Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
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Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
Trabajo de investigación de Lingüística Teórica
Adriana Fasanella Seligrat
Dirigido por Joana Rosselló Ximenes
MÀSTER INTERUNIVERSITARI DE CIÈNCIA COGNITIVA I LLENGUATGE (2008-2009)
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
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Índice
1. Introducción 2
2. El problema de la variación lingüística 3
2.1 Tres dimensiones: adquisición, orígenes y tipología 5
2.1.1 El problema de Platón 5
2.1.2 El problema de Darwin 9
2.1.2 El problema de Greenberg 12
3. La variación lingüística dentro de la GGT. Los parámetros 14
3.1 Un recorrido histórico 14
3.2 Tipos de parámetros 22
3.3 Naturaleza de la GU y parámetros 27
3.4 El locus de la variación/parametritzación 28
4. Evaluación crítica 31
4.1. ¿Sobreespecificación o infraespecificación? 31
4.2 ¿Dentro o fuera de la sintaxis estricta? 34
4.3 ¿Grandes tipos de lenguas? 37
4.4 Observaciones finales 40
5. Conclusiones 45
6. Referencias bibliográficas 48
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Para decir bien hay que pensar bien,y para pensar bien conviene elegir temas muy esenciales.
Juan de Mairena, Antonio Machado
1. Introducción
Este trabajo constituye mi labor de investigación para el Màster Interuniversitari de
Ciència Cognitiva i Llenguatge en la rama de Lingüística teórica de la Universitat de
Barcelona. El trabajo versa sobre la variación lingüística y el concepto, fundamental
para la teoría sintáctica, de parámetro.
El objetivo del estudio es doble: por un lado, reseguir la historia de la noción de
parámetro y, por el otro, revisar críticamente cuáles han sido los aciertos y las
desventajas que ha conllevado. Para ello, nos hemos centrado en tres aspectos
fundamentales: cómo es posible que el niño adquiera cualquier lengua, por qué la
facultad lingüística permite la variación y cuáles son sus límites.
El trabajo se estructura en tres apartados. El primero comprende uno introductorio
donde se plantea de modo muy general el problema de la variación lingüística (2), y
otro donde se plantean los tres problemas que servirán para evaluar la validez de las
distintas propuestas paramétricas: la adquisición, los orígenes y evolución del lenguaje,
y los límites y formato de la variación (2.1). En el segundo se presenta la historia del
concepto de parámetro en la Gramática Generativa Transformacional y sus
consecuencias teóricas (3). En el último se evalúan las propuestas de parámetros
presentadas en el apartado anterior y se proponen algunas consideraciones finales
para una caracterización paramétrica más acertada (4).
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2. El problema de la variación lingüística
El conocimiento acerca de la variación lingüística y de los mecanismos que la generan
es hasta el momento muy limitado: por qué existe más de una lengua o cómo divergen
las lenguas entre sí son preguntas que todavía no han recibido una respuesta
satisfactoria.
A pesar de este desconocimiento elevado, el tema de la variación entre lenguas ha sido
abordado desde múltiples perspectivas no estrictamente lingüísticas.1 Desde una
óptica antropológica se ha considerado el fenómeno lingüístico uno más dentro de los
que forman el bagaje cultural humano, por lo que se ha dado por hecho que las
lenguas son distintas como lo son las tradiciones o la vestimenta de los diferentes
pueblos y tribus: sin restricciones y arbitrariamente.2 Por el contrario, adoptando una
visión ecológica, se ha aducido que los tipos de lenguas que se hablan a lo ancho del
mundo se relacionan con las características ambientales de los entornos donde
habitan las diversas comunidades lingüísticas y vienen determinados por ellas.
Acercamientos de esta índole, que han proliferado y siguen defendiéndose desde
determinados círculos ajenos a la lingüística, no solo se han visto desestimados, sino
que se han tomado como referencia del mal proceder a la hora de intentar abordar el
fenómeno de la variación de un modo serio y preciso.
Aun así, desde el campo del estudio del lenguaje la cuestión de la diversidad lingüística
permanece abierta, y tal como hace notar Boeckx (pendiente de publicación: 1): there
is no consensus regarding why linguistic variation should exist at all, let alone why it
should take the form that we think it does.
A primera vista, parecería plausible que las diferencias entre lenguas se redujeran a los
aparejamientos arbitrarios de sonido y sentido que constituyen los ítems léxicos; pero
el caso es que las divergencias van más allá y se sitúan también en la órbita
morfosintáctica.
1 Baker (2001: 200 y ss.) repasa algunas de estas aproximaciones.2 Explica Noam Chomsky (2002: 139) en una entrevista con Luigi Rizzi y Adriana Belletti que en los años 50 esta era la creencia general dentro de la lingüística: las lenguas difieren unas de las otras sin límite y de un modo arbitrario.
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Por un lado, la variación lingüística afecta a los mecanismos encargados de realizar las
relaciones sintácticas, como por ejemplo, el orden, la concordancia o el caso. Mientras
que hay lenguas que presentan un orden SVO, hay otras que ordenan los
constituyentes oracionales según el esquema SOV. La concordancia, por su parte,
puede darse entre categorías diferentes según la lengua. Así, los adjetivos concuerdan
en género y número con el nombre en español y no lo hacen, en cambio, en inglés.
También el caso morfológico adopta formatos diferentes translingüísticamente. Es
suficiente recordar que aparte de lenguas nominativo-acusativas como el español, el
catalán, el inglés y muchas otras, existen lenguas ergativo-absolutivas en que el
argumento único (o principal) de las oraciones intransitivas adopta una forma
(absolutiva) idéntica al argumento paciente de las transitivas diferenciándose, así, del
argumento agente (ergativo) de estas últimas.
Otro punto de variación sintáctica importante es el relativo a la polisíntesis. Son
lenguas polisintéticas aquellas que realizan obligatoriamente todos los argumentos
verbales como afijos/clíticos pronominales del verbo de modo que los sintagmas
correlativos de dichos argumentos que manifiestan el elemento nominal
correspondiente son gramaticalmente opcionales y de orden generalmente libre. Se
trata de algo así como la extensión a todos los argumentos verbales de lo que se
observa en español para el argumento meta cuando es personal: Le devolveré el libro a
María, A María le devolveré el libro, A María, mañana, le devolveré el libro.
Las lenguas pueden clasificarse, también, según si sus oraciones requieren la aparición
explícita de un sintagma con función de sujeto o no. En este último caso hablamos de
lenguas de sujeto nulo. El castellano es una lengua de éste último tipo mientras que
en inglés ese tipo de frases son imposibles.
Obsérvese, asimismo, que el hecho de que dos lenguas pertenezcan al mismo tipo con
respecto a un criterio determinado, no significa que no se clasifiquen como lenguas
distintas en relación a otro aspecto formal. El inglés y el español son lenguas
nominativo-acusativas pero solo la segunda es de sujeto nulo. Todo ello da como
resultado un panorama de variación formal intrincado y complejo.
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Sin embargo, el hecho fehaciente de que cualquier niño es capaz de aprender la lengua
de su entorno sea cual sea su origen lleva a considerar la notable similitud que
lógicamente debe existir entre la estructura de todas las lenguas del mundo. No solo
eso, cuando se estudian en profundidad dos lenguas cualesquiera aparentemente muy
diferentes no dejan de observarse características fundamentales comunes.
Todo ello conduce a la conclusión que se expone en el siguiente fragmento: las lenguas
aunque sensiblemente diferentes no son completamente distintas.
(1) Languages are not completely different. Not just any representation system that bears the relevant information can serve as a human language. Rather, all known language obey abstract general principles that are not logically necessary. Once one knows where to look, it o quite easy to find many substantive similarities across languages (…) But languages are not just slightly different either. One might imagine that learning a new language would only be a matter of learning some new words, but that is not the case. There are also profound-looking differences in sound patterns, in word orders, in how sentences can be combined, and in how meanings are expressed. The curious overall result, the, is that languages vary only in terms of the general principles that shape them, but vary greatly in the actual sentences formed (Baker 2003: 2-3).3
2.1 Tres dimensiones: adquisición, orígenes y tipología.
El problema de la variación morfosintáctica por la que nos preguntamos presenta
diversas facetas entre las cuales destacan, a nuestro parecer, las tres siguientes: la de
cómo el niño adquiere esta variación, la de por qué la facultad lingüística la permite y
la de cuáles son sus límites. A partir de aquí presentaremos estas tres cuestiones clave
y otros aspectos que a su vez ellas suscitan bajo las etiquetas de problema de Platón
(2.1.2), problema de Darwin (2.1.2) y problema de Greenberg (2.1.3), respectivamente.
2.1.1 El problema de Platón
Desde los albores de la filosofía, la cuestión de la naturaleza del conocimiento ha sido
uno de los temas recurrentes del que se ha querido dar cuenta. ¿De dónde proviene el
conocimiento? ¿Cómo se adquiere? ¿Qué papel juega la persona en el proceso de
aprendizaje?
3 El énfasis es del propio autor.
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A partir de Bertrand Russell ha pasado a denominarse un “problema de Platón” aquel
que se plantea cuando el conocimiento acerca de cualquier ámbito no se explica
fácilmente en términos de aprendizaje directo de la realidad; sino que se necesita
apelar a algún otro factor, típicamente interno a la persona, para poder justificarlo.4
El problema de Platón respecto del lenguaje puede platearse mediante la siguiente
pregunta: ¿Cómo es posible la adquisición por parte del niño de cualquier lengua de su
entorno en condiciones de infraespecificación de los estímulos lingüísticos? La
respuesta pasa por explicar qué hace a todas las lenguas particulares posibles
candidatas para ser aprendidas, cómo se adquiere ese vasto conocimiento, qué
mecanismos subyacen a su aprendizaje y qué peso se le otorga a cada uno de ellos.
Por un lado, es un hecho más que evidente que cualquier niño (en condiciones
normales, no patológicas, se entiende) es capaz de aprender la lengua de su entorno
sin aparente gran esfuerzo, sin instrucción explícita para ello, de un modo tan rápido
que es difícil registrarlo sistemáticamente y sin que las diferencias de inteligencia ni de
procedencia social o cultural jueguen ningún papel relevante; con lo que llega a un
estado, muy temprano en su edad, en el que domina la gramática de su lengua.
Además, es evidente que no existe programación genética relacionada con la lengua
que se va a tener la capacidad de aprender, sino que, por el contrario, cualquier niño,
independientemente de su origen, tiene la capacidad de adquirir la lengua natural que
oiga en su entorno: linguistic input has an obvious impact on the child’s acquisition of
language –a child who hears Swahili learns Swahili, not French or Polish (Goldin-
Meadow y Mylander, 1996: 507).
Por otro lado, la idea desarrollada por Chomsky de la “pobreza del estímulo” señala el
papel limitado de la experiencia en el proceso de adquisición: a pesar de que el input
lingüístico que recibe el niño es insuficiente, degenerado y, en ocasiones, incluso nulo,
ello no repercute en la adquisición de una plena competencia lingüística. En palabras
de Hauser, Chomsky y Fitch:
4 Este conocimiento interno es el motivo principal de las disquisiciones del Menón de Platón y a élatribuye Sócrates la capacidad del esclavo para construir el doble del cuadrado que le presenta.
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(2) A child is exposed to only a small proportion of the possible sentences in its language, thus limiting its data-base for constructing a more general version of that language in its own mind/brain (2002: 1577).
A este respecto, Chomsky ha dejado patente la insuficiencia de la analogía para la
construcción de la lengua-I(nterna) en la mente/cerebro. En efecto, muchos
enunciados no podrían interpretarse correctamente, ni tampoco muchos otros se
producirían tal y como se producen. Consideremos el par de ejemplos siguientes:
(3) a) John ate an apple.b) John ate.c) John is too stubborn to talk to Bill.d) John is too stubborn to talk to.
Tal y como explica Chomsky, si la analogía fuese operativa, (3c) y (3d) se interpretarían
del mismo modo que (3a) y (3b), es decir, (3d) con un objeto implícito de referencia
arbitraria, como en (3b). No obstante, la oración (3d) no se interpreta como que John
es demasiado terco como para hablar con cualquier persona, sino como que John es
tan terco que nadie quiere hablar con él.5
En esta misma línea, se suele aducir la falta de evidencia negativa como un argumento
más a favor de la necesaria intervención del conocimiento a priori. Puesto que la
adquisición del lenguaje supone hacerse con un sistema que permite unas
posibilidades y excluye otras muchas, se esperaría que el niño tuviera que tener
información sobre lo que no está permitido,6 sin embargo, como escribe Lust (2006:
30): non-occurrence is computationally intractable without a prior hypothesis or
expectation that certain occurrences are posible in particular situation.
Todo ello ha desembocado en que el problema de Platón que se plantea a la hora de
dar cuenta del origen del conocimiento lingüístico en el individuo tenga que resolverse
apelando, entre otros factores, a una dotación genética específica para la facultad
lingüística o Gramática Universal (GU).
5 Todo el ejemplo está extraído de Chomsky (2004: 19-20).6 Una analogía clásica que suele mencionarse a este respecto es la que se da con el ajedrez: If we were learning chess, we would seek both positive and negative evidence. We would be taught not only specific moves were possible, but those impossible. Certain formal languages have been shown to be unlearnable without negative evidence, on the basis of induction from positive evidence alone (Lust 2006: 29).
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Ahora bien, a pesar del acuerdo de la comunidad lingüística en que la Gramática
Universal juega un papel relevante en el proceso de adquisición, todavía no se han
explicado satisfactoriamente ciertas cuestiones que tendría que recoger la teoría de la
adquisición, y que son fundamentales para evaluar cualquier propuesta sobre la
variación lingüística.
Por ejemplo, ¿son todos los puntos de variación igualmente accesibles para el niño o,
por el contrario, hay opciones no marcadas que se adquieren más fácilmente y
opciones marcadas que requieren más tiempo? Es más, ¿todos los puntos de variación
se comportan igual en este sentido?
Tomando el caso de las lenguas que requieren la expresión obligatoria del
constituyente en función de sujeto y las que no, si efectivamente uno de esos valores
es la opción por defecto y otro necesita de la frecuencia del input para ser adquirido
posteriormente, habría que preguntarse si el niño en algún momento produce datos
que no oye en su entorno. Los niños ingleses producen un 30% de elisiones de sujetos,
cuando es el caso que la gramática adulta que oyen es inequívoca en este sentido y no
presenta apenas ninguna frase así, por lo que parece que sí están produciendo
enunciados que no se corresponden con los datos de su entorno. Sin embargo, los
niños que adquieren una lengua de sujeto nulo románica producen la gramática de la
lengua adulta referente al sujeto que les rodea desde el principio. Una teoría de la
adquisición tiene que poder explicar este fenómeno, aunque de momento la cuestión
permanece abierta.
Otra pregunta pertinente que resulta ineludible para una teoría sobre la variación es si
toda la gramática se adquiere del mismo modo o si, como propuso Chomsky (1981), la
distinción entre los componentes core grammar o núcleo de la gramática y periphery
está motivada por el modo divergente como se adquiere cada uno de ellos. La core
grammar hace referencia a todo aquello productivo y sistemático del sistema
lingüístico, mientras que la periferia se refiere a los aspectos idiosincrásicos e
irregulares. Yang (2009) y Uriagereka (2007) han defendido distintos procesos
adquisitivos para cada uno de los componentes. Uriagereka, por ejemplo, relaciona el
proceso madurativo del niño con la adquisición de las propiedades de la core
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grammar, mientras que propone un proceso de entrenamiento o training para la
adquisición de la periferia (de hecho, distingue todavía una clase de variación
intermedia entre estos dos componentes, el sub-case, para el que aduce un proceso de
aprendizaje). Las características principales de estos procesos se explican, a grandes
rasgos, en el apartado 3.2.
Preguntas como las anteriores, cuyas respuestas hasta ahora han sido parciales,
forman parte del problema de Platón y tendrían que ser recogidas por una teoría de la
variación.
2.1.2 El problema de Darwin
Cuando en lugar de preguntarnos por el origen del conocimiento lingüístico en el
individuo nos preguntamos por el origen y la evolución de la facultad lingüística en la
especie, el nuestro ya es el problema de Darwin.7
Al abordarlo situando la cuestión de la variación lingüística en nuestro foco de interés,
la pregunta básica, a saber, ¿cuál es el origen de la Facultad del Lenguaje? da lugar a
otras como: ¿por qué permite la Facultad del Lenguaje una variación morfosintáctica
más allá de la variación léxica esperable que se desprende de la diversidad cultural y
de la dispersión geográfica de la especie? ¿Esta relativa plasticidad formal que se
observa en las lenguas forma parte del núcleo duro de la facultad lingüística o, por el
contrario, es algo sobrevenido y más o menos accidental?
Naturalmente, estas preguntas son de difícil respuesta puesto que el lenguaje no deja
restos fósiles que se puedan intentar reconstruir. Ahora bien, en los últimos años,
numerosos estudios sobre la materia con la colaboración de expertos en diversas áreas
de conocimiento han conseguido un cierto avance en la respuesta de preguntas como
el qué, cómo, porqué y cuándo del origen del lenguaje.
7 Tal y como explican Rosselló y Martín, en la conferencia de Barcelona donde Boeckx se refirió con este nombre a la cuestión del surgimiento y el desarrollo del lenguaje, también hizo referencia al problema de Humboldt (¿Qué significa saber una lengua?), al problema de Descartes (¿Cómo se usa ese conocimiento?) y al problema de Broca (¿Cómo está ese conocimiento implementado en el cerebro?). (Rosselló & Martín 2006: 6).
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El qué respecto de esta materia se refiere al objeto en sí por el que nos estamos
preguntando cuando se aborda la cuestión del surgimiento del lenguaje. Como recalca
Bickerton (2005: 511), inquirirse acerca de este propósito de un modo serio no es sino
preguntarse sobre el surgimiento de las unidades simbólicas y de la sintaxis, puesto
que, tal y como escribe: [They] are the only real novelties in human communication,
and are therefore the most salient (as well the most difficult) of the things any
adequate theory of language evolution must account for. Es decir, el qué de una teoría
de la evolución lenguaje se relaciona con la voluntad de explicar, por un lado, el
surgimiento de las unidades simbólicas mínimas, esto es, las palaras; así como aquello
que le confiere al lenguaje su potencial infinito, la sintaxis.
El cómo más plausible del modo como pudo eclosionar un sistema de las
características del lenguaje parece más fácilmente explicable si se apela a una
aparición abrupta, que llegó de una sola vez, que a la selección natural gradual.
A pesar de que se han ofrecido propuestas de índole gradualista, como la de Pinker y
Bloom (1990), son cuantiosos los problemas con los que se topan este tipo de teorías.
Por un lado, las palabras no pueden asimilarse a los sonidos animales. Una de las
propiedades fundamentales que caracteriza las palabras es la dualidad de patrón, esto
es, que están formadas por elementos discretos sin significado que dan lugar a
unidades con significado. Mientras que ciertos cantos y llamadas de pájaros y de
algunas ballenas presentan la propiedad de la combinación de sonidos sin significado,
algunas llamadas de ciertos monos utilizan unidades referenciales; sin embargo, estas
dos propiedades esenciales que caracterizan la dualidad de patrón, la combinatoria y
la referencialidad, no se encuentran conjuntamente en ningún sistema de
comunicación animal.
Por otro lado, es indudable que la sintaxis, combinada con la referencialidad, es una
innovación de la especie humana que no se encuentra ni puede asimilarse en su forma
y en sus repercusiones a ninguna propiedad de los sistemas de comunicación animal.
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Por tanto, quedan desestimadas las explicaciones, típicamente ofrecidas desde órbitas
ajenas a la lingüística,8 que abogan por un continuismo que ha llevado hasta el
lenguaje mediante un proceso de descenso por mejora a partir de los sistemas
comunicativos animales (Longa, 2007: 6). La idea fundamental es, pues, que el
lenguaje surgió de una vez en la especie y, a grandes rasgos, de la forma en la que lo
conocemos ahora.
En esta línea se han ofrecido diversas propuestas sobre el porqué del surgimiento del
lenguaje. Algunos han defendido que se trató de un aumento del tamaño del cerebro
lo que conllevó un aumento de las conexiones neuronales hasta un punto crítico;
otros, como Balari y Gavarró, han ofrecido una respuesta que apela a un proceso de
heterocronía en el desarrollo del sistema nervioso:
(4) A causa d’un progressiu perllongament del procés de desenvolupament del sistema nerviós —un element característic, per altra banda, en tots els mamífers, però especialmente marcat en els primats—, en un determinat moment es va afavorir la connexió fortuïta de diversos sistemes neuronals preexistents que, desd’aquell moment, van passar a treballar junts, formant allò que Antonio Damasio anomenaria un ‘sistema de sistemes’ (Damasio, 1994). Aquesta seria, al meu entendre, la famosa ‘Facultat del llenguatge’, l’únic element innat de les nostres capacitats lingüístiques (Balari & Gavarró, 2007: 118).
Por último, la respuesta al cuándo es quizá la que mejor ha estado resuelta hasta el
momento. A pesar de que hay varias propuestas acerca de en qué momento se originó
el lenguaje, se sabe positivamente que hace alrededor de unos 50.000 años los
humanos ya contaban con esta facultad, cuando, como explica Holden (2004: 1316):
humans in Europe were creating art and burying their dead, symbolic behaviors that
ponit unequivocally to fluent language.
Más allá de otras cuestiones que autores como Bickerton consideran secundarias
acerca de la evolución del lenguaje, como si este se originó de forma oral o signada, o
si surgió en un lugar o en diversos puntos geográficos,9 los asuntos anteriores tienen
8 Hauser, Chomsky y Fitch (2002: 1572) lo remarcan: This has historically been a popular hypothesis outside of linguistics and closely allied fields, and has been defended by some in the speech sciences.9 De hecho, los considera non-issues dentro del campo de la evolución del lenguaje (2005: 512, entre otras).
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que ser tomados en consideración en aras de no proponer escenarios sobre los
orígenes y las causas de la variación lingüística no compatibles con estas premisas.
2. 1. 3 El problema de Greenberg
Una teoría de la variación, respaldada en la estadística, tiene que dar cuenta de los
límites de la divergencia lingüística, descartando los sesgos geográficos e históricos,
además de ser capaz de capturar si los puntos de variación son independientes o no los
unos de los otros y si las correlaciones entre propiedades lingüísticas que se observan
entre lenguas son fundamentales y de qué modo. Por ejemplo, los universales 3 y 4 de
Greenberg (1963) recogen la correlación que se da entre que una lengua tenga un
orden dominante VSO y contenga preposiciones, y que una lengua con orden SOV
presente postposiciones. La teoría lingüística debe poder explicar qué motiva estas
correlaciones universales.
Hemos considerado oportuno utilizar el nombre de este lingüista para hacer referencia
a la cuestión de la variación lingüística, haciendo hincapié en su importante labor
tipológica a partir de los años 60, cuando comenzó a mostrar que las lenguas del
mundo compartían una serie de universales.
Los universales lingüísticos pueden ser absolutos o tendencias, por un lado, e
implicativos o no implicativos, por el otro, por lo que en total resultan cuatro tipos. Los
universales absolutos no implicativos tienen el formato de “Todas las lenguas tienen X”
y los implicativos de “Si una lengua tiene X, entonces tiene Y”. Las tendencias no
implicativas son del tipo “La inmensa mayoría de lenguas presenta X”, mientras que las
tendencias implicativas presentan un formato “En la inmensa mayoría de los casos si
una lengua presenta X, presenta también Y”. En (5) se muestran ejemplos de los
cuatro tipos de universales lingüísticos:
(5) a) Universal absoluto no implicativo: todas las lenguas tienen categorías gramaticales y categorías léxicas.
b) Universal absoluto implicativo (Universal 25 de Greenberg): si el objeto pronominal sigue al verbo, el objeto nominal también lo sigue.
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c) Tendencia no implicativa (Universal 1 de Greenberg): en las oraciones declarativas con sujeto nominal y objeto, el orden dominante es en la mayoría de los casos aquel en que el sujeto precede al objeto.
d) Tendencia implicativa (Universal 4 de Greenberg): con una frecuencia tan aplastante que no puede ser debida al azar, las lenguas con orden dominante SOV son postposicionales.
Hay consenso entre la comunidad lingüística sobre la relevancia de los universales
implicativos, tanto los absolutos (5b) como las tendencias (5d), para construir una
teoría plausible de la Gramática Universal que muestre las propiedades de la lengua-I.
Puesto que las implicaciones establecen correlaciones, los universales de este tipo
resultan muy interesantes a causa de que apuntan a hechos lingüísticos no
superficiales que producen que estas propiedades se relacionen. Sin embargo, los
universales absolutos no implicativos, del estilo de (5a), no han recibido tanta atención
por parte de la lingüística puesto que son muy elementales, casi obvios, resultado de la
observación superficial que la misma metodología asociada a este tipo de
investigaciones tipológicas ha utilizado. La pertinencia para la teoría lingüística de las
tendencias no implicativas, (5c), es controvertida. Autores como Baker y Chomsky
argumentan en pro de la relevancia de este tipo de universales para una teoría
lingüística correcta, mientras que otros como Newmeyer creen que las tendencias solo
muestran propiedades de la lengua-E, por lo que no son relevantes para la teoría
lingüística. Newmeyer (2005) argumenta que este tipo de universales puede no
deberse a ningún principio gramatical, sino que puede estar motivado por principios
de eficiencia de la actuación.
Sea como sea, el problema de Greenberg debe ser tenido en cuenta en aras de ofrecer
una teoría de la variación que permita sistematizar y explicar cuáles son los límites de
la variedad lingüística, si los puntos de variación son independientes los unos de los
otros o se relacionan en algún nivel de abstracción, o si las correlaciones que se
observan entre lenguas se deben a propiedades lingüísticas más esenciales.
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3. La variación lingüística dentro de la GGT. Los parámetros
Una teoría del lenguaje que siempre se ha preocupado por el problema de Platón y por
el de Greenberg es la Gramática Generativa Transformacional (GGT). A partir de la
segunda mitad del siglo XX, mediante el impulso de una serie de lingüistas
encabezados por Noam Chomsky situados en este marco teórico, se centró el punto de
mira en la tensión que suponía, por un lado, dar cuenta satisfactoriamente de la
adquisición del lenguaje y, por el otro, describir adecuadamente las lenguas
particulares en toda su complejidad. Recientemente, además, la GGT también se ha
interesado por el problema de Darwin, por lo que este trabajo se sitúa en su órbita
teórica.
En este apartado se repasan sucintamente los estadios más importantes de la GGT
prestando especial atención a cómo han abordado la variación lingüística cada uno de
ellos (3.1). Seguidamente, se sintetizan los tipos fundamentales de parámetros que se
han propuesto y cuáles son sus características principales (3.2). Finalmente, se repara
en qué consecuencias para la naturaleza de la GU (3.3) y para el locus de la variación
(3.4) acarrean esas concepciones paramétricas distintas.
3.1 Un recorrido histórico
En los inicios de la GGT, las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX
estuvieron dominadas por lo que se conoce como la Teoría Estándar o Standard Theory
y sus subsiguientes versiones. En este contexto, la diversidad lingüística quedaba
recogida mediante reglas particulares para cada lengua concebidas como sistemas de
reglas.
Aunque de ese modo podía recogerse la variación lingüística, es decir, se alcanzaba el
nivel de adecuación descriptiva, con este modelo no se conseguía el nivel de
adecuación explicativa, esto es, no se daba cuenta de cómo los niños podían adquirir el
lenguaje en condiciones de infradeterminación de la experiencia, y es que, como
escribe Chomsky (2002: 92), a paradox emerged as soon as the first efforts were made
to study the structure of language very seriously: la diversidad de las lenguas parece
incuestionable pero, a la vez, de la facilidad para la adquisición del lenguaje de los
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niños parece desprenderse que la complejidad interlingüística aparente tiene que ser
superficial en mayor o menor medida, hecho difícilmente predecible desde la Teoría
Estándar.
Así, una vez que se planteó seriamente el problema lógico de la adquisición del
lenguaje, es decir, el problema de Platón, los esfuerzos de la lingüística, que pretendía
desde entonces erigirse en una ciencia capaz de aplicar técnicas y métodos parejos a
los de las demás ciencias naturales y las matemáticas, fueron encaminados a
compatibilizar el análisis de la variación lingüística con una concepción del lenguaje
que privilegiara la noción de regularidad (Hernanz y Rigau 2007: 111), intentado
proponer generalizaciones cada vez más eficientes.
En este contexto, se llevaron a cabo los famosos seminarios de Pisa de 1979, que
inauguran lo que se conoce como la época de Principios y Parámetros. En palabras de
Chomsky:
(6) The past few years have seen the development of an approach to the study of language that constitutes a fairly radical departure from the historical tradition, more so that contemporary generative grammar at its origins. I am referring to the principles-and-parameters approach, which questions the assumption that a particular language is, in essence, a specific rule system. If this approach is correct, within syntax (excluding phonology) there are no rules for particular languages and no construction-specific principles. A language is not, then, a system of rules, but a set of specifications for parameters in an invariant system of principles of Universal Grammar; and traditional grammatical constructions are perhaps best regarded as taxonomic epiphenomena, collections of structures with properties resulting from the interaction of fixed principles with parameters set one or another way (Chomsky 1995: 129).
El cambio radical consistía, pues, en hacer desaparecer las reglas y las construcciones
tradicionales al considerarlas epifenómenos, para hacer derivar las estructuras del
lenguaje de principios fijos y de opciones posibles, los parámetros, ambos codificados
en la GU. Los principios fijos eran iguales y compartidos por todas las lenguas y los
parámetros eran los valores particulares que cada lengua natural fijaba respecto de
unas opciones preestablecidas:
(7) Structured theory of UG based on a number of fundamental principles (…) with parameters that have to be fixed by experience. If these parameters are embedded in a theory of UG that is sufficiently rich in structure, then the
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languages that are determined by fixing their values one way or another will appear to be quite diverse, since consequences of one set of choices may be very different from the consequences of another ser; yet, at the same time, limited evidence, just sufficient to fix the parameters of UG, will determine a grammar that may be very intricate (Chomsky 1981 citado por Newmwyer 2005: 41).
Este prurito de intentar derivar tanto la heterogeneidad como la homogeneidad
lingüísticas de unos principios y de unos parámetros fijados a priori en la Gramática
Universal pronto llevó a la equiparación del término “Principios y Parámetros” con el
de Government and Binding (GB), o Rección y Ligamento (tomado de la obra donde
Chomsky compiló diversos trabajos de esos años, Lectures on Government and Binding
en 1981), para referirse a esta concepción de la Facultad del Lenguaje que siguió a la
de Teoría Estándar.
Como explica Yang (2006: 131), the theory of parameters is charged with two
ambitious missions -to provide a theory of the languages of the world and the language
of the child- in a single stroke. De hecho, la principal virtud de una teoría de la GU
cimentada en principios y parámetros fue abordar el problema de la tensión entre la
adecuación descriptiva y la adecuación explicativa de un modo altamente satisfactorio.
Mediante los principios se especificaba la naturaleza de la GU lo suficiente como para
permitir la adquisición por parte del niño de cualquier lengua en condiciones de
infradeterminación por la experiencia, mientras que de la distinta fijación de los
parámetros podía hacerse desprender la variación lingüística existente.
Los parámetros se concibieron máximamente simples, es decir, idealmente con dos
valores. Si una lengua tenía fijado un parámetro positivamente, entonces presentaba
las propiedades gramaticales que se relacionaban con él y que el niño era capaz de
adquirir fácilmente al fijar el parámetro, a pesar de tratarse de propiedades altamente
abstractas o no sencillamente adquiribles.
Un ejemplo paradigmático de parámetro, postulado en la era de Government and
Binding fue el Parámetro de Sujeto Nulo (Chomsky 1981 citado por Newmeyer 2005:
45).
(8) Parámetro de Sujeto Nulo
Si una lengua tiene fijado positivamente el Parámetro de Sujeto Nulo, entonces
presentará las siguientes propiedades:
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
17
(i) Sujeto fonéticamente nulo: Jugaba
(ii) Inversión libre del sujeto: Leyó el libro María
(iii) Ausencia de efectos that-t: ¿Quién dijiste que lo sabía?
(iv) Movimiento-Q largo del sujeto: El hombre que me pregunto a quién vio
(v) Uso de pronombres de reasuntivos nulos, sin contenido fonético, en oraciones
subordinadas: Esta es la muchacha [que me pregunto [quién cree [que _ puede…]]]
Otro de los parámetros que más se citaron durante la década de los 80 fue el
Parámetro de Núcleo o de la Direccionalidad:
(9) Parámetro de Núcleo: en las lenguas del mundo, los complementos se encuentran consistentemente a la derecha o a la izquierda de los núcleos (Baker 2005: 8).
Por aquel entonces, sin embargo, el ejemplo más claro de principio parametrizable fue
la propuesta de Rizzi (1982) para el principio de subyacencia:
(10) Subjacency Principle: a constituent such as WH-word may only be moved across
one bounding category. For English, bounding nodes are S and NP, while in Italian
S’ is a bounding node, but S is not (Newmeyer 2005: 39).10
Dicho parámetro, no obstante, no se ajusta como lo hace el del Sujeto Nulo a la
célebre metáfora de Higginbotham según la cual la GU sería una especie de red
intrincada de interruptores con dos posibles posiciones que, una vez conectados,
10 De acuerdo con (9), en italiano es correcto Il incarico que non sapevi a chi avrebbero affidato, pero en inglés es agramatical The task which I didn’t know to whom they would entrust (ejemplo de Newmeyer 2005: 40):
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
18
repercutían notoriamente, según la posición adoptada, en todo el circuito (Boeckx
2008: 7).
Respecto del problema de Greenberg, el modelo de Principios y Parámetros supuso,
así como para el de Platón, un avance considerable en la búsqueda de una respuesta
satisfactoria. Por ejemplo, la Teoría de la X’ del marco de Government and Binding
asociada con el Parámetro de Núcleo permitió sistematizar algunas de las
implicaciones recogidas en los universales de Greenberg, como por ejemplo el hecho
de que en las lenguas del mundo se observa la tendencia de que si en una lengua hay
preposiciones, el verbo preceda al objeto, el auxiliar preceda al verbo principal, las
partículas interrogativas y las conjunciones oracionales precedan a la oración, etc.,
mientras que si tiene postposiciones, el orden es el inverso. Estas correlaciones
referentes al orden de los constituyentes, que no son más que un listado sin poder
explicativo, pudieron hacerse derivar de la estructura oracional derivada de la Teoría
de la X’ juntamente con las dos posibilidades que ofrecía el Parámetro de Núcleo de
(8):
(11a) Núcleo inicial o a la izquierda (Inglés) (11b) Núcleo final o a la derecha (Japonés)
(i) Taro is thinking that Hiro showed pictures of himself to Hanako [English]
(ii) Taroo-ga Hiro-ga Hanako-ni zibum-no syasin-o miseta to omotte iru [Japanese]
“Taro Hiro Hanako-to self-of picture showed that thinking is” (Baker 2003:12).
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
19
Como se observa, en (11a) la conjunción precede a toda la oración (C0 a ST), el auxiliar
precede al verbo (T0 a SV) y el verbo precede al objeto (V a SN/SD). En (11b), en
cambio, la situación es justamente la inversa.
Durante la década de los 80, los trabajos y estudios sobre los parámetros y las
propiedades que se les relacionaban proliferaron enormemente, lo que produjo, al
menos, dos consecuencias adversas para el mismo modelo teórico. Por un lado, cada
vez se postuló la existencia de más parámetros, a pesar de los esfuerzos implícitos por
no aumentar el número enormemente. La cuestión de cuántos parámetros son
necesarios para capturar toda la diversidad lingüística estaba en el aire y, a pesar de
que no se ofreció ningún número concluyente, parecía que una arquitectura del
lenguaje de estas características demandaba un valor moderadamente reducido que
evitara parámetros ad hoc para cada situación de variación concreta.
Por otro lado, el aumento del trabajo comparativo entre lenguas que no se habían
cotejado hasta entonces con respecto a la fijación de ciertos parámetros provocó que
tanto las propiedades asociadas a los parámetros como la formulación de los
parámetros en sí tambalearan y las propuestas fueran cada vez menos explicativas.
Esto fue precisamente lo que sucedió con el Parámetro de Sujeto Nulo, cuya
formulación en los estadios iniciales del modelo teórico había sido considerada uno de
los hitos más importantes que se habían alcanzado. Como hacen notar Roberts y
Holmberg:
(12) Expanding the database from roughly ten to roughly one hundred languages simply multiplies the number of uncontrolled variables to a point where, without further detailed analysis of a wide range of constructions in a wide range of languages, the correlations can no longer be discerned (Roberts y Holmberg, pendiente de publicación: 37).
Así, se llegó a un estado de cosas parecido al que se había alcanzado antes del
advenimiento de la era de Government and Binding: una descompensación entre la
adecuación descriptiva y la adecuación explicativa. La postulación de una serie de
dispositivos teóricos, en este caso los parámetros, habían perdido su primigenio poder
explicativo a causa de su gran número y casuística, convirtiéndose, como en su
momento las transformaciones, en meros facilitadores de taxonomías (Roberts y
Holmberg, pendiente de publicación: 54).
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
20
En los años 90, en este contexto e impulsado por Noam Chomsky, aparece el Programa
Minimalista (PM) cuyo objetivo fundamental es investigar hasta qué punto el lenguaje
es conforme a la Strong Minimalist Thesis (SMT):
(13) Strong Minimalist Thesis: Universal Grammar is “perfectly” designed, that is, it contains nothing more than what follows from our best guesses regarding conceptual, biological, physical necessity (Boeckx 2006: 4).
Asumiendo las directrices minimalistas, desaparecen los dos niveles de estructura que
anteriormente se habían postulado, la estructura profunda y la estructura superficial, y
el sistema computacional pasa a consistir en una operación básica Merge, sujeta a
condiciones generales de economía y eficiencia.
El PM suele considerarse algo así como una segunda etapa de la Teoría de Principios y
Parámetros (Picallo 2004: 20) aunque lo cierto es que la continuidad con respecto a la
época de GB recae más bien en el énfasis en los aspectos universales, los principios,
que en los variables, los parámetros. Como explica Boeckx (pendiente de publicación:
4), la atención se focaliza en lo que comparten todas las lenguas y caracteriza la
facultad del lenguaje, puesto que muchos investigadores dentro de la órbita del
minimalismo asumen que todo los relativo a la variación podrá ser entendido una vez
que se descubra la naturaleza de lo común a todas las lenguas.
Esto mismo, como se ha mencionado anteriormente, seguramente se relaciona con la
atención que por vez primera recibe el Problema de Darwin en el seno de la GGT. La
preocupación por no apelar a una GU no plausible en términos evolutivos ha centrado
gran parte de los trabajos enmarcados en este modelo y cada vez son más los
investigadores persuadidos de que esta nueva línea es la que debe guiar los estudios a
partir de ahora.
Por lo que respecta a la consideración de la variación, el PM ha supuesto un cambio
notable. En lugar de los parámetros con efectos en cadena, al estilo del de Sujeto Nulo,
que separan grandes tipos de lenguas, la atención se centra ahora en diferencias
menores que se dan en lenguas muy cercanas. En palabras de Kayne, que fue pionero
en este tipo de estudios:
(14) If it were possible to experiment on languages, a syntactician would construct an experiment of the following type: take a language, alter a single one of its
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
21
observable syntactic properties, examine the result and see what, if any, other property has changed as a consequence. If some property has changed, conclude that it and the property that was altered are linked to one another by some abstract parameter. Although such experiments cannot be performed, I think that by examining pairs (and larger sets) of ever more closely related languages, one can begin to approximate the results of such an experiment. To the extent that one can find languages that are syntactically extremely similar to one another, yet clearly distinguishable and readily examinable, one can hope to reach a point such that the number of observable differences is so small that one can virtually see one property covarying with another (Kayne 2000 citado por Newmeyer 2005: 67-68).
Además, en el PM se retoma la Hipótesis de la Parametrización Léxica que en los años
80 y en los primeros 90 habían elaborado autores como Borer, Manzini y Wexler o
Webelhuth para abordar la variación lingüística,11 y se reformula, dando como
resultado lo que Baker denomina la Conjetura Borer-Chomsky:
(15) Borer-Chomsky Conjecture: All parameters of variation are attributable to differences in the features of particular items (e.g. the functional heads) in the Lexicon (Baker 2008: 3).
Como explica Boeckx (2006: 81), la idea de que todas las diferencias entre lenguas se
reduzcan a propiedades de las piezas léxicas funcionales (Complementador,
Determinante, Flexión, etc.) ha ido ganando terreno, a pesar de que todavía no se han
reducido todos los parámetros propuestos en la era de GB a rasgos distintos en los
ítems léxicos de las lenguas particulares.
Kayne (2005: 3) recalcó en este sentido el acierto que suponía una hipótesis de la
naturaleza de la Conjetura Borer-Chomsky porque no solamente está atestiguada la
variación entre diferentes lenguas, sino también dentro de una misma lengua. Este
hecho, que no es predecible mediante una teoría paramétrica del estilo de GB que
trata cada lengua en bloque, puede desprenderse sin problemas de otra que abogue
por una variación existente en las propiedades de los rasgos de los ítems léxicos
funcionales, ya que un núcleo funcional puede tener un rasgo diferente de otro, aun y
tratarse de dos palabras pertenecientes al léxico de una misma lengua.
11 Lexical Parameterization Hypothesis: values of a parameter are associated not with particular grammars, but with particular lexical items (Newmeyer 2005: 54).
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
22
En suma, dadas las diferencias entre la concepción distinta de parámetro en su
germinación en la década de los 80 y en la de los 90, la pregunta de qué es un
parámetro en GGT no puede recibir más que una respuesta amplia e imprecisa: un
parámetro sería algo así como un punto de variación morfosintáctica que presupone
uniformidad de fondo en la capacidad lingüística. Veámoslo con más detenimiento en
el apartado siguiente.
3.2 Tipos de parámetros
Además del tipo de parámetros que se postularon durante la era de GB y los que
actualmente se defienden desde las esferas minimalistas, autores como Boeckx o
Uriagereka han propuesto distintas tipologías paramétricas. Se presentan las
características asociadas con las distintas nociones de parámetro a continuación.
Por un lado, Baker bautizó con el nombre de macroparámetros, y posteriormente con
el de grammatical parameters (2008a), a los parámetros que se postularon durante la
era de GB, es decir, al estilo del Parámetro de Sujeto Nulo clásico. Uno de los rasgos ya
mencionados que definían este tipo de parámetros era su naturaleza binaria, puesto
que se dio por sentado que los parámetros establecían opciones que las lenguas
fijaban positiva o negativamente, pero siempre dentro del margen de dos opciones
posibles.12
Ahora bien, la propiedad más importante que caracterizó los parámetros que se
propusieron en los años 80 fue que se hizo derivar de la fijación positiva o negativa de
un parámetro una serie de características, llamadas propiedades de cluster, que no
necesariamente guardaban una relación directa entre sí, al menos de modo evidente.
De esta manera, activar un interruptor en la red de opciones preestablecidas por la
Gramática Universal desencadenaba consecuencias múltiples e indirectas en la
configuración del entramado. Ejemplo de ellos son las propiedades de cluster
asociadas con el Parámetro de Sujeto Nulo (8).
12 Como remarca Newmeyer (2005: 44), la pregunta de si todos los parámetros estaban fijados positiva o negativamente en todas las lenguas, esto es, si todas las lenguas constaban de todos los parámetros, se contestó de manera estándar con un sí por defecto, a pesar de que surgieron propuestas que argumentaron que ciertas lenguas carecían de la fijación de algunos parámetros.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
23
Así, una vez que se fijara un cierto valor paramétrico en la infancia, el resto de
propiedades lingüísticas del cluster de ese parámetro se adquirirían, en principio, casi
de forma automática y sin necesidad de gran cantidad de input lingüístico. Newmeyer
lo explica del siguiente modo:
(16) A major goal of GB was to show that by means of highly abstract parameters, an unexpected (and previously unnoticed) clustering of typological properties could be predicted. In other words, any demonstration that the putatively rich deductive structure of parameters could lead to a new discoveries would tend to demonstrate that a parametric approach was on the right track (Newmeyer 2005: 44-45).
Además, con las propiedades de cluster que se relacionan con cada fijación de un valor
paramétrico no solo se explicaría la fácil adquisición de propiedades lingüísticas
intricadas que no requerirían una gran cantidad de input para ser asimiladas por el
niño, sino también se establecía una predicción tipológica. En palabras de Roberts y
Holmberg (pendiente de publicación: 26), the parametric account has immediate cross-
linguistic implications, since it implies that another language lacking the property in
question will set the parameter in question to a different value. Así pues, los
macroparámetros, codificados a modo de red intrincada junto con los principios en la
Gramática Universal, definen distintos tipos de lengua (Baker 2008a: 5).
Además del Parámetro de Sujeto Nulo (8), propuesto por Chomsky (1981) y Rizzi
(1982), y del Parámetro de la Direccionalidad o de Núcleo (9), son ejemplos de
macroparámetros los siguientes:
(17) Polysynthesis Parameter (Baker 2003:13, formulado por primera vez en 1986)
a) Express every major participant in an event inside the verb-word that names the event (Ex: Mohawk)
(i) Rukwe’ wa-sh-ako-hsir-u ne owira’a
Man past-he-her-blanket-gave the baby
‘The man gave the baby a blanket’
b) Don’t express the participants of an event inside the verb-word that names the event (Ex: English)
(i) The man gave the baby a blanket
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
24
(18) Agreement Parameters (Baker 2008b: 155-159)
a) The Direction of Agreement Parameter
A functional head F agrees with NP only if NP asymmetrically c-comands F
(Yes: Niger Congo languages; No: Indo-European languages)
(i) Oko-mesa kw-a-hir-aw-a ehilanga
LOC.17-table 17S-T-put-PASS-FV peanuts.19
‘On the table were put peanuts’
b) The Case-Dependence of Agreement Parameter
A head F agrees with NP only if F values the Case feature of NP or vice versa
(No: Niger Congo languages; Yes: Indo-European languages)
(i) On the table were put peanuts
Por otro lado, la aproximación a la variación que se puso en boga a raíz del
Minimalismo, basada en la Conjetura Borer-Chomsky (15), fue denominada por Kayne
microparamétrica, por oposición a los macroparámetros y haciendo alusión al método
de trabajo que consideraba más oportuno para descubrir diferencias entre los ítems
léxicos de las lenguas particulares: cotejar lenguas cercanas en aras de poder centrar la
atención solamente en lo que dista una de la otra con respecto a un microparámetro
determinado.
Baker (2008a) también se ha referido a los microparámetros como lexical parameters,
recogiendo el hecho que se desprende de la Conjetura Borer-Chomsky, esto es,
localizar las diferencias en los rasgos de los ítems funcionales.
Una consecuencia importante del acercamiento a la variación mediante
microparámetros es que las consecuencias de la fijación de un valor tenderán a ser
mucho menores y difícilmente comparables a las de cluster asociadas con los
macroparámetros. No obstante, como escribe Baker (2008a: 1), hay que reconocer que
se trata de puntos de variación independientes que suponen: very localized differences
with small but nontrivial effects in the grammars of very closed related languages. Así,
en términos microparámetricos, se explica la existencia de lenguas muy distintas
apelando a la acumulación de numerosos microparámetros que han ido ejerciendo
efectos no triviales en las lenguas del mundo.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
25
Un ejemplo de microparámetro es el Parámetro de Movimiento del Verbo propuesto
por Pollock (1989):
(19) Verb Movement Parameter (Newmeyer 2005: 46)
a) Lexical verbs move to a higher inflectional position (Ex: French)
(i) Jean embrasse souvent Marie / *Jean souvent embrasse Marie
b) Lexical verbs do not move to a higher inflectional position (Ex: English)
(i) *John kisses often Mary / John often kisses Mary
Además de microparámetros particulares, diversos lingüistas han propuesto esquemas
paramétricos que intentan recoger cómo un rasgo en un ítem funcional pasa a poseer
un formato particular en una lengua determinada distinto del que tiene en otra.
Boeckx (pendiente de publicación: 9) sistematiza algunos de esos esquemas mediante
la siguiente formulación:
(20) Is F[eature] present/active in the language? YES/No
If Yes, Does F give rise to Movement, or simple Agree (/Merge)?
Este esquema, que siguen algunas de las propuestas paramétricas recientes, presenta
una estructura condicional (nested) que presupone que no todos los rasgos están
presentes en todas las lenguas y que solo se dará un microparámetro concreto si
efectivamente ese rasgo del núcleo funcional aparece en la lengua particular.
Mientras que la existencia de los macroparámetros es polémica y autores como
Boeckx o Kayne la desestiman, la de los microparámetros está aceptada por toda la
comunidad lingüística.
Junto a los macro y a los microparámetros, se contempla la existencia de
nanoparámetros. Es Boeckx quien acuña en su artículo Approaching Parameters from
Below el término. Los nanoparámetros, como su nombre indica, son más elementales
que los microparámetros. Como ellos, son opciones aisladas las unas de las otras
localizadas en los núcleos funcionales. En cambio, se diferencian de los
microparámetros puesto que son más planos al no presentar la estructura condicional,
recogida en (20). Un nanoparámetro plantea directamente la segunda pregunta de
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
26
(20). Y la razón principal aducida por Boeckx para ese planteamiento es su oposición a
la idea que no todos los rasgos están presentes en todas las lenguas.
Finalmente, Uriagereka (2007) propone tres tipos de parámetros distintos,
relacionados con el grado de profundidad de la variación lingüística: los core
parameters, los sub-case parameters y las micro-variations. Primero, los core
parameters pueden asimilarse mutatis mutandis con los macroparámetros clásicos
puesto que atañen a aspectos morfosintácticos profundos que conllevan
consecuencias sintácticas en la gramática de las lenguas, como por ejemplo el
parámetro de la polisíntesis (17). Los core parameters se fijan por la exposición a una
evidencia lo suficientemente robusta como para que el Language Adquisition Device
(LAD) o Dispositivo para la Adquisición del Lenguaje no necesite asignar el papel no
marcado a uno de los dos valores del parámetro.
Segundo, los sub-case parameters se caracterizan por el carácter marcado de uno de
los valores y el no marcado de otro. Uriagereka pone el ejemplo del inglés y del
castellano con respecto a lo que él denomina el Clitic Parameter: el castellano permite
la aparición en una misma oración tanto del clítico como del sintagma al que el clítico
hace referencia, mientras que este fenómeno, que se conoce como clitic-doubling, en
inglés es imposible (ejemplo (5) de Uriagereka, 2007: 100):
(21) a. Juan la está viendo (a María)b. John is seeing’er (*Mary)
Así, el inglés constituye un subset del español en tanto que solo permite la opción que
para el español es la no marcada: la no coocurrencia del clítico con el sintagma que
retoma. Uriagereka aduce que la condición de subset solamente puede funcionar con
un conjunto finito y reducido de opciones. Argumenta, en esta línea, que un aprendiz
conservador podría no encontrar nunca el dato crucial si los conjuntos relevantes
fueran extensos, que es justamente lo que ocurriría si solamente se analizaran los
datos lingüísticos primarios. Es por esto que para el funcionamiento de los sub-case
parameters se requiere un análisis más refinado, con datos de segundo orden, es decir,
estructuras sintagmáticas, en lugar de meras combinaciones de palabras. Así, mientras
que los core parameters dependen del crecimiento del niño y de la mera exposición a
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
27
los datos lingüísticos primarios, los sub-case parameters precisan cierto aprendizaje
analítico inconsciente que opere con estructuras sintagmáticas (Uriagereka 2007: 105).
Tercero, Uriagereka define un último tipo de variación, más superficial que las dos
anteriores, que implica una suerte de parámetros periféricos o micro-variations. Estos
parámetros se adquirirían a causa de la presión del entorno social y adulto bajo
mecanismos todavía no estudiados en profundidad, y se relacionarían con los
fenómenos lingüísticos tradicionalmente situados en la periferia, como las formas
adultas de prestigio, que necesitan de un entrenamiento de algún tipo para ser
aprendidas.
3.3 Naturaleza de la GU y parámetros
Tal y como pone de manifiesto Baker, dado que la GU no especifica una única
estructura para todas las lenguas del mundo, solamente se pueden concebir dos tipos
distintos de dotación genética para la Facultad del Lenguaje, una que especifique las
opciones posibles de variación lingüística y otra que no lo haga:
(22) Granted that the innate endowment for language does not specify one grammatical structure for all human languages, there are only two logical possibilities. The first that UG could underdetermine the grammar of particular language. This would mean that some grammatical points are left open to be filled in from the environment using general learning devices of some kind. The alternative is to say that UG overdetermines the grammar of particular languages. On the second view, UG specifies multiple choices at certain points, with the result that young children in some sense “know” many grammars. Grammatical development can then be thought of as identifying which choices characterize the ambient languages and discarding the rest (…) On the first view, the innate endowment contains less information than is needed to construct a coherent natural language; on the second view it contains more than is needed (Baker 2005: 2-3).
Por un lado, la concepción clásica de los parámetros de la era de Government and
Binding, los denominados macroparámetros que se relacionan con distintas
propiedades de cluster y definen tipos de lenguas, se relaciona con una GU de
naturaleza sobreespeficicada. En palabras de Chomsky (1981), what we expect to find
is a highly structured theory of UG (citado por Boeckx, pendiente de publicación: 3).
Esto significa que, puesto que la GU especifica todas las opciones posibles de lenguas
al codificar las posibilidades paramétricas, su naturaleza debe ser rica y altamente
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
28
estructurada. Piatelli-Palmarini explica que una GU de estas características no es nada
extraordinario dentro del mundo natural, en el que es lo común atribuir aspectos
variables superficiales a algún elemento interno al organismo codificado
genéticamente:
(23) Our species innately possesses a rich, specific, modular and highly articulate capacity for language, organized around certain universal “principles”. These principles allow for a well-determined variation, through the choice of discrete values for certain parameters (Piatelli-Palmarini 1989: 36)
Por otro lado, la opción microparamétrica más actual se relaciona necesariamente con
una GU de naturaleza infraespecificada, puesto que, como hacen notar Roberts y
Holmberg (pendiente de publicación: 53): it seems highly implausible that UG should
specify detailed microparameters governing the nature of clitic systems or agreement
systems (or classifier systems or tone systems) when so many languages lack such
systems entirely.
El contexto minimalista, además, apuesta por descargar la dotación genética específica
para el lenguaje. Así, la pregunta formulada por Chomsky que sirve de marco a las
investigaciones dentro de este programa teórico es: How little can be attributed to UG
while still accounting for the variety of I-languages attained (Chomsky 2007 citado por
Boeckx, pendiente de publicación: 4)?
De este modo, la GU que requieren los macroparámetros es sobreespecificada, en
tanto que codifica más de lo necesario para adquirir una lengua particular: todos los
principios y todas las opciones paramétricas posibles que deben ser fijadas respecto de
la lengua del entorno. En cambio, el dispositivo innato para la Facultad del Lenguaje
asociado a la opción microparamétrica es infradeterminado, puesto que no contendría
las opciones paramétricas, sino que constaría únicamente de las operaciones
sintácticas fundamentales, así como de los primitivos lingüísticos.
3.4 El locus de la variación/parametrización
Dependiendo de la noción de parámetro por la que se abogue se sitúa el lugar de la
variación lingüística en un componente lingüístico o en otro, con la consiguiente
repercusión en la arquitectura de la Facultad del Lenguaje.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
29
Los macroparámetros o parámetros clásicos sitúan el lugar de la variación lingüística
en la sintaxis:
(24) There are some parameters within the statements of the general principles that shape natural language syntax (Baker 2008a: 3).
Estos parámetros, además, definen grandes tipos de lenguas. Tenemos, así, ‘lenguas
polisintéticas’ y ‘lenguas no polisintéticas’ o ‘lenguas de sujeto nulo’ y ‘lenguas de
sujeto explícito’. Escribe Baker al respecto:
(25) The known parameters do not seem like minor quirks at the edge of language that were not worth worrying about. Rather, they seem like gadgets put close to the heart of language, exactly where they can have maximum impact on surface forms without changing the overall logic. Because of this, I think we should consider the possibility that parameters are a design feature of the human language faculty after all (Baker 2003: 8).
Uno de los exponentes más importantes en proponer una teoría de la adquisición
basada en parámetros sintácticos, situados en el núcleo de la Facultad del Lenguaje y
en consonancia con las asunciones de Principios y Parámetros, es Yang. Según su
modelo de adquisición lingüística, hacerse con la lengua del entorno significa elegir
una de las múltiples posibilidades que ofrece la GU olvidando el resto.13 Así, la
dotación genética para el lenguaje incluiría todas las opciones lingüísticas posibles:
(26) What if the child is born with an ensemble of grammars that includes all the possible grammars, and “there is a sorting-out process in which some varianttypes persist while others disappear”? Rather than speaking exclusively English, or exclusively Chinese, why can’t the child speak both? (Yang 2006: 156).
Yang argumenta que, puesto que los niños no empiezan a hablar al dictado de lo que
oyen, sino que en algunos casos empiezan profiriendo estructuras que no se dan en la
lengua de su entorno, tiene que tratarse de una GU de naturaleza sobreespecificada,
que codifique cierto grado de variación, la responsable de este conocimiento a priori.
Es el caso que se observa en los niños ingleses, que empiezan a hablar empleando un
30% de sujetos nulos. Volveremos sobre este argumento en el apartado 4.4.
Sin embargo, la concepción microparamétrica que defienden autores como Boeckx o
Kayne sitúa la variación en la morfofonología. De hecho, el mismo Boeckx (pendiente
13 Boeckx (pendiente de publicación: 3) escribe: the traditional Principles and Parameters model is ultraselectionist, guided by the slogan that learning (a little) is forgetting (a lot).
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
30
de publicación: 15) ha hecho notar que much of what we thought was syntax will turn
out to be morpho-phonology. Para defender esta postura, además de servirse de la
Conjetura Borer-Chomsky, adoptan la morfología distribuida. Esto supone resituar gran
parte del componente léxico en un lugar postsintáctico, en vez de un lugar
presintáctico.
Así, la importancia que pasa a tener el léxico como portador de las diferencias
particulares entre lenguas deja a la sintaxis inmune al cambio, confiriéndole más
homogeneidad interlingüística de la que ya revestía en el marco anterior:
(27) Narrow syntax is not subject to variation, not even parametric variation. In other words, there is only one syntax, fully uniform, at the heart of the Faculty of Language, underlying all languages (Boeckx, pendiente de publicación: 5).
De acuerdo con la idea de unos microparámetros situados en el componente
morfofonológico, se asume la Tesis de Uniformidad Fuerte o Strong Uniformity Thesis:
(28) Tesis de Uniformidad Fuerte: las lenguas son uniformes y los principios de la sintaxis no están sujetos a parametrización.
¿Está codificada, entonces, para estos autores, la variación lingüística en la Facultad
del Lenguaje, tal y como se consideraba en la era de Government and Binding y como
siguen considerando los que aún defienden la idea de los macroparámetros?
Evidentemente, desde esta visión, la respuesta es negativa. No solo eso, la respuesta
ahora es justamente la antagónica. La variedad de lenguas es el resultado,
precisamente, de la falta de codificación en el núcleo de la Facultad del Lenguaje de
nada más que eso, lo imprescindible: las operaciones básicas y los primitivos, y es que,
en palabras de Boeckx (pendiente de publicación: 15), variation is not structurally
encoded (…); instead it is the result of the lack of structural encoding.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
31
4. Evaluación crítica
Muchas de las explicaciones compendiadas en el apartado anterior que se han
ofrecido para dar cuenta del fenómeno de la variación han privilegiado solamente uno
de los problemas que, creemos, tienen que ser tenidos en cuenta en aras de proponer
un panorama lingüístico plausible: la adquisición lingüística, el origen y evolución de la
Facultad del Lenguaje y los límites de la variación, por lo que han resultado altamente
satisfactorias desde una perspectiva, pero deficientes desde otra.
En este apartado evaluaremos precisamente cómo de apropiadas son las respuestas
que se han postulado a lo largo de las últimas décadas de trabajo dentro de la GGT
desde la óptica del problema de Platón, el problema de Darwin y el problema de
Greenberg, a propósito de tres cuestiones fundamentales: la naturaleza de la
Gramática Universal (4.1), el locus de la variación (4.2) y la posibilidad de definir
grandes tipos de lenguas (4.3). En el último apartado (4.4) se cuestiona el carácter
sustantivo de la distinción entre “macroparámetro” y “microparámetro”, a diferencia
de la distinción entre parámetro gramatical y parámetro léxico que sí resulta
pertinente.
4.1 ¿Sobreespecificación o infraespecificación?
Mientras que autores como Baker, Piatelli-Palmarini (1989) y Yang (2006) defienden
una Gramática Universal sobreespecificada, otros como Boekx o Kayne abogan por un
dispositivo innato para la Facultad del Lenguaje de carácter infraespecificado.
Por un lado, Baker defiende una Gramática Universal sobreespecificada14 que contiene
los principios generales que subyacen a todas las lenguas así como las opciones de
variación posibles, los macroparámetros. Este lingüista aduce fundamentalmente dos
argumentos en pro de una dotación innata de estas características. El primero se
sustenta en la imposibilidad de explicar las fijaciones paramétricas mediante
mecanismos de aprendizaje generales, no específicamente lingüísticos. Defiende que
no es posible dar cuenta de la fijación de un valor paramétrico sin recurrir a una GU
14 La argumentación que sigue está extraída de Baker 2005: 12-13.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
32
que explícitamente especifique esas opciones. Lo ejemplifica mediante los Parámetros
de la Concordancia de (18), y argumenta que sería muy complejo hacer desprender la
concordancia estructural (18a) o dependiente del caso (18b) de los elementos
funcionales mediante mecanismos de cognición general no específicos.
El segundo es un argumento adaptacionista. Para Baker, la Gramática Universal
sobreespecificada constituiría una ventaja adaptativa, puesto que la variación
lingüística que conlleva permitiría la comunicación con los allegados y la ocultación de
la información a los posibles rivales. Así, para este lingüista el lenguaje se erigiría como
una suerte de código secreto que tiene que especificar y determinar la variación en su
seno en aras de poder cumplir su finalidad evolutiva.
Sin embargo, ambos argumentos carecen de fuerza suficiente. Contra el primero de
ellos podría aducirse que, si bien es cierto que a un determinado nivel de abstracción
parece que son mecanismos específicamente lingüísticos los que subyacen a
parámetros como los de (18), ello no significa que en un nivel superior pudieran
derivarse de mecanismos no lingüísticos. Visto desde otro ángulo, el argumento de
Baker es típico de la visión asociada a GB, pero nada impide a priori que pueda llegar a
proporcionarse una reformulación de (18) que, en términos más afines al PM, pueda
prescindir del recurso a la especificidad lingüística.
La fuerza del segundo argumento, por su parte, es más que dudosa, igual que el resto
de argumentos adaptacionistas relativos al lenguaje. Todos ellos, como ha
argumentado extensamente Lorenzo (2006), inventan historias ingeniosas más o
menos convincentes que no consiguen explicar por qué el lenguaje es como es
formalmente.
Como ha explicado Piatelli-Palmarini, el mecanismo de aprendizaje asociado a una GU
sobreespecificada es el aprendizaje por selección, que también opera en otros ámbitos
de la biología, como por ejemplo en el sistema inmune:
(29) All real and possible human languages have to remain within the “envelope”
assigned by our linguistic makeup, that is, ultimately by our genetic makeup. Every
choice inside the envelope is “right”, no choice outside can possibly be. This core
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
33
linguistic fact clashes with any belief in “transfers of structure” (Piatelli-Palmarini
1989: 21).
Todo ello desemboca en lo que este autor ha denominado “the demise of learning”
(Piatelli-Palmarini 1989: 37), solventado el problema de la adquisición del lenguaje: los
niños vienen dotados con todo aquello que les es necesario para elegir qué opciones
de las muchas de las que disponen se relacionan con el input de su entorno.
Este argumento, que da respuesta al problema de Platón, sí parece acertado para
defender una dotación genética rica y estructurada, puesto que permite explicar cómo
se da la adquisición de cualquier lengua por parte del niño, y es que una
macroparametrización que codifique genéticamente las opciones sintácticas mayores
da cuenta de la relativa rapidez y facilidad con que se adquiere el lenguaje.
Como explica Yang (2006) para defender su modelo variacional de adquisición que
combina GU y estadística, la visión de la sobreespecificación esquiva el escándalo de la
inducción:
(30) Rather than constructing thousands upon thousands of rules from scratch, each of which is subject to the Scandal of Induction, parameters provide all the questions -complete with all the possible answers- that a young grammar learner may ever encounter (Yang 2006: 147).
Por su parte, autores como Boeckx o Kayne abogan por un acercamiento a la variación
lingüística sustentado en microparámetros y en una GU infraespecificada sosteniendo
que, primero, es la única manera de compatibilizar la noción de parámetro con una
dotación innata entendida según las directrices minimalistas y, segundo, que el
fracaso empírico de los objetivos del marco de Principios y Parámetros tiene que
conllevar un cambio en la concepción de la codificación de la variación:
(31) It is fair to say that empirically the expectations of the traditional Principles and Parameters model have not been met. GB theorists expected few points of variations each with lots of automatic repercussions throughout the grammar of individual languages (‘macro-parameters’), but they found numerous, ever more fine-grained, independent micro-parameters (Boeckx, pendiente de publicación: 2).
Una GU infraespecificada parece más acertada para dar respuesta al problema de
Darwin. A causa del poco tiempo que ha tenido el lenguaje para desarrollarse desde
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
34
que emergió, la hipótesis que parece más plausible es aquella que apele a un diseño
simple, que no requiera de millones de años para evolucionar:
(32) According to everyone’s best guesses, the human language faculty emerged very,
very recently in the species, which makes it hard seriously to entertain and
adaptationist story (especially if the language faculty is as complex as Pinker and
Jackendoff 2005, Jackendoff and Pinker 2005, and so many others claim). There is
just not enough time for such a complex object to be built step by step (Yang
2006: 147).
Es precisamente porque la respuesta al problema de Darwin apela a un dispositivo
innato para la Facultad del Lenguaje más bien simple, que Yang (2009) modifica, hasta
cierto punto, el modelo de adquisición que pocos años antes había propuesto.
Actualmente, puesto que Yang asume la existencia de tipos de variación distintos, más
allá de la sintáctica, acepta que toda esa variación no puede estar codificada
genéticamente.
En definitiva, parece que las respuestas más plausibles a los problemas de Platón y
Darwin son opuestas. Mientras que una Gramática Universal de carácter
sobreespecifado es capaz de explicar la fácil y rápida adquisición del lenguaje, es un
dispositivo innato para la Facultad del Lenguaje de naturaleza infraespecificada el que
se erige como más probable en términos evolutivos. Esta encrucijada teórica fue
conceptualizada por Piatelli-Palmarini como el “problema mini-max”: leaving principles
open/unespecified reduces genetic information but increases the cost of acquisition.15
4.2 ¿Dentro o fuera de la sintaxis estricta?
La respuesta a la pregunta que encabeza esta sección no es independiente de la
posición que se adopte con respecto a la naturaleza de la GU y al tipo de parámetro
que se le asocia.
Baker y Yang, por un lado, sitúan los parámetros inequívocamente en la sintaxis, en el
núcleo de la Facultad del Lenguaje, mientras que otros lingüistas se decantan cada vez
15 Kandybowicz (2009: 94) cita en su artículo que Noam Chomsky fue quien le dijo que Piatelli-Palmarini se había referido a este problema con el nombre de mini-max.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
35
más por postular una sintaxis uniforme e inmune al cambio que haga recaer en la
morfofonología el peso de lo variable.
En la mayoría de los trabajos actuales, así, la parametrización ya no se sitúa en un lugar
prominente de la Facultad del Lenguaje, sino que se localiza en el proceso de
Externalización o Post Spell-Out. Kandybowicz (2009: 95) ha explorado esta hipótesis y
ha afirmado en un artículo reciente que: parameters would be viewed as emergent
properties of the language system, as opposed to defining core components of FL
architecture; propiedades emergentes que resultan una vez que se da el mapping del
lenguaje con la interfaz sensoriomotora.
¿Todo ello desemboca en la conclusión de que, en un marco minimalista, no puede
postularse la existencia de parámetros gramaticales o macroparámetros de gran
alcance?
Por un lado, Boeckx ha contestado esta pregunta alegando que sí pueden encontrarse
algunos parámetros generales, pero aduce salvedades. Para este autor debe
considerarse la existencia de parámetros de cariz general que actúan en múltiples
lenguas, pero que crucialmente no están localizados en la sintaxis, sino que surgen
derivados de otros factores externos a la capacidad lingüística estricta:
(33) The take-home message for now is that if nano-parameters are all we are left with in the context of minimalism, clustering effects, when we obtain, will have to arise from something (or multiple things) external to narrow syntax. It seems to me that the learning process itself constitutes a natural place to look (Boeckx, pendiente de publicación: 12).
Por otro lado, Roberts y Holmberg, siguiendo a Baker (2008a), no creen que reducir los
parámetros a los rasgos formales de los núcleos funcionales restrinja la posibilidad de
parámetros generales que acarreen consecuencias de gran alcance lingüístico:
(34) It is perfectly possible that a lexical parameter consistent with the Borer-Chomsky Hypothesis could have a substantial impact on the language generated, particularly if it is concerned with some very prominent item (such as the finite Tense node) (Roberts y Holmberg, pendiente de publicación: 60).
Es más, hay lingüistas que sí postulan la existencia de parámetros sintácticos dentro
del contexto minimalista. Uriagereka es uno de estos lingüistas que, sin desestimar las
tesis de esta última versión de la Gramática Generativa, aboga por más de un tipo de
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
36
parámetros, uno de los cuales puede relacionarse con la noción macroparamétrica
clásica, los core parameters. Según este autor, las opciones paramétricas genuinas que
se descubren entre el vasco y el inglés a propósito del parámetro de la polisíntesis son
un ejemplo de variación paramétrica que sí empieza en la dotación genética
(Uriagereka 2007: 106).
Así pues, a pesar de que el contexto ofrecido por el PM privilegia un acercamiento a la
variación lingüista basado en la Hipótesis Borer-Chomsky que conlleva dejar a la
sintaxis inmune a la diferencia, algunos autores han ofrecido propuestas donde esta
aproximación puede darse sin la necesidad de desestimar todos los parámetros
gramaticales que hasta ahora se habían postulado.
La correlación más o menos clara que se establece entre las propuestas de una GU
sobreespecificada y los parámetros sintácticos, por un lado, y una GU infraespecificada
y la variación situada en el léxico, por el otro, conduce a que las posiciones relativas al
locus de la parametrización se evalúen igualmente a tenor del problema de Platón y
del problema de Darwin.
A modo de réplica, sin embargo, los partidarios de una GU infraespecificada aducen
que ubicar lo variable, lo idiosincrásico, en los ítems léxicos, como preconiza la
conjetura Borer-Chomsky, es la solución óptima al problema de la adquisición puesto
que son las palabras lo que debe ser aprendido por el niño:
(35) An advantage of the BCC [Borer-Chomsky Conjecture] is that associating parameter values with lexical entries reduces them to the one part of a language which clearly must be learned anyway. Ultimately, on this view, parametric variation reduces to the fact that different languages have different lexica, in that sound-meaning pairs vary arbitrarily: the most fundamental and inescapable dimension of cross-linguistic variation. The child acquires the values of the parameters valid for its native language as it acquires the vocabulary (more precisely, as it acquires the formal features associated with the functional categories of its native language) (Roberts y Holmberg, pendiente de publicación:56-57).
En este sentido, Boeckx alienta a reconsiderar el problema mini-max planteado por
Piatelli-Palmarini privilegiando la respuesta al problema de Darwin: the current leading
idea about how Darwin’s Problem could be solved forces us to reconsider what we took
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
37
to be our very best bet concerning Plato’s Problem (Boeckx, pendiente de publicación:
14).
4.3 ¿Grandes tipos de lenguas?
La propuesta de la GU clásica, que responde más satisfactoriamente el problema de
Platón, y la que ha propuesto el minimalismo, que facilita más la respuesta al de
Darwin, afrontan el problema de Greenberg de modo distinto. Como veremos a
continuación, parece que la visión clásica ofrece una respuesta más satisfactoria al
problema de Greenberg, en concreto a la cuestión de los límites y las pautas de la
variación translingüística, si bien es cierto que ambas dan cuenta de la uniformidad
subyacente a todas ellas.
Por un lado, la teoría paramétrica clásica que postula una GU donde todas las opciones
macroparamétricas están codificadas al nacer, hace derivar los universales y la
uniformidad lingüística de fondo precisamente del hecho de que es el dispositivo
innato para el lenguaje el que confiere esas propiedades unitarias a todas las lenguas
del mundo. De hecho, junto con la explicación de la adquisición, este fue uno de los
objetivos por los que se concibió una teoría como la de Principios y Parámetros. Los
límites de la variación vendrían determinados, entonces, por el alcance de los distintos
parámetros que moldean las posibles lenguas del mundo.
Baker proporciona uno de los argumentos más convincentes en pro de su teoría de la
GU sobreespecificada y de los parámetros sintácticos sirviéndose de la distribución
estadística de las lenguas del mundo y aduciendo una respuesta al problema de
Greenberg muy exitosa y acorde con la variación atestiguada.16 Otros autores, como
Roberts y Holmberg, se sitúan en esta línea y ofrecen la misma respuesta a la cuestión
de por qué la variación no se extiende ni de un modo uniforme ni de un modo
aleatorio a lo largo de la extensión geográfica.
Baker alega que los descubrimientos empíricos realizados hasta ahora han mostrado
que las lenguas del mundo sí pueden clasificarse a grandes rasgos mediante algunos
macroparámetros fundamentales, como el de la direccionalidad, el de la polísíntesis o
16 La argumentación que sigue está extraída de Baker (2008: 16-18).
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
38
los nuevos Parámetros de Concordancia que él mismo propuso en 2008, a pesar de
cierto “ruido” derivado de los efectos que los microparámetros ejercen sobre ellas.
El propio Baker ha demostrado que la lenguas Níger-Congo se comportan de distinto
modo que las Indoeuropeas con respecto de la concordancia de todos los núcleos
funcionales, como se recoge en (18). Mientras que en las primeras ha de darse una
configuración de mando-c entre el inductor de la concordancia y el núcleo
concordante, (18a), en las segundas es dependiente del caso (18b).
En el siguiente ejemplo (correspondiente a (6) de Baker 2008a: 13) queda reflejada
esta diferencia. La frase de (36a) corresponde a la lengua bantú Kinande, y la de (36b)
a la lndoeuropea Yiddish, y en ambas un argumento oracional está desplazado al
Especificador de ST, es decir, a una posición estructuralmente más alta que la del
sujeto. Mientras que en a) el verbo concuerda con el sintagma desplazado al
Especificador de ST, en b) el verbo concuerda con el sujeto en caso nominativo, a pesar
de estar pospuesto al verbo:
(36) a. Olukwi si-lu-li-seny-a bakali (omo-mbasa)
wood.11 NEG-11S-PRES-chop-FV women.2 (LOC.18-axe.9)
‘WOMEN do not chop wood (with an axe)’
b. …az vayn ken men makhn fun troybn oykh
that wine can one make from grapes also
‘(You should know)…that one can make wine from grapes also’
Este comportamiento distinto del núcleo funcional T0 en las dos lenguas, se extiende al
resto de categorías funcionales (C0, D0, v0), que se comportan consistentemente. De
hecho, Baker considera que una lengua presenta la fijación positiva del parámetro de
(18a) o del de (18b) si al menos dos categorías funcionales muestran el mismo
comportamiento (y el resto no lo contradice, o porque no presentan concordancia, o
porque su comportamiento es aleatorio).
El hecho de que estas diferencias atañan a todo el rango de categorías funcionales
parece un buen indicio a favor de la propuesta macroparamétrica, aunque no se trata
de una prueba concluyente. Un mismo efecto podría conseguirse mediante
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
39
microparámetros independientes que actuaran consistentemente a lo largo de las
diversas categorías funcionales. Es por ello que, como aduce Baker, el test definitivo
proviene de la distribución estadística.
Si fueran los microparámetros los que actuaran, la distribución estadística mostraría un
número elevado de lenguas intermedias entre los dos valores que define cada
parámetro, dando lugar a un continuum que mostraría una curva de distribución
normal o campana de Gauss. Por ejemplo, encontraríamos lenguas con
aproximadamente la mitad de las categorías funcionales concordando a la manera de
las lenguas Níger-Congo, y con la otra mitad, a la de las Indoeuropeas.
Sin embargo, después de examinar casi 70 lenguas de The World Atlas of Language
Structures, lo que observa son lenguas o bien del tipo de las Níger-Congo, o bien al
estilo de las Indoeuropeas.17
La teoría de la GU infraespecificada, por su parte, al hacer derivar la variación
precisamente de la no codificación genética de nada más que lo imprescindible, tiene
que proporcionar una causa ajena a la Facultad del Lenguaje que se erija como el
motivo último de la semejanza de las lenguas del mundo, y lo hace apelando al third
factor o tercer factor. Chomsky, asimilando el lenguaje al resto de los sistemas
biológicos, sistematizó en el célebre artículo del 2005 los tres factores que entran en
juego en la maduración del lenguaje en el individuo: la dotación genética, la
experiencia y, tercero, los principios no específicos de la facultad del lenguaje:
principles of data analysis, principles of structural architecture and developmental
constraints (Chomsky 2005: 6), como principios de eficiencia computacional.
La estrategia, utilizada profusamente desde el minimalismo, consiste en intentar hacer
derivar cuanto sea posible con respecto al lenguaje del tercer factor y no de la GU. En
palabras de Chomsky (2005: 11): How far can we progress in showing that all such
17 Baker también encuentra lenguas que no tienen fijado positivamente el valor de ninguno de los parámetros. Por el momento, no ha dado con ninguna lengua que obedezca ambos parámetros, aunque se declara esperanzado, puesto que es la otra posibilidad lógica que resta si se consideran (18a) y (18b) verdaderos macroparámetros.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
40
language-specific technology is reducible to principled explanation, thus isolating the
core properties that are essential to the language faculty, a basic problem of
biolinguistics? Por tanto, son los mecanismos generales, no relativos a la dotación
genética para el lenguaje, los que hacen las veces de unificador de las lenguas-I del
mundo y les confieren el parecido subyacente, ofreciendo una respuesta a esta parcela
del problema de Greenberg.
En cuanto a las pautas que sigue la variación, Boeckx, en esta misma línea, postula que
los efectos de cluster que se observan entre diversas lenguas, lejos de deberse a la
fijación de algunos macroparámetros pueden estar causados por el efecto del Superset
Bias, esto es, un mecanismo psicolingüístico ajeno a la narrow syntax que se relaciona
con los principios de economía general y que da primacía a las formas consistentes que
el niño asumiría por defecto durante el proceso de aprendizaje:
(37) For example, if the child learns that V precedes its complement and T precedes its complement, she will be inclined to hypothesize that the next head she encounters will also precede its complement, and will only reject her hypothesis if she finds enough positive counterevidence (Boeckx, pendiente de publicación: 12).
Así pues, tanto la concepción de la variación que se desprende de los grammatical
parameters, como la de los lexical parameters es capaz de dar respuesta a esta otra
parcela del problema de Greenberg, si bien la segunda precisa de una teoría
psicolingüística fuertemente articulada sobre los mecanismos de computación general
que todavía no se ha desarrollado.
4.4 Observaciones finales
Después de prestar atención, primero, a los argumentos esenciales que se han
ofrecido en pro de una teoría de la variación basada en macroparámetros y en
microparámetros o en otra solamente sustentada en los últimos y, segundo, a sus
consecuencias teóricas, resulta casi obligado cuestionarse la adecuación de las
etiquetas “macroparámetro” y “microparámetro”.
Por un lado, la postulación por parte de autores como Baker de “medio parámetros”, a
caballo entre los macro y los micro, deja entrever lo difusa que continúa siendo la
diferencia entre los dos tipos. Baker alega que estamos delante de un medio
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
41
parámetro cuando, primero, atañe a aspectos gramaticales (no a rasgos en los ítems
léxicos) que no afectan a principios nucleares; segundo, no se ha postulado a raíz de
cotejar lenguas de familias muy separadas ni tampoco dialectos y, tercero, provoca
unos efectos de cluster de mediano alcance. Propone como exponente de este tipo de
parámetros el que había sido considerado el ejemplo paradigmático de
macroparámetro: el Parámetro de Sujeto Nulo.
Por otro lado, desde las propuestas microparamétricas de la variación se ha defendido
que la fijación consistente de distintos microparámetros independientes, incluso de
nanoparámetros, puede producir a la postre grandes diferencias; informalmente
podría decirse que desde esta perspectiva “muchos microparámetros dan un
macroparámetro”.
Ahora bien, la mayor debilidad de ambas etiquetas es su misma caracterización. Los
macroparámetros se definen por distinguir grandes tipos lingüísticos y por actuar en la
sintaxis, mientras que los microparámetros se caracterizan por no diferenciar grandes
tipos de lenguas a causa de que son independientes los unos de los otros, y por residir
en los rasgos de los ítems léxicos, dejando a la sintaxis inmune al cambio.18
La primera de las características definitorias de ambos conceptos está basada en los
efectos que producen los dos tipos de parámetros sobre la lengua en la que operan.
Sin embargo, el alcance de las divergencias entre lenguas que pueda derivarse de una
determinada fijación paramétrica no parece un rasero adecuado mediante el que
definir tipos de variación, puesto que los efectos superficiales dependen de fenómenos
tan circunstanciales como si el parámetro en cuestión se sitúa en un ítem funcional
muy recurrente en la lengua o no.
Por ejemplo, el Principio parametrizado de la subyacencia implica a SC/ST solamente
cuando se da un movimiento-Q, es decir, no se observa en un número elevado de
oraciones. En cambio, el Parámetro del Sujeto Nulo tiene que ver con la concordancia
de T, por lo que sus efectos son observables en casi cualquier muestra lingüística.
18 Esta concepción de microparámetro sería la que defenderían autores como Boeckx o Kayne, puesto que ya se ha puesto de manifiesto en apartados anteriores que otros lingüistas, como Roberts y Holmberg, sí conciben microparámetros con repercusiones en la sintaxis.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
42
Así pues, convertir los efectos lingüísticos por sí mismos en diagnóstico de los dos tipos
fundamentales de parámetros que se han formulado no resulta adecuado, ya que
estos efectos son en cierto modo accidentales.
Sin embargo, sí resulta relevante la segunda propiedad que se les atribuye en su
definición: los macroparámetros operan en la sintaxis y los microparámetros se sitúan
en los rasgos de ítems léxicos. Puesto que hay macroparámetros que no parecen
reducibles a propiedades postsintácticas, sí es conveniente que la teoría lingüística
pueda diferenciar estos dos tipos de variación.
Mientras que la existencia de los parámetros situados en los ítems léxicos es
ampliamente aceptada, los argumentos más convincentes a favor de los parámetros
sintácticos han sido ofrecidos por Baker (2008a) y Yang (2009). El argumento
estadístico de Baker que acabamos de revisar a propósito de los Parámetros de
Concordancia demostraría que las lenguas del mundo fijan negativa y/o positivamente
esos dos parámetros, en lugar de presentar los formatos intermedios esperables desde
las propuestas microparamétricas. No obstante, es cierto que este argumento puede
contrarrestarse apelando a un mecanismo psicolingüístico que privilegie las
estructuras armónicas con el conjunto, como hace Boeckx mediante el Superset Bias.
Sin embargo, la propuesta de Yang (2009) no parece que pueda formularse
alternativamente apelando a mecanismos externos a la Facultad del Lenguaje en
sentido estricto, con lo que la asunción de parámetros sintácticos parece casi
inevitable. Yang demuestra que los niños ingleses que producen un 30% de sujetos
nulos construyen estas oraciones sirviéndose del valor paramétrico que el chino tiene
fijado para el Parámetro de Sujeto Nulo, no del valor (también positivo aunque
distinto) que fijan las lenguas románicas respecto de él.
El sujeto nulo del chino es consecuencia de que se trata de una lengua de tópico
prominente, lo que implica que el sujeto fonéticamente nulo es posible solamente si
no hay otro argumento topicalizado interfiriendo la identificación del sujeto, en otras
palabras, un sujeto nulo solo puede coocurrir con tópicos no argumentales. En italiano
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
43
o en español, en cambio, el sujeto nulo no se ve restringido de este modo, como se
observa en los siguientes ejemplos (correspondientes a (7) y (8) de Yang 2009: 8).19
(38) a) Mingtian, [e guiji [t hui xiayu]] (e=John)
Tomorrow, [e estimate [t will rain]]
‘It is tomorrow that John believes it will rain”
b) Dovet hai e visto Maria t?
Wheret have(2SG) e seen Maria t?
‘Where have you seen Maria?’
c) *Bill, [e renwei [t shi jiandie]] (e=John)
Bill, [e believe [t is spy]]
‘It is Bill that John believes is a spy’
d) Chit e ha baciato t?
Whoi e has (3SGM) kissed t?
‘Who has he kissed?’
Mientras que en (38a) y en (38b) se topicaliza un adjunto y ambas oraciones son
correctas, (38c) es incorrecta puesto que en chino un tópico argumental bloquea el
sujeto fonéticamente nulo y (38d) es correcta, ya que el sujeto nulo del italiano no se
somete a este tipo de restricciones.
Pues bien, el tipo de omisiones que realizan en un 30% de los casos los niños ingleses
se corresponde con el de la gramática adulta china, no con el de la románica. Es decir,
los niños ingleses no producen sujeto nulos en frases del tipo *What e doing?,
mientras que sí los producen con adjuntos Where e go? En palabras de Yang (2009: 9):
the distributional patterns of English child null subjects ought to mirror those of Chinese
adult null subjects.
19 Yang (2009) equipara, para establecer la comparación entre ambas lenguas, la topicalización del chino con el traslado-Q de las lenguas románicas (puesto que los elementos-Q del chino no se desplazan).
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
44
Estas disparidades cruciales entre el input y el output en el inglés infantil, juntamente
con el patrón chino de las producciones infantiles inglesas, no parecen imputables a
diferencias cognitivas entre los niños. Por el contrario, parece plausible atribuirlas a la
dotación genética para el lenguaje, combinada con alguna característica distinta de las
lenguas que oyen en sus entornos. Son precisamente parámetros situados en la
sintaxis los capaces de capturar estas diferencias.
Por todo ello, una distinción entre parámetros gramaticales o sintácticos y parámetros
léxicos resulta más acertada y precisa. No se trata, naturalmente, de los grammatical
parameters y los lexical parameters de Baker, que utiliza estas dos etiquetas como
sinónimas de macroparámetros y microparámetros. Por el contrario, se proponen
estos nombres para enfatizar la característica que sí nos parece definitoria a la hora de
establecer distintos tipos de variación lingüística: el locus de la parametrización, sin
hacer referencia al alcance de los efectos en las lenguas a que pueda dar lugar la
fijación de un valor paramétrico.
Esta caracterización de los dos tipos de parámetros, sintácticos y léxicos, no supone
abandonar la Conjetura Borer-Chomsky (15) que guía la mayor parte de los estudios
paramétricos actuales. Sin embargo, sí comporta reformular en otros términos menos
radicales la Tesis de Uniformidad Fuerte (28) que hace inmune a la sintaxis de toda
variación, puesto que parece que sí hay lugar para parámetros gramaticales al estilo de
los core parameters de Uriagereka.
A propósito, justamente, de los core parameters queremos apuntar que, como bien
señala Yang, se echa en falta en las propuestas que abordan la variación la
consideración de la distinción entre el núcleo (core) y periferia. Todavía es prematuro
ubicar inequívocamente estos dos tipos de parámetros, los gramaticales y los léxicos,
en alguno de estos dos componentes. Si bien es cierto que parece que la variación
codificada en la sintaxis debería localizarse en el núcleo de la gramática, no resulta
acertado liberar la periferia de todo proceso sintáctico y relegarla solamente a las
idiosincrasias léxicas, del mismo modo que parámetros sistemáticos relacionados con
rasgos en núcleos funcionales difícilmente van a poder situarse en el componente
periférico.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
45
5. Conclusiones
En este trabajo hemos defendido que una teoría sobre la variación lingüística tiene que
explicar los problemas de Platón, Darwin y Greenberg, es decir, tiene que dar cuenta
de cómo los niños adquieren cualquier lengua a la que se exponen, cómo se originó la
Facultad del Lenguaje y por qué esta permite una variación superior a la que emana de
la diversidad cultural y de la dispersión de la especie, y cómo se explican los límites y el
formato que adopta la diversidad.
Partiendo del primer objetivo que perseguía este trabajo, el de revisión histórica,
hemos explicado cómo la Gramática Generativa Transformacional ha abordado la
cuestión de la variación y de los tres problemas relacionados con ella a lo largo de los
años.
La postulación, desde la teoría de Government and Binding, de una Gramática
Universal formada por principios fijos y parámetros con valores variables que tenían
que ser fijados por la experiencia supuso un gran avance en la consecución de una
explicación tanto para el problema de Platón como para el de Greenberg. En este
contexto, los parámetros se concibieron como opciones morfosintácticas binarias con
una serie de características lingüísticas asociadas que definían tipos de lenguas según
su fijación.
Sin embargo, con el advenimiento del Minimalist Program en los años 90, la voluntad
de dar una respuesta plausible al problema de Darwin conllevó un cambio significativo
en la noción de los parámetros, que desde entonces pasaron a entenderse como las
fijaciones independientes de rasgos en los núcleos funcionales de los ítems léxicos,
siguiendo la Conjetura Borer-Chomsky.
Los parámetros clásicos se bautizaron con el nombre de macroparámetros, mientras
que los más modernos han recibido el nombre de microparámetros, distinción
terminológica que hemos acabado cuestionando. Además de estos dos tipos
fundamentales, lingüistas como Boeckx o Uriagereka han propuesto otras
caracterizaciones paramétricas que hemos presentado.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
46
Hemos caracterizado los distintos tipos de parámetros por el grado de especificación
que atribuyen a la Gramática Universal, así como por el lugar donde ubican la variación
en la Facultad del Lenguaje. Además, hemos considerado su poder para diferenciar
tipos distintos de lenguas.
A grandes rasgos, los parámetros de la era de GB se relacionaron con una Gramática
Universal sobreespecificada, que contenía todos los valores de fijación posibles, así
como por una variación situada fundamentalmente en la sintaxis. Los tipos distintos de
lengua surgían automáticamente, por tanto, de los distintos valores de fijación
paramétrica. En cambio, los parámetros minimalistas descargan a la Gramática
Universal de la estructura rica y articulada que se le suponía, atribuyéndole una
naturaleza infraespecificada. Además, localizan la variación en el léxico. Partiendo de
las líneas minimalistas que abogan por atribuir todo lo que sea posible al tercer factor,
esto es, a los mecanismos de computación y eficiencia generales, la organización de la
variación en clusters se explica, entonces, apelando a mecanismos psicolingüísticos.
Revisando críticamente estas propuestas, segundo objetivo de este trabajo, hemos
concluido que desde el problema de Platón parece más plausible una Gramática
Universal sobreespecificada que codifique todas las opciones de variación sintáctica,
en cambio, desde la óptica del problema de Darwin, la Gramática Universal
infraespecificada y la variación situada en los ítems léxicos parecen la respuesta más
acertada. El problema de Greenberg, por su parte, puede abordarse satisfactoriamente
desde ambas perspectivas: o bien se apela a tipos de lenguas divergentes a causa de su
distinta fijación paramétrica, en la opción clásica, o bien se recurre a mecanismos
psicolingüísticos que expliquen la distribución estadística observada.
La consideración de los argumentos fundamentales aducidos desde las explicaciones
anteriores, esencialmente los de Baker (2008a) y Yang (2009), nos ha llevado a concluir
que una teoría sobre la variación no puede, de momento, obviar la distinción entre
parámetro gramatical y parámetro léxico. Asimismo, las líneas de investigación
minimalista sugieren que una teoría más desarrollada sobre el tercer factor y los
mecanismos generales que operan en el lenguaje explicaría, quizá, alguna de las
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
47
cuestiones que actualmente se atribuyen a la GU y podrían ser responsables de
correlaciones entre propiedades lingüísticas universales.
Los parámetros en la teoría sintáctica: historia y revisión crítica
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