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COLEGIO DE PSICOLOGÍA
TÍTULO DEL TRABAJO: “El tiempo en el inconsciente: una mirada desde Alicia en el país de las maravillas”
ALUMNA: Alma Rosa Espinosa García
SEMESTRE: 8vo
MATERIA: Taller de tesis II
PROFESOR: Mtra. Paula Zamora Palomino
ASESOR: Dr. Miguel Ángel Zarco Neri
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ÍNDICE 1. Introducción ................................................................................................................................ 2
2. Grandes temas, conceptos básico y fuentes teóricas. ................................................................ 3
2.1 Contexto de investigación ......................................................................................................... 5
2.2 Revisión de antecedentes ......................................................................................................... 6
2.3 Categorías de análisis ................................................................................................................ 6
3. Pregunta de Investigación ........................................................................................................... 6
3.1 Supuesto metodológico ............................................................................................................ 7
4. Procedimientos que concretan las opciones teóricas y metodológicas ..................................... 7
4.1 Estrategia metodológica ........................................................................................................... 7
4.2 Objetivos ................................................................................................................................... 8
4.3 Método ...................................................................................................................................... 8
4.4 Situación de investigación ......................................................................................................... 8
4.5 Muestreo ................................................................................................................................... 9
4.6 Técnica y análisis de datos ........................................................................................................ 9
5.1 Capítulo I: El Tiempo ................................................................................................................... 10
5.2 Capítulo II: El sueño de Alicia en el País de las Maravillas. ......................................................... 26
Por la madriguera del conejo. Caer y caer: del sueño al deseo. ................................................... 28
5.3 Capítulo III. Metáfora y metonimia en Alicia .............................................................................. 38
Una carrera parlamentaria y una historia larga como una cola. ................................................... 38
El consejo de una oruga. ............................................................................................................... 44
El testimonio de Alicia ................................................................................................................... 46
Bibliografía ........................................................................................................................................ 48
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1. Introducción
“Un loco que imagina ser un príncipe no difiere del príncipe que lo es de hecho sino porque aquel es un príncipe negativo, mientras que este es un loco negativo.
Considerados sin su signo, son semejantes” Aforismo de Lichtenberg citado por Lacan en 1953
Este trabajo tiene como objetivo analizar el tiempo en el que se desenvuelve la
novela de “Alicia en el país de las maravillas”, la cual es una novela en donde se
puede tener muestra de la existencia del inconsciente, ya que se emplea un
tiempo lógico, un sentido otro y un simbolismo que, atravesado por el deseo, funge
como un lenguaje disfrazado de “locura” con el que logramos identificarnos en
esta lógica otra.
En el Segundo Capítulo de Symbolic Logic, de Carroll, escribe que en las cosas
deben de ordenarse por clases y que una de estas clases es la clase imaginaria:
por ejemplo, cosas que pesan una tonelada y que son fáciles de levantar por un
niño (“Things that weigh a ton and are easily lifted by a baby.”). ¿En dónde
encontraremos esta categoría? Pareciera que es en la locura misma.
El temor a la locura y a quedar fuera de la norma nos hace olvidar la propia locura
que nos atraviesa. Comúnmente se califica de “loco” generalmente a aquello que
se distingue claramente de la razón, se le coloca una etiqueta popular como
“chiflado”, “demente”, “pirado”, “volado”, etcétera.
La Real Academia establece que locura es: “1. Privación del juicio o del uso de la
razón. 2. Acción inconsiderada o gran desacierto. 3. Acción que, por su carácter
anómalo, causa sorpresa. 4. Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por
algún afecto u otro incentivo”. Debido a esto, existe una tendencia en el área de
psicoanálisis de asociar locura y psicosis tomándolos como equivalentes, lo cual
conlleva confusiones. Aunque Lacan muchas veces los trata como sinónimos, por
3
el uso vulgarmente establecido, sin embargo en su obra locura y psicosis no
coinciden, designan cosas diferentes e incluso Lacan nos permite decir que puede
haber locura en la psicosis, tanto como puede no haberla.
Esta locura, presente en cualquier estructura psíquica, que carga un lenguaje tan
complicado y personal que a pesar de encontrarse en todos, enloquece de manera
única en cada uno. Lacan dijo “El caso que he llamado ‘libertad’, es en esto que el
buen caso consiste en saber que si hay algo normal es que, cuando una de las
dimensiones les revienta, por una razón cualquiera, ustedes deben volverse
verdaderamente locos” (Es decir, lo normal es los tres registros sueltos, el
desanudamiento, la locura).1 En este contexto, Alicia en el país de las maravillas
pareciera que está cargada de locura, locura instaurada en el tiempo.
Este tiempo, tiempo del inconsciente es representado en la actividad onírica, en
los sueños y en la novela de Carroll. Tras el escenario onírico de la obra literaria,
se observa una serie de simbolismos y como Lacan dice, el inconsciente está
estructurado como el lenguaje, cuyos elementos serán el significante y el
significado, por lo que el lenguaje empleado en la novela da muestra de la
existencia del inconsciente.
En este trabajo se analizará la importancia del tiempo y el tiempo que se instaura
en la novela, mostrando de esta manera, su semejanza con el del inconsciente.
2. Grandes temas, conceptos básico y fuentes teóricas.
Este trabajo estará basado en los siguientes conceptos:
El Tiempo es la magnitud física con la que medimos la duración o separación de
acontecimientos sujetos a cambio. El tiempo permite ordenar los sucesos en
secuencias, estableciendo un pasado, presente y futuro.
Tiempo lógico y Aserto de certidumbre anticipada. Lacan le otorga un lugar
decisivo a una dimensión temporal nueva, la prisa. La función de la prisa es 1 Pablo, D, Muñoz. El concepto de Locura en la obra de Jacques Lacan. Facultad de Psicología UBA. Vol. XV. http://www.scielo.org.ar/pdf/anuinv/v15/v15a41.pdf. Consultada: 9 de Septiembre 2011
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también decisiva en la identificación por la imagen en el espejo, donde
el sujeto anticipa aquello que él designa como yo, y en el fondo de la respuesta
fantasmática, donde hay una relación del sujeto con el tiempo que se enuncia en
futuro anterior (“él lo habrá querido”), del lugar de Otro. El tiempo se modula según
tres formas de subjetivación (sujeto impersonal en el instante de ver,
sujeto indefinido recíproco en el tiempo para comprender, sujeto del aserto en el
momento de concluir).
Sinsentido es lo que no tiene sentido, y a la vez lo que, como tal, se opone a la
ausencia de sentido efectuando la donación de sentido. Esto es lo que hay que
entender por non-sense en Deleuze. El sentido está determinado por la
significación (sentido que remite al significante y al significado). A pesar de la
determinación de la significación no es la ley, se deriva de ésta y cuando se refiere
a una “donación del sentido” del sinsentido se refiere a la concesión del efecto que
es el sentido. Este “efecto”, como lo llama Deleuze, es un producto propio de la
causa del mismo objeto, como por ejemplo un nombre propio o singular. De esta
forma, se podría decir que el sinsentido posee un significado distinto al
determinado, pero esto no significa que pierde significación. “…Y sin duda estas
series están determinadas, una como significante y la otra como significada, pero
la distribución del sentido en una y otra es completamente independiente de la
relación precisa de significación… Lo que tiene un sentido tiene también una
significación, pero por razones completamente distintas de aquellas por las que
tiene un sentido.” A pesar de que algo cambie de nombre propio no cambia el
objeto o una palabra puede llegar a tener varios sentidos.
Deseo. Desde Lacan, es la falta de su objeto. Designa el campo de existencia del
sujeto humano sexuado, por oposición a todo abordaje teórico del ser humano que
se atenga a lo biológico, a la conducta o a los sistemas de relación. Distinción que
establece entre necesidad, demanda y deseo. Esta autonomización del campo del
deseo que define a la subjetividad humana en su contigüidad con el orden
biológico de las necesidades y la reproducción, y por su anexión necesaria al
5
lenguaje, que hace que el hombre demande lo absoluto del amor y que todo objeto
otorgado se presente siempre como a ser perdido.
2.1 Contexto de investigación
El tema me atraviesa, ya que crecí con una formación muy rígida, valores muy
tradicionales y en un ámbito poco flexible frente a lo “correcto” e “incorrecto”.
Siempre me he cuestionado sobre esta normatividad, pero frente a lo socialmente
aceptado la novela me causaba ansiedad. Con el paso del tiempo, rompí con
estos estereotipos buscando otro sentido a las cosas, lo cual fue una de las
razones para cambiar a estudiar Psicología. Creo que la novela de Carroll marca
un esquema alternativo a esta “lógica” y crea opciones para encontrar en el
sinsentido nuestro propio sentido, así que creo que el tiempo lógico es la clave en
este supuesto, mostrando la implicación misma del inconsciente, ya que en la
cotidianeidad de las exigencias sociales, el hombre trata de evitar que el tiempo lo
alcance (evitar el envejecer, evitar la muerte) y olvida que ya está atrapado en otro
tiempo: su propio tiempo.
Creo que en la novela de “Alicia en el país de las maravillas” se muestran
sentimientos y miedos inherentes al hombre “neurótico sano” como el miedo a la
castración (la amenaza constante de la reina de “cortar la cabeza”), sentimientos
de abandono, soledad (al perderse Alicia), angustia de muerte (desplazar esa
angustia al evitar recordar que te acercas a la muerte, celebrar un “no
cumpleaños” da la impresión de no acercarse más a la muerte), culpa (conflicto
entre los deseos y normas, Alicia es impulsiva y después de todas sus decisiones
siente culpa y se arrepiente de sus actos), pulsión de muerte (Alicia expone a
situaciones peligrosas todo el tiempo), búsqueda del sentido (Alicia busca quién es
todo el tiempo para darse cuenta que siempre va cambiando, Alicia no es Alicia),
el deseo (Alicia se mueve en el tiempo (por el conejo) siempre buscando algo más
que nunca logra alcanzar), incluso la sublimación de algunas pulsiones, por
6
ejemplo, voyerista (Alicia al estar buscando saber todo, espiando todo,
escuchando todo (parecido a la sublimación del psicoanalista), etc.
Todas estas características están atravesadas por el tiempo del inconsciente: el
tiempo lógico. Este tiempo del inconsciente y la locura están presentes en todos.
Lo que este trabajo trata de mostrar es que la obra de Lewis Carroll, Alicia en el
país de las maravillas, puede ejemplificar como transcurre el tiempo en el
inconsciente.
2.2 Revisión de antecedentes
Las principales líneas de investigación que ocuparé en éste trabajo son:
Lewis, Carroll. (2010). Alicia en el país de las maravillas y a través
delespejo. México: Editora y distribuidora azteca.
Lacan, Jaques. (2009). Escritos 1. El tiempo lógico y el aserto de
certidumbre anticipada. México: Siglo XXI Editores.
Freud, Sigmund. (1992). Sigmund Freud Obras Completas XIV. Más allá del
principio de placer. Argentina: Armorortu
San Agustín. (1995). Confesiones. México: Editorial Porrúa.
Heidegger, Martin. (1980). El ser y el tiempo. México: FCE.
Deleuze, Gilles. (2005). Lógica del sentido. España: Editorial Paidós.
2.3 Categorías de análisis
Tiempo, tiempo lógico, sinsentido, deseo.
3. Pregunta de Investigación
¿Cómo entender el tiempo en Alicia en el País de las Maravillas?
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Sub pregunta de Investigación: ¿De qué manera Alicia en el país de las maravillas
puede dar cuenta del inconsciente?
3.1 Supuesto metodológico
Alicia en el País de las Maravillas es una novela a través de la cual se puede tener
muestra de la existencia del inconsciente, en ésta se emplea un tiempo lógico, un
sentido otro y un simbolismo que, atravesado por el deseo, funge como un
lenguaje disfrazado de “locura” con el que logramos identificarnos en esta lógica
otra, a través de su semejanza con el contenido onírico.
4. Procedimientos que concretan las opciones teóricas y metodológicas
Análisis de caso. En especial esta obra literaria muestra el contenido de otra lógica
y un simbolismo propio de los sueños, ocultando los deseos más inherentes al
hombre. Voy a analizar la novela por medio de otra literatura como el tiempo lógico
y el aserto de certidumbre de Lacan, Más allá del principio del placer e
interpretación de los sueños de Freud, las confesiones de San Agustín, etc. Para
poder conocer cómo funciona el tiempo lógico en Alicia y dar muestra de cómo
funciona el tiempo lógico en el inconsciente a través de su similitud con la
actividad onírica.
4.1 Estrategia metodológica
Se realizará un análisis de los conceptos de tiempo y tiempo lógico en la novela de
Carroll y como están articulados en el texto. Elegí un texto literario para éste
análisis, pues “escuchar la historia de otro es a menudo la manera más sobrada y
profunda de reconocer los vínculos que compartimos como seres humanos”
(Ettling, D). Creo que la narrativa ha servido a través de los años para comunicar
todos aquellos deseos, sueños, secretos o ideas que el hombre necesita expresar
desplazándolo a un objeto lejos de él. Todo el contenido presentado en este
género tiene material inconsciente, lo que da muestra de la existencia de éste.
La acción de narrar o escribir algo también genera que se involucre el autor y
atraviese el autor con una identificación. Como dice P. Ricoeur "todo narrar es un
8
narrar algo, que no es narración sino proceso de vida", de esta manera la
trascendencia de las grandes obras literarias depende, en gran parte, de la
identificación y necesidad de escuchar o experimentar ciertos sentimientos a
través de la obra; y tal vez más allá que eso, busca en la obra un enigma de la
otra parte que desconoce de sí mismo.
4.2 Objetivos
Conocer cómo funciona el tiempo lógico en Alicia.
Comparar cómo funciona el tiempo en el inconsciente y en el texto.
4.3 Método
Narrativa
4.4 Situación de investigación
En un texto literario se revela, es decir, se transparenta más allá del discurso un
universo pues reconocemos apoyándonos en nuestra experiencia del mundo
exterior que comprende la sociedad, su historia, sus costumbres, la naturaleza, los
objetos de uso cotidiano, etc. Este reconocimiento resulta posible porque los
fenómenos socioculturales solamente se manifiestan merced a la lengua, y se
produce cuando identificamos los datos que corresponden a una cultura dada y a
sus circunstancias, que se expresan a través del lenguaje denotativo y del
connotativo pues “todos los aspectos de una cultura pueden estudiarse como
elementos de contenido de la comunicación”.2 Ahora bien, no sólo como algo
cultural sino filogenético los sentimientos mencionados con anterioridad logran esa
identificación con la lectura.
Beristáin dice que la relación entre el texto literario y su contexto extralingüístico
consiste, en este sentido, en que el autor establece, dentro de la obra, una
realidad que es autónoma porque para existir coherentemente y conforme a un
mundo posible se basta, textualmente, a sí misma y existe conforme a su propio
2 Beristáin, Helena. (1982). Análisis estructural del relato literario. México: UNAM.
9
modo de ser; pero a la vez mantiene, en diversos grados, una relación con la
realidad del referente, en el sentido de que utiliza los datos que preceden de una
cultura y de sus circunstancias empíricas (las condiciones naturales, los factores
étnicos, las influencias históricas) que actúan desde el exterior, y los utiliza con el
objeto de construir con ellos otra realidad que en alguna medida resulta verosímil,
pero no verdadera.
En este contexto, una realidad autónoma es la realidad psíquica, es el
inconsciente que funciona con una lógica otra, con un tiempo lógico y que en esta
“locura interna” podemos comunicarnos con la “locura” de los demás.
4.5 Muestreo
El texto de Alicia en el país de las maravillas
4.6 Técnica y análisis de datos
Análisis de caso
5. Elementos teóricos
Psicoanálisis
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5.1 Capítulo I: El Tiempo
“Se dice que el tiempo es un gran maestro;
lo malo es que va matando a sus discípulos”.
Hector Berlioz
Hablar del tiempo es hablar del origen del mismo hombre. El tiempo es algo de lo
que no se puede escapar, algo que como la muerte, el hombre no puede controlar,
elegir ni desaparecer. El tiempo define todo y es por eso que ni siquiera las
palabras alcanzan para calmar la angustia de querer escapar del tiempo.
Como Heidegger menciona en el “Ser y el tiempo”, el “ser ahí” (da sein) es
arrojado, abandonado al mundo, es “siendo” y es “siendo en el tiempo”, está
determinado por el tiempo. Como sentido del ser del ente llamado por este autor
“ser ahí”, se muestra la “temporalidad”. “El ser encuentra su sentido en la
temporalidad, pero ésta es a la par la condición de posibilidad de la historicidad
como una forma temporal de ser del “ser ahí” mismo, prescindiendo de si éste y
como éste es un ente en el tiempo.”3
El hombre se juega en el tiempo: sus actos, sus pensamientos, sus sentimientos,
todo está ubicado en un momento.
“El tiempo funciona hace mucho como criterio ontológico o más bien óntico. Si el
ser ha de concebirse partiendo del tiempo y los distintos modos y derivados del ser
se vuelven de hecho comprensibles en cuanto modificaciones y derivaciones
3 Heidegger, Martin. (1980). El ser y el tiempo. México: FCE.
11
poniendo la mirada en el tiempo, con ello se hace visible el carácter temporal del
ser mismo, no tan sólo de los entes en cuanto entes o en cuanto a siendo, en el
tiempo”. 4
De esta manera, el hombre está definido por el tiempo, no puede escapar de él y
en este sentido, Heidegger menciona que, además, el “ser ahí” es un “ser para la
muerte”, ya que el ser humano tiene un camino seguro a ésta; es un “ser para la
muerte”, condenado a agotar la última posibilidad y la existencia. La existencia
autentica es la espera de la muerte, la aceptación del ineludible destino. El
soportar la angustia hasta sus últimas consecuencias es en donde se resuelve la
existencia verdadera. Debido a esto, el hombre está atrapado en su espacio-
temporalidad, en la desesperación y angustia por no poder morir, como refiere
Kierkegaard, “la enfermedad mortal”. A través del tiempo, el hombre recuerda su
finitud y se hiere su narcisismo por no poder escapar de tal destino; frente a esta
angustia y ante un tiempo lineal, continuo y sucesivo finalmente le otorga sentido a
su propia existencia.
En este contexto, la muerte produce miedo, la evitamos, la escondemos, la
expulsamos de nuestro pensamiento, nos inspira amor y la perseguimos en el
suicidio. Es imposible estar fuera del tiempo. Sin embargo, parece que la
persiguiésemos y que mientras más deseamos olvidarla, más presente la
tenemos. Es así como Freud deja ver que el ser humano, a pesar de decir que
acepta su muerte, en realidad no se puede concebir así, atenta contra su deseo de
inmortalidad y todo el culto a la muerte es una expresión del temor a un castigo
infligido por los muertos, ya que como menciona en ¨Tótem y Tabú¨ (1913),
después que los hermanos se unen para darse fuerza y poder matar al jefe de la
horda, se comen su cadáver para identificarse con él, obteniendo así cada quien
la fuerza del padre; no obstante, como los hermanos también amaban al padre
viene un arrepentimiento y la culpa para convertir al muerto más fuerte de lo que
era en vida. De esta manera, surgen dos prohibiciones totémicas: no matarás al
animal totémico (parricidio) y la prohibición del incesto. Por lo tanto es en esta
4 Ibidem.
12
obediencia retrospectiva en donde no es lo mismo el padre muerto al padre vivo,
su deseo “pesa” más una vez muerto y sigue operando hasta convertir a su deseo
en ley.5
Por otro lado, pareciera que entonces que no es tanto el temor a la muerte sino la
inquietud ante la vida y sentirse indefenso ante los peligros es lo que atemoriza.
Freud habla de que la muerte no debe situarse al final de la vida sino en el origen
de la misma, por eso nos mortificamos y sufrimos en la vida como si estuviéramos
muriendo, como Heidegger dice: “el hombre va viviendo su muerte”.
Es esta relación tan ambivalente con la muerte o como Bataille describe, la muerte
se erotiza e incluso, aludiendo a Sade, menciona que “el impulso del amor llevado
hasta el extremo, es un impulso de muerte”.6 Toda esta relación con la muerte es
la que determina la importancia e imposibilidad de escapar del tiempo mismo.
Momento. Periodo. Era. Época. Intervalo. Lapso. Sesión. Cualquier nombre que
se le quiera dar al tiempo o cualquier forma material es sólo muestra de la
desesperación por necesitar hacer tangible y sobre todo de representar este
tiempo que es innegable.
Sin embargo, el tiempo, este tiempo del ser no cumple nuestro deseo de regresar,
de detenerse o continuar, pues no importa el sujeto, éste tiempo responderá no
sólo al reloj mecánico sino al del fluir del propio ser. El tiempo no sólo pasa sin que
impacte y no sólo en orden de secuencia de sucesos de presente, pasado y futuro
sino en un tiempo único e individual.
Incluso el tiempo físico no se puede detener, pues aunque se pensara que el
tiempo fluye como un río y éste se detuviera, se produciría una paradoja, pues “si
tal detención, del tiempo sucede sin que el mundo deje de existir, de perdurar, es
porque el mundo permanece, y si permanece es que hay “un tiempo que pasa”.
5 Freud, Sigmund. (1992). Sigmund Freud obras completas. Tomo XIII. Tótem y Tabú. Argentina: Amorrortu editores. 6 Bataille, Georges. (2003). El erotismo. México: Tus Quets Editores.
13
Por lo tanto imaginar que el tiempo se detiene y que el mundo continúa existiendo
lleva a una contradicción. Como sólo se puede existir en el tiempo, la detención de
éste significaría la detención del presente, esto es, la desaparición de todo lo
existente.”7 Sin embargo, no me refiero a un tiempo con magnitud cuantificable
sino a aquel que limitado por la propia existencia del hombre.
En “Más allá del principio de placer” (1919), Freud alude a la tesis de Kant, según la cual:
“tiempo y espacio son formas necesarias de nuestro pensar. Los procesos
anímicos inconscientes son en sí “atemporales”. Esto significa, en primer término,
que no se ordenaron temporalmente, que el tiempo no altera nada en ellos, que no
puede aportárseles la representación del tiempo. He ahí unos caracteres negativos
que sólo podemos concebir por comparación con los procesos anímicos
conscientes. Nuestra representación abstracta del tiempo parece más bien estar
enteramente tomada del modo de trabajo del sistema preconsciente y
corresponder a una autopercepción de este.”8
En cuanto a esta referencia, es cierto que el tiempo cronológico o el ontológico no
son los que rigen en el funcionamiento de lo inconsciente e incluso va más allá de
lo que llamamos percepción. No sólo es sentir que el día ha sido más corto o más
largo de acuerdo a nuestras actividades e intereses, no sólo es creer que el
tiempo ha sido más ágil al engañarnos mientras disfrutamos de una interesante
lectura o una dinámica conversación con alguien más ni que éste se vuelve
pausado al esperar con ansia los minutos para terminar alguna tediosa labor o
sentir el sosiego del reloj ante la tortura de esperar la hora para ver a esa persona
deseada. El tipo de percepciones va más allá de lo consciente.
San Agustín en “confesiones” argumenta:
7 González Farfán, Rafael. (2001). “La cuestión del tiempo”. “Tempus fugit. Carpe Diem”. <http://usuarios.multimania.es/farfanrg/Complementos/tiempo.pdf>. Visitado el 5 de Enero 2011. 8 Freud, Sigmund. (1992). Sigmund Freud obras completas. Tomo XVIII. Más allá del principio del placer. Argentina: Amorrortu editores.
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“No descansa el tiempo ni pasa en balde a través de nuestros sentidos; obra en el
alma efectos sorprendentes. He aquí que venía y pasaba de día en día y, viniendo
y pasando, iba imprimiendo en mí nuevas esperanzas y nuevos recuerdos y me
iba restituyendo poco a poco a los antiguos géneros de placeres, antes los que iba
cediendo aquel dolor mío”.9
En cierto sentido, se podría decir que estos efectos que menciona San Agustín en
el alma son equivalentes a los impactos que son impresos en el inconsciente. El
amor, la cura, la melancolía, etcétera son impactos que influyen en el transcurso
del tiempo en el inconsciente. En este otro tiempo, en donde embriagados por la
locura nos seduce y puede atrapar en la eternidad. Engaña al sujeto de la
certidumbre y a la certidumbre del sujeto en este tiempo: el tiempo lógico.
Por un momento, en éste tiempo se da la impresión que es posible controlarlo por
el hombre a su “voluntad’; sin embargo, este tiempo está determinado, en mayor
parte, por el deseo. Debido a esto, el tiempo del inconsciente es imposible de
medirlo “No podemos pedir las cosas que no existen, y no existen ni las cosas
pasadas ni las futuras”10 Así que el tiempo en el inconsciente no tiene un pasado,
presente o futuro de manera cronológica, pues puede estar detenido en algún
instante que haya sido real o no, pero vivido psíquicamente. De esta manera el
tiempo lógico no es medible ni cuantificable:
“¿Cómo medimos el tiempo presente, si no tiene espacio? Se le mide
precisamente cuando está pasando, que, una vez pasado, ya no se le mide,
porque ya no habrá nada que medir. Mido, pues el tiempo mismo, mas ¿con qué?
¿Acaso medimos con un tiempo más corto otro más largo, como por la extensión
de un codo la extensión de una viga? Porque así es como se nos ve, por la
extensión de una sílaba breve medir la extensión de una silaba larga y decir que
ésta es el doble. Así es como medimos la extensión de los poemas por la
extensión de los versos, la extensión de los versos por la extensión de los pies; la
extensión de los pies por la extensión de las sílabas; la extensión de las largas por
9 San Agustín. (1995). Confesiones. México: Editorial Porrúa. 10 Ibidem.
15
la extensión de las breves. Y esto no en las páginas, sino en la pronunciación, en
el instante de pasar las palabras.”11
Sin embargo, como se mencionó anteriormente, Freud menciona que el tempo es
atemporal, esto quiere decir, intemporal y según la Real Academia Española: “que
está fuera del tiempo o lo trasciende”. En este contexto, también Freud plantea
que no hay representación de la muerte en el inconsciente, por lo tanto no puede
haber una concepción de temporalidad. Entonces, ¿No hay tiempo en el
inconsciente, cómo podría algo jugarse fuera del tiempo?
Frente a este cuestionamiento, aparece otro, pues de qué manera podría no existir
el tiempo si al mencionar o evocar este concepto ya ocupa un lugar en el espacio
y en el mismo tiempo, refiriéndonos a la espacio temporalidad planteada por Kant.
Ahora bien, Lacan habla de tiempo lógico, un tiempo que no está determinado por
el cronológico para explicar porqué el encuadre de la terapia psicoanalítica no
debe limitarse al del reloj sino que dependerá de cada paciente y su propio
tiempo.12 Todo esto nos parece indicar la existencia de un tiempo que es
atravesado por el deseo del propio sujeto y que al responder a éste y al no querer
salir de la norma podría disfrazarse de locura. Es común observar que el hombre
enloquece tras enamorarse, enloquece al haber perdido el objeto amado,
enloquece por ese deseo que parece no tener principio ni fin. Y es que cómo
explicar cuánto dura una mirada, una caricia, el derrame de una lágrima, el
silencio, el olvido, un beso, una palabra, etc. El cronómetro no puede explicar
porque el eco de ese instante puede no tener fin. En el inconsciente el tiempo
puede ser pausado, ser tan deseado como aquello ejemplificado en algunas
novelas, por ejemplo:
“Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si
saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta
cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca
que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida 11 Ibidem. 12 Lacan, Jaques. (2009). Escritos 1. Tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. México: Siglo XXI
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entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por
tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu
boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me
miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada
vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen
y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan
tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes,
jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y
un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente
la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena
de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos
mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber
simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un
solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el
agua.”13
En este capítulo “Rayuela” (1963) de la obra de Cortázar, se observa el jugar del
tiempo en donde un instante puede volverse infinito y al mismo tiempo tan corto
deseando que nunca termine. Da la impresión de enloquecer por permanecer a
lado del ser amado. El tiempo se adelanta, se tranquiliza y se detiene: todo es al
mismo tiempo; el corazón se desboca y en ocasiones se asemeja a perecer, ese
sentimiento de muerte y de vida misma es esa ambivalencia antes mencionada
sobre el sentido del tiempo con referencia a la muerte. Sentir en el mismo instante
que se va la vida misma y que, al mismo tiempo, no existiría la vida sin eso. Como
se ilustra en la obra de este autor, hay una lucha de dolor y placer que se puede
observar en un beso al morder, ser mordido asociado con displacer, y la sensación
de tibio y húmedo con placer. Ese ¨aire pesado¨ que va y viene llevando
sentimientos contrarios de placer-displacer.
Parece paradójica la relación con la muerte entonces, pues no puede existir la vida
sin la muerte ni el dolor con aquel displacer. Por ejemplo, el orgasmo ¨la pequeña
muerte¨ como le llamo Freud, en donde ese extremo sensorial de un acto que
13 Cortázar, Julio. (2006). Rayuela. Capitulo 7. México: Punto de lectura
17
alude tanto a la vida como a la muerte misma. Es así como se observa un estar
dentro y fuera a la vez como en la banda de Möbius. ¿Qué determina el estar en
ese adentro o afuera? ¿Qué define la dirección entre mortífero o la vida? Me
parece que la respuesta apunta al deseo, del cual hablaremos más adelante.
En este contexto, por qué no sólo se enloquece en el amor sino en aquel
sentimiento de culpa y melancolía tras haber perdido ese objeto amado, lo cual
esta travesado también por el deseo de cada sujeto, ya que el hombre es un
hombre deseante y el deseo aparece por la falta del objeto. En esta “cancelación
del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición
de toda productividad y una rebaja en el sentimiento de sí que se exterioriza en
autorreproches y autodenigraciones y se extrema hasta una delirante expectativa
de castigo”14
En esas circunstancias pareciera que el tiempo es detenido, alude al pasado,
muestra un poco favorable futuro y se mantiene en el momento de aquel
agonizante recuerdo de que el objeto amado ya no está, nunca volverá o en el
caso de Werther, una novela de Goethe, un objeto que nunca ha sido y que jamás
será suyo:
“Su imagen me persigue: duerma o vele, ella sola llena toda mi alma. Cuando
cierro los párpados en el cerebro, donde se encuentra la potencia de la vista,
dispongo claramente sus ojos negros. Es imposible que te explique esto. Me
duermo, y los veo también: siempre están allí, siempre fascinadores como el
abismo. Todo mi ser todo, está absorbido por ellos. ¿Qué es, pues, el hombre, ese
semidiós tan ensalzado? ¿No le faltan las fuerzas cuando más las necesita? Y
cuando bate sus alas en el cielo de los placeres, lo mismo que cuando se sumerge
en la desesperación, ¿no se ve siempre detenido y condenado a convencerse de
que es débil y pequeño, él que esperaba perderse en lo infinito?”15
14 Freud, Sigmund. (1992). Sigmund Freud Obras completas. Tomo XIV. Duelo y melancolía. Argentina: Amorrortu Editores. 15 Goethe. (2005). Werther. España: Biblioteca Edaf.
18
Esta imposibilidad de soportar el paso del tiempo lógico es el que lleva a desear la
muerte misma como en el caso del personaje de esta novela. Incluso, el Hombre
de los Lobos es un caso que Lacan tomó para ejemplificara de qué modo ha sido
distorsionado el tiempo, dice:
“El Hombre de los Lobos, que al final de su vida todavía pintaba tarjetas postales
con la escena del sueño que le había dado el nombre con el que se lo conoce en
la literatura, de alguna manera quedó fijado en el instante de ver que no encontró
su tiempo para comprender, por el hecho de que el momento de concluir fue
anticipado por el analista, y él permaneció en “la alienación de su verdad”. Si el
síntoma tiene la significación de un retorno de la verdad del sujeto, es porque hay
una hora de la verdad para el sujeto”.16
Y es que este tiempo lógico es necesario. Lacan en ¨Radiofonía y televisión¨ alude
a Sócrates diciendo “Él sabía como nosotros que al ente, le es necesario el tiempo
de hacerse para ser. Ese “necesario el tiempo” (faut le temps), es el ser que
solicita del inconsciente para retornar cada vez que lo necesitara, si necesitara el
tiempo.”17
El tiempo dura el necesario (faudra le temps). “Lo que será necesario (faudra) del
tiempo que es necesario, ahí reside la falla con que se dice el ser. Es así que el
inconsciente se articula de lo que del ser viene al decir. Aquello que del tiempo le
presta estofa no es empréstito de lo imaginario, sino más bien de un textil donde
los nudos no dirían sino de los agujeros que ahí se encuentran.”18 Este tiempo
lógico responde al deseo, trata de cubrir esa falta y en esa función de tapón, es
que es necesario y se puede observar en análisis.
“Eso es lo que el psicoanalista releva por hacer ahí figura de alguien. El “es
necesario el tiempo” lo soporta él bastante tiempo para que a aquel que viene a
decirse, no le quede más que instruirse de que una cosa no es nada: justamente
16 Tu analista. El tiempo. <http://www.tuanalista.com/Diccionario‐Psicoanalisis/7590/Tiempo‐pag.2.htm>. Visitado el 5 de Enero de 2012. 17 Lacan, Jaques. (1993). Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión. Barcelona: Editorial Anagrama. <www.iade.org.ar/modules/descargas/visit.php?cid=7&lid=157> Visitado el 26 de Abril de 2012 18 Ibidem.
19
aquella con que él hace seña (signe) a alguien.”19 En el análisis surge ese tiempo
lógico en dónde al surgir el insight vuelve a cambiar el transcurso de este lapso
inconsciente y que interviene en la reestructuración de la personalidad. Cada
persona tiene su propio tiempo y este está modulado por su deseo.
Este tiempo lógico es empleado por el Psicoanálisis, es una estructura dialéctica
precisa que puede formularse con rigor en términos matemáticos y con
articulaciones lógicas.20 Este tiempo lógico planteado por Lacan, no es algo
externo al hombre sino que está atravesado por su deseo y tiene una estructura
tripartita: instante de la mirada, el tiempo para comprender y el momento de
concluir. Estos tres momentos no están construidos en términos de unidades
cronométricas objetivas, sino como una lógica intersubjetiva basada entre una
tensión de aguardar y precipitarse, entre la vacilación y la urgencia. El tiempo
lógico es “el tiempo intersubjetivo que estructura la acción humana”21.
En el texto “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada” (Lacan, 1945)
la certidumbre del sujeto (confundida en el problema sofisma con el sujeto de la
certidumbre) le llega con un acto de aserción, es decir, de aseveración de certeza
precoz y es hasta la posterioridad de las escansiones donde el sujeto sabrá que
su aserto fue el correcto. La verificación a posteriori confirma la justeza de algo
que se alcanza como verdad, antes de que sea posible verificarla: es la
verificación de la anticipación de la verdad. Existe una distancia irreductible entre
la verdad y su verificación, distancia que se reduce a la dimensión temporal de la
prisa.
“A ésta se le otorga un lugar decisivo a una dimensión temporal nueva que se
añade a las ya inventariadas de la sucesión y la sincronía. La conclusión del
sofisma tiene el rigor de una solución lógica, con la condición de que se integre en
ella el valor de dos escansiones suspensivas en las que los prisioneros ponen en
duda la validez de la solución y cada vez repiten la conclusión. Estas escansiones
19 Ibidem. 20 Dylan, Evans. (2010). Diccionario Introductorio de Psicoanálisis Lacaniano. Argentina: Paidós 21 Lacan, Jaques. Escritos 1. Función y campo de la palabra. México: Siglo XXI
20
tienen valor de significantes; ellas verifican la precipitación del sujeto para concluir
en la prisa, en un momento de eclipse en el que, realizando un tiempo de retardo
de su razonamiento con relación al de los otros, él tiene miedo, si no concluye de
inmediato, si se deja aventajar por los otros, de no poder estar seguro de que no
es un negro.
El tiempo se modula según tres formas de subjetivación (sujeto impersonal en el
instante de ver, sujeto indefinido recíproco en el tiempo para comprender, sujeto
del aserto en el momento de concluir) que representan otras tantas
transformaciones de los datos espaciales, visibles (pero
no vistos) simultáneamente, sobre el estado de combinación de los círculos (2
negros, 1 blanco= instante de ver; 1 negro, 2 blancos = tiempo para comprender; 3
blancos = momento de concluir). Sólo una topología de objetos no visibles
simultáneamente, como la de la botella de Klein, puede dar un soporte imaginario
a la falta en ver de esos tiempos, que hacen agujero
(Kojève) en la representación. El objeto topológico sirve de soporte a la
nominación de la falta en la que desemboca la lógica de estos tiempos, puesto
que el sujeto no se declara blanco por verse blanco (ni siquiera porque otro lo vea
blanco).”22
Además, tiene en gran parte su importancia este tiempo para el Psicoanálisis,
pues de acuerdo con Goldstein, “el acto de tomar la palabra está determinado por
un tiempo que le falta al sujeto y le faltará siempre: es el tiempo en que le faltaba
la palabra, o sea, cuando el sujeto faltaba al acto de hablar. Toda la armazón
lógica del psicoanálisis se sostiene en esta falta del tiempo de la palabra que es
causa del habla, de ahí el deslizamiento entre causa y Cosa, nombre del goce que
falta o perdido. En este vacío de tiempo o fuera del tiempo se inserta el trauma y
también el acontecimiento de lo que adviene como nuevo delineando la
singularidad de cada sujeto.
22 El ortiba. Diccionario de Psicoanálisis. http://www.elortiba.org/dicpsi/tz.html . Visitado ( 17 de Septiembre 2011)
21
En cambio del hablar se goza en el tiempo, se goza del Falo en el tiempo de su
circulación: si nadie lo tiene y nadie lo es, entonces circula al hablar”. El concepto
de tiempo tiene el tiempo de la historia y ha construido la historia del pensamiento;
por ejemplo de esa historia dependen las perspectivas sobre el origen, la
evolución, la identidad, la trascendencia, la repetición. El psicoanálisis agrega a
esta historia el espesor erótico del tiempo, el espesor de la transferencia, que se
actualiza en el dispositivo de la sesión anudando las dimensiones real, simbólica e
imaginaria de la temporalidad finita e infinita del sujeto, del pensar y del análisis.23
Es así el tiempo lógico aquel que nos impide romper la constitución del sujeto
deseante y enloquece por su mismo deseo. La abstracción del tiempo, en el
tiempo cronológico es para no enfrentar la realidad, el tiempo es un corte.
Por eso la instauración de Lacan, en que las sesiones psicoanalíticas no debían
tener un encuadre de tiempo (45 0 50 mins) sino que cada sesión dependería de
cada persona.
Goldstein también menciona que Lacan toma de Heidegger el ocurrir siendo “sido”
que después remite al futuro anterior: habré sido. “Deleuze habla de un tiempo
que simultáneamente va hacia adelante y hacia atrás el cual es el único que
podría dar cuenta del sujeto y su temporalidad, pues este tiempo indica que la
repetición repite la sustracción del presente: se repite una sustracción y no una
presencia presente en el hoy o en el ayer. Este aporte es correlativo de una
concepción psicoanalítica que formula a la repetición y a la transferencia como la
inscripción de las diferencias más que la regresión y la presentación de lo dado.
Para Lacan tanto la represión como la repetición vienen del futuro. La represión
anticipa porque se reprime antes que ocurra, lo cual le da a la represión la
dimensión no de lo que fue, sino de lo que está siendo o hubiera sido.”24
Estos juegos dados por una lógica otra, en el tiempo, son los vividos en el tiempo
lógico. El sujeto se juega entre ese antes y después del acto con que concluye 23 Goldstein, Mirta. El tiempo en Psicoanálisis. El Psitio. http://www.elpsitio.com.ar/Noticias/NoticiaMuestra.asp?Id=1451. 8/09/2011 24 Idem
22
según la direccionalidad de su deseo. Entonces, se observa cómo se queda
atorado en un instante, por ejemplo, el melancólico quien se detiene en el
momento en dónde tenía al objeto y en el momento en que lo pierde.
“Así el tiempo funciona para el sujeto como un punto de corte que lo divide entre
lo que no alcanzó a ser y lo que jamás será igual a sí mismo. Entonces desde este
punto de vista, la atemporalidad es solidaria del acontecimiento, entendido como
ruptura, quiebre, corte del atemporal en la temporalidad, es decir: discontinuidad
en la continuidad”25. El tiempo lógico no puede llegar a ser continuo a pesar de
que puede pensarse que funcionan conjuntamente en la terapia con el cronológico
debido al setting. El tiempo cronológico (cronos) o el tiempo concebido en su
función lógica determinan direcciones diversas en la clínica: una, que define al
síntoma como desadaptación a la realidad o como déficit del yo (psicoterapias
breves); otra, que parte del síntoma del cual se deduce el sujeto del inconsciente
(psicoanálisis).
En el amor:
“hay un tiempo fuera del tiempo que es el acontecimiento del encuentro; este
encuentro si bien parece escapar al fantasma, condensa en el instante del
encuentro-acontecimiento las modalidades temporales del deseo, el amor y el
goce. No es o el deseo, o el goce o el amor, sino que el encuentro es el punto de
condensación crítica. El flechazo, es la flecha del tiempo que se comienza a contar
a partir del reconocimiento del encuentro (fechas de aniversarios) durante el
tiempo de la vivencia que inunda la conciencia de sentimientos porque está
referido a la lógica del fantasma. Por eso la angustia señala lo demasiado súbito o
lo demasiado esperado o lo demasiado retardado o lo perdido aún antes de
comenzar. El encuentro tiene algo de amoroso, algo de ominoso y algo de
indiferente. La estructura del encuentro es la del rehallazgo del objeto, por un lado,
y de lo novedoso, por otro, de lo imposible de simbolizar y traumático que se
repite, y de lo irrevocable e irreversible creador.”26
25 Idem 26 Idem
23
En una carta de Freud a Fliess (Freud, 1896), por una parte, habla de que la
representación de los deseos psíquicos se va generando por estratificación
sucesiva, la que sufre reordenamientos y retranscripciones. La memoria no es
simple sino múltiple. Se registra en diversas variedades de signos. Estarían
primero las neuronas que registran las percepciones. La primera trascripción sería
el signo perceptivo que se asocia por simultaneidad. Luego se pasaría al
inconsciente, en donde intervendrían nexos tal vez causales, las huellas aquí
serán recuerdos de conceptos. En este último sentido globalizador se podría
pensar su correspondencia con lo que más adelante llamará representaciones-
cosa. Estas últimas pueden volver a la consciencia a través de su traducción a un
tercer tipo de trascripción ligado a representaciones palabra, correspondiente al yo
oficial, aquí llamado indistintamente preconsciente. En la carta se detalla el camino
que va desde la percepción, su forma de inscripción en el aparato psíquico, hasta
la posibilidad de su recuerdo merced a la palabra y posteriormente como s e
puede llegar a la represión de dichos recuerdo.
No obstante, el tiempo lógico articulado por Lacan, ¿responde únicamente al
orden de lo inconsciente? Además, al no vincularse con el concepto de la muerte,
¿se puede seguir pensando cómo tiempo? ¿Qué tiempo es el empleado por el
inconsciente?
Con todo lo descrito anteriormente, ahora consideremos la obra de Carroll, en
donde Alicia se enamora del país de las maravillas, lo mira, la atraviesa la locura,
pues el tiempo se vuelve algo corpóreo, se vuelve un personaje. Lugar de objeto:
su propio tiempo (tiempo del inconsciente). Un tiempo que articula uno psíquico o
lógico, uno del ser y uno que refiere al cronológico. Así, Alicia comprende que no
se desperdicia el tiempo como si fuera una cosa, sino se conoce al ser una
persona:
“Sombrerero: Me atrevo a asegurar que tú jamás has hablado con el tiempo. Alicia:
Tal vez no, pero sé que en mis clases de música tengo que marcar el tiempo a
palmadas.
24
Sombrerero: ¡Ah, eso lo explica todo! Él no va a permitir que le den de palmadas.
Ahora que, si te llevaras bien con él, haría con el reloj casi cualquier cosa que tú
quisieras..
Alicia: ¿Eso es lo que usted hace? – lo cuestionó Alicia
El sombrerero negó tristemente con la cabeza: ¡No es así! – respondió-. Nos
peleamos en marzo pasado… justo antes de que él se volviera loco, ya sabes… -
dijo señalando a la liebre de Marzo con la cuchara del té-… Y desde entonces no
hace nada de lo que le pido. Ahora siempre son las seis de la tarde.”27
De esta forma, se ejemplifica, el detenimiento del tiempo en la “hora del té” debido
ese “taponeamiento” de la palabra. En donde enloquece por no dar el sentido, en
donde el tiempo y el reloj se hacen distantes, mostrando la diferencia entre tiempo
cronológico y tiempo lógico.
El afecto se queda pegado en ciertos tiempos, ya que necesita el tiempo de
comprender, pero también alude a los tiempos cronológicos y psíquicos al tratar
de conocer un mundo nuevo como en la niñez, al admirarse por aprender y
desaprender cosas nuevas, al encontrarse frente a la pregunta por el ser como en
la adolescencia, al enfrentar los juicios sociales como en la juventud, etc.
Alicia sabía quién era antes, pero ya no está segura de saber quién es ahora,
pues en esta pregunta por el ser, también está implicado el tiempo. El tiempo se
mueve “la regla dice: mermelada mañana y mermelada ayer, pero nunca
mermelada hoy”.28
Se busca que el tiempo no los alcance, pues el alcanzarlo sería llegar a la muerte.
“Es mermelada cualquier otro día; hoy no es cualquier otro día.” El hombre busca
escapar de ese tiempo, de su destino. Debido a esto, la mayoría de las veces se
“vive hacia atrás”, como en Alicia a través del espejo, busca evitar algo
(represión), se detiene el tiempo en un recuerdo y pensamiento obsesivo
27 Lewis, Carroll. (2010). Alicia en el país de las maravillas y a través delespejo. México: Editora y distribuidora azteca. 28 Ibidem.
25
(melancolía). Nuestra locura atraviesa el deseo, el deseo define el tiempo del
inconsciente y este protege a la vida.
Pareciera que el tiempo del inconsciente es una composición de los distintos
tiempos y que tiene por objetivo entrelazarlos a los otros tiempos armoniosamente.
Entonces, “la temporalidad no es un dato inmediato de la vida psíquica: es un
resultado. La psicogénesis que engendra el tiempo puede fracasar en todo o en
parte, puede permanecer bloqueada o no llegar a constituirse.”29
De esta manera, la obra de Carroll es una muestra del tiempo que transcurre en el
inconsciente.
29 Jacques, André. (2011). Los relatos del tiempo. Argentina: Nueva Visión.
26
5.2 Capítulo II: El sueño de Alicia en el País de las Maravillas.
“... Y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”
(Calderón de la Barca).
Todos los sueños son difíciles de ponerlo en palabras, pues al articularlos en
palabras es ponerlos en un tiempo.
Como en todo sueño, en Alicia en el país de las maravillas, parece que se llevan
las cosas del mundo real a un mundo “surreal” en donde se vuelve su-realidad: la
realidad de Alicia. Los personajes de la vida ¨real¨ o más bien la consensuada
dentro de la vida de una persona parecen desplazarse y condensarse en los
sueños para crear los escenarios más fantásticos e incluso aterradores, que al
mismo tiempo, encriptan un mensaje. Pero acaso no puede pensarse en ese su-
rrealismo un realismo llevado por nuestro propio deseo tras no poder enfrentar
aquella realidad externa ¨consensuada¨ y es entonces cuando nos protegemos en
nuestra propia realidad.
Freud, en interpretación de los sueños, cita a Burdach aludiendo:
“…nunca se repite la vida diurna, con sus trabajos y placeres, sus alegrías y
dolores; por lo contrario tiende el sueño a libertarnos de ella. Aun en aquellos
momentos en que toda nuestra alma se halla saturada por un objeto, en que un
profundo dolor desgarra nuestra vida interior, o una labor acapara todas nuestras
fuerzas espirituales, nos da el sueño algo totalmente ajeno a nuestra situación; no
toma para sus combinaciones sino significantes fragmentos de la realidad, o se
27
limita a adquirir el tono de nuestro estado de ánimo y simboliza las circunstancias
reales.”30
En Alicia en el país de las maravillas, el tiempo ocurre de igual manera que en un
sueño y en éste análisis menciona que el sueño es una realización del deseo. Por
lo tanto, el tiempo en que se mueve el sueño es en el tiempo lógico. “Las
profundidades de la memoria onírica encierra en sí preferentemente aquellas
imágenes de personas, objetos y localidades de las épocas más tempranas, que
no llegaron a adquirir sino una escasa consciencia o ningún valor psíquico, o
perdieron ambas cosas hace ya largo tiempo, y se nos muestran, por tanto, en el
sueño como al despertar, totalmente ajenas a nosotros, hasta que descubrimos su
primitivo origen.”31 ¿Cómo descifrar el mensaje que existe en el sueño?
Alicia comienza cayendo, como si fuera arrojada a una realidad diferente a la que
conoce, en donde se encuentra con una lógica consensuada distinta a la que ella
maneja. Las normas, las leyes físicas, el orden, los afectos, las risas, el sentido,
todo es opuesto a la mismo tiempo tan parecido a lo cotidiano. Se enfrenta a su
locura, esa “locura privada” como la denominaría Green, que todos poseemos. La
locura privada de cada persona, ésta que puede atemorizar o impulsar.
Alicia es envuelta por este “país de las maravillas” y queda admirada, asombrada,
“maravillada” por conocer su propia locura. Una locura instaurada por su propio
autoconocimiento. Todos los elementos que en ésta encuentra: la lógica a la que
se enfrenta, los símbolos, las palabras, etc. Son momentos que debe mirar,
comprender y concluir. El personaje principal es seducida por la metonimia que
existe en este lugar, pues como dice Lacan en “Metáfora y metonimia.
Articulación significante y transferencia de significado” (1956): ¨de manera
general, la metonimia anima ese estilo de creación que se denomina, en oposición
al estilo simbólico y al lenguaje poético, el estilo realista. La promoción del detalle
que lo caracteriza no es más realista que cualquier otra cosa. Sólo vías muy
30 Freud, Sigmund. (2006). La interpretación de los sueños. España: Biblioteca Nueva. 31 Ibidem
28
precisas pueden hacer de un detalle el guía de la función deseante: no cualquier
detalle puede ser promovido como equivalente del todo.”32
Por la madriguera del conejo. Caer y caer: del sueño al deseo.
"Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta
curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber. "
Blaise Pascal
“Alicia ya empezaba a cansarse de estar sentada junto a su hermana a la orilla del
río sin tener nada que hacer…”33 Estas son las palabras con que comienza la
novela de Carroll, en este comienzo en dónde se plantea que Alicia, debido al
calor del día se siente “somnolienta y atontada”, pensando en si valdría la pena
levantarse por una corona de flores hasta que el Conejo Blanco con un chaleco y
un reloj pasa corriendo a lado de ella, presuroso y preocupado por llegar tarde.
Esto, en un primer momento, no le pareció “algo demasiado extraño” así frente a
lo desconocido decide seguirlo.
En una tarde cualquiera, Alicia desea distraerse ¿de qué? Pareciera que al
comenzar a caer en un sueño busca distraer la consciencia hasta que “algo”
abarca toda su atención. De esta forma, Alicia instaura su interés en “algo” tan
extraño como para voltear y mirar, y tan suficientemente conocido como para no
agobiarse.
Un analizante comienza sus primeras sesiones, en donde la resistencia
predomina, las someras palabras tratan de dominar sobre el lenguaje hasta que
32 Lacan, Jaques. Seminario 3. Clase 18 “Metáfora y metonimia. Articulación significante y transferencia de significado”. 33 Op. Cit. Carroll, Lewis.
29
este acorde de voz es interrumpido por un sonido que al propio analizante le
parece ajeno de él, su consciencia no domina sobre su habla a entre todas esas
palabras emerge una que resuena en todo lo que se mencionaba anteriormente.
Al momento de enunciarla, puede ser que no se escuche “demasiado raro” como
en Alicia; no obstante, a pesar de que reconoce su voz, el analizante llega a
preguntarse ¿porqué dijo lo que dijo? O incluso ¿si él mismo fue quién lo dijo? Y
entonces, las palabras cobran importancia.
De esta manera, el conejo blanco, representa para Alicia ese “algo” que se ha
escapado de algún lugar y que se ha apoderado de su curiosidad.
Algo ha cruzado la barrera de la censura y es necesario hablar de ello. Es
entonces cuando aparece la curiosidad, la misma que impulso a Alicia a meterse
en la madriguera sin pensar en cómo saldría después de ahí.
La curiosidad del hombre, a primera vista, parece que es un instinto natural para
obtener información que le permita interactuar con su ambiente natural, pero por
otro lado, se observa que en muchas ocasiones, esta curiosidad va más allá del
instinto natural, incluso puede caer en una curiosidad mórbida, la cual se basa en
el miedo y entusiasmo por saber de asuntos macabros como la violencia o la
muerte, como en la Poética de Aristóteles dice “gozamos el contemplar de las
imágenes más exactas de las cosas que vistas nos es dolorosa”.34
En este contexto, la curiosidad es cruzada por la pulsión escópica, por ese deseo
de mirar y de ser mirado. Este deseo de mirar se dirige primero al cuerpo propio.
“Es la historia de Narciso, de la que Freud hizo una metáfora de esta fascinación.
Luego, se dirige al cuerpo propio, para retornar bajo el deseo de ser mirado. Es
decir, que mirar y ser mirado son dos movimientos del mismo deseo. La posición
34 Aristóteles. (2005). ¨Arte poética Arte retórica¨. México: Porrúa.
30
del sujeto cambia, pero el deseo sigue siendo el mismo. Comerse con los ojos el
cuerpo del otro, ser comido por la mirada de otro.”35
En este deseo de mirarse es la que dirige su curiosidad Alicia y la persona que
asiste a análisis. En esta búsqueda comienza a caer lentamente ¿a dónde cae? Si
al pasar por aquel túnel se encuentra con artefactos, imágenes de la vida
cotidiana, una revoltura de estímulos que en la lógica consensuada carecen de
sentido. El tiempo se hace tan lento como si pesara mover las manecillas en una
dirección otra a la que “debería” ir el reloj.
“Caer, caer y seguir cayendo. No había otra cosa que hacer..”36 ¿A dónde cae
Alicia? Cae en el deseo. Ese deseo que todos buscamos alcanzar y la madriguera
del conejo que atraviesa, da la impresión de ser una alegoría sobre ese deseo del
retorno a la matriz somatopsíquica. Como afirma Joyce McDougall “A lo largo de la
vida, la realidad psíquica de toda persona debe mediar con el deseo primitivo de
retorno al estado de fusión con la madre-universo; en otras palabras, con el deseo
de no-deseo. La lucha contra este deseo, y el duelo que impone, son
compensados, como todos sabemos, por la adquisición de la identidad
subjetiva.”37
Sin embargo, el deseo en un pozo sin fondo tal como Alicia describe. Nunca se
llega al objeto, ya que el fantasma lo cubre y detrás del fantasma no hay nada. Es
hasta ese momento que el sujeto se observa castrado y asume la falta. Siempre
se desea, se busca alcanzar el objeto, pero si este se alcanza se cae en la
psicosis.
Mientras Alicia cae en el sueño, emprende un camino al cumplimiento de deseos.
Desea “plegarse como un telescopio”, desea encontrar la llave para abrir la puerta,
desea no seguir las “sencillas reglas que su amigos le habían enseñado”, desea
35 García, German. (2000). “Cuerpo, Mirada y muerte”. Buenos aires: ABRN Producciones. 36 Ibidem 37 McDougall, Joyce. (1996). “Un cuerpo para dos”. Lecturas de lo psicosomático. Argentina: Lugar editorial.
31
entrar al jardín, etc. Mientras persigue el deseo y lo trata de alcanzar, este que se
va obturando desliza a Alicia hacia la locura.
Mientras alrededor todo comienza a volverse tan confuso y “rarísimo y más
rarísimo”, también comienza a no poder reconocerse ella misma, tal como en el
inconsciente no hay un ¨yo mismo¨. Pareciera que todo es tan cambiante un
tiempo otro, que lo único constante: es el miedo. Pues Alicia nunca es lo
suficientemente grande para combatirlo ni lo suficientemente pequeña para
escapar de éste. Es grande y pequeña a la vez y aquí comienza el sinsentido.
Cuando Alicia crece,
“se vuelve mayor de lo que era. Pero ello también, se vuelve más pequeña de lo
que es ahora. Por supuesto no es a la vez más grande y más pequeña. Pero es al
a vez que ella lo deviene. Ella es mayor ahora, era más pequeña antes. Pero es a
la vez, al mismo tiempo, que se vuelve mayor de lo que era, y que se hace más
pequeña de lo que se vuelve. Tal es la simultaneidad de un devenir cuya
propiedad es esquivar el presente.
En medida en que esquiva el presente, el devenir no soporta la separación ni la
distinción entre el antes y el después, entre el pasado y el futuro. Pertenece a la
esencia del devenir avanzar, tirar en los dos sentidos a la vez: Alicia no crece sin
empequeñecer, y a la inversa. El bueno sentido es la afirmación de que, en todas
las cosas, hay un sentido determinable; pero la paradoja es la afirmación de los
dos sentidos a la vez”. 38
Esto va más allá del conflicto entre la razón del yo y las razones pulsionales, pues
como Green afirma, “Freud creyó haber infligido una terrible herida narcisista a la
humanidad al demostrar que el yo racional no es el amo en el hombre. Pero con el
paso del tiempo se ha comprobado que también la extraña lógica del yo del
38 Deleuze, Gilles. (1994). Lógica del sentido. Primera serie de paradojas “del puro devenir”. España: Editorial Planeta‐Agostini.
32
paciente puede infligir una herida narcisista al analista si le pone sus
extraordinarios modos de pensamiento. Se trata de un razonamiento acorde con
los procesos de una locura del yo., escondida en lo profundo. En consecuencia, el
analista tiene que entrenar en el empleo de tipos de pensamiento más y más
alejados de la lógica racional.”39
¿Con qué lógica se enfrenta Alicia? Con la lógica de su locura, de su inconsciente.
O tal vez mejor denominada como una lógica otra, una lógica con un sentido
distinto: con un sinsentido. Un sinsentido no entendido en el sentido común como
algo opuesto al sentido sino que “el sinsentido es lo que no tiene sentido, y a la
vez lo que, como tal, se opone a la ausencia de sentido efectuando la donación de
sentido. Esto es lo que hay que entender por non-sense”.40
Es decir, Deleuze, indica que el sentido está determinado por la significación
(sentido que remite al significante y al significado). A pesar de la determinación de
la significación no es la ley, se deriva de ésta y cuando se refiere a una “donación
del sentido” del sinsentido se refiere a la concesión del efecto que es el sentido.
Este “efecto”, como lo llama Deleuze, es un producto propio de la causa del mismo
objeto, como por ejemplo un nombre propio o singular. De esta forma, se podría
decir que el sinsentido posee un significado distinto al determinado, pero esto no
significa que pierde significación.
“…Y sin duda estas series están determinadas, una como significante y la otra
como significada, pero la distribución del sentido en una y otra es completamente
independiente de la relación precisa de significación… Lo que tiene un sentido
tiene también una significación, pero por razones completamente distintas de
aquellas por las que tiene un sentido.”41 A pesar de que algo cambie de nombre
propio no cambia el objeto o una palabra puede llegar a tener varios sentidos.
39 Green, André. (1994). De locuras privadas. Argentina: Amorrortu editores. 40 Op. Cit. Deleuze, Gilles. 41 Ibidem
33
En este contexto, este sinsentido es observado por la cadena de significantes y en
el envolvimiento de la metonimia de las palabras que además rigen una lógica
otra. Está lógica, basada en un sentido no realizado por el consenso sino es un
sinsentido donde hay un sentido, un sentido del otro. Ese sentido que tiene un
significante distinto al que nosotros comprendemos a primera vista, pues es el
sentido del otro: “a la peculiar del otro se la ha pretendido descubrir y afirmar
mediante la razón discursiva, el instinto de vinculación social, la operación del
sentimiento, la actividad moral, la dialéctica del espíritu, la dialéctica de la
naturaleza, la invención proyectiva y la reflexión fenomenológica.”42 Sin embargo,
¿cómo entender el sentido y la locura del otro sin conocer la propia?
Entonces, en esta pérdida de “efecto” para el sinsentido, como por ejemplo, Alicia
pierde a lo largo de novela el nombre propio (los personajes no la llaman Alicia,
sólo el narrador), ya que este nombre propio esta “garantizado a la permanencia
de un saber”43, el cual no está asegurado y se pierde cuando Alicia pierde la
certidumbre de dicho conocimiento. Ahora bien, en cuanto a las paradojas, la
incertidumbre “no es una duda exterior a lo que ocurre, sino una estructura
objetiva del acontecimiento mismo, en tanto que va siempre en dos sentidos a la
vez, y que descuartiza al sujeto según esta doble dirección.
La paradoja es primeramente lo que destruye al buen sentido como sentido único,
pero luego es lo que destruye al sentido común como asignación de identidades
fijas”44. Dentro de estas paradojas esta la multiplicidad del sentido, el
transformarse en demasiado o insuficiente al mismo tiempo, una acción y otra a la
vez, o en orden atemporal porque la ubicación es en el tiempo lógico, donde el
tiempo es el tiempo del inconsciente. Por lo tanto no hay futuro ni pasado de una
manera secuencial, ordenada o “lógica” y por tanto incluso puede existir el castigo
antes de la acción (como en Alicia a través del espejo).
42 Laín Entralgo, Pedro. (1983). Teoría y realidad del otro. España: Alianza editorial. 43 Op. Cit. Deleuze, Gilles. 44 Idem.
34
Además, el lenguaje es simbólico. “Heidegger expuso que la clave del lenguaje es
ontológica y, por tanto, simbólica o complicacional: la dicción del lenguaje muestra
la complejidad de ser y sentido, o sea, la conjugación o articulación de mundo y
hombre. La radical ambivalencia o ambigüedad del simbolismo, tal y como se
expresa en aquellos versos de Pablo Neruda en su poema 20: “Yo la quise, y a
veces ella también me quiso. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Ya no la
quiero, es cierto, pero cuánto al quise. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la
quiero.” Estos versos no tienen un significado objetivo y racional, preciso y
científico, semántico y lógico, pero obtienen un sentido transliteral y humano.”45
Al inicio de la novela, Alicia tras el furor de la curiosidad de alcanzar el conejo
blanco, comienza a sentir miedo. De acuerdo con la Real Academia Española, el
miedo es: “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o
imaginario.” Sin embargo, el miedo es el que logra movilizar a Alicia en este paso
por la locura. Pues, cuando a penas cae al lugar, Alicia está segura, tiene
certidumbre de qué hacer, se adelanta a las respuestas de los primeros
personajes que ve, pues comienza con la certidumbre anticipada, hasta que
comienza a angustiarse al no comprender y quedar fuera de la norma de esta
lógica consensuada de la que ella no forma parte.
Debido a esta angustia, Alicia es movilizada y deja de anticiparse y reconoce el
“no saber”. Es en esta primera parte de la novela, se muestra el instante ver.
Alicia tiene tres momentos marcados por los cambios de escenarios: Durante su
caída por la madriguera del conejo, en el charco de lágrimas, y en la carrera
parlamentaria, Alicia está “enteramente sumergida en el elemento esquizoide de la
profundidad, a partir de la caída interminable de Alicia. Todo es alimento,
excremento, simulacro, objeto parcial interno, mezcla venenosa.
La misma Alicia es uno de estos objetos cuando es pequeña; cuando es grande se
identifica con su receptáculo”46. En estos primeros capítulos se muestra una Alicia
45 Ortiz‐Osés, Andrés. (2003). Amor y sentido. Una hermenéutica simbólica. España: Anthropos. 46 Op. Cit. Deleuze, Gilles.
35
que se anticipa a lo que va a pasar, sigue esperando que actúen los demás bajo la
lógica que ella maneja, discute con los personajes, la responsabilidad está en los
objetos externos, en aquello que la hace crecer o empequeñecer, en aquello que
la ha extraviado o abandonado. Todo es confuso, la mayoría de los personajes y
objetos le representan un peligro para su vida, incluso ella misma. Al observar la
capacidad que tiene de poder hacerse daño, el conocer esos límites desde
corporales hasta de acción la llenan de angustia:
“se levantó y fue hacia la mesa para medirse con ella, y descubrió que, como
había adivinado, ahora medía cerca de treinta centímetros y que seguía
encogiendo muy rápido. Pronto averiguó que la causa del cambio era el abanico;
lo soltó de inmediato, justo a tiempo para evitar su completa desaparición. ¡Me
salve de Milagro!, dijo Alicia, bastante asustada por la repentina transformación…
¡Desearía no haber llorado tanto!, dijo Alicia mientras nadaba tratando de salir.
Supongo que ahora recibiré mi castigo por ello, ¡Ahogándome en mis propias
lágrimas!”
Alicia se angustia por su capacidad de destrucción, su curiosidad la llevo a un
lugar del cual no sabe salir, sus propias lagrimas pueden ahogarla, etc. Siente
culpa persecutoria al no haber seguido las normas y siente que debe ser
castigada, siente miedo a alguna represaría de los habitantes extraños que
pudieran hacerle daño y no por una preocupación real del objeto.
Por otro lado, se observa cuando el conejo manda un pequeño Bill, el consejo de
una oruga, credo y pimienta y hasta la loca hora del té una segunda parte en
donde Alicia parece mostrar claramente un cambio de orientación. “Sin duda,
todavía hay, y con una potencia renovada, el tema de la casa llenada pero Alicia,
en la que impide que entre el conejo y de la que expulsa violentamente al lagarto
(secuencia esquizoide niño-pene-excremento). Pero se aprecian notables
modificaciones: en primer lugar, ahora Alicia juega el papel de objeto interno en
tanto que es demasiado grande.
36
Además, crecer y empequeñecer no tienen lugar solamente respecto de un tercer
término en profundidad (alcanzar la llave o pasar la puerta, en la primera parte),
sino que juegan por sí mismos al aire libre, uno respecto de otro, es decir, en
altura. Y Carroll se molestó en señalar que ahí existe un cambio, ya que ahora es
bebe lo que hace crecer y comer lo que empequeñece (en la primera parte era a la
inversa). Y sobre todo, hacer crecer y hacer empequeñecer están reunidos en un
mismo objeto, el champiñón que funda la alternativa en su propia circularidad.
Evidentemente, esta impresión sólo se confirma si el champiñón ambiguo cede su
sitio a un objeto bueno, explícitamente presentado como objeto de las alturas. A
este respecto, no basta con la oruga, aunque suba a la coma del champiñón. El
gato Cheshire es precisamente quien juega este papel: es el objeto bueno, el pene
bueno, el ídolo o la voz de las alturas. En cara las disyunciones de esta nueva
posición: indemne o herido, ya que tan pronto presenta su cuerpo entero, como su
cabeza decapitada; presente o ausente, ya que se esfuma dejando sólo su sonrisa
o se forma a partir de esta sonrisa de objeto bueno (complacencia provisional
respecto de la liberación de las pulsiones sexuales). En su esencia, es aquel que
se retira, se separa.
Y la nueva alternativa o disyunción que impone a Alicia, conforme a esta esencia,
aparece dos veces: primero, ser niño o cerdo, como en la cocina de la duquesa;
luego como el lirón dormido que está entre la liebre y el sombrero, es decir, entre
la bestia de las madrigueras y el artesano de las cabezas, o bien tomar el partido
de los objetos internos, o bien identificarse con el objeto bueno de las alturas; o
sea, escoger entre la profundidad y la altura”.47
En este momento Alicia comprende (tiempo para comprender), concibe que ella ya
no es ella, Alicia ya no es Alicia y sin embargo no ha dejado de ser Alicia:
-“¿Quién eres tú?-preguntó la oruga.
47 Ibidem. Pág 238.
37
-Alicia: Yo… yo, ahora, apenas lo sé, señor; al menos sé quién era yo cuando me
levanté esta mañana; pero creo que he sufrido varios cambios desde entonces”
¿A dónde llegar? ¿Qué camino tomar? ¿Quién soy? ¿Quién no soy? Ya no le
parecía tan raras las cosas, pues sabía que todo era extraño, comenzaba a
descubrir su locura:
“Ah es que no puedes evitarlo –afirmo el gato- aquí todos estamos locos. Yo estoy
loco. Tú estás loca… debes estarlo, de lo contrario no habrías venido aquí.”
En la hora del té, al escuchar las distintas concepciones acerca del tiempo en el
que se encuentran los personajes, Alicia se angustia frente a la muerte, y sale
disparada y molesta al darse cuenta de que no puede controlarlo, al comprender
que puede detenerse aunque el reloj siga caminando.
Cuando llega al campo de croquet de la reina, el cuento de la tortuga impostora, la
contradanza del bogavante, ¿quién robo las tartas? Y el final testimonio de Alicia,
se muestra como un tercer momento de Alicia en donde cambia un elemento más:
“tras haber vuelto brevemente al primer lugar, pasa a un jardín de superficie
frecuentado por cartas sin espesor figuras planas. Es como si Alicia se hubiera
identificado lo suficiente con el gato, al que declara su amigo, como para ver
desplegarse la antigua profundidad y convertirse en esclavos o instrumentos
inofensivos los animales que la poblaban.
Sobre esta superficie es donde distribuye sus imágenes de madre y de padre
durante un proceso, pero Alicia presiente los peligros del nuevo elemento: la
manera como sus buenas intenciones corren peligro de producir resultados
abominables y cómo el falo representado por la reina amenaza con volverse
castración.”
El miedo a la muerte y a la castración son amenazas otorgadas por la imago de la
madre mala, de ese pecho malo, con esa madre castradora que ya ha castrado al
rey, a ese padre insuficiente, que no puede salvarla. Sin embargo, el gato aparece
38
como figura idealizada que puede salvar a Alicia y controlar a la madre mala y
persecutoria.
5.3 Capítulo III. Metáfora y metonimia en Alicia
“Una mujer no es la misma para todos”
Anatole France Escritor francés.
Una carrera parlamentaria y una historia larga como una cola.
Después de haberse casi ahogado en el charco de lágrimas, Alicia se encontró en
la orilla con una serie de animales con los cuales entabla una conversación para
discutir acerca de cómo volver a estar secos y “después de unos minutos a Alicia
le pareció completamente natural hablarles con tal familiaridad que parecía que los
conocía de toda la vida”48.
48 Op. Cit. Carroll, Lewis.
39
En ese planteamiento surge una duda ¿Cuánto tiempo ocurrió entre que Alicia
conoció a estos personajes y en cuanto comenzó a hablarles con familiaridad? El
lapso es de “unos minutos”, pero cuánto es eso. Y es que pasa del momento del
desconocimiento, de la incertidumbre y del miedo hasta llegar a crear un vínculo
en el que parecía que los conocía de toda la vida.
Carroll no establece cuanto son unos minutos, pero deja implícita la pregunta
acerca del tiempo ¿Cuánto dura un minuto? Dura 60 segundos, hablando
cronológicamente, pero ¿Cuánto se necesita para conocer a alguien? ¿Para
olvidar a alguien? ¿Cuánto es toda la vida? Estas son preguntas que parecen no
tener una respuesta exacta ni única. “Toda la vida” pueden ser 50 o 90 años, tal
vez un instante o tal vez toda una vida. ¿Cuánto dura la juventud?
“…Cada mes que transcurre le avecina a usted un porvenir espantoso. El tiempo
tiene celos de usted, y guerrea contra sus azucenas y sus rosas. Se pondrá usted
lívido, y sus mejillas se hundirán, y sus ojos perderán todo su brillo. Sufrirá usted
horriblemente…”49
En este texto de Oscar Wilde, “El diario de Dorian Gray” (1890) se puede
reflexionar acerca de cómo el tiempo cronológico no es el único determinante que
incide en esta condición sino que es el deseo quién dirige este camino. Esto no
significa que se hable de lo real y que sólo por desearlo dejemos, por ejemplo, de
envejecer. Sin embargo, es en el plano de la realidad psíquica en que esto se
desenvuelve.
“Al entrar se encontraron, colgado del muro, un soberbio retrato de su amo, tal
como le habían visto por última vez, en todo el esplendor de su juventud y su
belleza. Caído en el suelo, había un hombre muerto, vestido de etiqueta, con un
cuchillo clavado en el corazón. Era un hombre caduco, arrugado y de rostro
repulsivo hasta que se fijaron en las sortijas que llevaba no pudieron
identificarle.”50
49 Wilde, Oscar. (2010). El diario de Dorian Gray. España: Biblioteca Edaf 50 Ibidem
40
Por lo tanto, se observa en este texto de Oscar Wilde como es el deseo de no
envejecer, ese deseo por escapar del tiempo. El tiempo lógico descrito en el
capítulo anterior es el que determina el paso del tiempo en dónde no hay tiempo.
¿Por qué la diferencia? Parece ser que el tiempo no se mide porque no hay un
tiempo cronológico sino uno del inconsciente. Entonces, el tiempo dura lo
necesario, y ahí es donde surge la duda ¿necesario para qué? Tal vez es que está
en disposición del deseo.
¿Cómo entender ese deseo? Si bien el deseo es universal, pero cada persona
tiene un deseo individual. ¿De qué manera podemos escuchar a esta parte
inconsciente?
Lacan dice que el inconsciente está estructurado como un lenguaje y éste emplea
la metáfora y la metonimia. En este contexto, en el texto de Alicia, se muestra un
ratón que, después del charco de lágrimas, pide que lo escuchen, pues él los
dejará secos. Así que comienza una “seca” historia. Esto suena extraño, debido al
contexto la “idea común” pudiera pensarse como el brindar una actividad o
solución para que todos se secaran entendiendo la palabra “seco” como: “que
carece de agua u otro líquido”. No obstante, en inglés la palabra “dry”, que
significa en su acepción más común “seco” también puede entenderse de forma
coloquial como algo que no es bueno o le falta algo para que le guste a la
persona.
De esta forma, al escuchar la historia del ratón, no es que exista una falta de
sentido sino el sinsentido planteado por Deleuze. Como se había mencionado
antes, es la donación del sentido y que posee un significado distinto al
determinado, pero esto no significa que pierde significación.
Posteriormente, en la historia del ratón sobre Guillermo el conquistador, éste dice
“… lo encontró oportuno…”. En esta frase surge un debate, pues pregunta el pato
“¿encontró qué?” y responde con enfado el ratón: “Lo encontró. Obviamente usted
sabe lo que ese lo significa, ¿no?” Frente a esto, el pato dice: “¡Por supuesto que
41
sé lo que “lo” significa cuando soy yo el que encuentra algo…La pregunta es: ¿qué
es lo que el arzobispo encontró?
Es así como se puede mostrar cómo una palabra cambia de significado
dependiendo del sentido que le da cada persona. Sé lo que me significa, pero no
sé cómo es ese significado para alguien más. Es así que el signo, el significante y
el significado hacen su aparición.
El significado, según Saussure, es “el elemento conceptual del signo. No es el
objeto real designado por un signo (el referente), sino una entidad psicológica que
corresponde a ese objeto”51 y éste no está dado de forma natural sino que es
producido. El significante, según Lacan, “es lo que representa a un sujeto para
otro significante”52, es decir, es la imagen acústica. Y el signo es que represente
algo para alguien y éste significa algo cuando hay alguien para que le dé
significado sino este sólo será un signo.
Otros conceptos que inciden en el texto de Alicia son: la metonimia y la metáfora.
La primera es “la sustitución de un término por otro, fundándose en relaciones de
causalidad, procedencia o sucesión existentes entre los significados de ambos
términos. Según los diferentes modos de contigüidad, se producen diversos tipos
de metonimia. Esta aparece: Cuando se designa una causa por medio de su
efecto, cuando se alude al efecto por medio de la causa, cuando se denomina un
objeto por medio del lugar donde produce o de donde procede, cuando se designa
a un pintor, escritor, soldado, torero, etc. por medio del instrumento que maneja,
cuando se menciona una obra por el autor de la misma, cuando se designa una
característica moral por medio de una realidad física, cuando se emplea el signo
para designar la cosa significada.
La metonimia, como la metáfora, la alegoría y el símbolo, son tropos literarios que
tienen en común el basarse en la sustitución de términos que implican una
traslación o desplazamiento del significado. Lo que diferencia esencialmente a la
51 Evans, Dylan. (2010). Diccionario introductorio de psicoanálisis lacaniano. Buenos Aires: Paidós. Pág. 176. 52 Idem
42
metonimia de la metáfora es que, en la metonimia esa traslación se produce
dentro del mismo campo semántico (causa-efecto, obra-autor, etc.), mientras que
en la metáfora se produce entre términos cuyos conceptos pertenecen a campos
distintos: río-vida; mar-muerte; dientes-perlas, etc.”53
Con base en lo anterior, se observa como la palabra “dry”, que significa seco
puede tomar las distintas connotaciones dependiendo de los elementos como el
signo, el significado y el significante. Asimismo, el título del capítulo en inglés es “A
Caucus-Race and a Long Tale” por lo que desde el título realiza una serie de
juegos de palabras en dónde para empezar, la palabra caucus, según el
diccionario Clave, significa “grupo de personas o representantes de la misma
ideología que se reúnen para tomar decisiones comunes”54. Esta palabra se
emplea en el proceso de elección de candidatos a la presidencia de Estados
Unidos. Por lo que se puede traducir como una carrera del parlamento o carrera
parlamentaria en donde el Dodo sugiere que se secarán a través de dicha carrera.
Cuando el Dodo realiza esta propuesta, Alicia le pregunta ¿qué es una carrera
parlamentaria? Pero el Dodo le dice que la mejor forma de explicarlo es
haciéndolo, de tal forma que pareciera que no encuentra las palabras para explicar
que girar en círculos sería la dinámica.
Sin reglas, en donde cada animal comenzó a correr cuando quiso y abandono la
competencia de igual manera. La pista de carreras era un círculo, por lo que el
inicio era el final. De esta forma se muestra el deseo que trata de alcanzarse, pero
que nunca puede llenarse, el iniciar y el llegar a la meta son dos acciones que se
conjugan a la vez en donde se va hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo
(futuro anterior). Mientras más corres y rebasas al que está junto, más estas atrás.
Entonces, ¿cómo saber hacia dónde se está yendo? ¿Se está yendo hacia alguna
parte? ¿Cuándo se llegará? ¿Cuándo terminará?
53 SISIB y Facultad de Filosofía y Humanidades. Glosario. Universidad de Chile. <http://www.uchile.cl/cultura/actividades/glosario/metonimia.htm>. Visitado el (20 de Febrero de 2012) 54 CLAVE. Diccionario. http://www.cleavebooks.co.uk/grol/alice/won03.htm. Visitado: 20 de Febrero 2010
43
La dirección y el sentido lo damos de forma individual y eso es lo que responderá
a las preguntas anteriores. Posteriormente, en el texto le peguntan al Dodo quien
fue el que gano, éste reflexiona y finalmente dice que cada uno y todos han
ganado, así que se observa el sentido que le da el Dodo, pues ya que no hay
ningún parámetro que lo especifique. Por lo que tan cierto que todos han ganado
como que todos han perdido.
En este contexto, se muestra de nuevo el sentido que se le da a las palabras tan y
como Carroll realiza con los juegos de palabras de su obra. Por ejemplo cuando
Alicia le pide que cuente su historia, éste le dice:
-“Mine is a long and a sad tale!' said the Mouse, turning to Alice, and sighing.
It is a long tail, certainly, said Alice, looking down with wonder at the Mouse's tail;
but why do you call it sad? And she kept on puzzling about it while the Mouse was
speaking, so that her idea of the tale was something like this…
…You are not attending! said the Mouse to Alice severely. What are you thinking
of?
I beg your pardon, said Alice very humbly: you had got to the fifth bend, I think?
I had not! cried the Mouse, sharply and very angrily. A knot!' said Alice, always
ready to make herself useful, and looking anxiously about her.
Oh, do let me help to undo it! I shall do nothing of the sort, said the Mouse, getting
up and walking away. You insult me by talking such nonsense!”-
En este juego de palabras, que se observa mejor en su idioma original, se
establece que surge una confusión cuándo el ratón se refiere a una larga y triste
historia y Alicia habla de una triste y larga cola. Ya que historia y cola se escriben
igual en inglés: Tale.
Por otro lado, es importante destacar que mientras Alicia considera que los
personajes que se encuentran están “locos” y que carecen de sentido, al final es el
44
ratón quien le dice: “You insult me by talking such nonsense”, por lo que se dirige
a Alicia diciendo que lo insulta con tantas tonterías, sin embargo, nonsense
también es entendido como sin sentido. De esta manera, Alicia es quién se
encuentra con otra lógica, lo cual la posiciona en un lugar en donde ella no
comprende el sentido de los demás y queda su discurso sin sentido.
Es aquí el sentido que le da cada persona para comprender las cosas. Un signo
puede ser el mismo, pero posee múltiples significados dependiendo del contexto y
de la persona que lo signifique. Entonces, aquí surgen diferencias y conflictos con
el lenguaje y con la forma de comunicarse. Es así, que una lógica y sentido
consensuados se deben seguir para estar en la media de la norma, pero eso no
implica que no existan los demás sentidos o significados. Por ejemplo, en el delirio
del psicótico no es que su discurso carezca de lógica sino que emplean una lógica
otra, la cual no está alienada a la consensuada socialmente porque carece del
registro del Otro.
El consejo de una oruga.
¿Quién eres tú? Esta es una pregunta que aborda la interrogante del ser y como
se mencionó en el primer capítulo por el ser en el tiempo. Es en este discurso con
la oruga cuando Alicia expresa que no tiene una certeza sino que es la duda y la
pregunta por el ser la que la moviliza.
“Yo...yo, ahora, apenas y lo sé, señor; al menos sé quién era yo cuando me
levanté esta mañana; pero creo que he sufrido varios cambios desde entonces.”55
Alicia no es ella misma ha habido un movimiento en su tiempo y eso la hace que
cambie pues no puede ser la misma Alicia que antes ni será la misma Alicia
después y a pesar de todo no deja de ser Alicia.
55 Op. Cit. Carroll, Lewis.
45
Jugando en el tiempo, el ser se transforma. Por eso Alicia no se conoce entre ese
antes y en el ahora. ¿Cuánto tiempo ocurrió? ¿En qué momento fue que dejo de
ser la antigua Alicia? Tal vez ya había dejado de ser la antigua Alicia hasta que
descubrió tras la pregunta de la oruga es que se da cuenta que ya no es más
Alicia. Entonces, ¿habría sido cuando cayó en la madriguera, o cuándo casi se
ahoga en el charco de lágrimas, cuándo se atora en la casa del conejo blanco,
después de ganar en la carrera parlamentaria? O fue sólo tras enunciar que tal
vez ya no sabía quién era ella en el momento en que esto ocurrió.
De ser así, qué de su deseo se movió para poder dejar de ser ella. El tamaño que
va adquiriendo Alicia en el texto nunca es suficiente, siempre es muy grande o
muy pequeña para lo que ella quiere. Así es como el deseo nunca se satisface.
Lacan establece que el deseo “es la falta de su objeto. Designa el campo de
existencia del sujeto humano sexuado, por oposición a todo abordaje teórico del
ser humano que se atenga a lo biológico, a la conducta o a los sistemas de
relación, distinción que establece entre necesidad, demanda y deseo. Esta
automatización del campo del deseo que define a la subjetividad humana en su
contigüidad con el orden biológico de las necesidades y la reproducción, y por su
anexión necesaria al lenguaje, que hace que el hombre demande lo absoluto del
amor y que todo objeto otorgado se presente siempre como a ser perdido.”56
Tras perder su estatura es que desea ser grande, cuando es grande desea ser
pequeña. Aquel objeto perdido ahora es el deseado. Entonces, la pregunta se
plantea en: ¿Qué de su deseo hizo que cayera en la madriguera del conejo?
Alicia comienza a escapar de la realidad, tras la conversación de su hermana que
los libros para adultos no tienen dibujos. ¿Qué significó eso para Alicia? Tal vez
esa experiencia fue le brindó un recordatorio de muerte en el que el tiempo se hizo
evidente.
56 Op. Cit. Evans, Dylan.
46
Tras una realidad insoportable decide abstraerse y adentrarse de sí misma “fue
detrás de él sin detenerse a pensar cómo podría salir de ahí después”57 En el
contexto del libro, es que va detrás del conejo. Pero acaso no es un signo que
pueda significar aquella búsqueda del deseo. Ahora bien, ¿qué deseo?
Pareciera que es aquel en que desea que no pase el tiempo, en dónde trata de
escapar de su destino, de la muerte. No obstante, Alicia es que se anticipa a este
destino y cae en el error de la prisa. “Finalmente, se imaginó cómo sería aquella
hermanita suya al paso del tiempo, siendo una mujer adulta, y cómo conservaría a
través de los anos de madurez, el corazón sencillo y amoroso de su niñez…”58
Desde otra visión se puede concebir que un perverso sea aquel que no quiere que
pase el tiempo. Por lo que el hablar de una de Carroll quién sufrió de distintos
antecedentes de pederastia y quién profesó una gran amor por Alicia.
Los pederastas no fijan la mirada en una persona de su edad, pues delo contrario,
se les haría evidente el tiempo y por consecuencia les mostraría su finitud, de esta
manera Alicia en el país de las maravillas puede pensarse como una obra en
dónde el autor expresa aquel deseo por que deje de pasar el tiempo.
No obstante, volviendo al personaje de Alicia, es que Alicia desea abstraerse del
tiempo, pero se encuentra descubriendo su propio sinsentido en dónde fija la
mirada para poder comprender su propia locura.
El testimonio de Alicia
¨Porque sueño... no lo estoy¨.
(Película Leolo)
-¡Presente! Grito Alicia, olvidándose, debido a la agitación del momento, de lo
mucho que había crecido en los últimos minutos…-59
57 Op. Cit. Carroll, Lewis. 58 Idem. 59 Idem.
47
El tiempo del reloj no determina el tiempo del inconsciente. Puede haber crecido
físicamente una persona, pero poseer los mismos miedos o anhelos infantiles, ya
que el inconsciente no registra este pasar cronológico. Esto no significa que al
tratar de conocernos y re-conocer nuestros afectos lleguen a desaparecer, ya que
si esto ocurre y deja de existir la ansiedad, deja de haber un móvil que impulse el
mismo deseo y por lo tanto se dirige a lo mortífero.
El miedo nunca desaparece, pero se significa y resignifica dándole un nuevo
sentido:
¨El miedo le dio desde aquel día, una razón de ser. Así nunca más Fernán tendrá
miedo de nadie. Y cuando mi hermano sea una montaña, tampoco tendré miedo. Y
podré ir por todas las callejuelas de la Tierra, o decir a todos los mierdas de este
mundo lo que pienso de ellos. Ay de aquéllos que no inclinen la cabeza a nuestro
paso.¨
Estas palabras de la película Léolo (1992) de Jean-Claude Lauzon, expresan
como el miedo puede dar un sentido nuevo positivo cuando antes apuntaba a la
muerte y el dolor. Así es como Alicia no se había percatado de aquel
¨engrandecimiento¨ en donde ya podría enfrentar a la reina y a la corte. En ese
tiempo ella sigue temerosa pensándose pequeña, percibiéndose débil, etc.
No obstante, Alicia al transcurrir este tiempo, mira alrededor y se percata del error
de la prisa. ¨Alicia miró al estrado y se dio cuenta de que, por la prisa, había
puesto a la lagartija de cabeza y la pobre menaba la cola melancólicamente de un
lado para otro, ya que casi no podía moverse.¨60
Alicia se da cuenta de su error, pues no recae en el tratar de evitar la locura
imponiendo aquella lógica que consideraba ¨no loca¨ por así decirlo sino que
descubre esa lógica otra, la cual no es incorrecta, pero si distinta.
60 Idem.
48
¨Si es tan amable, Su majestad, ¿por dónde empiezo? Preguntó. Empieza por el
principio – le contestó el rey gravemente – y continua hasta llegar al final;
entonces, te detienes.¨61
Alicia deja de tratar de escapar de la locura, enfrenta la situación y a pesar de
disminuir en este instante regresando a su tamaño físico normal, enfrenta la
castración tras la amenaza constante de le corten la cabeza y concluye asumiendo
su falta y regresando al estado de consciencia, pudiendo dejar su-realismo interno
y enfrentando la realidad externa.
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61 Idem.
49
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