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Dia del libro

Érase una vez un muchacho que se llamaba Simbad y decidió embarcarse en un barco para comerciar por el mundo. Un día el

viento dejó de soplar y el barco se paró muy cerca de una isla. Simbad y otros tripulantes

del barco decidieron ir a visitar la isla. Estando en la isla tuvieron hambre, así que encendieron una hoguera para asar carne.

De repente, el suelo se estremeció y se dieron cuenta de que no habían desembarcado en una isla, sino en el

lomo de una enorme ballena que, al sentir el fuego, empezó a dar coletazos. En una de estas embestidas Simbad cayó al agua. Los tripulantes del barco pensaron que se había ahogado, así que se

fueron nadando al barco y huyeron... Simbad consiguió llegar a una isla sobre unas tablas de su barco. Pero en la playa vio unas bolas blancas y enormes que no supo identificar. Sólo cuando vio un pájaro gigante que se acercaba volando se dio cuenta de que eran huevos y que se encontraba

dentro de un inmenso nido. El pájaro se puso a incubar los huevos y, mientras, Simbad tramó un plan. Ató su turbante a la pata del pájaro y por la mañana, el pájaro voló hasta un valle

lleno de joyas preciosas. Simbad tuvo tiempo de coger algunas de aquellas joyas antes de que el pájaro echara de nuevo a volar.

Por último, cuando sobrevolaban el mar, vio un barco. Decidió soltarse del pájaro

y cayó cerca de donde el barco se encontraba. La tripulación lo vio y lo recogieron, y gracias a las joyas que había encontrado, Simbad fue rico el

resto de su vida.

Simbad el marino – Primer ciclo

Ali Baba y los cuarenta ladrones – Segundo ciclo

El pajaro que habla, el arbol que canta y el agua de oro –

Tercer ciclo