Nueva fase política en Euskal Herria:CONCRETANDO ZUTIK EUSKAL HERRIA
0. IntroducciónAunque todavía no han pasado dos años desde que hicimos pública la resolución Zutik Euskal He-
rria, el cambio de estrategia realizado por la Izquierda Abertzale ya ha traído consigo consecuencias
evidentes.Basándonos en las condiciones políticas creadas como consecuencia de décadas de
lucha, hace casi dos años impulsamos una estrategia cuyas prioridades eran el agrietamiento de la
estrategia de bloqueo de los Estados y la suma de fuerzas entre los sectores abertzales de Euskal
Herria.
Para salir de una vez del círculo vicioso de represión impuesto por los estados y romper la política
de aislamiento ejercida contra nosotros y nosotras, decidimos tomar la iniciativa política.A través de
movimientos unilaterales, además de nuestra apuesta política, hemos dibujado una nueva situación
política.
Sabemos que los Estados, antes o después, tendrán que participar en el proceso de resolución del
conflicto político.Pero esa verdad rotunda no nos obliga a actuar de cara a ellos.La Izquierda
Abertzale ha decidido actuar de cara a la sociedad vasca y a la comunidad internacional.Buscamos
sinergias con esas dos partes, queremos crear nuevas complicidades con ellas.Y poco a poco lo
estamos consiguiendo.
Ya hemos ganado la batalla de la credibilidad. En Euskal Herria, la mayoría de la gente sabe que la
apuesta de la Izquierda Abertzale es real y honesta. Así mismo, está claro que la voluntad política
de los Estados es nula.Pero no es tan fácil volver a construir los numerosos puentes que estaban
rotos en la propia Euskal Herria desde hacía mucho tiempo. Estamos en ello.En la batalla de la con-
fianza, concretamente. Queremos realizar este proceso con el País, porque sabemos que toda nues-
tra fuerza y nuestra única garantía están en él.
Las elecciones municipales y forales de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia nos han
demostrado que vamos por el buen camino.Además de romper el aislamiento, hemos conseguido
reunir las fuerzas de miles y miles de ciudadanos y ciudadanas.Parece mentira cuánto hemos avan-
zado en poco meses, dónde y cómo estábamos y dónde y cómo estamos, pero está claro que lo
hemos conseguido con el esfuerzo de todos y todas.Ahora no hay ningún precipicio ante nuestros
ojos, sino la increíble capacidad de la apuesta política que forma parte de
Zutik Euskal Herria.
No se puede negar que los Estados mantienen su estrategia de negación
y bloqueo.Pero gracias a toda la ofensiva política derivada de Zutik Euskal
Herria, su posición política es cada vez más débil y estamos creando nuevas condiciones en Euskal
Herria para generar alianzas fuertes entre los sectores que sueñan con la soberanía.
Ahora estamos en el momento de concretar el desarrollo estratégico de Zutik Euskal Herria.El reco-
rrido realizado estos dos años ha sido difícil, pero espectacular.El largo camino que debemos recor-
rer a partir de ahora, vista la falta de voluntad política de los Estados, no será más sencillo.Aún así,
la Izquierda Abertzale tiene cada vez más instrumentos y recursos para desarrollar su
estrategia.Vamos, entonces, a organizar y sacar partido a esos nuevos instrumentos y recursos
entre todos y todas.
1. Principales consecuencias políticas de los últimos mesesLo dijimos por entonces: ZUTIK EUSKAL HERRIA no sería posible sin las condiciones políticas
creadas por los cincuenta años de lucha anteriores. Hoy en día, nuestra reflexión sigue teniendo la
misma base.Los cincuenta años de lucha han llevado al fracaso al marco jurídico-político que nació
para conseguir asimilación de Euskal Herria. En las últimas décadas, hemos conseguido que el
deseo de soberanía en Euska Herria en vez de desaparecer sea cada vez más amplio.
Por otro lado, hemos tenido que reconocer que en los últimos años los Estados habían dejado en
gran medida debilitada la estrategia de la Izquierda Abertzale. Girando en el círculo vicioso de la
represión y sin poder salir de él, sin iniciativa política estábamos totalmente atrapados en la estrate-
gia de bloqueo de los Estados.Aunque los esfuerzos de nuestros miembros eran enormes, no
teníamos capacidad para crear contradicciones a los Estados.El objetivo de la represión y el ais-
lamiento impuestos por los Estados era llevar al proyecto política de la Izquierda Abertzale a una
peligrosa situación de minimización.
Estábamos en la coyuntura de tener que hacer una profunda reflexión.Así surgió ZUTIK EUSKAL
HERRIA, con la intención de revitalizar y dotar de nuevas capacidades el proyecto político del inde-
pendentismo de izquierdas.Renovando la estrategia independentista, decidimos dotarnos de nuevas
políticas de alianzas e instrumentos principales para la suma de fuerzas.Elegimos garantizar el
proyecto político y social de la Izquierda Abertzale a través de mayorías sociales y políticas, convir-
tiendo a nuestro País, a la sociedad vasca, en la única garantía de nuestra estrategia.
Pero era indispensable recuperar la iniciativa política para superar la estrategia de bloqueo de los
Estados.Así pues, hace dos años, decidimos impulsar el Proceso Democrático mediante decisiones
unilaterales.Con ello pretendíamos situar la confrontación en parámetros democráticos, llevando al
Estado al ámbito en el que más débiles.Los pasos unilaterales han puesto
de manifiesto no la debilidad de la Izquierda Abertzale, sino su fortaleza
política, siendo en todo caso movimientos realizados de cara a nuestro
País y a la comunidad internacional.
El Estado español, acomodado en su mensaje de “insuficiencia”, no quería ver que estábamos des-
gastando poco a poco su posición política.Así, hemos conseguido el agrietamiento de su estrategia
de bloqueo y crear las condiciones para nuevas sumas de fuerzas en favor de la soberanía en
Euskal Herria.Basándonos en la total confianza en nuestras fuerzas, hemos comenzado a cambiar
la relación de fuerzas entre los Estados y los sectores populares favorables a la soberanía de Euskal
Herria, más que la relación de fuerzas entre los Estados y la Izquierda Abertzale.
Los acuerdos estratégicos denominados Lortu Arte, firmado primeramente con Eusko Alkartasuna,
y más tarde Euskal Herria Ezkerretik, que atrajo a Alternatiba, han sido primordiales en este proceso,
puesto que sientan las bases de una colaboración permanente con otros sectores políticos.De la
misma manera, el Acuerdo de Gernika que nación como hoja de ruta para la resolución del conflicto
además de romper el aislamiento político impuesto por el Estado contra la Izquierda Abertzale, ha
dejado de manifiesto la voluntad de unos y la falta de voluntad de otros para solucionar el
conflicto.Los agentes internacionales ha participado en el proceso de resolución del conflicto, em-
pezando por la Declaración de Bruselas hasta la creación de la Comisión Internacional de Verifi-
cación, y han demostrado una y otra vez su compromiso para ayudar en ello. Por supuesto, en ese
camino las iniciativas de ETA han sido muy decisivas, ya que han sido claras expresiones de su vol-
untad.
Como hemos mencionado antes, la Izquierda Abertzale estaba atrapada en la estrategia de negación
y bloqueo del Estado, haciendo frente a la salvaje represión, pero sin capacidad de iniciativa
política.Ahora, sin embargo, la iniciativa política está en nuestras manos y hemos conseguido cam-
biar totalmente la situación política mediante movimientos unilaterales.La represión continúa ac-
tuando duramente en contra nuestra, pero ahora está desgastando la posición del propio Estado y
fortaleciendo políticamente la nuestra.
En los últimos meses, el independentismo está fortaleciéndose como opción y proyecto político y, a
pesar de las dificultades, hemos comenzado a crear pueblo a pueblo un amplio sujeto institucional
en favor de la soberanía.Además, a medida que nuestros pasos unilaterales avanzan, la falta de
voluntad política del Estado esté quedando en evidencia a los ojos de los ciudadanos vascos y vas-
cas y de muchos observadores internacionales, y la Izquierda Abertzale aparece no solo ante la ciu-
dadanía vasca sino también ante la comunidad internacional como el agente que quiere solucionar
y cerrar el conflicto político definitivamente.
Por supuesto, en ese camino ha habido grandes dificultades.Y hablando de este tema, no podemos
olvidar en qué situación estábamos cuando pusimos en marcha esta apuesta política, ya que
además de estar ilegalizados, a nivel de organización estábamos en una
posición muy débil. El haber tenido que recorrer todo este camino, que
nos ha exigido profundos cambios en muchos niveles, a gran velocidad
ha dificultado la cohesión interna y el poder interiorizar la apuesta ade-
cuadamente.Además, con frecuencia, la distancia entre las dinámicas
políticas nacionales y las dinámicas de los pueblos ha sido demasiado
grande.Tanto es así que hoy en día no podemos decir que el proceso tenga unas bases totalmente
sólidas en nuestros pueblos y barrios. Por lo tanto, el principal trabajo de sembrar y enraizar el
Proceso Democrático en las tierras vascas está por hacer.
Por último, la situación de los últimos años ha puesto en peligro la propia estrategia nacional, porque
ha predominado una falta de visión nacional.La frontera ha supuesto una fractura de la Izquierda
Abertzale más que de la estrategia, provocando un retroceso en los avances realizados en muchos
ámbitos durante los últimos años.A pesar de las dificultades, convirtamos esta gran preocupación
en la fuente de las soluciones futuras.
2. Los Estados y el regionalismo en la nueva fase política2.1. El Estado españolAdemás de la crisis económica, también le afecta la crisis del modelo territorial. Es verdad que la
situación económica del Estado español es muy preocupante.El adelantamiento de las elecciones
generales previstas para el próximo marzo a noviembre anuncia que en vez de mejorar seguirá ba-
jando hacia un fondo que nadie sabe dónde está.
Pero como hemos dicho, la situación económica no es el único motivo de preocupación para los
poderes Estatales.Desde hace mucho tiempo, los centros de poder estatales vienen haciendo un
diagnóstico negativo en torno al modelo de estado autonómico. Además de ser muy caro para el
Estado –ya que supone una duplicidad de casi toda la administración–, no ha alcanzado su objetivo
original.Es decir, durante estos treinta años, el Estado no ha conseguido anular el deseo de sobe-
ranía de Euskal Herria y Catalunya.
La debilidad política del Estado se basa en la falta de ofertas estratégicas hacia esas dos
naciones.Agotado el modelo anterior, el Estado puede encontrarse ante una oportunidad histórica;
es decir, a las puertas de una segunda transición.Impulsando un proceso que ahora pueda reunir
realmente a todas las culturas políticas, puede arreglar su problema histórico –el carácter de estado
plurinacional- y, al mismo tiempo, el conflicto político de Euskal Herria.Para ello, el Estado debería
tender hacia una formulación asimétrica, dejando atrás de una vez por todas su viejo modelo
autonómico de “café para todos”.En una formulación similar, el Estado, reconociendo el carácter de
nación a las naciones históricas que están bajo su dominio, debería asumir el compromiso de re-
conocer y respetar el derecho a decidir que les corresponde.
No hace falta decir que se necesita una gran madurez democrática para
dar un paso así y no parece que el Estado español vaya a tomar ese
camino en breve.Es más, actualmente se están imponiendo en su seno
involuciones centralistas que van en contra de ese camino. El naciona-
lismo español todavía no está dispuesto a reconocer que hay más de una
nación –la suya, claro– en el Estado, aunque haya sido una realidad du-
rante siglos. Por supuesto, esas reacciones violentas del Estado, y más aún en la situación política
actual, se están convirtiendo en una fábrica para producir independentistas en Catalunya y, sobre
todo, en Euskal Herria.
A pesar de todo, este diagnóstico negativo del Estado nos obliga a profundizar en nuestra reflexión,
porque si el Estado no tiene capacidad política de hacer una oferta estratégica a Euskal Herria,
¿dónde queda la opción de un Acuerdo Democrático que solucionaría el conflicto político?
En honor a la verdad, hay que cambiar totalmente las cosas en el Estado para que el Acuerdo
Democrático pueda tener opciones reales.No decimos que no sea imposible, ya que lo que hoy
parece completamente imposible mañana o pasado puede ser viable.De todas formas, la Izquierda
Abertzale debe prepararse para esos dos escenarios:La opción del Acuerdo Democrático con el Es-
tado o la falta de opciones para un Acuerdo Democrático.
Hemos dicho que la esencia de la estrategia derivada de Zutik Euskal Herria es actuar de cara a
nuestro País.Hemos dicho que las claves son las políticas de alianzas y la suma de fuerzas que
crearemos en nuestro País.Por lo tanto, no tenemos que cambiar nuestra actuación, ni en el primer
escenario, ni en el segundo.La suma de fuerzas nos ayudará a conseguir el Acuerdo Democrático
con el Estado, ya fortalecerá cada vez más nuestra posición en la mesa de negociación.Si el Estado
sigue empeñándose en su estrategia de bloqueo, nosotros, como País, seguiremos dando pasos
unilaterales, tendiendo continuamente la mano al Estado para pactar el Acuerdo Democrático y, al
mismo tiempo, creando una mayoría cada vez más amplia en Euskal Herria. Viendo la completa
cerrazón del Estado, y formando una amplia mayoría en Euskal Herria, seguiremos dando pasos
unilaterales, llegando a hacer una declaración de independencia unilateral, si algún día fuera nece-
sario. Por supuesto, para dar un paso así la relación de fuerzas en toda Euskal Herria debería cam-
biar absolutamente y deberíamos conseguir un acuerdo básico entre todas las culturas políticas del
País.
Como hemos señalado anteriormente, estas dos posibilidades no se excluyen mutuamente, nuestra
prioridad en pactar el Acuerdo Democrático con el Estado, pero si no hay voluntad política por su
parte, nos obligará a dar más pasos unilaterales.Nosotros pondremos la fuerza acumulada en cada
paso al servicio de la consecución del Acuerdo Democrático, pero ante la falta de voluntad del Es-
tado, seguiremos adelante como País.
2.2. El Estado francésPor supuesto, al igual que en toda Europa, la crisis económica también está azotando duramente
al Estado francés, pero sus estructuras estatales no son tan débiles como
las del Estado español.El Estado francés se muestra en Europa como
principal poder, tanto en el ámbito económico como en el militar, y realiza
grandes esfuerzos en ese papel.De todos modos, los cambios y tenden-
cias que se están dando a nivel mundial, le han obligado a tomar medidas
internas para fortalecer al propio Estado. Es ahí donde podemos situar el
proceso de reforma vinculado a la organización territorial, mediante el cual se está profundizando
aún más en el modelo centralista dominante hasta ahora y se prevén nuevos retrocesos en lo que
se refiere al respeto hacia las naciones no reconocidas.
Por otro lado, el Estado que en su día se proclamó como la tierra de los derechos humanos, está
adquiriendo un carácter antisocial y retrógrado cada vez mayor.En vista, por ejemplo, de los contin-
uos ataques contra la migración, el peligroso debate sobre la identidad nacional o la postura tomada
en torno a la euro orden, el Estado se está deslegitimando a sí mismo ante muchos sectores de la
propia sociedad francesa. Ni qué decir en Euskal Herria, cuando a esas tendencias se les suman
las medidas que derivan del proceso de reforma de la organización territorial.Las pseudo-
herramientas basadas hasta ahora en la concepción de “Pays” (Consejo de Desarrollo...), y las
pocas competencias que tienen se están poniendo en tela de juicio.No solo eso, sino que crea el
riesgo de dar claros pasos atrás en el tema de la territorialidad (uniendo a Zuberoa con el Bearne,
o a Biarritz-Angelu-Baiona con las Landas). Está llegando el momento de redefinir las relaciones
con el Estado, no solo en el ámbito abertzale de Euskal Herria, sino también en otros sectores am-
plios.Aunque durante los últimos años hayan aparecido fuerzas en favor de la reivindicación depar-
tamento vasco, ahora que se van a fortalecer las regiones, se va a canalizar la desaparición de los
departamentos y las competencias locales van a ser nulas, se puede decir que en esos sectores
también estamos entrando en una fase de aumento del nivel de las reivindicaciones.
2.3. El regionalismoAhora que el independentismo está fortaleciéndose como opción y proyecto político, el PNV está
cada vez más nervioso, sumergido en graves contradicciones.Ve peligrar su hegemonía y, no puede
regalarle a la Izquierda Abertzale la oportunidad de tener influencia en todo el espectro abertzale,
entre otras cosas porque perdería la principal característica que convertía al PNV en “válido” ante
el Estado.Por eso, últimamente, está haciendo algunos gestos tímidos en favor del derecho a la au-
todeterminación, al parecer para levantar un muro ante la ofensiva de las fuerzas políticas que ten-
emos como eje la soberanía de Euskal Herria.En esta encrucijada tenemos al PNV en este
momento:Si hace una clara elección a favor de Euskal Herria, conseguirá un mayor apoyo de la ciu-
dadanía, pero esa posición lo alejará de Madrid, y si sigue eligiendo al inquilino de la Moncloa como
compañero de camino, la disminución del apoyo de la ciudadanía puede hacerle perder su validez
para esa función.El miedo a perder esa interlocución con el Estado “en nombre de Euskal Herria”
hace que veamos al PNV en ese difícil equilibrio, sin una clara oferta estratégica hacia los
ciudadanos y ciudadanas vascos.Parece ser que el peligro de pasar del protagonismo en la escena
política a estar a un lado guiará los pasos del PNV.
En Nafarroa Garaia, ha quedado en evidencia de una vez por todas lo que
estaba detrás de las siglas de NaBai:Al fin, el PNV y el interés por crear
un nuevo sector regionalista a su medida han quedado totalmente al
desnudo.Por supuesto, la pérdida del apoyo de Aralar no anulará de re-
pente ese sector, pero ayudará a que quede de manifiesto su tamaño
real.La redes de intereses personales, económicos, mediáticos, etc.
creados en torno a NaBai en la última década no desaparecerán de la noche a la mañana, pero la
nueva situación política y el fin de la etapa de ilegalización deberán sacar a la luz la verdadera
relación de fuerzas de Nafarroa Garaia.
El PSN, auto-invalidándose a muy largo plazo como alternativa para un cambio político, está claro
que en Nafarroa Garaia el cambio político solo puede venir de la unión de fuerzas de todos los
abertzales.
3. Los ejes para el desarrollo de la estrategia independentistaAnteriormente, mencionamos tres fases para explicar la estrategia independentista renovada de-
rivada de Zutik Euskal Herria:
1) La fase de resolución del conflicto político 2) La fase de institucionalización del sujeto nacional,
y 3) La fase del logro de la independencia.Por supuesto, actualmente nuestra prioridad está en la
primera fase, ya que sin desenredar el problema del conflicto difícilmente podremos avanzar en las
siguientes fases.De todas formas, entendiendo que para que la estrategia tenga éxito debe ser in-
tegral, debemos poner en marcha desde hoy mismo tanto las líneas de trabajo encaminadas a
constituir el sujeto nacional, como las actuaciones para crear mayorías sociales en favor de la inde-
pendencia. Por supuesto, la velocidad e intensidad de las líneas de trabajo correspondientes a las
fases 1ª, 2ª y 3ª –y, por consiguiente, las inversiones que deben hacerse en ellas– serán distintas
dependiendo del grado de prioridad.Al igual que algunas líneas de trabajo desaparecerán a medida
que se consigan los objetivos y se superen las fases, otras los fortaleceremos cada vez más. Por
ejemplo, no podemos dejar la lucha ideológica en favor de la independencia hasta que llegemos a
la fase 3ª, porque para entonces el terreno ideológico perdido puede ser demasiado grande. Pero
está claro que esa línea de trabajo, sin negar su importancia estratéfica, no se puede convertir hoy
en día en nuestra prioridad.Debemos desarrollar todas las líneas de trabajo, pero en diferentes
velocidades e intensidades, repartiendo para ello nuestras fuerzas de la manera más adecuada
posible.
La estrategia independentista dibuja la transición entre esta situación de negación y división territorial
de Euskal Herria hacia la consecución de una nueva situación basada en el reconocimiento del su-
jeto político vasco y el derecho a la autodeterminación, con la intención de dar un salto hacia la in-
dependencia como País partiendo de esa situación.Ante el proyecto de asimilación y las vías de
represión que ofrecen los Estados, debemos llevar a la mayoría de la sociedad vasca hacia posi-
ciones en favor del derecho a decidir y el proyecto independentista.Cuando apostamos por la suma
de fuerzas, queremos decir que queremos llevar a nuestro País de esa situación de sometimiento
y división a una situación de territorialidad y soberanía mediante la configuración de nuevas mayorías
sociales vascas.
Para eso, sustituyendo a la hegemonía política del regionalismo autono-
mista, hemos comenzado a organizar un nuevo movimiento soberanista
e independentista de izquierdas, cuyo objetivo es presentarse como
referencia estratégica de todo el sector abertzale. Hemos actuado con la ambición de convertirnos
en el principal rail de la sociedad vasca y desarrollar una visión de País.
Es bien sabido que la clave del conflicto político es el reconocimiento por parte de los Estados del
carácter de nación de Euskal Herria y su derecho a decidir. Para conseguir ese reconocimiento es
indispensable que los Estados español y francés participen tarde o temprano en la negociación
política que debe tener lugar dentro del proceso político.Pero ya sabemos que ni uno ni otro tienen
voluntad para ello, ni lo tendrán.Aunque no se puede predecir cuánto tiempo se puede alargar el
tiempo para conseguir acuerdos con los Estados, dentro de la estrategia independentista debemos
realizar planteamientos concretos para obligar a los Estados a participar en el proceso de nego-
ciación.
El camino escogido en nuestra estrategia para obligar a los Estados a participar en esas negocia-
ciones y alcanzar acuerdos es muy claro a través de nuevas políticas de alianzas y sumando fuerzas
como País ante los Estados, queremos obligarlos a negociar y pactar.Si nos topamos con falta de
voluntad por parte de los Estados, optaremos por actuar dando pasos unilaterales como
País.Sumando fuerzas paso a paso, teniendo en cuenta para ello las condiciones, necesidades,
velocidades, tiempos, procedimientos, etc. de cada momento, queremos crear mayorías ciudadanas
cada vez más amplias ante la falta de voluntad de los Estados.¿Para qué queremos nuevas
mayorías sociales?Justamente para poder dar más pasos unilaterales, si son necesarios como
consecuencia de la prolongación de la cerrazón de los Estados, hasta la independencia, por
supuesto.
Esta nueva estrategia de largo recorrido que, consecuentemente, nos exige ampliar lo máximo posi-
ble la visión, tiene los siguientes ejes principales:
3.1. Materialización de la estrategia nacionalPara que la estrategia tenga éxito, es indispensable que sea nacional.Por supuesto, el carácter y
las situaciones de los territorios vascos son distintos.Tener una estrategia nacional significa que sea
única en toda Euskal Herria, aunque los criterios principales se tendrán que adaptar en función del
carácter de cada territorio y su situación.Actualmente, aunque las velocidades y las formas sean
distintas, en todos los territorios de Euskal Herria debemos recorrer un camino que atraviese los
siguientes hitos: 1) Configurar mayorías en favor del reconocimiento de Euskal Herria y su derecho
a decidir, 2) la construcción nacional y el desarrollo de estrategias de estructuración institucional,
3) hacer propuestas electorales basadas en la suma de fuerzas, y 4) encauzar la resolución del con-
flicto político.
Por supuesto, las iniciativas que se encaminarán en Lapurdi, Behe Nafar-
roa y Zuberoa en base a esos criterios y las que se encaminarán en Na-
farroa Garaia, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa no serán de por sí las mismas,
entre otras cosas, porque en los cuatro campos los puntos de partida son
muy distintos, pero debemos avanzar en la misma dirección, y lo que
hagamos en cada uno de esos campos debe reforzar los demás. Ir dando pasos en la convergencia
entre las fuerzas de Euskal Herria nos hará más fuertes y efectivos en el proceso de actuar como
País y en la disputa con los dos Estados.
3.2. Construcción nacional y estructuración del sujeto políticoUno de los principales resultados del proceso de cambio que nos debe dotar de nuevos recursos
para nuestro País es el desarrollo de la práctica social, política e institucional de la construcción na-
cional. La independencia, además de fortalecerla como un objetivo ideológico alcanzable, es un
proyecto que debemos ir materializando a través de pasos prácticos.De la misma manera, la cons-
trucción nacional cumple una función importante en la consecución de marcos nuevos basados en
hacer frente a la asimilación de los Estados y en el derecho a decidir.
Siendo la construcción nacional muy amplia, priorizaremos el trabajo en los pilares que nos con-
vierten en País:el impulso de una dinámica popular, social e institucional basada en la unidad
territorial, hacia la normalización del euskara:oficialidad (cambio de leyes o leyes nuevas), hacia un
sistema de educación propio:medidas para la política educativa (aplicación del Currículum Vasco o
la creación de la Universidad Vasca, por ejemplo), el impulso social e institucional del trabajo para
que la Selección de Euskal Herria pueda competir oficialmente a nivel mundial, la construcción de
nuevas estructuras culturalmente necesarias para Euskal Herria, y un largo etcétera.
Hay que superar el entramado jurídico-político que impone la división territorial y la represión, y
profundizar en propuestas políticas para conseguir nuevos recursos para la estructuración del sujeto
político y la unidad territorial. Como:el desarrollo de estructuras económicas, culturales y políticas
basadas en el territorio de Euskal Herria, reorganización de Udalbiltza (como institución nacional
basada en los municipios, que pueda canalizar dinámicas y proyectos innovadores en el ámbito de
la unidad territorial), diseñar un modelo definitivo para las relaciones entre Araba, Bizkaia, Gipuzkoa
y Nafarroa Garaia, hacer una profunda reflexión entorno a los Derechos Históricos de los Territorios
(DHT) –concretando la graduación que debería crearse entre el poder político municipal y las insti-
tuciones legislativas y ejecutivas–, hacer una propuesta de institución propia basada en el re-
conocimiento político de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa (debería establecer las competencias
para el desarrollo de los tres territorios y las relaciones con los demás territorios de Euskal Herria).
3.3. Modelo social alternativoLa crisis del modelo capitalista que hoy en día padece todo el mundo está provocando consecuen-
cias graves en todas partes.Además, está claro que en esta época de globalización los problemas
lejanos son locales y que la influencia de los problemas locales también llega lejos.Teniendo en
cuenta las características de la red productiva y nuestra situación
geopolítica y económica, debemos examinar los cambios estructurales
que exige el nuevo modelo económico y social que queremos implantar
en nuestro País.La Izquierda Abertzale debe avanzar en la estrategia fa-
vorable a canalizar la producción y reparto justos y reales de la riqueza,
siendo coherente con una actuación coincidente desde el punto de vista
de clase.En ese camino emprendido hace tiempo por la Izquierda Abertzale que ha caracterizado
el socialismo identitario que necesita Euskal Herria, siendo conscientes, por supuesto, de que for-
mamos parte de una alianza interclasista, debemos seguir adelante.
En ese sentido, la defensa y reivindicación del Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección
Social y las iniciativas y políticas en favor del ámbito socio-económico vasco serán los elementos
fundamentales para el cambio político y social. Por ese lado, el derecho a decidir y la lucha social
en favor de nuevos recursos serán fundamentales.En la disputa de la relación de fuerzas, en la
medida en que es imprescindible llevar a la clase trabajadora vasca a posiciones en favor de nuevos
marcos, debemos convertir a la propia clase trabajadora y al sector social en activos del proceso
político.En este recorrido, el decálogo publicado por la mayoría sindical vasca es una herramienta
interesante.
Para crear un modelo social alternativo, es imprescindible hacer frente a la represión de género.
Para que las mujeres tengamos una igualdad real de oportunidades y derechos, en vez de poner
parches de buena voluntad, tenemos que empezar a hacer una verdadera política feminista en todas
las instituciones, en el trabajo, en la calle, en casa y, por supuesto, empezando por nuestras estruc-
turas.
3.4. Democracia vascaNo queremos soberanía solo para que los Estados dejen de tomar decisiones que nos corresponden
a los ciudadanos y ciudadanas vascos.La Izquierda Abertzale quiere la soberanía para que los ciu-
dadanos y ciudadanas vascas puedan participar y tomar decisiones.Queremos una democracia ver-
dadera, que dé el poder al Pueblo, una democracia directa y participativa.
Vivimos en un mundo en el que los Estados deciden cada vez menos.Los centros de decisión están
cada vez más lejos de las instituciones.La corrupción y la profesionalización de la política han es-
pantado a la gente de la política.Solo llenando a las instituciones de contenidos, solo dejando a la
gente participar en los debates, solo dando a la gente voz y poder de decisión sobre cuestiones que
les preocupan y afectan resucitaremos la democracia.Y es imprescindible.
Es muy necesario que en las instituciones en las que gobierna Bildu se vea un modelo nuevo y
diferente.Igualmente, nuestro funcionamiento interno tiene mucho que mejorar.
4. Las principales herramientas para desarrollar la estrategia independentista4.1. Alianzas político-institucionalesAlcanzando acuerdos que se plasmen en las instituciones y en las elec-
ciones, formaremos alianzas que recojan compromisos tácticos (resolu-
ción del conflicto-derecho a decidir) y estratégicos (estructuración de
Euskal Herria-Estado Vasco).Ese ámbito de las alianzas puede permitir ir
creando sujetos políticos nuevos, y de forma más general, darnos la oportunidad de tener un pro-
grama político y de avanzar en el cambio político y social hacia los objetivos estratégicos.La creación
de un nuevo sujeto que con un punto de vista soberanista, independentista y de izquierda debe
seguir su camino, fortaleciéndose y ampliándose poco a poco.
En los últimos desafíos electorales, Euskal Herria Bai y Bildu han demostrado la capacidad de ese
camino.Por supuesto, debemos continuar aumentando y profundizando las oportunidades que nos
dan esos resultados.
4.2. La alianza sindicalEl papel que debe jugar la mayoría sindical vasca tanto en el proceso de cambio político y social
como en el proceso de resolución del conflicto político es enorme.Es decir, estamos hablando de la
articulación y dinamización de todo un ámbito que tiene mucho que decir y hacer en el impulso de
relaciones de fuerza desde la perspectiva de los objetivos tácticos y estratégicos.
4.3. El movimiento popularEuskal Herria necesita un movimiento vivo y dinámico.Para crear un verdadero modelo social alter-
nativo y para que desarrollemos el proceso político con la mayor participación posible, necesitamos
un movimiento popular que se renueve y cambie.En los próximos años, la Izquierda Abertzale no
puede quedarse mirando a las instituciones, trabajaremos en ellas, pero también en la calle, en el
movimiento popular.Tendremos que buscar equilibrios y complementariedad entre estas dos labores
que son muy necesarias.
4.4. La Izquierda AbertzaleEsta nueva fase política necesita una Izquierda Abertzale nueva, porque los modelos e instrumentos
de hace treinta años se han quedado desfasados.Así pues, la Izquierda Abertzale debe renovarse,
para actuar de la mejor manera posible en la nueva fase.En ese camino, el proceso de debate para
la constitución de la nueva organización política denominada Sortu será muy importante, ya que
además de decidirse el nuevo modelo de organización, actualizaremos las bases de nuestro
proyecto político.
5. El Proceso Democrático y la estrategia de negociaciónEl Proceso Democrático, como dijimos en la ponencia Zutik Euskal Herria, es un instrumento para
dar una solución democrática al conflicto político.Además, teniendo como objetivo la resolución del
conflicto, el Proceso Democrático se convierte en la 1ª fase de la estrategia independentista.Por lo
tanto, debemos entenderlo dentro del desarrollo de la estrategia integral.
Está demás decir que los Estados no tienen voluntad política para dar una
solución integral al conflicto político, porque lo vemos a diario con nuestros
ojos.Tendremos que obligar a los Estados a participar en la resolución del
conflicto político, y tendremos que andar el camino para pasar de los
pasos unilaterales a los pasos bilaterales.Además, los Estados harán todo lo que puedan para de-
formar el proceso, pretendiendo para ello limitar la dinámica de negociación al raíl técnico y dirán
muchas mentiras y harán multitud de trampas para que quedemos atrapados en ese raíl.Los Estados
difícilmente aceptarán que la estrategia para asimilar a Euskal Herria ha fracasado.Seguirán ne-
gando la mayoría social en favor del derecho de autodeterminación que tienen delante.Dirigirán
todos sus esfuerzos a conseguir que prevalezca su “narración de vencedores y vencidos", con la
intención de llevar el cambio de estrategia de la Izquierda Abertzale a esos parámetros.
Nosotros no tenemos narración por el momento, porque en Euskal Herria nada ha terminado.La
nueva estrategia no da fin a nada, porque es la continuación lógica de todo lo sucedido hasta
ahora.Lo quieran los Estados o no, nuestro proceso de liberación sigue adelante y, según nuestra
opinión, cada vez con más solidez.Nuestros avances políticos dejarán su “narración” patas arriba,
estamos seguros.
Con el cambio de estrategia, la Izquierda Abertzale tampoco plantea la negociación según parámet-
ros clásicos. Ahora, la negociación no es un objetivo.No estamos luchando para poder negociar
algún día con los Estados, sino que también negociando luchamos. Así las cosas, la negociación
es otro instrumento que debemos saber utilizar en favor de todo nuestra línea política.Concreta-
mente, otro ámbito de lucha.
En ese sentido, si la Izquierda Abertzale tiene que negociar, actuará en todo momento de cara a
Euskal Herria, su sociedad y la comunidad internacional, no de cara al Estado que se siente de-
lante.Así pues, lo que se logre en la negociación debe ayudar a reforzar toda nuestra línea política,
y a medida que se refuerce nuestra línea política, también tendremos una posición cada vez más
fuerte en la negociación.La negociación debe ser una palanca para avanzar en el desarrollo de toda
nuestra estrategia.Por eso, no queremos adoptar una postura posicional en las negocioaciones, es
decir, no queremos convertirnos en rehenes de nuestra palabra, porque no queremos repetir los er-
rores del pasado.No podemos quedarnos atrapados en las situaciones de bloqueo que querrán im-
poner los Estados. Nuestra herramienta más eficaz será continuar sumando fuerzas en la calle y
en las instituciones y con ese objetivo necesitaremos flexibilidad e imaginación para superar los blo-
queos.
Muchas veces, hemos mencionado las fases del Proceso Democrático, que son:
1ª fase: La consecución de los mínimos democráticos (legalización, derechos básicos de los presos,
derechos civiles y políticos...).
2ª fase: La consecución del Acuerdo Democrático, mediante el diálogo y negociación entre los
agentes políticos de Euskal Herria (conseguir que todos los proyectos políticos sean factibles).
3ª fase: Los Estados reconocen y respetan el Acuerdo Democrático, el Marco Democrático (todos
los derechos para todos los ciudadanos y ciudadanas vascos).
En el camino hacia la estructuración del Proceso Democrático, debemos dar los siguientes
pasos:Configurar, reforzar y, sobre todo, activar políticamente una mayoría social a favor del derecho
a decidir (tenemos que sacar a la calle a todos los y las abertzales, adoptando posturas más activas
en todos los ámbitos sociales), la Izquierda Abertzale debe ser legal cuanto antes (para que todos
participemos en el proceso en igualdad de condiciones), debemos traer a casa a los presos y refu-
giados políticos, cada preso que traigamos a casa sin esperar a acuerdos políticos debemos con-
vertirlo en activo para reforzar el proceso entero.Debemos volver a crear el ambiente del año 1977,
debemos conseguir que una amplia mayoría de ciudadanos y ciudadanas pidan que se traiga a los
presos y refugiados a casa.Seguramente, nos encontramos en las condiciones políticas y sociales
mejores que ha habido en mucho tiempo para realizar ese trabajo.
Además, debemos superar todas las vías represivas.Los Estados no cesarán la represión por vol-
untad propia, nosotros debemos frenarlos construyendo muros; cuando la represión desgaste la
posición política de los Estados de cara a la sociedad dejarán de utilizarla.
Siguiendo el esquema de Anoeta, los ámbitos de diálogo y negociación son estos dos:
- Entre los agentes políticos de Euskal Herria:Solo corresponde a los y las representantes de los
ciudadanos y ciudadanas vascos acordar las características del Marco Democrático que establecerá
el reconocimiento del carácter de nación y el respeto de la voluntad popular.
- Entre ETA y los Estados:negociaciones para dar fin a la confrontación armada y solucionar sus
consecuencias (presos, refugiados, desarme, desmilitarización...).
El objetivo de las negociaciones políticas, en torno al reconocimiento del sujeto nacional vasco y
basadas en el respeto a la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria, es conseguir
un acuerdo para que todos los proyectos políticos, la independencia inclusive, sean factibles.
En esa estrategia, hemos mencionado muchas veces la necesaria com-
plicidad de los actores internacionales.Algunos de ellos han realizado un
impresionante labor desde la Declaración de Bruselas hasta la actualidad,
con una gran voluntad para solucionar realmente el conflicto político.El
Grupo Internacional de Contacto, cuyo objetivo es promover el diálogo y
la negociación entre los agentes políticos de Euskal Herria y el Grupo Internacional de Verificación,
cuyo objetivo es verificar la tregua de ETA, al menos, son iniciativas suyas, pero no las últimas.
La gente de los pueblos nos ha dicho que no sabían qué hacer en los procesos.Es verdad que pocas
veces hemos acertado en ello. Alguna veces, es difícil concretar cuál puede ser la pequeña
aportación de cada uno de nosotros para que un proceso difícil y complejo semejante pueda seguir
adelante, para que no caigamos en los obstáculos dispuestos por los Estados, para saber levan-
tarnos después de caernos... Ninguno de nosotros se sentará en la mesa de negociaciones, pero
en todos nuestros pueblos hay lugares de reunión en favor de traer a los presos y presas y refugia-
dos y refugiadas políticos vascos, un movimiento amplio en favor de los derechos civiles y políticos,
toda la dinámica del Acuerdo de Gernika... y si no lo hay, puede haberlo.Si alguien lo crea, si alguien
habla con otra gente, si alguien apoya las convocatorias amplias, si alguien hace una apuesta fer-
viente y sólida por desarrollar una alianza política nueva en su pueblo y sumar fuerzas, formaremos
y reforzaremos la estrategia de negociación.Porque la estrategia es integral, y si no será muy
débil.La verdadera garantía de nuestro éxito está en los pueblos y barrios de Euskal Herria y, sobre
todo, en los miembros de la Izquierda Abertzale que tienen que dinamizarlos.
Ezker Abertzalea
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