¿De excluidos a propietarios?
Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal
La InIcIatIva De Derechos y recursos
La Iniciativa de Derechos y Recursos es una coalición global que busca promover la tenencia de bosques, así
como políticas y reformas de mercado en el sector forestal y agrupa organizaciones internacionales, regionales y
comunitarias que trabajan en conservación, investigación y desarrollo.
La misión de la Iniciativa de Derechos y Recursos es intensificar la acción global en materia de políticas y reformas
de mercado forestales a favor de los pobres a fin de aumentar la propiedad familiar y comunitaria, el control y los
beneficios provenientes de los bosques y de los árboles. RRI opera bajo la coordinación del Grupo de Derechos y
Recursos, una organización no lucrativa con sede en Washington D.C. Si desea obtener mayor información, visite
www.rightsandresources.org.
Los puntos de vista presentados en este documento son de los autores y no necesariamente los comparten el DFID, la
Fundación Ford, IDRC, Norad, SDC y Sida, quienes generosamente patrocinaron el presente trabajo.
Fotografía de la portada: Agni Klintuni Boedhihartono, Programa de Conservación de Bosques de la Unión Internacio-
nal para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Mujeres, niñas y niños Batwa hablando de su visión sobre el futuro
del paisaje en la localidad de Mututu, Provincia de Bururi, en Burundi. La fotografía se tomó durante un ejercicio para
evocar y visualizar el futuro, realizado por el programa Medios de Vida y Paisajes de UICN, en el poblado de Mututu, en
mayo de 2008.
socIos
Donantes
for people and forests
¿De excluidos a propietarios?Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal
Por William D. SunDerlin, Jeffrey HatcHer y megan liDDle
Traducción de:
Belinda Cornejo Duckles
Rights and Resources Initiative
Washington DC
¿De excluidos a propietarios? © Julio 2008 Rights and Resources Initiative.
ISBN 978-0-578-03383-9
Reproduction permitted with attribution
iii
Hoy en día se reconoce ampliamente que contar con derechos de tenencia claros es central para
lograr el desarrollo social y económico. La aclaración de los derechos de tenencia también habrá de ser un
componente crucial para los acercamientos a la mitigación del cambio climático basados en los bosques.
Sabemos que la incertidumbre, la controversia y el conflicto sobre los derechos de propiedad socavan los
avances en muchos frentes. El reconocimiento formal de los derechos de propiedad de los pueblos indí-
genas y las comunidades forestales se ha defendido por razones morales, pero también es una prioridad
social, económica y política. Las razones para prestar atención seriamente al asunto de la tenencia forestal
son ahora más apremiantes que nunca.
La Iniciativa para los Derechos y los Recursos (RRI por sus siglas en inglés) es una nueva coalición de
organizaciones regionales y comunitarias cuya misión es promover una mayor acción global en cuanto
a las reformas a las políticas forestales y mercantiles para mejorar la propiedad, control y beneficios que
obtienen las familias por los bosques y los árboles. El informe que tiene en sus manos es producto de una
de nuestras actividades principales: generar nuevos análisis de nivel global para el apoyo de reformas y
opciones para su implementación.
Este informe es la continuación de un documento titulado ¿De quiénes son los bosques del mundo?:
La tenencia forestal y los bosques públicos en transición,1 publicado en 2002. En ese documento, Alejan-
dra Martin y yo escribimos que en el curso de las últimas décadas, los añejos reclamos de los gobiernos
en cuanto a la propiedad de los bosques se habían comenzado a disolver. Documentamos tres tendencias
relacionadas con esta transición de la tenencia forestal. Primero, algunos gobiernos estaban recono-
ciendo la propiedad comunitaria, incluyendo territorios bajo propiedad de pueblos indígenas; segundo,
la responsabilidad por el manejo de las tierra forestales públicas estaba siendo devuelto a las comuni-
dades; y, tercero, las concesiones públicas para la tala estaban sufriendo reformas para apoyar un mayor
acceso para las comunidades locales. Concluimos que los gobiernos deben planear y manejar la tran-
sición en la tenencia forestal y proporcionamos sugerencias concretas acerca de cómo podrían lograrse
dichas reformas.
Cuando se estableció RRI en el 2005, nos dimos cuenta de que necesitamos mejores monitoreos e in-
formes sobre la transición mundial en cuanto a la tenencia forestal. Ese es uno de los objetivos principales
de este informe: la difusión de información cuantitativa respecto a lo que ha sucedido desde el 2002. Esta
tarea es importante por dos razones. Primero la transición, que se aleja de la propiedad y control guber-
namental mayoritario de los bosques del mundo, tiene implicaciones importantes para el bienestar de los
pueblos forestales, para el manejo y la conservación de los bosques, así como para una serie de asuntos y
problemáticas globales relacionados con los bosques, incluyendo el cambio climático. Conocer las cifras
equivale a comprender si y cómo continua dicha transición. Iniciamos esta tarea porque ninguna otra orga-
nización está realizando este tipo de monitoreo. Esperamos que, al promover la comprensión de la impor-
tancia de estas tendencias, a la larga adoptará esta labor alguna organización internacional con una mayor
capacidad para la recolección de datos.
Este informe no sólo presenta información cuantitativa sobre la transición de la tenencia, sino
que además la interpreta en un contexto más amplio. La información cuantitativa que monitorea RRI
son datos gubernamentales sobre la tenencia formal y legal (estatutaria). La tenencia estatutaria suele
traslaparse y competir con sistemas de propiedad preexistentes, localmente determinados, denominados
tenencia consuetudinaria. Hay una gran variedad de limitaciones para el reconocimiento de los derechos
PREFACIO
iv
humanos, civiles y de propiedad de los pueblos locales, así como para el mejoramiento de la contribución
de los bosques a metas sociales, económicas y ambientales más amplias. Sin embargo, es igualmente
importante entender que hay condiciones compensatorias que proporcionan una base a la esperanza
de que para los pueblos de los bosques del mundo, la seguridad en la tenencia es un futuro que está a su
alcance.
AnDy WHItE
Coordinador
Iniciativa por los Derechos y los Recursos
v
PREFACIO iii
LIStA DE tABLAS y ILUStRACIOnES vi
LIStA DE ACRónIMOS y ABREvIAtURAS vii
RESUMEn viii
1. IntRODUCCIón 1
2. LA tRAnSICIón En LA tEnEnCIA: LEyES COnSUEtUDInARIAS, EStAtUtARIAS y COntROvERSIAS 4
3. CAMBIOS En LA tEnEnCIA FOREStAL EStAtUtARIA DEL 2002 AL 2008 7
3.1 Métodos 7
3.1 Resultados 8
3.3 Discusión de los resultados de la tabla 1 12
4. DESAFíOS PARA LA REALIzACIón DEL POtEnCIAL DE LAS REFORMAS A LA tEnEnCIA EStAtUtARIA 13
4.1 Coacción e implementación inadecuada de las reformas 13
4.2 Falta de avances en los derechos complementarios 15
4.3 Preferencia gubernamental a las concesiones y la conservación industriales por encima
de los pueblos 16
4.4 La competencia dentro de, y entre las comunidades forestales 22
4.5 Débil desempeño del gobierno en la promoción de las reformas 22
4.6 Resumen de los desafíos 25
5. SEñALES DE AvAnCE 26
5.1 Sucesos legales y políticos que aclaran y fortalecen la tenencia 26
5.2 Los impactos de las reformas a la tenencia forestal 29
5.3 La oportunidad del cambio climático, el poder de negociación, y los derechos
de los pueblos forestales 30
5.4 El aumento de organizaciones y redes que apoyan las reformas a la tenencia forestal 31
5.5 Dónde nos encontramos: un balance 33
6. OPORtUnIDADES PARA tEnER MEjORES AvAnCES 34
AnExO 1. DESAFíO y RIESgOS DE RECOPILAR DAtOS EStAtUtARIOS FOREStALES A nIvEL MUnDIAL 38
AnExO 2. PAUtAS téCnICAS PARA LA RECOPILCAIón DE DAtOS SOBRE LOS CAMBIOS En LA
tEnEnCIA FOREStAL 39
AnExO 3. PRInCIPALES COnSIDERACIOnES PARA LA CREACIón DE Un MARCO PARA LA
COMPARACIón 2002-2008 En LA tABLA 1 2002–2008 COMPARISOn In tABLE 1 40
RECOnOCIMIEntOS 41
nOtAS 43
CONTENIDO
vi
LISTA DE TABLAS Y ILUSTRACIONES
LISTA DE TABLAS
tabla 1: Distribución de la tenencia forestal en los 30 países con más bosques, 2002–200819 9
tabla 2: Distribución de la tenencia forestal en seis países de África Occidental, 2002–200896 11
tabla 3: Datos de concesiones para 15 de los 30 países con más bosques, 2008 18
tabla 4: Recientes avances políticos y legales que fortalecen los derechos de tenencia
comunitarios en 18 países 28
LISTA DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1: Distribución de la tenencia forestal por categoría de tenencia en 25 de los
30 países con más bosques, 2002–2008 10
Ilustración 2: Cantidad de países que han experimentado aumentos, disminuciones, o ningún
cambio en el total del área forestal bajo cada categoría de tenencia, en 25 de los 30 países
con más bosques, 2002–2008 10
Ilustración 3: Comparación del área de concesiones industriales y tierras forestales
comunitarias en 15 países, 2008, 2008 19
vii
LISTA DE ACRóNImOS Y ABREvIATURAS
RCA República Centroafricana
MFBC Manejo Forestal de Base Comunitaria
CIFOR Centro para la Investigación Internacional del Manejo Forestal
RDC República Democrática del Congo
FAO Organización de las naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
FRA Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO
ICRAF Centro Agroforestal Mundial
IUCn Unión Internacional para la Conservación de la naturaleza
MFC Manejo Forestal Conjunto
Mha Millones de Hectáreas
nd no hay Datos Disponibles
Ong Organización no-gubernamental
PFnM Productos Forestales no Maderables
OWL Otras tierras con Bosques (tierras con 5–10% de dosel forestal)
Png Papua nueva guinea
RECOFtC Centro de Entrenamiento Regional en Manejo Forestal Comunitario para Asia y el Pacífico
REDD Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación
RRI Iniciativa por los Derechos y los Recursos
viii
RESUmEN
En ¿De quiénes son los bosques del mundo?: La tenencia forestal y los bosques públicos en transición,
publicado en el 2002, se informó que en décadas recientes los gobiernos ha comenzado a reducir su propie-
dad y control legal sobre los bosques del mundo. El objetivo de este informe es medir si esta transición de
la tenencia forestal continuó durante el periodo 2002-2008, así como evaluar las implicaciones del cambio
estatutario en la tenencia forestal para los pueblos forestales, los gobiernos y la comunidad global.
El informe concluye que la transición sí continuó en el periodo 2002- 2008. El área bajo propiedad
estatal disminuyó, y ha habido aumentos correspondientes en el área de los bosques designados para el
uso por comunidades y pueblos indígenas, el área bajo propiedad de comunidades y pueblos indígenas, y el
área bajo propiedad de individuos y empresas.
Aunque continúa la transición de la tenencia, los avances son contradictorios. Entre los problemas
principales están los siguientes: los gobiernos se mantienen aferrados a la mayoría de los bosques y es
lenta la transición de la tenencia forestal; las reformas estatutarias no siempre resultan en una tenen-
cia más segura; también son necesarias acciones en cuanto a los derechos humanos, civiles, políticos y
de género para mejorar el bienestar, y en este frente los avances son lentos; el área de las concesiones
industriales sigue siendo muy superior al área de bosque designado para el uso por, o bajo la propiedad de,
comunidades y pueblos indígenas; los reclamos industriales sobre las tierras forestales están aumentando
pronunciadamente, entre otras cosas para la producción de biocombustibles; y algunos gobiernos tienen
un desempeño pobre al llevar a cabo el proceso de las reformas.
Sin embargo, hay buenas noticias: en 2002-2008 se han anunciado muchas reformas nacionales nuevas
donde se reconoce el acceso y propiedad de las tierras forestales para la gente local; los resultados de la in-
vestigación se suman a las evidencias de que el fortalecimiento de la tenencia forestal de las comunidades
e individuos puede mejorar el bienestar, permitir la exclusión de reclamantes externos, y mejorar el manejo
y conservación forestales; la atención mundial al cambio climático ofrece la posibilidad de aumentar el
poder de negociación de los pueblos forestales; y hay evidencias de crecimiento en el movimiento para el
fortalecimiento de la tenencia forestal local.
El informe termina con recomendaciones acerca de cómo el proceso de reformas a la tenencia forestal
puede ser impulsado hacia adelante.
1
Introducción1¿De quiénes son los bosques del mundo?
Hay dos maneras fundamentalmente distintas de
responder a esta pregunta. Desde el punto de vista
de la tenencia consuetudinaria (determinada, en
la mayoría de los casos, por los pueblos locales), la
respuesta es: “Las personas que viven en o cerca de
los bosques son sus propietarios, y el gobierno no
lo es”. Si se plantea la pregunta desde el punto de
vista de la tenencia estatutaria (determinada por
el estado), la respuesta es: “El gobierno controla
la mayor parte de la tierra, pero en algunos países
el gobierno ha transferido los derechos de propie-
dad y acceso a algunas comunidades, individuos y
empresas”. Esta publicación se centra mayormente
en la segunda perspectiva, no porque sea la más
importante, sino porque la visión oficial es la que
le da forma a las políticas y a su implementación,
porque es posible medir los cambios recientes, y
porque hay consecuencias profundas aunadas a
estos cambios.
En la publicación del 2002 titulada ¿De quién
son los bosques del mundo?: La tenencia forestal y
los bosques públicos en transición quedó claro que
se ha empezado a transformar un patrón de siglos
de propiedad y control predominantemente guber-
namental de las tierras forestales. Con base en los
datos gubernamentales sobre la tenencia estatu-
taria, el informe calculó que en el 2002 el 77% del
área de terrenos forestales a nivel global estaban
bajo la administración directa de los gobiernos, el
4% estaban designados para el uso de las comuni-
dades y los pueblos indígenas, el 7% estaba bajo la
propiedad de las comunidades locales y los pueblos
indígenas, y el 12% estaba bajo la propiedad de
individuos y empresas.2 Los autores percibieron
tres tendencias vinculadas a esta transición en la
tenencia forestal: algunos gobiernos han comen-
zado a reconocer la propiedad por parte de las
comunidades y pueblos indígenas y han producido
leyes que apoyan este cambio; algunos gobiernos
han comenzado a autorizar el manejo de las tier-
ras forestales gubernamentales bajo las reservas;
y un tercer grupo de gobiernos ha comenzado a
autorizar las concesiones comunitarias como un
desprendimiento de la práctica generalizada de
otorgar concesiones a empresarios privados.3 Los
autores subrayaron dos problemáticas relaciona-
das con la transición: la necesidad de un ambiente
legal y político que preste apoyo a la propiedad for-
estal comunitaria, y la necesidad de que los actores
públicos, privados y de la sociedad civil planeen y
manejen cuidadosamente estas transiciones.4
El informe del 2002 ha sido leído ampliamente
por representantes de organizaciones donadoras,
académicos, especialistas en los campos del medio
ambiente y del desarrollo, organizaciones comuni-
tarias, y políticos. Una de las razones de este interés
es un cambio de paradigma en las visiones sobre
el papel de los bosques en la sociedad. En los años
sesenta, el “manejo forestal centrado en la gente”
era sólo un eslogan, pero se ha vuelto gradual-
mente común en el pensamiento sobre el manejo
forestal. Los defensores de esta visión argumentan
que puede contribuir a proporcionar una amplia
variedad de soluciones a problemas relacionados
con los bosques, incluyendo los siguientes:
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal2
Se respetarán los derechos consuetudinarios ��
y ancestrales de los pueblos indígenas y otros ha-
bitantes de los bosques, y ya no se les tratará como
intrusos en sus propios hogares;
Los pueblos forestales ya no vivirán bajo la ��
continua amenaza de que sus territorios ances-
trales sean profanados, de que se destruyan sus
medios de subsistencia, o de terminar como refu-
giados;
Al ser reconocidos como custodios legales ��
de las tierras forestales que habitan, los pueblos
forestales tenderán más a tener sustentos estables,
a invertir en sus propias tierras y recursos, y a
manejar y conservarlos bien a perpetuidad;
El manejo local de los bosques ofrecerá una ��
alternativa viable en los casos en que los gobiernos
no hayan tenido un buen desempeño como únicos
administradores de la tierra, o donde el modelo
industrial de manejo forestal no haya logrado
beneficiar a la sociedad y proteger los recursos
forestales;
Los derechos claros y seguros de propiedad ��
reducirán los conflictos por los recursos, estabili-
zarán al sector forestal, alentarán las inversiones
y, por lo tanto, contribuirán a ampliar el desarrollo
social y económico.
Los sucesos recientes han estimulado un
interés aún mayor para aclarar los derechos de
tenencia y en la propiedad y manejo a nivel local
de las tierras y recursos forestales. La demanda
de acceso a las tierras forestales ha aumentado
dramáticamente, en parte por la demanda cre-
ciente de cosechas agroindustriales, incluyendo los
biocombustibles. Para la creación de mercados fun-
cionales y equitativos para el almacenamiento de
carbono en tierras forestales será necesario aclarar
los derechos de propiedad, la tenencia forestal y los
derechos sobre el carbono.
¿Ha continuado la transición de la tenencia
forestal desde el 2002? De ser así, ¿en qué países y a
qué escala? ¿Han continuado las tendencias subya-
centes a esta transición? Este informe busca re-
sponder a estas preguntas. Además, este informe ve
más allá de las cifras y contextualiza la transición.
Es importante saber si el fortalecimiento de la
tenencia forestal estatutaria para los individuos y
las comunidades está logrando lo que se pretende,
además de entender los factores contextuales que
amenazan o favorecen el éxito de las reformas a la
tenencia estatutaria.
Este reporte está formado por las siguientes
cinco secciones subsiguientes:
La sección 2 establece el escenario al descri-
bir la fricción histórica entre la tenencia forestal
consuetudinaria y la estatutaria. Alguna vez los
pueblos forestales experimentaron una sensación
de propiedad sobre los bosques que habitan. Esto
pasó a convertirse en una sensación de exclusión
al asumir los gobiernos del mundo el control legal
sobre los bosques. En décadas recientes, parece
haber una transición de la exclusión a la propiedad
al reconocer los gobiernos la tenencia consuetudi-
naria y conferir derechos estatutarios.
La sección 3 mide los cambios en la transición
de la tenencia forestal en los 30 países con más
bosques en el mundo y en seis países de África Oc-
cidental.
En la sección 4 se señala que, a pesar de las
mejoras en los derechos estatutarios no-estatales
sobre los bosques, hay problemas preocupantes,
incluyendo los siguientes: la lentitud del ritmo del
reconocimiento cabal de los derechos de propie-
dad; las reformas estatutarias no siempre resultan
en una tenencia más segura; la lentitud del ritmo
de los avances en cuanto a los derechos humanos,
civiles, políticos y de género, que son complemen-
tos importantes para los derechos de tenencia; los
conflictos de tenencia que se originan desde el ex-
terior o el interior de la comunidad; y los obstáculos
para las reformas a la tenencia relacionados con la
tendencia de algunos gobiernos a alinearse con los
intereses empresariales, aspectos de la descentral-
ización y la devolución que interfieren con el éxito
de las reformas a la tenencia, y las deficiencias en la
administración y capacidad gubernamentales.
¿Ha continuado la transición de la tenencia
forestal desde el 2002?
3
En la sección 5 se señala que, a pesar de estos
desafíos, hay señales de que está en proceso un
cambio positivo en la tenencia forestal y de que hay
oportunidades qué aprovechar. Entre estas señales
positivas están las siguientes: nuevas políticas
nacionales que fortalecen los derechos de tenencia;
casos que demuestran que el fortalecimiento de
los derechos de tenencia forestal pueden mejorar
los sustentos, servir como base para excluir a los
reclamantes externos, y promover la conservación
forestal; el surgimiento del interés en remunerar a
los pueblos forestales para que ayuden a mantener
a los bosques de pie y así reducir la amenaza global
que plantea el cambio climático; y el aumento de
movimientos de base, así como de organizaciones y
redes nacionales, regionales e internacionales que
apoyan las reformas a la tenencia forestal.
La sección final identifica algunas oportuni-
dades para ampliar, mejorar y acelerar el proceso de
las reformas a la tenencia forestal estatutaria.
4
La transición en la tenencia: Leyes consuetudinarias, estatutarias y controversias2
El mundo está experimentando una transición
en la tenencia de la tierra que implica controversia
entre dos sistemas de tenencia fundamentalmente
distintas: la consuetudinaria y la estatutaria. Antes
de describir esta controversia, resultará de utilidad
explicar algunos términos clave. Los sistemas
de tenencia definen quienes son propietarios y
quienes pueden usar qué recursos, durante cuánto
tiempo, y bajo qué condiciones.5 Los sistemas de
tenencia consuetudinaria se determinan al nivel
local y suelen basarse en acuerdos orales. Los
sistemas de tenencia estatutaria los aplican los
gobiernos y están codificados en las leyes de los
estados.
Cientos de millones de personas viven en tier-
ras forestales, una cantidad grande pero indetermi-
nada no tiene seguridad en cuanto a la tenencia de
la tierra y los recursos, o bien ésta es muy débil. Son
varias las razones de esta inseguridad. Los pueblos
locales pueden disfrutar de derechos bajo acuerdos
tanto consuetudinarios como estatutarios, pero ser
incapaces de oponerse a los reclamos planteados
por otras partes sobre la tierra y los recursos. En
algunos casos, los acuerdos consuetudinarios son
claros y están bien aceptados a nivel local, pero los
acuerdos estatutarios los contradicen o nulifican. y,
en otros casos, los arreglos de tenencia consuetudi-
naria, por la razón que sea, no pueden cumplir con
su función.
La seguridad en la tenencia de la tierra es
importante porque suele ser la base de la iden-
tidad social, la seguridad personal, así como la
supervivencia cultural de los pueblos indígenas y
las minorías étnicas. La tenencia forestal también
es importante por razones económicas. juega un
papel importante en determinar quién sale ben-
eficiado o perjudicado en la competencia por los
bienes económicos y los servicios ambientales que
proporcionan los ecosistemas forestales. La segu-
ridad en la tenencia suele ser un prerrequisito para
la inversión de capital por parte del gobierno o las
empresas, mientras que, al contrario, los conflictos
por las tierras forestales desalientan las inver-
siones y socavan el manejo sensato. La seguridad
en la tenencia también juega un papel importante
en la estructura de los incentivos que motivan la
protección o la destrucción de los bosques.
Para poder valorar la importancia contem-
poránea de la tenencia de la tierra, resulta de
utilidad observar cómo ha ido cambiando en el
mundo durante los últimos cien años. Hace siglos,
los pueblos indígenas que vivían en los ambientes
forestales decidían por y para ellos mismos cómo
usar y manejar sus ambientes forestales. Aunque es
limitada la documentación histórica de dichas leyes
y prácticas consuetudinarias, se puede suponer que
los pueblos de los bosques tenían mano libre, rela-
tivamente, en el gobierno de su medio ambiente.
Esto, por supuesto, no excluye la posibilidad de que
hubiera guerras y conflictos territoriales entre los
grupos étnicos, así como una añeja dominación y
explotación por parte de colonizadores extranjeros
en los bosques menos remotos.
Durante el curso de los últimos siglos, con la
ampliación del alcance de la agricultura sedentaria,
la llegada de la revolución industrial y el capital-
5
ismo, el establecimiento de las naciones estado, la
fundación de las ciudades y centros comerciales, el
aumento del colonialismo, la comercialización de
los bienes primarios tanto a nivel doméstico como
internacional, el veloz crecimiento de la población,
y la conversión de enormes áreas forestales para
otros usos de tierra, fue cobrando forma el go-
bierno moderno de las tierras forestales. Los gobier-
nos nacionales declararon la propiedad pública o
estatal de grandes áreas de bosques como parte del
dominio nacional y formularon leyes para preservar
su papel como la máxima entidad de toma de deci-
siones para las tierras forestales y sus recursos.
En esta etapa temprana de la transición de la
tenencia forestal, las personas que habitaban en o
cerca de los bosques pasaron de percibirse propi-
etarios de sus tierras y recursos a tener una sen-
sación de exclusión. En este proceso, perdieron la
sensación de pertenencia y seguridad, y perdieron
la confianza de que las propias tierras y recursos
no pudieran serles arrebatados arbitrariamente.
Con el paso del tiempo, individuos o comunidades
enteras perdieron su lugar en el mundo.6 Se vieron
desposeídos de su tierra y recursos mediante
entidades más poderosas que ellos hacían valer el
derecho de manejar, usar y vender esas tierras y
recursos.
Un punto de vista favorable sobre la toma
estatal de la propiedad forestal asegura que este
paso sirvió al “bien público”. Desde esta perspec-
tiva, el control monopólico del gobierno sobre
vastas extensiones forestales tenía el objetivo de
proteger los bosques de las naciones de la rápida
deforestación y de la devastación ecológica; tenía
el objetivo de proteger valiosos recursos naturales
maderables contra la destrucción total, consid-
erándolos como un recurso estratégico; y tenía el
objetivo de designar áreas protegidas que nunca
se verían sujetas a la conversión de uso de tierras.
Se promovió la “silvicultura científica” como una
manera de racionalizar la economía maderera y de
preservar las reservas de recursos para el futuro.
Un punto de vista menos favorable sobre la
toma de tierras forestales por el estado, sostiene
que se hizo principalmente para crear un sistema
de acceso privilegiado a los lucrativos recursos
forestales (p. ej., madera, petróleo y otros minerales
subyacentes en los bosques, y ciertos productos
forestales no maderables valiosos) para las per-
sonas poderosas en el gobierno, empresarios con
buenos contactos, así como miembros favorecidos
del ejército. Al excluir a la fuerza a los competi-
dores, el estado no sólo podía garantizar el acceso
a enormes existencias de recursos naturales,
sino también crear sistemas de patrocinio de los
recursos naturales (i. e., esperando recibir favores a
cambio de la generosidad del gobierno), y anular los
reclamos por recursos hechos por los pueblos indí-
genas de acuerdo con las leyes consuetudinarias.
A la larga, esta lógica formó parte de la promoción
de un modelo industrial a gran escala para el sec-
tor maderero, de favorecer los ingresos estatales
centralizados por encima del desarrollo local, y
de imponer un modelo excluyente de protección
forestal.
Los estados son entidades complejas y polifa-
céticas, así que es posible que las dos motivaciones,
las “favorables” y las “desfavorables”, puedan de-
sarrollarse dentro de la misma entidad de gobierno.
y por supuesto, las motivaciones elevadas pueden
servir para disfrazar las desagradables. Independi-
entemente de las razones fundamentales para la
adquisición gubernamental de los bosques nacio-
nales a nivel internacional, el resultado casi siem-
pre fue el mismo: no lograron cumplir con las metas
declaradas. En la mayoría de los países, la propie-
dad centralizada del gobierno, así como su control
de las tierras y recursos forestales, fracasaron en
impedir la deforestación masiva, la degradación de
los bosques y daños severos a los servicios ambi-
entales que los bosques proporcionan. Además, el
control monopólico sobre las tierras forestales y el
flujo de la riqueza forestal, despojó a los pueblos
locales de una posible ruta de escape de la pobreza,
la miseria, la dislocación y la destrucción cultural
en sitios donde antes no existían anteriormente.
Hoy en día el área de los bosques manejados
bajo tenencia consuetudinaria supera el área de
las tierras comunitarias e indígenas reconocidas
bajo la ley de tenencia estatutaria. Aunque en
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal6
muchos países del mundo los gobiernos nacio-
nales procuraron eliminar la tenencia de tierras
consuetudinaria (incluyendo, pero no limitándose,
a los bosques), estos sistemas de derechos locales
y prácticas de manejo han persistido (en grados
altamente variables). Hoy en día la mayoría de las
comunidades, con la excepción de algunas que son
remotas, buscan legitimidad o protección formales
para asegurar sus derechos consuetudinarios, y por
esta razón, los modifican o se adaptan a las leyes
estatales y de los tratados internacionales para
proteger sus intereses.7
En las últimas décadas se ha dado una ten-
dencia mundial hacia el reconocimiento de los
derechos humanos, y hacia la descentralización de
los gobiernos nacionales, frecuentemente aunada a
nuevas disposiciones constitucionales relacionadas
con la democratización. En muchos países se ha
ido desarrollando gradualmente una tendencia a
reconocer los derechos locales y a devolver la ad-
ministración de los recursos naturales, incluyendo
los bosques, pasándola del gobierno a las comuni-
dades y pueblos locales. juntas, estas transiciones
han trabajado para fomentar las reformas a la
tenencia en muchos países.
En los últimos años, documentos de institu-
ciones multilaterales y bilaterales han defendido la
idea de fortalecer los derechos de tenencia locales,
incluyendo tierras forestales, con la creencia de
que esto puede contribuir con la promoción del
desarrollo social y económico. Considerados en su
conjunto, estos documentos plantean la creencia
de que el fortalecimiento de la tenencia local de
la tierra y otros recursos naturales puede fomen-
tar la inversión local en la tierra y los recursos,
permitir el acceso al crédito mediante el uso de
títulos como garantía, mejorar el mercado de las
tierras, establecer una base legal para excluir a los
competidores y así reducir los conflictos por recur-
sos, fomentar el uso sustentable de los recursos,
funcionar como un fuerte estímulo al crecimiento
económico, y promover la transferencia legal de
tierras de una generación a la otra.8
¿Cuáles son las piezas clave necesarias para
lograr la transición de la exclusión a la propiedad,
es decir para lograr seguridad en la tenencia al
nivel de la comunidad? Según Ellsworth y White,
los elementos clave son: “instituciones internas
efectivas de la comunidad, reconocimiento legal y
apoyo a los derechos de la comunidad, la presencia
de sistemas independientes de arbitraje jurídico,
mecanismos e instituciones regulatorios efectivos,
así como el apoyo de una circunscripción política”.9
En este informe concentramos la mayor parte
de nuestra atención en la tenencia forestal estatu-
taria: hasta qué grado y de qué maneras ha estado
cambiando, así como los desafíos y oportunidades
para convertirla en una herramienta legal y política
útil. Las dos formas de tenencia están entretejidas
por su impugnación, y también porque la tenencia
consuetudinaria suele verse obligada a buscar un
manto legal para sobrevivir y prosperar.
A través de sus diferentes transformaciones en
el curso de la historia, la tenencia forestal estatut-
aria refleja dramáticamente las diferentes visiones
estatales acerca de quiénes deben manejar las tier-
ras forestales. La tendencia histórica a la exclusión
de los pueblos locales de los derechos seguros y
los beneficios obtenidos de los recursos forestales
ha cedido ante una nueva filosofía. En un número
de países cada vez mayor, los gobiernos están re-
conociendo los derechos consuetudinarios, y están
acordando nuevas formas de derechos estatutarios
para los pueblos indígenas, los individuos y las
empresas.
Hoy en día el área de los bosques manejados
bajo tenencia consuetudinaria supera el área
de las tierras comunitarias e indígenas
reconocidas bajo la ley de tenencia estatutaria.
7
Cambios en la tenencia forestal estatutaria del 2002 al 20083
La publicación ¿Quiénes son dueños de los
bosques del mundo? del 2002 presentó datos sobre
la tenencia forestal estatutaria mundial en 24 de
los 30 países con más bosques. Con base en este
acercamiento, la tabla 1 aquí incluida compara los
datos sobre la tenencia forestal estatutaria mundial
para el 2002 y el 2008. Incluye a 30 de los países del
mundo con más bosques, cubriendo el 85% del área
de territorio forestal a nivel global.10 La lista de
países va en orden descendiente en cuanto al total
del área forestal, para lo cual se utilizó la Evaluación
de Recursos Forestales Globales, 2005 como fuente
de datos sobre área forestal.11 Debido a cambios
en el área forestal en el intervalo de 2002 al 2008, la
composición y el orden de los países ha cambiado
en comparación con los de la publicación del 2002.12
La tabla 2 muestra datos sobre la tenencia for-
estal estatutaria en seis países de África Occidental
en el 2002 y el 2008. La intención de presentar esta
tabla es entender si la transición de la tenencia
forestal se está dando en países que no cuentan
con muchos bosques.
Las tablas 1 y 2 aplican las mismas definiciones
de tenencia y el mismo acercamiento a la recopi-
lación de datos que se usaron en la publicación
del 2002. Esto garantiza que los cambios en la serie
cronológica, detectados en el intervalo 2002-2008
reflejan cambios reales y no modificaciones en los
estándares de medición. Las categorías de tenencia
relacionadas con estas definiciones no son abso-
lutas, y de hecho describen un espectro dentro del
cual los límites de estas categorías no están muy
bien definidos.
En las tablas 1 y 2 se distingue entre el do-
minio público y el dominio privado de las tierras
forestales en los terrenos forestales “legales”. A su
vez, los dominios “público” y “privado” se sub-
dividen en dos categorías que dan lugar a cuatro
categorías de tenencia:
Tierras públicas administradas por el gobierno�� ,
que suelen incluir a todos los bosques dentro de los
terrenos forestales legales que están bajo propie-
dad de y son administrados exclusivamente por el
gobierno y que no están designados para ser usa-
dos por comunidades o pueblos indígenas. nótese
que esta categoría incluye algunas áreas protegi-
das13 y tierras forestales cedidas como concesiones
para la tala, para plantaciones agroindustriales o
silvícolas, y para la minería.
Las tierras públicas designadas para el uso de ��
las comunidades y pueblos indígenas son tier-
ras apartadas de manera semipermanente, pero
condicionada. Según la publicación del 2002: “los
gobiernos retienen la propiedad y el derecho de ex-
tinguir unilateralmente los derechos de los pueblos
locales a vender o de alguna otra manera enajenar
la tierra a través de hipotecas u otros instrumentos
financieros. Aunque la distribución de los derechos
3.1 MéTODOS
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal8
entre el gobierno y la comunidad en esta categoría
es diferente en casi todos los países, los países in-
variablemente retienen una fuerte autoridad para
extraer y manejar los recursos forestales”.14
Tierras privadas bajo propiedad de las comu-��
nidades o pueblos indígenas se refiere a las tierras
forestales donde los derechos no pueden ser
unilateralmente eliminados por un gobierno “sin
alguna forma de debido proceso y compensación”.15
En teoría, los terratenientes privados normalmente
“tienen derecho al acceso, a la venta u otro tipo de
enajenación, al manejo, a la extracción de recursos
y a excluir a foráneos”.16 Sin embargo, en el mundo
real hay algunas situaciones donde no se otorgan
estos derechos a los terratenientes privados, y
otras donde algunos de estos derechos se confieren
a personas en tierras públicas, designadas para uso
comunitario. Por esta razón, el derecho legal del go-
bierno para cesar un contrato por tierras con o sin
el debido proceso y compensación funciona como
el criterio principal para distinguir la tenencia for-
estal pública de la privada. nótese que en muchos
casos donde se dice que las tierras privadas están
bajo propiedad de las comunidades o pueblos indí-
genas, bajo ley estatutaria, se considera al estado
como máximo propietario, aunque se reconozca a
las comunidades y pueblos indígenas como deten-
tadores de los derechos legales.
Como en la categoría anterior, �� las tierras
privadas bajo propiedad de individuos o empresas
son aquellas donde los derechos no pueden ser
eliminados unilateralmente por un gobierno sin el
debido proceso y compensación.
La calidad y la disponibilidad de los datos
sobre tenencia forestal utilizados para la tabla 1
representan un desafío en el 2008, como sucedió
en el 2002. Entre los desafíos está el hecho de que
muchos países no recopilan sistemática o ruti-
nariamente datos sobre la tenencia forestal, y las
categorías de tenencia estatutaria tienden a ser
distintas de país a país. El Anexo 1 describe las difi-
cultades que enfrentamos en cuanto a los métodos.
Desarrollamos un protocolo para garantizar
la precisión, para permitir la comparación con los
datos del 2002, para resolver las incongruencias, y
para proporcionar instrucciones para futuros inten-
tos de actualizar los datos. El protocolo se muestra
en el Anexo 2.
Al crear un marco para la comparación de
datos del 2002 y el 2008 en la tabla 1, tomamos
en cuenta cuatro consideraciones principales en
cuanto al método. tienen que ver con el descu-
brimiento retrospectivo de datos mejorados para
el 2002, los cambios en la definición del “bosque”
entre los dos periodos temporales, la asignación
de datos a distintas columnas de un periodo
al siguiente, y la exclusión de comparaciones
para los casos de países donde no habían datos
disponibles para ambos años. Hay un resumen en
el Anexo 3.
3.1 RESULTADOS
La tabla 1, con su contraparte visual, la Ilustración
1, muestran que la transición de la tenencia forestal
ha continuado a lo largo del 2008. Los resultados se
basan en una comparación de los 25 casos de países
que estuvieron completos en todas las categorías de
tenencia tanto para el 2002 como para el 2008. Estos 25
países dan cuenta del 80% del terreno forestal global.17
Los resultados muestran lo siguiente:18
El área absoluta de tierra forestal pública ��
administrada por el gobierno en 25 de los 30 países
con más bosque ha disminuido de 2,538 Mha en el
2002 a 2,408 en el 2008 (7%).
El área absoluta de bosques designados para ��
el uso de comunidades y grupos indígenas en estos
países ha aumentado de 42 Mha en el 2002 a 69 Mha
en el 2008 (64%).
9
tABLA 1: DIStRIBUCIón DE LA tEnEnCIA FOREStAL En LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES, 2002–200819
Todas las figuras expresadas en millones de hectáreas (Mha); Se han redondeado los números;Las fuentes de los datos del 2002 pueden encontrarse en la publicación del 2002 ¿De quiénes son los bosques del mundo? 20, con excepción de las que incluyen notas al pie
País21
Público Privado
Administradas por el
gobierno
Designadas para el uso
de las comunidades y
pueblos indígenas
Propiedad de las
comunidades y pueblos
indígenas
Propiedad de individuos
y/o empresas
2002 2008 2002 2008 2002 2008 2002 2008
Rusia22 886.50 882.98 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
Brasil 295.2623 88.5624 11.6825 25.6226 74.50 109.1327 57.30 198.0028
Canadá29 388.90 374.14 0.00 0.00 1.40 1.46 27.20 26.48
Estados Unidos 110.00 129.1630 0.00 0.00 6.92 7.4631 164.10 166.4632
China 76.0633 72.8534 0.00 0.00 103.5035 99.9436 0.00 0.00
Australia 114.5737 109.3038 0.00 0.00 13.6339 20.8640 28.6841 17.2442
Republica Demócrática del Congo43 109.20
133.610.00
0.000.00
0.000.00
0.00
Indonesia44 104.00 121.89 0.60 0.23 0.00 0.00 0.00 1.71
Perú45 nd 42.34 8.40 2.8646 2.25 12.6247 nd 5.2948
India49 53.60 49.48 11.60 17.00 0.00 0.00 5.20 1.07
Sudán50 40.60 64.68 0.80 2.8251 0.00 0.00 0.00 0.0552
México53 2.75 nd 0.00 0.00 44.00 38.7154 8.30 nd
Colombia 36.4655 33.2356 0.00 0.00 24.50 27.5057 0.00 0.00
Angola58 59.7359 59.1060 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
Bolivia61 28.20 22.8862 16.60 19.5263 2.80 9.0464 5.40 1.1065
venezuela 49.5166 47.7067 0.00 0.00 0.00 0.0068 0.00 0.00
zambia 44.6869 42.4470 0.00 0.1071 0.00 0.0072 0.00 0.00
Tanzania73 38.50 31.79 0.40 1.5874 0.00 2.0575 0.00 0.06
Argentina 5.70 nd 0.00 nd 0.00 nd 22.20 nd
Myanmar76 34.5577 32.18 0.00 0.0478 0.00 0.00 0.00 0.00
Papua Nueva Guinea79 0.80 0.26 0.00 0.00 25.90 25.51 0.00 0.00
Suecia80 2.2681 4.37 0.00 0.00 0.00 0.00 20.3482 18.63
Japón83 10.50 10.24 0.00 0.00 0.00 0.29 14.60 14.44
República Centroafri-cana84 22.90
22.760.00
0.000.00
0.000.00
0.00
Congo 22.0685 22.0186 0.00 0.4687 0.00 0.00 0.00 0.00
Finlandia 10.2088 10.7089 0.00 0.00 0.00 0.00 16.1090 15.6091
Gabón92 21.00 21.76 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
Camerún 22.80 20.1193 0.00 1.1494 0.00 0.00 0.00 0.00
Malasia nd nd nd nd nd nd nd nd
Mozambique95 nd 17.26 nd 0.00 nd 2.00 nd 0.00
Subtotal (25 casos
completos) 2582.83 2408.18 41.68 68.50 253.15 303.24 338.92 460.84
total (todos los casos) 2591.28 2467.78 50.08 71.36 299.40 356.57 369.42 466.13
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal10
ILUStRACIón 1: DIStRIBUCIón DE LA tEnEnCIA FOREStAL POR CAtEgORíA DE tEnEnCIA En 25 DE LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES,
2002–2008
Mil
lon
es d
e h
ectá
reas
Administradas por el
gobierno
Designadas para el uso
de comunidades y pueb-
los indígenas
Propiedad de
comunidades y pueblos
indígenas
Propiedad de individuos
y/o empresas
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
2002 2008
ILUStRACIón 2: CAntIDAD DE PAíSES qUE HAn ExPERIMEntADO AUMEntOS, DISMInUCIOnES, O nIngún CAMBIO En EL tOtAL DEL ÁREA
FOREStAL BAjO CADA CAtEgORíA DE tEnEnCIA, En 25 DE LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES, 2002–2008
Nu
mer
o d
e p
aíse
s
Administradas por el
gobierno
Designadas para el uso
de comunidades y pueb-
los indígenas
Propiedad de
comunidades y pueblos
indígenas
Propiedad de individuos
y/o empresas
Aumento Disminución ningún cambio
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
11
El área absoluta de tierras privadas de comuni-��
dades y pueblos indígenas en estos países ha aumen-
tado de 253 Mha en el 2002 a 303 Mha en el 2008 (20%).
El área absoluta de tierras forestales bajo ��
propiedad de individuos y empresas en estos países
ha aumentado de 339 Mha en el 2002 a 461 Mha en
el 2008 (36%).
En 13 de los 30 países hubo un aumento neto ��
en el área total de tierras forestales no administra-
das por el gobierno.
La Ilustración 2 muestra que la transición de la
tenencia forestal en 25 de los 30 países con mayor
cantidad de bosques también es evidente en la can-
tidad de países que experimentaron cambios:
Dieciocho países experimentaron una reduc-��
ción en el área de tierras administradas por el gobi-
erno, en ningún país se experimentó ningún cambio
en 7 países se vio un aumento.
nueve países experimentaron un aumento en ��
el área de tierras forestales designadas para las
comunidades y los pueblos indígenas, 15 países no
experimentaron ningún cambio y en 1 país se vio
una disminución.
Ocho países experimentaron un aumento ��
en el área de tierras forestales bajo propiedad de
comunidades o pueblos indígenas, 15 países no
experimentaron ningún cambio y en 2 países se vio
una disminución.
Cinco países experimentaron un aumento ��
en las tierras forestales bajo propiedad de
individuos o empresas, 13 países no experimen-
taron ningún cambio, y en 7 países se vio una
disminución.
“ningún cambio” es el patrón dominante en las ��
tres categorías de tenencia distintas a la de “bajo
administración del gobierno”.
nótese que en 5 países no hay comparación
posible debido a datos faltantes ya sea para el 2002
o para el 2008.
La tabla 2 muestra la distribución de la tenen-
cia forestal estatutaria en seis países de África
Occidental en el 2002 y en el 2008. Aunque los datos
no son suficientemente completos como para hacer
comparaciones detalladas para cada país, como
se hizo en la tabla 1, la comparación de los datos
del 2002 y del 2008 muestra aumento en las tierras
forestales designadas para las comunidades en
Burkina Faso, Chad y níger; aumento en las tierras
forestales bajo propiedad de las comunidades y
pueblos indígenas en gambia; y aumento en las
tierras forestales bajo propiedad de individuos y
empresas en níger y Senegal. Estos datos confir-
man, al menos en parte, que el distanciamiento de
la administración gubernamental de las tierras se
está dando en países con pocos bosques, así como
en países con muchos bosques.
tABLA 2: DIStRIBUCIón DE LA tEnEnCIA FOREStAL En SEIS PAíSES DE ÁFRICA OCCIDEntAL, 2002–200896Todas las figuras expresadas en millones de hectáreas (Mha)Los números se han redondeado
País97
Público Privado
Administradas por el
gobierno
Designadas para el uso
de comunidades y pueb-
los indígenas
Propiedad de comuni-
dades y pueblos indíge-
nas
Propiedad de individuos
y/o empresas
2002 2008 2002 2008 2002 2008 2002 2008
Mali98 nd 15.895 nd 0.705 nd 0.000 nd 0.000
Chad99 12.317 11.221100 0.000 0.700 0.000 0.000 0.000 0.000
Senegal nd 12.771101 nd 0.987102 0.000103 0.000104 0.000105 0.062106
Burkina Faso107 6.688 6.348108 0.226 0.394 0.000 0.000 nd 0.052
níger 4.742109 4.125110 0.626111 0.873112 0.000113 0.000114 0.000115 0.008116
gambia nd 0.414117 nd 0.017118 0.024119 0.029120 0.000121 0.000122
total 23.747 50.774 0.852 3.676 0.024 0.029 0.000 0.122
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal12
Aunque la tabla 1 (junto con las Ilustraciones
1 y 2) deja claro que la transición en la tenencia
forestal ha continuado en años recientes, debemos
interpretar el cambio con precaución. Hay varios
matices de la tendencia que debemos analizar para
poderla entender correctamente.
Primero, aunque en los 25 casos completados
la cantidad de tierras forestales administradas por
el gobierno ha disminuido 175 Mha, no queda claro
que el total de esta disminución pueda explicarse
por la transferencia de tierras forestales a las otras
tres categorías de tenencia. Parte de la disminución
es probablemente el resultado de la deforestación
y, aunado a esto, de la transferencia de tierras
forestales del dominio forestal a la agricultura y
otros usos de la tierra.
En segundo lugar, sólo siete países (Australia,
Bolivia, Brasil, Camerún, Colombia, India y tanzania)
dan cuenta de casi todo el aumento neto en el área
de tierras designadas para y bajo propiedad de las
comunidades y pueblos indígenas. Brasil por si solo
da cuenta de la mayor parte del aumento neto en
el área de bosques bajo propiedad de individuos
y empresas. En la mayoría de los otros países, en
el periodo 2002-2008 no ha habido un avance en la
asignación de tierras forestales a las comunidades
y pueblos indígenas.
En tercer lugar, es importante aclarar una
aparente discrepancia entre los hallazgos de la
publicación del 2002 y el análisis que presentamos
en esta publicación. En el 2002 los autores descubri-
eron que el 77% del área de terreno forestal global
estaba bajo administración gubernamental y que el
23% no era administrado por los gobiernos. Los cál-
culos del presente informe muestran que en el 2002
el 80% del área del terreno forestal global estaba
bajo administración gubernamental y el 20% no era
administrado por los gobiernos. Esta discrepancia
se explica en parte por los ajustes retrospectivos
de los datos que explicamos anteriormente. Otra
causa es que limitamos el presente análisis a los 25
países donde tenemos datos completos para ambos
años y en las cuatro categorías de tenencia, para
asegurar la precisión de la comparación entre el
2002 y el 2008. Bajo estos parámetros, este análisis
muestra que en el 2008, el 74% del terreno forestal
global está bajo administración gubernamental y el
26% no es administrado por los gobiernos.
Por último, es importante señalar que aunque
el total del área de la tabla 1 está clasificada como
“bosque”, una porción de esta área de hecho no
abarca muchos bosques. En la Evaluación de los
Recursos Forestales Mundiales 2005, la FAO clasifica
como “bosques” a las tierras con un 10% o más de
dosel superior, lo que significa que incluye algunas
tierras con escasa cubierta forestal.123 Además,
siguiendo el patrón establecido en la publicación
del 2002, para algunos países incluimos “Otras
tierras boscosas” (tierras con un dosel superior del
5 al 10%).124 Además, puesto que intentamos incluir
datos sobre el área legal de los bosques y no sólo el
área biofísica, incluimos en la tabla algunas tierras
“forestales” que pueden estar casi o totalmente
deforestadas. Incluimos dichas tierras en la tabla
porque muchos gobiernos fortalecen los derechos
locales de tenencia para estas tierras precisamente
porque la mayor parte de la madera comercializ-
able ya fue vendida.
3.3 DISCUSIóN DE LOS RESULTADOS DE LA TABLA 1
13
Desafíos para la realización del potencial de las reformas a la tenencia estatutaria4
Es una buena noticia que continúe la tran-
sición de la tenencia forestal. Cuando se imple-
menta de manera apropiada, muchos países y mil-
lones de habitantes de zonas rurales se habrán de
beneficiar con esta tendencia y, en consecuencia,
los bosques podrán ser mejor manejados. Es más,
la aclaración y el fortalecimiento de la tenencia
forestal contribuirá a la resolución de problemas
globales que incluyen conflictos y guerras, un lento
crecimiento económico y el cambio climático.125
La mala noticia es lo limitado de los avances,
particularmente en cuanto al reconocimiento de
la propiedad local como propiedad privada. Hay
varios desafíos que obstaculizan el logro de avances
mediante las reformas de la tenencia forestal. Se
pueden clasificar de la siguientes cinco maneras:
(1) la coacción y la implementación inadecuada
de las reformas; (2) la falta de avances en cuanto a
los derechos que complementen las reformas a la
tenencia forestal; (3) la preferencia gubernamental
por las concesiones y la conservación industriales,
por encima de los pueblos; (4) la competencia dentro
de, y entre las comunidades forestales; y (5) el débil
desempeño del gobierno en la promoción de las
reformas. En esta sección describimos cómo las
reformas de la tenencia forestal estatutaria se han
quedado cortas, las razones de estos problemas, así
como otros desafíos que se enfrentarán en el futuro.
4.1 COACCIóN E IMpLEMENTACIóN INADECUADA DE LAS REfORMAS
Como vimos anteriormente, el avance del
mundo hacia el reconocimiento de la propiedad y
los derechos de acceso locales en los últimos años
ha sido lento. Entre los 30 países del mundo con
más bosques, es una minoría la que da cuenta de
la mayor parte de los cambios en el área, y pocos
de estos 30 países han comenzado a formalizar la
tenencia no gubernamental desde el 2002.
Es más, incluso en esos países donde se
han reconocido los derechos legales a las tierras
forestales de los pueblos y comunidades indí-
genas, en ocasiones los derechos conferidos no
logran su propósito. La formalización y el forta-
lecimiento de los derechos a la tenencia forestal
supuestamente deben conferir un amplio rango
de beneficios. En estas series de derechos los más
fuertes son los denominados “propiedad privada”
(la tercera columna de las tablas 1 y 2). Los pueblos
forestales están a favor de la propiedad privada de
los bosques porque, al menos en principio, supera
el sentido de exclusión y restaura el sentido de
propiedad descrito en la sección 2. teóricamente, la
propiedad privada proporciona a las comunidades
y los individuos la confianza de que sus tierras no
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal14
podrán ser tomadas por el gobierno u otras partes
sin el debido proceso legal. Aunque las personas
con derechos de uso designados para las tierras
forestales públicas no gozan de una garantía legal
de debido proceso, cuentan, sin embargo, con una
serie de derechos que se consideran valiosos.
Sin embargo, la propiedad privada de las tier-
ras forestales por parte de los pueblos o comuni-
dades indígenas no siempre salvaguarda ni prom-
ueve a los que están recién reconocidos. Aquí hay
tres ejemplos que sirven para ilustrar este punto:
En �� Perú hay mucho traslape en las áreas
habitadas por los pueblos indígenas, los bosques
naturales que quedan, y metales minerales.126
Empezando a principios de los años noventa, Perú
experimentó un aumento drástico en inversiones
mineras por parte de empresas nacionales e in-
ternacionales; la minería (principalmente de oro y
cobre) dio cuenta de más de la mitad de los ingresos
de comercio exterior en el 2005.127 El gobierno dio
derechos de servidumbre activa a los inversionistas
en minería y, al hacerlo, violó las protecciones de
los títulos colectivos de tierras.128 Con el reciente
aumento en el precio del petróleo, el gobierno de
Perú asignó cerca del 80 por ciento de los bosques
amazónicos del país para la exploración de gas y
petróleo.129
En �� Liberia, incluso las comunidades con títulos
formales para las propiedades consuetudinarias,
casi todas las cuales cuentan con cantidades impor-
tantes de bosque, no tienen derecho a los árboles
que están en esas tierras.130 Es más, la ley estipula
de manera explícita que las personas que habitan
esas tierras no tienen posibilidad de objetar a la
tala que se realice en sus propias tierras. no se re-
quiere su consentimiento para arrendar sus tierras,
por hasta 35 años, para tala o salvamento.131
En �� Papua New Guinea, aunque a los pueblos
forestales se les ha otorgado constitucionalmente
derechos de propiedad sobre los bosques que
habitan,132 se han vuelto víctimas del proceso de la
cosecha industrial de madera. Han fracasado con
frecuencia en obtener consentimiento informado
de las comunidades antes de talar.133 Han habido
violaciones generalizadas a los derechos humanos
en casos donde los propietarios de los bosques ob-
jetan las prácticas de los empresarios forestales.134
Los políticos y la policía tienden a ponerse de parte
de los intereses de los empresarios. Los beneficios
financieros que se les prometen a partir de la tala, o
no han sido entregados o, de ser entregados, resul-
taron demasiado pequeños.135
Los derechos de acceso forestal proporciona-
dos en áreas designadas para el uso de las comuni-
dades a veces no logran cumplir con las metas que
están diseñados para lograr:
En �� Brasil, se han creado reservas para extrac-
ción que cubren más de 12 Mha de tierras amazóni-
cas para garantizar los derechos de las comuni-
dades extractoras de caucho al mismo tiempo
que se promueve la conservación forestal.136 Estas
comunidades reciben derechos de uso en zonas
delimitadas de las tierras forestales federales para
la extracción de los productos forestales y agri-
cultura de subsistencia. Sin embargo, la seguridad
de la tenencia y el acceso a los recursos no están
cabalmente garantizados, puesto que el proceso
de regularización de las reservas para extracción
rara vez es concluido. La agencia gubernamental
responsable de apoyar a los habitantes y regular el
uso de tierras dentro de las reservas no ha logrado
evitar las incursiones a las tierras de las reservas. La
agencia hace valer un margo regulatorio basado en
modelos de conservación estrictos, que restringen
las ventas de productos forestales por parte de los
habitantes.137 Es más, ante la ausencia de protec-
ción gubernamental adecuada, la presión de la
exploración minera ilegal,138 las ventas de tierras, la
tala y la ganadería están amenazando el sustento
de las comunidades.139
En �� Tanzania, se promueve un modelo de
Manejo Forestal Conjunto (MFC) en las reservas
forestales del gobierno central con alto valor de
biodiversidad. Desafortunadamente, los partici-
pantes en el MFC han descubierto que los benefi-
cios legales provenientes de los bosques están muy
restringidos a causa del estatus de conservación
elevado de los bosques. El MFC planteado para las
reservas forestales del gobierno central manejadas
para producción también se han retrasado debido
15
a la incapacidad del gobierno para compartir los in-
gresos madereros con las comunidades que mane-
jan conjuntamente el bosque. Algunos observa-
dores han criticado el modelo de MFC de tanzania,
comentan que los costos de manejo impuestos a las
comunidades rebasan por mucho a los beneficios
tangibles que pueden hacerse realidad.140
En �� India, el programa de Manejo Forestal
Conjunto (MFC), que cubre el 27 por ciento del área
forestal nacional y a 85,000 comités de los pobla-
dos, no ha logrado hacer realidad el potencial de
los bosques para proporcionar el sustento de los
participantes.141 El modelo actual de MFC está incli-
nado a favor del control del departamento forestal
del estado; muchas comunidades consideran al
MFC como vertical, imponiendo reglas externas que
no toman en cuenta a las instituciones de manejo
existentes.142 Como se explicó en un reporte del
Banco Mundial: “El sistema de MFC para compartir
beneficios resulta demasiado complejo, tiene un
costo elevado en cuanto a las transacciones, y se
concentra en un rango muy limitado de opciones
para generar ingresos al nivel de los recursos
primarios.”143
4.2 fALTA DE AvANCES EN LOS DEREChOS COMpLEMENTARIOS
Aunque los derechos a la tenencia forestal
proporcionan una base y herramientas esenciales
para la defensa de los derechos y el bienestar de los
pueblos forestales, no logran todo lo necesario. In-
cluso en los casos en que los pueblos forestales cuen-
tan con derechos de tenencia forestal formales, las
comunidades e individuos con frecuencia enfrentan
amenazas graves contra sus tierras y su sustento.144
Muchos acuerdos estatutarios de manejo
forestal comunitario resultan insuficientes para
garantizar mejoras en el sustento, ya que los
derechos de tenencia que establecen son en-
debles. Los acuerdos de tenencia endebles con
frecuencia incluyen planes de manejo restrictivos
y revisiones condicionales de desempeño, o bien
prohíben la venta y restringen los ingresos de
productos forestales. Con demasiada frecuencia,
estos acuerdos endebles no logran reconocer las
formas consuetudinarias de manejo y propiedad
de tierras.145
también hay muchos derechos que no son de
tenencia pero que resultan esenciales para el bien-
estar de los pueblos forestales. El primero y más
importante de ellos es el derecho a la ciudadanía.
Muchos pueblos forestales carecen de ciudadanía y
por lo tanto no cuentan con personalidad legal para
procurar el reconocimiento formal de sus derechos
de propiedad. A los pueblos forestales con frecuen-
cia se les niega el derecho a un consentimiento
libre, previo e informado a reclamaciones externas
de sus recursos naturales. De manera similar, los
pueblos forestales con frecuencia carecen del
derecho al desagravio y el cumplimiento de las
leyes, que son clave para una resolución justa de los
reclamos y conflictos en disputa.
Según la ley internacional de derechos huma-
nos, todos los pueblos indígenas tienen derecho
a sus territorios consuetudinarios y a su herencia
cultura, pero con frecuencia estos derechos tam-
bién les son negados. Los reclamos consuetudinar-
ios en particular son frecuentemente desechados
o no reconocidos cabalmente por los gobiernos
centrales. Los pueblos forestales indígenas suelen
estar sujetos a la discriminación étnica y racial.
también Hay mucHos derecHos que no son de
tenencia pero que resultan esenciales para el
bienestar de los pueblos forestales.
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal16
Las mujeres con frecuencia sufren de la privación
de la tenencia y de sus derechos dentro de sus
sociedades.146
Es importante tomar en consideración los
derechos a la tenencia de las mujeres, y es un
punto particularmente desafiante. Este problema
tiene sus raíces no sólo en las leyes y la política,
sino también en la cultura. Dentro de las familias,
con frecuencia los hombres dominan los proce-
sos de toma de decisiones, desvían los ingresos
para su propio beneficio, y regulan los derechos
de acceso a los recursos naturales, así como las
elites locales pueden hacerlo dentro de la comu-
nidad. Las mujeres se enfrentan diariamente a la
discriminación y privaciones, a pesar del papel
vital que juegan para garantizar el bienestar de la
comunidad y de las familias. La ampliación de los
derechos de tenencia estatutarios a las comu-
nidades y familias no significa que las mujeres
disfrutarán de los beneficios de la ciudadanía y la
equidad completas.
En muchos sistemas de tenencia, tanto con-
suetudinarios como estatutarios, las mujeres deben
depender de sus parientes masculinos para el acceso
a los recursos naturales. En los sistemas estatut-
arios con frecuencia los hombres son los únicos que
reciben los títulos de tierras, mientras que en los
sistemas consuetudinarios con frecuencia a las mu-
jeres se les niegan los derechos de herencia y deben
volverse a casar para obtener acceso a la tierra y sus
recursos.147 Con frecuencia las mujeres tienen poco
control sobre los bienes generadores de ingresos, y
sus movimientos y libertades suelen estar suma-
mente restringidos.148 Las tasas de alfabetización de
las mujeres suelen ser inferiores a las de los hombres
a nivel mundial, lo que reduce enormemente su
capacidad para entender sus derechos e interactuar
con las instituciones estatutarias para reclamar sus
derechos.149 Después de los conflictos violentos, las
mujeres suelen quedar como cabezas de familia,
pero les resulta difícil reclamar los derechos de
tenencia sin el apoyo de parientes hombres.150
4.3 pREfERENCIA gUBERNAMENTAL A LAS CONCESIONES y LA
CONSERvACIóN INDUSTRIALES pOR ENCIMA DE LOS pUEBLOS
Las demandas por tierras forestales están
aumentando a un ritmo sin precedentes. Estas
demandas incluyen plantaciones agroindustriales
y silvícolas, tierras para pastoreo, concesiones de
bosques naturales, y a las minas. En algunos países
las tierras forestales se están mercantilizando. Se
están apartando más bosques para la conservación.
Con el crecimiento de población y la migración, se
están colonizando más tierras forestales como parte
de las reformas agrarias y ocupaciones espontáneas.
La aclaración de los derechos de tenencia
debería anteceder a esta creciente demanda de
tierras forestales pero, por desgracia, se está que-
dando muy atrás. Sin avances en la especificación
de los derechos de propiedad, están aumentando
los conflictos por tierras forestales. La revisión
de las demandas actuales y anticipadas en tierras
forestales hace énfasis en que los gobiernos deben
tratar este problema con urgencia.
Presentamos un panorama de los principales
tipos de demandas de tierra forestales que van en
aumento, con atención especial a los siguientes seis
temas: (1) el área actual de concesiones forestales
industriales en algunos de los países del mundo con
más bosques; (2) el auge de los biocombustibles; (3)
la búsqueda creciente de petróleo y otros minerales
en los subsuelos forestales; (4) las concesiones de
madera natural; (5) la creación de zonas de protec-
ción forestal; y, (6) la competencia por tierra y recur-
sos entre los mismos pueblos forestales.
las demandas por tierras forestales están
aumentando a un ritmo sin precedentes.
17
EL áREA DE LAS CONCESIONES OTORgADAS
EN TIERRAS fORESTALES
Las concesiones son extensiones de tierra
otorgadas por el gobierno a empresas industriales
y otros grupos para un propósito declarado y por
un periodo de tiempo limitado. Las concesiones en
tierras forestales suelen otorgarse a las industrias
para tala, la cosecha de productos forestales no
maderables, la minería, la exploración para y la
explotación del petróleo y el gas, así como la pro-
ducción agrícola. En algunos casos, las concesiones
para manejo forestal comunitario o para la con-
servación proporcionan protección legal para los
recursos forestales y los sustentos que dependen
de estos. En la tabla 1, virtualmente toda el área de
las concesiones está clasificada bajo el encabezado
de “bajo administración gubernamental”.151
En el informe del 2002 ¿De quiénes son los
bosques del mundo? se incluye una tabla que
describe las concesiones forestales públicas en 16
países forestales, abarcando un 23% del terreno
forestal a nivel global.152 Los autores demostraron
que en esos 16 países el área de bosques públi-
cos asignados a la industria supera por mucho al
área de tierras forestales designadas para o bajo
propiedad de comunidades y pueblos indígenas.
El área total de concesiones industriales era
menor que el área bajo propiedad de individuos o
empresas.153 Esto es importante porque refleja el
legado de exclusión de los pueblos forestales de
los bosques que habitan, así como la persistente
preferencia de muchos gobiernos por la tenencia
forestal y las empresas de escala industrial, por
encima de la escala comunitaria.
La tabla 3 que presentamos a continuación
busca actualizar los datos del análisis realizado
en el 2002. Los 15 países de esta tabla son distin-
tos de los del 2002; 8 países son comunes a ambas
series de datos. Los 15 países presentados en la
tabla 3 abarcan el 41% del área del terreno forestal
global.154 La Ilustración 3 resume los datos de la
tabla 3.
Unidas, la tabla 3 y la Ilustración 3 demues-
tran que el área combinada de las concesiones
industriales en estos países es mucho mayor que
el área combinada de tierras forestales designadas
para el uso o bajo propiedad de las comunidades
y pueblos indígenas. En los 15 países enumerados
en la tabla 3 el área de las concesiones en tierras
forestales cubre 460 Mha, o 318 Mha más que las
tierras forestales designadas para o bajo propiedad
de las comunidades (142 Mha, de las cuales 100
Mha son de su propiedad). El área de concesiones
industriales es mucho mayor que el área de las tier-
ras designadas para el uso o bajo propiedad de las
comunidades o pueblos indígenas en todos menos
3 de los 15 países (tabla 3).155 Para los 15 países el
área de las concesiones equivale al 30% del área
de los bosques administrados por el gobierno en la
tabla 3.
En muchos casos, se otorgan las concesiones
en tierras que han sido designadas para el uso
de o donde se han otorgado títulos a pueblos
indígenas. A pesar de los títulos legales, los
pueblos y comunidades indígenas con frecuencia
no retienen el derecho al subsuelo o el derecho
al manejo cabal de sus tierras forestales.156 En
Perú, 45 Mha de tierra están bajo contrato para
la exploración y explotación de petróleo y gas,
y casi todas las tierras indígenas con título
se ven afectadas de alguna manera por estas
concesiones.157 En los 5 países de África Central
incluidos en la lista de la tabla 4 (Camerún, la
República Centroafricana, el Congo, la República
Democrática del Congo y gabón), hay al menos 73
Mha de concesiones en tierras forestales para la
explotación maderera y mineral en comparación
con un 1.6 Mha de tierras forestales designadas
para el uso de las comunidades.
el área combinada de las concesiones
industriales en estos países es mucHo mayor
que el área combinada de tierras forestales
designadas para el uso o bajo propiedad de las
comunidades y pueblos indígenas.
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal18
tABLA 3: DAtOS DE COnCESIOnES PARA 15 DE LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES, 2008
País158 Tierras forestales bajo conc-esión (Mha)
Total de tierras forestales designa-das a y propiedad de comunidades y
pueblos indígenas (Mha)Comentarios
Rusia159
112.22 (madera)47.60 (caza)2.43 (otra)total: 162.25
0.00
Australia160 68.30 (pastoreo)total: 68.30
20.86Comunidades aborígenes pueden arrendar sus tierras al Estado o a empresas privadas para el pastoreo.
República Democrática del Congo
22.91 (madera)161
6.90 (diamante)162
3.70 (minería)163
total: 33.51
0.00Concesiones de madera son asignadas a compañías de Liechtenstein, Portugal, Suiza, Líbano, Bélgica, Italia, China e India.
Indonesia38.23 (madera) 164
32.77 (petróleo)165 total: 71.00
0.23En Indonesia hay 319 concesiones de bosques natu-rales y 219 plantaciones de madera.
Perú7.30 (madera) 166
45.62 (petróleo y gas) 167
total: 53.8915.48
Muchas concesiones de petróleo y gas se encuentran en los bosques del Amazonas y se traslapan con tier-ras bajo propiedad de pueblos indígenas.168
India0.06 (minería)169
total: 0.0617.00
Colombia2.15 (madera)170
total: 2.1527.50
Bolivia171
5.39 (madera)0.90 (comunidad)172
2.50 (PFnM)0.48 (contratos forestales a largo plazo)total: 9.27
28.56
tanzania0.61 (madera)173
total: 0.763.63
Papua nueva guinea174
10.50 (madera)4.99 (petróleo y gas)175
0.19 (minerales)176
total: 15.68
25.51
República Centro-africana
3.40 (madera)177
1.97(diamante)178
total: 5.370.00
Concesiones de madera asignadas a compañías de China, Líbano, Francia y Malasia.
Congo7.36 (madera) 179
1.28 (cobre y diamante)180
total: 8.640.46
Concesiones de madera asignadas a compañías de Alemania, Dinamarca, China, Italia y Líbano.
gabón
6.98 (madera)181
9.90 (diamante)182
0.23 (oro) 183
1.81 (petróleo y gas)184
total: 18.92
0.00Concesiones de madera asignadas a compañías de Francia, Suiza, Malasia, China, Portugal y Dinamarca.185 La mayoría del petróleo y gas esta lejos de la costa.
Camerún186
4.95 (madera asignada)1.15 (madera no asignada)0.30 (oro)187
total: 7.26
1.14Concesiones de madera asignadas a compañías de China, Francia, Italia, Líbano y los Países Bajos.
Mozambique4.55 (bosque asignado)188
0.07 (uranio)189
total: 4.622.00
total 459.69 142.37
19
EL AUgE DE LOS BIOCOMBUSTIBLES
La producción mundial de biocombustibles190
ha ido aumentando gradualmente durante déca-
das, pero en el 2006 los elevados precios de los
combustibles fósiles, los temores sobre el cenit del
petróleo y la preocupación por el cambio climático
contribuyeron a generar un auge en la inversión y
producción de biocombustibles industriales. Los in-
versionistas y los gobiernos creían que los biocom-
bustibles podían ser una respuesta protectora del
carbono ante la demanda energética, así como una
fuente de energía más segura geopolíticamente
hablando. Más de 20 países declararon metas para
aumentar la producción de biocombustibles a lo
largo de la siguiente década y muchos más han
creado objetivos nacionales para un consumo de
biocombustibles.191
La inversión en la producción de biocom-
bustibles se disparó de EU $2.5 mil millones de
dólares en el 2005 a $4.7 mil millones en el 2006, y
llegó a los $2.5 mil millones tan sólo en el primer
cuarto del 2007.192 Este flujo de financiamiento está
alimentando un nuevo auge en la especulación de
tierras para el cultivo de especies para biocombus-
tible como aceite de palma, caña de azúcar, soya y
piñón de tempate.
varios cultivos (P Ej., el maíz, la caña de azúcar
y la soya) pueden usarse ya sea para alimentos, para
biocombustible o para otros propósitos en el punto
de uso final. Puesto que el uso final para alimento o
combustible no se determina hasta después de que
los cultivos se han cosechado y vendido, es difícil
desagregar los impactos de la creciente demanda
de alimentos y combustible en el uso de tierras en
general. La sola expansión de los biocombustibles
no es la única razón para la creciente demanda de
tierras agrícolas; la creciente población y consumo
global están aumentando la demanda de alimentos,
con la correspondiente presión para convertir más
tierras al uso agrícola.
El resultado neto resulta claro: la desmesurada
demanda y competencia por la tierra han con-
tribuido a generar precios récord para la mercancía
ILUStRACIón 3: COMPARACIón DEL ÁREA DE COnCESIOnES InDUStRIALES y tIERRAS FOREStALES COMUnItARIAS En 15 PAíSES,
2008, 2008
Millones de hectáreas
0
Area de consesiones
Designadas a y propiedad de
comunidades y pueblos
indígenas
100 200 300 400 500
tala
industrial
Minería Otros
(incluyendo
petróleo y gas)
Designadas a
comunidades
y pueblos
indígenas
Propiedad de
comunidades y
pueblos indígenas
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal20
agrícola. Los elevados precios están intensificando
la especulación con tierras, la deforestación y las
invasiones en una escala sin precedentes. La ten-
dencia es particularmente aguda en la cuenca del
Amazonas y el sureste de Asia, donde se cultiva esta
mercancía a gran escala.
Si continua la inversión y el consumo de
biocombustibles como se ha proyectado actual-
mente, el cultivo de productos para biocombus-
tible requerirá de 30 a 35 Mha adicionales en
nuevas tierras productivas.193 El cambio de uso de
suelo anticipado a nivel de los países es difícil de
estimar con precisión, pero la escala de crec-
imiento proyectado es inmensa. Aquí nos basamos
en estimaciones del crecimiento proyectado en el
área a ser utilizada para la producción de cultivos
industriales, incluyendo los que están destinados
para alimentos y combustible, en varios países
productores clave:
En Brasil, 28 Mha están actualmente bajo ��
cultivo de soya y caña de azúcar. Se espera que para
el 2020 las plantaciones de soya y caña de azúcar
cubran de 88 a 128 Mha de tierra brasileña.194
En Indonesia, 6.5 Mha de tierra están dedica-��
das a las plantaciones de aceite de palma. Para el
2025, se proyecta que se necesitarán de 16.5 a 26
Mha de tierra en Indonesia para las plantaciones de
aceite de palma.195
En China, se espera que tan solo para el cultivo ��
de biocombustibles se necesitarán 13.3 Mha de
tierra adicionales para el 2020.196
Con el aumento de la presión por tierras,
los bosques se convertirán para abrir paso a las
plantaciones. El cultivo de pastura y de cosechas
a pequeña escala invadirán aún más los límites
forestales al verse estas actividades desplazadas
por las plantaciones. Estos efectos están bien docu-
mentados: el elevado precio de la soya en Brasil se
ha correlacionado directamente con el aumento
de la deforestación en el Amazonas en el periodo
2001-2004.197 Los datos de satélite más recientes
muestran elevadas tasas de deforestación en la
Amazonia brasileña en los estados donde se culti-
van cosechas para biocombustible. Del 2006 al 2007,
en el estado brasileño de Pará la deforestación
aumentó 59%, en Mato grosso aumentó 48%, y en
Rondônia aumentó 602%.198
Al adentrarse más en la frontera forestal
los poderosos intereses industriales, los pueblos
forestales de áreas remotas con derechos ter-
ritoriales poco seguros estarán entre los más
vulnerables. Con frecuencia los gobiernos centrales
promueven plantaciones a gran escala como parte
integral de una estrategia para el crecimiento
económico nacional, y la expropiación tanto legal
como ilegal de las tierras forestales indígenas y
comunales para las plantaciones se está espar-
ciendo sin mesura. En Mozambique una nueva
interpretación de una ley territorial de 1997, que de
otro modo sería progresista, está socavando grave-
mente la seguridad de la tenencia de tierras comu-
nal.199 Otros gobiernos también están buscando
tierra “disponible” para el cultivo de biocombus-
tibles. En 2007 Brasil reclasificó cerca de 200 Mha de
bosque tropical seco, pastizales y pantanales como
“tierras degradadas disponibles para el cultivo”.200
Esta intensa presión a la tierra también ha
generado conflictos y graves abusos a los derechos
humanos, al verse amenazados el sustento y la
seguridad de los pueblos forestales por las acciones
de foráneos poderosos que buscan obtener acceso
a sus tierras. Los asesinatos en la región xingu de
Mato grosso, Brasil, han atraído atención global en
los últimos años; la creciente demanda de soya es
un factor importante en el conflicto. Las 2.6 Mha
de la Reserva Indígena xingu están rodeadas por
plantaciones de monocultivo de soya.201
En Colombia los grupos paramilitares están
evacuando a la fuerza a los pueblos forestales y
vendiendo sus tierras a especuladores y a las plan-
taciones de aceite de palma. En Indonesia se han
generalizado los abusos a los derechos humanos, la
apropiación ilegal de tierras, los ataques violentos
y los asesinatos en zonas forestales que se están
rozando para las plantaciones de aceite de palma.
Según Sawit Watch, una organización no guberna-
mental de Indonesia, al menos 400 comunidades
de Indonesia se han visto afectadas por conflictos
de tierra causados por la expansión de las planta-
ciones de aceite de palma.202
21
LA CRECIENTE BúSqUEDA DE COMBUSTIBLES
fóSILES y DE MINERALES
La creciente búsqueda global de combustibles
fósiles (P Ej., petróleo, carbón y gas natural) y de
minerales es una grave amenaza para los pueblos
forestales y los bosques que habitan. Debido a
la geología, la geografía y el agotamiento de los
combustibles fósiles y las reservas minerales más
accesibles, muchas de las reservas restantes sin
explotar se encuentran debajo de los bosques
tropicales que quedan en el mundo. La presión para
la búsqueda de recursos no renovables sin explotar
se seguirá intensificando, lo que generará presiones
económicas y políticas que amenazan los derechos
de propiedad y las protecciones legales existentes
para las tierras que contienen en el subsuelo
depósitos de minerales e hidrocarburos. Estos
derechos ya están lejos de estar seguros.
A pesar de las tendencias para apoyar los títu-
los y el manejo comunales de las tierras forestales,
los gobiernos están renuentes a soltar el control de
los derechos de subsuelo a los combustibles fósiles
y a los minerales. En Latinoamérica el control
estatal de los recursos del subsuelo es la amenaza
más crítica para las recientes victorias en cuanto a
la seguridad en la tenencia de los grupos comuni-
tarios y pueblos indígenas en las áreas forestales.203
EL AvANCE CONTINUO DE LA COSEChA DE
MADERAS TROpICALES
El establecimiento de plantaciones agroindus-
triales y madereras, así como las concesiones min-
eras, se encuentran ahora a la cabeza de las nuevas
presiones a las tierras de las personas que viven en
o cerca de áreas forestales. La tala de la madera de
los bosques naturales, aunque en algunas regiones
y países tropicales ya pasó su punto máximo (P
Ej., Mesoamérica y la mayor parte del Sudeste de
Asia), en otros está aumentando (P Ej., la República
Democrática del Congo).
Un aspecto perverso del ciclo de vida de la
cosecha de maderas naturales es que, al agotarse el
abasto legítimo de madera en los bosques de pro-
ducción, a veces los empresarios madereros prestan
atención a los abastos de madera ilegal, incluyendo
a los bosques clasificados como protegidos. Un fac-
tor importante que impulsa este proceso es que las
grandes reducciones a los costos para generar ca-
pacidad industrial para el procesamiento de la mad-
era aumentan el incentivo para que las empresas
violen la ley. En Indonesia, desde inicios de los años
noventa se han invertido EU$15 mil millones de
dólares en molinos industriales para pulpa y papel, a
sabiendas de que la capacidad de procesamiento re-
basa por mucho el abasto de materia prima legítima
disponible en la región. Esta capacidad rebasada ha
sido una importante causa de deforestación, inclu-
sive en las áreas protegidas.204
LAS áREAS fORESTALES pROTEgIDAS
púBLICAS y LOS pUEBLOS LOCALES
El acercamiento convencional para la protec-
ción de la biodiversidad y los servicios al eco-
sistema de los bosques ha sido el establecimiento
de áreas protegidas públicas donde el acceso
humano es restringido o prohibido. Actualmente,
más del diez por ciento del área forestal mundial se
encuentra en los sistemas públicos de protección,
y más de mil millones de personas (de entre las más
pobres de la tierra) viven en las 25 áreas críticas
para la biodiversidad.205 Las áreas protegidas tien-
den a traslaparse con territorios de pueblos indíge-
nas, particularmente en Australia, Brasil, Canadá,
India, Indonesia y los Estados Unidos. Alrededor de
la mitad de las 20,000 áreas protegidas por el estado
creadas en los últimos 40 años se traslapan con los
territorios consuetudinarios indígenas; este es el
caso como en el 86% en América Latina.206
Este acercamiento a la conservación forestal
ha tenido efectos negativos en el sustento, bien-
estar, salud y cultura de los millones de personas
excluidos de las áreas forestales. Se calcula que
globalmente hay 130 millones de refugiados de
la conservación.207 Se han generalizado los abu-
sos a los derechos humanos relacionados con la
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal22
imposición gubernamental de las leyes para la
protección forestal. Los analistas han comentado
que la preservación de la biodiversidad por y
para sí misma ha fracasado como estrategia de
conservación,208 y que incluso si las áreas prote-
gidas han sido importantes para la protección de
especies y hábitat raros, aún no está claro que el
desplazamiento humano realizado justifique estas
ganancias marginales.209 El paradigma dominante
en cuanto a la conservación se ve desafiado por
el hecho de que gran parte de la biodiversidad del
mundo se encuentra en áreas de asentamientos
humanos y no necesariamente dentro de los límites
del sistema de áreas protegidas.210
Las personas de la comunidad conservacioni-
sta están reconociendo cada vez más que una de
las soluciones a los defectos del acercamiento
convencional a la protección forestal consiste en
depositar más confianza en las prácticas de manejo
de recursos de los pueblos que han vivido durante
mucho tiempo en el bosque, y en emprender un
acercamiento basado en los derechos. La conser-
vación comunitaria se ha estado ampliando en
las últimas décadas con el reconocimiento de los
derechos territoriales indígenas y comunitarios.211
El área de conservación comunitaria en las áreas
forestales del mundo es al menos equivalente al
área de las zonas forestales protegidas públicas.212
4.4 LA COMpETENCIA DENTRO DE, y ENTRE LAS COMUNIDADES
fORESTALES
Los conflictos por las tierras y recursos forestales
no sólo son el resultado de los efectos de personas
de fuera, sino también resultan por la competencia
por los recursos dentro de las comunidades. Entre
los factores que impulsan este problema están el
crecimiento de la economía de mercado y la mer-
cantilización de los recursos locales, la introducción
de la cultura de consumo, el crecimiento local de la
población, la disminución de la migración rural a los
centros urbanos (P Ej., en el caso de una crisis macro-
económica), así como el deterioro no sólo en cuanto a
la cantidad sino también en cuanto a la calidad de los
recursos locales. La dinámica puede incluir a las élites
locales que reclaman una participación despropor-
cionada de los recursos, pero los conflictos también
pueden surgir entre familias de igual nivel o entre
poblados. Hay dos factores que agravan esta serie
de problemas. El primero es la sinergia mutuamente
reforzadora entre la pobreza agudizada y la creciente
escasez y deterioro de los recursos. Cuando los po-
derosos de fuera retiran, destruyen o evitan el acceso
a los recursos del que dependen los pueblos locales,
la escasez puede surgir o agudizarse, provocando o
agravando los conflictos horizontales.
4.5 DéBIL DESEMpEñO DEL gOBIERNO EN LA pROMOCIóN DE LAS
REfORMAS
Los problemas para iniciar, implementar y
hacer valer las reformas a la tenencia forestal
tienen que ver en parte con un débil desempeño y
una capacidad de gobierno limitada. Por ejemplo,
en ocasiones una agencia gubernamental puede
tomar partido por un reclamante externo de tierras
y recursos locales. ¿qué tan bien pueden los gobier-
nos servir a los intereses de los pueblos locales? La
respuesta de esta pregunta requiere que prestemos
atención a tres aspectos interrelacionados de las
23
reformas a la tenencia forestal: (1) la respuesta de
los gobiernos a los grupos de interés en competen-
cia; (2) el efecto de las políticas de devolución y de
reformas a la tenencia; y (3) la capacidad adminis-
trativa de las ramas del gobierno para implementar
y hacer valer los programas de las reformas.
LAS ALIANzAS SESgADAS EN LA COMpETEN-
CIA pOR LA TIERRA
Una de las funciones del gobierno es fungir
como árbitro entre segmentos de la sociedad. Por
una parte, el sector corporativo atento a incremen-
tar su participación en el mercado y las ganancias
financieras, y por la otra, segmentos de la sociedad
que están al margen de la supervivencia, que care-
cen de fuerza política y de opciones económicas,
y que buscan sustento seguro, salud y seguridad
adecuados, servicios esenciales, la protección de
sus derechos y un empleo justo.
Con frecuencia el sector corporativo tiene
las de ganar en esta competencia gracias a sus
contactos políticos y sus ventajas financieras, y su
consecuente papel al influir en la implementación
de políticas, leyes y reglamentos. El problema
empeora con el hecho de que con frecuencia los
pueblos forestales se encuentran entre los segmen-
tos de la sociedad con menos poder político por
una variedad de razones: carecen de ingresos y, por
lo tanto, de influencias; como minorías raciales o ét-
nicas experimentan discriminación y marginación;
habitan zonas rurales remotas que son frecuent-
emente pasadas por alto en la decisiones guberna-
mentales de inversión; y a veces se les considera
como “obstáculos” para el uso de tierras y recursos
perseguidos por actores económicos poderosos.
Sin embargo, los escalones inferiores de la
sociedad no siempre carecen de poder, entre otras
razones porque los políticos de muchos países de-
ben buscar la legitimación para lograr un mandato
estable. Para ello, pueden considerar necesario sat-
isfacer las necesidades y aspiraciones de amplios
segmentos de la población, incluyendo personas en
zonas remotas y sus aliados políticos.
LAS pOLíTICAS DE DESCENTRALIzACIóN y
DEvOLUCIóN pUEDEN SOCAvAR LAS REfOR-
MAS A LA TENENCIA
Las reformas a la tenencia forestal estatutaria
con frecuencia se han dado dentro del contexto
de las políticas nacionales de descentralización y
devolución de las últimas tres décadas. A veces las
reformas a la tenencia estatutaria pueden fracasar
si la descentralización y la devolución no le han
dado la importancia suficiente a la propiedad
comunal de los bosques como objetivo político. La
descentralización se define como la transferencia
“tanto de las autoridades encargadas de la toma de
decisiones como de la responsabilidad del pago de
los niveles inferiores de gobierno”, y la devolución
se define como “la transferencia de derechos y re-
sponsabilidades a grupos usuarios al nivel local.”213
Aunque no hay duda de que en algunos casos
la descentralización y la devolución ha servido para
mejorar los derechos de propiedad de los pueb-
los forestales, este no es siempre el resultado. La
reubicación de la toma de decisiones a un nivel in-
ferior de gobierno no garantiza una mayor o mejor
protección de los intereses de las comunidades que
dependen de los bosques.214 Se han documentado
casos en que la descentralización aumenta la vul-
nerabilidad de los pueblos forestales,215 donde las
políticas de devolución incrementan el control del
gobierno sobre el manejo de los recursos locales,216
y donde la descentralización fomenta que los
gobiernos locales generen ingresos a través de la
explotación de los recursos naturales, y como con-
a veces las reformas a la tenencia estatutaria
pueden fracasar si la descentralización y la
devolución no le Han dado la importancia
suficiente a la propiedad comunal de los
bosques como objetivo político.
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal24
secuencia, los derechos territoriales de las minorías
son desechados y se continúa con las políticas
gubernamentales del pasado.217
En estos casos hay un hilo común que da cuenta
de los resultados negativos de la descentralización
y devolución forestales: la falta de poder y control
efectivos en las comunidades forestales. Como
comentan Agrawal y Ostrom, “las oportunidades
de éxito de las iniciativas de devolución están…
relacionadas con el papel que juega la acción
colectiva. Por lo tanto, importa si las instituciones
locales se auto-organizan, o si son simplemente
el resultado del mandato administrativo”.218 Otras
condiciones importantes para aumentar el éxito de
la descentralización y devolución forestal es mejorar
el control sobre las autoridades locales, enmarcar las
demandas políticas específicas con las asociaciones
y movimientos de actores locales,219 y el buen funcio-
namiento de los procesos democráticos.220
CApACIDAD REDUCIDA y DéBIL
IMpLEMENTACIóN
Aun suponiendo que existiera la voluntad
política para que el gobierno reconociera los
derechos y llevara a cabo las reformas de la
tenencia, esto no garantiza el éxito. Debe haber
una capacidad e implementación administrativas
adecuadas dentro de las varias ramas del gobierno
para demarcar, delimitar y hacer valer los derechos
a la tenencia forestal. Las principales deficiencias
se clasifican en las cuatro siguientes áreas: la
falta de coordinación entre ramas del gobierno;
limitaciones presupuestales; falta de experiencia; y
contenido problemático en las políticas.
Los esfuerzos por fortalecer la tenencia
forestal local se han visto retrasados o paralizados
por la falta de coordinación entre las ramas del
gobierno. Esto puede tomar la forma de bloqueo
horizontal (entre sectores y ministerios), o de blo-
queo vertical (entre niveles de gobierno). Entre los
problemas que pueden obstaculizar los procesos se
encuentran los siguientes: desacuerdos sobre los
límites de la jurisdicción; traslape de autoridad so-
bre una misma área de tierra; políticas mutuamente
incompatibles; incapacidad para enfocarse en la
tenencia de tierras forestales porque hay otros
problemas que tienen precedencia; la corrupción; y
limitaciones presupuestales que pueden empeorar
cualquiera de estos problemas.
Las limitaciones presupuestales son un
problema fundamental porque pueden retrasar,
detener o socavar la calidad de las reformas a la
tenencia forestal en todos los niveles. En Bolivia el
insuficiente apoyo presupuestal para completar la
regularización la titulación de las tierras plantea
una amenaza para los derechos y sustentos lo-
cales.221 En Uganda, el apoyo fiscal inadecuado por
parte del gobierno nacional ha sido un factor que
ha contribuido a la incapacidad para implementar
cabalmente el manejo forestal descentralizado.222
La implementación de las políticas de tenen-
cia y de los esfuerzos para mejorar los derechos
locales de tenencia requiere de un amplio rango
de habilidades que con frecuencia faltan, particu-
larmente en los escalones inferiores del gobierno.
Los fondos y conocimientos inadecuados suelen
acompañar la transferencia de responsabilidades
administrativas de los niveles de gobierno supe-
riores a los inferiores. En el sector forestal de la
India, por ejemplo, el gobierno sufre de una amplia
variedad de deficiencias en cuanto a su capacidad,
incluyendo la habilidad de realizar mapeos y evalu-
aciones de recursos forestales; es más, el área de
responsabilidad geográfica del personal de campo
es demasiado vasta, y es limitada la capacidad para
conducir análisis financieros y económicos para
bien de las comunidades.223
Además de las limitaciones para el mejora-
miento de los derechos a la tierra, los gobiernos
con frecuencia dudan en reformar el sistema
regulatorio, que disminuye los derechos al uso y
los acuerdos para manejo forestal suelen ser
inaplicables para la gente local porque los
obstáculos regulatorios son demasiado
grandes.
25
beneficio de las tierras forestales.224 Los acuerdos
para manejo forestal suelen ser inaplicables para la
gente local porque los obstáculos regulatorios son
demasiado grandes. Los acuerdos pueden exigir a
los pobladores presentar solicitudes, formular y
presentar planes de manejo, realizar monitoreos,
así como la realización de otras tareas con un nivel
de costo o sofisticación que los trasciende. Entre
los factores que contribuyen a estos resultados
están los siguientes: la falta de comprensión de
las capacidades locales; mandato administrativo
por niveles de gobierno que se encuentran muy
distantes; insuficiente apreciación de los sistemas
de manejo consuetudinarios (P Ej., los sistemas de
manejo forestal “modernos” y “sofisticados” con
frecuencia están diseñados para suplantar a los
locales); así como la arrogancia y nula rendición de
cuentas de la cultura burocrática.
4.6 RESUMEN DE LOS DESAfíOS
La aclaración y mejoramiento de los derechos
a la tenencia forestal son un gran desafío. En los
países donde los pueblos forestales cuentan con
derechos de tenencia formales, algunos no pueden
excluir a los poderosos reclamantes externos y no
tienen la capacidad de hacer realidad todo el poten-
cial de las tierras y recursos forestales para asegurar
y mejorar su sustento. Las amenazas externas a la
tenencia y el acceso de los habitantes locales a los
bosques tenderán a incrementarse a corto plazo a
causa de la creciente escasez en el abasto de com-
bustibles fósiles (P Ej., el auge de los biocombustibles
y la búsqueda de combustibles fósiles y de minerales
subyacentes a los bosques), la creciente demanda de
varios tipos de producción agroindustrial y silvícola,
y de la minería, así como el legado de un modelo
obsoleto para la protección de la biodiversidad y los
servicios al ecosistema de los bosques. Los conflic-
tos horizontales entre los pueblos y comunidades
forestales también plantean un problema monumen-
tal. Los gobiernos son una importante dimensión de
este desafío porque son susceptibles a la influencia
de los ricos y poderosos, porque algunos aspectos de
la descentralización y devolución forestales no han
favorecido los intereses de los pueblos forestales, y
porque las capacidades administrativas del gobierno
pueden ser limitadas.
Hay un problema fundamental que perpetúa
este estado de las cosas. Los pueblos forestales
tienden a carecer del poder político necesario para
contrarrestar la apropiación forzosa de sus tierras
y recursos, así como para promover políticas que
protegen y fortalecen sus derechos. Como han
señalado correctamente varios observadores, los
derechos carecen de sentido y utilidad sin no van
acompañados del poder para hacerlos valer.225
En resumen, hay un avance lento y muchas
limitaciones. Al mismo tiempo ha habido, en los
hechos, muchos avances en algunos sitios y algu-
nas señales de las maneras en que se puede mejorar
la situación. Ahora dedicaremos nuestra atención a
estas señales de avance.
26
Señales de avance5Aunque existen obstáculos desalentadores
para que se hagan realidad unas mejores reformas
de la tenencia forestal estatutaria, percibimos
señales de avance en las siguientes cuatro áreas:
(1) recientes cambios en las políticas de varios
países que dejan ver cuando menos la inten-
ción de sumarse a la tendencia mundial hacia el
fortalecimiento de la tenencia forestal local; (2)
hallazgos en las investigaciones que sugieren que
en algunos casos el fortalecimiento de la tenencia
forestal puede conllevar mejoras al bienestar,
proporcionar los medios para excluir a los rec-
lamantes externos, así como mejorar el manejo
y conservación forestales; (3) posible obtención
de influencia por los pueblos forestales como re-
sultado del cambio climático; y (4) el surgimiento
de movilizaciones de base para la reforma de la
tenencia forestal.
5.1 SUCESOS LEgALES y pOLíTICOS qUE ACLARAN y fORTALECEN
LA TENENCIA
Las tendencias globales en el desarrollo de
leyes y políticas muestran una creciente preocu-
pación dirigida hacia los derechos de las comu-
nidades y los pueblos indígenas a las tierras y los
bosques. En varios países, durante los últimos
cinco años los cambios a nivel internacional se han
traducido en políticas nacionales. Sin embargo,
estas políticas y leyes no deben interpretarse como
respuestas totales a inequidades históricas profun-
damente arraigadas.
Durante muchos años, los movimientos
internacionales de los pueblos indígenas han
presionado a las organizaciones globales y region-
ales para que reconozcan su derecho histórico a
los recursos, incluyendo su derecho a las tierras
forestales. En septiembre de 2007, la Asamblea
general de las naciones Unidas adoptó casi por
unanimidad la Declaración de las naciones Unidas
Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.226
Entre otras cosas, la Declaración afirma que los
pueblos indígenas “tienen derecho a las tierras,
territorios y recursos que tradicionalmente han
poseído, ocupado o de otra forma utilizado o
adquirido.”227 Mientras tanto, otras instituciones
internacionales han aumentado su promoción y
reconocimiento de los derechos comunitarios, no
sólo de los pueblos indígenas, en las políticas y
legislaciones nacionales.
Desde el 2002, muchos países con tierras
forestales han aprobado leyes para dar a los pueb-
los indígenas y a las comunidades derechos más
sólidos a los bosques (resumidos en la tabla 4). 228
Como muestra de compromiso ante sus pueblos
indígenas, en diciembre de 2007 Bolivia adoptó
27
la Declaración de la OnU como ley nacional.229
Además, Bolivia está implementando una política
para aclarar los derechos forestales y a la tierra en
un proceso conocido como saneamiento, que ya ha
otorgado títulos a muchas comunidades indígenas
(tabla 1).230
La Ley sobre Manejo Forestal Público, promul-
gada en Brasil en 2007,231 permite la asignación de
concesiones forestales a comunidades y le presta
atención especial al reconocimiento y respeto
de los derechos de las comunidades locales a los
bosques.232 En la República Democrática del Congo
las comunidades también han obtenido el derecho
a recibir concesiones forestales, pero hasta la
fecha no hay pruebas de que se hayan asignado
concesiones a comunidades.233 De manera similar,
en Indonesia la creación de la Política Popular
de Plantaciones, que permite arrendamientos a
largo plazo de hasta 100 años se considera un paso
positivo hacia un mayor control comunitario de
los recursos madereros.234 En Angola, el gobierno
aprobó la Ley de tierras de 2004 (Lei. 09/04)235 que
“reconoce y protege los derechos a la tierra de
las comunidades” con base en el uso y la ocu-
pación consuetudinarios, incluyendo a las tierras
forestales.
Los casos de la Angola, la RDC e Indonesia sa-
can a relucir la problemática de la implementación.
Aunque en muchos países la legislación reconoce y
afirma la intención de proteger los derechos comu-
nitarios, con frecuencia hay poca implementación
a nivel local debido a una serie de razones. Por
ejemplo, en Mozambique la Ley de tierras de 1997236
reconoce los derechos a la tenencia de los habi-
tantes históricos, pero se ha demostrado mediante
encuestas que los funcionarios responsables de
implementar la ley y dar apoyo a las comunidades
para hacer valer sus derechos tienen poca concien-
cia de los derechos y de los procedimientos para
afianzarlos.237
En otros países, la deforestación ha movilizado
el apoyo por la protección de los pueblos indígenas
y de otras comunidades. Este es el caso de Argen-
tina, donde se han aprobado leyes para detener la
tala en las tierras de pueblos indígenas. En Argen-
tina, la Ley Forestal del 2007238 declaró una mora-
toria después de una amplia ola de protestas.239
La nueva ley establece el requisito de audiencia
pública antes de que pueda realizarse cualquier
actividad de tala, y le da prioridad a los derechos de
muchas comunidades y pueblos indígenas locales
por encima de los intereses de tala.
El Acta sobre Derechos Forestales del240 2006
en la India estipula derechos a las tierras forestales
muy superiores en comparación con el régimen de
Manejo Forestal Conjunto (MFC) vigente. La legis-
lación asegura los derechos de las comunidades
tribales a beneficiarse de sus bosques, aunque aún
está en trámite el proceso para determinar cuanta
tierra forestal se transferirá a las comunidades. En
vietnam, a lo largo de los últimos años el gobierno
ha implementado una reforma a la tenencia for-
estal que transfiere 3.5 Mha a comunidades locales.
Sin embargo, según las investigaciones los bosques
más productivos suelen permanecer en manos del
gobierno, y las comunidades locales no entienden
sus nuevos derechos.241
Aunque la tendencia general en cuanto a las
políticas y las leyes se inclina hacia un aumento
en el reconocimiento del papel que juegan las
comunidades en el manejo forestal y su derecho
histórico a los territorios, hace falta un esfuerzo
local y nacional más concertado para mejorar
la implementación de dichas políticas. Donde
estas políticas y leyes no existen, la movilización
masiva, el cabildeo y la defensoría, así como los
desafíos legales podrían ser estrategias viables
para aumentar y mejorar los derechos forestales
comunitarios, como se ha visto en Argentina,
Canadá y tailandia. Mediante va aumentando la
aceptación del concepto de derechos comuni-
tarios, hacen falta esfuerzos para asegurar que los
derechos estipulados por escrito se conviertan en
derechos reales.
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal28
tABLA 4: RECIEntES AvAnCES POLítICOS y LEgALES qUE FORtALECEn LOS DERECHOS DE tEnEnCIA COMUnItARIOS En 18 PAíSES
País Nueva política o legislación Efectos
Angola La Ley de tierras de 2004 reconoce los derechos que las comunidades han
adquirido respondiendo a la ley tradicional.242
Escrituración de comunidades en
proceso. Miles de hectáreas han
sido escrituradas a comunidades
San.243
Argentina La Ley de Manejo Forestal del 2007 suspende las compensaciones y determina
que se deben de realizar audiencias públicas antes de llevar a cabo las com-
pensaciones. también determina que los bosques utilizados por comunidades
campesinas e indígenas deben de ser protegidos.244
Cada provincia maneja sus bosques
y el efecto de esta moratoria no es
claro.
Bolivia La Ley nacional 3760 de 2007 adopta la Declaración sobre los Derechos Indíge-
nas de la OnU como Ley nacional.245
Brazil La Ley de Manejo Forestal de 2006 intenta combatir la deforestación en el
Amazonas y estipula para la demarcación de bosques públicos incluyendo
áreas indígenas. La ley también estipula para concesiones a comunidades
locales.246
El Servicio Forestal Brasileño
publicó datos sobre el área de
bosques públicos bajo propiedad
de comunidades indígenas en julio
de 2007.247
Camerún Al mandato 0518/MInEF/CAB de 2001 especifica derechos adicionales para las
comunidades en la adquisición de bosques comunales.248 El mandato demues-
tra el compromiso del gobierno con el programa de comunidades forestales y
establece un nuevo marco regulador.
China La nueva Iniciativa para el Desarrollo del Campo del 2005, permite un incre-
mento local en el poder de toma de decisiones sobre el manejo forestal y
sobre acuerdos de tenencia en áreas forestales colectivas.249
La Ley de Propiedad del 2007 define propiedad colectiva como la propiedad
conjunta de todos los miembros de la comunidad.250
La investigación sobre los efectos
de la política no muestra una clara
tendencia a la individualización de
áreas de bosque.251
RDC El Código Forestal de 2002 permite concesiones a comunidades y transfiere
responsabilidades en el manejo a comunidades locales.252
no hay evidencia de concesiones a
comunidades.
gambia El Decreto de gobierno Local de 2002 otorga a los consejos descentralizados
de área, la responsabilidad de proteger, controlar y manejar los recursos
forestales dentro de su jurisdicción.253
Honduras La Ley de Manejo Forestal de 2007 promueve la participación de las comu-
nidades en consejos consultivos forestales, la regularización de tierras
forestales con demarcación de áreas de protección, conservación y manejo
comunal.254
Las regulaciones implementadas
no han sido aprobadas.
India El Código de Derecho Forestal de 2006 provee una serie de derechos a tribus
predeterminadas y a otras comunidades que habitan tierras forestales, in-
cluyendo más poder en la toma de decisiones sobre el manejo de los recursos
naturales.255
El área que será transferida a comu-
nidades y familias está todavía por
determinarse. Se estima un rango
mayor a 10 Mha.
Indonesia La creación de las Plantaciones Populares en 2007 con arrendamientos a largo
plazo por más de 100 años sobre el área forestal del Estado.256
no es claro cómo se implementará
esta política.
Mali Bajo la Ley de tenencia de 2002, se les otorga a las comunidades descentral-
izadas e individuos el derecho de poseer bosques y se reconoce el uso del
derecho y ley tradicional.257 La Política Forestal de 2007 reafirma el compro-
miso del gobierno para promover el manejo forestal de las comunidades.258
níger El Código Forestal de 2004 promueve la transferencia de las responsabilidades
del manejo forestal a las regiones, departamentos y comunidades.259
29
Hay muchos motivos para fortalecer la tenen-
cia forestal, incluyendo el reconocimiento de los
derechos humanos, la preservación de la dignidad,
la defensa de la supervivencia cultural, así como
ayudar a asegurar el lugar de los pueblos forestales
en el mundo. Además de esto, hay metas más utili-
tarias promovidas por los gobiernos y las organiza-
ciones para el desarrollo; entre estas se incluyen la
posibilidad de reducir la pobreza, la disminución
de los conflictos, así como el mejoramiento del
manejo y conservación forestales. Así como hay
limitaciones a los avances en las reformas estatut-
arias, también las hay en la evaluación del impacto
de los resultados de las reformas a la tenencia. Sin
embargo, en la comunidad en pro del desarrollo
generalmente se coincide en que la seguridad en
los derechos de propiedad es un punto central
para el logro de las metas sociales, económicas y
ambientales.
Aunque aún no es concluyente, hay cada
vez más pruebas del impacto de las reformas a la
tenencia forestal en los ingresos, en la capacidad
de excluir a demandantes, así como en la conser-
vación y el manejo forestal. En lugar de recopilar
un resumen exhaustivo sobre la bibliografía de
investigación, aquí presentamos algunos hallazgos
ilustrativos.
Estudios recientes en varios países mues-
tran que cuando se cuenta con derechos firmes y
formales de tenencia forestal, eso puede mejorar
los ingresos de los beneficiarios. En la investigación
de 200 familias en México se demostró que las
empresas forestales comunitarias pueden ayudar a
reducir la pobreza.265 Un análisis de costo-beneficio
en Bolivia demuestra que, cuando todos los demás
factores son equivalentes, los ingresos por la
explotación maderera son mayores que cuando los
usuarios forestales tienen derechos de alienación
País Nueva política o legislación Efectos
Rumania En 2005 la Ley 247 elimina los límites en la cantidad total de tierra forestal
que propietarios privados pueden reclamar al Estado mediante el proceso de
restitución forestal. Esta Ley elimina el tope establecido por la Ley de tierra y
Recursos de 1991.260
Aproximadamente dos tercios de
los bosques de Rumania serán de-
vueltos a propietarios privados.
Sudán En la Ley de Manejo Forestal de 2002 (Artículo 33/E/2) se establece que los
bosques populares o bosques comunales serán administrados por comités
elegidos por los ciudadanos del área.261
tanzania El Código Forestal de 2002 presentó el Manejo Forestal Participativo, que provee
una clara base legal para comunidades, grupos e individuos a través de la tan-
zania continental para la posesión, el manejo y el manejo conjunto de bosques
bajo un amplio rango de condiciones. Hay dos regimenes a lugar: Manejo
Forestal Basado en la Comunidad (CBFM por sus siglas en inglés) y con derechos
mas firmes el de Manejo Forestal Conjunto (jMF por sus siglas en inglés).262
Creciente número de áreas bajo los
regimenes CBFM y jFM. ver tabla 1.
tailandia El proyecto de ley de Comunidad Forestal confirma el derecho legal de preser-
var y manejar la tierra forestal alrededor de las comunidades.263
venezuela En 2005 la legislación venezolana aprobó una nueva ley sobre pueblos y comu-
nidades indígenas, la cuál incluye una disposición que asegura la tierra y los
derechos de propiedad de pueblos y comunidades indígenas. La ley también
especifica el proceso para demarcar y escriturar tierras indígenas, recono-
ciendo el derecho ancestral a las tierras forestales y especificando el proceso
para demarcar y escriturar tierras indígenas.264
Aproximadamente 0.7 Mha han sido
escrituradas a pueblos y comuni-
dades indígenas en áreas agrícolas.
5.2 LOS IMpACTOS DE LAS REfORMAS A LA TENENCIA fORESTAL
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal30
por ley para los productos forestales.266 En una
investigación en China se llegó a la conclusión de
que los cambios en la tenencia forestal conllevaron
un aumento en los ingresos provenientes de los
bosques para los agricultores, incluyendo la cose-
cha de madera.267
En la Sección 4 documentamos casos donde la
formalización de los derechos de tenencia forestal
no necesariamente proporciona una base efectiva
para excluir a los demandantes. Afortunadamente
hay algunos ejemplos opuestos. En nicaragua, el
reconocimiento del derecho de las comunidades
indígenas a sus territorios históricos llevó a la sus-
pensión de las concesiones de tala en los territorios
indígenas y no se otorgaron nuevas concesiones.268
En el este y el sur de África, algunas comunidades
han obtenido seguridad sobre los bienes comunes
mediante cambios que han permitido que la
gente obtenga tierras bajo propiedad comunal;
en consecuencia, estas propiedades inmobiliarias
resultaron ser menos vulnerables a la apropiación
por parte de extraños.269 Un decreto emitido en 1998
por el gobierno de Indonesia permite a los campesi-
nos de Krui, en Sumatra, registrar su derecho a
las tierras que trabajen en tierras forestales bajo
propiedad del estado. Desde el 2005 ninguna de
las comunidades ha solicitado el registro de sus
derechos; sin embargo, el decreto resultó funda-
mental para detener los intentos de apropiación de
estos bosques por parte de extraños.270
Muchos estudios han descubierto que el forta-
lecimiento de la seguridad en la tenencia forestal
puede resultar en mejoras en cuanto al manejo y
la conservación de los bosques y que, a la inversa,
la incertidumbre en la tenencia puede conllevar
malos resultados en cuanto al manejo y la con-
servación. En la Amazonia brasileña, las reservas
habitadas tienden a inhibir la deforestación y los
incendios forestales en contraste con los parques
no habitados,271 y la inseguridad en los derechos
de propiedad es una de las causas principales de la
deforestación.272 En Uganda, los derechos de propie-
dad bien conocidos y aplicados van de la mano de
las mejoras en la condición de los bosques.273
5.3 LA OpORTUNIDAD DEL CAMBIO CLIMáTICO, EL pODER DE
NEgOCIACIóN, y LOS DEREChOS DE LOS pUEBLOS fORESTALES
Repentinamente la disminución de la deforest-
ación y la promoción del embosquecimiento y la
reforestación se han convertido en una prioridad
política no sólo para disminuir las emisiones de gas
de efecto invernadero resultante de la conversión
forestal; también, para salvaguardar y aumentar el
papel de los bosques en la preservación del equi-
librio global del carbono y la absorción del carbono
excedente de otros sectores.
En este contexto, las comunidades e individ-
uos forestales con derechos a la propiedad forestal
tienen un mayor poder de negociación que los que
siguen siendo arrendatarios del estado. Estos propi-
etarios pueden participar en, y, potencialmente, ser
compensados por, los programas de mitigación am-
biental. De manera que estos propietarios tienen
ciertas ventajas para determinar si estos planes
triunfan o fracasan y, como tales, los términos de su
compensación por su contribución al bien público.
Los manejadores de tierras forestales son un grupo
heterogéneo que abarca desde pueblos indígenas
hasta dirigentes de corporaciones que hacen nego-
cios en el paraje forestal.
El grado en que puedan los pueblos locales
tener una participación efectiva en y beneficiarse
de los sistemas climáticos depende de muchas in-
terrogantes respecto a los derechos. Para empezar,
¿quiénes son los dueños del carbono? Más espe-
cíficamente, ¿quiénes son los dueños del carbono
almacenado en los árboles y suelos forestales,
y quiénes son los dueños de los derechos a las
emisiones de carbono evitadas? ¿quién debe ser
31
compensado por proteger los bosques del mundo,
ayudando así a garantizar la estabilidad del
clima? ¿Serán sólo aquellos que cuenten con una
tenencia formal y asegurada? De ser así, se corre el
riesgo de que los acuerdos excluyan a los pobres,
ya que son ellos quienes, desproporcionadamente,
carecen de una tenencia formal y segura. ¿Serán
aquellos que cuentan no sólo con la seguridad de
la tenencia formal, sino además quienes tienen las
propiedades más extensas? va a resultar suma-
mente atractivo aplicar este acercamiento para
poder minimizar los costos de transacción, pero
este acercamiento también excluiría a los pobres.
¿Favorecerá el sistema a quienes amenazan con
causar el mayor daño a los bosques? De ser así,
una vez más serán los intereses de los más po-
derosos los que resultarán favorecidos al partici-
par en dichos planes.
Es una prioridad moral incluir a los pobres y a
quienes carecen de tenencia segura en los planes
de almacenamiento de carbono forestal. Pero
también hay incentivos prácticos para incluir a los
pobres a los de tenencia insegura en los planes
para el almacenamiento de carbono: vastas áreas
de bosques son habitadas por pobres; al premiar a
los terratenientes que causan el mayor daño hay
riesgos de un peligro moral; además, se corre el
riesgo de que los pueblos forestales encuentren
maneras para frustrar el éxito de los planes para el
almacenamiento de carbono si se les excluye de los
beneficios.
El mejor acercamiento para el involucra-
miento de los manejadores de tierras forestales
en el almacenamiento del carbono, denominado
Reducción de las Emisiones por la Deforestación
y Degradación Forestal (REDD por sus siglas en
inglés), implica el establecimiento de un sistema
de compensaciones financiado ya sea mediante
el comercio con carbono o a través de fondos
internacionales para la conservación.274 Muchos
de los analistas que han escrito sobre las opciones
de REDD han emitido un llamado para el forta-
lecimiento de la tenencia y del involucramiento
local para asegurar el beneficio para los pueblos
forestales. Se han promulgado disposiciones adi-
cionales para asegurar el mejor resultado posible
para los pueblos indígenas y otros que dependen
de los bosques: deben estar involucrados en los
debates sobre los pros y los contras de los acuer-
dos tipo REDD;275 se deben respetar sus derechos
humanos y consuetudinarios;276 debe haber una
clarificación del estatus legal y de propiedad
del carbono, se debe proporcionar información
comercial accesible, así como mecanismos de
supervisión en la cadena de valores del carbono;277
y deben establecerse instituciones para garan-
tizar que la gente pobre no salga perdiendo en los
acuerdos.278
5.4 EL AUMENTO DE ORgANIzACIONES y REDES qUE ApOyAN
LAS REfORMAS A LA TENENCIA fORESTAL
Hacen falta acciones y empoderamiento
colectivos para fortalecer los derechos de tenencia
forestal y para aplicarlos una vez logrados. Por lo
tanto, resulta alentador que haya un aumento en los
niveles de organización y creación de instituciones
en apoyo a las reformas a la tenencia forestal. Las
acciones colectivas para promover los derechos
sobre la tierra y los recursos no son novedad, al
menos a nivel local. Han existido durante el mismo
tiempo en que los pueblos forestales han sentido
amenazado su sustento y violados sus derechos.
En los últimos años la novedad es el aumento
de las organizaciones y redes en apoyo a los
pueblos forestales, así como el creciente grado de
integración, intercomunicación y visibilidad que
reflejan la escala tanto de las amenazas como de
las oportunidades que experimentan los pueblos
forestales.
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal32
El crecimiento de estos movimientos y de sus
efectos ha sido documentado y evaluado. En un
informe en el que se analizan cuatro casos de Cen-
troamérica y Brasil se halló que “[a] la combinación
de la capacidad indígena para la organización
colectiva y el valioso apoyo externo ayudaron a
producir movimientos forestales de base capaces
de convertirse en socios proactivos para el manejo y
la defensa de las áreas protegidas”.279 En un estudio
sobre la tenencia forestal y la pobreza en América
Latina se comenta que “…la demanda de los pueblos
indígenas por el reconocimiento de sus territorios
históricas quizás es el factor más importante detrás
del creciente control comunitario de los bosques”.280
En un informe sobre los derechos a la tierra y las
reformas al gobierno en África se afirma que “es
necesario un proceso evolutivo más proactivo e im-
pulsado desde la comunidad”, pues será importante
para “impulsar y mantener la voluntad política
hacia una verdadera eliminación de la inseguridad
crónica en la tenencia de los pobres”.281 Un docu-
mento sobre la tenencia forestal en Asia establece
que en nepal hay “un movimiento social fuerte y
organizado de silvicultores comunitarios que han
sido capaces de resistir la presión del Departamento
Forestal para reafirmar el control sobre los bosques
donde se han restaurado los valores madereros.
Este movimiento social incluso ha jugado un papel
más grande en la preservación de un proceso
político nacional democrático, pero aún enfrenta
desafíos para la ampliación del modelo forestal co-
munitario a los bosques de las tierras bajas (terai) y
para que se permita a los silvicultores comunitarios
comerciar con la madera afuera de sus áreas”.282
El crecimiento del movimiento por los dere-
chos forestales también resulta evidente de varias
otras maneras. Las organizaciones forestales
internacionales, incluyendo a aquellas dedicadas
a la investigación, han ido desarrollando en los
últimos años un acercamiento basado en los dere-
chos. Las organizaciones donantes internacion-
ales están comenzando a otorgar a los derechos
forestales un sitio prioritario en sus agendas. Han
surgido o se han fortalecido redes nacionales y
regionales.
Al nivel internacional, el movimiento por la
tenencia forestal está experimentando desafíos,
incluyendo los siguientes: puntos de vista e inter-
eses diversos entre los participantes, lo que en
ocasiones dificulta la comunicación, los acuerdos
y la toma de decisiones; así como la presión para
aprender con rapidez y realizar tareas múltiples
debido a la importancia de la tenencia forestal con
relación a ciertos problemas globales emergentes
(P Ej., la escasez de alimentos, los biocombustibles
y el cambio climático). junto con los desafíos, hay
grandes oportunidades creadas por dos factores.
Primero, la tecnología ha mejorado la comunicación
entre personas e instituciones del movimiento,
permitiendo una rápida difusión de información
y toma de decisiones. Segundo, la agenda de los
derechos forestales está aumentando rápidamente,
en parte a causa de un cambio fundamental en
su composición. Los derechos forestales ya no
son sólo un problema moral, sino uno más amplio
impulsado por la comprensión emergente de que
la aclaración y el fortalecimiento de la tenencia for-
estal se encuentran al centro de muchos problemas
globales como los derechos humanos, la violencia y
el conflicto, el crecimiento económico y el cambio
climático.283
Hacen falta acciones y empoderamiento
colectivos para fortalecer los derecHos de
tenencia forestal y para aplicarlos una vez
logrados.
33
En este informe hemos descubierto que,
desde el 2002, la tendencia a trasladar la tenencia
del dominio público al dominio privado continúa.
El área total de bosques administrados guberna-
mentalmente ha disminuido, y el área total de
bosques designados para o bajo propiedad de las
comunidades y pueblos indígenas, así como los que
se encuentran bajo la propiedad de individuos y
empresas ha aumentado en los 30 países con más
bosques. Además, ha habido importantes reformas
políticas que fortalecen los derechos en al menos
18 países del mundo desde el 2002.
Algunas de las noticias relacionadas con esta
tendencia son decepcionantes. En el periodo 2002-
2008 el patrón dominante no mostró ningún cambio
en la cantidad de países que están aumentando el
área de bosque designado para o bajo propiedad
de las comunidades y pueblos indígenas, así como
bajo la propiedad de individuos y empresas entre
los 30 países con mayor cantidad de bosques (Ilus-
tración 2). En muchos países no suelen aplicarse los
derechos formales de los pueblos forestales. Con
frecuencia la atención a la sola tenencia no basta
para proteger y mejorar el bienestar de los pueblos
forestales. El área bajo concesiones industriales
sigue siendo mucho mayor que el área bajo acceso
o propiedad comunitaria. Recientemente se ha
dado una tendencia pronunciada hacia el aumento
en la adquisición de tierras forestales para propósi-
tos industriales. El modelo tradicional de conser-
vación y la competencia por la tierra y los recursos
entre los habitantes de los bosques plantean
desafíos persistentes. Los gobiernos no siempre
tienen un buen desempeño al aclarar y formalizar
los derechos de tenencia por razones que tienen
que ver con intereses en conflicto, la atención
inadecuada a los derechos de propiedad en los pro-
gramas de descentralización y devolución, así como
las debilidades en la administración.
Sin embargo, esta realidad desafortunada
tiene su contrapeso en importantes avances. En
los últimos años se han creado muchas nuevas
políticas nacionales para la tenencia forestal, lo
que indica una ampliación de la transición de la
tenencia forestal en el futuro próximo. La for-
malización de los derechos locales a la tenencia
forestal ha reconocido los derechos humanos
de muchos y, en muchos casos, ha mejorado el
bienestar de los pueblos forestales, ha permitido a
los terratenientes forestales excluir a los recla-
mantes no autorizados, y ha conllevado mejoras
en el manejo y conservación forestales. El cambio
climático ha creado una posible oportunidad para
que los pueblos forestales aumenten su poder de
negociación al momento de proteger sus intereses
y determinar sus destinos. En los últimos años han
aumentado las acciones colectivas y la creación de
instituciones para reformar la tenencia forestal.
¿Cómo podemos trabajar para asegurarnos de
que las tendencias y oportunidades positivas prev-
alezcan por encima de la gran cantidad de desafíos?
En la siguiente sección presentamos una lista de
ideas para impulsar el movimiento por las reformas
a la tenencia forestal.
5.5 DóNDE NOS ENCONTRAMOS: UN BALANCE
34
Oportunidades para tener mejores avances6¿De quiénes son los bosques del mundo? Los
gobiernos nacionales aún reclaman la propiedad
de la mayor parte del área forestal mundial. Se ha
dado un cambio hacia la disminución del control
del gobierno, pero el avance ha sido lento y se ha
concentrado mayormente en una cantidad redu-
cida de países.
La necesidad de cambio es urgente. El proceso
de reformas a la tenencia forestal estatutaria debe
iniciarse donde aún no se haya iniciado y después
avanzar rápidamente. Las reformas deberán:
priorizar los derechos de propiedad por encima del
solo acceso; garantizar que, donde ya se han otor-
gado, los derechos de propiedad y acceso propor-
cionen las protecciones y beneficios que ofrece la
ley escrita; y mejorar los derechos de tenencia ya
conferidos donde sean deficientes.
La aclaración y el fortalecimiento de la tenen-
cia forestal, incluyendo el reconocimiento de los
reclamos consuetudinarios, es una prioridad ética
urgente. La mayoría de los pueblos forestales aún
experimentan la exclusión impuesta hace siglos.
Es hora de que termine esta era de injusticia. La
transición de la tenencia forestal debe significar no
sólo el cambio de la administración gubernamental
a una no gubernamental, sino también el paso de la
exclusión a la propiedad por los pueblos forestales.
La reforma de la tenencia forestal también
es una prioridad práctica. La resolución de las
disputas por la tierra y los recursos y la creación
de seguridad en la tenencia para todos los grupos
de interés pueden resolver los conflictos violentos,
crear incentivos para la inversión en las familias,
sentar las bases para inversiones estables y pre-
decibles por parte del gobierno y el sector privado,
y contribuir con el crecimiento económico nacional
y regional. La resolución de la ambigüedad en los
derechos de propiedad forestal es un primer paso
clave para la protección y el aumento de la capaci-
dad del territorio forestal global para almacenar
carbono y así responder a una de las causas clave
del cambio climático. En este momento de la histo-
ria, la tenencia forestal puede beneficiar a toda la
sociedad, no sólo a los pueblos forestales.
En el informe del 2002 titulado ¿De quiénes
son los bosques del mundo? se plantean áreas de
oportunidad clave para el avance de las reformas
a la tenencia forestal. En muchos sentidos, no
han cambiado gran cosa – sus recomendaciones
siguen siendo tan relevantes ahora como lo fueron
entonces. Aquí nos basamos en esas recomenda-
ciones para proponer roles específicos que pueden
jugar los grupos de interés en el fomento de estas
reformas.
CREAR UNA vISIóN, COMpARTIR EL CONO-
CIMIENTO y MEjORAR EL ENTENDIMIENTO
Si los países aún no tienen una visión y planes
para llevar a cabo reformas a la tenencia forestal, es
prioritario que lo hagan. En los casos donde se han
llevado a cabo reformas a la tenencia forestal, los
pueblos forestales deben ser bien informados sobre
las políticas y legislación sobre la tenencia, así como
de sus derechos y responsabilidades dentro de este
marco. Para este fin, los gobiernos pueden crear y
35
difundir públicamente estrategias para la implemen-
tación de las reformas a la tenencia. Los gobiernos
pueden considerar estrategias dirigidas al mejora-
miento del desempeño de las reformas a la tenencia
con base en las lecciones aprendidas y las mejores
prácticas. Para que las reformas efectivas se hagan
realidad también debe haber capacitación dentro de
las comunidades para asegurarse de que entienden
la nueva legislación y de que tienen la confianza y
capacidad suficientes para hacer valer su derecho
a una participación cabal en el control de la tierra y
recursos de sus comunidades.
CREAR UN AMBIENTE pOLíTICO pROpICIO
Una condición previa esencial para mejorar
la seguridad en la tenencia es el ambiente político
propicio para acelerar y mejorar la implement-
ación de las reformas a la tenencia forestal. En
primer lugar, un ambiente propicio debe tender
a la equidad y fomentar una participación cívica
cabal. Para lograr esto, los gobiernos y partidarios
deberán:
Establecer y apoyar derechos cabales de ciu-��
dadanía para todos, así como el espacio y libertad
políticos para la participación de una circunscrip-
ción política
garantizar la participación activa de los ��
pueblos forestales en los procesos de desarrollo
de políticas sobre la tenencia y el desarrollo de las
leyes
Difundir información y realizar debates públi-��
cos sobre las consecuencias positivas y negativas
de la política de concesiones industriales
Institucionalizar y hacer valer la aplicación ��
del consentimiento libre, previo e informado en los
procesos de asignación de tierra forestal
tomar en cuenta la equidad social al formular ��
e implementar las reformas a la tenencia forestal,
particularmente los derechos de las mujeres y las
minorías
En segundo lugar, es igualmente importante
que un ambiente político propicio cuente con siste-
mas de gobierno, eficientes y efectivos. Para lograr
esto, los políticos y partidarios deberán:
Establecer, fortalecer y apoyar mecanismos e ��
instituciones regulatorios efectivos sobre el uso de
la tierra y los recursos
Establecer, fortalecer y apoyar sistemas inde-��
pendientes de arbitraje jurídico
Diagnosticar y resolver estancamientos ad-��
ministrativos y autoridades interdepartamentales
traslapadas en el sector forestal
Fortalecer la capacitación del personal del go-��
bierno involucrado en el manejo de áreas forestales
y los procesos de reforma de la tenencia
Fortalecer la capacitación comunitaria ��
para gobernar sus tierras forestales, particular-
mente donde las reformas forestales se iniciaron
recientemente
INvERSIONES pARA ACELERAR LAS
REfORMAS
El reconocimiento de los derechos de propie-
dad y las declaraciones de visión y política no son
labores costosas, particularmente si las considera-
mos con relación a los beneficios e ingresos por
tierras forestales. Sin embargo, en algunos casos
los fondos para la demarcación y delimitación
pueden estar más allá del alcance de los gobiernos
de los países en desarrollo. Las agencias multi-
laterales y otros donantes con interés en apoyar
reformas forestales efectivas podrían asociarse
con los gobiernos para apoyar y financiar las
reformas forestales. El cambio climático contribuye
a la urgencia de las reformas a la tenencia y está
generando oportunidades para algunos pueblos y
países forestales; las agencias multilaterales y las
entidades del sector privado que invierten en las
estrategias REDD y en los mercados de carbono
pueden convertirse en fuentes de financiamiento
complementario. Cada uno de estos inversionistas
podría asociarse con los gobiernos para dar apoyo
en los siguientes rubros:
Mejoramiento en la recolección de datos, ��
documentación y aclaración de los sistemas de
tenencia vigentes
Creación de oportunidades de diálogo dentro ��
de las comunidades, así como al nivel de las
¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal36
políticas, para los representantes de los pueblos
forestales
Diseño, difusión pública e implementación de ��
las reformas a la tenencia
Medidas para fortalecer la participación cívica ��
cabal de los pueblos forestales en el proceso de
reformas a la tenencia
Medidas para fortalecer sistemas de gobierno ��
efectivos en las zonas forestales
DEfINIR, ACLARAR y fORTALECER LOS
DEREChOS DE pROpIEDAD A LOS SERvICIOS
AL ECOSISTEMA
Es importante aclarar no sólo los derechos de
propiedad a la tierra y los recursos, sino también
los derechos a los servicios al ecosistema que
proporcionan las tierras forestales. Estos servicios
incluyen el almacenamiento de carbono, cuen-
cas hidrológicas, biodiversidad y ecoturismo. El
surgimiento del cambio climático como un prob-
lema global de gran importancia subyace a la im-
portancia de aclarar los derechos de propiedad del
carbono no sólo a nivel local, sino también a escala
nacional. Estos sistemas deben definirse en proce-
sos participativos que reconozcan los sistemas de
propiedad consuetudinarios así como los derechos
al manejo de los servicios al ecosistema.
fORTALECER EL CONOCIMIENTO E
INfORMACIóN SOBRE LA TENENCIA
fORESTAL
Sigue habiendo una carencia de suficiente
información de los reclamos sobre la tenencia, los
conflictos y la propiedad en las áreas forestales de
la mayoría de los países. Hacen falta dos cambios.
Primero, las disposiciones mismas de las leyes
sobre la tenencia estatutaria deben ser aclaradas.
Es esencial contar con un marco legal claro para
los derechos de tenencia forestal, para así poder
resolver las incertidumbres y disputas relacionadas
con el acceso a los recursos forestales, así como
para sentar las bases para regímenes de tenen-
cia nuevos y mejorados. En segundo lugar, debe
haber información certera, detallada y disponible
públicamente sobre la propiedad y el control de los
recursos forestales.
Desde 2002 se ha visto en algunos países una
mejoría notable en la recolección de datos sobre
la tenencia, pero en la mayoría siguen habiendo
insuficiencias. En muchos países incluso los
datos numéricos básicos de censo de habitantes
forestales son inexistentes o poco confiables;
para algunos no hay ningún dato. En este informe
señalamos que el cambio en el uso de suelo for-
estal está rebasando por mucho a las reformas a
la tenencia. Esto subyace a la urgencia de desar-
rollar conocimientos certeros y confiables sobre
la tenencia forestal tanto estatutaria como en los
hechos.
ROLES pOTENCIALES DE LOS gRUpOS DE
INTERéS
Aquí identificamos algunos roles que deben
desempeñar los grupos de interés clave para
garantizar que las reformas a la tenencia forestal
sean de utilidad para los pueblos forestales y para
la sociedad en general.
Los gobiernos deben tomar medidas para
mejorar, iniciar o acelerar la transición de la tenen-
cia forestal. Entre las medidas más importantes
están las siguientes: solucionar la corrupción y
la complicidad entre la industria e individuos en
el gobierno; resolver los problemas en el sistema
judicial para que pueda funcionar apropiadamente
para la resolución de las disputas por la tierra y los
recursos; involucrarse con los pueblos forestales
y asegurarse de que se les incluya en los procesos
políticos y legislativos nacionales; documentar los
reclamos consuetudinarios a las tierras forestales
con los sistemas de tenencia que conllevan; realizar
entrenamiento sobre la tenencia de las tierras y los
recursos para superar las deficiencias en cuanto
a la capacidad; resolver el problema del traslape
de responsabilidades entre los departamentos y
ministerios de gobierno sobre las mismas tierras
forestales; reducir los obstáculos logísticos y finan-
cieros que a veces enfrentan las personas que ob-
37
tienen derechos estatutarios ( P Ej., la preparación
de planes de manejo complejos); y ayudar a crear
iguales oportunidades para que las empresas
forestales pequeñas y medianas puedan competir
con las más grandes.
Los pueblos que dependen de los bosques
pueden involucrarse en acciones colectivas,
cabildeos y actividades de apoyo para promover la
legislación de las reformas a la tenencia y forzar la
aplicación de la legislación existente. Los pueblos
forestales pueden beneficiarse de las disposiciones
REDD que se han estado discutiendo. Sin embargo,
estos beneficios tenderán a acumularse sólo si
los pueblos forestales ejercen su ventaja, y sólo
lograrán poder de negociación si se encuentran
bien organizados. Los pueblos forestales deberán
participar en el debate de los pros y los contras de
los acuerdos REDD.
Los bancos de desarrollo multilateral y otras
agencias donantes pueden hacer un seguimiento
de la creciente comprensión de que la tenencia
forestal tiene implicaciones que van más allá del
sector forestal. De manera congruente, pueden
aumentar el perfil de la tenencia forestal en sus
programas y financiamientos. Si los bancos multi-
laterales juegan un papel en la implementación de
REDD, sus acciones se beneficiarán de los acer-
camientos que aceleran la aclaración de la tenencia
y reconocen el papel de pueblos que de otro modo
están marginados. Los bancos multilaterales
también deben crear y apoyar un mecanismo para
supervisar la inversión en el financiamiento del
carbono y de los mecanismos para la mitigación del
cambio climático, haciendo valer así el respeto por
los pueblos forestales y por su derecho a las tierras
y recursos forestales.
Las empresas responsables que invierten
en las tierras forestales deben sacar ventaja de la
oportunidad de mostrar apoyo por y cumplimiento
del consentimiento libre, previo e informado de las
disposiciones.
Las entidades certificadoras del manejo
forestal pueden incluir a la tenencia y los derechos
entre sus estándares. Es más, pueden considerar
la certificación de empresas forestales y medianas
que son alternativas al modelo industrial.
Las ONG ambientales pueden impulsar el
cambio de paradigma hacia la conservación comu-
nitaria, pueden volverse defensoras de las reformas
a la tenencia, y pueden participar en la creación de
sistemas de pago por servicios al ecosistema que
beneficien a los pobres.
38
ANExO 1
DESAFíO Y RIESgOS DE RECOPILAR DATOS ESTATUTARIOS FORESTALES A NIvEL mUNDIAL
La recopilación de datos confiables y actualizados sobre la tenencia forestal mundial es un desafío tar-
dado y complicado. Aunque es importante la tenencia forestal y las dinámicas de la tenencia, no ha habido
una institución mundial que adopte responsabilidad cabal por el monitoreo y actualización de los datos.
Es más, la mayoría de los gobiernos no publican la información sobre la tenencia, o bien no la recopilan de
manera sistemática.
En muchos países, las instituciones responsables por la recolección y clasificación de datos sobre
tenencia forestal, así como los métodos para la recopilación y clasificación de datos cambian a lo largo del
tiempo. Esto complica la tarea de garantizar que los cambios en los datos de un periodo al siguiente no sean
sólo el reflejo de cambios métricos.
Los gobiernos recopilan datos según las clasificaciones nacionales de la tenencia, que no están estan-
darizados entre los países. Para poder recopilar datos sobre la tenencia forestal mundial en una sola tabla
fue necesario agrupar los regímenes de la tenencia bajo categorías estandarizadas. Para ello fue necesaria
una comprensión meticulosa de los marcos legales, contextos y geografías nacionales. también fue necesa-
rio verificar con especialistas en tenencia forestal y de tierras que estuvieran familiarizados con el contexto
de cada país.
Aunque nos esforzamos por sólo incluir entre nuestros datos información que cumpliera con los
requisitos mínimos de confiabilidad y congruencia a lo largo de periodos y entre países, cometimos algunos
errores. Agradeceremos cualquier retroalimentación acerca de cómo mejorar nuestro acercamiento, nues-
tras fuentes de datos, y nuestros datos. Esto es importante no sólo para hacer correcciones retrospectivas
(colocaremos la tabla 1 en línea y haremos la correcciones según vayan siendo necesarias) sino también
para mejorar nuestros monitoreos y análisis en el futuro.
Afortunadamente, la FAO ha comenzado a recopilar datos sobre tenencia forestal en todo el mundo
mediante evaluaciones de tenencia regionales en países seleccionados en África y Asia.284 La Evaluación de
los Recursos Forestales Mundiales 2005 de la FAO limita sus estadísticas sobre tenencia forestal a la tenen-
cia pública y privada, pero en la evaluación del 2010 se incluirán datos sobre los bosques bajo propiedad
individual y comunitaria.285 Esperamos que la FAO y los gobiernos nacionales continúen desarrollando y
refinando sus acercamientos al manejo de la información sobre la tenencia para que en el futuro la recopi-
lación, el monitoreo y el análisis sean más completos y sólidos.
Más allá del desafío de recopilar datos de los gobiernos nacionales sobre la tenencia forestal mundial,
también existe el riesgo de legitimar la visión gubernamental sobre la tenencia forestal por encima de otras
perspectivas que muchas veces están en competencia. Los reclamos a la tierra no formales -que incluyen,
pero no se limitan a la tenencia consuetudinaria de tierras- suele superar por mucho el área de las tierras
formalmente otorgadas a las comunidades e individuos por los gobiernos. En ocasiones esta visión difiere
de, o incluso entra en conflicto con la documentación de tierras gubernamental formal.
39
ANExO 2
PAUTAS TéCNICAS PARA LA RECOPILACIóN DE DATOS SOBRE LOS CAmBIOS EN LA TENENCIA FORESTAL
La tablas 1 y 2 presentan los datos gubernamentales más confiables y actualizados sobre la tenen-
cia forestal estatutaria que hay disponibles para el periodo 2002-2008. Puesto que las definiciones de las
categorías de tenencia varían entre los países, y como los gobiernos no suelen recolectar sistemáticamente
datos sobre la tenencia forestal, desarrollamos las siguientes pautas para seleccionar los datos más certe-
ros posibles al recopilar los datos para las tablas 1 y 2. Estas pautas servirán como un estándar para futuras
recolecciones de datos sobre la distribución de la tenencia forestal estatutaria.
La priorización será de la siguiente manera: (1) fuentes de información gubernamentales; (2) cifras 1.
gubernamentales citadas por otras organizaciones (P Ej., la FAO); y (3) fuentes independientes de confi-
anza.
Sólo se presentarán números absolutos. Se evitarán los promedios basados en fuentes distintas. 2.
Se presentarán los datos más vigentes y confiables. Los puntos de datos en las fuentes originales 3.
deberán hacer referencia a los años ubicados entre el 2002 y el 2008, a ser incluidos en la columna del
2008. Si no hay datos disponibles para años posteriores al 2001, podrán repetirse los datos si fuentes
del país confirman su vigencia.
En los casos donde resulte imposible encontrar números absolutos certeros, podrán aplicarse porcen-4.
tajes de fuentes de confianza al total del área forestal presentada en la misma fuente o del área de
terreno forestal legal.
Para realizar cambios retrospectivos a los datos de la tabla del 2002 deberá cumplirse con una de las 5.
tres siguientes condiciones: (1) si se vuelven disponible datos para el 2002 que en ese año no estaban
disponibles; (2) si hubieron errores de cálculo en los datos del 2002; y (3) si se hicieron cambios en la
definición de “área forestal” que exigen la adaptación de los datos del 2002 para preservar la coheren-
cia de la secuencia temporal.
En algunos casos donde los datos sobre tenencia del 2002 incluyeron la categoría “Otras tierras 6.
Forestales” (OWL por sus siglas en inglés, tierras con un 5 a un 10% de cubierta forestal según la defin-
ición de la FAO 2006a), los datos de tenencia del 2008 incluyen las OWL.
Cuando sea posible, los puntos de datos serán verificados por especialistas en tenencia forestal del 7.
país.
40
ANExO 3
PRINCIPALES CONSIDERACIONES PARA LA CREACIóN DE UN mARCO PARA LA COmPARACIóN 2002-2008 EN LA TABLA 1 2002–2008 COmPARISON IN TABLE 1
En la creación del marco para la comparación de la secuencia temporal 2002-2008 de la tabla 1, se toma-
ron en cuenta cuatro consideraciones metodológicas principales:
El descubrimiento retrospectivo de datos mejorados para el 2002.�� En algunos casos, descubrimos datos
más exactos para la tabla del 2002. Por ejemplo, se cambiaron los datos para los bosques “Comunitarios
privados” en Perú a causa de la conversión inexacta de kilómetros cuadrados a hectáreas en el informe del
2002.
Cambio en la definición de bosque.�� En el 2002 los autores citaron datos del gobierno australiano que in-
cluían “Otras tierras Forestales” (OWL por sus siglas en inglés, tierras con un 5 a un 10% de árboles del dosel
superior). Los datos del 2008 no incluyen a las OWL. Ese cambio redujo drásticamente el área de bosques na-
cionales en el informe; de 579 MHA en el 2002 a 157 Mha en 2008. Decidimos usar datos de la fuente original
del 2002, pero excluimos las OWL para garantizar la comparabilidad con las cifras
Asignación de datos a columnas diferentes. �� Descubrimos que era mejor reasignar algunos de los datos
del 2002 a categorías distintas con base en los nuevos conocimientos. Por ejemplo, en los casos de Brasil,
Canadá y Estados Unidos, los datos de “Público” se cambiaron a la columna de “Privado”.
Exclusión de comparaciones para los casos de países donde no había datos disponibles para alguno de ��
los años. En 2002 no habían datos disponibles para Colombia, Malasia, Mozambique y Perú. En 2008 no había
datos disponibles para Argentina, Malasia y México.
41
RECONOCImIENTOS
Hemos tenido la fortuna de beneficiarnos del conocimiento y experiencia de muchos individuos que
contribuyeron con su tiempo y reflexiones a este informe.
Primero que nada, quisiéramos agradecer a los dirigentes de la Iniciativa por los Derechos y los Recursos
por fomentar y apoyar este estudio. En particular quisiéramos agradecer a Andy White, Augusta Molnar
y Arvind Khare por sus atentas aportaciones, pautas y muchos meses de apoyo. también debemos
agradecer cálidamente a nuestros colegas del Rights and Resources group, particularmente a james-
Christopher Miller por su revisión y comentarios detallados, a Andrew Davis y Colby Clabaugh por el
apoyo en la investigación, y a Patrick Brown por la corrección de estilo.
Este informe es en realidad un producto de la Iniciativa por los Derechos y los Recursos, y no se hubiera
podido hacer sin todo el apoyo, aliento y reflexiones de los miembros de la coalición de RRI.
Reconocemos la excepcional contribución de Intercooperation, Socio de RRI, que realizó investigaciones
sobre la distribución de la tenencia forestal en países con pocos bosques para complementar nuestros
resultados. En particular agradecemos a Kaspar Schmidt, nicole Clot, y jean-Marie Samyn por su rigu-
rosa investigación y su dedicación para encontrar datos difíciles de localizar sobre la tenencia en los
países con pocos bosques en África occidental. también agradecemos cálidamente a jürgen Blaser por
su entusiasmo en este proyecto y por apoyar la contribución de Intercooperation.
Apreciamos enormemente el duro trabajo de Keith Barney y Ahmad Dermawan al preparar documentos
detallados sobre antecedentes que nos informaron sobre los conflictos forestales y la expansión de las
concesiones en el Sureste de Asia.
Este informe se basa en los resultados del Listening, Learning, and Sharing Launch de la Iniciativa por los
Derechos y los Recursos. Agradecemos a los coordinadores del proyecto (Deborah Barry, Edmund Bar-
row y Chip Fay), a los colaboradores involucrados en el proyecto, así como a las organizaciones que
estuvieron a la vanguardia en la coordinación de este trabajo (CIFOR, Forest Peoples Programme, ICRAF,
IUCn, y RECOFtC).
Agradecemos los atentos comentarios y sugerencias proporcionados por quienes fungieron como correc-
tores externos: Arun Agrawal, Marcus Colchester, john Hudson, jon Lindsay, Ruth Meinzen-Dick y Liz
Alden Wily.
Este informe se benefició enormemente de la experiencia y conocimientos de muchos individuos que nos
proporcionaron datos sobre la tenencia y una nueva comprensión de los contextos nacionales. Debe-
mos agradecer a las siguientes personas: Mario Aguilar, janis Alcorn, Arild Angelsen, Claudia Antonelli,
tasso Azevedo, Chris Barr, Deborah Barry, tony Bartlett, DeAndra Beck, tom Blomley, Harry Bombay,
Brian Bonnell, David Bray, janette Bulkan, jeffrey Campbell, Americo Catalan, Carolina Cenerini,
Bwalaya Chendauka, Malcolm Childress, Simon Counsell, Peter Cronkleton, Robert Davis, Wil De jong,
Paul De Wit, Ahmad Dermawan, Christiane Ehringhaus, Merle Faminow, Colin Filer, Bob Fisher, Hernan
giardin, Paolo groppo, Kaori Izumi, David Kaimowitz, Alain Karsenty, Anne Larson, Helena Lowe, Dun-
can Macqueen, Sergio Madrid, Paul Mathieu, grant Milne, Manyewu Mutamba, Robert nasi, Samuel
nguiffo, Pablo Pacheco, Ligia Pereira, Michael Richards, Alda Salomao, Alberto Sandoval Uribe, jolyne
Sanjak, Patricia Shanley, Raquel thomas, Beto verissimo, Paulo vicente, Sean White, Mette Wilkie,
Andrew Wilson, Kevin Woods, y Sven Wunder.
42
Aunque hemos tenido la fortuna de contar con mucho apoyo, todos los errores que pudieran encontrarse en
este texto son totalmente nuestra responsabilidad.
Los autores y la Iniciativa por los Derechos y los Recursos reconocen con gratitud el apoyo financiero y el
aliento recibido del Department for International Development (DFID) del Reino Unido, la Fundación
Ford, Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC por sus siglas en
inglés), Canadá, norwegian Agency for Development Cooperation (norad) de noruega, Swedish Interna-
tional Development Cooperation Agency (SIDA por sus siglas en inglés), y la Swiss Agency for Develop-
ment and Cooperation (SDC), que permitieron la producción e impresión de este informe.
Los puntos de vista aquí presentados son los de los autores, y no necesariamente representan a los de las
organizaciones que han apoyado este trabajo.
43
1 White, Andy y Alejandra Martin. 2002. ¿De quién son los bosques del mundo?: La tenencia forestal y los bosques públicos en
transición Washington DC: Forest trends and Center for International Environmental Law.
2 White y Martin 2002:6.
3 White y Martin 2002:11.
4 White y Martin 2002:16,19.
5 Adaptado de: Organización de las naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 2002. tenencia de la tierra y
Desarrollo Rural FAO Estudios sobre tenencia de la tierra 3. Roma 2003: FAO. p7.
6 tomamos este término de: Ellsworth, Lynn. 2004. A Place in the World: A Review of the global Debate on tenure Security. new
york: Ford Foundation.
7 Ellsworth, Lynn y Andy White. 2004. Deeper Roots: Strengthening Community tenure Security and Community Livelihoods. new
york: Ford Foundation. p13.
8 ver: FAO 2002.
Deininger, Klaus. 2003. Land Policies for growth and Poverty Reduction. Washington DC: World Bank and Oxford University
Press.
United Kingdom Department for International Development (DFID). 2007. Land: Better Access and Secure tenure for Poor
People. London: DFID.
Swedish International Development Cooperation Agency (SIDA). 2007. natural Resource tenure. A position paper for SIDA.
Stockholm: SIDA.
9 Ellsworth y White 2004:11.
10 El bosque mundial cubre un total de 3,952 Mha y el área de bosque de los países en la tabla 1, un total de 3,353 Mha, con base
en FAO 2006a.
11 FAO. 2006a. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Hacia la ordenación forestal sostenible. Estudio FAO 147.
Roma, 2006: FAO.
12 Finlandia y Malasia se unieron a los primeros 30 mientras que guyana y Paraguay ya no forman parte de los primeros 30.
13 Categories de manejo de áera protegida de IUCn , 1-4. ver:
IUCn. 2002. the IUCn Protected Area Management Categories. Information Sheet 3. http://www.iucn.org/themes/wcpa/
wpc2003/pdfs/outputs/pascat/pascatrev_info3.pdf
14 White y Martin 2002:4.
15 White y Martin 2002:6.
16 White y Martin 2002:6.
17 Los 25 casos completos de países suman 3,146 Mha, de las 3,951 Mha que cubre el bosque mundial (FAO 2006a).
18 Los resultados se han calculado usando los 25 casos completos de países de la tabla 1. Esto excluye los casos de Argentina,
Malasia, México, Mozambique y Perú, porque nos son casos completos para 2002 y 2008 en todas las categorías de tenencia.
19 La clasificación de los 30 países con más bosques se tomó de FAO 2006a.
20 White y Martin 2002:25-26.
21 Los países se presentan en orden descendente de área cubierta de bosque, como se determina en FAO 2006a.
22 Incluye otras tierras boscosas.
FAO. 2005a. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Russian Federation Country Report 053. Rome: Or-
ganización de la naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. p15. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=8859&geoId=166
NOTAS
44
23 El area total de bosques administrados por el gobierno es una estimación que se calcula de la siguiente manera: La suma de
Areas Protegidas y Tierras Devueltas se resta del área bajo propiedad de comunidades y grupos indígenas y del área designada
para uso de comunidades y grupos indígenas. Los datos de Areas Protegidas y Tierras Devueltas se obtuvieron de:
Lentini, Marco, Adalberto verissimo, y Leonardo Sobral. 2003. Fatos Florestais da Amazonia 2003. Belém: Imazon. p21. http://
www.imazon.org.br/upload/im_livros_002.pdf.
Las Tierras devueltas se definen como propiedad del Estado (Bens da União). gobierno de Brasil. 1988. Constituição da
República Federativa do Brasil De 1988. Artigo 20. http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/Constituicao/Constitui%C3%A7ao.htm
24 Las áreas administradas por el gobierno incluyen las siguientes clasificaciones nacionales: en bosques federales: Estação
Ecológica, Parque Nacional, Reserva Biológica, Reserva Ecológica, Área de Relevante Interesse Ecológico, Terra arrecadada y
Floresta Nacional; y en bosques Estatales: Estação Ecológica, Monumento Natural, Parque Estadual, Reserva Biológica, Reserva
Ecológica, Refúgio de Vida Silvestre and Floresta Estadual. Datos tomados de Catastro de Bosque Federales julio 2007, que está
incompleta pero es la fuente más actualizada y confiable.
Azevedo, tasso. 2007. Plano Anual de Outorga Florestal. Brasília: Serviço Florestal Brasileiro. Consultado 19 April 2008. http://
www.ibama.gov.br/cenaflor/download.php?id_download=32
Serviço Florestal Brasileiro (SFB). 2007. Distribuição das Florestas Públicas por Destinação. Accessed 25 February 2008. http://
www.mma.gov.br/estruturas/sfb/_arquivos/imagem_florestas_publicas_destinacao.jpg
Instituto Socioambiental (ISA). 2007. Unidades de Conservação na Amazônia Legal. Accessed 5 May 2008. http://www.socioambi-
ental.org/uc/quadro_geral
25 Designados para el uso de comunidades y pueblos indígenas incluye las siguientes clasificaciones nacionales y se refiere
únicamente al Amazonas legal:
En bosques federales: Reserva de Desenvolvimento Sustentável, y Reserva Extrativista; y
En bosques estatales: Floresta Extrativista, Floresta de Rendimento Sustentado, Reserva de Desenvolvimento Sustentável,
Reserva Extrativista, and Projeto de Desenvolvimento Sustentavel.
Datos obtenidos de ISA DAtA y facilitados por Ehringhaus, Christiane. 2008. Comunicación personal. 13 May 2008.
26 Designados para el uso de comunidades y pueblos indígenas incluye las siguientes clasificaciones nacionales y se refiere
únicamente al Amazonas legal:
En bosques federales: Reserva de Desenvolvimento Sustentável, and Reserva Extrativista; y
En bosques estatales: Floresta Extrativista, Floresta de Rendimento Sustentado, Reserva de Desenvolvimento Sustentável,
Reserva Extrativista, Projeto de Desenvolvimento Sustentavel.
Azevedo 2007.
SFB 2007.
ISA 2007.
27 Se refiere a Terras Indígenas (SFB 2007).
28 Se refiere a reserves forestales legales en tierras privadas. Organización Internacional de las Maderas tropicales (OIMt). 2005.
Estado de la ordenación de los bosques tropicales 2005. yokohama: OIMt. p209. http://www.itto.or.jp/live/Live_Server/1222/
SFMtropics2005.zip
29 FAO. 2005b. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Canada Country Report 067. Rome: FAO. p10. http://www.
fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=203
30 United States Department of Agriculture (USDA). 2004. Forest Resources of the United States, 2002. general technical Report
nC-241. St Paul: USDA. p32. http://www.ncrs.fs.fed.us/pubs/gtr/gtr_nc241.pdf
31 Se refiere a los 18,426,678 de acres de bosques en reserves forestales.
United States Bureau of Indian Affairs (BIA). 2005. 2005 Catalog of Forest Acres. Washington DC: United States Department of
the Interior. p4. http://www.itcnet.org/includes/downloads/05_catalog_of_forest_acres.pdf
32 USDA 2004:32.
33 Se refiere a los árboles bajo propiedad del Estado en 2001. toda la tierra en China está bajo propiedad del Estado o colectiva.
45
FAO. 2005c. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: China Country Report 051. Rome: FAO. p21. http://www.fao.
org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=102
34 Se refiere a bosques bajo propiedad del Estado. Datos obtenidos de Sixth National Forest Inventory of China como se presenta en:
USDA. 2005. China’s Sixth Forest Resource Inventory Report 2005. gAIn Report number CH5027. Beijing: USDA Foreign Agricul-
ture Service. p3. Accessed 19 May 2008. http://www.fas.usda.gov/gainfiles/200503/146119239.pdf
35 Se refiere a bosques colectivos e incluye bosques manejados por familias (34.5 Mha) (FAO 2005c:21).
Las familias disfrutan de la propiedad de los árboles de manera diferente que la colectividad, pero el Estado de Colectividad
conserva la propiedad de la tierra forestal.
Li, Ping and Keliang zhu. 2007. A Legal Review and Analysis of China’s Forest tenure System with an Emphasis on Collec-
tive Forestland. Washington DC: RRI and RDI. Accessed 19 May 2008. http://www.rightsandresources.org/documents/index.
php?pubID=321
36 Se refiere a los bosques colectivos y a los bosques de propiedad individual. Datos obtenidos de: Sixth National Forest Inventory
of China (USDA 2005).
37 Comisión Económica de las naciones Unidas para Europa (UnECE) y FAO. 2000. Forest Resources of Europe, CIS, north America,
Australia, japan and new zealand. geneva timber and Forest Study Papers, no. 17. Contribution to the Evaluación de Recursos
Forestales Mundiales 2000. new york and geneva: UnECE and FAO. p109. http://www.unece.org/trade/timber/docs/sp/sp-17.pdf
38 Se refiere únicamente a los bosques endógenos. Existen un adicional de 1.82 Mha de plantaciones, pero no pueden ser separa-
das en tipos de tenencia usados en bosques endógenos.
Montreal Process Implementation group for Australia (MPIgA). 2008. Australia’s State of the Forests Report 2008. Canberra:
Department of Agriculture, Fisheries and Forestry (DAFF) Bureau of Rural Sciences. p155. http://adl.brs.gov.au/forestsaustra-
lia/_pubs/sofr2008reduced.pdf
39 UnECE y FAO 2000:109.
40 MPIgA 2008.
41 UnECE y FAO 2000:109.
42 MPIgA 2008.
43 FAO. 2006b. Forest tenure Matrix: Democratic Republic of the Congo. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.
org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=12
44 FAO. 2006c. Forest tenure Matrix: Indonesia. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=10481&geoId=82
45 FAO. 2005d. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Peru Country Report 201. Rome: FAO. p29. http://www.fao.org/
forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=212
46 Se refiere a Reservas del Estado (FAO 2005d:29).
47 Se refiere a Áreas de Comunidades Nativas (FAO 2005d:29).
48 Se refiere a Áreas de predios privados independientes. Estas áreas están escrituradas a individuos, y no pueden ser considera-
das completamente forestales. (FAO 2005d:29).
49 FAO. 2006d. Forest tenure Matrix: India. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=10481&geoId=33.
stas figuras no reflejan el cambio previsto en el 2006 tribal Rights Bill.
50 FAO. 2005e. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Sudan Country Report 107. Rome: FAO. p11. http://www.fao.
org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=74
51 Se refiere principalmente al bosque de goma arábica manejado por comunidades. Los datos cubren el norte de Sudan y partes
del sur (jonglei, el nilo Superior y Unidad) (FAO 2005e:11).
52 Se refiere a bosques de comunidades definidos como “el bosque bajo propiedad de un individuo” (FAO 2005e:11).
53 La distribución de la tenencia forestal en México es ampliamente comprendida en un 80% de ejidos forestales, un 15% de
bosques bajo propiedad de individuos o empresas y el 5% restante en bosques estatales. Información del Reporte de México a
46
FAO muestra que el porcentaje de ejidos forestales es aproximadamente un 59% del total, mientras que “otra propiedad” es un
41%. La clasificación de “otra propiedad” no separa la propiedad Estatal de la individual o empresarial.
FAO. 2005f. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Mexico Country Report 189. Rome: FAO. p21. http://www.fao.
org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=176
54 FAO 2005f:21.
55 Área total Forestal de 60.63 Mha calculada como en el 2000 (con base en FAO 2006a:201) reducida por las 24.5 Mha de áreas bajo
propiedad de comunidades y pueblos indígenas.
Calculated as the 2000 total Forest Area of 60.63 Mha (based on FAO 2006a:201) reduced by the 24.5 Mha of areas owned by com-
munities and indigenous groups.
56 Área total Forestal de 60.73 Mha (con base en FAO 2006a:201) reducida por las 27.5 Mha bajo propiedad de comunidades y pueb-
los indígenas.
57 Se refiere a Tierras Indigenas y tierras de afrodescendientes (IttO 2005:218).
58 Aunque la legislación de Angola ha comenzado a reconocer las tierras comunitarias adquiridas mediante sistemas tradiciona-
les, no hay información disponible en cuanto a la cantidad y número de áreas comunitarias escrituradas.
gobierno de Angola. 2004. Lei n. 09/04. 9 noviembre 2004. http://faolex.fao.org/docs/pdf/ang49570.pdf
59 Se refiere a al Área Forestal total en el 2000 (FAO 2006a:196). Da por hecho que no hay áreas designadas para o bajo propiedad
de las comunidades o grupos indígenas antes del 2002.
60 FAO. 2005g. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Angola Country Report 137. Rome: FAO. p12. http://www.fao.org/
forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=13
61 Bolivia está implementando un proceso conocido como as saneamiento para aclarar los derechos a la tierra. Las cifras que aquí
se presentan estarán sujetas a cambio mediante continúe el proceso.
FAO. 2005h. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Bolivia Country Report 146. Rome: FAO. p12. http://www.fao.
org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=205
62 Se refiere a Tierras fiscales, áreas protegidas y reservas y concesiones forestales (FAO 2005h:12).
63 Se refiere a Tierra Comunitaria de Origen tierras reclamadas por comunidades y que están actualmente bajo saneamiento en
las tierras bajas desde el 2007. Datos del Instituto nacional de Reforma Agraria data proporcionados por
Pacheco, Pablo. 2008. Comunicación personal, Scientist, Forests and Livelihoods Program and Forest governance Program,
CIFOR. 9 May 2008.
64 Se refiere Tierras Comunitarias de Origen escrituradas en las áreas de tierra baja desde el 2007.
Instituto nacional de Reforma Agraria (InRA). 2008. Informe de gestión. La Paz: Ministerio de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
65 Pacheco, Pablo. 2006. Acceso y uso de la tierra y bosques en Bolivia: sus implicaciones para el desarrollo y la conservación:
Reporte para UDAPE. Reporte no publicado. p44.
66 Se refiere al área forestal total del 2000 área (FAO 2006a:201). Da por hecho que no hay áreas designadas para o bajo propiedad
de grupos y comunidades indígenas.
67 FAO 2006a:201.
68 Se han otorgado escrituras para aproximadamente 0.67 Mha a las comunidades indígenas en áreas no forestales y para
propósitos no agrícolas.
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MInCI). 2005. Comunidades indígenas reciben títulos
de propiedad de tierras luego de 500 años de exclusión. 12 October 2005. Caracas: MInCI. Consultado el 31 de marzo de 2008.
http://www.minci.gov.ve/pagina/28/8492/comunidades_indigenas_reciben.html
69 Se refiere al área forestal total en 2000 (FAO 2006a:201). no existían áreas bajo MFC antes del 2002.
Mutamba, Manyew. 2008. Comunicación personal, 22 de abril 2008.
70 Se refiere al área forestal total reducida por el área designada para comunidades y pueblos indígenas en el 2005.
71 Se refiere al área de Manejo Forestal Conjunto. Datos del zambian Forestry Department proporcionados por:
Chendauka, Bwalya. 2008. Comunicación personal, Principal Forestry Officer, zambia Forestry Department Eastern Province.
47
72 Según el zambia Country Report a la FAO, 3.47 Mha de otras tierras forestales (Hill woodland, Munga and termitaria vegetation
and bush groups) están bajo propiedad consuetudinaria.
FAO. 2005i. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: zambia Country Report 062. Rome: FAO. p15. http://www.fao.org/
forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=20
73 FAO. 2006e. Forest tenure Matrix: tanzania. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=13380&geoId=19.
Con el Land Act de 1999 y la village Land Act de 1999, las tierras de las localidades en tanzania quedaron bajo propiedad de las
comunidades incluyendo tierras con bosques. Las cifras de la tabla 1 sólo reflejan las tierras de las localidades que incluyen
bosques reservados legalmente por las comunidades. El gobierno central sigue ejerciendo el control sobre las áreas forestales
no reservadas, y no hay disponible un cálculo exacto de las tierras de las localidades con bosques.
gobierno de tanzania. 1999a. village Land Act 1999. http://faolex.fao.org/docs/pdf/tan53306.pdf
gobierno de tanzania. 1999b. Land Act 1999. http://faolex.fao.org/docs/pdf/tan23795.pdf
74 Hace referencia al Manejo Forestal Conjunto (FAO 2006e).
75 Se refiere al Manejo Forestal de Base Comunitaria (FAO 2006e).
76 FAO. 2005j. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Myanmar Country Report 107. Rome: FAO. p11. http://www.
fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=40
77 FAO 2005j:11.
78 Se refiere a las concesiones forestales comunitarias renovables a 30 años (FAO 2005j:11).
79 Calculado con base en información sobre el área forestal total y la distribución de la tenencia, encontrada en:
Overseas Development Institute (ODI). 2007a. What can be learnt from the past? A history of the forestry sector in Papua new
guinea. Papua new guinea Forest Studies 1. London: ODI. http://www.odi.org.uk/fecc/resources/reports/png_paperone_history.pdf
ODI. 2007b. Issues and opportunities for the forest sector n Papua new guinea. Papua new guinea Forest Studies 3. London:
ODI. http://www.odi.org.uk/fecc/resources/reports/png_paperthree_issues.pdf
80 Las cifras oficiales del gobierno presentan un cambio en el área forestal social debido a un cambio en los métodos estadísticos
usados en 2002 y en7.
Swedish Forest Agency. 2007. Swedish Statistical yearbook of Forestry 2007. p317. jönköping:Skogsstyrelsen. http://www.svo.
se/minskog/templates/EPFileListing.asp?id=16871
81 Swedish national Board of Forestry (SnBF). 2002. Statistical yearbook of Forestry 2002. jönköping:Skogsstyrelsen. p40. http://
www.skogsstyrelsen.se/episerver4/dokument/sks/Statistik/gamla-arsb/2000-/Skogsstatistisk%20%C3%A5rsbok%202002.pdf
82 SnBF 2002:40.
83 FAO. 2006f. Forest tenure Matrix: japan. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=10481&geoId=103
84 FAO. 2005k. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Central African Republic Country Report 154. Rome: FAO. p11-13.
http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=6
85 Se refiere al área forestal total del 2000 (FAO 2006a:197). Da por hecho que no hay áreas designadas para o bajo propiedad de
grupos y comunidades indígenas.
86 FAO. 2005l. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Republic of Congo Country Report 100. Rome: FAO. p19. http://
www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=7
87 Se refiere a Réserves communautaires.
global Forest Watch (gFW). 2007. Atlas Forestier Interactif du Congo – Document de Synthèse. Washington DC: WRI. p11. http://
pdf.wri.org/gfw_congo_atlas_v1_francais.pdf
88 Finnish Forest Research Institute (FFRI). 2001. Forest Finland in Brief. Helsinki: FFRI. p35. http://www.metla.fi/metinfo/tilasto/
julkaisut/muut/brief2001.pdf
89 Finnish Forest Research Institute. 2007. Forest Finland in Brief. Helsinki: FFRI. p35. http://www.metla.fi/metinfo/tilasto/julkai-
sut/muut/brief2005.pdf
48
90 FFRI 2001:35.
91 FFRI 2007:35.
92 FAO. 2006g. Forest tenure Matrix: gabon. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=13380&geoId=9
93 Se refiere al área forestal total reducida por el área designada para las comunidades y pueblos indígenas (FAO 2006a:196).
94 Área total bajo manejo forestal comunitario en Camerún a partir de marzo del 2008.
nguiffo, Samuel. 2008. Comunicación personal, Director of the Center for Environment and Development. 24 March 2008.
95 FAO. 2006h. Forest tenure Matrix: Mozambique. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/
media?mediaId=13380&geoId=16
96 Esta información fue recopilada e interpretada por Intercooperation, socia de RRI.
97 Los países se presentan en orden descendente según el área de cubierta forestal según lo determinado por la FAO en FAO
2006a.
98 FAO (2006i) Forest tenure Matrix: Mali. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=68
99 Ourde, Ousmane. 2007. République du tchad. Rapport: Collecte des Données sur l’Accès aux Forêts pour les Communautés, les
Réformes Institutionnelles et les Superficies Forestières. Octobre 2007.
100 Calculado como área forestal total de 921 Mha (FAO 2006a) menos 0.7 Mha (Ourde 2007).
101 FAO (2006 j) Forest tenure Matrix: Senegal. FAO: Rome. http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=71
102 FAO 2006j.
103 FAO 2006a:203.
104 FAO 2006j.
105 FAO 2006a:203.
106 FAO 2006j.
107 Savadogo, Moumini. 2007. Regional Situation for West Africa French Speaking Countries. Report of the Listening, Learning, and
Sharing Launch of RRI. Washington DC: Rights and Resources Initiative. p92.
108 Calculado como el área forestal total de 6.794 Mha menos 0.394 Mha y 0.052 Mha con base en información encontrada en Sava-
dogo 2007:42.
109 FAO 2006a:196.
110 Calculado como total de áres forestales y otras tierras boscosas 5.006 Mha (FAO 2006a) menos 0.873 Mha “designadas para
comunidades” y 0.008 Mha de plantaciones.
111 Direction de l’Environment du Ministère de l’Environment et de la Lutte Contre la Désertification. 2007. Bilan des réalisation de
2000-2006 en matière d’environnement et de lutte contre la désertification. niger.
112 Direction de l’Environment du Ministère de l’Environment et de la Lutte Contre la Désertification 2007.
113 FAO 2006a:196.
114 FAO. 2006k. Forest tenure Matrix: niger. FAO: Rome. http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=70
115 FAO 2006a:196.
116 FAO 2006a:196.
117 Camara, Kanimang and Almami Dampha. 2006. trends in forest ownership, forest resource tenure and institutional arrange-
ments: are they contributing to better forest management and poverty reduction? Case study from the gambia. FAO forest
tenure assessment Africa. Rome: FAO. Consultado el 10 de febrero de 2008. http://www.fao.org/forestry/webview/media?media
Id=12503&langId=1&geoId=66
118 Camara and Dampha 2006.
119 Dampha, Almami. 2001. Management of Forest Fires through the Involvement of Local Communities: the gambia. In FAO.
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Republic and turkey. Rome: FAO. Consultado el 28 de abril de 2008. http://www.fao.org/DOCREP/006/AD352t/AD352t04a.htm
49
120 Camara and Dampha 2006.
121 Camara and Dampha 2006.
122 Camara and Dampha 2006.
123 FAO 2006a:169.
124 En los datos para Rusia y Canadá se incluyen otras tierras boscosas.
125 RRI. 2008. Seeing People through the trees: Recognizing Rights, Advancing Development and Addressing global Challenges.
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126 Instituto del Bien Común (IBC). 2008. titled native Communities, Created and Proponed territorial Reserves for Isolated Indige-
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nativas de la Amazonia Peruana (SInCA). Unpublished map provided by IBC, April 2008. http://www.ibcperu.org/
127 Sohn, john, ed., Steven Herz, Antonio La vina, and john Sohn. 2007. Development Without Conflict: the Business Case for Com-
munity Consent. Washington DC: World Resources Institute. p45.
128 Sohn et al. 2007:45.
129 Sohn, john. 2007. Protecting the Peruvian Amazon and its People From the Risks of Oil and gas Development. WRI Stories.
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risks-oil-and-gas-development#
130 Alden Wily, Liz. 2007. So Who Owns the Forest?: An Investigation into Forest Ownership and Customary Land Rights in Liberia.
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131 Alden Wily 2007:25.
132 Filer, Colin and nikhil Sekhran. 1998. Loggers, Donors, and Resource Owners. Policy that Works for Forests and People Series no.
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133 Bun, yati, timothy King, and Phil Shearman. 2004. China’s Impact on Papua new guinea’s Forestry Industry. Washington DC:
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134 Forest trends 2006:55.
135 Forest trends 2006:2-3.
136 Haciendo referencia a estas reservas para extracción administradas por el Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recur-
sos Naturais Renováveis (IBAMA).
Ehringhaus, Christiane. 2006. Post-victory Dilemmas: Land Use, Development, and Social Movement in Amazonian Extractive
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138 Aunque están prohibidos explícitamente en la legislación, se han emitido contratos mineros foráneos en más de 20 reservas.
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150 Hatcher et al. 2005:13.
151 La excepción son algunas concesiones comunitarias que ascienden a 0.21% del area total de las concesiones, clasificadas bajo
el encabezado de “designadas para comunidades y pueblos indígenas”.
152 White and Martin 2002:9.
153 White and Martin 2002:8.
154 El terreno forestal mundial (con excepción del OWL) suma 3,951.996Mha y el área forestal total de los 16 países presentados en
la tabla 5 dan cuenta de 1,623.588 Mha (con base en datos de FAO 2006a).
155 Algunas excepciones notorias son Brasil y Bolivia, pero la tala ilegal generalizada se da en tierras indígenas y comunitarias.
156 Por ejemplo, en Colombia las tierras indígenas abarcan aproximadamente 27.5Mha, pero el estado conserva un poder total de
decisión sobre la explotación de los recursos forestales
157 Amazon Watch. 2007. Oil and gas in the Peruvian Amazon - Fact Sheet. http://www.amazonwatch.org/amazon/PE/camisea/
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158 Los países se presentan en orden descendente del area de cubierta forestall según lo determinado en FAO 2006a.
159 Russian Federal Forest Agency. 2007. Forest Concession Data as of january 2007. Consultado el 3 de abril de 2008. http://www.
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170 IttO 2005:221.
171 Pacheco 2006:27.
172 Se refiere a Asociaciones Sociales del Lugar, que son organizaciones comunitarias organizadas a las que se les ha otorgado
derechos de tala en los bosques municipales.
173 Akida and Blomley 2006.
174 Bun, yati and Israel Bewang. 2006. Forest certification in Papua new guinea. In: Confronting Sustainability: Forest Certifica-
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175 Esta cifra refleja las licencias para petróleo activos a partir del 1 de septiembre de 2003, y excluye el area bajo licencia que se
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176 Esta cifra es la suma del area de los proyectos mineros operados por new guinea gold Corporation, Coppermoly Limited, y
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190 Con el término biocombustibles nos referimos a productos agrícolas cultivados a gran escala, con frecuencia en plantaciones
de monocultivo, para el propósito específico de procesarlos en combustible líquido como el etanol o el biodiesel. Los insumos
pueden incluir la caña de azúcar, maíz, soya, palma aceitera, madera, césped Pánicum virgatum, y jatrofa (piñón). Algunos
defensores e investigadores prefieren el término agrocumbustibles para distinguir entre el cultivo industrial a gran escala de
cosechas para combustible líquido (aquí mencionadas) en contraste con el combustible producido por desperdicio agrícola,
estiércol, vertederos y algas. Aquí adoptamos el término biocombustibles porque se entiende más ampliamente, pero según
algunas de las definiciones, lo que realmente estamos describiendo es el cultivo de agrocumbustibles.
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196 Principalmente cultivos forestales (Madera y bamboo) con la intención expresa de ser utilizados para la producción de biodie-
sel y la generación de energía, según un anuncio de la Administración Forestal Estatal a inicios del 2007. La política oficial es
concentrar esta producción en tierras de baja productividad que no estén dedicadas actualmente a la agricultura o manejo
forestal comercial, sin embargo algunas empresas privadas como China grand Forestry están planeando convertir bosques
secundarios con un valor relativamente alto en plantaciones de jatrofa (piñón). (Roberts 2008).
197 Morton, Douglas C., Ruth S. DeFries, yosio E. Shimabukuro, Liana O. Anderson, Egidio Arai, Fernando del Bon Espirito-Santo, Ra-
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198 Smolker et al. 2007.
199 En octubre de 2007 el Consejo de Ministros de Mozambique decretó que la Ley de tierras de 1997 (Lei de terras) que reglamenta
la aprobación de los derechos de uso de tierra debe implementarse de manera más estricta. Hasta este decreto, la aprobación
de los certificados de tierra comunitaria siempre se habían emitido a nivel local, siguiendo la ley en espíritu, si no literalmente.
El decreto generalmente se interpreta como maniobra del gobierno para materializar su visión sobre los biocombustibles y
dar lugar a los intereses de los inversionistas extranjeros en busca de tierras para la producción de biocombustibles. El efecto
neto será el despojo de tierras comunitarias. Salomao, Alda. 2008. Directora Executiva, Centro terra viva – Estudos e Advocacia
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228 Doce de las nuevas piezas de legislación de la tabla 5 son tomados de los 30 países con mayor cantidad de bosques de la tabla
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284 La evaluación de la tenencia forestall en América Latina está en proceso, véase el sitio web sobre Evaluación de la tenencia
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285 Para más detalles, véase los Pre-Filled Country Reports en el sitio web de la FAO: http://www.fao.org/forestry/45742/en/
1238 Wisconsin Ave NW, Suite 204
Washington DC 20007
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