ES.PE.RE: Una experiencia de Justicia, Perdn y Restauracin con personas privadas de libertad Estudio Cualitativo sobre la percepcin que tienen hombres y mujeres privados/as de libertad del C.D.P Santiago Sur y C.P.F San Joaqun, sobre las Escuelas de Perdn y Reconciliacin. (ES.PE.RE)
30/06/2015 Capellana Catlica de Gendarmera de Chile Amelia Del Villar & Francisco Carreo
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Contenido
PROLOGO ......................................................................................................................... 2
Presentacin del Problema: Reincidencia y Reinsercin Social ............................................. 3
Fundamentos de las ES.PE.RE: Cultura Poltica del Perdn y la Reconciliacin y
Justicia Restaurativa como paradigmas de la reintegracin social .................................... 13
Las ES.PE.RE (Escuela de Perdn y Reconciliacin) ............................................................ 17
Lmites y posibilidades de ES.PE.RE .................................................................................. 20
ES.PE.RE. En el contexto Carcelario: ................................................................................. 22
Enfoque de reinsercin, Legislacin Chilena, Derechos Humanos, y Espacio Mandela ........ 22
Presentacin de Objetivos de la Sistematizacin .............................................................. 30
Metodologa ................................................................................................................... 30
Presentacin de Resultados ............................................................................................. 33
Vivir en la Crcel: Caracterizacin de La Crcel desde internos del C.D.P Santiago Sur ....... 33
Evolucin del proceso ES.PE.RE: Construyendo un Nuevo espacio de Confianza y Paz ........ 47
Aprendizajes de las ES.PE.RE ............................................................................................ 65
Aplicacin y Transmisin de ES.PE.RE ............................................................................... 88
Limitaciones para ES.PE.RE ............................................................................................ 104
Conclusiones ................................................................................................................. 109
Bibliografa ................................................................................................................... 111
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PROLOGO
Durante marzo de 2014 y junio 2015, se llev cabo un proyecto indito con personas
privadas de libertad en Chile. Mujeres y Hombres del C.P.F San Joaqun y el C.D.P. Santiago Sur,
participaron en un proceso de revisin y profundizacin de sus propias vidas a partir de la Escuela de
Perdn y la Reconciliacin (ES.PE.RE).
Esta experiencia, impulsada por la Capellana Catlica de Gendarmera de Chile fue
financiada por FOSIS RM y cont con el soporte metodolgico y prctico de quienes integran
ES.PE.RE Chile.
A continuacin, se hace una presentacin del proyecto y cmo se desarroll el proceso,
introduciendo en primer lugar algunas ideas generales que nos ayudarn a conocer tanto el contexto
como las caractersticas de los hombres y mujeres participantes.
En segundo lugar, por medio de la sistematizacin de la intervencin, una presentacin de
cmo el cumplimiento efectivo de la pena y las polticas pblicas de reinsercin pueden ser
enriquecidas a partir del reconocimiento de la trayectoria social y proyectos de vida que adquieren
un nuevo sentido de Dignidad y Restauracin cuando son concebidos a partir de la Cultura Poltica de
Perdn y Reconciliacin.
Con admiracin a los hombres y mujeres que nos permitieron entrar en sus vidas
Con gratitud a los y las Animadores ESPERE
AMELIA DEL VILLAR
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Presentacin del Problema: Reincidencia y Reinsercin Social
Uno de los desafos centrales de los programas de reinsercin social en Chile es evitar la
reincidencia delictual. En el Cdigo Penal de nuestro pas (N 14, 15 y 16) se establece que hay
reincidencia cuando el sujeto que ha sido condenado por uno o ms delitos incurre, despus de ello,
en una u otras conductas punibles. Sin embargo, esta definicin restringe la reincidencia solo a las
personas que vuelven a caer en el sistema punitivo, sin considerar el hecho que se pueden cometer
acciones delictivas sin necesariamente ingresar al sistema a cumplir condena. En general, la jerga
penitenciaria califica de primerizos y reincidentes a personas que por primera vez ingresan al
sistema a cumplir condena y a personas que por segunda o ms veces cumplen condena,
respectivamente. Es un hecho que en nuestro pas la reincidencia es un fenmeno grave y
preocupante que requiere de una poltica pblica ms efectiva.
La distincin entre primerizos y reincidentes si bien es funcional al sistema penitenciario, no
es fiel a la realidad de quienes viven esta experiencia; en primer lugar, calificar de primerizos a
personas que infringen la ley penal y son condenadas por primera vez por los tribunales vez no es
suficiente para describir la realidad delictual de estos condenados, en vista de que muchos de ellos
son jvenes que se iniciaron en la actividad delictual a temprana edad, habiendo pasado antes por
instituciones para adolescentes y jvenes dispuestos por el Estado Chileno en los Centros de
Diagnstico y Tratamiento para menores infractores de ley. Luego, la definicin de reincidencia se
complejiza, considerando que al interior de los centros penitenciarios, quienes cumplen condenas se
ven, en muchos casos, igualmente involucrados en actividades delictivas: rias, peleas, muertes,
trfico de objetos y drogas, abusos, entre otros. Cometer acciones delictivas es ms un continuo, que
algo que se interrumpe o se detiene a partir de la sola condena hecha por los tribunales de justicia.
Hacer esta observacin, es til en trminos de comprender la forma de vida de las personas privadas
de libertad y el circuito ms amplio que rodea su trayectoria delictiva. Volviendo a lo anterior,
cuando se refiere a la actividad delictual (con condena incluida) cometida despus de haber cumplido
una o varias condenas, se habla de reincidencia.
Tal como lo decamos anteriormente, la reincidencia es uno de los problemas ms graves que
aquejan al sistema penitenciario y desafa fuertemente a la sociedad Chilena, en vista de que
actualmente reflejara el fracaso de los intentos de la institucin penitenciaria por reinsertar a
quienes ah ingresan. Atribuirle este fracaso slo al sistema carcelario es discutible, pues la
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delincuencia es un problema multidimensional que depende de muchos factores y en el cual
participan otras instituciones del sistema penal. Quienes administran el sistema carcelario son slo
una parte del eslabn de una cadena de organismos que van desde la detencin hasta la eliminacin
de antecedentes penales y la reinsercin laboral o familiar que depende de la sociedad entera.
Respecto de la discusin internacional que ha habido respecto a los programas para evitar la
reincidencia, en los aos 70, tanto en el mbito acadmico como en el contexto carcelario, exista la
idea que nada funcionaba en trminos de programas de reinsercin social, sin embargo esto fue
refutado en los aos 80 por otro grupo de acadmicos que demostr que haba cierto tipo de
prcticas basadas principalmente en el enfoque cognitivo conductual y en las teoras del aprendizaje
social que generaban un impacto en la reincidencia delictual (Droppelmann, 2010). A partir de estos
estudios, es que en los aos 90 se instal el paradigma de los principios de las practicas efectivas,
que contenan una serie de elementos claves que aumentaban la posibilidad de impacto en evitar la
reincidencia delictiva (Droppelmann, 2010). Sin embargo la discusin sobre la efectividad de estas
intervenciones sigue instalada.
Un estudio publicado por la fundacin Paz Ciudadana en el ao 2012, sobre reincidencia en
Chile, seala que de aquellos que egresaron de las crceles el ao 2007, el porcentaje de reincidentes
fue de un 50,5% en menos de tres aos del egreso. En trminos de reincidencia, se han estudiado
ciertos factores que pueden influir en los niveles de reincidencia: sexo, edad, tiempo de reclusin,
tipo de delito cometido y tiempo en libertad. A la hora de segmentar por gnero a la poblacin
reclusa, se observa que no se presenta mayor diferencia en este aspecto, dado que el 54,6% de las
mujeres que estaban privadas de libertad eran reincidentes y 50,5% de los hombres privados de
libertad eran reincidentes. En este estudio se seala que a mayor edad, la reincidencia va
disminuyendo, pues para el ao 2007, del total de egresados del sistema penitenciario que tenan
entre 18 y 23 aos, el 64% reincidi al menos en una oportunidad despus del egreso, cifra que
disminuye para personas que tienen entre 24 y 29 aos, a un 56%.
Como una de las causas que afecta a reincidir, se observ que el tiempo de reclusin es una
variable que incide en la posibilidad de aquello: se seala que personas que estuvieron privados de
libertad en un perodo inferior a 3 aos, presentan una mayor proporcin de reincidencia que
aquellos que tienen condenas ms elevadas. Sin embargo, esta relacin es discutida en la academia y
no existe un consenso sobre la relacin que hay entre reincidencia y aos de condena. Hay algunos
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que sostienen que la crcel funcionara ms bien como una escuela del delito y por lo mismo
aumentara las posibilidades de reincidir mientras ms aos de condena se cumplan, otros
investigadores han observado que a menor condena, menor reincidencia.
Otros investigadores, han establecido que la reincidencia es especfica de cada infractor, y por
lo mismo depende de la edad que tenga, tipo de delito, condenas previas, etc. (Paz Ciudadana, 2012).
Otro factor que podra afectar la reincidencia es la tipo de delito cometido al ingresar al
sistema penitenciario: las personas que cometeran cierto tipo de delitos, seran ms propensas a
reincidir (no necesariamente cometiendo el mismo delito por el cual fue condenado la primera vez):
quienes cometieron hurtos (68%), Robos no violentos (61%), otros contra la propiedad (59%), son los
ms propenso a reincidir. Sin embargo el delito con mayor reincidencia es el hurto (71%), delitos de
drogas (54%), Robos no violentos (52%) entre otros. El delito de hurto, en efecto, es el delito que
mayormente se comete en relacin a los otros tipos de delito denominados contra la propiedad.
Por ltimo, el mismo estudio de Paz Ciudadana indica cmo afecta la variable del tiempo,
una vez que se egresa del sistema carcelario, en el fenmeno de la reincidencia. Los primeros 12
meses despus del egreso es cuando los infractores son ms vulnerables a volver a delinquir: el 25%
de los egresados reincide en los primeros 97 das de su libertad, el 50% reincide en los primeros 248
das y el 75% delinque durante los primeros 526 das. (Paz Ciudadana, 2012).
Hoy en Chile se trabaja con un modelo de intervencin con privados/as de libertad que
intenta detectar los factores que podran indicar el riesgo de reincidencia un hombre o mujer
condenado/a. El modelo determina aquellos factores estticos que determinan la reincidencia, que
no son posibles de revertir bajo ninguna circunstancia. Unido a lo anterior, determinar los factores
dinmicos que pueden afectar los niveles de reincidencia si son intervenidos. Son estos factores
como ya se dijo- los que Gendarmera de Chile, a travs de los programas de reinsercin disponibles,
buscan abordar y trabajar.
En efecto, el modelo de Reinsercin Social adoptado por Gendarmera de Chile, conocido
como Modelo de Riesgo, Necesidad y Disposicin a responder de Andrews- Bonta bajo el marco
de una teora del aprendizaje social y cognitivo del comportamiento criminal (Pantoja & Weinborn,
2009), establece el marco de principios para fortalecer los programas de intervencin en los penales.
Hay dos principios fundamentales: el de riesgo y necesidad: El principio de riesgo afirma que la
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reincidencia puede ser reducida si el nivel de las prestaciones entregadas al infractor es proporcional
al riesgo de reincidencia del individuo(Pantoja & Weinborn, 2009), y el principio de necesidad, indica
que el tratamiento en penales se debe centrar en las necesidades crimingenas, que son factores de
riesgo dinmicos (modificables) que estn relacionados con el comportamiento de la persona
intervenida (los factores de riesgo estticos son aquellos factores que no cambian con una
intervencin: historia delictual, edad del infractor, historia familiar etc.)
Se han reconocido 7 factores central del modelo de Riesgo/Necesidad: Personalidad antisocial
(impulsividad, agresividad, irritacin); Actitudes pro criminales (actitudes negativas ante la ley);
Apoyo social para el delito (rodearse de un mundo criminal); Consumo de sustancias; Relaciones
familiares; Escuela y Trabajo; Actividades recreativas pro sociales. Para trabajar estos 7 factores, la
intervencin debe estar centrada en generar las habilidades necesarias para contrarrestar los
factores de riesgo. (Ver Tabla) Si los programas de reinsercin tiene por objetivo abordar 4 de 7
necesidades crimingenas la reincidencia se reduce en un 30% (Pantoja & Weinborn, 2009).
Factor de Riesgo/Necesidad Indicadores Objetivo de la intervencin
Personalidad Antisocial
Impulsividad, agresividad,
irritacin
Construccin de habilidades para
el autocontrol, manejo de la rabia
y de impulsos.
Actitud Pro criminal
Actitudes negativas hacia la Ley
Construccin de una identidad
pro social, fomentar actitudes pro
social.
Apoyo social para el delito
Amigos criminales y aislamiento
de persona pro sociales
Reemplazar amigos
Consumo de sustancias
Consumo abusivo
de alcohol y drogas
Reducir el consumo
Relaciones familiares
Relaciones familiares dbiles,
poco monitores parental
Ensear habilidades parentales,
fomentar el vnculo y el cuidado
por el otro.
Escuela/ Trabajo
Bajo desempeo
Fomentar habilidades de trabajo
y estudio, de relaciones
interpersonales dentro del
contexto de escuela y trabajo
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Actividades recreativas Ausencia de actividades de ocio
pro sociales
Fomentar la participacin en
actividades recreativas
El principio de disposicin a responder, refiere a que las intervenciones que se centran en el
aprendizaje social, son las ms efectivas para ensear comportamientos a las personas, con
independencia del tipo de comportamiento. La disposicin a responder especfica, indica que las
intervenciones de tratamiento deben considerar las fortalezas/competencias personales y los
factores biopsico (personalidad) sociales de los individuos. El tratamiento debiera adaptarse a esos
factores, en la medida que ellos tienen el potencial de facilitar u obstaculizar el tratamiento. (Pantoja
& Weinborn, 2009).
Las estrategias de aprendizaje social operan en relacin a dos principios: Principio de relacin
(establecer una relacin de trabajo clida, respetuosa y colaboradora con las personas intervenidas)
y principio de estructura (influenciar actitudes pro social mediante el reforzamiento, resolucin de
problemas, modelaje, etc.) el tratamiento debiese adaptarse tanto a las fortalezas personales y
factores psicosociales de las personas. Si quienes participan en la intervencin tienen, habilidades
verbales limitadas, pensamiento concreto, el programa debe promover el pensamiento abstracto y
fomentar la prctica conductual de este, buscando formas que generen motivacin. (Pantoja &
Weinborn, 2009).
Otros autores han propuesto abordar el tratamiento de Pensamiento criminal (Ross et al), esto
significa, generar un entrenamiento de habilidades cognitivas que ayude a los participantes del taller,
a reconocer ciertos errores de juicio que los han llevado a realizar prcticas delictivas. Esto se basa
en la idea de que los infractores de ley no han sido socializados en el aprendizaje de valores,
actitudes y habilidades sociales necesarias para vivir en ajuste con la sociedad y por lo tanto estas
habilidades pueden ser enseadas (Pantoja & Weinborn, 2009). Esto promovera una mejora en las
relaciones interpersonales, resolucin de problemas y evasin del conflicto. En base a lo anterior es
que se han implementado programas de habilidades de pensamiento cognitivo, que han logrado
reducir: la impulsividad, pensamientos fatalistas, conductas antisociales, han fomentado el
pensamiento creativo, pensamiento crtico, disminucin del egocentrismo y desarrollo de empata,
entre otros.
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A partir del enfoque de la terapia conductual (aprendizaje de comportamientos) y cognitiva
(patrones de pensamientos afectan emociones), es que se han propuesto tcnicas para el
tratamiento de las necesidades crimingenas y se han identificado problemas que deben ser
trabajados en la intervencin:
Dficit Tratamiento Habilidades y estilos cognitivos: Ausencia de empata y adecuada resolucin de problemas
Entrenamiento de Empata: Ejercicios para tomar el lugar del otro, inversin de roles
Entrenamiento en la Resolucin de problemas: identificar problemas, diferenciar los hechos, pensamientos y sentimientos, fomentar reflexividad y no la impulsividad.
Razonamiento Moral Modelaje de ejercicios morales y debates para fortalecer el razonamiento moral.
Habilidades Sociales Construccin y mantencin de relaciones funcionales: entrenamiento de la asertividad, relajacin, inversin de roles, resolucin de problemas.
Recursos internos Fomentar un bueno auto concepto de los participantes: centrarse en atributos y aspiraciones positivas, resolucin de problemas, habilidades sociales.
En base a lo anterior, el programa de intervencin psicosocial de Gendarmera de Chile,
establece cuatro objetivos principales: 1. Entrenar habilidades cognitivas, emocionales y sociales; 2.
Evaluar los costos y beneficios de redes sociales ligadas al delito; 3. Entrenar el razonamiento crtico
y resolucin de problemas; y 4. Entrenar el manejo de la ira y la impulsividad.
Si bien lo ya expuesto refiere a los factores que afectan a los individuos que reinciden, es
importante analizar la reincidencia tambin como un fenmeno que est siendo abordado por la
institucin penitenciaria. Esto por dos motivos: porque se intenta su disminucin a travs de la oferta
de reinsercin existente, y porque las condiciones de vida carcelaria afectan el estilo de vida que
tienen los internos, sus hbitos y sus tendencias a mantener o disminuir actividades delictivas al
interior de un penal. Es importante analizar con altura de miras la labor que en trminos de
reinsercin lleva a cabo la institucionalidad, y desde ah ver de qu manera se est abordando el
problema de la reincidencia.
El estudio de Condiciones de Vida Carcelaria, realizado por el Instituto Nacional de Derechos
Humanos y publicaciones de la Fundacin Paz Ciudadana (INDH, 2013), ha establecido que el sistema
penitenciario Chileno carece de una poltica clara de reinsercin en los establecimientos penales. La
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oferta de reinsercin que existe consiste en intervenciones aisladas que no necesariamente
corresponden con las necesidades (Droppelmann, 2010) (INDH, 2013). Dropplemann (2012) seala
que la oferta de educacin bsica abarca el 58% de los recintos penitenciarios, mientras que la
educacin secundaria a un 41%, mientras que la oferta laboral es muy escasa. El ao 2013, segn el
informe anual de la Subdireccin Tcnica de Gendarmera solo 1432 personas (de un total de 53.332)
trabajaron bajo las condiciones el cdigo laboral. Los CET Semiabiertos (Centros de Educacin y
Trabajo) el mismo ao 2013 slo ofrecan 935 plazas; los CET cerrados 1141 plazas. Hasta el ao 2013
los cupos para el apoyo en Sistema Post-Penitenciario fue de 831 usuarios a travs del programa de
Intervencin Psicosocial Individual y del programa Hoy es mi tempo a travs de los Centros de
Apoyo para la Integracin Social (CAIS). Otro dificultad que tiene el sistema penitenciario en relacin
a la reinsercin, es que no hay instancias de evaluacin psicosocial una vez que el interno ingresa, y
tampoco hay contacto con los profesionales del equipo tcnico antes de que un interno cumpla las
condiciones y requisitos para acceder a un beneficio penitenciario (INDH, 2013) (Se puede acceder a
beneficio Intrapenitenciario cumpliendo ciertos requisitos y estando a un ao del cumplimiento de la
mitad de la condena). Esto pone en evidencia tres carencias del sistema: a. La falta de una mayor
cobertura en el tratamiento individual para la reinsercin; b. la falta de dotacin profesional en los
equipos tcnicos que se dediquen a esta labor, c. la falta de oferta de actividades laborales o de otra
ndole que favorezcan la reinsercin social.
En relacin a la oferta laboral, para el ao 2013, solo un 31% de las personas privadas de
libertad particip en actividades laborales: un 55,5% en modalidad de artesanos, y un 16,8%
trabajando como mozos (manipulacin de alimentos, aseo y mantencin) para gendarmera. El resto
trabajo en los CET o en alguna labor productiva vinculada a una empresa. (Informe Subdireccin
Tcnica 2013).
La modalidad de artesano, corresponde a talleres autogestionados, donde su realizacin
depende de permisos que entrega gendarmera (para entrar materiales principalmente) que en
reiteradas ocasiones resulta un impedimento para su adecuada realizacin y en contados casos se
observ que la institucin fuera la proveedora de materiales o herramientas para la realizacin de
ste tipo de talleres.
En relacin a los programas educacionales, hay oferta en numerosas unidades penales, sin
embargo los cupos son limitados y se reservan para las personas que tienen buena conducta, o que
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quieran comenzar con este proceso y as poder postular a beneficios. En general la oferta de
programas laborales, educacionales y psicosociales es escasa, no tienen un diseo coherente y
estructurado desde la institucin, son de difcil acceso, y por lo general excluyen a la poblacin con
mayor compromiso delictual.
Finalmente, es importante destacar un ltimo factor que influye en el desarrollo de las
posibilidades de reinsercin: las condiciones de vida carcelaria afectan de manera importante las
relaciones, el estado emocional, salud fsica y mental, etc. Por lo mismo, es importante considerar
cmo la misma infraestructura y condiciones de vida, contribuyen o no a que la crcel sea un espacio
de rehabilitacin social.
En un estudio sobre de Percepcin de calidad de Vida Penitenciaria, realizado por la Unidad
de Derechos Humanos de Gendarmera de Chile el ao 2014, se establece que uno de los principales
problemas que tienen las crceles en nuestro pas son el hacinamiento, la sobrepoblacin y la
insuficiente inversin en infraestructura. En las crceles Chilenas, el ndice de sobrepoblacin
nacional es de 113%, existen 7 crceles que sobrepasan el umbral de hacinamiento critico (120%),
entre ellas el C.D.P. Santiago Sur, que tienen el mayor ndice de sobre poblacin de un 202%.
En el informe de la Comisin de la Reforma Penitenciaria, liderado por el ex Ministro Carlos
Maldonado (marzo 2010) se verifican con claridad los problemas de hacinamiento y sobrepoblacin,
el aumento de la poblacin penal, la baja inversin en infraestructura, el demasiado nfasis
institucional en la seguridad, la carencia de adecuados de planes de reinsercin, presupuesto sin
resultados demostrables, falta de gestin entre otras cosas.
De lo anterior, la sobrepoblacin est en directa relacin con el deterioro del espacio fsico en
el que estn los internos/as, la falta de higiene, privacidad, servicios de salud sobrecargados,
aumento de tensin en el ambiente y como consecuencia ms violencia entre internos y personal de
gendarmera (INDH, 2014). Lo anterior, como se indic ms arriba, con el hecho de que el foco de la
inversin en gendarmera se destina a la seguridad en desmedro de otros aspectos relevantes para el
mantenimiento de un recinto Penitenciario. (INDH, 2014) (Droppelmann, 2012).
Una de las consecuencias de la sobrepoblacin penal es el hacinamiento, que se ve agravado
por carecer de una adecuada infraestructura fsica, lo que afecta directamente las condiciones de
vida de los internos, tanto en trminos materiales como en aspectos psicolgicos y humanos. A su
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vez este deterioro disminuye las posibilidades de acceder a beneficios penitenciarios, influyendo en
los niveles de violencia delictiva intrapenitenciaria, y reduciendo la posibilidad de los privados de
libertad de integrarse socialmente. (INDH, 2014).
Respecto a la existencia de maltratos al interior de las crceles, los resultados de la misma
encuesta sobre Percepcin de Calidad de Vida Penitenciaria arrojaron que un 44% de los internos
reporto haber sufrido maltrato psicolgico por parte de funcionarios, y que un 33% declaro haber
sufrido maltrato psicolgico por parte de otros internos. En relacin al maltrato fsico el promedio
nacional de quienes declaran haber sufrido maltrato fsico de otros internos, fue de 21% y por parte
de funcionarios un 38%. En relacin a el uso de celdas de castigo, allanamientos y tortura, se observ
que un 36% de los internos contestaron que si se hace uso de celda de castigo en su recinto penal, un
21% declara haber sufrido tortura (teniendo en cuenta que se entiende tortura cmo algo diferente a
pequeos maltratos, entre ellos: golpizas, desnudez forzada, gas en los ojos, entre otros) y un 51%
declaro haber sufrido robos o daos en sus pertenencias personales durante un allanamiento.
Estos datos dan cuenta de que el ambiente carcelario est lejos de promover la reinsercin,
y lo que propicia son prcticas agresivas tanto entre los internos como entre funcionarios e internos.
Este contexto puede ser tan nocivo, que ao a ao genera muertes, ya sea por rias entre internos o
suicidios, en los ltimos cuatro aos (2011- 2014) han muerto 558 personas al interior de los recintos
penales, la primera causa de muerte es enfermedad (273), luego rias o agresiones entre internos
(192) y en tercer lugar suicidios (79); (Reportaje La Tercera, Febrero 2015).
Se hace indispensable generar instancias de renovacin y mejoras fundamentales en los
recintos carcelarios. Es necesario promover la creacin de espacios libres de violencia, donde se
respete la integridad fsica y mental de las personas privadas de libertad; propiciar esas condiciones
es fundamental para la ejecucin de planes de reinsercin. En un ambiente donde no hay
condiciones mnimas para la calidad de vida, el trabajo por la reinsercin se hace an ms complejo,
y las posibilidades de ofrecer alternativas de trabajo, educacin, de formas de vida alejadas del delito
y nuevas visiones de mundo a las personas privadas de libertad se ven reducidas.
El mundo delictual es complejo y nocivo - tanto para quienes viven en el como para la
sociedad completa -, que merece toda la atencin de las instituciones gubernamentales
responsables de garantizar los derechos de las personas privadas de libertad. Es necesario pensar en
nuevas estrategias e instituciones que verifiquen el cumplimiento efectivo de las penas y adecuados
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mecanismos de Reinsercin: no solo desde el castigo, o desde el mbito laboral y funcional, si no
desde la posibilidad de la Restauracin Humana y Social de quienes viven en el contexto antes
descrito: entregar la posibilidad de revisar y comprender las acciones cometidas y al mismo tiempo
permitir a quienes cumplen condenas, la posibilidad de restaurar los vnculos deshechos, tanto con la
sociedad y con su crculo social personal.
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Fundamentos de las ES.PE.RE: Cultura Poltica del Perdn y la Reconciliacin y
Justicia Restaurativa como paradigmas de la reintegracin social
Chile es uno de los pases con ms altos ndices de desigualdad social, tanto as, que en los
informes de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas, esta situacin es catalogada como
grosera, siendo definidas las desigualdades como disparidades hirientes. Una de las
manifestaciones de esta desigualdad, se observa en los niveles de exclusin que se generan en los
grupos ms desaventajados de nuestra sociedad.
Respecto a la poblacin privada de libertad, es posible sealar que este grupo se caracteriza
por una trayectoria social marcada por la segregacin y exclusin. No es solo por su situacin
procesal, la biografa de la mayora de quienes estn privados de libertad, est marcada por la
exclusin en distintos mbitos: educacional, familiar, urbana y laboral: Un 87% de la poblacin penal
no tiene educacin escolar completa, un 38% no tena un trabajo legal antes de entrar en prisin, un
64% abandon el hogar antes de los 18 aos, un 68% tuvieron madres privadas de libertad en su
infancia o adolescencia. A su vez un 50,5% de las personas que estn privadas de libertad,
cometieron delitos en contra de la propiedad, y un 50% de quienes estn privados de libertad,
declaran que cometen delitos para traer dinero al hogar (Paz Ciudadana, 2015).
Estos datos permiten entender que quien delinque proviene de un contexto de vulnerabilidad,
desproteccin y carencias. Son quienes estn excluidos de la sociedad, y a su vez, son quienes buscan
participar de la misma por medio de estrategias o formas de sobrevivencia que tienen por objetivo
estar incluidos: una de las estrategias de los excluidos para participar en la sociedad, es la realizacin
de acciones delictuales que se relacionan directamente con el fenmeno de la violencia.
Lo anterior, da cuenta de la relacin que existe entre las dinmicas de exclusin social y los
fenmenos de la violencia; en esa dialctica la sociedad completa se deteriora: pues se debilita la
cohesin social y se crean situaciones conflictivas que generan violencia y sociedades enfermas.
(Kliksberg, B.; 2011). La exclusin social pone en riesgo el tejido social y cuando este riesgo se activa,
se originan diversos procesos donde las causas subjetivas de la violencia (la rabia, el resentimiento y
la impotencia) podran ser canalizadas por medio de diversas demandas de derechos sociales, de
respeto a grupos excluidos, minoras, etc.
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En las fisuras de la cohesin social dado por esos factores subjetivos, se instala la violencia
como un tipo de interaccin humana que se expresa en conductas o situaciones que provocan o
amenazan con instalar, daos o sometimientos graves a un individuo o a una colectividad, que los
afectan de tal manera, que limitan sus potencialidades presentes o futuras.
Es en este contexto de quiebres y fracturas de lo social, donde el Perdn Poltico adquiere
relevancia social, pues evocando la idea de Hannah Arendt, el perdn posee dos facultades
esenciales para los seres humanos: a. Desarrollar y mantener promesas (acordar pactos) y b.
Perdonar y ser perdonado. Esto dota, nutre y genera significaciones desde la dimensin poltica ante
fenmenos como la delincuencia, ya que estas actividades ponen en jaque la voluntad poltica de
vivir junto con los dems, siendo el perdn un fundamento de las habilidades para ingresar y
sostener las sociedades polticas (Narvez, L.; 2010). El perdn es una de las ms grandes
capacidades humanas y quizs, la ms valiente de las acciones en la medida que intenta lo
aparentemente imposible: consigue llevar a cabo un nuevo comienzo, en donde todo pareca haber
concluido en el resentimiento y deseos de venganza (Arendt, H.; 2005).
El perdn en clave poltica, contiene responsabilidades colectivas donde se requieren dos
elementos: Sentirse responsable por los actos que no se cometieron y que esa responsabilidad se
debe a que la persona obligatoriamente es miembro de un colectivo humano. Lo puntos anteriores,
permiten afirmar que las responsabilidades son siempre polticas cuando una comunidad asume los
actos cometidos por uno de sus miembros, o bien si esos actos son cometidos en su nombre.
Entonces, es posible establecer una estrecha relacin entre persona y comunidad, evidenciada por la
imposibilidad de desentenderse de los actos u omisiones que afecten a sus miembros e instituciones;
lo llamativo de este planteamiento, estara en la afirmacin de que la responsabilidad poltica tiene
una connotacin superior hacia el estado del mundo, que se comparte con otros seres humanos en
una realidad caracterizada por la diversidad y pluralidad.
Resulta fundamental precisar, que desde la Cultura Poltica del Perdn y la Reconciliacin, el
perdn se dirige a la persona y no al acto, ya que no se puede perdonar un asesinato, se perdona al
asesino, lo que connota la posibilidad de no sentenciar la historia de las personas en los actos que
hayan cometido. De este modo, el perdn es un mecanismo regulador de la vida pblica, esencial e
inseparable que aporta un juicio que en definitiva es una apuesta ante la posibilidad de recomenzar.
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El perdn tiene que ver entonces con la ofensa/culpabilidad aceptada como resultado de la
inevitable limitacin humana; que supera tanto la irreparabilidad de una ofensa como la
imprescriptibilidad por parte de la justicia criminal y la imperdonabilidad por parte del juicio moral.
Esto es reconocido como el carcter tico del perdn, en la cual se subraya como hecho
fundamental que todo es perdonable excepto el crimen contra el espritu, pues mientras la ley se
focaliza en los actos, el perdn est centrado en las personas. (Derrida, J.; 2001)
Es en esta radicalidad donde es posible explicitar la funcin social del perdn a partir de la
recuperacin de un potencial que permite la restauracin y construccin de identidades, facilitando
encuentros de solidaridad con los dems, tanto si estn conectados a las agresiones o no. De este
modo, el perdn se proyecta como accin social y poltica que desentraa la lgica social colectiva,
inherente a todo intercambio humano restaurando los lazos de cohesin social rotos por la ofensa y
de manera definitiva, convirtindose en una de las formas ideales de restauracin de tejido social.
Lo anterior exige un esfuerzo educativo por introducir la actitud de superar el mal con el
bien, pues pretende romper la dinmica del enfrentamiento violento, cambiando cualitativamente
las relaciones entre las personas e instituciones, planteando convivencias nuevas y positivas. En las
Escuelas de Perdn y Reconciliacin, hemos compartido con hombres y mujeres privados de libertad
la idea de que el perdn poltico no es evasin ingenua o cobarde de los problemas, ni
desconocimiento de la realidad sociopoltica; tampoco es la renuncia a los derechos legtimos de las
personas y de los pueblos, ni indiferencia ante las injusticias; es la capacidad de construir el futuro
eliminando el odio, la venganza y la exclusin. (Vandevelde, P.; 2011)
Hoy en da el modelo de justicia que se aplica establece una relacin entre el infractor y la
sociedad a travs de los organismos del Estado que imponen una sancin. En este proceso se
pretende que el victimario cambie su comportamiento a partir de la experiencia de reclusin. Sin
embargo, los resultados no son del todo satisfactorios y el endurecimiento de las penas, que es una
de las opciones que se han implementado, no llega a ser verdaderamente un elemento preventivo
del delito (Barnett, 2005). Las razones para dicho fracaso pueden ser varias, una de las principales es
que el infractor no llega a sentir los verdaderos alcances de su accin ni a comprender de qu
manera ha daado a la vctima y a la sociedad, pues el nivel de abstraccin es tal que la vctima es
borrada del proceso y se convierte en un elemento probatorio de la culpabilidad del victimario.
16
Como alternativa, la Justicia Restaurativa plantea que los delitos ocurren en el seno de una
comunidad y en contra de sus miembros; en ese sentido, el que se asuma la triada entre delincuente,
vctima y sociedad, es un procedimiento que facilita procesos ms eficaces, por cuanto sensibiliza al
infractor del dolor y los alcances de sus actos. En ese sentido Friday (2000, 35) seala: La Justicia
Restaurativa condena el acto delictivo, mantiene la responsabilidad de los delincuentes, involucra a
los participantes y alienta el arrepentimiento del infractor, para que trabaje en forma activa en su
reingreso de manera honrada a la sociedad. Es importante sealar que la Justicia Restaurativa
puede ser entendida tambin como una filosofa de vida, que se aparta de la cuestin tcnica
procedimental que apuesta por el fortalecimiento de una tica de la convivencia. Por ello, de manera
opuesta a lo que la Justicia Penal tradicional propone, busca en concurso con la vctima, victimario y
comunidad, cimentar las bases de la paz en un contexto mayor que denominamos Cultura Poltica de
perdn y Reconciliacin.
No hay un modelo nico de Justicia Restaurativa, ya que atiende aspectos sociales,
psicolgicos, jurdicos y culturales presentes en el delito, por tal, debe ser diseada para responder a
las particularidades de cada grupo social, pero ello no implica desconocer los principios que la
relacionan directamente con la experiencia de las ESPERE. Segn Pearson (2004), estos son:
Participacin voluntaria y activa, Respeto mutuo, Honestidad, Humildad, Recuperacin de relaciones,
Aceptacin de responsabilidad, Empoderamiento y Esperanza para el futuro.
Respecto a ES.PE.RE, debemos sealar que son el corazn de una propuesta de Cultura de Paz
creada por la Fundacin Para la Reconciliacin que se implementa en la ciudad de Bogot el ao
2002. Proyecto que gradualmente se ha expandido a otras ciudades de Colombia y a distintos pases
de Amrica, Europa y frica; llega a Chile el ao 2006 a la Comunidad de San Cayetano, Poblacin La
Legua. Quienes adoptan y realizan las ES.PE.RE, dedican todos sus esfuerzos por promover la teora y
la prctica del Perdn y la Reconciliacin como fundamento seguro para la transformacin de los
conflictos y de las prcticas violentas de las personas y las comunidades; buscando de este modo,
contribuir a la construccin de culturas de convivencia y paz sostenibles.
17
Las ES.PE.RE (Escuela de Perdn y Reconciliacin)
Las Escuelas de Perdn y Reconciliacin ES.PE.RE - son una propuesta de trabajo
comunitario, donde los participantes, bajo la gua de un Animador, construyen lecturas ticas acerca
de las rabias, odios, rencores y deseos de venganza provocados por las agresiones recibidas y/o
realizadas, facilitando la conversin de aspectos emocionales que atan a quienes son
agredidos/agresores a los repertorios del resentimiento y el trauma sin solucin de continuidad, de
salida y superacin del mismo. Se considera que ninguna de las contradicciones humanas amerita
soluciones violentas o el uso de la venganza, mucho menos permanecer en la pasividad ante las
dolorosas consecuencias de las agresiones, de tipo psicolgico, social, cultural y poltico.
Cules son las razones que fundamentan la necesidad restaurativa y poltica del Perdn y la
Reconciliacin? La Fundacin para la Reconciliacin ha planteado el Perdn y la Reconciliacin a
partir de dos criterios: uno humanitario y el otro poltico cultural. Desde la perspectiva humanitaria el
proceso tiene por finalidad brindar la oportunidad, a quien ha padecido una ofensa, de compartir con
otros sus relatos derivados de la misma, compartir que se lleva a cabo dentro de una serie de pasos
denominados ordenamientos y enmarcamientos, que vienen a ser cada uno de los mdulos de una
Escuela de Perdn y Reconciliacin ES.PE.RE. Esta puesta en comn permite construir valores de
significado acerca de un evento que genera malestar. El criterio poltico cultural define a la ES.PE.RE
como un espacio comunitario para la reconstruccin moral de la ofensa, comprendida como ruptura
de uno o varios lazos de cohesin social en trminos ticos y de derechos, aspecto que sugiere el
proceso como una dinmica de construccin de cultura poltica. Aclarar estas perspectivas, definirlas
e involucrarlas en el repertorio del conocimiento pensado y sentido de los participantes es el
propsito que anima la realizacin de esta propuesta.
Entre algunas de las razones que hemos difundido acerca de la importancia del Perdn, estn
las del bienestar en el desarrollo humano, sabiendo que, como lo expresa bien una frase
Shakespeare, Sentir odio y deseo de venganza es como tomar veneno y esperar que el otro se
muera. Esta ser una razn que se extiende en beneficio de la construccin de capital social en
tanto una persona que recupera el equilibrio emocional, que reconstruye su identidad en trminos
de dignidad, renueva su potencial de intercambio e interaccin social, en un mundo en donde las
relaciones sociales, la participacin social y comunitaria son fundamentales para la vida misma.
18
Sobre la Ofensa
La persona herida produce narrativas acerca de la ofensa que sirven de soporte para su
aislamiento de los intercambios sociales, narrativas que tienden a generalizarse a otros miembros de
su grupo (familia, barrio, pas), de este modo el grupo pierde en trminos de capitalizacin social y
en consecuencia, cuando uno de sus elementos constitutivos se retira, se asla como secuela de la
agresin sufrida.
ES.PE.RE ofrece una nueva narrativa de la ofensa, donde el trauma se ha establecido como
una fijacin, como repeticin de lo mismo, y al proceso de Perdn se le ha interpretado como una
forma de restauracin, que es posible gracias a la manera en que en el proceso de Perdn, un
participante encuentra una serie de movimientos y ejercicios (emocionales, tericos, prcticos y
narrativos) que le permiten volver sobre las secuelas de la ofensa, compartiendo en el grupo la
versin que sobre su personalidad, como huella, ha dejado la ofensa y que en tanto la comparte con
sus compaeros a travs de un ejercicio de escucha activa, logra construir narrativas de liberacin y
restauracin interior.
Esta es la mocin que permite a los participantes no solo volver sobre la senda de su propia
experiencia, sino adems, volver sobre las escenas de sus compaeros de grupo, facilitando
elementos analgicos a cada uno de los participantes que sobrepuestos a su propia versin de la
ofensa, logran efectos resilientes de elasticidad en la apreciacin de la ofensa recibida.
En sntesis, existe en las ES.PE.RE una manera de poner en escena el texto propio que sobre
la agresin trae cada uno de los participantes, entrecruzndose con textos antes desconocidos para
l. Esta es una forma de construccin colectiva de nuevas narrativas, de catarsis individual y catarsis
colectiva. Es una nueva narrativa del individuo herido y una nueva narrativa del colectivo que se
identifica en el entrecruzamiento de historias y diferencias de forma, disueltas por la similitud de la
tragedia. Red de similitudes que desdibujan la diferencia centrada en el individuo, identificndose
con otro que supera el confinamiento individual de las historias compartimentadas por el secreto del
dolor y el resentimiento.
19
Sobre el Perdn y Reconciliacin
El perdn es potenciacin de relaciones sociales pro-activas de grupo, an sin referencia al
agresor o su grupo; en este sentido, el perdn propuesto en las ES.PE.RE es diferente a otros
enunciados. Aqu el perdn estar siempre sugerido a la recuperacin de la potencia interior,
potencia que facilita la construccin de identidad, potencia que facilita el encuentro solidario con los
otros vinculados o no a la agresin. Se introduce entonces, el enunciado de la Reconciliacin como
elemento social de intercambio con el ofensor, en el que los principios que rigen una relacin se
expresan en trminos de Derechos Humanos.
Si en el significado convencional del Perdn, llega ste a interpretarse como re parar, volver
a juntar; en las ES.PE.RE, este significado se ha desligado en dos momentos diferentes en el tiempo y
en el mtodo, uno de nfasis psicosocial (Perdn) y el otro ms centrado en el intercambio social No-
violento (Reconciliacin): reparar personas y reparar relaciones. As, si el Perdn es el movimiento
interior de reconstruccin que habilita la restauracin del intercambio social, habiendo recuperado
en primera instancia el potencial individual para el intercambio social perdido como consecuencia de
la agresin, la Reconciliacin promueve grados posibles de encuentro (coexistencia, convivencia y
comunin), soportados en la Construccin de Principios, tica, Restauracin, Dilogo, Acuerdo y
Celebracin.
ES.PE.RE: Nuevas narrativas para la ofensa y el perdn
La rabia, el rencor y los deseos de venganza son repeticin de lo mismo. Encadenan a sus
vctimas al pasado y bloquean el camino al futuro. Son un laberinto que debe ser resuelto para
liberar el espritu, para soltar la personalidad a la creatividad y el disfrute de la vida. An ms, para
reivindicar con la fuerza plena del espritu tranquilo las reparaciones necesarias en los escenarios de
la justicia.
Las ES.PE.RE cuentan con metodologa innovadora para la construccin de narrativas acerca
de la ofensa centradas en el Perdn y la Reconciliacin. El proceso contienen una serie de ejercicios
que facilitan a quien participa, elaborar nuevos relatos sobre su pasado ingrato, hacer lecturas ms
flexibles de acontecimientos en su entorno y desarrollar la capacidad de la argumentacin como
20
factor definitivo en la constitucin de vnculos y relaciones solidarias a partir de interpretaciones de
sentido de los contenidos emocionales de sus experiencias cotidianas de ofensa y dolor.
Para la realizacin de las ES.PE.RE es fundamental utilizar metodologas multi-variada en tanto
el Animador debe hacer uso de diferentes estrategias pedaggicas, como el socio-drama, estudios de
caso, la simulacin y los dilemas para fortalecer la reflexin y el aprendizaje. Se debe ordenar una
serie de actividades en el tiempo, para aproximar secuencialmente a los participantes a las mociones
y ejercicios del Perdn y la Reconciliacin, trabajando desde la sabidura individual, para promover
espacios colectivos donde se diseen objetivos comunes.
El proceso se desarrolla en grupos pequeos en donde los participantes trabajan sus rabias,
odios y deseos de venganza. Los grupos son espacios solidarios para el acompaamiento entre pares,
donde se busca promover la cultura de Perdn y Reconciliacin como estrategia de mediacin No-
violenta en la solucin de conflictos, asegurando un proceso formativo de contenido humanista
basado en las vivencias de los participantes, que construyen significados de convivencia a partir de
conceptos y prcticas legadas por la solucin violenta de conflictos, para superar el criterio moral y la
dialctica del ojo por ojo, a partir de criterios de respeto, equidad y justicia en la interaccin social.
Lmites y posibilidades de ES.PE.RE
A quien participa en las ES.PE.RE, se le invita a comprender una serie de nuevos conceptos que
lo ayudaran en su proceso de perdn, de reinterpretar su pasado, la ofensa y restaurar sus vnculos.
Se espera que al desarrollar la experiencia, cada persona logre:
Comprender e interpretar el Perdn como una prctica de carcter individual y grupal
que permite la construccin de espacios sociales reparadores como expresin de una
cultura poltica.
Entender y argumentar el Perdn y la Reconciliacin como un camino para llegar a la
convivencia y a la construccin de lo pblico en trminos morales y de Derechos
Humanos.
21
Proponer y facilitar la construccin colectiva de proyectos de vida de acuerdo con
talentos individuales puestos al servicio del otro y de este modo desarrollar y fortalecer
el capital social.
Reconocer y confrontar emociones, comprendiendo aquellas que puedan estar evitando
una convivencia adecuada con el otro o consigo mismo.
Formular acciones restauradoras que permiten el acercamiento con el otro o los otros en
la superacin de conflictos.
Reconocer al otro como un ser humano nico e irrepetible quien posee una naturaleza
humana igual a la propia.
Establecer diferencias bsicas entre las nociones de Perdn y Reconciliacin.
Desarrollar estrategias para el dilogo interior y con los otros.
Promover estrategias de construccin de vnculo con otros.
Comprender la construccin de puntos de vista como un hecho colectivo de produccin
de consensos y disensos.
Proponer criterios y acciones de restauracin para promover de manera simblica,
afectiva y material el reconocimiento de la dignidad de personas afectadas por
agresiones.
Establecer, renovar y cumplir pactos o compromisos con el otro o los otros, en el marco
de la tica y los Derechos Humanos.
Prevenir la repeticin de actos dolorosos a travs de celebraciones colectivas de
restauracin y Reconciliacin.
Gestionar compromisos individuales y colectivos de promocin de la paz y la convivencia.
Identificar hbitos de cuidado de s que facilitan el encuentro social.
Construir esquemas de intercambio simblico y material que en la vida cotidiana le
permiten establecer relaciones de confianza.
La ES.PE.RE no se consideran como un espacio de atencin psicoteraputica clnica; son
lugares de encuentro para comunicarse de manera voluntaria con otras personas, trabajando temas
asociados con el maltrato y las agresiones, en el marco de una propuesta de comunicacin que sigue
una serie de pasos sistemticamente elaborados para facilitar el dilogo.
22
Las ES.PE.RE constituyen un espacio de reflexin, donde se facilita el desarrollo de habilidades
sociales, de empata, de expresin, de sociabilidad y de aprendizaje de valores. En este sentido, su
realizacin contribuye al desarrollo humano de los internos/as, a la creacin de vnculos entre ellos,
la resolucin alternativa de conflictos personales, etc. Todo lo anterior presenta a las ES.PE.RE como
una alternativa que quiere contribuir en los procesos de reinsercin social que hacen las personas
recluidas en los recintos penitenciarios.
ES.PE.RE. En el contexto Carcelario: Enfoque de reinsercin, Legislacin Chilena, Derechos Humanos, y Espacio Mandela
La realizacin de las ES.PE.RE. no solo aporta a la reinsercin social, considerando que fomenta
habilidades pro sociales entre sus participantes, sino que tambin aportan a la institucionalidad
desde la perspectiva de los DD.HH. El Instituto de Derechos Humanos, establece ciertos derechos que
se deben garantizar a cualquier persona privada de libertad dentro de un recinto penitenciario, entre
ellos est el tener acceso a insumos para dormir, alimentarse, recibir encomiendas y visitas, a la
Libertad ideolgica y religiosa, al honor, a ser tratados por su nombre, intimidad personal, acceso a
la cultura, y desarrollo integral de su personalidad (INDH, 2014), hacer estudios, acceder a trabajos
que les permitan aportar ingresos a sus familiares, acceso a la informacin, Que al menos 8 horas
del da estn destinadas al descanso y que en el resto del tiempo las autoridades atiendan las
necesidades espirituales, fsicas, de tratamiento, formativas y culturales de las personas privadas de
libertad (INDH, 2014), entre otros.
Desde la perspectiva de la Legislacin Chilena, se establecen determinadas normas para el
funcionamiento de la actividad penitenciaria, en ellas se plantea que el objetivo ltimo de la
actividad penitenciaria, a cargo de Gendarmera de Chile, es la atencin, custodia y asistencia de
detenidos, sujetos a prisin preventiva y condenados, como la accin educativa necesaria para la
reinsercin social de los sentenciados a penas privativas de libertad o sustitutivas de ella (Artculo 1,
Reglamento Penitenciario 518). En este reglamento se establece que en el sistema penitenciario
ningn interno ser sometido a tortura, tratos crueles, inhumanos degradantes, de palabra o de
obra, o de rigor innecesario. A todos los internos se les garantiza la libertad de credo, su derecho al
honor, a la intimidad personal, educacin y acceso a la cultura. (Artculo 6, Reglamento 518)
23
De este modo, la reinsercin social de los internos queda a cargo de Gendarmera de Chile,
siendo ste uno de los nortes de la institucin, junto con garantizar el mantenimiento de la
convivencia basada en el respeto a los derechos. Segn el reglamento, la administracin
penitenciaria debe ordenar los momentos en los que se fomenten hbitos similares a los del medio
libre (artculo 27, Reglamento 518) como por ejemplo: inicio y termino de una jornada diaria,
alimentacin, horas de descanso, atender necesidades espirituales, formativas, culturales, y tambin
desarrollar actividades que anulen, remuevan o neutralicen los factores que han influido en la
conducta delictiva. Cualquier accin que este promoviendo el desarrollo espiritual, de habilidades,
aprendizaje etc. favorece los objetivos principales de la actividad penitenciaria y otorga a las
personas privadas de libertad, alternativas que les permitan desarrollarse como personas y mejorar
su calidad de vida mientras cumplen condena.
En este sentido las ES.PE.RE complementan y contribuyen significativamente el propsito de
atender necesidades subjetivas de calidad de vida de las personas recluidas.
Por ltimo, es necesario mencionar el aporte que hacen las ES.PE.RE a la constitucin los
Espacios Mandela tanto del C.D.P Santiago Sur como el C.P.F San Joaqun. Este espacio se
constituye como un lugar de intervencin Psico-Social-Espiritual de la Iglesia Catlica en el mundo
carcelario. Es un lugar de atencin integral que desarrolla la Capellana Catlica de Gendarmera de
Chile y otras instituciones, que tiene el objetivo de iniciar el proceso de reinsercin de la persona
privada de libertad, acogiendo e incentivando un proceso de crecimiento personal y espiritual, de
misericordia, perdn y reconciliacin que llevan a la persona a mirar con esperanza y dignidad su
propia vida e historia (Capellana Catlica, Documento de Trabajo) En este espacio se realiza una
intervencin sistmica que articula y complementa el trabajo de diferentes aspectos y dimensiones
de la persona: dimensin espiritual, psicolgica, laboral y educativa. Es un lugar libre de toda
discriminacin, y donde el foco est en la re-insercin favoreciendo la integracin de un recluso a la
sociedad; en este sentido, las ES.PE.RE constituyen un pilar de la intervencin del Espacio Mandela,
pues es el principal soporte espiritual y de desarrollo humano que sostiene el programa. Las ES.PE.RE
en el Espacio Mandela se constituyen en una de las intervenciones bsicas e introductorias que
recibe todo interno que ingresa al programa y es la nica instancia en las que se ofrece una
herramienta de acercamiento al perdn y reconciliacin, de revisin de conductas pasadas y
desarrollo personal en torno a la resolucin de conflictos.
24
Desde esta perspectiva tanto el Espacio Mandela como las ES.PE.RE abren una posibilidad
para que el respeto y la garanta de los derechos humanos tenga un lugar en el C.D.P Santiago sur y
C.P.F. San Joaqun, estableciendo el derecho a la reinterpretacin del pasado de los participantes,
instalando el perdn y la reconciliacin cmo un derecho a la argumentacin, a la resilicencia, y libre
desarrollo de la opinin, entre otros muchos derechos que el bienestar de las personas y las
comunidades demandan (Narvez & Daz, 2011). Lo anterior, se gestiona a travs de espacios de,
autoconocimiento y desarrollo de la espiritualidad.
25
Ejecucin de las ES.PE.RE. en El C.D.P. Santiago Sur y C.P.F. San Joaqun
El C.D.P Santiago Sur (Ex-penitenciaria de Santiago) tiene un ndice de sobrepoblacin de 202%
(un ndice mayor a 120% indica que la sobrepoblacin se presenta en estado crtico). De acuerdo a
las ltimas estadsticas publicadas esta unidad penal es el lugar donde se presenta el mayor nmero
de internos fallecidos en los ltimos cuatro aos (32 el 2011, 24 el 2012, 22 el 2013 y 22 el 2014).
Estos datos denotan la falta de seguridad, salubridad y calidad de vida que tienen los internos de este
recinto carcelario. Especficamente el sector valo del C.D.P. Santiago Sur, es en donde se contiene la
mayor cantidad de poblacin penal, cerca de 3500 hombres: personas privadas de libertad que, en su
mayora, no presentan buena conducta y que por consiguiente no acceden a beneficios
intrapenitenciarios, siendo la poblacin de galeras (8 en total) la ms expuesta a las malas
condiciones del sistema.
El C.D.P Santiago Sur, se estructura de la siguiente manera: est el sector mdulos y el sector
valo. El sector ovalo se compone por galeras y calles; las primeras son celdas que tienen salida al
valo mediante una reja mientras que las segundas son espacios donde los internos permanecen en
su interior sin tener posibilidad de salir al patio del valo. La poblacin de galera y calle en general,
conglomera a personas reincidentes con alto compromiso delictual, sin embargo lo que diferencia al
interno de calle al de galera es la conducta. Los internos de galera y calle viven en condiciones de
mayor hacinamiento, poca salubridad y en un contexto altamente violento. Su rutina diaria se divide
en 5 momentos: el conteo a la madrugada, el desencierro al valo entre 10:00 y 12:00, la hora del
rancho o el almuerzo entre 12:00 y 14:00; el segundo desencierro entre 14:00 y 16:00, y el ltimo
conteo antes del anochecer. Luego cada interno se va a su respectiva galera. En general, los internos
declaran vivir en un contexto donde la violencia es inevitable, en donde manda la ley del que grita
ms fuerte, y en donde los conflictos se resuelven con peleas y armas blancas (Ver anexo: rejilla,
seccin Vida en la Crcel). En su rutina no hay espacio para la recreacin, educacin, reflexin
personal o descanso, pues viven en una permanente tensin y lucha por la sobrevivencia. Muchos
reconocen que la posibilidad de morir en la crcel existe todos los das, pues la inseguridad es algo
que caracteriza su vida cotidiana; los internos tienen sus propios cdigos y normativas que sirven de
gua para el comportamiento y supervivencia, donde se establecen ciertos rangos entre internos y
normas asociadas a cada rol o posicin en esa jerarqua. Esta poblacin suele ser la menos atendida
por los programas de reinsercin, pues son quienes no presentan conducta para postular, y por lo
26
mismo para acceder a beneficios. La poblacin penal es altamente compleja, violenta, y vulnerable.
Es la expresin mxima de la marginalidad y marginalizacin, por lo mismo quienes ms necesitan
ser atendidos.
El rango etario de la poblacin penal con la que se trabaja
ES.PE.RE en el Espacio Mandela del C.D.P Santiago Sur es
principalmente joven, se trabaja con personas entre 18 y 50
aos, siendo
la mayora
menores de
30 aos.
El nivel de escolaridad va entre la enseanza bsica incompleta a enseanza media completa
(en muchos casos, esta se completa dentro de la crcel). La mayora tienen bsica completa. El 60%
de los internos son solteros y el 89% tiene hijos.
Los internos del programa en su mayora son reincidentes y provienen de diferentes comunas
de Santiago. Solo el 63%1 declara haber participado en otros programas de capacitacin o educacin
en recintos penales (no necesariamente en el C.D.P. Santiago Sur), en general es posible sealar que
son internos de baja escolaridad, alto compromiso delictual, mala conducta y precaria capacitacin
laboral. Son quienes tienen mayores posibilidades de reincidir al cumplir su condena. (Capellana
Catlica, 2015)
1 Datos obtenidos a partir de la Ficha de registro de FOSIS
Nivel Educacional
Bsica Incompleta 23% Bsica Completa 33% Media Incompleta 26%
Media Completa 18%
Fuente: elaboracin propia a partir de Ficha
de Registro de Usuarios
Distribucin de internos por Tramos de edad
18-25 25-30
26% 28%
30-40 28%
40- mas 18% Fuente: elaboracin propia a partir de Ficha de
Registro de Usuarios
Estado Civil
Conviviente 35%
Casado 2% Soltero 60%
No reporta 4% Fuente: elaboracin propia a partir de Ficha de Registro
de Usuarios
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La realidad del C.P.F de San Joaqun es diferente. Este centro penitenciario es uno de los ms
intervenidos por diversas organizaciones, se caracteriza por tener una amplia oferta de talleres de
trabajo, diferentes cursos de capacitacin permanente, etc. La mayora de las mujeres que
integraron ES.PE.RE haban participado de diversas capacitaciones laborales con nfasis en lo
productivo. Tiene una poblacin penal de aproximadamente 900 mujeres.
Las internas que asistieron a ES.PE.RE son aquellas que presentan buena conducta, es decir no
forman parte de lo que se denomina poblacin penal. En el C.P.F se trabaj con 60 mujeres, la
mayora pertenecientes al patio catlico, ellas fueron seleccionadas por la capellana del centro
penitenciario para participar en el taller. Como muestra georeferencial, de las 15 mujeres que
participaron en el ES.PE.RE este ao 2015 , 9 de ellas finalizaron cuarto medio, cinco de ellas son
reincidentes, 14 de ellas tienen hijos a su cargo, provienen de las comunas de San ramn, San
Miguel, La Granja, Puente alto, Maip, El Bosque, Recoleta, Conchal, Pudahuel, Peaflor y las
Condes. Las integrantes estn cumpliendo condenas que terminarn entre 2 y 8 aos ms.
El programa ES.PERE fue ejecutado en dos etapas tanto en el C.P.F San Joaqun como en el
C.D.P. Santiago Sur. La primera etapa fue durante los meses de Mayo, Junio y Julio del 2014 donde se
ejecut en el C.P.F San Joaqun, a 45 internas. La segunda Etapa se inici en noviembre del 2014
hasta abril del 2015. En esta segunda etapa se aplic a 55 internos del C.D.P. Santiago Sur y 15
internas del C.P.F San Joaqun. Las sesiones se ejecutaron en el espacio Mandela del C.D.P. Santiago
Sur y en la Capilla del C.P.F San Joaqun.
Se trabaj junto a cuatro animadores capacitados en ES.PE.RE y con experiencia en manejo
de grupos y talleres de Desarrollo Humano, en INFOCAP. En la primera etapa estuvo a cargo de
ES.PE.RE el Centro de Espiritualidad Ignaciana y en una segunda etapa Francisco Carreo, junto con
un coordinador de la Capellana Nacional Catlica. Se realizaron aproximadamente 15 sesiones de 3
horas cronolgicas por cada grupo ES.PE.RE, a cada sesin asistieron alrededor de 15 participantes y
dos animadores. Los participantes para ambos centros penitenciarios llegan de manera voluntaria y
en el caso de algunas internas del C.P.F llegan por recomendacin de la capellana.
Cada sesin desarrollada, fue preparada de antemano por el coordinador de contenidos de
ES.PE.RE y los animadores, que usando dinmicas didcticas, de lectura, reflexin, discusin, rituales,
28
artsticas, etc. desarrollaban las temticas establecidas por la metodologa. Las temticas se dividen
en dos grandes bloques: el de Perdn y el de Reconciliacin. (Ver anexo 2). La coordinacin logstica y
general de todos los involucrados en ES.PE.RE estuvo a cargo de un profesional de la capellana
catlica.
La ES.PE.RE. se llev a cabo en grupos a cargo de un Animador que cumpli la funcin de
acompaar y facilitar el proceso de perdn y reconciliacin, mantener motivacin, asistencia y dar
cohesin al grupo. Cada sesin se estructur en base a herramientas conceptuales y operativas. Las
herramientas conceptuales tienen relacin con los cinco conceptos ancla que se desprenden del
perdn y de la reconciliacin: El perdn como un proceso personal, perdn como una manera de
recordar sin dolor, perdn como un trabajo de duelo y resiliencia; y reconciliacin como un proceso
de re conexin social, como encuentro y conciliacin con los otros y como ejercicio de accin poltica.
Cada mdulo se estructura en base a cuatro momentos que son indispensables para el
desarrollo exitoso de cada sesin: (1) creacin de un ambiente seguro y de confianza, cada
participante compartir con el grupo sus heridas y ofensas sobre las cuales trabajar, y para que eso
ocurra es crucial que se forme un grupo de confianza y fraternidad. (2) En cada sesin se presenta el
motivo bsico y los elementos tericos necesarios para el desarrollo del taller, as se presentan las
interrogantes que cada participante debe resolver. (3) Trabajo sobre Mi caso: momento en el cual
cada participante trabaja el tema de la sesin sobre la experiencia personal (4) Ritual y compromiso:
cada mdulo finaliza con un ritual donde los participantes elaboran compromisos de vida en relacin
a la temtica trabajada. El compromiso en cada uno de los rituales fortalece la decisin de avanzar en
el proceso de Perdn y Reconciliacin (ver anexo 1)
Las herramientas operativas se condicen con el uso de diversas metodologas y actividades
para llevar a cabo cada sesin (lectura, reflexin, actividades ldicas, plsticas, etc). Para mantener
la lgica de corresponsabilidad se comparten desafos o tareas como una forma de recapitulacin del
mdulo visto y reforzamiento para el mdulo que se desarrollar a continuacin; tambin se realizan
ejercicios que favorecern la comprensin conceptual y fortalecern la disposicin anmica en los
participantes y plenarias, que son momentos de discusin y debate entre el grupo para fortalecer el
anlisis de los temas, repasos de las sesiones anteriores y de los objetivos de cada sesin.
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Una vez finalizada la ejecucin de las ES.PE.RE se realiza la sistematizacin de esta experiencia.
A continuacin, se presentan los objetivos de la sistematizacin de la misma.
30
Presentacin de Objetivos de la Sistematizacin
Objetivos Generales
1. Elaborar un informe que presente los resultados cualitativos de la experiencia ES.PE.RE,
desde la perspectiva de los participantes - de la Ex Penitenciara de Santiago (C.D.P Santiago Sur) y el
Centro Penitenciario Femenino de San Joaqun (C.P.F).
2. Establecer el aporte que hace el programa ES.PE.RE a los proyectos de reinsercin que se
llevan a cabo en el Espacio Mandela (C.D.P. Santiago Sur) y en el C.P.F. y que forman parte de la
oferta programtica de Gendarmera de Chile.
Objetivos Especficos
1. Recoger relatos e impresiones de los participantes respecto a la vivencia del proceso
ES.PE.RE. (Estado inicial, evolucin, estado final)
2. Recoger las impresiones de los participantes respecto al aporte que hace ES.PE.RE en su vida
cotidiana y espiritual.
3. Recoger las impresiones de los participantes respecto a las dificultades y facilidades (de todo
tipo: tcnicas, logsticas, humanas, etc.) que presenta el contexto carcelario para la ejecucin del
programa ES.PE.RE.
4. Establecer como se sita y cules son los aportes esenciales del proyecto ES.PE.RE. en el
Espacio Mandela y otros espacios enfocados a la reinsercin de personas privadas de libertad,
llevados a cabo por la Capellana Catlica de Gendarmera de Chile.
Metodologa
Para cumplir los objetivos establecidos, se us una metodologa cualitativa. Que permite
conocer los discursos que los individuos crean en torno a ciertos fenmenos, y desde ese discurso,
comprender los significados que dan a la realidad. Esta metodologa permiti hacer un dilogo entre
la experiencia personal que tuvo cada participante, y lo que la Capellana Catlica quiso facilitar por
medio del taller ES.PE.RE., de tal forma que recogiendo tanto la propuesta, como la experiencia, se
pudo entender qu es lo que cada interno vivenci desde su realidad.
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Recoleccin de datos
La recoleccin de informacin se realiz en tres etapas: En la primera etapa se realizaron 4
Focus Group, en los que participaron 12 internos del C.D.P Santiago Sur, y 10 internas del C.P.F San
Joaqun. En cada encuentro se consignaron los principales temas que fueron emergiendo. Con estas
notas, se elabor la Pauta de Entrevista en profundidad, que busc centrarse en los puntos ms
sensibles y que eran relevantes para extraer la informacin que se requera, de tal manera que se
pudo profundizar en aquellos temas importantes que se mencionaron en los Focus Group.
En la segunda etapa se realizaron 9 entrevistas en profundidad, semi-estructuradas, a 6
internos del C.D.P. Santiago Sur y 3 internas del C.P.F San Joaqun. En la tercera etapa se realizaron 6
entrevistas ms, a 4 internos del C.D.P. Santiago Sur y 2 internas del C.P.F. San Joaqun. Estas ltimas
entrevistas, se realizaron en paralelo al anlisis, de tal manera, que se enfocaron en indagar en la
aparicin de nuevas ideas o conceptos que le dieran mayor profundidad a la investigacin. En total
fueron: 5 Focus Group y 15 entrevistas en profundidad.
El trabajo de campo tuvo su centro en los internos del C.D.P Santiago Sur por dos motivos: es
ah donde hay menos intervencin de reinsercin social, por lo mismo la experiencia ESPERE para
muchos de ellos es algo radicalmente novedoso, y porque en ese recinto existe una cultura delictiva y
carcelaria ms precaria y vulnerable. Por lo anterior quienes all cumplen condena, experimentan el
mundo de una manera particular que no es comn a otros lugares de reclusin. As, comprender la
visin de los internos de la vivencia de la experiencia ES.PE.RE, podra ser una pieza clave y
fundamental para pensar y crear formas de intervencin atingentes a la reinsercin social.
Estrategia de Anlisis
Las entrevistas y Focus Group, se analizaron usando la tcnica de vaciado en rejilla. Los relatos
fueron transcritos directamente a la rejilla, de tal manera que se registr y clasific por temas en un
mismo proceso. La informacin se orden en base a los temas principales que surgieron en todas las
entrevistas, y dentro de cada tema, aparecieron subtemas que tambin se repitieron en todas las
entrevistas. Cada frase correspondiente a un subtema, fue transcrita en esa casilla, as el resultado
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final es un gran banco de citas ordenado segn los temas de inters mencionados por los
entrevistados.
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Presentacin de Resultados
Vivir en la Crcel: Caracterizacin de La Crcel desde internos del C.D.P Santiago Sur
Para comprender los alcances y lmites que las ES.PE.RE. pueden tener en el contexto
carcelario, es relevante describir y comprender, desde la perspectiva de quienes habitan en la crcel,
el contexto cultural, social y fsico en el que ellos viven.
Caracterizacin de La Cana: El ambiente del valo y las galeras
En el sector Ovalo del C.D.P. Santiago Sur, habitan alrededor de 3500 internos en calles (15) y
galeras (8). Las calles y galeras se concentran alrededor de un patio comn de forma circular
conocido como el valo. Las galeras estn en un segundo piso, y se accede a ellas cruzando una
reja y subiendo una escalera. Las calles estn en un primer piso y se accede a ellas a travs de una
puerta que da la entrada a un patio. Para acceder al Espacio Mandela los internos deben bajar de
sus galeras, y ser trasladados por un gendarme hasta la puerta de la calle 11.
El Ovalo est dividido por la mitad en una reja que divide galeras que histricamente han
estado en conflicto. En un sector las galeras 5,6,7; en otro sector las galeras 8,9,10,11,12. Tres
internos explican porque se dividi el valo y el origen de los conflictos que tienen en ese lugar:
por algo separaron las galeras, no porque pa all somos ms lindos y pa ac somos ms feos, por algo las separaron! porque hay problemas antiguos de este sector pa ese otro sector, ha habido muchas muertes (Entrevistado 12, C.D.P Santiago Sur)
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bajamos en horas separadas porque siempre hemos tenido problemas la 5 con la 6 y la 7, como somos ms unidos que las otras galeras, la 5 es de la comuna del lado norte, la galera es muy unida y siempre se van contra la galera 6 y la 7, ellos son pocos porque son desunidos, porque son dispersos, porque son de distintas comunas, entonces siempre quedaban atacando quedaban muchos contra pocos (Entrevistado 1, C.D.P. Santiago Sur)
El valo histricamente ha sido escenario de eventos de violencia, rias y peleas entre galeras,
por lo mismo bajar desde la galera al valo no es una decisin fcil para un interno, pues en esa
caminata la vida de ellos entra en peligro.
A veces los weones no saben de a donde soy t, cachay, te ven bajar y dicen ah ese wen bajo de la 9 pgale nomas!, es de la 9, es de la 9 y vamos a ganar nosotros porque le pegamos a un wen de la 9! (Entrevistado 12, C.D.P Santiago Sur)
Y pa bajar pa abajo no ten que tener problemas, porque siempre hay problemas, as que en el patio no se cuenta mucho (Entrevistado 4, CDP Santiago Sur)
Nosotros no nos queremos con ellos, por eso nosotros salimos al patio una hora y ellos a otra y ah ha disminuido al violencia, y de ac seria el transcurso de cruzar pal otro lado, porque de all tampoco nos quieren pa ac y nosotros pasamos dificultad pa hacer ese curso, cruzar el ovalo ms que nada o salir despus (Entrevista 2 CDP Santiago Sur).
Si bien el valo es un espacio que est asociado al peligro y al despliegue de violencia, es
un espacio que los internos pueden evitar, con el costo de permanecer todo el da en una galera.
Las galeras son caracterizadas por los internos cmo un espacio hacinado, ruidoso, tenso y
rutinario. Son pasillos largos donde hay 36 celdas en las cuales habitan entre 4 y 8 personas
teniendo solo capacidad para dos.
imagnese un cuarto como esto en donde viven 5 6 personas, en una pieza de este porte, es terrible (Entrevista 6, CDP Santiago Sur)
no nos caen bien, pero sin ni siquiera haber conversado antes con ellos, solamente de presencia, igual un poco por la presin que hay aqu del poco espacio que tenemos en la galera (Entrevista 4, CDP Santiago Sur)
es tanta la bulla es tanta la distorsin que se vive en una galera que de repente cuesta vivir (Entrevista 6, CDP Santiago Sur)
de las cosas malas cuando abren la crcel, se escuchan gritos, garabatos peleas, contienda, pleitos, personas heridas, un da normal, lo que pasa dentro del da estando en una galera (Entrevista 3, CDP Santiago Sur)
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vivir en una galera es algo rpido que ten que estar siempre atento a lo que hac, y no ten mucho que hacer arriba, ver tele, tomar mate () es tenso, la mayora del tiempo es tenso, pensando miles de cosas, a la vez pensando en tu familia, que va a pasar afuera, en tus hijos, y a la vez con la mente aqu tratando de evitar cosas (Entrevista 4, CDP Santiago Sur)
Las galeras suelen ser descritas como un ambiente violento, donde la agresividad se vive en
cada uno de los espacios, y donde el conflicto se experimenta de manera permanente. Estos
conflictos tienen su origen en rivalidades entre galeras, y problemas personales que tiene los
internos. Es un mundo marcado por la violencia y el conflicto.
Uno est acostumbrado a cemento ms barrotes, agua corriendo, locos pa all locos pa ac () entonces siempre la violencia est ah, aunque ahora este ms piola la cana, la violencia siempre est ah siempre va a estar ah porque as es este mundo (Participante 1, Focus Group 1)
la galera 9 tiene problemas, nosotros pa ir con la 8 con la 10 con la 11 peleamos, o sea en el ovalo a veces se pelea a tajo arriba en las galeras (Entrevista 12, CDP Santiago Sur)
all es otro mundo, es un mundo de drogas, de copete, bulla, peleas y aunque uno no quiera los problemas llegan a la pieza donde vive uno (Entrevista 6, CDP Santiago Sur)
Los eventos de violencia ocurren a diario. La violencia est en permanente reproduccin por
distintos motivos: conflictos con familiares de otros internos, conflictos personales, de barrio, de
galera, situacionales. Los internos declaran que todos tienen problemas con alguna persona de su
galera o del valo, por lo mismo, el conflicto es permanente.
en la misma galera hay gente que tiene problemas en su casa y aqu, te levantai y tienes violencia es la cag (Participante 1, Focus Group 1)
A ellos les han pegao, y les han pegao por algn cndoro que ellos cometieron en la calle como robarle a la familia de uno que este aqu, o como quitarle a la seora de uno de los que este aqu, me entiende (Entrevista 13, CDP Santiago Sur)
porque en la calle no hay violencia como aqu, en la calle uno es ms paciente, porque en la calle no te vas a encontrar con una persona que te va a venir a echarte la ania con una cuchilla, aqu no, aqu es diferente aqu todos andan con cuchilla, todos, ac todo el da y se pasean con cuchillas entonces que va a esperar () ac estn todos armados y uno no puede [no pelear] porque sabe lo que es eso ac? es comerse la comida, s o no?(Participante 3, Focus Group 2)
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nosotros, La Legua andaba peleando con la 7, la galera 9 es una galera de ladrones, pa all llegan todos, por ejemplo en la 8 vive uoa, no dejan entrar personas que no sean de uoa, en la 10 vive lo Barnechea, tambin ellos no dejan que suban otras personas que uno sean de Barnechea, en la 8 vive Pudahuel, la moscas que le dicen, Pudahuel, Lo Prado, aqu en la 9 vivimos la Legua, la Caro, Pudahuel, Pealoln, Quilicura, hay de todos lados, y a veces La Legua pelea con la 11, la caro pelea con la 8 (Entrevista 12, CDP Santiago Sur)
ten que andar pendiente de lo que pasa arriba, porque siempre andan sus peleas, tratar de no andar metido donde no ten que estar metido, porque por solo mirar pa adentro de una pieza te pueden echar la ania, que anda sapieando (Entrevista 4, CDP Santiago Sur)
Aqu en este lugar abunda la maldad, el odio, personas que no se quieren, que apenas se ven se pegan, ese es el da rutinario de una crcel, esta tenso, siempre ha sido as, sobre todo la baja y la subida a la escalera, estay propenso a que te peguen (Entrevista 3, CDP Santiago Sur)
La rutina que vive un interno en la galera es una rutina marcada por 5 momentos que se
repiten durante el da: La cuenta, el desencierro (apertura del valo), el rancho (almuerzo),
desencierro de la tarde y cuenta final. Entre esos momentos, el tiempo est vaco: en general es
una rutina vaca marcada por ritmos institucionales. Los internos no tienen actividad al interior de
la galera, por lo mismo algunos declaran tener una percepcin lenta del tiempo. La falta de
actividad y el uso negativo del tiempo libre alimentan el circuito de la violencia.
en la galera se vive el da a da, todos los das lo mismo, todo el da lo mismo, se pasa la cuenta la este una hora al patio o media hora en la maana, o una hora en la tarde, entonces la rutina es muy aburrida (Entrevista 1, CDP Santiago Sur)
un da normal era, levantarme, ver tele, tomar un poco de mate, la hora de patio, seguir y estar ido el da en la pieza si no, aqu hay una rutina no ms, no hay espacio pa contarle, de que fui a dar una vuelta al centro, fui al parque O'Higgins no!, tenmos el ovalo una hora en la maana una hora en la tarde, y lo dems es de repente dan ganas de leer un libro, porque a m me gustan esas cosas, pero es tanta la bulla es tanta la distorsin que se vive en una galera (Entrevista 6, CDP Santiago Sur)
no estar como en la galera que esta pensando en que est pasando en la calle, que el de al frente me quiere pegar, el de al frente me quiere robar, el de all me quiere agredir, que ese esta tirado, vamos pa all pegumosle, eso es lo que pasa ya arriba, no est la mente distrada no otra cosa esta siempre pensando en lo malo (Entrevista 4, CDP Santiago Sur)
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El sector de las galeras y el valo, son denominadas por los internos como la Cana. Sin
embargo cuando los internos se refieren a la Cana, no solo se refieren al espacio fsico recin
descrito, sino que se refieren a una serie de cdigos socio culturales, propios de una subcultura
carcelaria que est arraigada en ese espacio fsico: son normas de supervivencia que se emplean
en el sector valo del CDP Santiago Sur, y que solo tiene sentido en ese contexto fsico y social.
La Cana y el Espacio Mandela: Tensin entre dos mundo
El mundo de la Cana se desenvuelve en base a normas sociales y a formas de sociabilidad
propia del mundo delictual, sin embargo, estas pautas se expresan de manera muy intensa en el
sector valo del CDP Santiago Sur. Dictan una serie de reglas de comportamientos que le
permitiran a un interno, vivir y sobrevivir en este sector. En las entrevistas y Focus Group
realizadas, los internos mencionaron algunas claves que permiten esbozar de que se tratan estas
normas, que tipo de comportamiento motivan, y como estas se expresan en lo cotidiano. Algunos
entrevistados mencionan que en las galeras, dado el contexto de violencia y de riesgo
permanente en el que se vive, el motivo principal de cada da es la sobrevivencia. Para lograr
sobrevivir da a da, los internos deben respetar ciertos cdigos que establecen un deber ser en
los internos, un cdigo verbal y conductual de sociabilidad marcadas por la desconfianza y el
hermetismo.
Muchos internos al referirse a la cana, lo hacen en trminos binarios: ellos comparan la
cana con lo que es opuesto a ella, asociando la cana a lo malo y lo que es opuesto como lo
bueno. As, algunos internos usan la contraposicin entre la cana y el Espacio Mandela para
describir el mundo carcelario. Esta situacin se observa sobre todo cuando ellos se refieren al
Espacio Mandela cmo un lugar que est en la crcel, pero que sin embargo no es parte de la
cana:
Y por eso vengo aqu igual [Al espacio Mandela], por eso vengo a los talleres de mueblera y todo eso, porque todo lo que escuche de ellos me quedo en la mente y uno igual en la crcel hay cosas buenas y cosas malas porque he hecho hartos aos presos y siempre he estado en lo puro malo, me entiende o no, y uno cuando est en lo malo nunca aprende cosas buenas, en cambio si uno se cambia de lo bueno a lo malo, a uno le va a hacer bien(Participante 3, Focus Group 1)
es un ambiente tenso, es otro ambiente el que se vive all [En la galera] que al que vivamos aqu en el curso que usted dice, aqu era ms tranquilo, nos olvidbamos de que a lo mejor estbamos presos, como es all, como es un curso, estar en una calle as es distinto y las conversaciones quiz eran todas malas, es difcil que en una galera o aqu entre presos haya una conversacin buena(Participante 2, Focus Group 2)
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entrando aqu es otro ambiente, y es pelea es gritos, aqu es otro ambiente, aqu no va pelea, pura amistad, empiezan a dar jugo los cabros a lesear, pero algo bacn po, all no po, ve puras peleas, puales que le hacen a los cabros. Puras cosas malas (Entrevista 10, CDP Santiago Sur)
si aqu todos andan en buena onda, aqu adentro, de la puerta pa adentro, pero de la puerta pa afuera es distinto, es crcel, pa all se ve la realidad de la crcel (Entrevista 13, CDP Santiago Sur)
El Espacio Mandela se describe como un lugar donde se hace lo bueno, se trabaja, es un
espacio tranquilo y seguro para hacer amistad, el tiempo pasa, se aprende y todas esas formas de
comportamiento y relacin, se oponen a la forma de comportamiento de la cana: en la cana hay
odio, rencor, venganza, inseguridad, peligro, anonimato, el tiempo no pasa.
El volver a la galera es lo ms difcil, porque aqu adentro no ten luchas con nadie, va donde quera te senta bakan ac, si quer conversar con alguien cosa no queri no queri y despus sal de aqu y la persona no va a estar contigo todo el da, entonces aqu te encontrai con personas que no van a estar contigo, igual es difcil, volver a la galera es difcil despus, porque cuando ac te dicen ya hay que irse, te sacai el delantal y ya estay pensando en que pudo haber pasado pa all(Entrevista 4 , CDP Santiago Sur)
"y nos aporta, el da igual aqu, se pasa el da volando, pa all adentro no po, es fome estar all todo el da, en la galera bajar a jugar la pelota, que en la galera nos tiran huevos, piedras, cualquier cosa, cuando estamos jugando a la pelota y aqu no se ve eso, aqu por lo menos galera 9 galera 5 somos todo sino aqu y pa afuera igual, nosotros empezamos, estamos compartiendo conviviendo aqu (Participante 4, Focus Group 3)
aqu podi controlarte todo, pero all cuesta, porque todas las personas no piensan igual, hay personas que quieren aplastarte que de repente ca mal a una persona de presencia, le ca mal porque ca mal nomas, ac hay otro aire, se siente el aire de ac y el aire de all, aqu es ms tranquilo, nadie alega, nadie pelea, nadie grita (Entrevista 11, CDP Santiago Sur)
nosotros aqu e
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