GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
1
CAMPAÑA NACIONAL CONTRA EL TRÁFICO ILÍCITO DE BIENES CULTURALES
guíapara reconocer
los objetos del
patrimonio arqueológico
Ministerio de CulturaRepública de Colombia
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
3
CAMPAÑA NACIONAL CONTRA EL TRÁFICO ILÍCITO DE BIENES CULTURALES
guíapara reconocer
los objetos del
patrimonio arqueológico
Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH
Dirección de PatrimonioMinisterio de Cultura
MINISTER IO DE CULTURA
Elvira Cuervo de Jaramillo
Ministra de Cultura
DIRECC IÓN DE PATR IMONIO
María Claudia López Sorzano
Directora de Patrimonio
María Isabel Gómez Ayala
Coordinadora Grupo Bienes Culturales Muebles
INST ITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA E HISTOR IA
María Clemencia Ramírez
Directora Instituto Colombiano de Antropología e Historia
Víctor González Fernández
Investigación y Textos
Carlos Andrés Barragán
María Isabel Gómez Ayala
Revisión Editorial
Miguel Ramírez Leal
Diseño y Diagramación
Daniel Manjarrés Usaquén
Edición
IMPRENTA NACIONAL DE COLOMBIA
Fotomecánica, Impresión y Encuadernación
© Ministerio de Cultura
© Icanh
ISBN: 978 - 958 - 8181 - 41 - 7
Impreso en Colombia. 2006.
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
5Presentación
Introducción
Patrimonio Arqueológico Mueble
ESTAT UA R I A
CE R Á M I CA
OR F E B R E R ÍA
MA D E R AS
L ÍT I CO S
MAT E R I A L E S Ó S E O S
TE X T I L E S
ART E RU P E ST R E
Patrimonio Subacuático
Patrimonio Paleontológico
Legislación y Trámites
Bibliografía
Contenido
6
10
14
18
22
34
38
40
42
44
46
48
50
52
60
EI Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano de Antropo-
logía e Historia - ICANH en el marco de la Campaña Nacional
contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, aportan una nueva
herramienta para la prevención del saqueo, hurto y tráfico ilí-
cito de objetos representativos de sociedades pasadas: Guía
para reconocer los objetos del patrimonio arqueológico. Esta
guía ha sido concebida como un recurso pedagógico que hace
parte de una serie de publicaciones proyectadas por la Direc-
ción de Patrimonio para fortalecer la conciencia de la ciudada-
nía sobre el tema. También es un instrumento práctico que
ofrece conocimientos y mecanismos básicos para identificar
bienes culturales pertenecientes al patrimonio arqueológico
(por supuesto, sin llegar a constituir una compilación exhausti-
va de todas las manifestaciones de este patrimonio).
El patrimonio arqueológico está afectado por diversos riesgos
como el deterioro físico, el robo, el saqueo, las falsificaciones, el
comercio ilícito y la construcción de grandes obras de infraes-
tructura. Estos han adquirido proporciones considerables en Co-
lombia y en el mundo, a lo largo del siglo XX. El aprecio por los
Presentación
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
7
objetos únicos y originales de culturas extintas y el interés por
poseerlos son factores desencadenantes de su comercio ilegal.
Así mismo, el desconocimiento, el poco sentido de pertenencia
cultural, los escasos inventarios, la inestabilidad económica y la
insuficiente regulación, contribuyen a la expoliación del patri-
monio cultural de las naciones.
En Colombia, el tráfico ilícito de bienes arqueológicos, cons-
tituye una falta grave contra el patrimonio de la Nación y es un
delito que, además de la transacción económica, implica con-
sideraciones que privilegian el interés individual sobre el colec-
tivo. El patrimonio arqueológico es la constancia cultural, his-
tórica y material de las sociedades que han existido en el
pasado. Sin este testimonio sería imposible reconstruir la Co-
lombia de esa época o explicarla en el presente. Esta herencia
arqueológica, como todo el patrimonio cultural, encierra valo-
res de vital importancia para construir identidad como nación y
desarrollar sentimientos de arraigo y pertenencia.
La Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura y el
ICANH trabajan por la conservación de los bienes culturales
dentro del territorio nacional, de acuerdo con el Plan Nacional
de Cultura 2001-2010 y con lo establecido en la Ley 397 de
1997. Este Plan, de manera explícita, señala la necesidad de
crear mecanismos para proteger las memorias y los patrimo-
nios en riesgo y evitar que sean objeto de comercialización
indiscriminada. Lo anterior, en concordancia con los esfuerzos
internacionales para combatir este crimen, emanados de la
Convención de la UNESCO de 1970, de la Decisión 588 de
2004 (instrumento que protege el patrimonio cultural de la
Comunidad Andina), y de los convenios bilaterales suscritos
por Colombia para el control del tráfico ilícito.
La guía está dirigida principalmente a los funcionarios del
Estado – como inspectores de policía, agentes de seguridad,
policía fiscal aduanera, policía de turismo, policía de fronteras,
fiscales, procuradores, alcaldes y gobernadores –, y aquellas
personas cuyo trabajo esté relacionado con la promoción y la
protección del patrimonio. Su principal objetivo es incentivar el
conocimiento general, la identificación y la acción permanente
de protección, vigilancia y control sobre aquellos bienes perte-
PR
ES
EN
TA
CIÓ
N6/
necientes al patrimonio arqueológico. Esperamos que la guía
sirva así mismo como un mecanismo de información a comer-
ciantes de antigüedades, al personal de empresas transporta-
doras, de líneas aéreas, y a docentes. Esta tarea, aunada a la
permanente función social que realizan los museos, centros de
investigación y de enseñanza superior, permitirá el fortaleci-
miento de acciones en pro de la conservación, investigación y
difusión del patrimonio arqueológico en el país y en el mundo.
En términos generales, este documento es un instrumento de
consulta para aquellos que se quieran unir al esfuerzo colecti-
vo de preservar el patrimonio arqueológico, evidencia que nos
acerca a nuestros antepasados.
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
9P
RE
SE
NT
AC
IÓN
8/
La publicación que el lector tiene en sus manos es una guía
para identificar los objetos pertenecientes al patrimonio ar-
queológico, declarados en la Constitución Política como ina-
lienables, imprescriptibles e inembargables (Artículos 63 y 72).
El patrimonio arqueológico de Colombia existe como un con-
junto de vestigios, lugares físicos e información científica sobre
los mismos.
Los vestigios y lugares físicos (como objetos elaborados en
madera, roca, cerámica, metal, sitios arqueológicos monu-
mentales, restos orgánicos de plantas, animales o humanos,
muestras de suelo), son definidos y valorados desde lo postu-
lado por legislaciones internacionales y nacionales. Dado que
algunos de los vestigios (vasijas de cerámica, objetos en metal,
roca, etc.), son interpretados desde los valores o la estética
humanista heredada del Renacimiento, se entienden usual-
mente como obras de arte producidas por “el hombre”, y no
como una herencia de cierta “historia nacional”, es decir un
bien público en el que se deberían reconocer todos los ciuda-
danos de un país. Las legislaciones apenas comienzan a hacer
parte de los criterios con los que los coleccionistas de “obras
de arte precolombino” y el público que asiste a los museos, o
Introducción
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
11
a parques arqueológicos, entienden el valor y el sentido de la
conservación de los objetos que llegan a conocer en contextos
intervenidos no científicamente. De modo que, en Colombia,
luego de casi ocho décadas de esfuerzos aislados de algunas
entidades del Estado, comunidades e investigadores, se em-
pieza ahora a organizar un sistema legal mediante el cual los
vestigios arqueológicos son defendidos, en tanto bienes de in-
terés público, de su apropiación o valoración privada (Ley 397
de 1997, Ley General de Cultura, Decreto 833 de 2002).
Por otra parte, también se comienza en la década de 1990 a
darle una mayor importancia a la divulgación del contexto his-
tórico de esos vestigios, proporcionado por cientos de investi-
gadores nacionales y extranjeros. La legislación ambiental per-
mitió que en esa década se incrementara notablemente el
estudio arqueológico vinculado a la expansión de la infraes-
tructura energética, vial o extractiva del país (carreteras, oleo-
ductos, torres de energía, embalses, urbanizaciones). Durante
estos proyectos también se adelantaron labores de divulgación
como parte del componente social de cada proyecto de inge-
niería, y se enriquecieron los inventarios de casas de la cultura
y museos locales. Esta labor fue adelantada por los mismos
investigadores formados en las décadas de 1980 y 1990 que
hacían proyectos de investigación puntuales con financiación
generalmente oficial, en contraste con los recursos destinados
a estas obras, de carácter privado y eventualmente público.
El incremento de recursos para la recuperación del patrimo-
nio arqueológico permitió acceder a diversos lugares y obtener
muchos datos en forma puntual, pero desafortunadamente,
son contados los casos en que se le ha podido dar un perfil de
investigación o de continuidad a tales esfuerzos, dada su de-
pendencia de los proyectos de ingeniería que los hacen posi-
bles. Por otra parte, la información acumulada ha cambiado
buena parte del panorama investigativo que se tuvo hasta fi-
nales de la década de 1980, cuando se hicieron los últimos
balances en conjunto, de la historia reconstruida por el cono-
cimiento arqueológico.
Nuevas fuentes de financiación privada, ante lo escasos y
concentrados que se encuentran ahora los recursos públicos, y
una combinación de esfuerzos de múltiples actores (museos,
INT
RO
DU
CC
IÓN
10/
casas de la cultura, instituciones del Estado, universidades, co-
munidades, medios de comunicación), pueden ayudar a que
eventualmente se actualice la imagen que el público tiene so-
bre la historia de sus antepasados.
Actualmente, la Nación pluriétnica y multicultural construye
la imagen de su memoria milenaria a partir de algunos lugares
comunes que quedan de todo el esfuerzo de divulgación de las
investigaciones: una “Ciudad Perdida” (que se entiende más
como monumento arquitectónico que como el producto de
una compleja organización social cuya naturaleza es poco co-
nocida), unas estatuas de San Agustín (desligadas de los con-
textos rituales, demográficos, arquitectónicos y políticos que
las hicieron necesarias por algunos siglos), objetos elaborados
en oro (la leyenda de El Dorado convive con estudios sobre
iconografía, procesos técnicos de metalurgia, estudios de mi-
tología sobre los metales), vasijas elaboradas en barro con for-
mas humanas, animales y míticas (exhibidas como las obras de
arte hechas por abstractas “culturas” que sólo existen desde el
juicio retrospectivo del presente que destaca su ángulo estéti-
co), artefactos de piedra inertes con los que se preparaban
alimentos (en los que no se ve un largo proceso de experimen-
tación y supervivencia sino primitivismo tecnológico), frag-
mentos carbonizados de plantas o placas de polen (cuyo estu-
dio es poco menos que inédito para los mismos arqueólogos
hasta hace unos quince años). El reto hacia el futuro es inte-
grar los resultados del esfuerzo de varias docenas de
arqueólogos(as), con un trabajo de divulgación y diálogo al
público general sobre la importancia de la preservación del pa-
trimonio arqueológico.
Sin embargo, estos objetivos se ven obstaculizados por el
comercio ilegal de arte y antigüedades, actividad que actual-
mente ocupa el cuarto lugar en el mundo, en el listado de ac-
tividades ilícitas. En este contexto y en el marco del cumpli-
miento de los objetivos de la Campaña Nacional contra el
Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, para salvaguardar el patri-
monio cultural del robo y de la exportación ilegal, el Ministerio
de Cultura y el ICANH publican esta cartilla como complemen-
to y profundización de la Guía para reconocer los objetos de
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
13
valor cultural, editada por el Ministerio en el año 2003.
En el primer capítulo de la guía, el lector encontrará una
explicación general sobre cómo reconocer un objeto arqueoló-
gico. Posteriormente, se dedica un capítulo independiente a
las principales categorías de bienes pertenecientes al patrimo-
nio arqueológico en riesgo: estatuaria, cerámica, orfebrería,
maderas, líticos, restos óseos, textiles, arte rupestre, patrimo-
nio subacuático, y patrimonio paleontológico. Su referencia
está en concordancia con lo consignado por el Ministerio y el
ICANH en la Lista roja de bienes culturales latinoamericanos en
peligro, promovida y divulgada por el Consejo Internacional de
Museos (ICOM, por su sigla en inglés). Para cada categoría el
lector encontrará varios ejemplos ilustrados y comentados.
En el último capítulo se incluye un panorama general de la
legislación nacional vigente en materia de protección del patri-
monio arqueológico, así como las principales disposiciones in-
ternacionales que aplican para el caso de Colombia. En este
aparte también se expone la forma en la que se pueden regis-
trar estos bienes ante el ICANH. Como apoyo a lo anterior,
también se incluye un directorio de las instituciones nacionales
encargadas de cuidar nuestro patrimonio arqueológico. Por
último, el lector encontrará las referencias bibliográficas más
importantes para profundizar en los temas desarrollados en los
distintos capítulos de la guía.
INT
RO
DU
CC
IÓN
12/
El patrimonio arqueológico mueble colombiano incluye una
gran diversidad de artefactos y restos materiales de culturas
prehispánicas y de la época de la Colonia. Las categorías de
estos bienes que se encuentran en mayor peligro debido a su
tráfico ilícito son:
ESTATUARIA
CERÁMICA
ORFEBRERÍA
MADERAS
LÍTICOS
RESTOS ÓSEOS
TEXTILES
ARTE RUPESTRE
Los materiales arqueológicos que son parte del patrimonio
cultural de la Nación incluyen objetos que representan las di-
versas culturas de las regiones de Colombia, con una antigüe-
dad máxima de aproximadamente 20.000 años, época en la
cual se depositaron las primeras evidencias de actividades hu-
manas, que corresponden a las ocupaciones de pequeños gru-
Patrimonio arqueológico
mueble
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
15
pos de cazadores–recolectores móviles y dispersos. En los si-
tios arqueológicos más antiguos, se conservan sólo los
artefactos hechos de materiales más resistentes como la pie-
dra, aunque en algunos casos se encuentran piezas de madera
o hueso. La gran mayoría de bienes arqueológicos colombia-
nos, sin embargo, son de épocas más recientes, aproximada-
mente entre el año 1.000 a.C. y tiempos de la conquista, cuan-
do las poblaciones eran más grandes y se utilizaban muy
variados artefactos de cerámica, piedra y metal. La base gráfi-
ca de datos que se presenta en este documento contiene imá-
genes de objetos que proceden de las varias regiones arqueo-
lógicas de Colombia, e ilustran la amplia gama de formas,
materiales y decoración en las categorías de bienes protegidos
por las leyes nacionales.
Los objetos que se muestran en este documento, son parte
de colecciones arqueológicas oficialmente registradas y no son
bienes hurtados, a excepción de estatuas agustinianas las cua-
les se han recuperado recientemente. Las imágenes de estas
piezas se muestran porque representan las categorías más co-
munes de objetos que son comercializados ilícitamente.
Las formas más representativas de cada una de las catego-
rías y sus características sobresalientes, se han tomado de re-
portes de investigaciones realizadas en cada una de las regio-
nes arqueológicas. La tipología escogida es particular para
Colombia, pero corresponde a las categorías generales usadas
para la elaboración de la Lista Roja de bienes culturales lati-
noamericanos en peligro, definida en Bogotá, en 2002. De esa
forma, esta guía complementa y amplía la información de la
lista roja publicada por el ICOM (http://icom.museum/redlist/
LatinAmerica/spanish/intro.html).
El patrimonio arqueológico colombiano lo conforman todas
aquellas huellas materiales, herramientas y artefactos de piedra,
cerámica, metal, madera, restos humanos, construcciones y
modificaciones en el paisaje que hemos heredado de los dife-
rentes grupos humanos que ocuparon el territorio.
También forman parte de este patrimonio los elementos
geológicos y paleontológicos relacionados con la historia del
hombre y sus orígenes. El saqueo y desplazamiento de este
patrimonio desde sus lugares de origen a todo el mundo, ha
PA
TR
IMO
NIO
AR
QU
EO
LÓG
ICO
MU
EB
LE
14/
sido una desafortunada constante durante muchos siglos. La
mayoría de los museos europeos, por ejemplo, se originaron a
partir de colecciones extraídas de diferentes lugares donde Eu-
ropa estableció sus colonias.
Durante la segunda mitad del siglo XX, surgió cierta con-
ciencia sobre la importancia de los objetos que conforman el
patrimonio arqueológico, no como obras de arte exótico sino
como la memoria de un pasado que no debe ser retirado de
sus sitios de origen. Esto hizo que muchos países tomaran me-
didas y consideraran ilegal su exportación y comercio.
En los años setentas, la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), encargada
de la protección del patrimonio cultural, crea un comité intergu-
bernamental y una convención sobre protección de bienes cul-
turales, de la cual 190 países (incluyendo Colombia) son miem-
bros. Esto con el fin de promocionar el retorno de bienes
culturales a sus países de origen, evitar que los museos adquirie-
ran bienes culturales de procedencia ilegal, prohibir la guaquería
y las excavaciones arqueológicas sin el permiso de las entidades
encargadas e impedir su tráfico ilegal.
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH),
establecimiento público adscrito al Ministerio de Cultura, es la
entidad encargada de investigar, registrar y proteger el patri-
monio arqueológico en Colombia.
El Instituto ha realizado logros significativos en sus 60 años
de existencia, en cuanto a promover el interés por la protec-
ción del patrimonio cultural y arqueológico y en la tarea de
estudiarlo y divulgarlo.
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
17P
AT
RIM
ON
IO A
RQ
UE
OLÓ
GIC
O M
UE
BL
E16/
ESTAT UA R I A
Se trata de estatuas monolíticas de la Cultura San Agustín (1-
900 d.C), localizadas originalmente en unas 80 tumbas monu-
mentales monticulares del Alto Magdalena y estatuas de re-
giones vecinas del sur–occidente colombiano, incluyendo el
sur del Huila, Tierradentro, norte de Nariño, la región de Popa-
yán y el norte del Huila. También hay estatuaria en zonas del
sur de Cundinamarca, Boyacá y el norte del Caquetá.
La mayoría de la estatuaria Agustiniana se encuentra dentro
de los predios del Parque Arqueológico de San Agustín, ubica-
do en el municipio de su mismo nombre, en el departamento
del Huila, el cual es administrado por el Instituto Colombiano
de Antropología e Historia (ICANH). La sede principal del par-
que, de unas 78 hectáreas, contiene los sitios Mesita A, Mesita
B (ver Figura 2), Mesita C, Mesita D, Fuente de Lavapatas y
Alto de Lavapatas. Un gran número de estatuas procedentes
de otros sitios se han exhibido también dentro del Parque, en
el sitio llamado “Bosque de las Estatuas”.
Las tumbas que incluyen estatuas monumentales y de me-
nor tamaño, son estructuras funerarias compuestas por gran-
des lajas que forman cámaras con corredores y techos (Figura
3 y Figura 4), cubiertas por montículos de tierra de hasta 30
metros de diámetro y 5 metros de altura. Algunas incluyen
sarcófagos monolíticos. No toda la estatuaria es de proporcio-
nes monumentales; también existe un tipo de escultura de me-
nor tamaño, que usualmente aparece como ofrenda dentro de
las tumbas.
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
19
Estatua policroma
del sitio arqueológico de El
Purutal, San Agustín, Huila
Período Clásico Regional (1-900
d.C.) La mayoría de las estatuas
de la zona de San Agustín tenían
originalmente pintura como esta,
que la erosión y el paso del tiempo
ha deteriorado en muchos casos.
Imagen: ICANH
La estatuaria está labrada primordialmente en piedras de
origen volcánico, tales como los basaltos, tectitas, manzonitas,
comptonitas y andesitas. Las materias primas más comunes
son dacitas micáceas y basaltos feldespáticos (andesitas). La
técnica de talla de la mayoría de las estatuas es en alto relieve,
por lo general, aparece en sus cuatro costados, aunque no
todas presentan esta característica. Las más altas miden 3 me-
tros (Alto del Lavapatas, Alto de las Piedras).
Además del labrado, muchas estatuas y lajas con diseños
geométricos dentro de las estructuras funerarias, presentan
pintura en colores como el rojo, el amarillo y el negro (Ver Fi-
gura 6). En varios sarcófagos se observan figuras talladas, con
tapas y representaciones antropomorfas y zoomorfas (Alto de
los Ídolos). Algunas lajas y esculturas tienen diseños incisos li-
neales, con representaciones antropomorfas también incisas
(El Tablón y La Chaquira). En bajo relieve se aprecia la fuente
ceremonial llamada “Fuente de Lavapatas”, donde se ven, en-
tre canales, figuras antropomorfas y zoomorfas talladas en el
lecho de la quebrada del mismo nombre.
Los siguientes son ejemplos de estatuaria que fue hurtada
de parques y áreas arqueológicas, de las cuales existen denun-
cias ante las autoridades competentes:
ES
TA
TU
AR
IA18/
Estatua 10 del sitio Mesita A, Parque
Arqueológico de San Agustín, Período
Clásico Regional (1-900 d.C.)
Los monumentos de gran tamaño, como
esta pieza de dos metros de altura no están
a salvo de los saqueadores, quienes en
ocasiones cortan el material en pequeños
bloques fácilmente transportables.
Imagen: ICANH
Estatua 121
Mesita C, Período
Clásico Regional
(1-900 d.C.)
Esta estatua tiene
rasgos muy distintos
a las demás estatuas
encontradas en este sitio
arqueológico. Cuando
las piezas arqueológicas
salen ilícitamente de
un yacimiento, es
imposible determinar su
procedencia con base en
su apariencia externa.
Imagen: ICANH
Vista general del Montículo Oriental
del sitio Mesita A en 1971
Para esta época, la zona arqueológica de San Agustín ya
había sufrido años de expolio por parte de los guaqueros.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
21
Estatua lítica de
Santa Ana, Huila
Período y procedencia
desconocidos. Algunos
ejemplos de estatuaria son tan
pequeños como esta pieza de
apenas 40 cm lo que las hace
de difícil detección en casos
de transporte no autorizado.
Imagen: ICANH
Estatua No 352, de
procedencia desconocida
e intervenida con
cemento, Período Clásico
Regional (1-900 d.C.)
Muchas de las piezas
arqueológicas recuperadas del
comercio ilícito muestran señas
de intervención no profesional,
como en esta pieza.
Imagen: ICANH
Estatua No 81 de Mesita B, San Agustín
Localizada actualmente en la Mesita
D del Parque Arqueológico. Las piezas
relativamente pequeñas exhibidas al
público, como esta, corren mayor riesgo
de ser hurtadas y comercializadas.
Imagen: ICANH
ES
TA
TU
AR
IA20/
En esta gran categoría están objetos suntuarios y artefactos
utilitarios encontrados en restos de viviendas o que componen
el ajuar funerario en tumbas de diversas regiones del país y de
varios períodos prehispánicos. Las esculturas, figurillas, volan-
tes de huso, ralladores, coladores, y vasijas de muy variadas
formas y funciones, incluyen una gran diversidad estilística y
tecnológica. La distribución geográfica del origen de estos ob-
jetos cubre todo el país, pero el saqueo y comercio ilícito afec-
ta principalmente las regiones donde se asentaron las culturas
Tairona, Muisca, Guane, Tolima, Magdalena Medio, San Agus-
tín, Tierradentro, Nariño, Tumaco, Calima, Malagana, Quimba-
ya, Cauca, Urabá y Sinú.
La cerámica se usó desde hace miles de años, generalmente
asociada a actividades agrícolas por su utilidad para almacenar
y preparar los alimentos. En la zona arqueológica de Puerto
Hormiga (Cartagena), en Colombia, se encuentran los ejem-
plos de artefactos cerámicos más antiguos de América, que
usaban los cazadores–recolectores para almacenar granos sil-
vestres. En la elaboración de objetos cerámicos, el artesano
obtiene arcillas y las mezcla con otros productos para mejorar
su plasticidad y resistencia. Luego utiliza la técnica de modela-
do simple (por presión) o la de enrollado, que consiste en ir
levantando paredes de rollos delgados de arcilla o usa moldes
prefabricados. Una vez terminado el modelado, se puede de-
corar el objeto aplicando engobes (una capa delgada de arcilla
de otro color), pintando o haciendo incisiones o aplicaciones,
como preparación a la cocción. La pieza se somete entonces a
CE R Á M I CA
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
23
un intenso calor (de al menos 400°C), que se obtiene en hor-
nos cerrados o en fogones al aire libre.
Existen algunas sub–categorías relacionadas con el patrimo-
nio y los artefactos cerámicos:
Figurinas
Es quizás la clase de artefactos cerámicos más comercializa-
da, o al menos la más buscada en el mercado ilegal. Incluye
pequeñas esculturas y miniaturas cerámicas antropomorfas y
zoomorfas de las regiones de Tumaco (Costa pacífica sur co-
lombiana), la región de Bajo Sinú y Bajo San Jorge (Llanura
costera del Atlántico al norte del país), especialmente las deno-
minadas “figurillas Momil”, obtenidas de basureros y depósi-
tos en áreas de vivienda de varios períodos, y figuras de otras
regiones como la región de Guajira y las zonas arqueológicas
Quimbaya y Calima (incluyendo el famoso estilo Malagana) del
sur occidente colombiano.
Vasijas
Esta categoría es la más común y variada; aparece inicialmen-
te en depósitos del Período Arcaico (4000 a.C - 1000 a.C), en la
Costa Atlántica y desde el período Formativo (1000 a.C - 1 a.C),
aparece en tumbas y otros depósitos en todo el país. Los estilos
decorativos, las formas y las funciones típicas de las vasijas cerá-
micas varían mucho entre regiones y períodos. Una clase de ce-
rámica precolombina que se trafica ilícitamente y de forma fre-
cuente, son las vasijas más elaboradas, con decoración profusa
(incisa, modelada, aplicada y/o pintada), proveniente más que
todo de los períodos Formativo y Clásico (1 d.C - 900 d.C), de
todas las regiones y que se incluían como parte del ajuar fune-
rario, al lado del cuerpo de la persona enterrada.
Urnas funerarias
Esta sub–categoría de piezas cerámicas consiste en una gran
variedad de recipientes cuya función era la de contener los
restos humanos en tumbas secundarias. Se encuentran solas
dentro de tumbas o acompañadas de ajuar funerario. Contie-
nen, en los depósitos sin intervenir, huesos humanos comple-
tos o fragmentos, de uno o más individuos.
CE
RÁ
MIC
A22/
Cerámica miscelánea
Este tipo reúne toda una variedad de objetos que no caben en
las categorías de figurinas, vasijas o urnas, y que son comunes
en las culturas de todo el país. Aquí podemos incluir las ocarinas
(objetos musicales), los volantes de huso (utilizados en la elabo-
ración de tejidos), los sellos planos, cilíndricos huecos, cilíndricos
macizos con decoración excisa y diseños geométricos, rodillos,
silbatos antropomorfos y zoomorfos, especialmente en forma
de aves, felinos, murciélagos y ralladores.
Figurina antropomorfa
estilizada probablemente
de la región Quimbaya
En esta región del eje
cafetero abundan las tumbas
ricas en ajuar funerario.
Especialmente codiciadas
por los traficantes de
arte son estas esculturas
abstractas que representan a
personajes sentados. A veces,
las figuras cerámicas tienen
pintura y adornos de oro.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
25C
ER
ÁM
ICA
Urna funeraria de la región
arqueológica Chimila
La función y el uso de las
piezas cerámicas se pueden
deducir de su forma, pero a
veces las piezas contienen
restos que ayudan a identificar
con certeza la utilización
que se dio al objeto. Urnas
arqueológicas como esta
pieza compuesta de dos
partes (cuerpo y tapa),
contienen en su interior
restos de huesos calcinados.
Imagen: ICANH
Vasija de borde curvo de la
región de San Agustín
Período Formativo 2 (600-300 a.C.).
La mayoría de los objetos cerámicos
arqueológicos han sufrido alguna erosión
de la superficie. Sin embargo, en algunos
casos, los objetos arqueológicos originales
conservan el tratamiento decorativo
de la superficie, como en esta vasija
pulida cuya superficie aún es brillante.
Imagen: ICANH
Cuenco con base anular de la
región arqueológica Tairona
Los hornos en donde se
cocía la cerámica en épocas
precolombinas tenían limitaciones
técnicas que resultan en
manchas, como las zonas negras
que se notan en la superficie
y en la pasta de esta pieza.
Imagen: ICANH
24/
Vasija pintada de la región
arqueológica Nariño
Los artesanos contemporáneos elaboran
vasijas cerámicas con las mismas formas
y los mismos diseños decorativos
de las originales arqueológicas. Las
originales, sin embargo, muestran
huellas del paso del tiempo, como la
erosión de los bordes y la superficie
en esta pieza, que permiten a los
arqueólogos identificar su originalidad.
Imagen: ICANH
Urna Funeraria de la cultura
San Agustín, período
Formativo 1 (1000-600 d.C.)
Por su gran antigüedad y fragilidad,
piezas como esta, de solo 5 mm
de espesor, se fracturan cuando los
guaqueros las extraen. Para mejorar el
precio de venta, los traficantes invierten
altas sumas de dinero en restauración
y las huellas de fracturas reparadas se
alcanzan a notar en la superficie como
líneas de un color ligeramente diferente.
Imagen: ICANH
Figura cerámica de Tumaco, Nariño
Probablemente del período entre 500 a.C y 500
d.C. Piezas como esta son en extremo frágiles y
dado que una fractura reduciría su precio en el
mercado negro, su exportación ilícita implica un
muy cuidadoso empaque que puede ser detectado
por lo voluminoso del embalaje y su escaso peso.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
27C
ER
ÁM
ICA
Cabeza antropomorfa de la
región arqueológica de Tumaco
En la costa pacífica de Nariño, los
sitios arqueológicos del período
entre 500 a.C y 500 d.C, presentan
acumulaciones de fragmentos de
figuras modeladas en una arcilla
blanca de alta calidad. Muchas de
estas figuras fueron fracturadas
como parte del ritual en el que
se depositaron como ofrenda.
Imagen: ICANH
Ocarina de la región arqueológica de los Andes de Nariño
que representa una concha de caracol marino
Procedencia y período desconocidos. Este tipo de piezas de gran elaboración
funcionan como instrumentos musicales, pero por su excelente estado de
conservación parece que se hicieron sólo para ser enterradas como ofrendas en
las tumbas de personajes de alto rango. Muchas tumbas han sido destruidas
en Nariño, respondiendo a una demanda del mercado negro internacional .
Imagen: ICANH
Olla Pintada de la cultura Guane
Las vasijas elaboradas en las sociedades prehispánicas para ocasiones
especiales, como esta vasija de Santander, estaban pintadas y decoradas
no solo en el exterior, sino también en las superficies internas. Este
rasgo permite a veces distinguirlas de las piezas réplicas.
Imagen: ICANH
26/
Fragmentos cerámicos -Tiestos- del
periodo Formativo San Agustín,
Huila (1000-a.C.-1 d.C.)
Los fragmentos cerámicos son de gran utilidad
para los arqueólogos porque resisten muy bien a la
erosión. Además, en una sola región, los estilos de
elaboración y las técnicas pueden haber cambiado
con el tiempo, como sucede en San Agustín, lo
que permite usar la cerámica encontrada para
saber en qué períodos se usó un sitio de habitación.
Imagen: ICANH
Fragmentos cerámicos -Tiestos- del periodo
Tardío San Agustín, Huila (900-1350 d.C.)
La gran mayoría del material cerámico estudiado
por los arqueólogos, son fragmentos de vasijas
rotas que se encuentran en depósitos cerca
de los sitios de habitación. La comparación de
fragmentos con piezas completas de contextos
fechados, permite usar la apariencia externa de
los tiestos para identificar el estilo de artefactos
de un período y una región específicos.
Imagen: ICANH
Cuenco con pintura interna de la región andina de Nariño
Los objetos arqueológicos son apreciados en el mercado
negro no solo por su buen estado de conservación, sino por
detalles que los hacen únicos y que pueden así aumentar
su precio potencial. Este cuenco, fracturado, de la cultura
Nariño es especial por la representación de dos personajes con
sombreros. Los traficantes de bienes arqueológicos hacen todo
lo posible por exportar ilícitamente estas piezas especiales.
Imagen: ICANH
Cuenco Inciso de la región Quimbaya
La similitud de piezas como esta, con las obras de ceramistas
y artesanos contemporáneos, facilita la exportación
ilícita de bienes arqueológicos que se mezclan con
utensilios de cocina de materiales y aspecto similares.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
29C
ER
ÁM
ICA
Urna funeraria con tapa antropomorfa,
región arqueológica Tamalameque
Procedencia exacta desconocida. Por
razones prácticas, a veces los traficantes
comercian ilícitamente solo una parte de
la pieza. Tapas sueltas como la de esta
clase de urnas funerarias son exportadas
y vendidas en el mercado negro como
si fueran objetos independientes.
Imagen: ICANH
Copa aplicada y pintada de la cultura arqueológica Muisca
Las técnicas de decoración de esta vasija son comunes a muchas regiones
arqueológicas. Para distinguir un objeto original de la cultura Muisca, los
arqueólogos tienen en cuenta, no solo la presencia de cierta técnica
decorativa, sino la configuración precisa de ciertas combinaciones de
técnicas que caracterizaron a regiones y a épocas prehistóricas.
Imagen: ICANH
28/
Piezas cerámicas in-situ, relleno de Tumba, Montículo
Oriental de la Mesita A, San Agustín, 1971
En las excavaciones científicas, los arqueólogos están interesados
no solo en las características de las vasijas individuales, sino en el
contexto de su entierro y en el conjunto de elementos asociados, que
nos permiten reconstruir las actividades y su importancia.
Imagen: ICANH
Alcarraza con asa y figura zoomorfa de Malagana, Valle del Cauca
Las combinaciones de forma, decoración y acabado de la superficie a
veces permiten identificar la procedencia probable de una pieza, como esta
alcarraza incautada en el proceso de exportación ilícita, que aunque es de
procedencia desconocida, por su apariencia externa se puede describir como
proveniente del sitio Arqueológico de Malagana, saqueado en 1992.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
31C
ER
ÁM
ICA
Múcura con
asa de la región
arqueológica Muisca
La mancha oscura
evidencia la cocción de
horno poco controlada.
Detalles sutiles aplicados
sobre el cuello, denotan
que la pieza es la
representación de una
figura antropomorfa.
Imagen: ICANH
Cabeza modelada de Tumaco, Nariño
Midiendo sólo unos pocos centímetros,
las cabezas Tumaco son muy fáciles de
ocultar por los traficantes, quienes al
lograr sacarlas del país las venden en
el mercado negro por altos precios.
Imagen: ICANH
Vasija sub-globular de la región arqueológica Calima
Una técnica decorativa prehispánica común a varias regiones
es la pintura negativa, que por la inversión de tiempo necesaria
no es común encontrar en réplicas. Esta pieza, por ejemplo, se
pintó dos veces, primero de negro, luego se dibujaron con cera
los diseños decorativos y finalmente se sumergió en pintura roja.
Al cocerla, la cera se evaporó, dejando los diseños a la vista.
Imagen: ICANH
30/
Vasija globular
estilo Capulí, región
andina de Nariño
Una de las características
de la cerámica prehispánica
en lo que hoy es Colombia,
es que el modelado de la
piezas se hacía sin torno,
lo que resulta siempre en
asimetrías axiales, como
en este botellón en el
que se nota la destreza
manual para alcanzar
una forma ovalada.
Imagen: ICANH
Pintaderas de rodillo y
sellos muy probablemente
de la región arqueológica
Quimbaya
Procedencia y período
desconocidos. Las sociedades
precolombinas utilizaban
estos artefactos para decorar
sus cuerpos en preparación
para rituales y ceremonias.
Imagen: ICANH
Rallador tabloide zoomorfo, probablemente
de la región arqueológica Tumaco
Algunas piezas arqueológicas cerámicas tienen incrustaciones de piedra,
en este caso pequeñas lascas que se podrían usar para rallar yuca y
otros alimentos. Sin embargo, es probable que este artefacto nunca se
haya utilizado como rallador, porque carece de huellas de desgaste.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
33C
ER
ÁM
ICA
Vasija modelada de la región
Quimbaya-Cauca Medio
Una característica de la cerámica
precolombina, es la falta de
homogeneidad del color en la
superficie. Las réplicas tratan
de imitar este aspecto, usando
manchas de color. Una mirada
de cerca permite distinguir, en
las piezas originales, cambios
graduales en el color y la textura.
Imagen: ICANH
Copa sub-globular con pintura interna, de la cultura Guane
Muchos de los artefactos que se encuentran en las tumbas prehispánicas, tienen la
forma de objeto de uso cotidiano, pero su propósito era sólo servir como ofrenda
ritual. Esta copa pintada en el interior no cuenta con un tratamiento que evite la
erosión de la superficie, lo que sugiere que se elaboró solo para ser enterrada.
Imagen: ICANH
32/
Esta categoría comprende objetos de oro puro y de aleaciones
que incluyen oro y cobre (“Tumbaga”), oro y platino y otros
metales. Los estilos son variados y se caracterizan por su gran
elaboración y combinación de formas zoomorfas, antropo-
morfas y representación de entidades sobrenaturales. Algunos
objetos constatan la presencia de figuras asociadas a rituales
religiosos en los que figura el vuelo chamánico, un icono que
se repite en el área Mesoamericana (ver, por ejemplo, la obra
“Orfebrería y Chamanismo” del antropólogo Gerardo Reichel-
Dolmatoff, Banco de la República, Bogotá, 1990).
Los objetos incluyen pendientes, pectorales, narigueras, co-
llares, cabezas de bastón, discos, esculturas en miniatura, más-
caras, aretes, orejeras, recipientes para cal –poporos–, agujas,
cuentas de collar, espirales y botones entre otros. Provienen
más que todo de los períodos Clásico (1 - 900 d.C) y Reciente
(900 - 1500 d.C). Los estilos mas representativos de la orfebre-
ría de las regiones colombianas son: Calima, Muisca, Nariño,
Quimbaya, Sinú, Tairona, Tolima, Tumaco, Cauca, Tierradentro
y San Agustín.
Con base en la clasificación de 28.000 piezas de la colección
de orfebrería del Museo del Oro, la investigadora Clemencia
Plazas propuso unas categorías amplias según su uso, en las
que agrupó los objetos encontrados en el territorio de la actual
Colombia, con el fin de colaborar en la unificación de una ter-
minología para la descripción de estos objetos.
Las categorías básicas (las cuales presentan subdivisiones)
son: aguja, ajorca, alambre, alfiler, anzuelo, aplicaciones, argo-
OR F E B R E R ÍA
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
35
lla, bastón ceremonial, bezote, brazalete, campana, cascabel,
casco, cinturón, colgante, colgantes de orejera, corona, cota,
cubre-sexo, cuchara, cuentas de collar, diadema, disco rotato-
rio, figura antropomorfa votiva, figura zoomorfa votiva, funda
para el dedo, herramientas, instrumentos musicales, máscara
funeraria antropomorfa, nariguera, orejera, separador de vuel-
tas de collar, placas colgantes, pectoral, peine, pezoneras, pin-
zas, recipientes, remate de bastón, remate de bezote, repre-
sentaciones ceremoniales y tejuelo de fundición.
En cuanto a la materia prima, en la orfebrería colombiana
existe una gran proporción de piezas de tumbaga. El análisis
metalúrgico indica el número variable de proporciones distin-
tas en las mezclas de los metales que se emplearon. Las más
comunes se agrupan en cuatro categorías: oro fino, 90% de
oro; oro bajo, 60% de oro; 30% de oro y puro cobre.
Las técnicas de manufactura incluyen: repujado (o presión),
soldadura, martillado, fundición simple (vaciado en molde),
fundición con molde elaborado con matriz de piedra, fundi-
ción maciza sin núcleo y fundición laminar con soldadura.
Las técnicas de acabado incluyen: pulida, no pulida, no puli-
da con huellas lineales, corroída, muy corroída, dorado por
oxidación, y líneas horizontales paralelas.
OR
FE
BR
ER
ÍA
Dos cuentas y nariguera Tairona
Algunos objetos de oro, como estas piezas Tairona, presentan algunos imperfectos
del proceso de manufactura que permite distinguir las técnicas precolombinas de
las réplicas. Aquí, el artesano usó un molde de cera para crear una falsa filigrana y
una parte del molde no funcionó, mostrando un orificio en una de las cuentas.
Imagen: ICANH
34/
Máscara de oro de Malagana, Valle del Cauca
Algunas piezas de oro martillado, como esta máscara localizada en el
Museo del Oro, son muy planas y pueden ser escondidas fácilmente.
Imagen: ICANH
Collar de cuentas ornitomorfas de la región Quimbaya
La orfebrería del suroccidente colombiano incluye gran variedad de formas
de cuentas de collar. Es difícil por ello distinguirlas de piezas réplicas, pero
si las cuentas varían ligeramente en su forma y acabado, y guardan un
mismo patrón de diseño, es probable que se trate de piezas originales.
Imagen: ICANH
Nariguera laminar San Agustín
La orfebrería del suroccidente colombiano se caracterizó en el período Clásico
(1-900 d.C) por la muy alta pureza del oro. En épocas más recientes, se popularizó
el uso de aleaciones, que se reconocen por la presencia de partes oxidadas. Los
objetos de oro puro, como esta nariguera, conservan el brillo original y el paso
del tiempo apenas se nota en algunos rayones y otras huellas en la superficie.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
37O
RF
EB
RE
RÍA
Nariguera estilo Quimbaya
Algunas piezas de orfebrería son difíciles
de detectar por su tamaño, como en esta
nariguera de escasos 15 mm de largo.
Imagen: ICANH
Diadema con figuras ornitomorfas de la región Muisca
Las piezas de orfebrería precolombina usualmente tienen gran cantidad de
detalles, que indican inversión de trabajo manual, pero al mismo tiempo
una apariencia burda de la superficie y carencia de una simetría precisa. Los
intersticios entre zonas soldadas pueden tener acumulaciones de sedimentos.
Imagen: ICANH
Disco de oro martillado
Colección Museo del Oro
Procedencia desconocida.
Imagen: ICANH
36/
Se trata de objetos tallados en maderas duras, principalmente
de madera de chonta y otras palmas, en forma de sarcófagos,
banquitos, sillas, bastones, agujas, lanzaderas y espadas. Mu-
chos artefactos de maderas más blandas se descomponen muy
rápido y lo único que queda de ellos en los sitios arqueológicos
son manchas de color oscuro en donde estuvieron una vez en-
terrados. Para poder tallar la madera, los pueblos prehispánicos
carecían de hachas de hierro, pero contaban en cambio con una
sofisticada tecnología de hachas y cuchillos de piedras duras
que permitían talar árboles y tallar objetos. Estas clases de bie-
nes son provenientes, especialmente, de las regiones arqueoló-
gicas Calima y San Agustín. Existen algunas esculturas antropo-
morfas en maderas duras (principalmente en la región Muisca).
Esta clase de objetos se elaboró en todos los períodos arqueoló-
gicos en el territorio colombiano, pero por ser la madera muy
susceptible a la descomposición, su hallazgo es poco común.
MA D E R AS
Banquito de Madera Calima
Las sociedades prehispánicas
utilizaban una gran variedad
de artefactos de madera. Sin
embargo, solo algunas piezas,
como este banquito tallado en
la dura madera de una palma
de chonta, logran preservarse
en los sitios arqueológicos.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
39M
AD
ER
AS
Escultura de madera Muisca
Los objetos arqueológicos de madera raramente se conservan. Este material,
como todos los orgánicos, requiere de condiciones ideales de humedad y acidez.
Los objetos arqueológicos de madera se conservan cuando pierden humedad, lo
que resulta en su apariencia rugosa y porosa. Cualquier contacto con humedad
produce rápido deterioro, como el que se evidencia en esta escultura Muisca.
Imagen: ICANH
38/
Los artefactos hechos de piedra (líticos), son la clase más anti-
gua de artefactos humanos, y se remontan al origen de la es-
pecie, en el continente africano, hace ya varios millones de
años. Las sociedades humanas desarrollaron muy variadas téc-
nicas para la producción de estos objetos, dirigidos a cumplir
muy diversas funciones. Los líticos se pueden subdividir en dos
grandes grupos: los artefactos lascados (tallados mediante
golpes o presión para extraer fragmentos o lascas) y los puli-
dos (rebajados o formados mediante abrasión). Los objetos
arqueológicos de piedra tallada y piedra pulida en Colombia
son de muy variada elaboración en su manufactura. Los obje-
tos líticos provienen de tumbas y otros depósitos de todos los
períodos, desde el Paleoindio (16.000 - 7.000 a.C) hasta el
período Colonial. Los más traficados ilícitamente son pendien-
tes planos decorativos, cuentas tabulares para collares, ha-
chuelas monolíticas rituales, azadas y otros objetos pequeños
de piedras duras pulidas, principalmente de las regiones de
Calima, Tairona, Guane, Muisca y Alto Magdalena.
LÍT I CO S
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
41L
ÍTIC
OS
Máscara lítica Tairona
Como sucede con otras categorías
de bienes arqueológicos, los objetos
precolombinos de piedra carecen
de aristas rectas y de huellas
uniformes de las herramientas
de metal, que se usan para tallar
la piedra en la actualidad.
Imagen: ICANH
Hacha lítica pulida
Los artefactos utilitarios arqueológicos, como
esta hacha pulida, muestran huellas de uso que
tienen la misma coloración que el resto de las
superficie, y las fracturas nuevas, mostrarán el color
de la piedra natural. La piedra absorbe humedad
y adquiere con el tiempo una pátina que no se
logra reproducir fácilmente en las réplicas.
Imagen: ICANH
Collar de cuentas de cuarzo Restrepo - Valle del Cauca
Para tallar las duras piedras, los artesanos prehispánicos usaban taladros de
madera con arena fina como material abrasivo. Esta técnica usualmente deja
en la cuentas huellas cónicas que se unen en un orificio ovalado y pequeño.
Las cuentas líticas réplicas se hacen con taladros metálicos que dejan huellas
cilíndricas muy simétricas, que permiten distinguirlas de las piezas originales.
Imagen: ICANH
Pectoral lítico
zoomorfo Tairona
Para tallar y dar forma a los
artefactos líticos, los artesanos
prehispánicos utilizaban una
tecnología de martillos de
piedra y arena para pulir.
Imagen: ICANH
40/
Objetos de variada forma y función tallados en hueso, princi-
palmente de fauna pero también de huesos humanos. Las so-
ciedades prehistóricas de todas las épocas utilizaron amplia-
mente el hueso para elaborar artefactos útiles, pero también
para crear objetos de gran importancia ritual. Generalmente
los objetos que se logran preservar en los sitios arqueológicos,
presentan formas de agujas, ganchos para lanzaderas, instru-
mentos musicales (flautas, silbatos), cuentas para collares y
dijes o pendientes. Por su naturaleza frágil y por ser materia
orgánica, la gran mayoría de ellos se descomponen. Sin em-
bargo, en condiciones de baja humedad y también en casos en
los que el hueso se sometió a algún tratamiento de secado,
como por ejemplo su exposición controlada al fuego, los arte-
factos se pueden conservar muchos años en relativas buenas
condiciones. En Colombia, este tipo de bienes provienen en
gran parte de las regiones Muisca, Guane, Calima, Nariño y
San Agustín y cubren todos los períodos conocidos.
MAT E R I A L E S ÓS E O S
Cráneo con deformación.
Zona arqueológica
Quimbaya, Valle del
Cauca (300-1400 d.C.)
Un aspecto que permite
identificar cráneos arqueológicos
en Colombia es su deformación
intencional, realizada para
marcar el estatus del individuo.
Imagen: ICANH
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
43M
AT
ER
IAL
ES Ó
SE
OS
Momia de Guicán, Boyacá
Los entierros prehispánicos en cuevas secas de algunas zonas de Boyacá y Santander,
produjeron momificación por deshidratación natural, lo que logra preservar la piel,
el cabello y otros tejidos sobre los restos óseos. A pesar de la dificultad para su
traslado y conservación, las momias son extraídas y comercializadas ilícitamente.
Imagen: ICANH
Cráneo con máscara
de Guicán, Boyacá
(1100 d.C.)
Los restos humanos en
la época prehispánica
eran decorados y
modificados como parte
de los rituales funerarios,
como este cráneo que
fue cubierto con una
máscara hecha de piel,
piedra caliza y semillas.
Imagen: ICANH
42/
Uno de los aspectos más ricos y variados de la cultura material
prehispánica, y a la vez uno de los menos conocidos, son las
vestimentas y adornos tejidos con diversos tipos de fibras. Las
mantas y otros atuendos decorados, eran considerados en mu-
chas de las culturas americanas, posesiones muy valiosas y te-
nían no solo funciones utilitarias, sino también rituales y reli-
giosas. El desarrollo de complejas tecnologías textiles en
América, es anterior al trabajo en cerámica y otros materiales;
el cultivo de algodón para textiles, precede en algunas regio-
nes al cultivo de alimentos.
Además de algodón nativo, se usaron para textiles fibras de
origen animal como lanas y pelos. La elaboración de la fibra y
su conversión en textil implica preparar otros artefactos, como
son los husos, los telares y las agujas. Asociada a los textiles
está una variedad de técnicas de decoración, que incluye el
desarrollo de tinturas, combinación de fibras diferentes, tren-
zados complejos, etc.
Los textiles arqueológicos hallados en Colombia provienen
en su mayoría del ajuar de individuos momificados. Están ela-
borados, en su mayoría, en telares, usando como materia pri-
ma el algodón, en algunas ocasiones tinturado en colores café,
negro y rojo principalmente y en otras, pintado. La gran mayo-
ría de este tipo de vestigios, corresponden al período Clásico
de las zonas Muisca, Guane y Nariño, en donde por razones
climáticas y químicas los restos orgánicos asociados a momifi-
cación y otros depósitos se conservan mejor. En la región de
Nariño, los textiles de algodón y lana de camélidos (alpaca y
vicuña), incluyen aditamentos de metales como tumbaga y
oro.
TE X T I L E S
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
45T
EX
TIL
ES
Fragmento de
manta, textil
Guane, Santander
Para las sociedades
prehispánicas de los
Andes septentrionales, los
textiles y especialmente
las mantas decoradas
como esta, eran
objetos muy apreciados,
usados por personajes
importantes y
representativos de su
posición social y riqueza.
Desafortunadamente,
estos materiales
orgánicos son muy
perecederos.
Imagen: ICANH
Mochila Guane
Pocas regiones arqueológicas de Colombia han permitido que
se conserven ejemplos de textiles. Esta mochila Guane de
algodón, se conservó, por estar asociada a momias enterradas
en cuevas secas en el municipio de Mesa de Los Santos.
Imagen: ICANH
44/
Se trata de un tipo de bienes arqueológicos de muy amplia
distribución geográfica en todo el territorio colombiano. Co-
rresponde a pinturas (pictografías) y grabados (petroglifos)
que las sociedades prehispánicas dejaron sobre superficies ro-
cosas como testimonio de su presencia y de su interacción con
la naturaleza. Estos poseen una gran variedad de diseños y
múltiples formas, tamaños y materiales. La investigación ar-
queológica en el tema advirtió su presencia desde el siglo XIX,
sin que hasta el momento se haya podido definir una cronolo-
gía concreta. La gran mayoría son grabados en bajo relieve
(petroglifos) y pinturas en diversos colores realizadas sobre su-
perficies planas de grandes piedras. Fragmentos de éstas han
sido fracturados y extraídos ilícitamente de muchas partes del
país, incluyendo Gorgona en el Cauca, Mesitas del Colegio en
Cundinamarca, San Agustín en el Huila, Sáchica, Sogamoso,
Muzo y Buenavista en Boyacá.
ART E RU P E ST R E
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
47A
RT
E R
UP
ES
TR
E
Pintura rupestre. Une, Cundinamarca
Imagen: ICANH
Grabado rupestre. San Antonio, Cundinamarca
Imagen: ICANH
Petroglifos del sitio Piedra Pintada,
Municipio de Aipe, Huila
Imagen: ICANH
46/
El patrimonio subacuático es una importante parte del patri-
monio cultural material, formado por aquellos bienes muebles
e inmuebles sumergidos que poseen un especial valor cultural.
En Colombia, pertenecen a ese patrimonio todos los vestigios
culturales –cualquiera sea su naturaleza y la causa o época de
su hundimiento o naufragio– que se encuentren en el suelo y
en el subsuelo marinos de las aguas interiores, el mar territo-
rial, la plataforma continental y la zona económica de explota-
ción exclusiva. Los yacimientos arqueológicos sumergidos de
la época colonial o más antiguos son, además, parte del patri-
monio arqueológico. Están depositados en el fondo de lagu-
nas, lagos, ríos, mares y océanos, y contienen diversas clases
de bienes culturales como son los naufragios de naves y su
dotación, así como poblados y cementerios de grupos huma-
nos desaparecidos. Algunos sitios arqueológicos prehispánicos
hoy están bajo el nivel del mar debido a procesos geológicos
locales de hundimiento de terrazas marinas. Además, el nivel
del mar ha subido en los últimos 10.000 años, de manera que
los sitios costeros muy antiguos están hoy sumergidos. Los
naufragios de la época colonial son de gran importancia, por-
que nos muestran una historia no escrita, sobre la vida de la
Patrimonio Subacuático
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
49
gente común a bordo de dichos navíos. Al estar sumergidos,
los artefactos no reciben oxígeno y se preservan muy bien. Así,
en los naufragios se pueden encontrar bienes de madera, hue-
so, metal, y fibras, en muy buenas condiciones de preserva-
ción. Cuando estos yacimientos son excavados ilícitamente,
los saqueadores se concentran en extraer objetos de oro y pla-
ta para el mercado negro de antigüedades, y destruyen los
elaborados en otros materiales, que contienen valiosa infor-
mación arqueológica.
PA
TR
IMO
NIO
SU
BA
CU
ÁT
ICO
Cañón de bronce siglo XVIII
Imagen: Fundación Terra Firme
Cañón pipa decorada
Imagen: Fundación Terra Firme
Cañón cubierto de moluscos
Imagen: Fundación Terra Firme
48/
Está formado por los vestigios orgánicos e inorgánicos de las
especies extintas, tanto de especies vegetales como animales,
que son de gran importancia para entender la larga secuencia
evolutiva que precedió a la aparición de la especie humana en
el planeta. También cumplen un papel relevante para entender
ciertos aspectos de la historia del hombre y sus orígenes an-
cestrales, por lo cual a esos fósiles y huellas paleontológicas se
les considera en Colombia parte de nuestro patrimonio ar-
queológico, es decir, como una clase de bien de interés cultu-
ral. Las leyes establecen que debe ser protegido contra la ex-
cavación, comercialización y exportación ilegales (Ley 397 de
1997).
Patrimonio Paleontológico
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
51P
AT
RIM
ON
IO P
AL
EO
NT
OLÓ
GIC
O
Restos de Mastodonte del Sitio de Los Vados.
Norte de Santander
Imagen: ICANH
Excavación de un
mastodonte.
Pubenza, Cundinamarca
Imagen: ICANH
50/
Actualmente, Colombia cuenta con un marco legal importante
acerca de la condición y protección del patrimonio arqueológi-
co de la Nación, cuyas disposiciones únicamente se derogan
en cuanto ellas sean contrarias a la ley general de cultura. Las
principales normas son:
Constitución Política de Colombia de 1991
Ley 103 de 1931
Ley 14 de 1936
Ley 36 de 1936
Ley 163 de 1959
Decreto Reglamentario 264 de 1963
Código Nacional de Policía Decreto 522 de 1971
Ley 397 de 1997
Decreto 833 de 2002
Para una información detallada sobre los alcances de la le-
gislación colombiana sobre: (a) Integración del patrimonio
arqueológico, (b) Reconocimiento y conceptos técnicos, (c)
Propiedad de los bienes arqueológicos, (d) Tenencia de los ob-
jetos muebles arqueológicos, (e) Encuentro fortuito de bienes,
Legislación y trámites
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
53
(f) Exploraciones y excavaciones arqueológicas, (g) Régimen
de restricción, (h) Proyectos de infraestructura que requieren
Plan de Manejo Arqueológico, (i) Violaciones, sanciones y, (j)
Decomisos, se puede consultar la Circular arqueológica del
ICANH, disponible en línea en la página web: http://www.
icanh.gov.co.
Así mismo se sugiere la consulta de la obra Régimen Jurídico
del Patrimonio Arqueológico en Colombia (Castellanos 2003).
Sobre la propiedad de los bienes arqueológicos, de acuerdo
con los artículos 63 y 72 de la Constitución Política , pertene-
cen a la Nación y son inalienables (se encuentran fuera del
comercio, no se pueden vender, comprar o transferir a ningún
título, como compraventa, legado, herencia, ocupación), im-
prescriptibles (no se pueden adquirir por la figura o modo civil
de la prescripción adquisitiva de dominio, y las acciones reivin-
dicatorias del Estado se pueden ejercer en todo tiempo para
obtener su devolución) y son inembargables (no pueden ser
objeto de esta medida civil y por lo mismo no podrían ser teni-
dos como prenda de garantía en efectos civiles o comerciales).
Cabe destacar que, con antelación, el artículo 1 de la Ley 103
de 1931 declaró de utilidad pública los monumentos y objetos
arqueológicos de las regiones de San Agustín, Pitalito y del
Alto Magdalena (departamento del Huila), así como los de
cualquier otro sitio de la Nación, a la vez que la misma legisla-
ción prohibió la venta y exportación de templetes, sepulcros y
sus contenidos, estatuas, lajas, estelas y piedras labradas, así
como objetos de oro, alfarería, y demás utensilios indígenas
que pudieran ser destinados para la realización de estudios
arqueológicos y etnológicos. En 1959, la ley 163 declaró patri-
monio histórico y artístico nacional los monumentos, tumbas
prehispánicas y demás objetos de interés especial para el estu-
dio de las civilizaciones pasadas. Igualmente dispuso la men-
cionada ley que en toda clase de exploraciones mineras, movi-
miento de tierras y demoliciones de edificios, quedaban a salvo
los derechos de la Nación sobre los monumentos históricos,
objetos y cosas de interés arqueológico y paleontológico que
pudieran hallarse en la superficie o subsuelo, y dispuso que los
monumentos históricos o arqueológicos no se consideraban
incluidos en el artículo 700 del Código Civil, es decir, no esta-
ban cobijados por la noción de “tesoros” que permiten adqui-
LE
GIS
LA
CIÓ
N Y
TR
ÁM
ITE
S52/
rir el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie.
Este tratamiento particular, dado por la Constitución, y en el
cual no se reconoce ninguna clase de derecho adquirido ante-
rior, radica en que, a diferencia de ciertos bienes que pueden
ser producidos continuamente por la humanidad (obras litera-
rias, obras artísticas y plásticas, obras cinematográficas y au-
diovisuales), los bienes originarios de culturas desaparecidas y
épocas prehispánicas carecen de tal posibilidad de producción
actual o futura. Este tipo de titularidad pública se aplica obvia-
mente al patrimonio cultural sumergido, tanto a aquél de ca-
rácter arqueológico, como al que tiene carácter historico.
Disposiciones pertinentes: Constitución Política, artículos
63, 72, 82, 101, 102, 332; Ley 103 de 1931, artículos 1, 2; Ley
163 de 1959, artículos 12, 14; Decreto 1397 de 1989, artículo
1; Decreto 833 de 2002, artículos 3, 7.
CO O P E R AC I Ó N B I LAT E R A LEn el marco de la “Convención sobre las medidas que deben
adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exporta-
ción y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes cultura-
les” (Convención UNESCO de 1970), el 15 de marzo de 2006 ,
se firmó el Memorando de Entendimiento entre el Gobierno
de la República de Colombia y el Gobierno de los Estados Uni-
dos de América, relativo a la imposición de restricciones de
importación sobre bienes arqueológicos de las culturas preco-
lombinas y ciertos bienes etnológicos eclesiásticos de la época
colonial de Colombia.
El Memorando, firmado en el marco de la Campaña Nacio-
nal de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, ade-
lantada por el Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano
de Antropología ICANH, con once entidades públicas y priva-
das, busca restringir la importación a los Estados Unidos de
bienes arqueológicos precolombinos que datan aproximada-
mente de 1.500 a.C a 1.530 d.C, incluyendo objetos asociados
a las culturas Tairona, Sinú, Urabá, Quimbaya, Muisca, Calima,
Malagana, Tolima, Tierradentro, Cauca, San Agustín, Tumaco y
Nariño; además de ciertas categorías de bienes etnológicos
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
55
eclesiásticos de la época colonial (1.530 a 1.830), entre los
cuales se encuentran pinturas, esculturas, objetos de culto,
mobiliario, textiles, documentos y libros. Este acuerdo permite
un mayor control para evitar el ingreso ilegal de estos bienes al
territorio de los Estados Unidos y, facilita su regreso a Colom-
bia, en caso de requerirse.
Las categorías de dichos bienes conforman la denominada
“Lista de Designación” y, la importación de los mismos a los
Estados Unidos queda restringida, a menos que el Gobierno de
la República de Colombia expida una certificación u otra docu-
mentación en la cual haga constar que tal exportación no ha
infringido sus leyes.
Las restricciones de importación entraron en vigencia el 17
de marzo de 2006, fecha en que la “Lista de Designación” fue
publicada en el U.S. Federal Register, que es la publicación ofi-
cial del Gobierno de los Estados Unidos de América, que pro-
porciona notificaciones oportunas al público.
Para que dicho Memorando tenga mayor efectividad, Co-
lombia debe continuar con la realización del inventario y regis-
tro de los bienes culturales, debe mejorar la protección de su
patrimonio cultural arqueológico y etnológico, mediante la im-
plementación de las leyes de protección del patrimonio cultu-
ral, e igualmente debe documentar, realizar el seguimiento y
dar publicidad a los casos de hurto y pillaje, así como notificar
con prontitud estos hechos a las autoridades nacionales e in-
ternacionales. Este Memorando fortalece la lucha contra del
trafico ilícito de bienes culturales, en la medida que compro-
mete a los Estados Unidos para ejercer una mayor vigilancia
con el ingreso de estos bienes a su territorio y obliga a su de-
volución, en caso de haber infringido las normas respectivas.
mayor información: www.mincultura.gov.co/vbecontent/li-
brary/documents/
TR Á M I T E S SO L I C I T U D D E CO N S U LTA Y AS E S O R ÍA S O B R E PAT R I M O N I O A R Q U E O LÓ G I CO
¿En qué consiste el trámite?. Si usted es una persona natural,
el representante legal de una entidad pública o privada o el
representante de una autoridad territorial o de policía, que ne-
LE
GIS
LA
CIÓ
N Y
TR
ÁM
ITE
S54/
cesita hacer una solicitud de consulta y asesoría sobre patrimo-
nio arqueológico, debe dirigirse al Instituto Colombiano de
Antropología e Historia - ICANH. Las consultas que atiende
tienen relación con:
(a) Pasos necesarios para la protección del patrimonio ar-
queológico en peligro de afectación por obras civiles, (b) Ma-
nejo adecuado de áreas, sitios o bienes arqueológicos, (c) Le-
gislación vigente y trámites relacionados con patrimonio
arqueológico, (d) Información sobre existencia de sitios ar-
queológicos en lugares específicos del territorio nacional, (e)
Información sobre aspectos arqueológicos (formas de organi-
zación social en el pasado), (f) Manejo adecuado de coleccio-
nes en museos y laboratorios arqueológicos.
SO L I C I T U D D E AU TO R I Z AC I Ó N D E S A L I DA D E L PAÍ S D E R É -P L I CAS D E P I E Z AS A R Q U E O LÓ G I CAS Q U E N O CO N ST I T U Y E N PA RT E D E L PAT R I M O N I O C U LT U R A L D E LA NAC I Ó N
¿En qué consiste el trámite?. Si usted es una persona natural
o jurídica que requiere autorización de salida del país de répli-
cas de piezas arqueológicas que no constituyen parte del pa-
trimonio cultural de la Nación, debe dirigirse al ICANH. Requi-
sitos y documentos necesarios para el trámite: (a) Oficio en el
que solicita autorización de salida del país de las réplicas en
formato original y copia por cada réplica, (b) Dos (2) fotogra-
fías de cada réplica. Cuando la entidad lo requiera, el solicitan-
te debe presentar las piezas para su evaluación.
SO L I C I T U D D E R E G I ST R O D E P I E Z AS A R Q U E O LÓ G I CAS , CO M O PA RT E D E L PAT R I M O N I O A R Q U E O LÓ G I CO
¿En qué consiste el trámite?. Si usted está a cargo de una
colección de piezas arqueológicas, debe solicitar el registro de
dichas piezas como parte del patrimonio arqueológico al
ICANH. Requisitos y documentos necesarios para el trámite: (a)
Formato de registro de piezas debidamente diligenciado, (en
papel o a través del Trámite de Registro en Línea), (b) Carta de
compromiso sobre el mantenimiento de las piezas en el país,
suministro de información sobre el traslado de las mismas den-
tro del territorio nacional y sobre el cambio de tenedor de las
piezas (esta carta puede ser enviada al fax: 5619500 Ext. 144,
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
57
al correo postal Calle 12 No. 2-41, Bogotá, D.C., o al correo
electrónico [email protected], (c) Dos (2)
fotos a color de 9x12 cm. de cada una de las piezas. Para el
Trámite de Registro en Línea (www.icanh.gov.co/registropie-
zas), sólo se requiere una fotografía digital de cada una de las
piezas, que deberá ser de 100 kb.
SO L I C I T U D D E CO N S U LTA S O B R E M AT E R I A L A R Q U E O LÓ G I CO O CO L E C C I O N E S D E R E F E R E N C I A Q U E P O S E E E L ICANH
¿En qué consiste el trámite?. Si usted es estudiante o inves-
tigador y desea realizar alguna consulta sobre material o colec-
ciones de referencia del Instituto Colombiano de Antropología
e Historia, debe dirigirse al mismo Instituto. Requisitos y docu-
mentos necesarios para el trámite:
Si es estudiante universitario: oficio Institucional en el cual se
solicite consulta de colecciones de referencia, se indique el
nombre y la situación de estudiante regular, el título del pro-
yecto o la materia para la cual solicita consulta. Si es investiga-
dor: oficio en el cual se solicite consulta de colecciones de re-
ferencia, se indique el nombre del investigador, el nombre del
proyecto al cual se encuentra adscrito y la institución a la que
pertenece, así como la descripción de la metodología a usar en
el laboratorio.
SO L I C I T U D D E L I C E N C I A D E E X P LO R AC I Ó N Y E XCAVAC I Ó N A R Q U E O LÓ G I CA
¿En qué consiste el trámite?. Si usted es arqueólogo o repre-
sentante de una empresa privada o pública y va a realizar un
proyecto de arqueología y requiere solicitar licencia de explo-
ración y excavación arqueológica, debe dirigirse al ICANH. Re-
quisitos y documentos necesarios para el trámite: solicitud es-
crita de la licencia de exploración y excavación, acompañada
de formatos con descripción y resumen del proyecto y la hoja
de vida del arqueólogo(a) a cargo del proyecto.
SA L I DA T E M P O R A L D E L PAÍ S D E P I E Z AS A R Q U E O LÓ G I CAS
¿En qué consiste el trámite?. Si usted es tenedor de bienes
muebles del patrimonio arqueológico y desea adelantar una
exportación temporal, para exhibición en un evento cultural o
LE
GIS
LA
CIÓ
N Y
TR
ÁM
ITE
S56/
para estudios científicos, debe solicitar autorización de salida,
la cual es otorgada por el ICANH, bajo delegación y en coordi-
nación con el Ministerio de Cultura. Se debe tener en cuenta
que el período máximo para dicha exportación es de tres (3)
años (Ley 397 de 1997). Requisitos y documentos necesarios
para el trámite:
1. Carta de solicitud dirigida a la Dirección General del ICANH,
Calle 12 No 2-41, Bogotá D.C., indicando:
a. Motivo de la salida temporal
b. Número del registro de la colección y listado de las piezas
c. Fechas de la exposición o investigación y destino
d. Nombre, dirección y teléfono de las entidades responsa-
bles, tanto en Colombia como en el país destinatario
e. País(es) y ciudad (es) en donde se presentará la exposición
o donde se realizará la investigación y sitio (s) del evento (mu-
seo o institución cultural)
f. Fechas de la exposición o investigación científica
g. Fechas de salida y llegada a Colombia
h. Nombre del curador de la exposición o del investigador a
cargo
i. Nombre, dirección y teléfono de la compañía encargada
del empaque y transporte de las piezas
2. Documentación anexa:
a. Dos (2) juegos de fichas técnicas para exportación tempo-
ral con los datos completos de cada pieza
b. Fotocopias de la cédula:
1) El tenedor o su representante legal y,
2) El encargado de transportar las piezas
c. Descripción técnica de la exposición cultural o propuesta
de investigación científica que demuestre el carácter cultural
o científico del evento y explique su justificación y relevancia
d. Convenio o carta de intención con la entidad que realizará
la exposición o investigación
e. Certificado de póliza de seguros contra todo riesgo
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
59
EN T I DA D E S A LAS C UA L E S AC U D I RPara consultas sobre información general y sobre trámites
relacionados con los bienes pertenecientes al patrimonio ar-
queológico de la Nación, dirigirse a cualquiera de las siguien-
tes entidades públicas:
IN ST I T U TO CO LO M B I A N O D E AN T R O P O LO G ÍA E H I STO R I A - ICANH
Calle 12 No. 2-41 Bogotá, D.C.
Tel: (57-1) 561 9400 / 561 9500 / 561 9600 / 561 9333
www.icanh.gov.co
MI N I ST E R I O D E CU LT U R A DI R E C C I Ó N D E PAT R I M O N I O
Calle 9 N° 8-31 Bogotá, D.C.
Tel: (57-1) 342 0984 Ext. 33 / 40
www.mincultura.gov.co
MU S E O NAC I O N A L D E CO LO M B I A Carrera 7 Nº 28-66 Bogotá, D.C.
Tel: (57-1) 334 8366 Fax: 334 7447
www.museonacional.gov.co
DAS - INTERPOLCarrera 28 No. 17A-00 Bogotá, D.C.
Tel: (57-1) 408 8000 Ext. 4000 / 4018 / 4013
www.das.gov.co
www.interpol.int
LE
GIS
LA
CIÓ
N Y
TR
ÁM
ITE
S58/
CASTELLANOS VALENZUELA, GONZALO / Régimen jurídico del patri-
monio arqueológico en Colombia / Bogotá D.C. / Instituto Co-
lombiano de Antropología e Historia, ICANH / 2003.
CAMPAÑA PATRIMONIO INMATERIAL / Patrimonio inmaterial colom-
biano. Demuestra quién eres / Bogotá D.C. / Ministerio de
cultura - Instituto Colombiano de Antropología e Historia,
ICANH / 2005.
COLOMBIA - CONGRESO DE LA REPÚBLICA / Ley 397 de 1997 (Ley
General de Cultura) / 1997 / Decreto 833 de 2002.
COLOMBIA - MINISTERIO DE CULTURA / Guía para reconocer los
objetos de valor cultural. Bienes muebles / Bogotá D.C. / Cam-
paña nacional contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
2003.
COLOMBIA - MINISTERIO DE CULTURA / Guía para reconocer los
objetos de la época colonial / Bogotá D.C. / Campaña nacional
contra el tráfico ilícito de bienes culturales / 2005.
COLOMBIA - MINISTERIO DE CULTURA - SECAB / Acercamiento a la
valoración y protección del patrimonio cultural mueble. Me-
Bibliografía
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
61
morias de los cursos 2000-2002 / Bogotá D.C. / Campaña na-
cional contra el tráfico ilícito de bienes culturales muebles /
2002.
COLOMBIA - MINISTERIO DE CULTURA - SECAB / Taller de prepara-
ción de la lista roja de bienes culturales en peligro en América
Latina. III Taller regional contra el tráfico ilícito de bienes cultu-
rales muebles / Bogotá D.C. / Campaña nacional contra el trá-
fico ilícito de bienes culturales muebles / 2002.
COLOMBIA - PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN / Protección y
defensa del patrimonio público / Bogotá D.C. / Procuraduría
delegada para asuntos civiles / 2004.
COLOMBIA - PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN - EMBAJADA DE SUIZA / Derecho internacional humanitario. Protección del em-
blema. Protección de bienes culturales / Bogotá D.C. / Instituto
de estudios / 2003.
DRENNAN, ROBERT D. - MORA CAMARGO, SANTIAGO (COMPILADO-RES) / Investigación arqueológica y preservación del patrimonio
en las Américas / México D.F. / Instituto Nacional de Antropo-
logía e Historia.
INSTITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA, ICANH / Ple-
gable: prevención del tráfico ilegal del patrimonio arqueológi-
co / Bogotá D.C. / ICANH / 2005.
GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, VÍCTOR - BARRAGÁN, CARLOS ANDRÉS (EDS.) / Arqueología preventiva en el eje cafetero / Bogotá D.C. / Insti-
tuto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH - FIAN -
FOREC / 2002.
MARTÍNEZ CELIS, DIEGO - BOTIVA CONTRERAS, ÁLVARO / Manual de
arte rupestre de Cundinamarca / Bogotá D.C. / Instituto Co-
lombiano de Antropología e Historia, ICANH - Secretaría de
Cultura de Cundinamarca / 2004.
THERRIEN, MÓNIKA - ENCISO, BRAIDA / Bienes arqueológicos en el
territorio de Colombia (Suramérica) / Bogotá D.C. / Instituto
Colombiano de Antropología e Historia, ICANH - Colcultura /
1995.
BIB
LIO
GR
AF
ÍA60/
Otras publicaciones
Bienes muebles guía para reconocer los objetos de valor cultural. Ministerio de Cultura, 2003
Guía para reconocer los objetos de la época colonial.Ministerio de Cultura, 2003
Segunda edición régimen jurídico del patrimonio arqueológico en Colombia, Gonzalo Castellanos Valenzuela.Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, 2006
GUÍA PARA RECONOCER LOS OBJETOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
63
Cartilla Sistema nacional de cooperación contra el tráfico ilícito de bienes
culturales, una estrategia de cooperación institucional y ciudadana.
Ministerio de Cultura - DAS, Bogotá, Colombia, 2006
Programa de formación, acercamiento a la valoración y protección del patrimonio cultural mueble. Memorias de los cursos 2000-2002 Bogotá / Cartagena / Medellín / Cali / Bucaramanga / Manizales / Santa Marta.Ministerio de Cultura - SECAB, Bogotá, Colombia, 2002
III Taller regional contra el tráfico ilícito de bienes culturales muebles. Taller de
preparación de la lista roja de bienes culturales en peligro en América Latina. Memorias talleres 2002.
Ministerio de Cultura - SECAB, Bogotá, Colombia, 2002
62/
NO DEJES QUE SE FUGUE NUESTRO PATRIMONIO
Top Related