludando con ramas de laurel t

    que soabas con perdurar al inconmovible rezo nocturno se

    desplomaba al primer golpe de voz de la verdadera guerra

    Cuando el mismo pasado incapaz de soportar el peso de un solo

    instante presente lo intuamos con una semejanza de miradas en

    la micro que nunca llega al cielo o en el bao de tantas historias

    de amor porque es una historia de amor amor mo ese miembro

    rayado en las paredes junto a una dedicatoria cochina y hoy casi

    ilegible

    En el bao o en la micro en cualquier parte puede ser la ceniza que

    poseo

    Recorriendo todo el devenir de pie en calzoncillos ante el

    urinario hermosos como una Amrica invertida ciegos y

    sin poder encontrar la toalla temiendo de los que fueron

    hasta el confesor ms cercano y volvieron sin una sombra en los

    ojos he ah el pasado sin una sombra en los ojos

    Tal vez el mismo da que nos mancharon la cara de amor desde el

    Capitolio amor o desde los manicomios sin perder jams el

    hbito del pnico ni de las grandes ilusiones psicpatas del

    condenado

    A lo mejor estudiando aburridsimas lecciones de Historia Sagrada en

    el cuarto a media luz como en pleno 1970 aullando aullando

    estudiando la internacional a media luz frente a la comisara

    Quizs en ese cielo donde las modernas cartomancias no hablan de un

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    zar y un Lenin del brazo de un capelln con los libros

    apcrifos de un judo y un nazi con la estrella de David en el

    pecho

    Detrs se abren las puertas

    Por m se va a la ciudad doliente

    Por m se va a el eterno dolor

    Por m se va tras la perdida gente:

    Tras el desage

    Tras la ascensin sin himnos de un ejrcito en busca de sus baos

    Entonces toda esa fidelidad del pasado a sus causas de alguna forma

    rescatadas se asoma en puntillas a la cerveza diaria a la

    soledad bebida de a poco en los cafs

    Invadiendo ininterrumpidamente la misma Rusia que nadie conoce en

    la micro llena se muere de fro e igualmente buscando

    esos comunistas diarios congelados bajo el pavimento carcomido

    de los suburbios

    Porque a lo mejor esa mujercita sola comprando sandas en la feria

    all debe estar cantando un esclavo liberto estaba ya descrita en

    alguna crnica de guerra perdida o en la carta que an

    permanece en la chaqueta del soldado muerto bajo el hielo del

    ltimo verano en Siberia

    Como si fuera poca toda la nieve que ha cado en Rusia como si

    fueran pocas todas las medallas que caen sobre las estepas

    destruidas

    Luis Muoz Fernndez Robinson Cabrera compaeritos mos

    de colegio en la geografa de Chile a 4.600 km. de longitud y en el

    fracaso del amor detrs del mapa

    Cmo avisar que los mismos instructores todava me persiguen para

    interrogarme de nuevo por esa respuesta equivocada de la niez

    y t qu podas saber de respuestas compaero mo de colegio si

    tu casa se estremece con la masturbacin de los hombres de la

    calle y los que nos aguardaban para la hora de almuerzo estudian

    de nuevo en una revista de historietas la Toma de la

    Bastilla o las ltimas batallas sobre Rusia perdidos en la

    transparencia hipcrita del agua de la sangre perdidos en

    las flores de papel de todos los muertos

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    Porque por ms que algunas sientan fro en las morgues y siempre

    devenga la reconstitucin de la escena con banderas rojas o

    banderas negras igualmente el tamborilero redobla sus

    llamadas y los mismo ejrcitos se juntan en las mismas guerras

    disueltos y enredados entre el humo

    El padre de un amigo mo solloz sobre los diarios en el Juzgado

    Caen caen caen bombas los locos cantan y cantan en

    los manicomios y como si fuera poca toda la nieve que ha cado

    en Rusia un centenar de cruces pasa en vuelo rasante y

    bombardean Mosc sobre mis libros

    Caen caen caen bombas dentro de una larga Biblia sin

    brazos sin fotos de Marx Mao Tse-Tung o los bellos Ducces

    modernos

    Donde nunca bombardean Pearl Harbor y no hay ningn muerto no

    hay ningn muerto en ese acorazado an ms grande hundido

    por un golpe de jabn en mi tina de bao (1943 d.c)

    Los antidiluvianos conocan otro tipo de mquinas voladoras y el

    Consejo Superior de la Universidad puede destinar fondos para

    nuevos laboratorios de aerodinmica

    En esa guerra an no comenzada de los ires y venires donde no hay

    ninguna Cmara Real que custodiar ningn Secretario de Estado

    enloquecido por la sfilis ninguna maestra virgen esperando

    entre los tesoros

    Y as son los aviones el centro de las sirenas enloqueciendo a los

    submarinos cero grado a estribor la sfilis

    El ruido de las bisagras como alarmas antiareas para esconderse en

    algn bao leyendo revistas y masturbarse como los santos entre

    la vagina de Dios

    As te amaba amor mo asesinada entre lo que fue y por qu fue

    As te amaba con un nmero de cinco cifras marcadas en el brazo al

    modo de los judos de los campos de concentracin con el

    rostro negro de los obreros del carbn en Inglaterra de la

    Revolucin Industrial

    de 1830 o el hermano muerto en el desastre de los bolcheviques

    por el ao 1905 con el rostro de todas las marchas de hambre en

    el mundo Berkeley 1969

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    As te amaba a ti que de los hornos crematorios todava mantienes esa

    pureza dramtica de cenizas

    La infancia y sus collares de flores que corriendo corriendo va a

    terminar a los incineradores modernos aunque sean ya viejos de

    esta tierra a esas cmaras donde un pelo liso y rubio

    entona con un pelo negro y rizado el himno completo de la

    fraternidad entre las razas

    Arriba los pobres del mundo

    Arriba arriba a la nieve que sigue y sigue cayendo en Rusia

    Algn da moriremos sobre los retratos de los que nunca fueron mis

    padres pero cuyos enormes mantos tapan los hermosos das que

    nos habran esperado juntos amor mo del otro lado del destino

    de los trenes del otro lado de la Comunin de los domingos

    Los santos pasan volando a tu lado y no los puedes reconocer

    Nada puedes haber visto en los vitrales de las Grandes Iglesias del

    Espritu donde el comercio de las sagradas escrituras empieza su

    larga peregrinacin hasta el precio del medio litro de vino para la

    misa dominical

    La plusvala y el comercio han herido el camino de los judos y no hay

    un templo en Santiago que no pague su precio en oro a los

    constructores franceses

    Han condenado mucha gente que todava fabrica telares en el Per y

    en Bolivia y oficinas y las gerencias tienen alfombras ms finas

    que el Manto de Jess que era el Rey de los Judos

    No me he confesado la toga y el velo deben seguir en el mismo lugar

    de inscripciones sacras pero la extremauncin no es cosa de

    dlares o de vuelos ms o vuelos menos sobre Rusia

    La Extremauncin en la sonrisa de moribundo y las aves de rapia

    que graznan largamente sobre los cementerios donde fallecen las

    bellas maanas de sol en la iglesia el INRI de otro falso

    Rey de los Judos vuelto a crucificar en el Viernes Santo de la

    capillas aldeanas

    Hay una capilla ardiente sobre la nieve de Rusia donde los magos

    podran leer si quisieran:

    BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPRITU PORQUE

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    DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS

    BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZN PORQUE

    ELLOS VERN A DIOS

    Parfrasis de la mayora de los textos santos: una primavera con El

    Capital de Santiago de Chile

    Aproximaciones intiles en unos cuantos smbolos gastados de

    muchas ideologas que nos asaltan entre las micros y una ltima

    comparacin de esa frase que ya realmente nada importa:

    Creo en Dios Padre Todopoderoso o Todopoderoso ya no creo en Dios

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    LA TIEMPO BLANCA

    PARA NUESTRO MUNDO NEGRO (1972)

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    I

    Todos cabeza abajo oh mortales

    las enormes pupilas de esa mujer

    y los pequeos orificios en las murallas

    las pupilas se achican y se achican

    y los enormes orificios se dan vuelta

    los gallos cantan a1 revs

    Amanece el Sol Negro de Nerval

    II

    Haba una vez un gran amor que balaba

    solo y triste en la montaa

    III

    El amor te mira de frente

    yo no s lo qu es el amor

    curiosamente nos gastamos

    y me rompo la cabeza

    contra un crista1 empaado

    IV

    Cudate de que el amor no te consuma

    yo te pregunto repetidamente

    por los gatos y sus siete vidas

    mallo, mallo ronroneando sobre las finas garras

    donde las siete vidas

    dejan escapar una del pulso de la mueca

  • 14

    V

    Jovencita plida te he mirado de reojo

    viaj por muchas partes y descubr tu juego

    no ves cmo estn cayendo los naipes

    princesa de baraja

    Solitaria mujercita en una pieza de farndula

    donde jugu mi ltimo as podrido

    se que te desbarat la escala real

    rompiendo el mazo arreglado

    mientras te sacabas la ropa

    VI

    Ms plida que las velas los ngeles

    o los muertos

    regresaba a su casa la mujer de Faustino

    VII

    Esas manchas de sangre en las sbanas

    somos el calvario de Cristo somos tu sangre

    somos tus solteras que mucho te aman

    VIII

    Las monjas son viudas que se visten de negro

    por il suo signoro legtimo

  • 15

    IX

    Yo soy el catlico pienso- el soltero

    Yo he tiznado de negro

    a las monjas y a los curas

    pero ellos me levantan sus sotanas

    debajo sus ropas son blancas:

    Ven, somos las antiguas novias -me dicen

    X

    La verdadera santidad comienza

    en la absoluta abstinencia sexual

    Mas el verdadero luciferismo

    es seguir manteniendo la absoluta abstinencia

    a pesar de las once cpulas diarias

    XI

    Sentados en un excusado

    estamos tan solos en los excusados

    mir hacia el techo

    entonces empec a limpiar las paredes y el piso

    el bidet y el mismo excusado

    Afuera el cielo era tan, tan hermoso

    XII

    A pesar de las miradas compasivas y los guardas

  • 16

    me he quemado muchas veces los dedos

    desde que encend ese ltimo cigarro

    y te vi aparecer como la virgen

    envuelta en las llamas del fsforo consumido

    XIII

    Les aseguro que no estoy loco Cranme

    puede s que el cielo me ponga un poco nervioso

    Es que hoy iba a rayar obscenidades en un bao

    y vi algo como un ngel -eso es todo

    Escribe Dios y virgensantsima me orden

    XIV

    En los inmundos baos

    y en las altas catedrales

    hablan del xtasis en las paredes

    Soy el hombre -respondo

    De Tu Sagrado Vientre Jess

    me replican las paredes

    XV

    En la angosta cama desvencijada

    desvelado toda la noche

    como una vela apagada vuelta a encender

    cre ver a Buddha cuatro veces,

    sent a mi lado el jadeo de una mujer

    pero Buddha eran los a1mohadones

  • 17

    y la mujer est durmiendo el sueo eterno

    XVI

    Sueo fnebre: Quin eres t

    mujer que me pares para adentro?

    XVII

    Los curas tambin son viudos

    pero de una mujer que en verdad

    nunca han tenido y que igualmente

    sala con otros

    XVIII

    La soledad es otra viuda que nos quiere mucho:

    viuda mortis sin pacce

    XIX

    La Masturbacin

    la masturbacin est indefensa

    no tiene remedios

    y piensa en los delicados poemas de Lao Ts

  • 18

    XX

    Dime placer solitario

    dime qu ser de tu terca esperanza

    XXI

    OBSCENIDAD:

    Obscenidad de las aguas transparentes

    y de los viriles cactus en el desierto

    XXII

    A veces pensaba que era la iglesia

    la juventud de mi estatura

    pero no;

    es el paraguas de Cristo

    XXIII

    Tapada de pies a cabeza yo soy la monja

    de luto y querra que me desnudaran

    pero esos viudos me hacen llorar a gritos

    y siempre termino por pensar en la muerte

    XXIV

    Asceta de m mismo Asceta de ti mismo

    furibundo furioso arrugado a los 20 aos.

  • 19

    Maldoror de m mismo

    Yo Soy el que Soy

    El demonio me golpea en la cabeza

    con un palo de ceniza

    XXV

    Otello de m mismo

    he vivido celndome

    XXVI

    LAS IGLESIAS ESTAN APUNTANDO AL CIELO

    cudense dioses y ngeles

    transentes tpense la cabeza

    porque las iglesias

    estn apuntando al cielo

    XXVII

    Extraviado del camino a1 cielo

    errabundo en una populosa ciudad

    mirndole las pupilas a los nios

    el ngel se preguntaba:

    Quin dijo que el mundo no tiene manchas?

    El mundo es blanco como el espritu santo

    Qu son entonces esas minsculas manchitas negras?

    Quin dijo que el mundo no tiene manchas?

  • 20

    XXVIII

    En verdad, el poema anterior lo so

    en el sueo yo lea un libro de Borges

    donde estaban escritos esos versos

    eran algo as -si el despertar

    no me ha extraviado como siempre

    En todo caso Borges escribi ese poema

    dentro del sueo de un poeta de 20 aos

    Borges que suea que conoce sus libros

    escritos dentro de los sueos de los otros.

  • 21

    UN MATRIMONIO EN EL CAMPO

    (1975)

  • 22

    reas Verdes

  • 23

    NO EL INMENSO YACER DE LA VACA

    bajo las estrellas su cabeza pasta sobre el

    campo su cola silba en el aire su mugido

    no osa turbar la grandeza solemne de su silencio

  • 24

    Quines han notado los vastos espacios incoloros ?

    I. Quines han notado los vastos espacios incoloros

    donde las vacas huyendo desaparecen

    reunidas mugientes delante de ellos?

    II. No hay domingos para la vaca:

    solitaria despierta en un espacio vaco

    babeante gorda sobre esos pastos imaginarios

  • 25

    Las haba visto pastando en el radiante ?

    I. Algunas vacas se perdieron en la lgica

    II. Otras huyeron por un sub-espacio

    donde solamente existen biologas

    III. Esas otras finalmente vienen vagando

    desde hace como un milln de aos

    pero no podrn ser nunca vistas por sus vaqueros

    pues viven en las geometras no euclideanas

  • 26

    Comprended las fnebres manchas de la vaca

    los vaqueros

    lloran frente a esos nichos

    I. Esta vaca es una insoluble paradoja

    pernocta bajo las estrellas

    pero se alimenta de logos

    y sus manchas finitas son smbolos

    II. Esa en cambio odia los colores:

    se fue a pastar a un tiempo

    donde el nico color que existe es el negro

    Ahora los vaqueros no saben qu hacer con esa vaca

    pues sus manchas no son otra cosa

    que la misma sombra de sus perseguidores

  • 27

    Oh el increble acoso de la vaca

    La muerte

    no turba su mirada

    I. Sus manchas finalmente

    van a perderse en otros mundos

    II. Esa vaca muge pero se morir y -su mugido ser

    "Eli Eli / lamma sabacthani" para que el

    vaquero le d un lanzazo en el costado y esa

    lanza llegue al mas all

    III. Saba Ud. que las manchas de esas vacas quedarn

    vacas y que los vaqueros estarn entonces

    en el otro mundo videntes laceando en esos

    hoyos malditos ?

  • 28

    Saba Ud. algo de las verdes reas regidas ?

    Sabia Ud. algo de las verdes reas regidas por los vaqueros y las

    blancas reas no regidas que las vacas huyendo dejan compactas

    cerradas detrs de ellas ?

    I. Esa rea verde regida se intersecta

    con la primera rea blanca no regida

    II. Ese cruce de reas verdes y blancas se intersecta

    con la segunda rea blanca no regida

    III. Las reas verde regidas y las blancas reas no

    regidas se siguen intersectando hasta acabarse las

    reas blancas no regidas

    Saba Ud. que ya sin reas que se intersecten comienzan a cruzarse

    todos los smbolos entre s y que es Ud. ahora el rea blanca que las

    vacas huyendo dejan a merced del rea del ms all de Ud. verde

    regida por los mismos vaqueros locos ?

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    Quin dara algo por esas auras manchadas ?

    Quin dara algo por esas auras manchadas que las vacas

    mugiendo dejan libres en los blancos espacios no regidos

    de la muerte de sus perseguidores?

    I. La fuga de esas vacas es en la muerte no regida

    del vaquero por eso no mugen y son simblicas

    II. Iluminadas en la muerte de sus perseguidores

    Agrupando smbolos

    III. Retornando de esos blancos espacios no regidos

    a travs de los blancos espacios de la muerte

    de Ud. que est loco al revs delante de ellas

    Dara Ud. algo por esas azules auras que las vacas mugiendo dejan

    libres cerradas y donde Ud. est en su propio ms all muerto

    imaginario regresando de esas persecuciones ?

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    EPILOGO

    Hoy laceamos este animal imaginario

    que correteaba por el color blanco

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    Te lo digo todo

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    PROCEDENCIA DE LOS TEXTOS

    El Sermn de la Montaa apareci en el primer nmero de la revista

    Quijada de las Ediciones Universidad Tcnica Federico Santa Mara,

    Valparaso, 1971. Luego se public como libro por la editorial Cuneta,

    coleccin Ouroboros, en Santiago el ao 2011 con prlogo de Magda

    Seplveda Eriz.

    La tiempo blanca para nuestro mundo negro apareci originalmente

    en la antologa Nueva poesa joven de Chile de Martn Micharvegas

    publicada en Buenos Aires, editorial No, en 1972. Se reproduce luego

    en otra antologa, Entre la lluvia y el arcoris de Soledad Bianchi

    publicada en Rotterdam por Ediciones del Instituto para el Nuevo

    Chile, 1983.

    Un matrimonio en el campo se compone de reas verdes y Te lo

    digo todo. La primera aparece en la revista Chillkatn del Instituto

    chileno-francs en Valparaso bajo el nombre genrico de All lejos

    el ao 1973. Luego ambas partes fueron publicadas en el nico nmero

    de la revista Manuscritos del Departamento de Estudios Humansticos

    de la Universidad de Chile el ao 1975. La segunda de ellas es una

    visualizacin a cargo de Ronald Kay.

    Nota: En Qu es el Paraso? Antologa de Ral Zurita (Santiago:

    Tcitas, 2013) a cargo de Rafael Rubio aparece una versin de El

    Sermn de la Montaa con algunas erratas; La tiempo blanca para

    nuestro mundo negro, incompleto y la versin de Un matrimonio en

    el campo no es fiel a la edicin original.