Comisión Europea
EL FONDO SOCIAL EUROPEO Y INCLUSIÓN SOCIAL
FOLLETO
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NOTA IMPORTANTE
La información contenida en este folleto se ha extraido de un amplio estudio realizado por
Bernard Brunhes International (BBI, www.bb-international.eu) bajo el contrato “Informe sobre las
intervenciones del FSE en la UE”. El informe original “El Fondo Social Europeo y Inclusión Social”
fue realizado por Livia Di Nardo, Valter Cortese y Donal McAnaney y está disponible en inglés en
http://ec.europa.eu/esf.
1
La inclusión social, una prioridad clave para Europa
La UE considera la inclusión social como un proceso que trata de asegurar que las personas en riesgo
de pobreza y de exclusión social vean incrementadas las oportunidades y los recursos necesarios
para participar plenamente en la vida económica, social y cultural, así como para gozar de un nivel
de vida y de bienestar considerados normales en la sociedad en la que viven. La inclusión social
también garantiza el acceso a los derechos fundamentales por parte de los grupos y las personas
vulnerables, así como una mayor capacidad de participación en la toma de aquellas decisiones que
les afectan directamente.
En contrapartida, la exclusión social implica la ausencia o la negación de determinados recursos,
derechos, bienes o servicios, así como la incapacidad de tomar parte en las relaciones y
actividades normales que se encuentran al alcance de la mayoría de las personas en la sociedad,
independientemente de que dichas relaciones y actividades pertenezcan al ámbito económico,
social, cultural o político. La exclusión afecta tanto a la calidad de vida como a la igualdad y a la
cohesión de la sociedad como un todo.
La lucha contra la pobreza es un aspecto central a la hora de combatir las raíces y los efectos de la
exclusión social. La Comisión Europea destacó la necesidad de combatir la pobreza y la exclusión
social en su Agenda Social Renovada, así como en la Estrategia europea 2020, nacida en el año
2010. Uno de los objetivos fundamentales de esta estrategia consiste en reducir en un 25% el
número de europeos que vive por debajo de los respectivos umbrales nacionales de pobreza, y
conseguir que, en el año 2020, al menos 20 millones de personas dejen de sufrir riesgo de pobreza
y exclusión.
Fiel a su misión de procurar la disminución de diferencias en lo que a prosperidad y nivel de vida
en los Estados miembros y regiones de la UE se refiere, el Fondo Social Europeo ha prestado un
amplio apoyo a actividades destinadas a reforzar la cohesión social, reducir la pobreza y promover
un mercado laboral integrador en la UE.
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El Fondo Social Europeo en resumen
El Fondo Social Europeo se dedica a fomentar el empleo en la UE. Ayuda a los Estados miembros a
que las empresas y los trabajadores europeos estén mejor dotados para hacer frente a los nuevos
retos globales. Cofinancia intervenciones que están subvencionadas con fondos nacionales
públicos y privados. La estrategia del FSE y su presupuesto se negocian y deciden entre los Estados
miembros de la UE representados en el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la
Comisión Europea. Partiendo de esta base, los Estados miembros planifican programas operativos
(PO) de siete años de duración que son aprobados por la Comisión Europea.
Programas Operativos 2000-2006: gasto total reclamado (en millones de euros) por Estado miembro
a 2 de septiembre de 2008
Estado miembro Gasto Estado miembro Gasto
Alemania 20.930 Irlanda 1.778
Austria 1.326 Italia 12.909
Bélgica 2.416 Letonia 115
Chipre 22 Lituania 166
Dinamarca 779 Luxemburgo 47
Eslovaquia 241 Malta 9
Eslovenia 60 Países Bajos 2.458
España 17.388 Polonia 1.776
Estonia 71 Portugal 7.145
Finlandia 2.365 Reino Unido 13.285
Francia 12.204 República Checa 297
Grecia 4.783 Suecia 2.661
Hungría 288
Las intervenciones y el gasto antes señalados no incluyen la iniciativa comunitaria EQUAL, también
financiada por el FSE durante el periodo 2000-2006.
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FSE: hechos y cifras
La información recogida en esta ficha cubre los periodos 2000-2006 y 2007-2013 (hasta 2009).
En el año 2000, el FSE estaba abierto a los 15 Estados miembros que componían la UE en aquel
momento. En 2004 se pusieron en marcha programas adicionales para incorporar las prioridades
de los 10 nuevos Estados miembros. He aquí algunos datos ilustrativos sobre el alcance de las
intervenciones del FSE:
FSE 2000-2006
Se gastó un total de 105.000 millones de euros en más de 200 programas operativos (hasta ®septiembre de 2008): el FSE subvencionó algo más de la mitad (54.000 millones de euros), mientras que los sectores público (45.000 millones de euros) y privado (6.000 millones de euros) de los Estados miembros invirtieron el importe restante.
Más de 75 millones de personas se beneficiaron directamente de actividades del FSE. Esto ®supone un 24% de la población total de la UE entre 16 y 64 años.
El FSE tiene muy en cuenta la igualdad de oportunidades. En términos generales, hubo ®un equilibrio de participación en las actividades financiadas por el FSE: un 52% de los participantes fueron mujeres y un 48% hombres.
El FSE contribuyó a que los jóvenes encontraran un trabajo adecuado. El 37% de los ®participantes tenía entre 16 y 25 años.
El FSE apoya iniciativas para mantener a las personas dentro del mercado laboral, en concreto ®cuando los trabajadores se hacen mayores. El 7% de los participantes en las actividades financiadas por el FSE era mayor de 55 años.
En total, el 54% de los participantes en las actividades del FSE estaba desempleado, el 38% ®estaba empleado y el 8% inactivo, es decir, que no estaba en disposición de poder obtener un empleo y conservarlo.
Las evaluaciones y el control de datos muestran que entre el 40 y el 80% (aproximadamente la ®mitad) de los participantes en paro encuentran un empleo en el plazo de 12 meses después de haberse llevado a cabo una intervención.
FSE 2007-2013
Los datos preliminares disponibles sobre los programas actuales muestran que 18 millones ®de personas ya se han beneficiado de intervenciones financiadas por el FSE en 2007, 2008 y 2009.
El 17% de estos participantes pertenece a colectivos vulnerables, como inmigrantes, minorías, ®discapacitados, gitanos, ex convictos, etc.
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La inclusión social, un objetivo para el apoyo del FSE
Los procesos de inclusión social tienen como objetivo la integración de todas las personas en la
sociedad mediante la promoción de una participación económica, social y cultural plena. Para
lograrlo, aspiran a crear unas estructuras y sistemas más sensibles y eficientes, y a prestar apoyo
directo a las personas con mayor riesgo de marginalización. Los reglamentos de los dos periodos
de programación del FSE 2000-2006 y 2007-2013 mencionan la inclusión social como objetivo
general clave en el apoyo que dicho organismo presta, y todos los Estados miembros han llevado
a cabo un amplio abanico de iniciativas destinadas a fomentar la inclusión social y la cohesión
social.
Las numerosas intervenciones del FSE que llevan un componente de inclusión social pueden
clasificarse en dos categorías. El primer tipo presta ayuda directa a las personas abriendo vías de
integración plena. Las principales actividades llevadas a cabo dentro de este marco de actuación
incluyen servicios de asesoramiento y orientación, iniciativas de formación y educación, así como
el apoyo a la búsqueda de empleo. Una segunda categoría de intervenciones tiene como objetivo
los sistemas y las estructuras, con la intención fundamental de crear respuestas más efectivas para
las personas en riesgo de exclusión, procurando la eliminación de las barreras sociales, la mejora
de los servicios, el cambio de actitudes y el refuerzo de la concienciación al respecto. Con el apoyo
del FSE se desarrolló una amplia gama de nuevas formas de ayuda y servicios destinados a dar
respuesta a las necesidades de los grupos vulnerables. Asimismo, el FSE cofinanció el desarrollo de
programas de formación y educación, entre ellos, algunos destinados a formadores y profesionales
dentro de los ámbitos relevantes de la lucha contra la exclusión social.
En último lugar, pero no por ello menos importante, el apoyo del FSE se empleó para combatir las
actitudes negativas hacia personas de grupos minoritarios, así como los estigmas asociados a la
discapacidad y otras características personales, que se han identificado como barreras importantes
de cara a la participación plena de los grupos vulnerables en la sociedad. Las campañas de
concienciación puestas en marcha en varios Estados miembros contribuyeron a crear una imagen
más positiva de las minorías, y destacaron la contribución positiva y productiva que pueden aportar
a la sociedad, en general, y a la mano de obra, en particular.
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Respuesta a las necesidades específicas de los grupos vulnerables
El FSE proporcionó asistencia financiera a los Estados miembros con respecto a la inclusión en
el mercado laboral de una gran variedad de grupos vulnerables. Dicha variedad se explica tanto
en términos geográficos, como en relación con los complejos orígenes de su vulnerabilidad, y al
mismo tiempo puede decirse que sus integrantes tienen en común el hecho de que experimentan
un mayor riesgo de pobreza y exclusión social que la población general. Las minorías étnicas, los
inmigrantes, los discapacitados, las personas sin hogar, los toxicómanos, las personas mayores que
viven solas y los niños se enfrentan a menudo a dificultades que pueden agravar la exclusión social,
como son los niveles bajos de educación y el desempleo o la precariedad laboral.
Entre los grupos más frecuentemente beneficiados por el apoyo del FSE se encuentran los inmigrantes
y las minorías (especialmente la etnia gitana), las personas con discapacidades y los trabajadores de
edad avanzada. Asimismo, de forma significativa, la mayoría de las medidas que tenían como objetivo
específico a grupos vulnerables se adaptaron para satisfacer las necesidades particulares y las
características personales de los individuos de origen desfavorecido y de los grupos discriminados.
Perspectiva:
Adaptación del entorno de aprendizaje para los jóvenes con discapacidades en Estonia El Centro de Día Käo, de Tallin, es una institución social que, desde el año 2000, proporciona servicios
de apoyo y actividades de rehabilitación para niños y adolescentes con discapacidades. El mismo
edificio, donde tiene su sede la asociación, alberga también el departamento de educación asistencial
del Internado de Tallin, donde se imparte educación básica. En el centro de día, los profesores de la
escuela impartían formación a niños y adolescentes sobre cuidado personal y habilidades básicas.
Sin embargo, cuando los niños terminaban la educación básica, carecían de posibilidades para
acceder a programas de formación profesional apropiados para ellos. Por consiguiente, el FSE se
ocupó de la elaboración de planes de estudio, así como de la formación de especialistas con el
fin de adaptar el entorno docente a la educación de personas con discapacidades. El Centro de
Día Käo, en cooperación con el Centro de Educación de Adultos de la Universidad de Jyväskylä
(Finlandia), estableció nuevos planes de estudio y nuevas metodologías destinados a estos «alumnos
especiales». En 2008 se crearon dos planes de estudio experimentales: uno para los adolescentes
que necesitaban aprender estrategias de autovalimiento, y otro para los que necesitaban una
educación de tipo asistencial. Un total de 30 profesores recibieron formación entre 2007 y 2008.
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Los 25 Estados miembros abordaron el tema de la inclusión social a través ®del FSE.
Se identificó un total de 330 medidas con un componente de inclusión social ®dentro de 149 Programas Operativos.
El gasto total registrado para estas medidas fue de 24.000 millones de euros, de ®los que 12.000 millones fueron financiados por la CE.
Desde una perspectiva tipológica, 151 medidas estaban destinadas a prestar ®apoyo a las personas (a través de la inserción laboral, e incluyendo la formación, orientación y asesoramiento), mientras que 49 de ellas tenían como objetivo los sistemas y las estructuras. Además, se adoptaron 130 medidas destinadas tanto a las personas, como a los sistemas.
En general, un 89% de todas las medidas identificadas, cuyo objetivo eran los ®itinerarios de inserción, realizaron actividades formativas, un 81% de ellas prestaron apoyo al empleo y a la creación de puestos de trabajo, mientras que el 63% llevaron a cabo actividades de orientación y asesoramiento.
Las medidas con un componente de inclusión social registraron aproximadamente ®18 millones de participantes, lo que corresponde prácticamente a una cuarta parte de toda la participación en iniciativas financiadas por el FSE. De media, las mujeres representaron el 53% de todos los participantes.
El 62% de los participantes eran desempleados, de los que un 42% eran ®desempleados de larga duración, un 5% estaban inactivos o en fase de formación y el 3% eran empleados o autónomos. No se llegó a especificar la situación laboral del 30% de los participantes.
La participación de grupos vulnerables específicos (lista) en las medidas ®relacionadas con la inclusión social es aparentemente baja. La tasa de participación media fue del 11%. Sin embargo, hubo grandes diferencias entre los Estados miembros, desde el 2% de Hungría y Francia hasta el 88% de Suecia.
Apoyo del FSE a la inclusión social en el periodo 2000-2006, en resumen
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Apoyo del FSE a la inclusión social en el periodo 2000-2006, en resumen Apoyo del FSE a la inclusión social en el periodo 2007-2013, en resumen
Los 27 Estados miembros hacen uso del apoyo del FSE para facilitar la inclusión ®social.
Del total de 633 ejes prioritarios, 125 abordan el tema de la inclusión social, ®ya sea de forma exclusiva o bien incluyéndolo junto a otros tipos de actividad.
Durante la fase de preparación para el actual periodo 2007-2013, los Estados ®miembros indicaron que emplearían 12.000 millones de euros de financiación del FSE (sin tener en cuenta las fuentes de financiación nacionales públicas o privadas) en iniciativas de inclusión social. El presupuesto total destinado a ejes prioritarios con un componente de inclusión social dentro de Programas Operativos del FSE es de 32.500 millones de euros.
La mayoría de los Programas Operativos abordan la inclusión social dentro de ®ejes prioritarios específicos (en Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Estonia, Francia, Irlanda, los Países Bajos, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y el Reino Unido).
Los datos disponibles, relativos al periodo 2007-2009, muestran que se ®han registrado 5,2 millones de participaciones en ejes prioritarios con un componente de inclusión social. De media, las mujeres representaron un 53% de la participación.
Por lo que respecta a la situación laboral de los participantes, un 70% de ellos eran ®desempleados, de los cuales un 35% desempleados de larga duración.
Uno de cada tres participantes pertenecía a un grupo vulnerable: las personas ®con discapacidades representaron el 9%, mientras que el 12% eran inmigrantes, el 4% pertenecía a grupos minoritarios y el 9% estaba encuadrado dentro de otros grupos vulnerables.
El 7% de los participantes registrados eran personas de edad avanzada ®(55-64 años), el 31% estaban entre los 15 y los 24 años y el 62% restante, en el margen entre los 25 y los 54 años.
Por lo que respecta al nivel de estudios de los participantes, las personas con ®estudios primarios o primer ciclo de enseñanza secundaria representan la mayoría en los ejes prioritarios con un componente de inclusión social (59%).
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Apoyo del FSE a las personas: itinerarios de inserción…
Entre 2000 y 2006, un total de 15.400 millones de euros se invirtieron en prestar apoyo a través de 151 medidas con un componente de inclusión social. Se registró una participación de 12,7 millones de personas que fueron beneficiadas por dichas medidas, las cuales estaban fundamentalmente destinadas a la aplicación de enfoques globales para integrar a las personas económicamente inactivas en el mercado laboral. Los Estados miembros utilizaron el apoyo del FSE para llevar a cabo actividades de ayuda, orientación y asesoramiento a modo de primera fase de este enfoque. Las intervenciones durante esta fase inicial del proceso se centraron en reforzar la autoestima y la confianza, así como en desarrollar las habilidades personales y sociales para contribuir a la participación activa en el proceso de inserción laboral.
Otro grupo de medidas se centró en la segunda fase del proceso, es decir, en favorecer la formación o continuar con la educación para mejorar las habilidades y las cualificaciones. Las actividades de educación y formación profesional llevadas a cabo fueron variadas en cuanto a su nivel, contenido y duración. Sin embargo, una característica recurrente en todas ellas fue que las oportunidades de aprendizaje estaban diseñadas a la medida de las necesidades de los participantes. Se ofreció formación básica a personas carentes de cualificaciones o con cualificaciones bajas, y se reforzaron sus habilidades a fin de mejorar su empleabilidad. Se facilitó formación profesional específica a aquellas personas que podrían beneficiarse de unas competencias ocupacionales más actualizadas. Aun así, la mayoría de las iniciativas que contaron con el apoyo del FSE adoptaron una perspectiva múltiple, tal y como ilustra el siguiente ejemplo.
Perspectiva:
Apoyo a personas de grupos en riesgo de exclusión social en PoloniaEn Polonia, el FSE cofinanció varios proyectos que combinaban la organización directa de formación
para personas desfavorecidas con la oferta de medidas de apoyo, tales como el cuidado de los
niños y de las personas a cargo de los participantes en el proyecto. Después de una evaluación del
potencial, de las necesidades y las aspiraciones profesionales, se impartió formación a personas
de grupos en riesgo de exclusión social a fin de superar los desafíos que encuentran a la hora de
acceder al mercado laboral, abordar los problemas que les plantea su vida diaria y aumentar su
independencia. Entre las actividades centradas en el sistema se incluía la formación para el personal
de los proveedores de servicios sociales, entre los que se encontraban las ONGs y sus voluntarios.
En el año 2006 ya habían participado 7.500 personas que trabajaban con grupos de alto riesgo.
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... hasta conseguir un empleo
La reducción de la distancia entre los desempleados de larga duración o las personas
económicamente inactivas y el mercado laboral es un resultado de importancia clave de las
actividades de inclusión social, aunque su objetivo último es la consecución de un puesto de
trabajo. El FSE financió gran número de proyectos que fomentaban la búsqueda efectiva de
empleo, la colocación y la conservación del puesto de trabajo.
Un enfoque particularmente útil para la obtención de un puesto de trabajo se puso en práctica
durante el periodo 2000-2006, según un modelo en el que las personas que buscan trabajo
establecen una cooperación con los asesores de empleo. Los participantes encontraron
directamente trabajo después de un periodo de evaluación y exploración ocupacional, a menudo
llevado a cabo mediante prácticas de aprendizaje laboral en entornos de empleo abiertos y con
la cooperación de los empresarios locales. Los asesores de empleo acompañaban a los nuevos
trabajadores a su puesto de trabajo y cumplían inicialmente sus responsabilidades a la vez que
llevaban a cabo el programa de formación. Gradualmente, el asesor de empleo iba abandonando
su función, asegurándose de que el apoyo necesario para el trabajador estuviera disponible por
parte de sus colegas y supervisores.
Perspectiva:
Apoyo al empleo para personas con discapacidades en España El Servicio Regional de Empleo y Formación de la Comunidad Autónoma de Murcia utilizó el
respaldo del FSE para ofrecer empleo subvencionado a personas con discapacidades, sobre
la base de un modelo de apoyo intensivo y personalizado para cada individuo. Se contrató
a organizaciones especializadas sin ánimo de lucro para que trabajaran con personas con
discapacidades mentales o físicas. Su función consistía en preparar a estas personas para el
empleo y ayudarles a encontrar un puesto de trabajo. Una vez que un beneficiario en particular
se colocaba en un puesto de trabajo, la persona que le había ayudado a lograrlo aprendía y
realizaba las tareas requeridas, a la vez que guiaba y ayudaba al beneficiario durante el periodo
de adaptación inicial. Las empresas privadas que daban trabajo a personas con discapacidades
tenían derecho a una subvención, siempre que cumplieran ciertos requisitos.
El programa se puso en funcionamiento en el año 2000 y terminó en 2006, con la participación
de más de 4.000 personas con discapacidades, 700 de las cuales encontraron empleo.
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Mejoras de las estructuras relacionadas con la inclusión social
Se destinaron aproximadamente 1.000 millones de euros, cofinanciados por el FSE, a medidas con un
componente de inclusión social, centradas exclusivamente en prestar apoyo a sistemas y estructuras.
Esto incluía actividades cuyo objetivo era construir o mejorar la capacidad institucional y administrativa.
Un total de 179 medidas abordaron el apoyo a estructuras y sistemas entre los años 2000 y 2006, si
tenemos en cuenta las 130 medidas adicionales que combinaban la asistencia a personas con el
apoyo a sistemas y estructuras (por un valor de 7.500 millones de euros). De ellas, 125 desarrollaron
servicios y ayudas, 53 desarrollaron programas de educación y formación, 60 se centraron en la
formación de formadores y profesionales y otras 83 incluyeron campañas promocionales.
Con el apoyo del FSE se desarrolló una amplia gama de nuevas formas de ayuda y servicios
destinados a dar respuesta a las necesidades de los grupos vulnerables. Se crearon instalaciones
de cuidado infantil para que las mujeres sin empleo, a menudo encuadradas en grupos de riesgo,
pudieran beneficiarse de la educación y formación profesional, o bien de actividades relacionadas
con la búsqueda de empleo. Austria, la República Checa, Grecia, Eslovaquia y Eslovenia establecieron
centros y servicios ideados a la medida de las necesidades sociales y culturales de la población
gitana, mientras que Grecia aumentó la disponibilidad de servicios sociales en general.
Perspectiva:
Red de centros de apoyo para grupos vulnerables en GreciaEsta medida cofinanciada por el FSE estaba destinada a las personas que tienen dificultades a la
hora de ponerse en contacto con los servicios sociales adecuados, prestándoles la ayuda necesaria
de cara al mercado laboral. Los grupos objetivo incluían a personas con discapacidades, mujeres
maltratadas, ex presidiarios y refugiados, entre otros. El Ministerio de Sanidad y Solidaridad Social
de Grecia estableció una red de 150 oficinas de apoyo social en todo el país, con el fin de asesorar
a las personas y remitirlas a las instancias donde pudieran encontrar ayuda en el proceso de
búsqueda de empleo, además del acceso a los servicios sociales específicos que necesitaban. Se
recibieron más de 18.000 solicitudes de ayuda, de las que aproximadamente un 10% provenían
de minorías étnicas, un 9% de residentes extranjeros y un 6% de familias monoparentales. Los
servicios fueron cofinanciados por el FSE y el Ministerio de Sanidad y Solidaridad Social de Grecia
durante dos años, al cabo de los cuales los Ayuntamientos se comprometieron a mantener el
funcionamiento y la financiación de estas oficinas.
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Resumen de las acciones recientes en el ámbito de la inclusión social
Los Estados miembros han seguido abordando el aspecto clave de la inclusión social en el periodo
de programación 2007-2013, con acciones específicas en apoyo de la integración en los ámbitos
de la educación o el empleo a través de itinerarios o asesoramiento personalizados y de otras
actividades relacionadas con la formación y el empleo.
En España, la inclusión social se aborda a nivel nacional en el Programa Operativo «Lucha contra
la discriminación» y en todos los demás Programas Operativos regionales. Dentro de dichos POs
hay acciones orientadas a diferentes grupos vulnerables. Por ejemplo, el PO de Extremadura
prevé actividades específicas para los jóvenes y las mujeres pertenecientes a grupos vulnerables.
Las medidas de Finlandia destinadas a prevenir la exclusión social se centran en los jóvenes y en los
inmigrantes, entre otros grupos vulnerables. En Irlanda, los grupos objetivo de las actividades de
inclusión social son las personas con discapacidades, los estudiantes que abandonan la escuela de
forma temprana y los miembros de comunidades itinerantes, inmigrantes, mujeres y otros grupos
que sufren discriminación.
En los Países Bajos, tras varios proyectos puestos en marcha en el periodo de programación
2000-2006, hay previstas actividades específicas para presidiarios y ex presidiarios, incluidos
aquellos con problemas de salud mental y jóvenes recluidos en reformatorios. En Hungría, el FSE
está prestando apoyo al desarrollo del sistema de asistencia social y a las mejoras en el acceso a los
servicios mediante el fomento de la buena gobernanza en el ámbito de los servicios sociales.
En varios Estados miembros, las actividades destinadas a fomentar el empleo están vinculadas a
la mejora de la economía y la iniciativa empresarial de carácter social. Este es el caso de Bélgica,
Bulgaria, Grecia, Polonia, Rumanía y Suecia.
Además, hay varios Programas Operativos que no solo fomentan actividades de inclusión social,
sino que centran sus intervenciones en la lucha contra la discriminación, un aspecto que reviste
idéntica importancia. Hay previstas campañas de este tipo en la República Checa, Francia, Alemania,
Grecia, España y otros Estados miembros.
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Estado miembro Presupuesto Estado miembro Presupuesto
Alemania 15.666 Irlanda 1.360
Austria 1.184 Italia 15.321
Bélgica 2.320 Letonia 657
Bulgaria 1.395 Lituania 1.210
Chipre 150 Luxemburgo 50
Dinamarca 510 Malta 132
Eslovaquia 1.764 Países Bajos 1.705
Eslovenia 889 Polonia 11.420
España 11.426 Portugal 9.210
Estonia 462 Reino Unido 8.598
Finlandia 1.420 República Checa 4.436
Francia 10.275 Rumanía 4.335
Grecia 5.726 Suecia 1.383
Hungría 4.270
Fondo Social Europeo 2007-2013: invirtiendo en las personas
En el actual periodo de programación 2007-2013, el FSE cuenta con un presupuesto de
76.000 millones de euros para la cofinanciación de 117 programas operativos en los 27 Estados
miembros. Los fondos nacionales públicos y privados aportan otros 41.000 millones de euros.
Las intervenciones financian proyectos en los ámbitos de:
a) adaptabilidad de trabajadores y empresas;
b) acceso al empleo y la incorporación al mercado laboral;
c) inserción social de personas desfavorecidas;
d) reforma de los sistemas educativos y de formación;
e) buena gobernanza, asociación e implicación de los agentes sociales.
El mapa muestra que el FSE presta apoyo a actividades en los 27 Estados miembros siguiendo dos
Objetivos. Las prioridades adicionales de las denominadas “regiones de convergencia” son:
a) el aprendizaje permanente, la investigación y la innovación;
b) el desarrollo de capacidades de las administraciones y servicios públicos.
Programas operativos 2007-2013: presupuesto total (en millones de euros) por cada Estado
miembro, incluyendo la cofinanciación nacional
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FSE 2007-2013 Invertimos en su futuro
El nivel de financiación con cargo al FSE varía de una region a otra en function de su riqueza relativa. Las regiones de la UE están divididas en cuatro categorías, basadas en su PIB regional per cápita en comparación con la media de la UE (UE de los 15 o de los 27)
Las regiones de convergencia: con un PIB per cápita inferior al 75% de la media de la UE-27
Las regiones en régimen de “exclusion gradual”: con un PIB per cápita superior al 75% de la media de la
UE-27 pero inferior al 75% de la media de la UE-15
Las regiones en régimen de “inclusión gradual”: con un PIB per cápita inferior al 75% de la media de la UE-15
durante el periodo 2000-2006 pero superior al 75% de la media de la UE-15 durante el periodo 2007-2013
Regiones de competitividad y empleo: se aplica a todas las demás regiones de la UE. Situación en enero de 2007
© EuroGeographics Association for the administrative boundaries
Lo que el FSE puede hacer por tíFSE: políticas activas de empleo y servicios públicos de empleo
FSE: adaptabilidad de las empresas y formación continua de los trabajadores
FSE y el desarrollo del potencial humano en investigación e innovación
FSE y la movilidad laboral
FSE: educación y aprendizaje permanente
FSE: mujeres, mainstreaming de género y conciliación de la vida privada y laboral
FSE y la población gitana
FSE: desarrollo sostenible y tecnologías ecológicas
FSE: población migrante y minorías
FSE: áreas urbanas y empleo local
FSE y los trabajadores de edad avanzada
FSE y la salud
FSE y la iniciativa empresarial
FSE y los jóvenes
FSE y las personas con discapacidad
FSE y la capacidad institucional de los organismos públicos
FSE y la inclusión social
FSE y la igualdad de oportunidades
FSE y el apoyo a los interlocutores sociales
FSE y el apoyo a las ONG
FSE: cultura y turismo
Véase lo más reciente sobre estas publicaciones en http://ec.europa.eu/esf
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