LA DIVINA MISERICORDIA
La Iglesia celebra el
II Domingo de Pascua la Fiesta de la Divina
Misericordia. La preparación de la
fiesta se inicia el Viernes Santo
con la Novena a la Divina Misericordia.
La Devoción a la Divina Misericordia
constituye un auténtico movimiento
espiritual dentro de la Iglesia católica
promovido por Santa Faustina
Kowalska, a quien Juan Pablo II canonizó el 30 de
abril de 2000.
S.S. Juan Pablo II escogió ese día para
anunciar una sorpresa:
«En todo el mundo, el II Domingo de
Pascua recibirá el nombre de Domingo
de la Divina Misericordia».
«Una invitación perenne para el
mundo cristiano a afrontar, con
confianza en la benevolencia divina, las dif icultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros».
Jesús le dijo a Santa Faustina:
"Deseo que durante estos nueve días encamines
almas hasta el manantial de Mi misericordia, para
que encuentren allí la fortaleza,
el refugio y toda aquella gracia que necesiten en
las penalidades de la vida, y especialmente en la
hora de la muerte."
"Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás
en el océano de Mi misericordia
y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi
Padre... Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para
esas almas en atención a los méritos de mi amarga
Pasión."
Diversas anotaciones de Santa Faustina en torno a la Novena y a la Coronil la
El Señor me dijo rezar esta coronil la durante nueve días antes de la
Fiesta de la Misericordia. Debe iniciarse el Viernes
Santo. "Durante este novenario
concederé a las almas toda clase de gracias".
(Diario, 796)
"Para que cada alma exalte Mi Bondad. Deseo
la confianza de Mis criaturas, invita a las
almas a una gran confianza en Mi
Misericordia insondable.”
Que no tema acercarse
a Mí el alma débil, pecadora y aunque
tuviera más pecados que granos de arena hay en la t ierra, todo
se hundiría en el abismo de Mi
Misericordia". (Diario, 1059)
«...Reza incesantemente esta Coronil la que te he
enseñado. Quienquiera que la rece
recibirá gran Misericordia a la hora de la muerte.
Los sacerdotes se la recomendarán a los
pecadores como la ult ima tabla de salvación.
Hasta el pecador mas empedernido,
si reza esta Coronil la una sola vez, recibirá la
gracia de Mi Misericordia Inf inita. »
«Deseo que el mundo entero conozca Mi
Misericordia; deseo conceder
gracias inimaginables a las almas que
confían en Mi Misericordia.»
(Diario, 687)
«Hija Mía, anima a las almas a rezar la Coronil la que te he
dado. A quienes recen esta
Coronil la, Me complazco en darles
lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores
empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su
muerte será feliz. Escríbelo para las almas
afl igidas:
«Cuando un alma vea y conozca la gravedad de sus
pecados,cuando a los ojos de su alma
se descubra todo el abismo de la miseria en la que ha caído, no se desespere, sino que se
arroje con confianza en brazos de Mi Misericordia, como un niño en brazos de su madre
amadísima. »
«Escribe: cuando recen esta Coronil la junto a los
moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el
Salvador Misericordioso.» (Diario, 1541)
«Estas almas tienen prioridad en Mi Corazón
compasivo, ellas t ienen preferencia en Mi Misericordia. Proclama que ningún alma que ha
invocado Mi Misericordia ha quedado decepcionada ni ha
sentido confusión. Me complazco
particularmente en el alma que confía en Mi Bondad»
Hoy he iniciado la Novena a la Divina
Misericordia. Es decir, en espíritu me traslado delante de la
imagen y rezo la coronil la que me enseñó el Señor.
“Jesús me ordena hacer una Novena
antes de la Fiesta de la Misericordia y debo emplearla hoy por la
conversión del mundo entero y para que se
conozca la Divina Misericordia”.
Por todo el género humano, especialmente
por los pecadores.
Rezar el Credo, un Padre nuestro, un Ave María.
Jesús dijo a Santa Faustina: “Hoy, tráeme a TODA LA HUMANIDAD Y
ESPECIALMENTE A TODOS LOS PECADORES y sumérgelos en el mar de
Mi misericordia. De esta forma me consolarás de la amarga tr isteza en que me
sume la pérdida de las almas”.
Oración: Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de
tener compasión de nosotros
y de perdonarnos, no mires nuestros pecados,
sino la confianza que depositamos en Tu bondad
inf inita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de
El. Te lo suplicamos por Tu
amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre eterno, mira con misericordia a
toda la humanidad, y especialmente
a los pobres pecadores que están encerrados en el
Corazón de Jesús l leno de compasión,
y por Su dolorosa Pasión muéstranos tu misericordia
para que alabemos su omnipotencia por los siglos
de los siglos. Amén.
Valiéndose de un rosario, en las cuentas grandes antes de cada
decena rezamos:
“Padre Eterno, te ofrezco: el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la
Divinidad de tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, en reparación
de nuestros pecados y los pecados del mundo
entero”.
En las diez cuentas pequeñas en cada decena rezamos:
“Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de
nosotros y del mundo entero”.
Al f inal; después de las cinco decenas rezamos:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
ten misericordia de nosotros y del mundo
entero”.(tres veces)
Oración:
“Expiraste Jesús pero tu muerte hizo brotar un
manantial de vida para las almas y el océano de tu
Misericordia inundó todo el mundo".
"Oh fuente de vida, he insondable Misericordia Divina, inunda el mundo
entero derramando sobre nosotros hasta tu últ ima
Gota"
Como jaculatorias f inales rezamos tres veces:
"Oh sangre y agua que brotaste del Sacratísimo
Corazón de mi Jesús como fuente inagotable de
misericordia: Confiamos en Ti".
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