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CAPITULO II. CONVERSIÓN RELIGIOSA
En el presente capítulo se abordará el tema de la conversión religiosa o cambio
religioso. Introduciendo brevemente a las diferentes posturas que adoptaron los clásicos de
la sociología en torno al tema religioso. Y un tema fundamental, que se deriva de estas
posturas es el de la teoría de la secularización, y es que algunos sociólogos aseguran que
con el advenimiento de la sociedad moderna y el desarrollo de la ciencia y la tecnología, la
religión desaparecería. Sin embargo, no todos pensaron de la misma manera, sino que
consideraron que la religión se transformaría, o se reforzaría. Por lo tanto, la religión viene
a ser asunto privado, se ha convertido en una mercancía para muchos, y se ha demostrado
que han surgido una gran cantidad de religiones de distintas denominaciones que se adaptan
a los intereses de los creyentes. Por último, abordaremos de manera más amplia los
conceptos de cambio religioso según diversos autores, y los factores que permiten que un
individuo cambie su religión de origen en la cual ha sido socializado durante años para
adoptar una nueva creencia religiosa.
2.1 SOCIOLOGÍA DE LA RELIGIÓN
Al hablar de sociología de la religión nos referimos básicamente a las teorías que
elaboraron los principales clásicos de la sociología: Marx, Weber y Durkheim. Ellos
ejercieron un fuerte interés por estudiar los fenómenos religiosos, y aunque mantenían
diferentes visiones sobre lo religioso, hoy en día son referentes sociológicos más
importantes y obligados del objeto en cuestión. Cabe aclarar también que no por esto
estamos dejando a un lado u omitiendo a otros teóricos del campo religioso, sino que en
este capítulo daremos un especial lugar a las ideas que ellos elaboraron, y que
posteriormente influyeron en otros.
La sociología tiene como objeto estudiar los fenómenos sociales. Por lo que la
sociología de la religión se encarga de estudiar la dimensión sociológica de los fenómenos
religiosos. La sociología de la religión, capta un aspecto de todos los fenómenos religiosos,
una dimensión de los mismos: su dimensión sociológica. “Una disciplina sociológica se
ocupa del estudio de los fenómenos religiosos como fenómenos sociales, de la influencia
43
que las instituciones ejercen sobre los procesos sociales y de los condicionamientos que la
dinámica de la sociedad impone al devenir de las religiones”54. Esta es la tarea de la
sociología de la religión en general, aunque existen concepciones divergentes de autores
sobre el fenómeno religioso, es decir, es estudiado y analizado desde distintas visiones
teóricas, como podremos ver a continuación.
Para Durkheim, el tema religioso formó parte sustancial de su vida intelectual,
centrándose principalmente en las sociedades pequeñas y tradicionales. En su obra principal
Las formas elementales de la vida religiosa, la religión es la capacidad de simbolización
que caracteriza al ser humano, siendo así la raíz última de todo elemento abstracto de la
cultura. La capacidad de simbolización en los estudios de Durkheim sobre religión se
centró en los tótems, los cuales eran originariamente un animal o una planta al que un grupo
otorgaba un determinado significado simbólico, siendo este sagrado por ser el símbolo del
propio grupo, representando así sus valores esenciales. Es un objeto sagrado, venerado y
rodeado de varias actividades rituales. La definición de Durkheim sobre religión se centra
en la distinción de lo sagrado y lo profano. Concibe a los objetos y símbolos sagrados como
separados de los aspectos rutinarios de la existencia, es decir, del ámbito de lo profano.
Para Durkheim, el objeto de adoración de las religiones es en realidad la propia sociedad55.
El grupo forma parte importante de su estudio, dado que no solamente es una cuestión de
creencia, sino que es en el grupo en donde se realza el sentido de solidaridad, por medio de
ceremoniales colectivos, aleja a los individuos de las preocupaciones de una vida social
profana y los lleva a una esfera más elevada, donde entran en contacto con fuerzas más
elevadas. Esto, para Durkheim, es la expresión de la influencia de la colectividad en el
grupo. Por tanto, la religión no es solamente una serie de sentimientos y actividades, sino
que condiciona los modos de pensar de los individuos en las culturas tradicionales.
Durkheim centró su atención principalmente en las culturas pequeñas y tradicionales,
sosteniendo que en éstas, casi todos los aspectos de la vida están impregnados por la
religión.
54 Maduro Otto, Religión y conflicto social (1980: 44) 55 Giddens Anthony, Sociología Op. Cit 679
44
Por último, Durkheim pensaba que con el desarrollo de la sociedad moderna la
influencia de la religión desaparecería, o al menos el tipo tradicional de religión, en donde
intervienen fuerzas divinas o dioses. “Los viejos dioses están muertos”. Para Durkheim, es
probable que la religión continúe de forma modificada, de esta manera, pueden surgir
nuevas actividades ceremoniales que restituyan a las anteriores56.
Weber aborda el fenómeno religioso de una manera distinta. En su obra “Sociología de
la religión”, trata a la religión como reguladora de la conducta humana en la esfera sexual,
familiar, política, económica, y estética. A diferencia de Durkheim, Weber centró su
atención en las cinco grandes religiones mundiales, además de que sus escritos se
concentran en el nexo entre religión y cambio social. Esto último se aplica en la manera en
que los movimientos religiosos han producido cambios sociales en distintos momentos de
la historia. Fue el protestantismo la fuente del enfoque capitalista que se encuentra en el
occidente moderno. Su análisis forma parte de un intento de comprensión global de la
influencia de la religión en la vida social y económica de culturas diversas. Las religiones
orientales, constituyeron barreras insuperables para el desarrollo del capitalismo industrial
tal como se dio en occidente, tesis central de su obra La ética protestante y el espíritu del
capitalismo. Según Weber, la diferencia de las religiones orientales y el cristianismo radica
en que éste es una religión de salvación, lo cual le da un componente revolucionario, que
implica una lucha constante contra el pecado, y por tanto, puede estimular la rebeldía frente
al orden establecido. Las religiones orientales, en cambio, cultivan en el interior del
creyente una actitud de pasividad hacia el orden imperante.
En Marx, la religión fue muy poco abordada, a diferencia de Weber y Durkheim. Las
ideas sobre religión de Marx procedían principalmente de Feuerbach, para quien la religión
consiste en ideas y valores producidos por los seres humanos en el curso de su desarrollo
cultural, pero erróneamente proyectados en fuerzas divinas o dioses57. Marx, en contraste
con Weber, creía a la religión como una fuerza conservadora y opresora que mantiene y
justifica la desigualdad de riqueza y poder, como dispositivo ideológico que permite la
resignación a las condiciones existentes en esta vida, por lo cual se alcanzaría la felicidad y
las recompensas en el más allá.
56 Ibíd. 680. 57 Ibíd. 678
45
Por tanto, podemos concluir que los tres clásicos de la sociología de la religión: Marx,
Weber y Durkheim, tenían ideas importantes acerca del fenómeno religioso y aunque
divergían en ciertos aspectos, en otros se complementaban. Weber difiere de Marx en la
idea de la religión como cambio social, la cual se opone a la de Marx en cuanto a la religión
como fuerza conservadora.
Para finalizar, las ideas más importantes que aportaron los tres clásicos de la sociología
se resumen de la siguiente manera. Durkheim prestó importancia a los rituales y al grupo
que es en donde se realza el sentido de solidaridad y cohesión social, y en donde la religión
tiene una función dentro de la sociedad, pensando así que ésta desaparecería con el
advenimiento de las sociedades modernas. En cambio, Weber veía a la religión como una
fuerza capaz de transformar el mundo, y hace una distinción entre las religiones de oriente
y el cristianismo, siendo este último una religión revolucionaria y rebelde por estimular la
rebeldía frente al orden establecido. Y para finalizar, Marx ve a la religión como una fuerza
conservadora que no permite el cambio sino la auto alienación del hombre por medio del
conformismo y la resignación a las condiciones existentes como un medio para alcanzar la
salvación y la plenitud eterna en la otra vida.
2.1.1 TEORÍA DE LA SECULARIZACIÓN
Para poder acercarnos a una definición del concepto de secularización más acertada,
se ha optado por empezar desde sus raíces etimológicas. Puesto que existen muchas, así
como diferentes opiniones dentro del campo de la sociología, las cuales han causado
bastante polémica en torno al término de secularización. Este término proviene del latín
seculare que significa siglo o mundo. Esto da lugar a todo aquello que es mundano, en
oposición a lo espiritual o divino, es decir, secular se opone a religioso, como profano a
sagrado58. Por tanto, la secularización es el proceso por el que la religión pierde su
influencia en las distintas esferas de la vida social. En términos generales, este proceso
implica una serie de consecuencias tanto al interior como al exterior de las instituciones
religiosas, debido a que no sólo ha afectado en la disminución del número de creyentes,
sino también otras esferas como lo político.
58 http://es.wikipedia.org/wiki/Secularización
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Tanto Marx, como Weber y Durkheim, defendieron esta tesis con el argumento de que con
el advenimiento de la modernidad y el desarrollo de la ciencia, la religión tradicional
desaparecería. Sin embargo, Durkheim dice que es probable que las formas tradicionales de
la religión continúen pero de forma modificada, es decir que no desaparecerán del todo.
Así también Weber, quien nombró a este proceso como desencantamiento del mundo, el
cual se traduce como pérdida de magia o desembrujo, hace alusión a que con la creciente
intelectualización e industrialización, el hombre moderno deja de creer en poderes mágicos.
Aunque los tres autores estudiaron los fenómenos religiosos de distinta manera, convergían
en la misma idea: la desaparición de las religiones tradicionales. Hay que aclarar esto
último, ya que no se referían a la religión en general, sino más bien a las formas
tradicionales de la religión, al fin de las identidades religiosas heredadas o a una crisis de
la transmisión59.
El proceso de secularización es muy complejo. Según Giddens, apenas existe un
consenso sobre cómo se puede medir dicho proceso. Según él, la secularización puede
medirse a partir de varios aspectos o dimensiones, que en algunos casos puede tener
características objetivas pero en otros no, por lo que su evaluación o medición puede llegar
a presentar disputas. La primera dimensión, se refiere a las estadísticas así como a los datos
oficiales que permiten dar cuenta del número de personas que pertenecen a una
determinada institución religiosa, así como de su participación en ella. La segunda
dimensión se refiere a en qué medida las iglesias mantienen su “influencia social, riqueza y
prestigio” 60, sobre las instituciones políticas y sociales, además de que imponían un gran
respeto en la sociedad. Y por último, la tercera dimensión, que Giddens denomina
religiosidad. Esta dimensión podría ser la más subjetiva y difícil de medir dado que afecta a
las creencias y valores de los individuos. Podrá disminuir el número de adeptos en una
determinada institución religiosa o el poder que ejercen sobre los individuos y determinadas
áreas de la vida social, aspectos que se pueden observar y medir con mayor facilidad, más
sin embargo, no es fácil saber si han decaído los valores y creencias religiosas de los
individuos. La gente podrá alejarse de las iglesias y estas podrán ver disminuir sus esferas
de poder de la vida de las personas, pero las creencias pueden seguir vigentes en ellas, o tal
59 Hervieu-Leger Daniele, El peregrino y el convertido. La religión en movimiento (2004) 60 Giddens, Anthony. Op. Cit. 690
47
vez, como dice Giddens, esto puede suceder de manera contraria, que las personas asistan
con mayor regularidad a misa pero por motivos de costumbre y tradición.
En México, la secularización se puede medir por medio de la pérdida de poder de la
Iglesia Católica sobre el poder político. Este proceso inicia con las leyes de reforma y
representa la creación del estado laico, con modificaciones a las leyes de educación, y la
pérdida de bienes de la iglesia, entre otras cosas. Hoy en día, es cuestionable el papel del
estado laico por la injerencia de la iglesia en asuntos públicos.
Con todo, esta tesis ha sido refutada por la mayoría de los sociólogos dedicados al
estudio de la religión porque se ha demostrado que la modernidad no trae consigo la
disminución de adeptos a una doctrina, sino que más bien, surgen nuevas instituciones
religiosas y se refuerzan las identidades religiosas. Países como Estados Unidos son un
claro ejemplo de ello, con la proliferación de nuevos movimientos religiosos y sectas. Sin
embargo, también existen países en donde sí ha disminuido el número de adeptos, como
Gran Bretaña, y otros países de Europa, y aunque el cristianismo ha visto disminuir en
ciertos lugares sus áreas de influencia, otras religiones las han ganado, principalmente las
que provienen de oriente. Por lo que no estamos llegando a un desencantamiento del
mundo, sino más bien a un re encantamiento del mundo. En definitiva, esto significa que la
religión no desaparece, sino que se transforma. “Todo desencantamiento del mundo supone
e implica a la vez la emergencia de nuevas formas de reencantamiento”. (Durkheim)61
2.2 PANORAMA ACTUAL DE LAS RELIGIONES
En el marco actual de la modernidad, y con la expansión global de las religiones, la
tesis de la secularización llega a ser cuestionada e incluso refutada entre muchos teóricos.
Los nuevos movimientos religiosos están creciendo rápidamente tanto en los países
desarrollados como subdesarrollados. La globalización, según Jorge Eldery, favorece la
pluralización religiosa, porque las “organizaciones religiosas funcionan como estructuras
ordenadoras ante el caos e incertidumbre que se percibe en un fragmentado mundo post
moderno”62.
61 Sánchez Capdequí Celso, Las formas de la religión en la sociedad moderna. (1998:165-185). 62 Giménez Verónica y Cruz Esquivel Juan, Las creencias en los barrios. Un rastreo de las identidades religiosas en los sectores urbanos del gran Buenos Aires. 1996
48
Hoy en día, muchos teóricos coinciden en que el campo religioso actual no es el de la
costumbre o tradición, sino que más bien estamos frente a un universo religioso de compra
y venta. Luckman, dice que “con la difusión de la mentalidad consumista y del sentido de
autonomía, es más probable que el individuo se enfrente a la cultura y al cosmos sagrado en
actitud de comprador”63. A continuación, detallaremos más ampliamente el surgimiento de
los nuevos movimientos religiosos, así como de las sectas y/o iglesias. También
abordaremos el tema del cambio religioso en México, principalmente en la frontera sur que
es donde existe el mayor número de religiones distintas a la católica.
2.2.1 SECTA E IGLESIAS
Etimológicamente, la palabra secta viene del latín sectare, que significa “cortar”.
Denominación, sección o grupo de fieles que se ha separado del cuerpo principal. Pike
Royston plantea que las sectas son agrupaciones voluntarias a las cuales se ingresa por una
prueba de méritos lo que produce un fuerte sentido de identidad64. Aunque comúnmente
utilizamos el término secta de forma peyorativa para denominar a cualquier organización
religiosa que tiene prácticas delictivas que atentan contra los derechos humanos de las
personas, esto en realidad no es así, ya que el término secta es una forma de clasificar a las
organizaciones religiosas, principalmente para diferenciarlas de las iglesias.
Para esto, Weber y Ernst Troeltsch, elaboraron una tipología para diferenciar una secta
de una iglesia. La iglesia, en sentido sociológico, sería un organismo religioso que ha
llegado a integrarse al mundo secular, y que por eso mismo acepta los valores del “mundo”
y forma parte del “orden social”. Se trataría, según Troeltsch, de una institución de
salvación que pone más énfasis en los sacramentos y en un credo, que en el
comportamiento ético de sus adeptos. Las sectas, por el contrario, serían grupos voluntarios
generalmente minoritarios, con un trasfondo de protesta contra la rigidez estructural de las
iglesias, su corrupción y su compromiso con los poderes seculares. De aquí su oposición al
mundo secular y su énfasis en el comportamiento ético así como en las necesidades
63 Luckman Thomas, La religión invisible (1973: 110). 64 Royston, Pike. (Diccionario de religiones).
49
individuales de sus miembros. Por tanto, según estos sociólogos, las sectas con el paso del
tiempo pueden llegar a convertirse en iglesias.
Las sectas se caracterizan por ser una asociación voluntaria, además de que el ingreso se
da por medio de méritos, fuerte sentido de identidad, y un alto nivel de exigencia65. En las
relaciones que se dan entre las sectas, las personas inducen intencionalmente a otras a
volverse total o casi totalmente dependientes de ella respecto de casi todas las decisiones
importantes de la vida, e inculca en estos seguidores la creencia de que ella posee algún
talento, don o conocimiento especial66.
En muchas de las sectas, los miembros viven juntos en comunidades apartadas, donde
hay códigos de vestimenta, restricciones alimentarias y relaciones o matrimonios forzosos.
Muchos de los miembros trabajan para empresas que son propiedad de la secta, sin
embargo, algunos miembros parecen mantenerse activos en algunos aspectos importantes
del mundo exterior, es decir, se ganan la vida fuera de la secta. Estos individuos también
viven según reglas que rigen aspectos tan cruciales de su vida personal como la gente con la
que se relacionan, lo que sucede con su dinero, la crianza de sus propios hijos y donde
viven67. En las sectas no pude haber miembros pasivos. Todo adherente tiene que ser
necesariamente un miembro activo. Y por último, la secta pone énfasis en la ética: antes
que una doctrina, ella propone un modo de vida y un conjunto de reglas cuyo respeto
absoluto exige pena de exclusión68. Básicamente, las sectas tienen dos propósitos: reclutar
nuevos miembros y reunir fondos.
65 Marzal M. Manuel, Conversión religiosa y resistencia de católicos populares del Perú a los nuevos movimientos religioso (2000:110). 66 Thaler, Singer Margareth y Lalich Janja, Las sectas entre nosotros (1997: 36) 67 Ibid.40 68 Giménez Gilberto, Sectas religiosas en el sureste. Aspectos sociográficos y estadísticos (1988:16)
50
2.2.2 NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS
Se suele relacionar a los Nuevos Movimientos Religiosos (NMR) con el rápido cambio
social, ya que cuando se alteran las formas sociales tradicionales, las personas buscan
explicaciones y también tranquilidad69.
Los NMR religiosos comprenden una gran variedad de grupos que van desde los
espirituales y de autoayuda, que forman parte del movimiento de la Nueva Era, hasta sectas
cerradas como los Hare Krishna (Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna).
Estos NMR proceden de tradiciones religiosas ya establecidas como el hinduismo,
cristianismo y budismo, mientras que otros han surgido de tendencias hasta hace poco
prácticamente desconocidas en occidente.
La diferencia entre un NMR y una secta es que las sectas son organismos religiosos
viejos, es decir, que se crearon desde hace varios siglos en forma de protesta hacia las
verdades reveladas por la Iglesia dominante tradicional. En cambio, un nuevo movimiento
religioso, se caracteriza por ser reciente, es decir, surgido en el siglo XX, como
consecuencia de los cambios de la sociedad secularizada y “posmoderna”, y cuyos
miembros se caracterizan por ser todos conversos, mas que individuos que han crecido
dentro de una fe determinada. Estos NMR surgieron después de la Segunda Guerra
Mundial en Estados Unidos, debido a todos los problemas que se desencadenaron después
de este periodo. Masferrer retoma a Campiche quien los describe como parte de la
contracultura: “representan en el contexto occidental unas manifestaciones de ultra-
cristianismo extra-cristianas o que sobrepasan el cristianismo en un proceso sincrético, a la
inversa de las sectas”70.
Estos grupos implican una resocialización de los conversos que les permite ingresar a
una nueva vida en momentos que la creciente complejidad tecnológica hace obsoletos los
modos de vida que pocos años atrás se pensaban firmes y duraderos, en algunos casos se les
proporciona a los conversos elementos para afrontar los desafíos de la vida contemporánea
y obtener mayores éxitos en su vida profesional71.
69 Giddens, Anthony. Op. Cit. 698 70 Masferrer Kan Elio. Op.Cit 69 71 Ibid. 41
51
Oscar Geromoneta, ha analizado las etapas de los NMR, a saber:
Nacimiento: El grupo surge a instancias de un conjunto de circunstancias culturales,
sociales y religiosas que generan una cantidad de ansiedades y expectativas insatisfechas en
un sector de la población. La pequeña comunidad se nuclea en torno a la figura de un
“profeta”, “gurú” o “maestro”. En este periodo la secta está básicamente devorada por su
ansia de expansión.
Consolidación: Aquí el grupo comienza a buscar caminos que le permita encauzar las
irregularidades o excentricidades que el apasionamiento de la primera fase hubiera podido
generar. Existe una preocupación por no generar conflictos y buscar la estabilidad interna
del grupo. Esta etapa se da generalmente después de la desaparición del líder o fundador,
verificándose simultáneamente una flexibilización de los aspectos más detonantes o
extravagantes de su doctrina y una búsqueda de mayor coherencia conceptual.
Transformación: Es una especie de lavado de cara a cara de la secta, de su imagen pública.
Se busca cuidadosamente que la opinión pública olvide y los nuevos movimientos
adherentes ignoren que se trata verdaderamente de una secta y que se acepte que es una
iglesia honorable en paridad con las iglesias históricas. Es muy posible que los adherentes
ignoren completamente el origen e historia primera del grupo, la que se intenta disolver en
alguna profundidad histórica, en lo que se refiere a la metodología que emplean, su mensaje
se hace más suave, educada y socialmente aceptable72.
72 Gerometta, Oscar Antonio. Análisis del proceso histórico en los Nuevos Movimientos religiosos. www.nuevos-movimientos-religiosos.com. Última visita: 15 febrero 2005.
52
2.3 PROCESOS DE CONVERSIÓN 2.3.1 QUÉ ES LA CONVERSIÓN RELIGIOSA
Al hablar de conversión religiosa nos referimos al vasto proceso por el cual un
individuo decide abandonar su religión de origen y adoptar una nueva creencia, y por ende,
cambiar su forma de vida. La conversión religiosa, es un fenómeno muy estudiado
últimamente por los investigadores de la religión, que ha generado una serie de
controversias en cuanto a la manera en que se define dicho concepto. Hablar de conversión,
es hablar de cambio, y esto último, implica crisis, decisiones, identidad, etc. Peter Berger,
en El Dosel Sagrado (1971), se refiere a la conversión religiosa como una “migración entre
mundos religiosos” o una “transferencia individual de un mundo a otro”73. Aunque esta
definición no aporte mucho, lo importante aquí es señalar algo en lo que coinciden la
mayoría de los investigadores de la religión, y es que ven al cambio religioso como un
proceso individual y voluntario.
Fabré Platas asume que “el cambio de profesión religiosa no se limita a una
modificación en las creencias íntimas del individuo, abarca dimensiones de la realidad que
en otros momentos se consideraban ajenas a lo religioso. En este sentido, la conversión
religiosa se traduce en una vía de cambio, en un proceso que va de un pasado-presente
deteriorado hacia un presente-futuro prometedor; de construcción de identidad a través de
la religiosidad que adoptó”. La conversión se debe comprender como una búsqueda de ese
ser que no se es, de un modelo ajeno a él, que se le ofrece como una alternativa para
personalizar su religión, en oposición a las formas anónimas y masivas de ser religioso en
la institución católica 74.
Para muchos, la emigración de una religión a otra, generalmente deviene en un cambio
de identidad en la persona que lo experimenta. Gilberto Giménez, explica que la conversión
se desarrolla en la interacción social, en la confrontación cotidiana con los otros, en la
comunicación simbólica con los “demás”. Para Patricia Fortuny, no significa que el
creyente al afiliarse a la nueva iglesia realice el pase automático de una identidad a otra, se
trata de un proceso gradual que se da en la interacción continua con el nuevo grupo y es 73 Berger Peter, El dosel sagrado. Elementos para una sociología de la religión (1967:6) 74 Fabré Platas Danú, Conversión religiosa y dinámica social: El discurso como elemento de análisis. (2001) revista convergencia.
53
paralelo al aprendizaje e internalización de los nuevos valores. “La construcción de las
identidades religiosas está íntimamente relacionada no sólo con el nuevo grupo religioso al
que se integra el individuo, sino también con su origen familiar, el tipo de sociedad, región
cultural y su posición social y económica en la sociedad con respecto a otros sectores
sociales”75.
Siguiendo a Peter Berger, “todo acto de afiliación social impone una elección de
identidad. A la inversa, toda identidad, exige afiliaciones sociales especificas para poder
sobrevivir”76. Aquí el grupo juega un papel fundamental en la transformación y
mantenimiento de la nueva identidad religiosa. El grupo de alguna manera influye en el
repudio que construye el sujeto converso hacia la identidad anterior, así como en la
incorporación de nuevas prácticas, valores, símbolos y creencias.
Creer en algo diferente no implica ser otro inmediatamente. Para algunos, el cambio
religioso es un proceso gradual y no drástico. Es decir, exige un periodo determinado para
poder aceptar y poner en práctica los nuevos hábitos y creencias. Esto último, se opone al
modelo “paulino” de conversión, que se refiere a la experiencia que tuvo Pablo de Tarso en
el camino a Damasco. “Se trata de una conversión repentina que se basa en la
experimentación del contacto con Dios, y que trae como consecuencia un cambio radical de
vida”. Este modelo excluye el aspecto racional y social del cambio religioso77.
La conversión religiosa es un fenómeno social, en el cual el individuo forma parte como
sujeto activo de dicho fenómeno, por lo tanto, existe la duda y la incertidumbre. Pero
también, sostiene Fabré Platas, el empeño, esfuerzo y lucha diaria que el sujeto realiza para
poder adoptar una nueva creencia”.
Sin embargo, la mayoría de los estudiosos de la religión afirma que se trata de un
cambio radical dentro de la vida del individuo. En general, la historia de la religión ha
tendido a asumir que la conversión es de corte radical y significa una total transformación
en la vida del converso. Esto último no siempre es así. “Es un proceso dialéctico en la
medida en que no es global, ni homogéneo, ni sigue un desarrollo lineal y continuo”78.
75 Fortuny Loret de Mola, Patricia. Op. Cit. 127 76 Berger Peter, Introducción a la sociología (2004:145) 77 De la Torre René, Op. Cit. (1993:235). 78 Molinari M. Claudia, Protestantismo y cambio religioso en la Tarahumara: Apuntes para una teoría de la conversión (2000:197)
54
Muchas veces afecta la vida del converso trayendo consecuencias y repercusiones en su
comunidad.
Por tanto, la religión viene a ser un asunto privado e individual. Hervieu-Leger nos
dice que “las conversiones en las sociedades modernas son inseparables, a la vez, de la
individualización de la adhesión religiosa y del proceso de diferenciación de las
instituciones que hace emerger identidades religiosas distintas de las identidades étnicas,
naciones o sociales. En una sociedad en la que la religión se ha convertido en asunto
privado y materia opcional, la conversión toma ante todo la dimensión de una elección
individual”.79
De ahí que nos proponemos abordar los procesos de cambio religioso, como decisiones
individuales y voluntarias, es decir, sujetas a un análisis racional, pero tomando en cuenta
que comprende otras esferas ajenas a lo religioso80. Y con esto, siguiendo a Luckman,
quien afirma que “una vez que se ha asumido la religión como asunto privado, el individuo
puede escoger como mejor le parezca un surtido de significados últimos guiado solamente
por las preferencias determinadas por su biografía social”81. Una religión es, en esta
perspectiva, un “dispositivo ideológico, práctico y simbólico por el cual es constituido,
mantenido, desarrollado y controlado el sentido individual y colectivo de la pertenencia a
un linaje creyente particular”82.
2.3.2 CRISIS QUE FACILITA LA CONVERSIÓN RELIGIOSA
Muchos estudiosos coinciden en que algún tipo de crisis puede desembocar en una
conversión religiosa, y puede tratarse de una crisis de identidad, de transición, enfermedad,
económica o familiar. El individuo juega un papel activo durante el proceso de cambio
religioso, ya que es él quien se percata de su situación: “la auto percepción de un estado de
degradación es, invariablemente, el núcleo generador de un proceso de cambio”83.
La iglesia católica ha estado muy interesada en el fenómeno del cambio religioso, de las
crisis que presentan las personas y que las hace abandonar el catolicismo. Al respecto
señala que “las situaciones de crisis o la vulnerabilidad general puede revelar y/o producir
79 Hervieu-Leger Daniele, Op. Cit 127 80 Ibid. 81 Luckman, Thomas. Op. Cit 110 82 Hervieu-Leger. Op. Cit. 23 83 Fabré Platas Danú. Op. Cit.
55
necesidades y aspiraciones que proporcionan motivaciones de base para dirigirse a las
sectas”84.
Las necesidades que afrontan los individuos antes de adoptar una nueva creencia
religiosa son de tipo individual y social. Gilberto Giménez explica la génesis de estas
necesidades, problemas y carencias de los individuos, y sugiere que la sociología religiosa
suele apuntar aquí a los efectos de desarraigo y dislocación social, provocando en las
sociedades campesinas tradicionales la industrialización, urbanización y la explotación
capitalista de los recursos naturales, de marginalidad social, migraciones masivas y de
ruptura con las formas tradicionales de sociabilidad. Estos factores explican la generación
de nuevas demandas y necesidades en el plano social e individual, y permiten que las
Sectas, Iglesias o Nuevos Movimientos religiosos se acerquen a los individuos que
presentan estos problemas85.
Sobre el particular, Fabré Platas señala que todas estas necesidades y demandas que
presenta el individuo perturban el “orden moral” católico vigente, “introduciendo a sus
habitantes en un importante proceso de transición, de re funcionalización de las identidades,
de las organizaciones, de las formas de pertenencia y de creencia”86.
Para que se produzca la conversión religiosa de un individuo a un nuevo paradigma
religioso se requiere teóricamente de un territorio de interacción constituido por los
siguientes elementos:
Un individuo con tensiones, carencias y necesidades especificas no satisfechas
ni resueltas y por lo tanto predispuesto a relacionarse positivamente con
cualquier grupo que se presente con una oferta de soluciones y respuestas
plausibles87. Las condiciones de vida de personas o familias para convertirse son
prácticamente las mismas: pobreza, violencia física, moral y psicológica, la
84 Documento del vaticano sobre las sectas. Razones de la difusión de dichos movimientos o grupos (2000:507) 85 Gilberto, Giménez. Op. Cit (1988:40) 86 Fabré Platas, Danú. Op. Cit 87 Giménez, Gilberto. Op. Cit 39
56
marginación social, la cultura machista, el abuso de autoridad, la enfermedad
como desequilibrio psicofamiliar, social y económico entre muchas88.
La disponibilidad efectiva de tal grupo para el individuo en cuestión.
La interacción efectiva y exitosa entre el individuo y el grupo en cuestión, de
modo que este último proceda a la inculcación de sus normas y actitudes, a lo
que corresponda simétricamente de parte del individuo la internalización de
tales normas y actitudes. El efecto de este proceso será la transferencia
individual a otro mundo religioso y la adquisición de una nueva identidad.
El mantenimiento y la “administración” de la nueva identidad adquirida por el
individuo de parte del grupo mediante la provisión de una adecuada “estructura
de plausibilidad”, esto es una forma especifica de comunidad que sirva de marco
permanente para la actividad cotidiana del neo-converso89. Silvana Forti afirma
que “el nuevo nacimiento espiritual que se da a partir de la conversión significa
que el converso reemplaza su universo simbólico resquebrajado o destruido, por
una nueva realidad subjetiva que le sirva para dar significado a su pasado,
presente y futuro. Pasar por la experiencia de conversión no significa mucho: lo
verdadero consiste en ser capaz de seguir tomándola en serio, en conservar el
sentido de su plausibilidad. He aquí donde interviene la comunidad religiosa,
para proporcionar a la nueva realidad la indispensable estructura de
plausibilidad90.
2.3.3 MÉTODOS PARA ATRAER ADEPTOS
Las estrategias proselitistas son el conjunto de planes que estructuran o articulan ya
sean, las instituciones religiosas o los miembros que se desenvuelven en ellas, con el fin de
lograr una mayor eficacia en el desarrollo de su agrupación religiosa a fin de permanecer y
distinguirse. Estas estrategias pueden ser clasificadas de dos formas: formales o
institucionales, las cuales están organizadas bajo la dirección de la iglesia como institución.
También están las informales que se articulan en las interacciones sociales de los difusores 88 Covarrubias Karla, Una lectura a los procesos de conversión religiosa. La familia cristiana y su nuevo sentido ético e identitario del mundo. Revista Razón y Palabra. 89 Giménez, Gilberto. Op. Cit.39 90 Forti Silvana, El ejercito de Salvación (2000: 250)
57
religiosos. Las estrategias se verán influenciadas por la coyuntura que se presente en el
entorno social en donde se desenvuelvan91.
Todos los nuevos movimientos religiosos practican el proselitismo, porque como nuevo
grupo sienten la necesidad de crecer, y hacen de su crecimiento un criterio de verdad, cada
proselitismo es diferente. Se caracterizan por su intensidad, que va desde la invitación
cortés del que anuncia su buena noticia, que practican ciertos evangélicos, hasta la tenaz
persecución salvífica de los Testigos de Jehová, quienes miden su entrega por el número de
horas dedicadas a predicar. Otra característica es el método, que consiste en la invitación a
parientes y amigos; visita de casa en casa, visita a gente marginal (enfermos en hospitales,
presos, drogadictos, y pobres en general), programas de radio, campañas con
concentraciones masivas, programa de T.V con técnicas de la llamada Iglesia electrónica. Y
por último está el discurso, el cual suele ser un mensaje popular, sencillo y lleno de
ejemplos, rico en citas bíblicas y pobre en reflexión teórica, que invita con un tono emotivo
y optimista a una conversión personal, como único requisito y ante la cual desaparecen los
demás requisitos, aunque estos reaparecen y se multiplican cuando el oyente empieza a
acudir a dicha iglesia.
Junto a este discurso está el testimonio, que consiste en la pública confesión que hace
un miembro de su conversión o de otra experiencia religiosa, que juzga una gracia de Dios;
el contexto litúrgico, los detalles personales, el tono emotivo, el carácter apologético y las
frases ritualizadas por la repetición, dan vigor a tales testimonios e impresionan a los
visitantes que no esperaban confesiones tan sentidas de simples miembros.
Dentro del discurso se encuentra el contra discurso; este se centra en el catolicismo
popular, no en las fallas morales de los adeptos a este, sino en la “devoción a santos”,
entendida como veneración de las imágenes, y de recursos a los mediadores. Otro tema del
contra discurso es el papa, a pesar de la autoridad que hoy le reconoce todo el mundo, y a la
iglesia como institución92.
91 Marzal Manuel, Op. Cit. 175 92 Ibíd. 104
58
2.4 EL CAMBIO RELIGIOSO EN MÉXICO. EL PARTICULAR CASO DEL SURESTE DEL PAÍS
Actualmente, algunos investigadores de la religión suelen llamar a México el
mercado religioso, específicamente en el sureste del país, que comprende los estados
fronterizos de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Curiosamente, estos
estados son los que menor porcentaje de católicos registran en el nivel nacional,
principalmente por su situación de frontera, ya que al igual que los demás estados
fronterizos del país, tanto norte como sur, presentan un bajo porcentaje de católicos, en
comparación con los estados del centro, como Guanajuato que registra un 96% de
población católica. “Hay que recordar que el cambio socio religioso más intenso en México
tuvo lugar en la frontera norte y en la región sureste, puntos en donde los contrastes y
diferencias económicas y sociales son muy acentuados "93
Antes de la década de los noventa, Tabasco ocupaba el primer lugar con población
religiosa distinta a la católica. A partir de esa fecha, fue el estado de Chiapas quien le quitó
este puesto a Tabasco. Según datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000 del
INEGI, Chiapas registraba el 63% de población religiosa distinta a la católica.
Desde un contexto histórico, y haciendo énfasis principalmente en la situación de
frontera de estos estados con baja población católica, existen diversos factores que explican
este cambio de adscripción religiosa en la entidad. Entre las primeras investigaciones que se
hicieron respecto al tema, con cierto matiz peyorativo predominaba la tesis de la
conspiración imperialista, aunada a la labor que realizó en la década de los años sesenta el
Instituto Lingüístico de Verano en los estados del suroeste del país. La tesis de la
conspiración imperialista, consiste en explicar el fenómeno a través de la dependencia e
influencia que existe entre estos nuevos credos de origen norteamericano y la expansión de
la cultura anglosajona en la región. Es decir, por medio de la evangelización de los grupos
indígenas por parte de los nuevos cultos estadounidenses, se mantenía una especie de
control e influencia tanto política como económica en la zona. Esta tesis ha sido refutada
93Hernández Alberto. (2002) El nuevo mapa religioso de México. Revista Ciudades. Red Nacional de Investigación Urbana, Puebla, núm. 56, octubre-diciembre, pp.30-36.
59
muchas veces por distintos investigadores del cambio religioso, ya que se ha descubierto
que la penetración de estos credos no ha acabado con las creencias indígenas.
Al respecto, existe un factor histórico muy fuerte y muy poco mencionado, que explica
la propagación de cultos protestantes y evangélicos en esa región. El dato histórico que da
cuenta de la propagación de diversos cultos protestantes y evangélicos en México y
América Latina, está relacionado con la resolución de la Conferencia de Edimburgo (1910),
en donde se congregó a distintas iglesias protestantes europeas, quienes acordaron que
América Latina no sería más su tierra de misión, con lo cual reconocían el predominio de la
religión católica. Con esa resolución el protestantismo europeo dejó, probablemente sin ser
su intención directa, la exclusividad evangelizadora a Estados Unidos. Al percatarse del
gran potencial que se les presentaba, los estadounidenses se congregaron para analizar la
forma y el procedimiento en que sería organizado el esfuerzo de misión en los pueblos
latinoamericanos94. Es por esta razón, que existe una gran diversidad de asociaciones
religiosas de origen norteamericano en México. El dato anterior, determina la propagación
de cultos no católicos de origen norteamericano en el nivel nacional.
Sin embargo, La referencia histórica más fuerte que explica la penetración de iglesias
protestantes en esta zona, está relacionada con el Congreso de Labores Cristianas en
América Latina (Congress On Christian Work in Latin America) celebrado en Panamá en
1916, y al cual asistieron más de 40 sociedades religiosas representadas por 235 delegados.
El tema central del congreso fue la forma en que se dividirían los territorios nacionales
(Bastian, 1994). Así, se delimitó el territorio correspondiente a cada sociedad religiosa,
dentro del territorio de misión, los estados mexicanos de Chiapas, Campeche, Yucatán y
Tabasco quedaron encomendados a la Iglesia Presbiteriana del norte de los Estados Unidos.
Para esto, las decisiones en torno a la acción misionera de los protestantes fueron
tomadas fuera de México, lo que se llegó a calificar como preocupante y como una acción
de injerencia en asuntos nacionales. Ante esta protesta, muchos misioneros estadounidenses
retornaron a su país, y asimismo, se formaron líderes locales y se constituyó de esta manera
un proceso de mexicanización de las iglesias protestantes. Sobre todo desde que en 1962
tomaron la decisión de que todos los misioneros extranjeros que sirvieran en México debían
94 Rivera Carolina, et al. Diversidad religiosa y conflicto en Chiapas. Intereses, utopías y realidades (2005:75).
60
abandonar el país en 1972. A partir de este hecho, surgieron una variedad de agrupaciones
pentecostales, muchas de las cuales formaron su imaginario religioso a partir de la cultura
local. Razón por la cual, actualmente ha sido refutada la tesis de la conspiración
imperialista debido a que no explica este fenómeno sino que más bien conlleva una
denotación peyorativa para los nuevos cultos y los conversos a estos. Otro factor
relacionado con el cambio religioso y la religión católica radica en que las misiones
católicas en Chiapas fueron más escasas que en el resto del país.
Además de los factores mencionados, existen otros de carácter exógeno que explican el
cambio religioso tanto en Chiapas como en Latinoamérica, que van desde las crisis
sociopolíticas y económicas nacionales, los procesos de modernización regional y su
relación con los mercados agro exportadores, o las más recientes referencias a la
globalización y transnacionalización. Para esto, Rene de la Torre ofrece una explicación
sobre el impacto que tienen las zonas rurales y urbanas para el asentamiento de sociedades
protestantes. Por ejemplo, los adventistas conforman el grupo con mayor presencia en las
zonas rurales. En cuanto a los protestantes históricos, su mayor impacto se ubica en las
zonas semi-urbanas o en ciudades pequeñas. Al contrario, los mormones representan un
grupo sumamente urbano, que se ha desarrollado en las grandes ciudades del país95.
A continuación se presentan unos cuadros de la población religiosa en México por
décadas, bajo la clasificación católica, religión diferente a la católica y la población sin
religión. Los años que se presentan son tomados de la publicación del INEGI La diversidad
religiosa en México. CUADRO 7
Población religiosa en México de 1895-2000
FUENTE: “La diversidad religiosa en México”. Censos generales de Población, 2000.
95 René de la Torre. Op. Cit.
1895 1940 1970 2000 Población católica 99.1% 96.6% 96.2% 88.0% Población con religión diferente a la católica
0.3% 1.2% 2.2% 7.6%
Población sin religión
0.5% 2.3% 1.6% 3.5%
61
CUADRO 8
RELIGIONES NO CATÓLICAS EN MÉXICO, 2000.
PROTESTANTES
HISTÓRICOS: 599 875
PREBISTERIANA 323 758
BAUTISTA 196 587 METODISTA 29 455
DEL NAZARENO 27 994 MENONITA 10 872
OTROS 11 209 POBLACIÓN EVANGÉLICA 3 808 284
PENTECOSTALES 1 442 637 EVANGÉLICOS 2 365 647
POBLACIÓN BÍBLICA NO EVANGÉLICA
1 751 910
TESTIGOS DE JEHOVÁ 1 057 736 ADVENTISTAS DEL ÚLTIMO
DÍA 488 945
IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS
DÍAS (MORMONES)
205 229
OTRAS RELIGIONES 306 453 BUDISMO 5346
ISLAMISMO 1421 JUDAISMO 45 260
ESPIRITUALISMO 60 657 NATIVISMO 1 487
OTRAS 192 282 FUENTE: “La diversidad religiosa en México”. Censos generales de Población, 2000.
En los cuadros anteriores podemos observar la población con religión diferente a la
católica durante el año 2000 según datos de INEGI. Las religiones que destacan por su
membrecía en el país son Evangélicos con una población mayor a los tres millones de
miembros, y seguido están los Bíblicos no evangélicos, con una población que sobrepasa
al millón y medio de adeptos. Entre estos últimos, están los Testigos de Jehová con una
membrecía significativa, después los Adventistas del Séptimo Día, y por último la Iglesia
de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida como los mormones.
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