La hermosa historia de amor de dos números que fueron capaces de enamorarse, separarse, volver a enamorarse, hacerse potencia y superar un duro proceso de ruptura y factorización.
César Carbajo Olea
Dominicas Palencia
Érase una vez dos pequeños seises que vivían felices y contentos en el país de las potencias. Se conocían desde niños y jugaban inocentes a las multiplicaciones.
¿Dos por
tres?
Yo
Felices numeritos, jugaban alegres al cinquillo y veían la tele (la sexta, por supuesto) sentados muy juntos en dos tresillos (o sea 6).
El tiempo pasó y nuestros dos seises crecieron tanto que a veces parecían sietes. Al cumplir 6 años, 6 meses y 6 días se juraron amor eterno.
Nunca te olvidaré
Yo tampoco me olvidaré de
mi mismo
Pero como pasa a menudo, la vida separó a nuestros dos seises. Fueron a estudiar a rectas paralelas y poco a poco se fueron olvidando el uno del otro.
Sin embargo el azar es caprichoso y al acabar sus estudios los dos seises se encontraron en una fiesta que organizaba una hermandad de irracionales.
Allí estaban 3, 3, 9,1,01001000100001...En esas fiestas, los números se multiplicaban, jugaban a pares o nones y bailaban hasta el y mas allá.
¿Integras o derivas?
¿Qué ande trabajas?
¿Lo qué?
¡A que te parto la
parte entera¿ ?a
b
Por desgracia, en estas fiestas irracionales (también llamadas botellones), algunos números intentaban ponerse cocientes, cosa imposible dado su carácter irracional y acababan poniéndose violentos con facilidad.
¡No puedo,no puedo!
¡A que te comes la expresión decimal!
Quiero hacer contigo lo que la primavera hace
con los cerezos…
Mejor me invitas a un cubata…
Nuestros dos jóvenes seises se pusieron tontorrones y con la excusa de tomar el aire aprovecharon para conocerse mejor.
Y así, con naturalidad, los dos seises se juraron de nuevo amor eterno para toda su vida entera, un amor racional y real que duraría para siempre… o hasta que se acabase…
=x
¿Quieres multiplicarte conmigo?
Poz zi
Yo os declaro potencia de seis
Y para aplacar su afán factorizador, nuestros dos seises decidieron multiplicarse y hacerse potencia para siempre…
Al principio todo fue bien. Nuestros dos seises compartieron sus partes mas íntimas y pasaron la luna de miel haciéndose mutuamente toda clase de factorizaciones.
=
=
x
x
Pero la rutina puede ser una enemiga implacable y al cabo del tiempo y quizás por falta de comunicación nuestros dos seises se sentían vacíos y presos en una cárcel radical…
Ya no me entiendes
Antes molabas
En un desesperado intento por salvar su potencia, nuestros dos seises decidieron acudir a un reputado asesor matrimonial que les dio a ambos un ambiguo consejo…
¡¡¡Multiplícate por cero!!!
x 0=0
Me siento vacío. No valgo nada
Por fin, se sentaron en sus tresillos y vieron que si se multiplicaban, podrían salir de sus cárceles radicales y fundirse para siempre en un solo seis.
x =
=
Por fin libres y fundidos en un solo seis.
Y aquí termina esta historia feliz y sin pretensiones. Recuerda siempre que si no estás dispuest@ a equivocarte nunca llegarás a nada original y que si cierras la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera. Sed felices.