AGROEMPRESA Laguna Blanca
Desde la vista aérea se nota que es diferente. Con un sistema de cultivos diversificados en parcelas alternadas y terrazas, un establecimiento entrerriano está logrando congeniar la experi-mentación a campo con buenos resultados económicos.
Por Lorena LópezFotos: Luis Franke y Norberto Melone
Extensivo y Orgánico se Puede
DESDE EL AVIÓN, el campo se ve como un cuadro donde los colores de los cultivos contrastan unos con otros y las terrazas parecen los si-nuosos recorridos de la men-te de un artista. Algo de esto hay en el establecimiento productivo Laguna Blanca, porque aquí la belleza está totalmente relacionada al orden, la sistematización y la producción. No es casual que así sea porque su creador, el empresario Douglas Tomp-kins (muy conocido por sus actividades ecologistas en Chile y en Corrientes y por haber sido el fundador de
la marca de ropa The North Face Y ESPRIT) considera a la estética como inspiradora de una forma de trabajo y en perfecta armonía con la eficiencia. Es por eso que desde la forma de produc-ción por parcelas hasta el gallinero, pasando por los alambrados y los colores de las casas son prolijos y agradables a la vista. Este establecimiento es una ini-ciativa para demostrar que es posible producir de forma orgánica en grandes cantida-des y desterrar que es solo un hobby o para pequeñas producciones. En esta nota
contamos cómo trabajan en este campo entrerriano de 3.000 hectáreas ubicado a pocos kilómetros de Santa Elena y cerca de la ciudad de La Paz.
EXPERIMENTAL. Eduardo Cho-rén, presidente de Laguna Blanca, detiene la camioneta y baja porque encontró una bolsa tirada en el camino. “siempre hay algún deta-lle”, sintetiza. “De las tres mil hectáreas que tiene el campo 1.250 son producti-vas y el resto son áreas de conservación, incluidas las lagunas, los bajos y el mon-
Extensivo y Orgánico
te”. Todo en Laguna Blanca es orgánico y diversificado; de cultivos de invierno pro-ducen lino marrón y rubio, trigo variedad Tauro, cen-teno, avena y arvejas; de los estivales girasol confitero, maíz colorado, maíz pisin-gallo y sorgo.
“Este campo funciona como una gran estación experimental y simultánea-mente debe ser negocio; así hay que entenderlo”, enfa-tiza. Hace 7 años y medio que toda la agricultura que realizan es orgánica y si bien hay cultivos –como el lino y el trigo- que ya han demostrado
ser eficientes, lograr buenos rindes y buenos márgenes brutos, siguen ensayando con distintos tipos de pro-ducción para determinar qué es lo que funciona mejor y transmitir la experiencia a toda persona interesada. “Aunque detectemos un cultivo ‘estrella’, siempre vamos a ser un campo de policultivo para mantener la biodiversidad natural y generar fuentes de conoci-miento en producción orgá-nica e invitar a productores de la zona a que, si les re-sulta de interés, repliquen las experiencias exitosas”.
Y cada vez –cuenta- hay más personas interesadas, desde los vecinos al campo que se acercan para informarse, hasta la gente de Aapresid, que los primeros días de sep-tiembre visitó el estableci-miento. “Para Laguna Blan-ca es fundamental contar con el aporte que nos hacen los visitantes”, resalta.
La primera pregunta que surge es “¿por qué hacer todo esto?” Chorén respon-de que Douglas Tompkins es, por un lado, un genuino cuidador del medioambiente y, por otro lado, un hombre de esa doble
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Hace años que trabajo y estudio el tema orgánico y puedo afirmar que no es cierto que no se pueda
producir orgánico en grandes cantidades: hay cientos de estudios científicos que lo han comprobado, solo hay que ir a leerlos. Lo que ocurre es que la necesidad de agroquímicos fue generada por las empresas que los producen y es un mito que todos los productores y hasta los gobiernos han "comprado". El problema es que la erosión de los campos es una tragedia en cámara lenta, pero inexorable si no se hace algo al respecto. Y sin suelos no tenemos nada.
La agricultura orgánica y el movimiento de “slow food” cada vez ganan más espacio a nivel internacio-nal y es imparable, simplemente porque es el camino correcto dado que así se preservan los suelos, la biodiversidad y la salud. Quizás el camino el largo y lento, pero hacia allí se dirige el mundo. En Laguna Blanca apuntamos también a ganar dinero pero no solo en el corto plazo sino de una manera sostenible e inteligente. Somos muchos los productores que cultivamos de este modo y con gran éxito productivo y económico.
*Creador de Laguna Blanca
OPINION
Producir sin Químicos
Por Douglas Tompkins*
naturaleza surge el desafío
de Laguna Blanca donde se
juntan ambos mundos: lo pro-
ductivo (rentable) y el cuidado
de la tierra. “Nuestro mayor objetivo es lograr siembra di-recta orgánica en nuestros los cultivos. Al trabajar sin químicos nos vemos obligados todavía a mover un poco la tierra, lo cual no es lo ideal, por eso tratamos de reducir a una mínima labranza. Si logramos una siembra directa en orgánico partimos además con los precios premium de este mercado, con lo cual es una situación muy ventajo-sa aun con rindes más bajos que el convencional”. Actual-
mente exportan a Europa y
Estados Unidos; el objetivo
ideal es abastecer al mercado
interno (que cada vez crece
más) para lograr una comer-
cialización más sustentable,
minimizando los gastos que
implica el transporte.
ESTÉTICA Y RINDES. El lino da
en promedio 1.500 kilos por
hectárea y el trigo 2.700.
El sistema de cultivo
es por parcelas con
cultivos alterna-
dos porque al ser
orgánicos y no po-
der reaccionar con
químicos ante una
plaga, es una forma
de ponerle una barrera
natural: la que ataca al lino de
pronto se encontrará con una
parcela de cebada o de trigo y,
entonces, ahí queda frenada.
“El patrón de mosaico surge de haber sistematizado el cam-po, algo que tuvimos que hacer debido a la gran erosión que tenía este predio. Trabajamos con terrazas de conducción de agua para desacelerar el escu-rrimiento”, explica. “Además, el objetivo final de Laguna Blanca es tener sus propios productos en góndola, con lo cual las vistas aéreas de los cultivos contribuyen a nuestra imagen de marca con nuestras parcelas de colores contrasta-dos que parecen un ́ land art´ (arte en la tierra)”.
Chorén cuenta que fertili-
zan con abonos verdes como
vicia y realizan algunas prác-
ticas que no serían rentables
rentables a corto plazo pero
que son fundamentales para
mantener el potencial produc-
tivo del campo. Todos los años
hacen un análisis del suelo
para saber cómo están sus
nutrientes y han comprobado
que no solo no han perdido
materia orgánica sino que está
mejorando. “Lo primero que hicimos al comenzar con
nuestra producción fue contarles a los
vecinos nuestro plan de trabajo y acordar que cada vez que realizan
aplicación de agro-químicos tengan en
cuenta las condiciones de viento para que no nos llegue deriva”, recuerda. “Aún hay escepticismo pero poco a poco va cambiando, sobre todo en
45hectáreas experimenta-les (donde se prueban
técnicas y cultivos espe-ciales (100 sublotes)
En un planteo orgánico es indispensable la presen-cia de animales para que pastoreen las parcelas que pasan a rotación con pasturas. En este caso se trata de ovejas Dorper.
El campo en números Ubicación: Santa Ele-
na, Entre Ríos. Sobre el río Paraná y el arroyo Feliciano
3.003 has totales 1.800 has para con-
servación 1.000 has en rotación
agrícola 305 has de pasturas 100 has de terrazas y
caminos 1.000 cabezas de ovi-
nos
cultivos que ya son rentables o con las nuevas restriccio-nes que existen, como el no poder usar químicos cerca de los pueblos”. Otra pata funda-
mental para un planteo or-
gánico rentable y eficiente
es la presencia de animales,
que son los que convierten
las pasturas (utilizadas en las
rotaciones y para “construir”
suelo) en kilos de carne, evi-
tando que queden campos
“improductivos”. “El gasto de implantación de todos modos es inevitable porque no se pue-de dejar el suelo pelado, así que con los animales todo el campo es productivo”.
Actualmente poseen ove-
jas Dorper, raza de origen
sudafricano, elegidas por su
rusticidad y porque no tie-
nen lana, lo cual en la zona
es un problema por el calor
y porque no hay esquilado-
res disponibles, y el año que
vienen piensan incorporar
gallinas y un rodeo de Braford
para engorde, proveniente
de los campos de cría que la
empresa tiene en la provincia
de Corrientes.
Eduardo destaca que mu-
chas de las acciones que se
realizan en Laguna Blanca an-
tes eran comunes pero que se
fueron perdiendo. “Rescatamos prácticas antiguas sumándole nuevos conocimientos, como los abonos verdes y el modo del encadenado de rotación, donde el suelo descansa y se le aportan nutrientes. Es cierto que nuestros proceso es más lento porque trabajamos con los tiempos de la naturaleza no de los químicos, pero con la venta-ja de que vamos construyendo suelo, porque sin suelo no hay producción a largo plazo”. El
control de malezas se hace con
el cultivo de cobertura al que
se le pasa un rolo; así, queda
como una “esterilla”/mulching
sobre la cual pasa la sembra-
dora. Esta “esterilla” inhibe el
crecimiento de malezas.
A LA MESA. Laguna Blanca
quiere ser un establecimiento
generador de producciones
orgánicas exitosas y de co-
nocimiento para que otros
puedan replicar esta forma de
producción. Aún están en ple-
na etapa de experimentación,
aclaran, pero ya están capaci-
tados para brindar asesora-
miento –en forma gratuita- a
todo el que lo solicite. Claro
que los inicios no fueron fáci-
les, recuerda Eduardo, porque
tardaron bastante en conocer
el campo y más aún en
armar un equipo de
trabajo con cono-
cimientos tan es-
pecíficos. “Decir que lo orgánico no se puede hacer de forma extensiva es un mito”, reflexiona
Eduardo. “Además de
todo lo que ya se sabe de los
agroquímicos, el monoculti-
vo a gran escala hoy implica
muchísimos fletes… por ejem-
plo la soja argentina que va a
China para luego volver con-
vertida en salsa. Ese sistema
por ahora sigue funcionando,
pero no es lo que queremos ni
creemos que sea sustentable.
Nosotros apuntamos a policul-
tivos, a generar una cuenca
de alimentos para abastecer
al mercado local, a ir directo
del campo a la mesa, sin flete
ni huella ecológica. Pensemos
en un escenario con crisis de
petróleo. ¿Cuál de los dos sis-
temas funciona?”
550has de cultivos orgánicos
(lino marrón y rubio, trigo, cebada, triticale,
maíz colorado, pisingallo, girasol confitero
y sorgo)
Por su rusticidad, el lino es el cultivo que mejor está respondiendo. En segundo lugar, viene el trigo. El campo apunta a hacer todo orgánico y en siembra directa.
Eduardo Chorén, presi-dente de Laguna Blanca, destaca que se trata de un campo que también funciona como estación experimental.
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