¿Es correcta la teoría de la ganancia de Marx?
El debate Simultaneista-Temporalista Editado por Nick Potts y Andrew Kliman
Lexington Books 2015
Traducido por A. Sebastián Hdez. Solorza
Contenido
Nota de los editores
Agradecimientos
Abreviaturas
1. Una historia triste. Una introducción y comentario al debate
Nick Potts
PARTE I. EL DEBATE SIMULTANEISTA-TEMPORALISTA
2. Valuación simultánea vs la teoría de la ganancia basada en la explotación
Andrew J. Kliman
3. Sobre la TSSI y la teoría de la ganancia basada en la explotación
Simon Mohun
4. Derivando un PNP negativo
Andrew J. Kliman
5. Explotación, ganancias y tiempo
Roberto Veneziani
6. Reproduciendo con exactitud a Marx: una respuesta a Mohun
Andrew Kliman y Alan Freeman
7. La incoherencia de la TSSI: una respuesta a Kliman y Freeman
Simon Mohun y Roberto Veneziani
8. La valuación simultánea vs. la teoría de la ganancia basada en la explotación: un resumen
Alan Freeman y Andrew Kliman
9. La veracidad visceral de la crítica de Veneziani a Marx y a la TSSI
Andrew Kliman y Alan Freeman
10. La interpretación temporal y de sistema único: subdeterminación e inconsistencia
Simon Mohun y Roberto Veneziani
11. ¿Ya no es una cuestión de verdad? El fin de la burguesa economía marxista científica y
una alternativa positiva
Alan Freeman y Andrew Kliman
PARTE II. INTERCAMBIO ENTRE ROBERT PAUL WOLFF Y LOS PROPONENTES
DE LA TSSI
12. Una vez más a la brecha queridos amigos, una vez más
Robert Paul Wolff
13. El fisicalismo y la teoría de la ganancia basada en la explotación son incompatibles: una
respuesta a Robert Paul Wolff
Chris Byron, Alan Freeman y Andrew Kliman
14. Respuesta a los profesores Freeman y Kliman y al Sr. Byron
Robert Paul Wolff
15. Diálogo posterior entre Kliman y Wolff
Andrew Kliman y Robert Paul Wolff
Bibliografía
Índice
Sobre los editores
Nota de los editores
Este libro conjunta todas las contribuciones de una controversia, reciente y de una década de
duración, sobre si la teoría de la explotación de los trabajadores de Karl Marx es la fuente exclusiva
de las ganancias de los capitalistas. Los autores de los trabajos que se incluyen aquí incluyen a
Andrew Kliman, Alan Freeman, Simon Mohun y Roberto Veneziani. Los primeros dos son
proponentes de la interpretación temporal y de sistema único de la teoría del valor de Marx,
mientras que los otros dos son críticos. Estas contribuciones son precedidas por una introducción
y comentario al debate de Nick Potts, la cual aparece aquí por primera vez.
También se incluye en este libro un intercambio muy reciente en el que varios de los mismos temas
volvieron a surgir. Aparece aquí impreso por primera vez. Los protagonistas en este último
intercambio son Robert Paul Wolff por un lado, y Kliman, Freeman y Byron por el otro.
Todas las contribuciones son presentadas en orden cronológico y sin correcciones o revisiones.
Las notas de los editores han sido insertadas dentro de llaves (corchetes curvos); todo el material
entre paréntesis y corchetes cuadrados eran parte del material publicado originalmente. Los errores
tipográficos han sido corregidos y cambios de estilo han sido aplicados. Las referencias a otros
trabajos han sido movidas del final de cada texto individual hacia una bibliografía consolidada al
final del libro.
– Nick Potts y Andrew Kliman
Agradecimientos
Los editores quieren agradecer a:
La Conferencia de Economistas Socialistas por dotar de fondos que hicieron posible la publicación
de este libro.
Al Instituto para las Ciencias Sociales de Gyeongsang Universidad Nacional (Corea del Sur) por
permitir republicar los siguientes artículos, que originalmente aparecieron en Marxism 21:
Kliman, Andrew y Alan Freeman. 2009. “La veracidad visceral de la crítica de Veneziani a Marx y a
la TSSI”, Marxism 21, vol. 6, no. 2, 335-66.
Mohun, Simon y Roberto Veneziani. 2009. La interpretación temporal y de sistema único:
subdeterminación e inconsistencia”. Marxism 21, vol. 6, no. 3, 277-301.
Freeman, Alan y Andrew Kliman. 2009. ¿Ya no es una cuestión de verdad? El fin de la burguesa
economía marxista científica y una alternativa positiva”. Marxism 21, vol. 6, no. 3, 302-17.
John Wiley & Sons por permitir republicar la sección 4 (pp. 104-7) de Roberto, Veneziani. 2004.
“La interpretación temporal y de sistema único de la economía de Marx: una evaluación crítica”,
Metroeconomica, vol. 55, no. 1, 96-114. © Blackwell Publishin Ltd. 2004.
Marxist-Humanist Initiative por permitir republicar Byron, Chris, Alan Freeman y Andrew
Kliman, “El fisicalismo y la teoría de la ganancia basada en la explotación son incompatibles: una
respuesta a Robert Paul Wolff”, que fue publicado por primera vez en su revista electrónica With
Sober Senses (www.marxisthumanistinitiative.org/our-publication) el 9 de mayo de 2014.
Sage Publications por permitir republicar los siguientes artículos que aparecieron originalmente
en Capital & Class:
Kliman, Andrew. 2001. “Valuación simultánea vs la teoría de la ganancia basada en la explotación”,
Capital & Class, primavera, vol. 25, no. 1, 97-112.
Mohun, Simon. 2003. “Sobre la TSSI y la teoría de la ganancia basada en la explotación”, Capital &
Class, verano, vol. 27, no. 3, 85-102.
Kliman, Andrew y Freeman, Alan. 2006. “Reproduciendo con exactitud a Marx: una respuesta a
Mohun”, Capital & Class, primavera, vol. 30, no. 1, 117-26.
Mohun, Simon y Veneziani, Roberto. 2007. “La incoherencia de la TSSI: una respuesta a Kliman y
Freeman”, Capital & Class, verano, vol. 31, no. 2, 139-45.
Kliman, Andrew y Freeman, Alan. 2008. “La valuación simultánea vs. la teoría de la ganancia basada
en la explotación: un resumen”, Capital & Class, primavera, vol. 32, no. 1, 107-17.
Robert Paul Wolff por permitir para republicar sus publicaciones de blog y mensajes por correo
electrónico que aparecen aquí. Las publicaciones de blog fueron publicadas por primera vez en
The Philosopher’s Stone www.robertpaulwolff.blogsplot.com/, el 4, 10, 11, 12 y 14 de mayo de
2014.
Abreviaturas
BVWW Valor-botox de los salarios de los trabajadores
CSE Conferencia de Economistas Socialistas
FMT Teorema Marxista Fundamental
MELT expresión monetaria de tiempo de trabajo
NI Nueva Interpretación
PNP precio del producto neto
SSI interpretaciones simultáneas de sistema único
TSS sistema temporal y único
TSSI interpretación temporal y de sistema único
1
Capítulo 1
Una historia triste
Una introducción y comentario al debate
Nick Potts
Karl Marx argumentó que la explotación de los trabajadores es la fuente exclusiva de las ganancias
de los capitalistas. El primero de los dos debates contenidos en este libro –entre Andrew Kliman
y Alan Freeman por un lado, y Simon Mohun y Roberto Veneziani en el otro– se enfoca
inicialmente en una cuestión lógica: ¿es posible deducir la conclusión de Marx de una manera
válida lógicamente? ¿Cuál, de haberla, entre las diferentes interpretaciones de su teoría del valor
logra hacerlo? Sin embargo, en el curso del debate, cuestiones como el pluralismo, la veracidad y
la cientificidad tomaron cada vez más un lugar central. Como documento más adelante, el
comportamiento que considero como supresor y contrario a las normas científicos se vio
involucrado con cierta frecuencia y personalmente yo sufrí de él.
Permítanme aclarar desde el principio que yo no estuve personalmente involucrado en este debate.
Por esta razón y porque he puesto a un lado mis compromisos teóricos tanto como me fue posible
al obtener conclusiones sobre el debate, esta introducción es razonablemente objetiva. Aunque
algunas de mis conclusiones puedan parecer desafortunadamente un poco duras, yo pienso que las
partes desinteresadas y expertas obtendrían conclusiones similares y ciertamente no pretendo ser
irrespetuoso de individuo alguno. Esta introducción critica algunas prácticas y textos, no a los
autores como personas.
LA TEORÍA DE LA GANANCIA DE MARX
Un objetivo principal del tomo 1 de El Capital de Marx es revelar el asombroso secreto del origen
de la ganancia (plusvalor). Aun cuando él pensó que los economistas clásicos como Adam Smith
y David Ricardo se habían acercado a resolver el problema, Marx consideraba que sus esfuerzos
fueron en el fondo infructuosos.
Él argumentó primero que –en la economía como un todo– la ganancia no puede ser el resultado
del engaño, comprar cosas por menos de lo que valen o venderlas por encima de lo que valen. Los
capitalistas individuales pueden obtener ganancia de esta manera, pero sólo a costa de otros
capitalistas. La ganancia de unos es la pérdida de otros. “La clase capitalista de un país dado,
considerada como un todo, no puede defraudarse a sí misma” (Marx 1990a: 266).
Sin embargo, la proposición de los economistas clásicos de que el valor de las mercancías está
determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirlas parece hacer imposible que la
ganancia surja en ausencia del engaño. Consideremos una trabajadora que vende su trabajo en el
mercado por $500 a la semana y asumamos que esta suma es el valor pleno de su trabajo; ella no
2
está siendo engañada. Si el valor de las mercancías está determinado por la cantidad de trabajo
necesaria para producirla, entonces $500 es también la cantidad de valor que su trabajo añade a
los productos que ella produce durante una semana. Ahora, si el capitalista vende los productos a
su valor –de tal manera que el comprador tampoco está siendo engañado– él meramente recupera
los $500 que pagó a la trabajadora. No hay ganancia.
Entonces parece que llegamos a un dilema irresoluble:
El capital, por ende, no puede surgir de la circulación, y es igualmente imposible que no
surja de la circulación. Tiene que brotar al mismo tiempo en ella y no en ella.
Se ha obtenido, pues, un doble resultado.1
La transformación del dinero en capital ha de desarrollarse sobre la base de las leyes
inmanentes al intercambio de mercancías, de tal modo que el intercambio de
equivalentes sirva como punto de partida. Nuestro poseedor de dinero, que existe tan sólo
como oruga de capitalista, tiene que comprar las mercancías a su valor, venderlas a su
valor y, sin embargo, obtener al término del proceso más valor que el que arrojó en el
mismo. Su metamorfosis en mariposa debe efectuarse en la esfera de la circulación
y no debe efectuarse en ella. Tales son las condiciones del problema. Hic Rhodus, hic
salta!2
Sin embargo, Marx argumentó que sí hay una solución. Contrario a lo que los economistas clásicos
asumían, el trabajo de los trabajadores no es una mercancía que se compra en el “mercado de
trabajo”. El trabajo es la actividad en la que se involucran los trabajadores. Lo que los capitalistas
compran cuando contratan trabajadores es su fuerza de trabajo o capacidad de trabajar. La
trabajadora que mencionamos previamente fue contratada para estar en el trabajo durante una
semana, pero cuánto trabajo realmente desempeñó ella durante la semana es otra cuestión.
Así, la ganancia surge porque la trabajadora crea más valor que el valor de su fuerza de trabajo.
Aunque se le pagaron $500 a los trabajadores como valor pleno por su fuerza de trabajo, la
cantidad de valor nuevo creado durante una semana de su trabajo serpa mayor, digamos $1,000.
Durante la primera mitad de la semana la trabajadora crea los primeros $500 de valor nuevo,
reemplazando la cantidad de valor que le fue pagada. En este punto el capitalista ha recuperado el
dinero que pagó en salarios. Sin embargo, la trabajadora está obligada a trabajar más allá de este
punto –para desempeñar plustrabajo. Después de todo, ella fue contratada para trabajar durante
toda una semana. Su trabajo durante el resto de la mitad de la semana crea un valor adicional por
$500 – plusvalor. No reemplaza algo; el capitalista lo obtiene gratuitamente. Esta es la fuente de
la ganancia y, de acuerdo con Marx (1991a: 270) es “la fuente exclusiva de [la] ganancia”.
Marx (1990a: 731) explicó que ningún engaño o violación de los derechos de propiedad están
involucrados en este proceso:
Si…la cantidad de valor adelantado en salarios no se encuentra simplemente de nuevo en
el producto, sino que es incrementado con un plusvalor, esto no se debe a que el vendedor
[el trabajador] ha sido defraudado, puesto que él ha recibido el valor de su mercancía…
3
[El proceso] ocurre con un apego exacto con las leyes económicas de la producción de
mercancías y conforme a los derechos de propiedad derivados de ellas. Sin embargo, su
resultado es:
1. el producto pertenece al capitalista y no al trabajador;
2. el valor de este producto incluye, además del valor del capital adelantado, un
plusvalor que cuesta al trabajador pero no al capitalista y que, sin embargo, se vuelve
la propiedad legítima del capitalista;
3. el trabajador ha retenido su fuerza de trabajo y puede venderla de nuevo si encuentra
otro comprador.
La conclusión de Marx de que la ganancia proviene exclusivamente de la explotación de los
trabajadores tiene una serie adicional de implicaciones. Una implicación especialmente
importante, analizada en el tomo 3 de El Capital, es que hay una tendencia para que la tasa de
ganancia caiga conforme se acumula capital y la economía crece. Los capitalistas minimizan sus
costos para competir exitosamente y la introducción de cambios tecnológicos que ahorran trabajo
es una manera efectiva en la que los capitalistas reducen sus costos. Sin embargo, al reducir el
trabajo están reduciendo la fuente exclusiva de su ganancia y por consiguiente crean una tendencia
para que su tasa de ganancia caiga. Es esto lo que provoca que el capitalismo sea un sistema que
se niega a sí mismo, un fénix que debe renovarse a sí mismo en las crisis.
¿MARX O NO?
Seamos claros sobre lo que realmente se encuentra en juego en el debate presentado en este libro.
La pregunta central es: ¿cómo nos relacionamos la teoría del valor de Marx? ¿La consideramos
seriamente y la enseñamos como una teoría del valor alternativa viable frente a la teoría del valor
de la economía mainstream? ¿La exploramos? ¿Ocurre el comportamiento que predice?
Si la teoría del valor de Marx es la que mejor nos permite entender nuestro mundo, entonces
debemos concluir, con base en fundamentos puramente científicos, que probablemente vivimos en
una sociedad donde la ganancia resulta de la explotación del trabajo y que esta explotación no
ocurre suavemente, sino en episodios de crecimiento y crisis que estiran nuestros recursos del
planeta y nuestros propios recursos personales al punto de ruptura, y más allá de él.
Marx tiene algo vitalmente qué decir con su teoría del valor. Los críticos del capitalismo, como el
movimiento Occupy, quienes no han desarrollado un entendimiento plenamente desarrollado de la
economía son fácilmente descartados como soñadores de buen corazón pero ingenuos. Tales
radicales necesitan acceso a la mayor crítica del capitalismo en lugar de ser dejados a su suerte
para reinventar la rueda revolucionaria.
Pero el acceso a la economía de Marx ha sido efectivamente negado a todos en la academia a través
del mundo desarrollado. La economía marxista no existe, ya que los que es llamado “economía
marxista” actualmente difiere en aspectos cruciales de la propia economía de Marx. En particular,
los economistas marxistas de nuestros días promulgan y refuerzan la noción de que la teoría del
valor de Marx, en la forma en que él la expuso, no es una teoría consistente lógicamente. Pero si
no es consistente, no es una manera viable de comprender nuestro mundo.
4
La publicación del libro de Paul M. Sweezy (1970), La teoría del desarrollo capitalista, en 1942
fue quizás el momento clave en esta transformación de la economía marxista en su opuesto. ¿Pero
por qué ocurrió esta transformación? Primero, los marxistas copiar una serie de prácticas
metodológicas de lo que era una rápidamente creciente corriente segura de sí misma en la profesión
económica. Crucialmente, ellos copiar el enfoque de equilibrio general simultáneo del mainstream
que, como explicaremos más adelante, conduce a un concepto fisicalista del valor.
Segundo, copiar una serie de prácticas académicas no científicas que eran, y siguen siendo,
prevalentes en la ciencia en general y en la economía en particular. Estas incluyen una preferencia
integrada por la novedad y singularidad por sí misma (para obtener PhDs y publicar en revistas),
apoyada por una actitud arrogante respecto a los escritores previos en su campo –esto es, aquellos
cuyos trabajos precedieron las modas y manías más recientes. Los departamentos de economía no
requieren a sus estudiantes que tomen cursos en la historia de pensamiento económico; esto ha
sido el estado normal de cosas durante mucho tiempo. Cualquier gran economista sin suerte
suficiente por estar muerto es considerado valioso para ser estudiado en tanto la generación actual
puede improvisar sobre y “mejorarlos” en diversos modos.
En el enfoque de equilibrio general que los marxistas adoptaron como propio, los precios se
determinan “simultáneamente”. Esto es, los precios de los insumos de la producción y los precios
de los productos que son generados son igualados entre sí. Esto conduce a un concepto fisicalista
del valor porque, cuando los insumos y los productos son determinados simultáneamente, resulta
ser que uno no necesita más información que las cantidades físicas de los insumos (incluyendo los
bienes que consume el trabajador) y las cantidades físicas de los productos para determinar todos
los valores y precios relativos de los bienes, al igual que la tasa de ganancia.
La imagen básica de la economía que surge es que comenzamos con ciertas mercancías, entonces
las usamos en la producción, y terminamos con más cosas. La ganancia es concebida como la
diferencia entre esos dos conjuntos de cosas –excedente físico. Esto conduce naturalmente a la
siguiente conclusión: las mejoras en la tecnología que incrementan el excedente de cosas, en
relación con la cantidad de cosas usadas como insumos, incrementan la tasa de ganancia. Este
teorema fue presentado por Nobuo Okishio (1961), un economista marxista japonés. Pero esto se
encuentra en contra de lo que Marx (1973: 748 y 1991b: 104) llamó la “ley más importante” de la
economía política, la tendencia de la tecnología que ahorra trabajo a deprimir la tasa de ganancia.
Debido a esta tendencia, las crisis económicas que restauran la tasa de ganancia son
inevitablemente necesarias bajo el capitalismo.
Si los economistas marxistas aceptan el teorema de Okishio, entonces su trabajo dejaría de tener
un filo revolucionario, en tanto que el teorema implica que potencialmente siempre hay mucho
para continuar bajo el capitalismo. Los trabajadores deberían dejar a los capitalistas (ayudados por
sus gobiernos con planificaciones industriales inspiradas en el Keynesianismo) inviertan mucho
del excedente para asegurar un futuro floreado para todos. La única cuestión que se encuentra
políticamente en juego es cómo se distribuyen los frutos del éxito. Pero ¿cómo puede uno llamarse
a sí mismo economista marxista mientras que se trabajo bajo un marco fisicalista cuyos conceptos
y resultados son tan diferentes de los de Marx?
5
Para responder esta pregunta, los economistas marxistas tuvieron que encontrar una justificación
para adoptar el fisicalismo, y la justificación no podía ser que ellos querían un enfoque cercano al
resto de los departamentos de economía, careciendo de un filo revolucionario genuino. Tenían que
presentar al fisicalismo como algo verdadero al “espíritu” de Marx, a pesar de las apariencias de
lo contrario. Ellos argumentaron que la teoría del valor de Marx es inconsistente y es
demostrablemente incorrecta, pero que sus conclusiones esenciales son rescatadas cuando sus
argumentos son reformulados conforme a las líneas fisicalistas. Por consiguiente lo que Marx
quería decir es captado mejor con sus propios modelos que por lo que Marx realmente dijo.
“CORRIGIENDO” A MARX
Convenientemente para este proyecto, el “error” clave de Marx había sido identificado y
“corregido” de manera fisicalista por Ladislaus von Bortkiewicz (un economista no marxista) al
inicio del siglo veinte. Lo que estaba en juego, sobre todo, es si el plustrabajo de los trabajadores
es realmente la única fuente de plusvalor. A la luz del “error” de Marx, la respuesta parece ser
“no”, pero Sweezy y los comentadores posteriores argumentaron que, en el curso de la corrección
de Marx, Bortkiewicz había realmente reivindicado su teoría de la ganancia basada en explotación.
¿Cuál es el presunto error y cómo ha sido presuntamente corregido?
En el tomo 3 de El Capital Marx buscó explicar un fenómeno que parece incompatible con su
teoría del valor: debido a que la competencia entre capitalistas tiende a igualar las tasas de
ganancia, los diferentes capitalistas que invierten la misma cantidad de dinero tienden a obtener la
misma cantidad de ganancia. Esto parece contradecir una implicación de la teoría de Marx sobre
que el trabajo de los trabajadores es la única fuente de valor nuevo: la cantidad de plusvalor
producido es relativamente mayor en las industrias que emplean una cantidad relativamente grande
de trabajadores que en las industrias que emplean cantidades relativamente grandes de maquinaria
y otros medios de producción. Marx resolvió la aparente contradicción argumentando que, a pesar
de que los precios y las ganancias en cada industria difieren de las cantidades correspondientes de
valor y plusvalor que son producidas, las diferencias se cancelan entre sí. Cuando se considera la
economía como un todo,
• la ganancia total es igual al plusvalor total extraído de los trabajadores (esta es la teoría de la
ganancia basada en la explotación de Marx)
• el precio total de las mercancías es igual al valor total de esas mercancías
• la tasa de ganancia agregada basada en la ganancia es igual a la tasa de ganancia agregada
basada en el plusvalor
Sin embargo, Bortkiewicz (1952: 9) afirmó que la solución de Marx producía un equilibrio
imaginario en la economía y que esto “demuestra que nos envolvería en contradicciones internas
al deducir los precios desde los valores en la manera en que lo hizo Marx.” La raíz del presunto
error de Marx era que los precios de los insumos difieren de los precios de los productos.3
Bortkiewicz procedió a “corregir” a Marx al valuar los insumos y los productos simultáneamente.
Los valores de sus insumos son iguales sus valores de los productos y los precios de sus insumos
6
son iguales a los precios de sus productos. No obstante, en la presunta explicación corregida por
Bortkiewicz, las cifras ya no cuadran. Únicamente una de las tres igualdades de Marx (la primera
o la segunda, pero nunca la tercera) pueden ser ciertas. La incapacidad de Bortkiewicz de obtener
las tres igualdades agregadas es una consecuencia del hecho de que su procedimiento, a diferencia
del de Marx, separa los valores y los precios en dos sistemas diferentes. El hecho de que la revisión
de Bortkiewicz fracasó en mostrar la cosa principal que Marx intentó mostrar bien podría haber
sido entendido como una señal de que su interpretación del argumento de Marx era defectuosa.
Sin embargo, no fue así como lo entendieron los economistas marxistas. ¡El fracaso de Bortkiewicz
de obtener todas las igualdades agregadas fue visto, por lo contrario, como una prueba más de que
la teoría del valor del propio Marx era inconsistente e incorrecta!
Después de que Sweezy la avaló y la difundió, la solución de Bortkiewicz o ligeras variaciones de
ella se volvieron la interpretación estándar de la teoría del valor de Marx.
Las variaciones también eran simultaneista y dualista. Esto es, los precios de los insumos y de los
productos (y los valores) estaban determinadas simultáneamente, y los valores y los precios fueron
mantenidos separados en dos sistemas diferentes. En los 1980s aparecieron la Nueva Interpretación
y las interpretaciones simultáneas de sistema único. Estas abandonaron el enfoque dualista del
precio y el valor pero retuvieron el simultaneismo.
EL “TEOREMA MARXISTA FUNDAMENTAL” Y LA CRÍTICA DE KLIMAN
Después de abandonar la teoría del valor de Marx, los economistas marxistas necesitaban expresar
su vínculo con Marx –¿de qué otra manera podían continuar llamando marxista a su trabajo? Una
vez más, Okishio proveyó una respuesta. Su respuesta se volvió ampliamente conocida en
Occidente en 1974, cuando Michio Morishima (1973) la difundió y nombró Teorema Marxista
Fundamental (FMT). No es importante que el precio total no sea igual al valor total o que la
ganancia total no sea igual al plusvalor total. Lo que es importante es que la ganancia total es
positiva si, y sólo si, los trabajadores desempeñan una cantidad positiva de plustrabajo y por
consiguiente crean una cantidad positiva de plusvalor. No se necesita algo más para confirmar la
teoría de Marx de que el plustrabajo es la fuente exclusiva de la ganancia.
Por consiguiente, el propósito del FMT de Okishio era probar que el modelo simultaneista y
dualista heredado de Bortkiewicz sí logra generar la conclusión de que la ganancia es positiva si,
y sólo si, el plustrabajo es positivo –no sólo en algunas circunstancias, sino en general. El vínculo
entre la economía marxista y Marx ahora estaba evidentemente asegurado. Y la tarea de los
estudiantes de economía marxista estaba claro: entender dónde se había equivocado Marx y seguir
adelante, siguiendo las normas y métodos fisicalistas de la economía marxista.
La estrategia empleada por la economía marxista tenía una limitación inevitable. Algunas personas
podrían no estar particularmente interesadas en formar parte de la tradición de la “economía
marxista”. Ellos podrían estar más interesados en comprender y aprender del trabajo de Marx y
podían reconocer cuán disímil es su propia teoría de lo que Bortkiewicz y sus sucesores la habían
convertido. Y si, durante su investigación posterior, ellos encontraban que había una manera de
7
interpretar a Marx de tal manera que sus resultados se dedujeran de sus premisas sin consistencia
alguna, entonces la noción de que los errores lógicos de Marx que nos conduce a adoptar su
“enfoque marxista” heredado, abandonando su enfoque verdadero, sería expuesto como un mito.
Un grupo de autores (por ejemplo, Erns 1982; Kliman y McGlone 1988; Giussani 1991–1992;
Freeman y Carchedi 1996 y Maldonado-Filho 1997) llegaron independientemente a la conclusión
de que la “economía marxista” en efecto tenía poco que ver con el trabajo propio de Marx. Sus
interpretaciones temporales y de sistema único (TSSI) de la teoría del valor de Marx la liberaron
de las falsas acusaciones de inconsistencia.4 Las conclusiones centrales de Marx sí se deducen
consistentemente de sus premisas.
El artículo de Kliman de 2001 –republicado como capítulo 2 de este libro– es una parte clave de
este intento por reivindicar la teoría del valor de Marx y tener el estudio de la economía de Marx
conforme a normas científicas. Su artículo demostró que ni el FMT de Okishio, ni los FMTs de las
interpretaciones simultaneistas más recientes confirman realmente la conclusión de Marx de que
el plustrabajo es la fuente exclusiva de la ganancia. Parece que los FMTs lo logran únicamente
porque sus autores no consideran todos los casos posibles. Ellos imponen restricciones al problema
(por ejemplo, restringen su investigación a situaciones en las que siempre hay un excedente físico
positivo o producto neto físico positivo para todo bien). Como resultado, ellos consideran
únicamente un subconjunto de todos los casos lógicamente posibles.
En los casos que ellos eligen considerar la ganancia es positiva cuando el plustrabajo es positivo
y la ganancia es negativa cuando el plustrabajo es negativo. Pero esto deja abierta la posibilidad
de que en otros casos lógicamente posibles que no han sido consideradas la ganancia es negativa
aun cuando el plustrabajo es positivo (lo cual significa que el plustrabajo no es suficiente para que
la ganancia exista) y/o la ganancia es positiva cuando el plustrabajo es negativo (lo cual significa
que el plustrabajo no es necesario para que exista la ganancia). Kliman mostró que estos tipos de
casos sí existen. Pero si el plustrabajo no es suficiente para la ganancia, se necesita más para que
surja la ganancia, así que no es la fuente exclusiva de ganancia. Y si el plustrabajo no es necesario
para la ganancia, la ganancia puede surgir aun en ausencia de plustrabajo así que, de nuevo, no es
la fuente exclusiva de ganancia. De esto se deduce que ninguna de las interpretaciones
simultaneistas de la teoría de Marx son compatibles con la teoría de la ganancia basada en la
explotación.
Contrario a esto, Kliman argumentó que la TSSI de Marx sí asegura que la existencia del
plustrabajo de los trabajadores es tanto necesario como suficiente para que exista ganancia. La
TSSI no requiere de restricciones que permitan barrer los “perversos” casos bajo la alfombra.
Especialmente porque no es una interpretación fisicalista –esto es, porque los valores y los precios
no se determinan por las cantidades físicas– no requiere ninguna de las restricciones sobre los
excedentes físicos o los productos netos físicos que son parte integrante de los FMTs
simultaneistas.
Estos resultados no son un truco; Kliman no representó falsamente otros enfoques marxistas.
Contrario a la TSSI, los FMTs simultaneistas no logran proveer el vínculo entre la teoría de la
ganancia basada en la explotación de Marx que afirman proveer. Así, el artículo de Kliman es parte
8
y sustenta una parte importante de la afirmación científica de la TSSI de ser una interpretación de
la teoría del valor de Marx que es superior a las interpretaciones simultáneas.
RESPUESTAS DE LOS CRÍTICOS
Los capítulos posteriores al artículo de Kliman consisten en respuestas críticas escritas por Mohun
y Veneziani –al inicio por separado y después como coautores– así como contra respuestas por
Kliman y Freeman. La importancia principal de las contribuciones de Mohun y Veneziani es que
ellos muestran cómo la ortodoxia de la “economía marxista” respondió a un hecho que era
inconveniente para ellos, es decir, el hecho de que se había evidenciado que las interpretaciones
simultaneistas son incompatibles con la teoría de la ganancia de Marx. Aun cuando la cuestión de
la compatibilidad había sido el enfoque central tanto del FMT de Okishio como de la crítica de
Kliman, las contribuciones de Mohun y Veneziani sirvieron para barrer esta cuestión central bajo
la alfombra.
Por ejemplo, la contribución inicial de Veneziani a este debate –una sección de un artículo más
largo que es republicada aquí en el capítulo 5– logró evadir por completo la cuestión de la
incompatibilidad. Él se refirió a un ejemplo clave de Kliman como una “verdad trivial y un
enunciado algebraico sin interés tal que hay combinaciones arbitrarias de variables tales que 𝛱𝑡 <
0 cuando 𝑆𝑡 > 0 y viceversa”. La implicación de esta demostración es que las interpretaciones
simultaneistas no logran confirmar la teoría de la ganancia de Marx, pero Veneziani evita evaluarla
como una demostración de este hecho y la descarta como ¡“sin interés”!
Al grado en que Mohun y Veneziani no analizaron la cuestión en absoluto, ellos argumentaron que
los casos en los que la ganancia es negativa y el plustrabajo es positivo (o viceversa) no habían
sido demostrados ser “económicamente posibles” como Mohun lo llamó. Entonces cuando Kliman
proveyó tal demostración (capítulo 4 de este libro), el poste de meta fue desplazado –ahora los
casos tenían que ser no sólo económicamente posibles, sino también “empíricamente plausibles”
(énfasis añadido), ¡y Mohun y Veneziani dejaron al “lector interesado” decidir si Kliman había
satisfecho esta solicitud adicional! La objeción de Freeman y Kliman a toda esta línea de
argumentación fue que Mohun y Veneziani estaban ignorando el punto lógico en juego: un teorema
en el que el “plustrabajo es suficiente para que exista la ganancia”
suficiencia únicamente es cierto si aplica universalmente, esto es, únicamente si no
existen excepciones lógicamente posibles. (Si las excepciones son “económicamente
posibles” es irrelevante. Después de todo, la mayoría de los teoremas de suficiencia no
tienen relación alguna con la economía). Un único contraejemplo refuta un teorema que
se dice aplica universalmente. Por tanto, el balón se encuentra en la cancha de Mohun y
no en la nuestra. Él debe mostrar ya sea que el contraejemplo de Kliman es lógicamente
imposible o conceder que el teorema de suficiencia ha sido refutado. Sugerir que el
teorema sí aplica cuando uno ignora las excepciones inconvenientes (“arbitrarias”) es
cometer una ofensa grave en contra de la lógica.
Mohun y Veneziani nunca abordaron esta objeción.
9
La vía principal en que intentaron escapar de la crítica de incompatibilidad fue recurrir a la falacia
“ad hominem tu quoque” o “tu también”. En otras palabras, ellos argumentaron que la TSSI no era
capaz de “replicar” los resultados de Marx en el caso general (es decir, sin excepción alguna). Esto
es una falacia lógica porque aun asumiendo que Mohun y Veneziani estuvieran en lo correcto, esto
no alteraría algo para anular el hecho de que las interpretaciones simutlaneistas son incompatibles
con Marx.
Pero el punto de su línea de argumentación era encontrar una manera de quitar la cuestión de la
mesa. A ellos claramente no les gustaba ser llamados a evaluar diferentes interpretaciones de Marx
en términos de su idoneidad como interpretaciones. Ellos querían evaluarlas en términos de sus
méritos como “teorías contemporáneas para el mundo actual” como Mohun lo dijo. Y si se podía
mostrar que la TSSI era tan pobre como las interpretaciones simultaneistas al replicar a Marx,
entonces la evaluación de interpretaciones diferentes tendría que utilizar tal criterio alternativo.
Esto parece reflejar las actitudes que mencioné previamente, las cuales han sido importadas por
los economistas marxistas desde el mainstream de la profesión –la preferencia por la novedad y la
singularidad, y la actitud arrogante respecto a los escritores previos.
Mohun y Veneziani fueron muy lejos en sus esfuerzos por mostrar que la TSSI no es mejor que
las interpretaciones simultaneistas replicando los resultados de Marx. Tuvieron que ir muy lejos
porque se mostró una y otra vez que sus intentos no eran fructíferos. Por ejemplo, en el artículo
inicial de Mohun –republicado aquí en el capítulo 3– se deriva una ecuación (4.26) para mostrar
que si el “precio del producto neto” es negativo entonces la TSSI implica que la ganancia es
negativa a pesar de que el plustrabajo es positivo. Si esto fuera cierto la TSSI no lograría replicar
a Marx exactamente por la misma razón que no lo logran la Nueva Interpretación y las
interpretaciones simultaneistas de sistema único. Sin embargo, la ecuación en cuestión no tiene
relación alguna con el precio del producto neto y Kliman y Freeman mostraron posteriormente que
la TSSI replica la teoría de la ganancia de Marx aun si el precio del producto neto es negativo.
En otra ocasión Mohun y Veneziani intentaron demostrar que la expresión monetaria del tiempo
de trabajo (MELT) temporalista puede ser negativa.5 (Si eso fuera cierto significaría que la TSSI
no logra replicar la teoría de la ganancia de Marx porque una MELT negativa implica que la
ganancia es negativa aun cuando los trabajadores desempeñen plustrabajo.) Ellos tomaron una
ecuación de Kliman y Freeman que pertenece al caso en que el precio del producto neto es
negativo, asumieron que la MELT es constante en este caso y llegaron a la conclusión de que la
MELT también negativa. Pero este ejercicio simplemente no demuestra que la MELT puede ser
negativa. Simplemente nos dice que si la MELT fuera constante, entonces también sería negativa.
Mohun y Veneziani necesitaban probar que la MELT podría ser constante en el caso que ellos
consideraron, pero en lugar de eso, lo asumieron. En otras palabras, su argumento es cuestionable.
Hay muchos otros ejemplos como estos. Sería tedioso revisarlos todos. Basta decir que los
esfuerzos por mostrar que la TSSI no logra replicar la teoría de la ganancia de Marx en el caso
general se volvieron cada vez más tensos y quisquillosos. En un punto Mohun y Veneziani fueron
tan lejos como para afirmar que el FMT de la TSSI es correcto en el caso general porque no
aplicaría si el precio total de las mercancías fuera cero, ¡y supuestamente Kliman y Freeman
presuntamente no habían mostrado que esto es imposible!
10
Las contribuciones de Mohun y Veneziani también usaron repetidamente diversos métodos de
argumentación que considero contrarios a las normas académicas.6 El espacio no me permite
enlistar todas las instancias en que se usaron estos métodos, así que por favor mantengan las
categorías generales en mente conforme leen los capítulos por su cuenta.
1. Lenguaje desdeñoso fue utilizado para sugerir que la TSSI de Marx es extraña y extremista,
definitivamente algo a ser evitado. Por ejemplo, Mohun advirtió que “el valor se define [por
la TSSI] de manera diferente de lo que convencionalmente se entiende” (énfasis en el original)
y él sugirió que la misma existencia de esta diferencia podría ser la base para rechazar la TSSI
como insignificante: “Los proponentes de la interpretación de que los sistemas de valores y
precios son distintos y diferentes no será capaz de atribuir significado alguno a estas
proporcionalidades agregadas [de la TSSI]” entre el valor y precio de los capitales constante y
variable. Él y Veneziani también descartaron las consideraciones de Freeman y Kliman de que
sus intentos por desacreditar la TSSI servían para “dejar fuera a Marx mismo del campo
mientras que se lo deja libre sus economistas marxistas críticos” escribiendo que estos
enunciados y otros similares eran “simplemente metáforas polémicas”.
2. Jerga técnica fue utilizada para pretender que lo que se dice parezca razonable cuando no
parecería tan razonable si se expresara en términos simples. (Esta es otra práctica común
utilizada en la economía mainstream.) La manera en que Mohun y Veneziani argumentaron
que Kliman y Freeman fracasaron en mostrar que el precio total de todas las mercancías no
podría ser cero es un ejemplo de esta estrategia: “Que p y x son vectores semipositivos no
implica que su multiplicación P sea estrictamente positiva.”
3. Aceptaciones disfrazadas. Cuando se concedían puntos, las aceptaciones eran casi siempre
escondidas dentro de críticas condenatorias que las volvía fáciles de pasarlas por alto. Por
ejemplo, Veneziani escribió que “al mostrar que todas las proposiciones de Marx son asumidas
como correctas, el análisis del modelo TSS sugiere que, como una interpretación de la teoría
de Marx, el enfoque TSS no es especialmente iluminador, aun cuando, sin sorpresa
‘corresponde con el original en una manera en que las otras no.’” Esta oración parece ser su
manera de aceptar que la TSSI es superior –“como una interpretación de la teoría de Marx”–
porque es capaz de replicar la teoría de Marx en casos en que las interpretaciones simultaneistas
no pueden.
4. Desplazando los postes de meta. La solicitud de Mohun y Veneziani de contraejemplos
“empíricamente plausibles” después de la solicitud de Mohun de contraejemplos
“económicamente posibles” es un ejemplo de esta estrategia. Además, después de que Freeman
y Kliman habían atendido estas objeciones presentadas, ellos frecuentemente respondían
únicamente con nuevas objeciones.
5. Negación de que las afirmaciones habían sido refutadas y se había mostrado que los
argumentos eran equivocados. El ejemplo más notorio de esta estrategia aparece en la
contribución final de Mohun y Veneziani: “Todas nuestras críticas previas se mantienen y no
necesitan ser reiteradas.” ¡Sus múltiples errores y tergiversaciones, de los cuales solo he
analizado algunos aquí, evidentemente no cuentan para nada!
6. Monismo metodológico. Este es el vicio principal importado desde la economía mainstream.
Conforme a las normas científicas estándares las teorías deberían ser juzgadas con base en su
precisión empírica y consistencia lógica. Sin embargo, la mayoría de la economía sería
11
relegada al cesto de basura si estas normas fueran aplicadas, así que los economistas
típicamente defienden su campo y juzgan las teorías con base en si cumplen con las normas
metodológicas “apropiadas” –esto es, sus propias normas particulares. Las contribuciones de
Mohun y Veneziani demuestran su compromiso con el metodológico casi en cada oportunidad.
Cada vez que objetan que algún ejemplo o supuesto es arbitrario, o que algún aspecto de la
TSSI es incoherente, subdeterminado, no definido, inconsistente, sin interés, trivial, no
convincente, no una “solución reproducible”, una “regresión infinita”, etc. ellos meramente
insisten que “es a mi manera o ninguna”. Cuando se entiende la teoría del valor de Marx de tal
manera que es internamente consistente –esto es, cuando se comprende como la entiende la
TSSI– simplemente es muy diferente de la economía marxista. Por tanto debe ser rechazada o
descartada.
PRÁCTICAS ACADÉMICAS INACEPTABLES
En un artículo publicado aquí como el capítulo 9, Kliman y Freeman proveyeron una explicación
para toda esta práctica no científica, esta premura por publicar cualquier crítica de la TSSI sin
importar su precisión o relevancia. Su artículo busca explicar porqué Veneziani (2004) fue
publicado en Metoeconomica a pesar de estar lleno con lo que Kliman y Freeman llaman
“demasiados errores sin relación”. Ellos “no están dispuestos a creer que Veneziani se propuso a
hacer un trabajo de verdugo sobre Marx y la TSSI o que Metroeconomica…intentaran promover
uno.” Por lo contrario, ellos sugieren que el problema es que el autor y la revista “emplearon la
veracidad visceral” –verdad que proviene de las vísceras y no de la cabeza– “como su estándar de
evaluación”. El artículo de Veneziani les dijo lo que sus vísceras les habían dicho todo el tiempo:
Marx era internamente inconsistente y los hallazgos contrarios de la TSS son el resultado del
engaño y/o el error. “Y, para decidir sobre si [el artículo de Veneziani era] realmente la tan
esperada prueba, ellos apelan a sus vísceras” {todas las citas en el párrafo aparecen en las pp. 80-
81 de este libro}.”
Considérense también los procedimientos de revisión utilizados por Capital & Class, la revista en
la que se publicaron por primera vez los capítulos 2, 3, 6, 7 y 8 de este libro. Por la contribución
inicial de Kliman es claro que él estaba obligado a responder a objeciones de réferis críticos. Todo
eso está bien y en lo correcto. Así que ¿por qué no hubo réferis críticos asignados para revisar la
respuesta de Mohun a Kliman, la cual malinterpreta severamente a la TSSI y está repleta de
errores? Ningún réferi crítico – en efecto, ningún réferi competente salvo aquel cuyos estándares
de veracidad provienen de las vísceras y no de la cabeza– habrían permitido que la respuesta de
Mohun fuera publicada hasta que fuera revisada profundamente.
Esta no es una cuestión trivial. Yo sufrí directamente como resultado de esto. Fue utilizado como
un guardián de puertas no científico.
En 2005 terminé mi tesis de doctorado en la Universidad de Londres bajo la supervisión de Lord
Meghnad Desai. No estoy afirmando que mi disertación cambió al mundo; de hecho, me he
distanciado de ella en su trato de los rentistas y del sistema financiero. Pero era una pieza de alta
calidad de economía como lo indica el hecho de que fue aceptada como disertación de doctorado.
12
Sin embargo, cuando presenté el resumen de ella al Cambridge Journal of Economics (como me
sugirió Lord Desai) fue rechazado sumariamente. Un revisor simplemente dijo que se adhería a la
TSSI y que la TSSI no era de interés. El otro revisor presentó las “cuestiones” que habían sido
expuestas en la respuesta de Mohun a Kliman y estipuló que estas cuestiones debían ser atendidas
específicamente antes de que cualquier cosa que se adhiriera a la TSSI pudiera ser aceptado, aun
cuando mi artículo era sobre un tema muy diferente.
Así que mi artículo fue rechazado apelando a falsas afirmaciones y argumentos inválido que nunca
deberían haber sido publicados siquiera. Era un joven economista en necesidad de buenas
publicaciones, como cualquier otro, pero mis esfuerzos de investigación y mi habilidad por atraer
financiamiento para dedicarlo a mi investigación fue retrasado por razones no científicas. No sólo
tuve que enfrentar la naturaleza acientífica de la economía mainstream; también tuve que superar
de alguna manera las prácticas no científicas de los guardianes de la ortodoxia marxista.
Un tiempo después me incorporé a la junta editorial de Capital & Class específicamente para
abordar la cuestión del derecho de Kliman para responder al artículo de Mohun. Afortunadamente
Capital & Class es la revista de la Conferencia de Economistas Socialistas (CSE) que
inusualmente selecciona su junta editorial de manera democrática. Así que participé en la reunión
general anual del CSE para presentar mi caso. Fui elegido.
Después participé en la reunión de la junta editorial y expliqué mi postura sobre la cuestión. Lo
que había pasado es que a un economista marxista que fungía como réferi anónimo no le había
gustado que Kliman movido el barco marxista. Pero como lo había logrado, Mohun intentó poner
esta advenediza TSSI en su lugar. Debido a que nadie en la junta editorial de Capital & Class tenía
la experticia necesaria para reconocer que el artículo de Mohun estaba plagado de errores serios,
ellos no aceptaron que Kliman tuviera el derecho de una respuesta. (Aun cuando la razón por la
que nadie tenía la experticia es que Freeman había renunciado a la junta editorial por este tema
justamente antes de que yo me uniera. No sé porqué la junta editorial decidió no seguir la
recomendación experta de Freeman.)
Así que expliqué a la junta editorial que el artículo de Mohun estaba plagado con errores serios.
Nadie intentó argumentar en contra de alguno de los puntos que presenté. Se le concedió a Kliman
el derecho de réplica, el cual ejerció con la ayuda de Freeman. Todos los miembros de la junta
editorial tenían acceso pleno a esta obra durante el proceso de revisión y fueron capaces de
analizarlo en la junta editorial previo a que fuera aceptada y publicada.
La historia triste ahora se pone mucho peor. Una respuesta a Kliman y Freeman, en couatoría por
Mohun y Veneziani fue publicada subsecuentemente en Capital & Class. Pero en esta instancia el
proceso de revisión estuvo distante de ser abierto y transparente. Una minoría en la junta editorial
recibió la respuesta de Mohun y Veneziani, mantuvo su existencia en secreto del resto de los
miembros de la junta editorial, incluyéndome, y después la aprobó secretamente en violación con
la política y práctica editorial de la junta editorial. ¡Así que esta respuesta fue publicada pero sólo
por el comportamiento excepcional de una minoría de los miembros de la junta editorial!
Me enteré por primera vez de esta respuesta cuando recibí mi copia de Capital & Class en el
correo. Estaba asombrado. Inmediatamente registré mi disgusto por correo electrónico y me
13
presenté en la siguiente reunión de la junta editorial plenamente preparado para revisar todos los
argumentos de Mohun y Veneziani y señalar que ningún réferi razonablemente informado habría
aceptado publicar esta pieza notablemente imprecisa.
Nadie en la junta editorial argumentó en contra de alguno de mis puntos sobre porqué la pieza era
imprecisa y no debería haber sido publicada. Tampoco ofrecieron alguna explicación sobre porqué
la existencia de la respuesta de Mohun y Veneziani fue mantenida en secreto o porqué su pieza fue
“revisada” de tal manera tan deshonesta y no académica. Todos aceptaron llanamente que había
estado mal que los miembros en cuestión de la junta editorial actuaran de esa manera y concordaron
en que Kliman y Freeman deberían tener el derecho de réplica a Mohun y Veneziani tan pronto
como fuera posible.
Los miembros de la junta editorial responsables de esta conducta inaceptable nunca se disculparon
conmigo por sus acciones. ¡Sin embargo, al menos nadie lo ha intentado hacer de nuevo!
CÓMO DEBERÍA CONDUCIRSE EL DEBATE
¿Cómo puede detenerse tal conducta tan poco académica? Como Kliman y Freeman argumentaron
“la única manera de evitar que aquellos quienes controlan las revistas –y detrás de ellos, quienes
financian las escuelas universitarias– de dictar lo que es ‘verdadero’ y ‘falso’, ‘natural’ y
‘arbitrario’ es aceptar y aplicar consistentemente un criterio de decisión claro y basado en la
evidencia”. Al final de su última contribución a este debate (republicado aquí como el capítulo
11), ellos siguieron esto con un conjunto detallado de reglas que deberían seguirse en un debate
académico para asegurar que el debate proceda de manera científica y conlleve un progreso.
Recomiendo estas reglas y aspiro a que vivan acorde a ellas.
La causa del conocimiento no es bien seguida procediendo sin reglas que separen los argumentos
sólidos de aquellos que no lo son, y que nos permitan escuchar las ideas y perspectivas no
populares, así como asegurarnos de que sean abordadas de manera seria. Esto no es difícil de
entender. Lo que debe expresarse que la causa del pluralismo igualmente no es cumplida
procediendo sin estas reglas, permitiendo a todos decir lo que deseen en “sus propias” revistas y
en “sus propios” blogs y dejando que las fichas caigan donde sea. El debate que he analizado aquí
fue conducido de esta última manera y sus resultados son increíbles. No fue un modelo de
pluralismo sino meramente una “parodia de pluralismo” como dijeron Freeman y Kliman. “[Se le
permitió a una] escuela de pensamiento más dominante [que] dirija una serie de críticas atrozmente
incorrectas contra una menos dominante, y [se permitió] que esta última escuela dedique gran
parte, si no la mayoría, de su tiempo y recursos limitados a responder defensivamente a esta serie
de críticas infundadas”. La cuestión más positiva que puedo decir sobre este debate es que podemos
estudiarlo para entender cómo se ejercen el poder y el privilegio bajo el disfraz de académico y
cómo no debería conducirse el debate.
Se ha perdido la oportunidad para que los marxistas se unan detrás de Marx para explicar la última
crisis económica del capitalismo a aquellos quienes están dispuestos a escuchar. Sólo podemos
esperar que la ciencia triunfará al final y que en algún punto futuro los marxistas basarán su trabajo
14
en la teoría del valor de Marx. Por mientras debemos documentar lo que está ocurriendo realmente,
dejando un legado para una generación futura que ojalá sea más sabia.
NOTAS
1 Marx (1990a: 268-69). La “circulación” se refiere al intercambio de mercancías por dinero,
seguida del intercambio de dinero por otras mercancías. 2 ¡Hic Rhodus, hic salta! (¡Rhodes está aquí, aquí salta!) puede ser interpretado imprecisamente
como “aclámelo o cállelo”. 3 Bortkiewicz, en específico, construyó la solución de Marx como una en la que los precios de los
insumos y los productos difieren porque los precios de los insumos son iguales a sus valores
mientras que los productos se venden a precios de producción que difieren de los valores. 4 En la TSSI de Marx la creación de valor es temporal o secuencia; la producción toma tiempo,
por lo que los insumos de la producción pueden, potencialmente, tener precios y valores unitarios
que son diferentes a los precios y valores unitarios de los productos que emergen después de la
producción. La interpretación también es de un sistema único, o interpretación no dualista, porque
los valores y los precios no se mantienen por separado en sistemas diferentes; el valor total y el
plusvalor total determinan el precio total y la ganancia, mientras que la suma de valor transferido
a los productos de los medios de producción utilizados depende de los precios de estos medios de
producción al inicio del periodo de producción. (Esta última relación entre el valor y el precio no
implica que el valor ha sido redefinido para que sea igual al precio. La TSSI reconoce que, por
diversas razones como la tendencia a que la tasa de ganancia se iguale, el precio de una mercancía
en particular siempre diferirá de su valor.) 5 La MELT es el cociente entre el precio monetario total de las mercancías y el valor total de las
mercancías en términos de tiempo de trabajo. Este cociente está implícito en el trabajo de Marx,
aunque él nunca la llamó MELT o la formuló exactamente de esta manera. Utilizando la MELT
podemos convertir las variables en valor y precio medidas en términos de tiempo de trabajo en sus
equivalentes monetarios y viceversa. Por ejemplo, de acuerdo con la TSSI, el cociente entre el
costo monetario de los medios de producción (en el momento en que entraron al proceso de
producción) y la MELT (de ese momento) es el equivalente en tiempo de trabajo de la porción de
capital constante del valor de una mercancía. De manera similar, el cociente entre salarios
monetarios (en el momento en que fueron adelantados) y la MELT (de ese momento) es el tiempo
de trabajo equivalente del capital variable. 6 Pero la conducta de Mohun y Veneziani no es la más problemática sobre esta cuestión. Sí lo fue
la publicación de la reseña que hizo Ajit Sinha (2009) del libro de Kliman (2007) en la Review of
Radical Political Economics. Quince académicos alrededor del mundo publicaron una carta abierta
en la que condenaron su decisión de publicar una obra que “voluntariamente” contenía diversas
“malinterpretaciones y falsedades sobre el trabajo bajo revisión” y solicitaron que la revista se
retractara (Freeman et al. 2010). Se rehusaron a hacerlo. Potts (2014), un análisis detallado de este
y otros problemas con la reseña, fue sometido a revisión por primera vez en la Review of Radical
Political Economics. ¡Rechazó mi artículo con base en que la revista no tiene la política de publicar
respuestas a reseñas de libros!
1
Capítulo 2
Valuación simultánea vs la teoría de la ganancia basada en la
explotación
Andrew J. Kliman
Este artículo muestra que las interpretaciones de la teoría del valor de Marx en las que se determina
de manera simultánea el valor de los insumos y los productos implican que el plustrabajo no es la
única fuente de ganancias –incluso en ausencia de producción conjunta. Los resultados opuestos,
como los del Teorema Fundamental Marxista dependen crucialmente de condiciones restrictivas e
implausibles que, se muestra, son innecesarias para la reproducción. Contrario a esto, la
interpretación temporal de sistema único cumple con la teoría de la ganancia basada en la
explotación bajo condiciones completamente generales.
I. INTRODUCCIÓN
A pesar de sus otras diferencias, todas las interpretaciones de la teoría del valor de Marx coinciden
en que esta identifica a la explotación de los trabajadores, esto es, la extracción de plustrabajo,
como la única fuente de ganancia. Además, todos los proponentes de las diversas interpretaciones
dicen haber replicado esta característica de su teoría del valor. No obstante, las matemáticas de sus
sistemas usualmente cuentan una historia diferente. Como mostraré, en aquellos sistemas en los
que los precios y valores de los insumos son determinados simultáneamente con los precios y
valores de los productos, la extracción de plustrabajo es insuficiente y, generalmente, innecesarios
para la existencia de una ganancia positiva. Entonces, en estas interpretaciones “simultaneistas” el
plustrabajo no es la única fuente de ganancias.
Es bien sabido que cuando productos conjuntos son producidos, algunas especificaciones de la
interpretación estándar son incompatibles con la teoría de la ganancia de Marx (ver Steedman
1977).
Sin embargo, como mostrará la sección II, todas las interpretaciones simultaneistas (no sólo la
estándar) son incompatibles con su teoría, incluso en ausencia de producción conjunta.1
Debido a que los teóricos no han logrado estudiar el problema en un planteamiento general, esta
incompatibilidad no ha recibido atención. En algunos casos especiales –aquellos en los que se
produce un excedente físico positivo o un producto neto positivo de cada bien en cada periodo–
las interpretaciones simultaneistas sí implican que el plustrabajo y la ganancia positiva van de la
mano. Sin embargo, la sección III demostrará que este es un resultado que no puede ser
generalizado. Además, argumentaré, que estos casos especiales imponen condiciones que son
mucho más restrictivas y menos plausibles de lo que usualmente se piensa. En especial, las
economías pueden reproducirse fácilmente a sí mismas en términos físicos sin satisfacer estas
condiciones.
2
La sección IV mostrará que una interpretación alternativa, no simultaneista, de la teoría del valor
de Marx sí implica que el plustrabajo es tanto necesario como suficiente para que haya ganancia
positiva, incluso bajo las condiciones más generales. Después siguen un resumen breve y
conclusión en la sección V.
Antes de proceder, algunos comentarios metodológicos son necesarios. En diversos puntos
destacaré que los intentos por reconciliar la valuación simultánea con la teoría de la ganancia
basada en la explotación dependen de postulados irreales –excedentes físicos positivos de todos
los bienes, tasas de ganancia igualadas, etc. Estos comentarios no pretenden ser críticas de alguna
teoría o modelo económico por falta de realismo. No tomo posición aquí sobre si los postulados
de una teoría deberían ser realistas. Por lo contrario, el motivo por el que analizaré el realismo es
simplemente para demostrar que las definiciones simultaneistas implican que el plustrabajo no es
necesario, ni suficiente, para que exista la ganancia en el mundo real en el que vivimos. Si estas
demostraciones son válidas, son válidas incluso para teorías formales que emplean postulados
irreales, e incluso sin interesantes y útiles si los teoremas pertenecen a economías imaginarias.
El punto es que, sea o no apropiado emplear postulados irreales para otros propósitos, sería
lógicamente impermisible usarlos para generar inferencias deductivas sobre situaciones del mundo
real. Las conclusiones que son derivadas válidamente desde un mundo postulado pueden aplicar o
no en el mundo real. Para determinar si aplican o no, uno puede algunas veces probar las
conclusiones empíricamente. Sin embargo, eso es imposible en este caso. La evidencia empírica
nos puede decir si el plustrabajo y la ganancia sí coexisten. No puede decirnos si la valuación
simultánea es compatible con la teoría de que coexisten porque es plustrabajo es necesario y
suficiente para que exista la ganancia. Esta pregunta sólo puede ser respondida deductivamente
averiguando si existen condiciones bajo las que la valuación simultánea conduce a la conclusión
contraria. Es a esta labora a la que me dirijo ahora.
II. LA INCOMPATIBILIDAD
A. El Teorema Fundamental Marxista
En la interpretación estándar de la teoría del valor de Marx, existen diferentes sistemas de valores
y precios, y los insumos y productos de cada uno se determinan simultáneamente. Otra
característica distintiva de esta interpretación es que considera los salarios en el sistema de precios
como el precio de los bienes salariales que reciben los trabajadores y los salarios en el sistema
valor como el valor de esos bienes salariales.
Utilizando esta interpretación, Okishio (1993a,1993b) descubrió un conjunto de teoremas que
Morishima (1973) posteriormente llamó “teorema Fundamental marxista” (FMT por sus siglas en
inglés). Comúnmente se dice que el FMT ha mostrado que el plustrabajo es necesario y suficiente
para una ganancia positiva cunado no se producen productos de manera conjunta (ver Howard y
King, 1992: 230, 239).
No obstante, algunas versiones del FMT se sostienen únicamente si todas las tasas de ganancias
de los productores son iguales en todos los periodos. Este es un caso muy particular; si las tasas de
3
ganancia únicamente son aproximadamente iguales, o únicamente son iguales durante un espacio
de tiempo mayor a un periodo (dos días en lugar de uno, por ejemplo), estas versiones del FMT
dejan de aplicar. El análisis de abajo considera las versiones generales del FMT (e.g., Okishio
1993: 33; Okishio 1993b: 80-81; Roemer 1981: 47-50), las cuales prueban que el teorema se
sostiene para cualquier conjunto de precios de mercado positivos, no sólo para los precios
“normales”. Sin embargo, estas versiones del FMT dependen crucialmente de una condición
igualmente restrictiva: debe producirse un excedente físico positivo para todo bien en todos los
periodos.
El excedente físico es el producto neto tanto de insumos consumidos como del consumo de los
trabajadores y, en estas interpretaciones, la ganancia es simplemente el vector de excedentes físicos
valuados con los precios (de reemplazo) al final de periodo. Utilizando la notación insumo-
producto usual,2 el vector columna de los excedentes físicos es 𝜑 = (𝐼 − 𝐴 − 𝑏ℓ)𝑥, por lo que la
ganancia es
𝜋 = 𝑝𝜑 (2.1)
donde p es un vector fila de los precios unitarios de mercado. Los valores unitarios se definen
como el vector fila de los coeficientes laborales 𝜆 verticalmente integrados, por lo que el
plustrabajo s es el trabajo vivo extraído menos el valor de los bienes salariales: 𝑠 = ℓ𝑥 − 𝜆𝑏ℓ𝑥.
Pero como 𝜆 = ℓ(𝐼 − 𝐴)−1 entonces se obtiene que ℓ = 𝜆(𝐼 − 𝐴) y por ello ℓ𝑥 = 𝜆(𝐼 − 𝐴)𝑥.
Entonces el plustrabajo puede expresarse como 𝑠 = 𝜆(𝐼 − 𝐴)𝑥 − 𝜆𝑏ℓ𝑥 = 𝜆(𝐼 − 𝐴 − 𝑏ℓ)𝑥 o
simplemente como
𝑠 = 𝜆𝜑 (2.2)
Entonces, en la interpretación estándar la ganancia y el plustrabajo simplemente son el miso vector
de excedentes físicos valuados en dos maneras diferentes. Cuando todos los elementos de 𝜑 son
positivos, esto es, cuando hay un excedente físico positivo de cada valor de uso producido, es
obvio que el FMT se sostiene. Entonces tanto 𝜋 como 𝑠 deben ser positivos, dado únicamente que
ningunos valores o precios sean negativos y que algunos de ellos sean positivos. Debido a que
todos los excedentes físicos son positivos, no importa que los precios y los valores difieren y
tampoco por cuánto; un conjunto de excedentes físicos estrictamente positivo valuados en
cualquiera de ellos debe ser positivo.
Sin embargo, es igualmente obvio que el FMT no se sostiene salvo que todos los excedentes físicos
sean positivos. Una vez que hay un excedente físico negativo para algún bien, sí importa que los
valores y los precios difieran. El “valor” total del vector de excedentes físicos puede entonces ser
negativo cuando se valúa a precios de mercado y positivo cuando se valúa a los valores o
viceversa.3 Asumamos, por ejemplo, una economía de dos bienes en la que 𝜑1 = −1 y 𝜑2 = 2. Si
𝜆1 = 19, 𝜆2 = 10, 𝑝1 = 21 y 𝑝2 = 10, entonces 𝑠 = 19(−1) + 10 ∙ 2 = 1 pero 𝜋 = 21(−1) +
10 ∙ 2 = −1. Sin embargo, si 𝜆1 = 21 y 𝑝1 = 19, entonces 𝑠 = −1 y 𝜋 = 1. Esto prueba que, bajo
la interpretación estándar el plustrabajo no es suficiente, ni necesario para que exista la ganancia.
Aun cuando los precios en este ejemplo fueron, en efecto, elegidos arbitrariamente y no se
derivaron de otras condiciones, la prueba es válida. Una vez más, las versiones generales de la
4
FMT bajo consideración examinan la relación entre la ganancia y el plustrabajo bajo todos los
posibles precios de mercado, y los precios de mercado del ejemplo de arriba ciertamente son unos
posibles.
B. La “Nueva Interpretación” y las interpretaciones simultáneas de sistema único
Durante las últimas dos décadas han surgido otras interpretaciones simultaenistas de la teoría del
valor de Marx. Una diferencia clave entre la interpretación estándar por un lado, y tanto la “Nueva
Interpretación” (e.e.g, Duménil 1983, Foley 1982) y las interpretaciones simultáneas de sistema
único por el otro (por ejemplo Lee 1993; Moseley 1993) concierne a las definiciones de los salarios
y el plustrabajo.
En lugar de definir los salarios como el precio o valor de los bienes salariales, estas últimas
interpretaciones consideran los salarios como la suma de dinero pagado a los trabajadores. Para
averiguar si se extrae plustrabajo, los salarios en dinero se convierten en la suma equivalente de
tiempo de trabajo (o el trabajo vivo es convertido en un equivalente monetario). El cociente entre
el producto neto agregado, (𝐼 − 𝐴)𝑥, valuado a los precios (de reemplazo) al final del periodo con
el trabajo vivo,
𝜎 =𝑝(𝐼 − 𝐴)𝑥
ℓ𝑥 (2.3)
es utilizado para convertir sumas monetarias en sumas de tiempo de trabajo. Yo llamo a este
cociente 𝜎 la “expresión monetaria simultaneista del tiempo de trabajo”. Se sostiene que es el
cociente entre las medidas monetarias y de tiempo de trabajo para el valor añadido.
Así, en estas interpretaciones la ganancia se define como el vector de productos netos físicos
positivos valuados a los precios al final del periodo menor la nómina salarial:
𝜋 = 𝑝(𝐼 − 𝐴)𝑥 − 𝑤ℓ𝑥 (2.4)
donde 𝑤 es el salario en dinero por unidad de trabajo vivo extraído y el plustrabajo se define como
el trabajo vivo menos el tiempo de trabajo equivalente al salario monetario:
𝑠 = ℓ𝑥 − (1
𝜎) 𝑤ℓ𝑥 (2.3)
La multiplicación de (2.5) por 𝜎 da como resultado 𝜎𝑠 = 𝜎ℓ𝑥 − 𝑤ℓ𝑥 = 𝑝(𝐼 − 𝐴)𝑥 − 𝑤ℓ𝑥 o de
igual forma,
𝜋 = 𝜎𝑠 (2.4)
Este resultado ha llevado a los proponentes de la “Nueva Interpretación” y a las interpretaciones
simultáneas de sistema único a afirmar que obtienen una correspondencia exacta entre el plusvalor
y la ganancia. No sólo el plustrabajo es necesario y suficiente para la ganancia positiva, sino que
las magnitudes de plustrabajo y ganancia son estrictamente proporcionales.
5
No obstante, de esta proporcionalidad simplemente no se deduce que el plustrabajo es suficiente
para una ganancia positiva. En efecto, no es suficiente. La ecuación (2.3) implica que si el producto
neto valuado a los precios de mercado al final del periodo es negativo, entonces también lo es 𝜎.
Por tanto, la ganancia es negativa aun cuando el plustrabajo es positivo.
Únicamente si los productos netos de todos los bienes son no negativos, el precio agregado del
producto neto, y por consiguiente de 𝜎, puede ser negativo, incluso en economías altamente
productivas. Imagine que los productos netos de casi todos los bienes son positivos y grandes, y
únicamente unos cuantos son ligeramente negativos. Si los precios de este segundo grupo son
suficientemente altos, el precio agregado de producto neto será negativo. Así, una economía que
tendría una 𝜎 positiva bajo ciertos precios podría tener una 𝜎 negativa bajo precios diferentes.
Incluso un ligero cambio en los precios podría conducir a tal reversión.
Un par de otras implicaciones perversas de estas interpretaciones son dignas de destacarse. Cuando
𝜎 es negativa, la ecuación (2.5) implica que una caída en la tasa salarial monetaria conducirá a una
caída, y no a un aumento, en la cantidad de plustrabajo extraída. Además, como ha notado un réferi
anónimo, el trabajo necesario (el tiempo de trabajo equivalente a los salarios monetarios) se define
aquí como (1/𝜎) 𝑤ℓ𝑥, así que es negativo cuando 𝜎 es negativa. ¡Supuestamente los trabajadores
producen un equivalente de sus salarios en menos de tiempo alguno! Ninguna rareza del mercado
de trabajo o de la tecnología subyace a este resultado –los salarios de los trabajadores y la cantidad
de trabajo necesaria para reproducir sus medios de subsistencia son ambos positivos, y el trabajo
necesario bien podría ser positivo sólo si los precios relativos fueran diferentes.
Todas estas paradojas revelan una falla conceptual seria en la afirmación de que la expresión
monetaria del valor añadido por el trabajo vivo puede medirse con el precio del producto neto.4
La proporcionalidad del plustrabajo y de la ganancia también fallan en implicar que el plustrabajo
es necesario para que exista la ganancia. Como Dimitriev (1974) descubrió, si imaginamos una
economía plenamente automatizada que produce un producto neto positivo de todos los bienes –y
si, además, los precios en tal economía existen y son positivos– entonces la ganancia definida
como arriba es positiva, aun cuando ningún trabajo o plustrabajo es extraído.
Aparte de este caso, las interpretaciones en cuestión sí implican que cuando el precio del producto
neto resulta ser positivo, la ganancia y el plustrabajo positivos coexistirán. Sin embargo, la cuestión
relevante no es si coexisten, sino porqué. A no ser que una teoría niegue que la ganancia podría
ser positiva si no se empleara trabajo humano –y aquellas bajo consideración parecen no hacerlo–
entonces debemos concluir que admite la posibilidad de ganancia positiva sin plusvalor.
Presentando el mismo punto de manera diferente, la única manera de refutar el reto de Dimitriev
a la teoría de la ganancia de Marx es negar que el excedente físico de una economía plenamente
automatizada es efectivamente la misma cosa que la ganancia bajo el capitalismo. Esto requiere
que uno niegue ya sea que el precio del excedente físico constituye la ganancia o que este
excedente podría tener un precio positivo bajo automatización plena. Las definiciones de la
ganancia dadas previamente no lo hacen.
6
III. REPRODUCCIÓN
Quizás la razón principal por la que los puntos obvios presentados en la sección II no han recibido
atención es que los teóricos han estado interesados en economías que son capaces de reproducirse
físicamente a sí mismas. Se ha pensado que los excedentes físicos o productos netos negativos
implican una economía incapaz de reproducción en el largo plazo y, por consiguiente, han sido
ignorados.
No obstante, el atractivo de la reproducibilidad física es ya sea una evasión de la cuestión a la
mano o el resultado de una falacia lógica. Asumamos en aras de la argumentación que si una
economía es capaz de reproducción, entonces el plustrabajo y la ganancia definidos en los modelos
simultaneistas son ambos positivos (o ambos negativos o cero). De esto no se deriva que el
plustrabajo sea necesario o suficiente para una ganancia positiva. Análogamente, si yo soy una
persona, entonces soy tanto adulto como hombre. Sin embargo, no todos los hombres son adultos,
ni todos los adultos son hombres.
En cualquier caso, simplemente no es cierto que la reproducción de largo plazo requiera excedentes
físicos o productos netos positivos para todos los bienes. Todas las economías reales producen
algunos productos netos negativos y, por consiguiente, excedentes físicos negativos porque
algunos bienes (396 computadoras, por ejemplo) son utilizados como insumos sin ser
reproducidos. Las economías se sostienen a sí mismas e incluso crecen produciendo, por lo
contrario, bienes similares pero no idénticos (586 computadoras).5 No obstante, como se destacó
previamente, los teoremas simultaneistas donde el plustrabajo es suficiente para una ganancia
positiva sí requieren el postulado de que todos los productos netos negativos sean positivos.
Debido a que este postulado es violado en toda economía real, se sigue que los teoremas no aplican
al mundo real.6
Además, es imposible para lo simultaneistas construir teoremas comparables para abordar
situaciones del mundo real porque la valuación simultánea es imposible cuando algunos insumos
no son reproducidos como productos. Para computar el precio agregado del producto neto, uno
toma el precio bruto de los productos y substrae el costo de reemplazo de los insumos, esto es, el
vector de insumo pre-multiplicado por sus precios al final del periodo. Sin embargo, los insumos
que han sido utilizados sin ser reproducidos no tienen precios al final del periodo, así que esto es
imposible.
Por supuesto uno podría usar sus precios cuando han entrado a la producción, pero entonces uno
no estaría valuando los insumos y los productos simultáneamente. La única otra alternativa es
imputad los precios del final de periodo a los insumos intentando establecer una equivalencia entre
ellos y los bienes que han reemplazado como productos. No obstante, cualquier intento por
homogeneizar cosas heterogéneas no sólo es conceptualmente problemático, sino que también
conduce a resultados arbitrarios. Un estimado podría concluir que el precio del producto neto
agregado es positivo, mientras que otro ligeramente distinto, podría concluir que es negativo. ¡La
veracidad de un teorema donde el plustrabajo es necesario y/o suficiente para una “ganancia”
positiva dependería entonces de las idiosincrasias de los estimadores!
7
Aun ignorando los insumos no reproducidos, es muy probable que las economías reales, incluso
las altamente productivas que se reproducen a sí mismas a lo largo del tiempo no logren satisfacer
la definición recibida de “reproducibilidad” (por ejemplo Roemer 1981: 19). Esta definición
requiere que las economías produzcan excedentes físicos no negativos para todos los bienes en
todos y cada uno de los periodos. Sin embargo, como mostraré a continuación, la reproducibilidad
en realidad requiere únicamente que los excedentes no negativos sean producidos sobre un espacio
de tiempo más largo (y que la reserva inicial de acervos sea de tamaño suficiente).
Romer (1981: 19) afirma primero que la reproducción requiere que ningún acervo se reduzca a
cero. Él destaca correctamente que una manera de “asegurar” esto –es decir, una condición
suficiente para la reproducibilidad– es postular que todos los excedentes físicos son no negativos
en todo periodo. No obstante, inmediatamente después él declara este postulado como un
“requerimiento” para la reproducibilidad –esto es, como una condición necesaria. Es fácil mostrar
que esto es incorrecto.
La tabla 2.1 representa una economía de dos bienes en la que la producción de cada bien requiere
0.4 unidades de ambos bienes. Debido a fluctuaciones en los niveles de productos, un producto
neto negativo (y por ello excedente físico) del bien A es producido durante la primera hora y un
producto neto negativo de B es producido durante la segunda. Sin embargo, durante el curso de
estos dos periodos se produce 25 por ciento más de cada bien de lo que se consume. Dado un
acervo inicial de reserva de A de al menos una unidad, no hay barrera tecnológica para la
reproducción ampliada de esta economía.
Aun cuando algunos productos netos son negativos, esta economía satisface las condiciones
Hawkin-Simons. En esencia, estas condiciones definen una economía autosostenible en cada
periodo. Uno sólo tiene que redefinir la duración de un periodo como dos horas en lugar de una.
Sin embargo, cuando uno lo hace, los teoremas simultaneistas de que el plustrabajo es necesario y
suficiente para una ganancia positiva se volverán falsos. Los precios de mercado podrían cambiar
durante el periodo prolongado de tal manera que, por ejemplo, se extraiga plustrabajo en ambos
subperiodos pero la ganancia sea negativa en cada uno de ellos y, por consiguiente, durante el
periodo prolongado como un todo.7 (En este ejemplo, esto ocurriría si los precios relativos del bien
A fueran suficientemente altos durante la primera hora y suficientemente bajos durante la
segunda).
Por tanto, los teoremas simultaneistas sólo son ciertos si un excedente no negativo de cada bien es
producido en todos y cada uno de los periodos, sin importar cuán corto sea el periodo. Un periodo
en este contexto no puede ser más largo que la extensión del periodo en el que los precios
permanecen constantes; pero pueden cambiar de un instante al siguiente. Sin embargo, mientras
más corto el periodo, menos probable es que todos los excedentes físicos sean positivos. Durante
periodos mu cortos es casi inconcebible que este sea el caso. Muchas fábricas y empresas cierran
durante la noche, pero la noche en una parte del mundo es el medio día de otra. Por tanto, algunos
negocios están utilizando algún insumo sin que su proveedor se encuentre reproduciéndolo en ese
momento. Por tanto, si los teoremas en cuestión son formalmente ciertos, no logran aplicar al
mundo real porque una de sus premisas cruciales nunca aplica, mientras que si lo hacen, son falsas.
8
Tabla 2.1
Primera hora Segunda hora Periodo de dos horas
Sector Insumo
de A
Insumo
de B Producto
Insumo
de A
Insumo
de B Producto
Insumo
de A
Insumo
de B Producto
A 2 2 5 4 4 10 6 6 15
B 4 4 10 2 2 5 6 6 15
Total 6 6 6 6 12 12
IV. LA INTERPRETACIÓN TEMPORAL Y DE SISTEMA ÚNICO
He mostrado que el plustrabajo no es la única fuente de ganancia cuando los insumos y los
productos son valuados simultáneamente. Sin embargo, también es obvio que, bajo una valuación
no simultánea (temporal), la ganancia nominal puede ser positiva cuando el plustrabajo es negativo
y viceversa. Un incremento suficientemente grande en el nivel de precios durante el periodo de
producción, por ejemplo, puede hacer que la ganancia nominal sea positiva aunque el plustrabajo
sea negativo. Por lo que, si puede decirse en algún sentido que el plustrabajo es la única fuente de
la ganancia, necesariamente tanto el plustrabajo como la ganancia deben definirse en términos
temporales y la definición de “ganancia” debe referirse a la ganancia real.
Sin embargo, diferentes métodos de ajuste por inflación darán diferentes medidas de la ganancia
real. Por tanto, es imposible probar o refutar analíticamente que el plustrabajo es la única fuente
de ganancia, o incluso de ganancia real. La respuesta dependerá del concepto de inflación de uno.
Si la teoría de la ganancia basada en la explotación aplica bajo una definición particular de
inflación y uno acepta esa definición, entonces uno debe concluir que el plustrabajo es la única
fuente de ganancia (real). Si uno rechaza la definición, uno debe señalar la conclusión contraria.
De las interpretaciones existentes de la teoría del valor de Marx, únicamente la interpretación
temporal y de sistema único (ver por ejemplo Erns 1982; Kliman y McGlone 1988; Giussani 1992-
1992; Freeman y Carchedi [eds.] 1996; Maldonado-Filho 1997; Ramos 1997) implican que el
plustrabajo es tanto necesario como suficiente para que exista la ganancia real, bajo condiciones
completamente generales. Para demostrar que la teoría de la ganancia basada en la explotación
aplica bajo esta interpretación, en otras palabras, no se necesitan postulados restrictivos en
absoluto. Por ejemplo, pueden existir productos netos negativos y las tasas de ganancia pueden ser
desiguales. La producción puede ser un flujo continuo o puede ocurrir con rezagos directos entre
insumo y producto. También es innecesario invocar alguno de los postulados irreales
(rendimientos constantes a escala, sin capital fijo, sin producción conjunta, sin sustitución de
insumos o de elección de técnicas, etc.) comúnmente invocados en la literatura insumo-producto.
Para enfatizar este último punto dejaré de usar la notación insumo-producto y en su lugar definiré
los siguientes agregados globales de la economía. Durante el periodo del tiempo t al tiempo t+1,
C(t) se refiere al gasto en capital constante utilizado (materiales y depreciación del capital fijo),
V(t) es el capital variable (la nómina por salarios) y P(t+1) es el precio total del producto. Además,
el trabajo vivo se denota como L(t) y la “expresión monetaria temporalista del tiempo de trabajo”
es 𝜏(𝑡) en el tiempo t y 𝜏(𝑡 + 1) en t+1. La notación implica que la producción toma un periodo,
aunque todas las siguientes relaciones podrían ser replanteadas en términos de tiempo continuo
9
(P(t+1) se convertiría en P(t+1) + dP/dt y 𝜏(𝑡 + 1) se convertiría en 𝜏(𝑡) + d𝜏/dt) sin afectar los
resultados.
Como las interpretaciones simultáneas más recientes, la interpretación temporal y de sistema único
interpreta el plustrabajo como el trabajo vivo menos el tiempo de trabajo equivalente a los salarios
monetarios:
𝑠 = 𝐿 − [1
𝜏(𝑡)] 𝑉 (2.7)
Medido en tiempo de trabajo, el valor añadido durante la producción es concebido como la
diferencia entre el tiempo de trabajo equivalente al precio total y el gasto en capital constante,
[1/ 𝜏(t+1)]P y [1/ 𝜏(t)]C, y esta diferencia es igual al trabajo vivo extraído porque este último
genera todo el valor nuevo. Por tanto
[1
𝜏(𝑡 + 1)] 𝑃 − [
1
𝜏(𝑡)] 𝐶 = 𝐿 (2.8)
La ganancia nominal es 𝜋𝑁 = 𝑃 − 𝐶 − 𝑉. Sin embargo, de acuerdo con cualquier definición de
ganancia real, P debe deflactarse para ajustar por los cambios entre los tiempos t y t+1 en la
cantidad de dinero que representa una unidad de valor. Así,
𝜋𝑁 = (1
1 + 𝑖) 𝑃 − 𝐶 − 𝑉 (2.9)
De acuerdo con la interpretación temporal y de sistema único, la tasa de inflación es 𝑖 =[𝜏(𝑡 + 1) − 𝜏(𝑡)]/(𝑡) (o, en tiempo continuo, d𝜏/dt/𝜏), la tasa de cambio en la expresión monetaria
del tiempo de trabajo. Esto significa que la inflación ocurre si la misma cantidad de valor, medida
en tiempo de trabajo, se expresa como una suma de dinero mayor. Como mostraré a continuación,
esta es la definición de inflación que requiere la teoría de la ganancia basada en la explotación.
Multiplicando (2.8) por 𝜏(𝑡) y utilizando esta definición, uno obtiene
(𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡 + 1)) 𝑃 = (
1
1 + 𝑖) 𝑃 = 𝐶 + 𝜏(𝑡) ∙ 𝐿
Utilizando la última expresión en lugar de la intermedia, (2.9) se vuelve
𝜋𝑅 = 𝐶 + 𝜏(𝑡) ∙ 𝐿 − 𝐶 − 𝑉 = 𝜏(𝑡) ∙ 𝐿 − 𝑉 (2.10)
o simplemente
𝜋𝑅 = 𝜏(𝑡)𝑆 (2.11)
10
Esto se ve muy parecido a la proporcionalidad entre plustrabajo y ganancia que fue derivada de
las más recientes interpretaciones simultaneistas. Sin embargo, mientras que 𝜎, la expresión
monetaria simultaneista del tiempo de trabajo, no necesita ser positiva, un examen de (2.8) muestra
que si C, L, P y la condición inicial 𝜏(0) son positivos y finitos, entonces todos los términos
subsecuentes de la serie 𝜏 también deben ser positivos y finitos. La proporcionalidad entre
plustrabajo y ganancia real, junto con este resultado de 𝜏, implican que el plustrabajo es tanto
necesario como suficiente para que la ganancia real sea positiva. (De acuerdo con (2.10), la
ganancia real será cero en el caso de Dimitriev de producción plenamente automatizada porque L
y V serán cero. Esto resuelve su paradoja.)
He destacado que este resultado requiere que el plustrabajo y la ganancia sean concebidos en
términos temporales. Un réferi anónimo no concuerda argumentando que 𝜏 debe ser positiva no
porque esté determinada en tiempo histórico, sino porque está definida en términos del precio total
y el valor. Si 𝜏 fuera entonces definida como 𝜎, en términos de valor añadido, también podría ser
negativa. La ganancia real podría entonces ser negativa aun cuando el plustrabajo es positivo. Sin
embargo, esta 𝜏 alternativa seguiría estando determinada temporalmente, así que “la introducción
del tiempo es irrelevante.”
Debido a que se sigue de (2.8) que
𝜏(𝑡 + 1) =𝑃
[1
𝜏(𝑡)]𝐶 + 𝐿
(2.8’)
el réferi está en lo correcto al notar que 𝜏 es el cociente del precio monetario total respecto al
trabajo (vivo y muerto). En contraste con esto, su 𝜏 alternativa (convertida a mi notación) es
𝜏∗(𝑡 + 1) =𝑃 − (1 + 𝑖)𝐶
𝐿 (2.8’’)
donde i se define de la misma manera que antes. Estoy completamente de acuerdo en que 𝜏∗ es la
contraparte temporalista de 𝜎. Tanto 𝜎 como 𝜏∗ son cocientes entre el valor añadido en términos
de dinero y el valor añadido en términos de tiempo de trabajo. Sin embargo, aquí los precios
unitarios de los insumos y de los productos no tienen que ser iguales y el valor nominal añadido
es ajustado por la inflación.
Sin embargo, contrario a la afirmación del réferi, 𝜏∗ simplemente no puede ser negativa. La manera
más simple de mostrar esto es probar que 𝜏, que ya sabemos que es positiva, es idéntica a 𝜏∗.
Multiplicando (2.8’) con el denominador de su lado derecho y recordando que 𝜏(𝑡 + 1)/(𝑡)=1+i,
uno obtiene (1+i)C + 𝜏(t+1)∙L = P.
Por tanto
𝜏(𝑡 + 1) =𝑃 − (1 + 𝑖)𝐶
𝐿= 𝜏∗(𝑡 + 1)
11
La expresión monetaria simultaneista del tiempo de trabajo también puede ser expresada de
manera análoga a (2.8’):
𝜎 =𝑝(𝐼 − 𝐴)𝑥
ℓ𝑥=
𝑝𝑥
(1𝜎) 𝑝𝐴𝑥 + ℓ𝑥
Los proponentes de la interpretación simultánea de sistema único consideran a esta última
expresión como el cociente del precio monetario total con el valor total medido en términos del
tiempo de trabajo. Sea que la expresión monetaria del tiempo de trabajo se escriba como el cociente
de totales o como el cociente de valores añadidos es, por consiguiente, irrelevante. Tanto 𝜏 como
𝜎 pueden escribirse de las dos maneras, no obstante, la interpretación temporalista implica que el
plustrabajo es la única fuente de ganancia, mientras que sus contrapartes simultaneistas implican
lo contrario. Lo que es relevante es precisamente la introducción del tiempo. Debido a que la única
diferencia entre 𝜏 y 𝜎 es que la primera está determinada temporalmente y la segunda
simultáneamente, es esta diferencia lo que explica las implicaciones contrarias. Para que la teoría
de la ganancia se sostenga, la temporalidad es sin duda necesaria.8
V. CONCLUSIÓN
Debido a su carácter estático, las interpretaciones simultaneistas de la teoría del valor de Marx no
le otorgan rol alguno al valor para explicar la dinámica del capitalismo. Aunque algunos
proponentes de las interpretaciones han reconocido esto, parecen no conflictuarse con ello. Ellos
sostienen que “la esencia del poder explicativo de la teoría laboral del valor radica en el análisis
de la explotación” y no en el análisis dinámico (Duménil y Lévy 2000: 142). E invocando el FMT
y otros teoremas similares, han argumentado que sus interpretaciones sí implican que la
explotación de los trabajadores es la única fuente de la ganancia.
Este artículo ha demostrado, contrariamente, que el simultaneismo y la teoría de la ganancia basada
en la explotación son incompatibles. El FMT aplica únicamente cuando todos los excedentes
físicos son positivos (o las tasas de ganancia son iguales) en cada periodo, y teoremas similares
pertenecientes a interpretaciones simultaneistas recientes aplican únicamente cuando todos los
productos negativos son positivos en cada periodo –sin importar cuán corto sea el periodo. Se ha
mostrado que estas condiciones son implausibles y completamente innecesarias para la
reproducción. Por tanto, debe hacerse una elección entre la valuación simultánea y la teoría de la
ganancia basada en la explotación.
Así, la teoría del valor de Marx parece ser mucho más un “contrato conjunto” de lo que hasta ahora
se había reconocido. Los intentos de fragmentarla en aspectos estáticos y dinámicos, y rechazar el
primero mientras que se acepta el segundo no han sido exitosos. Cuando su teoría del valor es dada
como una interpretación estática, no sólo las explicaciones de Marx sobre cuestiones dinámicas
como la tendencia de la tasa de ganancia parecen ser falsas, sino que también su explicación del
12
origen de la ganancia, un asunto putativamente estático. La interpretación temporal y de sistema
único, por lo contrario, que reivindica la consistencia interna de su teoría del valor en otros
respectos, también reivindica la coherencia lógica de la teoría de la ganancia basada en la
explotación. Uno bien podría ahora, en buena consciencia, dirigirse a El Capital sin las trabas de
otras “correcciones” de sus presuntos errores para ayudarse a analizar y entender el mundo en el
que vivimos.
NOTAS
1 Porque se abstiene de afirmar cualquier relación entre plustrabajo y ganancia (medida en términos
de dinero o un numéraire), la interpretación de Wolff, Callari y Roberts (1984) es una excepción. 2 𝐴 = [𝑎𝑖𝑗] es una matriz cuadrada de coeficientes de insumo-producto: 𝑎𝑖𝑗 es la cantidad del bien
i utilizado para producir una unidad del bien j. b es el vector columna de bienes salariales por
unidad de trabajo vivo, ℓ es el vector fila de requerimientos de trabajo vivo por unidad de producto
y x es el vector columna de productos, I es la matriz identidad. 3 Cuando ningún excedente físico es negativo, pero alguno es cero y algunos precios y/o valores
son cero, el valor agregado del vector de excedentes físicos puede ser cero cuando es valuado en
precios y positivo cuando es valuado en valores o viceversa. 4 Ver Kliman (1997) para otras críticas de este concepto. 5 Estoy en deuda con Alan Freeman por enfatizar este punto crucial. 6 Un réferi anónimo ha notado que el caso de 386 computadoras concierne al “cambio tecnológico
a lo largo del tiempo creando obsolescencia en los bienes durables y no… la valuación en un
mundo sin tiempo donde hay productos netos negativos.” El punto es presumiblemente que los
modelos utilizados para deducir la FMT y teoremas similares ignoran este caso. Estoy de acuerdo.
Es precisamente por esta razón que los teoremas no aplican al mundo real. Esto es cierto sea
legítimo o no abstraerse de este fenómeno y sea o no que los teoremas sean interesantes y útiles. 7 Esto podría ocurrir si los precios fluctúan sólo ligeramente y si la economía se encuentra en
equilibro en todos los demás aspectos –las tasas de crecimiento y de ganancia se igualan a lo largo
del periodo ampliado, la tecnología no está cambiando, las tasas salariales son igualadas, etc.
Ejemplos numéricos que demuestra esta posibilidad están disponibles por el autor. 8 Por supuesto no es suficiente. La teoría de la ganancia basada en la explotación no aplicaría bajo
una definición diferente de inflación o bajo concepciones temporales diferentes de valor añadido
y de expresión monetaria del tiempo de trabajo.
1
Capítulo 3
Sobre la TSSI y la teoría de la ganancia basada en la explotación
Simon Mohun1
En un artículo reciente en esta revista, Kliman (2001 {capítulo 2 de este libro}) ha argumentado
que únicamente una interpretación temporal y de sistema único (TSSI) de la teoría del valor
marxista preserva el teorema fundamental marxista (FMT) y por ello encuentra el origen de la
ganancia únicamente en la explotación. Este artículo primero delinea la TSSI para enfatizar la
definición particular y controversial del valor sobre la cual depende. Entonces se muestra que la
demostración lógica de Kliman del FMT fracasa exactamente por los mismos motivos por los que
acusa a sus interpretaciones rivales
1. INTRODUCCIÓN
La explicación marxista de la explotación es una teoría sobre cómo se extrae el plustrabajo y la
forma que este toma como ganancia. En las formalizaciones de la teoría marxista, la relación entre
plustrabajo y ganancia se expresa mediante el “teorema fundamental marxista” (FMT) en el que
la existencia de plustrabajo es necesario y suficiente para la existencia de la ganancia. En un
artículo reciente en este artículo, Kliman (2001) ha argumentado que en cualquier interpretación
de la teoría del valor de Marx en la que precios y valores de los insumos y productos se determinen
de manera simultánea, la extracción de plustrabajo es insuficiente y, en general, innecesaria para
la existencia de ganancia positiva. Él llama “simultaneistas” a estas interpretaciones y argumenta
que debido a que en estas interpretaciones el FMT no se cumple, son todas incompatibles con la
teoría de Marx. En contraste, la “interpretación temporal y de sistema único” (TSSI) sí implica que
el plustrabajo es tanto necesario como suficiente para la ganancia positiva. En otra parte, por
ejemplo Kliman y McGlone (1999), se argumenta que todas las proposiciones principales de El
Capital pueden ser replicadas por la formalización de la TSSI y que esto no es cierto para alguna
otra interpretación en la literatura moderna. Consecuentemente, la afirmación es que entre todas
las interpretaciones modernas únicamente la TSSI representa adecuadamente la teoría presentada
en los tres volúmenes de El Capital.
Es importante ser claros sobre lo que se está afirmando. Kliman no está evaluado la exactitud de
alguna teoría, sea que esta teoría es la suya, la de Marx o alguien más. Mientras que la desiderata
de una teoría podría incluir la relevancia de los supuestos, la coherencia lógica, la elegancia, la
agudeza e implicaciones estables, nada de esto se encuentra en cuestión aquí. Kliman únicamente
está presentando una interpretación de la teoría de El Capital. Para poder decidir entre
interpretaciones rivales, el criterio que él utiliza es si una explicación puede derivar las
proposiciones principales de El Capital (el “criterio de reproducibilidad”) y él ve esto como una
prueba directa que puede decidir entre interpretaciones rivales.
2
Este artículo se enfoca en la afirmación de Kliman de que la TSSI puede respaldar un FMT
lógicamente robusto, esto es, uno que es válido “bajo condiciones completamente generales”
(Kliman 2001: 106, énfasis en el original). Por conveniencia, este artículo identifica la TSSI con
los escritos de Kliman (tanto donde es autor único como en coautoría), pero otras referencias
pueden ser consultadas en Kliman (ibid..). La sección 2 recuerda el argumento de Kliman usando
su notación y terminología. La siguiente sección enfatiza que su argumento depende de dos
supuestos. Estos son enunciados (ibid.: 106, inmediatamente antes y después de la ecuación (4.7)),
pero es fácil ignorar su relevancia. Los adherentes a lo que Kliman llama la “interpretación
estándar” rechazan ambos supuestos; los adherentes a lo que él llama la “nueva interpretación”
rechazan uno de ellos. Sin ambos supuestos, la demostración de Kliman del FMT no se sostiene.
La cuarta sección se enfoca en su definición de la “expresión monetaria de tiempo de trabajo” y
muestra que esta definición requiere los dos supuestos específicos. La sección 5 delinea el método
de la TSSI. Las siguientes dos secciones consideran si un FMT no-TSSI es posible y si la prueba
de la TSSI del FMT es válida conforme al método de la TSSI. Las respuestas son, primero que
Kliman no ha mostrado concluyentemente que la demostración de un FMT no-TSSI es erróneo y,
segundo, que si el FMT no-TSSI es equivocado, entonces también lo es el FMT de la TSSI y por
exactamente la misma razón. Una conclusión breve resume y sugiere que las cuestiones de
interpretaciones rivales no son quizás el mejor enfoque para la construcción de una teoría coherente
del mundo actual.
2. El FMT DE LA TSSI
Consideremos la TSSI como la delimita Kliman. El tiempo es considerado de modo discreto de la
siguiente manera. El tiempo t es un periodo en el que los insumos son comprados al principio y
después utilizados continuamente durante el periodo. El periodo termina inmediatamente antes de
la aparición del producto y el seguimiento del producto denota el inicio del periodo t+1. El
producto se vende instantáneamente, proveyendo ganancia al vendedor y permitiéndole la compra
instantánea de insumos. Un segundo periodo de producción prosigue. Así, en este contexto, la
temporalidad se refiere únicamente a una insistencia de que se requiere tiempo para producir
mercancías, de tal manera que el precio de una mercancía como insumo podría ser diferente al
precio de esa misma mercancía como producto.
La siguiente notación es utilizada.
• C(t) es el gasto total de medios de producción utilizados al inicio del periodo t, medido en
dinero.
• V(t) es la nómina salarial adelantada al inicio del periodo t, medida en dinero.
• P(t+1) es el ingreso total recibido por la venta del producto (llamado “precio total” en la
tradición marxista), medido en dinero.
• 𝜋𝑁 es la ganancia nominal, medida en dinero, y definida como
𝜋𝑅 = 𝑃(𝑡 + 1) − 𝐶(𝑡) − 𝑉(𝑡) (3.1)
𝜋𝑅 es la ganancia real, medida en dinero, y se define como
3
𝜋𝑅 =𝑃(𝑡 + 1)
1 + 𝑖− 𝐶(𝑡) − 𝑉(𝑡) (3.2)
donde i es el factor de descuento que conmensura las magnitudes de dinero a lo largo del tiempo.
• 𝜏(t) es la expresión monetaria del tiempo de trabajo en el tiempo t o la cantidad de dinero que
representa una hora de tiempo de trabajo socialmente necesario en el tiempo t. Su inverso es
el valor del dinero, la cantidad de horas de tiempo de trabajo socialmente necesario
representada por una unidad de dinero en el tiempo t.
• L(t) es el trabajo total comprado al inicio del periodo t. Mientras que él no es explícito, Kliman
asume que este también es el tiempo de trabajo desempeñado en la producción en el periodo t.
Por consiguiente se mide en horas de tiempo de trabajo socialmente necesario. Este supuesto
no es cuestionado por el argumento de este artículo.
• S(t) es el plustrabajo, medido en horas de tiempo de trabajo socialmente necesario.
El argumento de Kliman es el siguiente. El plustrabajo es la diferencia entre el tiempo total de
trabajo y el tiempo de trabajo equivalente a los salarios pagados:
𝑆(𝑡) = 𝐿(𝑡) −𝑉(𝑡)
𝜏(𝑡) (3.3)
Kliman quiere mostrar que este plustrabajo es necesario y suficiente para que la ganancia real de
la ecuación (4.2) para ser positivo. Ahora, en esta especificación la única razón por la que se
necesita un factor de descuento en la ecuación (3.2) es que la expresión monetaria del tiempo de
trabajo podría cambiar. Así que definiendo el factor de descuento por la tasa de cambio entre
periodos de la expresión monetaria del tiempo de trabajo:
𝑖 =𝜏(𝑡 + 1) − 𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡) (3.4)
así que
1 + 𝑖 =𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡) (3.5)
Sustituyendo 1+i en la ecuación (3.2)
𝜋𝑅 =𝑃(𝑡 + 1) 𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡 + 1)− 𝐶(𝑡) − 𝑉(𝑡) (3.6)
Y sustituyendo V(t) de la ecuación (4.3)
𝜋𝑅 =𝑃(𝑡 + 1) 𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡 + 1)− 𝐶(𝑡) − [𝐿(𝑡) − 𝑆(𝑡)]𝜏(𝑡) (3.7)
o
𝜋𝑅 = [𝑃(𝑡 + 1) 𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡 + 1)−
𝐶(𝑡)
𝜏(𝑡)− 𝐿(𝑡)] 𝜏(𝑡) + 𝑆(𝑡)𝜏(𝑡) (3.8)
4
Kliman afirma entonces que el valor añadido en términos de tiempo de trabajo es la diferencia
entre los equivalentes de tiempo de trabajo del ingreso total (precio total) P(t+1)/ 𝜏(t+1) y el gasto
en medios de producción C(t)/ 𝜏(t) y esta diferencia es igual al tiempo de trabajo vivo extraído L(t)
porque este último genera todo el valor añadido (ibid..: 107). Por tanto, la expresión en los
corchetes dentro de la ecuación (4.8) es idéntico a cero, por tanto
𝜋𝑅 = 𝑆(𝑡)𝜏(𝑡) (3.9)
Ahora consideremos de nuevo el corchete de la ecuación (3.8). Debido a que para Kliman esto es
cero, puede escribirse como
𝑃(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡 + 1)−
𝐶(𝑡)
𝜏(𝑡)= 𝐿(𝑡) (3.10)
y por ello en el tiempo 1,
𝑃(1)
𝜏(1)−
𝐶(0)
𝜏(0)= 𝐿(0) (3.11)
Asumiendo que P, C y L son positivas y finitas en todos los periodos temporales, entonces en tanto
𝜏(0) es positiva y finita, también 𝜏(1) debe ser positiva y finita. Por tanto lo es cada elemento de
la serie 𝜏. Por consiguiente 𝜏(t) en la ecuación (3.9) es positiva y por ello el plustrabajo positivo
es tanto necesario como suficiente para que la ganancia real sea positiva.
3. DEFINICIONES DE LA TSSI
Sin embargo, además de los supuestos estipulados, esta demostración depende de dos definiciones
que Kliman trata como no problemáticas. Ambas son disputadas por lo que Kliman llama la
“interpretación estándar de la teoría del valor de Marx” (ibid., 99) y una es disputada por lo que
Kliman llama la “nueva interpretación” (ibid..: 100). A continuación consideraremos cada una.
3.1 Primera definición: fuerza de trabajo y salarios
El primer supuesto es la base de la ecuación (3.3). Kliman presume que el capital variable agregado
en términos de valor es igual a los salarios agregados divididos por la expresión monetaria del
tiempo de trabajo. Ahora, el capital variable agregado en términos de valor podría ser uno de dos
multiplicaciones. Podría ser el valor de una fuerza de trabajo individual multiplicada por el número
de trabajadores contratados o podría ser el valor de la fuerza de trabajo por hora contrada
multiplicada por el número total de horas contratadas. La “interpretación estándar” generalmente
utiliza la primera multiplicación, donde el valor de la fuerza de trabajo es una cantidad de horas y
la “nueva interpretación” generalmente utiliza la segunda multiplicación, en la que el valor de
fuerza es una fracción entre 0 y 1. Consideraré cada una.
3.1.1 La objeción de la “interpretación estándar”
La “interpretación estándar” considera al valor de la fuerza de trabajo como el valor contenido en
las mercancías compradas con el salario o, en resumen, el valor de los bienes salariales. Si 𝜆 es el
vector de valores unitarios y b es el vector de bienes salariales comprados por hora de trabajo
5
desempeñado, entonces esto significa que en cualquier momento t, el capital variable total en
términos de valor trabajo es 𝜆bL. Debido a que V son los salarios totales, entonces su equivalente
en tiempo de trabajo para Kliman es V/𝜏. Por lo que la posición de la “interpretación estándar”
sólo puede interpretar a Kliman como si dijera
𝜆𝑏𝐿 =𝑉
𝜏 (3.12)
Lo cual significa que, en cada t, 𝜏 tiene que satisfacer que
𝜏 =𝑉
𝜆𝑏𝐿 (3.13)
En tanto se haga el supuesto de “intercambio igual” o “intercambio de equivalentes” la ecuación
(4.13) se mantendría, puesto que todos los precios monetarios serán proporcionales a sus valores-
trabajo correspondientes. Pero en cuanto diferentes composiciones de capital se combinen con la
igualación de la tasa de ganancia, entonces el “intercambio desigual” será la norma y los
consecuentes precios de producción no se relacionarán de manera simple con los “precios
proporcionales con los valores” del volumen 1 de El Capital. En tales circunstancias, la ecuación
(3.12) únicamente aplica bajo casos especiales y no aplica de manera general. Por tanto, cualquiera
que se adhiera a la “interpretación estándar” de la teoría del valor marxista no considerará
convincente la demostración que hace Kliman del FMT. Puesto que fuera del mundo de
intercambio igual, la ecuación (3.3) no está bien especificada. Para la interpretación estándar, la
demostración que hace Kliman del FMT depende de un supuesto de intercambio igual en
circunstancias en las que el intercambio igual no ocurrirá de manera general.
3.1.2 La coincidencia y justificación con la “nueva interpretación”
La “nueva interpretación” argumenta que la “interpretación estándar” del valor de la fuerza de
trabajo es incoherente fuera de un mundo del volumen 1. Esto se puede mostrar de la siguiente
manera. Primero, la fuerza de trabajo es un atributo de los seres humanos y los seres humanos no
son producidos como mercancías (en el capitalismo). Así que el valor de la fuerza de trabajo no
puede medirse por el tiempo de trabajo socialmente necesario contenido en los seres humanos,
porque no existe. La razón por la que la fuerza de trabajo es una mercancía peculiar es que no tiene
forma relativa de valor. Pero sí tiene una forma equivalente. Sólo hay dos posibles alternativas
para esa forma equivalente: sea el salario (dividido por la expresión monetaria del tiempo de
trabajo) por el que se vende la fuerza de trabajo o el valor de la canasta de mercancías para la que
usa el trabajador su salario. Si se hace el supuesto de que se intercambian equivalentes, entonces
cualquiera de las dos posibilidades puede utilizarse indistintamente (en tanto se gaste la totalidad
del salario). Pero en cuanto se tome en cuenta una explicación explícita de las diferentes
composiciones de capital involucradas en la producción de diversos bienes salariales, ningún bien
salarial se venderá, en general, por su valor y por consiguiente el salario monetario (dividido por
la expresión monetaria del tiempo de trabajo) no será igual al valor-trabajo de la canasta salarial
de mercancías.
6
Sin embargo, el intercambio desigual forzado por las diferentes composiciones de capital
combinado con la igualación competitiva de la tasa de ganancia no aplica al intercambio de la
fuerza de trabajo por un salario, porque ni la composición de capital ni la tasa de ganancia se
encuentran involucradas en la “producción” de gente.
Por tanto, en general, el valor de la fuerza de trabajo es el salario monetario (dividido por la
expresión monetaria del tiempo de trabajo) y únicamente en el mundo especial (volumen 1) del
intercambio de equivalentes también será el valor de la canasta de mercancías salariales por hora.
En general, el valor de la fuerza de trabajo por hora contratada es la tasa salarial por hora (dividida
por la expresión monetaria del tiempo de trabajo); multiplicándola por la cantidad total de horas
de trabajo contratada resulta en el capital variable V/𝜏(t) de la ecuación (3.3.).
Esto significa que los proponentes de la “nueva interpretación” aceptan la ecuación (3.3) como
una especificación correcta y, en efecto, tienen un argumento analítico a favor de ello, en lugar de
tratarlo como una definición.2 Por tanto, no hay dificultad en derivar las ecuaciones (3.7) y (3.8).
3.2 Segunda definición: valor y precio de los medios de producción
Sin embargo, al derivar su ecuación FMT en la ecuación (3.9) desde la ecuación (3.8), Kliman
asume que
𝑃(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡 + 1)=
𝐶(𝑡)
𝜏(𝑡)+ 𝐿(𝑡) (3.14)
y esta es su segunda definición. Para que se cumpla la ecuación (3.14) uno debe aceptar las
afirmaciones que siguen de la ecuación (3.8) de arriba, que el valor bruto total es el tiempo de
trabajo equivalente al ingreso bruto total (o precio total) P(t+1)/ 𝜏(t+1) y que el valor total de los
medios de producción es el tiempo de trabajo equivalente al gasto total en medios de producción
C(t)/𝜏(t).
3.2.1 La objeción de la “interpretación estándar”
Los proponentes de la interpretación de que los sistemas de valores y precios son distintos y
diferentes no será capaz de atribuir significado alguno a estas proporcionalidades agregadas. Es
cierto que la proporcionalidad podría asumirse explícitamente para el valor y precio totales (como
una condición de normalización del problema de transformación). Pero fuera de casos especiales,
esa misma proporcionalidad no aplica para los subagregados de salarios totales y capital variable
en términos de valor (como ya se analizó) y gasto total en medios de producción y capital constante
en términos de valor. Al igual que para la relación entre salarios totales y el valor de la canasta de
bienes salariales, no puede ocurrir en un mundo de intercambio desigual que el valor total de los
medios de producción es en general tiempo de trabajo equivalente para el gasto total en medios de
producción. Para los marxistas de la “interpretación estándar” la demostración de Kliman del FMT
únicamente aplica en el mundo de intercambio igual del volumen 1 de El Capital y no puede
aplicar para el mundo de intercambio desigual del volumen 3 de El Capital.
7
3.2.2 La objeción de la “nueva interpretación”
Consideremos las dos proporcionalidades asumidas por Kliman, que el valor bruto total es el
tiempo de trabajo equivalente del ingreso bruto total (o precio total) y que el valor de los medios
de producción es el tiempo de trabajo equivalente del gasto total en medios de producción.
Primero, estas condiciones no son independientes: ambas implican la otra si son
proporcionalidades entre precio y valor del capital variable total y entre la ganancia y tiempo total
de trabajo impago. Debido a que en la “nueva interpretación” ambas de estas últimas condiciones
aplican, es suficiente concentrarse sólo en una de las proporciones asumidas por Kliman.
Consideremos entonces la proposición de que el valor total de los medios de producción es el
tiempo de trabajo equivalente al gasto total en medios de producción. Kliman no presenta
justificación alguna para este supuesto. Pero este supuesto no es trivial porque implica que la
aditividad no puede sostenerse. El valor-trabajo de cada medio de producción individual cuando
se suman entre sí, en general, no será igual en el agregado de tiempo de trabajo equivalente de
Kliman al gasto total en medios de producción. La razón es la misma que la explicada previamente.
Debido a que la producción de cada medio de producción tiene, en general, una composición de
capital diferente, la tendencia competitiva hacia una igualación de la tasa de ganancia provocará
desviaciones valor-precio entre todos los medios de producción y la suma de todos los precios de
producción de estos medios de producción no se mantendrá, por consiguiente, en relación de
proporcionalidad con la suma de sus valores.
3.3. La definición de valor de la TSSI
Esto significa a su vez que si la proporcionalidad agregada ha de mantenerse como afirma Kliman,
entonces el valor se define de manera diferente de lo que convencionalmente se entiende. La
comprensión convencional interpreta a Marx diciendo que el valor es la suma de trabajo abstracto
directo e indirecto contenido en la producción de una mercancía, de tal manera que a nivel unitario
𝜆𝑖 = ∑ 𝑎𝑗𝑖𝜆𝑗 + 𝑙𝑖
𝑗
(3.15)
donde 𝑎𝑗𝑖 es la cantidad del bien j requerida para producir una unidad del bien i y 𝑙𝑖 es la cantidad
de horas de trabajo requeridas para producir una unidad del bien i. Multiplicando por el producto
bruto 𝑥𝑖 y sumando,
𝝀𝒙 = 𝝀𝑨𝒙 + 𝑳 (3.16)
donde A es la matriz de coeficientes insumo-producto.
Pero para Kliman el valor a nivel unitario es la suma de trabajo vivo desempeñado y el valor
equivalente del dinero gastado en medios de producción. Además, debido a que la producción
toma tiempo, el producto aparece un periodo después de que se utilizan los insumos, y por
consiguiente dos periodos y dos expresiones monetarias de tiempo de trabajo están involucradas.
Finalmente, hay transferencias de valor en el proceso de intercambio. A nivel unitario, una suma
monetaria 𝑔𝑖 es transferida al sector i y esta debe contabilizarse en el precio del siguiente periodo.
El valor (positivo, negativo o cero) que es transferido es entonces 𝑔𝑖/𝜏(t). Por tanto, a nivel unitario
8
para los insumos del tiempo t y los productos del tiempo t+1, los precios de mercado están dados
por
𝑝𝑖(𝑡 + 1) =𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡)[∑ 𝑎𝑗𝑖𝑝𝑗(𝑡) + 𝑔𝑖(𝑡)
𝑗
] + 𝜏(𝑡 + 1)𝑙𝑖(𝑡) (3.17)
y los valores están dados por
𝜆𝑖(𝑡 + 1) =1
𝜏(𝑡)[∑ 𝑎𝑗𝑖𝑝𝑗(𝑡)
𝑗
] + 𝑙𝑖(𝑡) (3.18)
En el agregado, las transferencias de valor deben sumar cero, así que multiplicando ambas
ecuaciones por (3.17) y (4.18) por los niveles brutos de producto, y sumando se obtiene
𝑃(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡 + 1)=
1
𝜏(𝑡)𝐩(𝑡)𝐀𝐱 + 𝐿(𝑡) =
𝐶(𝑡)
𝜏(𝑡)+ 𝐿(𝑡) (3.19)
que es por supuesto la ecuación (4.14) de nuevo. Claramente las definiciones de Kliman son
diferentes de lo que sería aceptado tanto por la “interpretación estándar” como por la “nueva
interpretación”.
4. SOBRE LA EXPRESIÓN MONETARIA DEL TIEMPO DE TRABAJO
Kliman considera que la expresión monetaria del tiempo de trabajo en términos de la ecuación
(3.10) como el cociente de precio total respecto a valor total
𝜏(𝑡 + 1) =𝑃(𝑡 + 1)
𝐶(𝑡)𝜏(𝑡)⁄ + 𝐿(𝑡)
(3.20)
y él compara esto con la expresión análoga definida no en términos del cociente de precio bruto
con valor brito pero en términos del cociente de valor añadido en términos de dinero respecto al
valor añadido en términos de tiempo de trabajo. Él muestra entonces correctamente que el cociente
es el mismo sea que se defina en términos brutos o netos (Kliman 2001: 109). Pero de nuevo, su
argumento se basa en la premisa de su identificación del valor total de los medios de producción
con el tiempo de trabajo equivalente al gasto total en medios de producción, esto es, en su
especificación de precio y valor en las ecuaciones (3.17), (3.18) y (3.19). Si uno especificara las
ecuaciones de valor de manera más conveniente como en la ecuación (3.15) y por ende (3.16),
entonces la definición “temporalista” de la expresión monetaria del tiempo de trabajo se vuelve
𝜏(𝑡 + 1) =𝑃(𝑡 + 1)
𝝀(𝑡)𝑨𝒙 + 𝐿(𝑡) (3.21)
Por tanto, realizando la multiplicación cruzada y restando C(t)(1+i) de ambos lados,
𝜏(𝑡 + 1)𝜆(𝑡)𝐴𝑥 − 𝐶(𝑡)(1 + 𝑖) + 𝜏(𝑡 + 1)𝐿(𝑡) = 𝑃(𝑡 + 1) − 𝐶(𝑡)(1 + 𝑖) (3.22)
Reacomodando y utilizando la ecuación (3.5),
9
𝜏(𝑡 + 1) =𝑃(𝑡 + 1) − 𝐶(𝑡)(1 + 𝑖)
𝐿(𝑡)−
𝜏(𝑡)𝝀(𝑡)𝑨𝒙 − 𝐶(𝑡)
𝐿(𝑡)(1 + 𝑖) (3.23)
Para Kliman, la segunda fracción del lado derecho de la ecuación (3.23) se define como cero,
porque su primer término 𝜏(𝑡)𝝀(𝑡)𝑨𝒙 es 𝐩(𝑡)𝑨𝒙, que es C(t). Esto no será en general el caso para
una definición más convencional del valor marxista. Y bajo una definición más convencional de
valor, la ecuación (3.23) no puede ser aceptada.
Esto enfatiza cuán diferente es la especificación del valor y precio es la de Kliman. En efecto,
asumamos las cantidades de tiempo de trabajo directo desempeñado y los coeficientes insumo-
producto son datos dados. Entonces las n ecuaciones de valor, entre las que (4.18) es una tienen
que determinar n precios (del periodo t), n valores (del periodo t+i) y la expresión monetaria del
tiempo de trabajo (del periodo t). Y las n ecuaciones de los precios, entre las cuales (3.17) es una,
tienen que determinar 2n precios (de los periodos t+1 y t), n coeficientes de transferencia (del
periodo t) y dos expresiones monetarias del tiempo de trabajo (de los periodos t+1 y t). Esto es
con dificultades una especificación satisfactoria. Por supuesto podría argumentarse que los precios
del periodo t son datos dados también. Entonces, la expresión monetaria del tiempo de trabajo
provista del periodo t es conocida, cada valor está determinado únicamente sumando los datos
dados en cada proceso de producción y no hay interdependencia alguna. Además, dada la
expresión monetaria de los tiempos de trabajo de los periodos t+1 y t son conocidas, los n
coeficientes de transferencia son suficientes para determinar los n precios. Por consiguiente, una
definición de la expresión monetaria del tiempo de trabajo es importante.
Pero Kliman no provee una. Todo lo que da es la ecuación (3.10). Esto es, él especifica la senda
temporal de la expresión monetaria del tiempo de trabajo y él también define la expresión
monetaria del tiempo de trabajo en el tiempo 0 como positiva y finita. Pero esto es todo.3
5. EL MÉTODO DE LA TSSI
Hasta aquí, este artículo se ha concentrado en los supuestos y las definiciones de Kliman para
mostrar que lo que se encuentra en cuestión es la definición de valor. Esta sección mira la
justificación de la TSSI para su definición de valor.
Kliman argumenta que únicamente la definición de la TSSI puede ser utilizada para replicar la
explicación marxista de la explotación y la ganancia. Él concluye:
De las interpretaciones existentes de la teoría del valor de Marx, únicamente la
interpretación temporal y de sistema único… implica que el plustrabajo es tanto
necesario como suficiente para que exista la ganancia real, bajo condiciones
completamente generales. [Ibid.: 106. Cursivas en el original]
Kliman y McGlone (1999) argumentan a favor de la TSSI en dos sentidos. Primero, ellos presentan
evidencia textual que “sugiere fuertemente” que es “al menos plausible” que la TSSI refleja
fielmente las categorías de valor y precio de Marx. Segundo, algo que es “incluso más
convincente”, ellos argumentan que la TSSI replica las principales proposiciones de Marx
10
(referentes al valor, precio y ganancia) y por tanto “pueden dar sentido a aspectos cruciales de su
teoría del valor que la interpretación estándar (y otros) siempre han encontrado ser incoherentes”
(Kliman y McGlone 1999: 38, 555). Consideremos cada una a la vez.
No existe evidencia textual precisa confirmando que la definición de valor de la TSSI refleja la
categoría de valor de Marx. Por lo contrario, fragmentos de El Capital deben ser interrogados con
preguntas como “¿podría esto plausiblemente ser interpretado como refiriéndose a que el valor es
el tiempo de trabajo equivalente del precio?” para los diversos agregados en los que se avoca la
TSSI. Tales cuestiones interpretativas son notoriamente difíciles de resolver. Esto se combina con
la dificultad de que sólo el volumen q de El Capital fue preparado por Marx para su publicación.
El remanente de lo que se convirtió en los volúmenes 2 y 4, así como los tres volúmenes de Las
Teorías Sobre la Plusvalía, fueron conjuntados con los manuscritos de Marx (algunos escritos
antes y otros después del volumen 1) después de la muerte de Marx. Por tanto, la evidencia textual
es a lo mucho ambigua y no concluyente. Por tanto Kliman argumenta por el enfoque más
hermenéutico de que las citas no son decisivas: una interpretación textual no debería depender de
esta o aquella cita, sino que debe ser capaz de entender el texto como un todo coherente unificado.
Comprender el texto como un todo requiere una comprensión más amplia del contexto,
enfocándose en la replicación de los resultados teóricos del texto. Una interpretación textual exacta
es una que se puede derivar, con base en (una interpretación de) las premisas del texto, (y por
consiguiente replicar) sus conclusiones teóricas. Esto, para Kliman, es el criterio de elección entre
interpretaciones rivales. Consecuentemente, mientras que una crítica de la TSSI podría combatir
con el aparente contraste entre la definición de la TSSI del capital constante y la explicación de
Marx (Marx 1991a: 317-9), esto es menos importante que el criterio de replicación, puesto que
únicamente este último aborda la cuestión de la coherencia global.
Así, dos contraargumentos a la TSSI son posibles: primero, si pudiera mostrarse que un FMT no-
TSSI satisfactoriamente y, segundo si pudiera mostrarse que el FMT de la TSSI no aplica con base
en los supuestos de Kliman. Ambos significarían que (al menos en cuanto al FMT) el “criterio de
reproducibilidad” no sería capaz de distinguir entre interpretaciones rivales y por ello entre
definiciones rivales de valor.
6. ¿ES POSIBLE UN FMT NO-TSSI?
Definamos la “expresión monetaria del tiempo de trabajo” σ como el cociente en términos netos y
no brutos del valor monetario del producto y su valor-trabajo (el primer término del lado derecho
de la ecuación (3.23) si se elimina el argumento del tiempo):
𝜎 =𝑃 − 𝐶
𝐿=
𝐩[𝐈 − 𝐀]𝒙
𝐥𝐱=
𝐩𝐲
𝐥𝐱 (3.24)
Entonces, si la ganancia se define como la diferencia entre el producto neto en términos de dinero
y los salarios totales, y utilizando el argumento de la sección 3.22 de arriba de que el capital
variable en términos de valor-trabajo son los salarios totales divididos por la expresión monetaria
del tiempo de trabajo, se obtiene que
𝜋 = 𝜎𝑆 (3.25)
11
Esto resume las ecuaciones (3.3)–(3.6) (Kliman 2001: 101). La objeción de Kliman es la siguiente:
1. Los productos netos negativos son una característica del mundo real.
2. Por tanto es posible encontrar precios tales que el producto neto en términos de dinero tales
que py sea negativo.
Esto provoca que σ<0 y por consiguiente que la ganancia y el plusvalor tengan signos distintos,
en cuyo caso no se cumple el FMT no-TSSI.
3. El FMT no-TSSI únicamente aplica si se garantiza que el producto neto en términos de dinero
sea positivo. Pero este supuesto vuelve al FMT no-TSSI inaplicable en algún estudio del
mundo real.
Que hay algunos productos netos negativos es innegable. Que haya precios tales que el producto
neto agregado en términos de dinero sea negativo es más dudoso. Kliman insiste que los precios
pueden elegirse arbitrariamente porque un FMT general debe cumplirse bajo todos los posibles
precios y que cualquier elección arbitraria del precio (dando un producto neto negativo en términos
de dinero) es un conjunto posible. Pero esto es una idea falsa. Kliman no explica cómo podrían
surgir sus ejemplos numéricos (ibid..: 100, 104-5) en alguna forma económicamente relevante
desde el proceso de valorización de capitales que compiten entre sí intentando maximizar
ganancia. En efecto, ninguna estructura económica es especificada en absoluto. Es cierto, pero
trivial, que combinaciones de números interpretados como vectores de producto y precios pueden
ser encontrados tal que (para algunas elecciones de duraciones temporales) no pueda probarse un
FMT no-TSSI. Pero las economías en desequilibrio siguen teniendo alguna estructura; si son
tecnológica y económicamente viables pueden reproducirse a sí mismas, los precios no son
aleatorios y el comportamiento no es arbitrario. Un estado de desequilibrio no es uno en el que
absolutamente cualquier cosa pueda pasar. Los ejemplos numéricos de Kliman no dan indicio
alguno respecto a si los resultados son económicamente posibles en el sentido de surgir de un
comportamiento económico. Para ser convincente, un ejemplo numérico tiene que exhibir una
estructura económica capaz de reproducción física en la que los productos netos son el resultado
de elecciones maximizadoras de ganancias y en las que una senda de precios esté determina por
una regla distinta a la imaginación. Entonces, en algún tiempo en particular la multiplicación de
los vectores de producto neto y precio determinan conjuntamente el valor monetario del producto
neto agregado tienen que resultar en un número negativo. Lo mejor que puede decirse sobre los
ejemplos numéricos de Kliman en estos términos es que son seriamente incompletos. Por tanto, él
no ha mostrado concluyentemente que un producto neto agregado negativo en términos de dinero
es económicamente posible.
7. ¿ES VÁLIDA LA PRUEBA DEL FMT DE LA TSSI?
Para probar el FMT, la TSSI realiza los siguientes supuestos:
1. la temporalidad se define con la ecuación (3.4);
2. la comprensión de valor está definida por la ecuación (3.18) y por consiguiente de la ecuación
(3.19); o, de manera equivalente, el valor-trabajo de la canasta de bienes salariales es el tiempo
12
de trabajo equivalente a los salarios totales y el valor-trabajo del total de medios de producción
es el tiempo de trabajo equivalente al valor en términos de ese total;
3. P, C y L son positivos y finitos en todos los periodos temporales;
4. un periodo 0 en el que 𝜏(0) es positiva y finita.
Todas estas son condiciones necesarias subyaciendo la afirmación de Kliman de la superioridad
del enfoque de la TSSI al replicar la explicación de Marx de la relación entre explotación y
ganancias. Nótese que no es sólo la temporalidad lo que distingue el enfoque de Kliman de los
enfoques rivales; la temporalidad definida por la ecuación (3.4) sin duda es una parte de la historia
y una necesaria, pero no más que las otras definiciones y supuestos. Mientras que el FMT no-TSSI
requiere la positividad del producto neto agregado en términos de dinero para que su expresión
monetaria del tiempo de trabajo σ sea positiva, el FMT de la TSSI requiere los supuestos 4 y 5 de
arriba para asegurar que su expresión monetaria del tiempo de trabajo 𝜏 sea positiva en cualquier
periodo. Llamemos a estos las restricciones de signo de la TSSI.
Como una lógica deductiva, el FMT de la TSSI no es convincente. Puesto que, consideremos de
nuevo la ecuación (3.10), la cual puede escribirse como
𝑃(𝑡 + 1) −𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡)𝐶(𝑡) = 𝜏(𝑡 + 1)𝐿(𝑡) (3.26)
o el producto bruto agregado en términos de dinero menos los medios de producción utilizados (en
términos de dinero, ajustados por cualesquiera de los cambios en la expresión monetaria del tiempo
de trabajo) es igual al producto neto agregado en términos de dinero. Pero las restricciones de
signo de la TSSI son que 𝜏 y L siempre son positivas y finitas y por consiguiente también su
multiplicación. Esto es, las restricciones de signo de la TSSI aseguran que el producto neto
agregado en términos de dinero siempre sea positivo. Por tanto, si el producto neto en términos
de dinero puede ser negativo en el mundo real, el FMT de la TSSI es formalmente cierto pero no
aplica al mundo real, y si se insiste que el FMT de la TSSI sí aplica al mundo real, las restricciones
de signo de la TSSI deben ser abandonadas, en cuyo caso el FMT de la TSSI fracasa.
En resumen, Kliman afirma que el enfoque no-TSSI debe asumir la positividad del producto neto
agregado en términos de dinero para que aplique el FMT y esto lo vuelve irrelevante. Su
explicación del FMT de la TSSI está sujeto exactamente a las mismas estenosis.
8. CONCLUSIÓN
La TSSI afirma que sólo es una interpretación de Marx y que se sostiene o cae por cuestiones
interpretativas. La pretensión es que sólo la definición del valor de la TSSI, su noción de
temporalidad y las restricciones de signo de la TSSI permiten una replicación de la explicación
que hace Marx de la explotación, así que la TSSI debe ser la interpretación correcta. ¿Cómo debería
evaluarse esta pretensión?
1. Kliman está en lo correcto de que el producto neto agregado negativo en términos de dinero
invalida el FMT no-TSSI.
13
2. Kliman no ha demostrado convincentemente que un producto neto agregado negativo en
términos de dinero es una posibilidad real.
3. Los supuestos de la TSSI descartan cualquier posibilidad de que un producto neto agregado
negativo en términos de dinero pueda ser negativo.
4. Por tanto no es posible decidir entre los enfoques de la TSSI y no-TSSI a través de un examen
del FMT.
Esto no significa que no es posible discriminar entre los enfoques TSSI y no-TSSI. Pero el criterio
no es la replicación. Un criterio alternativo de demarcación podría considerar los supuestos
requeridos para construir una teoría contemporánea del capitalismo dentro de la tradición marxista
y podría considerar cómo se desempeña la teoría resultante en términos de la explicación empírica
del mundo actual. La recuperación del marxismo como una herramienta analítica sí depende
parcialmente de las respuestas a la pregunta “¿qué dijo realmente Marx y qué significa?” Pero sólo
parcialmente, también depende de lo que una comprensión marxista puede decirnos sobre el
mundo en el que vivimos. Lo que se requiere no es una evaluación de las interpretaciones rivales,
sino una teoría para el mundo actual y su uso en análisis empírico. La construcción de tal teoría
bien podría buscar inspiración en los propios textos de Marx, pero su objetivo es una teoría
coherente para el mundo actual.
La TSSI es problemática en términos de coherencia. Una razón por la que la TSSI provoca
controversia es que su definición del valor y su temporalidad juntas llegan a una proporcionalidad
entre precios y valores, sea que se asuma intercambio de equivalentes o no. Los valores están
plenamente especificados por un conocimiento actual del trabajo, los precios y la senda temporal
de la expresión monetaria del tiempo de trabajo. Por tanto, por ejemplo, el valor de los medios de
producción de la TSSI no tiene relación necesaria con el tiempo de trabajo que fue gastado en la
producción de dichos medios de producción, todos para ser reemplazados hoy. Esta noción de
valor como independiente del trabajo directa e indirectamente gastado, excepto a través de la
expresión monetaria del tiempo de trabajo (no definida), obviamente no es compatible con una
comprensión de la teoría laboral del valor. Y en cuanto se permite que haya capital fijo y cambio
tecnológico, entonces la distinción cuidadosa entre cambios en la cantidad y calidad de trabajo
empleado debe hacerse por un lado, y los cambios en el valor monetario de los inventarios y capital
fijo debido a los cambios en los precios por el otro. Con la insistencia de la TSSI en la contabilidad
de costo histórico y su definición de valores a través de los precios y la (no definida) expresión
monetaria del tiempo de trabajo, las distinciones ciudadanos necesarias entre cambios que se deben
a cambios en el gasto de trabajo y aquellas que son por cambios en los precios son fáciles de
confundir. Y en un análisis empírico es dudoso que la contabilidad de costo histórico pueda ser de
alguna ayuda analítica.
Muchas variantes del marxismo tienen el potencial de decir cosas interesantes sobre el mundo
actual. Si estas incluyen a la TSSI sigue siendo una pregunta abierta porque la TSSI se restringe a
sí misma a ser una “interpretación del texto”. Los adherentes a la TSSI todavía tienen que
demostrar que tienen una teoría que teórica y empíricamente tienen relación con el mundo. En este
sentido, el marco de la TSSI no es convincente.
14
NOTAS
1 Una versión previa de este artículo fue presentada en julio de 2001 en una sesión del seminario
del Grupo de Trabajo Internacional sobre la Teoría del Valor de la Universidad de Greenwich.
Estoy agradecido con Andrew Kliman para una discusión subsecuente a través de correos
electrónicos y con Alfredo Saad-Filho, Roberto Veneziani y los réferis de Capital & Class por sus
útiles comentarios. Ninguno de ellos es responsable por errores que permanezcan. 2 Kliman establece primero el supuesto en su breve delimitación de la “nueva interpretación”
(ibid..: 101) pero no lo explica. 3 Este punto es enfatizado en Veneziani (2004). Una manera de proceder es investigar lo que se
implica si la expresión monetaria del tiempo de trabajo permanece constante a lo largo del tiempo.
Esto no tiene sentido salvo que los precios y los tiempos de trabajo también sean constantes a lo
largo del tiempo. En estas circunstancias (de equilibrio), la ecuación (3.20) muestra que la
expresión monetaria del tiempo de trabajo está bien definida como el cociente del valor añadido
monetario agregado con el valor añadido laboral agregado. Pero entonces las ecuaciones (3.17) y
(3.18) muestra que los precios y valores son idénticas pero para los coeficientes de transferentes.
Ninguno de estos es muy satisfactorio. Además, Veneziani (2004), ver también Mongiovi (2002)
para una crítica del rol jugado en la TSSI por los coeficientes de transferencia. {El texto original de Mohun cita una versión mimeografiada de 2004 de Veneziani (2004)}
1
Capítulo 4
Derivando un PNP negativo
Andrew J. Kliman
Simon Mohun (2003: 98 {capítulo 3 de este libro}) ha argumentado (Kliman 2001 {capítulo 2 de
este libro}) no “mostró concluyentemente” que un precio negativo del producto neto (PNP) es
“económicamente posible en el sentido de surgir de un comportamiento económico”. Los
siguientes dos ejemplos derivan un PNP negativo precisamente en la manera en que Mohun insiste
y, por consiguiente, demostrando que un PNP negativo es en efecto “económicamente posible” en
su sentido.
En ambos ejemplos hay dos sectores (1 y 2) en la economía. Los salarios son parte del capital
adelantado y 𝑎𝑖𝑗 y ℓ𝑗 son las cantidades del bien i y de trabajo vivo necesarias para producir una
unidad del bien j. No hay capital fijo. El precio del bien 1, la mercancía dinero, equivale a 1 y 𝑃2
es el precio del bien 2. El producto bruto del bien j es 𝑋𝑗 y el nivel de producto normal de cada
bien satisface exactamente la necesidad por él.
Ejemplo 1
Todas las 𝑎𝑖𝑗 = 𝑎 < 0.5 y ambos ℓ𝑗 = ℓ. La tasa salarial en dinero por unidad de trabajo vivo es
𝑤 < (1 − 2𝑎)/ℓ. Normalmente 𝑋1 = 𝑋2 y debido a que 𝑎 < 0.5, los productos netos de ambos
bienes son positivos. Sin embargo, hoy el producto neto del bien 2 es negativo (𝑋2 < 𝑎(𝑋1 + 𝑋2)) debido a un paro laboral de un día en parte del sector 2. Si las tasas de ganancia son igualadas,
entonces 𝑃2 sería igual a 1 y la tasa de ganancia sería positiva, lo cual implica que el PNP sería
también positivo. Sin embargo, el sector 2 es un monopolio regulado. Debido a un error de registro
de datos, la autoridad regulatoria ha establecido 𝑃2 a un nivel tal que
𝑃2 >𝑋1 − 𝑎(𝑋1 + 𝑋2)
𝑎(𝑋1 + 𝑋2) − 𝑋2> 1,
y por consiguiente el PNP es negativo.
Al final del día los estadistas en la autoridad regulatoria descubren el error y 𝑃2 es reducido a 1.
Así, la tasa de ganancia será positiva e igual en ambos sectores al inicio de mañana. Además, la
baja actividad del sector 2 sólo fue temporal y existen suficientes reservas del bien 2, así que la
producción puede retomarse mañana a niveles que otra vez iguale la demanda.
2
Ejemplo 2
El consumo de los trabajadores en ambos sectores es 1/202 unidades del bien 1 y 1/202 unidades
del bien 2, el trabajo vivo por unidad es 𝑎11 = 𝑎22 = 0.1, 𝑎12 = 𝑎21 = 0.89 y ℓ1 = ℓ2 = 0.01.
Los capitalistas maximizan tasas internas de retorno (IRR por sus siglas en inglés) y las IRRs se
igualan continuamente. Durante el día 𝑋1 = 1 y 𝑋2 = 99, durante la noche 𝑋1 = 99 y 𝑋2 = 1.
(Los niveles de producto alternados resultan de decisiones que maximizan ganancias.) Es costoso
y no redituable contratar trabajadores de noche por lo que ambos producen durante su tiempo de
día. Pero casi todo lo del sector 2 se encuentra ubicado a doce horas de donde se encuentra la
mayoría del sector 1.) Los periodos duran la mitad de un día. En periodo 0 y antes la economía se
encuentra en un equilibrio estático. 𝑃20 = 1, la IRR=1 por ciento y el PNP es positivo. (𝑃2𝑡, el
precio como producto del bien 2 en el periodo t es el precio como insumo en el periodo t+1. 𝑃2𝑡,
los otros datos y la condición de IRR igual es suficiente para determinar 𝑃2𝑡+1.)
Sin embargo, comenzando el periodo 1 (de día), el sector que es una industria extractiva
experimenta un retroceso técnico; 0.11123 < 𝑎11′ < 0.11969. La economía rápidamente
converge a un nuevo equilibrio estático en el que IRR y por ello el PNP son de nuevo positivos.
Sin embargo, la senda de 𝑃2 es tal que el PNP es negativo al menos durante el periodo 1 y quizás
hasta el periodo 18.
1
Capítulo 5
Explotación, ganancias y tiempo
Roberto Veneziani
{El material de este capítulo apareció originalmente como la sección 3 de Veneziani (2004). El
contenido de este artículo consiste en críticas de la interpretación temporal y de sistema único
(TSSI) de la relación entre valor y precio y la ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia de
Marx. La respuesta de Kliman y Freeman a Veneziani publicada en el capítulo 9 de este libro
también aborda estas críticas.}
En esta sección se examina la teoría TSS de la explotación enfocándose en el análisis formal de
Kliman (2001) {capítulo 2 de este libro}. De acuerdo con los autores de la TSS, aun haciendo a
un lado los conocidos problemas relacionados con la producción conjunta (Steedman 1977), todas
las interpretaciones simultaneistas de la teoría del valor de Marx, y no sólo la estándar, son
incompatibles con la teoría de la explotación de Marx porque “en aquellos sistemas en los que los
precios y valores de los insumos son determinados simultáneamente con los precios y valores de
los productos, la extracción de plustrabajo es insuficiente y, generalmente, innecesarios para la
existencia de una ganancia positiva” (Kliman 2001: 97). Por lo contrario, las afirmaciones (c)–(f)
prueban que la interpretación TSS “es tanto necesario como suficiente para que haya ganancia
positiva” (ibid., 106) y así sólo bajo la TSS se cumple la teoría de la ganancia basada en la
explotación de Marx.1
En la interpretación estándar el vínculo entre plustrabajo y ganancias está dado por el teorema
fundamental marxista (FMT; [Okishio 1963])2 que en la generalización probada por Roemer
(1981) –y utilizada por Kliman (2001) como base del análisis– podría enunciarse de la siguiente
manera:3 si 𝜆𝑒 = 𝑙(𝐼 − 𝐴)−1 es el vector de valores-trabajo contenidos y 𝜑𝑡 = (𝐼 − 𝐴 − 𝑏𝑤𝑙)𝑥𝑖 es
el vector de productos netos. Con una solución reproducible (Roemer 1981: 19) es un vector 𝑝𝑡 de estado estacionario tal que en cada t los capitalistas maximizan ganancias, los bienes
consumidos son reemplazados, los trabajadores reciben un salario de subsistencia –que implica
que 𝜙𝑗𝑡 ≥ 0, todo j en todo t– y las dotaciones son suficientes para los planes de producción. Dado
que en la interpretación estándar 𝛱𝑡 = 𝑝𝑡𝜙𝑡 y 𝑆𝑡 = (𝑙 − 𝜆𝑒𝑏𝑤𝑙)𝑥𝑖 = 𝜆𝑒𝜙𝑡 entonces el FMT
(Roemer 1981: 48, teorema 2.11) prueba que bajo expectativas estacionarias en una solución
reproducible dado el requerimiento de un 𝜙𝑡 no negativo en todo t, 𝛱𝑡 > 0 i y sólo si 𝑆𝑡 > 0 en
todo t.
Kliman (2001), a través de ejemplos numéricos sostiene que si se adopta una definición de
reproducibilidad diferente que requiere, por ejemplo, que todos los productos netos sean positivos
durante un periodo de tiempo lo suficientemente largo pero se permite que 𝜙𝑗𝑡 < 0, algunos j en
algunos t, entonces existen economías reproducibles en las que 𝜆𝑒 y 𝑝𝑡 son tales que 𝛱𝑡 > 0
mientras que 𝑆𝑡 < 0 para algunos t y viceversa. Aunque esto no refuta el FMT, de acuerdo con
2
Kliman, muestra que el FMT es teóricamente insatisfactorio porque únicamente se sostiene bajo
la definición restrictiva e irrealista de la definición de reproducibilidad de Roemer.
De manera similar, en la “nueva interpretación” 𝛱𝑡 = 𝑝𝑡(𝐼 − 𝐴 − 𝑏𝑤𝑙)𝑥𝑡 y 𝑆𝑡 = 𝑙𝑥𝑡 −
𝑝𝑡𝑏𝑤𝑙𝑥𝑡/𝜀𝑡NI, donde 𝜀𝑡
NI = 𝑝𝑡(𝐼 − 𝐴)𝑥𝑡/𝑥𝑡 y por consiguiente 𝛱𝑡 = 𝜀𝑡NI𝑆𝑡. Sin embargo, salvo que
(𝐼 − 𝐴)𝑥𝑡 es un vector no negativo 𝜀𝑡NI puede ser negativa dependiendo de 𝑝𝑡: de acuerdo con
Kliman, esta característica devela “una falla conceptual seria en la afirmación de que la expresión
monetaria del valor añadido por el trabajo vivo puede medirse con el precio del producto neto”
(Kliman [2001, 102]) y prueba que incluso en la “nueva interpretación” 𝑆𝑡 > 0 no es suficiente
para tener 𝛱𝑡 > 0.
Hay diversas razones por las que estos argumentos parecen no ser convincentes. Consideremos,
por ejemplo, la interpretación estándar: aun cuando el FMT generalizado permite que diferentes
conjuntos de producción disponibles para los capitalistas y por ello para tasas de ganancia no
uniformes (Roemer 1981: 47–50), no es cierto que “examinan la relación entre la ganancia y el
plustrabajo bajo todos los posibles precios de mercado” (Kliman 2001: 100).4 Incluso si uno
cuestiona el requerimiento de que 𝜙𝑗𝑡 > 0, algunos j en algún t claramente no están en una
solución reproducible como se definió antes, pero no se proporciona una definición alternativa: su
estructura dinámica y los comportamientos de los capitalistas simplemente no son analizados. Aun
cuando puedan “reproducir”se a sí mismos en un sentido meramente físico, no se proporciona
argumento alguno para mostrar que están en una solución de (des)equilibrio “reproducible”.
Incluso en una senda no estacionaria, es improbable que los vectores de precios y valores en los
ejemplos de Kliman sean el resultado de una economía con capitalistas que maximizan ganancias.
Por ejemplo, Kliman (2001: 101–2) afirma que en el enfoque estándar es posible tener 𝛱𝑡 < 0
cuando 𝑆𝑡 > 0. Sin embargo, dada la tecnología con capital circulante que no se deprecia, los
capitalistas nunca operarían actividades con ganancias negativas, esto es, 𝑥𝑖𝑗 = 0 para todos los
bienes j tales que 𝜋𝑖𝑗 = 0 y por consiguiente 𝛱𝑡 ≥ 0.5
En general, debido a la falta de un marco dinámico adecuado con una definición de
reproducibilidad y equilibrio (o, dada la postura metodológica de la TSS, un modelo de dinámica
de desequilibrio), las críticas de Kliman tanto de la interpretación estándar y de la “nueva
interpretación” se reducen a una verdad trivial y un enunciado algebraico sin interés tal que hay
combinaciones arbitrarias de variables tales que 𝛱𝑡 < 0 cuando 𝑆𝑡 > 0 y viceversa; esto es,
respecto a la afirmación de que en un desequilibrio concebido como un estado donde “todo vale”,
las variables pueden tomar cualquier valor arbitrario de modo que el FMT no se cumpla y la MELT
de la “nueva interpretación” pueda ser negativa. Apelando al “Mundo real”, afirmando que el
postulado de productos netos negativos “es violado en toda economía real [y] los teoremas no
aplican al mundo real” (Kliman 2001: 103) no vuelve más convincente al argumento.
Más importante, aun asumiendo por el bien del debate que las críticas de Kliman (2001) son
convincentes, es difícil ver cómo el enfoque TSS podría proveer una interpretación superior de la
teoría de la explotación de Marx como sostienen los autores de la TSS basados en las afirmaciones
(c)–(f). Consideremos la ecuación de la TSS que describe la dinámica de la MELT temporalista
3
(Kliman 2001: 107) que en el marco lineal adoptado en este artículo puede derivarse al multiplicar
(1) con 𝑥𝑖:6
𝑝𝑡+1𝑥𝑡𝜀𝑡+1
−𝑝𝑡𝐴𝑥𝑡𝜀𝑡
= 𝑙𝑥𝑡 (5.1)
De acuerdo con la “examinación de [(8)] muestra que si [𝑝𝐴𝑥], [𝑙𝑥], [𝑝𝑥], y la condición inicial
[𝜀0] son positivas y finitas, entonces todos los términos subsecuentes de la serie [de 𝜀] también
deben ser positivas y finitas” (ibid.., 108). Por tanto, las afirmaciones (c)–(f) se sostienen,
probando que, de las interpretaciones existentes de la teoría del valor de Marx sólo bajo el enfoque
de la TSS “la teoría de la ganancia basada en la explotación es sostenible” (ibid.., 106): en especial
porque por (4) y (5) 𝛱𝑡𝑅 = 𝜀𝑡𝑆𝑡 entonces 𝛱𝑡
𝑅 > 0 si y sólo si 𝑆𝑡 > 0.
Esta conclusión algebraicamente correcta requiere el cuestionamiento: ¿por qué 𝜀0 debería ser
positiva en primer lugar? (5.1) describe a lo mucho el movimiento de la MELT pero no la define
y así no dice algo sobre el signo de 𝜀0, mientras que el modelo TSS (1)–(7) está inherentemente
indeterminado. (Además, (5.1) muestra vigorosamente que el supuesto de la TSS 𝜀𝑡 = 1, para
todo t, es totalmente arbitrario fuera de un estado estacionario.)7
Desde una perspectiva dinámica uno podría argumentar que para t grande, 𝜀𝑡 converge a algún
valor positivo finito sin importar 𝜀0. Pero entonces debe adoptarse un argumento de estado
estacionario en contradicción con la retórica de “desequilibrio” de la TSS y en cualquier caso nada
garantizaría que 𝜀𝑡 ≥ 0 más allá del estado estacionario. De nuevo, el resultado deseado sólo puede
ser obtenido asumiendo arbitrariamente que 𝜀𝑡 ≥ 0, esto es, asumiendo 𝜀𝑡 ≥ 0 para todo t, lo cual
es asumir a priori las afirmaciones (c)–(f) –y, en efecto las afirmaciones (a) y (b) y la solución al
problema de la transformación– se sostienen.8 Así, el énfasis en la valuación histórica versus la
simultánea parece estar mal ubicada y el enfoque TSS no ofrece una interpretación “superior” de
la teoría de la explotación de Marx: ninguna visión nueva es ganada con respecto a los enfoques
alternativos, mientras que se pierde mucho en términos del rigor analítico y claridad conceptual.
NOTAS
1 {La frase de Veneziani “afirmaciones (c)–(f)”, y su frase “afirmaciones (a) y (b) que aparecen al
final de este capítulo de este capítulo se refieren a la siguiente afirmación de Kliman y McGlone
(1999: 55): “hemos mostrado que, bajo la interpretación temporal y de sistema único: (a) todas las
igualdades valor-precio de Marx se cumple, (b) los valores no pueden ser negativos, (c) la ganancia
no puede ser positiva salvo que el plusvalor sea positivo, (d) el valor de la producción ya no es
irrelevante para la determinación del precio y la ganancia, € la tasa de ganancia es invariante ante
la distribución de la ganancia [y] (f) la productividad en las industrias de lujo afecta la tasa general
de ganancia.”} 2 Para un estudio ver, por ejemplo, Desai (1991). 3 {La notación de Veneziani es básicamente la misma a la utilizada por Kliman en el capítulo 2.
Las principales diferencias son que Veneziani usa 𝜀NI y 𝜀 para referirse a la expresión monetaria
del tiempo de trabajo (MELT) en la nueva interpretación y en la TSSI respectivamente}
4
4 En Kliman (2001) no hay un análisis de las elecciones de los capitalistas: si pueden operar todas
las actividades de la tecnología lineal el único posible equilibrio p es el vector de tasa de ganancia
igual (ver Roemer 1981: 20, teorema 1.2) y todos los “resultados” de Kliman (2001) están
injustificados. 5 Si no es posible descomponer A como en Roemer (1981: 48), la economía de Kliman
simplemente no es viable. 6 {Aquí y más adelante, Veneziani se refiere a sus ecuaciones (1) a (7) que aparecen antes en su
artículo. Estas ecuaciones pertenecen a los siguientes aspectos de la teoría de Marx como son
entendidos por la TSSI: (1) los precios de las mercancías; (2) valores de las mercancías; (4) la
suma de las diferencias a nivel de toda la economía entre valores y precios; (4) ganancia real 𝛱𝑅;
(5) plusvalores, S; (6) precios de producción; y (7) la tasa general de ganancia.} 7 {En el capítulo 9 Kliman y Freeman argumentan que Veneziani está mal cuando él afirma que
“el valor de 𝜀 está fijo de una manera arbitraria ad hoc…su valor está determinado por los datos”
(énfasis en el original) y en general no es igual a uno.} 8 Conclusiones similares son alcanzadas por Mohun (2003) {capítulo 3 de este libro} en su análisis
de Kliman (2001).
1
Capítulo 6
Reproduciendo con exactitud a Marx: una respuesta a Mohun
Andrew Kliman y Alan Freeman
Lo “arbitrario” se coloca en oposición a lo “natural” sólo si uno intenta designar la
manera en que los signos han sido establecidos.
–Michel Foucault, El orden de las cosas
INTRODUCCIÓN
Kliman (2001 {capítulo 2 de este libro} mostró que las interpretaciones “simultaneistas” –las
cuales sostienen que Marx valuó los insumos y los productos simultáneamente– contradicen la
teoría de la ganancia basada en la explotación de Marx, mientras que la interpretación temporal y
de sistema único (TSSI) coincide con ella. Mohun (2003 {capítulo 3 de este libro}) llaman a
cuestionar estas demostraciones; este texto las defiende.1
La crítica de Mohun es la primera a la TSSI que aborda la controversia interpretativa de manera
seria y metódica. Él acepta que la adecuación relativa de las interpretaciones exegéticas, tales como
las explicaciones simultaneistas y temporalistas, pueden ser evaluadas únicamente con base en un
claro “criterio de elección”.2 Él utiliza lo que él llama “criterio de replicación”: “Una interpretación
textual exacta es una que se puede derivar, con base en (una interpretación de) las premisas del
texto, (y por consiguiente replicar) sus conclusiones teóricas” (pp. 96-97).
Esta clara y rigurosa prueba de adecuación interpretativa se deriva de la postura hermenéutica
estándar donde las interpretaciones tienen que entender al texto como un todo coherente. Propuesta
por George Sigler, la prueba ha sido adoptada por otros historiadores del pensamiento económicos
lideres y por los proponentes de la TSSI (ver Kliman 2002). No obstante, la controversia de la
teoría del valor ha permanecido irresuelta por décadas porque los críticos de la TSSI se rehúsan a
adoptar esta prueba. La contribución de Mohun muestra que existe una vía para salir de este
impasse.
LA DEFENSA DE MOHUN DE LAS INTERPRETACIONES SIMULTANEISTAS
Kliman (2001) probó que la teoría de la ganancia de Marx es contradicha por todas las
interpretaciones simultaneistas –es decir, la interpretación estándar (Bortkewicziana), la “nueva
interpretación” (NI), y las interpretaciones simultáneas de sistema único (SSSI). Utilizando sus
definiciones de plustrabajo y ganancia, él exhibió casos lógicamente posibles en los que
1. la ganancia es positiva aunque el plustrabajo no, lo cual muestra que el plustrabajo no es
necesario para la ganancia;
2
2. el plustrabajo es positivo aunque la ganancia no, lo cual muestra que el plustrabajo no es
suficiente para la ganancia.
Estos resultados contradicen directamente tres décadas de afirmaciones de que el famoso “teorema
marxista fundamental” (FMT) probó que la interpretación estándar implica que el plustrabajo es
tanto necesario como suficiente para la ganancia.
Mohun sostiene que los resultados de Kliman son fatalmente incompletos. Él cuestiona meramente
si el precio monetario agregado del producto neto (PNP) puede ser negativo. Esto no tiene relación
alguna con la cuestión de la necesidad. Kliman probó –sin asumir que el PNP es negativo– que
todas las interpretaciones simultaneistas implican que el plustrabajo es innecesario para la
ganancia. Al no abordar estas pruebas, Mohun concede el punto (1): que el plustrabajo es
innecesario para la ganancia bajo todas las interpretaciones simultaneistas.
Kliman también probó, sin asumir un PNP negativo, que el plustrabajo es insuficiente para la
ganancia bajo la interpretación estándar. La negatividad del PNP es, por consiguiente, relevante
únicamente para el punto (2) –suficiencia– y únicamente con respecto a la NI y a las SSSI.
Entonces, la única cosa que Mohun defiende en realidad es la afirmación de que el plustrabajo es
suficiente para la ganancia bajo la NI y las SSSI. Ahora bordamos esta afirmación.3
La NI y la SSSI implican que el plustrabajo y la ganancia deben tener el mismo signo cuando el
PNP es positivo. Asumamos por un momento que se necesita que siempre sea positivo. ¿Esto hace
que el plustrabajo sea suficiente para la ganancia? No. Es insuficiente porque las ganancias
positivas requieren algo más que plustrabajo –es decir, un PNP positivo.
Si los productos netos de todos los bienes fueran siempre positivos, como en la mayoría de las
versiones del FMT asumen, entonces el PNP también siempre será positivo. Mohun concede,
crucialmente, que este supuesto es falso: “Que hay algunos productos netos negativos es
innegable” (p. 98). Pero siempre que hay algunos productos netos negativos existe lógicamente la
posibilidad de conjuntos de precios que resultan en un PNP negativo y así la ganancia negativa a
pesar de un plustrabajo positivo. Por tanto, Mohun acepta implícitamente que el plustrabajo es
insuficiente para la ganancia.
Debido a que existen productos netos negativos, como todos concordamos, el signo del PNP
depende del tamaño de los coeficientes de insumos-productos materiales y la medida en que los
precios se desvían de un equilibrio hipotético. Ya sean los coeficientes insumo-producto o las
desviaciones suficientemente grandes, entonces el PNP sería negativo. Esto podría ocurrir incluso
satisfaciéndose las condiciones Hawkins-Simon, esto es, incluso si la reproducción física continua
y el crecimiento de la economía fueran posibles (ver Kliman 2001: 103-5). Sin embargo, dados
coeficientes insumo-productos pequeños, el PNP seguiría siendo positivo incluso cuando hay
grandes desviaciones respecto al equilibrio.4
Considerando este último hecho, Mohun rechaza la refutación de Kliman de la insuficiencia del
teorema. Él afirma que no se “ha mostrado concluyentemente” que un PNP negativo es
“económicamente posible en el sentido de surgir de un comportamiento económico” (p. 98). Esta
objeción es completamente irrelevante. Repetimos: el plustrabajo sería insuficiente para la
3
ganancia incluso cuando el PNP siempre fuera positivo porque la ganancia positiva requiere algo
más que el plustrabajo. Requiere coeficientes insumo-producto pequeños y desviaciones respecto
a un equilibrio hipotético relativamente modestas –los factores reales que hacen que el PNP sea
positivo. Si los coeficientes y las desviaciones fueran lo suficientemente grandes, entonces la
ganancia sería negativa sin importar la existencia de plustrabajo. Por tanto la NI y las SSSI
contradicen claramente la conclusión de Marx (1894 [1981]: 270, énfasis añadido) de que el
plustrabajo es “la fuente exclusiva de la ganancia.”
Algunos comportamientos económicos pueden asegurar quizás que el PNP es positivo, pero no
pueden hacer que el plustrabajo sea suficiente para la ganancia. El mismo hecho de que la ganancia
depende de algo más que el plustrabajo –un comportamiento económico “adecuado”– significa
que el plustrabajo es insuficiente. El llamado de Mohun a un comportamiento prueba, por
consiguiente, exactamente lo opuesto de lo que pretende. Es una admisión tácita de la insuficiencia.
Sin embargo, él parece sugerir que la prueba de Kliman de la insuficiencia era una prueba ilegítima
dado que ocupaba precios “arbitrarios” (p. 98). Pero aquellos precios eran perfectamente legítimos.
El FMT de Okishio y Morishima consideraban la relación entre plustrabajo y ganancia bajo todos
los precios positivos. Kliman hizo lo mismo. Él encontró casos en los que el plustrabajo es positivo
mientras que la ganancia es negativa. Esto refutó la suficiencia –punto.
Una cuestión crucial de lógica está en juego aquí: un teorema de suficiencia únicamente es cierto
si aplica universalmente, esto es, únicamente si no existen excepciones lógicamente posibles. (Si
las excepciones son “económicamente posibles” es irrelevante. Después de todo, la mayoría de los
teoremas de suficiencia no tienen relación alguna con la economía). Un único contraejemplo refuta
un teorema que se dice aplica universalmente. Por tanto, el balón se encuentra en la cancha de
Mohun y no en la nuestra. Él debe mostrar ya sea que el contraejemplo de Kliman es lógicamente
imposible o conceder que el teorema de suficiencia ha sido refutado. Sugerir que el teorema sí
aplica cuando uno ignora las excepciones inconvenientes (“arbitrarias”) es cometer una ofensa
grave en contra de la lógica.5
Un teorema matemático correctamente formulado no es un par de jeans punk de diseñador. No es
una bolsa parchada de excepciones aleatorias y restricciones elaboradas para su muestra. Es una
secuencia coherente de deducciones desde un conjunto definido de premisas enunciadas antes, no
después, de que se identifican las excepciones. Si Mohun quiere restringir al FMT a casos “no
arbitrarios” y “económicamente posibles” existe una forma adecuada de hacerlo. Él debe conceder
primero que el teorema como es enunciado actualmente es falso. Después él tiene que formular un
teorema revisado comenzando con una definición clara de circunstancias “no arbitrarias” y
“económicamente posibles” y finalizando con una prueba de que el PNP debe ser positivo bajo
esas circunstancias.
Hay razones fuertes para duda que tal teorema es posible. Dos ejemplos en Kliman (2003 {capítulo
4 de este libro}) deriva un PNP negativo precisamente de la manera en que Mohun (p. 98) insiste
y, por consiguiente, demuestra que un PNP negativo es en efecto “económicamente posible” en su
sentido. Pero incluso si tal teorema fuera posible, no probaría la suficiencia, ni negaría el hecho de
que la NI y la SSSI contradicen la teoría de Marx. Simplemente aclararía sus implicaciones.
4
LA CRÍTICA DE MOHUN A LA TSSI
Mohun (pp. 98-99) sostiene que la TSSI no logra replicar la teoría de la ganancia de Marx (y
precisamente por la misma razón que la NI y las SSSI no lo logran). Esta afirmación se basa en un
error matemático.
Siempre que el PNP es negativo, él sostiene, la expresión monetaria del tiempo de trabajo (MELT)
temporalista también debe ser negativa y, por consiguiente, el plustrabajo y la ganancia real deben
tener signos opuestos. Esto es incorrecto. Mohun simplemente ha malinterpretado el lado izquierdo
(LHS por sus siglas en inglés) de su propia ecuación (3.26):
𝑃(𝑡 + 1) −𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡)𝐶(𝑡) = 𝜏(𝑡 + 1)𝐿(𝑡) (6.1)
donde P es el precio agregado del producto, 𝜏 es la MELT temporalista, C denota los gastos
monetarios en capital constante usado y L es trabajo vivo.
Ahora Mohun afirma que el LHS es el PNP. Si eso fuera cierto, entonces 𝜏(t+1) sin duda seria
negativo siempre que el PNP es negativo (dado que L es positivo). Sin embargo, el LHS y el PNP
no son iguales. El LHS es igual a la MELT temporalista multiplicada por L, mientras que el PNP
es igual a la MELT simultaneista multiplicada por la MELT.
El siguiente ejemplo muestra que las dos MELTs difieren y, más importante, refuta la afirmación
de Mohun de que la MELT temporalista debe ser negativa siempre que el PNP es negativo. Se
produce un único bien. Su precio p es constante, al igual que el producto bruto x, el insumo no
laboral a y L. Asumamos que p=x=L=1 y que a>1. El PNP es
𝑝(𝑥 − 𝑎)
y la MELT simultaneista es
𝑝(𝑥 − 𝑎)/𝐿
Ambas son iguales a 1 − 𝑎; siempre son negativos. Sin embargo, 𝑃 = 𝑝𝑥 = 1 y 𝐶 = 𝑝𝑎 = 𝑎 para
todo t, (6.1) se vuelve
1 − (𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡)) 𝑎 = 𝜏(𝑡 + 1) (6.2)
Aislando 𝜏(t+1) del LHS obtenemos
𝜏(𝑡 + 1) = (𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡) + 𝑎) (6.3)
5
lo cual muestra claramente que si la condición inicial 𝜏(0) es positiva, entonces todos los valores
subsecuentes de 𝜏 también deben ser positivos. Y Consecuentemente, el plustrabajo y la ganancia
real tienen el mismo signo.
Esta conclusión aplica de manera general. Kliman (2001: 106-8) probó el siguiente teorema: si P,
C, L y 𝜏(0) son positivos y finitos, entonces 𝜏 siempre debe ser positiva.6 De esto sigue que el
plustrabajo y la ganancia real, como los entiende la TSSI, siempre deben tener el mismo signo.
Mohun (p. 99) reconoce que este teorema es cierto. Sin embargo, como él malinterpreta la ecuación
(6.1), él niega que el teorema aplique a casos con PNP negativos. El ejemplo de arriba muestra
que sí aplica.
Sin embargo, el teorema de Kliman también ha sido desafiado por otra razón. Veneziani (2004: 6,
15) objeta fuertemente sus premisas, afirmando que la MELT está “indefinida” y por consiguiente
que la positividad de 𝜏(0) es un “supuesto arbitrario”. Él objeta incluso el “supuesto” (sin el que P
y C podrían ser negativos) que algunos precios son positivos y ninguno es negativo. Mohun
también llama a las premisas como “restricciones de signo” y “supuestos” (p. 99) y sostiene que
la MELT se encuentra “indefinida” (p. 101).
Para eliminar estas objeciones de una vez por todas ahora probaremos que las “restricciones de
signo” desafiadas deben ser ciertas. Nótese primero que la MELT temporalista no está
“indefinida”. Como Mohun (p. 94) reconoce (antes de contradecirse) es “el cociente del precio
total y el valor total”. Así, la MELT existe únicamente cuando se produce valor, esto es,
únicamente bajo la producción de mercancías. Por tanto, nuestra primera prueba presupone la
existencia de la producción de mercancías.
Prueba de que P>0, C≥0 bajo producción de mercancías
La producción de mercancías es incompatible con casos en los que todos los precios son cero. Los
precios negativos “existen” en la teoría económica púnicamente por virtud de una ocurrencia en la
definición. Por ejemplo, el enunciado de que la basura tiene un precio negativo realmente significa
que su “comprador” es el vendedor de un servicio de recolección de basura que se vende por un
previo positivo.
Así que cualquier precio que erróneamente ha sido designado como “negativo” puede hacerse
positivo al reestablecer al vendedor y al comprador en las posiciones correctas. Por tanto, ningún
precio es negativo y algunos son positivos bajo la producción de mercancías. Y debido a que los
insumos y los productos brutos no pueden ser negativos y algunos productos deben ser positivos
bajo la producción de mercancías, P>0, C≥0.
Prueba de que la MELT temporalista es inicialmente positiva y finita
Por definición, el precio de cualquier objeto –sea mercancía u otro activo– es la multiplicación
entre 𝜏 y la cantidad de trabajo que el objeto comanda en el intercambio. También, por definición,
el “precio” de una unidad de dinero es igual a uno. En cualquier fecha seleccionada arbitrariamente
como la “inicial”, una unidad de dinero comandaba una cantidad positiva y finita de trabajo –uno
6
podría comprar una cantidad finita de productos de trabajo con ella. Por tanto, 𝜏 también era
positiva y finita inicialmente.
Podría argumentarse que el dinero no comandaba inicialmente trabajo alguno que contara como
valor porque los productos en existencia al inicio de la producción de mercancías no eran
producidos como mercancías. Bajo esta interpretación de la teoría de Marx, los insumos utilizados
al inicio de la producción de mercancías no transfirieron valor a los productos producidos. Por
tanto, el valor total de las mercancías (en términos de tiempo de trabajo) fue al inicio únicamente
el trabajo vivo extraído, una cantidad positiva. Como se demostró antes, el precio total siempre era
positivo. Por tanto, la MELT inicial, el cociente entre el precio total y el valor total, también era
positivo.
CONCLUSIÓN: UNA VEZ MÁS SOBRE LA REPLICACIÓN
En su conclusión, Mohun afirma que la TSSI no es mejora que las interpretaciones simultaneistas
al replicar las conclusiones teóricas de Marx (p. 100). Esta nota ha demostrado, por lo contrario,
que la TSSI logra replicar la teoría de la ganancia de Marx mientras que la interpretación
simultaenista falla. Hay muchos otros casos como este y ninguno en el que la interpretación
simultaenista replica a Marx y la TSSI falle.
Dos puntos quedan por ser abordados, ambos pertenecen a la aplicación inconsistente que hace
Mohun del criterio de replicación. Su adopción de un criterio es un paso crucial que abre la vía
para un dialogo constructivo. La aplicación consistente del criterio aclararía aun más escombros
de la senda abierta.
Primero, Mohun parece sugerir que uno puede rechazar legítimamente la TSSI en favor de otras
interpretaciones exegéticas, aun cuando replica las conclusiones de Marx y las otras no. Él implica
que la TSSI es inaceptable porque comprende el concepto de valor de Marx “de manera diferente
de lo que convencionalmente se entiende” (p. 93, énfasis en el original) –como si la confirmación
de una sabiduría convencional, y no la habilidad de una interpretación al deducir las conclusiones
teóricas de un autor, fuera la prueba de lo adecuado. Por ejemplo, cuando Mohun nota que los
críticos de la TSSI no se verán convencidos por la prueba que coincide con la teoría de la ganancia
de Marx porque no aceptarían su “definición del valor” (p. 98), él no parece ver algo malo en esa
actitud.7 Pero ¿qué pensaría él de los críticos de Einstein quienes se rehusaron a ser convencidos
por la teoría general de la relatividad porque rechazaban su “definición de tiempo”? ¿Esto
constituyó una refutación de su teoría?
No es científico y es dogmático pedir que una interpretación o teoría convenza a sus críticos. Todas
las interpretaciones y teorías nuevas desafían las definiciones reconocidas. La única manera de
evitar que aquellos quienes controlan las revistas –y detrás de ellos, quienes financian las escuelas
universitarias– de dictar lo que es “verdadero” y “falso”, “natural” y “arbitrario” es aceptar y
aplicar consistentemente un criterio de decisión claro y basado en la evidencia.
7
Segundo, habiendo concluido erróneamente que el criterio de replicación da resultados no
decisivos, Mohun argumenta que el criterio de decisión es cuál de las diferentes “variantes del
Marxismo” (p. 101) ofrece una “teoría coherente para el mundo actual” (p. 100). La TSSI no se
encuentra entre ellas porque “únicamente es una interpretación” y no una teoría (p. 100). Pero esta
comparación ignora la variante de marxismo más importante –el marxismo de Marx.
Cuando se interpreta conforme a la TSSI, la teoría propia de Marx es lógicamente coherente y una
alternativa a las revisiones simultaneistas de su teoría. Consecuentemente, “Uno bien podría ahora,
en buena consciencia, dirigirse a El Capital sin las trabas de otras “correcciones” de sus presuntos
errores para ayudarse a analizar y entender el mundo en el que vivimos” (Kliman 2001: 110).
Esto no es, repetimos por la enésima vez, una afirmación de que Marx está necesariamente en lo
correcto. Sin embargo, es una refutación del falso alegato que ha obstaculizado el progreso en la
economía en la mayoría del último siglo –de que Marx está necesariamente mal. La verdadera
cuestión, que Mohun simplemente ignora, es si el poder explicativo de El Capital es superado o
incluso rivalizado por alguna variante del marxismo simultaneista.
Docenas de autores simultaneistas han afirmado incorrectamente que sus modelos replican la
teoría de la ganancia de Marx y que han probado que su trabajo es inconsistente internamente en
otras cuestiones. La TSSI ha mostrado que simplemente están mal. Las inconsistencias no se
encuentran en Marx sino en su propio trabajo.
Por tanto, la verdadera cuestión es, y sigue siendo, que la economía, incluyendo especialmente la
economía marxista, nunca evolucionará una “teoría coherente para el mundo actual” si continua
persistentemente, voluntariosamente y teológicamente descartando, contra toda evidencia, la teoría
más coherente disponible hasta el momento –la de Karl Marx.
NOTAS
Nos hemos beneficiado ampliamente, en la preparación de este artículo, de los debates con Aldo
Fabian Balardini, Andy Brown y Simon Mohun.
* Fragmento extraído de El Orden de las Cosas de Michel Foucault. Copyright © 1970 por
Random House, Inc., New York. Originalmente publicado en francés como Les Mot et les Choses.
Copyright © 1966 por Editions Gallimard. Reimpreso con permiso por Random House, Georges
Borchardt, Inc., y Editions Gallimard.
1 Las limitaciones de espacio nos impiden responder a todos los errores de Mohun, especialmente
sus faltas de comprensión de la TSSI. 2 Mohun (2003: 97). De aquí en adelante hacemos referencia a este artículo por número de página
únicamente. 3 En el resto de esta sección el “plustrabajo” y la “ganancia” se refieren exclusivamente a las
definiciones NI-SSSI de estos términos salvo que se indique lo contrario.
8
4 Es mucho menos probable que el precio agregado del excedente físico –el PNP menos los
salarios– sea positivo. Si es negativo, entonces también la ganancia definida como hace la
interpretación estándar, incluso cuando el plustrabajo es positivo. 5 Los críticos de la TSSI usaron la misma táctica al intentar descartar nuestras refutaciones del
teorema de Okishio (ver Freeman y Kliman, 2000: 245-47). 6 La prueba también aplica cuando C=0. Nótese también que puede seleccionarse cualquier tiempo
como 0. Así, si la MELT es positiva en cualquier tiempo, entonces debe ser positiva para siempre
de ahí en adelante. 7 Mohun también se queja de que Kliman logró probando que la TSSI replica la teoría de la
ganancia de Marx únicamente porque él hizo uso de dos “supuestos” (p. 2). No obstante, los
“supuestos” –que los valores y los precios se determinan temporalmente y en un sistema único–
son la TSSI. La queja de que Kliman probó que la TSSI replica la teoría de la ganancia de Marx
únicamente porque él hizo uso de la TSSI es, por consiguiente, tautológico.
1
Capítulo 7
La incoherencia de la TSSI: una respuesta a Kliman y Freeman
Simon Mohun y Roberto Veneziani
En este artículo examinamos los argumentos sustantivos propuestos por Kliman y Freeman (2006)
{capítulo 6 de este libro} en su respuesta a Mohun (2003) {capítulo 3 de este libro}. Los
encontramos seriamente deficientes.
1. INTRODUCCIÓN
En años recientes se le ha prestado considerable atención a la interpretación temporal y de sistema
único (TSSI) de El Capital de Marx. Sus adherentes sostienen que la TSSI “refuta” lo que ellos
ven como falsos alegatos de que Marx cometió errores lógicos –falsos alegatos basados en una
interpretación “simultaneista” de Marx que la TSSI “muestra” es insostenible. Ellos sostienen que
mientras Marx no necesariamente está en lo correcto, la TSSI tiene un poder explicativo que
sobrepasa del de cualquier otra interpretación de El Capital y que solo la TSSI es consistente con
el método de Marx y sus resultados (Kliman 2001 {capítulo 2 de este libro}); Kliman y Freeman
(2006). Este breve artículo aborda los argumentos sustantivos en Kliman y Freeman.1
2. REPETICIÓN DE UN DEBATE
El marxismo sostiene que las ganancias existen porque el trabajo es explotado. La “explotación”
tiene un significado preciso: que al trabajador se le paga el valor total de la fuerza de trabajo que
proporciona, pero que las relaciones de propiedad implican la apropiación por parte del capitalista
de lo que el trabajador produce, cuyo valor es mayor que el valor de la fuerza de trabajo. Esta
proposición teórica es parte del núcleo del marxismo, sin importar como se entienda ese núcleo.
En la economía marxista contemporánea esta proposición teórica es llamada “teorema marxista
fundamental” (FMT). A grandes rasgos, afirma que la existencia de plustrabajo es necesaria y
suficiente para la existencia de ganancias. Roemer (1981) provee una enunciación precisa del FMT
y procede a probarlo para una economía reproducible. La prueba requiere siete supuestos más
cuatro condiciones subyacentes a una “solución reproducible” y si cualquiera de estos es violado
entonces el FMT no aplica necesariamente. Roemer mismo analizar el rol de estos supuestos y
provee algunos contraejemplos al FMT (Ibid.:48-50).
Kliman (2001: 99) escribió “versiones generales del FMT… prueba que el teorema se sostiene
para cualquier conjunto de precios de mercado positivos…Sin embargo, estas versiones del FMT
dependen crucialmente de una condición igualmente restrictiva: debe producirse un excedente
físico positivo para todo bien en todos los periodos.” Esto es erróneo. El FMT de Roemer no aplica
para cualquier conjunto de precios de mercado positivos. Aplica para precios que sostienen una
2
solución reproducible (Roemer 1981, teorema 2.11: 48) y la reproducibilidad requiere un vector
estrictamente positivo de productos netos (ibid.., definición 2.5(a): 41). Por tanto, el ejemplo
numérico de Kliman (Kliman 2001: 100) que demuestra que si una de las condiciones del FMT no
se cumplen, entonces el FMT no aplica se encuentra más allá del punto. Nadie podría estar en
desacuerdo.
Lo que Kliman intentó hacer fue mostrar que:
1. existen productos netos negativos de algunos bienes en el mundo real:
2. por tanto los teoremas que asumen que no aplican al mundo real –esto incluye el FMT de
Roemer y todas las variantes de marxismo en las que los insumos y los productos se valúan
simultáneamente;
3. únicamente la TSSI escapa a esta constricción porque en la TSSI el FMT aplica “bajo
condiciones completamente generales” sin “postulados restrictivos en absoluto” (Kliman
2001: 106, énfasis añadido).
Por tanto, únicamente la TSSI “reivindica la coherencia lógica de la teoría de la ganancia basada
en la explotación” (ibid..: 110).
Como muestra el punto 2: ¿podría una teoría “irreal” tener algún poder explicativo? Ninguna teoría
es completamente realista. Porque hacen más que describir, todas las teorías hacen supuestos.
Todas las teorías abstraen de la realidad empírica y una teoría es buena si tiene poder explicativo.
Pero todos estos términos están cargados y acarrean una variedad de interpretaciones. Cuestiones
concernientes precisamente a qué es una teoría, cómo su debe evaluarse si es adecuada, cuáles son
las condiciones necesarias y cuáles las suficientes para las proposiciones dentro de una teoría y
qué se requiere para falsear una proposición particular siempre son cuestiones delicadas. El grado
de falta de realismo de los supuestos requeridos para proposiciones particulares y la medida en que
se ve afectado el poder explicativo de la teoría por ello son cuestiones de juicio y lo dejamos al
lector interesado a que juzgue la plausibilidad empírica de los ejemplos numéricos construidos por
Kliman.
En cuanto al punto 4, Mohun (2003) mostró que el FMT de la TSSI requiere un concepto teórico
particular de temporalidad, una comprensión particular de la medición del valor y algunas
restricciones de signo particulares (ibid.., 98-99; ver también Veneziani 2004). Estas no son
“condiciones completamente generales”. Kliman y Freeman, quizás inconscientemente, ilustran
claramente las dificultades con la TSSI. Presentamos tres ejemplos.
2.1 Ejemplo 1
(Kliman y Freeman 2006: 121) Se produce un único bien. Su precio p es constante, al igual que el
producto bruto x, el insumo no laboral a y el insumo laboral L. Asumamos que p=x=L=1 y que
a>1. El precio monetario agregado del producto neto es p(x-a) y la expresión monetaria
simultaneista del tiempo de trabajo (MELT) es p(x-a)/L. Ambas son (1-a) y son negativas. La
ecuación de valor agregado de la TSSI es2
𝑃(𝑡 + 1) −𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡)𝐶(𝑡) = 𝜏(𝑡 + 1)𝐿(𝑡) (7.1)
3
Al sustituir los valores asumidos, esto se vuelve
1 −𝜏(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡)𝑎 = 𝜏(𝑡 + 1) (7.2)
o
𝜏(𝑡 + 1) =𝜏(𝑡)
𝜏(𝑡) + 𝑎 (7.3)
Kliman y Freeman concluyen que la ecuación (7.3) “muestra claramente que si la condición inicial
𝜏(0) es positiva, entonces todos los valores subsecuentes de 𝜏 también deben ser positivos. Y
Consecuentemente, el plustrabajo y la ganancia real tienen el mismo signo.”
Pero si estamos interesados en “condiciones completamente generales” entonces consideremos un
estado estacionario en el que la MELT temporalista 𝜏 tampoco cambia del periodo t al periodo
t+1. (Y, después de todo, todas las variables son asumidas como constantes en este ejemplo.) La
ecuación (7.2) se convierte entonces
1 − 𝑎 = 𝜏 (7.4)
y 𝜏 es negativa por el supuesto de que a>1. Esto pretende ilustrar que “𝜏 siempre debe ser positiva”
(ibid.., énfasis en el original).
Claramente, como Mohun (2003) enfatizó, mucho depende de la definición de la MELT
temporalista y sus “restricciones de signo” asociadas.
Kliman y Freeman están preocupados en “probar que las “restricciones de signo” desafiadas deben
ser ciertas”. Sus “pruebas” son el sujeto de los siguientes dos ejemplos.
2.2 Ejemplo 2: “Prueba” de que P>0, C≥0
(Kliman y Freeman 2006: 122) El argumento de Kliman y Freeman es que bajo la producción de
mercancías ningún precio es negativo y algunos son positivos; los insumos y los productos brutos
no pueden ser negativos y algunos productos deben ser positivos. Por tanto P>0, C≥0. La
conclusión no es consecuente. Que p y x sean vectores semipositivos no implica que su
multiplicación P es estrictamente positiva.
2.3 Ejemplo 4: “Prueba” de que la MELT temporalista es inicialmente positiva y finita
(Kliman y Freeman 2006: 122.32) Kliman y Freeman son enfáticos en que la MELT temporalista
𝜏 sí está definida porque es el cociente entre el precio total y el valor total. Reacomodando la
ecuación (7.1),
𝜏(𝑡 + 1) =𝜏(𝑡)𝑃(𝑡 + 1)
𝐶(𝑡) + 𝜏(𝑡)𝐿(𝑡) (7.5)
Esto sirve para definir la MELT de un periodo en términos de la MELT del periodo anterior. Para
que esto sea una definición, una definición independiente de 𝜏(0) debe ser provista. Kliman y
Freeman fallan conspicuamente. No tienen explicación de porqué 𝜏(0) es independiente de 𝜏(-1)
4
– si es que no hay una regresión infinita; si lo es, entonces debe haber alguna explicación de porqué
𝜏(1) no es independiente de 𝜏(0). Ninguno es inminente y por consiguiente la MELT de la TSSI
no está definida. Sin embargo, es claro de la ecuación (7.5) porqué es tan importante para Kliman
y Freeman ser capaces de probar que 𝜏(0) es positiva y finita. Consideremos entonces su “prueba”
que explicaremos paso a paso.
1. Definamos el precio de cualquier mercancía como 𝜏 veces la cantidad de trabajo que una
mercancía comanda en el intercambio.
𝑝𝑖(𝑡) = 𝜏(𝑡)𝑙𝑖(𝑡) (7.6)
2. Definamos el precio de una unidad de dinero como la unidad.
𝑝𝑚 = 1 (7.7)
3. Seleccionemos una fecha arbitraria (periodo 0). Entonces
𝑝𝑚(0) = 𝜏(0)𝑙𝑚(0) = 1 (7.8)
4. Supongamos que una unidad de dinero en el periodo 0 comanda una cantidad positiva y finita
de trabajo.
5. Entonces, dado que
𝜏(0) =1
𝑙𝑚(0) (7.9)
La MELT temporalista es inicialmente positiva y finita.
No hay deducción lógica aquí, sólo una serie de supuestos sin explicación de lo que significa con
“la cantidad de trabajo que comanda la mercancía en el intercambio”. ¿Por qué este razonamiento
aplica en t=0 pero no en cualquier otro t? Si este argumento es válido para “cualquier fecha
seleccionada arbitrariamente como la ‘inicial’”, entonces en cualquier fecha t especificada es
posible considerar 𝜏(t) como determinada por las variables en t únicamente (y no en fechas
previas); pero esto contradice la ecuación (7.5). También hay algo de confusión en la
determinación dado que la ecuación (7.6) usa 𝜏 para definir el precio, mientras que la ecuación
(7.9) usa el precio de trabajo-comandado del dinero para determinar 𝜏. En suma, esta “prueba” por
supuesto meramente confirma que la MELT temporalista no está definida.
3. TIEMPO Y MELT
La producción toma tiempo; los insumos son temporalmente previos a los productos. ¿Cómo deben
valuarse los insumos? La respuesta dada por casi todas las escuelas de economía es que deberían
valuarse al costo actual o de reemplazo. Cuando los precios están cambiando queremos saber si la
empresa es viable y puede reproducirse a sí misma. Con una teoría del valor trabajo hay una razón
adicional: queremos ser capaces de atribuir sin ambigüedad el valor del producto neto al trabajo
que lo produjo.
5
Para Kliman y Freeman la ecuación (7.1) muestra que el valor creado por el trabajo es igual a las
ventas totales menos el gasto monetario del capital constante utilizado, cada uno deflactado por la
MELT apropiada. Pero
𝐶(𝑡) = 𝑝(𝑡)𝑐(𝑡) = 𝑝(𝑡 + 1)𝑐(𝑡) − {𝑝(𝑡 + 1) − 𝑝(𝑡)}𝑐(𝑡)
así que
𝑃(𝑡 + 1)
𝜏(𝑡 + 1)−𝑝(𝑡 + 1)𝑐(𝑡)
𝜏(𝑡)+{𝑝(𝑡 + 1) − 𝑝(𝑡)}𝑐(𝑡)
𝜏(𝑡)= 𝐿(𝑡) (7.1)
El tercer término del lado izquierdo es una revaluación del inventario por los cambios en los
precios. ¿Sus efectos (positivos o negativos) deberían ser incluidos como parte del valor creado
por el trabajo vivo? Nosotros decimos “No”, mientras que Kliman y Freeman dicen “Sí”.
Debido a que Kliman y Freeman incluyen efectos de revaluación de inventario como parte del
valor nuevo creado por el trabajo, el valor es desasociado del trabajo desempeñado. Por lo
contrario, el valor está determinado por los precios observados y las cantidades de algún valor de
la MELT. Pero la MELT de la TSSI no está definida y por ello no hay determinación del valor
nuevo creado.
4. CONCLUSIÓN
En su uso de la lógica, su manera de reportar las visiones de aquellos con quienes desacuerdan, y
en su elaboración de sus propias categorías fundamentales, Kliman y Freeman dejan algo que
desear.
NOTAS
1 Las restricciones de espacio impiden responder a las imprecisiones y distorsiones más triviales en Kliman y Freeman. 2 Estos símbolos son definidos en Kliman (2001) y repetidos en Mohun (2003) y Kliman y Freeman (2006).
1
Capítulo 8
Valuación simultánea vs la teoría de la ganancia basada en la
explotación
Un resumen
Alan Freeman y Andrew Kliman
Este artículo examina las afirmaciones realizadas por Simon Mohun y Roberto Veneziani en su
artículo “La incoherencia de la TSSI: una respuesta a Kliman y Freeman” publicado en Capital &
Class no. 92 {capítulo 7 de este libro}. Mostramos que ellos han concedido efectivamente que las
interpretaciones simultaneistas de la teoría de Marx contradicen su conclusión de que la
explotación (el plustrabajo de los trabajadores) es la fuente exclusiva de las ganancias en el
capitalismo. Demostramos los errores lógicos en su afirmación de que la interpretación temporal
y sistema único (TSS) es incoherente. Así, los resultados de este debate sirven para confirmar que
la interpretación TSS –contrario a las interpretaciones simultaneistas– reproduce todas las
conclusiones principales disputadas de Marx y, por consiguiente, constituye una interpretación
superior de su teoría del valor.
INTRODUCCIÓN: ¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
La cuestión central en este debate ha sido la incompatibilidad entre las interpretaciones
simultaneistas de la teoría de la ganancia del mismo Marx como es claro por el título de la
contribución inicial de Andrew Kliman (2001) “Valuación simultánea vs la teoría de la ganancia
basada en la explotación” {capítulo 2 de este libro}.1 La reversión de la sabiduría convencional de
un cuarto de siglo, nuestras contribuciones previas han demostrado que todas las interpretaciones
simultaneistas de la teoría de Marx contradicen su conclusión de que la explotación (el plustrabajo
de los trabajadores) es la fuente exclusiva de la ganancia en el capitalismo.
Simon Mohun y Roberto Veneziani (2007) {capítulo 7 de este libro} simplemente evaden esta
cuestión. Ellos no refutan o siquiera intentan refutar nuestra demostración y por ello conceden
efectivamente que la teoría de Marx y la valuación simultánea son en efecto incompatibles. Es
tiempo para que una comunidad más amplia también reconozca esto. Como documentamos más
adelante, Mohun y Veneziani tampoco logran responder directamente a otros argumentos clave
contenidos en nuestra respuesta {Kliman y Freeman (2006); capítulo 6 de este libro} a la crítica
de Mohun (2003) {capítulo 3 de este libro}. Por lo contrario, ellos cambian el tema, despotricando
en contra de lo que grandiosamente han llamado la “incoherencia” de la interpretación temporal y
de sistema único (TSSI) de la teoría del valor de Marx y en contra de nuestros argumentos, lógica
y referencias a la perspectiva de los oponentes “seriamente deficientes” (Mohun y Veneziani 2007:
139, 144).
2
La grandeza de su retórica se coloca en proporción inversa a la efectividad y relevancia de sus
argumentos. Lo que ellos han ofrecido en realidad es únicamente un conjunto de objeciones
técnicas y tangenciales para evadir los temas importantes en este debate, y cuya función principal
es ponernos en duda a nosotros y a la TSSI. Así, ellos arremeten contra nuestra demostración de
que la TSSI se ajusta a la teoría de la ganancia de Marx porque presuntamente nosotros no
logramos excluir que todas las mercancías son libres y por la posibilidad de que el trabajo vivo
crea inicialmente una cantidad negativa de valor en términos de valor. No obstante, ellos no
proveen argumento alguno, menos una prueba, de que estos dos casos extremos e hipotéticos son
lógicamente posibles. Incluso si estas y otras objeciones fueran formalmente correctas –y
mostraremos que no lo son– la inconsistencia de las objeciones de Mohun y Veneziani mostraría
con claridad que están aferrándose a lo irrelevante.
Sin embargo, ¿por qué intentan Mohun y Veneziani desacreditar la TSSI? Creemos que su último
objetivo es Marx. Las interpretaciones simultaneistas a la que se suscriben son deficientes (como
ellos conceden implícitamente) dado que se ha mostrado que contradicen la teoría de la ganancia
basada en la explotación. Pero si se puede mostrar que la TSSI también contradice la teoría de
Marx, entonces se puede presentar un fuerte caso de que Marx, y no el simultaneismo, es quien
está mal: que la razón por la que ninguna interpretación replica sus conclusiones teóricas es que
no pueden ser replicadas, porque su teoría es lógicamente incoherente.
Y si Marx se vuelve un perro muerto, o a lo mucho una fuente de inspiración sin coherencia lógica,
entonces surgen dos consecuencias importantes. Primero, los marxistas simultaneistas ya no
tendrían que preocuparse, ni explicar la falta de idoneidad exegética de sus interpretaciones. El
deseo de Mohun (2003: 100) se haría realidad: “Lo que se requiere no es una evaluación de [la
idoneidad de] las interpretaciones rivales, sino una teoría para el mundo actual y su uso en análisis
empírico.” Segundo, los marxistas simultaneistas tendrían el campo para sí mismos. La teoría del
valor del mismo Marx, actualmente una alternativa viva de sus teorías dejaría de serlo. La función
esencial de la contribución de Mohun y Veneziani, como lo es gran parte del corpus de las
contribuciones de los marxistas simultaneistas, es supresora y antipluralista: su función es dejar
fuera a Marx mismo del campo mientras que se lo deja libre sus economistas marxistas críticos.
LO QUE SE HA ESTABLECIDO
Nuestras contribuciones previas a este debate han demostrado las siguientes proposiciones:
1. Todas las interpretaciones simultaneistas de la teoría del valor de Marx contradicen su
conclusión de que el plustrabajo de los trabajadores es la fuente exclusiva de la ganancia
de los capitalistas porque implican la posibilidad lógica de una ganancia sin plustrabajo y
plustrabajo sin ganancia (Kliman 2001: 99-103).
2. El “teorema marxista fundamental” (FMT) de Okishio-Morishima y teoremas similares no
refutan (1). Simplemente muestra que, bajo las definiciones simultaneistas, tanto la
ganancia como el plustrabajo son necesariamente positivos en economías imaginarias en
las que el producto neto de todo bien es positivo en todo momento (Kliman 2001: 99-
103).2,3
3
3. Las economías pueden y se reproducen a sí mismas sin satisfacer esta restricción: los
productos netos negativos existen (Kliman 2001: 103-5; Mohun 2003: 98; Kliman y
Freeman 2006: 118-19).
4. Siempre que el precio monetario agregado del producto neto (PNP) es negativo, la “Nueva
interpretación” y las interpretaciones simultáneas de sistema único implican, contrario a la
teoría de Marx, que la ganancia es negativa cuando el plustrabajo es positivo (Kliman 2001:
100-2; Mohun 2003: 100).
5. Un PNP negativo es lógicamente posible (Kliman 2001: 100-2).
Mohun (2003) explícitamente reconoce que (1), (2) y )5) son correctas (Mohun 2003: 98).
Mohun y Veneziani (2007) tampoco logran desafiar alguna de estas proposiciones. Así que
no hay desacuerdo sobre la cuestión principal planteada en la contribución original de
Kliman (2001): que todas las interpretaciones simultaneistas no logran replicar la teoría
de la ganancia de Marx de manera lógica y robusta.
Nuestras contribuciones previas también han demostrado que:
6. La afirmación de Mohun (2003: 99) de que la expresión monetaria del tiempo de trabajo
(MELT) temporalista es negativa siempre que el PNP es negativo no es correcta (Kliman
y Freeman 2006: 120-21).
7. Incluso si el PNP fuera siempre positivo, el plustrabajo seguiría sin ser la fuente exclusiva
de la ganancia bajo el simultaneismo porque algo más –un PNP positivo– sería necesario
para garantizar que la ganancia sea positiva (Kliman y Freeman 2006: 118-20).
8. Un PNP negativo es “económicamente posible” en el sentido de Mohun (2003: 98)
(Kliman, 2003).4
Mohun y Veneziani no logran desafiar, y por consiguiente conceden, los puntos (6) y (7).5 En
respuesta al punto (8), ellos “dejan al lector interesado a que juzgue la plausibilidad empírica de
los ejemplos numéricos construidos por Kliman” demostrando que un PNP negativo es
“económicamente posible” (Mohun y Veneziani 2007: 141). Si ellos fueran capaces de refutar
estos ejemplos, ellos seguramente lo hubieran hecho en lugar de dejar el problema del lado del
lector. Además, su nueva demanda de “plausbilidad empírica”, para la que no proveen
justificación, es una desviación del reto original de Mohun de que Kliman produjera ejemplos
“económicamente posibles”.
Finalmente, nuestras contribuciones previas han demostrado que:
9. Si la MELT temporalista 𝜏 es positiva, entonces la TSSI replica la conclusión de Marx de
que el plustrabajo de los trabajadores es la fuente exclusiva de ganancia en el capitalismo.
De acuerdo con las definiciones de la TSSI, la ganancia real siempre será positiva si, y sólo
si, el plustrabajo es positivo (Kliman 2001: 108).
10. Si el precio total P del producto, el trabajo vivo total L y la MELT temporalista inicial 𝜏(0)
son todos positivos, y si el precio total de los insumos usados en la producción C es positivo
o cero, entonces 𝜏 siempre debe ser positiva desde ese momento en adelante (Kliman 2001:
108; Mohun 2003: 99; Kliman y Freeman 2006: 125, n6).
4
11. Bajo la producción de mercancías, es en efecto el caso de que 𝜏(0)>0, y en todos los
periodos, P>0, L>0 y C≥0 (Kliman y Freeman 2006: 122-23). Así, la TSSI replica la teoría
de la ganancia basada en la explotación de Marx (Kliman 2001: 108).
Mohun (2003: 98-99) explícitamente reconoce que las proposiciones (9) y (10) son correctas,
y Mohun y Veneziani (2007) no las desafían. Así, de las once proposiciones que hemos
demostrado, únicamente la (11) sigue en disputa.
PRUEBA DE QUE LA TSSI REPLICA LA TEORÍA DE MARX
Mohun y Veneziani presentan dos objeciones ante (11). Primera, ellos niegan que hemos probado
que P > 0. Ellos conceden que hemos mostrado que ningún precio, ni algún nivel de producto
puede ser negativo y que algunos deben ser positivos. Sin embargo, ¡ellos argumentan que P será
igual a 0 si no se producen ninguna de las mercancías que tienen precios positivos! (Mohun y
Veneziani 2007: 142). Este argumento se basa en una lectura muy poco generosa de nuestra prueba
que no es consonante con lo que queremos expresar. Hemos destacado que “la producción de
mercancías es incompatible con casos en los que todos los precios son cero” (Kliman y Freeman
2006: 122). Aquí y después en este párrafo nos referíamos a los precios de cosas que realmente
existen. Esto debería haber sido ovio: si algo no existe, entonces tampoco su precio.6 Pero para
beneficio de los rigurosos Mohun y Veneziani, ahora “revisaremos” nuestra “inchoerente” y
“seriamente deficiente” (Mohun y Veneziani 2007: 139) prueba del siguiente modo:
Bajo la producción de mercancías, como hemos mostrado, P < 0 es imposible, y
P = 0 únicamente si todos los precios de las cosas que realmente existen son cero.
Pero la producción de mercancías es incompatible con los casos en los que todos
los precios de las cosas que realmente existen son cero. Por tanto P > 0.
Segundo, Mohun y Veneziani (2007: 143) sostienen que no hemos logrado mostrar que 𝜏(0) >0
mediante “deducción lógica” y que nosotros sólo hemos hecho una “serie de supuestos”. En la
caracterización de nuestra prueba, nosotros “suponemos que una unidad de dinero en el periodo 0
comanda una cantidad positiva y finita de trabajo” y no logramos explicar “a qué se refiere con ‘la
cantidad de trabajo que comanda la mercancía en intercambio’” (Mohun y Veneziani 2007: 143).
Estas afirmaciones tergiversan lo que escribimos. Nosotros no supusimos que una unida de dinero
en el periodo 0 comanda una cantidad positiva y finita de trabajo. Nuestra prueba, por lo contrario,
invocó este hecho histórico como premisa: “En cualquier fecha seleccionada arbitrariamente como
la “inicial”, una unidad de dinero comandaba una cantidad positiva y finita de trabajo –uno podría
comprar una cantidad finita de productos de trabajo con ella” (Kliman y Freeman 2006: 122-23).
Contrario a lo que Mohun y Veneziani sostienen, además, que la oración final explica precisamente
“a qué se refiere con la ‘cantidad de trabajo que comanda la mercancía en el intercambio.’”. Los
pasos restantes de nuestra prueba eran una definición de 𝜏, el hecho de que el precio de una unidad
de dinero es igual a 1 y los resultados derivados de los otros pasos. Así, el desafío que hacen
Mohun y Veneziani de la prueba no aplican.7
5
LAS OTRAS OBJECIONES DE MOHUN Y VENEZIANI
Ahora responderemos brevemente a las otras objeciones de Mohun y Veneziani.
A. Ellos toman una ecuación nuestra en la que se ilustra que 𝜏, la MELT temporalista, debe ser
positiva incluso cuando la MELT simultaneista es negativa. Entonces, ellos asumen que 𝜏
permanece constante. Una vez que ellos han impuesto esta condición 𝜏 se vuelve negativa.
“Esto pretende ilustrar que “𝜏 siempre debe ser positiva”” (Mohun y Veneziani 2007: 142,
énfasis en el original) ellos proclaman triunfalmente.
Perola “lógica” de Mohun y Veneziani es absurda. Por la misma “lógica” podemos probar que
0 = 1. Denotemos la edad de Veneziani ahora y en un año como A(t) y A(t+1) respectivamente.
Así A(t+1)= A(t) +1. Ahora asumamos, al estilo Mohun y Veneziani, que A es constante.
Entonces A(t+1)= A(t). Restando esto de la ecuación anterior encontramos que 0 = 1. QED.
El punto es que, dadas las condiciones especificadas en la primera ecuación, la segunda
ecuación (constancia de 𝜏 y constancia de A) es imposible. En nuestro ejemplo es obvio que el
valor en tiempo de trabajo de la mercancía crece constantemente dado que la producción de
una unidad de mercancía requería más de una unidad de la mercancía como insumo más el
trabajo vivo. Pero el ejemplo también asume que el precio de la mercancía es constante. Por
tanto 𝜏, el cociente entre precio y valor, debe caer continuamente. No puede ser constante.
B. Mohun y Veneziani reiteran la queja de Mohun (2003: 95) de que 𝜏 “no está definida” (Mohun
y Veneziani 2007: 142-43). Pero Mohun (2003: 94) se contradicen a sí mismos, notando
correctamente que Kliman “definió” 𝜏 de dos maneras equivalentes y Mohun y Veneziani
(2007: 142, énfasis añadido) también reconocen que una de estas definiciones “sirven para
definir la MELT de un periodo en términos de la MELT del periodo anterior”. ¿Podrían por
favor decidirse? Y ¿podrían por favor definir el término no definido de “no está definido”?
La verdadera cuestión parece no es que el concepto de la MELT “no está definida” sino que
su valor numérico está presuntamente sujeto a una “regresión infinita” (Mohun y Veneziani
2007: 142) dado que la MELT insumo de un periodo es la MELT producto del periodo anterior,
la cual a su vez depende de la MELT insumo de ese periodo… Como Kliman (2007: 155, n10)
ha notado recientemente en un contexto similar, “Cualquier que esté de acuerdo con esta
objeción debe, para ser consistente, objetar la noción de que los insumos físicos de un periodo
dependen de los productos físicos del periodo previo, los cuales a su vez dependen de los
insumos físicos de ese periodo.” Si Mohun y Veneziani desean renunciar al enfoque de las
cantidades físicas que actualmente adoptan por esta “regresión infinita” y por el hecho de que
los insumos y productos “no están definidos” (es decir, sus magnitudes están determinadas
temporalmente), ciertamente no tenemos objeción.8
C. Nuestra prueba de que 𝜏(0)>0 no hace referencia a los periodos previos. Si esto es válido,
Mohun y Veneziani (2007: 143) argumentan que “es posible considerar [cualquier] 𝜏(t)
[subsecuente] como determinada únicamente por las variables en t (y por fechas previas); pero
esto contradice” una ecuación nuestra que establece que la MELT de un periodo depende en
parte de la MELT del periodo anterior. No logran entender la diferencia entre la forma en que
se expresa algo y cómo se determina. En todo momento, la MELT puede expresarse como el
recíproco de la cantidad de trabajo comandada por una unidad de dinero y, de manera
equivalente, como el cociente de precio monetario del producto y el valor del producto. Pero
6
la magnitud de la MELT siempre se determina intertemporalmente dado que la cantidad de
trabajo comandada y el precio del valor del producto dependen en parte de eventos previos.
Mohun y Veneziani (2007: 143) también se quejan sobre nuestra presunta “confusión en la
determinación”: nosotros “definimos” el precio de una mercancía como 𝜏 veces la cantidad de
trabajo que comanda la mercancía, pero después “determinamos” 𝜏 usando el “precio del
dinero comandado por el trabajo”. Este enunciado evidencia básicamente la misma falta de
entendimiento. Nosotros expresamos el precio de una mercancía como 𝜏 veces la cantidad de
trabajo que la mercancía comanda en el intercambio. Y hemos mostrado que esto implica que
la magnitud de 𝜏 está determinada por la cantidad de trabajo comandada por una unidad de
dinero (la cual a su vez está determina parcialmente por eventos previos).
D. Kliman (2001: 106, énfasis añadido) afirmó “Para demostrar que la teoría de la ganancia
basada en la explotación aplica bajo esta interpretación [la TSSI], en otras palabras, no se
necesitan postulados restrictivos en absoluto.” Mohun y Veneziani (2007: 141) objetan
afirmando que “el FMT de la TSSI requiere un concepto teórico particular de temporalidad,
una comprensión particular de la medición del valor y algunas restricciones de signo
particulares”. Pero hemos probado una y otra vez que las presuntas “restricciones de signo”
(𝜏(0)>0, P>0, etc.) siempre se cumplen. Y como hemos explicado previamente (Kliman y
Freeman 2006: 125, n7), el resto de esta queja se reduce a la tautología de que ¡usamos la TSSI
para probar que la teoría de Marx aplica bajo la TSSI! Así, la afirmación de Kliman de que la
teoría de Marx se cumple sin restricciones bajo esta interpretación es precisa y correcta.
E. Mohun y Veneziani (2007: 140) sostienen que Kliman (2001: 99, énfasis en el original”) es
“engañosa” cuando él afirmó que “versiones generales del FMT…prueban que el teorema se
sostiene para cualquier conjunto de precios de mercado positivos.” Ellos objetan que el FMT
de Roemer únicamente “aplica para precios que sostienen una solución reproducible” (Mohun
y Veneziani, 2007: 140). Y ¿eso qué? Esto simplemente significa que el FMT de Roemer no
se encuentra entre las más generales. La afirmación de Kliman sigue siendo correcta porque
versiones más generales del FMT sí existen. Los FMTs de Okishio y Morishima citados en
nuestra contribución previa sí prueban que el teorema aplica para cualesquiera conjuntos de
precios de mercado positivos.
F. “El ejemplo numérico de Kliman…que demuestra que si una de las condiciones del FMT no
se cumplen, entonces el FMT no aplica se encuentra más allá del punto” (Mohun y Veneziani
2007: 140). El ejemplo en cuestión mostró que el FMT simultaneista estándar no aplica salvo
que se satisfagan las restrictivas “condiciones para el FMT”. Por consiguiente se mostró que
este FMT no logra probar que el plustrabajo es la fuente exclusiva de ganancia: si la ganancia
positiva requiere no sólo el plustrabajo, sino que también “condiciones” restrictivas adicionales
“para el FMT”, entonces el plustrabajo no es la fuente exclusiva de la ganancia. Esto no se
encuentra más allá del punto; es el punto.
Por lo que si el FMT de Reoemer impone la restricción de que “los precios [deben] sostener
una solución reproducible”, como Mohun y Veneziani reconocen, entonces peor en ese caso.
No puede, y no lo hace, probar que el plustrabajo es la fuente exclusiva de la ganancia.
Intentando escapar de una contradicción lógica en una teoría general al restringirse uno mismo
a circunstancias particulares que eliminan el problema embarazoso, no confirman la teoría
–simplemente demuestra que hay circunstancias particulares bajo las cuales aplica. Por
7
ejemplo, si el teorema de la varita mágica fundamental (FMST) dice que Mohun y Veneziani
siempre estarán secos si ondean la varita mágica hacia el cielo, ellos estarán en efecto evitando
mojarse si se restringen a días sin lluvia, pero esto obviamente no es una prueba del FMST.
G. Debido a que [el concepto de la TSSI] incluye efectos de revaluación de inventario como parte
del valor nuevo creado por el trabajo, el valor es desasociado del trabajo desempeñado”
contrario a la “teoría del valor trabajo” (Mohun y Veneziani 2007: 144). Sin embargo, la
ecuación a la que Mohun y Veneziani se refieren no incluye inventarios y por ello no hay
“revaluación de los inventarios”; los insumos utilizados no son inventarios. Además, la
ecuación alternativa de Mohun y Veneziani (2007: 144) es incoherente y seriamente deficiente
porque usa la MELT del tiempo t para deflactar los precios del tiempo t+1. Una vez que se
corrige la inconsistencia interna, su ecuación alternativa se vuelve la definición estándar de
valor añadido de la “nueva interpretación”, regresándonos a una “teoría del valor trabajo” que
contradice la conclusión de Marx de que la explotación de los trabajadores en la producción
capitalista es la fuente exclusiva de la ganancia.
CONCLUSIÓN
La interpretación TSSI del valor nuevo creado por el trabajo vivo, que rechazan Mohun y
Veneziani, es la única en existencia que deduce en lugar de contradecir la teoría de la ganancia
basada en la explotación de Marx. Las interpretaciones simultaneistas deben, por consiguiente, ser
rechazadas como implausibles, como yo y Mohun hemos discutido previamente (Mohun 2003;
Kliman y Freeman 2006). Mohun y Veneziani y otros simultaneistas tienen el derecho a sus propias
versiones de “la” teoría del valor trabajo, por supuesto, incluyendo versiones que contradicen la
teoría de la ganancia basada en la explotación. Pero Marx también tiene derecho a su teoría,
especialmente dados todos los esfuerzos por probarla como internamente consistente, incluyendo
el último esfuerzo de Mohun y Veneziani, han fallado.
NOTAS
1 Las interpretaciones simultaneistas –las interpretaciones de sistema dual derivadas de
Bortkiewicz, la “nueva interpretación” y las interpretaciones simultáneas de sistema único
(SSSIs)– sostienen que los insumos y los productos en la teoría de Marx son valuados
simultáneamente, lo cual implica que los precios y los valores unitarios de los insumos y productos
necesariamente son iguales. 2 En cualquier periodo el producto físico neto de un bien es la diferencia entre la cantidad producida
de él y la cantidad de él utilizada como insumo a lo largo de la economía. 3 Otras versiones del FMT aplican únicamente cuando todas las tasas de ganancia son siempre
iguales (y positivas). Estos teoremas tampoco refutarían (1) incluso si esa restricción fuera
satisfecha en el mundo real, lo cual no es así. 4 Para ser “económicamente posible” como lo define Mohun (2003: 98) un PNP negativo debe
resultar de una “estructura económica capaz de reproducción física, en la que los productos netos
8
son el resultado de elecciones que maximizan ganancias y en las que una senda de precios es
determinada por alguna regla distinta a la imaginación.” 5 En una respuesta aparente a (2) – (5), así como a (7), Mohun y Veneziani (2007: 140-41) sugieren
que teorías irreales pueden tener poder explicativo. Este argumento –al cual hemos respondido dos
veces (Kliman 2001: 98; Kliman y Freeman 2006: 119-20)– es simplemente irrelevante aquí,
donde la cuestión es la validez lógica de los teoremas, no el poder explicativo de las teorías. 6 Si uno contrata por la entrega futura de cosas que actualmente no existen, el contrato existe y por
consiguiente también el precio del contrato, pero eso es una cuestión diferente. 7 En caso de que Mohun y Veneziani objetaran que no hemos provisto algoritmo alguno para
determinar exactamente cuánto trabajo comanda una unidad de dinero en el periodo 0, hacemos
notar que nuestra prueba no requiere tal algoritmo. Mostramos que esta cantidad de trabajo
comandada era positiva y finita, y que 𝜏(0) era consecuentemente positiva y finita también, que es
todo lo que necesitamos probar. 8 Toda la objeción de Mohun y Veneziani, de hecho, se reduce al rechazo de aceptar un
procedimiento excepcionalmente estándar en cualquier ciencia que hace uso del cálculo diferencial
o en diferencias –es decir, la introducción de una condición inicial. Es una medida de oscurantismo
y aislamiento del resto de las ciencias que el enfoque simultáneo ha introducido a la economía,
que nuestro procedimiento sigue siendo tratado por algunos escritos económicos como
cuestionable.
1
Capítulo 9
La veracidad visceral de la crítica de Veneziani a Marx y a la TSSI
Andrew Kliman y Alan Freeman
Un artículo de 2004 por Roberto Veneziani criticó a la interpretación temporal y de sistema único
(TSSI) de la teoría del valor de Karl Marx, así como la misma teoría del valor de Marx y la ley de
la caída tendencial de la tasa de ganancia. Este artículo responde a la crítica de Veneziani
mostrando que está llena de falsedades y problemas lógicos.1 Cuando se evalúa en términos del
rigor y la precisión lógica, así como la veracidad (como diferente a la veracidad visceral –“verdad
que proviene de las vísceras”), ninguna de las críticas se encuentra bien fundada. Los temas
discutidos aquí incluyen: la metodología de la TSSI con la que refuta las acusaciones de
inconsistencia interna contra Marx, la diferencia entre valores y precios, el origen de la ganancia,
la expresión monetaria del tiempo de trabajo y la ley de la caída tendencia en la tasa de ganancia
y el teorema de Okishio.
truthiness (sustantivo)
1: “verdad que proviene de las vísceras, no los libros” (Stephen Colbert, “El reporte Colbert”
de Central Comedia, octubre de 2005).
2: “la cualidad de preferir conceptos o hechos que uno desea que sean ciertos en lugar de
conceptos o hechos que se sabe son ciertos” (Sociedad Americana de Dialectos, enero de
2006).2
1. USANDO LA VERACIDAD VISCERAL PARA PONER A LA TSSI EN SU LUGAR
La crítica de Roberto Venziani a Marx y a la interpretación temporal y de sistema único (TSSI) de
la teoría del valor de Marx ha sido aclamada nada menos que por la autoridad de Ian Steedman al
haber puesto a la TSSI en su lugar. En un artículo preparado para el veinticinco aniversario
conmemorativo de su Marx después de Sraffa, Steddman (2003: 6) escribió “Están entonces los
argumentos del Sistema-Temporalista-Único [sic] muy resonados en estos días. Me parece que
Veneziani (2002) los ha puesto correctamente en su lugar.”3
Steedman, como los Sraffianos generalmente, ha sido presentado durante mucho tiempo como un
campeón de la verdad, precisión y rigor lógico. El artículo en el que él aclama la crítica de
Veneziani inicia también con este tema:
En los 1970s existía una gran ráfaga de escritos sobre la “economía marxista” pero la
mayoría (sino es que todos) eran, desafortunadamente, de tipo acrítico e irreflexivos,
mostrando más signos de fervor ideológico que de alguna determinación para asegurar de
que lo que se decía fuera al menos coherente y lógico internamente. En completo
contraste, la literatura de la “teoría del capital” de principios de los 1960s y 1970s…había
sido con amplitud un modelo de precisión à la Sraffa… El propósito de Marx después de
Sraffa era mostrar…más allá de toda disputa razonable, la naturaleza falaz de muchos de
los argumentos y afirmaciones marxistas tradicionales. (Steedman 2003: 2-4)
2
Los lectores son conducidos entonces a inferir que cuando Steedman elogia a Veneziani por haber
puesto a la TSSI en su lugar, su juicio se basa en consideraciones de rigor y precisión lógicos, así
como veracidad. Y dado que este juicio proviene nada menos que de la autoridad Iean Steedman
¿no debería ser cierto? ¿Seguramente él revisó las matemáticas de Veneziani, verfició la exactitud
de sus citas y atribuciones, así como escrutó la coherencia de sus argumentos?
En realidad, como documentamos más adelante, Veneziani (2004) está lleno de falsedades y
problemas lógicos. Cuando se evalúa en términos de rigor y precisión lógica, así como de
veracidad, ninguna de sus críticas se encuentra bien fundada.
La característica más sorprendente del conjunto de alegatos erróneos que ofrece Veneziani, y sobre
la que Steedman confiere la consagración de su autoridad, es que –aparte del hecho de que todos
están dirigidos a “poner a la TSSI en su lugar”– en otros aspectos no tienen algo en común.
Ninguna malentendido o error tienen una raíz. Las causaciones de Veneziani son simplemente una
gran variedad de errores matemáticos, afirmaciones sin fundamento que representan
equivocadamente los escritos de la TSSI y argumentos que no tienen sentido.
Pero ¿cómo un artículo puede estar lleno con tantos errores no relacionados? Y cómo tantos errores
pueden haber escapado a la atención de los réferis y editores de Metroeconomica y de un campeón
de la veracidad, precisión y rigor lógico como Ian Steedman? Encontramos extremadamente
improbable que tantos errores no relacionados hubieran podido sobrevivir si la principal
preocupación de Veneziani et al. Fueran la veracidad, la precisión y el rigor lógico en lugar de
poner a la TSSI en su lugar. Por otro lado, no estamos dispuestos a creer que Veneziani se propuso
a hacer un trabajo de verdugo sobre Marx y la TSSI o que Metroeconomica o Steedman intentaran
promover uno.
Nuestra conjetura es, por lo contrario, que todos emplearon la veracidad visceral en lugar de la
veracidad como su estándar de evaluación. En otras palabras, sospechamos que para muchos
críticos de la TSSI, la noción de que “algo está mal” con esta interpretación es una “verdad que
proviene de las vísceras”. Ellos desean que eso sea verdad; por tanto es verdad. La TSSI parece
eliminar las inconsistencias internas en la teoría del valor de Marx, pero ellos “saben” que Marx
era inconsistente internamente y por consiguiente ellos “saben” que contrario a los hallazgos de la
TSSI simplemente deben ser el resultado del engaño y/o un error. Así, cada crítica nueva es vista
expectante como finalmente habiendo provisto la prueba de lo que intuitivamente ha sido
“conocido” siempre como verdad. Y, para decidir sobre si la nueva crítica es realmente la tan
esperada prueba, ellos apelan a sus vísceras.4
Creemos que el uso de la veracidad de las vísceras como un estándar de evaluación, especialmente
para poner a los oponentes teóricos en su lugar, es lo que realmente merece ser puesto en su lugar.
Este artículo es una contribución hacia ese esfuerzo. De manera más amplia, nosotros vemos este
artículo como una contribución a un movimiento para el pluralismo en la economía, como
analizaremos brevemente en un comentario final.
3
Antes de abordar los detalles del artículo de Veneziani, es importante señalar que, aunque su título
sugiere que sólo es una crítica de la TSSI, el último objetivo de la crítica es Marx. Las afirmaciones
Veneziani que sus resultados “confirman que la adopción de una metodología coherente y una
distinción clara entre valores y precios implicaría que no todos los resultados de Marx se sostienen,
como es bien sabido en la literatura de la economía marxista… Esto conduce a uno a cuestionar la
interpretación literal TSS de la teoría de Marx” (Veneziani 2004: 98, énfasis en el original). Así,
Veneziani afirma que no todos los resultados teóricos de Marx son ciertos. Alguien no puede ser
tomado literalmente, pero tampoco debe ser reinterpretado como meras metáforas o rechazadas
por completo. Por tanto, aunque la TSSI es el objetivo inmediato de la crítica de Veneziani, el
último objetivo es Marx. Al sostener que refuta los hallazgos de la TSSI que revindican la
consistencia interna de la teoría de Marx, Veneziani sostiene que eso confirma las acusaciones de
que Marx mismo es inconsistente internamente.
2. LA “NO SORPRENDENTE” REIVINDICACIÓN QUE HACE LA TSSI DE LAS
CONCLUSIONES DE MARX
Veneziani (2004: 98) concede a regañadientes que la TSSI desaparece la apariencia de
inconsistencia interna en la teoría de Marx. “el enfoque TSS…’corresponde a la original [teoría de
Marx] de una manera en que los otros no.”5 Hemos citado premeditadamente a Veneziani fuera de
contexto para resaltar el hecho de que él el reconoce aquí este punto. Si uno no lee su artículo con
extremo cuidado, es fácil pasar por alto este muy breve reconocimiento.
El resto de ese artículo desvía la atención de la cuestión de la consistencia interna al hacer parecer
que la controversia trata sobre si la teoría del valor de Marx es cierta. Pero como Veneziano
seguramente sabe, la controversia es sobre si la teoría de Marx es internamente inconsistente.
Como demostraremos brevemente, hemos hecho esta distinción tan clara que un autor de la
competencia de Veneziani no puede fallar en estar consciente de esto. Por tanto debemos concluir
que esta desviación de la cuestión de la inconsistencia es un dispositivo retórico deliberado o que
la “veracidad visceral” impone tal relajación de los estándares que la búsqueda de “poner a la TSSI
en su lugar” ha eliminado por completo el rigor.
Aunque él admite que la TSSI logra deducir las conclusiones de Marx, Veneziani (2004: 98,
énfasis en el original) dice que esto “no es sorprendente”; las conclusiones se deducen únicamente
porque “todas las proposiciones de Marx [es decir, premisas] son asumidas como correctas” en los
trabajos de la TSSI.
Si los proponentes de la TSSI afirmaran probar que las conclusiones de Marx son ciertas, como
Veneziani afirma, su queja sería legítima. Uno no puede probar que las conclusiones son ciertas
simplemente mostrando que se deducen de sus premisas. Sin embargo, continuamente hemos
expresado que nuestras demostraciones no son esfuerzos por probar que la teoría de Marx es cierta,
sino esfuerzos por probar que la teoría puede ser interpretada de manera que sea consistente
lógicamente. Por ejemplo, en un artículo que Veneziani cita en su texto y referencias, dijimos:
“Nunca hemos dicho que las ideas de Marx en disputa son necesariamente ciertas… Simplemente
4
decimos que las afirmaciones de que su teoría del valor es necesariamente errónea, porque es
lógicamente inválida, son falsas” (Freeman y Kliman 2000: 260, énfasis en el original).
Ahora, la manera en que uno prueba que la teoría de Marx puede ser entendida como lógicamente
válida es precisamente mostrando que sus conclusiones se deducen de sus premisas (como
nosotros lo interpretamos). Una vez que se entiende esto, la revelación de Veneziani de que la
TSSI llega a las conclusiones de Marx deduciéndolas desde (nuestra interpretación de) sus
premisas dejan de parecer una exposé de engaño o fracaso. Su afirmación parece ser ahora lo que
realmente es –una aceptación de que las demostraciones de la TSSI han sido exitosas en refutar
las “pruebas” de un siglo de la inconsistencia lógica de Marx.
3. LA AFIRMACIÓN FALSA DE VENEZIANI DE QUE LOS VALORES=PRECIOS
EN LA TSSI
De acuerdo con Veneziani (2004: 102, énfasis en el original), la TSSI asume que
en un equilibrio de estado estacionario, los valores son iguales a los precios de mercado
observados y los bienes se intercambian a los valores-trabajo contenidos. En otras
palabras, el enfoque TSS resuelve el problema de la transformación construyendo una
“teoría de costos monetarios del valor” donde por supuesto 𝝀 = 𝐩 [es decir, el vector de
valores unitarios es igual al vector de precios unitarios], aparte posiblemente de
desviaciones de corto plazo.
Esta afirmación es completamente falsa.
Con “equilibrio de estado estacionario”, Veneziani se refiere que la expresión monetaria del
tiempo de trabajo (MELT) temporalista,6 todos los valores y todos los precios de mercado –sean
iguales a los precios de producción o no– son estacionarios. La teoría de Marx, como la comprende
la TSSI, sostiene que en el hipotético equilibrio de estado estacionario que asume Veneziani, los
valores y precios unitarios (en términos de tiempo de trabajo) serían
𝛌 = 𝐩𝐀 + 𝐥 =𝐩$𝐀
𝜺+ 𝐥 (9.1)
𝐩 =𝐩$
𝜺=
𝐩$𝐀
𝜺+ 𝐥 + 𝐠 (9.2)
donde λ es el vector de valores unitarios en términos de tiempo de trabajo, p es el vector de precios
unitarios en términos de tiempo de trabajo; A es la matriz de insumo-producto; l es el vector de
requerimientos de trabajo vivo por unidad de producto; 𝐩$ es el vector de precios monetarios
unitarios; 𝜀 es la MELT temporalista que es un escalar; y g es un vector de las desviaciones por
unidad entre los precios y los valores.
Ahora si p estuviera determinado ahistóricamente, dentro del sistema de ecuaciones (9.2), el
sistema estaría subdeterminado. Incluso si uno estipula que 𝜀 = 1, como hace Veneziani, (9.2)
5
contiene 2n incógnitas (n precios monetarios más n elementos de g) pero sólo n ecuaciones
independientes.
Para evitar esta indeterminación, Veneziani sostiene que es necesario imponer la “condición de
equilibrio” 𝛌 = 𝐩. Por tanto, él concluye inmediatamente, los proponentes de la TSSI “construyen
[] una ‘teoría del valor de costos monetarios’ donde por supuesto 𝛌 = 𝐩.” Esta inferencia no tiene
sentido alguno. Incluso si fuera cierta (que no lo es) de que la condición de equilibrio de Veneziani
es necesaria para una solución determinada, esto implicaría únicamente que los autores de la TSSI
dejan las ecuaciones (9.1) y (9.2) subdeterminadas. Sin embargo, Veneziani no afirma esto. Por lo
contrario, él nos atribuye una premisa que no sostenemos y que no necesitamos hacer. Nosotros
no construimos una “teoría del valor de cosos monetarios”. No hay bases para que Veneziani
afirme que lo hacemos. La condición 𝛌 = 𝐩 es su invención, no la nuestra.
Esta objeción no es un mejor subterfugio lingüístico. Al alegar falsamente que los proponentes de
la TSSI construyen y asumen algo que es tanto ridículo como discrepante de la teoría del valor de
Marx, Veneziani crea la impresión de que o sabemos nada sobre la teoría de Marx o la
malinterpretamos premeditadamente. Cada vez que él afirma que no logramos distinguir entre
valores y precios esta impresión se ve reforzada y la afirmación es uno de los temas dominantes
de su artículo. Presentada tanto en su resumen como en su conclusión, apareciendo también en las
páginas 98, 102 y 103–4 de su artículo.
Veneziani (2004: 1029 afirma que su condición 𝛌 = 𝐩 es necesaria no sólo para obtener una
solución determinada, sino también “como una cuestión de consistencia…lógica”. Esto
simplemente no es cierto. Sistemas sobredeterminados son inconsistentes. Sistemas
subdeterminados de ecuaciones linealmente independientes nunca lo son.
En cualquier caso, el sistema (9.2) no es ni inconsistente, ni subdeterminado. Está determinado de
manera exacta –históricamente. Asumiendo que los precios son estacionarios Veneziani está
asumiendo tácitamente que los precios de los insumos que existieron al inicio del estadio
estacionario han prevalecido desde ese tiempo:
𝐩𝟎$ = ⋯ = 𝐩𝒕
$ = 𝐩𝒕+𝟏$ = 𝐩$ (9.3)
El punto clave en esto se toma casi como incontrovertible en el cálculo y en la teoría de las
ecuaciones diferenciales o en diferencia, y debe ser comprendido plenamente por Veneziani: en
una formulación temporal las condiciones iniciales –los elementos de p0$– son datos, no
incógnitas.7 Son precios de los insumos del Periodo 0, esto es, los precios de los productos del
Periodo –1, el periodo inmediatamente anterior al estado estacionario. Estos precios ya
determinados mediante procesos socioeconómicos que ocurrieron antes y durante el Periodo –1.
Dado que p es conocido, las únicas variables desconocidas son los n elementos de g, al igual que
𝜀. Así, el sistema (9.2) contienen ecuaciones en n+1 incógnitas. Una ecuación adicional es provista
por el hecho de que en la teoría de Marx, como la interpreta la TSSI, el precio total es igual al valor
total. Así, la suma de las desviaciones de los precios-valores en toda la economía es
gx = 0 (9.4)
6
donde x se refiere al vector de productos brutos (ver Kliman y McGlone 1999: 38).
Usando (9.1), (9.2), (9.3) y (9.4) ahora podemos resolver para todas las incógnitas de las siguientes
sustituciones. Multiplicando (9.2) con 𝜀, obtenemos
𝐩$ = 𝐩$𝐀 + 𝜺𝐥 + 𝜺𝐠 (9.5)
Multiplicando posteriormente por x, y utilizando (9.3) y (9.4) esto se vuelve
𝐩𝟎$ 𝐱 = 𝐩𝟎
$ 𝐀 + 𝜺𝐥𝐱 (9.6)
o
𝐩𝟎$ (𝐈 − 𝐀)𝐱 = 𝜺𝐥𝐱 (9.7)
así que
𝜀 =p0
$(I − A)x
lx (9.8)
Sustituyendo (9.3) y (9.8) en (9.2) y reacomodando términos encontramos entonces que
g = (lx
p0$(I − A)x
) p0$(I − A) − l (9.9)
mientras que sustituyendo (9.3) en (9.1) y (9.2) obtenemos
λ =p0
$ A
𝜀+ l (9.10)
p =p0
$ A
𝜀+ l + g (9.11)
Donde el valor numérico de 𝜀 y g están dados en (9.8) y (9.9).
Estas soluciones demuestran que, contrario a lo que afirma Veneziani, la TSSI no asume, ni
requiere, el supuesto de que los valores sean iguales a los precios en el estado estacionario. De las
ecuaciones (9.10) y (9.11) es claro que los valores son iguales a los precios si, y sólo si, g=0, pero
(9.9) muestra que, en general, esto no es cierto. Veneziani también está mal cuando afirma, como
repetidamente hace, que el valor de 𝜀 está fija arbitrariamente de manera ad hoc. La ecuación (9.8)
muestra claramente que su valor está determinado por los datos. También muestra claramente que
Veneziani (2004: 102) está mal cuando sugiere que los proponentes de la TSSI tendrían que
“asumir que nunca se llega al estado estacionario” para poder evitar la indeterminación sin asumir
que 𝛌 = 𝐩.
7
Para explicar por qué el vector de precio monetario es p0$ en lugar de otra cosa, la solución de
arriba apela a circunstancias históricas que dieron lugar a p0$ . A Veneziani (2004: 102) parece no
gustarle este tipo de explicación, prefiriendo apelar a la conducta optimizadora y a los datos físicos.
Pero lo retamos a él y a cualquier otro a quien no le agrade esta solución a producir una diferente
utilizando únicamente la información que él ha provisto –los datos insumo-producto y el supuesto
de estado estacionario. No tendrán éxito.8
Veneziani también intenta probar que la TSSI requiere la condición 𝛌 = 𝐩 cuando las tasas de
ganancia son iguales, es decir, cuando las mercancías se venden a sus precios de producción. “La
transformación entre valores [sic] y precios de producción también se resuelve trivialmente en el
marco TSS asumiendo que son…iguales, aparte de desviaciones de corto plazo” (Veneziani 2004:
103-4, énfasis en el original). Su pretendida prueba es, en todo caso, aun más endeble que la
anterior. Veneziani (2004: 103) hace uso del valor, precio y ecuaciones de tasas de ganancia de la
TSSI (sus ecuaciones (1)–(7)) al igual que la siguiente igualdad:
𝑠𝑡∗ = rtpt(A + bwl) (9.12)
la cual sostiene que, cuando prevalecen los precios de producción, el vector de plusvalores iguala
al vector de ganancias (ambos por unidad de producto).9
Ahora, si fuere cierto que el plusvalor igualara la ganancia en cada industria, entonces por supuesto
que el precio de producción de cada mercancía sería igual a su valor. Sin embargo, ningún
proponente de la TSSI ha invocado jamás a (9.12). Es una condición ridícula y de completa
invención de Veneziani. Él simplemente la saca de la nada.
Sería simple probar que los valores y los precios de producción como los entiende la TSSI son, en
general, desiguales pero tal prueba no vale el esfuerzo. En lugar de eso, referimos a los lectores a
los ejemplos numéricos contenidos en Kliman y McGlone (1988: 72–76) –que Veneziani cita– y
McGlone y Kliman (1996: 40–44). Los ejemplos muestran cómo se determinan los precios de
producción bajo una variedad de supuestos respecto a la constancia o variabilidad de precios y la
MELT. Los valores y precios de producción individuales de las industrias son desiguales en todos
los casos.
4. EL ORIGEN DE LA GANANCIA BAJO EL SIMULTANEISMO
Revirtiendo tres décadas de sabiduría convencional, Kliman (2001) probó que todas las
interpretaciones simultaneistas de la teoría del valor de Marx (en las que los precios y los valores
de los insumos y los productos se determinan simultáneamente) son incompatibles con la teoría
del origen de la ganancia de Marx). Todas contradicen su afirmación de que el plustrabajo es
necesario y suficiente para la existencia de ganancia. Veneziani no está de acuerdo con esta prueba,
haciéndola parecer incorrecta. No obstante, todas sus objeciones son distractoras. Ninguna de ellas
aborda si el plustrabajo es necesario y suficiente para la ganancia bajo el simultaneismo.
Además, si uno lee la crítica de Veneziani muy cuidadosamente quitando la retórica despectiva,
uno ve que tácitamente concede que el plustrabajo no es ni necesario, ni suficiente para la ganancia
8
bajo el simultaneismo. “Las críticas de Kliman”, él escribe, “se reducen a una verdad trivial y un
enunciado algebraico sin interés tal que hay combinaciones arbitrarias de variables tales que 𝛱𝑡 <
0 cuando 𝑆𝑡 > 0 y viceversa” (Veneziani 2004: 105-106). Pero esto significa precisamente que es
posible que la ganancia es positiva (𝛱𝑡 > 0) mientras que el plustrabajo es negativo (𝑆𝑡 < 0) y
viceversa. Así, el plustrabajo no es ni necesario, ni suficiente para la ganancia bajo el
simultaneismo. ¿Por qué Veneziani no logra reconocer esto de manera franca y sin frases
ofuscadoras como “verdad trivial”, “sin interés” y “arbitrario”? En efecto, estas afirmaciones son,
precisamente, retóricas y no lógicamente rigurosas. Su función es distraer la atención de la
sustancia de la prueba bajo consideración. No tienen lugar en una investigación imparcial por la
verdad y el conocimiento. ¿Qué exactamente es “sin interés” sobre le hecho de que las soluciones
simultaneistas necesariamente dan lugar a circunstancias en las que la ganancia es negativa
mientras que el excedente físico es negativo? Cualquier examen matemático riguroso no podría
más que concluir que este resultado “arbitrario” y “sin interés” establecen el resultado que Kliman
se dispuso a demostrar. ¿Por qué entonces, en este preciso punto, abandonar la lógica por la
retórica? El objetivo de “poner a la TSSI en su lugar” ha eliminado aquí, como en todas partes, los
criterios normales de rigor.
Aunque él tácitamente admite que Kliman probó lo que él afirmó probó, sin embargo Veneziani
(2005: 105) sostiene que la crítica de Kliman del teorema fundamental marxista (FMT) “parece
no ser convincente” porque, para mostrar que el pustrabajo no es necesario ni suficiente para la
ganancia bajo el simultaneismo, Kliman relajó las restricciones que habían sido impuestas hasta
ahora en el problema por parte de los simultaneistas –restricciones que astutamente lo hicieron
parecer que sus interpretaciones implican que el plustrabajo es necesario y suficiente para la
ganancia. De acuerdo con Veneziani (2004: 105 n7), “todos los resultados de Kliman (2001) no
están justificados” porque él no asumió que las tasas de ganancia son iguales. Sus ejemplos fueron
“arbitrarios” (Veneziani 2004: 105). Sus economías no se encontraban en una “solución re
reproducible” (Veneziani 2004: 105).
Estas objeciones parecen convincentes –salvo que uno sepa que la crítica de Kliman (2001: 97,
resumen) del FMT era precisamente que “dependen crucialmente de condiciones restrictivas e
implausibles”. Entonces las objeciones de Veneziani no tienen sentido alguno. ¡Él se está quejando
de que Kliman tuvo que relajar las restricciones del FMT para probar que se basa en esas
restricciones cruciales! ¿De qué otra manera podría probar esto Kliman? ¿Podría por favor
decirnos Veneziani?
Si Kliman hubiera afirmado que el FMT era falso, entonces las quejas de Veneziani tendrían
sentido. Uno no puede refutar un teorema si uno viola sus premisas. Pero lo que Kliman afirmó,
correctamente, era algo diferente: el FMT no logra demostrar que el plustrabajo es necesario y
suficiente para la ganancia. Veneziani es consciente de esta diferencia. Él escribe “Aunque esta
[demostración de que el plustrabajo y la ganancia pueden tener signos opuestos bajo el
simultaneismo] no refuta el FMT, de acuerdo con Kliman, muestra que el FMT es teóricamente
insatisfactorio porque únicamente se sostiene bajo la definición restrictiva e irrealista de la
definición de reproducibilidad de Roemer” (Veneziani 2004: 104-5). Dado que él entiende lo que
9
Kliman afirmó y lo que no afirmó, y tácitamente concede que lo que él afirmó es correcto ¿por qué
Veneziani respondió con “objeciones” que no logran abordar la cuestión?
5. LA CUESTIÓN DE LA MELT NEGATIVA
Aunque Veneziani tácitamente concede que todas las interpretaciones simultaneistas son
incompatibles con la teoría de Marx en la que el plustrabajo es la única fuente de ganancia, él
sostiene que la TSSI no se encuentra en mejor forma. “El enfoque TSS no ofrece una interpretación
‘superior’ de la teoría de la explotación de Marx” (Veneziani 2004: 107) porque tampoco logra
implicar que el plustrabajo es necesario y suficiente para la ganancia positiva. “El resultado
deseado sólo puede ser obtenido asumiendo arbitrariamente” que la expresión monetaria del
tiempo de trabajo (MELT) nunca es negativa (Veneziani 2004: 106).
Es cierto que si la MELT temporalista pudiera ser negativa, entonces el plustrabajo no sería
necesario ni suficiente para la ganancia positiva bajo la TSSI. Dada una MELT negativa, la
ganancia sería negativa cuando el plustrabajo es positivo y viceversa.
Sin embargo, aunque Veneziani alega que es arbitrario asumir que la MELT es no negativa, él no
da razón alguna para creer que una MELT temporalista negativa es lógicamente posible. Una
MELT negativa implicaría que un quantum de tiempo de trabajo es representado por una cantidad
negativa de dinero. En ausencia de alguna razón por la que deberíamos creer en tal situación
absurda, es difícilmente arbitrario asumir que la MELT es positiva.
De hecho, nosotros no asumimos que la MELT es positiva: lo probamos. La prueba de que la
MELT temporalista siempre debe ser positiva fue presentada en Kliman (2001) y Kliman y
Freeman (2006). La acusación de Veneziani de que es “arbitrario” asumir una MELT temporalista
positiva es falsa, y si él hubiera considerado las implicaciones matemáticas de su afirmación
siquiera de la manera más superficial, él mismo hubiera reconocido esto. Y dado que esta falsa
acusación es la única base para su rechazo de que la TSSI logra deducir las conclusiones de la
teoría de la ganancia basada en la explotación de Marx, el rechazo de Veneziani de esta afirmación
no tiene justificación. Dada la importancia de esta cuestión, sería útil volver a enunciar aquí la
prueba de la positividad de la MELT temporalista.
a. Kliman (2001: 106-8) probó el siguiente teorema: si P (el precio total del producto en términos
de dinero), C (gastos totales en medios de producción utilizados en términos de dinero), L (la
cantidad total de trabajo vivo gastado en la producción, en términos de tiempo de trabajo) y
𝜏(0) (la MELT temporalista en el tiempo [0]) son todos positivos y finitos, entonces 𝜏 siempre
debe ser positiva.10 (Veneziani (2004: 106) acepta que este resultado es “algebraicamente
correcto”.) Se deduce que el plustrabajo y la ganancia real, como los entiende la TSSI, siempre
deben tener el mismo signo.
b. La MELT temporalista es el cociente entre el precio total P y el valor total en términos de
tiempo de trabajo. Entonces la MELT existe únicamente cuando se produce valor, esto es,
únicamente bajo la producción de mercancías. Los pasos subsecuentes de la prueba presuponen
entonces la existencia de la producción de mercancías.
10
c. L siempre es positiva bajo la producción de mercancías (esta última como la define Marx).
d. Prueba de que P > 0, C > 0 bajo la producción de mercancías. Los bienes gratuitos no son
mercancías. Por tanto, si las mercancías son producidas, no es el caso que todos los bienes
realmente producidos son gratuitos. Por tanto, P ≠ 0 bajo la producción de mercancías.
Además, los precios negativos “existen” en la teoría económica únicamente en virtud de una
ocurrencia en la definición. Por ejemplo, el enunciado de que la basura tiene un precio negativo
realmente significa que su “comprador” es el vendedor de un servicio de recolección de basura
que se vende por un previo positivo. Así que cualquier precio que erróneamente ha sido
designado como “negativo” puede hacerse positivo al reestablecer al vendedor y al comprador
en las posiciones correctas. Dado que todos los precios son no negativos, al igual que todos los
productos brutos, P es no negativo también. Y dado que P ≠ 0 bajo la producción de
mercancías, se deduce que P > 0. Además, como los insumos físicos no pueden ser negativos,
y esto, en conjunto con la no negatividad de todos los precios, implica que C > 0.
e. Prueba de que la MELT temporalista es inicialmente positiva y finita. Por definición el precio
de cualquier producto –mercancía u otro activo– es igual a 𝜏 veces la cantidad de trabajo que
el producto comanda en el intercambio:
precio = τ × (trabajo comandado) (9.13)
También por definición el “precio” de una unidad de dinero es igual a 1. Entonces, en cualquier
fecha seleccionada arbitrariamente como “tiempo 0”,
1 = τ(0) × (trabajo comandado por unia unidad de dinero en el tiempo 0) (9.14)
Y dado que una unidad de dinero comandaba una cantidad positiva y finita de trabajo en tal
fecha –dado que, es decir, uno podría comprar una cantidad finita y positiva de productos del
trabajo con ella– se deduce que τ también era inicialmente positiva y finita.
Podría argumentarse que el dinero no comandaba inicialmente trabajo alguno que contara
como valor dado que los productos en existencia al inicio de la producción de mercancías no
eran producidos como mercancías. Bajo esta interpretación de la teoría de Marx, los insumos
utilizados al inicio de la producción de mercancías no transfirieron valor a los productos
producidos. Por tanto, el valor total de las mercancías (en términos de tiempo de trabajo) fue
inicialmente solo el trabajo vivo extraído, una cantidad positiva. Como se demostró arriba, el
precio total también era positivo. Por tanto la MELT inicia, el cociente entre el precio total y
el valor total, también era positiva.11
f. De los párrafos (c), (d) y (e) se deduce que se satisfacen las condiciones dadas en el párrafo (a)
para que la MELT temporalista siempre sea positiva. Por tanto, la MELT temporalista siempre
ha sido y siempre será positiva. Por tanto, el plustrabajo es necesario y suficiente para la
ganancia real de acuerdo con la TSSI. Esta conclusión replica la de Marx.12
6. LAS REFUTACIONES QUE HACE LA TSSI DEL TEOREMA DE OKISHIO
Se pensó durante mucho que el teorema de Okishio (1961) había refutado la ley de la caída
tendencia de la tasa de ganancia de Marx, mostrando que los cambios tecnológicos que ahorran
trabajo adoptados por los capitalistas que maximizan ganancias no pueden provocar que la tasa de
ganancia de equilibrio caiga. Pero numerosos trabajos de la TSSI han refutado el teorema (ver
Kliman 2007, capítulo 7).13
11
Desde un punto de vista lógico, la crítica de Veneziani de estas refutaciones es un adelante sobre
las anteriores. Laibman (1999a, 1999b, 2000), Foley (1999) y otros (en trabajos no publicados)
han presentado ejemplos que muestran, con base en las premisas del teorema, que los cambios
tecnológicos que ahorran trabajo no siempre causan necesariamente que la tasa de ganancia caiga.
Sin embargo, dado que el teorema sostiene que tales cambios tecnológicos nunca pueden causar
que la tasa de ganancia caiga, la exhibición de un único ejemplo en el que caiga la tasa de ganancia
es suficiente para refutarlo. Los ejemplos subsecuentes en los que aumenta la tasa de ganancia son
irrelevantes como reconoce Veneziani (2004: 109). Así, en lugar de ofrecer tal ejemplo, él intenta
demostrar que las refutaciones temporalistas del teorema de Okishio no son “robustas”: que
dependen crucialmente de escenarios que son imposibles o casi imposibles.
6.1 La crítica de una MELT constante
Dos de las objeciones de Veneziani (2004: 110-11, números 4 y 4) son críticas del supuesto en
Kliman (1996) de que la MELT permanece constante. Veneziani sugiere que este supuesto juega
un rol crucial en la refutación temporalista del teorema de Okishio. Una vez que el supuesto de la
MELT constante es eliminado, la TSSI presuntamente produce resultados que respaldan, en lugar
de contradecir, el teorema.
En un intento por demostrar esto, Veneziani (2004: 110) muestra que si la MELT y la
productividad del trabajo crecen a la misma tasa porcentual constante, entonces en el largo plazo
la tasa de ganancia determinada temporalmente convergirá a la tasa de ganancia fisicalista de
Okishio. Y ¿eso qué? Veneziani no se molesta en decirnos, pero su punto es evidente que, dado
que la tasa de ganancia de Okishio no puede caer como resultado de un cambio técnico “viable”,
la convergencia de la tasa de ganancia temporalmente determinada hacia la tasa de Okishio implica
que la primera tampoco puede caer si la MELT y la productividad del trabajo, ambas, crecen a la
misma tasa porcentual constante.
Sin embargo, de hecho, la convergencia implica lo opuesto. Veneziani asume que el valor en
tiempo de trabajo de la mercancía es inicialmente constante. Así, si la MELT incremente a una
tasa constante, el precio monetario de la mercancía está creciendo inicialmente. Pero esto implica
que la tasa de ganancia monetaria es inicialmente mayor que la tasa de ganancia fisicalista de
Okishio (dado que esta última es la tasa de ganancia que existiría si el precio de la mercancía fuera
constante). Así que el hecho de que la tasa de ganancia monetaria converja a la tasa de Okishio en
realidad implica que la tasa monetaria cae a lo largo del tiempo en relación con la de Okishio. Si
esta caída más que compensa el crecimiento en la tasa de Okishio que resulta del progreso técnico,
entonces la tasa de ganancia monetaria caerá a lo largo del tiempo aun cuando su tasa de ganancia
aumente.
Cualquiera puede cometer un error, pero de nuevo, la pregunta es: ¿por qué Veneziani no se
preocupó en revisar sus resultados y por qué Metroeconomica y Steedman no se percataron de su
error antes de apresurarse a publicarlo y respaldar un argumento falso que “pone a la TSSI en su
lugar”?
Debido a la importancia de la cuestión bajo debate aquí –la posibilidad de una caída en la tasa de
ganancia monetaria a pesar de un aumento continuo en la MELT, bajo condiciones en las que el
12
teorema de Okishio sostiene que “la” tasa de ganancia debe aumentar– ahora habremos de
considerar un ejemplo numérico sencillo para corroborar un resultado que no fue corroborado
previo a su publicación. Examinemos el caso más simple posible: una economía de un sector
(“maíz”) sin capital fijo en el que el producto de todos los años es invertido, plantado como semilla
de maíz al inicio del próximo año. (Ver Tabla 9.1.) Dado que todo el producto se vuelve semilla,
los trabajadores de la granja y los propietarios de la granja no consumen.
Debido a que se asume que no hay capital fijo ni salarios en este ejemplo, la semilla de maíz (SC
por sus siglas en inglés) es todo el capital adelantado en términos físicos, y el excedente físico (PS)
es igual al producto neto (NP) –el maíz como producto (CO) menos la semilla. Así, la tasa física
de ganancia de Okishio (ROP) es igual al producto neto dividido por la semilla de maíz.
Asumamos que entre los años 1 y 2 tanto la semilla de maíz, el producto y la cantidad de trabajo
vivo (LL) desempeñado por los trabajadores de la granja aumentan en 25 por ciento. La economía
está creciendo pero no hay crecimiento en la productividad.
Tabla 9.1 Cantidades físicas
Año SC NP=PS CO=SC+NP ROP=PS/SC LL
1 64 16 80 25.0% 80
2 80 20 100 25.0% 100
3 100 30 130 30.0% 100
4 130 45 175 34.6% 100
El producto por unidad de trabajo vivo y el producto por unidad de insumo de maíz, ambos,
permanecen sin cambios. Dadas las cantidades físicas del año 1 presentadas en la Tabla 9.1, las
cifras para el año 2 son consecuencia del supuesto de crecimiento de 25 por ciento.
En los años 3 y 4 inicia el progreso tecnológico. El producto neto ahora incrementa en 50 por
ciento cada año mientras que el empleo deja de aumentar –cien horas de trabajo vivo son
desempeñadas cada año. Tanto el producto por unidad de trabajo vivo (“productividad del
trabajo”), la productividad por unidad de semilla de maíz (“productividad del capital”) y el
cociente entre la semilla de maíz y los trabajadores (la composición técnica del capital”) aumentan
en los años 3 y 4. (Las cifras de semilla de maíz para los años 4 y 4 se basan en nuestro supuesto
de que todo el producto se invierte como semilla; por ejemplo, CO=100 en el año 2, así que SC=100
en el año 3.)
Por supuesto, este es un conjunto de supuestos extremadamente irreales. No pretendemos estar
modelando aquí el proceso de acumulación en alguna economía real, pero empleamos estos
supuestos para establecer el punto lógico en cuestión: que nuestra refutación de Okishio no
depende del supuesto de una MELT constante.14
Comencemos con el caso de una MELT constante. Si asumimos que la MELT es $1/hr, el nuevo
valor añadido por el trabajo vivo (NV) siempre es igual a las cifras de trabajo vivo (LL) de la Tabla
9.1 y el precio nominal del maíz p es igual al valor v. El flujo resultante de valor está dado en la
Tabla 9.2.
13
La tasa de ganancia en valor/precio es inicialmente igual a la tasa física y las dos tasas permanecen
igual en tanto la productividad no crezca. Sin embargo, una vez que ocurre el progreso tecnológico,
la tasa de ganancia en valor/precio cae, aun cuando la tasa física de Okishio aumente.
Tabla 9.2 Tasa de ganancia temporalista valor/precio, dada la ley del valor y MELT
constante
Año p𝑖𝑛 = vina
𝐶 = 𝑐 = 𝑉𝑇= p𝑖𝑛𝑆𝐶
𝑁𝑉 = 𝐿𝐿= 𝑠
𝑇𝑉= 𝑉𝑇 + 𝑁𝑉
𝑅𝑂𝑃 = 𝑠/𝐶 𝑝out = 𝑣out
= 𝑇𝑉/𝐶𝑂
1 5.000 320 80 400 25.0% 5.000
2 5.000 400 100 500 25.0% 5.000
3 5.000 500 100 600 20.0% 4.165
4 4.615 600 100 700 16.7% 4.000 a El precio del insumo es igual al precio del producto del año anterior. El precio del insumo en 1 está dado.
Es tentador asumir que la tasa de ganancia nominal (es decir, monetaria) ha caído aquí únicamente
porque la MELT es constante, por lo que el precio nominal del maíz ha caído junto con su valor.
Sin embargo, esto no es el caso. Imaginemos que el precio del maíz crece 10 por ciento año tras
año. El producto de este año se vende por 10 por ciento más de lo que se hubiera vendido el año
pasado, pero la semilla de maíz adelantada al inicio del año también costó 10 por ciento más de lo
que hubiera costado el año anterior. La tasa de ganancia –el cociente entre ventas y costos, menos
1– es consecuentemente el mismo, sea que usemos los precios de este año o del último año para
valuar la semilla de maíz y el producto. En otras palabras, una tasa de inflación constante deja a la
tasa de ganancia sin cambios.
Lo que afecta la tasa nominal de ganancia es, por consiguiente, no la inflación per se, sino los
cambios en la tasa de inflación. Una tasa de inflación causa que los ingresos por ventas
incrementen en un porcentaje mayor que el incremento de los costos y, así, la tasa nominal de
ganancia aumenta. A la inversa, cuando la tasa de inflación está cayendo, los ingresos por ventas
aumentan en un porcentaje menor que los costos, causando que la tasa nominal de ganancia caiga.
Lo que importa no es si los precios están creciendo o cayendo –esto es, si la tasa de inflación es
positiva o negativa– sino si la tasa de inflación está aumentando o cayendo.
Por tanto, el crecimiento de la productividad no tiene porqué conducir a la deflación (caída de los
precios) para que la tasa nominal de ganancia caiga. Necesita conducir a la desinflación, una tasa
de inflación decreciente. Si esto ocurre, entonces la tasa nominal de ganancia, al igual que la tasa
real de valor, debe caer en relación con la tasa física de ganancia, sin importar si los precios están
creciendo o cayendo. Salvo que las tasas físicas aumenten en una cantidad suficiente para cancelar
este efecto, tanto la tasa real como la nominal de ganancia también caerán en términos absolutos.
El punto también puede expresarse de la siguiente manera. Una MELT creciente no cancela la
tendencia decreciente de la tasa de ganancia. La tasa de inflación es aproximadamente igual a la
tasa de crecimiento de la MELT más la tasa de crecimiento de los valores.15 Así, si la MELT crece
a una tasa constante pero los valores caen a una tasa creciente como resultado de una tasa de
crecimiento de la productividad, la tasa de inflación debe caer y la tasa nominal de ganancia
tenderá a caer.
14
Por supuesto es posible, en principio, que la tasa de crecimiento de la MELT se acelerará,
cancelando o más que cancelando este efecto. Sin embargo, no hay una razón inherente de que
deba ser así.16 Una MELT creciente refleja una inflación exógena o construida, una inflación que
crece por factores distintos al crecimiento de la productividad.
Para ver esto más claramente, imaginemos junto con Veneziani que la MELT incremente a la
misma tasa que la productividad del trabajo (el producto neto por unidad de trabajo vivo) aumenta
comenzando en el año 3, que es 50 por ciento por año. Dado que la MELT es igual a 1 al inicio
del año 1, por ejemplo, es igual a 1.5 al final. En lugar de los precios con MELT constante de la
Tabla 9.2, ahora tenemos precios nuevos en la Tabla 9.3 que reflejan este crecimiento del 50 por
ciento. (Los precios nominales son iguales a los de la Tabla 9.2 multiplicados por la MELT. Para
obtener las cifras del valor total multiplicamos las cifras de maíz como producto de la Tabla 9.1
con el precio del producto y para obtener el valor nominal añadido, restamos la suma de valor
transferido del valor total.)
Tabla 9.3 Tasa de ganancia temporalista valor/precio, dada la ley del valor y un crecimiento
anual del 50 por ciento de la MELT
Año p𝑖𝑛a
𝐶 = 𝑐= 𝑉𝑇= p𝑖𝑛
× 𝑆𝐶
𝑁𝑉 = 𝑠= 𝑇𝑉− 𝑉𝑇
𝑇𝑉= p𝑜𝑢𝑡
+ 𝐶𝑂
𝑹𝑶𝑷= 𝒔/𝑪
𝑀𝐸𝐿𝑇out
pout
= 𝑀𝐸𝐿𝑇out
× v𝑜𝑢𝑡
Tasa de
inflación
(p𝑜𝑢𝑡 −p𝑖𝑛)/ p𝑖𝑛
1 5.000 320 280 600 87.5% 1.500 7.500 50.0%
2 7.500 600 525 1125 87.5% 2.250 11.250 50.0%
3 11.250 1125 900 2025 80.0% 4.375 15.577 38.5%
4 15.577 2025 1519 3544 75.0% 5.063 20.250 30.0% a El precio del insumo es igual al precio del producto del año anterior. El precio del insumo en 1 está dado.
Durante el año 2 no hay crecimiento de productividad, por lo que el valor de la semilla de maíz
permanece constante. Así, el precio nominal del maíz incrementa a la misma tasa que la MELT,
50 por ciento. Esto es inflación exógena, no relacionada con el crecimiento de la productividad.
Una vez que el crecimiento de la productividad aumenta en el año 4, la inflación exógena de 50
por ciento persiste, pero el valor decreciente del maíz cancela este efecto, causando que la tasa
global de inflación caiga. Sin embargo, la MELT crece más rápidamente de lo que cae el valor del
maíz, así que el precio nominal del maíz crece de manera continua; la tasa general de inflación
permanece positiva.
Aun cuando el nivel de la tasa nominal de ganancia es significativamente mayor que el nivel de la
tasa real de ganancia en valor dada en la Tabla 9.2, su tendencia es esencialmente la misma. Ambas
tasas son constantes durante el año 2 y ambas caen una vez que inicia el crecimiento en la
productividad. La razón por la que ambas tasas de ganancia caen es que, como dijimos
previamente, la tasa de inflación cae tanto cuando la MELT es constante como cuando incrementa
a una tasa porcentual constante. Que el precio del maíz caiga en un caso y aumente en el otro es
irrelevante.
La relación exacta entre la tasa nominal y la real es
15
1 + 𝑟𝑛𝑜𝑚 = (1 + g𝑚)(1 + 𝑟𝑟𝑒𝑎𝑙) (9.15)
donde 𝑟𝑛𝑜𝑚 y 𝑟𝑟𝑒𝑎𝑙 son las tasas nominal y real de ganancia y g𝑚 es la tasa de crecimiento de la
MELT. Por ejemplo, en el año 1 tenemos 1.875=(1.5)(1.25), mientras que en el año 4 tenemos
1.75=(1.5)(1.167).17 Así, si la MELT incrementa a una tasa más o menos constante, la tasa nominal
de ganancia en precios seguirá de cerca a la tasa real en valor. Que el nivel de la MELT sea
constante o no, no hace diferencia alguna.
Finalmente, consideremos qué ocurriría si el escenario anterior fuera a persistir a lo largo del
tiempo, de tal manera que tanto la MELT y la productividad del trabajo continúan creciendo en 50
por ciento del año y todo el maíz como producto continúa siendo reinvertido como semilla. La
respuesta es que la tasa física de ganancia de Okishio, que comenzó en 25 por ciento, convergería
hacia 50 por ciento al crecer continuamente, mientras que la tasa nominal de ganancia que inició
en 87.5 por ciento convergería en 50 por ciento cayendo continuamente. Así que, aun cuando
Veneziani está en lo correcto de que la tasa de ganancia monetaria eventualmente converja a la
tasa de Okishio cuando la MELT aumenta en la misma tasa que la productividad del trabajo, vemos
que este resultado definitivamente no significa lo que él sugiere que significa. No evita que la tasa
nominal de ganancia caiga bajo condiciones en las que la tasa de Okishio aumenta y, por ello no
debilita, sino que confirma, la refutación temporalista del teorema de Okishio.
6.2 ¿Un caso singular implausible?
Veneziani (2004: 109, énfasis en el original) también sostiene que las “conclusiones de Kliman
(1996) podrían tener algún respaldo analítico sólo en el caso singular e implausible” que Kliman
asumió, el caso en el que la cantidad de trabajo vivo necesario para producir una unidad de
producto se aproxima a cero a lo largo del tiempo. En realidad, cualquier otro supuesto es
implausible porque cualquier otro supuesto implica que la productividad del trabajo no puede
incrementar más allá de un punto dado. La cantidad de trabajo vivo requerido para producir una
unidad de producto no es más que el inverso de la productividad del trabajo. Si una unidad de
trabajo produce y unidades de algún producto, entonces la “cantidad de trabajo vivo requerido para
producir una unidad de producto” es 1/y. Para afirmar que esta magnitud, 1/y8, se aproxima
indefinidamente cercano a cero es simplemente afirmar que y crece sin límite. Este es casi un
resultado matemático trivial y es sorprendente que ha escapado a la atención de Veneziani. Si él
desea negar este supuesto o señalarlo como “arbitrario”, él debe en realidad afirmar que hay un
límite superior absoluto a la productividad del trabajo, una afirmación sin fundamento teórico y
para el que no hay evidencia empírica.
Supongamos que Veneziani estuviera en lo correcto y que, por ejemplo, la cantidad de trabajo
necesario para producir una unidad de producto cae continuamente a lo largo del tiempo desde mil
horas a una hora pero no puede caer más. En este caso, una hora de trabajo nunca podrá rendir más
de una unidad de producto –no ahora, y no en momento alguno en el futuro.
Esto es precisamente lo que Veneziani (2004: 110) asume en un intento por probar que la tasa de
ganancia determinada temporalmente se aproxima a la “tasa de ganancia” física del teorema de
Okishio. Este supuesto es lo que produce su “prueba”.
16
En su ejemplo, la productividad del trabajo es inicialmente igual a 1/(ℓ1 + ℓ2) y crece
asintóticamente a 1/ℓ1 a lo largo del tiempo. Pero nunca, jamás, se permite que exceda 1/ℓ1.
Poniendo el mismo punto de manera diferente, la tasa de crecimiento de la productividad del
trabajo en el ejemplo de Veneziani cae continuamente a lo largo del tiempo y se aproxima
asintóticamente a cero. Es este caso el que es un caso singular e implausible. Ciertamente no hay
evidencia de que el nivel de productividad agregada se haya topado alguna vez con una barrera tan
infranqueable.
6.3 Criterios capitalistas de inversión
La objeción restante de Veneziani (2004: 109), (número 1), es que Kliman (1996) asumió que los
capitalistas se ven “obligados a invertir conforme a una regla fija sin importar lo que le ocurre al
precio del producto y a la rentabilidad de la inversión”. Él no profundiza más y su punto no es
claro. Si él está afirmando que Kliman asumió que los capitalistas introducen nuevas tecnologías
sin importar las consideraciones de rentabilidad, está en lo correcto. Kliman (1995: 219) utilizó la
propia regla de decisión del teorema de Okishio: ellos introducen aquellas nuevas tecnologías que
impulsarán sus tasas de ganancias si los precios y la tasa de salario real permanecen constantes.
No obstante, Veneziani podría estar sugiriendo que si la tasa de ganancia cae, la acumulación de
capital se ralentizará, lo cual a su vez provocará que la tasa de ganancia aumente. Esto es muy
posible pero es difícil ver cómo afecta “la robustez de los resultados de la TSS” (Veneziani 2004:
109). Una acumulación más lenta causa una ralentización en el crecimiento de la productividad, y
esta ralentización es lo que conduce a un incremento subsecuente en la tasa de ganancia. No hay
algo aquí para respaldar la noción de que la tasa de ganancia está determinada físicamente; una
vez más, la tasa de crecimiento de la productividad y la tasa de ganancia tienen a moverse en
direcciones opuestas, contrario a lo que los críticos fisicalistas de Marx afirman haber probado.
Además, el comportamiento cíclico de la tasa de ganancia coincide con la ley de la caída tendencial
de la tasa de ganancia de Marx (1991, capítulo 15, esp. Pp. 362-64).
7. CONCLUSIÓN
Este artículo ha sido escrito como una contribución al movimiento por el pluralismo en la
economía. Mediante un caso de estudio particular, hemos buscado entre otras cosas, ejemplificar
el grado en que los estándares académicos pueden romperse en la economía cuando el esfuerzo de
una escuela más atrincherada y poderosa de poner en su lugar a una menos atrincherada y poderosa
sin control. Creemos que este problema es de carácter general y que el movimiento por el
pluralismo en la economía necesita abordar.
También creemos que este caso de estudio indica la necesidad de una mayor claridad sobre lo que
significa pluralismo. Algunos argumentaríamos que si la ley trata a los ricos y a los pobres de la
misma manera, les confiere los mismos derechos. Sin embargo, creemos que Anatole France
estaba en lo correcto cuando él sugirió que la “majestuosa igualdad” de las leyes en las que se
“prohíbe que tanto los ricos como los pobres vivan bajo los puentes, mendiguen en las calles y
soben el pan” es en realidad una parodia de la igualdad. Del mismo modo, algunos argumentarían,
17
que dado que Veneziani se ha expresado y nosotros también, el debate presente ha sido pluralista.
Sin embargo, creemos que un “pluralismo” que permite que una escuela de pensamiento más
dominante dirija una serie de críticas atrozmente incorrectas contra una menos dominante, y
"permite" que esta última escuela dedique gran parte, si no la mayoría, de su tiempo y recursos
limitados a responder defensivamente a esta serie de críticas infundadas, es en realidad una parodia
de pluralismo. Para que exista un pluralismo genuino, sus proponentes deben atender la necesidad
de, hacer un intento por ejercer el uso de, estándares intelectuales apropiados. Esto es
particularmente importante en el discurso del paradigma cruzado, especialmente donde las
disparidades entre el poder y recursos de las escuelas contendientes son significativas. A menos
que los proponentes del pluralismo estén ahí para defender activamente los estándares intelectuales
apropiados, es probable que prevalezcan los miembros de la escuela más poderosa “saben en sus
vísceras” –esto es, veracidad visceral.
NOTAS
1 Deseamos agradecer a dos réferis anónimos por sus serviciales comentarios sobre un borrador
previo de este artículo. Cualesquiera errores remanentes son nuestra responsabilidad. 2 Merriam-Webster Online, www.m-w.com/info/06words.htm. (8 de julio de 2007). “Truthiness”,
un término por el que Colber toma crédito de acuñación, fue votado como la palabra #1 del año
2006 en Merriam Webster. 3 Steedman se refiere al borrador no publicado del trabajo de Veneziani. Veneziani (2004) es una
versión revisada de parte de ese artículo y Veneziani (2005), que aborda un único artículo de
Freeman (1996), es una versión revisada de gran parte del resto. Debido a limitaciones de espacio,
aquí únicamente abordaremos Veneziani (2004). 4 Otras críticas de la TSSI, la mayoría de los cuales, creemos nosotros, también sufren de este
problema, son analizadas en Kliman (2007). 5 La cita interior es de Kliman y McGlone (1999: 43). 6 La MELT es la cantidad de valor, expresada en términos de dinero, que es equivalente a una
unidad de trabajo. Por lo que si una hora de trabajo crea $100 de valor nuevo, la MELT es
$100/hora. 7 “Ninguna senda temporal única puede ser determinada…salvo que el valor de la constante [de
integración] c pueda determinarse alguna manera hacerse. Para lograr esto, la información
adicional debe construirse dentro del modelo, usualmente en la forma de lo que se conoce como
una condición inicial o condición de frontera” (Chiang 1974: 429, énfasis en el original).
“Resolver una ecuación diferencial da lugar a una familia de funciones. Especificando una
condición inicial es una manera natural de reducir a una solución particular” (Krantz 2005: 34,
énfasis en el original). 8 Recordemos que 𝐩$ es un vector de precios de mercado y no de precios de producción. Por tanto
una rentabilidad uniforme no puede ser asumida. Es en efecto peculiar asumir que existe un estado
estacionario aun cuando las tasas de ganancia podrían ser desiguales, pero es el supuesto de
Veneziani, no nuestro. 9 Debido a que la tasa de ganancia r es el cociente entre la ganancia y el capital adelantado y que
𝐩𝒕(𝐀 + 𝐛𝐰𝐥) es el vector de adelantos de capital por unidad de producto, el lado derecho de (4) es
el vector de ganancias por unidad de producto.
18
10 La prueba también es válida cuando C = 0. Nótese también que cualquier tiempo puede ser
elegido como tiempo 0. Así, si la MELT es positiva en cualquier tiempo dado, debe ser positiva
de ese momento en adelante. 11 Así, la MELT temporalista difiere de la MELT simultaneista, la cual es el precio total del
producto neto dividido por el trabajo vivo desempeñado, donde el producto neto de cualquier
mercancía es el producto bruto de la mercancía menos la cantidad que es utilizada como insumo
en la producción. Por consiguiente, el “precio total del producto neto” es una noción simultaneista
porque valúa los insumos y los productos con el mismo conjunto de precios y porque no reconoce
que la MELT que aplica a los insumos difiera de la MELT aplicable a los productos que emergen
después. Ver Kliman (2001) para un análisis más profundo sobre este tema. 12 Después de que se escribió este artículo, Mohun y Veneziani (2007) publicaron una crítica de la
prueba anterior. Ver Kliman y Freeman 82008) para nuestra respuesta. 13 Gran parte de esta sección del artículo fue publica, de manera ligeramente diferente, en Kliman
(2007, capítulo 7). 14 Para un contraejemplo que refuta el teorema de Okishio en un caso en el que los salarios son
positivos y se producen dos productos diferentes, ver Kliman y McGlone (1999). Sin embargo,aun
cuando este ejemplo asume una tasa real de salario de cero, también sirve para refutar el teorema
porque este último únicamente asume que la tasa real de salarios permanece constante, no que esta
es positiva. Okishio (1961) sí reconoció que los cambios técnicos viables pueden resultar en una
caída en la tasa máxima de ganancia, pero sólo para expresar que la tasa real debe, sin embargo,
aumentar o permanecer constante. Cuando la tasa real de salario es cero, la tasa máxima de
ganancias es igual a la tasa real y, por consiguiente, el teorema implica que ninguna puede caer.
Esa afirmación es refutada abajo. 15 Si A = B × C, la tasa de crecimiento de A es aproximadamente igual a la tasa de crecimiento de
B más la tasa de crecimiento de C. Dado que el nivel de precios es igual a la MELT multiplicada
por el nivel de los valores reales, se deduce que la tasa de crecimiento de los precios, esto es la
inflación, es aproximadamente igual a la tasa de crecimiento de la MELT más la tasa de
crecimiento de los valores reales. 16 Aun cuando la tasa de crecimiento de la MELT no incrementa lo suficiente para cancelar la
tendencia decreciente de la tasa nominal de ganancia, no se deduce que la ley de la caída tendencia
de la tasa de ganancia ha sido negada. Si la tasa de crecimiento acelerada de la MELT está causada
por un crecimiento de los límites de deuda del gobierno y la superextensión del crédito, bien podría
ser que las tendencias a las crisis resultantes del crecimiento de la productividad sean desplazadas,
pero no negadas. 17 Se puede mostrar que esta relación se mantiene cierta en todos los casos en los que no hay capital
fijo y que se obtiene una relación similar cuando hay capital fijo.
1
Capítulo10
La Interpretación Temporal y de Sistema Único
Subdeterminación e inconsistencia
Simon Mohun y Roberto Veneziani
Este artículo evalúa críticamente una contribución reciente de Kliman y Freeman (2009) {capítulo
9 de este libro} en esta revista. Se argumenta que ninguno de sus argumentos disipa las críticas
previas a la “interpretación temporal y de sistema único” (TSSI). En efecto, el artículo confirma
las sugerencias de muchos críticos que, conforme se exponen las partes faltantes de los constructos
de la TSSI, en especial la expresión monetaria del tiempo de trabajo, la TSSI se basa en supuestos
arbitrarios y en inconsistencia.
1. INTRODUCCIÓN
Kliman y Freeman (2009), en una contribución reciente a esta revista, reconsideran algunas de las
críticas a la interpretación temporal y de sistema único (TSSI) de la teoría del valor de Marx, de la
cual son dos de los exponentes más prominentes. En especial se enfocan en un articulo de
Veneziani (2004) y argumentan que todas las críticas contenidas en el artículo son incorrectas
lógicamente o simplemente falsas. Ellos conjeturan que esto no es evidente para Veneziani por un
compromiso psicológico a priori con la demostración de una inconsistencia interna de Marx.
Este artículo provee una respuesta breve a Kliman y Freeman (2009). No realizamos conjeturas
sobre la psicología de Kliman y Freeman y buscamos permanecer en el terreno de la lógica de sus
argumentos a favor de la TSSI en contra de sus críticos. Nosotros argumentamos que ninguno de
sus argumentos disipa convincentemente las críticas previas a la TSSI. En efecto, demostramos
que en cuanto se exponen las partes faltantes de los constructos teóricos de la TSSI, las
inconsistencias y supuestos arbitrarios de la TSSI son expuestos aún más.
Comenzamos con dos puntos preliminares. Primero, aun cuando tenemos algunas diferencias con
Kliman y Freeman (2009) sobre lo que constituye una representación exacta, y lo que constituye
una distorsión, de un argumento con el que no concordamos (especialmente aquí los argumentos
originales en Veneziani 2004), en todo lo que sigue únicamente abordaremos el problema de lo
que lo que cada uno dijo exactamente cuando sea necesario a los argumentos principales en el
artículo. Las contribuciones están disponibles públicamente y alentamos a los lectores interesados
a que se formen su opinión propia. Segundo, aun cuando se enfocan en Veneziani (2004), Kliman
y Freeman (2009) presentan un grupo de argumentos que aplican a un conjunto más amplio de
académicos que han criticado la TSSI. Por tanto, nos concentraremos en las cuestiones teóricas
principales que han expuesto porque su relevancia va más allá de un debate particular con
Veneziani (2004). Debido a que hemos comentado previamente sobre los argumentos de la TSSI
(Mohun 2003 {capítulo 3 de este libro}; Veneziani 2004, 2005; Mohun y Veneziani (2007)
2
{capítulo 7 de este libro}), intentaremos ser breves y al punto. Todas nuestras críticas previas se
mantienen y no es necesario repetirlas.
2. LA TSSI
¿Cuál es el objetivo principal de la TSSI? Como se ha enunciado repetidamente, es recatar a Marx
de la acusación de la inconsistencia lógica. De acuerdo con los proponentes de la TSSI, no sólo
han provisto una interpretación de Marx que es plenamente coherente, sino que también la TSSI
corresponde a la propia teoría de Marx de una forma en que todas las demás no hace. Como
Veneziani (2004) destacó, los proponentes de la TSSI afirman haber probado lo correcto de las
siguientes proposiciones:
(a) todas las igualdades agregadas valor-precio de Marx son correctas; (b) los valores no
pueden ser negativos, (c) la ganancia no puede ser positiva salvo que el plusvalor sea
positivo, (d) la producción de valor no es irrelevante para la determinación del precio y la
ganancia ; (e) la tasa de ganancia es invariante ante la distribución de la ganancia; (f) la
productividad en las industrias de lujo afecta a la tasa general de ganancia; y (g) los cambios
tecnológicos que ahorran trabajo puedan provocar que la tasa de ganancia caiga. (Kliman y
McGlone 1999:55)
En lo que sigue llamaremos a estas como “afirmaciones (a)–(g)”. Los adherentes a la TSSI
argumentan que dado que la TSSI establece las afirmaciones (a)–(g), entonces la TSSI replica
plenamente la teoría original y de Marx y por ello, como interpretación de Marx, es
indisputablemente superior a todas las alternativas. Además, cualquier crítica de la TSSI es
inevitablemente una crítica de Marx:
Al sostener que refuta los hallazgos de la TSSI que revindican la consistencia interna de la
teoría de Marx, Veneziani sostiene que eso confirma las acusaciones de que Marx mismo es
inconsistente internamente. (Kliman y Freeman 2009: 339)
La estructura del argumento de la TSSI es esencialmente el siguiente. Siguiendo la notación
estándar de la TSSI, en un momento t dado, 𝐩𝑖 denota el vector de precio, 𝛌𝑖 denota el vector de
valores y 𝐠𝑖 denota el vector de desviaciones valor-precio. Además la tecnología está descrita por
(A, I) donde A es la matriz de insumo-producto e I es el vector de insumos laborales directos, se
asume por simplicidad que ambos son constantes a lo largo del tiempo. 𝑥𝑖 es el vector de niveles
de actividad en t y 𝜏𝑡 es la expresión monetaria del tiempo de trabajo (MELT) de la TSSI en t.
Entonces la TSSI sostiene lo siguiente:
A1. En sus ecuaciones fundamentales
𝐩t+1 = 𝜏𝑡+1 (𝐩𝒕𝐀
𝜏𝑡+ l + gt) (10.1)
𝜆t+1 =𝐩𝒕𝐀
𝜏𝑡+ l (10.2)
g𝑡𝑥𝑡 = 0 (10.3)
3
la TSSI es una interpretación de la teoría del valor de Marx.1 Nótese que g𝑖,𝑡 son las cantidades de
valor ganadas o perdidas por los capitales individuales a nivel unitario porque los precios
individuales no son proporcionales a los valores; la ecuación (10.3) dice que en total tales
transferencias suman cero.
A.2 Con base en las ecuaciones (10.1)–(10.3), las afirmaciones (a)–(g) son establecidas como una
cuestión de deducción lógica.
A.3 Debido a que las afirmaciones (a)–(g) se establecen lógicamente, esto valida
hermenéuticamente a la TSSI como una interpretación de Marx. La evidencia textual (o falta de
ella) para las ecuaciones (10.1)–(10.3), especialmente respecto al valor-trabajo del capital
constante no es relevante. La validez de la TSSI como una interpretación de Marx es hermenéutica
y no textual.
A.4 La cuestión de la validez empírica de las afirmaciones (a)–(g) no es relevante.2 El criterio
principal al adjudicar entre enfoques teóricos alternativos es la capacidad de replicar los resultados
de Marx.
A.5 Únicamente la TSSI provee una explicación plenamente consistente de la teoría de Marx. En
cualquier otro lado hemos criticado estas afirmaciones, especialmente respecto a A1 y A3 y no
repetiremos nuestros argumentos. Aquí nos enfocaremos primordialmente en A2, A4 y A5. Hay
dos tipos diferentes de problemas involucrados. Uno se refiere a si las críticas de la TSSI ipso facto
son críticas de Marx, cómo puede uno decidir entre diferentes enfoques y cuál es la naturaleza y
propósito de la teoría. Llamamos a estos “problemas metodológicos”. El otro se refiere a la lógica
de los argumentos de la TSSI utilizados para establecer las afirmaciones (a)–(g). Llamamos a estos
“problemas lógicos”. No sugerimos que los errores metodológicos no involucran errores lógicos y
no sugerimos que los errores metodológicos no involucran errores metodológicos. Consideramos
estos dos errores por separado y cada uno en su turno exclusivamente por cuestiones de claridad.
3. PROBLEMAS METODOLÓGICOS CON LA TSSI
Para enfocarnos en los errores metodológicos, y sólo en favor de la argumentación, en esta sección
asumimos que A1, A2 y A3 aplican. Primero argumentamos que, incluso si uno asume que A4 y
A4 también aplican, la crítica de la TSSI no es equivalente a la crítica de Marx y las afirmaciones
de la TSSI de lo contrario sólo son retórica polémica. Entonces hacemos notar que A5 no está
justificada, por lo que la presunta superioridad de la TSSI sobre los enfoques alternativos no está
establecida aun cuando creyera en A1 a A4. Finalmente argumentamos que el énfasis de la TSSI
sobre A4 está mal ubicado.
3.1 ¿Son las críticas a la TSSI también críticas a Marx?
Primero, aun asumiendo, y sólo en favor de la argumentación, que A1 a A5 son correctas, la
afirmación de que rechazar la TSSI es esencialmente equivalente a criticar a Marx es dudoso, tanto
desde un punto de vista lógico como teórico. Puesto que uno puede rechazar legítimamente la TSSI
y buscar por una interpretación diferente que también es lógicamente consistente y “replica” a
4
Marx. Uno puede argumentar legítimamente que las premisas de las que se derivan (a)–(g) no son
plenamente convincentes e intentan derivar los resultados de una manera más satisfactoria. Quizás
más importante, uno también podría argumentar que las proposiciones relevantes para establecer
las afirmaciones (a)–(g), sino un conjunto alternativo de resultados. Que todas las afirmaciones
(a)–(g) incorporen por definición las ideas esenciales de la teoría de Marx es un supuesto implícito
de la TSSI pero no han sido probadas convincentemente y, ciertamente no se encuentran más allá
de la disputa.
Segundo, aun asumiendo y únicamente en favor de la argumentación que A1-A5 son correctas,
uno puede criticar la TSSI sin implicación respecto a la consistencia lógica de la teoría de Marx.
Desde un punto de vista puramente lógico, para argumentar que una o varias proposiciones en un
conjunto dado de resultados es/son incorrectas es completamente diferente a afirmar que las
proposiciones son lógicamente consistentes en un conjunto. Los proponentes de la TSSI nunca han
probado las afirmaciones (a)–(g) son lógicamente equivalentes, sea en su propio sistema o de
manera más genera bajo cualquier interpretación plausible de la teoría de Marx. Desde un punto
de vista teórico es importante notar de nuevo que la TSSI asume que las afirmaciones (a)–(g)
definen conjuntamente la teoría de Marx, pero no hay razón alguna por la que alguien más debería
aceptar este supuesto. Así se deduce entonces que uno puede descartar legítimamente, digamos, el
supuesto (g) sin derivar una contradicción en la teoría del valor de Marx.3 La afirmación de que
“no todos los resultados de Marx [como los comprende la TSSI] se sostienen” (Veneziani 2004:
339) significa exactamente eso; no todas las afirmaciones (a)–(g) se sostienen. Para que esta
afirmación sea cierta es suficiente que sólo una de las afirmaciones (a)–(g) sea falsa,
contradiciendo la TSSI pero sin implicar que Marx es inconsistente lógicamente.
Pero A5 es falsa puesto que la TSSI no es el único enfoque que provee una interpretación
consistente de la teoría del valor y la explotación de Marx y, por consiguiente, para rechazar la
TSSI no significa abandonar el único enfoque que “hace sentido” de Marx. Por ejemplo, la “Nueva
Interpretación” (NI) propuesta por Duménil (1980) y Foley (1982) representan una explicación
plenamente coherente de la teoría de Marx a pesar de que no todas las afirmaciones (a)–(g) se
sostengan necesariamente. En efecto, la NI sostiene que un conjunto diferente de afirmaciones
define lo que es relevante en la teoría de Marx. Pero dado que A5 no aplica, la superioridad de la
TSSI comparado con otros enfoques está lejos de ser evidente: incluso si uno acepta A4, una
evaluación comparativa de la TSSI y enfoques alternativos no se basa en una consistencia lógica
sino a lo mucho en cuántas y cuáles de las proposiciones de Marx son sostenidas en las diversas
perspectivas.4
De estas observaciones se deduce que las aseveraciones como
aun cuando la TSSI es el objetivo inmediato de la crítica de Veneziani, el último objetivo es
Marx. (Kliman y Freeman 2009: 339)
y
¿por qué intentan Mohun y Veneziani desacreditar la TSSI? Creemos que su último objetivo
es Marx… La función esencial de la contribución de Mohun y Veneziani…es supresora y
5
antipluralista: su función es dejar fuera a Marx mismo del campo mientras que se lo deja
libre sus economistas marxistas críticos. (Kliman y Freeman, 2008: 108-9)
son meramente metáforas polémicas con poca credibilidad.
3.2 ¿Qué constituye una teoría y cómo debería ser evaluada?
Consideremos ahora A4. ¿Qué hace que un constructo teórico –donde este último término se
pretende aquí que sea en un sentido amplio– sea interesante o relevante? Por un lado está la
cuestión del poder explicativo de una teoría que se basa en la relevancia empírica. Kliman y
Freeman son insistentes en que esta no es una cuestión para la TSSI porque la TSSI no es una
teoría. Es una interpretación. Por tanto ellos no están preocupados en si Marx estaba en lo correcto
o incorrecto, y únicamente están preocupados con si la TSSI es una interpretación correcta de la
teoría de Marx (en el sentido mencionado de A3). Ni se aborda la relevancia empírica de las
afirmaciones (a)–(g). Hay una fracción de artimaña aquí dado que si se probara que las
proposiciones Marxistas fueran indudablemente empíricamente falsas, entonces A1–A3
constituirían un episodio trivial y sin interés en la historia del pensamiento económico. Debido a
que para Kliman y Freeman la TSSI se mantiene o cae junto con Marx, debe haber alguna premisa
no declarada de que Marx es interesante y relevante, y alguna razón de por qué. En efecto, también
debe haber alguna premisa no declarada de lo que es interesante y relevante en Marx está capturado
precisamente por las afirmaciones (a)–(g). Pero Kliman y Freeman no se involucran en esto.
Por otro lado, en lugar de enfocarse en el poder explicativo de las teorías uno podría enfatizar la
validez lógica de los teoremas y esto parece ser la justificación explícita principal de la empresa
TSSI (ver por ejemplo Kliman y Freeman 2008 {capítulo 8 de este libro}: 116, n5). Haciendo a un
lado A1 y A3, en favor de la argumentación, esto implica que la validez de A2 es esencial para la
TSSI. Para ver esto, supongamos que, como se afirmó por muchos críticos, la ecuación (10.1)–
(10.3) únicamente “prueba” las afirmaciones (a)–(g) al producir un sistema severamente
subdeterminado en el que ninguna variable se determina sino ex post. Entonces la TSSI sería
teóricamente vacía. Puesto que la interpretación de que podemos observar 𝐩𝐭+𝟏, p e I y después
determinar 𝐠𝑡 es sólo una tautología: siempre es posible determinar 𝐩𝐭+𝟏 para que sea igual a algo
más una variable arbitraria 𝐡𝑡 y respaldarla con los datos, pero esta 𝐡𝑡 no tiene significado.5
Ahora nos dirigimos directamente, y sustantivamente, a la lógica interna de la TSSI para mostrar
que A2 es insostenible.
4. PROBLEMAS LÓGICOS CON LA TSSI
En esta sección nos enfocamos en A2 y argumentamos que los resultados fundamentales de la
TSSI únicamente pueden ser obtenidos, bajo supuesto, en un sistema teórico subdeterminado. Las
inconsistentes y los supuestos arbitrarios emergen tan pronto como se cierra el sistema, y esto es
particularmente evidente en el trato que da la TSSI a la MELT. También mostramos que, como se
sugirió en la sección 3.1 previa, incluso la presunta superioridad de la TSSI comparada con los
enfoques alternativos únicamente puede ser establecida bajo supuesto, como demuestra
6
enfáticamente un breve análisis de la caída de la tasa de ganancia y del teorema fundamental
marxista.
4.1 La expresión monetaria del tiempo de trabajo
Consideremos A2. Los críticos de la TSSI, en general, enfrentan un problema serio al evaluar las
afirmaciones sustantivas de la TSSI: el sistema teórico de la TSSI está severamente
subdeterminado, algunas variables cruciales no están definidas y el significado de algunas
relaciones clave no es claro, así que frecuentemente es oscuro qué determina qué. Esto implica que
si en algún intento de evaluar las afirmaciones (a)–(g) los críticos tienen que llenar las brechas
relevantes con algunos supuestos que parecen coherentes con el resto del enfoque y/o formular sus
críticas en la forma de afirmaciones condicionales tratando de producir una lista exhaustiva de
posibilidades. Así no es difícil para los proponentes de la TSSI responder a las críticas haciendo
notar que los críticos hicieron supuestos arbitrarios que no son parte de sistema de la TSSI o incluso
haciendo notar que las críticas alternativas son inconsistentes.
El mejor ejemplo de esto es el trato que da la TSSI a la MELT. Como se destacó por varios críticos,
los proponentes de la TSSI “no logran presentar una única definición consistente” (Foley 2000:
33; ver también Mohun 2003; Veneziani 2004; Mohun y Veneziani 2007).
En las contribuciones de la TSSI comúnmente se hace el supuesto “simplificador” de 𝜏𝑡=1, para
toda t, “sin pérdida de generalidad” (ver por ejemplo Freeman 1996: 235; Kliman y McGlone
1999: 36) pero esto es completamente arbitrario dado que no se provee una definición formal
explícita de la MELT.
Por supuesto que los adherentes a la TSSI están en desacuerdo. Puesto que la MELT temporalista
es “usualmente definida como el cociente entre el precio monetario total y el valor total en tiempo
de trabajo” (Kliman 2007: 187).
A primera vista esta afirmación es directa. Puesto que multiplicando cada una de las ecuaciones
(10.1) y (10.2) con el vector de producto bruto x𝑡 y combinándolas y usando la ecuación (10.3) se
obtiene
𝐩𝑡+1𝐱𝑡 = 𝜏𝑡+1𝛌𝑡+1𝐱𝑡 (10.4)
por lo que
𝜏𝑡+1 =𝐩𝑡+1𝐱𝑡
𝛌𝑡+1𝐱𝑡 (10.5)
como afirma Kliman. Pero esto no es una definición que es diferente de las ecuaciones (10.1)–
(10.3) –simplemente las repite de una manera diferente. Puesto que la MELT de la TSSI también
está del lado derecho de la ecuación (10.5) debido a la ecuación (10.2).
Kliman tiene otra definición de la MELT:
La MELT temporalista, usualmente definida como el cociente entre el precio monetario total
y el valor total en tiempo de trabajo, también puede ser definida de manera equivalente como
el cociente entre una unidad de dinero y la cantidad de trabajo comandada por una unidad de
7
dinero. (Kliman 2007: 187. Ver también Kliman y Freeman 2006 {capítulo 6 de este libro}:
122)
Formalmente, esto parece ser una simple reescritura de la ecuación (10.5) del siguiente modo:
𝜏𝑡+1 =1
𝛌𝑡+1𝐱𝑡
𝐩𝑡+1𝐱𝑡
(10.6)
De nuevo, esto obviamente no es una definición formal diferente de las ecuaciones (10.1)–(10.3);
es sólo su repetición. De nuevo, la TSSI de la MELT permanece en el lado derecho de la ecuación
(10.6) en virtud de la ecuación (10.2). Además, la interpretación de la ecuación (10.6) representa
el “cociente entre una unidad de dinero y la cantidad de trabajo comandada por una unidad de
dinero” requiere claramente de un supuesto auxiliar de que no hay atesoramiento de dinero. No
obstante, en una economía con circulación metálica Marx (El Capital, vol. 1, capítulo 3) consideró
el atesoramiento como esencial (Marx 1990a: 231-32). Por consiguiente, la interpretación que
hacen Kliman y Freeman de la ecuación (10.6) no parece inmediatamente compatible con los
textos de Marx sobre el dinero.
Finalmente, aun cuando otra definición de la MELT parece estar implicada cuando Kliman y
Freeman afirman “Por definición, el precio de cualquier objeto… es la multiplicación entre 𝜏 y la
cantidad de trabajo que el objeto comanda en el intercambio” (Kliman y Freeman 2009: 351).
Esto es, para cualquier mercancía, no sólo el vector x de producto bruto
precio = τ × (trabajo comandado) (10.7)
Como es común con la TSSI, en la ecuación (10.7) “trabajo comandado” no está definido. Pero
podemos usar la iésima ecuación en la ecuación matricial (10.1) para definirlo del siguiente modo:
𝑝𝑖,𝑡+1 = 𝜏𝑡+1 (∑ 𝑝𝑗,𝑡𝑎𝑗𝑖
𝜏𝑡+ 𝑙𝑖 + 𝑔𝑖,𝑡) (10.8)
El “trabajo comendado” es entonces lo que está en el paréntesis en la ecuación (10.8). Pero de
nuevo esto es sólo una manera de reescribir las ecuaciones (10.1) y (10.2) y la MELT no está
definida de manera independiente.
En todas estas “definiciones” las palabras parecen tener sentido, pero entonces lo mejor que uno
puede hacer en términos de relaciones causales de determinación es combinar las ecuaciones (10.1)
y (10.3), multiplicando después con x𝑡, para derivar la ecuación en diferencia
𝜏𝑡+1 =𝜏𝑡𝐩𝒕+𝟏𝐱𝒕
𝐩𝒕𝐀𝐱𝒕 + 𝜏𝑡𝐥𝐱𝒕 (10.9)
Y esto es todo.
De hecho, los adherentes a la TSSI argumentan que la MELT de la TSSI debería “determinarse”
dinámicamente y la ecuación (10.9) es todo lo que importa al derivar las principales conclusiones
de la TSSI.6 Kliman y Freeman escriben “la magnitud de la MELT siempre se determina
8
intertemporalmente dado que la cantidad de trabajo comandada y el precio del valor del producto
dependen en parte de eventos previos” (Kliman y Freeman 2008: 113, su énfasis).
En contraste con esto, “En todo momento, la MELT puede expresarse como el recíproco de la
cantidad de trabajo comandada por una unidad de dinero y, de manera equivalente, como el
cociente de precio monetario del producto y el valor del producto” (Kliman y Freeman 2008: 113,
su énfasis).
¿Es esta última distinción útil para proveer una definición clara de la MELT de la TSSI y cómo
cambia en el tiempo? Podría ser útil si la TSSI fuera capaz de proveer una definición clara de la
MELT en el periodo inicial t=0, que sea consistente con el resto del sistema teórico y formal, y en
particular con las ecuaciones (10.1)–(10.3). Como es obvio del propio análisis de Kliman y
Freeman (2009), la MELT no es una magnitud observable físicamente, una que pueda medirse sin
una teoría, sino un constructo teórico y, por consiguiente, la determinación de la MELT en t=0
requiere la especificación de las variables que la definen y eso debe medirse en t=0.
La distinción entre “determinación” y “expresión” no ayuda en resolver este problema. Kliman y
Freeman argumentan que la MELT puede expresarse en el tiempo t=0 como 𝜏0 aun cuando su
determinación involucre conocimiento de lo que pasó antes de t=0. La dificultad es que la
determinación mostrada en la ecuación (10.9) y la expresión mostrada en la ecuación (10.8)
involucra la misma intertemporalidad. Simplemente no es cierto que la MELT en t=0 pueda
expresarse sin conocimiento de lo que pasó antes de t=0. No es sorprendente entonces que no haya
una definición formal explícita de 𝜏0 provista en los escritos de la TSSI y que la “prueba” de la
positividad de la MELT en Kliman y Freeman (2009) no provea fórmula explícita con variables
claramente especificadas en la definición de 𝜏0. Esto no es una cuestión menor. Puesto que
supongamos que la MELT inicial 𝜏0 pudiera definirse efectivamente como el “cociente entre el
precio total y el valor total”, entonces todos los términos deben definirse en términos de las
variables observables en el tiempo t=0 o surge un problema de regresión infinita. De acuerdo con
(10.9) la definición de la TSSI del valor total en t involucra la MELT en t-1. Para evitar la regresión
infinita esto no puede sostenerse para t=0. Sin embargo, nunca se explica porqué la MELT de la
TSSI en t=0 se define en términos de las variables concurrentes, cuando no se define así en
cualquier otra t.
El análisis de la MELT en Kliman y Freeman (2009) añade elementos adicionales de perplejidad.
Dada la “determinación dinámica” de la MELT en la ecuación (10.9), no se puede decir algo más
sin una condición inicial claramente especificada (ver por ejemplo Kliman y Freeman 2009: 343,
n. 5). Por tanto, sin la condición, nada puede decirse sobre el signo de 𝜏𝑡 en un t arbitrario. La
dificultad, por supuesto, no está en proveer alguna condición inicial arbitraria, sino en proveer una
condición inicial que sea coherente con el resto del sistema. Hasta ahora la TSSI no ha sido capaz
de hacer esto y no existe una fórmula explícita para 𝜏0 que pueda usarse, por ejemplo, para
construir la medición empírica de la MELT de la TSSI en t=0. Al observar que enunciados
semiformales y mal especificados como la ecuación (10.7) no constituyen un tratamiento formal
riguroso, Kliman y Freeman (2009) parecen limitarse a una discusión verbal porque una
formulación explícita del MELT expondría la naturaleza ad hoc de su tratamiento.
9
Consideremos en particular la afirmación de que en el tiempo t=0 “el valor total de las mercancías
(en términos de tiempo de trabajo) fue inicialmente sólo el trabajo vivo extraído, una cantidad
positiva” (Kliman y Freemn 2009: 352) que parecería implicar que el numerador de la MELT de
la TSSI en t=0 es sólo el tiempo total de trabajo lx. Por supuesto esto resuelve el problema de la
regresión infinita pero da lugar a más cuestiones de las que resuelve. Consideramos dos de estas.
Primera, no hay manera en que esta afirmación pueda ser consistente con el resto del sistema de la
TSSI y en particular con las ecuaciones (10.2) o (10.9) salvo que 𝐩𝑖𝐀𝐱𝑡 = 0 en t=–1. En efecto,
esta es la única manera de usar las ecuaciones (10.5) o (10.9) consistentemente en t=0 sin regresión
infinita. Pero ¿por qué el capital constante se desvanece en la determinación del valor en t=0 dado
que la especificación del capital constante en la teoría del valor es una de las características
definitorias de la TSSI? Es importante expresar que la definición de la MELT en t=0 no es una
cuestión de supuestos simplificadores inocuos porque una cantidad crucial de propiedades de la
TSSI dependen del signo de 𝜏0.7 Posiblemente Kliman y Freeman tiene en mente un periodo inicial
histórico real, perdido en el tiempo, precapitalista en el que ocurría la producción de mercancías
sin insumos intermedios. Aun si fuéramos a aceptar tal supuesto extraño, esto haría que todo su
sistema teórico quedara subdeterminado porque dependería de una condición inicial que
simplemente no puede observarse.8 O quizás ellos consideran su supuesto como uno simplificador,
pero esto no es posible porque en su propio sistema siempre es cierto que el valor también se deriva
(o transfiere desde) desde el capital constante. En suma, en cualquier sistema dinámico, la elección
de t=0 es en principio arbitraria y si tal supuesto simplificador es sostenible sin pérdida de
generalidad en algún t=0 arbitrariamente seleccionado, entonces surge una inconsistencia en la
TSSI: no puede ser cierto al mismo tiempo que (i) en un t dado, el valor dependa del capital
constante del periodo previo, y (ii) en un t arbitrariamente elegido como el periodo inicial, el valor
total de las mercancías es sólo igual al trabajo vivo que fue desempeñado.
Segundo, en su respuesta a Veneziani (2004) ellos afirman que en un estado estacionario (en el
que los precios y la MELT no cambian a lo largo del tiempo) la siguiente expresión9 aplica
𝜏 =𝐩0(𝐈 − 𝐀)𝐱
𝐥𝐱 (10.10)
Pero de nuevo, la única manera en que la ecuación (10.10) sea compatible con la afirmación de
que la MELT de la TSSI es “el cociente entre el precio total y el valor total” (Kliman y Freeman
2009: 352, énfasis añadido) es cuando la producción requiere insumos no laborales.10 Esto es
particularmente evidente si uno se percata que para que la ecuación (10.10) sea válida, es suficiente
para la economía que sea estacionaria en dos periodos adyacentes: la ecuación (10.10) no necesita
describir el punto límite de un proceso dinámico prolongado. Por tanto, si todas las variables son
estacionarias a lo largo de dos periodos t=0 y t=1, la ecuación (10.10) aplica para los periodos
relevantes. Por tanto, es inmediatamente ovio que si “el valor total de las mercancías (en términos
del tiempo de trabajo) fue inicialmente sólo el trabajo vivo extraído” (Kliman y Freeman 2009:
352), en términos general el lado derecho de la ecuación (10.10) representa el precio total entre el
valor total únicamente en una economía sin insumos no laborales. Es difícil imaginar que la TSSI
pretenda aplicar como una teoría para el mundo de Adam Smith previo a la acumulación de
“acervos”.
10
Por tanto, a pesar de todas las afirmaciones en contra, Kliman y Freeman (2009) no han mostrado
convincentemente que la TSSI tiene una noción bien definida de la MELT. Sin ella, las ecuaciones
(10.1) y (10.2) no están bien definidas y la única afirmación precisa que se puede hacer sobre la
MELT es que hay una cantidad infinita (no numerable) de sendas temporales de la MELT de la
TSSI consistentes con la ecuación (10.9). Dada esta subdeterminación teórica de la TSSI, cualquier
crítico que desea tomar las afirmaciones de la TSSI seriamente (por ejemplo respecto a la
diferencia fundamental entre la TSSI y la NI y la posibilidad de que la MELT de la TSSI pueda
ser igualada a la unidad en cada periodo sin pérdida de generalidad) es difícil encontrar una manera
de hacer que todo el sistema sea coherente son realizar supuesto completamente ad hoc.
En resumen, los adherentes de la TSSI tienen que proporcionar una definición de la MELT que es
coherente con el resto de su sistema teórico. La MELT de la TSSI está definida y expresada por la
ecuación (10.9) y funcionalmente no hay más. La especificidad requiere alguna condición inicial
𝜏0. Pero los adherentes de la TSSI cometen dos errores. Primero, ellos buscan aplicar una u otra
de sus definiciones verbales a 𝜏0, pero esto no es posible sin una regresión infinita. Segundo, ellos
buscan “probar” que 𝜏0>0 y esto tampoco es posible puesto que la ecuación (10.9) aplica para 𝜏0
o 𝜏0 es una condición inicial arbitraria no negativa de cualquier signo. Kliman y Freeman sostienen
que los críticos que objetan que es arbitrario asumir que la MELT es no negativa no proporcionan
razón alguna para creer que una MELT temporalista negativa es lógicamente posible. Una MELT
negativa implicaría que un quantum de tiempo de trabajo es representado por una cantidad
negativa de dinero. En ausencia de alguna razón por la que deberíamos creer en tal situación
absurda, es difícilmente arbitrario asumir que la MELT es positiva. (Kliman y Freeman 2009:
349)
Esto es absurdo. La carga de la prueba está en los adherentes de la TSSI. Hasta ahora ellos no han
sido capaces de proporcionar una explicación coherente de su MELT y, dada la naturaleza de su
marco matemático es poco probable que alguna vez sean capaces de hacerlo.
4.2 La tasa de ganancia decreciente y el teorema marxista fundamental (FMT)
Todas las “refutaciones” de la TSSI del FMT y del teorema de Okishio (Okishio 1963; Roemer
1981) no son refutaciones en el sentido matemáticamente estricto de refutar un resultado como lo
reconocen Kliman y Freeman (2009). Tanto el FMT como el teorema de Okishio son
matemáticamente ciertos. Los argumentos de la TSSI muestran, a lo mucho, que una vez que se
violan los supuestos, los resultados no se cumplen: las ganancias positivas pueden ocurrir sin
plusvalor positivo (y viceversa) y la tasa de ganancia puede aumentar {sic} después de la
introducción de cambios técnicos que reducen los costos. Esto es indisputable y en efecto ha sido
reconocido por mucho tiempo, al igual que los supuestos restrictivos sobre los cuales se basan
ambos resultados. Por ejemplo, Roemer (1981: 49ff) destaca que es suficiente quitar un supuesto
técnico (llamado “independencia de la producción”) para permitir que ocurra una situación donde
las ganancias son positivas en ausencia de explotación. Por otro lado, Skillman (1997) ha mostrado
que, una vez que el supuesto tradicional de competencia perfecta es eliminado, los cambios
técnicos que reducen costos pueden disminuir la tasa de ganancia. Por tanto, en términos generales,
la cuestión presentada por los proponentes de la TSSI está lejos de ser original. Para reiterar, es
bien sabido que el FMT y el teorema de Okishio únicamente bajo supuestos muy restrictivos (por
11
ejemplo, la versión general del FMT probada por Roemer (1981: 48) se basa en no menos de siete
hipótesis técnicas y el supuesto de expectativas estacionarias) y si se viola esta última, los
resultados no aplican.
Los adherentes de la TSSI únicamente pueden reclamar originalidad para sus resultados ignorando
la literatura existente. Considérese la siguiente defensa de un ejemplo con salario real cero que
presuntamente refuta el teorema de Okishio:
Sin embargo, aun cuando este ejemplo asume una tasa real de salario de cero, también sirve para
refutar el teorema porque este último únicamente asume que la tasa real de salarios permanece
constante, no que esta es positiva. Okishio (1961) sí reconoció que los cambios técnicos viables
pueden resultar en una caída en la tasa máxima de ganancia, pero sólo para expresar que la tasa
real debe, sin embargo, aumentar o permanecer constante. Cuando la tasa real de salario es cero,
la tasa máxima de ganancias es igual a la tasa real y, por consiguiente, el teorema implica que
ninguna puede caer. Esa afirmación es refutada abajo. (Kliman y Freeman 2009: n14)
Que la tasa de ganancia máxima (correspondiente a una tasa salarial cero) caería después de una
innovación que reduce costos ha sido conocido desde hace muchos años y ha sido admitido incluso
por los defensores del teorema de Okishio (ver el análisis en Roemer 1981: 115ff).
Para proporcionar algunos resultados originales en estas cuestiones, los adherentes de la TSSI
tendrían que construir un conjunto económicamente interesante y teóricamente relevante en el que
el FMT y el teorema de Okishio no se cumplan, de tal manera que uno pueda derivar interesantes
ideas de las razones sobre porqué podría pasar esto. Nada de esto puede encontrarse en los textos
de la TSSI, los cuales simplemente eligen combinaciones arbitrarias de parámetros y variables
para construir ejemplos ad hoc donde el FMT y el teorema de Okishio no se cumplen. Desde un
punto de vista económico se gana poca profundidad con este tipo de refutación.11
Finalmente, consideremos la afirmación de que, a diferencia de la TSSI, ningún enfoque
simultaneista de la teoría del valor puede preservar la relación marxista entre explotación y
ganancias. Debido a que hemos analizado ampliamente la cuestión en otras partes (Mohun 2003;
Veneziani 2004; Mohun y Veneziani 2007), no examinaremos todos los argumentos de la TSSI.
Sin embargo podemos proporcionar un argumento adicional para ilustrar una serie de problemas
que plagan la TSSI. La prueba principal de la TSSI de que en la NI es posible tener ganancias
positivas con plusvalor negativo (y viceversa) consiste en algunos ejemplos donde presuntamente
que la MELT de la NI puede ser negativa (Kliman 2001 {capítulo 2 de este libro}). Supongamos,
por el bien de la argumentación, que el tipo de contraejemplo construido por Kliman (2001) es
suficiente para establecer la afirmación deseada. Entonces es fácil mostrar que exactamente el
mismo argumento prueba que la relación entre plusvalor y ganancias no puede aplicar en la TSSI.
Esto es, si la afirmación (c) no es sostenible en la NI, entonces también en la TSSI. Primero,
tomemos al pie de la letra a Kliman y Freeman (2009) y supongamos que (10.10) describe
coherentemente la MELT de la TSSI en la situación en la que los precios no cambian, de tal manera
que en el caso especial de una ecuación de economía estacionaria (10.10) aplica. Pero entonces, al
menos en este caso especial, la MELT de la TSSI coincide con la MELT de la NI y por ello siempre
que esta última sea negativa, también la primera. Uno podría argumentar que, desde una
perspectiva de la TSSI, la MELT de la TSSI es igual a la MELT de la NI únicamente en un caso
12
muy especial. Sin embargo, de acuerdo con los principios epistemológicos de la TSSI esta objeción
es irrelevante porque un ejemplo –no importa cuán especial, arbitrariamente construido o lejos de
los supuestos originales– es suficiente para refutar la afirmación de generalidad.12 Dado que la
MELT de la TSSI se analiza en un estado estacionario, todos los ejemplos de Kliman (2001) usados
contra la NI son aplicables inmediatamente a la TSSI.
Esto proporciona un buen ejemplo de las inconsistencias de la TSSI y los problemas lógicos en la
“derivación” de sus resultados. Ya sea que está mal la “prueba” en Kliman y Freeman (2009) de
que la MELT de la TSSI siempre es positiva o la ecuación (10.10) nunca aplica en la TSSI. Si es
la primera, uno tendría que concluir que la afirmación de que la TSSI ha probado una relación
general positiva entre plusvalor y ganancias es falsa. Pero si es la segunda, la MELT de la TSSI
está subdeterminada, lo cual problematiza la determinación del sistema de la TSSI tanto en el
estado estacionario como en general, como ya se destacó en la sección previa y en Veneziani
(2004).
5. CONCLUSIONES
La interpretación temporal y de sistema único de la teoría del valor de Marx no prueba
consistentemente las afirmaciones que realiza. Como se destacó repetidamente por los críticos, los
resultados de la TSSI únicamente se cumplen bajo supuesto, esto es, sus conclusiones relevantes
son asumidas como verdaderas por definición gracias a una subespecificación severa del sistema
TSSI. Siempre que se cierra el sistema TSSI surgen inmediatamente inconsistencias y supuestos
arbitrarios. El artículo de Kliman y Freeman (2009) es un ejemplo excelente de esta propiedad.
NOTAS
1 Nuestra ecuación (10.1) es la ecuación (5) en Kliman y McGlone (1999), nuestra ecuación (10.2)
es su ecuación (4) y nuestra ecuación (10.3) es enunciada justo antes de su ecuación (6). Ver
Kliman y McGlone (1999: 37-38). 2 Kliman y Freeman (2009) sostienen que nunca han afirmado que todas las ideas de Marx son
ciertas. Es importante aclarar que nadie sugirió que lo ha hecho; Veneziani (2004) simplemente
notó que ellos mantuvieron que todas las afirmaciones (a)–(g) son ciertas en sentido de validez
lógica. 3 Especialmente si la afirmación (g) se entiende correctamente como una afirmación bien definida
en un marco teórico correctamente construida bajo supuestos bien especificados. Más sobre esto
en la sección 4 abajo. Por supuesto podría argumentarse que la afirmación (g) podría ser
considerada extremadamente relevante desde un punto de vista teórico, pero eso es una cuestión
diferente. 4 Como se argumenta en la siguiente sección (sección 3.2), sin embargo, A4 es cuestionable y por
ello este tipo de comparaciones son reduccionistas y sin interés. En la sección 4 abajo
argumentamos que incluso en este sentido más limitado, las afirmaciones de superioridad de la
TSSI no están justificadas. 5 Agradecemos a Jesus Fernandez-Villaverde por esta observación.
13
6 Es importante notar que al pasar por la ecuación (10.9) que necesariamente se observa que lejos
de asegurar la no pérdida de generalidad, el supuesto de que 𝜏𝑡=1, para todo t, es completamente
arbitrario dada la falta de restricciones sobre todas las variables. 7 En especial en el periodo inicial que describe su análisis, el supuesto de producción de mercancías
es crucial para la “prueba” de la TSSI de que la MELT de la TSSI es estrictamente positiva. 8 Y, al igual que teóricamente subdeterminado, empíricamente inútil. 9 La ecuación (10.8) en Kliman y Freeman (2009). 10 O cuando únicamente se produce un bien, o cuando la composición orgánica del capital es igual
en todos los sectores. Esto es, sin sorpresa, siempre que todos los enfoques aplican. 11 Por ejemplo, si para realizar la afirmación (g), es decir el resultado de que la tasa de ganancia
puede caer después de una introducción de innovación que reduce costos, es suficiente producir
un ejemplo como en el que los salarios son cero analizando en Kliman y Freeman (2009), entonces
se prueba fácilmente que la afirmación (g) se cumple en todo enfoque teórico, marxista o
mainstream. 12 Ver por ejemplo Kliman y Freeman 2006: 120.
1
Capítulo 11
¿Ya no es una cuestión de verdad? El fin de la burguesa economía
marxista científica y una alternativa positiva
La sentencia de muerte de la economía científica marxista burguesa
Alan Freeman y Andrew Kliman
Esta respuesta a Simon Mohun y Roberto Veneziani (2009 {capítulo 10 de este libro}) señala que
ellos no han abordado, mucho menos revocar, nuestras refutaciones de las críticas de Marx y de la
interpretación temporal y de sistema único (TSSI) de la teoría del valor de Marx celebradas por
Veneziani. Por lo contrario, ellos han llenado su “respuesta” con irrelevancias no responsivas.
Argumentamos que ellos lo hacen para intentar desviar el debate sin aparentar hacerlo. Así, la
relevancia de su fracaso en responder es que el debate ha terminado: los críticos de Marx se han
quedado sin argumentos en contra de la TSSI. La respuesta crítica la falta de preocupación de
llegar a la verdad por parte de Mohun y Veneziani, así como el hecho de que recurren a métodos
que no permiten la investigación que llegue a la verdad y propone, como alternativa positiva,
algunas reglas para guiar el debate académico.
Había sonado la campana funeral de la ciencia económica burguesa. Ya no se trataba de si
tal o cual teorema era o no verdadero… beneficioso o perjudicial, cómodo o molesto…Los
investigadores desinteresados y los estudios científicos imparciales [fueron reemplazados] la
apologética.
– Karl Marx, prefacio a la segunda edición alemana de El Capital, vol. 1
1. En la última emisión de esta revista {capítulo 9 de este libro} argumentamos que los argumentos
de Veneziani (2004) en contra de la teoría de valor de Marx y de la interpretación temporal y de
sistema único (TSSI) de la teoría “son simplemente una gran variedad de errores matemáticos,
afirmaciones sin fundamento que representan equivocadamente los escritos de la TSSI y
argumentos que no tienen sentido” (Kliman y Freeman 2009: 337). Para poder explicar de la
manera más caritativamente posible cómo un teórico destacado puede producir un artículo plagado
con tantos errores tan diversos argumentamos que el propósito de la crítica de Veneziani no era
llegar a la verdad, sino poner a la TSSI en su lugar.1 La falta de voluntad y evidente incapacidad
de responder a los argumentos y demostraciones en nuestro artículo –y, por consiguiente, para
cooperar con nosotros en un esfuerzo para separar la realidad de la ficción– confirma
sorprendentemente estas conclusiones.
2. Mohun y Veneziani (2009: 279) proporcionan, por supuesto, una explicación diferente de por
qué rechazan abordar los argumentos y demostraciones en nuestro artículo: “Todas nuestras
críticas previas se mantienen y no es necesario repetirlas.” No hay justificación para sostener que
todas sus críticas previas “se mantienen” simplemente porque eligen decirlo, sin responder a la
refutación detallada de Veneziani que proporcionamos.
2
Además de que todas las críticas “se mantienen” es indignante y revela una severa falta de interés
en llegar a la verdad. Consideremos, por ejemplo, la crítica previa de Veneziani (2004, 103-4,
énfasis en el original) de que “la transformación entre valores y precios de producción
es…trivialmente resuelta en el marco TSSI asumiendo que son…iguales, parte de desviaciones de
largo plazo.” Como destacamos, la acusación de que “fracasamos en distinguir entre valores y
precios…es uno de los temas dominantes en su artículo. Apareciendo tanto en el resumen como
en la conclusión, también aparece en las páginas 98, 102 y 103-4 de su artículo” (Kliman y
Freeman 2009: 342). Y la acusación es una extremadamente seria porque “al alegar falsamente
que los proponentes de la TSSI construyen y asumen algo que es tanto ridículo como discrepante
de la teoría del valor de Marx, Veneziani crea la impresión de que o sabemos nada sobre la teoría
de Marx o la malinterpretamos premeditadamente. Cada vez que él afirma que no logramos
distinguir entre valores y precios esta impresión se ve reforzada” (Kliman y Freeman 2009: 342).
Nosotros refutamos la acusación de Veneziani citando “los ejemplos numéricos en Kliman y
McGlone (1988: 72-76) –que Veneziani cita– y McGlone y Kliman (1996: 40-44). Los ejemplos
muestran cómo se determinan los precios de producción bajo una variedad de supuestos en relación
con la constancia o variabilidad de los precios y de la MELT [expresión monetaria del tiempo de
trabajo]. Los valores individuales de las industrias y los precios de producción son desiguales en
todos los casos” (Kliman y Freeman 2009, énfasis en el original). Tal ejemplo, ágina 73 de Kliman
y McGlone (1988) es reproducido aquí como la Tabla 11.1. Los valores de las mercancías aparecen
en la columna C+s y sus precios de producción aparecen en la columna C’–M’.2 Es
inmediatamente obvio que los valores y los precios de producción nunca son iguales, ni siquiera
cuando se eliminan las desviaciones de corto plazo conforme la economía se acerca a un estado
estacionario hipotético en los periodos 13 y 14.
Así que, para repetir, la afirmación de Mohun y Veneziani de que “todas nuestras críticas previas
se mantienen” es indignante y falso. Ellos están en lo correcto de que su crítica “no es necesario
repetirlas”. En realidad, necesitan retractarse. Solicitamos a los lectores de esta revista, y a la
comunidad académica más amplia, notar que una afirmación falsa ha sido perpetuada incluso
después de que su falsedad ha sido documentada y después de responder apropiadamente a este
incumplimiento con las normas académicas.
En el resumen y, de nuevo, en la introducción de su artículo, Mohun y Veneziani (2009: 277
[resumen]; cf. P. 278) sostiene que “ninguno de sus argumentos [de Kliman y Freeman] disipan
las críticas previas de la ‘interpretación temporal y de sistema único’”. Esta es igualmente una
falsedad indignante. Al documentar que la TSSI no asume que los valores y los precios son iguales
hemos, en efecto, disipado concluyentemente la crítica previa de que esto se asume.
3
Tabla 11.1
4
3. Mohun y Veneziani malinterpretan seriamente nuestra objeción predominante a Veneziani
(2004) cuando ellos la representan como una especulación sobre sus compromisos psicológicos.
De hecho, nuestro punto estaba relacionado con su conducta real como académico. Mohun y
Veneziani (2009: 278) afirman que hemos “conjeturado que [sus errores lógicos y factuales en el
artículo no eran] aparentes a Veneziani por un compromiso psicológico previo con la falsedad de
la TSSI, por lo contrario basada en un compromiso psicológico a priori con la demostración de la
inconsistencia interna de Marx.” Esto no es nuestra conjetura. “Nuestra conjetura es, por lo
contrario, que [Veneziani y otros críticos de Marx] todos emplean la veracidad visceral [verdad
que “proviene de las vísceras”] en lugar de la veracidad como su estándar de
evaluación…Nosotros creemos que el uso de la veracidad visceral como estándar de
evaluación…es lo que realmente merece ser puesto en su lugar” (Kliman y Freeman 2009: 338,
énfasis final añadido).
Si la “verdad” proveniente de las vísceras de Veneziani le dijera que sus argumentos son válidos,
eso es una cuestión de psicología. Sin embargo, nuestra objeción era que él y otros críticos de
Marx evidentemente eligieron emplear la “veracidad que proviene de las vísceras” como el
estándar a través del cual evalúan el éxito de sus argumentos. Esto no es una cuestión de psicología
sino una falla a la hora de cumplir con las normas apropiadas de la conducta académica.3 Mohun
y Veneziani no logran abordar esta cuestión, lo cual es una señal adicional de que el debate
académico que busca llegar a la verdad no está dentro de sus principales preocupaciones.
4. Aun cuando ellos afirman que nuestros argumentos fracasan en disipar las críticas previas,
Mohun y Veneziani no han refutado alguna de nuestras refutaciones de las acusaciones de
Veneziani. Nuestras principales refutaciones están enlistadas debajo.
Contrario a lo que Veneziani (2004) afirmó:
• La TSSI no asume que los precios de mercado y los valores son iguales en el equilibrio de
estado estacionario.
• La TSSI no asume que los precios de producción son iguales a los valores.
• Aun cuando se utilizan supuestos diferentes a los del “teorema marxista fundamental” en la
prueba de Kliman de que todas las interpretaciones simultaneistas de la teoría del valor de
Marx implican que el plustrabajo no es necesario o no es suficiente para que la ganancia
positiva, esto no hace que la prueba esté “injustificada”.
• La TSSI produce resultados que contradicen el teorema de Okishio tanto cuando la MELT se
mantiene constante como cuando no (por ejemplo, cuando crece a una tasa porcentual
constante).
• La TSSI no produce resultados que contradicen al teorema de Okishio únicamente en el caso
“singular” e “implausible” en el que la productividad del trabajo puede incrementar sin límite
a lo largo del tiempo –porque este no es un caso singular, ni implausible, sino la experiencia
real del capitalismo a la fecha.
• La refutación de Kliman (1996) del teorema de Okishio no se basa en un supuesto implausible
de que los capitalistas “invierten conforme a una regla fija sin importar lo que le ocurre al
precio del producto y a la rentabilidad de la inversión.”
5
5. Únicamente en un caso Mohun y Veneziani intentan refutar estas refutaciones.4 Por lo contrario,
utilizan estratagemas distractoras. La estratagema tiene dos componentes. Primero, ellos
simplemente ignoran nuestras refutaciones de las acusaciones de Veneziani en contra de la TSSI
y de Marx.5 Esto le permite a Mohun y Veneziani evitar tener que conceder que las acusaciones
no tienen fundamento, a pesar de su incapacidad de refutar lo que demostramos.
Segundo, para oscurecer el hecho de que nuestras demostraciones están siendo evadidas, ellos
llenan su artículo con irrelevancias –argumentos que no abordan ni los puntos de Veneziani (2004),
ni nuestras críticas de ellos y que no pertenecen a este debate, sino que son tema de un artículo
completamente nuevo. Si el artículo de Mohun y Veneziani hubiera consistido en un título y sus
nombres seguidos de veinticinco páginas en blanco hubiera sido muy obvio que no pueden
responder nuestros argumentos. Sin embargo, esas veinticinco páginas no están en blanco, sirven
para oscurecer el hecho de que nuestras demostraciones han sido evadidas. Aun cuando el material
en estas páginas es “sobre la TSSI”, es irrelevante para este debate y por ello una pantalla de humo.
Los lectores nada suspicaces podrían concluir erróneamente que Mohun y Veneziani están
involucrados en una discusión genuina de las dos contribuciones previas y erróneamente
consideradas como su “respuesta” como evidencia de que el debate aun no ha terminado.
Esta no es la primera vez que ellos han recurrido a esta estratagema. En Kliman y Freeman (2008
{capítulo 8 de este libro}: 101-2, énfasis añadido, destacamos:
La cuestión central en este debate ha sido la incompatibilidad entre las interpretaciones
simultaneistas de la teoría de la ganancia del mismo Marx como es claro por el título de la
contribución inicial de Andrew Kliman (2001) “Valuación simultánea vs la teoría de la
ganancia basada en la explotación”. La reversión de la sabiduría convencional de un cuarto
de siglo, nuestras contribuciones previas han demostrado que todas las interpretaciones
simultaneistas de la teoría de Marx contradicen su conclusión de que la explotación (el
plustrabajo de los trabajadores) es la fuente exclusiva de la ganancia en el capitalismo.
Simon Mohun y Roberto Veneziani (2007 {capítulo 7 de este libro} simplemente evade esta
cuestión. Ellos no refutan o siquiera intentan refutar nuestra demostración y, por consiguiente,
conceden efectivamente que la teoría de Marx y la valuación simultánea son incompatibles. Es
tiempo de que una comunidad más amplia también reconozca esto. Como documentos más
adelante, Mohun y Veneziani tampoco logran responder directamente a otros argumentos clave
contenidos en nuestra respuesta a la crítica de Mohun (2003). Por lo contrario, ellos cambian el
tema, despotricando en contra de lo que grandilocuentemente llaman la “incoherencia” de la
interpretación temporal y de sistema único (TSSI) de la teoría del valor de Marx y en contra de
nuestros argumentos, lógica y postura ante el punto de vista de los oponentes “seriamente
deficientes” (Mohun y Veneziani, 2007: 139, 144).
6. Debido a que el artículo de Mohun y Veneziani está plaagado con irrelevancias no responsivas,
su importancia real no es que el debate continúa, sino precisamente lo opuesto. El debate ha
terminado. Se les han acabado los argumentos a los críticos de Marx en contra de las refutaciones
de la TSSI de las afirmaciones de que la teoría del valor de Marx y la ley de la caída tendencial de
la tasa de ganancia han sido probadas como inconsistentes.
6
En su famoso trabajo de 1977, Marx después de Sraffa, Ian Steedman (1997: 49 n15) escribió:
“Este tipo de argumento [el caso de la inconsistencia en Marx] ha sido examinado de varias formas
por muchos escritores diferentes durante los últimos ocho años. Se han llegado a las mismas
conclusiones y ninguna falla lógica ha sido jamás encontrada en tales argumentos.” Esto ya no
puede defenderse como una afirmación verdadera. Más de veinte académicos trabajando en la
tradición de la TSSI, de ambientes ampliamente distintos, han en efecto examinado el caso de la
inconsistencia, encontraron la falla lógica en el argumento y llegado a la conclusión diferente de
que la teoría del valor de Marx es completamente consistente.
Al inicio los críticos eligieron ignorar estas refutaciones, después ellos se presentaron con
respuestas que se demostraron no estar a la altura del desafío. Todos y cada uno de sus intentos
por revertir o refutar fue respondido y ninguno fue sostenido. Sin embargo, finalmente vino
Roberto Veneziani. Incluso antes de que apareciera impreso, su trabajo ganó la distinción de ser
celebrado por Steedman (2003: 6) mismo por haber “puesto adecuadamente [los argumentos de la
TSSI] en su lugar.” Se les hizo creer a los críticos que bien está lo que acaba bien.
Pero la incapacidad de Veneziani de responder a nuestra contra demostración es un final muy
diferente. Todos y cada uno de sus intentos de revertir nuestras refutaciones ha sido respondido y
ninguno ha sido sostenido.
Ningún académico con alguna pretensión de integridad puede ahora no reconocer que, hasta que
nueva evidencia o argumentos importantes sean incorporadas, el caso está resuelto; el juicio de
Steedman en Marx después de Sraffa ha sido refutado. Así, desde el punto de vista ventajoso de la
lógica y no del mito, las acusaciones de inconsistencia son historia pasada. Por tanto no hay
imperativo lógico para corregir o rechazar las teorías de Marx. Aquellos quienes han aceptado las
acusaciones de inconsistencia y construido teorías y enfoques alternativos para evitar las
inconsistencias deberían tomar nota del hecho de que sus proyectos están fundados en una premisa
que ya no es sostenible.
7. Los métodos que están empleando los críticos de la TSSI están evolucionando cada vez más
hacia una prueba de integridad. Simplemente no es serio proponer, como una “respuesta” a una
refutación detallada punto por punto, un texto que no responde a estas mismas refutaciones. Si tal
conducta continúa evolucionando es aceptada como una buena práctica el marxismo –y en efecto
la teoría económica– será privado de cualquier criterio de verdad y simplemente se convertirá en
una contienda de golpes.
Además, la correcta representación de las posturas oponentes es una cuestión de integridad en su
propio derecho. Las primeras respuestas de Mohun y Veneziani a la TSSI (Mohun 2003; Veneziani
2004) intentaron lidiar en buena fe con lo que los autores de la TSSI han escrito realmente. Esto
ya no parece ser el caso. Las brechas más serias en su última respuesta no abordan la sustancia de
los argumentos de la TSSI en absoluto, sino a su rechazo a responder a nuestras correcciones de
sus malinterpretaciones de lo que la TSSI dice siquiera como documentamos en el punto 2
previamente.
Si se permite a los economistas teóricos poner cualquier palabra que elijan en las bocas de sus
oponentes cuyas visiones encuentran incómodas, entonces por supuesto cualquier cosa puede ser
7
probada. Por ejemplo, podríamos refutar a Keynes de un solo golpe simplemente repitiendo,
insistentemente y sin prestar atención a alguien más, que él sostuvo que la economía podría ser
salvada imprimiendo dinero. En ese caso podríamos refutar a Mohun y Veneziani atribuyéndoles
cualquier afirmación loca que se nos ocurriera, por ejemplo que ellos sostienen la verdad
incondicional de la teoría neoclásica. Si tales métodos de debate son aceptados, entonces no queda
más de la academia.
8. El problema más serio con la respuesta de Mohun y Veneziani a nosotros, en cuanto a la
comunidad académica más amplia le importa, es que emplea métodos que no permiten la
investigación para llegar a la verdad. Está dirigida al objetivo único de “poner a la TSSI en su
lugar”. Esto no es una mera cuestión de “psicología”; pertenece a su conducta y sus efectos
perniciosos.
En lugar de simplemente quejarnos con esto, ahora nos dispondremos a proponer una alternativa
positiva –reglas básicas sobre cómo es necesario que se conduzca el debate académico para
permitir el progreso y llevar a la verdad. Inmediatamente nos conduciremos bajo estas reglas y
urgimos a los demás en la comunidad académica a implementarlas prontamente también.6
a. Las críticas necesitan caracterizar los argumentos y posturas de los oponentes de manera
exacta, y se necesita que provean documentación para sustanciar las caracterizaciones.
b. Los artículos escritos en respuesta a otros artículos (incluyendo las réplicas) deben en verdad
responderles, abordando cuidadosa y profundamente sus principales argumentos y/o evidencia.
c. Dado que los artículos que consistente en su totalidad, o principalmente, de temas recién
introducidos no constituyen respuestas, deberían ser presentados como artículos nuevos y
autónomos.
d. Las afirmaciones que han sido mostradas como falsas deben ser retractadas de manera clara y
directa sin intentar desviar la atención de los lectores o cambiar el tema.7
e. Las respuestas no deben ignorar los temas que ya están bajo discusión e introducir nuevas en
su lugar, dado que esta táctica distractora tiene diversos efectos perniciosos.8
f. Las partes, a cuyos argumentos se ha respondido con desviaciones, no deben responder a
aquellos quienes han recurrido a la desviación.
g. Sin embargo, están obligadas a responder en privado sobre las nuevas cuestiones que han sido
presentadas cuando han sido abordadas por personas desinteresadas que desean llegar a la
verdad.
h. Si un artículo aborda las cuestiones que ya están bajo debate conforme al punto (b) previo, es
aceptable y no distractor puesto que también introduce nuevos.
i. Si algunas de las cuestiones originales permanecen sin resolución, las partes deberían intentar
resolverlas antes de que se incorporen nuevos puntos.
El fundamento detrás de muchas de estas reglas es autoevidente. En relación con otros ofrecemos
los siguientes comentarios.
Los efectos perniciosos de la táctica distractora en el punto (e) incluye lo siguiente: (1) evita que
los debates sean resueltos; (2) impide el reconocimiento de las verdades porque las afirmaciones
8
sin fundamento y los argumentos inválidos no son retractados; (4) desperdicia el tiempo, energía
y recursos escasos de las partes cuyas refutaciones de dichas afirmaciones y argumentos son
ignorados y considerados como inútiles; y (4) permite que el argumento más débil aparente ser el
más fuerte. Cuando las nuevas afirmaciones sin fundamento y los nuevos argumentos inválidos
reemplazan los anteriores sin haberlo retractado primero a estos últimos, aparenta ser una ofensiva
intelectual, mientras que la parte que repetidamente las demuele aparenta estar a la defensiva.
Si la desviación sí ocurre, el punto (f) pretende evitar que se desarrolle un ciclo de desviación-
refutación-nueva desviación. El punto (g) se basa en el reconocimiento de que incluso las
afirmaciones y argumentos distractores no son necesariamente falsos y que la comunidad
académica tiene derecho y está obligado a separar los hechos de la ficción. También, si las
respuestas a las partes desinteresadas se mantienen privadas, esto ayudará a evitar el desarrollo del
ciclo de desviación-refutación-nueva desviación. Las cuestiones originales toman precedencia por
encima de las nuevas en el punto (i) para facilitar la resolución de los debates y el reconocimiento
de verdades.
9. Esperamos una respuesta genuina de Mohun y Veneziani a nuestros contraargumentos en contra
del artículo de Veneziani (2004). Mientras tanto no debería asumirse que aceptamos alguna de sus
nuevas caracterizaciones o críticas de nuestro trabajo o la TSSI.
NOTAS
1 “Entonces están los argumentos temporalistas y de sistema único [sic] que hacen mucho ruido en
estos días. Me parece que Veneziani (2002) los ha puesto adecuadamente en su lugar” (Steedman
2003: 6). Steedman es el autor de Marx después de Sraffa. 2 Si los productos de los dos departamentos se venden a sus precios de producción cada uno
obtendría el mismo cociente de ganancia (dada en la columna π) respecto al capital adelantado
(M–C). 3 Tal es la otra posibilidad (que seguimos sin estar dispuesto a creer), es decir que Veneziani et al.
Escribieron, publicaron y celebraron un artículo que ellos sabían que están lleno de ilógicas y
errores. 4 La excepción es que ellos intentan revertir nuestra prueba de que el “valor inicial” de la MELT
temporalista, 𝜏0, era positiva. Mohun y Veneziani (2009: 295) sostienen que esto no puede
probarse porque sólo hay dos posibilidades; o el valor de la MELT no está determinado por una
regresión infinita o “𝜏0 es una condición arbitraria distinta a cero de cualquier signo.” Confirmando
que la verdad ya no es el objetivo principal de su respuesta, ellos no ofrecen respaldo para su
afirmación de que estas sean las únicas posibilidades. Nosotros probamos que existe una tercera
posibilidad cuando probamos que 𝜏0 es una condición inicial determinada históricamente (y por
consiguiente no arbitraria) que necesariamente tiene un signo positivo (Kliman y Freeman 2009:
352-53).
Mohun y Veneziani (2009: 292) también representan atrozmente mal nuestra prueba al alegar que
nosotros “afirmamos que en el [tiempo] t=0, ‘el valor total de las mercancías (en términos de
tiempo de trabajo) estaba determinado inicialmente sólo por el trabajo vivo extraído’.” No hicimos
tal afirmación. Ofrecimos dos interpretaciones diferentes posibles de la teoría de Marx –la primera
9
es que el valor total de las mercancías en t=0 incluía un componente de capital constante, la otra
siendo la interpretación que Mohun y Veneziani malinterpretan como una afirmación– y probamos
que 𝜏0 era positiva conforme a ambas interpretaciones. Así que nuestra prueba es válida sea o no
que la “afirmación” sea cierta. 5 Nuestra respuesta a Veneziani notó que Marx era el último objetivo de su crítica. Mohun y
Veneziani (2009: 285) sostienen que esta afirmación nuestra es “meramente una metáfora
polémica [] con poca credibilidad”. Pero las propias palabras de Veneziani (2004: 98, 1er énfasis
en el original, 2° énfasis añadido) justifican nuestra aseveración: “en este artículo se confirma que
la adopción de una metodología coherente y una distinción entre valores y precios implicaría que
no todos los resultados de Marx se sostienen, como es bien sabido en la literatura sobre economía
Marxista…Esto conduce a cuestionarse la interpretación literal TSS de la teoría de Marx.” En
otras palabras, Veneziani sostuvo que algunos de los resultados teóricos de Marx “No pueden
tomarse literalmente, sino que deben se reinterpretados como meras metáforas o rechazadas
directamente” (Kliman y Freeman 2009: 339). Fue por esta razón y no porque los “adherentes de
la TSSI que…cualquier crítica de la TSSI es inevitablemente una crítica de Marx” (Mohun y
Veneziani 2009) que concluimos que Marx era el último objetivo de la crítica de Veneziani. 6 Estas reglas están dirigidas a complementar las Guías Académicas del Grupo Internacional de
Trabajo sobre al Teoría del Valor (ver Freeman, Kliman y Wells (eds.) 2004: 287-89). 7 “Uno no necesita aceptar que las conclusiones disputadas de Marx son ciertas para reconocer que
son lógicamente válidas. Uno no necesita aceptar que son lógicamente válidas para reconocer que
existe una interpretación conforme a la cual son válidas. Uno incluso puede continuar creyendo
que las conclusiones de Marx son lógicamente inválidas al mismo tiempo que reconocer que las
pruebas de inconsistencia han sido decisivamente refutadas. Y uno puede hacer todo esto clara y
directamente sin intentar desviar la atención de los lectores o cambiar el tema” (Kliman 2007:
209). 8 “En años recientes los críticos de Marx han encontrado cada vez más difícil defender las
acusaciones de inconsistencia [en su teoría del valor] en contra de la crítica de la TSSI
[interpretación temporal y de sistema único]. Así, ellos generalmente intentan evitar por completo
la cuestión. En su lugar, ellos prefieren ahora debatir los pros y contras del trabajo de Marx y de
enfoques alternativos al análisis económico marxista. En otros contextos estos son por supuesto
temas importantes e interesantes, pero discutirlos aquí y ahora es caer en una trampa distractora
en el mismo momento en que la corrección del récord se ha vuelto una posibilidad real. Con gusto
discutiré estos temas con los críticos de Marx una vez que se haya corregido el récord y una vez
que ellos hayan contribuido en corregirlo. Sin embargo, este libro premeditadamente evita
presentar un caso a favor de las ideas de Marx o del análisis económico de Marx basado en la
TSSI” (Kliman 2007: xiii-xiv).
1
Capítulo 12
Una vez más a la brecha queridos amigos, una vez más
Robert Paul Wolff
4 de mayo de 2014
De acuerdo. Tendré una participación más en esto y después, como dicen en las telenovelas,
seguiré adelante con mi vida. Chris {Byron} dice que, hasta ahora, él nunca ha escuchado una
buena razón por la que la gente rechaza la teoría del valor de Marx. Por supuesto esto es un poco
vago. “La teoría del valor de Marx” podría significar “la versión de Marx de la Teoría del valor-
trabajo”, que es cómo interpreto este comentario. Pero también podría, de manera más general, la
afirmación de Marx que el capital se basa en la explotación de la clase trabajadora. Chris y yo
podemos estar de acuerdo sobre esta segunda. Estoy muy seguro de que él se refiere a la primera.
Ahora, he escrito todo un libro y un artículo matemático serio sobre este tema, así que podría
simplemente referirme a ellos (como hago periódicamente en este blog), pero desconozco de
alguien que haya respondido realmente mi crítica y análisis (excepto John Roemer, un brillante
marxista economista matemático, pero eso es una historia parcialmente distinta), así que voy a
contar esa historia otra vez aquí, sin las matemáticas, y esperar por una participación directa y seria
con mi argumento. Instálense y tomen una taza de café. Esto tomará un rato, pero hey, este es mi
blog y realmente me interesa esto. Aquellos que lo encuentren aburrido podrían preferir utilizar su
tiempo leyendo estadísticas económicas en el sitio web del Bureau of Labor Statistics, siempre un
sitio divertido para visitar. Aquí vamos.
Adam Smith en 1776 argumentó que en un estado primitivo de las cosas, antes de la acumulación
de ganado o la apropiación de tierra, las mercancías se intercambiarían en proporción a la cantidad
de trabajo que les tomó producirlas (les dije que esto tomaría un rato). Pero él entendió que una
vez que se toma en cuenta el hecho de que algunas mercancías requieren una buena cantidad de
capital para producirse, en la forma de herramientas, fábricas, etc., mientras que otras requieren
mucho menos capital y mucho más trabajo (“intensivas en trabajo” en lugar de “intensivas en
capital”, como después aprendieron a decir los economistas), esta “Teoría del valor-trabajo”
simple no sería correcta. Cuarenta y un años después, a David Ricardo se le ocurrieron soluciones
brillantes a los problemas tanto de acervo acumulado como de tierra. No tomemos en cuenta a la
tierra –esa es una gran historia pero fuera del tema aquí. Ricardo se percató que las herramientas
y materias primas y edificios y demás del estilo, que son necesarios para la producción de
mercancías, son todos productos del trabajo gastado en ciclos de producción previos. La
herramienta de hoy, requerida como insumo para hacer un automóvil, es el producto del año
anterior del fabricante de herramientas. Así que podemos considerar la herramienta como
conteniendo una cierta cantidad de trabajo del fabricante de herramientas, el cual se acarrea hacia
adelante y transferido a, o contenido en, el automóvil que es fabricado con su ayuda. En efecto,
todo lo que usamos en este ciclo de producción para fabricar mercancías, excepto por el nuevo
trabajo fresco gastado ahora por los trabajadores, puede pensarse simplemente como cierta
2
cantidad de trabajo contenido que se acarrea hacia delante de ciclos previos. Ahora, por supuesto,
el año pasado, cuando el fabricante de herramientas fabricó la herramienta que ahora se usa para
hacer el automóvil, él o ella usó herramientas y materiales que fueron en sí mismos productos de
los ciclos de producción incluso previos y así sucesivamente hacia el pasada ad inifitum. Pero esto
no significa un problema. Ricardo intuyó correctamente (sin matemática alguna que lo respaldara)
que, ¡el número infinito de fracciones de trabajo fresco gastado en diversos tiempos pasados
forman una serie que converge a una suma finita! (Esto es fácil de demostrar matemáticamente.
Pueden buscarlo en el apéndice de mi libro, Entendiendo a Marx {Wolff (1984)}.)
Así que Ricardo dijo, las mercancías no se intercambiarán en proporción a las cantidades de trabajo
nuevo, fresco y directo que requiere su producción. Sino que se intercambiarán en proporción a
las cantidades de trabajo directo o indirecto requeridas para su producción. En resumen, las
mercancías se intercambiarán en proporción a las cantidades de trabajo contenidas en ellas.
Tan pronto como hizo este descubrimiento genuinamente brillante. Ricardo se percató que no era
correcto exactamente. Para estar seguros, si la ratio de trabajo nuevo y fresco respecto al trabajo
viejo contenido es la misma en cada línea de producción [si, para usar el lenguaje de Marx, la
composición orgánica del capital es la misma en todas las líneas de producción], entonces las
mercancías se intercambiarán en proporción a las cantidades de trabajo vivo y muerto requeridas
para su producción –se intercambiarán a sus valores-trabajo. Pero, si algunas industrias son
intensivas en capital, usando mucho trabajo muerto contenido en las máquinas, tales como las
refinerías de petróleo semiautomatizadas, y otras son intensivas en trabajo usando relativamente
poco trabajo contenido y mucho trabajo vivo, tales como la producción de ropa al estilo de las
maquiladoras, entonces la competencia en el libre mercado hará que los precios diverjan de las
cantidades de valor-trabajo y la Teoría del valor-trabajo será incorrecta.
Ricardo nunca resolvió este problema y seguía sorprendido con él cuando murió. Avanzando
rápidamente medio siglo hasta Marx. Marx creía que él tenía una solución al problema de Ricardo,
pero él creía que existía un problema más profundo que ni Ricardo, ni Smith habían visto antes de
él. Es más, Marx pensó que él tenía una solución muy profundo e importante a este problema no
reconocido, una solución que demostraría el hecho fundamental de que el capitalismo se basa en
la explotación de la clase trabajadora. Por tanto, él escribió todo el volumen 1 de El Capital sin
siquiera discutir el problema de Ricardo, dejándolo para el volumen 3.
El problema, para poner tan simple como es posible, es este: ¿Por qué hay siquiera ganancia en el
sistema capitalista? ¿Cómo hacen los capitalistas una ganancia? Miren, dijo Marx. Supongamos
que tenemos un sistema capitalista simple muerto en el que cada línea de producción tiene la misma
ratio de trabajo vivo y muerto. En otras palabras, asumiendo un sistema en el que hay una
composición orgánica del capital en todas las líneas, de tal manera que las mercancías se
intercambian a sus valores-trabajo, como dijo correctamente Ricardo. En este sistema los
capitalistas, como cualesquiera otros, compran sus insumos a su valor-trabajo [por hipótesis] y
venden su producto también a su valor-trabajo. ¿Cómo demonios tienen una ganancia?
Había algunos economistas famosos en los tiempos de Marx que habían estado perplejos ante esto
y se les habían ocurrido algunas ideas realmente tontas, con las que Marx se divirtió inocentemente
3
burlándose de ellas. Algunos dijeron que la solución es que los capitalistas suman sus costos y le
agregan un 10 por ciento como ganancia. Pero Marx se percató, si los capitalistas a quienes les
compran sus insumos hacen lo mismo, eso no explica realmente el origen de la ganancia. Un tipo
desventurado con el implausible nombre “Nassau Senior” (no existía un Nassau Junior) sugirió
que toda la ganancia provenía de la última hora de producción, todas las horas anteriores estando
requeridas justamente para pagar por el costo de los insumos. Por tanto, él concluyó triunfalmente
que si la propuesta en ese entonces de reducir la jornada laboral de doce a diez horas se aplicara,
los capitalistas no tendrían ganancia alguna.
En un famoso fragmento de El Capital del que saqué el título de uno de mis libros, Marx presentó
el problema de esta manera exquisitamente irónica: “Nuestro amigo, Moneybags, debe ser tan
afortunado como para encontrar dentro de la esfera de la circulación, en el mercado, una mercancía
cuyo valor de uso posea la propiedad peculiar de ser fuente del valor y por consiguiente su
consumo sea en sí mismo encarnación de trabajo y por ello creadora de valor. El poseedor de
dinero sí encuentra tal mercancía especial en el mercado en capacidad de trabajar, o la fuerza de
trabajo.” (Párrafo inicial del capítulo VI del Volumen 1 de El Capital.)
La solución al enigma del origen de las ganancias dice Marx, radica en la distinción entre fuerza
de trabajo, o la capacidad de trabajar, y el trabajo mismo, el esfuerzo y tiempo gastado por los
trabajadores en el proceso de producción. En un sistema capitalista, los trabajadores son
considerados en el mercado como cualesquiera otros productores de una mercancía que ofrecen a
la venta. Y como cualesquiera otros productores de mercancías, están regidos por las reglas de la
competencia para vender su mercancía a su valor-trabajo. Pero ¿cuál es el valor-trabajo de
cualquier mercancía? Es simplemente la cantidad de trabajo vivo y muerto requerido para
producirla. Así que el valor-trabajo de la fuerza de trabajo es precisamente la cantidad de trabajo
vivo y muerto contenido en ella. ¿Cuánto es eso? Pues es tanto trabajo como toma producir la
comida, vestimenta y albergue que el trabajador necesita para mantenerse vivo e ir a trabajar al
siguiente día. Como cualquier otro productor de mercancías prudente, el trabajador también debe
guardar un poco por depreciación. En su caso significa criar hijos, quienes lo harán cuando el
trabajador adulto se desgaste y muera, el niño puede incorporarse al proceso de producción como
vendedor de fuerza de trabajo en cuanto estén en capacidad de hacerlo, digamos a la edad de doce.
¿Cuánto trabajo contenido se necesita realmente por el trabajador en la forma de comida y
vestimenta y demás artículos necesarios? Pues, Marx dice correctamente, menos que la cantidad
de horas de trabajo vivo nuevo que el trabajador puede realizar. Y ahí se encuentra la solución al
misterio de la ganancia. El capitalista (supongamos solo para simplificarnos los números) paga al
trabajador una cantidad de dinero equivalente a seis horas de trabajo –que es decir, el capitalista
paga al trabajador un salario con el que el trabajador puede comprar la comida, vestimenta y demás
artículos necesarios que contienen seis horas de trabajo. El capitalista ha pagado al trabajador un
salario justo– le ha pagado al trabajador un salario igual al costo de producción del producto del
trabajador, la fuerza de trabajo, justo como el capitalista ha pagado al fabricante de herramienta y
el hierro al vendedor de minerales y a todos los demás proveedores de insumos un precio igual al
valor-trabajo de sus bienes. Pero a los trabajadores se le obliga a trabajar por doce horas
(asumiendo que Nassau Senior se saliera con la suya). Y esas seis horas extra de trabajo están
4
contenidas en el producto de los capitalistas, del cual por supuesto es propietario porque ha pagado
por todos los insumos a su valor de mercado justo. Así que cuando el capitalista venda su producto,
él embolsará el dinero equivalente a esas seis horas extra de trabajo y ahí se encuentran sus
ganancias. El capitalista ha encontrado una mercancía, en palas de Marx, “cuyo consumo real, por
tanto, es en sí misma encarnación de valor y por ello creadora de valor”.
Problema resuelto.
Llamemos a las seis horas de trabajo extra desempeñadas por el trabajador como plustrabajo. Las
primeras seis horas de trabajo son trabajo necesario porque es el requerido para reproducir el
trabajo consumido en el proceso de producción –en otras palabras, es el requerido para mantener
al trabajo vivo para otro día de trabajo. ¿Qué relación tiene este plustrabajo con la ganancia que el
capitalista realiza en cada ciclo de producción y venta de lo que es producido? Pues, sin sorpresa
alguna imagino yo, la ganancia apropiada por el capitalista es igual exactamente al plustrabajo
desempeñado por los trabajadores. En resumen, la ganancia no es más que el plustrabajo.
Esto, en esencia, es la Teoría del valor-trabajo de Marx. La clave, nos dice Marx, es la distinción
entre fuerza de trabajo y trabajo. Así que ¿qué está mal con ella? (Sin importar el problema de
composiciones orgánicas del capital desiguales –esto es una complicación que debe esperar el
establecimiento de estatus básico de la teoría.) Recordemos, por favor, no estoy en desacuerdo con
Marx de que las ganancias provienen de los cuerpos de los trabajadores. Para nada. Simplemente
estoy diciendo que su análisis teórico de este hecho fundamental está mal, que un análisis teórico
diferente es necesario. El nuevo análisis no permite a los capitalistas desengancharse. Ni un
poquito.
Ahora pasamos a mi contribución a este debate. Cuando publiqué, en el artículo “Una crítica y
reevaluación de la teoría del valor-trabajo de Marx” {Wolff (1981)}, no estaba consciente que
alguien hubiera presentado estos argumentos antes. John Roemer, previamente mencionado,
señaló que un año antes un economista español, Josip Vergara, había publicado un libro en el que
probó algo similar. Suspiro. Tanto por mi premio Nobel en economía. Como sea.
Hagámonos una pregunta que nunca se le ocurrió a alguien preguntar: ¿cuánto hierro es necesario,
directa o indirectamente, para producir un bushel de maíz o un automóvil o una camisa? En
resumen, ¿cuál es el valor-hierro de un bushel de maíz o de un automóvil o una camisa? Bien
podríamos preguntar, ¿cuánto maíz se requiere para producir una tonelada de hierro o un automóvil
o una camisa? En resumen, ¿cuál es el valor-maíz de cada una de estas mercancías? Y, mientras
estamos en esto, preguntémonos cuánto del valor-hierro o valor-maíz o de un día de trabajo.
Ahora, esto parece loco ¿no? Smith no hablaba así, Ricardo no hablaba así. Y Marx ciertamente
no habló así. Bueno, tal vez no, pero si nos hacemos esta pregunta peculiar esto es lo que
encontramos:
1. En tanto el sistema como un todo produce cierto excedente físico en cada ciclo por encima
de lo necesario para hacer que el sistema funcione durante un año más, es matemáticamente
necesario que el valor-hierro de una unidad de hierro sea menor que una unidad de hierro,
que el valor-maíz de una unidad de maíz sea menor que una unidad de maíz, que el valor-
5
X de una unidad de X sea menor que una unidad de X para cualquier X que sea un insumo
requerido en todas las líneas de producción, directa o indirectamente. Para que esto sea
cierto no es necesario que haya un excedente de X en el sistema cada año. Si estamos
calculando los valores-hierro, es cierto que el valor-hierro de una unidad de hierro será
menor que 1 incluso si no hay excedente de hierro producido en el sistema.
2. Sin importar cuál mercancía elijamos como “sustancia del valor” –sea trabajo, hierro, maíz
o lo que sea– todas las proposiciones que enuncia Marx sobre el valor-trabajo serán ciertas
para esa mercancía también –para los valores-hierro, valores-maíz, etc. Debido a que se
requiere menos de una unidad de hierro para producir una unidad de hierro, siempre que
un capitalista use una unidad de hierro entonces habrá algún “valor-hierro excedente”
contenido en el producto que se produjo. La suma total de todo ese excedente de valor-
hierro igualará de manera exacta la ganancia apropiada por el capitalista, medida en
unidades de valor-hierro. Si un sistema económico exhibe una composición orgánica igual
a la de la línea de producción del hierro –lo que significa que en cada línea de producción
existe la misma ratio de insumos de hierro directos e indirectos– entonces los precios de
las mercancías serán estrictamente proporcionales en tal sistema a los valores-hierro de las
mercancías.
3. Y TODO ESTO ES VERDAD, INCLUSO CUANDO NO HAY DISTINCIÓN
PLAUSIBLE ENTRE HIERRO Y FUERZA DEL HIERRO O ENTRE EL MAÍZ Y LA
FUERZA DEL MAÍZ. POR TANTO, MARX ESTÁ MAL CUANDO DICE QUE LA
DISTJNCIÓN ENTRE TRABAO Y FUERZA DE TRABAJO ES LA CLAVE PARA LA
EXPLICACIÓN DEL ORIGEN DE LA GANANCIA EN UN SISTEMA CAPITALISTA.
Así que, si la teoría del valor-trabajo de Marx está mal, ¿cuál es el análisis correcto? En mi
artículo ofrecí una respuesta que pienso tiene algo de mérito, pero no la quiero resumirla
aquí porque esto ya se hizo suficientemente largo.
Una palabra final antes de que, como prometí, siga adelante con mi vida. El marxismo no
es una religión, No hay catecismo, ni enseñanza oficial de la Iglesia Marxista a la cual uno
deba adscribirse para ser permitido llamarse a uno mismo marxista. Marx fue un gran
científico social, un gran filósofo y también un gran escritor. Pero él no fue el Segundo
Advenimiento (o incluso el primero). Así que dejemos de una vez por todas los debates
sobre quién es y quién no es un verdadero marxista. Hay trabajo más importante por hacer.
1
Capítulo 13
El fisicalismo y la teoría de la ganancia basada en la explotación son
incompatibles
Chris Byron, Alan Freeman y Andrew Kliman
9 de mayo de 2014
El filósofo Robert Paul Wolff, influenciado por la corriente Sraffiana, publicó un texto en un blog
el 4 de mayo {capítulo 12 de este libro} en el que afirma que, si alguien desea mostrar que el
“capital se basa en la explotación de la explotación de la clase trabajadora” es posible (y necesario)
hacerlo sin la teoría de la ganancia basada en la explotación de Marx. Destacando que él ha “escrito
todo un libro y un artículo matemático serio sobre este tema”, Wolff dice “desconozco de alguien
que haya respondido realmente mi crítica y análisis (excepto John Roemer…)”.
Lo que se presenta a continuación es tal respuesta.
En esencia, dos de los autores de esta respuesta (Freeman y Kliman) han refutado la afirmación de
Wolff en diversas publicaciones durante la última década y media. Ellos han mostrado que,
contrario a lo que parece implicar el famoso “Teorema Fundamental Marxista”, el enfoque de las
cantidades físicas de los economistas Sraffianos (y Marxistas fisicalistas) es incompatible con la
teoría de la ganancia basada en la explotación. Los modelos fisicalistas en realidad implican que
la ganancia puede ser negativa aun cuando los trabajadores desempeñen plustrabajo y que la
ganancia puede ser positiva aun cuando los trabajadores no desempeñaron plustrabajo. Por tanto,
el plustrabajo no es una condición necesaria, ni suficiente para la existencia de la ganancia. En
otras palabras, los modelos fisicalistas implican que, contrario a lo que Marx argumentó, el
plustrabajo no es la fuente exclusiva de la ganancia.1
El comentario de Wolff sugiere que él considera su libro y su artículo matemático ser una
contribución nueva y diferente, incluso dentro de la literatura Sraffiana. Asumimos que esta es la
razón por la que él cree que nadie ha “respondido realmente” su crítica y análisis. Sin embargo,
las pruebas previas de Freeman y Kliman demuestran que cualquier enfoque físico es incompatible
con la teoría de la ganancia basada en la explotación de Marx. Aun cuando el argumento específico
de Wolff podría diferir de otros argumentos de cantidades físicas, es en realidad simplemente una
variante más de un enfoque genérico cuyas afirmaciones han sido refutadas por Freeman y Kliman.
Para reestablecer este punto proveeremos aquí una variante de nuestra refutación general que refuta
las afirmaciones específicas de Wolff.
El argumento de Wolff no avanza en términos de plustrabajo y ganancia. Él presenta, por lo
contrario, que habrá ganancia positiva siempre que menos de una unidad de cada mercancía sea
requerida para que, directa o indirectamente, se produzca una unidad de esa mercancía. (Esta
condición asegura que sea posible un excedente de cada mercancía producida.) De hecho, él
afirma, la ganancia total será exactamente igual al “valor” del excedente físico. Por ejemplo, si
2
elegimos que el hierro sea la “sustancia del valor”, “[l]a suma total de todo ese excedente de valor-
hierro igualará de manera exacta la ganancia apropiada por el capitalista, medida en unidades de
valor-hierro”.
Aun cuando la conclusión de Wolff no trata sobre el plustrabajo específicamente, las
demostraciones previas de Freeman y Kliman la han refutado precisamente porque, como Wolff
mismo afirma y enfatiza, el trabajo no tiene un estatus privilegiado en los modelos fisicalistas. Es
sólo un insumo entre muchos. Por lo que, lo que las demostraciones previas han mostrado sobre el
plustrabajo en realidad aplican a cualquier “‘sustancia del valor’ posible –sea trabajo, hierro, maíz
o lo que sea” (Wolff): los modelos fisicalistas implican que la ganancia puede ser negativa aun
cuando es posible el excedente de cada mercancía producida, y ellos implican que la ganancia
puede ser positiva aun cuando es imposible un excedente de cada mercancía producida.
Esperamos que este último comentario, junto con las demostraciones previas de Freeman y
Kliman, sean prueba suficiente para Wolff y para cualquier otra persona que esté familiarizada con
los modelos fisicalistas. Que las demostraciones apliquen para el trabajo, “el hierro, el maíz o lo
que sea” es obvio. Pero como esto no es obvio para cualquiera, proveeremos aquí una refutación
directa de la conclusión de Wolff.
Consideremos una economía en la que sólo hay dos mercancías producidas, Ositos de goma y
Botox. Se requieren ositos de goma, botox y trabajo para producir ositos de goma, y estos tres
mismos insumos son necesarios para producir Botox. Las cantidades de cada insumo que se
requieren para producir una unidad de cada uno están dadas en la Tabla 13.1
Tabla 13.1 Coeficientes insumo-producto
Insumo por unidad de producto
Industria Ositos de goma Botox Trabajo
Ositos de goma 0.49 0.49 0.02
Botox 0.49 0.49 002
Estos coeficientes insumo-producto satisfacen las condiciones Hawkin-Simon (a las que se refiere
Wolff implícitamente en el punto 1 casi al final de su texto de blog). En otras palabras, un insumo
menor a un osito de goma es querido, directa e indirectamente, para producir un osito de goma, y
un insumo menor a una dosis de Botox es requerida, directa e indirectamente, para producir una
dosis de Botox. Otra manera de decir lo mismo es que un excedente físico de ositos de goma y de
botox son posibles al mismo tiempo. Por ejemplo, si ambas industrias producen mil unidades de
producto, sería posible tener un excedente de hasta veinte ositos de goma y hasta veinte dosis de
Botox. Multiplicando todas las cifras en la Tabla 13.1 por mil, obtenemos la Tabla 13.2.
Tabla 13.2 Una economía ositos de goma-botox para la que aplican las conclusiones de Wolff
Insumos
Industria Ositos de goma Botox Trabajo Producto
Ositos de goma 490 490 20 1,000
Botox 490 490 20 1,000
Total 980 980 40
3
El excedente potencial máximo de ositos de goma es al producto menos el insumo utilizado en
toda la economía 1,000 – 980 = 20, y de manera similar para el botox. (El tamaño de los excedentes
físicos reales dependerá de cuántos ositos de goma y dosis de botox reciben los trabajadores. Si
reciben menos de veinte unidades de cada bien, los excedentes físicos de ambos bienes serían
positivos.)
Para medir el excedente total en la economía y la ganancia, necesitamos sumar el excedente de
ositos de goma y el excedente de botox, y por consiguiente necesitamos una medida de valor (que
es a los que Wolff se refiere con “sustancia del valor”). Uno no puede sumar ositos de goma y
botox porque son bienes heterogéneos sin una medida común, pero uno puede sumar el valor de
los ositos de goma y el valor del botox.
Recordemos que el trabajo no tiene un estatus privilegiado en los modelos fisicalistas. Es sólo un
insumo más entre varios. Así que en lugar de elegir el trabajo, elegimos al botox como la
“sustancia” (es decir, medida) del valor.
Para calcular los valores-botox utilizamos 𝜆𝑔 para denotar el valor unitario de los ositos de goma
y 𝜆𝑙 para denotar el valor unitario del trabajo. (Debido a que el botox es la medida de valor, su
valor unitario es igual a uno.) Usando los coeficientes de insumo-producto en la Tabla 13.1, los
valores-botox de los ositos de goma y del trabajo son las soluciones de las siguientes dos
ecuaciones:
0.49𝜆𝑔 + 0.49 + 0.02𝜆𝑙 = 𝜆𝑔
0.49𝜆𝑔 + 0.49 + 0.02𝜆𝑙 = 1
y la solución es 𝜆𝑔 = 𝜆𝑙 = 1.
El excedente potencial máximo en valor-botox de los ositos de goma en el sistema anterior es por
consiguiente 1,000 𝜆𝑔 – 980 𝜆𝑔 = 20 𝜆𝑔 = 20, y el excedente potencial máximo en valores-botox
del botox es (1,000 × 1) – (980 × 1) = (20 × 1) = 20. Así que el excedente potencial máximo de
toda la economía en valores-botox es positivo.
¿Qué hay sobre la ganancia? Pues, en los modelos fisicalistas, la ganancia es sólo el precio total
de los excedentes físicos. Así que, partiendo únicamente de que los ositos de goma y el botox
tienen precios unitarios positivos, la ganancia potencial máxima –el precio total de los veinte ositos
de goma excedentes potenciales más el precio total de las veinte dosis potenciales de excedente–
debe ser positiva.
Esto parece confirma al menos parte de la conclusión de Wolff. Potencialmente hay ganancia total
positiva y excedente total positivo en valores-botox. Y, por consiguiente, si uno no piensa mucho
sobre la cuestión, es posible argumentar que la ganancia positiva total en valores-botox es la fuente
exclusiva de la ganancia total positiva. (En realidad, en el modelo fisicalista, las fuentes de
ganancia y del valor-botox excedente, son los excedentes físicos de los dos bienes, pero no hay
problema.)
4
Pero el ejemplo de arriba es sólo un caso particular. ¿Las conclusiones de Wolff siguen siendo
ciertas en todos los casos? No, como mostraremos a continuación.
En el punto 1 cercano al final de su texto de blog, él nos dice que se mantiene cierto “en tanto
sistema como un todo produzca cierto tipo de excedente físico en cada ciclo por encima de lo
necesario para hacer que el sistema funcione durante un año más… Para que esto sea cierto no es
necesario que haya un excedente de X en el sistema cada año.”
Supongamos que se produce un excedente físico de Botox –esto es “cierto tipo de excedente físico”
–pero hay un déficit físico de ositos de goma. Se usan más ositos de goma como insumos para la
producción de ositos de goma y botox de los que se producen como productos al final del año. En
específico, imaginemos que se producen novecientos ositos de goma y 1,100 dosis de botox.
Multiplicando los coeficientes insumo-producto en la primera línea de la tabla 13.1 por
novecientes y aquellos en la segunda fila por 1,100 obtenemos el sistema insumo-producto se
muestran en la Tabla 13.3
El excedente potencial máximo de ositos de goma es, una vez más, el producto menos el insumo
total en la economía, que ahora es 900 – 980 = –80. El excedente potencial máximo de botox es
1,100 – 980 = 120. Así, el excedente potencial total (de toda la economía) máximo en valor-botox
es –80 𝜆𝑔 + (120 × 1) = (–80 × 1) + (120 × 1) = 40.
Tabla 13.3 Una economía ositos de goma-botox para la no que aplican las conclusiones de
Wolff
Insumos
Industria Ositos de goma Botox Trabajo Producto
Ositos de goma 441 441 18 900
Botox 539 539 22 1,100
Total 980 980 40
El excedente en valor-botox real total depende también del valor-botox de los salarios de los
trabajadores (BVWW). Si se pagan en especie, BVWW es el valor-botox de los ositos de goma
que reciben más la cantidad de dosis de botox que reciben de sus empleadores. (Si se les pagan
salarios en dinero, BVWW es el valor-botox de ositos de goma que compran más la cantidad de
dosis de botox que el remanente de sus salarios les permite comprar.) Así,
excedente total real en valor − botox = 40 − BVWW (13.1)
¿Qué hay sobre la ganancia? Denotemos el precio unitario de los ositos de goma como 𝑃𝑔 y
establezcamos que el precio unitario del botox es igual a 1. En este modelo fisicalista, la ganancia
total es el precio total de los excedentes físicos menos el BVWW, esto es
ganancia total real = −80𝑃𝑔 + (120 × 1) − BVWW (13.2)
5
Ahora recordemos que todas las condiciones que Wolff estipuló se mantienen ciertas aquí. Menos
de un osito de goma se requiere, directa o indirectamente, para producir un osito de goma. Menos
de una dosis de botox se requiere, directa e indirectamente, para producir una dosis de botox. Y
existe “cierto tipo de excedente físico” en el sistema como un todo. Dadas estas condiciones, dice
él, la ganancia total debe ser positiva si el excedente total en valor-botox es positiva.
Es trivial mostrar que esta afirmación es incorrecta. Asumamos que 𝑃𝑔 = 1.05 y que BVWWW=
38. Introduciendo este número en las ecuaciones (13.1) y (13.2) obtenemos
excedente total real en valor = 40 − 38 = 2
ganancia total real = (−80 × 1.05) + (120 × 1) − 38 = −84 + 120 − 38 = −2
Q.E.D
También es trivial mostrar que la ganancia total puede ser positiva incluso si el excedente total en
valor-botox es negativo. Asumamos que 𝑃𝑔 = 0.95 y que el BVWW = 42. Sustituyendo estos
números en las ecuaciones (13.1) y (13.2) obtenemos
excedente total real en valor = 40 − 42 = −2
ganancia total real = (−80 × 0.95) + (120 × 1) − 42 = −76 + 120 − 42 = 2
La primera demostración muestra que un excedente positivo en valor-botox no es una condición
suficiente para que haya ganancias. La segunda demostración muestra que tampoco es una
condición necesaria. Por tanto, el excedente de valor-botox no es la fuente exclusiva de ganancias.
Como hemos visto antes, Freeman y Kliman han producido diversas demostraciones análogoas
que muestran que los modelos fisicalistas implican que el plustrabajo no es la fuente exclusiva de
la ganancia. Los economistas fisicalistas han intentado continuamente descartar estas
demostraciones con base en que usan precios “arbitrarios” (ver Mohun 2003 {Capítulo 3 de este
libro}: 98; Veneziani 2004 {Capítulo 5 de este libro}:105-6; y Reclaiming Marx’s “Capital”: The
Movie {Producciones Anticristo 2012}. Confiamos en que Wolff como un filósofo competente que
entiende y respeta la lógica no utilizará tales estratagemas.
Él entiende, sin duda, que un contraejemplo es suficiente para refutar una afirmación como la suya,
si satisface las condiciones estipuladas pero no la conclusión, como hace nuestro contraejemplo.
Y él sin duda entiende que ningún argumento deductivo es válido si sus premisas incluyen ciertas
restricciones mientras que la conclusión que pretende derivar pertenece a circunstancias en que
esas restricciones no son ciertas.
Así, él entiende sin duda alguna que si él intentara rescatar su argumento imponiendo restricciones
adicionales que evitan que el precio de los ositos de goma sean 1.05 o 0.95 no podría hacerlo
válidamente que el excedente positivo en valor-botox es una condición necesaria o necesaria para
la existencia de ganancia. Él podría, en el mejor de los casos, concluir que un conjunto de
condiciones que incluye restricciones que eviten que el precio de los ositos de goma sea 1.05 o
0.95 es necesario y suficiente. Tal demostración no nos diría algo sobre el origen de las ganancias
6
en el mundo real a menos que Wolff también pudiera probar que las restricciones adicionales sean
ciertas en el mundo real.
El argumento anterior ha demostrado que, si uno desea argumentar que “el capital se basa en la
explotación de la clase trabajadora” no es posible hacerlo válidamente mediante la versión del
modelo fisicalista de Wolff. Las demostraciones previas de Freeman y Kliman han mostrado que
tampoco es posible hacerlo válidamente a través de las versiones fisicalistas de “la teoría del valor-
trabajo”. No obstante, hay una manera válida de presentan tal argumento –la versión de Marx.
Pero el argumento de Marx es lógicamente válido sólo si se interpreta adecuadamente y no
malinterpretado en la manera fisicalista. Con base en la interpretación no fisicalista de la que somos
proponentes, la interpretación temporal y de sistema único (TSSI por sus siglas en inglés) de la
teoría del valor de Marx, en efecto es una consecuencia lógica que el plustrabajo es la fuente
exclusiva de la ganancia (real).2 Una década de debate confirma este resultado más allá de duda
razonable.3
Pasemos ahora a dos cuestiones adicionales. Una es la queja de Wolff, en el artículo al que hace
referencia {Wolff 1981} en contra de la conclusión de Marx de que el trabajo es la sustancia del
valor y que el valor de las mercancías está determinado por la cantidad de trabajo socialmente
necesario para producirlas. Wolff objeta que “el argumento de Marx para [esto], al inicio del
capítulo I de El Capital, es extremadamente débil –tan débil que no constituye argumento alguno.”
Él no dice algo más, hemos citado la objeción en su totalidad. Claramente, es extremadamente
débil –tan débil que no constituye argumento alguno.
Segundo, desearíamos comentar sobre la siguiente nota que hace Wolff al final de su texto de blog:
El marxismo no es una religión, No hay catecismo, ni enseñanza oficial de la Iglesia
Marxista a la cual uno deba adscribirse para ser permitido llamarse a uno mismo
marxista. Marx fue un gran científico social, un gran filósofo y también un gran escritor.
Pero él no fue el Segundo Advenimiento (o incluso el primero). Así que dejemos de una
vez por todas los debates sobre quién es y quién no es un verdadero marxista.
Durante ya mucho tiempo, los proponentes de la TSSI han sido víctimas de la cacerola invectiva
Sraffiana sobre las presuntas actitudes religiosas, fundamentalismo y oscurantismo de sus críticos.
Es ilógico –argumentación ad hominem y de hombre de paja– y no es necesario especialmente
porque los argumentos de la TSSI son más rigurosos y respetuosos de la lógica que sus propios
argumentos, como ha sido mostrado consistentemente. Esperamos que esto no es lo que Wolff
tenía en mente.
NOTAS
1 Ver capítulo 10 de Kliman (2007) para un análisis relativamente no técnico y ejemplos numéricos. Ver también
Kliman (2001), Kliman y Freeman (2006, 2008, 2009) y Freeman y Kliman (2009) {capítulos 2, 6, 8, 9 y 11 de este
libro respectivamente}. 2 Ver Kliman (2001), capítulo 10 de Kliman (2007) y Kliman y Freeman (2006, 2008, 2009). 3 Ver Kliman y Freeman (2008) y Freeman y Kliman (2009).
1
Capítulo 14
Respuesta a los profesores Freeman y Kliman y al Sr. Byron
Robert Paul Wolff
10 de mayo de 2014
El Sr. Chis Byron y los profesores Alan Freeman y Andrew Kliman han escrito una crítica de siete
páginas {capítulo 13 de este libro} de mi crítica de la teoría del valor-trabajo de Marx titulada “El
fisicalismo y la teoría de la ganancia basada en la explotación son incompatibles”. En lo que sigue
a continuación comentaré sobre su ensayo y hago mi mejor esfuerzo por responder específicamente
al ejemplo que construyen como una demostración de que mis afirmaciones son falsas. Procederé
del siguiente modo: primero, haré algunos comentarios generales sobre la disputa; segundo,
abordaré a detalle sobre su contraejemplo; y tercero, cerraré con un comentario final.
I. ALGUNOS COMENTARIOS INTRODUCTORIOS
Comenzaré agradeciendo a los tres autores por tomarse el tiempo y dedicar esfuerzo a escribir una
respuesta para mí. Los profesores Freeman y Kliman son altos economistas profesionales
distinguidos y Chris Byron es un brillante joven estudiante de filosofía. Los tres claramente tienen
mejores cosas que hacer que rebatir las afirmaciones de un amateur envejecido y estoy agradecido
con ellos.
Debería ser obvio para cualquiera leyendo su ensayo que he logrado irritar a Byron, Freeman y
Kliman, y lo siento mucho de verdad. No he leído ni los seis artículos, ni el libro del cual son
autores y enlistados en la bibliografía, pero aquí está mi impresión de la situación. Kliman,
Freeman y otros han estado envueltos por algunos años en un debate en curso con un número de
economistas que ellos identifican como defensores del “enfoque de las cantidades físicas de
Sraffa”. Ellos han, ellos creen, refutado decisivamente las afirmaciones de aquellos autores varias
veces y se enfadan un poco cuando ingreso en la escena como Pierre en la batalla de Borodino y
anuncio que he escrito un libro y un artículo que nadie ha refutado. Freeman y Kliman, nos dicen,
aceptan la “interpretación temporal y de sistema único de la teoría del valor de Marx” que muestra,
como entiendo, que Marx no se contradijo.
Ahora, esta es una caza en la que yo tengo un perro, como dicen aquí en Carolina del Norte.
Primero, yo no pienso que Marx se contradijo. Yo pienso que muchas de las afirmaciones de Marx
son ciertas. Solo pienso que su manera de explicarlas y demostrarlas no frutífera por la razón que
doy en mi ensayo y por eso intento encontrar en los escritos del propio Marx una vía alternativa
de capturar lo que yo creo que es su idea fundamental, de que el capitalismo se basa en la
explotación de la clase trabajadora. Puedo ser culpable, pero si lo soy, pero en caso de serlo es de
una manera diferente de la de los fisicalistas Sraffianos (de quienes, déjenme ser claro, aprendí
mucho).
2
En especial, no tengo una opinión fija sobre la afirmación de Marx de que hay una tendencia,
conforme se desarrolla el capitalismo, de que la tasa de ganancia caiga. Esto, salvo que esté
equivocado, es una cuestión de gran importancia para Kliman y Freeman, una en la que han escrito
extensamente (o eso creo). Todo lo que sé es que ellos están bien en este debate y Okishio está
mal. Pero eso es algo sobre lo que no he escrito y no es parte de a donde estaba intentando llegar
en mi ensayo.
Sé que los profesores Freeman y Kliman han leído mi ensayo porque la incorporan en su
bibliografía pero, para mi mayor pesar, no han abordado alguno de los argumentos en la segunda
parte de él, la cual siempre he pensado que, con mucho orgullo, mi estocada al decir algo original
sobre la economía. John Roemer sí abordó esa parte del ensayo en una respuesta que él escribió
justo después de que fue publicado. He presentado algunas matemáticas para mostrar que la
explotación ocurre porque los trabajadores, separados de los medios de producción, no tienen otra
opción más que vender su trabajo a los capitalistas. John, cuyo dominio de las matemáticas
comparado al mío es como comparar a Pinchas Zucckerman tocando la viola conmigo, ofreció una
crítica y análisis extensos, detallados y muy profundos de mi argumento que, en mi opinión, lleva
las cosas mucho más lejos de lo que yo pude. Con su aceptación, he reproducido el ensayo de John
en el volumen II de mi colección de artículos, disponibles como e-book en Amazon.com.
Finalmente, déjenme retirar mis comentarios sobre la religión al final de mi texto de blog,
comentarios que capturaron la atención de Kliman y Freeman. Ciertamente no me refería a ellos
y, sin importar cuán relajados puedan ser los estándares del discurso en un blog, no tenía motivo
para decir algo que pudiera ser interpretado como directamente hacia ellos o su posición. Así que,
permítanme decir que me disculpo y los retiro. Mi error.
II. BOTOX Y OSITOS DE GOMA
Ahora tratemos la carne del ensayo de los profesores Freeman y Kliman [Byron me dice que él no
metió mano en las matemáticas]. Siguiendo una larga y honorable tradición en la teoría económica,
han construido un contraejemplo que no tiene relación alguna con el mundo real. Pero esto no es,
de manera alguna, una objeción a su contraejemplo. Como ellos señalan correctamente, cuando
alguien ha avanzado una propuesta universal, cualquier ejemplo genuino, sin importar cuán
extravagante, es suficiente para refutar la proposición.
Debido a que algunos de ustedes no estén familiarizados con este hábito en la economía, podría
ayudarles [aunque no añade algo al argumento] contar una pequeña historia con el ejemplo. Así
que, supongamos que los trabajadores únicamente comen ositos de goma, por lo que sus dientes
se están pudriendo, y periódicamente se colocan inyecciones de botos, lo cuál explica por qué
tienen sonrisas fijas en sus caras aun cuando están siendo jodidos por los capitalistas.
Echemos un vistazo a las Tablas 13.1 y 13.2 en el artículo Kliman/Freeman/Byron. Este es un
pequeño modelo que han construido para el que se cumplen mis afirmaciones. Pero la existencia
de un caso en el que mis afirmaciones son correctas no prueba algo sobre la verdad de mis
afirmaciones, como señalan, porque hice una afirmación universal. Ellos me citan con exactitud
3
sosteniendo que mis afirmaciones son ciertas “en tanto el sistema como un todo produzca cierto
tipo de excedente físico en cada ciclo por encima de lo necesario para hacer que el sistema funcione
durante un año más… Para que esto sea cierto no es necesario que haya un excedente de X en el
sistema cada año” donde X es el insumo elegido arbitrariamente para servir como “sustancia del
valor” en mis cálculos del valor.
Así que ahora viene la trituradora, la Tabla 13.3. Los profesores Kliman y Freeman realizan los
cálculos del valor-botox para este nuevo modelo (el botox se eligió como la X) y descubren que
¡en este sistema la ganancia total es en realidad negativa! Caramba, como Charlie Brown diría.
¿Es este el final de la historia? Los profesores Kliman y Freeman sin duda piensan eso. En la línea
siguiente en la que demostraron una ganancia negativa en el sistema descrita por la Tabla 13.3
escriben Q.E.D. Después de esto, ya no hay nada más que hacer salvo llamar a la unidad de Fuerzas
Especiales para que limpie todo.
Pero esperen. Demos un vistazo más cercano a la Tabla 13.3. Después de todo, el prospecto de un
ahorcamiento sí llama la atención. Si se examinan los números con cuidado se notará que en la
economía descrita en la Tabla 13.3, 980 unidades de ositos de goma son requeridos como insumos,
pero sólo novecientas unidades de ositos de goma son generadas como producto. Esto
definitivamente no es un sistema que produzca “lo necesario para hacer que el sistema funcione
durante un año más”, como Kliman y Freeman citan con precisión que yo estipulé. Incluso si los
trabajadores únicamente viven de inyecciones de botox, no hay ositos de goma suficientes para
operar el sistema al mismo nivel en el siguiente ciclo. Así que el sistema entero debe contraerse.
Pero no habrá incluso suficientes ositos de goma en el siguiente ciclo después de eso, así que el
sistema se contraerá aún más. De hecho, continuará en una espiral mortal. No será un sistema que
se autorreproduce. Es por este motivo que añadí la condición estándar “lo necesario para hacer que
el sistema funcione durante un año más”.
De acuerdo, entonces ellos han cometido un pequeño error. No es como que ellos pensaron que
estaban tratando de capturar alguna característica del mundo real en su ejemplo. Digo, ¿quién ha
visto una economía con sólo ositos de goma y botox? Seguramente pueden modificar los números
un poco de tal manera que el sistema sea capaz de reproducirse a sí mismo y después continuar
para probar el mismo contraejemplo devastador ¿no?
Pues, um, no. De hecho [o más bien como un hecho matemático] no pueden hacerlo porque es
imposible. En tanto el sistema “como un todo produzca cierto tipo de excedente físico en cada
ciclo por encima de lo necesario para hacer que el sistema funcione durante un año más”, todos
los precios serán positivos, la magnitud y tasa de ganancia siempre serán positivas, el plusvalor
será positivo y todos los valores calculados, sean sus valores-trabajo o valores-ositos de goma o
valores-botox, serán positivos. Aquellos quienes tengan estómago para este tipo de cuestiones
encontrarán las pruebas matemáticas formales en mi libro Entendiendo a Marx {Wolff 1984} en
el Apéndice A, sección IV (páginas 187-9) y la sección V, páginas 205-6.
¿Esto muestra que estoy bien y Kliman y Freeman están mal? ¡Santo cielo, no! Sólo muestra que
no han logrado [todavía] refutar las afirmaciones que hice en mi libro y ensayo. Si ustedes quieren,
4
ellos bien pueden haber refutado a la gente con la que han estado debatiendo estos años. Sobre ese
tema más importante, no tengo idea.
III. COMENTARIO FINAL
Para ser honesto, la veracidad de las afirmaciones que hice hace treinta y tres años no es lo que
más importa para mí en el mundo. Me importan mucho más la miseria y la pobreza en medio de
la obscena riqueza que es el sello distintivo del capitalismo. Sospecho que lo mismo podría decirse
de Chris Byron, Andrew Kliman, y Alan Freeman. Chris Byron es un hombre joven y él bien
podría tener la oportunidad de romper una lanza para la rectificación de tal injusticia. Yo soy viejo,
y Kliman y Freeman no son unos polluelos, así que nosotros probablemente ya hemos visto nuestro
último viva, pero si por alguna casualidad me encontrara en las barricadas, no tengo duda también
los encontraré ahí, del mismo lado de la calle, enfrentando a nuestros enemigos comunes. Son mis
camaradas en un mundo donde hemos muy pocos de nosotros, así que concordemos en continuar
nuestros debates con buen ánimo y esperar el día en que tengamos algo mejor que hacer.
1
Capítulo 15
Diálogo posterior entre Kliman y Wolff
Andrew Kliman y Robert Paul Wolff
UNA CONTESTACIÓN A PAUL WOLFF
ANDREW KLIMAN
10 de mayo de 2014
En el interés de una comunicación ágil, estoy escribiendo esta contestación por mi cuenta, y
hablando exclusivamente en nombre mío. Lo que sigue a continuación no refleja necesariamente
las perspectivas de Chris Byron o Alan Freeman, coautores de la pieza publicada ayer a la que
Robert Paul Wolff ahora (¡ya!) ha respondido {capítulos 13 y 14 de este libro, respectivamente}.
Primero. Quiero agradecerle por lo cortés y seriedad de su respuesta. Esto no es algo a lo que
estemos acostumbrados, ni remotamente cercano. En especial, su respuesta se claramente diferente
a la manera en que los sraffianos y economistas marxistas fisicalistas han participado (o dejado de
participar) con las contribuciones de los proponentes de la interpretación temporal y de sistema
único de la teoría del valor de Marx.
Wolff sostiene que hemos “cometido un pequeño error” en nuestro contraejemplo, que este error
provoca que el contraejemplo violara una premisa de este argumento y que por consiguiente “no
hemos logrado refutar las afirmaciones que hice en mi libro y ensayo”.
Definitivamente no fue un error. Analizamos en gran amplitud cómo interpretar exactamente la
premisa en cuestión. Esto fue el factor principal que retrasó nuestra respuesta al texto de blog de
Wolff. Al final decidimos interpretar la premisa de manera estricta y literal. Wolff nos dice ahora
que esto fue un error. Mi respuesta es que su interpretación alternativa es auto-contradictoria.
La premisa está contenida en el punto 1 de su texto original en el blog {capítulo 12 de este libro},
la cual dice así:
1. En tanto el sistema como un todo produzca cierto tipo de excedente físico en cada ciclo
por encima de lo necesario para hacer que el sistema funcione durante un año más, es
matemáticamente necesario que el valor-hierro de una unidad de hierro sea menor que
una unidad de hierro, que el valor-maíz de una unidad de maíz sea menor que una unidad
de maíz, que el valor-X de una unidad de X sea menor que una unidad de X para
cualquier X que sea un insumo requerido en todas las líneas de producción, directa o
indirectamente. Para que esto sea cierto no es necesario que haya un excedente de X en
el sistema cada año. Si estamos calculando los valores-hierro, es cierto que el valor-
hierro de una unidad de hierro será menor que 1 incluso si no hay excedente de hierro
producido en el sistema.
Nosotros interpretamos “en tanto el sistema como un todo produzca cierto tipo de excedente físico en
cada ciclo por encima de lo necesario para hacer que el sistema funcione durante un año más” (énfasis
2
añadido) como “exista un excedente físico en al menos una mercancía producida”. Ahora Wolff nos
dice que su frase “por encima de lo necesario para hacer que el sistema funcione durante un año más”
significa que debe haber un excedente físico para cada mercancía producida en cada ciclo de
producción. ¿Por qué? Él dice que si no hay un excedente físico de cada mercancía producida en cada
ciclo de producción, entonces la economía no ha generado “lo necesario para hacer que el sistema
funcione durante un año más”. La economía “no será un sistema que se autorreproduce”.
Más adelante abordo esta última afirmación, la cual es incorrecta. Pero aquí mi punto es que la
interpretación de Wolff de su premisa es auto-contradictoria. Por un lado la premisa requiere que
haya un excedente físico para cada mercancía producida en cada ciclo de producción. Por otro
lado, el dicho original de Wolff de la premisa dice explícitamente que este no es un requerimiento:
“para que esto sea cierto no es necesario que haya un excedente de X en el sistema cada año”. X
es una de las mercancías producidas y “no es necesario que haya un excedente de” ella cada año.1
Así que es tanto necesario como innecesario que haya un excedente físico de X en cada ciclo de
producción. Esto es auto-contradictorio.
Así, dadas las premisas originales de Wolff, las reales e interpretadas de manera que las vuelva
internamente consistente, nuestro contraejemplo refuta su afirmación de que un modelo fisicalista
muestra que la ganancia total debe ser positiva si todo el excedente de valor de X es positivo.2
La afirmación principal en la que se encuentra esto incrustado –la afirmación de que si uno desea
mostrar que “el capital se basa en la explotación de la clase trabajadora” es posible (y necesario)
hacerlo sin la propia teoría de Marx de la ganancia basada en la explotación– también fracasa.
Pero ahora nos están llevando a refutar un blanco móvil. Wolff estipuló originalmente que haya
cierto tipo de excedente físico por encima de “lo necesario para hacer que el sistema funcione durante
un año más”. Ahora él objeta nuestro contraejemplo basándose en que “incluso si los trabajadores
únicamente viven de inyecciones de botox, no hay ositos de goma suficientes para operar el sistema
al mismo nivel en el siguiente ciclo” (énfasis añadido). El requerimiento de que el sistema opere
el siguiente año (y el año posterior a ese, y el posterior a ese…) al mismo nivel que operó este año
es indescriptiblemente más restrictivo que el simple requerimiento de que cada sistema sea capaz
de operar durante un año más. Después de todo, el capitalismo real en el mundo ha continuado
operando año tras año a pesar de la Gran Depresión, la Gran Recesión y otros eventos que le han
impedido operar al mismo nivel año tras año. Nunca, jamás, ha producido las mismas cantidades
de cada cosa en los años sucesivos.
Las crisis económicas no son la única razón por la que no lo ha hecho. Como Alan Freeman ha
expresado continuamente por dos décadas, la reproducción de una economía, incluso en tiempos
normales, no ocurre produciendo las mismas cantidades exactas de cada cosa en cada año. Por
ejemplo, conforme la economía se desplazó de una que producía documentos en máquina de
escribir a una que los produce con computadoras e impresoras, lo que tuvimos durante un tiempo
considerable fue un déficit físico de máquinas de escribir. Más máquinas de escribir estaban siendo
usadas como insumos (es decir, para producir documentos) de las que eran generadas como
productos. Sin embargo, el capitalismo no estaba “en una espiral mortal” por ese motivo.
3
El siguiente modelo fisicalista simple, adaptado de las pp. 181-82 de mi libro Reivindicando “El
Capital” de Marx: una refutación del mito de la inconsistencia {Kliman 2007} es un ejemplo de
una economía que claramente no está en una espiral mortal. Durante cada periodo de dos días hay
un excedente físico de ambas mercancías producidas. No obstante, la ganancia total nunca es
positiva, aun cuando el excedente total en valor-X siempre es positivo.
Las manzanas (bien A) y brócoli (bien B) crecen por cuenta propia. Se requiere a los trabajadores
que cosechen el producto, pero ningún otro insumo es necesario. Los datos físicos de la Tabla 15.1
se basan en los siguientes supuestos. El salario diario real (salario físico) es 0.4999 libras de
manzanas y 0.4999 libras de brócoli por trabajador.
Tabla 15.1
Industria Trabajo Producto Salarios reales Excedentes físicos
Día 1 A 4 4A, 0B 1.9996A, 1.9996B 2.0004A, -1.9996B
B 2 0A, 2B 0.9998A, 0.9998 B -0.9998A, 1.0002B
Total 6 4A, 2B 2.9999A, 2.9994 B 1.0006A, -0.9994B
Día 2 A 2 2A, 0B 0.9998A, 0.9998 B 1.0002A, -0.9998B
B 4 0A, 4B 1.9996A, 1.9996B -1.9996A, 2.0004B
Total 6 2A, 4B 2.9994A, 2.9994 B -0.9994A, 1.0006B
Días 1+2 A 6 6A, 0B 2.9994A, 2.9994 B 3.0006A, -2.9994B
B 6 0A, 6B 2.9994A, 2.9994 B -2.9994A, 3.0006B
Total 12 6A, 6B 5.9988A, 5.9988B 0.0012A, 0.0012B
A los trabajadores se les paga al final del día. Se requiere un día de trabajo para cosechar una libra
de cada producto. En el día 1 cuatro trabajadores recolectan manzanas y dos trabajadores
recolectan brócoli, mientras que el día 2 las cifras se invierten. Los capitalistas, quienes son
propietarios de la tierra, tienen un acervo inicial de al menos una libra de brócoli (adquirido con
trabajo propio); dado este supuesto, el intercambio necesario ocurre.
Aun cuando hay un excedente negativo de un bien en la economía como un todo en ambos días,
la economía se reproduce a sí misma durante el periodo de dos días. Más de las manzanas
necesarias son producidas y más del brócoli necesario es producido para pagarle a los trabajadores
el salario en manzanas y brócoli que necesitan para regresar el día 3 y así sucesivamente.
Dejemos que las manzanas sean la medida del valor. Por consiguiente, el valor unitario de las
manzanas es uno. Debido a que se necesita un día de trabajo para producir una libra de manzanas,
el valor-manzana por unidad de trabajo requerido para producir una libra de brócoli también es
uno, así que el valor unitario del brócoli también es uno.
El excedente total en valor-manzana, el valor-manzana total de la economía total con dos
excedentes es, por consiguiente, (1 × 1.0006) + (1 × –0.9994) = 0.0012 en el día 1 y (1 × –0.9994)
+ (1 × 1.0006) = 0.0012 el día 2.
La ganancia fisicalista total es el precio total de los excedentes físicos. Debido a que las manzanas
son la medida del valor, su precio unitario es uno en ambos días.
4
Asumamos que el precio del brócoli es 1.0013 el día 1. Entonces la ganancia fisicalista total es (1
× 1.0006) + (1.0013 × –0.9994) = –0.00009922… el día 1. Asumamos que el precio del brócoli
cae a 0.9987 el día 2. Entonces la ganancia fisicalista es (1 × –0.9994) + (0.9987 × 1.0006) =
–0.00010078… el día 2.
Así que hay ganancia física negativa cada día, aun cuando hay un excedente físico en valor-
manzana cada día y aun cuando la economía no se encuentra en una espiral mortal.
Este ejemplo muestra, una vez más, que los modelos fisicalistas son incompatibles con la teoría de
la ganancia basada en la explotación. Vemos que tales modelos implican que el excedente positivo
en valor-X (“valor-trabajo”, o “valor-manzana” o “valor-brócoli”, etc.) no garantizan que exista
ganancias. Por tanto, estos implican que el excedente positivo en valor-X, la explotación, no es la
fuente exclusiva de la ganancia.
Pero ¿qué hay sobre el caso de Wolff en el que existe un excedente físico positivo para cada
mercancía producida en cada ciclo de producción (cada día, cada hora, cada minuto…)? En ese
caso, el fisicalismo implica que el excedente positivo en valor-X y la ganancia fisicalista positiva
coincidentemente coexisten. Pero incluso en este caso, el fisicalismo continúa implicando que el
excedente en valor-X no garantiza que las ganancias existan, por tanto, la explotación no es la
fuente exclusiva de la ganancia. Lo que garantiza que exista ganancia no es un excedente positivo
en valor-X únicamente, sino excedente positivo en valor-X junto con el apenas imaginable,
excepcionalmente restrictiva y sumamente irreal limitación de que haya un excedente físico
positivo de cada mercancía producida en cada ciclo de producción. Es claramente esta última
restricción, y no el excedente positivo en valor-X, lo que hace todo el trabajo.
Si esto no es 100 por ciento claro, imaginen que yo dije que siempre puedo matar a un rebaño de
ovejas con solo aplicarles una maldición (siendo que también les di arsénico a todas ellas). Ye he
aquí, cada vez que aplico una maldición a un rebaño de ovejas (y les dé arsénico) todo el rebaño
muere. La maldición y la muerte del rebaño coincidentemente coexisten en cada caso. Pero esto
nos significa que mi maldición a las ovejas garantice que las ovejas morirán. Lo que garantiza que
morirán no es la maldición únicamente, sino la maldición junto con el arsénico. Y es claramente
el arsénico el que hace todo el trabajo.
UNA RONDA MÁS
ROBERT PAUL WOLFF
11 de mayo de 2014
Para este momento, probablemente, la mayoría de ustedes se han desplazado a un blog más
interesante, pero dado que al menos una persona –Matt D– parece estar disfrutando el idea y vuelta
entre el Profesor Kliman y yo, continuaré una ronda más. Como Chris ha señalado, el profesor
Kliman ha presentado una contestación {el texto previo en este capítulo} {capítulo 14 de este
libro} aquí, y simplemente asumiré que Matt D y cualquier otra persona que siga con nosotros se
ha tomado el tiempo para seguir el vínculo y leerlo. Por favor háganlo. No es justo para el profesor
Kliman que ustedes se basen exclusivamente en mi redacción sobre lo que él ha dicho.
5
La primera cuestión que debo hacer es definitivamente aclarar una confusión. Temo que he logrado
conducir al profesor Kliman por el camino completamente equivocado, aunque confieso que
cuando leí lo que escribí me parecía claro. [¿No es ese siempre el caso? Le digo constantemente a
mis estudiantes que ¡lo importante no es que lo que escribieron sea claro para ustedes! Lo que
importa es que sea claro para sus lectores.] Así que déjenme decirlo otra vez: he pretendido en
todo momento estar hablando sobre sistemas de producción lineales con un solo producto en los
que se produce tanto como se requiere de cada mercancía en cada ciclo de producción por los
insumos del sistema como un todo y además en al menos una línea de producción un excedente
real es producido por encima de lo que se necesita por los insumos en el sistema como un todo.
Para decir lo mismo de una manera diferente, el vector de productos netos de los insumos
requeridos es semipositivo [es decir, cada elemento del vector es cero o mayor que cero y al menos
un elemento es mayor a cero].
Ahora, yo hubiera pensado que el profesor Kliman estaría familiarizado con esta estipulación, dado
que es una estipulación estándar hecha por todos los “Sraffianos” contra quien ha estado
argumentado por muchos años, y con quienes me confunde a mí. Pero si no logré ser claro antes,
me disculpo. Espero ya haberlo hecho.
Así que llegamos a la carne real de la respuesta del profesor Kliman, su ejemplo de manzanas y
brócoli. (Desearía que él lo hubiera construido como un ejemplo de manzanas y naranjas. Así
hubiera podido hacer algunos chistes sobre cómo está él hablando sobre manzanas y naranjas.
Bueno. En otra ocasión.)
Debo confesar que cuando mis ojos vieron la Taba 15.1 de la página 4, me salté el texto
interviniente y me fui directamente a los números, los cuales me sorprendieron considerablemente
porque no podía ver que algunos insumos de manzanas o brócolis estuvieran especificados. Pero
luego regresé y leí lo que había escrito el profesor Kliman [siempre una buena idea por cierto] y
ahí estaba en blanco y negro. “Las manzanas (bien A) y brócoli (bien B) crecen por cuenta propia.”
¡Vaya! Me dije a mí mismo. Esto es muy extraño ciertamente.
Permítanme interrumpir mi respuesta para explicar algo a mis lectores, el profesor Kliman sabe
todo lo que voy a decir, siendo un economista profesional, pero mis lectores consisten [aquellos
que sigan todavía conmigo] de filósofos y artistas y sabrá Dios quién más, así que esto podría ser
noticioso para ellos.
La disciplina de la economía como la conocemos tuvo sus inicios en el siglo dieciocho con el
trabajo de diversos hombres franceses que llegaron a ser conocidos en el negocio como Fisiócratas.
La idea central que dieron a la posteridad era que una economía es realmente un proceso
organizado de reproducción cíclica en la que lo que se produce como producto en un ciclo de
producción sirve como insumo en la producción en el siguiente ciclo de producción. Ellos tenían
en mente la agricultura, en la que algún cultivo es puesto en un costado como semilla para la
siguiente plantación, pero su idea en realidad tiene aplicación general. Tanto Adam Smith como
David Ricardo adoptaron esta manera de pensar sobre la economía y especialmente Ricardo lo
volvió central en su análisis. Ricardo estaba muy consciente de que uno puede encontrar en el
mercado algunas cosas a la venta que no son reproducibles en la manera imaginada por los
fisiócratas. Sus ejemplos eran pinturas de viejos maestros y vinos finos generados en un sitio
6
particular de la colina (¡tienen que amar a Ricardo!). Los precios de estas cosas, sin duda dijo él,
estaban determinados por la intersección entre la oferta y la demanda –por su escasez y por cuán
deseados son por los compradores. Pero Ricardo hizo a un lado estos como no interesantes porque,
él pensaba, no eran típicos de las mercancías siendo extraídas de las fábricas o crecidas en las
granjas empresariales del siglo diecinueve de Inglaterra. Los precios de esas mercancías, decía
Ricardo, estaban determinadas por la cantidad de trabajo requerido, directa o indirectamente, para
su producción.
Había, por supuesto, un insumo en la producción que era absolutamente imposible de hacer a un
lado en la manera en que Ricardo había enfrentado a los viejos maestros y el vino fino, la tierra.
Los empresarios que rentaban la tierra para administrar empresas agrícolas con fines de lucro
pagaban renta sobre la tierra a los herederos aristocráticos propietarios de la tierra. Así que ¿cómo
podía estar el precio de su maíz determinado únicamente por el trabajo directa o indirectamente
requerido para su producción cuando además del costo por salarios y otros insumos, eran obligados
a pagar renta? En un brillante tour de raison, Ricardo logró demostrar que aquellos pagos por renta
son en realidad un desvío de ganancias de los capitalistas hacia los terratenientes y no parte del
costo de producción y, por consiguiente, no juegan papel alguno en la determinación del precio.
Marx, quien estaba profundamente familiarizado con toda la historia de la teoría económica hasta
sus propios días, abrazó esta concepción de la reproducción y lo hizo el fundamento de su nueva
versión de la teoría del valor-trabajo. Como Ricardo antes que él, Marx dedicó su atención en las
mercancías reproducibles cuyos insumos en su producción eran productos de ciclos de producción
previos. Todo en su teoría del valor-trabajo depende de este supuesto.
Consecuentemente, cuando leí el enunciado del profesor Kliman de que las manzanas y el brócoli
“crecen por cuenta propia” estaba sorprendido. Qué tipo de economía podría ser en la que los
bienes consumidos por los trabajadores no son producidos sino crecen por cuenta propia? ¿Una
economía feudal? Ciertamente no. En una economía feudal los campesinos usan herramientas y
semillas y otros bienes producidos como insumos en sus actividades productivas. ¿Una economía
esclavista? No, por la misma razón.
Y después me llamó la atención. El profesor Kliman debe estar hablando sobre una economía de
caza y recolección, como aquellas que los antropólogos nos cuentan que caracterizaba las vidas de
nuestros antepasados previo a la revolución neolítica hace diez mil años aproximadamente. En el
mundo de manzanas y brócoli que el profesor Kliman ha conjurado para nosotros, los hombres y
mujeres van por toda la sabana recolectando manzanas de los salvajes manzanos y recolectando
brócoli salvaje. (Wikipedia me dice que no existe tal cosa como brócoli salvaje, siendo que la
planta se desarrolló por crianza selectiva al norte del mediterráneo en el siglo seis D.C., pero eso
no está ni allá ni acá.) Ellos lo hacen por salarios, podemos suponer, porque como siempre parece
ocurrir, un reducido grupo de hombres han usado la fuerza de los brazos (y las racionalizaciones
ideológicas de la filosofía y la religión) para excluir al resto de la población del acceso a las salvajes
arboledas de manzanas y brócolis.
Bueno, debo admitir que el profesor Kliman me dejó perplejo. En todos los años que he estado
dándole vueltas al tema en mi cabeza, aunque como aficionado, nunca se me había ocurrido
preguntarme si la teoría del valor-trabajo de Marx es válida para una economía de caza y
7
recolección. Si él dice que así es, tomaré su palabra como tal, siempre que concordemos en que el
truco no funciona para economías que producen mercancías.
Hay otro punto que necesita ser analizado y tengo la sospecha de que el profesor Kliman lo podría
considerar una cuestión más importante que todas nuestras sutilezas en los ejemplos hipotéticos
de maíz/hierro u ositos de goma/botox o manzanas/brócolis. En la página 4, el profesor Kliman
alude a cosas que su colega, el profesor Freeman, ha estado diciendo por muchos años ya sobre el
funcionamiento real de las economías capitalistas reales. Lo que cita del profesor Freeman es sin
duda cierto, pero también da lugar a una cuestión metodológica importante que deseo abordar.
Al intentar lidiar con el funcionamiento real de algo tan complejo como la economía capitalista
hay, me parece a mí, dos maneras diferentes en las que podríamos proceder. La primera es vía es
enfrentar la economía real en toda su confusión e intentar derribarla al piso como si recolectando
hechos e intentando imponer cierto orden en lo que es, a primera vista, desesperadamente
complejo. Ese enfoque puede ser frustrante y extremadamente difícil pero tiene la gran virtud de
mantenerlo a uno en contacto con la realidad del mundo. La segunda vía es comenzar con un caso
deliberadamente simple y analizarlo, formulando proposiciones generales sobre él que uno puede
demostrar como ciertas precisamente porque uno ha dejado para después todas las complicaciones.
Después, paso a paso, uno comienza a incorporar estas complicaciones, verificando en cada etapa
si las proposiciones originales pueden seguir siendo defendidas. Los economistas tienen un buen
término para esto. A mayor complejidad que se introduce a la explicación mientras que se logra
defender la explicación, más robusto es [por analogía con una persona que es descrita físicamente
robusta si puede resistir el calor o el frío o la hambruna o los ataques por bacterias].
Como he indicado en varias ocasiones, yo interpreto a Marx como habiendo adoptado esta segunda
línea de ataque, pero Marx nunca lo dice hasta donde tengo conocimiento, por lo que está
claramente abierto para el lector de Marx insistir que ha adoptado otro método. No pienso que
tenga mucho sentido discutir sobre esto. La prueba del pastel está en comérselo. Todo lo que
importa es cuál enfoque prueba ser más fructífero. Y, por supuesto, en cuestiones de fructificación
como en las de los pasteles, el gusto juega un gran papel.
Bueno, eso concluye mi respuesta, pero no puedo detenerme sin al menos tomar nota de la cuestión
sobre el arsénico y las ovejas. El profesor Kliman me hace una gran cortesía al asumir simplemente
que reconoceré la referencia, pero dado que mis lectores podrían estar no familiarizados con ella,
permítanme explicarla. Voltaire, siempre enemigo de la iglesia católica, observó sardónicamente
“Los encantamientos destruirán un rebaño de ovejas si se les suministra cierta cantidad de
arsénico.” Joan Robinson (1967) la decana de los sraffianos ingleses, invocan el comentario de
Voltaire en su libro Un ensayo sobre la economía marxista:
“Ningún punto de la sustancia en el argumento de Marx depende de la teoría del valor-trabajo.
Voltaire señaló que es posible matar a un rebaño de ovejas mediante brujería si se les suministra
suficiente arsénico al mismo tiempo. Las ovejas, en la metáfora, bien podrían ser los apologetas
complacientes del capitalismo; la agudeza penetrante de Marx y el amargo odio a la opresión dad
por el arsénico, mientras que la teoría del valor-trabajo provea los encantamientos,” [Citado en mi
Moneybags debe ser muy suertudo {(Wolff 1988), página 15.}]
8
El profesor Kliman, en un encantador párrafo de cierre, toma este gesto condescendiente [y
completamente equivocado] de Robinson y lo vuelve contra mí. Touché profesor Kliman, me quito
el sombrero ante usted.
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ROBERT PAUL WOLFF
ANDREW KLIMAN
11 de mayo de 2014
Querido profesor Wolff,
Gracias por otra respuesta rápida (a mi respuesta a su respuesta a la respuesta en coautoría a su
texto inicial en su blog).
Anoche finalmente pude entender que usted tenía en mente un vector semipositivo de excedentes
físicos (o productos netos) en mente, de tal manera que cuando especificó que el excedente de X
no tenía que ser positivo no se refería a que pudiera ser negativo. Usted sólo se refería a que podría
ser positivo o cero. Eso elimina la aparente auto-contradicción en sus premisas; yo estaba mal
sobre eso.
Pero esta restricción suya, que evita que haya déficit (excedente negativo) de algo no lo ayuda para
probar lo que pienso que quiere probar, que la explotación de los trabajadores (excedente positivo
en el valor-X) es la única fuente de la ganancia. De hecho, la restricción vuelve imposible probarlo,
como dije.
En el mejor de los casos puede sostener que si hay explotación de los trabajadores y nunca hay
excedente negativo de algo, entonces el excedente positivo en el valor-X y la ganancia positiva
coincidentemente coexistirán. Pero lo que usted tiene que probar es que coexisten porque existe
un excedente positivo en valor-X e intentar probar que usted tendría que eliminar la restricción
adicional. Y después usted descubriría que usted no podría probar lo que pienso que quiere probar
porque (como hemos mostrado) la ganancia puede ser negativa aun cuando el excedente en valor-
X es positivo.
Este era el punto de mi comentario de cierre sobre las ovejas y el arsénico, por supuesto. Usted
apreció el comentario pero hasta donde puedo ver, usted no ha abordado el punto lógico crucial en
cuestión. Considero que es la cuestión lógica crucial porque la validez de su conclusión principal
está en juego. Así que permítame preguntarle directamente: ¿usted acepta que uno no ha probado
que excedente positivo en valor-X es una condición necesaria o una condición suficiente para
ganancias positivas si lo único que uno ha probado realmente que es necesario y suficiente para un
excedente en valor-X positivo junto con la restricción de que nunca haya un excedente físico
negativo de cualquier mercancía? Si usted no acepta esto ¿por qué?
Confío en que usted comprenda que este es un punto sobre la validez lógica de la argumentación
y no sobre el realismo de las premisas.
Mi ejemplo manzana-brócoli definitivamente es sobre el capitalismo. Se refiere explícitamente al
trabajo asalariado-capital (“A los trabajadores se les paga al final del día… Los capitalistas,
quienes son propietarios de la tierra…”). Por supuesto, la producción capitalista del mundo real
9
requiere insumos distintos al trabajo. Los excluyo para hacer que el ejemplo sea fácil de seguir y
que los cálculos sean fáciles. Pero es fácil incluirlos y estaré feliz de proveer un ejemplo que lo
haga si usted desea.
Sin embargo, si usted insiste en rechazar cualquier contraejemplo salvo que sea uno en que nunca
haya un excedente físico negativo de cualquier mercancía producida, no solo para un momento,
obviamente no tiene sentido en desarrollar una versión de mi demostración manzana-brócoli que
incluya insumos no laborales. Seguirá siendo el caso que haya un excedente físico negativo de
algo cada día (u hora, minuto, etc.) aun cuando haya un excedente físico positivo de todo en el
periodo de cada dos días (u horas, minutos, etc.).
Pero la demostración manzana-brócoli hace más que solo mostrar que la ganancia fisicalista puede
ser negativa aun cuando el excedente fisicalista en valor-X es positivo y los excedentes físicos son
positivos en cada periodo (u hora, minuto, etc.). También remueve su justificación para una
restricción de que nunca, jamás, hay excedente físico negativo de cualquier mercancía producida.
En su texto de ayer en el blog, usted justificó esta restricción basándose en que si hay un excedente
físico negativo de algo (incluso en un periodo), entonces la economía es incapaz de reproducirse
físicamente a sí misma. Está en una “espiral mortal”. La demostración manzana-brócoli remueve
esta justificación porque muestra que la economía sí puede reproducirse físicamente a si misma
aun cuando siempre hay un excedente físico negativo de uno de los dos bienes.
Hasta donde puedo ver, usted todavía no aborda este aspecto de la demostración. Así que
permítame preguntarle directamente: ¿acepta usted que remueve la justificación establecida para
la restricción que usted desea imponer? Si no, ¿por qué? (En caso de ser necesario puedo proveer
un ejemplo similar pero más incómodo que incluya insumos no laborales.) Permítame enfatizar
que aquí también el realismo de las premisas no es la cuestión. La cuestión es simplemente si la
existencia de algún excedente físico negativo implica que la economía se encuentra en una espiral
de muerte.
Mis mejores deseos,
Andrew Kliman
INTERMCABIO FINAL ENTRE ANDREW KLIMAN Y YO
ROBERT PAUL WOLFF
12 de mayo de 2014
Lo que sigue es un intercambio de correos electrónicos entre Andrew Kliman y yo.
Andrew intentó publicarlo como comentario y Google no lo dejó [¡los Estados Unidos corporativos
atacan de nuevo!].
{Aquí, Wolff reprodujo el mensaje de correo electrónico previo de Kliman y lo respondió de la
siguiente manera.}
10
Querido Andrew,
Gracias otra vez por su mensaje y disculpas por los problemas con Google, los cuales están más
allá de mi nivel de competencia para hacer algo sobre ello.
Creo que nuestros intercambios están generando claridad sobre las cuestiones que nos separa, si
es que no acuerdo sobre ellas, y eso es bueno. Después de leer y reflexionar su mensaje de correo
electrónico vino a mi mente que estamos debatiendo sobre fines parcialmente cruzados.
Su enfoque en su mensaje se dirige principalmente a la “restricción”. He impuesto que no puede
haber un producto negativo en ninguna de las líneas de producción en relación con la cantidad de
ese insumo requerido en el sistema como un todo, pero no creo que esto sea lo que nos separa.
Permítame explicar.
Comienzo con la afirmación de Marx de que el capitalismo se basa en la explotación de la clase
trabajadora y que la siempre creciente riqueza de la clase capitalista es la consecuencia directa de
esa explotación. Yo pienso que Marx está en lo correcto sobre eso, y pienso que él ha explicado
correctamente esta explotación en curso como el resultado histórico de la separación de la gran
mayoría de los hombres y mujeres del acceso a, o el control sobre, la tierra, los bosques, las minas,
los océanos e incluso al conocimiento y la habilidad artesanal requerida para ganarse la vida a
partir de la naturaleza. Marx pensaba que el capitalismo es mistificado en que presenta la
apariencia de intercambio igual no coercitivo en el mercado entre trabajadores y empleadores, así
que es sorprendente cómo pueden los capitalistas seguir acumulando más y más capital sin que los
trabajadores quienes realmente crean el capital con su trabajo permanecen sin propiedad. La
solución de Marx a este enigma es la diferencia entre trabajo y fuerza de trabajo, así como la
introducción concomitante del concepto de plusvalor laboral. Hasta aquí, imagino yo, aunque no
estoy seguro, que estaríamos de acuerdo.
Cuando comencé a estudiar este tema con mayor detenimiento encontré que uno puede plantear
ecuaciones valor-trabajo que demuestren que el valor-trabajo del excedente físico en cada ciclo de
producción, le excedente que los capitalistas se apropian en la forma dinero de la ganancia, es
exactamente igual al plustrabajo en valor que extraen de los trabajadores en el proceso de
producción. Esto parece probar contundentemente lo correcto de las afirmaciones de Marx, al
menos en el caso simple en el que hay la misma composición orgánica del capital en todas las
líneas de producción.
Pero se me ocurrió que uno también puede plantear ecuaciones de valor-hierro o valor-maíz [o
ecuaciones valor de botox, ositos de goma, manzanas o brócoli] y que cualquier resultado
individual comprobable sobre las ecuaciones de valor-trabajo pueden, sin excepción, ser probado
en cada uno de los otros sistemas de ecuaciones alternativos. La diferencia entre trabajo y fuerza
de trabajo, que Marx pensaba era la clave para descubrir el misterio, no juega papel alguno en la
construcción de las ecuaciones. Por supuesto no hay una diferencia significativa entre el hierro y
el valor-hierro o el maíz y el valor-maíz, pero eso no invalida en modo alguno las conclusiones
derivadas en aquellos sistemas de ecuaciones.
11
Ahora, cuando llegué a este resultado, no concluí que Marx estuviera mal al afirmar que el
capitalismo se basa en la explotación de la clase trabajadora. Para nada. Concluí que necesitamos
encontrar una vía más exitosa de modelar lo que ocurre en el capitalismo, una vía que capte la
separación histórica de los trabajadores respecto de los medios de producción y que no puede ser
replicado para el hierro, el maíz o cualquier otro insumo no laboral en el proceso productivo. Mis
esfuerzos tentativos y [admitido por mi] rudimentarios pueden encontrarse en el ensayo al que he
aludido en diversas ocasiones, “Una crítica y reinterpretación de la teoría del valor-trabajo de
Marx” {Wolff 1984}.
Permítame repetir. No pienso que Marx se contradijo. Al contrario, pienso que cuando emitimos
afirmaciones en forma matemática podemos demostrar que muchos de ellos (no todos,
seguramente) son correctos. El problema es, que todas esas afirmaciones, también son ciertas para
los valores-hierro, valores-maíz, etc.
Así que no me importa si usted construye modelos con producto neto negativo para algún insumo
porque sin importar lo que pruebe con ellos puede ser replicado por los valores-trabajo
simplemente ajustando el ejemplo y la notación apropiadamente. Así que, las presuntas
contradicciones que usted genera también se pueden generar para los valores-trabajo, bajo los
mismos supuestos.
Existe una cuestión a la que no le he dedicado mucho pensamiento pero que agita a mucha gente
interesada en estos temas. Si rechazo la teoría del valor-trabajo como la formuló Marx ¿cómo
puedo llamarme marxista? Bueno, Marx ya lleva mucho tiempo muerto y los derechos de
propiedad han vencido sobre esto, así que pienso que es de dominio público. Me digo marxista por
dos motivos. El primero es que sigue siendo mi inspiración principal y guía en mis esfuerzos
continuados por entender el mundo en el que vivo. El segundo es que hace enojar a la gente.
No me queda más que agradecerle a usted, a Alan Freeman y Chris Byron para tomarnos el tiempo
de participar conmigo en estas cuestiones. He disfrutado el ida y vuelta y he aprendido de ella.
Todo lo mejor,
Bob
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ROBERT PAUL WOLFF
ANDREW KLIMAN
13 de mayo de 2014
Querido Bob,
Gracias por otra respuesta tan rápida.
Concuerdo en que me estaba enfocando en la restricción que usted había impuesto, que nunca haya
excedente físico negativo (o producto neto negativo) para cualquier mercancía producida, ni
siquiera momentáneamente. Y estoy de acuerdo que esto probablemente no es “lo que nos separa”.
No me estoy enfocando en la restricción para establecer con precisión o debatir lo que nos separa.
Me estoy enfocando en ella para hacer claro que
12
a) la justificación de la “espiral mortal” para la restricción es insostenible: las economías
pueden y sí se reproducen físicamente a sí mismas cuando la restricción no aplica;
b) el marco analítico fisicalista implica que puede haber un excedente en valor-X positivo
pero ganancia negativa, y viceversa, si no se impone esta restricción; y
c) es consecuencia de (b) que no se ha probado, ni se puede probar, dentro del marco analítico
fisicalista que la explotación de los trabajadores (el excedente positivo en valor-X) es la
fuente exclusiva de la ganancia.
Hasta donde puedo ver, su última respuesta no se dirige a alguno de estos puntos. Espero podamos
llegar a un acuerdo sobre ellos para que podamos seguir adelante.
Para explicar lo que pienso que nos separa comenzaré modificando el fraseo de un fragmento
cercano al final de su respuesta de manera que nosotros –Alan Freeman y yo, y quizás Chris Byron
también– podemos aceptar:
Permítame repetir. No pienso que Marx se contradijo. Al contrario, pienso que cuando
emitimos lo que consideramos que son sus afirmaciones en la forma matemática
particular en que el marco analítico fisicalista requiere –esto es, cuando los precios
unitarios y “valores” unitarios de los productos están constreñidos a ser iguales a los
precios y “valores” unitarios de los insumos, y los precios y “valores” se determinan
completamente independiente– podemos demostrar que muchos de ellos (no todos,
seguramente) son correctos compatibles con las implicaciones de los modelos fisicalistas.
El problema es, que todas esas afirmaciones, también son ciertas compatibles con las
implicaciones de los modelos fisicalistas cuando uno reemplaza los famosos “valores-
trabajo” con los valores-hierro, valores-maíz, etc.
Así que no me importa si usted construye modelos con producto neto negativo para algún
insumo porque sin importar lo que pruebe con ellos como implicación de los modelos
fisicalistas cuando los “valores” son valores-hierro, valores-maíz, etc puede ser
replicado para los valores-trabajo fisicalistas simplemente ajustando el ejemplo y la
notación apropiadamente. Así que, las presuntas contradicciones entre las conclusiones
de Marx y las implicaciones de los modelos fisicalistas que usted genera también se
pueden generar para los valores-trabajo fisicalistas, bajo los mismos supuestos.
Cuando se refunda en esta manera neutral –de tal manera que no se presuponga que Marx ha sido
interpretado correctamente o que la compatibilidad con el marco analítico fisicalista es equivalente
a la verdad– lo que este fragmento dice es básicamente lo que dijimos en nuestra respuesta en
coautoría de hace unos días {capítulo 13 de este libro}:
El argumento anterior ha demostrado que, si uno desea argumentar que “el capital se
basa en la explotación de la clase trabajadora” no es posible hacerlo válidamente
mediante la versión del modelo fisicalista de Wolff. Las demostraciones previas de
Freeman y Kliman han mostrado que tampoco es posible hacerlo válidamente a través
de las versiones fisicalistas de “la teoría del valor-trabajo”.
La versión original de su fragmento parece sugerir que la conclusión de Marx de que el plustrabajo es
la fuente exclusiva de la ganancia es simplemente incorrecta. No es correcto cuando usamos los
13
valores-maíz, etc. pero tampoco es correcto cuando usamos los “valores-trabajo”. Mi versión
modificada sugiere algo muy diferente precisamente porque no presupone que Marx ha sido
interpretado correctamente o que la compatibilidad con el marco analítico fisicalista es equivalente a
la verdad.
Si estas presuposiciones son incorrectas entonces es posible que una interpretación no fisicalista y una
formalización de los argumentos de Marx replican las conclusiones de él que los modelos fisicalistas
no pueden replicar – “bajo los mismos supuestos”. Y también es posible que esta interpretación y
formalización no fisicalista interpreta correctamente a Marx. De esto se sigue que es posible que los
argumentos de Marx que han sido declarados como lógicamente inválidos (debido a que sus
conclusiones, presuntamente, no son deducibles de sus premisas) son en realidad válidos lógicamente.
Nosotros sostenemos, y pensamos que hemos demostrado más allá de toda duda razonable, que estas
cosas no sólo son posibles sino que también son verdaderas. Esto es lo que sostenemos respecto a las
presuntas consistencias internas en la dimensión cuantitativa de la teoría del valor de Marx, incluyendo
la inconsistencia que presuntamente vuelve insostenible su versión original de la teoría de la ganancia
basada en la explotación. Así, como dijimos en nuestra respuesta en coautoría,
si uno desea argumentar que “el capital se basa en la explotación de la clase trabajadora”
…hay una manera válida de presentan tal argumento –la versión de Marx.
Pero el argumento de Marx es lógicamente válido sólo si se interpreta adecuadamente y
no malinterpretado en la manera fisicalista. Con base en la interpretación no fisicalista de
la que somos proponentes, la interpretación temporal y de sistema único (TSSI por sus
siglas en inglés) de la teoría del valor de Marx, en efecto es una consecuencia lógica que
el plustrabajo es la fuente exclusiva de la ganancia (real).3 Una década de debate confirma
este resultado más allá de duda razonable.4
Este no es el lugar para exponer los detalles de la TSSI o el lugar para reproducir todas las pruebas
y nuestras defensas de ella, por lo que he incluido las notas de pie de página al fragmento que
acabo de citar. Lo que puedo hacer aquí es ejemplificar una diferencia clave entre las
interpretaciones fisicalistas y la TSSI. La pregunta que yo abordo es: “¿Importa cual sustancia
formadora de valor específica ‘elijamos’”? Estamos de acuerdo en que no importa dentro del
marco fisicalista. Quiero mostrar que sí importa dentro de un marco no fisicalista y temporalista
(es decir, dinámico).
Consideremos un modelo maíz en el que los rendimientos a escala son constantes. El maíz es
producido a través de semilla de maíz y trabajo. Si A es la cantidad de semilla de maíz que es
plantada al inicio del año, L la cantidad de trabajo desempeñado durante el año y X sea la cantidad
de maíz producto cosechado al final del año. También 𝑉𝐶(𝑆) y𝑉𝐶(𝑒) los valores unitarios de maíz
al inicio y al final del periodo, respectivamente, y 𝑉𝐿 el valor añadido por cada unidad de trabajo.
La forma general de la ecuación que determina el valor es
𝑉𝐶(𝑆)𝐴 + 𝑉𝐿𝐿 = 𝑉𝐶(𝑒)𝑋
14
En el marco fisicalista, el valor unitario del producto está limitado a que sea igual a los valores
unitarios de la semilla-maíz como insumo. Así, 𝑉𝐶(𝑆) = 𝑉𝐶(𝑒) = 𝑉∗ y la ecuación para la
determinación se vuelve
𝑉∗𝐴 + 𝑉𝐿𝐿 = 𝑉∗𝑋
así que 𝑉∗
𝑉𝐿=
𝐿
𝑋 − 𝐴
Este es el caso sea que elijamos al maíz o al trabajo como sustancia formadora de valor.
En un marco temporalista no hay una limitación sobre que 𝑉𝐶(𝑆) deba ser igual a 𝑉𝐶(𝑒). Sin
embargo, si el maíz es la sustancia formadora de valor, entonces 𝑉𝐶(𝑆) = 1 y 𝑉𝐶(𝑒) = 1, por lo que
la ecuación de determinación de valor se vuelve
𝐴 + 𝑉𝐿𝐿 = 𝑋
por lo que
𝑉𝐿 =𝑋 − 𝐴
𝐿
y por consiguiente
𝑉𝐶(𝑒)
𝑉𝐿=
𝐿
𝑋 − 𝐴 (porque 𝑉𝐶(𝑒) = 1)
Así, en un marco temporalista en el que el maíz es la sustancia formadora de valor, los valores
unitarios relativos del maíz y el trabajo son los mismos que aquellos en el marco fisicalista.
Pero ¿qué hay del marco analítico temporalista en el que el trabajo es la sustancia formadora de
valor? En este caso 𝑉𝐿 = 1, así que la ecuación que determina el valor se vuelve
𝑉𝐶(𝑠)𝐴 + 𝐿 = 𝑉𝐶(𝑒)𝑋
y así
𝑉𝐶(𝑒)
𝑉𝐿=
𝑉𝐶(𝑠)𝐴 + 𝐿
𝑋
Ahora, el lado derecho de esta última ecuación no es, en general, igual a L/X–A. Por tanto, en un
marco temporalista en el que el trabajo es la sustancia formadora de valor, los valores unitarios
relativos del maíz y el trabajo son, en general, no son iguales a
a. los valores unitarios relativos fisicalistas; o
b. los valores unitarios relativos temporalistas cuando el maíz es la sustancia formadora de valor.
15
De (a) se deduce que si Marx no limitó que los valores de los productos sean igual a los valores de
los insumos, entonces los resultados de los modelos fisicalistas no pueden ser asumidos como las
implicaciones reales de su teoría.
Se deduce de (b) que la sustancia específica formadora de valor sí importante dentro de un marco
no fisicalista y temporalista.
Mis mejores deseos,
Andrew
EL ÚLTIMO, LO PROMETO
ROBERT PAUL WOLFF
14 de mayo de 2014
Bueno, dije que nuestro último intercambio sería el final, pero aquí vamos de nuevo. Este es
realmente el último. Pienso que al fin tengo claro donde Andrew Kliman y Alan Freeman y yo nos
separamos y, debido a que ocurre en la etapa inicial de las premisas básicas, realmente no hay más
que decir.
{Aquí Wolff reprodujo el mensaje de correo electrónico previo de Andrew Kliman y respondió de
la manera siguiente.}
Querido Andrew,
Me apuro a escribir esto mientras me preparo para salir hacia Seattle donde, el sábado, el nieto de
mi esposa tendrá su bar mittzvah. Como estoy seguro de que usted entenderá, este evento tiene
prioridad sobre meramente establecer el futuro del capitalismo.
Permítame saltarme su reescrito de algo que yo había escrito e ir directamente a las ocho líneas de
ecuaciones en la segunda mitad de su mensaje. Usted introduce lo que usted llama marco
temporalista al distinguir entre el valor de una unidad de maíz al inicio del año (que yo interpreto
como sirve como insumo) del valor de una unidad de maíz al final del año (que, otra vez, interpreto
como producto). La clave de su análisis es su insistencia de que el maíz y otras mercancías son
tanto insumos como productos de la producción pueden tener valores como insumos que difieren
de sus valores como productos.
Sin embargo, en su cuarta ecuación, que usted dice representa la situación en un marco
temporalista, donde el maíz en la “sustancia formadora de valor”, sólo hay un término para el
trabajo (representado en la ecuación con la letra L) y no un término para el trabajo al inicio del año
y otro término para el trabajo al final del año. Si hubiera esos términos, entonces el análisis de las
representaciones del marco temporalista del valor-trabajo y el valor-maíz serían idénticas.
Pero, usted podría objetar, no existe industria del trabajo; el trabajo no es una mercancía producida.
Así que la distinción entre valor del trabajo al inicio del año y al final del trabajo del proceso de
producción no tiene sentido.
16
Y repentinamente caí en cuenta porqué hemos sido incapaces de llegar a un acuerdo. Para ponerlo
de manera simple, usted y los sraffianos concuerdan en que el trabajo es, como gustan los
economistas decir, exógeno al sistema. Está dado, no se produce. Yo, por otro lado, pienso que la
única manera de captar la perspicacia brillante de Marx en la naturaleza real del capitalismo es
considerar el trabajo como una mercancía producida.
Bueno, usted podría objetar una vez más, si el trabajo es una mercancía producida ¿por qué la
industria productora de trabajo ganaría la tasa general de ganancia? Pero eso no es una objeción a
mi análisis. ¡Ese todo el punto de mi análisis! Permítame explicar. Como yo entiendo El Capital,
Marx ve el capitalismo como minuciosamente mistificado, precisamente en cuanto a que oculta el
hecho de que se basa en la explotación. En el mercado, el “mismo Edén de los derechos del
hombre”, como Marx lo dice con brillante ironía, el trabajador se presenta “como el dueño de la
mercancía ‘fuerza de trabajo’ frente a frente con los propietarios de las mercancías, mercader frente
a mercader.” Pero por supuesto esto es una ilusión, una mistificación que procede Marx a
mostrarnos, porque en cuanto entra a la fábrica él deja de ser tratado como productor de
mercancías, sino como esclavo asalariado encadenado a la máquina.
El punto de mi esfuerzo para modelar el trabajo como una mercancía producida que no gana una
ganancia cuando es vendido era encontrar alguna manera de capturar, en las ecuaciones, el estatus
anómalo en una economía capitalista. Yo reconozco libremente que puedo haber fallado, pero eso
es lo que estaba intentando hacer.
Desde mi punto de vista, usted y los sraffianos contra quienes usted debate y con quienes
concuerda en la premisa que yo rechazo –ambos de ustedes asumen que el trabajo es un dato
exógeno. Hace treinta años y un poco más, cuando estaba trabajando sobre estas ideas, Sraffa y
sus seguidores eran el único juego en el pueblo, o eso creía [desconocía su trabajo –quizás usted
todavía no había empezado a publicarlo]. Consecuentemente, yo dirigí mis argumentos en contra
de la reformulación moderna de la crítica de Marx hacia el capitalismo. Ahora que hemos tenido
esta serie importante de intercambios, finalmente me percato que usted comparte con Sraffa el
mismo supuesto que yo rechacé. Por tanto, de modo no sorprendente, no me encuentro en mayor
posibilidad de llegar a un acuerdo con usted así como con ellos.
A la luz de esta diferencia fundamental entre nosotros sobre las premisas de nuestros análisis
alternativos del capitalismo, yo no pienso que sea posible avanzar más hacia adelante, así que lo
declararé un empate y dejar el campo de batalla. Le deseo buena suerte en su batalla actual con los
sraffianos. Quizás si usted y yo somos más afortunados que cualquier derecho a una expectativa,
habrá barricadas donde nos encontremos y unamos fuerzas.
Todo lo mejor,
Bob
17
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ROBERT PAUL WOLFF
ANDREW KLIMAN
14 de mayo de 2014
Querido Bob,
Una vez más, considere un modelo maíz en el que hay rendimientos constantes a escala. El maíz
se produce mediante la semilla de maíz y trabajo. A es la cantidad de semilla de maíz que es
plantada al inicio del año y X la cantidad de maíz como producto que es cosechada al final del año.
También, 𝑉𝐶(𝑠) y 𝑉𝐶(𝑒) son los valores unitarios de maíz al inicio y al final del año, respectivamente.
Pero ahora asumamos que se desempeña algún trabajo para plantar la semilla y algún trabajo se
desempeña para cosechar el maíz producto, pero no se desempeña trabajo en medio. Digamos que
𝐿(𝑠) y 𝐿(𝑒) sean el valor añadido por cada unidad de trabajo al inicio y al final del año
respectivamente, y dejemos que 𝑉𝐿(𝑠) y 𝑉𝐿(𝑒) sea el valor añadido por cada unidad de trabajo al
inicio y al final del año, respectivamente.
La forma general de la ecuación que determina el valor es
𝑉𝐶(𝑠)𝐴 + 𝑉𝐿(𝑠)𝐿(𝑠) + 𝑉𝐿(𝑒)𝐿(𝑒) = 𝑉𝐶(𝑒)𝑋 (15.1)
En un marco temporalista en el que el maíz es la sustancia formadora de valor, 𝑉𝐶(𝑠) = 𝑉𝐶(𝑒) = 1,
de tal modo que la ecuación que determina el valor se convierte en
𝐴 + 𝑉𝐿(𝑠)𝐿(𝑠) + 𝑉𝐿(𝑒)𝐿(𝑒) = 𝑋 (15.2)
Al restar los primeros dos términos del lado izquierdo y dividiendo después por 𝐿(𝑒) y luego
dividiendo por 𝑉𝐶(𝑒) = 1, obtenemos
𝑉𝐿(𝑒)
𝑉𝐶(𝑒)=
(𝑋 − 𝐴) − 𝑉𝐿(𝑠)𝐿(𝑠)
𝐿(𝑒) (15.3)
En un marco temporalista en el que el trabajo es la sustancia formadora de valor, 𝑉𝐿(𝑠) = 𝑉𝐿(𝑒) =
1, así que la ecuación que determina el valor se vuelve
𝑉𝐶(𝑠)𝐴 + 𝐿(𝑠) + 𝐿(𝑒) = 𝑉𝐶(𝑒)𝑋 (15.4)
Dividiendo por X obtenemos una expresión para 𝑉𝐶(𝑒). Dado que 𝑉𝐶(𝑒) = 1, el recíproco de esta
expresión es 𝑉𝐿(𝑒) 𝑉𝑐(𝑒)⁄ . Tomando el recíproco, obtenemos
𝑉𝐿(𝑒)
𝑉𝐶(𝑒)=
𝑋
𝑉𝐶(𝑠)𝐴 + 𝐿(𝑠) + 𝐿(𝑒) (15.5)
Las expresiones del lado derecho en (15.3) y (15.5), en general, no son iguales.
18
Por ejemplo, asumamos que 𝐴 = 𝐿(𝑠) = 𝐿(𝑒) = 1 y que 𝑋 = 2. Entonces, de acuerdo con (15.3),
𝑉𝐿(𝑒) 𝑉𝑐(𝑒)⁄ = 1 − 𝑉𝐿(𝑠). Pero de acuerdo con (15.5) 𝑉𝐿(𝑒) 𝑉𝑐(𝑒)⁄ = 2/(𝑉𝑐(𝑠) + 2) que, en general,
no es igual a 1 − 𝑉𝐿(𝑠), incluso cuando 𝑉𝑐(𝑠) = 1/𝑉𝐿(𝑠). Si 𝑉𝑐(𝑠) = 1/𝑉𝐿(𝑠), entonces 1 − 𝑉𝐿(𝑠) =
2/(𝑉𝑐(𝑠) + 2), si y sólo si 𝑉𝐿(𝑠) = 0.5.5
Así, la conclusión que usted deriva en su último texto en el blog es incorrecta:
[Si hubiera] un término para el trabajo al inicio del año y otro término para el trabajo al
final del año…entonces las representaciones del marco temporalista del valor-trabajo y el
valor-maíz serían idénticas.
Debido a que es incorrecto, la sustancia formadora de valor específica sí importa dentro de un
marco no fisicalista y temporalista.
Diviértase en el Bar Mitzvah y tenga un viaje seguro.
Andrew
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ANDREW KLIMAN
ROBERT PAUL WOLFF
14 de mayo de 2014
Andrew,
No encuentro la manera de hacer que usted se salga de su marco conceptual por un momento.
Una vez que usted inicia pensando el trabajo como una mercancía producida, cada conclusión que
usted deriva puede ser duplicado para los valores trabajo. ¿Cómo? Obvio. Sólo cambie la notación.
Todas las ecuaciones permanecen igual, pero cambio a qué se refieren los símbolos.
Pero usted no considera al trabajo como una mercancía producida. Exactamente. Eso es lo que dije
en mi última respuesta. Claramente sería un error mío persistir en tratar al trabajo como mercancía
producida y después esperar que usted piense que yo lo he refutado de alguna manera con mis
ecuaciones. Sería el mismo error que usted comete al continuar tratando al trabajo como dato
exógeno y después pensar que sus ecuaciones me refutan.
Ahora, podemos debatir sobre cómo Marx pensó sobre la cuestión. O podemos debatir sobre cuál
es la verdad sobre el tema (asumiendo, como yo hago, que esas dos no son necesariamente
idénticas, aun cuando resulten ser lo mismo con notable frecuencia –esta es la razón por la que
Marx era un gran pensador).
19
Pero dado lo que nos separa ¿esto parece ser para mí el único debate sensible que podemos tener,
no?
Salud,
Bob
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ROBERT PAUL WOLFF
ANDREW KLIMAN
14 de mayo de 2014
Querido Bob,
Usted escribe “no encuentro la manera de hacer que usted se salga de su marco conceptual por un
momento”. En realidad usted no me puede hacer salir del marco conceptual de Marx (como yo lo
entiendo). La TSSI no es “mi toma” de Marx. No es un “enfoque” y tampoco un marco conceptual
por sí mismo. Es una interpretación exegética, se sostiene o cae dependiendo de cuán bien es capaz
de hacer que la dimensión cuantitativa de la teoría del valor de Marx tenga sentido, especialmente
sus argumentos que han sido acusados de ser internamente inconsistentes.
Usted escribió en su blog “Simplemente estoy diciendo que su análisis teórico (de Marx) de este
hecho fundamental está mal (que la ganancia proviene exclusivamente de la explotación), que un
análisis teórico diferente es necesario” {capítulo 12 de este libro}. El debate entre nosotros
comenzó cuando desafiamos esta afirmación. Y es sobre esto que ha versado el debate todo este
tiempo. Al menos desde mi lado, la última cuestión bajo consideración nunca se ha desviado de la
validez lógica del argumento original del propio Marx en respaldo de su conclusión de que el
plustrabajo es la fuente exclusiva de la ganancia. Todo lo que he escrito ha sido escrito como un
esfuerzo para resolver esta cuestión última.
Permítame recapitular lo que pienso son los resultados principales que han surgido de nuestro
debate sobre este tema:
1. No se ha mostrado que exista algo equivocado con el argumento original del propio Marx. Lo
que se ha demostrado es únicamente que el marco teórico fisicalista es incompatible con esta
conclusión. Pero no se ha mostrado (como distinto a presupuesto) que el marco teórico
fisicalista es el marco de Marx. Por tanto, no se ha mostrado que se requiera un análisis teórico
diferente.
2. Usted intentó mostrar, pero no se ha mostrado, que una interpretación exegética alternativa del
argumento de Marx (la TSSI) no puede reproducir con exactitud la conclusión de Marx con
base en (su interpretación de) su propio razonamiento y premisas originales. Esto brinda
respaldo adicional a nuestra réplica de que no se requiere un análisis teórico diferente.
3. Se ha mostrado que su análisis teórico diferente, que pretendía reproducir exactamente la
conclusión de Marx por medios distintos, no lo hace. Por tanto, no se ha mostrado que un
análisis teórico diferente que conduce a la conclusión de Marx sea posible.
20
Por décadas he estado combatiendo los intentos de hacer que la teoría del valor original de Marx
desaparezca. Cada uno de nosotros tiene el derecho de tener nuestras propias teorías. Marx tiene
el derecho a sus teorías también (salvo que exista una prueba legítima, honesta con la bondad e
incontrovertible de que no hay manera de construirlas tal que se vuelvan válidas lógica y
definitivamente no falseadas empíricamente). Pero hay intento tras intento de hacer que su teoría
del valor –en su forma original– a desaparecerla. Se intenta hacer que desaparezca cuando se dice
que está plagada de errores lógicos que requieren ser rechazados o corregidos como usted o
muchos otros han dicho en una variedad de maneras por más de un siglo. E intentan desaparecerla
cuando los debates sobre la consistencia lógica de su teoría del valor se convierten en debates sobre
lo que usted piensa vs. lo que yo pienso, lo que Alan {Freeman} piensa. Lo que piensa Marx
desaparece.
No estoy diciendo que esté mal tener este último tipo de debate. Estoy diciendo que es un debate
diferente y no debería permitirse desplazar el primero hasta que haya sido resuelto. El acceso del
mundo a la teoría original propia de Marx como teoría viva está en juego.
Como escribí hace varios años en Reivindicando “El Capital” de Marx: una refutación del mito
de la inconsistencia.
En años recientes, los críticos de Marx han encontrado cada vez más difícil defender sus
alegatos de inconsistencia en contra de la crítica TSSI. Así, generalmente intentan evitar
por completo esta cuestión. Ahora, prefieren debatir los pros y contras del trabajo de Marx
y de los enfoques alternativos al análisis económico marxista. En otros contextos, estos
son temas por supuesto importantes e interesante, pero analizarlos aquí y ahora caen en la
trampa distractora desde el mismo momento en que la corrección del historial se ha vuelto
una posibilidad real. Estaré encantado de analizar estos temas con los críticos de Marx una
vez que el récord haya sido enderezado y ellos hayan hecho su parte para ayudar a
enderezarlo. Sin embargo, este libro evita premeditadamente presentar un caso positivo
para las ideas de Marx o para el análisis económico marxista informado por la TSSI. (pp.
xiii–ix {en Kliman 2007})
Así que estaré encantado en debatir con usted sobre si personalmente pienso que el trabajo es una
mercancía producida una vez que el historial ha sido enderezado y usted haya hecho su parte para
enderezarlo. Me percato que sus lectores del blog podrían no estar interesados, pero yo pienso que
el historial necesita ser enderezado en el dominio público, dado que su escrito desafiado por
nosotros apareció en el dominio público.
(Por cierto, si usted me objeta que yo lo igualo con los críticos de Marx, lo siento; no tengo la
intención de ofenderlo. Tampoco tuve la intención de ofenderlo. Únicamente me refiere que cosas
como “su análisis teórico sobre este hecho fundamental está mal…se requiere un análisis teórico
diferencia” son críticas.)
En conclusión, permítame enfatizar que no estoy adoptando alguna postura sobre si el trabajo es
una mercancía producida. No estoy diciendo que usted esté mal y que la teoría de Marx sea
correcta, o viceversa. Simplemente estoy diciendo que usted tiene derecho a su teoría; Alan tiene
derecho a su teoría; y Marx también tiene derecho a su teoría. Y le estoy suplicando –y
especialmente Alan– a no dejar que el debate que usted quiere tener desplace nuestro debate sobre
21
si un análisis teórico diferente de Marx es requerido. El acceso del mundo a la teoría original
propia de Marx como teoría viva está en juego.
Mis mejores deseos,
Andrew
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ANDREW KLIMAN
ROBERT PAUL WOLFF
14 de mayo de 2014
OK, Andrew. Me doy por vencido. Es claro que no puedo hacer que participe en una conversación
en la que mis intereses, ideas o perspectiva sobre Marx le provoquen más allá que un vistazo por
su parte. No pienso que Marx es inconsistente, como he explicado varias veces, pero déjelo ir. Seré
fiel a la memoria de Marx a mi manera y usted puede ser fiel a su memoria en la suya (sí sí, sé que
usted no piensa que eso es lo que está haciendo –no importa).
Francamente, pensé que una conversación útil e interesante estaba tomando curso con Alan
{Freeman}, pero parece que esto no es así.6
Siéntase libre de clamar victoria total en su blog. ¡Estoy muy viejo para que me importe!
Esté bien,
Bob
MENSAJE DE CORREO ELECTRÓNICO A ROBERT PAUL WOLFF
ANDREW KLIMAN
14 de mayo de 2014
Querido Bob,
Usted escribe “Sería el mismo error que usted comete al continuar tratando al trabajo como dato
exógeno y después pensar que sus ecuaciones me refutan”.
Me declaro inocente. Primero, no acepto que el trabajo sea un dato exógeno excepto en el mismo
sentido en el que la semilla de maíz y maíz como producto están dados exógenamente. Esto es, el
sistema de ecuaciones no determina la cantidad física de trabajo –o la cantidad física de semilla de
maíz, o la cantidad física de maíz como producto. Pero las ecuaciones consideran el valor añadido
por una unidad de trabajo –y el valor de la semilla de maíz y el valor del maíz como producto–
como incógnitas.
En la ecuación temporalista del valor en la que el trabajo es la sustancia formadora de valor, el
valor añadido por una unidad de trabajo está estipulado como igual a 1 no porque el trabajo no sea
una mercancía producida, sino porque el valor añadido por una unidad de la sustancia que forma
22
valor es una unidad de valor. Después de todo, en las ecuaciones fisicalistas y temporalistas de
valor en las que el maíz es la sustancia formadora de valor, el valor añadido por una unidad de
maíz es estipulada como igual a uno incluso cuando el maíz es considerado como una mercancía
producida.
Segundo, no he afirmado que lo he refutado a “usted” con estas ecuaciones. Sostengo que he
refutado el siguiente enunciado que es sobre una ecuación mía: “[Si hubiera] un término para el
trabajo al inicio del año y otro término para el trabajo al final del año…entonces las
representaciones del marco temporalista del valor-trabajo y el valor-maíz serían idénticas.” Y
sostengo que de mi refutación se deduce que la sustancia formadora de valor en específico sí
importa dentro de un marco temporalista y no fisicalista. Usted supuso que yo objetaría la
distinción entre valor añadido por una unidad de trabajo al inicio y al final del periodo de
producción, pero no objeté. Introduje esa distinción y mostré que “las representaciones del marco
temporalista del valor-trabajo y el valor-maíz” no son idénticas.
Usted también escribió “Una vez que usted inicia pensando el trabajo como una mercancía
producida, cada conclusión que usted deriva puede ser duplicado para los valores trabajo. ¿Cómo?
Obvio. Sólo cambie la notación. Todas las ecuaciones permanecen igual, pero cambio a qué se
refieren los símbolos.”
Esto, junto con el enunciado del “dato exógeno”, me hace sospechar que usted está confundiendo
la determinación de cantidades físicas de insumos y productos con la determinación de sus valores.
Pero no puedo estar seguro hasta ver las ecuaciones en notación modificada. Lo que usted dice es
obvio no es obvio para mí.
Si uno desea considerar todos los insumos y productos como producidos y uno desea especificar
la determinación de sus magnitudes, me parece que uno necesita funciones físicas de producción
que vinculen los productos físicos a la cantidad de insumos físicos requeridos, así como ecuaciones
conductuales que especifiquen cuánto de cada producto producido en el tiempo t es usado como
insumo en el tiempo 𝑡 + 𝑘1, 𝑡 + 𝑘2, etc. en cada línea de producción.
Mis mejores deseos,
Andrew
23
NOTAS
1 X es la mercancía que sirve como medida del valor. En nuestro contraejemplo X era el botox y
había un excedente físico de ella. Pero X bien podrían ser los ositos de goma, en cuyo caso
habríamos generado un contraejemplo en el que, Wolff permitió específicamente, no hay
excedente de X en cada año. Si hacemos que los ositos de goma sean la medida del valor, su valor
unitario sigue siendo 1 y los valores unitarios de los valores-botox y el trabajo siguen siendo
iguales a 1. El plusvalor será el mismo que en el ejemplo original (excepto que el excedente sería
de valor-ositos de goma y no de valor-botox). Los únicos cambios que necesitaríamos hacer, para
obtener los mismos resultados numéricos exactos son a los precios en los dos casos de la p. 5 de
nuestra respuesta original. En el primer caso los precios de los ositos de goma y del botox serían
1 y 29/30 respectivamente, en lugar de 1.05 y 1. En el segundo caso, los precios serían ahora 1 y
31/30 respectivamente, en lugar de 0,95 y 1. 2 Si Wolff insistiera en una interpretación internamente inconsistente de su premisa, en la que es
tanto necesario como innecesario que haya un excedente físico de X en cada ciclo de producción,
podríamos refutar sus afirmaciones en sentido formal porque absolutamente toda posible
conclusión sobre todo es compatible con premisas auto-contradictorias. Pero su argumento sería
absurdo. 3 Ver Kliman (2001) {capítulo 12 de este libro}, capítulo 10 de Kliman (2007) y Kliman y Freeman
(2006, 2008, 2009) {capítulos 6, 8 y 9 de este libro}. 4 Ver Kliman y Freeman (2008) y Freeman y Kliman (2009) {capítulos 8 y 11 de este libro}. 5 {En un mensaje de seguimiento, Kliman escribió “En realidad, en términos técnicos, existe otro
caso en el que las últimas dos expresiones son iguales, 𝑉𝐿(𝑠) = −1. Esto no afecta mi conclusión
A.”}. 6 {Wolff y Freeman habían intercambiado mensajes sobre el tema sobre si el trabajo es una
mercancía producida}.