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NUEVOS DATOS ACERCA DEL AMURALLAMIENTONORTE DE LA AJERQUIA CORDOBESA. EXCAVACIONESARQUEOLOGICAS EN EL N.. 14 DE LA AVE,NIDADE LAS OLLERTAS (CORDOBA)
M." DOLORE,S BAE,NA ALCANTARAPE,DRO F. MARFIL RUIZ
1. SITUACION DEL YACIMIENTO
El solar objeto de estudio se ubica en el n." 14
de la Avenida de las Ollerías (antiguo Garaje "SanCayetano") en Córdoba. El conjunto del mismo,que presenta forma irregular, tiene una superficiede 2.957,56 metros cuadrados. El área de actua-ción arqueológica se restringió a974 metros cua-drados
-recayente a la Avenida y donde se pro-
yectaba construir plantas de sótano- en la quese localizan restos del amurallamiento Norte de
la Ajerquía cordobesa.El lugar de intervención se sitúa, por tanto,
en el límite Norte de la Ajerquía, núcleo urbanoasí conocido en épocas islámica y bajo-medieval.En el siglo X, etapa de mayor expansión urbanade la ciudad islámica, constituye el gran arrabaloriental, formado por seis barrios (1). Durantela fitna se destruyeron enormes espacios urbanos,quedando sólo a salvo la amurallada Madina yuna pequeña parte del al-Chanib al-Sharqwí
-Ajerquía- (2). El amurallamiento de estos res-
tos de arrabaies constituye la novedad urbanísticadel siglo XII. Acerca de este momento conocemosla implantación en el añ,o 5L9111,25 de un impuesto(ta'tib) por parte del sultán almorávide Alí ibnYwswf, destinado a reconstruir las muralias de las
principales ciudades. Así se cerca la al-Sharquiyya,así conocida debido a su situación con respecto a
Ia Madina al-Atiqa (3). Al construirse esta cerca
tomó la ciudad la configuración que conocieron1as tropas de Fernando III al conquistarla en L236,
siendo esta zona donde se ha intervenido una de
las más despobladas de la Ajerquía desde lafitna.Durante la Bala F,dad Media sufre este núcleouna importante renovación y evolución, consti-tuyendo la segunda unidad urbanística de la ciu-dad (a).
La alineación de esta muralla se conoce pordescripciones antiguas, el estudio cartográfico (5),
así como por los numerosos restos que han llega-
do hasta nuestros días. En concreto, en esta zona
Norte, se conservan:
-Torre de la Malmuerta con lienzo de mu-raila restaurado.
-Cimiento de muralla en el n." 2 de la Ave-nida de las Ollerías.
-Cimiento de muralla en el n." 14 de la mis-ma.
-Cimiento (6) y paño de muralla en la calle
Muro de la Misericordia, que continúa por la calle
Fernando de Lara hasta la Ronda del Marru-bíal (7).
Adyacente de forma inmediata a los restosque vamos atratar, a la salida de la Calle Mayorde Santa Marina, se encontraba la llamada Puertadel Colodro, de la que sólo se conserva el topó-
1,65
nimo. Existente ya en época musulmana, aunque
de denominación desconocida, el nombre de Co-lodro, corro es conocida desde el siglo XIII, se
debe a Alvar Colodro, almogávar que escaló la
torre el día del inicio de la conquista de la ciudad(23 de enero de \236) (8).
Por otra parte, ha de destacarse la denomina-ción tradicional de la zona Norte extramuros co-mo .de las Ollerías": ..Dicenle las Ollerías, porestar aLlí casi todas las alfarerías desde los tiempos
de Los árabes, como lo afirma Afonso el Sabio en
wno de los privilegios concedidos al Cabildo Ecle-
siástico..." (9). La hipótesis de la existencia de al-fares desde el siglo X y de "ollerías y tinajerías"en épocas bajomedieval y moderna, se apoya tantoen la documentación escrita como en los hallazgos
de restos materiales relacionados con tales acti-vidades (10).
Por último señalar la localización en esta zona
de una in-rportante necrópolis romana.
2. HISTORTA DE LOS TRABAJOS
Esta intervención arqueológica con carácterde urgencia y realízada a cargo de la propiedaden el caso de la primera fase, y de la Consejeríade Cultura de la Junta de Andalucía en el de lasegunda fase, se produce por la localización en el
solar de restos de la muralla de la Ajerquía, y lanecesidad de proceder a su exacta delimitaciónen todas sus características y a su estudio, pre-viamente a la edificación y ocupación del subsueloproyectada. Así, la excavación arqueológica se efec-
túa una vez que parte del cimiento de la murallafue localizado por un sondeo r¡ediante máquinaexcavadora dirigido por personal de la DelegaciónProvincial de Cultura.
La excavación planteó una serie de objetivostendentes a la obtención de información que fa-
cilitase propuestas de actuación y soluciones in-tegradoras de intereses en relación con la ocupa-
ción del subsuelo por parte de la nueva edifica-ción.
Entre el 25 de septiembre y el 1 de diciembrede 1989 se efectuó la primera intervención, bajola dirección de M.'Dolores Baena Alcántara. Trasei informe derivado, y por Ia contraposición de
intereses existentes, el órgano competente (Di-rección General de Bienes Culturales de la Junta
166
de Andalucía) expresó la necesidad de continuarla intervención con objeto de registrar la prolon-gación de la muralla y barbacana en la zona de
rampa de acceso al solar y de conocer los posibles
restos que existiesen en la zona no excavada delsector E, entre muralla y línea de fachada actual.Así se realiza en julio-agosto de 1.990 Ia 2.^ fase
de excavación, dirigida por Pedro F. Marfil Ruiz,a1 no poder continuar la anterior directora pormotivos laborales.
Corno conclusión, y por decisión del órganocompetente, en la finca se conserva eI trazadodel cimiento de la muralla islár¡ica así como laesquina de ésta con la muralla bajornedievai, des-
montándose el resto.
3. LA INTERVENCIONARQUEOLOGICA
3.1. Primera fase
Para la reahzactln de la primera intervenciónse dividió Ia zona en dos sectores, E y V, a partirde la puerta de acceso actual desde la Avenida.La cota O se situó en el centro interior de 1a
puerta en chaflán a Puerta del Colodro.
Sector E:
En el sector E se ha excavado el cimiento de
la muralla bajomedievai, continuación del pañoemergente conservado, la esquina que forma el
mismo en esa zona, y un nivel romano de necró-polis. Este sector se encontraba rebajado en rampahasta los -2,00 m.
Se comenzó limpiando una zanla contempo-ránea de 7 ,50 m. de longitud por 1 ,10 m. de pro-fundidad y 1.,a011,,20 m. de anchura, situada en la
zona interna del cimiento de la muralla y rellenada
de escombro, y la planta del mismo en 12,50 m.
que se encontraba a ras de tierra. Posteriormentese realizaron cuatro cortes de 3,00 x 2,OO m., dosal interior de la muralla y dos al exterior, am-pliándose después los de la zona de la esquina del
cimiento, planteados de E a V.
-CORTE I: EI alzado exterior de la muralla
se sitúa en el perfil Sur, entre -2,00 y -4,10 m. Se
trata de una construcción formada por dos muroslaterales, que delimitan un espacio relleno porpiedra y tierra. El aparejo de los muros es de si-
llarejos de cahza, trabados, al menos al exterior,con mortero de cal y enlucidos, asentados en suparte más baja sobre sillarejos atizonados rellenosen su separación con tierra. Adosados y sobre elnivel de un suelo o lecho de gravas (-3,75 m.), se
excavaron una serie de bolsadas y estratos conmaterial cerár¡ico de época moderna (siglos XVI-XVII) con mezcla de materiales bajomedievales,almohades y califales, siendo escasas las r¡uestrasde estos últimos. En los niveles situados enrrelas cotas del paramento de muralla existe un claropredominio de materiales de época cristiana, sindeterminar con exactitud una cronología clara de-bido a la muestra obtenida, que oscila entre lossiglos XIV-XV y XVI-XVIL Los materiales queindican cronología son formas abiertas:
-cuencos de solero con repie anular, paredes
abiertas con carena y borde recto. Vedríos, al in-terior y exterior, muy oscuros (verdes y marro-nes).
-plato moderno, de solero rehundido y pa-redes abiertas, con borde redondeado. Vedríososcuros (verdes y marrones).
A éstos se asocia un cúmulo grande de frag-mentos excesivamente amorfos, tanto de formasabiertas como cerradas, con cronología indeter-minada.
Estos niveles se relacionarían con las noticiasexistentes de las acumulaciones de tierras y ma-teriales de vacie en los adarves, cuya necesidad delimpieza nos transmiten los documentos de su-basta para ello, y para arreglos en la muralla re-lativos a esta zona en el siglo XVII (11).
La zanja de cimentación de la muralla presenramateriales bajomedievales como fragmentos de
cuenco de solero con repie anular y paredes abier-tas ya comentado. Esa rompe un estrato musui-mán con escasos fragmentos cerámicos, adscritosa época califal tales colrro: fragmento de soierode ataifor con cara interna presentando engalbablanca bajo cubierta transparente con decoraciónverde y manganeso (hoja digitada en reserwa sobrefondo verde) y exterior con vedrío melado claro,fragmento de solero/pared de ataifor de paredesabiertas con vedrío melado al interior y exterior,y fragmento de cuello de jarrito ancho y de alturamediana con borde recto redondeado (12).
-CORTE II: Cara interna de la muralla en
perfil Norte, entre -1,90 m. y -3,82 m. Presentabapoca zona libre de excavación por hallarse bajoel primer nivel de rer,'uelto una torta de hormigónperteneciente a la cimentación del edificio queocupaba gran parte de ia superficie del corte. Elresto, junto a ia muralla, pertenecía a 7a zanjaanteriormente señalada rellena de escombro. Sóloa nivel de cimentación, entre los sillarejos atizo-nados se pudo recuperar algún material en posi-ción estratigráfica, adscrito asimismo a época ba-jomedieval cristiana.
F,nla zanja contigua al corte II se encuentranlas huellas de la utilización de la muralla comomuro medianero, con el rebaje de la misma conhormigón en su base y enlucido de yeso en plantay paramento.
-CORTE III-IV: Los cortes III y IV se plan-
tearon al interior de la muralla y por interés téc-nico y rnetodológico se ampliaron y unieron, que-dando un corte único.
El cimiento de muralla bajomedieval cuentaaquí con menor altura, entre -1,78 m. y -2,50 m.y con los restos adosados de un muro de cementoy piedras que limitaba un pavimento de guijarros(a -1,90 m.) como muestra de su reutilización pos-terior ya reseñada. Esta muralla se adosa a otrocimiento de cerca -musulmán el que con-verge formando una esquina, y que correspondea la estructura documentada en el sector W. Su
sistema constructivo base es similar: dos muroslaterales rellenos con piedra y tierra, pero su apa-
rejo varia al ser una constr-ucción de distinta épo-ca, formado por sillarejos de caliza dispuestos a
tizón (entre -1,90 m. y -2,36 m.). Su alineación se
halla cortada una vez adosado el otro muro y fuedestruido en relación a la construcción de éste,
como muestra la forma del corte del cimiento yla estratigrafía con niveles con mezcla de mate-riales de los siglos XIV y XV: fragmentos de cuen-
cos de solero con repie anular, paredes abiertas,forma troncocónica invertida y borde recto re-dondeado, con vedríos oscuros
-melado, marrón,
verdoso- al interior y exterior; fragmentos de
cuencos de paredes abiertas convexas y borde rec-to redondeado o apuntado con vedríos verdes,marrones y melados de diversas tonalidades; frag-mentos de cuencos de paredes abiertas de desa-
167
rrollo sinuoso y borde exvasado redondeado, vi-driado en blanco estannífero; fragmentos de platoscon solero rehundido y paredes abiertas, borderedondeado y vedríos oscuros
-verdes y marro-
nes-; fragmentos de marmitas varias con vedríososcuros, entre fragmentos amorfos de distintotipo. Y musulmanes: fragmento de ataifor convedrío melado decorado con líneas de manganeso
(siglo X), fragmento de ataifor de paredes abiertasconvexas y vedrío melado en las dos caras (siglosXi y XII); fragmento de tapadera troncocónicacon borde bífido, interior vidriado en melado yexterior acanalado (almohade), entre otros ma-teriales. Estas cerámicas se hal1an en los nivelessituados al exterior de la muralla bajomedieval.
Sobre la esquina que forman esas estructuras,el material se encuentra muy revuelto: moderno,bajomedieval y musulmán con alguna inclusiónde cerámicas de época rorrrana, debido a remo-ciones.
Al interior de la esquina, la base del cimientod,e rnrrra\\a is\ámica se asienta sobre una nivelaciónde gravas y fragmentos cerámicos (amorfos y pococaracterísticos), que se sitúa directamente sobrelos estratos romanos de necrópolis. El nivel enrelación a la última hilada presenta material cerá-mico de cronología rslámica (califal y ahnohade):fragmento de ataifor de solero plano, paredes abier-
tas y borde recto redondeado con vedrío meladoy decoración de manganeso, fragmento de bordede jarro de boca trilobulada, fragmento de galbode jarrito, fragmento de asas verticales de secciónovalada con vedríos melados y verdosos.
Sobre ése se halla otro correspondiente a laconstrucción de la muralla bajomedieval -tam-bién en la base de ésta, directamente sobre el nivelrolrano-, con materiales fechables entre los si-glos XIV y XV (sobre todo fragmentos de cuen-cos, platos y marmitas de los tipos comentadoscon respecto a los niveles reiacionados con esa
muralla en otros cortes y en la zona de destruc-ción del cimiento musulmán).
En el ángulo de unión de los dos muros apa-rece una mezcla de cerámicas cristianas y musul-manas en relación con la remoción producida porla construcción adosada.
Los niveles superiores a 1os referidos se en-cuentran muy revueltos debido a las reutilizacio-nes de ia muraila como medianería.
168
SECTOR V:En el sector W se ha estudiado el cimiento de
la muralla islámica, la base de una estructura cua-
drangular perteneciente a un torreón y el nivelrorrano de necrópolis. Antes del comienzo de lainterwención, en este sector se apreciaba el cir¡ien-to de la muralla ya descubierto, y vaciado el ca-
llejón existente entre éste y el edificio colindante(zona interna de la muralla). La zona exterior delcimiento se hallaba casi totalmente descubierta,por 1o que sólo se pudo efectuar una limpieza de
tierras del misr¡o. EnIa zona interna del cimientose localizan también dos pozos excavados en su
vertical.En este sector se comenzó realizando una lim-
pieza de todo el cimiento que se encontraba al
descubierto, para continuar con la excavación de
las pocas tierras que quedaban en su alzado exte-rior. Posteriormente se excavaron tres cortes a
su exterior de distintas dimensiones, además de
limpiar restos de una estructura, que correspon-deria a la barbacana, en los taludes E y V. Deesta estructura no l-ray restos en la zona central\(/, aunque se distingue su alineación a1 contarcon testigos en los dos extremos.
Esta estrurctura se corresponde con el cimientodel corte III-IV del sector E y presenta caracte-rísticas similares al tratarse del mismo. Su aparejoes de sillarejos de caliza a soga, con alguna zonacon base de tizones, coronados por sillares de
caliza enlucidos.El cimiento se encuentra interceptado en una
longitud de 10 m. por una construcción de hor-migón correspondiente a un refugio antiaéreo de
la Guerra Civil. La mitad de su anchura está cor-tada por el hormigón, contando el refugio condos entradas que lo seccionan por completo. Faltael alzado externo, que se ha sustituido por el hor-migón del refugio, adosado a la parte restante;en el interno sólo se mantienen dos hiladas de
tizones y algunos restos de la tercera.
-Alzado interior del cimiento de rnuralla:
Consta de dos partes diferenciadas: una a base
de hiladas de sillarejos a soga (entre -0,15 m. y -1,80 m.), con un rehecho de época rnoderna en la
parte superior del extremo SV de verdugadas de
ladrillo, mortero y sillarejos, con algunas zonas
rellenas de piedras pequeñas (13) y otra con base
de tizones (entre -0,21 I -1,,50 m., -A,42 /-1,50 m.,-A31 I -1,62 rn.).
En esta zona, como se ha expuesto anterior-mente, se encontraba todo el cimiento descubier-to, y só1o se ha procedido a su limpieza. En su
base se encuentran abiertos dos pozos. El pozo 1
presenta, bajo el nivel de tierras de base del ci-miento, una tumba de sillería romana. En el n."2, se halla un sillar de grandes dimensiones y unrelleno de cantos y cerámica, todo muy por debajode la cota final del cir¡iento. Entre los restos ce-
rámicos recuperados, se encuentran dos signifi-cativos: un cuerpo de redoma ovoide con soleroplano, con vedrío verdoso al interior y engalbabajo cubierta exterior; tendría un alto y estrechogollete y un asa. Es un vaso típicamente califal(siglo X). Y un jarrito marmira, casi completo
-falta el asa-, con solero plano y convexo dé-bilmente moldurado al exterior, con cuerpo g1o-
bular achatado y ancho cuello cilíndrico con borderecto apuntado y engrosamiento biselado al inte-rior. Va decorado al exterior con grupos de trestrazos digitados horizontales de engalba blanca(en cuerpo y cuello). También es califal (2." mitadaproximadamente de1 siglo X) con pervivenciaen época de Taifas (siglo XI), y presenta la par-ticularidad de encontrarse deformado, por Io que
podría ser un desecho de alfar, 1o que conectaríacon la gran cantidad de fragmentos de atifles yrollos recuperados de los estratos de debajo delcimiento. Esto, junto a los restos de adobes sobrelos que se asienta en algunas partes el cimientode la cerca, indicaría una zona de alfar, en relacióncon la denominación del área como "O1lerías".
Esta zona interior del cimiento con los pozosno se ha excavado, limitándonos a recuperar al-gunos materiales en posición estratigráfica, ya que
al proyectarse allí la rampa de acceso al sótanohabría que excavar bajo cota de proyecto, cuestiónno perrnitida en este tipo de intervención.
-Alzado exterior del cimiento:
Presenta un aparejo de sillarejos a soga -entre+ -01-1,64 m. y -0,28 I -2,10 m.-, destacando en\a zona intermedia una estructura diferenciada,con aparejo de sillería a soga y tres tizones de
tipo califal (entre -0,72 I -2Ja m.).El cimiento se asienta sobre un nivel de tierra
parda, e inmediatamente se halla el nivel romano
de necrópolis. Los materiales recuperados tantoen la base dei cimiento como en la limpieza de
tierras dei mismo presentan una cronología mu-sulmana amplia: siglos X, XI y XII, desde 1o califala lo almohade.
Esos materiales son escasos debido a las cir-cunstancias en que se encontraba la estructura,con sólo restos de tierras adosadas. Destacan ios
del nivel de asiento de la muralla en su alzadointerior, de cronología claramente califal dado sus
paralelos con las cerámicas de al-Zahra: fragmen-tos de ataifores con solero plano con decoraciónverde y manganeso y melado con líneas de man-ganeso, larrito de engalba blanca al interior y ex-terior, cerámica con decoración digitada, etc. Yun fragmento de ataifor de solero con repie anulary paredes abiertas, carenado, con vedrío meladoen ambas caras y decoración interior de líneas
curvas cruzadas en manganeso, fechable en el sigloX, hallado entre el aparejo de soga y ttz6n.
-CORTE 1.' En este corte, situado bajo laestructura de aparejo a soga y tiz6n, se localizauna estructura cuadrangular, posible cimiento de
un torreón de la muralla por sus dimensiones ycaracterísticas. Consta de unos sillares de calizaque bordean el cuadrado (-2,79 m.) rellenos al
interior por piedras irregulares y de un muro queparte de la vertical del cimiento de muralla, conuna orientación oblicua a éste (14). Este muro (-2,42 m.), construido con mampuesto, es anteriora la edificación dei torreón y se reutiliza para labase del mismo. Las piedras del relleno interiorson fragmentos de sillares romanos como indicael tipo de mortero que presentan algunas. En re-lación a esta estructura se recuperan pocos mate-riales, encuadrables en los siglos X-XII: fragmentode ataifor de paredes abiertas y borde exvasado,con vedrío melado al interior y exterior, frag-mento de solero con repie anular de ataifor convedrío melado al interior y exterior, fragrnentode borde de jarrito con restos de decoración di-gitada en blanco, fragmento de ataifor con vedríoverde oscuro, entre otros.
-Antemuro o barbacana:
En los taludes E y W de este sector se hallanrestos de una estructura idéntica al cimiento de
muralla. Consta de un cimiento de sillarejos delmismo tipo, sobre el que se asienta un muro de
t69
tapial. En el lado W se encuentra entre -0,15 m.y -1,88 m., y en el E entre -0,40 m. y -1,98 m.
Por su sistema constructivo y alineación se
corresponde con el cimiento de la muralla, discu-rriendo paralela, por lo que se trata de restos dela barbacana de la muralla.
En estos dos taludes sólo se ha realizado va-bajos de limpieza al no poderse excavar por me-didas de seguridad, pues se encuentran en la base
de muros de cerramiento de la antigua edificación,de los que se ha obtenido algún material del nivelentre muralla y barbacana con cronología asimis-mo entre los siglos X y XII: fragmentos de jarritoscon decoración exterior a base de líneas blancasentrecruzadas, fragmentos de cuenco de paredes
abiertas convexas y borde recto con interior yexterior bizcochados, fragmentos de alcadafe desolero plano y paredes abiertas rectas, con interiory exterior bizcochados.
En los cortes II y III, los niveles excavadospertenecen a la necrópolis romana localizada enesta zona y que no es objeto de este trabajo.
Se ha estudiado pues en la primera interven-ción casi todo el trazado del cimiento de la mu-ralla, formado por dos alineaciones que convergenen esquina. Só1o ha quedado por excavar Ia zonaocupada por la rampa de acceso, aunque se apre-ciaba sin problema la continuación del cimiento.
Por últir¡o reseñar que han colaborado en estainterwención arqueológica, en distintos aspectos,los arqueólogos: don José M. Bermúdez Cano,don José Escudero Aranda y don Angel VenturaVillanueva.
3.2. Segunda fase
Durante esta fase se excavaron un total denueve cortes, sus dimensiones variaron según suubicación y objetivos. Se denominaron alfabéti-camente de la A a la I.
En la zona Este del solar se excavaron cincocortes (A,B,C,D,E) con la finalidad de, por unlado, abarcar el máximo distanciamiento espacialextramuros dentro del solar y, por otro, docu-mentar nuevos tramos de la estructura defensivade cara a su imbricación cronoestratigráfica y pa-leotopográfica.
CORTE A: se traza en línea de muralla, abar-cando un distanciamiento de 3 rn. con respecto
17a
al lienzo. Se intentaba conrprobar si se daba o nouna prolongación de la muralla islámica así comosi existía barbacana o antemuro en la zona.
CORTE B; presentaba un distanciamiento dela línea de r¡uralla desde los 2 alos 6 m., obede-ciendo también al intento de comprobación de laexistencia de barbacana en la zona.
CORTE C; presentaba un distanciar¡iento de
ia línea de muralla desde los 6 a los 9 m., siendosu objetivo el mismo que el del corte anterior.
CORTES D y E: se trazaron en línea de mu-ralla de cara a at>arcar gran parte dei espacio exis-tente entre el corte A y la cata I de la I.A.U.
En la rampa de entrada de camiones al solartras efectuarse una labor de iimpieza mecánicade elementos modernos se detectó la superficiede arrasamiento de la muralla islámica, muy de-teriorada en esta zona.Tras ello se trazaron doscortes a extramuros, corte F y G, con el objetode detectar la presencia de la barbacana o ante-muro: un corte a intramuros, corte H, con elobjeto de obtener el registro arqueológico de la7,Ona-
IJna vez detectada la presencia de la barbacana
en la zona de rampa de entrada al solar, se traz6a su exterior el corte I, con la finalidad de obtenerdatos estratigráficos así como la información re-lativa a su aparejo externo.
-CORTE A:Dimensiones:3x3m.Unidades sedimentarias constatadas: 14.
Destaca la documentación de parte del lienzoexterno de la muralla bajomedieval: hiladas de
sillares de pequeño módulo de tendencia rectan-guar colocados a soga y enlucidos, con cimenta-ción a base de sillarejos a tiz6n separados entresí. La cota de cimentación es mucho más elevadaque en el resto del tramo estudiado (adaptada ala paleotopografía del terreno).
-CORTE B:
Dimensiones:2x4m.Ubicación: a 4,50 m. del corte A y a 2 m. de
la muralla.Unidades sedimentarias constatadas: 18.
Destaca la documentación de los niveles dederrumbe de tapial de la muralla.
-CORTE C:
Dimensiones:2x3m.Ubicación: a 3 m. del corte B y a 6 m. de la
muralla.Unidades sedimentarias constatadas: 15.
Destaca el estrato de relleno U.S.-11, confor-mado por niveles de vertedero de alfar bajome-dievai (siglo XV).
-CORTE D:
Dimensiones:3x1m.Ubicación: a 1 m. del corte A, en línea de
muralla.Unidades sedimentarias constaradas: 13.
Destaca la documentación de niveles de de-rrumbe de tapial, así como la constatación y ex-cavación de la fosa de cimentación de la muralla(rnaterial cerámico baj omedieval).
-CORTE E:
Dimensiones:2x1m.Ubicación: a 0,50 m. del corte D, a 1,50 m. de
\a cata I, en línea de muralla.Unidades sedimentarias constaradas: 12.
Destaca la documentación de niveles de de-rrumbe de tapial, así como la excavación de lafosa de cimentación de la muralla. Pertenecientea Epoca Romana destaca la excavación de un.us-trinum".
-CORTE F:
Dimensiones:3x4m.Ubicación: a exterior muraila islámica, en línea
de muralla.Unidades sedimentarias constaradas: 13.
Destaca la documentación de restos estruc-turales preexistentes al amurallamiento, un estratode relleno de gran potencia conformado por ni-veles de vertedero de alfar (siglo XII), la estructuradefensiva, muralla y barbacana y su imbricaciónestratigráfica.
-CORTE G:
Dimensiones:2x3m.Ubicación: a 0,20 m. del corte F, entre muralla
y barbacana.Unidades sedimentarias constatadas: 15.
Destaca la documentación de los aspectos men-cionados en el corte anterior, así como restos es-
tructurales de Epoca Romana.
-CORTE H:
Dimensiones: 2x2,50m.Ubicación: a intrar¡uros, en línea de muralla
islámica.Unidades sedimentarias constatadas: 17.
Destaca la excavación de un bustum de EpocaRomana.
-CORTE I:Dimensiones:1x2m.Ubicación: en la cara externa de la barbacana.Unidades sedimentarias constatadas: 8.
Destaca la documentación de los niveles de
cimentación de la barbacana, asl como de restosestructurales preexistentes al amurallamiento.
4. ESTRUCTURAS DE FORTIFICACIONY SU IMBRICACIONCRONOESTRATIGRAFICA
4.1. El amurallamiento islámico
Los restos estudiados pertenecen al cimientode 1a muralla, en el que falta la parte emergentede tapial, con una longitud de 46 m. Su orienta-ción es S\/-NE, presentando una anchura entreL,5 y 2 m. Se encuentra cimentada no sobre te-rreno firme sino sobre niveles de relleno, en granparte pertenecientes a la necrópolis romana allíubicada.
Reaprovecl-rada en la construcción del cimien-to se halla una estructura con aparejo califal -unasoga alternando con tres tizones- que podríacorresponder a una posible estructura defensivaanterior en relación con las noticias de al-Maqqarisobre las defensas en arrabales construidos du-rante la fitna y las tesis defendidas por Lévi-ProvenEal al respecto (15), o bien de control de
caminos al recorrer esta zona una de las vías de
acceso a la ciudad (heredera de la vía romana,junto a la que se situaba la necrópolis excavada).
La barbacana, que discurre paralela a la murallacon una separación de 3 a 2,60 m., se encuentramás destruida, conservándose sólo en una longi-tud de 3,60 m. a partir de la unión de las dos
murallas, quedando también testigo de su exis-tencia en el perímetro W del solar. Hasta esta
interwención no se había constatado en la zonaN de la Ajerquía esta doble construcción defen-
171
siva, muy conrún a su época de edificación, conparalelos en otras ciudades (16).
En cuanto a1 torreón, del que sólo resta el
cimiento cuadrangular en dos hiladas y con Llna
super{icie de 4 m. por 3,20 n., los datos obtenidosson escasos al encontrarse 1a zona rebajada casi a
su nive1. Por su cercanía a la ubicación de la Puerra
del Colodro podría plantearse la posibiLdad de
que fuese la torre o sir¡ilar a ésa, que escalara
Ah'ar Colodro en enero de 1,236.
Por otra parte y en relación con los datos for-males aportados por el análisis de la estratificacióndocumentada en los cortes abiertos en \a zonapern-riten apuntar varias hipótesis de trabajo:
En la zona existía un poblamiento anterior al
amurallamiento) que formaría parte del arrabalOriental. Pertenecientes a este período son losrestos de pavimentación documentados en el corteI así como el pozo negro ai cual cubre, asímisrnolos muretes y pavimentación de los cortes F y G.Nos encontramos ante unos restos de ocupaciónde Epoca Califal.
Correspondientes a momentos posteriores a1
abandono de las mencionadas estructuras de ha-
bitación califales se han detectado evidencias claras
de fuerte actrvidad antrópica en la zona. En con-crero la extracción de tierras (se detecta en las
grandes interfacies de excavación existentes, quehan respetado en parte 1as estructuras califales) ysu posterior proceso de colmatación. Esta col-matación es de tipo rápido, aportes de rellenomuy homogéneos, y quizás haya que interpretar-los como inmediatamente posteriores a la exca-vación de 1as interfacies. Destaca sobremanera la
naturaleza de estos estratos de relleno, los cuaLes
están conformados por desechos de alfar; se tratapor tanto de testares. Los restos de cultura ma-
terial cerámica aportados por estos depósitos se
caracterízan por presentar Llnos ambientes cerá-
micos muy hornogéneos, que corresponden prin-cipalmente a desechos de cocción (atifles, rollos,pruebas de vedrío, fallos de cocción) y que obe-decen a unas parecidas características formales.El anáiisis del material cerámico arroja índices
cronológicos precisos que nos remiten a momen-tos del siglo XII.
La estratigrafía muestra que el amurallamientoes posterior tanto a las estructuras califales comoa los testares. Pudo observarse que la fosa de ci-
1,72
mentación de la barbacana cortaba directamentea Las estructuras califales, así como 1a fosa de ci-mentación de la muralla cortaba toda la estrati-ficación. Por tando, la secuencia estratigráfica do-cumentada coresponde a momentos anteriores a
1a construcción de muralla y barbacana, no con-servándose 1os niveles de colmatación posterioresa su alzado. La única excepción es la U.S.I. delcorte i en donde se aprecian niveles correspon-dientes al momento de arrasarniento de la barba-cana, cuyo material arqueológico recuperado apun-ta a momentos bajomedievales tempranos.
Visto lo anterior, la hipótesis interpretativrmás plausible es aquélla que ubique cronológica-mente a la fortificación islámica en algún momen-to del siglo XII, y nos inclinarnos a pensar quebarbacana 1r rnuraila son conterxporáneas en cuan-to al momento de su construcción.
4.2. El amurallamiento cristianobajomedieval
La r¡uralla bajomedieval cristiana tiene unaorientación SE-N\f, planteando un quiebro en
la 1ínea defensiva reflejado en las alineaciones que
muestran los planos de la ciudad en el siglo pasado
a partir del de 1811. En ella se distinguen dospartes diferenciadas: la excavada, con una longitudlocalizada en total de 19 m. y una anchura de
1,50 n-r., cuya altura sigue el desnivel natural delterreno, construída a base de sillarejos; y un pañode nluralla enrergente con un sisterna constn-lctivode tapial, conservándose los agujeros del atiran-tado de los encofrados originales (de 1as "agujas.'o ocárceres,). E,sta presenta una longitud de 50
m., con una altura variable según sectores condistintas características. Se ha utilizado como me-dianería y como tal acusa el impacto de las edifi-caciones anexas mediante la amalgarna de sistemas
constructivos y materiales, como las fábricas de
ladrillo y los restos de atanores vidriados. En el
extrerno SE se halla el tramo rlejor conservado,en el qr.re se aprecia también mejor la fábrica de
tapial original. Tiene una longitud de 11,50 n. yuna altura de 3,40 m. Este sistema de constr-ucciónde tapial sobre zócalo de mampuesto era fácil,rápido y económico. Se trata de colocar dos ta-bleros de madera u hormas, vert;cales y paralelos,separados según el grosor que quiera darse al muro
y sujetos por travesaños de madera horizontales(denorninados "agujas" o "cárceles"). Los tableros
sirven de molde y se rellenan de piedra, tierra ymortero de cal por tongadas apisonadas -en este
caso de una altura de 0,80 m., medida equivalentea dos codos ma'muni-; al fraguar el mortero se
endurece la fábrica y se van moviendo los tableros
para continuar el muro en longitud o en altura.A partir del siglo XI comienza a utilizarse este
sistema con profusión, al ser un métido econó-mico y rápído (.17).
La parte excavada -única objeto de la inter-
vención- al encontrarse soterrada podría enten-
derse como cimiento, aunque no es así. Por unaparte, el enlucido que rrruestra es antiguo e indicaque iría vista. Por otra, el derr-r-rmbe de tapial -dela muralla- detectado en los cortes E y D, se
apoya en el primitivo nivel de suelo, coincidentecon el término del paramento enlucido y el co-
mienzo de 1a fosa de cimentación con sillarejosatizonados. Esto ú1timo se corrobora con la exis-
tencia en el corte 1 de un nivel de suelo a base de
cantos y piedras situado a la misma cota en laque comienza el enlucido del paramento. A partirde él se hallan los estratos de acun-rulación de ma-
teriales de época moderna relacionados con la exis-
tencia de vacies en el adarve. Todo e1lo indicaque esa parte de la muralla sería emergente y nocimentación.
El cambio de alineación del sistema defensivode1 N de la Ajerquía en esta época ha de ponerseen ralación con varios factores. Uno de ellos sería
la reestructuración urbana de la zona a partir del
siglo XIV (18). Esto ha de unirse a la informaciónarqueológica proporcionada por 1a intervención,sobre todo si planteamos la contemporaneidaddel abandono y posible arrasamiento de la barba-
cana (U.S.-I de1 Corte i, datada en momentosdel siglo XIV) con la construcción de amuralla-miento bajornedieval, que sin duda arrasaría a nt-vel de cimientos la zona de trazado islámico que
no reaprovechó, ha de situarnos en momentosdel siglo XIV (a partir de 1,396) o inicios del siglo
XV, 1o que se corresponde con la fecha de los
niveles de la destrucción del cimiento de murallamusulmana (corte III-IV) y 1a de los de cimenta-ción de la misma muralla cristiana. Completa esta
información la cronología del vertedero de alfarbajomedieval -mediados
del siglo XV- que im-
piica la construcción de la cerca en fecha ante-rior.
Otra cuestión relativa al cambio de alineaciónes la preocupación ten'rprana de los conquistadores
cristianos por mejorar y arreglar las defensas. Desu experiencia se derivaba la necesidad de reforzaresa zona, pues al parecer era la más desprotegiday deteriorada en 1a fortificación cuando el asalto
de los almogávares. El estudio del terreno y su
topografía (19) denota su situación más r,-ulnerable
con respecto a la colina de la Iglesia de San Ca-
yetano, por lo que el quiebro podría deberse a
motivos de seguridad unidos a las malas condi-ciones de conservación de la cerca.
5. LAS FUENTES LITERARIAS Y SU RE-LACION CON LA INFORMACIONARQUEOLOGICA
Ha de procederse a una hermenéutica de las
fuentes literarias medievales de cara a establecer
criterios básicos de interpretación que nos acer-
quen a la realidad espacial, al proceso de cristali-zación y evolución de1 asentamiento humano en
este espacio concreto.Las fuentes altomedievales nos informan de
ia posible extensión del arrabal oriental hasta esta
zona durante la Epoca Califal, arrabal que no se
encontraba amurallado.En relación con el amurallamiento del arrabal
oriental y como se señalaba al comienzo, las fuen-tes nos informan que el representante en aL-
Andalws de1 monarca almorávide 'A1í Inb Yusufimplantó en el año 51911125 un impuesto llamadota'tib, destínado a reconstruir o rehacer las mu-rallas de las principales ciudades. La historiografíaha atribuido tradicionalmente a este momento laconstr-ucción de las cercas de Sevilla, Niebla, Jerezde 1a Frontera y la del arrabal cordobés de 1a Ajer-quía (20).
En el caso de que ei amurallamiento que nos
ocupa se iniciase en el año 1125, hemos de pre-guntarnos si existía ya en el añ,o 1'144, momentode 1a primera conquista de la ciudad por AlfonsoVII "el emperadoro (21). En el año 1148 éste aún
mantenía la lealtad de la ciudad.
. En el año 1150 Alfonso VII sitia Córdobatras la deslealtad de la ciudad.
1,73
Es por tanto posible que en el año 1144 nohubiesen concluido los trabajos de amurallamien-to de la Ajerquía, cosa que pudo influir en 1a en-trega de la ciudad a Alfonso VII. Por otra parte,el que éste cerque a 1a ciudad en el 1150 y que las
fuentes no reflejen en ningún momento su entradaen el Ajerquía, puede indicar el hecho de que lostrabajos de amurallamiento ya habían concluido.
En cuanto a 1o referente a 1a conquista defi-nitiva de la ciudad, las fuentes nos rransmiteninteresantes datos referentes al amurallamientooriental. Los hechos acaecidos el 23 de enero de1236 son significativos: mientras Fernando III es-
taba en el Reino de León, ciertos caballeros, ada-lides y almogávares, que se encontraban en An-dújar, apresaron a unos trroros que les informarondel estado de escasa defensa y protección de laciudad de Córdoba y prometen su ayuda paraentrar en la Ajerquía. Escogen para ello la noche,subiendo a las murallas con escalas. Tomada latorre llamada desde entonces de Alvaro Colodro,y matados algunos vigilantes, continúan la tomadel resto de la muralla hasta la Puerta de Mar-r.os (22).
De lo anterior puede deducirse en primer lugarla evidencia de la existencia del amurallamienrooriental ya en el año 1.236, y que sus condicionesestaban mermadas por ei tiempo.
De esta información y contrastándola con laevidencia arqueológica, creemos que la hipóresismás acertada ha de ser la estimación de que elinicio de 1as labores de amurallamienro se sitúe a
partir del año 1125 y su conclusión entre los años1 148-1 150.
Por otra parte, el que no se mencione la exis-tencia de la "puerta del Colodro" sino de la .rorrede Alvaro Colodro", siendo mencionada tal puer-ta por primera vez en un documento fechado ei18-XI-1244, nos hace plantear la posibilidad deque tal puerta se abriera tras la conquista (23),aunque se señale como de época musulmana poralgunos autores (24).
En cuanto al amurallamiento bajomedieval,ya desde momentos de la conquista debía existiruna lógica preocupación por reparar y mejorarlos muros de la ciudad dada su posición estrarégicay fronteriza. Ello se encuentra reflejado ya en undocumento datado con fecha 18-III-1254, en elque Alfonso X otorga a1 Concejo de Córdoba
t74
500 maravedís anuales para labrar ios muros de laciudad (25). También se ha de tener en cuenra lainformación documental que refiere la concesiónque Juan I había hecho al municipio en 1386 dela renta de la Aljama de los moros para que fueranaplicadas en la conservación y reparación de las
murallas (26). Asímismo es interesante la infor-mación aportada por una relación de los juradosde Córdoba redactada a petición del rey EnriqueIII (27) en la que se nos refiere que con fechainmediatamente anterior a 1.396, el monarca habíaotorgado una carta en la que mandaba asignarciertas rentas "para las labores de los muros destacibdat e la pwente mdyor deLLa". Todo esto com-plementa la información arqueológica relativa a
[a construcción del nruro crisriano.Para concluir, sólo señalar que tradicionalmen-
te se ha considerado todo el amurallamiento dela Ajerquía cordobesa como perteneciente a épocamusulmana. Hoy, la praxis arqueológica lnuestralos cambios producidos en el mismo en etapasposteriores, al menos en esta zona Norte, aunqueexisten evidencias topográficas de que esto puedaocurrir en otras áreas (caso posible de la Rondade Andújar).
NOTAS
1. R. Castejón y Martínez de Arizala, "Córdoba Califal", enB.R.A.C.,1.929;E. Lévi-Provcngal , Historia de EspañaV.España Musulmana,Madrid 1982, pp. 238-2411L. TorresBall¡ás, Ciudades Hispanomusulmanas, Madrid 1985, pp.
13 8 - 143.
2. M. Ocaña Jiménez, "Córcloba musulmana,, en Córdoba,Colonia Romana, Corte de los Califas, Luz de Occidente,León 1975, pp. 47 y 48.
3. Idem., "Córdoba: notas topográficas de Roma al lslam",en Ciclo PLaza et Sociabilité dans les Communantes Llrbaines
etVillagesires, Casa de Velázquez, 1,979;L. Torres Balbás,
"Estructura de las ciudades hispanomusulmanas: la medina,los arrabales y los barrios", en AL-ANDALUS XVIII,1963, pp. 165-66; Idem., Ciudatles..., p. 1451 J. Zmón,Topografía de Córdctba almohade a trat¡és de las fuentesár abes, Madrid 1989, pp. 54-60.
4. J. M. Escobar Carnacho, Córdoba en la Baja Edad Media,Córdoba, 1989, p. 105.
5. A trar,és de los planos de la ciudad del siglo pasado, a
partir del cle 1811 (conocido como "Plano de los France-ses ").
6. Cirniento conservado en la línea de fachada de la CalleMuro de la Misericordia de la finca n." 44 de Avenida de
las Ollerías, excavado en 1988, al igual que el del n..2 de
la Avenida (cn 1987); M. D. Baena Alcánta¡a, "Inten'enciónArqueológica de Urgencia en la Avenicla de las Olleríasn.'2, recayente aPlaza de la Lagunilla (Córdoba). Restosde muralla de la A.jerquía", en Anildrio Artlueológico de
AndaLucía 1987, t. III, Sevilla 1990, pp. 151-8.
7. Muralla con alzado de tapial sobre zócalo de mampuesto.8. Primera Crónica General en M. Nieto Cumplido, Coryzs
Mediae¡;ale Cordubense,I, Córdoba 1979, n.. 115, p. 69.
9. T. Ramirez dc Arellano, Paseos por Córdoba, Córdoba1981, 4.'ec1., p. 115.
10. Vid. "Plano de Có¡doba en el siglo X según Lévi-Provenqal, en Córdoba, ed. Gever, 1985; J. M. EscobarC¡rn¿clro. op. cit.. pp.63 r' 70.
11. información al respecto, así como de reparaciones en lamuralla, en DOCUMENTOS 12.. 12v 12..16, Sección'1,serie 2.., Caja 1. Archivo Municipal de Córdoba.
12. Se reseña brevemente 1o relatir.o a materiales por cuestioncsde espacio. F,l estudio de 1os materiales realizado v cor.n
pletándose por don José Escudero Aranda.13. Reparaciones de la mur¿lla en esra zona en rloculnentos
citados.14. lgual esquena y sistema construcrivo para el cimiento del
torreón es cl utilizado en la muralla de Huesca, aunque
de fecha anterior; Esco y Senac, ol-a muralla islámica de
Hucsca", Arqueología Mediera/ Española, II Congreso, t.II. Mrdr.id legz. p. 5e6.
15. Texto dc al-Maqqari en E. García Gómez, .Notas sobrela topografía cordobcsa en los "Anales de al-Hakam II"por Is) Razi", AL ANDALUS, XXX, 1965, pp. 19-379
E. Lévi-Provenga|, op. cit., p. 241.16. Paralclos en la muralla de Murcia, con el mismo esqLlema
almorávide de cerca con torreones de planta cuadrangular,y en la de Sevilla, también levantada por Ibn Yusuf, con
barbacana coetánea a la cerca. -fambién en las estructuras
defensivas de Jercz de la Frontera (Cádiz); ARAGONE-SES, Museo de La muraLla árabe de Murcia, Madrid l96e ,
Pp. l5 y ss.;L. Torres Balbás, "Barba¡¿¡¿5",. ALANDALUS, XVI, 1951, pp.476-477; Menéndcz Robles
)'Reyes Té1lez, "Estructuras defensivas de una ciudad al-
mohade: Jerez de la Frontera", en ArqueoLogía MedieaalEspañola, II Congreso T. II, Madrid, 1987, pp. 765-772.
12. L. Torres Balbás,Ciudades..., p. 557; Eslava Galán, "For-tificaciones dc tapial dc Al-Andalus y Al-Magreb", en C¿s-
tiLlos de España, n.,' 98, 1989, pp. 52 y ss. -
18. J. M. Escobar Carnacho, op. cit., p. 1a5.
19. Estuclio cartográfico: plano de Córcloba de 1884, del Exc-mo. Avuntamiento. Esc.: 1:5.000. Curyas de nivel, cquidistancia: 1 n.
20. L. Torres Balbás, Ciudader..., pp. 478-481.
21.. Primera Crónica General de España, ed. R. Menéndez Pi-dal, Madrid 1955, t. lI, pp. 655b-656a; M. Nieto Cumplido,op. clt., documento n." 17.
22. Chronita de España, ed. F. de Ocampo, fÍ.375-376;Iden.e¡ Ro,'lcrici f olctani Antisti, i, Opera. p.205. l2lb. I. 2J.
F.M.C., n.' 113; Ider-n. en Cronicon Mundi, cap. 162, de
B. Lucas de Tuy, 1236, enero, 23, F.M.C.; Idenr. en Primera Crónica General, pp. 729-731., en F.M.C.; Idem. en
Crónica Latina, pp.90-92, F.M.C.M. Nieto Crunplido, op. clt., docun.rentos n.ú 279:, 287.
Vid. "Plano de Córdoba al conquistarla Fernando III porM. Ocaña Jin-rénez", en Córdoba, Ed. Gevcr, 1985.
M. Nieto Cunplido, op. cll. documento 437.
Iden., "Luchas nobiliarias y movimientos populares en
Córdoba a fines de1 siglo XIV", cn Tres Estudios de Historia Medieual AnclaLuza, Córdoba, 1.982, p. 35.
Idem. p. 55.
23.
21.
25.
26.
27.
I
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ALZADO INTERIOR0 05C 1 2r,l-;|@l
Sector lll{uralla musulmma.
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.' -l=i;¿:
'',:*:-::*r:
Lám. 1: Sector W. Alzado exterior deL cimiento de mura/la.
Lám. 2: Barbacana.
t79
Lám. 3: Sector E. Corte l. MuraLl¿ bajontedietaL.
Lám. 4: Paño de muralla. Obra tle tapial.
180