Jokin de Irala Carlos Beltramo Mónica Ballón
PADRESPARA
de niños de 10 a 11 años 5
RESPUESTAS INTEGRADAS ......................................................... 8
Tema 1: Ayudando a nuestros hijos con la biología
(Consejos para abordar el
aspecto biológico de la
sexualidad y el desarrollo) .............................................. 16
Tema 2: El pudor, algo natural(Una respuesta natural que
permite cuidar nuestra intimidad) ................................ 28
Tema 3: Reconociendo sentimientos(Aprender a conocerlos
y manejarlos para no
ser manejados por ellos) ................................................ 38
Tema 4: Conocer los sentimientos para actuar mejor
(Gestión de sentimientos
y manejo de expectativas) ............................................. 50
Tema 5: Sacar lo mejor de uno(Aprovechar las ventajas de
las propias características
y evitar sus desventajas) ................................................ 64
Tema 6: Cómo se aprenden las virtudes(La virtud, una fuerza que
nos ayuda a actuar bien) ................................................. 74
Tema 7: Un círculo virtuoso(Aprendemos a vivir las virtudes
a partir de actos de servicio en el hogar) ..................... 84
Tema 8: Buscar el bien todos los días(Tener metas claras ayuda
a tomar buenas decisiones) ........................................... 94
Tema 9: Hablando claro se entiende la gente
(Las ventajas de ser asertivos) ...................................... 104
Tema 10: El juego limpio(Respetar las normas:
jugar limpio con la familia
y con la comunidad) ...................................................... 114
Tema 11: Trabajo en equipo(El trabajo en equipo
mejora la convivencia) .................................................. 122
Tema 12: Para convivir mejor(Las normas de convivencia facilitan
el orden y el buen trato entre las personas) ............... 130
anexo: índice del libro Quiero Querer para 5 TO a�o de primaria ........... 142
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de este libro
PUDORNATURAL
ES ALGO
EL
LA VIDA misma
En clase de Alberto, la profesora Alicia está
explicando algunos detalles relacionados
con el aparato reproductor masculino y
femenino. Él se siente incómodo con el
tema y no sabe bien por qué. Al finalizar la
clase habla con su profesora y le dice que
siente “algo así como vergüenza” de que ella
esté tratando este tema. Alicia le dice que
es normal, que ese sentimiento se llama
pudor y que es señal de que están hablando
de cosas importantes relacionadas con la
intimidad. También le indica que hable con
su mamá o su papá al respecto.
En cuanto llega a casa, Alberto da unas
vueltas alrededor de su padre hasta que se
decide a tocar el tema porque encuentra
un buen momento para hablar con él, ya
que lo ve tranquilo y sin distracciones.
Rubén, su padre, sonríe y le explica algunas
Tema 2El pudor es una respuesta
natural que nos ayuda a
entender las situaciones
que pueden afectar nuestra
intimidad. Los padres
podemos educar este
sentimiento tan útil.
cosas sobre lo positivo del pudor y que
este le avisa cuando algo relacionado con
la intimidad está pasando. Después le
pregunta si no le pasa lo mismo cuando
sus amigos le cuentan cosas “raras” sobre
el sexo.
Alberto se queda sorprendido pero tiene
que admitir que sí. Rubén le dice a su hijo
que es bueno sentir esto del pudor y que es
preferible que hable con ellos, sus padres,
porque sus amigos no le darán buena
información. ¿Y sobre el colegio? Bueno,
el colegio avisa de lo que van a enseñar
sobre este tema. Es su función también
enseñarles sobre el cuerpo humano, pero
no de cualquier modo. Así que le pide a
su hijo que le avise cada vez que en clase
traten esas cosas, prefiere estar enterado.
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¿Qué es el pudor?
El pudor es un sentimiento emparentado
con la vergüenza. De hecho, se dice que hay
dos tipos de vergüenza:
• la que sentimos cuando hacemos
algo mal, queremos ocultarlo y nos da
“vergüenza” que otros lo sepan, y
• la que sentimos respecto a cosas buenas
que hemos hecho o son nuestras y
están en nuestra intimidad. Es a este
sentimiento de protección íntima de las
cosas buenas al que llamamos pudor.
De hecho, aunque ambos sentimientos
son parecidos y se refieren a cosas que
queremos dejar fuera de la vista de los
demás o que los demás no sepan –en
nuestra intimidad–, llamarlos de dos
maneras diferentes ayuda a distinguir el
objeto del sentimiento.
Mientras la palabra vergüenza la solemos
dejar para cosas “malas”, la palabra pudor
la aplicamos para cosas “buenas”. Por
ejemplo, a una persona que ha mentido
le da vergüenza que lo descubran, pero
también a un bombero que ha salvado
una vida puede darle pudor que lo lleven a
un escenario para darle un premio… y no
es porque haya hecho algo malo, todo lo
contrario, pero su heroísmo es como parte
de su intimidad y enseñarlo le provoca ese
sentimiento.
De este modo se resuelve un problema
de comprensión de la sexualidad que
puede hacer mucho daño a la actitud que
nuestros hijos tengan sobre ella. El pudor
está relacionado con la sexualidad porque
ésta es buena pero debe quedarse en
nuestra intimidad.
ALGUNOS CRITERIOS
Funciones del pudor
El pudor puede actuar tanto para alertarnos
respecto a cuidar partes íntimas de nuestro
cuerpo, como para no comentar ni exhibir
aspectos personales de uno o de la vida
familiar. Podemos sentir pudor si alguien
revela una situación íntima a nivel familiar,
como si alguien comenta en un grupo de
personas el contenido de una conversación
que hemos tenido con un buen amigo o si
sacan en las redes sociales una fotografía
nuestra en pijama –estas cosas no tienen
nada de malo, pero son nuestras, privadas,
íntimas–. También podemos sentir pudor
si se nos rasga una parte de la ropa y se
ve más de lo que queremos enseñarlo. O
incluso si alguien cuenta en público algún
mérito nuestro, algún favor hecho a algún
amigo o cosas positivas similares que
hemos hecho y queremos guardar en la
intimidad.
Como los temas de sexualidad están
relacionados con aspectos importantes
de nuestra intimidad, cuando en público
son exhibidos más detalles de la cuenta,
surge en nosotros ese pudor –que es una
sana vergüenza–. Por él, buscamos tratar
con mayor delicadeza aquellos temas
relacionados con nuestras partes íntimas
porque justamente son eso: íntimas, y
están reservadas para ser compartidas y
expresadas en la intimidad con la persona
amada en un contexto muy determinado.
También provocaría pudor en los menores
de edad que alguien intentara hablarles
de temas de orden sexual o hacerles
algo en esta línea. Nuestros hijos deben
entender que su pudor es natural y, más
bien, el culpable es el adulto o compañero
que les hace daño intentando invadir su
intimidad –aunque sea solo mirándoles
o enseñándoles cosas de tipo sexual–. Un
niño educado en el sentimiento de pudor
puede darse cuenta mejor que se encuentra
ante una situación de riesgo de abuso o
de que algún compañero “se está pasando
de la raya”. Entonces puede actuar con
claridad en esos casos.
Pero no todo es tan dramático. En la vida
cotidiana el pudor es el que lleva a nuestros
hijos a querer cambiarse solos, con la
puerta cerrada o a tener “un rincón secreto”
donde guardar sus cosas más valiosas. Es
muy importante que, en el hogar, todos
respetemos esos espacios, fruto de un
sentido del pudor bien desarrollado. Evitar
leer el correo –electrónico o postal– de otra
persona en casa también tiene que ver con
la educación en el pudor.
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Nuestros hijos y el pudor
El pudor es la razón por la que a nuestros
hijos les cuesta hablar sobre temas de
sexualidad. El respeto a ese sentimiento
indica que el mejor momento para tocar
estos temas es en la tranquilidad e
intimidad del hogar, con nosotros –sus
padres–, que los conocemos mejor y
podemos resolver sus inquietudes. En
la medida en que nuestros hijos hayan
hablado en casa de muchas cosas y en
muchas conversaciones, tendrán también
más confianza para hablar de temas
relacionados con el amor y la sexualidad.
También es importante que nuestros hijos
entiendan que cuidar su sexualidad no es
lo mismo que reprimirla. Se trata de saber
cuidarla y de que nosotros hablemos del
tema abiertamente y con madurez en cada
momento en que haga falta y en lugares
adecuados; es parte de nuestra pedagogía
del pudor.
La sexualidad es un gran regalo. Podemos
decirles a nuestros hijos que imaginen que
les regalan algo muy valioso, ¿qué harían
ellos con ese regalo?
• ¿Lo dejarían por “ahí”, rodando por
toda la casa y con riesgo de que termine
expuesto a la intemperie o, peor aún, en
la calle donde alguien desconocido se lo
puede llevar?
O
• ¿Lo pondrían en un lugar especial, de
tal modo que los niños pequeños no lo
puedan maltratar o romper y solo se
lo enseñarían a aquellas personas que
deban verlo?
De manera análoga pasa con la
sexualidad: al ser su valor tan grande
por encerrar el don de la vida –porque
los espermatozoides tienen como única
función el de unirse al óvulo– y ser una
expresión muy grande del amor entre un
varón y una mujer, no se debe jugar con ella
y no debería ser tratada con superficialidad.
Podría acabar banalizándose, que nuestros
hijos pierdan la capacidad de captar su
valor especial.
Mamá y papá están de acuerdo
Hablad acerca de cómo habéis estado
viviendo el tema del pudor en casa: si
cerráis la puerta al cambiaros de ropa,
si le pedís a vuestros hijos que toquen
antes de entrar, si respetáis la intimidad
de los demás sin hablar con cualquiera
de las cosas que son de casa o que son de
vuestros amigos, si procuráis vestiros con
prudencia, cómo reaccionáis ante imágenes
que pudieran aparecer en la televisión o en
el ordenador y si evitáis hacer bromas con
el tema sexual en general.
Buscad vivir el pudor como algo bueno,
reforzando más lo positivo que lo negativo.
No se trata de reprimir y esconder con
mal sentimiento ciertas partes del cuerpo.
Por ejemplo, en la intimidad del hogar
pueden darse situaciones en las que uno
de nuestros hijos nos vea accidentalmente
cuando nos cambiamos, lo que toca es
pedirle con tranquilidad que se vaya y
después hablar con él. Una vez vestidos,
es bueno buscar a vuestro hijo o hija y
explicarle que para evitar este tipo de
situaciones es necesario tocar la puerta
antes de entrar a cualquier dormitorio o al
baño, no porque sea algo malo, sino porque
se respeta la intimidad.
En definitiva, se trata de que vuestros hijos
vean y aprendan cómo cuidáis vuestro
cuerpo, con acuerdos claros, pautas simples
y sin represión… Al contrario, con la
libertad y naturalidad que nace del respeto.
¿Qué podemos hacer?
Que vuestros hijos
sepan atenderse solos,
ya sea en el baño o
en el momento de
vestirse. Que tengan
suficiente autonomía
para desenvolverse
solos en estas áreas.
Enseñadles el correcto usode la toalla en el momentode salir de la ducha. Puedeque se cambien en el bañopero, en el caso de quetengan que salir a su cuartopara dejar libre el baño,enseñadles cómo cubrirse ysujetar la toalla.
Que entiendan que existe la intimidad física –cuido mi cuerpoy mis partes íntimas– como lareferida a cosas personales y familiares –no cuento las cosasque pasan en mi familia, ni aquello que considero delicadoy que merece respeto–. No soloes saber vestir sino también es saber qué decir o qué compartir.
Enseñadles respeto a la
intimidad ejerciéndolo con ellos y
explicándoles muchas veces que
lo hacen. Por ejemplo, tocando la
puerta de su cuarto antes de entrar,
pidiéndoles que se cambien con
la puerta cerrada, respetando sus
cosas personales, etc.
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En algún momento, con cada hijo por separado,
preguntadle qué piensa del pudor y a continuación
que diga qué reglas en casa promueven la vivencia
del pudor.
Que los niños piensen no sólo en el pudor como una
idea, sino que vean cómo se vive en la práctica
dentro del hogar.
También comentad acerca de qué mensajes o modelos
que se ven en los medios o en la sociedad no ayudan
a vivir ese pudor y por qué –por ejemplo, algunas
modas al vestir, formas de hablar, etc.–.
Algunas pautas que ayudan a vivir el pudor son:
tocar la puerta del cuarto antes de entrar,
cambiarse con la puerta cerrada,
bañarse individualmente,
vestir con prudencia,
respetar las cosas privadas de amigos, hermanos
y de los padres,
no contar fuera de casa aquello que sucede en la
intimidad del hogar, etc.
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1
2
3
Para hacer en casa
La sexualidad
es demasiado
bonita e
importante para
que hables de
ella burlándote.La vergüenzasuele ser poralgo malo, elpudor protegealgo bueno.
Mensajes
educativos
Tu cuerpoes un bienque debescuidar.
El pudor tambiéntiene que ver con qué dices, aquién se lo dicesy qué palabrasusas para decirlo.
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¿Cómoaprenden
virtudes?
se
las
LA VIDA MISMA
Tema 6La virtud es una fuerza que
nos ayuda a hacer el bien. Con
actos buenos la aumentamos,
pero si no actuamos bien, la
debilitamos. Nuestros hijos
deben aprender que vale la
pena esforzarse porque la virtud
es el mejor medio
para ser felices.
A Marta le gusta mucho jugar al baloncesto
y aunque al principio le costó, ahora se
le da muy bien. Entrena tres veces a la
semana, después de clase, y juega un
partido cada fin de semana. Ha mejorado
mucho su juego y por eso el entrenador la
ha puesto de base.
Pero un fin de semana tiene un “problema”.
Su cuarto es un caos y, cuando se levanta
para ir al partido, no encuentra sus
zapatillas especiales. Tarda tanto en
preparar su ropa que llega tarde al partido
y no puede jugar todo el tiempo.
Roberto, su padre, habla con ella y le dice
que ahora tiene que proponerse entrenar
para otro reto: el orden. Le explica que es
una virtud que se consigue “entrenando”,
como el baloncesto. Así que Marta se
propone “practicar” el orden del cuarto. Al
principio le cuesta acordarse de ordenar
pero, como con el baloncesto, poco a poco
va mejorando y siente que le resulta más
sencillo. Todavía está en camino de tener
siempre la habitación ordenada, pero al
menos ya encuentra su ropa más rápido y
no vuelve a llegar tarde a sus partidos.
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Una fuerza que todos podemos tener y hacer crecer
La virtud es una fuerza interior que nos ayuda a
actuar buscando el bien. Una persona virtuosa
tiene el ánimo para actuar haciendo lo correcto
y superando aquellos obstáculos que pueden
desviarla de ese objetivo de hacer el bien. Esta
fuerza crece cada vez que hacemos algo bueno.
Para transmitir estos conceptos a nuestros
hijos, tal vez nos convenga pensar en nosotros
mismos. ¿Cómo éramos antes de tener hijos?
La mayoría de nosotros hacía “la tercera
parte de cosas” que hace ahora. Seguramente
nos costó asumir nuevas responsabilidades
y aumentar el ritmo de trabajo, pero ahora
vemos que tenemos más fuerza y más
energía para hacer muchas más cosas.
Somos más entregados y esforzados,
trabajamos horas extra si es necesario
para ayudar a nuestros hijos y somos
capaces de correr al médico por una
emergencia, pasar en vela la noche
e ir a trabajar –muy cansados,
pero lo hacemos–. Eso es porque
cuando nos hacemos padres
crecemos en varias virtudes,
entre ellas la generosidad y la
entrega.
ALGUNOS CRITERIOS
sus versiones concretas, que llamamos
virtudes.
Crece en ellos una energía positiva que
los lleva a buscar el bien de diferentes
maneras y que les ayudará a ser más
felices porque les costará menos ser
generosos, entregados, serviciales,
ordenados, disciplinados, pacientes,
constantes –y muchas otras virtudes más–
para luchar por lo que sueñan y a la vez
querer y ayudar a los demás.
Amenazas
Si la virtud se gana haciendo el bien y es
como una fuerza que se acumula para
hacer cosas grandes en la vida, lo contrario
se da cuando nuestros hijos se dejan llevar
por lo fácil y huyen del esfuerzo; con el
tiempo, actuar bien será como una carga
pesada y no tendrán la fuerza positiva que
aporta la virtud.
El caso más simple y evidente es el del
niño que no termina sus deberes, no
estudia y copia en los exámenes. No tiene
el hábito de esforzarse, de ser disciplinado
y organizar sus tareas ni horas de estudio;
aprender y conocer se le hace cada vez
más difícil porque no se ha esforzado
en desarrollar hábitos de atención,
concentración y perseverancia –además,
no estudiar un tema dificulta estudiar
el tema siguiente por no tener las bases
necesarias–. Es mejor que entendamos
que el vicio –lo opuesto a virtud–, no es
“acostumbrarse a hacer el mal”, sino ir
perdiendo la fuerza necesaria para hacer
el bien.
Lograr las virtudes
La vida misma nos enseña que hacer actos
buenos una vez… y otra… y otra… nos
hace más virtuosos. Analizándonos a
nosotros mismos entendemos que no es
magia, sino simple y llanamente “ponernos
a hacer esas cosas buenas”. Entender esta
realidad nos da la confianza para educar a
nuestros hijos y recordarles que ser buenos
va costando menos cuando ellos se dedican
a obrar bien en pequeñas cosas cada día.
Como en el caso de Marta, la forma de
llegar a ser ordenados es… ordenar el
cuarto hoy… mañana… al día siguiente...
y así sucesivamente. Es decir: actuar con
orden y hacerlo una y otra vez.
Pero para que nuestros hijos puedan
entender bien todo el proceso, podemos
compararlo con la comida: cuando comen
bien, su cuerpo crece sano y se fortalece
–eso sería el actuar bien e ir adquiriendo
poco a poco la virtud– pero si deciden
no comer cosas sanas y empezar a
comer “cualquier cosa”, su cuerpo puede
enfermar y le costará más crecer –eso sería
equivalente a dejar de hacer lo bueno y
dejar de aumentar su capacidad de hacer
el bien–.
Con las virtudes pasa algo parecido,
en la medida en que nuestros hijos
llenen su “tanque de almacenamiento”
de actos buenos –por ejemplo, de
orden, de generosidad, de fortaleza, de
responsabilidad, de honestidad, etc.–
estarán fortaleciendo la bondad que hay en
ellos y cada vez les será más fácil actuar
movidos por esa bondad, en cada una de
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Las consecuencias de no esforzarse
¿Qué va a pasar con el niño del ejemplo?
Que cuando quiera estudiar de verdad le
costará mucho más que al resto. Podrá
aprender y logrará estudiar, pero con
mucho más esfuerzo que los demás
y con más tiempo y requiriendo más
ayuda. Además, conforme va perdiendo
oportunidades para crecer en la virtud,
también va perdiendo la confianza en sí
mismo y en sus logros, ya que en vez de
acercarse a su meta, se va alejando.
Es importante saber esto para ayudar a un
joven que, de repente, decide cambiar; debe
saber que el cambio no es tan sencillo
de golpe y tendrá que tener paciencia,
sabiendo que mejorará poco a poco.
La flojera, la dejadez, el camino fácil, la
trampa son vías que dificultan el camino
de la virtud y que, si bien parecen dar
resultados a corto plazo, con el tiempo
pasan una gran factura.
Siempre se puede cambiar el rumbo y
lograr que nuestros hijos “cambien de
actitud”. Pero lo mejor es, desde el principio,
propiciar que opten por hacer el bien.
Consentir el camino fácil es como dejar que
ellos se pongan piedras en el camino y que
se construyan un camino cuesta arriba.
Por eso, tengamos cuidado con esas
“pequeñas” actitudes y hábitos que no
fortalecen lo bueno.
No pensemos que “mi hija copió una vez,
qué graciosa… es una travesura”. Mejor
ocupémonos de que nuestra hija entienda
que es una tentación muy grande no solo
copiar, sino, sobre todo, no esforzarse en
estudiar y preparar el examen.
El problema se empieza a ver cuando, la
siguiente vez que se sienta preocupada por
un examen, empiece a pensar que copiar
es una forma “aceptable” de salir airosa.
Disminuye la virtud del esfuerzo y ante
cualquier obstáculo siguiente que nuestro
hijo sienta “imposible”, la idea de esforzarse
será más difícil y la de hacer trampa, cada
vez más fácil de aceptar.
Volviendo al camino de la virtud
Como decimos al inicio, lo que debemos hacer es insistir a
nuestros hijos que hagan, uno tras otro, actos de esfuerzo,
asegurándoles que nosotros estaremos ahí para ayudarles.
Si nuestros hijos cuentan con nuestra ayuda, el sentirse
apoyados les dará un plus de tranquilidad y seguridad para
tomar nuevo impulso y asumir el esfuerzo. En el caso sencillo
del esfuerzo y los exámenes, ellos podrán sentir que los logros
son suyos y aprenderán a creer más en sí mismos. Estaremos
fortaleciéndolos, creerán en su capacidad de esfuerzo y las
dificultades perderán fuerza ante sus ilusiones. En ese caso, la
virtud estaría en muy buen camino.
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Mamá y papá están de acuerdo
Hablad sobre cuál es la virtud que os
caracteriza como matrimonio. Tal vez
descubráis que habláis mucho y tenéis una
buena comunicación, que respetáis los
acuerdos pactados entre vosotros y confiáis
en el criterio del otro, que sois organizados
y muy ordenados llevando los temas de la
casa con puntualidad y logrando ahorrar,
que sois cariñosos y cercanos entre
vosotros y con vuestros hijos, que sois
activos y os gusta hacer cosas en familia,
que sois abnegados y generosos trabajando
mucho por los hijos y dedicándoles tiempo,
que sois pacientes con vuestros hijos y con
vosotros mismos, etc.
Esta es una enumeración orientativa que
os puede ayudar a plantearos alguna
meta para desarrollar más alguna virtud
que en la vorágine del día a día ha estado
quedando un poco olvidada.
Lo que sois es lo que transmitís a vuestros
hijos como las primeras virtudes. Vuestros
hijos recordarán con orgullo a sus padres
como personas honradas, trabajadoras,
fuertes, cariñosas, luchadoras y el esfuerzo
que ven en vosotros por ser cada día más
virtuosos a pesar de las dificultades. Pero
no solo os recordarán, sino que querrán
ser como vosotros porque sois su modelo a
seguir.
¿Qué podemos hacer?
Cuando veáis que a un hijo le está
faltando desarrollar alguna virtud
importante, no os conforméis con
“corregirle”. Pensad en pautas simples
y concretas, como: “termina de comer
y por favor lleva los platos a la cocina,
así ayudas a recoger la mesa”. Más
adelante podréis pedirles que laven los
platos que usan y posteriormente que
un día a la semana sea él o ella el o la
responsable de ayudar a lavar los platos
hasta que, finalmente, sean capaces de
recoger la cocina entera.
Hacer lo correcto es másfácil si somos ayudados.Animad a vuestros hijoscuando se desanimenen el camino de ganar lavirtud. El esfuerzo existe¡pero vale la pena! Porqueel premio es la propiafelicidad.
Sed vosotros el primer modelo
de virtud. Si veis que las cosas
os cuestan, no neguéis vuestro
cansancio: es la oportunidad
para expresar a vuestros hijos
vuestro amor por ellos y que,
por esa razón, hacéis las cosas
con cariño. Eso humaniza
mucho el camino de la virtud.
Como familia, realizad obrasde cooperación. Vivir la virtud como grupo da identidad yes una experiencia positivaque refuerza los lazosfamiliares al crear recuerdosen común, establecer ese“estilo familiar” que yahemos mencionado en librosanteriores.
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de este libro
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Los consejos para padres contenidos en este libro “Para Padres”
están relacionados con los contenidos del libro Quiero Querer 5
destinado a alumnos de 5to de Primaria.
Presentamos un resumen de los contenidos de ese libro para
facilitar el seguimiento por parte de los padres en caso de que
vuestros hijos lo utilicen como material escolar.
índice del librOíndice del librOAnexo:Anexo:
Perfil evolutivo de un niño de 5to Primaria (entre 10 y 11 años)…
Esta es la etapa en la que comienzan a
activarse las hormonas y empiezan los
cambios a nivel fisiológico. Lo primero
que los niños notan es cómo todo su
cuerpo se prepara para la adolescencia,
aunque a nivel afectivo aún no
evidencien mayores cambios.
Por lo general suelen ser extrovertidos
y emocionalmente estables, lo que les
permite ajustarse bien a las normas
sociales en general. Pero debido
a los cambios corporales, puede
que se sientan algo torpes a nivel
motriz o extrañados ante los nuevos
acontecimientos que empiezan a
identificar en ellos mismos o en los
amigos. A nivel social empieza a primar
con más claridad el grupo de pares o
de iguales y la amistad ya no es solo
relación “uno a uno”, sino también la
llave para entrar a esos grupos o el
resultado de esa interacción grupal
–aunque sean amistades frágiles o
superficiales–.
El libro consta de siete fascículos que,
en conjunto, hacen referencia a cómo
evoluciona el cuerpo de los niños –que
ya están camino de dejar de serlo– y las
nuevas sensaciones que experimentan,
cómo aprender a sacar lo mejor de uno
gracias al conocimiento personal, dar lo
mejor de sí viviendo las virtudes, mejorar
las relaciones aprendiendo a comunicarse
con claridad y respetando las normas,
siendo respetuosos y no engañando a los
demás.
Fascículo 5.B.1 “Los secretos de mi cuerpo” (Corresponde al dinamismo Biológico)
El texto comienza destacando de qué
manera el cuerpo del varón y el de la mujer
empiezan a diferenciarse más claramente
por la presencia de caracteres sexuales
secundarios. También se menciona
que estas diferencias siempre han sido
evidentes en cuanto a los caracteres
sexuales primarios.
Estos cambios no se darán solo a nivel
físico, sino también en el dinamismo
psicológico, y marcarán las diferencias
significativas entre varones y mujeres.
Esas diferencias tienen una cualidad
de complementariedad que favorece
la expresión del amor, procreación y la
convivencia en general. También aborda
contenidosla conformación de los órganos del aparato
reproductivo masculino y del femenino y la
relación de ambos con la generación de vida.
Se busca que el alumno comprenda que su
cuerpo es valioso y merece ser tratado con
respeto y como algo bueno. Dentro de este
fascículo se dedica un espacio importante
a la noción de pudor como un sentimiento
natural que surge en unos y otras para
proteger la intimidad.
Fascículo 5.Ps.1 “¿Cómo reacciono frente a mis sentimientos?” (Corresponde al dinamismo Psicológico)
Se busca que los niños sean conscientes
del manejo que tienen o pueden tener
de sus sentimientos y emociones. Se les
explica que no basta con identificarlos,
saber qué situación los activa y reconocerlos
cuando surgen en ellos, sino que además es
necesario desarrollar estrategias inteligentes
de acción; en otras palabras: que sepan
qué hacer cuando se sienten de una u otra
manera o les surge ésta o aquella emoción.
Aquí se profundiza más en el concepto
de “alfabetización afectiva” y se les aclara
que no se trata de que nunca surjan
sentimientos negativos, sino de que ellos
puedan identificar qué y cuándo surgen y
tengan recursos para elaborar respuestas
positivas, que los lleve a tener las mejores
actitudes posibles y resultados de conducta
cada vez más maduros.
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Fascículo 5.Ps.2 “Sacar lo mejor de uno” (corresponde al dinamismo Psicológico)
En este fascículo se plantea que una forma
de actuar con inteligencia y no dejarse
llevar por los sentimientos o emociones
con connotaciones negativas es aprender a
reconocer y sacar lo mejor de cada uno.
Con realismo, los alumnos pueden mirarse
con cariño y objetividad, reconocer sus
propias características y aceptar las
ventajas y desventajas de las mismas.
Se les anima a que se fijen en aquellas
personas a quienes les va bien en la vida y
que se den cuenta de que son personas que
saben aprovechar sus ventajas y luchan
por superar sus desventajas, sin dejarse
arrastrar por ellas. Se les refuerza la idea
de que sacar lo mejor de uno es la base
para llegar a una sana aceptación y una
equilibrada autoestima.
Fascículo 5.E.1 “Se aprenden las virtudes actuando bien” (Corresponde al dinamismo Espiritual)
El texto reflexiona sobre la importancia
de las buenas acciones en la vida diaria.
Actuar buscando el bien es una forma de
amar a los demás y tiene consecuencias
positivas en la relación con ellos y con
uno mismo. Hacer el bien produce una
satisfacción propia del ser humano, porque
todos hemos sido creados para dar lo mejor
de nosotros, siendo éste el camino más
corto hacia la felicidad. Se parte de la base
de que todos los niños experimentan el
deseo de hacer cosas buenas, pero no basta
con las intenciones, hay que ponerse a ello
y llevarlo a la acción por medio de obras
concretas. Se destaca que la virtud es como
una fuerza interior que, conforme más
la vivan en actos, más se fortalecerá en
ellos. Tener más de esa fuerza interior los
prepara mejor para realizar los siguientes
actos buenos.
Es como fortalecer el “músculo” de la
voluntad hacia la bondad. Cada vez que
se repite un acto bueno, éste fortalece
a esa persona y se va instalando como
hábito: la persona tendrá cada vez más
fuerza para llevar a cabo acciones buenas
de ese tipo y tendrá la sensación de que
son más sencillas. También se les hace
notar que la ventaja de ser una persona
virtuosa es que los demás los reconocen
como personas en las que confiar, dignos
de credibilidad y respeto. Y no se trata de
actuar “a veces bien” y otras no: si bien
cada acto bueno refuerza la virtud, también
cada acto negativo la aleja de sus vidas.
De ahí que perseverar en actuar según el
bien y no relativizar y dejarse llevar por las
respuestas fáciles o cómodas sea el mejor
camino para este crecimiento personal.
Fascículo 5.E.2 “Hablando claro nos entendemos mejor” (corresponde al dinamismo Espiritual)
Este fascículo incorpora la consideración de
habilidades que ayudan a concretar buenas
acciones. Aquí se trata no solo de saber
lo que está bien y lo que está mal, sino de
tener la habilidad de decirlo sin perder la
amistad de los demás.
La claridad de ideas les permite formar
su conciencia de tal modo que después
pueden dar razón de por qué actúan de
determinada manera –aunque esa forma de
proceder no coincida con la de los demás–,
son capaces de decir y explicar por qué
piensan y actúan de esa manera.
Se insiste en el texto que los niños tienen
en sus padres a formadores cercanos a
quienes pueden acudir en momentos
de duda.
También se relaciona el concepto de metas
de vida con la fuerza y tranquilidad para
actuar de la mejor manera posible. Las
metas claras le dan orden a la vida y una
dirección, certezas que se convierten en
una protección contra la presión de grupo y
el miedo a quedar mal.
Fascículo 5.S.1 “Jugar limpio, una manera de amar” (corresponde al dinamismo Social)
El fascículo incide en la importancia de
jugar limpio porque es expresión de respeto
y buena amistad. Las personas que juegan
limpio tienen consideración hacia a sus
compañeros y les dan un trato justo. Se les
hace notar que alguien que juega limpio
normalmente es buen amigo, honesto,
digno de confianza y los demás disfrutan
al jugar con él. En este punto se aprovecha
para enseñar que los amigos no piden
hacer cosas deshonestas, al contrario, los
buenos amigos son los que nos recuerdan
cómo actuar correctamente.
También se busca relacionar el juego
con la vida misma, porque en toda
actividad es necesario saber trabajar
en equipo: en el juego, en trabajos de
grupo o de investigación, en la ayuda en
casa. El trabajo en equipo enriquece a
las personas y es un medio de establecer
relaciones de amistad, cooperación, respeto,
compañerismo, servicio. Finalmente
se destaca que la familia es el espacio
privilegiado donde se viven por excelencia
todas estas relaciones porque el motor que
lo alimenta es el amor.
Fascículo 5.S.2 “Las normas con las que todos ganamos” (corresponde al dinamismo Social)
Este fascículo busca que los alumnos
valoren la importancia y necesidad de
las normas como pautas que facilitan y
benefician la convivencia, al promover el
cuidado y el respeto hacia las personas.
Se les plantea el supuesto de una vida sin
normas y sus consecuencias, para que
sean ellos quienes elaboren su propia
conclusión. El objetivo en general es que los
niños comprendan el sentido de las reglas
de convivencia y quieran vivirlas por sí
mismos, esto es, las interioricen.
Una actitud consecuente con esta
valoración es que tengan una respuesta
activa para promover las cosas buenas y
denuncien o rechacen aquellas que dañan
la convivencia como el bullying, porque
todos tenemos derechos que deben ser
respetados, así como denunciar o rechazar
todo tipo de discriminación.
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