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Gerencia para la calidad en el aula 109

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._a.e~aluaclon Jor­mativa se apoya en ladiagnósfica y predomi:'"na durante el procésode enseñanza-apren-'dizaje.

esOAOPara una población entrenada de unos 700 profesionales de

todo el país durante los últimos seis años, en la totalidad de loscasos, los participantes han seleccionado la alternativa C. Muyexcepcionalmente algunos hablan de combinar B y C, pero losrazonamientos de la mayoría imponen la alternativa C, motivados porlos ejercicios, las relajaciones, las dinámicas y los juegos implícitosen las estrategias, métodos y técnicas que se les anuncia.

De los resultados descritos anteriormente resulta

contradictorio que los docentes de la muestra estudiada en lostres planteles de Educación Media fueran predominantementeintervencionistas, mientras que los docentes en proceso deentrenamiento se inclinaran por la forma no intervencionista.Sin embargo, el desarrollo de los talleres con la forma C dejaevidencias muy claras sobre el desconocimiento del profesoradoen torno al uso de estrategias, métodos y técnicas innovadoras,aunque manifiestan el deseo de aprenderlas para luegoaplicadas en los cursos que atiendan posteriormente. Esto pudosignificar que los docentes que participaron de la muestra sonintervencionistas porque desconocen otras formas para conducirel proceso de enseñanza y aprendizaje. Es muy probable queellos sigan el modelo con el cual fueron formados (conductista ocognoscitivista) donde los juegos, las dinámicas, las relajaciones,los ejercicios y otras formas de incentivación no tienen muchosentido pedagógico. Piensan más bien que esta forma de conducirla gerencia en el aula es "pérdida de tiempo".

En este sentido, Esté (1999) afirma que la relación profesor­alumno en el aula orbita alrededor de una especie de venganza

FORMA A FORMASFORMAC

INTERVENCIONISTA

INTERACCIONISTANO

INTERVENCIONI,STA1.El facilitador pone1. El facilitador acu-1. Los participantes,

las condiciones paraerda con los partici-orientados por el facil-

realizar el trabajo enpantes las condicionesitador, ponen las condi-

131 aula ..de trabajo en el aula.ciones de trabajo.

2.

Asume el rol domi-2. Busca el concurso2. Considera al estu-

nante y

ordenado,de los estudiantesdiante dueño de su

él es el ejemplo cen-

para actuar en formapropia forma de apre-tral.

cooperativa.' ,nder;

3.

Hespeto y castigo3. Provee a losestudi-3. CQn.sidera que losson las herramien-

antes de cierta libertadestudiantes poseen unatas utilizadas por el

pero sigue manteníen- 'motivación interna queprofesor para man-

' do el control de la situ-el' docentes610 debetener a los estudi-

ación de aprendizaje.incentivar con estrate-antes atentos a su

gías, métodos y técnicasdiscurso.

innovadoras.

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El rendimiento alcanzado por los estudiantes atendidos porlos dOCelYles que participaron de la muestra está más ligado ala producción que a la productividad asociada a la eliminacióndel desperdicio. En las instituciones estudiadas se pudo observarpoca práctica para su eliminación. La productividad implica eldesarrollo de un proceso con calidad y cuestiona el maltrato y elcastigo que evidentemente se registraron durante la consulta.

Estos resultados han sido ampliados haciendo consultas alos profesionales que participan de mis entrenamientos sobregerencia en el aula, a quienes les presento, al inicio del taller, lastres formas de cómo éste puede ser desarrollado, ofreciéndolescaracterísticas correspondientes a cada una de las formas:intervencionista, interaccionista y no intervencionista, paraque ellos seleccionen la forma que más les agrade, tal como seobserva en la tabla 3.

Tabla 3. ¿Cómo te gustaría que se desarrollara el proceso deenseñanza y aprendizaje durante el taller?

Indica con una "X" al final del recuadro.

108 Jesús Ruiz Lúquez

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que lleva el docente como parte de su personalidad, debido a quese desempeña en un sistema para el cual no está preparado. Lapena es como un tipo de complejo que lo impulsa a desenvolverseen la pedagogía de la sanción, que le permite aplicar castigo asus alumnos en sus más diversas formas,

A juzgar por Esté, los estilos de enseñanza están marcados porla imposición de los criterios del docente por encima de la opinióno imaginación de sus alumnos, Según él, la palabra transmisoradel profesor exige silencio y la inamovilidad de los estudiantes, sopena de la amonestación, descalificación o desarraigo (apartarlode su lugar), del que no obedezca sus mandatos.

Cualquier pensamiento divergente o punto de vista que noconcuerde con los planteamientos del docente, puede llegar aconvertir al estudiante en una víctima del aula, por desacato alprofesor. El docente cree tener eternamente la razón, amparadocasi siempre por una "administración escolar" anticuada queno solamente participa de la pena, sino que defiende y proponeformas de castigo que los docentes deben cumplir si quierendisfrutar de los beneficios de estar cerca de la jerarquía o poder,

Había eScuchado de personas cercanas y con fiables queen las escuelas maltrataban a sus niños, incltrso supe de una"prestigiosa" institución de Caracas en la que una profesora,indignada por la conducta de un grupo de niños en el salón declases, optó por colocarles tirro en la boca para que no hablaranmás, porque la tenían obstinada. Este comentario es cierto porqueme lo comunicó una de mis hijas, que tuvo relación directa conla institución y vio "con sus propios ojos" el castigo.

De igual manera, tengo la experiencia de un colegio enel este de Barquisimeto, donde los niños que son observadosfuera de orden son trasladados a un balcón de la oficina de

la coordinación del plantel para que paguen su castigo; sonpenalizados, además, con la suspensión de la merienda y elrecreo de la mañana o de la tarde, según sea el caso.

Estas experiencias se corresponden con la impresionanteafirmación del Dr. Esté relacionada con las formas de-"¡~~~""'-'~.l,_.:.~~:=, .., .••., ~·~,·:~I .•.•..•él •• uL. dé cl••"c:; que, COÚh) se dijO

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anteriormente, se caracteriza por'una condición del docenteinspirada en "la verguenza de no poder ser como se debe, quelo lleva a la práctica de la pedagogía de la sanción". Esté aseguraque la pena y el castigo resultan ser la primera actividad quecaracteriza ... a todo un sistema (p.17) [negrillas propias].

En conferencias donde he disertado sobre los estilos de

enseñanza del docente venezolano, siempre hay comentariosy anécdotas de maltratos en las aulas y, curiosamente, nadiedefiende una posición contraria. Sin embargo, me había costadocreer que la mayoría de los profesores tuviera esa condición depena y castigo y que estén orientados por la pedagogía de lasanción. Aunque las investigaciones y consultas así lo confirman,abrigaba la esperanza de que esa sentencia no se correspondieratan significativamente con la realidad.

Por esta razón inicié una consulta sistemática relacionada

con el argumento del Dr, Esté. Esto me ha llevado a plantearla situación de la "pena y el castigo" en las aulas venezolanas,en todos los ambientes educativos donde me desenvuelvo,

, Así, he analizado esta duda con mis alumnos de postgrado;con los profesionales no docentes que estudian el componentepedagógico en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador(UPEL-IPB); con los docentes que cumplen la Cláusula 38, queestipula el desarrollo de dos unidades curriculares relacionadascon la actividad en el aula para ascender en la clasificación dedocente IV a docente V y con quienes han participado de misprogramas de gerencia para la calidad en las instituciones dondehe realizado asesoría.

Es triste decirlo pero, en todos los casos que, como ya dije,incluye una población sobre los 700 profesionales de todo el

país, se confirma la versión del Dr. Esté. Incluyendo, a veces,anécdotas espeluznantes. Por ejemplo, durante mi últimaconferencia, poco antes de la publicación de este libro, una delas participantes del programa para desarrollar el componentepedagógico de la UPEL (IPB), confirmó, con lujo de detalles,un comentario que alguien me había hecho respecto a un casopunitivo en un prestigioso colegio de Barquisimeto.

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