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LA ALTERNATIVA LOCAL
KENNEDY, BOGOTA (Colombia). Domingo, 24 junio 2015. Año 1. Nº 1.
@KennedySomosTodos - 3177116214
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El debate sobre los
desequilibrados contratos
suscritos entre el Distrito de
Bogotá y los concesionarios
privados que operan las
troncales de Transmilenio ha
rodeado el sistema desde sus
inicios.
El Índice de Pasajeros por
Kilómetro (IPK), las primas de
riesgo y la amortización del
costo de los buses en 10 años,
Cuando en agosto de 2012
Petro anunció rebaja de tarifas,
la ciudadanía pensó que iba a
“coger el toro por los cachos”.
No ha sido así. Los estados de
ingresos y costos para 2012 de
las firmas SI 99, Express del
Futuro, Conexión Móvil, S.O.
Móviles, Transmasivo y
Citimovil, que operan en las
troncales de la Caracas, la
NQS, la Calle 80, la Avenida
Suba y la Autopista Norte —
según datos suministrados por
la Superintendencia de
Transporte— dicen que,
mientras en 2011 sus ingresos
fueron de $452.509 millones,
para 2012 sumaron $550.829
millones, 22% más. En cuanto
a las utilidades antes del
impuesto a la renta para estas
mismas, en 2011 fueron de
$23.813 millones y en 2012 de
$40.755 millones. Crecieron
71%.
¿Cómo entender que, pese a la
rebaja, se acrecienten así los
Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
“célebre” IPK, se introducen
dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
de magia, se les alarga la vida
útil a los articulados, aun a
riesgo de la seguridad de los
usuarios, hasta 1’240.000
kilómetros, 400 mil más que
los previstos.
Esto implica que no
devolverán los vehículos al
Distrito, como se exigió en el
caso del aseo, sino que su
amortización, ya cubierta, se
continuará remunerando a una
tasa del 10%, pagándolos dos
veces. Además, incluir el
“costo medio” en la tarifa, y no
el costo real, que es el costo
marginal —correspondiente al
del último usuario que utiliza
el sistema—, consiste en un
viejo truco para trasladar
mayores montos del bienestar
del consumidor al prestador
privado del servicio.
En la modificación, fuera de
que se prescribe una
“rentabilidad razonable” para
el operador, insólitamente, y
luego de más de 10 años de
ganancias, se sostiene una
prima de riesgo del negocio
del 15%. Todas estas cargas
hacen que hoy la tarifa técnica
esté en $1.841, fruto del costo
promedio reconocido por
kilómetro, a partir de $6.729
en abril de 2013, y que se va
incrementando mes a mes. Lo
que falte lo pondrá el erario.
Hace poco el secretario de
Hacienda, Ricardo Bonilla,
quien comprende que el
sistema es de costos crecientes,
anunció que tendría que haber
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Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
“célebre” IPK, se introducen
dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
“célebre” IPK, se introducen
dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
de magia, se les alarga la vida
útil a los articulados, aun a
riesgo de la seguridad de los
usuarios, hasta 1’240.000
kilómetros, 400 mil más que
los previstos.
Esto implica que no
devolverán los vehículos al
Distrito, como se exigió en el
caso del aseo, sino que su
amortización, ya cubierta, se
continuará remunerando a una
tasa del 10%, pagándolos dos
veces. Además, incluir el
Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
“célebre” IPK, se introducen
dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
de magia, se les alarga la vida
útil a los articulados, aun a
riesgo de la seguridad de los
usuarios, hasta 1’240.000
kilómetros, 400 mil más que
los previstos.
Esto implica que no
devolverán los vehículos al
Distrito, como se exigió en el
caso del aseo, sino que su
amortización, ya cubierta, se
continuará remunerando a una
tasa del 10%, pagándolos dos
veces. Además, incluir el
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Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
“célebre” IPK, se introducen
dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
de magia, se les alarga la vida
Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
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dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
de magia, se les alarga la vida
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Como si fuera poco, la
administración de Petro
convino una modificación al
contrato de los operadores del
año 2000 presentada como
transición de Transmilenio al
Sistema Integrado de Trasporte
Público (SITP). En ella se
otorgan todavía más ventajas a
las concesionarias. Primero se
les reafirma la concesión, pero,
además, aunque se cambia el
“célebre” IPK, se introducen
dos perlas: el pago por costo
medio por kilómetro y, por arte
de magia, se les alarga la vida
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