Memoria, identidad e ironia en Los buscadores de oro de Augusto Monterroso
Ana Yolanda Contreras, Ph.D., University of North Florida
"La vida no es un ensayo aunque tratemos muchas cosas; no es un cuento, aunque inventemos muchas cosas; no es un poema, aunque sofiemos muchas cosas."
Augusto Monterroso 1921-2003. En su memoria.
Dentro de la extensa critica literaria latinoamericana, la obra de Augusto
Monterroso ha recibido una considerable atencion e investigacion. Sin embargo, su
ultimo libro de memorias, Los buscadores de oro (1994) ha sido insignificantemente
explorado. Francisca Noguerol Jimenez ha sefialado con razon que aunque el libro "fue
bien acogido por la critica en el momento de su aparicion,...las diferentes resefias
coinciden en destacar su caracter menor en el conjunto de (su)... narrativa" (45). A pesar
de ello, este libro es de suma importancia para quienes deseen emprender un estudio de
la autobiografia del autor. Es por ello que en este articulo mi intencion es llevar a cabo
una exploracion de la manera en que Augusto Monterroso integra en la subjetividad de
sus memorias varios de los aspectos que han caracterizado su obra, entre ellos, la
inclusion de la ironia, el escepticismo, la identidad y el anti-imperialismo.
La critica sobre la literatura centroamericana, sefialada como escasa por escritores y
criticos literarios como Arturo Arias, parece haberse enfocado sobre la literatura
Centroamericana del periodo de los conflictos civiles y belicos de dicha region. Empero no
ha llegado a tener una continuidad de estudio. Augusto Monterroso, siendo un escritor
perspicaz y agudo, siempre estuvo consciente de esta realidad. Por lo que en Los
buscadores de oro Monterroso confirma dicha opinion y la patentiza con su ironia
caracteristica. El lector atento observa que en el inicio de sus memorias Monterroso alude
a la marginacion y cuasi anonimato de los escritores centroamericanos en el ambito de las
letras mundiales. El motivo para dicho comentario es la presentacion elogiosa que hace un
profesor italiano de la Universidad de Siena en una conferencia que dictara Monterroso. El
autor se expresa de la siguiente manera: "...a pesar de lo dicho por el profesor Melis es muy
probable que ustedes no sepan quien les va a hablar, empezare por reconocer que soy un
autor desconocido, 0, tal vez con mas exactitud, un autor ignorado" (Monterroso, 11). Al
igual que esta salida ironica, mas adelante en el texto, nos encontramos con otras
denominaciones en las cuales Monterroso se nombra "escritor del Cuarto Mundo
centroamericano" (12), y "un remoto autor salido de la selva centroamericana" (36). Es
obvio que estas denominaciones no describen a Monterroso, siendo el uno de los
escritores centroamericanos mas famosos y mundialmente conocidos. Sin embargo, es
a traves de este tipo de ironia que el escritor Ueva a cabo su protesta a la falta de atencion
e interes que merece la literatura del istmo centroamericano, y a la vez, alude a la triste
realidad de un sinnumero de escritores ignorados.
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Ann Duncan ha observado que "siempre que Monterroso se compara con un escritor
grande, lo hace disminuyendose a si mismo con un gran ingenio, como cuando de
prop6sito elige al que menos se parece" (60). En Los buscadores de oro encontramos que
Monterroso como autor "desconocido" se convierte en aquel que contribuye a rescatar de
la tierra del olvido a un poeta italiano llamado Janus Vitalis de Monterosso. La ironia
abunda en este hecho, cuando en un ingenioso relato, Monterroso, autor proveniente de
tierras lejanas y casi desconocidas, se encuentra muy probablemente emparentado con
otro, ya olvidado por sus compatriotas italianos. Con este descubrimiento se posibilita
que aquel olvidado italiano pueda ocupar su sitio en el canon literario de su pais y, a
traves de este reconocimiento pueda dar a conocer a aquel desconocido escritor de
tierras lejanas y exoticas. Conociendo el ingenio de Monterroso, se puede especular que
su intenci6n principal al relatar este hecho era promover una reflexion con respecto a
los enredos del olvido y a los tumbos inesperados que da la vida. Hacer valido el
pensamiento que cree en la existencia de esas chispas que recuperan lo omitido de los
baules de la historia y del pasado.
El escepticismo ha sido uno de los ingredientes favoritos en la literatura de Augusto
Monterroso, consecuentemente, el autor no lo deja de lado en su autobiografia. Al decir
de Juan Antonio Masoliner, Monterroso es un escritor de la duda, y en este afan "recurre
a los aforismos y los axiomas para corroer el caracter axiomatico de las verdades
establecidas. (Podria decirse),...que lo unico que acepta ser expresado axiomaticamente
es la duda" (103). El mismo Monterroso expreso en una entrevista con Jorge Rufinelli, la
experimentacion angustiosa de la duda, que innumerablemente se le presenta en los
momentos mas inauditos. En Los buscadores de oro la duda lo asalta en el momento de
dar su presentacion en la Universidad de Siena. En ese momento Monterroso se enfrenta
con la duda sobre el conocimiento de si mismo:
Pero al escuchar mis propias palabras encadenatidose unas con otras, a medida que trataba de dar de mi una idea m&s 0 menos aceptable, la sospecha de que yo mismo tampoco sabia muy bien quien era comenzd a incubarse en mi interior. Y asf, con el temor de enmaranarme mis en mis propias dudas, preferf dejar a un lado las explicaciones y pase a la lectura de mis textos (11-12).
Monterroso se ha destacado por llevar a cabo reflexiones filosoficas en sus obras, y
en sus memorias dicho aspecto se hace presente. Cuando el autor pone en tela de duda
el autoconocimiento, logra que sus lectores de la misma manera cuestionen su verdadero
conocimiento de sf mismos. Este cuestionamiento se convierte en un ejercicio de
reflexion ante una situacion similar o ante la realidad de autoconocimiento real y
existente en cada uno de nosotros. Con ello logra posicionarnos en una encrucijada
existencial de la cual, quizas, solamente algunos podran salir airosos. Monterroso, no
solamente deja al lector explorar su subjetividad y sus propias dudas, sino que propone
reflexiones filosoficas profundas que promueven nuevas formas de ver la vida y el
mundo.
Si bien es cierto que en las obras anteriores de Augusto Monterroso los temas de
identidad y nacionalismo habian hecho ya su aparicion, estos no cuentan con la 73
importancia con que se presentan en Los buscadores de oro. En este libro estos asuntos
toman un carisma importante en la discusion autobiografica con respecto al origen y a
la subjetividad del autor en su estado de adulto desarraigado. Monterroso, haciendo uso
de su caracteristica ironia y humor, promueve un analisis sobre las nociones de
identidad nacional y sentimientos patriotico-nacionalistas. Este tema surge a raiz de la
insistencia de algunos de sus amigos, escritores mexicanos, que se proponen hacerlo
parte de la nacion mexicana. Es preciso recordar que para cada sociedad la identidad
constituye una parte fundamental en su imaginario social. La identidad es una
construccion sociocultural, no una estructura social, se trata por tanto de un artefacto
cultural que tiene que ver mas con las representaciones sociales que con las
instituciones sociales. Por tanto, es interesante la insistencia de varios mexicanos en
identificar a Monterroso como parte de esa nacion, y de intentar una apropiacion de su
persona y de su literatura como miembro de la comunidad literaria y de la nacion
mexicana. Sin embargo, se puede percibir que para Monterroso, la identidad
esencialmente es entendida como la forma en que el individuo se percibe en la alteridad,
un yo social a partir del contraste con el "otro" (Mazzara, 56). De esa manera, la
identidad se convierte en un concepto intersubjetivo y relacional, es decir una imagen 0
una percepcion que el sujeto tiene de si mismo a partir del contraste con el otro. Por su
parte, Monterroso a pesar de sus muchas decadas de habitar en Mexico y haber nacido
en Honduras, se reconocia como guatemalteco: "Soy, me siento y he sido siempre
guatemalteco" (15). Ironicamente, a pesar de esta afirmacion para el autor adjudicarse
una nacionalidad especifica era una tarea dificil y complicada. En la siguiente cita se
observa la intermitente duda que fue su acompafiante constante y que pone en evidencia
su vision sobre la nacionalidad y la pertenencia a determinado punto geografico:
De Puerto Barrios debemos de haber regresado a la ciudad de Guatemala, y de ahf una vez mas a Tegucigalpa, fise era el vaiven al que atribuyo la sensacion de desarraigo que me ha acompanado desde entonces... No ser de aqui ni de alia. Con los afios, no-si hondurefio, no-sf guatemalteco, no-si mexicano. (Tiene importancia? Finalmente, no soy ciudadano del mundo sino ciudadano de ninguna parte... Vivo con la incertidumbre de mi derecho a pisar ni siquiera los treinta y cinco centfmetros cuadrados de planeta en que me paro cada mafiana (Monterroso, 75).
A traves de varios segmentos de su autobiografia Monterroso hace evidente ese
sentimiento de desarraigo. Sin embargo, es a traves de la anterior cita que
principalmente se patentiza la intensidad con la cual el sufre el desarraigo. Dicho
sentimiento lo acompafio desde su exilio iniciado en 1954, el cual lo llevo primeramente
a Chile y finalmente a la ciudad de Mexico, donde vivio casi medio siglo y se despidio de
este mundo sin volver a Guatemala. Para Monterroso el exilio y el sentido de no
pertenencia son causantes de un severo dolor y trauma al extremo de ser comparados
con la experiencia infantil del primer dia de escuela:
llorando de humillacidn una frfa y luminosa mafiana a orillas del rfo Mapocho durante mi exilio en Chile;...con igual temor, inseguridad y sentido de no pertenencia, y con la sensacion de "que hago yo aquf" con que hubiera podido hacerlo otros treinta afios antes, cuando era apenas un nifio que comenzaba a ir solo a la escuela (Monterroso, 11-12).
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Por consiguiente, a raiz de ese sentimiento de desarraigo experimentado,
Monterroso asegura envidiar a aquellos seres que tienen seguridad de pertenencia en
una tierra. Sin embargo, una vez que el autor hace alusion a los derechos y beneficios
que se adquieren a traves de la nacionalidad estos son puestos en tela de duda. Un
ejemplo de esto es la indistincion que para Monterroso tiene utilizar un pasaporte
guatemalteco o mexicano, da lo mismo en su vision de desarraigo. No obstante, para su
amigo el escritor mexicano Juan Rulfo, quien cuando viajaba junto con Monterroso le
reprochaba el hecho de no poseer un pasaporte mexicano, es evidente su molestia ante
la contrariedad que le presenta Monterroso. Es preciso observar que el escritor
guatemalteco continuo utilizando su pasaporte guatemalteco por decadas despues de
haberse radicado en Mexico, y no hizo ningtin esfuerzo por conseguir un pasaporte de
su pais adoptive En el caso de Juan Rulfo, cada uno de los simbolos y documentos que
prueban nacionalidad son importantes. En su vision de identidad Rulfo entiende la
identidad social en un sentido inclusivo, en el cual existe un sentido subjetivo de
existencia continua y memoria coherente de pertenencia a alguna comunidad
imaginada (Erickson, 61). Por consiguiente desde esa optica el vivir en Mexico por
decadas implicaria sentirse mexicano y ejercer los respectivos derechos y obligaciones
de ciudadano y miembro de una nacion, lo cual contrasta con la vision de Augusto
Monterroso.
Por otro lado, en este libro de memorias, Monterroso continua su critica socio-
politica, aquella que a diferencia de otros escritores guatemaltecos, no contiene un
ataque frontal y que lo ha identificado como un critico sagaz e incomparable. Silvia
Molloy ha aseverado que la mayoria de autores latinoamericanos tienden a hacer un
recuento de memorias relacionadas con sus experiencias sobre acontecimientos socio-
politicos e historicos (74). En este libro de memorias esta caracteristica puede ser
identificada plenamente. Primeramente, Monterroso relata sus lazos familiares con
personajes importantes tanto en el escenario politico de Guatemala como de Honduras.
Se tiene noticia de su relacion familiar con el General Antonio Monterroso, uno de los
militares de alta en el gobierno guatemalteco de Jose Manuel Estrada Cabrera. Figuran
sin falta las discordias politicas y eventos sangrientos en los cuales sucumbe como
victima el abuelo de Monterroso. Dicho general es envenenado por sus enemigos
politicos para impedir que sus aspiraciones a la presidencia guatemalteca se hagan
realidad. En sus memorias, Monterroso rememora la vida de conflictos e inestabilidad
politica en Guatemala. Por lo tanto, nos da noticias del eterno ir y venir de la familia
Monterroso de Tegucigalpa a Guatemala debido a la inhabilidad paternal de soportar la
represion dictatorial del General Jorge Ubico. Se hace evidente que su desarraigo se
inicia a temprana edad debido a la inestabilidad y constante movilidad familiar durante
su nifiez. Conforme la narracion cronologica avanza encontramos el propio exilio del
autor y la amenaza de muerte proveniente de un tio "que se unio a las fuerzas
...organizadas por los Estados Unidos [para invadir] Guatemala en 1954 para derribar el
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gobierno democratico de Jacobo Arbenz Guzman" (Monterroso, 99). A traves de su
narracion sobre los varios acontecimientos historicos y socio-politicos experimentados
el escritor presenta su critica ante la falta de libertad y soberania en Centroamerica y el
control impositivo del poder estadounidense en la region. En sus obras anteriores como
lo han aseverado varios criticos entre ellos, Noguerol Jimenez: "Monterroso ha
manifestado en multiples ocasiones su rechazo hacia la dominacion que ejercen las
potencias del Primer Mundo sobre los paises subdesarrollados, entre los que se
encuentran los hispanoamericanos" (67). En este libro de memorias Monterroso
denuncia directamente el poder impositivo del norte de la siguiente manera:
[Ljast but not least, la intervencion abierta de los Estados Unidos, que ven allf (Centroamerica) no sin razdn uno de sus traspatios polfticos y economicos; (poder que) mantiene distanciadas (a estas republicas) unas de otras y mutuamente hostiles (16).
Como expresa Monterroso en Centroamerica se proclama cada nacion soberana e independiente, pero el escepticismo existente en estos pafses ante la actuacion del Estado es tan grande que probablemente ni los nifios de la escuela primaria "crean en esa libertad, esa soberanfa y esa independencia, por la buena razon de que hasta ahora ningun ciudadano centroamericano ha gozado, ni juntas ni en forma individual, cualquiera de esas desvafdas entelequias" (16).
En este texto mas que en los anteriores se cumple aquello dicho por Angel Rama
sobre la obra de Monterroso. Segtin Rama, a pesar de la ausencia fisica del escritor en
Guatemala, este pais con todos sus problemas socio-politicos y visiones particulares se
encuentra impregnado en su obra. Monterroso, dice Rama, observaba a su pais:
A traves de un vidrio transparente, en sustituci6n del oscuro paulino, lo que permite que la vision sea precisa y distante. Siendo la literatura de Monterroso un testimonio de radical modernizacidn, no ha dejado de procurar una reelaboracifin de su cultura regional, lucidamente asumida (27).
Guatemala se ve a traves de sus preciadas memorias de la nifiez, en las correrias por
la casa de los abuelos y tios, en sus lugares preferidos, en la afioranza y en el recuerdo.
Concluyo entonces, que a traves de Los buscadores de oro Augusto Monterroso
incluye, sin falta, aquellos aspectos que han sido parte fundamental en su obra. A traves
de su biografia y memorias observamos el sentido esceptico que lo caracterizo siempre,
su ironia y humor cuando trata asuntos sumamente serios, su protesta y critica contra
el imperialismo norteamericano y los sistemas polfticos centroamericanos aludidos y,
principalmente, en este su ultimo libro Augusto Monterroso comparte su intimidad y ese
sentimiento de hondo desarraigo y nostalgia antes no patentizado. Guatemala se
encuentra en el recuerdo, en la inmensa afioranza y se convierte en ese lugar nunca
alcanzado para el gran escritor ya ido.
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Obras consultadas
Arias, Arturo. Gestos ceremoniales: Narrativa Centroamericana iQ6o-iqqo. Guatemala: Artemis & Edinter, 1998. Campos, Marco Antonio. "Alrededor de Augusto Monterroso". La literatura de Augusto Monterroso. Mexico: Universidad Aut6noma
Metropolitana, 1988. Duncan, J. Ann. "Completar las obras m5s que completas de Augusto Monterroso". La literatura de Augusto Monterroso. Mexico:
Universidad Autonoma Metropolitana, 1988. Erickson, Erick. "Identidad". Enciclopedia internacional de las ciencias sociales. Madrid: Aguilar, Vol. VII, 1976, Olantz, Margo. "Monterroso y el pacto autobiogrSfico". La literatura de Augusto Monterroso. Mexico: Universidad Aut6noma
Metropolitana, 1988. Masoliver, Juan Antonio. "Augusto Monterroso o la tradicidn subversiva". La literatura de Augusto Monterroso. Mexico: Universidad
Aut6noma Metropolitana, 1988. Mazzara, Bruno. Estereotipos y prejuicios. Espana: Acento Editorial, 1999. Molloy, Silvia. At Face Value: Autobiographical Writing in Spanish America. Cambridge: Cambridge University Press, 1991. Monterroso, Augusto. Los buscadores de oro. Mexico, Alfaguara: 1994. Noguerol Jimenez, Francisca. La trampa en la sonrisa: satira en la narrativa de Augusto Monterroso. Espana: Universidad de Sevilla,
Secretariado de Publicaciones, 2000. Rama, Angel. "Un fabulista para nuestro tiempo". Cuadernos de texto critico. Mexico: Universidad Veracruzana, 1976. Rufinelli, Jorge. "Monterroso por €1 mismo". Cuadernos de texto critico. Mexico: Universidad Veracruzana, 1976.
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