La Resurrección
de Cristo ha rasgado el
cielo para el hombre y lo ha puesto en sus manos.
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Reflexiones sobre la
Resurrección de
Cristo
por la Sierva de Dios
Madre Mercedes de
Jesús,
Monja Concepcionista
de Alcázar de San
Juan.
¡Alleluia! ¡Cristo, nuestra
PASCUA, nuestra VIDA,
nuestra VERDAD y nuestro CAMINO…
HA RESUCITADO.
Salgamos al encuentro del Cristo glorioso
que nos dio la victoria sobre el mal, encuentro Pascual, encuentro de
amor y de vida resucitada.
Nueva vida significa el Tiempo Pascual.
Nueva vida sacada de la Resurrección de
Cristo que nos ha de
transformar como transformó
a los apóstoles. Los apóstoles quedaron
transformados ante la presencia de Jesús
resucitado. El testimonio de su vida,
que fue muy dura, fue el
primer signo que abrió a la fe
a multitud de creyentes.
Yo soy el Alfa y la Omega,el principio y el fin…
Es el que ha hecho también la nueva creación,
con su vida, redención y resurrección. Y es Él, por medio de los Sacramentos,
por medio de su Iglesia, el que nos da a
“beber el agua de la vida”.
Su gracia y su espíritu,
su “amor nuevo”
nos hace ver nuevas todas
las cosas. Verlas con los ojos de Dios,
limpios y puros.
Aprendamos a ver la nueva creación, a verlo todo con la mente de Dios, a verla con los ojos con que
fue creada, ojos que nos da el espíritu de la resurrección de Jesús.
Ojos que nos da el
espíritu de los “odres nuevos”, del “vino nuevo”. Ojos que
nos llevarán a
vivir la presencia divina y su
amor, vivirla
y sentirla en todo.
Entonces habrá desaparecido
para nosotros la muerte, el luto,
la pena, el clamor, las lágrimas. Porque
habremos entendido que la creación, la
nueva creación, no solo nos crea
y recrea, sino que también
nos promociona.
En cuanto nos suceda
(no solo en cuanto toquemos
o veamos), sino en cuanto
nos suceda también,
veremos las fuerzas positivas
de la nueva creación que nos
transforma.
Veremos que la humillación, la mortificación y la renuncia
de la propia voluntad transforman nuestra soberbia y prepotencia en servicio y bondad
hacia los demás.
Veremos cómo el fracaso y la incomprensión son fuerzas vivas
para nosotros, energías espirituales, santificadoras que nos ayudan a “ser”, porque nos despegan y desnudan nuestro afecto de cuanto es caduco,
transitorio, efímero y nos establecen
en lo verdadero y estable…
¡En Dios!
Veremos que la muerte a uno mismo, al propio
egoísmo es para nosotros la resurrección, porque es vivir la vida en el espíritu, en el de Jesús, en el que ha
dicho:
“He aquí que hago nuevas todas las cosas”
Es vida para nosotros, porque “ya
está hecho así”, ya está transformado
por Cristo que es el Alfa y la Omega, el
principio y fin de las cosas, de todo.
Está transformada la humillación
desde que Él se humilló (Flp 2,5-11)
y la convirtió en ejemplo de vida.
Igualmente la mortificación y la renuncia.
Está transformada la incomprensión, el fracaso y
la muerte, en vida, porque para Cristo la Cruz
no fue figura de muerte, sino de vida, pues en ella nos redimió (Mc 9, 31s)
Es una victoria vivir así. Necesitamos creer y ser valientes. Hemos de creer las palabras que están escritas, y de esa fe vivir.
Despojémonos de la mentalidad del Antiguo Testamento
que no nos revela la plenitud de Dios, y entenderemos a Cristo. Pasémonos y
entremos de lleno en la mente y raíz del ser de Dios y veremos
que Jesús solo nos está revelando el corazón de Dios,
la exigencia primordial de su mentalidad divina.
Dejemos que nos pase el Espíritu del reino de las tinieblas al de su luz maravillosa y
pensaremos, actuaremos y hablaremos como lo hicieron los apóstoles.
Si fue un acto de amor divino el que nos creó, fue su perdón el que nos retornó a nueva vida en la nueva
creación que inició Cristo.
Comencemos con la paz del
Resucitado y que ésta perdure y presida todos nuestros actos
internos y externos.
Con Jesús resucitado todo es
nuevo. Comencemos una nueva vida en el nombre de Jesús
Nazareno.
OICRealización:
Monjas Concepcionistas de Alcázar de San Juan
Texto:Sierva de Dios Madre
Mercedes de Jesús Egido
Música: Paganini, Violín Concerto
nº 1
Nuestra Comunidad les desea
una santa y feliz Pascua de Resurrección.
¡Resucitemos con Cristo! ¡Aleluya! Año 2011
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