Miércoles, 23 de noviembre de 2011 la GaCETa 29
res) y, dadas las condiciones actuales, es de esperar que en los próximos años se reduzca el núme-ro de universitarios y el personal investigador, especialmente en las carreras técnicas, justamente las más reclamadas para la puesta en marcha y ejecución de planes de innovación.
Planes de acciónPara subsanar estos condicionan-tes, el Gobierno ha puesto en mar-cha decenas de planes (la mayoría pilotados desde el Ministerio de Ciencia e Innovación), algunos con apoyo de la empresa privada. Por ejemplo, la ley de Economía Soste-nible y la Estrategia Estatal de Innovación (E+I) se apoyan en el fomento de la innovación y compe-titividad de las empresas como única salida ante la recesión. En realidad, ambos planes supo-nen el análisis a medio y largo plazo de las necesidades de innovación de la economía española mediante la puesta en marcha de planes de internacionalización así como de dinamización de la administración y apertura de nuevas posibilidades de mercados públicos en diferentes sectores como salud, medio ambien-te, energía, industria o ciencia. Otra de las tareas pendientes es la formación y retención de capital humano. En el último informe sobre I+D del Ministerio de Ciencia
ESPEcial i+D+i
e Innovación, se propone la revisión y reforma de los sistemas educati-vos y formativos, articulando rela-ciones más sólidas entre la empre-sa privada y Universidad como cen-tro de conocimiento. la ecuación parece clara: dichas reformas, unidas a la movilidad y mejora de las condiciones laborales del personal investigador y el apoyo financiero para la promoción de start-ups deberían conducir a la atracción y retención del capital humano. Por otro lado, el objetivo de estos planes es cambiar la mentalidad empresarial y financiera, de mane-ra que estas inversiones no se basen tanto en términos de riesgo como de crédito. la principal urgencia reside en la llegada de créditos y subvenciones para pymes, puesto que apenas han considerado la inversión en I+D. aquí es donde entran en juego herramientas como el Mercado alternativo Bursátil, para ofrecer un entorno financiero favorable con el objetivo de que el capital f luya en las actividades innovadoras desde el inicio hasta su materialización. a nivel territorial, el fomento de la cooperación y cohesión se está sustentando en la creación de espacios de gestión compartida, con el fin de evitar duplicidades, mejorar la planificación, coopera-ción y seguimiento. Sirva como
dato que según la Secretaria General de Innovación, entre 2009 y 2010 se cerraron nueve convenios entre comunidades autónomas por un importe de 817 millones de euros. Paralelamente, se prevé la creación de fondos locales para actividades depura-ción de agua, gestión de resi-duos... Con este panorama, la política de innovación parece ambiciosa pero su suerte está condicionada por múltiples factores y el cumpli-miento de requerimientos comuni-tarios. Si ya el plan de ajuste de la Comisión Europea ha sido tajante con España en la reducción del défi-cit, no lo ha sido menos a la hora de reclamar una política económica más productiva e innovadora a medio plazo. Este cambio de com-portamiento debe conducir al cum-plimiento de un horizonte en 2020: inversión del 3% PIB en I+D (actualmente no alcanza ni la mitad de esta cifra). Ese 3% es el porcentaje que las instituciones comunitarias estiman oportuno para que España se encuentre en posición de competir en los mercados internacionales y de hacer frente al enorme impacto que la crisis tendrá (aún en los años venideros) sobre el crecimiento eco-nómico, en particular de los países del Mediterráneo según previsio-nes del World Economic Forum.
Hablar de innovación en España es hablar de una preocu-pante desigualdad entre comunidades autónomas. El des-tino de la riqueza regional, es decir, la cuantía del Producto Interior Bruto que se aplica a proyectos concretos de I+D, se encuentra por debajo de la media (1,38%) en 13 de las 17 comunidades. Sólo cuatro de ellas encabezan en el ranking: Navarra (2,14%), País Vasco (2,06%), Madrid (2,05%) y Ca-taluña (1,68%), al cierre del pasado ejercicio. Este grupo de autonomías innovadoras han tenido, además, una excelente progresión aún durante la crisis. Cabe reseñar que Navarra ha aumentado del 1,94% al cierre del 2008 y un año después culminaba el ejercicio en un 2,04%. El diferencial es enor-me respecto a las comunidades menos inversoras, como Baleares (0,38%), Canarias (0,58%) y Castilla-La Mancha (0,66%). Especialmente reseñable es la evolución a la baja en los datos de Castilla y León, que en 12 meses redujo un 0,15% su apuesta en I+D.
La brecha autonómica en la inversión en I+D
ESTRATEGIAS
BalearesCanariasC.-La ManchaExtremaduraMurciaGaliciaAsturiasLa RiojaC. Valenciana
FUENTE: Cotec/LA GACETA
0,360,630,720,860,861,040,971,011,05
2008
0,380,580,660,880,890,961,001,091,10
2009Comunidad
AndalucíaC. y LeónCantabriaAragónEspañaCataluñaMadridPaís VascoNavarra
1,031,271,011,031,351,622,021,981,94
2008
1,101,121,121,14
1,381,682,052,062,14
2009
Gasto Gasto
Comunidad
Datos en en % sobre el PIB regional. PIB base 2000GASTO EN I+D
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