-Contexto Social, Eclesial y Teológico de Turín- Vida y espíritu del convictorio
- Conclusión.
El convictorio eclesiástico y DON BOSCO
1841-1844Capítulo XIII
El Convictorio Eclesiástico de SanFrancisco de Asís, fue fundado
por Don Fortunato Guala y Don Lanteri, quienes se preocuparon por la reforma de la Teología, la Práctica Pastoral y la Formación del
Clero. El objetivo de esta Institución fue la defensa de la Fe y de la Iglesia. Comenzó a
funcionar en el año académico 1917-1918, con una docena de sacerdotes matriculados.
El lugar no ofrecía comodidades aún después de su restauración, y estaba ubicado en la tercera
planta del antiguo convento de San Francisco de Asís.
La existencia del Convictorio se debe a la escasez de sacerdotes bien formados para servir a la Iglesia, la
dificultad de los jóvenes sacerdotes para obtener dicha formación, debido a la falta de oportunidades y de
recursos.El Convictorio tuvo etapas de éxito y también de declive.
Los eslabones principales son: Juan Bosco discípulo de Cafasso, éste discípulo de Guala, Guala de Lanteri, éste
de Diessbach y éste de la Compañía de Jesús.
CONTEXTOPara inscribirse en el Convictorio
se pedía independencia y extraordinaria fortaleza de ánimo, porque los estudiantes eran mirados con baja estima y
sospechoso resentimiento por los sacerdotes que no estaban de acuerdo con lo que se enseñaba
en esta institución. A pesar de esto el Convictorio hizo notables progresos, y se cuenta que en
tiempos de D. Bosco eran 60 matriculados. El Convictorio se constituyó en una fuerza
importante en la iglesia de Turín.
• Con la muerte de Don Guala
asumió el rectorado Don Cafasso,
quien dirigió esta Institución de
forma segura durante el período
turbulento de la revolución liberal, consiguió nuevos
patrocinadores, dio autoridad y prestigio a su
programa con su enseñanza y su santidad.
• Gran número de sacerdotes tomaron una fuerza
renovadora en la pastoral y de entre ellos salieron
quienes optaron por nuevos apostolados,
especialmente por los jóvenes.
• A este período de oro, también le sucede el período
de declive.
Se cierra el convictorio por orden de Monseñor
Gastaldi, quien tuvo dificultades con Don Bosco.
•A la muerte de Don Cafasso le sucede Don Bertagna,
gran amigo y colaborador de Don Bosco. En 1876
éste fue relevado de todas sus funciones en el
Convictorio, este hecho causó división porque unos
sacerdotes estaban a favor y otros en contra de las
ideas de Monseñor Gastaldi, que insistía en la
potestad del magisterio del Obispo.
Monseñor Gastaldi, llevo al seminario a todos los
sacerdotes del
Convictorio y él mismo se hizo cargo de las clases.
Esta situación provoco descontento en algunos
sacerdotes, Monseñor se dio cuenta que era
contraproducente adoptar una posición drástica y
conservadora, por lo cual solicita a Dn. Allamano
dirigir el Convictorio con una nueva perspectiva.
Don Allamano aceptó sin renunciar a su libertad y a
sus convicciones personales. Este sacerdote llegó a
ser una fuerza unificadora y sanadora del Convictorio
y de la Iglesia de Turín.
Socialmente nos situamos en una época de revueltas, de
masonería, problemas sociales y económicos producidos por la migración masiva de
campesinos y la incipiente industrialización.
Período turbulento de la revolución liberal de luchas, confrontaciones y sospechas. Es el tiempo de la
restauración, después de las experiencias negativas de la Revolución Francesa.
En la práctica pastoral prevalecían las tendencias rigoristas, en
eclesiología propugnaban tesis en contra de la infalibilidad del Papa y
en Teología moral la enseñanza impartida era probabiliorista. Los Jesuitas militaban contra las
tendencias jansenistas y galicanas, postura que les llevó a la expulsión y supresión oficial de la compañía en 1773, bajo la administración de Clemente XIV, a pesar de esto,
en Turín perduraron sus actividades y su influencia.
El Convictorio Eclesiástico
En el Convictorio los santos protectores
propuestos como modelos destacados para
los sacerdotes eran: San Francisco de Sales,
San Carlos Borromeo, San Alfonso María de
Ligorio y el Beato Sebastián Valfré.
El Convictorio era una instancia para
abordar los problemas de la falta de espíritu
sacerdotal, de confesores expertos y de
predicadores que el pueblo necesitaba.
En el reglamento del Convictorio se detalla
el horario, recomendaciones referentes a las
relaciones comunitarias y a la conducta
personal. En la forma de vestir, actuar,
caminar, hablar y en todo lo demás los
sacerdotes deben mostrar seriedad,
autocontrol y espíritu religioso.
El año iniciaba el 1 de noviembre hasta Julio,
mes que realizaban los Ejercicios Espirituales.
Don Bosco en el Convictorio 1841-1842
Ingresa el 3 de Noviembre de 1841 para el período
académico de 8 meses, y después 4 meses de
vacaciones.
Cómo se las arregló Don Bosco para pagar las 30
liras por mes y 240 liras por los 8 meses?
1
841-1842= 72 liras, 168 por pagar
1
842-1843= 96 liras, 144 por pagar
1
843-1844= 173 liras, 67 por pagar
Cómo conseguía la diferencia?
Allí estaba la Divina
Providencia a través de
Dn. Guala y Dn. Cafasso para ayudarlo como
lo habían hecho en el Seminario. En el tercer
año D. Bosco actuó como Tutor bajo la guía de
Don Cafasso. Siguió el programa regular, bajo
las orientaciones de Dn. Cafasso comenzó a
participar en diferentes actividades
pastorales, que dieron lugar a su
“descubrimiento” de los jóvenes en situación
de riesgo y a su voluntad de ayudarlos de
alguna manera.
En sus visitas pastorales a las prisiones se
sintió
conmocionado por la degradación de los jóvenes
e ideó un plan de ayuda, siempre con el visto
bueno de su director espiritual Don Cafasso.
Don Bosco en el Convictorio 1842 -
1843
Después de los exámenes y ejercicios
espirituales, Don Bosco se quedó a cuidar de
su oratorio.
En este año el arzobispo Fransoni designa a
Don Bosco como ayudante de Don Comollo,
párroco de Cinzano, para lo cual obtuvo
facultades y licencias temporales para oír
confesiones un año antes de lo usual, previo
examen con Don Guala y Don Cafasso.
Don Bosco en el Convictorio 1843 - 1844
En este año atendía a sus funciones de tutor, los domingos a su oratorio y estuvo muy
empeñado con el ministerio de la predicación y las confesiones.
Terminado este año debía decidirse por algún
tipo concreto de ministerio, sintió nuevamente
la crisis porque le volvió la idea de entrar en
una congregación religiosa, nuevamente
interviene Don Cafasso que muy seguro le dice
“Olvídese de hacerse religioso, siga su labor
entre los jóvenes, esta es la voluntad de Dios”.
Don Bosco ya había descubierto a los pobres y
abandonados, había comenzado su oratorio,
pero tal vez no había llegado a una claridad
vocacional.
Don Cafasso le prepara el trabajo de capellán
del pequeño hospital de la Marquesa Barollo,
con el teólogo Borel, mientras tanto Dios le dirá
lo que tiene que hacer por la juventud.
Don Cafasso como Maestro Espiritual
Don Bosco dejó el Convictorio entre el 13 ó 20 de
Octubre de 1844.
El traslado al hogar para niñas parecía hacer inevitable
la disolución del oratorio, y aunque Don Borel propuso
una salida, los temores de Don Bosco no fueron fáciles
de disipar, es en esta situación de angustia cuando
tuvo otra vez el sueño de la vocación, apéndice del
sueño de I Becchi.
La experiencia de Don Bosco bajo la
guía de Don Cafasso fue nueva y
relevante.
Encuentra en él un padre bueno y la
orientación segura que necesitaba para
alcanzar la madurez humana, lo ayudó a
conquistar la madurez teológica y la
madurez vocacional para hacer una
opción definitiva por la categoría de
jóvenes a los que personalmente se
sentía llamado.
Don Cafasso vivió con Don Bosco la
experiencia de una verdadera y continua
dirección espiritual.
CONCLUSIÓN
Don Bosco escribe:
en nuestros seminarios sólo se estudia el
dogma especulativo, de moral sólo se analizan
las cuestiones controvertidas, en el Convictorio
se aprende a ser Sacerdote.
Don Clemente Marchisio dice: …salí del
Convictorio una persona cambiada, porque me
había dado cuenta de la grandeza del
sacerdocio, gracias a la orientación que nos
daban a todos y por el asesoramiento de Don
Cafasso y del personal que nos acompañaba.
Don Bosco alcanzó la madurez espiritual,
basada
en el amor de Dios y en la
caridad pastoral hacia el prójimo, fundamento
de la espiritualidad salesiana, incorporada más
tarde en las constituciones y herencia que deja
a sus hijos. El Convictorio y sus alumnos fueron
ejemplo de una postura conservadora,
opuestos a los cambios revolucionarios,
defensores de la infalibilidad del Papa y su
poder temporal. Desde esta óptica se entiende
el amor de Don Bosco por el Sucesor de Pedro.
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