Evaluación De Distintas Formulaciones de Inoculantes Compuestos Por
Bacterias Fijadoras De Nitrógeno Atmosférico y Promotoras Del Crecimiento En
Soja Campaña2013-14
En el actual contexto de demanda creciente de alimentos, la fertilización biológica
emerge como una tecnología de potencial impacto en la producción sustentable de
forrajes y granos, que permitiría adicionalmente reducir los costos de producción y la
contaminación ambiental.
La semilla de soja posee un alto contenido de nitrógeno (N) en comparación con el
resto de los cultivos de grano (6.5%, para un contenido de proteína del 40% del peso
del grano). Por cada tonelada de grano de soja producido se requieren 80 kg de N.
Como consecuencia del uso intensivo que reciben los recursos es de esperar que la
mayoría de los suelos no logren aportar la cantidad de N que un cultivo de soja de alto
rendimiento necesita. Las leguminosas, y a diferencia de otros cultivos, tienen la
ventaja de poder asociarse a bacterias fijadoras de N que les permite a través de un
proceso de simbiosis, complementar al N derivado del suelo, con el provisto por la
atmósfera. Con la aplicación de un inoculante de alta calidad se pueden obtener por
fijación simbiótica, hasta 160 kg N ha-1, equivalentes a fertilizar con 320 kg ha-1 de
urea. Si se considera el alto costo económico y ambiental que representa la
fertilización química, cobra especial relevancia el suministro de N a través de la
asociación simbiótica de la planta de soja con la bacteria Bradyrhizobium japonicum.
Para lograr buenos resultados con la inoculación de la semilla de soja, es necesario
respetar las recomendaciones de inoculación, usar inoculantes de alta calidad que
aseguren altas concentraciones de bacterias seleccionadas, altamente infectivas y
eficientes, a partir de la germinación.
Además de la asociación simbiótica de la planta de soja con bacterias, esta planta
puede interaccionar beneficiosamente con otros microorganismos, sin establecer
simbiosis, tal es el caso de las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR). Se
ha comprobado que estos microorganismos pueden afectar el crecimiento vegetal en
dos formas: indirecta e directamente. En el primer caso, las PGPR reducen y/o anulan
los efectos nocivos de uno o
varios organismos fitoopatógenos a través, por ejemplo, de la producción de
sustancias biocidas. Los efectos directos, se dan vía varios procesos: producción de
fitoreguladores tales como auxinas, citocininas y giberelinas, fijación de N atmosférico
y absorción incrementada de agua y minerales.
Dentro de las PGPR más estudiadas científicamente se hallan:
a) Pseudomonas fluorescens especie que tiene mecanismos que posibilita la liberación
a la solución del suelo de fosfatos que son utilizados por los microorganismos y las
plantas para su nutrición.
b) Azospirillum brasiliense son bacterias fijadoras libres, ya que capturan el nitrógeno
atmosférico y lo dejan disponible en el suelo, el cual puede ser tomado por los
vegetales.
Los objetivos del presente trabajo fueron estudiar los impactos, que tienen en el cultivo
de soja la pre-inoculación y el uso de distintas formulaciones de inoculantes, sobre la
densidad de plantas, la nodulación, la producción de materia seca y granos.
Materiales y Métodos
Durante la campaña 2013-2014 se desarrolló un ensayo, en un establecimiento
cercano a la localidad de Agustina (34°28′00″S 61°04′00″O), partido de Junín, provincia
de Buenos Aires.
La fotografía aérea muestra la ubicación del ensayo.
Se empleó un diseño con testigo apareado. Se consideró como testigo al tratamiento
Palaversich Bradyrizhobium. Cada parcela ocupó una superficie aproximada de 560
m² (2.8 m de ancho por 200 m de largo). A su vez, cada parámetro evaluado se
relativizó respecto a los dos testigos más cercanos. Esta forma de cálculo tiene por
objetivo solucionar variaciones de suelo o ambientales que pudiesen existir en el
experimento. De esta manera, si bien se presentan los resultados expresados en valores
absolutos, dicha cifra debe considerarse solo a título informativo, siendo más
importantes los valores relativos.
Se sembraron 7 parcelas, donde se evaluaron los siguientes planteos:
(I) Semilla con funguicida más inoculante Palaversich Bradyrizhobium (Bradyrhizobium).
(II) Semilla con funguicida más inoculante Preinoculado con Bradyrizhobium (Pre-
inoculado con 10 días de anticipación respecto de la siembra).
(III) Semilla con funguicida más inoculante Palaversich Bradyrizhobium
(Bradyrhizobium).
(IV) Semilla con funguicida sin inoculante (Testigo).
(V) Semilla con funguicida más inoculante Palaversich Bradyrizhobium
(Bradyrhizobium).
(VI) Semilla tratada con funguicida más inoculante a base de Bradyrhizobium
japonicum, Azospirillum brasiliense y Pseudomonas fluorescens (PGPR).
(VII) Semilla con funguicida más inoculante Palaversich Bradyrizhobium
(Bradyrizobium).
En la tabla 1 se detallan las prácticas de manejo implementadas en cada uno de los
ensayos.
Tabla 1: Resumen de las prácticas de manejo.
Fecha de siembra 13 de Noviembre
Antecesor Maíz
Cultivar N 5009
Distanciamiento y distribución 35 cm y Placa
Densidad 54 pl m-2
Fertilización Fosfato Monoamónico en línea: 70 kg ha-1
Inoculación Se utilizaron las dosis recomendadas en los marbetes
Curasemilla + Protector Carbendazim 12.5% + Thiram 12.5% + Protector. Se respetaron las dosis de los marbetes
Herbicidas
6 de Junio: Dicamba (57,71%): 120 cc ha-1 + Glifosato (62%): 1,5 kg ha-1 8 de Noviembre: Spider (84%): 30 g ha -1 + Glifosato (62%): 2 kg ha-1
6 de Enero: 3) Glifosato (62%): 1,5 kg ha-1
Funguicidas
En el estado de R3: Sphere Max (Trifloxistrobin 37,5% + Ciproconazole 16%): 150 cc ha
-1
Eco RizoSpray (Alcohol graso monoramificado 48%): 50 cc ha-1
Insecticidas En el estado de R3:
Engeo (Tiametoxam 14,1% + Lambdacialotrina 10,6%): 200 cc ha-1 Kendo (5%): 120 cc ha-1
Fecha de cosecha 16 de Abril
Determinaciones efectuadas durante el ciclo del cultivo
Con el objetivo de evaluar la velocidad y la eficiencia de implantación se registraron
las plantas por unidad de superficie de cada parcela a los 10 posteriores a la siembra
del ensayo. Cada muestra representó un área de 1.05 m², realizándose 8 repeticiones
por tratamiento.
En el estado de V6 de la escala de Fehr y Caviness se realizó un recuento del número de nódulos planta-1 formados sobre los primeros 15 cm de la raíz principal (NRP) y de
nódulos planta-1 existentes sobre las raíces laterales (NRL).
En el estado de R5 de la escala de Fehr y Caviness se registró el número de nódulos
planta-1 formados sobre la raíz principal. Las determinaciones se realizaron en 3 replicas
de 1.5 m lineal cada una de ellas, las mismas fueron tomadas en forma aleatoria para
cada tratamiento. Posteriormente las plantas extraídas fueron secadas para
determinar la biomasa aérea. Las muestras de biomasa se secaron en un horno
microondas HitPlus CM-30DG hasta alcanzar peso constante y luego se pesaron con
una balanza de 0,1 gramo de precisión.
En la etapa de madurez las franjas fueron cosechadas en su totalidad. Luego al
material trillado se le registró la humedad con un higrómetro Delver HD1021J. El
rendimiento fue corregido llevando la humedad del grano al valor comercial. Para
obtener el peso de 1000 granos, se tomaron 3 alícuotas de 100 granos cada una, las
cuales se pesaron en una balanza con una precisión de 0,1 gramo y se promediaron
para obtener un solo valor de peso de 1000 granos. A través del cociente entre peso
de la muestra de granos y el peso de 1000 granos, se obtuvo el número de granos m-2.
En el estado de R1 y R5 de Fehr y Caviness, como asimismo cerca de la cosecha se
recogieron plantas representativas de cada tratamiento para realizar tomas
fotográficas.
0
200
400
600
800
1000
1200
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16
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r
2013-14
Serie histórica 30 años
Pre
cip
itac
ión
acu
mu
lad
a (m
m)
Condiciones climáticas
Para el análisis de las precipitaciones se abarco el período que va desde el 6 de junio
de 2013, fecha de inicio del barbecho, hasta el 16 de abril del 2014 día de la cosecha
del ensayo.
En comparación con el registro histórico, en el ciclo 2013-14, se observó un retraso de
las lluvias primaverales, esto provocó que dicha campaña fuera más seca durante un
extenso lapso de tiempo. A partir de noviembre de 2013, las precipitaciones fueron
continuas y de volúmenes importantes. Finalmente, a partir de febrero ambas curvan
convergen hasta la madurez de la soja. La campaña 2013-14 acumuló 1050mm,
superando a la media histórica en 112mm (Figura 1).
Figura 1: Precipitación acumulada desde el 6 de junio al 16 de abril.
Para realizar un análisis más detallado del impacto de las precipitaciones sobre la
productividad del cultivo de soja, se contrastó la campaña 2013-14 contra la media
histórica en distintos momentos del ciclo del cultivo. El actual ciclo agrícola registró
mayores precipitaciones que la serie histórica, durante toda la estación de crecimiento
de la soja. La diferencia hídrica absoluta fue máxima en la ventana más crítica para
la definición del rendimiento. En dicho lapso, la relación lluvia caída 2013/14 y media
histócia fue de 1,54. Las abundantes precipitaciones asociadas a condiciones de baja
radiación dificultaron el logro de altos rendimientos, tanto en el ensayo como a nivel
zonal (Figura 2).
0,0
2,5
5,0
7,5
10,0
12,5
15,0
17,5
20,0
22,5
25,0
27,5
30,0
13-n
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2-ab
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16-a
br
Media úlitmos 30 años 2013-14
Tem
pera
tura
(ºC
)
Período crítico
0
100
200
300
400
500
600
Barbecho-Siembra Siembra-Inicio
Período Crítico
Durante Período
Crítico
Fin Período Crítco-
Cosecha
315
141
352
128136182
533
199
Media últimos 30 años
2013-14
Pre
cipi
taci
ón a
cum
ulad
a (m
m)
Figura 2: Precipitación acumulada en las distintas etapas del cultivo.
Con respecto al régimen térmico, el enero 2014 fue uno de los más calientes de los
últimos sesenta años. Así lo indican las estadísticas de la estación meteorológica local,
cuyos registros lo ponen en una posición de igualdad con el primer mes de 1955, que
por la ferocidad de sus marcas térmicas fue denominado “el año del fuego”. Durante
el período crítico del cultivo se presentaron con una mayor frecuencia temperaturas
por debajo de los valores medios históricos (Figura 3).
Figura 3: Temperatura media diaria desde el 13 de noviembre al 16 de abril.
0
10
20
30
40
50
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70
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13-n
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23-n
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8-m
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2-ab
r
7-ab
r
12-a
br
Hel
iofa
nía
rela
tiva
(%)
Período crítico
Durante el período crítico, la heliofanía relativa promedio fue del 57%. De los 30 días
comprendidos por esta fase, solo un 40% de los días presentaron valores de heliofanía
superiores al 70%, por lo tanto, se puede deducir que las condiciones lumínicas no
fueron óptimas para la fotosíntesis del cultivo (Figura 4).
Figura 4: Heliofanía relativa diaria desde el 13 de noviembre al 16 de abril.
Resultados
1. Efecto sobre la densidad
La densidad de plantas inicial fue mayor en el tratamiento PGPR. Sin embargo, todas
las parcelas lograron la densidad recomendada por el semillero (Tabla 2).
Tabla 2: Densidad de plantas inicial.
Tratamiento Plantas
m-2 Densidad Relativa
(%)
Bradyrhizobium 26,4 100
Preinoculado 22,9 90
Bradyrhizobium 24,3 100
Testigo 25,2 95
Bradyrhizobium 28,6 100
Inoculante PGPR 25,5 106
Bradyrhizobium 19,3 100
2. Efecto sobre la nodulación
En todos los tratamientos se observa una mayor ubicación de nódulos en las raíces
laterales respecto de la raíz principal.
Las plantas provenientes de Bradyrhizobium, presentaron mayor número de nódulos en
la raíz principal, en ambos estadios evaluados. Por el contrario, se hallaron menores valores en el Testigo, el cual sin embargo, estableció un mayor número de nódulos en
las raíces laterales en V6 (Tabla 3 y 4).
Tabla 3: Número de nódulos en raíz principal y laterales en V6.
Tabla 4: Número de nódulos en raíz principal y laterales en R5.
Tratamiento
NRP Nódulos Relativos
(%)
NRL
Nódulos Relativos
(%)
Bradyrhizobium 11,6 100 20,7 100
Preinoculado 10,8 80 22,5 80
Bradyrhizobium 15,5 100 35,6 100
Testigo 8,5 67 30,3 111
Bradyrhizobium 9,9 100 19,1 100
Inoculante PGPR 7,6 91 31,6 96
Bradyrhizobium 6,7 100 47,1 100
Tratamiento
NRP Nódulos Relativos
(%)
Bradyrhizobium 21,4 100
Preinoculado 11,0 67
Bradyrhizobium 11,3 100
Testigo 8,2 54
Bradyrhizobium 18,7 100
Inoculante PGPR 14,0 92
Bradyrhizobium 11,7 100
3. Efecto sobre la biomasa áerea
La biomasa áerea fue mayor en Bradyrhizobium y menor en el Testigo (Tabla 5).
Tabla 5: Biomasa áerea en R5.
4. Efecto sobre el rendimiento
El rendimiento fluctuó entre 3397 kg ha-1 y 4654 kg ha-1. El tratamiento PGPR se ubicó por
encima de los demás tratamientos. La máxima diferencia relativa fue de 20% respecto al Preinoculado (Tabla 6).
Tabla 6: Rendimiento y componentes.
Tratamiento Biomasa Áerea (kg MS ha-1)
Nódulos Relativos
(%)
Bradyrhizobium 4300 100
Preinoculado 3456 85
Bradyrhizobium 3800 100
Testigo 3130 75
Bradyrhizobium 4500 100
Inoculante PGPR 4135 93
Bradyrhizobium 4435 100
Tratamiento Rendimiento
(kg ha-1) Rendimiento Relativo (%)
Número de granos m-2
Peso 1000 (g)
Bradyrhizobium 4313 100 2553 169
Preinoculado 3397 92 2280 165
Bradyrhizobium 3845 100 2345 164
Testigo 3998 95 2412 166
Bradyrhizobium 4549 100 2688 169
Inoculante PGPR 4654 112 2831 164
Bradyrhizobium 3750 100 2184 164
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