i *
A 1
ÎV''*fci;i
'ü 'I l
( A )
i ^ g U i t )
> 1 3 é í ‘ Í Ú ' t 3 )
^ X ’)i G ^ . ñ O
e i « i ô M G <- * >
^ • I S ¿ > 1 ® I '2 '2 > x ( & 3
j ^ î ^ a ^ ^ ê C ' c ^ " )
^ & 3 O O ^ M i s )
À ' n ù ì 1 2 o ¿ c ^ )
^ ; î 1 < ê s i i » < a í ’ - í f )
^ 2 S 0 3 Î S 2 &
i ¿ i ¿>3 c - ^ i ) :
3 i o ¿ c - í< * 0
6 i s a c -^ s j)
' l ' « ¿ > C J fc )
^ ■ li G S 2 , S 1 3 O V
G i ô s C ^ î 3
■ ‘ l à C & i k ’ i 'H S V C '2 ^ '>
i J.W% I 9^¡ W '- i J f '
'■■''■-< . 't ' 'J ''• ', '■’-' '.i ■')’ i'â4s*i
-A «,
: f  . ^ •S«-;-,:,? Í
i L c i ^ x A - . .
m -
■i
■■ '? :•
j í ' ; í c •].•'í«^
- ’r.-
; ; 1 . .
w . , ?•
> * ; # • .
'I*
•V
• f f : ? - :■'- •Â ÿ
■. . ‘.-íL'v • . >
' ■ . : ■ _ ■ ,v ig ü í Ut' írT LÀ. 'i-o }‘ :- ir.f>. ú’v'íVíW-
t i t ; . u .
n; j; I t i p ii.’ ;'vnií^;»ij»U/tí:;v: jucmÍfícimMj.:!» .
.■”-ÍÍ < r-ie r>.‘' d i r . ' o u d í i ii<» r.wúí?H< n-. q-?r íí-i ï :; . *,
! Íi;...- ’■•: í ' •'•. ¡ ■•... tuhifl.tiu» d ct'.r:«;«::* ;-M' r. .ácHtíd»i‘ni*a tíístli:
- « h. '-.’«.'.'í voiÍjí'j;_ iíí '& '»i^uiiklóourf^síií. ;;í/ ííí-Íií,vfr. c - ''v í^ ,,
.: ... í l /
.>■ %■ ■ - ,
. . ,H ■'••r *: ••• ••i-í
, . ...«í- . ••■ .ti-'. . '-I . • /Ji '- ' é \ . . V ,- ■ ^ ^
. * - . * ' "■ .. :-■ .
- ■ - t ' - y \ - ' ' r r ' / m
- -.'. mi-' . ' -iS' .r;,,
. '*.1 ",'.n '- í '•■
»
)
UN CUENTO DE CUENTOS,
A LOS SEÑORES
CONCISO , CONCISIN Y CONCISON,
r Á TO D A L A G A V IL L A
V E CONCISORES,
C C R A Z O N T E L A L M A S £ I .A K A C IO R .
POR
F. P.
A LIC A N T E .
EN" L A O f i c i n a d ® n i c o l a s c a r d a t a l a e h i j o s .
,fr.0 T / i 3 U '3 . , 3 í l ^
*■* ^*''■ - \
/ e a ' i í o w n e 5 0 J A
tî¿:oslfX'î^í:> jf' Oì-ì ì c : »", '• .il«
■ ÁSdVnX> A AUOT í’«? ' ■ •• ^ :*r ■--
Al
.%0j0Ar. Aij^-rí -i/.tA vosi^íuto .
¥
.t
r ß n
M -:■:
J9 .
Vf-
A'gd.
;h*í >i a 'í í j ^
»TAO í 4 acr»r»f aa
PROLOGO.
a blo , porqut ya no se putde eaUar in condtncia'.
estrivo ast ta l q u a l , p a ra excitar á otros que escriven mejor : no soi p a r a mas. Y " 'voi d mis cuentos , que son m ufhos, y m todos eortos.
Cuento I ? JE/ Perrito,
Junto a mi lugar se cometió uq cruelísimo asesinato, y no se hubiera sabido del agresor, sí un perrito no h u biera indicado pronto e l cadaver enterrado á bastante profundidad.
Lectores : y o no soy mas que un Perrito.
Cuento 2? E l Lob».
O í en cierto valle un confuso ruido de gritos de pastores, ladridos de perros , balidos de ovejas y ahu- ílidos de Lobos. Parecerá increíble lo que voy á decir A l otro dia tubo el Lobo la avilantez de querer persuadir que los pastores y los perros alborotaban el mundo. y salieron muchísimos animales ea su defensa, á-bien que
todos eran de rapiña. ¡
Cuento 3? O tra 'vez el Loho^
Pues el mismo mismísimo Lobo tuvo la dignación de proponer á las ovejas un. ventajoso tratado de paz.
-4 , .C á3 - ' . Í 0 ' porque decía el buen 'VLnvtn ilh : Crhdm e os soy verd a dero amigo , Oí lo juro j)or las hermosas quexadas d e l
H adam os ^ aces^ ^ d fu era pastores y holgazanes^ que os con'sümen\eY y i q i i i i m o ' . ' sé'-parece ai grande interés que muchps’-'sé toman 'en descargar al' pué* bio del' grávamen de ihntoí cflerjgó's y Frayles gente üciosa, meros consumidores...... ’ ‘
Cuento 4? L o s Cuervos.
M ira mira Juanttò mè aecia el C ura una tardeunos, cuervos en aquel campo ? Pues carne hai
allV sin ' duda/Tártíbíe'ñ veo , ' dixe y o , 'otitis'pajaVitos.isio importa'/4‘epjicó fel C ura ; * p¿ró 'dónBe hai tuervos
-«.iq i ;/ ; . . • ,t. •hai carne : donde no nai iTa'rne no hai cuervos.
¡Caspita con mi Sr. C u ra! Corta fue la lección ; pero á fé que níe ha ‘valitíó-' por' muclíos libros; Y*o no se teología ni historia piccosa que lo parezca; pero quanda oigo disputar sobre ^rhíft-eriís en q ü e ‘’púede interesar esta picara carne , que nos arrastra , observó si hay cuervos y
' *’*• • r-í.w.'.- ^en que partido ajiéntan;; y de que ios veo al instante digo : ' allí allí está‘ja cdl’ne y el róundo el demonio y todo’ el infierne. ■ Deséárá saber el X e c tó f^ '^ i ’ ie'nes son estos cuervos; rú es s e p a '^ e sorí los pnmentos , que acuden á lá ccmedía , al bayle , al 'juego,.... También hay álK oíros pjjjárifóí:.'.... N ò ‘ importa ; fe r o dondi haz cuervos hai carne. ¿Com o es ^ue no son tan puntuales'* en la Iglesia ? Porque donde no h a i varne no h a i suervos.
Cuento 5? resentimiento.
En la‘ terrible ' parada qtie jújito á 'S . M igtie! d e los
Keyes hicieron los Kellgiosos prisioneros <le V alencia , se caercó á los Dominicos un Comandante francés de estra- a ’ y mezquinísima figura diciendo \ M i é l J e contesterai Til litquisicion: En esto dixo uri Religioso á sus compañeros '¿ S i querrá este •vengar ahora la sangre de sus A buelos^ Porque- tiene ca ra de judio,
' • Cuento 6 t L a Epidem ia.
Estaba ya contagiada una calle de Granada , quando llegó el G eneral M oría y mnndó sacar al ccmpo á todo ■viviente , no solamente de aquella c a lle , sino de todas las manzanas adjuntas. Pareció -excesiva esta medida y íiubo un clamor universal. Pero visto , y comparado su buen efecto", coi> los estragos que en otras partes había ocasionado Ja negligencia ; nadie hubo que no celebrase la sabiduría del G efe.
Suplico á V . Sr: Autor del informe sobre el Tribu- inal de la Inquisición ¿siguen todabia las reclamaciones de inarras contia la Inquisición? Porque yo estoi mondo de noticias ¿ Y como es que los errores del siglo X V I nò penetraron en paises defendidos por la Inquisición? ¡Quanto isudais pobretes!
Cuento 7 ? O tra t e z la Epidem ia.
¿ Q u e herege , ni que judio ha sido tan perseguido en tierra de cristianos , como lo fué en Valencia este pobre inocente' por Octubre del año de la epidemia de A licante? A lia *va- e l Alicantino : matale que rabia. E i G obierno hubo de tomar conocimiento ; y sin embargo de
haber presentado mil testigos que juraban mi c 3;istencia
fuera de Alíccint« desde primeros de Agosto ; piernas h ubieron de valerme. Seqiiestrose para siempre mi equipa- g e , y que se yo? Las resultas alcanzaron hasta al caballo que me puso en salvo. N o me quexo ; porque el miedo guarda la viña , y por esto de contagios se dixo: quando h .ii grangrena no se corta p or lo dañado j sino
p o r lo sano. Y acabóse el cuento.H e de merecer al L ecto r , que me dispense por es
ta v e z , y que haga por si mismo la aplicación de este cuento á todo quanto pueda contagiar las almas en esta devastadora Epidemia de vicios y de errores. Y o estoi atónito , y el pasmo ms embarga hasta la facultad de pensar en e sto ..... ;Jesus y mil veces Jesús l ;S i hubiera por la salud del alma y por la pureza de la F e el Ínteres que hai por la salud del cuerpo! ¡C om o era po* síble que la Inquisición rubiera un solo enemigo entre católicos ! jC om o la habían de tener por nimia en ias pe$‘ quisas, en las prohibiciones de libros de países contagiados , en tomar cautelas contra la mas mínima apariencia de seducion , aunque recayese en la misma Sta. Teresa de Jesús! importa que haya prohibido algunas obras buenas en todas sus partes? \ Q u e raras serán! ¿P ero por ventura nos hacen falta? ¿ Y á los que son para ello se les niega la licencia para las prohibidas? ¿ Q u ieren que á to d o .e l mundo se le permita el manejo de un arma peligrosa.^ ¿ Y en todo caso no dexa siempre francas y corrientes las fuentes del verdadero saber en todos los ramos de literatura? ¿Faltaron españoles en el C o n cilio de Trento que supiesen y dixesen quanto convenía saber y decir? ¿ Y quando ha sido España tan docta y tan feliz como en el siglo X V I , ese siglo de despotismo Int^uisicional^ ¡Infeliz nación ! T u hermoso suelo no e l
en el dia maS que un horroroso lago de sangre; y sangre derramada, no por el sanguinario Tribunal de Ja Inquisición y sus fanaticos partidarios ; sino por Jos que no k quisieron en su país , por los que la persiguen en el D uestro , y marchan furibundos sobre sus ruinas á derri- ' bar á Jesu-Cristo de los altares. A esto conspiran millares de plumas de mas de cien años acá. Españoles incaustos; por vida vuestra que os sirva de escarmiento esta espantosa época de estragos. Jesu C risto ya previno á sus discípulos contra la astuta filosofía del mundo : y en snpo- sicioa de que pocos tendrian las luces suficientes para dis* tinguir su oculto veneno j dixo que la podrian conocer por sus resultas. N o por sus palabras, ni por sus escri« t o s , sino por sus resultas. A fructihus. V e d á Napoleon e l mas consumado discípulo de esa infernal escuela. ¡Q u e palabras tan dulces 1 ¡ Q ue promesas tan lisongeras! ¡ Pero qu an falso , quan sanguinario , quan impio , quan demo
nio.
Cuento 8? X rf P o lic ía '
O h ! (m e decia un Capitaií Francés ) el Tribunal de la Inquisición es m ui obscuro, y se puede hacer m iltram - pas sin noticia del pobre acusado. porque repliqué yo, hace lo mismo la policía francesa? Porque dixo d 'veces se hace nec^esario' por la tranquilidad pública mayormente quando el reo tiene muchos parientes y amigos poderosos. ¡ Bravo bravísimo í Dixe- yo. Pues- sepa V . que los Judiofi eran dueños d el orO' de España : y entonces, como ahora y siempre era muy temible el oto.
A no ser un Tribunal' tan lento la Inquisición, pi
diera yo la misma forma de juicios en todas las causas
scriminales. ¡ Santo D io s ! ¡ Quan diferente seria e n . el dia nuestra suerte ! Reclamo el testimonio, de toda la, .n^ííoij. A quien azotan? A l que no tiene espaldas. Si hai dii^prq, si hai parientes en C ó r te , si hai buenos am igos; resulta cosa en el expediente.. ¿ Q ue ha de hacer entonceiS un Juez por justificado que sea? Absolver. Asi vemos que sucede con una frecuencia que escandaliza , y sucede juSi,- tamente con los reos mas perjudiciales por lo mismo que son los mas poderosos. Esto esto es lo que hace temblar á los reos d é la Inquisición , aquello que dicen : E l golpe avisa . Pero Ies desafio á que me citen un Tribunal donde la inocencia esté mas segura. Entre tanto no se olvide esta importantísima verd ad : L a impunidad del crimen es (1 suplicio de la inocencia.
L a hiqiiisicion es obscura. Y o quisiera , y lo q u isieran también- muchos buenos , que todos los Tribunales fueran tan patentes como quería el Robert Fierre español. ¿Pero donde están los escribanos incorruptibles? ¿Donde los testigos impertérritos? ¿Donde los Junios B ru tos , donde los Manlios Torquatos , y tantos vindicadores de ia justicia en la cabeza de sus propios hijos? Q u e vergüenza! N i sombra de estos aparece en la presente resfriadísima cri'.tiandad. Nuestro amabilísimo Redentor h ablando ( acaso de nuestros tiem pos) dixo : E n aquellos dias decayendo la f é , se enfriará la caridad de muchos. A y de mi! V erificó se , cumplióse al pie de la letra tan terrible profesía.
L a Inquisición es obscura. Pues sed vosotros claros: presentaos al mundo en vuestra propia figura : hablad siempre una misma lengua.
L a Inquisición es obscura. L o mismo dicen los teñe* briosísimos francmasones, teneatis amici. i Q u e gracia
me hacen!.....V a m o s , cabaíleritos , la verdad ¿Q u e noprospera conforme el gran proyecte ? ¿Y paraque quiere e i Pueblo vueátras-luces, hijos deí padre de las tihiíblas ? — .....— i Ola , la Inquisición! Teneis poco partid o .— ....... “ Se habran confesado ¿Com o ha de ser? T am bién á nosotros nos hace fallo algún amigó , y somosgente de honor — ...... — B iea b ie n , bolved á empezar,pero cuidado no os atrapemos, porque nosotros bárbaros, nosotros idiotas^ sabremos daros una lección bien et-uditá. Y a retoza mi pluma ; quiero implorar la indulgencia de/ Lector. Estamos en e l cas© de k a h r ds responder a\ nesio sígun su necedad , puesto que todo buen Cristiano clama ya p@r un eficaz correctivo contra la licencia -que muchos escritores se ■ toman en materias echiásticas. Si fuera de Dios el espíritu que rige sus plumas ; habría prudente elección áe asuntos , sinceridad ingenua en la* 'citás y delatos, y la moderación y el decoro se parecerían hasta en la - puntuación. Mas al contrario; se les ftota en quahtO ¿orre la pluma la soverbia, la mala íé\ el descomedimíénto , y un ayré rajante y altanero pecu^ liar de los hijos de L u c ife r .' L a ■ justa indignación qué excitan en todo hombre de bien , suele endurecer á vé- ces el suave témple de 'mi pluma. Ahora á ver qus noS
dice en el siguiente.
Cuento 9? 'E l Sabio Idiota,
Se estaba leyendo e-’U V alencia el diario de M adrid del 10 de M ayo de í 8 o 8 , y coná‘k>ida su. lectura di- x o un Labrador Volguera yo 'óeure el fr iv iU g i deis Bo- napartes p era no tindre j i l ls tontos. \ A j ■diantre\ ¿Y- a l belitre Hxe que /’ importa que ma mullcr siga ¡leja?
b
Lector mìo , qùe tal ? Pues de estos Demostenes se crian á millares entre los terrones de aquella huerta. D os cosas grandes dice ®1 Labrador. L a primera : que con la mudanza de dinastia no se evitaba el inconveniente en que fundaban la necesidad de semejante innovación : porque suponiéndose hereditaria la corona , tan tontos podrian ser por, tiempo los Bonapartes , como deciun serlo los Borbonss. La segunda es una expresión de la soberanía nocicn.lI. ¿ L a Nación Jo. quiere? A n a d ie tiene que responder mas que á Dios'. Sobre erte principio las C or* tes generales y extraordinari^ts declararon R ey de España á Fernando V I [ á pesar de su renuncia en Carlso I V y de haber perdido-el derecho á Ja corona , por híbex dexado sus doniinios sin consentimiento de la Nación. P ero como la Nación le queria por su R e y ; hubo de serlo, sin que hubiese lugar en. el arbitrio de las Cortes á otra, disposición. La proclamación y juramento por Fernando de nada servían si á las Cortes no les.constaba allende, la voluntad general de; la Nación ; asi como de nada han servida á fabor del R ey intruso. En suma constando á las Cortes la vol:untad general de la Nación no necesitan de nuevos argumentos para: sabei;-; el rumbo que deben. seguir en el desempeño de su., comision. , ,
Ahora bien ; no pudiéndose dudar de la, v.olu'nrí'd general de la Nación á favor del Tribunal de la Inquisición. ; Q ue le importa á nadie del mrndo que la In quisición sea una f e a , una tonta y quanto se. quiera d e cir en contra? Dirán que la ' Inquisición no tiene mas partido que los Frailes y Clérigos y el Populacho. ( V a mos , que también hai muchos ,y mui ilustres Ciudadanos de todas las clases). Pero p iegunto; Los que no son Frailes ni Clérigos ni Populacho ¿tanto hicieron, so-
naí el v ìva Fernando 7? en aquellos primeros dias de horror y de peligro ? Callad egoístas, callad porque sino....... Pero volvamos al Sabio Idiota. Volguera ya %mr9t i p riv ileg i deis Bonapartes p era no tindr,e j i l ls tomos» K o es menester que me lo diga nadie : yo supongo defectos en la Inquisición , solo porque anda tanto tiempo en manos de hijos de Ádaii. ¿Pero que los demas T rib u nales tienen privilegio de no prevaricar? ¿Jamas han servido al despotismo? ¿Jamas han atropellado la inocencia? ¿Jamas han dexado entrada á U subrepción ? Historiadores : quanJo tratéis de dar á 1» posteridad la relación de estos últimos tiem pos, por D ios que suprimáis el artículo sobre la administración pública en todos sus ramos. S i , porqne seríamos los Españoles e l 'verbigratia de la última degradación. Y vosotros los católicos que habíais y escrivís contra la Inquisición , seducidos por la refinadísima astucia de los que han interesado siempre en su ru ina ; abrid los ojos á la luz que presenta la misma inconsecuencia y mala fe de sus escritos. Pasan por alio la escandalosa depravación de los Tribunales luminosos que tienen á la v ista , y se van á buscar deslices de la tenebrosa Inquisición en toda la extencion de su existencid. Aun.'los hechos que alegan de antaño , ó los abul an r idiculam ente, ó los tergiversan, ó los finges de su y o , ó truncan pasajes de la antigua historia que justamente son la. mayor, recomendación del Sto. Tribunal. N o hai porque yo me extienda en una cosa que ya está demostrada mil veces. Y o concluyo este cuento con la sencillez y cor
tedad de mi plumita.-Pregunto ; ¿ paraque fue instituida la Inquisición en
España? Para exterminar los muchos errores que habia en
ella contra la fé. Pregunto mas : ¿Quedan errores en E s-
pdñd contra la f¿? Algunos dicen que si , porque se le at:jfOTi con tiempo k s manos á la Inquisición ; que sino ( dicen e llo s) no hubiera entrado un francés armado, en H sp im a. Los cofitraiios de la Inquisición ¿seguran que no hay novedad. L uego la Inquisición ha dado felicísimo, termino á su comision. Pregunto pues ahora: ¿L os de- mas Tribunales han llenado tan cumplidamente su objeto ? há há há! Vam os á otro Cuento,
Cuento 1 0 . Najjo/eon,
Y o no he dicho nunca que Napoleon era un heroej pero no puede negarse que sabe dar á sus expresioBes lui ayre verdaderamente ’ heroico. Cincuenta y tantos millones de almas imploran mi presencia. Eso juro yo : y á fe que no sean las benditas almas del Purgatorio. Sol^ dados : este es el sel de Ansterlits. D ix o : y etemelo acá fu g itivo , hecho u\ a.
Peí o no es este mi cuento; JEI cuento es que quando á su Magestad I . y R . se le antojaba un Buevo latrocinio , solía decir : V n nuevo orden, de cosas pide la agre-gacion a l Imperio de la Provincia N . ..... ¡Picaron! Si esenuevo orden de cosas lo has hecho íu s®lito...... si soloexiste en tu diabolico magin...... Pensará el Lector quetodo mi enojo es contra Napoleon. Pues no Señor. T am bién estoi mui mcomodado con mi importuna aiemoria que me viene con este cuento siempre siempre que oigo decir : L a Inquisición se opone d la Constitución : y que lo dicen los mismos qae han hecho la Constitución , y los mismos que la han sancioiado : y que por lo mismo que son los mismos que la han hecho , y los mismos que la
han sancionado j los mismos pueden deshacerla y desan-
Clonarla quando convenga. Dexeir.onos de tranquillas, Señor Autor del informe. O conviene , ó no conviene que exista la Inquisición ( yo no me meto en eso). S in o conviene ; pida V . redondamente su extinción. Si conviene; pida V . una excepción de ]a Constitución ; asi como en su establecimiento se hizo excepción del reglamento ds Tribunales que regía entonces por ley y por costnmbrc. D ice V . qué las circunstancias que obligaron entonces á adoptar la Inquisición , no existen ni existirán. Pase el no existen ; porque al fin el agua que llueve hoi no es la que llov ió a y e r , y todo es llover. ¿Pero ni existirán? D iga V . ’ ni existirán.^ V am o s, al hombre le re- bienta la gana por las yemas. Conozca el publico al Leon por esta sola uña ; no faltará quien le de á conecer por e l todo ; porque también se vé que posee toda la biblioteca de Romances anti Inquisicionales : como el del Sr. Carranza , el del P . Froilan Scc. Pero yo no soy eru
dito.A mi me parece que si hubiera dirigido el negocio
un ojo bueno , otras hubieran sido las proposiciones que se hubieran presentado á discusión. Porque las que suenan me han hecho recordar las que se discutieron para preparar el parricidio executado en la persona de Luis diez y seis. M is proposiciones hubieran sido , primer*: L a desenfrenada libertad de opiniones y escritos motibó la rebolucion de Francia, Segunda : Los O bispos. y el C le io hicieron los mayores esfuerzos por atajar el desorden , y no pudieron , no obst.nte la protección del R ey, y de las lejes ju sta s y sabias. ‘ Pero á que me v©i á Francia.*^ N o tenemos acá obispos y clero ^*No tenemos Gobierno ? ¿ N o hai leyes justas y sabias ? Pues véa
se como se esciibe á las mismas barbas del Gobierno.
¿Será porque este no quiere poner freno i esta licencia; ó porque no puede ? Justo es suponer esto último , pero t ilo es que le sale la misma cuenta al Diablo. N ada Seiior , la casa negra , la casa negra , no hai como la casa negra. L a F é de España ha sido mas blanca que U nieve mientras ha tenido casa negra : desde que se entró en esperanzas de arruinarla , ya nos tiznan.— ¿Conque eso es decir en buenos términos que las C o rtes han hecho mui mal en extinguir la Inquisición? —« Responderé á V . Sr. Preguntón quien quiera que sea: que en buenos términos es lícito decirlo todo. Respondere 4 V . : que el lobo infernal se ha metido en el redil del Señor , y como anda de mascara nos hace unas bellas carnestolendas. ¿Com o estamos Señor? ¿Es la Inquisición quien abrió la puerta á los Franceses paraque se nos me- tÍ3sen en casa? ?Sirve la Inquisición de estorbo paraque los saquen? ¿Pues á que tanta precipitación en extinguirla? Item ; La Inquisición es un Tribunal eclesiástico y civ il, pontificio y real. Pues á lo msnos por una regularísima atención de buena crianza no debia tratarse este asunto sin contar con el Santo Padre y con el R ey. ¿Q ue prisa corre? Dirán que el R ey está en las Cortes ; ¿pero porque se han desentendido de los Señores Obispos supuesta la cautividad del Sto. Padre? Vam os no hay que hacer: el lo b o , el lobo , el maldito lobo. Ladrará , le dare á conocer mas que me haga pedazos. L a maldad del tirano es la canonización del mártir.
¿Oís Filosofastros? N i me asustan vuestras petulantísimas plumas , ni se me dá un pito de vuestro diabólico manejo. Vosotros excitáis el entuciasmo del republicanismo , tan propio para seducir la juventud incauta, como
impropio para adoptarse en una Nación moribunda : y
coB una apariencia de grito nacional apremluis á los P a dres de la Patria ptira precipitarles en nuestra ruina. El clamor por la libertad civil es vuestra llave maestra; pe* ro sepamos ¿ (ji e entendeis vosotros por libettad civi'? A no ser que esa libertad civil sea la misma que disfiutan en el dia los Franceses. D igolo , porque es mui natural que se quiera llegar á un mismo término quíindo se quie* re llebar constantemente un mismo camino. A lli se Llas- femaba impunemente contra el Papa y quanto de su Beatitud dependia ; allí se acabó con los Frailes y con el cul. to extenio : allí hubo libertad de in;picn(a, la que cedió enteramente á favor de los im píos, atorando y castigando baxo fríbolos pretextos á los Escritores é In.pie- sores faborables á la Religión :■ allí se les liizo estipendiarios á los Sres. Obispos y C u r a s : alli fue allanada lanobleza...... Con lo que han qi.edído tan libres como todoe l mundo sabe. A lli hai libertad de pulmón para aspirary respirar el aire á toda síitisfaccicn : alli hai..... V ergüenzaes que se diga ; peio que nieguen los Sres. Diputados que mil lenguas y plumas infernales trabaxan con el mayor empeño en imprimirles tan perjudiciiiles ideas. ¿ Y son estos los que se llaman á si mismos Filósofos? ¿Es e to política?.......Prescindamos, ya que así lo q u ieren , de laReligión. ¿N o ven que esto es comprometer todas las clases del Estado ? ¿ N o ven que esto es desconcertar las partes constituyentes de la Nación , y que marcha esta rápidamente á su ruina para ser presa del primer maquia- belista afortunado que se presente^ . . Sea quanto se quie* ra santa y buena la intención de los Sjes. D iputados: yo la supongo incorruptible por lo menos en su mayor na- mero ; pero no arruinen sino pueden reedificar al golpe,
Corru£tio unius est generatio alternis , dicen los Filoso-
f o s : Y Dios llena perfectamente este plan en las obras de la naturaleza ; pero nosotros los miserables hijos de Aduri apenas sabemos mas que arruinar á secas , con provecho de pocos, y con daño de muchos.
Ahora acabemos , dice ua Anonimo , con la tiranía „Soberana qualquieia que sea , y dexemos de arruinar „establecimientos que costaron gotas de sangre á nuestros „m ayores, y que á poca diligencia pueden volverse uti- „lísimos, y cuyo reemplazo sería sumamente difícil ó ab- „solutamence imposible- Esto es política , esto es buen go- „b ie rn o , esto es no haber perdido el juicio. Escoger la tybuena semilla hecharlct en buen terreno , y no perderlo iide 'vista. O tra ; M a s 'oale mondar un árbol ya crecido\ i,que criar otro de nuevo. Lecciones son estas de un rus-
j,tico : j pero <jue doctas! ”* Los restantes'nuevecientos noventa y nueve mil nueve-
cientos, y .noventa'cuentos sáldran , si Dios q u iere, á su deUido tiempo. • ’’J •• • ;
r.')' .:ü
N O T A S .
Las notas casi exceden al texto : otro de tantos defectos de este escrito. Escuseme la debilidad de mi salud , que solo me dexa (rabajar tal qual dia , y á ra-
titos.A l Cuento a?.
..... .A bien que todos eran de rapiña.N o iiie atreveré á decir á qué casta de aniaiaíes som
parecidos ciertos escritores que se quejan de las disputas eclesiásticas , quando alguna pluma religiosa rebate con. fuerza- sus sofisterías, contra el Santuario.
- A l Cuento 4?
¿Porque partido están los cuervos? ¿Por los liberales,. 6 por los serviles? Patriotas, Cristianos, hombres de bien: acabemos primero con los C u e rv o s , y después trataremos de Fraüei y Clérigos: Sobreveste cimiento debe leváncartic. él edificio de nuestra libertad sino quereis que se desplome por si mismo. ¿Q ue enigma es este? ¿Tanta tolerancia y blandura'con los láiscípulos de V oltaire y coa los puercos de Epícuro y tan severa y detenida crítica con los Ministros de Jesu-Cristo? Aseguro á Vdes. Sres. del frontis , < ue me huele esto á Demonio. Y a ya írá saliendo á plaza.
A l Cuento 5?
¿Conque la iRquisicion sabe quemar v i vitos á los lieregos j udi'ós j brujas & c. ? N o tengo iaconvenieute:
C
creo en D ios á puño cerrado. Si me extraviase por mi suma desgracia} no pienso ser obstinado : y se que n€
hay en el mundo u u -X n b 'u n al' mas indulgente ;con Jos arrepentidos, ni que proceda^ con mas circunspección ál castigo. L o mas que puede^ sucedei: -es que se me haya de quedar en el buche , p o r ignoram ia de sus Señoriasy algún descubrimiento tían cierto, y tan interesaste como el de Q alileo. Pero Sres. Anti-Inquisicionviles, vamos de bue*'
-na fé. N i la generación present« ni la pasada han. vist© quemar á nadie. Siguese- pues .que ó la Inquisición se Uíí
“€umendado en esto ; ó ya, no' existen reos que tal m trez- ;can. En el primer casoy^ya jio; hay porque se acuiten V d es, por la suerte de tantos infelices y en el . segundo, |Bendito seas santo y santísimo Tribunal , que tan perfectamente has limpliado la .tierra de Promision de Jebu- seos! Y dexar que haya padecido algún inocente::::: las. obras de los hombres nq puedqi ser tan atinadas-.como las de D ios que. nunca yerr^,.el -golpei Pero hablando seriamente. ¿ Q ue hombres de bjen son estos que tiesen la desvergüenza de atribuir en suS; impresos, á la Isqu i- siíion la sentencia de pena capital , guando saben que esto era privativo denlos Tribusales legos., en cumplimiento
,d e leyes civiles anteriores al establecimiento de la
quiiicion? ¿Esto es buena fé? ¿Esto es filosofía?♦
Digresión anajoga a l mismo Cuento.. ;
Por lio molestar al Lector , allá va sin preludio i^tempus tacendi) eV siguiente pasage de uu Anonimo.
„P atriotas: el que en el dia no estima á los Frailes tanto como les aborrece N apoleón , ó es un- insensato, o
»10 es de los nuestros. E t hercule-f - equum ís t , ess esse
eltarîssîmos bono 'Principi^ quî in cìsi m ah fuerìnt, ( Plin. paneg.) ¡Pobres Frailes! Consolaos: s i vosotros fueseis del r,mndo el mundo .estimaría Iff que es suyo...... V u e stro patrimonio en la tierra es sufrir contumelia por el nombra de Jesús : y vais bien , ah! bellísimamente bien.
Pero y o no soy mas que un Patriota , y solo me interesa saber quienes son am igos, ó enemigos de N ap o leon. Siquiera os conosco á vosotros , Frailecitos, así co-_ nociera á ciertos pájaros de todos colores que me traen bastante pensativo. jO s a'borrece Napoleon? £so me basta. Y o ya se que sois malillos desde el principio del mundo; pero os aborrece Napoléon. Vosotros matasteis á A b e l, y crucificasteis á C r i s t o p e r o os aborrece Napoleon. L a serpiente. que hizo ^prevaricar á E va saltó de la manga de UB Fraile-; pero os aborrece Napoleon , os detestan, es calumnian , os ultrajan todos sus amigos. También se habla mui mal de vosotros en el Infierno. ¡Q u e diantre de Frailes que en todo e l partido de L u cifer no tenei«* un solo amigo ! O el tiene pocos amigos entre vosotros; 6 si ha cundido el contagio, no está desesperado el remedio : y la idea sola de esta posibilidad es mui bastante para que. os mire con horror. ¡O Padres de la Patria! Sostened , perfeccionad este poderosísirno y expeditísimo recurso para la reforma de las ideas y sentimientos del Pueblo , y hkbeis hechado ya los mas sólidos cimientos de nuestra futura felicidad. N o perdais de vista al buen medico y al buen labrador. E l que no este ya con migo,
• ó quítese la mascarilla .6 retírese por D ios á entender ú n icamente en el eravísjmo negocio de su vegetación. =: ¡Ola!
mui satisfecho está V . de su opinion. = Es que triunfo de Espada, y me quedan cinco mayores con quatre reyes.
Bülal...c..” Hasta aquí, el Anónimo.
K o h.ii que K acer: el demonio necesita gente de carne y hueso para hacer partido en este mundo visible. Actualmente su prircipal organo es Napoleon. Por medio de éste se hace sentir el desesperado clamor del Infierno contra las corporaciones religiosas i porque á pesar de to-, dos sus esfuerzos por introducir la relaxacion en el chus* tro_, quando menos se lo cata, sale / por hablar solo de los F ríile s de nuestros tiem pos) un P. G arces, un P. F er- lanciis, un P, Cádiz que en pocos minutos le malogran la obra de muchos años. Estos Héroes no se forman sin muchos años de claustro. H é ai pues porque no habrá paz en casa del diablo mientras quede uu solo Convento en el mundo : hé ai porque detestan á los Frailes 1oj> mas insignes malvados de todas las' Naciones y partidos.
Pero entre lamo ¿N o es-admirable la paciencia de lus Frailes en las actuales circunstancias? ¿ Tiene el Gobierno subditos mas rendidos? ¿Son estos los Gigantes que , levantando en alto la inmensa masa nacional con el omnipotente lesorie de la Rsligion aplastaron con ella al grande Emperador y Rs y ? ¿N o hai aquí un no se que de divino? Por vida rnia que me gustan ahora los Frailes mas que nunca porque ahora mas que nunca observo, en ellos cierta ns^ogia con los Cristianos del Imperio R o- müRo en los tres primaros siglos de la Iglesia. Confieso mi pecado : yo no les creia tan buenos. Ahora veo que scB hombres de bien , bellos ciudadanos: no son egoístas no , uo trabaran por la pitanza, digan lo que quieran quatro £?critorsillos indecentes. Los mas decididos Patriotas religiosos que conozco , ó son hijos de casas m ui acomodadas , ó tienen sobrados recursos para hallar • conveniencias en el siglo......
¿Pero por quien están los C u ervo s, Sres, delfrontls?
A l Cuento 7 ?
........ y en la suposición de qtie pocos tendrían lusessi^cientes p a r a distinguir su oculto •veneno.....
Mas diré : es necesario cierto instinto y sabor espiritual , que á veces niega tíl Señor á grandes sabios en castigo de su sobervia , y la concede á los humildes que con las lágrimas en los ojos se arrojan á sus pies para* que les salve en las peligrosas borrascas de opiniones. D esde que en nuestras Universidades se hizo sentir la revo- lucion literaria que á fines del siglo décimo séptimo elevó la Francia á tan alto grado de luces , y ( lo que es la iTiiseria hum ana) también de sobervia ; no se trató mas que de inspirar á los jovenes un orgulloso desprecio de los antiguos ( «]ue imprudencia! ) á pretexto de ciertas peripecias , que yo también detexto ; se les hizo entrar en cierto furor por la novedad : se les pusieron en las manos ciertos libros que solo eran para las sabias canas, y por lo mismo estaban prohibidos : y de esta licencia é insubordinación nació este espíritu revoltoso literario , que ccnviniido con el civil nos va á perder de todo punto, si el Señor no nos salva como hasta ahora con un milagro continuo. Ahora empe2am.cs á probar los amargos frutos de nuestras cultas Universidades. En la de Valencia he •visto ridiculizar mas de una i ’ ez al Papa y al mismo C oncilio de Trento delante de gentes sin bozo. L a In q uisición era una friolera para sus Señorías. ¿Libro prohibido? Señal que es bueao : á 'le e r lo , decían los infelices Alumnos^
A l Cuento S?.........¿ "Donde están los Eseribanos incorruf tibies}.
Y o esperaba que el primer paso de nuestra reforma hubiera sido poner 'las escribanías en manos de los grandes : ahorcar algunos malos Juezes : escarmentar bien á los testigos sordo-mudos. D ig o que lo esperaba así ; porque sin rectificar la administración de justicia para purgar la tierra de malvados ¿de que sirve un millón de Constituciones? ¿Para que se están sacrificando tantos inocentes? Sino que algunos de nuestros sabios quieren primero lucirlo en otros puntos. M as ¡C on quanta importunidad! ¡C o n quanta impolítica! ¡C on quanto peligra de la Patria! Y entre tanto los incrédulos....... Estoy por creer 1«liga de los Jansenistas con los incrédulos tan predicada por « 1 Filósofo rancio y por tantísimo fandiieo ya tiemp os hace. Bien puede ser pura invención ; ¿pero á ver quieu presenta una hipothesi tan propria para explicar ciertos feBÓmcnos políticos del dia que tienen escandalizad* la N aciouí "
* A l mismo Cuento......... hablad siempre una misma lengua.
= Este Tribunal tan sigiloso .puede minar al Trono: tiemble tiemble su Magestad.! = ¡Quanto sudan los po- brecitos por ahorcarse! (m e decia M adre señalando unos gusanos de seda que iban á verificarlo. ) Así han burlado mis esperanzas...... ¡O prodigio de invención! (p o r que esta es arma nu eva) ¿N o han bastado mas de quatro siglos de esperiencía para persuadirse de que la Inquisición es el apoyo mas seguro del Trono? Con tres Clérigos tengo seguros mis Estados, decia un gran M onarca Español.
A l mismo Cuento^
= OIa ¡L a Inquisición! Teneis poco p a rtid o r Se escribió esto antes de la abolicion del Santo Oficio. Sin
embargo me ratifico ; porque conozco muí bien la opi- niüH pública , esa opinion que ha conti’astado las bayonetas del Corso. = Pero es una opinion extraviada. = E x traviada? Extraviada? ¡Bendito sea D ios! Seriáis los primeros N ovadores que no tratasen á los demas de p reo cupados , de bárbaros , de fanaticos. Pero sea esta opinion tan extraviada como se quiera : ¿Una opinion religiosa inveterada en una N ación grande se ataca de frente ? ¿ Se desvanece en quatro dias? Os pareceis k N apoleoa @a tantas y tantas cosas........
A l Ciitnta zo ^
„ ...¿ P o rq u e se han desentendido .de los Sres. Obispos?.....
Port=Royalistas i qualquiera que sea el mérito de vue«* tras opiaienes,. no podéis negar la eminentísima, altura del V aticano , ni el brazo omnipotente que lo apoya. Y o no soy mas que un gusanillo : pero sumido en la quilla del Barquichuelo de San P e d r o , vengan borrascas. Turbavi potest : m ergi non potest. Com o se entiende! ¿Estamos ahora en un Consilio general para llamar á examen las decisiones del Pontífice Sumo? ¿Es esto querer llegar á puerto de salvación con seguridad j ó hecharse temerariamente á nado para perecer sin remedio? ¿Es esto merecer la tan necesaria asistencia del Espíritu Santo j ó provocar la ira de Dios paraque nos abandone al E sp íritu privado,
las. pasiones y á todos los horrores del pecado original?
¿Para esto' ha tomado las armas el Pueblo Español? ¿ Para esto ha juntado sus Córtes ? ¿ Será paraque retumbe eii ese salo» el eco lastimoso de los azotes que recibe Cristo en la persona de su V icario baxo el poder de Corsico NapoIeon? ¿ N o es esto cantar acordes coa e l diabolico consierto de las Tnllerías? ¿ A donde vamos? ^Que pretendemos? jA y D ios m io! ¿Q ual será nuestro
fin ?N o no amigo , mi divisa es: Obediencia sin curiosidad.
T endré mis preocupaciones , mis ignorancias , mis debili- lidades ; pero bastante se me alcanza para saber, que el primer predicador de la obediencia razonable es e l demonio. ¡T riste de aquel que le prestare oido ! D os pa-- labritas bastaron para precipitar nuestros primeros Padres.¡ Con quanta mas fuerza hubiera podido batir al grande Abraham 1 Pero aquel era obediente á ciegas á lo barbaro á lo fanatico. Pese á satanas. ¿ Q ue se pierde por obedecer á ciegas la Yoz de Dios? ¿ Y por quien se d ix o : Qui vos audit , m f audit , sino por el Papa, y los Obispos de su comunion? Pues estamos á un lado. Q ue estos Trín- cipes augustos de la Iglesia quieren Inquisición : í subscrito. Q a e le delegan sus facultades : pues como se pide. Q ue por este medio prohíben un libro : no quiero leerlo. L éalo V . , me dirán , mire V . que es mui bueno. ;Q ue 116 sabe V . porque lo han prohibido?___Cata ai al d iablo con Eva : Cur pracepit 'vobis D eus ut non comederetis
de omni Ugno P a ra d is i?Escriben de Cádiz que el Señor Serra se disparó
contra el Obispado universal del Papa con una vehemencia que stnrdia. ¡V algam e D ios! ¿Hablaba este- hombre contra el Anci-Cristo para tanta bul la? H ai quien dice que habló como un Profeta : tal hay que ie tubo- por
energumcHo. L a verdad sea d ich a , e l iüfortiie del Seuor Serra es una suplantación continua en quanto alega de la antigüedad. N o hai castigo condigno para tamañas perfidias en tal Cengreso y en tan graves asuatos. Sin em bargo son demasiadamente frecuentes , aun en papeles m e ditados, que al fin el Sr. Serra dicen que habló de repente. Q uiero hacer mérito de todo quanto pueda cscu- sar á este Señor de cuya intención siempre había pensado bien. H é aquí el íiaico , pero grande favor que puedo hacer : el Señor Serra parece ser uno de tantos literatos católicos, que desgraciadamente se resienten de su imprudencia en la elección de los Autores de su estudio pribado, y les creen sabre su palabra en las sitas de la antigüedad. T an lexos está San G regorio el grande ( per no alegar otros pasajes del informe ) de negar el Obispado universal del Papa ; que antes bien todo su Pontificado es una continua demostración de la Universidad de su jurisdicción reconocida en toda la Iglesia católica. N i es ahora de mi propósito, ni tengo á mano auxilios para estenderme en esto. Pero si su Señoría gusta desmentirme ; no me dexaré buscar mucho tiempo. T engo v e rd a d , justicia y buenos amigos.
Im ploro la buena fé de los Lectores. ¿ A que vienen estas qüsstiones en el dia? ¿N o parece que nos empuja e l demonio á un ruinosísimo cisma? ¿Ya tenemos d ivid ida la opinion de nuestros primeros literatos? ¿Q u al es la manzana de la discordia? una fruta que ao es del tiem po. Algunos Diputados de zelo y mérito conocido fu e ron de parecer que se reservase todo asunto eclesiástico al futuro C oncilio nacional. ¿En que consiste pues que no han tenido séquito? ; Porque se han dexado llevar de la corriente ? Otr® se desataría aqu-í en injurias j pero
harta desdicha es msmiiii: en-tan apuradas circunstancias.
A l mismo Cusnto a l Jin,.
Escoger la buena semilla..
H e ai las dos fuentes de una bien entendida reforma. P la n regenerativo , y p la n espurgatilo. Este segunda es practicable en poco tiempo rectificando la administración de justicia : sobre todo es urgentísiimo e l asegurar bieB la fé publica. Esos Escribanos. ¡Esos Escribanos!.......
E l pian regenerativo es obra de muchos dias y de muchísima prudencia. N o puede ser corta la convalecencia de una larga y penosa enfermedad. D iré a lg o , aun~ que no soi para ello. Excelentes seminarios para todos- rainos de ilustración y dirección pública. Excelentísimas escuelas para Ja niñez de ambos sexos, cueste lo que cueste. Una obra bien completa de educación cristiana y c iv il que repitan eterBítmente los Curas y de mas pre- dicadores. E l Evangelio bien explicado. N o repruebo Jos Sermones panegíricos , ni los que versan sobre devociones aprobadas por la Iglesia ; pero lo esencial como esencial : lo accesorio como accesorio. E n dos palabras , suma vigilancia sobre la educación pública y dom estica, religiosa y civil Persuadirse con m il Santos, Q üb £1 i v a n -G E I I O E S I L t í s i c o L I B R O B IE M E S C R I T O D E P O L Í T I C A .
Arruinarseha por si mismo todo quanto no se edifique sobre esta base. Basten ya diez y siete siglos de desengañ os*
P E R O R A C I O N .
N o hay Nación sin costumbres : no hay costumbres sin R elig ión : no hay Religión sin M inistros, y de poco sirven los Ministros desconceptuados y abatidos por un Gobierno católico. Quando un Gobierno es conocidamente impío , sus desaires lexos de envilecer á los M inistros de la R e lig ió n , les ennoblecen ; pero quando el Gobierno- es católico sucede todo lo contrario. Síguese pues , que si un Gobierno católico desconceptúa á los M inistros de la Religión , hecha de un golpe por tierra M inistros, Religión , Costumbres y' Nación. Trabáxese en hora buena á su debido tiempo , j en debida form a sobre la reforma del C lero por el único medio legitimo de las Autoridades Eclesiásticas. Háganse sentir en el pueblo las luces , las virtudes y la competente Autoridad de lus Ministros de la R elig ión , y saldrá la masa Nacional del estado corrempido de costumbres en que universalmente se halla í porque mientras la masa Nacional esté corrompida c que ha de dar de su seno sino corrompidísimos funcionarios públicos? Regla es esta general que puede padecer excepciones ; ; Pero quan rara I
: - / • , ■> ■ ! ..
> '; ,V
• • -vv
T . ;V , ' ”
-Mí'..:'.
V . K
%
'ty
, <
i
Ci;,*, i
‘ t- • t
?. ’*• -' 'U.\ ■
■■ s
-.jo».- ,• s* ■'¥.. •
i
n
■';í
■■m
T
- ;■'■ V. ' v V ' . - ; :
' •^;,’ -U-
r i î l,; !
C '' y ■
\ -
' •“•4 ‘i ”• ' ■ li'* .. {vtvs'.V ■ ■
...■iiÊÎÊÈSSfr .
í-''V • . í'** ■ÿ*'-f •.*<-■ . ii»T ' '' - •• ,■ ' ‘ 7 ’ . "■■■ ' ■; .
\-.-
5í'• i_•t:'
.r-r,;.-.--'‘ l ' ; : ••"-¡VrS!'-'-
í*í :
'"H
:* ',--r' u-
- -- v- •
=• w»' "“>• • .
w . ' *
. ;¿ ^ - ■i ''■•S a “
/
.4 1 .#
^ i i - Í»
#i:t
'# r
-^f- 4 .
Top Related