TEXTO PARA COMENTARIO
A los pocos das de llegar a Madrid, Andrs se encontr con la
sorpresa desagradable de que se iba a declarar la guerra a los
Estados Unidos. Haba alborotos, manifestaciones en las calles,
msica patriota a todo pasto. Andrs no haba seguido en los peridicos
aquella cuestin de las guerras coloniales; no saba a punto fijo de
qu se trataba. Su nico criterio era el de la criada viejade
Dorotea, que sola cantar a voz en grito, mientras lavaba, esta
cancin:
Parece mentira que por unos mulatos
estemos pasando tan malitos ratos;
a Cuba se llevan la flor de Espaa,
y aqu no se queda ms que la morralla..
Todas las opiniones de Andrs acerca de la guerra estn condensadas
en este cantar de la vieja criada. Al ver el cariz que tomaba el
asunto y la intervencin de los Estados Unidos, Andrs
quedasombrado.[]
Los peridicos no decan ms que necedades y bravuconadas: los yanquis
no estaban preparados para la guerra; no tenan ni uniformes para
sus soldados. En el pas de las mquinas de coser, el hacer unos
cuantos uniformes era un conflicto enorme, segn se deca en Madrid.
[]Andrs sigui los preparativos de la guerra con una emocin
intensa.Los peridicos traan clculos completamente falsos. Andrs
lleg a creer que haba alguna raznpara los optimismos.Das antes de
la derrota encontr a Iturrioz en la calle.Qu le parece a usted
esto? le pregunt.Estamos perdidos.Pero si dicen que estamos
preparados!S, preparados para la derrota. Solo a ese chino, que los
espaoles consideramos como el colmo de la candidez, se le pueden
decir las cosas que nos estn diciendo los peridicos. []
Andrs pens que Iturrioz poda engaarse; pero pronto los
acontecimientos le dieron la razn. El desastre haba sido como deca
l: una cacera, una cosa ridcula.A Andrs le indign la indiferencia
de la gente al saber la noticia. Al menos l haba credo que el
espaol, inepto para la ciencia y para la civilizacin, era un
patriota exaltado, y se encontraba que no; despus del desastre de
las dos pequeas escuadras espaolas en Cuba y en Filipinas, todo el
mundo iba al teatro y a los toros tan tranquilo; aquellas
manifestaciones y gritos haban sido espuma, humo de paja, nada.
Po Baroja:El rbol de la ciencia
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