Villuercas – Ibores - Jara
La comarca está compuesta por 19 municipios y 8 pedanías, que son: Aldeacentenera, Alía (Guadisa, La Calera, Pantano de Cíjara, Puerto Rey), Berzocana, Cabañas del Castillo (Retamosa de Cabañas, Roturas de Cabañas, Solana de Cabañas), Campillo de Deleitosa, Cañamero, Carrascalejo, Castañar de Ibor, Deleitosa, Fresnedoso de Ibor, Garvín de la Jara, Guadalupe, Logrosán, Navalvillar de Ibor, Navezuelas, Peraleda de San Román, Robledollano, Valdelacasa de Tajo, Villar del Pedroso (Navatrasierra). Las tres comarcas poseen gran riqueza natural y cultural. El Geoparque
El Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara es un macizo montañoso de amplia extensión, 2.544 km2 de superficie, situada en el sureste de la provincia de Cáceres, entre las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su mayor altura es el “Risco de La Villuercas” (1601m), y desde su cima se ofrece una magnífica vista que incluye las cadenas montañosas, los valles, las rañas y Guadalupe, al sur, con el Real Monasterio como seña de identidad. Este conjunto orográfico ha sido declarado Geoparque al entrar a formar parte, desde el mes de septiembre de 2011, de las Redes Europea y Global de Geoparques auspiciadas por la UNESCO. Desde noviembre de 2015 tiene además la consideración de Geoparque Mundial UNESCO.
Para interpretar la geología de este Geoparque partiremos de la observación
desde “La Villuerca” de un núcleo montañoso Paleozoico rodeado de antiguas
penillanuras. Un sistema de sierras y valles alineados en dirección noroeste-
sureste de magnífica belleza.
Todo el conjunto no es más que el resultado de la acción de la erosión actuando
durante millones de años sobre un macroplegamiento que se produjo durante el
movimiento orogénico hercínico, haces unos trescientos millones de años,
durante el período Carbonífero.
La cuna de la vida animal
Villuercas-Ibores-Jara es también importante científicamente por otros fósiles
cuya visión en los yacimientos es complicada por lo que es mejor conocerlos en
los centros de interpretación.
Este geoparque es testigo de uno de los principales acontecimientos de la
evolución de la vida: el origen y la radiación de los primeros animales.
Para conocerlos es mejor acercarse al Museo de Logrosán o al Centro de
Interpretación de Cañamero y acordarse de que visitar Las Villuercas supone un
compromiso con la conservación y que en modo alguno pueden recolectarse
fósiles en el campo.
Los geositios
Cuarenta y cinco lugares de especial interés geológico (“geositios”) han sido
catalogados, tales como algunas montañas con características geomorfológicas
especiales, las fallas, los profundos valles fluviales, los yacimientos
paleontológicos o de minerales, los plegamientos como sinclinales y anticlinales,
etc. Especialmente notables son el ya citado “Risco de La Villuerca”, el Sinclinal de
Santa Lucía, la Portilla del Almonte y el desfiladero de Peña Amarilla, la Mina
Costanaza… Muchos de ellos son también de interés cultural, con refugios o
abrigos con pinturas rupestres esquemáticas, los castros vetones, los castillos
árabes y las minas de Logrosán que nos hablan del pasado minero en la región.
Muchos de estos valles no cuentan con accesos asfaltados Hay empresas del
geoparque con vehículos especializados.
Por último, la cueva cárstica de Castañar de Ibor que fue declarada Monumento
Natural debido, en parte, a sus impresionantes formaciones estalactíticas de
cristales de aragonito.
Naturaleza y cultura
Uno de los activos del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara es la riqueza de su
extraordinario patrimonio natural ilustrado por las siete Zonas de Especial
Protección de Aves y los ocho lugares de importancia comunitaria reconocidos en
la Directiva de Hábitats de la Unión Europea. Esta riqueza natural y de
biodiversidad silvestre ha dado lugar a la visita de un creciente número de turistas
ornitológicos en los últimos años.
Estos visitantes son atraídos por especies emblemáticas como las grullas y
abundantes aves vinculadas a los elevados afloramientos de cuarcita de las
sierras: el buitre leonado y negro, el alimoche, la cigüeña negra, el búho real o el
águila real. Algunas de las empresas de geoturismo están especializadas en la
observación de aves.
Los geoparques valoran igualmente la cultura, la antropología, la arqueología o la
historia del territorio en la misma medida que lo hace con el patrimonio geológico
o natural. En el caso de Villuercas-Ibores-Jara numerosos lugares de interés
cultural pueden ser visitados: El Real Monasterio de Guadalupe es de especial
importancia, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1993. Pero a
su lado hay que destacar la arquitectura tradicional y mudéjar, los castillos, las
iglesias de Berzocana y de Alía, o las fiestas tradicionales de los pueblos como el
Carnaval de Ánimas en Villar del Pedroso por citar una de las más antiguas y
arraigadas.
Los visitantes pueden completar su viaje con la degustación de algunos productos
de alta calidad como el queso de cabra “Ibores”, la miel “Villuercas-Ibores”, los
vinos de Cañamero y Alía “Ribera de Guadiana”, los productos cárnicos “Dehesa
de Extremadura”, las cerezas, las castañas y la pastelería artesanal. Paisaje,
geología, vegetación, fauna y un rico patrimonio históricos y artístico se combinan
para hacer de la visita al Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara una invitación
irresistible para todos los sentidos.
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