Se ha realizado el tercer taller de coeducación titulado: “Inventamos cuentos”
Se han escrito títulos de cuentos cuya protagonista fuese una mujer:
dialogado sobre los anuncios que a veces ofrecen una visión irreal de la realidad y los niños han puesto ejemplos de la desilusión que han llevado cuando les han regalado el juguete que más les gustaba y no correspondía con la idea que tenían de él o no funcionaba.
Se han creado grupos de trabajo y han realizaron en un grupo carteles diferentes y en otro hicieron dos murales bajo el lema IGUALDAD, ¿IGUALDAD? En el de igualdad pegaron recortes con juguetes mezclados y nos explicaban indistintamente el juguete que más les gustaba tener. En otro se hacía la pregunta ¿Igualdad? En una parte ponían muñecas y en la otra coches con la idea de una vez vistos sus gustos que ellos se planteasen si “es de niños” o ” es de niñas y ellos tranquilamente comentaban que eran capaces de jugar con cualquier juguete y pasárselo bien.
De una forma positiva, creativa y con mucha seguridad en sí mismos nos han dicho que lo que más les gustaba eran los pokemos, los craks y los Monster High.
coeducacion.inventamos el final para un cuento, El final debe sorprender y a la vez tranquilizar al que escucha el cuento.
Final para un cuento fantástico
Relato A: (Final del cuento de La bella durmiente). “(…) Pero al término del siglo, un
príncipe, que perseguía a un jabalí, llegó hasta los alrededores del castillo. Entró y, cuando
vio a todos los habitantes tendidos en las escaleras, en los pasillos, en el patio, pensó con
horror que estaban muertos, Luego se tranquilizó al comprobar que solo estaban dormidos.
“¡Despertad! ¡Despertad!”, chilló una y otra vez, pero en vano. Cada vez más extrañado, se
adentró en el castillo hasta llegar a la habitación donde dormía la princesa. Durante mucho
rato contempló aquel rostro sereno, lleno de paz y belleza; sintió nacer en su corazón el
amor que siempre había esperado en vano. Emocionado, se acercó a ella, tomó la mano de
la muchacha y delicadamente la besó… Con aquel beso, de pronto la muchacha se
desesperezó y abrió los ojos, despertando del larguísimo sueño. Al ver frente a sí al príncipe,
murmuró: ¡Por fin habéis llegado! En mis sueños acariciaba este momento tanto tiempo
esperado.” El encantamiento se había roto. La princesa se levantó y tendió su mano al
príncipe. En aquel momento todo el castillo despertó. Todos se levantaron, mirándose
sorprendidos y diciéndose qué era lo que había sucedido. Al darse cuenta, corrieron locos de
alegría junto a la princesa, más hermosa y feliz que nunca. Al cabo de unos días, el castillo,
hasta entonces inmerso en el silencio, se llenó de cantos, de música y de alegres risas con
motivo de la boda”.
Relato B: (…) Estaba la princesa leyendo un libro en el jardín de palacio cuando llegó un
príncipe de un lejano país, atraído por las noticias de su sabiduría y quiso verla. La princesa,
curiosa, aceptó y le invitó a tomar una limonada porque hacía mucho calor. Él, nada más
verla, impresionado por su belleza, cayó a sus pies y le propuso matrimonio. La princesa,
asombrada, lo miró fijamente diciéndole: perdone, caballero, usted y yo no nos conocemos
de nada así que no sé cómo se atreve a pedirme que me case con usted. ¿Acaso sé yo si
usted tiene buen carácter, si es simpático, si le gusta la música o si sabe cocinar perdices?
¿Me ha preguntado si yo tengo un amor, si me gustan los hombres o si tengo interés en
casarme? La princesa cogió de nuevo el libro y siguió leyendo. El príncipe, cabizbajo, se dio
media vuelta y marchó pensando que se había equivocado de cuento.
• Me encanta el final del cuento, en los cuentos infantiles se trasmite la idea de que
la mujer solo se salva cuando el hombre la rescata, ella por sí misma no puede
salvarse. Triste ejemplo para nuestras niñas.
Eso me recuerda que el otro día en un centro comercial pregunté por cuentos
para una niña y me sacaron uno que se llamaba “La lavadora de Lola” y la
vendodora me decía está muy bien porque se abre y sale una lavadora, esto le
gustará a la niña. Le hice saber lo sexista que me parecía y entonces ella cayó en
la cuenta. Es triste que sigan haciendo cuentos de este tipo y también que una
mujer no perciba estas cosas.
• 6. María | 6 Octubre 2007 - 20:41
Hola, me gusta mucho la idea de adaptar los cuentos infantiles tradicionales, que tanto
daño han hecho a nuestra sociedad, a cuentos que nos puedan ayudar a la coeducación
de los niños y las niñas desde pequeñitos. ¿Me pueden mandar más cuentos adaptados o
alguna página web? ¿Saben si ya existen estos cuentos adaptados a la coeducación
publicados? Gracias
• Gracias. Estaba buscando cuentos para la Igualdad. Estoy invitada a contar
cuentos a niñas y niños en mi localidad (creo que “por Navidad” ) y quiero
aprovechar la ocasión para introducir este tema directa o transversalmente.
Aunque me he lanzado a crear un pequeño cuento más generalista (aunque no
sexista) quiero leer más historias de cuentos tradicionales con final sorpresa.
¡Qué gracia ver al príncipe despistado sin saber cual es su sitio y cómo hacer para
salir victorioso en la conquista de la princesa…!, el descoloque es el primer paso
para plantearse la necesidad del cambio. De un cambio que nos interese a ambos
sexos y a todas las personas, sean del sexo que sean (aunque sea impreciso). Me
gustaría más cuentos con final truncado para reir, leer o contarles a estas niñas y
niños que merecen vivir en EQUIDAD y ¡estar al día!. Si pudierais enviarlos
a [email protected]. Gracias.
• 8. Encarna | 17 Abril 2008 - 12:17
Estaria bien que el príncipe no s ehubiese ido cabizbajo, sino que él hubiese reflexionado
tambien y se hubiese planteado conocer a la princesa, entabvalr un diálogo con ella, ir
conocinedose, si s eva es como djearlos a ellos en una postura de inflexibilidad, de
fracaso, de impoisbilidad de cmabio. Vino a cumplir su meta, no lo consigue y qué hace
con su frustración? Quizás ¿se fue a casa a llorarle a su madre? Es terrible esa
posibilidad, de nuevo se vuelve al ciclo de repeticiones. ¿Dónde se fue el príncipe? ¿por
qué tiene que irse? ¿No hay posibilidad de cambio para él?. Podrá quedars eun rato
desconcertado pero bien podria tratar de conocer y darse a conocer a la princesa,
entablar diálogo y ya se verá a donde se llega. Puede que sea el cominezo d euna
hermosa amistad ¿no? .
Hay cuentos que abren posibilidades de diálogo que e slo más importante para conocerse
y reconocerse. El libro de los cerdos es un álbum que suelo trabajar con él, está lleno de
posibilidades, roisa caramelo, Inés del revés, Oliver Button no e suna niña, … hay muchos
cuentos Lo importante es u´qe hacmeos con ellos, como reconstruir lo que nos cuentan,
yy ser conscientes delos mensajes, de como nos vamos construyendo. Mientras existan
los por qués en la mente y en el diálogo hay posibiliidad de cambio, de seguir generando
vida.
• 9. María | 17 Abril 2008 - 17:41
Es verdad que el personaje del príncipe nos quedo estereotipado, sin recursos personales
para hacer frente a los cambios. Creemos que, al menos, es un recurso para el debate y
la reflexión. Las autoras de la versión.
• 10. ZENAIDA FACHIN | 30 Octubre 2008 - 16:19
SOY NONA LA RATONA UN PERSONAJE QUE CUENTA CUENTOS A MUCHISIMOS NIÑOS
DEL PERU, TE AGRADESCO POR EL APORTE,LA IGUALDAD ES MUY IMPORTANTE EN
TODOS LOS LUGARES DEL MUNDO.
• 11. Isa | 4 Enero 2009 - 19:43
Igualdad no es discriminar o ridiculizar al otro.Educar en igualdad no es enseñar que las
mujeres somos superiores a los hombres, buscar la igualdad es enseñar que hombres y
mujeres tenemos los mismos derechos como personas, las mismas obligaciones, nadie es
superior por ser hombre o por ser mujer, todos somos seres humanos.No hagamos con
los hombres lo que no nos gusta que nos hagan a nosotras, no caigamos en el error de
crear un mundo donde el feminismo sea ten malo como el machismo.
• 12. Agustín Fco. Casado Escudero | 18 Febrero 2009 - 2:01
Estoy de acuerdo en que hombres y mujeres tienen todo el derecho a opinar y a decidir
por su vida en igualdad, sin que el machismo residual y, desgraciadamente imperante,
determine que la mujer sea secundaria. ¿Cómo puedo yo ser superior a mi madre si ella
me trajo al mundo?
Pero, en relación al cuento, nunca se dice que ella no le hubiera exigido tener un buen
carácter, tener una excelente cultura y compartir las tareas caseras y paternomaternales.
Tampoco cuál era su principio sexual.
En el texto se dice que él queda prendado y ella también cuando lo ve al despertar. Fue lo
que se solía decir “flechazo” y posteriormente “química”. ¿No nacen así los amores y
continúan o, por el contrario, después de conocerse, todo quede en agua de borrajas o en
un agradable recuerdo?
Por otro lado, el final del relato B retrata al príncipe (hombre) como un donnadie. No se le
permite ni hablar, ni justificar su acción, ni siquiera expresar sus sentimientos. Calla la
boca. La dominante es ella. ¿No es esa una visión partidista? (No quiero decir feminista,
que para mí es el antónimo de machista). Si no va a haber igualdad, tampoco me sirve el
feminismo.
• 13. Agustín Fco. Casado Escudero | 18 Febrero 2009 - 2:11
Amigos/as:
Después de mandar un comentario he podido leer los comentarios de otras personas y
me he alegrado al saber que mujeres como Ecarna e Isa están en un camino positivo y
realista.
¿Cómo es que soy el único hombre que opina? Y no me digáis que hay mucho machista.
Determinadas mujeres pueden alejar al hombre que pretende de verdad la igualdad entre
hombres y mujeres - mujeres y hombres (si queréis). ¿Es bueno para la mujer caer en
los mismos fallos que los hombres (por ejemplo: salir de “boys” porque los hombres salen
de “putas”)?
Agustín.
• 14. Concha Cuevas | 9 Marzo 2009 - 11:58
En el mundo en que vivimos el final de la historia podría ser: el príncipe , desorientado y
furioso por ver que las cosas no son como el quería y la princesa no se casa con él, saca
su espada de guerrero y la atraviesa el corazón diciendo ” si no vas a ser mi princesa no
serás la de ningún otro”. Como la vida misma y no es feminismo, al sexo masculino le
queda mucho por aprender y cambiar.
• 15. Montse Yáñez López | 17 Abril 2009 - 11:13
Me ha llamado la atención que hayas visto la actitud de la princesa como dominante y
consideres que al príncipe no se le permite expresar sus sentimientos o justificar su
acción. Ella sólo ha respondido algo muy lógico: nadie puede pretender que, por el simple
hecho de pedirlo, la otra persona está obligada a aceptar una oferta de matrimonio. La
princesa responde de una forma lógica: ¿cómo vamos a casarnos si no nos conocemos?Él
no le ha preguntado nada, sólo le ha pedido que se case con él. Y también es el príncipe
el que no sabe reaccionar. ¿Acaso la princesa le impide contestar? ¿Es dominante por no
aceptar la proposición de matrimonio y justificar esa respuesta? Si el príncipe no justifica
su acción es que, simplemente, no tiene razones. También se ha comentado que el
príncipe queda estereotipado, porque se va y no reflexiona. ¿Cómo que no lo hace? Ha
llegado a la conclusión de que se ha equivocado de cuento. La manera de que se vea
precisamente el cambio o la ruptura del estereotipo es mostrar la perplejidad que produce
cuando se rompe con una situación que se da por sentada: ésa es una de las piedras de
toque de la coeducación, darse cuenta del amchismo soterrado que encierran algunas
actitudes que damos por sentadas. ¿Esa situación sería creíble al revés? ¿O en los
cuentos infantiles no se da siempre por supuesto que la princesa se debe casar con el
príncipe, y es éste siempre el que elige a la mujer que desea?
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