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LA ‘MOSTRA INTERNAZIONALE DI ARCHEOLOGIA’ EN
ROMA (1911). EL PATRIMONIO ESPAÑOL COMO ESPEJO
INTERNACIONAL
Trinidad Tortosa1
“El día de la inauguración nuestra sala producía buen efecto. Lanciani quedó sorprendido porque no esperaba tanto y habían puesto unas vitrinas de Alesia y del museo de S. Germain en nuestra sala, que naturalmente, las retiraron...Faltan las noticias de todos estos vaciados, las he pedido con anticipación, hace ya un mes, porque preveía que esto nos impediría hacer el catálogo. En el centro está una estatua del Cerro de los Santos del Museo de Madrid, y las vaciados de los relieves de Osuna en la pared” (carta de J. Pijoán a R. Menéndez Pidal, 13-04-1911, cit. en Tortosa, 2010: 246).
RESUMEN
En este estudio presentamos algunos aspectos relacionados con la sección
española de la Mostra Internazionale di Archeologia que se organiza en Roma en 1911.
Los protagonistas encargados de la organización de dicha sección son José Ramón
Mélida y Manuel Gómez Moreno, desde nuestro país y, José Pijoán desde su nuevo
cargo de Secretario de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma
(EEHAR).
A nivel metodológico tres son los instrumentos que utilizamos en el análisis de
este proceso histórico: los vaciados de los objetos arqueológicos, fotos y maquetas,
depositados en el Museo della Civiltà Romana; la documentación de archivos y la
información de prensa que nos proporcionan las hemerotecas italiana y española.
Palabras clave: Vaciados, arqueología, prensa, archivos, maquetas, Ibérico, Romano,
Exposición Internacional de Roma, EEHAR.
SUMMARY
In this paper we present some elements regarding the Spanish section of the
Mostra Internazionale di Archeologia which was organised in Rome in 1911. The
leading organizers of this sectoin were José Ramón Mélida and Manuel Gómez Moreno,
from Spain and, José Pijoán, the Secretary of Escuela Española de Historia y
Arqueología en Roma (EEHAR). 1 Instituto de Arqueología, Mérida (CSIC-GOBEX). [email protected]
TRINIDAD TORTOSA
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On the methodological level we have used three instruments for the analysis of
the historic process: the casts of archaeological objects, ptotos and models, kept in
Museo della Civiltà Romana; the archives information and documents provided by the
Italian and Spanish press.
Keys words: casts, archaeology, press, archives, models, Iberian, Roman, Rome
International Exhibition, EEHAR.
INTRODUCCIÓN
La Mostra Internazionale di Archeologia con su correspondiente sección
española, se inaugurará el 8 de abril de 1911 en las Termas de Diocleciano en la capital
italiana. Antes de presentar brevemente algunos de sus contenidos, es conveniente
vislumbrar ciertas pinceladas del contexto de nuestro país al que, de alguna manera,
todavía perseguían los fantasmas del ’desastre del 98’. Y, en este sentido, y como bien
sabemos, la educación, la ciencia, la apertura al exterior serán para un nutrido grupo de
intelectuales, tanto en Madrid como en Barcelona principalmente, los únicos motores
que pueden hacer salir definitivamente al país de su retraso y permitir la integración de
España en el entorno europeo. Precisamente, esta Mostra formará parte de la filosofía,
de ese deseo de ‘internacionalización’ español que van a estimular principalmente dos
instituciones en las capitales que mencionábamos: desde Madrid, la Junta para
Ampliación de Estudios (JAE) y desde Barcelona, el Institut d’Estudis Catalans (IEC).
Ambas y no por azar fundadas en el mismo año, en 19072. La JAE se crea en este
ambiente social surgido tras la pérdida de Cuba, donde eran muchos los que percibían
como una necesidad la creación de una institución que fomentase la investigación, como
nos recuerdan las palabras del propio Santiago Ramón y Cajal quien dirigiría, como
Presidente, este organismo durante su época dorada (Sánchez Ron, 2007: 30): “Algunas
reformas encaminadas a desperezar la Universidad española de su secular letargo: la
contratación, por varios años, de eminentes investigadores extranjeros, el pensionado, en los
grandes focos científicos de Europa, de lo más lúcido de nuestra juventud intelectual, al objeto
de formar el vivero del futuro magisterio; …la fundación, en pequeño y por vía de ensayo, de
una especie de Colegio de Francia, o centro de alta investigación, donde trabajara
2 Sobre el origen y desarrollo de la JAE: Zapatero, 2007; Sánchez Ron, 2007; López- Ocón Cabrera, 2010. Sobre ese proceso en la institución catalana, el IEC, cf. Balcells, Pujol, Izquierdo, 2002; Balcells, 2010. Sobre otros aspectos de este trabajo en torno a esta Exposición Internacional de Arqueología de 1911, cf. Tortosa (e.p 2015).
LA ‘MOSTRA INTERNAZIONALE DI ARCHEOLOGIA’ EN ROMA (1911)…
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holgadamente lo más eminente de nuestro profesorado y lo más aventajado de los
pensionados…”. (Santiago Ramón y Cajal, Memorias, 1981: 363).
En este contexto era vital enviar jóvenes al extranjero; propuesta que ya aparece
en algunos escritores del 98 como Unamuno, Macías Picavea, etc. Recordemos a
Joaquín Costa en su obra Reconstitución y europeización de España (1900) donde
sugería también crear colegios en París, Oxford, Berlín o Bolonia y enviar a ellos “una
docena de docenas” de becarios y añadía: “imaginad que todo esto se hace y España habrá
revivido, se habrá integrado a Europa” (cit. Zapatero, 2007: 24).
Este espíritu del IEC y la JAE que van de la mano a la hora de acercar e integrar
la cultura y la ciencia en Esa Europa que florecía se constata en nuestra microhistoria a
través de dos propuestas concretas: la Exposición organizada y celebrada en las Termas
de Diocleciano en Roma, en 1911 (fig. 1); y la fundación de la Escuela Española de
Historia y Arqueología (EEHAR) – por R.D. de junio de 1910-, siendo además esta la
primera iniciativa internacional en la que participa ese incipiente centro; ambos son
claros ejemplos de la buscada “internacionalización” para fortalecer al país y arrancarlo
de su estancamiento3.
3 Sobre el origen, desarrollo y relaciones de la EEHAR junto a una recopilación bibliográfica, cf. Olmos, Tortosa, Bellón (eds.), 2010.
Fig. 1.- Fachada de
las Termas de
Diocleciano en Roma
durante los trabajos de
restauración (Lanciani,
1911: 17).
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LA MOSTRA DI ARCHEOLOGIA, ROMA: ALGUNOS RASGOS GENERALES
Desde estos breves balbuceos sobre este contexto nos trasladamos ahora a
Roma, para conocer algunas de las claves que explicarían el por qué y el cómo de esta
exposición en ese momento. Ante todo, debemos situar esta celebración en los fastos
que Italia organiza para conmemorar el cincuenta aniversario de la unificación del país
(Bellón, Tortosa, 2010). Se ofrecía así la propuesta de fiesta como construcción de
escenarios majestuosos con famosos precedentes desde la Roma del Renacimiento.
Prueba de ello es la grandiosidad de los diferentes pabellones o la reconstrucción de una
imponente nave romana que se localiza en uno de los espacios establecidos (fig. 2). El
nuevo Estado italiano optaba por presentar la arqueología como instrumento principal
de este proceso de identificación con la antigüedad. A esta Mostra, acuden buena parte
de los países europeos que formaron parte del antiguo Imperio Romano, entre ellos
España. Países que se presentan a la misma sin la dificultad del traslado de piezas
originales desde cada uno de ellos, sino que realizan vaciados que remiten junto a
fotografías y maquetas para mostrar las excelencias que Roma había dejado en el
pasado europeo (Pisani, 1983: 11-16; Barbanera, 1998: 104; Salas y Sánchez, 2004;
Bellón, Tortosa, 2010: 205-ss.).
La exposición, en sus diversas temáticas se desarrolló fundamentalmente en
Roma que así se autoproclamaba poseedora de las bases legitimadoras del pasado
nacional italiano, acogiendo las temáticas de arqueología, arte y etnografía.
Fig. 2.- Fotografía de la nave romana construida en ocasión de la Mostra de 1911.
LA ‘MOSTRA INTERNAZIONALE DI ARCHEOLOGIA’ EN ROMA (1911)…
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El propio comisario de la exposición arqueológica Rodolfo Lanciani4 marca
entre los objetivos de la misma la recomposición de una imagen de la civilización bajo
el antiguo Imperio romano y la manera de hacerlo era ofrecer copias de las grandes
obras de arte clásico que se encontraban en las distintas provincias del antiguo
hinterland romano, las cuales debían aportar cualquier “recuerdo de los beneficios
recibidos de Roma, bajo los diversos aspectos de la vida civil o privada, y especialmente en el
ámbito de las obras públicas” (Lanciani, 1911: 9 y bibliografía en Tortosa, Bellón, 2010;
Salas y Sánchez, 2004, Barbanera, 2008). Así, Roma y su joven Estado quería
identificarse, especialmente, con su capacidad de creación y gestión de grandes obras
públicas, aquellas que con más claridad reflejaban la acción estatal y la política pública.
Pero, el verdadero protagonista de esta Exposición y el que efectúa un papel de
intermediario entre los principales
agentes que supervisan en nuestro país
este proceso, será José Pijoán (fig. 3),
quien establecerá el diálogo de
colaboración de entendimiento entre la
JAE y el IEC, desde su puesto de
Secretario en la recién creada EEHAR y
con un Menéndez Pidal, Director de este
centro en Roma pero ausente de esa
ciudad (Tortosa, 2010). Barcelona y
Madrid; la JAE y el IEC por tanto, se
reparten las diferentes áreas peninsulares
para organizar y recopilar la selección
arqueológica que se debe enviar a Roma
tras la petición de colaboración realizada
por el Comitato Esecutivo per le feste
conmemorative del 1911 in Roma: así se
acordará que la JAE, con J. R. Mélida y M. Gómez Moreno, se ocupará de organizar las
antiguas provincias romanas de la Bética y Lusitania mientras que el IEC se hará cargo
de la provincia de la Tarraconense5.
4 Sobre este arqueólogo y topógrafo italiano, cf. Palombi, 2006. 5 La participación del IEC en esta Mostra se confirma con la correspondiente carta al Comité italiano (Archivo del IEC SHA-IEC, 1910-0005), Tortosa, 2015. Además, según el Acta de la sesión de septiembre de 1910 del IEC –siendo Presidente Antoni Rubió i Lluch- se decide que
Fig. 3.- Fotografía de un joven José Pijoán en R. Olmos, T. Tortosa, J.P. Bellón –eds., 2010.
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LA REPRESENTACIÓN ESPAÑOLA EN LA MOSTRA DE 1911
La labor del Secretario catalán, su ilusión, trabajo y dedicación se constata en la
correspondencia que mantiene con Madrid (JAE) y en las palabras que le dedica
Rodolfo Lanciani, Profesor de topografía antigua6 y máximo responsable de esta Mostra
arqueológica que, en la ‘Introducción’ del propio catálogo (Lanciani, 1911) reconocerá
el papel dinámico y entusiasta del catalán7.
La revisión del Catalogo della Mostra (Lanciani, 1911) nos permite apreciar
cuáles son los aspectos de su estructura por provincias y salas. Frente a la uniformidad
cronológica de la misma, focalizada en la época imperial romana, sólo aparecen escasas
representaciones de materiales prerromanos; por un lado, Grecia que, como país con el
objetivo de ofrecer piezas procedentes de la “cuna de la civilización…”. (Lanciani
1911: 120; Bellón, Tortosa, 2010) Y, el otro ejemplo será nuestro país: en efecto, la
‘Sezione VIII. Hispaniae’ poseía un discurso más complejo, de índole histórico en el
que guardaba un papel importante el elemento prerromano, concretamente el ibérico
cuyo ejemplo más evidente será la Dama del Cerro de los Santos (Montealegre del
Castillo, Albacete)8 que
ocupa el centro de la sala
donde se encuentran los
vaciados españoles (fig.
4). Las claves del texto
introductorio –del
Catalogo firmado por
Lanciani- reflejan la visión
de los agentes españoles
que era mostrar la
originalidad del arte
ibérico en una exposición
internacional –en un
Josep Puig i Cadafalch fuese el responsable directo de la selección del área de la antigua provincia Tarraconense con la colaboración de los responsables de cada zona (Baleares, Comunidad Valenciana, etc.). 6 Recordar que entre las obras más célebres de este autor se encuentra la Forma Urbis Romae (Roma-Milán 1893-1901). 7 También reconocerá esta labor la investigadora S. Arthur Strong quien publica un trabajo en torno a esta Mostra y los países participantes, Strong, 1911. 8 Sobre la presencia de las esculturas ibéricas en la Exposición Internacional de Roma -1911-, cf. Tortosa, Comino (e.p.).
Fig. 4.- Sala Hispaniae de la Mostra Archeologica en las Termas de Diocleciano. En el centro se encuentra la Dama de El Cerro de los Santos –Albacete- . Catalogo della Mostra Archeologica nelle Terme di Diocleziano, 1911.
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momento en el que su modelo cultural se estaba definiendo-. Y, en este contexto, la
figura del catalán es fundamental puesto que él era el único representante español en
Italia del Comité Internacional que preparaba este evento. Mientras que, en nuestro país,
la comisión estaba integrada por M. Gómez Moreno, J. Puig i Cadafalch y José Ramón
Mélida, encargados de articular y organizar toda la parte arqueológica española con
vaciados de piezas, fotografías y maquetas, como decíamos anteriormente.
La importancia de esta exposición se constata a diferentes niveles; uno de estos
sería el hecho de presentar esta Exposición y la que se celebrará más tarde en 1937 –La
Mostra Augustea -, como las iniciativas que pretendían organizar el gran ‘Museo de la
civilización romana’ en una ciudad tan carismática como Roma. Durante las primeras
décadas del siglo XX, el mundo romano ofrecía de esta manera al Mediterráneo, a
Europa, ese concepto primigenio todavía entonces, de globalización cultural. Las copias
(los vaciados, maquetas y fotografías) que se llevan a Roma, se donaron al Estado
italiano y no volvieron a nuestro país sino que permanecieron en Roma cuando acabó
esta exposición, con el propósito de que formasen parte de ese nuevo Museo. Un
proyecto que, sin embargo, truncaría el inicio de la Primera Guerra Mundial. Años más
tarde, esta iniciativa se volvería a revitalizar y en 1927, el Museo del Imperio Romano
se convirtió en una realidad, encontrando su sede en el antiguo convento de San
Ambrosio, en Roma. Su objetivo fue reunir en un mismo espacio las piezas más
importantes de enclaves museísticos como Saint Germain en Laye, el Museo
Arqueológico Nacional de Madrid, etc. ofreciendo de esta manera un lugar privilegiado
para el estudio de la antigüedad a una amplia gama de especialistas en historia y
arqueología romanas.
Continuando con la historia de este Museo, debemos insistir en la gran
exposición Augustea del año 1937 que citábamos, que también sirvió para que las obras
que en ella se expusieron pasasen a engrosar el proyecto del ya citado Museo del
Imperio Romano. Este recorrido culminó tardíamente en 1952 cuando fue acabado el
edificio actual, del llamado Museo della Civiltà Romana que fue finalmente inaugurado
el 21 de abril de 1955. Este espacio heredaría lo que hasta ese momento había
representado la reconstrucción de la historia y la civilización de la antigua Roma desde
esos orígenes en los primeros años del siglo XX (Liberati 1983; eadem 2012).
Es precisamente en este Museo della Civiltà Romana ubicado en el conocido
barrio del EUR diseñado por Mussolini, atendiendo a los conceptos estéticos y
urbanísticos del fascismo italiano, donde para nuestra sorpresa pudimos atestiguar, hace
TRINIDAD TORTOSA
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un tiempo, que en sus almacenes se guardaban todavía buena parte del tesoro
arqueológico enviado en aquellos años9. En este sentido, el papel de nuestro país fue
fundamental y configura una de las apuestas españolas internacionales más importantes
de su tiempo. Las decenas de vaciados que se enviaron fueron realizados,
mayoritariamente, por Lucas Bartolozzi, como hemos documentado en la información
hallada en diversos archivos
consultados10.
Así, nuestro objetivo
en líneas generales persigue
recuperar la memoria
estratigráfica de la parte
española de esta exposición
de arqueología de 1911 (fig.
5). Para ello utilizamos una
metodología transversal en la
que nos interesa reconstruir la
parte arqueológica que
entonces resultaba visible
como un microcosmos de la
arqueología protohistórica y
clásica de nuestro país, pero
también buscamos el
contexto contemporáneo en el que se realiza la selección de objetos arqueológicos, y
que forma parte de la imagen nacional que se quiere ofrecer de nuestro país. Además, es
interesantísima la comprensión del discurso histórico en el cual se percibe el ámbito
romano como una parte del proceso en el que se debe valorar de manera muy positiva la
integración en este discurso histórico del elemento indígena sobre todo ibérico pero
9 Nuestro más sincero agradecimiento a la Directora del Museo de los Mercados de Trajano y Responsable del Museo della Civiltà Romana, Lucrezia Ungaro y a las conservadoras de este museo del EUR por su disponibilidad hacia este proyecto. 10 Mientras que el vaciado del disco de Teodosio y otros objetos de metal que se enviaron a
Roma fueron realizados por Bezares, según se refleja en la carta del Museo Arqueológico
Nacional al Embajador del Rey de Italia en Madrid, fechada el 4 de Julio de 1910 (Carpetilla
MAN: Antecedentes de la Exposición que se ha celebrado en Roma en 1911). Nuestro
agradecimiento a Aurora Ladero (Archivo MAN) por su disponibilidad para facilitarnos la
información que sobre este evento guarda ese archivo.
Fig. 5.- Instrumentos de estudio utilizados en este proyecto.
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también celtibérico11 (fig. 6). Esta aproximación la proponemos, -como se aprecia en la
fig. 5- a través de tres grandes instrumentos de análisis: los vaciados –piezas- junto con
las fotos y maquetas de la propia exposición, la documentación de archivos-bibliografía
de la época y, un último aspecto que es el análisis de las noticias de prensa consultadas
en las hemerotecas italiana y española que está resultando interesantísimo para conocer
el alcance social que este evento adquiere en el territorio de estos dos países
mediterráneos.
A continuación querríamos mostrar algunos ejemplos de este proceso de
información relacionable y plantear brevemente algunos resultados que estamos
obteniendo. Así, en ocasiones, encontramos en el Museo della Civiltà los vaciados que
se llevan para esa Exposición de 1911; en otros casos, sabemos de su presencia en tal
evento a partir de información epistolar, bibliográfica o de la prensa. Uno de estos
ejemplos es la conocida escultura de ‘Ceres’, de procedencia emeritense y de la que
sabemos de su presencia en Roma, por una noticia de J. Ramón Mélida publicada en la
revista de ABC, Blanco y Negro, del 23 de Abril de 191112 (fig. 7). Se trata de una
figura femenina descubierta en las excavaciones del teatro de Mérida y el madrileño 11 Entre la selección de vaciados ibéricos encontramos la Dama del Cerro de los Santos y también tres cabezas masculinas procedentes de ese yacimiento albacetense. Además, conocemos por las referencias de Strong (1911: 38) que fotografías y planos de las excavaciones de Numancia realizadas por A. Schulten están presentes en esta Exposición en la sección española. 12 Revista Blanco y Negro, 1911: 40-41.
Fig. 6.- Vaciado de la escultura ibérica de la Dama de El Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo, Albacete) que se envía a la Mostra di Archeologia a Roma. Fotografía actual realizada en el Museo della Civiltà Romana (año 2013). Foto: Proyecto Mostre Internazionale, IAM-CSIC.
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anuncia en esta noticia que el vaciado de esta escultura se envía a la Mostra de Roma13,
como confirma a través de estas palabras (p. 41): “Tenemos, pues esta bella estatua una
Ceres, que no vacilamos en denominar hispano-romana,… Ocupaba verosímilmente esta
figura en el teatro de Mérida uno de los intercolumnios del lado izquierdo del escenario,… Al
ser descubierta estatua de tal importancia consideré que no debía faltar su reproducción en la
Exposición Arqueológica de Roma y, en efecto, ha sido vaciada para que puedan admirar en
aquel Certamen internacional…”.
Fig. 7.- Revista Blanco y Negro (ABC), 23 de abril de 1911. Noticia firmada por José Ramón Mélida.
Nos trasladamos ahora a otro de los lugares de donde provienen algunos
materiales romanos: Sevilla (figs. 8a y b). De hecho de los vaciados de algunas piezas,
depositadas en el Museo Arqueológico de Sevilla, hallamos información en el Archivo
de dicho Museo14. Sabemos que este bajorelieve femenino de mujer con peplos
procedente de Itálica (Santiponce, Sevilla)15 –fig. 8b- se realiza el vaciado por Lucas
Bartolozzi entre los días 6 a 17 de febrero de 1911, con destino Roma16.
13 No olvidemos que J. R. Mélida junto a M. Macías están llevando a cabo desde el año 1910 las excavaciones en el área del teatro de Mérida, según Mélida Alinari, 1911. 14 Queremos agradecer a Ana D. Navarro, Directora, del Museo y a su equipo por la implicación y disponibilidad que mantienen con este proyecto. 15 Beltrán, 2009: 284-5; Almagro, 2000: 403, lám. CXXVI: 539. 16 Según el documento denominado ‘Estadística’ del Archivo Municipal de Sevilla (ID 33).
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En este procedimiento metodológico, otro de esos pilares básicos, como
comentamos, está siendo la bibliografía contemporánea al evento y que se evidencia por
ejemplo en comentarios de una investigadora de la época S. Arthur Strong (1911), quien
además de expresar la admiración por los vaciados, planos y fotografías de la sección
española, resalta el gran esfuerzo realizado, sobre todo por parte de J. Pijoán –a quien
cita- en los buenos resultados obtenidos. La autora inglesa hace referencia a algunas
maquetas que le llaman la atención, como la del Puente del Diablo en Tarragona o la del
Arco de Barà tarraconense17 (figs. 9a y b).
17 Esta fotografía se realiza en la sala donde se exhibía al público esta maqueta hasta el pasado año en el que el Museo della Civiltà Romana ha sido cerrado por reformas.
Figs. 8 a y b.- Documento ‘Estadistica’ del Archivo Municipal de Sevilla. Imagen del bajorelieve con representación de figura femenina procedente de Itálica (Santiponce, Sevilla). Foto Ceres REP00106.
Figs. 9a y b.- Fotografía de la maqueta del Arco de Barà (Tarragona) expuesta en el Museo della Civiltà Romana (año 2013). Ficha antigua de esta pieza encontrada en el archivo de dicho Museo italiano. Foto: Proyecto Mostre Internazionale, IAM-CSIC.
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Nuestra percepción, por tanto, es que este cruce de información entrelazada de
las diferentes fuentes que manejamos, nos proporciona un efectivo panorama de
recuperación histórica.
El siguiente punto que nos parece interesante y que abordamos para finalizar
este breve discurso, se relaciona con la inexistencia de un catálogo de esta sección de
arqueología española que no se realizará. En este sentido, alguna correspondencia de J.
Pijoan con diferentes personas del entorno madrileño indican que se tuvo intención de
realizar esa edición pero la escasez de tiempo y presupuesto no lo propiciaron (Tortosa,
2010)18. Nuestra propuesta en este sentido y que será analizada en profundidad en otro
foro, sería proponer que el primer número de la revista editada por la EEHAR,
Materiales de arqueología española19, y publicado por Gómez Moreno y Pijoán en
1912 (figs. 10a y b), con el objetivo de reflejar la situación de la arqueología española,
se convirtió en una especie de sustituto de ese catálogo que no llegó a ver la luz en
1911. De hecho comprobamos que algunas de las piezas, corresponden a los vaciados
que aparecen en la Mostra de 1911. Pero, como decíamos, lo trataremos en otra ocasión
con una mayor intensidad argumental.
18 Algo diferente ocurrió con la sección de Arte que ésta sí tuvo la oportunidad de editar un catálogo español de la exposición de este ámbito artístico, Esposizione Internazionale di Roma. Catalogo del Padiglione Spagnolo. Bergamo, 1911. 19 Mora, 2010 y Tortosa, 2010.
Figs. 10 a y b.- Inscripción funeraria de Q. Articuleius procedente de Mérida (Badajoz) en M. Gómez Moreno y J. Pijoán, 1912: fig. 39. Ficha antigua del vaciado de la pieza. Museo della Civiltà Romana. Foto: Proyecto Mostre Internazionale, IAM-CSIC.
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Y LA HISTORIA CONTINÚA...
Para acabar y siempre bajo el hilo conductor de la Historia, observaremos cómo
se irá fraguando a través del tiempo otra gran Exposición Internacional, inaugurada en
Roma el 23 de Septiembre de 1937 pero ahora bajo los mimbres de la ideología fascista
y de la mano de Benito Mussolini (Colombo, 1937). En esta ocasión se festejaba el
bimilenario del nacimiento del emperador Augusto y para el dictador italiano era una
manera de mostrarse ante sus conciudadanos como il grande condottiere a la manera del
emperador romano (pasado vs presente vs futuro), como lo atestigua la prensa del
momento (fig. 11). Esta segunda Mostra coordinada por G. Q. Giglioli, que había sido
ayudante de R. Lanciani -comisario de la Mostra de 1911-, buscará también como uno
de sus objetivos configurar ese gran museo de la romanidad en la capital de Italia; pero
esto será tema de otra historia... que contaremos en una monografía que estamos
preparando con un grupo de investigadores y que llevará por título Patrimonio
arqueológico español en Roma: ‘Le Mostre Internazionale di Archeologia’ de 1911 y
1937 como instrumentos de memoria histórica.
Fig. 11.- Noticia de Il Messaggero en la que se anuncia la Exposición Augustea de Roma, 15 de Septiembre de 1937. Hemeroteca Archivio Capitolino, Roma.
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