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PASOS PARA UNA AUTOESTIMA
SALUDABLE
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Pasos para una autoestima saludable.
Dra. Carmen Zorrilla.
La autoestima es la seguridad interior que lo hacemos, sentimos y
pensamos es valioso. Supone tener confianza y respreto por uno mismo.
La formas de aumentar nuestra autoestima son varias y es un trabajo que
dura toda la vida.
1. Siendo asertivo.
2. Conociéndonos mejor.
3. Siendo agradecido.
4. Liberando el resentimiento.
5. Cumpliendo con los compromisos.
6. Siendo auténtico.
7. Expresando nuestros sentimientos.
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Capítulo 1.
La comunicación asertiva: expresar sin dañar.
La comunicación asertiva es la habilidad de decir lo que piensas y
sientes de una manera que no haga daño a tu interlocutor. Es la
habilidad de poder expresarte en cualquier ámbito, de mostrarte, de
no callar por miedo al conflicto. Significa por tanto, saber decir no,
cuando realmente hay algo que no deseas hacer...., sentirte libre de
actuar. Saber poner límites: en el trabajo, en casa, con los amigos,
pero siempre respetando a los demás, actuando desde lo más
profundo de nuestro corazón.
La C.A. nos ayuda a estructurar como nos expresamos y como
escuchamos a los demás. Nuestras palabras se convierten en
repuestas conscientes en lugar de las habituales reacciones
automáticas, teniendo así, una base firme en la conciencia de lo
que percibimos, sentimos y queremos. Nos expresamos con
claridad y honestidad, prestando al mismo tiempo una atención
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respetuosa y empática a los demás. Escuchamos a la vez nuestras
necesidades profundas y la de los demás. Aprendemos a identificar
y expresar claramente lo que queremos en cualquier situación y lo
que no.
La C.A. reemplaza nuestros viejos patrones de defensa, huida o
ataque frente al juicio y la crítica. Llegamos a percibirnos a nosotros
mismos y a los demás bajo una nueva luz, la luz de la conciencia.
Ésto significa que prestamos atención a lo que observamos,
sentimos y necesitamos en lugar de juzgar; descubriendo así, la
grandeza de nuestra naturaleza compasiva.
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La C.A promueve el respeto, la atención y la empatía a través de la
escucha profunda (a nosotros mismos y a los demás), somos
capaces de dar desde el corazón. Marshall Rosenberg en su libro
"La comunicación no violenta" da una serie de pasos para lograr ser
asertivo.
Componentes de la C.Asertiva.
1.- Observación.
Observamos los actos o lo que dicen nuestros interlocutores, sin
introducir ningún juicio, diciendo si nos gusta o no lo que
observamos.
2.- Sentimiento.
Declaramos como nos sentimos al observar esa acción, ¿
asustados, alegres, divertidos?.
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3.- Necesidad
Expresamos que necesidades surgen en nosotros con los
sentimientos que hemos identificado
4.- Petición.
Será una petición muy específica, que se refiere a lo que queremos
de las otras personas. Es decir de forma clara y directa.
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Pondré un pequeño ejemplo. Una mujer le dice a su hijo: "cuando
veo que no haces las tareas que tienes acordadas conmigo, me
siento irritada porque necesito que las cosas funcionen en casa
para ir a trabajar . ¿Estarías dispuesto a hacerlo?.
Así pues, una parte de la C.A. trata de proporcionar éstos cuatro
tipos de información con mucha claridad, aunque no tienen que
expresarse verbalmente los cuatro, puede ser un mensaje en el que
quedan implícitos.
La otra parte de la C.A. consiste en saber recibir esa misma
información, es decir los mismos cuatro pasos, de otras personas.
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Primero percibiendo que están observando, sintiendo, necesitando,
entonces descubrimos qué enriquecería su vida al recibir el cuarto
componente: su petición. Cuando usamos éste proceso, podemos
comenzar o bien por expresarnos nosotros o bien por recibir con
empatía estos 4 tipos de información por parte de los demás. Pero
la C.A. debe entenderse no como una formula fija, sino como algo
que se adapta a varias situaciones, así como a estilos personales y
culturales.
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Las dos partes de la C.Asertiva son:
1.- Expresión honesta mediante los cuatro componentes.
2.- Recepción empática mediante los cuatro componentes.
Se establece un fluir de comunicación que va de un lado a otro
hasta que la compasión se manifiesta de manera natural,
surge expresión emocional, un aumento de nuestra autoestima, soy
más auténtico, porque no reprimo, dejo bien claros mis límites, y
obtengo resultados de mi petición. Evitamos discusiones y
resolvemos conflictos. Los viejas inercias nos llevan por formas de
comunicación que aprendimos de pequeños: complacencia,
autoritarismo.... por ello el primer paso es tomar conciencia e
interiorizar.
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ATRÉVETE A BRILLAR
En el discurso de 1994, como presidente electo de Sudáfrica,
Nelson Mandela recordaba: “Nuestro miedo más profundo no es
que seamos inadecuados, nuestro miedo más profundo es que
seamos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no la oscuridad, lo que
más nos asusta. Nos preguntamos quien soy yo para ser
brillante, precioso o talentoso. En realidad quien eres tú para no
serlo.”
Nelson Mandela sabía que muchos de nosotros tememos el éxito y
el hecho de mostrarnos ante el mundo como seres poderosos y
capaces. Evadimos esta responsabilidad escondiendo nuestras
partes más luminosas; ya que nos vemos a nosotros mismos como
poco valiosos e incluso peligrosos. Es algo inherente a nuestra
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cultura y educación.
La civilización judeocristiana considera al hombre y a la mujer
poseedores del pecado original; desde este axioma, tan bien
arraigado, sin duda es muy difícil atreverse a brillar. De modo que
tenemos la tendencia a escondernos, castigarnos e intentar espiar
el “Pecado” y la ”Culpa” que, se supone, tenemos por el hecho de
haber nacido; así nos limitamos a la hora de acceder a lo que
deseamos.
Para conseguir brillar, deberemos afrontar y superar diferentes
miedos. Uno de ellos es el de despertar envidia. Tememos que el
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éxito se vuelva en contra de nosotros porque los demás nos
envidian, critican y como consecuencia nos rechacen.
Nuestra historia familiar también determina nuestro miedo a
brillar. Cuando nos ceñimos a nuestro modelo de familia, es decir,
hacemos aproximadamente lo mismo que han hecho nuestros
padres en la vida, entonces nos sentimos seguros. Mientras que, si
nos atrevemos a trascender este referente, llevando a cabo algo
nuevo para alcanzar nuestro sueño, nos quedamos huérfanos de
modelos y abocados a lo desconocido. Como es lógico, esta
situación nos asusta, nos suele dar miedo. Es el miedo a superar a
nuestros padres.
Adentrarte en nuevos espacios es imprescindible para evolucionar,
para realizar nuevos aprendizajes, hasta llegar a una zona donde
puedes elevarte, donde puedes mostrar todo tu potencial.
Llegados aquí, estamos en un momento crítico, tenemos miedo a la
soledad al no poder compartir con nuestro círculo más cercano la
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nueva y experimental manera de pensar y de hacer completamente
revolucionaria, personal y fuera de los cánones establecidos.
Todos nos hemos ido desarrollando, desde la infancia, basándonos
en unas creencias sobre nosotros mismos que en muchas
ocasiones son negativas. Nos decimos cosas como: “No valgo
nada”, “soy un desastre”, “Soy tonto”.."La vuelto a fastidiar" y
tenemos que ser muy conscientes para trascender este
autoconcepto; ya que, esto que nos decimos son nuestras
creencias limitantes que irán conformando nuestra personalidad
desde la infancia.(Ver artículo de la estructura de la personalidad.)
A menudo, la inercia nos lleva a seguir valores sociales en los
que estamos inmersos. Nos han hecho creer que necesitamos a los
demás y que no es bueno mostrarse autosuficiente. Preferimos ser
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uno más, que brillar. Tal vez, no necesitamos tanta aprobación y
podemos salirnos de lo establecido, de aquello que se espera de
nosotros. No debemos de preocuparnos, aquellas personas que nos
quieren de verdad desearán lo mejor para nosotros y nos seguirán
queriendo independientemente de cómo actúes o como te
comportes. Estarán felices si brillas para desarrollar y mostrar tus
dones al mundo. Solo en coherencia con lo que sabes y lo que eres,
puedes inspirar el cambio y la evolución en las personas que te
rodean.
En la cultura patriarcal, este miedo a brillar es aún más poderoso en
las mujeres a las que se nos ha hecho creer que nuestro lugar está
bajo la sombra del hombre. Por suerte esto está cambiando y cada
vez son más las mujeres que ocupan puestos de relevancia en
la política o dirigiendo y liderando grandes empresas.
Si consigues liberarte de todos los miedos, entonces como
continuaba el discurso del líder africano que consiguió transformar
el mundo: “Eres hijo del universo”. El hecho de jugar a ser pequeño
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no sirve al mundo. No hay nada iluminador en encogerte para que
otras personas cerca de ti no se sientan inseguras. Nacemos para
manifestar la gloria del universo, la gloria de Dios, que está dentro
de nosotros, dentro de cada persona que habita el planeta.
Y cuando comenzamos a brillar, inconscientemente le damos
permiso a todas las personas para que hagan LO MISMO.. Al
liberar nuestro miedo, automáticamente, nuestra presencia libera a
los demás.
Para intentar sacar brillo al diamante que somos:
1. Presta atención a aquellas cosas que te dices a ti mismo, es decir, a
tu diálogo interno. ¿Eres amable?, ¿te juzgas y te hablas con
dureza?.
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2. Identifica tus creencias limitantes. Piensas que no puedes, que no
vales, que eres torpe…..Si es así, debes saber que esas creencias
se van construyendo en la infancia y no te definen.
3. Trasciende el miedo al rechazo y a quedar mal tomando
consciencia de que, las personas realmente importantes son las
que nos aceptan como somos.
Brillar es dejar salir la luz que todos tenemos dentro, es conectar
con nuestros talentos naturales y mirar nuestra historia personal con
ternura. Es inundar a los demás con la alegría de la
autorrealización, con la bondad y la compasión que son
naturalmente propios. Brillar es soltar el lastre, alzar el vuelo y
ponerte en paz sabiendo que somos seres únicos, bellos y valiosos.
Se consciente, confía y elévate…
Dedico este artículo y mi vida a mis tres hijos, mis tres diamantes.
DRA. CARMEN ZORRILLA
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