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El RATON SE COMIO AL GATO
Fátima Domínguez Avendaño
Esta es la historia de un Gato guapo y elegante que se llamaba Nicolás , que vivía en una
de las ciudades más ricas del país.
Un día común, estaba tomando el sol al lado de su alberca cuando de repente miro que por una de las esquinas se
había atravesado un inofensivo ratón el cual llevaba por nombre lino.
El Gato enfurecido se levantó de su cómodo asiento y fue tras él, cuando llego a donde estaba el ratón no logro
entrar a su escondite, pues este era demasiado pequeño que no cabía ni la cabeza del gato ahí. El Gato pensó
ya lo veré y cuando lo vea le daré su merecido por invadir mi propiedad.
Al día siguiente muy de mañana el ratón Lino salió por comida como todos los días, cuando de repente se
encuentra al Gato Nicolás enfurecido que lo miraba fijamente, entonces el ratón se echó a correr, el Gato iba tras
él y con voz feroz le grito te voy a comer porque invadiste la propiedad de un Gato y por si no lo sabes Los Gatos
Comen Ratones, pasaron así 5 días y al día sexto, una vez más el ratón Lino se tomó con Nicolás el Gato y este le
dijo ya me tienes chocado has invadido mi privacidad, te has instalado en ella, me has robado comida y todavía
te paseas por mi casa sabiendo que soy un Gato y te puedo comer.
El ratón se quedó mirando fijamente al Gato y le dijo: ¿De verdad tú crees que puedes comerme ?
El Gato sin titubear le dijo: Claro que si yo puedo comerte de un bocado, Entonces Lino el ratón dijo: Esta bien
como tú dices que me puedes comer vamos a hacer un trato.
El gato le respondió: que trato? Y Lino el ratón le dijo: tienes 24 horas para comerme yo no me iré de aquí solo
correré alrededor de la alberca si en menos de 24 horas tú me atrapas yo seré tu cena, pero si en 24 horas no me
logras atrapar tu serás mi cena dejo el ratón al Gato.
Entonces el Gato se echó un carcajeada y dijo: yo no necesitare tanto tiempo para poder atraparte y comerte pero
está bien, acepto el trato.
Empezó a correr el tiempo, Nicolás el Gato se afilaba sus uñas puntiagudas para atrapar a su presa, entonces el
inofensivo ratón daba de vueltas en la alberca cantando, chiflando y hasta dando maromas , entonces el Gato se
preparaba para su ataque cuando de repente comenzó a escuchar una canción que cantaba Lino una canción de
cuna que al gato le traían muy lindos recuerdos de su infancia y el ratón vuelta tras vuelta la cantaba mientras el
gato iba tras el recordando los viejos tiempo que vivió al lado de su madre, cuando termino la canción el gato
reacciono y enseguida comenzó a correr tras el ratón cuando este comenzó a correr comenzó a recitar un cuento
que solía contarle su mama antes de dormir y el gato comenzó a recordar que con ese cuento él también había
quedado muchas veces en los brazos de su madre, así que comenzó a caminar lentamente tras el ratón
escuchando con agrado el cuento, y así pasaron 12 horas, el gato no había hecho nada contra el ratón, así que ya
era hora de comérselo porque la noche se acercaba y la cena debería estar lista, enseguida siguió persiguiendo al
ratón y cada vez que se ponía tras el para acorralarlo este lo sorprendía con algo mejor al fin llegaron las 24 horas
y Nicolás el gato termino sentado escuchando cantar y recitar a Lino el ratón.
Enseguida dijo el ratón: ¿Por qué no me has comido? Ya es hora de cenar y ya termino el tiempo del trato.
Entonces el gato le dijo: no te comí porque me impresionaste tanto con tus anécdotas y tus canciones que se me
vinieron recuerdos del pasado y disfrutaba recordarlos, nunca pensé que dentro de un ratón insignificante hubiera
tantas cosas que me hicieran sentir tan bien.
El ratón Lino se soltó a las risas: jajajajajajaja y tú que presumías de fuerte y valiente y que estabas seguro de
comerme mira como terminaste siendo mi cena jajajaja.
2 El gato se asustó mucho y dijo: tu no vas a comer verdad? Y Lino mirándolo fijamente le dijo: no crees que eso lo
debo decidir yo, un trato es un trato, ahora yo te comeré jajaja
Nicolás se enfureció y dijo: no me comerás no me dejare comer por ti antes de que me comas prefiero comerte yo,
el ratón se reía mucho y dijo: no, no te voy a comer pero no porque tú me perdonaste la vida, sino porque yo pude
entrar a tu corazón a través de mi voz y ese gato fuerte, presumido y valiente quedo convertido en un inofensivo
gatito, así que yo ya te comí, fue un reto para mí y lo logre asi que por mi parte fue todo, me mudare de tu casa y
no te molestare más.
Nicolás corrió tras él y dijo: no te vayas!!! Porque quiero que seamos amigos es verdad tu me comiste porque
lograste remover lo que nadie ha podido y yo logre descubrir en ti una persona excepcional y única así que quiero
ser tu amigo.
A partir de ese día Nicolás el gato y Lino el ratón fueron inseparables y se cuidaban el uno al otro.
MORALEJA: muchas veces somos como Nicolás el gato juzgamos a las personas sin conocer su interior, y por ser
más chicos, más débiles o más pobres pensamos que o tienen nada que darnos pero no nos hemos atrevido a
descubrir su interior, será porque, también nosotros no somos capaces de intentar acercarnos a ellos, si eres un
Nicolás subestimes a nadie y si eres un Lino arriésgate a conocer a esa persona que sientes tan alta, quizá ahí
encontraras: La verdadera Amistad.