FFaacccciioonneess
PPoorrooss aapprrooxxiimmaattiivvooss
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LLaa iinneerrcciiaa
DDee uunn pprreettéérriittoo
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JJuuaann CCaarrllooss AAgguuiilleerraa AAqqüüii
R. Stevenson. “Los Clásicos según Fontanarrosa”
…
… 2 LOCARIO DE DIVULGACIÓN. SI QUIERES PUBLICAR EN ESTAS PÁGINAS BUSCA A MILKA GARCÍA, VERÓNICA LUZARDO O ENVÍA UN PAR DE TUS TEXTOS A: [email protected]. MARÍA ESCALANTE: FOTOCOPIADORA OFICIAL. GRACIAS A LA DIRECTORA DEL IILL.
TORTUGAS Y CRONOPIOS Ahora pasa que las tortugas son grandes
admiradoras de la velocidad, como es natural.
Las esperanzas lo saben, y no se preocupan.
Los famas lo saben, y se burlan. Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de
tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una
golondrina. Julio Cortázar
Milka García. Martín, abrió lentamente sus pequeñas manos. Admirado, en una gota de rocío, pudo descubrir el mundo.
Soy signo
por natura,
arbitrariedad mi condición.
De los que se poetizan
Para dejarse interpretar
En silencio,
Esos que descansan
Bajo la letra
Mayúscula.
De los que se recrean En cada palabra;
En una coma
Soy madre,
En un punto y aparte
Como Dios.
ZV
Qué eres tú sino magma del trópico
que corre presuroso hacia mí
Yo, témpano del sur
que no ha descubierto su fuego
Mi magma también saldrá de adentro
por fuera duro hielo aún persiste
Elohim
activa tu fuego-espíritu en mí
Aquí en mi tierra aún hay mucho frío
mucho hielo por derretirse.
Salix, antiguamente: S. S.
Soy la espesura del azul
el susurro de la brisa nocturna
Soy la imagen de lo que fui
el recuerdo que se perdió
Soy el ahora y el mañana, tal vez
La tinta borrosa en el papel.
Soy el sentido de lo que es en vano
y lo fugaz de lo permanente
Una mariposa sin alas
Una ninfa envejecida
Soy un espejo sin reflejo
Abigail
EL OLVIDO No hay pastilla para el alivio de esta promiscua enfermedad terminal.
No hay medicamentos. No hay recetas.
No hay especialistas en la materia. Nadie ha sobrevivido a ella.
Todo el mundo muere en la impaciencia. Unos ni intentan. Otros esperan…
Yo aquí me quedo, esperando los siete años que vendrán sin ti,
Los que tengo que esperar, En esta, mi etapa terminal… el olvido.
La flor de metal
06/2009
REFUGIO DE LUZ 2
FRUTA MADURA
TU BOCA
MI HAMBRE DE SIGLOS
QUE ALIVIA
TU BOCA
Rossana Marín
DECÁLOGO DEL ESCRITOR Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre. Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la
posteridad siempre hace justicia. Tercero.
En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito". Cuarto.
Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.
Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y
de noche. Sexto.
Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como
Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy. Séptimo.
No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se
entristezcan. Octavo.
Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.
Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda.
En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor. Décimo.
Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás
que ser más inteligente que él. Undécimo.
No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.
Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el
supermercado. El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes
diez.
Augusto Monterroso
EEll ddoolloorr eexxiiggee
GGoottaa aa ggoottaa
HHooyy,,
UUnnaa vveerrddaadd
LLaa eesscceennaa ddeell ttaannggoo
EEnn aaqquueellllooss llaabbiiooss
EEss lleecccciióónn aapprreennddiiddaa..
EEnnvvííaammee ppeeggaammeennttoo
YY uunnaass ggaaffaass oossccuurraass,,
AAuunnqquuee eell ddoolloorr eess
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CCoommoo gguueerrrreerroo qquuee ssooyy..
-- .. --
DDuueerrmmee uunn ppooccoo
TTaannggoo pprrooffuunnddoo
PPoorrqquuee
TTee nneecceessiittoo..
JJeessúúss RRooddrríígguueezz
Sore
¡Está bien! Son tus palabras,
Riman al son del atardecer,
Se degradan al oscurecer de las
nubes de tus dulces labios,
Pero un deslumbrar… un arcoíris
de sentimientos que se va
formando entre el roce de tu
dulce brisa con la quebradiza
arena compactadas por las gotas
que se resbalan del sauce
enmarañado… cae la noche… la
luna renace blanca y hermosa
como tus acarameladas manos
y me vuelves diciéndome
¡Está bien!
Sarone
LIBRE ERES
FELIZ
PRESA SOY
YO TU
LIBERTAD
MARSOLESCA
SSii ppuuddiieerraa eelleeggiirr
nnoo eessttaarrííaa aaqquuíí,,
eenn eessttee bbaarrccoo ddee lleettrraass iinnccoonncclluussaass
hhuunnddiiddaass
bbaajjoo eell ssiilleenncciiaammiieennttoo ddee qquuiieenneess nnooss tteemmeenn..
SSii ppuuddiieerraa eelleeggiirr
mmaarraavviilllloossaa ppootteessttaadd
ppaassaarrííaa mmii ttiieemmppoo
ssiimmpplleemmeennttee ssiieennddoo..
MMaayyllii QQuuiinntteerroo
Despojada de cólera, escribo estas líneas que
mancillan el cuaderno de mi memoria. Vasto océano de alegrías y decepciones.
Sin más qué decir, me alojo en el olvido.
VR (Anteriormente Victoria
Reyes)
Rimador, s.
Poeta
considerado
con
indiferencia
o falta de
estima.
Ambrose
Bierce
Vuelto este temblor -epicentro entrañas-
Me defino: Fumarola adormecida:
Ansiedad
Milka García
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