Quinto B Cabo de Gata CEIP Virgen del Mar Almería
Curso 2013/2014
¿Quieres
que te cuente
un cuento?
Fátima
Érase una vez un niño de tercero que se creía muy listo porque siempre sacaba sobresaliente. Sus padres
decían que era el mejor niño de la clase.
Una noche, dijo que era el mejor de todos y se
reía de toda la gente pero un día, sacó un
cero. Toda la gente que estaba enfadada con
él porque siempre se reía de ellos empezó a
reírse de él.
Un día en el patio, pido perdón a todos. Todos
les perdonaron y a partir de ese momento, se
ayudaron entre todos para sacar buenas notas.
¡No sea presumido, mejor ser solidario!
Marii
Érase una vez un monopatín que cada vez que te subías en él, te tiraba y te desconcentraba diciéndote
tonterías.
El monopatín quería un amigo. Un niño le
dijo al monopatín: “te reto a ver si me tiras”.
El monopatín intentó todo pero no lo consiguió
y pensó “¿y si fuera él su mejor amigo?”
“¿Qué podía hacer?”
El niño y el monopatín se hicieron muy
amigos.
¡Los amigos los elijes tú!
Luis
En el Himakinea, un anciano vivía en una montaña. En esa montaña vivía una familia que no paraba de
gritar. El anciano odiaba el ruido así que le pidió al dios de la montaña que esa familia aprendiera a
comportarse con los vecinos.
Al día siguiente, el anciano estaba feliz
porque la familia había aprendido y no
había ruido en la montaña. A partir de
ese día, todos fueron muy amigos.
¡Respetarse es lo más importante!
Mar
Una lavadora que se llamaba Mexicó que era un ser vivo y hablaba tenía un dueño que se llamaba Ricky.
Él tenía una mansión. En esa mansión había una habitación donde estaba Mexicó y ella estaba superharta.
Hasta que un día, empezó a arder y arder y se puso roja y explotó.
Riky se dio cuenta de que podía haber hecho
cosas chulísimas con ella como ir de paseo.
¡Cuida tus cosas!
Pedro
Había una vez una mujer tan presumida que se hizo un casa de espejos para ver siempre lo “guapa” que era.
Había tantos espejos que la mujer se
pasaba las horas mirándose sin parar.
Un día, su reflejo cobró vida y salió del
espejo convirtiéndose en una mujer de
verdad mientras que la mujer se quedó
atrapada para siempre en el mundo de
los espejos.
¡Creerse guapo puede hacer daño!
Mario
Empezó el invierno y no paraba de llover. Salí a la calle para jugar con mis amigos pero como no paraba de
llover, dije:
- ¡Ojalá que lluevan croissants!
Mi deseo se cumplió, pero no llovían croissants
normales, eran monstruos croissants.
Todo Cabo de Gata empezó a gritar y ya no
podíamos soportar tantos gritos. Entonces chillé:
- ¡Deseo que todo vuelva a la normalidad!
Todo volvió a ser normal. Todos los vecinos del
Cabo me decían:
¡Ten cuidado con lo que deseas!
Ángel
Había una vez un cerdo que se llamaba Motocerdo. Vivía en una casa con forma de rampa. Él quería
aprender a montar en moto pero no sabía.
Un día, vio un señor que era entrenador de
motos. Él aprendió a conducir su moto.
Se fue al Freestyle y al ganar le dieron un
cheque de 1.200.000€. Él se compró una
mansión y diez motos. Se hizo su propio circuito
y siempre estaba entrenando.
¡Si algo te gusta, practica mucho y lo conseguirás!
Anisa
En primavera había muchas hojas de colores en los árboles.
A las personas les encantaba tocar las hojas y
ellas estaban ya cansadas de que las molestaran.
Entonces dijo:
- ¡Ojalá que la gente dejara de molestar!
Su deseo se cumplió. Ahora las hojas están más
tranquilas y yo ¡también!
¡Cuida de la naturaleza, forma parte de
nosotros!
Souli
Érase una vez una bella ninfa que se llamaba Martina. Martina era muy lista pero las ninfas y duendes
del pueblo “Bewlate” le veían cara de tonta.
Un día, intentó hablar con la gente pero no le hacían caso
y seguían llamándola tonta. Así que fue a la casa del viejo
“Duensabio” y le dijo:
- Señor Duesabio, ¿Puedes decirle a las ninfas y duendes
del bosque que yo también soy lista? – Preguntó Martina.
- Sí pero tienes que dejar de contar chistes y mejor,
explica porqué el bosque está tan bonito así todos conocerán
tu trabajo y dejarán de pensar que eres tonta – contestó el
duende Duesabio
Así lo hizo y entonces vivió feliz para el resto de su vida.
¡No hagas siempre el payaso porque no te tomarán en serio!
Paula
La familia Lilipuf, una familia como todas, vivía en un mundo de hadas y magos.
Un día nació una niña que no era un hada
sino que era humana. Cuando tenía diez
años encontró el libro genealógico de su
familia.
Empezó a investigar y descubrió que su
tatarabuela era también humana.
¡No importa de dónde vengas o lo qué
sepas hacer, lo importante es el amor!
Ángela
Érase una vez en Cowland, un pueblo de Potaiuskii. Un hombre que se llamaba Mario Jiménez estaba
investigando con Angelito el Diablito.
- ¿Quién había quemado la casa con cerillas?
Las causantes de ese incendio fueron las propias
cerillas revivieron y quemaron la casa.
Esas cerillas eran raras, venían del espacio, eran
verdes, parecían una masa de chicle. No eran
cerillas si no que eran seres vivos que todo lo que
tocaban lo quemaban.
La dueña de la casa compró esa especie rara
creyendo que eran cerillas y le quemaron la casa.
¡Ten cuidado, las apariencias engañan!
Daniel
En verano, un niño llamado Juan vivía en una casa vieja. Al niño le gustaban mucho los pollos.
Se creía que si comía muchos pollos se
convertiría en Superpollo. Se comió uno. Él
se creía que era ya Superpollo así que se
fue a calle a tirarse desde su tejado. Se
tiró y voló. Toda la vida se llamó
Superpollo. También pasaba la vida
salvando a la gente.
Juan ya estaba cansado de volar, así que,
en vez de volar, iba andando.
¡Cree en ti mismo!
Ismael
Una vez, una niña llamada Marta se despertó muy rápido para ir al colegio. Tenía una excursión, iban a
visitar a un científico loco. Cuando subió al autobús se aburrió mucho porque el científico vivía muy lejos, a
una hora de viaje.
En el laboratorio, había un montón de chismes y encima
de la mesa había un huevo enorme y una poción
misteriosa. Dentro del huevo nos explicaron que había un
dinosaurio controlado por el científico. De la poción no
quiso hablarnos ¡A saber qué te hacía!
Cuando las profesoras se fueron, Marta que tenía
curiosidad por saberlo, y ya sabéis que la curiosidad mató
al gato, se la bebió de un trago. Su cabeza creció y
menguó varias veces y al final se vació y ya no supo ni
cómo se llamaba.
¡Sé prudente y no bebas cosas raras!
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