-1-
CEREBRO, MENTE Y CONCIENCIA
Por: M.Sc. Juan Julca Novoa
Universidad Nacional de Cajamarca-Perú
I.- INTRODUCCIÓN:
La importancia de este estudio estriba en que, luego de una revisión de las
principales posturas de algunos científicos, da cuenta de la relación que existe entre
cerebro-mente-conciencia conforme a los nuevos alcances científicos de hoy.
En tal sentido, el problema se expresa en las incógnitas: ¿qué relación existe entre el
cerebro y la mente?, ¿de cuál de ellos surge la conciencia?
Siendo así, el objetivo de este trabajo es discutir el problema de la relación cerebro-
mente-conciencia, valiéndose para ello de los alcances teóricos de algunos
neurocientíficos en la actualidad.
II.- CONTENIDO
RESEÑA SOBRE ESTUDIOS CEREBRO-MENTE-CONCIENCIA
Thomas Willis (1664), médico inglés, influenciado por las ideas de Descartes, hizo
investigaciones anatómicas y fisiológicas, que le hicieron merecedor del título de
fundador de la neuroanatomía, de la neurofisiología y de la neurología experimental.
En nuestro tiempo es especialmente recordado por una de sus aportaciones: es el
primer científico que relacionó determinadas funciones mentales con áreas concretas
del cerebro (por eso es considerado por muchos como el fundador de la neurociencia
moderna)1. Con la crisis del idealismo, y el auge del positivismo, toma fuerza el
psicologismo, para el cual la actividad mental debía explicarse como una
consecuencia del funcionamiento del cerebro.
Después Paul Broca, médico francés, descubrió la zona de la corteza cerebral en que
reside el centro del habla que lleva su nombre, (1861)2.
1 GIMÉNEZ-AMAYA, J. M. y SÁNCHEZ-MIGALLÓN, S. (2010), De la Neurociencia a la
Neuroética. Narrativa científica y reflexión filosófica, Pamplona: EUNSA, 2010, p. 17-48. Recuperado el 14 de setiembre del 2013 desde
http://www.philosophica.info/archivo/2009/voces/neuroetica/Neuroetica.html 2 Álvarez Valcárcel, L. (2011). Cerebro, Mente y Conciencia. P. 15. Recuperado el 14 de
setiembre del 2013 desde http://bloc.mabosch.info/wp-content/uploads/2011/12/CEREBRO,%20MENTE%20Y%20CONCIENCIA.pdf
-2-
El premio Nobel en Medicina, Santiago Ramón y Cajal (1853-1934) usó la técnica de
Golgi para realizar un detallado análisis neuromorfológico del sistema nervioso y llegó
a identificar la neurona como célula del sistema nervioso (Los anglosajones
consideran a Cajal como el iniciador de la etapa más moderna de la Neurociencia)3.
En 1950 nace la psicofarmacología; se descubrió que la clorpromazina era efectiva
para la esquizofrenia, se consiguió un efecto farmacológico sobre las estructuras
cerebrales.
En los años 1960-70 se funda la Organización internacional para el estudio del
cerebro. El Instituto Tecnológico de Massachussets implantó un programa docente de
neurociencia y apareció en EEUU la Sociedad para la Neurociencia. En 1990 se
inauguró la década del estudio del cerebro. En 1996 se realizó en Tucson, (Arizona,
EEUU), una conferencia internacional con el título “Hacia una ciencia de la conciencia”
donde neurocientíficos, filósofos y psicólogos de todo el mundo discutieron sobre la
problemática de la conciencia.4
Con los grandes avances en la tecnología de imágenes, en el año 2011, se publicó el
“Allen Human Brain Atlas”, el primer mapa del cerebro humano que integra tanto la
anatomía como la información genética del cerebro.
Estos descubrimientos ponen de manifiesto lo mucho que aún queda por conocer del
cerebro humano, pero han sido suficientes para replantear el problema clásico de la
relación entre el cerebro y la mente.
ORIGEN Y DESARROLLO DEL CEREBRO5
Según la teoría de la evolución de Darwin y Walace todos los seres vivos están
relacionados entre sí con características comunes. El cerebro es una de esas
características comunes a muchos animales.
Las estructuras que componen el cerebro son comunes a todos los mamíferos. Eso
permite demostrar con experimentos que las neuronas son las responsables de la
conducta y averiguar cuál es la función de una estructura específica comparando la
conducta de los animales que la poseen con los que no la poseen.
3 GIMÉNEZ-AMAYA, J. M. y MURILLO (2007), J., Mente y cerebro en la neurociencia
Contemporánea. Una Aproximación a su Estudio Interdisciplinar. SCRIPTA THEOLOGICA 39 (2007/2)., p.610-611. Recuperado el 15 de setiembre del 2013 desde http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/10926/1/26425701.pdf
4 Ibid. 5 Álvarez Valcárcel, L. (2011). Op. Cit. Ut supra nota 2. P. 20-22.
-3-
Los neurocientíficos han estudiado la evolución del cerebro desde las formas más
primitivas hasta el ser humano buscando correlaciones entre la complejidad cada vez
mayor del cerebro y las nuevas conductas de los animales.
TRES CEREBROS EN UNO
Para Paul MacLean, el cerebro habría experimentado tres
grandes etapas de evolución de modo que en los humanos y en
los mamíferos superiores, los primates y algunos cetáceos,
existe una jerarquía de tres cerebros en uno. Los mamíferos inferiores tienen sólo los
cerebros límbico y reptil. Todos los demás vertebrados tienen sólo el cerebro reptil.
1) El cerebro reptil, fue el primero en aparecer. Es el cerebro de peces, anfibios y
reptiles (los dinosaurios). Comprende el Tronco encefálico, Cerebelo y Sistema
reticular. En estas zonas están las glándulas endocrinas más importantes: pineal y
pituitaria. Regula la conducta automática o programada, tal como lo que se refiere a
la preservación de la especie y a los cambios fisiológicos necesarios para la
supervivencia, la vida instintiva. No piensa ni siente emociones, es pura
impulsividad. Solo actúa. Nos sitúa en el puro presente, es incapaz de aprender ni
anticipar. El cerebro reptil sustenta una parte de la mente inconsciente, o
subconsciente. Lleva al ser humano a comportarse como un animal salvaje.
2) El cerebro límbico apareció en las aves y mamíferos primitivos. Comprende el
sistema límbico, añade la experiencia actual y reciente a los instintos básicos
mediados por el cerebro reptil. Está asociado a la capacidad de sentir y desear.
Comprende a la amígdala y el hipocampo. Aquí se desarrollan funciones afectivas
específicas, como la que induce a las hembras a cuidar y proteger a sus crías. En
este sistema se dan procesos emocionales y estados de calidez, amor, gozo,
depresión, odio, ira, miedo, pasión, amor, tristeza etc.
3) El cerebro neomamífero, la neocorteza, regula emociones específicas basadas
en las percepciones e interpretaciones
del mundo inmediato. Aquí se maneja
un proceso racional de entendimiento y
de análisis. Su región frontal permite
adquirir conocimientos, desarrollar
sociedades, culturas, tecnologías y lo
más importante: comprender las leyes
que rigen el universo. Este es el lugar
donde se realizan los procesos
NEUROANATOMÍA
FRONTAL
PARIETAL
OCCIPITAL
TEMPORAL
-4-
intelectuales superiores: resolución de problemas, análisis y síntesis de información,
uso del razonamiento analógico, pensamiento crítico y creativo, sentido de globalidad,
síntesis e integración, capacidad de anticipar, planificar y visualizar, de poner el
futuro posible en el presente. Comprende dos hemisferios, cada uno subdividido en
4 lóbulos: frontal, parietal, temporal, occipital, separados por fisuras. Las diferentes
zonas de la neocorteza tienen distintas funciones:
El lóbulo frontal es motor, el lóbulo parietal es sensitivo, el temporal es auditivo y el
occipital es visual.
En resumen, la corteza no funciona de modo aislado sino que recibe información
sensitiva a través del Tálamo, Produce movimientos a través de los Ganglios basales
y organiza las conductas relacionadas con el manejo del espacio y de las emociones a
través del Sistema Límbico.
LA NEUROCIENCIA ANTE LAS RELACIONES MENTE-CEREBRO-CONCIENCIA
Para las neurociencias, el cerebro es el centro biológico que recibe los estímulos del
medio interno y externo al individuo, los integra entre sí con la experiencia cognitiva,
emocional y de motivación acumulada, y, finalmente, da lugar a la respuesta o
respuestas correspondientes dentro o fuera del organismo, cuyo funcionamiento
puede ser abordado mediante los métodos de la ciencia experimental. Mente, es el
conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes,
especialmente de carácter cognitivo o afectivo.
Se denomina problema mente-cerebro-conciencia porque por un lado el ser humano
posee experiencias subjetivas y por otro es capaz de examinar científicamente los
órganos materiales implicados en ellas, sin que la unidad de ambas perspectivas sea
fácil de encontrar.
La revista Science en un número especial por su 125 aniversario, ha definido que el
estudio de la conciencia es uno de los retos científicos más importantes para los
próximos 14 años, esto explica por qué este problema sea uno de los más
importantes en la rehabilitación del diálogo interdisciplinar entre la Neurociencia y la
Filosofía (MILLER, 2005, p. 79)
LA NEUROCIENCIA FRENTE AL PROBLEMA DE LA CONCIENCIA
Para este apartado considérese el vocablo conciencia en los términos definidos por el
filósofo de la mente David Chalmers, de la Universidad Nacional de Australia, que
señala que en el estudio de la conciencia se distinguen el easy problem of
consciousness y el el hard problem of consciousness, el primero se refiere a la
-5-
distinción en el campo de las funciones biológicas y de los procesos mentales entre
aquellos que son inconscientes (control del corazón, procesos digestivos) y los que
podemos calificar como conscientes; el hard problem of consciousness, se refiere a la
dificultad en cómo se produce en nosotros la experiencia de nuestra propia identidad,
la sensación de darnos cuenta y de que somos, de alguna manera, dueños de
nosotros mismos y de nuestra actividad; en otras palabras, la autoconciencia en
general.6
En este propósito debe reconocerse que el modo de abordaje que tiene la
Neurociencia no es compatible con las aproximaciones filosóficas. Sobre este respecto
se distingue que el conductismo, que fue dominante en la Psicología durante buena
parte del siglo pasado, considera que el objeto de dicha ciencia es la conducta. Desde
su constitución como tal, la Psicología se había entendido como el estudio de la
mente, sin la cual parecía imposible entender la conducta humana; pero las
dificultades de aplicarle el método experimental animaron a algunos científicos a
prescindir de ella a la hora de estudiar la conducta (ya que la respuesta del organismo
a determinados estímulos, puede ser observada y medida prescindiendo de los
procesos mentales a la hora de explicarla). John B. Watson y B.F. Skinner fueron dos
representantes señalados de esta postura.
El monismo reduccionista, por su parte, niega que la mente sea realmente distinta del
cerebro y trata de explicar los fenómenos mentales y, en concreto, la conciencia
(también la autoconciencia), en términos físicos o biológicos (Giménez-Amaya y
Murillo, 2007, p.617-618).
Hoy, algunos neurocientíficos interesados en las relaciones mente-cerebro-conciencia,
se decantan favorablemente por asumir el materialismo eliminativo. Para ellos, los
estados mentales de los que se habla en el lenguaje ordinario (creencias, deseos,
sentimientos, intenciones) no existen realmente y deben ser sustituidos por una
estricta concepción biológica, que parta de la idea de que las actividades cognitivas
son en última instancia actividades del sistema nervioso; proponen empezar por
comprender el comportamiento físico, químico, eléctrico o filogenético de las neuronas,
y sólo después, tratar de comprender desde esa aproximación científica lo que se
sabe intuitivamente sobre nuestras actividades cognitivas y afectivas. De entre los
numerosos neurocientíficos que se han sumado de un modo u otro a esta visión de las
6 EGNOR, M. (2008). The Hard and Easy Problems in the Mind-Brain Question. Disponible en
http://www.evolutionnews.org/2008/06/the_hard_and_easy_problems_in006891.html.
Acceso el 13 de setimbre del 2013, hora 10:34 p.m.
-6-
relaciones mente-cerebro-coniencia se destacan: Francis Crick, Christof Koch, Susan
reenfield, Antonio Damasio, Michael Gazzaniga y Stuart Hameroff. (Giménez-Amaya y
Murillo, 2007, p.618)
Francis Crick (1916-2004, premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la
estructuración en doble hélice del ADN), ha dedicado la última etapa de su vida
científica al estudio de la conciencia en el Salk Institute de La Jolla en Estados Unidos
junto con su colaborador Christof Koch (hoy es investigador en el California Institute of
Technology). Estos autores han buscado los correlatos neurales mínimos necesarios
para dar lugar a un aspecto específico de la conciencia. Crick ha señalado en su
conocido libro The Astonishing Hypothesis: The Scientific Search for the Soul, que
todas nuestras alegrías y sufrimientos, nuestras ambiciones y memorias, el sentido de
nuestra identidad y de nuestro libre albedrío, no son más que el funcionamiento de
amplias redes neuronales y de las moléculas asociadas a estas conexiones neurales,
y ha llegado a proponer el núcleo reticular del tálamo como un centro nodal para
la conciencia del individuo.7
III.- CONCLUSIONES
Se ha discutido la relación cerebro-mente conciencia y se concluye que:
-En el campo científico de hoy la tendencia es aceptar que la mente es consecuencia
de la actividad cerebral, pero no queda claro de dónde surge la conciencia aún cuando
existe una primera propuesta teórica neurocientífica que indica que el centro nodal
para la conciencia del individuo es el núcleo reticular del tálamo.
-El autor de este trabajo, basado en los alcances de MaClean, Francis Crick y Susan
Greenfield, asume la postura que la mente y la conciencia son la manifestación de la
actividad cerebral del individuo y que ésta puede ser modificada por influencia del
medio o de psicofármacos.
7 CRICK, F. (1984). “Function of the thalamic reticular complex: the searchlight hypothesis”, en
Proceedings of the National Academy of Sciences U.S.A. 81 (1984), p. 4586- 4590. CRICK, F. y KOCH, C. (1998). “Constraints on cortical and thalamic projections: the nostrong-
loops hypothesis”, en Nature 391 (1998), p. 245-250.
-7-
IV.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Álvarez Valcárcel, L. (2011). Cerebro, Mente y Conciencia. P. 15. Recuperado el 14 de
setiembre del 2013 desde http://bloc.mabosch.info/wp-
content/uploads/2011/12/CEREBRO,%20MENTE%20Y%20CONCIENCIA.pdf
CRICK, F. (1984). “Function of the thalamic reticular complex: the searchlight
hypothesis”, en Proceedings of the National Academy of Sciences U.S.A. 81
(1984), p. 4586- 4590.
CRICK, F. y KOCH, C. (1998). “Constraints on cortical and thalamic projections: the
nostrong-loops hypothesis”, en Nature 391 (1998), p. 245-250.
EGNOR, M. (2008). The Hard and Easy Problems in the Mind-Brain Question. Disponible
en http://www.evolutionnews.org/2008/06/the_hard_and_easy_problems_in006891.html.
Acceso el 13 de setimbre del 2013, hora 10:34 p.m.
G. MILLER, G. (2005). “What is the biological basis of consciousness”, en Science 309
(2005), 79; BEAKLEY B. y LUDLOW, P.,The Philosophy of Mind. Classical
Problems/Contemporary Issues, The MIT Press, Cambridge Massachusetts 2006.
GIMÉNEZ-AMAYA, J. M. y SÁNCHEZ-MIGALLÓN, S. (2010), De la Neurociencia a la
Neuroética. Narrativa científica y reflexión filosófica, Pamplona: EUNSA, 2010, p.
17-48. Recuperado el 14 de setiembre del 2013 desde
http://www.philosophica.info/archivo/2009/voces/neuroetica/Neuroetica.html
GIMÉNEZ-AMAYA, J. M. y MURILLO (2007), J., Mente y cerebro en la neurociencia
Contemporánea. Una Aproximación a su Estudio Interdisciplinar. SCRIPTA
THEOLOGICA 39 (2007/2)., p.610-611. Recuperado el 15 de setiembre del 2013
desde http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/10926/1/26425701.pdf
MATERIAL BIBLIOGRÁFICO ADICIONAL CONSULTADO
GONZÁLES QUIRÓS, J. (1994). Mente y Cerebro. Recuperado el 16 de setiembre del
2013 desde http://digital.csic.es/bitstream/10261/10309/1/Mente%20y%20cerebro.pdf
MORIELLO, S. (S/A). Cerebro, Mente, Cuerpo y Entorno. Recuperado el 16 de
setiembre del 2013 desde
http://www.pensamientocomplejo.com.ar/docs/files/Moriello_Cerebro-mente-cuerpo-
entorno.pdf
VILLEGAS, R. (S/A). Sobre la Persona Humana y la Relación Cerebro-Mente.
Recuperado el 16 de setiembre del 2013 desde http://www.acal-
scientia.org/pdf/cerebro-mente.pdf
-8-
ANEXOS
-9-
Top Related