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Migración de retorno en Uruguay: magnitud, perfil demográfico e
inserción laboral (1996-2011)1
Martín Koolhaas2
Resumen
La migración de retorno ha sido un aspecto escasamente investigado por los estudios
migratorios, a pesar de su importancia como fenómeno sociodemográfico y el impacto
que podría tener dentro de una estrategia de desarrollo nacional.
Este trabajo pretende contribuir a empezar a corregir ese vacío en la literatura
estudiando el caso uruguayo. El objetivo principal es abordar la reinserción laboral de
los retornados, estudiando las diferencias con respecto a la población no migrante.
En primer lugar se intenta responder a la pregunta de cuál es el volumen de la migración
de retorno y se describe su evolución en las últimas tres décadas. En segundo lugar se
analizan las características sociodemográficas de los retornantes con respecto al resto de
la población. En tercer lugar se describe la inserción laboral de los retornados, a través
del cálculo de tasas de desempleo según sexo, educación y país de residencia anterior.
Por último se realiza un acercamiento multivariado al problema, mediante el ajuste de
distintos modelos econométricos para estimar el efecto de la condición de retornado en
la probabilidad de estar desocupado.
Las fuentes de datos utilizadas son las encuestas continuas de hogares y los censos de
población. Además de la descripción estadística exhaustiva de los retornantes, el
análisis estadístico multivariado permite avanzar hacia la explicación de algunos de los
fenómenos vinculados al impacto y la inserción de los migrantes de retorno.
Las conclusiones que se extraen pretenden ser un insumo relevante para el desarrollo de
políticas públicas de promoción y gestión de la migración de retorno, que muy
recientemente comenzaron a diseñarse en el Uruguay, en el marco de una preocupación
cada vez mayor por los asuntos de población.
1 Trabajo presentado en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población, Montevideo,
Uruguay, del 23 al 26 de octubre de 2012. 2 Programa de Población, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Montevideo,
Uruguay). [email protected]
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1. Introducción
En el marco de la literatura migratoria que se preocupa por estudiar los efectos de la
migración internacional sobre el desarrollo social y económico de los países de origen,
la migración de retorno ha sido concebida como un fenómeno que puede mitigar o
revertir los efectos negativos de la emigración. Del mismo modo que las visiones
optimistas de la relación entre migración y desarrollo consideran a las remesas como
fuente potencial de desarrollo de los países de origen, varios autores han señalado el
importante potencial económico de la migración de retorno, a través de la inversión
productiva que los migrantes pueden hacer en sus países de origen, fruto de los ahorros
acumulados en el exterior (Diatta y Mbow, 1999; Thomas-Hope, 1999; Dustmann y
Weiss, 2007).
Ahora bien, las investigaciones que privilegian una relación positiva entre migración de
retorno y desarrollo tienen como idea subyacente que los migrantes no sólo adquieren
en el exterior capital financiero sino que también ganan en habilidades, capacidades,
destrezas y nuevos valores. Este capital humano adquirido facilitaría la modernización y
el crecimiento económico del país de origen (Nieto, 2011). Las potencialidades
derivadas del regreso de recursos humanos calificados está bien documentada en los
casos de países asiáticos como China, Corea del Sur, India y Taiwán, que constituyen
ejemplos paradigmáticos de políticas exitosas en fomentar el retorno de personal
calificado en las áreas de investigación, innovación tecnológica y desarrollo de
plataformas informáticas (Silié, 2006).
La migración de retorno ha adquirido creciente importancia en el contexto actual de
recesión económica en los países desarrollados, tradicionalmente receptores de
migrantes. Este interés se ve reflejado en un aumento significativo de la literatura sobre
el tema en los últimos años. A la par de una disminución de los flujos de migrantes
ingresados a los dos destinos tradicionales de la migración latinoamericana (Estados
Unidos y España), los stocks de inmigrantes latinoamericanos han frenado su
crecimiento por la intensificación de los flujos de retorno, aunque por cierto no se ha
verificado un regreso masivo a los países de origen, al punto que el retorno sigue siendo
un proceso eminentemente selectivo (Martínez Pizarro, Reboiras y Soffia, 2009).
En Uruguay, donde se estima que más del 15% de su población reside en el exterior y el
3,7% de la población nacional residente ha vivido alguna vez en el exterior (Macadar y
Pellegrino, 2007), este tema ha adquirido en la agenda pública un peso significativo en
los últimos años. En el marco de la preocupación sobre el bajo crecimiento demográfico
del país, el envejecimiento de la estructura de edades y la falta de mano de obra
calificada, desde el gobierno se han están haciendo esfuerzos por alentar el retorno,
mientras que un grupo de retornados se ha organizado para actuar colectivamente
reclamando la eliminación de obstáculos que dificultan su reinserción social y
económica.
Este trabajo pretende ser un insumo para la definición de políticas públicas en la
materia, estudiando la reinserción de los migrantes de retorno en el mercado de trabajo.
En particular, interesa estudiar si la condición de migrante de retorno tiene algún efecto
en la probabilidad de estar desocupado en el mercado de trabajo. Adicionalmente,
interesa indagar si se verifican cambios significativos en estos aspectos entre 1996 y
2011.
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El trabajo está organizado en siete secciones. Luego de esta introducción, en la segunda
sección se describe brevemente el estado del arte sobre el tema. En la tercera sección se
detallan los datos y métodos utilizados y en la cuarta se describe el contexto de la
migración internacional y el retorno en Uruguay en las últimas décadas. La quinta
sección está dedicada a describir la evolución de la magnitud de la migración de
retorno, su perfil sociodemográfico y la inserción laboral. En la sexta sección se
presenta un análisis multivariado sobre el efecto de la condición de retornado en el
desempeño en el mercado laboral. La última sección está dedicada a presentar las
conclusiones, discutir los hallazgos encontrados y sugerir algunas líneas de
investigación para el futuro.
2. El estudio sobre la reinserción social y económica de los retornados
A nivel internacional, si bien la migración de retorno no ha ocupado el lugar que se
merece dentro de la literatura sobre migración internacional, existe una acumulación de
literatura considerable, en la que se contraponen distintas evidencias acerca del impacto
positivo del retorno sobre el desarrollo de los países de origen de los migrantes. El
retorno es un subproceso de la migración internacional que académicamente ha sido
estudiado desde diversas perspectivas teóricas, comenzando por la economía neoclásica
y la nueva economía de la migración laboral, y siguiendo por el estructuralismo, el
transnacionalismo y la teoría de las redes sociales (Cassarino, 2004; Nieto, 2011).
Las teorías neoclásicas son las precursoras en el estudio de la migración. Desde la
perspectiva neoclásica, la migración de retorno se concibe como el resultado de un
proyecto migratorio “fallido”, en la medida que se concibe a la migración como
definitiva y entonces el movimiento de retorno se explica porque la migración no
satisfizo los beneficios esperados (Todaro, 1969, citado por Cassarino, 2004, Constant y
Massey, 2002; Nieto, 2011). Una visión opuesta del retorno se encuentra en la teoría de
la nueva economía de la migración. Este enfoque económico cuestiona la perspectiva
individualista de las teorías neoclásicas, postulando que la migración constituye una
estrategia definida en el hogar con el propósito de minimizar los riesgos diversificando
los ingresos de la familia. En este marco, el retorno sería la consecuencia lógica del
logro del proyecto migratorio (Stark, 1991, citado por Cassarino, 2004; Constant y
Massey, 2002; y Nieto, 2011).
Desde perspectivas más novedosas como los enfoques transnacionales y de las redes
sociales, la migración de retorno constituye ya no un fin al ciclo migratorio, sino una
fase dentro de ese proceso, no significando necesariamente un regreso definitivo al país
de origen (Cassarino, 2004; De Bree et al., 2010). A diferencia de las teorías
económicas mencionadas anteriormente, estos enfoques tampoco postulan
necesariamente una visión polarizada en torno al “éxito” o “fracaso” de los proyectos
migratorios.
El enfoque teórico del transnacionalismo resulta particularmente útil para estudiar la
reinserción de los retornados en su país de origen, empero ha sido generalmente
utilizado para observar el comportamiento del migrante en el país de destino (de Bree et
al., 2010). En efecto, estudios recientes explican cómo los retornados preparan su
regreso al país de origen manteniendo diversas prácticas transnacionales (visitas,
4
comunicaciones, envío de remesas, etc.), que facilitan su reinserción posterior y ayudan
a mantener un sentido de pertenencia a su país o comunidad de origen (Cassarino, 2004;
Duval, 2004).
La teoría de las redes sociales complementa el enfoque transnacional postulando que
“los recursos necesarios para asegurar el retorno serían el resultado de las relaciones
interpersonales que pudieran derivarse de las experiencias de vida del migrante”
(Nieto, 2011: 4). De esta manera, una reinserción exitosa dependería de la
disponibilidad de recursos e información, la cual parece residir en el capital social
acumulado por los migrantes de retorno.
Un estudio reciente puso a prueba empíricamente las distintas teorías involucradas en
las explicaciones de la migración de retorno, mediante la investigación de los factores
determinantes de las intenciones de retorno de migrantes africanos residiendo en España
e Italia (de Haas y Fokkema, 2011). Los resultados sugieren que la integración
sociocultural en el país de acogida tiene un efecto negativo en las intenciones de
retorno, mientras que la integración económica y los vínculos transnacionales tienen un
efecto más ambiguo y en ocasiones positivo. Por ende, los hallazgos del estudio
cuestionan las perspectivas teóricas que conceptualizan la migración de retorno y el
transnacionalismo como causas y/o consecuencias de una integración “fallida” en el
país de acogida (de Haas y Fokkema, 2011: 755).
En relación a los procesos de reinserción de retornados también existen a nivel
internacional cierta acumulación de estudios, aunque la producción académica es
todavía bastante escasa. En la década de los setenta, estudios pioneros en el campo de la
migración de retorno (Cerase, 1974; Gmelch, 1980) presumían que los retornados serían
incapaces de superar las condiciones estructurales de la reintegración en sus países de
origen, debido a la preeminencia de valores, instituciones y relaciones de poder
tradicionales. Estudios recientes (de Bree et al. 2010, Davids y Van Houte, 2008;
Christou, 2008; King, 2008) cuestionan los enfoques pioneros sobre el tema,
enfatizando en la capacidad de agencia del retornado, que durante la experiencia
migratoria construyó una doble identidad que permite negociar mejor la readaptación al
país de origen.
El francés Jean Pierre Cassarino es uno de los académicos más destacados en el estudio
de la migración de retorno, ya que ha realizado aportes teóricos y empíricos sustantivos.
Es de su autoría uno de los trabajos teóricos más sobresalientes sobre el tema, en el que
postula la utilidad de las teorías transnacionales y de las redes sociales para entender la
migración de retorno (Cassarino, 2004). En base al marco conceptual que proporcionan
las teorías mencionadas se destaca un estudio comparativo realizado en Algeria,
Marruecos y Túnez, basado en una encuesta específica a retornados, en el que una de las
conclusiones más importantes es que el retorno es un proceso que requiere un tiempo
significativo de preparación (Cassarino, 2008).
En el plano laboral hay varios estudios internacionales que aportan al conocimiento de
la reinserción de los retornados, desde un enfoque predominantemente cuantitativo
basado en el uso de fuentes estadísticas como censos o encuestas a hogares. Muschkin
(1993) estudia la inserción ocupacional de los retornados entre 1970 y 1980 en Puerto
Rico utilizando como fuentes los censos de población. La autora encuentra un efecto
negativo de la condición de retornado en la inserción laboral, revelando la
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vulnerabilidad de los mismos a los vaivenes del mercado de trabajo. En la misma
dirección, un estudio enfocado en la migración de retorno de mexicanos desde Estados
Unidos sugiere que los empleadores nacionales podrían estar menos motivados en la
contratación de fuerza de trabajo con experiencia migratoria internacional, ante la
eventualidad de que volviera a ocurrir una nueva migración (Lindstrom, 1996).
Otros autores (Ilahi, 1999; Premachandra, 1990) encuentran evidencia de una mayor
propensión de los retornados a ocuparse en empleos independientes, lo que
posiblemente está asociado tanto a las dificultades de reinserción laboral como al capital
económico e humano acumulado durante la residencia en el exterior. Preocupados por el
impacto económico del retorno, Piracha y Vadean (2009) muestran la importancia de
diferenciar entre las categorías de trabajadores independientes, señalando que una
mayor selectividad del retorno hacia los empresarios (patrones) frente a los
cuentapropistas indicarían un mayor impacto económico potencial.
A pesar de que a nivel mundial el estudio sobre la migración de retorno tiene ya cinco
décadas y en la última década se ha incrementado notoriamente la producción
bibliográfica sobre el tema, a nivel nacional ha sido un fenómeno escasamente
estudiado. Más aún, puede decirse que aunque el tema de la migración internacional se
ha incorporado en la agenda académica de las ciencias sociales uruguayas desde hace
casi cuatro décadas –a la par del carácter estructural que fue adquiriendo a partir de la
década de 1960 el fenómeno de la emigración–, no existe en el país una acumulación
significativa de investigaciones sobre el tema (Cabella y Pellegrino, 2007). Entre otras
razones, la falta de estudios se explica por la debilidad de las estadísticas migratorias
uruguayas y porque la “escasez estadística” del retornante dificulta su cuantificación, así
como conocer su naturaleza y características (Aguiar et al., 1990).
El antecedente más relevante se encuentra a fines de los ochenta, en un contexto
pautado por los flujos de retorno producidos como consecuencia de la restauración de la
vida democrática, en un estudio basado en datos de la Encuesta de Migración
Internacional de 1982, una encuesta privada realizada en 1986 en Montevideo y
entrevistas a empleadores (Aguiar et al., 1990). Entre los principales hallazgos
encontrados por los autores, cabe destacar que el retorno no es un proceso sencillo para
el retornante, aunque la reinserción es menos compleja para las personas de mayor
educación, las que disponen de información y los que son capaces de formular –aunque
sea sucintamente–un proyecto de retorno (Aguiar, et al. 1990: 59).
Más recientemente, las ECH (Encuesta Continua de Hogares) que realiza el INE
(Instituto Nacional de Estadística) han permitido la elaboración de estudios descriptivos
que presentan información estadística sobre el perfil demográfico y socioeconómico de
los migrantes de retorno (Macadar y Pellegrino, 2007; Koolhaas, 2007). Estos estudios
han encontrado que la magnitud del retorno es considerable y su perfil está muy
asociado al de la emigración, teniendo los retornados un mayor nivel educativo
promedio que la población residente y concentrándose en edades activas pero con una
media de edad superior al de los emigrantes, dado que el retorno está precedido por la
emigración.
6
3. Datos y métodos
La fuente de datos utilizada en este trabajo son los censos de población levantados en
1996 y 2011 y la ECH 20113. La ECH es una encuesta de propósitos múltiples realizada
por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que se releva en hogares particulares de
forma ininterrumpida desde 1981. Desde 2006 la encuesta es representativa de toda la
población del país residente en hogares particulares (incluyendo las pequeñas
localidades urbanas y las áreas rurales). En la actualidad es la principal fuente continua
de información sobre migración. La ampliación del tamaño y cobertura de la muestra en
2006 permitió la realización de estudios descriptivos sobre el volumen y perfil de los
migrantes internos, inmigrantes y retornantes, mitigando el extenso vacío temporal
generado por la ausencia de un censo de población4.
Esta fuente tiene las limitaciones propias de las encuestas. Por una parte, dado que el
fenómeno migratorio se concentra en algunos ámbitos territoriales y en algunos grupos
de población, se generan problemas de representatividad estadística al analizar la
migración en base a esta fuente. Por otra parte, se realiza en base a un marco muestral
que va perdiendo precisión con el paso del tiempo, sobre todo en términos de
distribución territorial de la población, aspecto que es altamente sensible para el estudio
de la dinámica migratoria.
Ahora bien, en tren de realizar un balance de las posibilidades que en la actualidad
ofrece la ECH para el estudio de la inmigración internacional, un factor de importancia
decisiva es que el tamaño de la muestra determina la posibilidad de realizar
estimaciones con un bajo margen de error. En efecto, desde 2007 aproximadamente un
5% de los hogares uruguayos son encuestados anualmente por la ECH
(aproximadamente 144.000 personas y 50.000 hogares).
Para dimensionar el alcance de la ECH vale destacar que muchos países realizan sus
censos de población aplicando un cuestionario ampliado a una muestra de viviendas
(aproximadamente el 10%) y otro cuestionario reducido al resto de las viviendas5. Por
otro lado, al menos en la región latinoamericana es poco común disponer de una
encuesta a hogares con representatividad nacional y con una muestra tan grande.
Las preguntas incluidas en los censos y encuestas de hogares permiten diferentes
definiciones operativas de la migración de retorno, que arrojan resultados diferentes. La
pregunta que permite realizar una definición más amplia es aquella que interroga sobre
la residencia en el exterior alguna vez en la vida, utilizada en la ENHA 2006. Mediante
3 Los microdatos del Censo 2011 están disponibles desde el 10 de agosto del corriente año. Debido a la
escasez de tiempo para utilizar dicha información y a las ventajas que ofrece la ECH (posibilidad de
incorporar mayor información sobre la actividad laboral de los individuos) se hace un uso combinado de
ambas fuentes. De todos modos, queda pendiente realizar un descripción exhaustiva del perfil de los
retornados de acuerdo al Censo 2011. Cabe aclarar además que aún no se encuentran disponibles la
información del Censo 2011 sobre las preguntas de categoría ocupacional (asalariado, patrón, etc.), grupo
ocupacional (profesional, oficinista, etc.), sector de actividad (primario, servicios, etc.) y descripción de la
carrera realizada en el máximo nivel educativo alcanzado. 4 Entre setiembre y diciembre de 2011 Uruguay levantó su último censo de población, quince años
después del anterior realizado en 1996 (en 2004 se realizó un recuento de población). 5 En la actual ronda de censos de población, Argentina, México y Brasil realizaron sus censos con esta
metodología, utilizando un cuestionario básico para aproximadamente el 90% de las viviendas y otro
con mayor cantidad de preguntas (“ampliado”) para una muestra del 10%.
7
esta consulta el stock de retornantes en 2006 ascendía al 3,7% de la población, es decir,
120.000 personas aproximadamente (Macadar y Pellegrino, 2007). No obstante,
utilizando una definición más restringida a partir de la pregunta que captura el lugar de
residencia anterior, obtenemos en el mismo año un porcentaje de migrantes de retorno
significativamente menor: 1,7% (53.000 personas). La explicación de tales diferencias
radica en que mediante la pregunta de lugar de residencia anterior no son captadas como
retornantes las personas que alguna vez residieron en el exterior pero han migrado
internamente con posterioridad a su retorno.
Cuadro 1: Preguntas que permiten captar migrantes internacionales de retorno incluidas desde
1963 en los censos de población y encuestas de hogares en Uruguay.
Fuente País de
nacimiento
Residencia en el
extranjero alguna vez
País de residencia
anterior
País de residencia
5 años antes
Censo
1963 X X
1975 X X
1985 X X
1996 X X
2011 X X X
ECH
1986 a 2000 X X
2006 X X X X
2007 X X
2008 X X
2009 (X)* (X)*
2010 (X)* (X)*
2011 (X)* (X)*
* Se elimina la especificación del nombre del país.
Con el propósito de estudiar la inserción laboral de los retornados se utilizan técnicas
descriptivas y se ajustan modelos econométricos de respuesta binaria para estimar el
efecto de la condición de retornado sobre la probabilidad de estar ocupado. La técnica
seleccionada son los modelos probit, ya que, al igual que los modelos logit, permiten
superar las desventajas de los modelos de probabilidad lineal, donde los efectos
parciales de las variables explicativas son constantes y ajustan probabilidades que
pueden ser menores que cero o mayores que uno (Woolridge, 2007).
En particular se ajustan 5 modelos para la población entre 15 y 64 años
económicamente activa: (i) población total, (ii) mujeres, (iii) varones, (iv) personas con
educación superior y (v) sin educación superior. Las variables incluidas como
predictores son atributos individuales y del hogar que la literatura económica ha
identificado como relevantes a la hora de explicar la inserción en el mercado de trabajo
(cuadro 2).
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Cuadro 2: Variables incluidas en los modelos probit
Variables Categorías
Ocupado Valor 0 si la persona está desocupada y 1 si está ocupada
Retornado Valor 1 si la persona vivía en el exterior hace 5 años o 0 si no cumple con dicha condición
Edad Variable continua cuyo rango varía entre 15 y 64
Edad2 Expresión cuadrática de la variable edad
Varón Valor 1 si la persona es varón y 0 si es mujer
Montevideo Valor 1 si la persona vive en Montevideo y 0 si vive en el resto del país
Nivel educativo Hasta ciclo básico de educación media, bachillerato o superior
Unido Valor 1 si la persona está casada o en unión consensual o 0 si no cumple con dicha condición
Menores15 Valor 1 si la persona vive en un hogar integrado por algún menor de 15 años y 0 si no
cumple con dicha condición
Mayores64 Valor 1 si la persona vive en un hogar integrado por algún mayor de 64 años y 0 si no
cumple con dicha condición
NBI Valor 1 si la persona vive en un hogar que tiene al menos una necesidad básica insatisfecha.
Valor 0 si no cumple con dicha condición
Cabe señalar finalmente que la ECH 2011 presenta una ventaja frente al Censo 1996
que consiste en que es posible identificar el tiempo de residencia en Uruguay de los
migrantes, gracias a la inclusión de dicha consulta en detrimento de la pregunta del
lugar de residencia cinco años antes. De esta manera, el estudio comparativo de la
inserción laboral de los retornados frente a los no migrantes se realiza excluyendo a los
retornados que declaran haber regresado hace menos de un año al Uruguay, ya que es
sabido que en los primeros meses de cambio de residencia naturalmente los migrantes
tienen mayores probabilidades de estar desocupados.
4. El contexto de la migración internacional y el retorno en Uruguay6
Uruguay se convirtió en un país con saldo migratorio negativo a partir de la década de
1960, cuando el país enfrentó una crisis económica y política que desembocó en el
quiebre de la democracia en el año 1973. La emigración fronteriza tuvo un auge
importante a partir de fin de la década 1960 y en la década de 1970, con características
similares a las de la migración interna; el 81% de los flujos se concentraron en la ciudad
de Buenos Aires y su zona de influencia (Maguid, 1997), que funcionó como el polo de
atracción más importante de la región. La emigración a la Argentina de esos años tuvo
un carácter masivo y su perfil fue similar al promedio de la población residente en el
país.
El retorno verificado en el período de la restauración democrática fue de una magnitud
significativa, aunque no permitió revertir el saldo migratorio negativo. A partir del año
2000 se activó una grave crisis económica y por ende nuevamente la emigración fue un
recurso al que acudió la población para intentar paliar sus dificultades en materia de
empleo y nivel de vida.
Según datos de la ENHA 2006, entre el año 2000 y 2006 emigraron cerca de 40.000
personas7, más de la mitad de las cuales tenían entre 20 y 30 años al momento de irse
6 Buena parte de esta sección está tomada de Koolhaas (2007).
9
del Uruguay. España es el principal país de destino (42%) de estos emigrantes y Estados
Unidos el segundo (26%), mientras que Argentina sólo alcanza una participación del
12% en el total de emigrantes recientes.
Las evidencias que se disponen sobre el perfil educativo y ocupacional de los
emigrantes uruguayos, tanto recientes como anteriores, indican que se trata de una
población que en promedio es bastante más calificada que la población residente.
En un contexto como el uruguayo pautado por el carácter estructural de la emigración es
esperable encontrar flujos significativos de retornantes, que pueden adquirir un peso
mayor en coyunturas particulares o cuando se han impulsado políticas específicas. Tal
es el caso del período de la restauración democrática, que con las primeras elecciones
democráticas tras trece años de dictadura militar (en 1984), trajo aparejado el retorno de
un cierto número de emigrantes, principalmente exilados políticos; asimismo, el
gobierno democrático una vez reinstalado, impulsó el retorno del país apoyando
medidas para facilitar el traslado y los primeros años de reintegración.
A fines de la década de 1980, las políticas se concentraron a estimular la vinculación de
los integrantes de la diáspora con los residentes del país. En particular, cabe destacar el
rol jugado por la Universidad de la República, que implementó un programa de apoyo a
los profesores que deseaban retornar, así como otros programas para invitar a profesores
uruguayos residentes en el exterior a realizar actividades académicas.
La llegada al gobierno del Frente Amplio en 2005 trajo consigo un nuevo impulso a las
programas de vinculación con los emigrantes, implementados en la órbita del
Departamento 20 del Ministerio de Relaciones Exteriores. La creación de una Oficina
de Retorno y Bienvenida en 2008, en el marco de la cancillería, fue un hito significativo
en la construcción de una política de aliento y apoyo al retornado que aún es incipiente
y deficitaria pero es cada vez más necesaria en un contexto económico muy favorable
que contrasta con el de los países desarrollados (Programa de Población, 2011).
En los últimos años se ha verificado una reversión de las tendencias migratorias
vigentes desde la década de 1960, fruto de un doble proceso de disminución de las
corrientes emigratorias y un aumento de los flujos de retorno. Este fenómeno está
asociado al deterioro de la situación económica en los principales países receptores de la
emigración uruguaya reciente y en particular España, que en 2011 registró una tasa de
desempleo más de tres veces superior a la de Uruguay (21% y 6% respectivamente). En
1996, año en que se realizó el anterior censo, el contexto era bien diferente, ya que si
bien Uruguay no estaba en crisis económica, la tasa de desempleo del país urbano
alcanzaba el 12%, duplicando el valor actual.
7 La ENHA 2006 sólo toma en cuenta un segmento de la emigración, a saber, las personas que salieron de
hogares existentes en el país a la fecha de la encuesta y que, por lo tanto, podían suministrar información.
En consecuencia, al no relevarse los hogares completos que emigraron, esta encuesta tiende a subestimar
el fenómeno de la emigración (Macadar y Pellegrino, 2007).
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5. Magnitud y perfil demográfico y socioeconómico de la migración
de retorno
Los primeros indicadores que muestran un incremento del retorno de uruguayos en los
últimos años provienen por un lado de la constatación que ha disminuido el stock de
migrantes en los principales países receptores, tal como evidencian el Padrón Municipal
Continuo de España y la American Communnity Survey de Estados Unidos (Programa
de Población, 2011).
Por otra parte, la evolución anual del saldo residual del registro de entradas y salidas por
el Aeropuerto de Carrasco muestra desde mediados de 2008 una reversión del saldo
migratorio negativo, que sugiere la existencia de dos procesos combinados: la
disminución de los flujos emigratorios y el aumento de los flujos de retorno.
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Gráfico 1: Saldo entre uruguayos ingresados y egresados por el Aeropuerto de Carrasco 2000 –
2010 (julio a junio)
Fuente: Programa de Población (2011), en base a datos de la Dirección Nacional de Migración
El Gráfico 2 muestra la evolución del stock de retornantes en los últimos veinticinco
años para las localidades urbanas de 5000 o más habitantes8, considerando como
retornantes a las personas que nacieron en Uruguay y cuyo lugar de residencia anterior
es otro país9. Se puede apreciar un sostenido crecimiento del stock de retornantes,
particularmente a partir de los últimos cinco años.
Gráfico 2: Stock de retornantes por año (en porcentaje sobre población total), ECH 1986-2000 y
2006-2011 (Localidades de 5000 y más habitantes)
Fuente: Elaboración propia en base a microdatos de ECH 1986-2000 y 2006-2011, disponibles en www.ine.gub.uy
8 Se toman las localidades urbanas de 5000 o más habitantes para construir la serie del período 1986-2009
porque antes de 2006 la ECH no incluía a las localidades rurales y urbanas menores a 5000 habitantes. 9 Como se explica con mayor detalle en Koolhaas (2007), esta definición es restringida ya que se excluye
la posibilidad de identificar como retornados a las personas que luego del retorno a su país de origen
migran dentro de las fronteras nacionales. Una definición amplia de retornado se obtiene con la pregunta
de “¿Alguna vez residió en el extranjero?”, implementada por la edición 2006 de la ECH. Mediante esta
consulta se obtuvo un stock de retornados del 3,7% de la población, una cifra significativamente más alta
que el 2% que aparece en el gráfico 2.
-35,000
-30,000
-25,000
-20,000
-15,000
-10,000
-5,000
0
5,000
10,000
15,000
1.3 1.3 1.4
1.6
1.4
1.8 1.8 1.8 1.7 1.8 1.8
1.5 1.6 1.5
1.6
2.0
2.4 2.5
2.7 2.7 2.7
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
19
86
19
87
19
88
19
89
19
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
06
20
07
20
08
20
09
20
10
20
11
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La información sobre fecha de retorno como una aproximación a los flujos
Uno de los inconvenientes de los censos y encuestas, consiste en que los datos refieren a
stocks, es decir, la cantidad acumulada de migrantes, y no a los flujos. Si bien la
información sobre fecha de llegada o duración de la residencia brinda una aproximación
a los flujos, adolece del problema que las personas llegadas en un determinado año
pueden haber vuelto a migrar o fallecido. Por tanto, la información de stock con la que
se cuenta, combinada con el año de retorno o duración de la residencia, permite obtener
una estimación mínima de los flujos, pudiendo éstos haber sido bastante mayores en un
contexto de alta emigración o mortalidad.
Teniendo en cuenta tales precauciones, es interesante constatar que en 2011, por cuarto
año consecutivo desde la ECH 2008, más de 5000 personas declararon haber vuelto a
fijar residencia en Uruguay hace menos de un año, es decir, aproximadamente en el año
que se realizaron las respectivas encuestas (Tabla 1). El Censo 2011, si bien arroja cifras
más bajas, puede decirse que son consistentes con las de la ECH, ya que el operativo
censal no cubre todo el año (el momento censal es el 4 de octubre) y además hay un 3%
de no respuesta o información ignorada en las preguntas de migración10
.
Tabla 1: Stock de retornantes por año de retorno según ECH 2006-2011 y Censo 2011
Año de
retorno
Censo
2011
Stock
ECH
2011
Stock
ECH
2010
Stock ECH
2009
Stock
ECH
2008
Stock
ECH
2007
Stock
ENHA 2006
2011 4.966 6.102
2010 5.090 5.025 6.032 ------- ------- ------- -------
2009 4.985 6.900 4.965 5.142 ------- ------- -------
2008 3.966 5.398 4.357 3.771 5.345 ------- -------
2007 2.668 2.986 3.811 4.142 3.117 4.729 -------
2006 2.679 3.816 2.985 3.999 3.677 3.534 2.706
2005 2.305 2.824 3.728 3.123 4.135 4.279 1.691
2005-2010 21.693 26.949 25.878 20.177 16.274 11.852 4.397
2000-2004 7.129 10.710 11.423 11.734 10.504 19.516 11.590
Antes de 2000 25.538 37.620 39.991 40.617 43.488 39.156 37.211
Total 59.326 81.381 77.292 72.528 70.266 63.550 53.198 Nota: El año de retorno se calcula como una resta entre el año de la ECH y los años que declara la persona estar
residiendo en Uruguay (por ejemplo, en la ECH 2009 para alguien que reside hace 2 años el año de retorno es 2007)
Fuente: Elaboración propia en base a microdatos de ECH 1986-2000 y 2006-2011, disponibles en www.ine.gub.uy
Vale destacar que las cifras del registro de la Oficina de Retorno y Bienvenida del
Ministerio de Relaciones Exteriores11
, son consistentes con las de la ECH y el Censo
2011.
10
Más información puede encontrarse en el sitio web del INE y en particular en el documento que
sintetiza los principales resultados: http://www.ine.gub.uy/censos2011/resultadosfinales/analisispais.pdf. 11 El Ministerio de Relaciones Exteriores posee un registro sobre la población inmigrante atendida por la
Oficina de Retorno y Bienvenida (creada en 2008), ya sean uruguayos retornados o inmigrantes
propiamente dichos (extranjeros). Los funcionarios que atienden a los migrantes registran información
sobre el perfil sociodemográfico de esta población, así como datos sobre la experiencia migratoria en el
exterior y la situación socioeconómica en la que arriba al país, en materia de vivienda, salud y trabajo.
Esta información, si bien es interesante y novedosa, no es representativa del universo total de retornados e
inmigrados, porque por su propia naturaleza únicamente cubre a la población atendida por la Oficina de
Retorno y Bienvenida. Las cifras divulgadas por el Ministerio indican que en 2011 han atendido un
promedio de 350 retornados por mes (aproximadamente 4000 personas en todo el año).
13
Principales países de origen
La distribución de los inmigrantes de retorno por país de residencia anterior está
asociada a los destinos donde históricamente se han dirigido los emigrantes uruguayos,
que hasta los años noventa se orientaban principalmente a Argentina y a partir del siglo
XXI se orientan a España principalmente y a Estados Unidos en menor medida,
habiendo pasado Argentina a representar un exiguo 10% de los flujos de emigrantes
recientes, de acuerdo a los resultados de la ENHA 2006 (Macadar y Pellegrino).
Los datos de la ECH 2008 y del Censo 2011 muestran un crecimiento notable de los
flujos de retornados provenientes de España, al punto que en la actualidad es el
principal país de origen de los retornantes, con el 38% del total de retornados en el
período 2006-2011. Para el período 2003-2008 esta cifra era de 21%, lo que muestra
que en los últimos tres años han crecido notoriamente los retornos desde España,
fenómeno que se asocia al contexto de muy alto desempleo en dicho país, situado en
niveles alarmantes.
Los retornos desde Estados Unidos y desde Argentina ocupan el segundo lugar en el
ranking de países de origen de los retornados. En el primer caso, se observa que el
período 2003-2008 fue el de mayor peso relativo de los retornos desde ese país,
coincidiendo con el endurecimiento de las políticas migratorias asociado a los atentados
terroristas del 11 de setiembre de 2001. En el segundo caso se puede decir que si bien se
aprecia claramente un descenso notorio con respecto a los flujos de retorno observados
en el siglo XX, es aún significativo el porcentaje de retornados, lo que en parte puede
ser explicado por un menor costo para retornar desde Argentina con respecto a los
retornos desde España y Estados Unidos, dada la proximidad geográfica (Aguiar et al.,
1990).
Gráfico 3. Distribución porcentual de los stocks de migrantes de retorno recientes por país de
residencia anterior. Censos 1985-1996-2011 y ECH 1990-2000-2008
Nota: La ECH 2008 fue la última que incluyó la consulta sobre el nombre del país de residencia anterior.
Fuente: Elaboración propia en base a microdatos de censos y ECH.
41%
56% 50% 51%
25% 17%
14%
9% 12% 7%
11%
8%
17%
9% 8% 14%
12%
10%
8% 9% 9% 9%
22%
17%
6% 6%
6% 4% 21%
38%
10% 9%
11% 8% 5% 6%
4% 2% 5% 7% 4% 3%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Censo 1985
ECH 1990 Censo 1996
ECH 2000 ECH 2008 Censo 2011
Asia, Africa, Oceanía
Resto Europa
España
USA-Canadá
Resto Latinoam.-Caribe
Brasil
Argentina
14
Perfil demográfico
Los análisis que se han realizado sobre el perfil demográfico de los retornados muestran
que el retorno tiende a ser selectivo por sexo y edad, de manera similar a la emigración
(Aguiar, 1990; Macadar y Pellegrino, 2007; Koolhaas, 2007). Los datos observados en
este trabajo ratifican los hallazgos de los estudios anteriores.
La edad promedio de los retornados tiende a ser algo más elevada que la de los
emigrantes, ya que naturalmente el retorno es un proceso que precede a la emigración.
De todas maneras se observan varios elementos comunes con el perfil tradicional de la
emigración: tanto en 1996 como en 2011, 8 de cada 10 retornados se encuentran en
grupos de edades activas, cuando dicha proporción en el total de la población residente
es de 6 cada 10. En relación a la población residente la proporción de retornantes entre
los adultos mayores (65 y más años) y principalmente entre los niños (5-14 años) tiende
a ser más baja. La escasa proporción de niños entre los retornantes se explica en buena
medida porque muchos hijos de retornantes nacieron en el extranjero, por lo que no son
relevados como retornantes sino como inmigrantes. Por su parte, el bajo porcentaje de
población de 65 y más años en parte se explica por el efecto de la mortalidad.
Entre los retornados del período 1991-1996 y 2006-2011 se observan pequeñas
diferencias en el perfil etario: los migrantes de retorno captados en la ECH 2011 tienden
a concentrarse más entre los 20 y los 34 años, mientras que los identificados en el Censo
1996 son una mayor proporción a partir de los 35 años. Asociado a ello, se observa una
mayor proporción de población menor de 20 años en el stock de retornantes captados en
el Censo de 1996.
Tanto en 1996 como en 2011 se ratifica, al igual que ocurre con la emigración, el perfil
selectivo por sexo: la mayoría de los retornados son varones, cuando en la población no
migrante predominan las mujeres (Tabla 2).
Gráfico 4: Estructura por sexo y edad de retornados recientes, Censo 1996 y ECH 2011
Fuente: Elaboración propia en base a microdatos del Censo de 1996 y ECH 2011
10.0 8.0 6.0 4.0 2.0 0.0 2.0 4.0 6.0 8.0 10.0
5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-79 80-84 85 Y +
Varón
ECH 2011
Censo 1996
Mujer
15
La emigración uruguaya ha sido históricamente selectiva por región, en el sentido que la
población residente en la capital del país (Montevideo) siempre ha presentado mayores
probabilidades de emigrar que la del resto del país. El perfil de los retornantes ratifica
que es significativamente más alto el porcentaje de residentes en Montevideo que en el
resto del país, a diferencia de lo que ocurre en el resto de la población. Se observa
además que este fenómeno se ha acentuado aún más entre 1996 y 2011 (Tabla 2).
Tabla 2. Distribución porcentual de población retornada reciente y resto de la población según
edad, sexo y región. Población 15-64 años, Censo 1996 y ECH 2011
Censo 1996 ECH 2011
Retornados recientes
Resto de la población
Retornados recientes
Resto de la población
Edad
15-24 16,7 25,8 17,9 23,6
25-34 28,1 22,1 32,0 21,4
35-44 27,2 20,4 24,3 20,0
45-54 16,7 16,8 16,5 19,0
55-64 11,3 14,9 9,4 15,9
Sexo
Mujer 47,6 51,0 46,7 51,4
Varón 52,4 49,0 53,3 48,6
Región de residencia
Montevideo 53,4 43,5 64,1 41,1
Resto del país 46,6 56,6 35,9 58,9
Fuente: Elaboración propia en base a microdatos del Censo de 1996 y ECH 2011
Perfil socioeconómico
La emigración uruguaya ha sido históricamente selectiva por nivel educativo: los
emigrantes han tenido en promedio más años de estudio que los no migrantes (Aguiar,
1990; Macadar y Pellegrino, 2007). El perfil de los retornados observado en el Censo de
1996 como en la ECH 2011 ratifica este patrón, tal como se observa en la tabla 3. De
manera congruente con su mayor nivel educativo, los retornados se ocupan en empleos
de mayor calificación que el resto de la población. Se observa también un fenómeno que
se ha podido apreciar en otros contextos nacionales: los retornados suelen ocuparse en
mayor proporción que los no migrantes en el sector terciario y en actividades
independientes, lo que se asocia con una mayor propensión emprendedora y en muchos
casos con la acumulación de capital económico (ahorros), fruto de la emigración
(Aguiar et al., 1990; Premachandra, 1990; Ilahi, 1999).
16
Tabla 3. Estadísticos descriptivos de características socioeconómicas de la población retornada
reciente. Población 15-64 años. Censo 1996 y ECH 2011
Censo 1996 ECH 2011
Retornados
recientes Resto de la población
Retornados recientes
Resto de la población
Nivel educativo (en %) –pob.25-64
Primaria o sin instrucción 29,0 49,3 13,6 34,5
Media o Técnica 51,5 38,4 58,9 47,6
Superior 19,5 12,3 27,5 18,0
Condición actividad (en %)
Ocupado 61,3 63,1 71,0 71,6
Desocupado 12,8 7,7 11,2 4,6
Inactivo 25,8 29,2 17,8 23,8
Ocupación (en %)
Directivos, profesionales o técnicos 24,1 17,4 33,1 22,9
Empleados de oficina 7,2 11,0 12,7 13,2
Vendedores 17,3 13,8 16,3 14,5
Agropecuarios y pesqueros 2,9 5,5 1,8 5,7
Oficiales y operarios 17,9 15,6 15,0 13,1
Operadores de instalaciones y máquinas 6,0 6,5 7,1 7,6
Trabajadores no calificados 23,8 28,5 13,9 22,3
Fuerzas armadas 0,9 1,7 0,2 0,6
Categoría ocupacional (en %)
Asalariado privado 49,3 50,0 60,4 58,5
Asalariado público 8,3 18,5 6,0 14,9
Trabajador por cuenta propia 27,0 19,1 26,2 20,1
Patrón con personal a cargo 9,3 7,0 5,2 4,9
Otros 6,1 5,4 2,2 1,6
Sector de actividad (en %)
Primario 6,4 12,4 2,9 11,0
Secundario 24,4 24,0 19,3 21,1
Terciario, comercio y hoteles 24,3 18,1 26,2 21,3
Terciario, transporte y comunicaciones 5,4 4,9 8,7 5,8
Terciario, finanzas e inmobiliaria 7,6 6,2 14,8 8,6
Terciario, servicios sociales y personales 25,2 28,0 28,2 32,1
Fuente: Elaboración propia en base a microdatos del Censo de 1996 y ECH 2011
Con el propósito de establecer una comparación más apropiada de la condición de
actividad económica de los retornados frente a los no migrantes se restringe el universo
de retornados a quienes declaran estar residiendo en Uruguay hace al menos un año, y
un máximo de cinco años. De esta manera, se excluyen del análisis a los migrantes de
retorno llegados a Uruguay hace menos de un año, quienes por su propia condición
tienen una mayor propensión a estar desempleados o inactivos. Esta restricción
solamente es posible aplicarla utilizando los datos de la ECH o Censo 2011, dado que el
Censo 1996 no incluyó una consulta sobre duración de la residencia actual, sino que
únicamente se define la condición de retornado a partir del lugar de residencia cinco
años atrás.
El gráfico 5 muestra que aún restringiendo el análisis a los migrantes de retorno con al
menos un año de residencia en Uruguay, la tasa de desempleo es significativamente más
para los retornados que para los no migrantes, manteniendo constantes el sexo por un
lado y la región de residencia por el otro.
17
Gráfico 5. Tasa de Desempleo por condición migratoria, según sexo y región de residencia. ECH
2011
Fuente: elaboración propia en base a microdatos de la ECH 2011
Con el objetivo de comparar la situación relativa de los retornados en 1996 y 2011 es
necesario incluir nuevamente a los retornados con menos de un año de residencia en
Uruguay. Para ello, se calculó para los censos de 1996 y 2011 un indicador de razón de
la tasa de desempleo de los retornados y la tasa de desempleo de los no migrantes. Los
resultados se presentan en la tabla 4, que permite concluir que si bien la situación
general del mercado de trabajo era menos buena en 1996 que en 2011, la brecha entre
los retornados y los no migrantes era menor en 1996.
Tabla 4. Tasa de desempleo de retornados recientes según país de residencia anterior, sexo y nivel
educativo. Censos de 1996 y 2011
CENSO 1996 CENSO 2011
Hombres sin educ. superior
Mujeres sin educ. superior
Hombres con educ. superior
Mujeres con educ. superior
Hombres sin educ. superior
Mujeres sin educ. superior
Hombres con educ. superior
Mujeres con educ. superior
Retornados Argentina 17,3% 23,0% 9,4% 15,1% 7,8% 14,4% 4,5% 9,0%
Retornados Brasil 13,7% 14,2% 8,5% 8,5% 6,7% 9,2% 2,2% 6,3%
Retornados EE.UU 19,0% 23,8% 9,0% 10,6% 8,8% 15,6% 6,0% 12,9%
Retornados España 14,2% 26,7% 8,0% 11,1% 11,0% 19,3% 8,4% 11,8%
Retornados otros países 14,1% 17,8% 8,4% 12,7% 8,5% 14,7% 6,6% 10,9%
Retornados 16,0% 21,0% 8,7% 12,6% 9,2% 16,2% 6,4% 10,9%
Resto de la población 7,2% 12,0% 3,3% 4,9% 2,7% 7,9% 2,1% 2,9%
Razón retornados/resto 2,2 1,8 2,7 2,6 3,4 2,1 3,1 3,8 Nota: Los datos incluyen a los retornados recientes con menos de un año de residencia en Uruguay
Fuente: elaboración propia en base a microdatos del Censo de 1996 y 2011
Como se puede observar en la tabla 4, existen diferencias de importancia en la tasa de
desempleo de los retornados según el país de residencia anterior. En 2011 se observa
que los retornados recientes procedentes desde España presentan tasas de desempleo
sensiblemente más altas que sus pares que retornan desde los países vecinos (Argentina
9.5
12.3
9.9
12.2
4.6
7.9
6.3 6.0
0.0
2.0
4.0
6.0
8.0
10.0
12.0
14.0
Varón Mujer Montevideo Resto país
Retornados recientes (1 a 5 años de residencia) No migrantes
18
y Brasil). Una hipótesis para explicar este fenómeno consiste en señalar que la crisis
económica en España fomenta un tipo de retorno más asociado al fracaso de los
proyectos migratorios teorizado por los enfoques económicos neoclásicos. En contraste,
la coyuntura económica favorable que atraviesan los países vecinos hace más probable
que el retorno esté más asociado a proyectos migratorios exitosos o el menos tenga un
mayor grado de preparación, como postula Cassarino (2004).
6. Análisis multivariado del efecto de la condición de retornado reciente en la
inserción laboral
Los resultados del análisis descriptivo presentado en la sección anterior sugieren que los
retornados recientes encuentran mayores dificultades en su inserción laboral que el resto
de la población, aún si excluye a los retornados con menos de un año de residencia en
Uruguay.
Los resultados del análisis multivariado ratifican en términos generales los hallazgos
encontrados mediante técnicas descriptivas. Los modelos probit ajustados confirman el
efecto estadísticamente significativo de signo negativo de la condición de retornado
sobre la probabilidad de estar ocupado. Este efecto negativo se observa tanto para los
años 1996 como para 2011, utilizando el censo o la ECH. Cabe destacar además que
dicho efecto, si bien se reduce, sigue siendo negativo aún cuando se excluye a los
retornados recientes llegados hace menos de un año (tabla 5).
De todos modos, los efectos estimados a partir de los modelos para los años 1996 y
2011 no permiten afirmar, tal como hacía presumir el análisis descriptivo, una mayor
desventaja de los retornados frente al resto de la población en 2011 con respecto a
199612
.
Los efectos negativos estimados varían entre 0.04 y 0.1, lo que quiere decir que, en
promedio y manteniendo los demás factores constantes, un retornado reciente tiene una
probabilidad entre 4 y 10% menor de estar ocupado que el resto de la población (tabla 5
y 6).
12
Queda pendiente realizar una prueba Chow para estudiar si existen entre 1996 y 2011 cambios
estadísticamente significativos en los efectos estimados de la condición de retornado reciente sobre la
condición de actividad económica de la población activa.
19
Tabla 5: Modelo probit para estimar la probabilidad de estar ocupado. Población económicamente
activa entre 15 y 64 años. ECH 2011 y Censo 2011 (se excluye a los retornados recientes con menos
de un año de llegada)
ECH 2011 Censo 2011
Coef. Efecto parcial P>z Coef.
Efecto parcial P>z
Retornado2006-2010 -.4233047 -.0555334 0.000 -.3175887 -.0408152 0.000
Varón .3956909 .0382714 0.000 .4540369 .0475683 0.000
Edad .111249 .0103728 0.000 .1044785 .0104234 0.000
Edad2 -.0011064 -.0001032 0.000 -.001074 -.0001072 0.000
Unido .1664755 .0159879 0.000 .201494 .0208214 0.000
Montevideo -.0756781 -.0071562 0.000 -.0956225 -.0096786 0.000
Educ.bach. .1363087 .0120785 0.000 .3587475 .0143276 0.000
Educ.superior .2789565 .0227232 0.000 .1533418 .0305613 0.000
Menor15 -.0271733 -.0025369 0.000 -.0582543 -.0058262 0.000
Mayor64 -.0972465 -.0096388 0.000 -.144244 -.0157419 0.000
NBI -.1248899 -.0126291 0.000 -.1178716 -.0126619 0.000
_cons -1.104527 0.000 -.973539 0.000 Nota: están excluidos los retornados con menos de un año de residencia (llegados en 2011)
Fuente: elaboración propia en base a microdatos de Censo 2011 y ECH 2011
Los resultados sugieren que en 2011 las mujeres retornadas tienen una mayor
probabilidad de estar desocupadas que los varones retornados. En contraste, no es tan
claro que el efecto de la educación sobre la probabilidad de estar ocupado sea distinto
entre los retornados que entre el resto de la población (tabla 6).
Tabla 6. Efectos estimados de la condición de retornado reciente en la probabilidad de estar
ocupado. Modelos Probit. Población económicamente activa, 15 a 64 años.
Modelo Censo 1996 Censo 2011 ECH 2011
Coef. Efecto parcial
Pseudo R
2 Obs. Coef. Efecto parcial
Pseudo R
2 Obs. Coef. Efecto parcial
Pseudo R
2 Obs.
Población total
-0.336 -0.078 0.064 1401025 -0.374 -0.050 0.104 1513529 -0.579 -0.083 0.136 62561
Hombres -0.367 -0.076 0.056 817372 -0.337 -0.032 0.113 826448 -0.579 -0.063 0.154 33579
Mujeres -0.282 -0.076 0.057 583653 -0.389 -0.070 0.090 687081 -0.577 -0.103 0.124 28982
Sin educ. superior
-0.318 -0.078 0.055 1191029 -0.331 -0.047 0.102 1172281 -0.531 -0.077 0.134 49541
Con educ. superior
-0.450 -0.070 0.098 209996 -0.458 -0.047 0.117 341248 -0.729 -0.089 0.159 13020
Notas: Todas las variables incluidas en los modelos son significativas al 1%. Los retornados recientes con menos de
un año de llegada están incluidas porque con el Censo de 1996 no se puede conocer la duración de la residencia (la
pregunta utilizada es la del lugar de residencia 5 años antes)
Fuente: elaboración propia en base a microdatos de Censo 1996, Censo 2011 y ECH 2011
20
7. Conclusiones
Este trabajo tuvo como objetivo presentar un panorama bastante exhaustivo de la
situación de los migrantes internacionales de retorno en Uruguay, describiendo su
magnitud y perfil demográfico y socioeconómico, así como la reintegración al mercado
de trabajo.
El análisis descriptivo permitió identificar un aumento considerable de la migración de
retorno en los últimos años, asociado a factores de contexto económico en los
principales países de destino de los flujos de emigrantes recientes (principalmente
España) y a la mejora significativa de los indicadores macroeconómicos en Uruguay
(desempleo situado en el nivel histórico mínimo y aumento del salario real).
El perfil de los retornados recientes revela, como era de esperar, características similares
a los de los emigrantes, aunque queda pendiente comparar de forma más exhaustiva el
perfil de los retornados con el de los emigrados, de manera de aproximarse a poder
responder a la pregunta de en qué medida es el retorno selectivo con respecto a la
migración. Uno de los hallazgos esperables, dado que el retorno es un evento posterior a
la emigración, es que los retornados tienen una edad promedio superior a los de los
emigrantes.
De todos modos, el perfil etario de los retornados recientes es significativamente más
joven con respecto al perfil de los retornados atendidos por la Oficina de Retorno y
Bienvenida del Ministerio de Relaciones Exteriores, cuyas autoridades han señalado que
los retornados que se acercan a dicha oficina presentan notorias dificultades de
reintegración, siendo la alta edad promedio un factor limitante para reinsertarse en el
mercado de trabajo, dado que las ofertas de empleo suelen concentrarse en las edades
jóvenes. En suma, si bien resulta evidente que los retornados que presentan mayores
dificultades de reinserción tienden a acercarse al Ministerio de Relaciones Exteriores,
dicho universo no es representativo del total de retornados.
El análisis multivariado permitió concluir que aún considerando a los retornados
recientes con al menos un año de residencia en Uruguay, los mismos presentan una
mayor probabilidad de estar desocupados que sus pares no migrantes. Esta evidencia
ratifica los hallazgos de estudios anteriores sobre el tema, realizados en otros contextos
nacionales (Muschkin, 1993; Lindstrom, 1996; Premachandra, 1990).
La evidencia empírica que aporta el caso uruguayo sugiere que los retornados
constituyen un grupo heterogéneo y que determinados atributos hacen más factible
encontrar dificultades de reinserción laboral. En particular, los resultados sugieren que
las mujeres y los retornados en los años recientes desde España y Estados Unidos
presentan mayores dificultades para encontrar trabajo. Esto puede explicarse por los
diferentes contextos económicos que viven los países receptores de los migrantes, que
determina que en coyunturas desfavorables como la que vive España sea más probable
que se produzcan migraciones de retorno asociadas al fracaso de los proyectos
migratorios, de acuerdo a la conceptualización neoclásica. De todos, esta es una
cuestión sobre la que habrá que profundizar en futuros estudios, investigando con mayor
detalle los diferentes contextos económicos y sociales en los países de emigración y
retorno.
Finalmente, cabe señalar que es necesario complementar este estudio con entrevistas en
profundidad a los retornados, de manera de profundizar, desde la perspectiva de los
propios actores, en los factores explicativos de las dificultades de reintegración social y
21
económica de los retornados. En particular, un aspecto interesante para indagar en
futuros estudios es en los obstáculos institucionales y burocráticos con los que se
encuentran los retornados a su regreso para acceder a distintos tipos de servicios
(educación, vivienda, salud, etc.) y si además existen conductas de discriminación hacia
ellos de parte de sus propios compatriotas.
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