UNIDAD 4:
LAS CONSECUENCIAS METODOLÓGICAS DEL ANÁLISIS DE FOUCAULT. ARQUEOLOGÍA.
GENEALOGÍA. TECNOLOGÍAS DEL YO.
Paul-Michel Foucault
Los Anormales Nietzsche, la Genealogía y la Historia
La Verdad y las Formas Jurídicas
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Poitiers, 15/10/1926
Paris 25/06/1984
Lic. en Psicología y Lic. en Filosofía
- Miembro del partido comunista de 1950-1953.
- Define su pensamiento como una crítica histórica de la modernidad.
Foucault estuvo vinculado al estructuralismo en los años sesenta. Sin embargo
es un post-estructuralista que dialoga con el Estructuralismo, con el Marxismo
y con el Existencialismo.
Foucault
- Estudió el poder.
- Conceptualiza al poder como un juego de saberes que respaldan la
dominación de unos individuos sobre otros, al interior de las estructuras;
como una relación de fuerzas en la sociedad.
Gran parte de su obra es estructuralista. Es más, los Posmodernistas lo acusan
de estructuralista.
Algunas de las obras que dan cuenta de su posición estructuralista, son las
siguientes:
1966 – Las palabras y las cosas
1971 – El orden del discurso
En dichas obras analiza el conjunto de reglas que rigen el ejercicio de la
función enunciativa. Por ejemplo: Discurso feminista. No sólo lo que dice sino lo
que podría llegar a decir.
Pero entonces, ¿qué es la estructura?
Estructura: (Durkheim, Parsons) Conjunto no vacío de elementos, que trata de
entender la relación que hay entre los elementos existentes.
Ahora bien, desde el Post-estructuralismo, se busca romper con esa noción
de estructura.
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No hay objetos esperando a ser descubiertos por el discurso. No hay un
número cerrado de cosas sobre las que hablar. Puedo hablar de lo que es, de
lo que no es, no es un conjunto cerrado de elementos, es una producción a
definir. De ahí que se aparta del estructuralismo.
Entre “Las palabras y las cosas”, su objeto son las palabras porque él decide
sobre qué hablar.
Logrando así determinar que Foucault estudia el lenguaje, analiza el discurso
que emiten las palabras.
Cabe precisar que el Discurso (hablar) es como dar un salto en el vacío, pero
no desde el vacío –porque los discursos no surgen a partir de la nada-, sino
hacía el vacío. Y esto es así porque yo parto de un lugar, desde mi lugar, y no
sé con qué me voy a encontrar, ni que me van a decir, ni que voy a decir
Existencialismo (Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir)
Defiende la contingencia: vivimos en el mejor de los mundos posibles, mundo
que puedo autoconstruir.
Por tanto, se parte de la concepción de que somos lo que podemos y
queremos ser, y por eso, vivimos en el mejor de los mundos posibles. De ahí
que, el hombre se autoconstruye así mismo, así como al contexto que lo rodea.
Por lo tanto, no existen objetos esperando a ser descubiertos por el discurso.
No hay una esencia previa a la existencia.
Cabe asimismo precisar que el Existencialismo es humanista
Por su parte, Foucault comparte ciertos planteos del existencialismo. No
obstante, es anti-humanista; ya que cree que podemos prescindir de la noción
de sujeto o que la podemos deconstruir. Y precisamente por ello, estudia el
proceso de construcción al sujeto y de cómo luego éste llega a ser lo que es.
Lo anteriormente expresado, lleva a determinar como tema central, cómo se
construyen los sujetos: los modos de subjetivación.
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Miguel Morey: clasifica en tres etapas la obra de Foucault
1. Arqueológica –1963-1969
2. Genealógica –1969 –1976
3. Ética –1976 –1984
No son etapas que empiezan y finalizan sino círculos concéntricos: cada uno
incluye al anterior. De modo que estas etapas se superponen y una engloba a
las otras.
1. Arqueológica. Foucault hace un análisis del discurso.
Pero analiza el Discurso como lo tomaría un arqueólogo y no como un
historiador. Es decir, se trata de no tomar el discurso como “documento”
para intentar descubrir el significado, lo que está detrás.
Sino por el contrario, tomarlo como “monumento”, para así estudiar el
discurso en sí mismo. Por tanto, se trata de analizar la materialidad del
objeto encontrado, como producto de una cultura sobre la que no
tenemos información.
En la etapa arqueológica escribe dos libros:
- “El nacimiento de la clínica”: arqueología sobre la mirada médica”
- “Las palabras y las cosas”: arqueología sobre el saber”
2. Genealógica. Influencia del pensamiento de Nietzsche
Discute el concepto tradicional de historia como progreso, como
linealidad para estudiar la singularidad de los sucesos, los
acontecimientos, su genealogía.
Trata de retomar el proceso de creación de las cosas, ya que cree que
existe una procedencia y una emergencia de las cosas. Ya que entiende
que se debe recuperar el acontecimiento en lo que tiene de único.
Por lo tanto, intenta diferenciar la historia como la entiende el marxismo.
Y frente a la misma propone la historia efectiva o genealógica.
3. Análisis ético, de los modos de subjetivación o tecnologías del yo.
Obituario sobre Foucault: preocupación por el sujeto
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Prescindir del sujeto: los sujetos son construidos en tanto objetos de
discurso, como objetos de poder
Genealogía: el poder fluye a través de los cuerpos. De la genealogía del
poder al ascetismo del poder sobre mí mismo
En la etapa genealógica [1961] escribe su obra “Historia de la locura”.
En dicha obra, Foucault intenta realizar una aproximación discursiva,
aproximarse al fenómeno de la locura mediante el discurso de la cordura.
El autor rastrea en cómo se inventó la locura ¿cómo nació?
De ahí que según el autor, la locura es el “no discurso”. Por tanto intenta
realizar la construcción social de la locura, rompiendo así con la idea atemporal
de la enfermedad mental. Una idea que era frecuentemente utilizada por la
antipsiquiatría.
En la genealogía el poder no está localizado. El poder, no lo tiene nadie, no
está en ningún lugar –ni físico, ni simbólico-. Y ello se debe a que el poder no
se tiene sino que se ejerce.
Precisamente por ello, los dominadores, están presos por su propia
dominación.
Lo anteriormente expuesto lleva a determinar que las Normas o leyes son
textos vacíos. Van a ser significados de acuerdo a la voluntad de poder que
tienen atrás.
Por ejemplo: Ley de Caducidad: la misma ley se alude en sentidos contrarios.
Poder ejecutivo exceptúa casos.
Marx: hay poderes buenos y malos... (a favor y en contra de la explotación)
Foucault: el poder es microfísico, fluye a través de los cuerpos, no es un
estado, no está disponible, no se puede localizar. Esta idea es desmovilizante:
¿a quién hay que matar?
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El saber sólo sirve para hacer tajos: el conocimiento es un arma que produce y
transporta poder. De allí, la relación poder-saber.
1975. “Vigilar y castigar”. En la obra se analiza el origen de las sociedades
disciplinarias.
Panóptico de Bentham. Planos de una prisión que nunca fue construida
(Enrique VIII). Se trata de una metáfora de las sociedades disciplinarias del
siglo XIX y XX, donde el poder estaba planteado por el disciplinamiento de los
cuerpos y del alma, por medio de escuelas, manicomios y cárceles.
Concepto de panoptismo. Dispositivo: red de discursos armados para
disciplinar los cuerpos.
Concepto de dispositivo: conjunto de discursos unidos en forma de red
Cuerpo heterogéneo de discursos.
Red que gobierna un conjunto de hilos heterogéneos
En las sociedades disciplinarias la vigilancia tiene un rol importante.
Sociedad de los siglos XIX y XX.
Sociedades contemporáneas (Deleuze) Sociedad de control
Sexualidad: uno de los dispositivos que se dedicó a estudiar.
“Historia de la sexualidad”. Prometió 6 tomos. Escribió 4. Se publicaron 3.
Historia de la sexualidad: explosión discursiva en torno al sexo.
Discute con los teóricos de la revolución sexual: Freud y Reich
Postulado: “Discurso de la liberación sexual produce sociedades más libres”. El
cambio no es entre sociedades más reprimidas y sociedades más libres.
No hay una sexualidad esencial para liberar, sino construcciones discursivas
acerca de la sexualidad. Cambios en los controles de la sexualidad. No
hablamos “más” de sexo. Porque siempre se habló de sexo. Lo que si hay es
un cambio en la superficie de los discursos.
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Por lo tanto, antes no se habla menos de la sexualidad, sino que se hablaba en
lugares distintos.
Episteme. Lo que permite unir distintos dispositivos.
Conjunto de relaciones capaces de unir en una época dada las prácticas
discursivas que dan lugar a figuras epistemológicas, a ciencias y
eventualmente a sistemas organizados.
Por lo tanto, sustituye el viejo concepto de mentalidad. Porque no se trata de
algo que está “en la cabeza” de las personas.
Es así que aparecen los Juegos de verdad: que sustituye el viejo concepto de
verdad.
Formulaciones positivistas (Falsacionismo, Lakatos es más sofisticado que
empirismo) Un conocimiento es preferible a otro pero no porque sea verdadero.
La genealogía no es descubrir si algo es verdad o no, sino descubrir cómo se
construye la verdad.
Verdad: aquel tipo de error que se ha ganado el derecho a no ser cuestionado.
Verdad y error no se diferencian esencialmente.
Entonces, ¿me quedo sin criterios? La verdad sirve para hacer tajos. Lo
importante es lo que haga con las palabras.
Ejemplo: éxodo del pueblo oriental para la construcción de la nacionalidad.
Un genealogista no busca la verdad sino rastrea procesos de producción de
verdad y error. No busca el alto origen de la historia sino los orígenes humildes.
No hay un proceso de producción de verdad sino una diseminación de
acontecimientos. Y por lo tanto, una construcción interesada del origen.
Procedencia es diferente a fundación. Muestra a partir de la heterogeneidad
del presente los comienzos de cualquier grupo o nación.
Por ejemplo el Éxodo: los que participaron le llamaron “La redota”
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¿Habría existido Uruguay si no existiese Inglaterra?
Emergencia: estado de fuerzas en que una voluntad emerge.
Por ejemplo: Lucha entre unitarios y federales. Artigas perdió porque era
federal.
Leyenda negra y leyenda dorada de Artigas.
Juegos de saber-poder: detrás de los discursos no hay verdad sino una
inocultable voluntad de poder –voluntad de saber.
Elijo esta interpretación de la historia porque me sirve para tal cosa. El
conocimiento nunca es desinteresado. Esta posición implica una renuncia
epistemológica.
La tercera etapa de Foucault se denomina Tecnologías del yo. Se trata de
comenzar a pensar en el proceso de construcción del sujeto.
De ahí que, surge preguntarse ¿cómo se construye éticamente el sujeto?
Es así que el autor decide estudiar a los griegos, porque ellos tienen un
discurso ético sobre la construcción del sujeto.
Se trata por tanto de una conversión, de hacer de mi vida una obra de arte, es
decir, de construirse éticamente como sujetos. Precisamente esta conversión
implica un desplazamiento de la mirada.
En definitiva, se trata de prácticas sensatas que permiten hacer la transición
desde “Yo hago esto” a “Yo soy esto”.
Por ejemplo: Yo no como carne porque “Estoy a dieta” ó “Estoy a favor de los
derechos de los animales”.
Justamente lo anteriormente expresado lleva a delimitar que si lo que hago
define lo que soy, yo me construyo amí mismo.
Por ejemplo: Yo hago deporte porque soy deportista.
En conclusión se puede decir que, hay un paso entre lo que hago y lo que soy.
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Por ejemplo: Chica trans, que hace cosas para ser quien es.
Finalmente cabe agregar que el autor va transitando por un proceso, en la
etapa arqueológica Foucault trata de hacer una denuncia de cómo se
construyen los discursos del saber. En la genealógica lo hace respecto a cómo
se construye el poder. Y finalmente en la tercera, se incorpora una idea de
liberación y de esperanza de la autoconstitución del sujeto ético.
¿Sociedades disciplinarias hoy?
Hoy se toman más decisiones que en el tiempo de nuestros abuelos
Negociaciones en el Código. Normas civiles, de reglamentación. Normas en
general.
El proceso de secularización cambia los dispositivos.
Negociación:
1. Determinación de la sustancia ética : ¿qué es lo más importante en la
conducta? Soy moral porque extraño a mi mujer. La engañé porque la
extrañaba tanto... Depende de dónde enfatizo
2. Modo de sujeción : ¿Cómo cumplo la norma? Nunca me caí. El trabajo
que me costó porque caí y me arrepentí...
3. Elaboración del trabajo ético . ¿Qué es más importante y por qué mejoro
mi conducta al observar cierta pauta de conducta? “La belleza duele”.
Elaboración de trabajo ético que la llevaba a ser quién era.
4. Construcción del sujeto moral . ¿En quién me transformo al obrar así?
“Soy una mujer especial”. Obra de arte como proceso estético. Algo
digno de ser mostrado.
Dispositivos de diverso origen para disciplinar el cuerpo.
“Nietzsche, la genealogía y la historia“
Primero de los trabajos agrupados bajo el título de Microfísica del Poder (1971)
“Nietzsche, la genealogía y la historia”; Describe:
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- el concepto nietzscheano de genealogía,
- el sentido de la historia, y
- el problema de la verdad.
Genealogía de Foucault crítica a la racionalidad, a la posibilidad de un
conocimiento absoluto
Nietzsche (1844 – 1900):
- Filósofo alemán.
- Considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo
XIX.
GENEALOGÍA
- R.A.E: Origen y precedentes de algo.
- Uno de los ejes de investigación de Foucault.
- Concepto que ha cobrado importancia a partir del uso que le da
Nietzsche en su Filosofía y de la interpretación que formula Foucault.
La historia tradicional estudia los fenómenos pasados, les da un sentido,
busca la verdad y así nos llegan las cosas a nosotros.
Por tanto, se puede establecer que la historia tradicional busca:
- Crear grandes relatos de carácter metahistórico
- Encontrar en el estudio de los acontecimientos del pasado una ley, o
fuerza que explique y direccione un trayecto supuesto.
- Con el fin de extraer la verdad del pasado.
Pero entonces ¿Qué se entiende por Genealogía?
- Se trata de una manera de concebir la historia
- Se presenta como alternativa a un tipo de historia tradicional
- Elude las significaciones ideales
- Se opone a la búsqueda del origen. "El origen" (en singular) se desplaza
a la búsqueda de los comienzos (en plural).
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- Se intenta ir más allá del origen noble y se rescata el comienzo que es
bajo, porque para la genealogía, resulta una tarea indispensable, percibir
la singularidad de los sucesos. Por lo tanto, se puede decir que la
genealogía exige un saber minucioso, gran cantidad de materiales
recopilados y paciencia.
Se desea creer que en sus comienzos las cosas estaban en su perfección, que salieron rutilantes de las manos del creador (…) Pero el comienzo histórico es bajo (…) no en el sentido de modesto, o de discreto, como el andar de la paloma, sino de irrisorio, irónico, el apropiado para deshacer cualquier vanidad: «se intentaba despertar el sentimiento de soberanía en el hombre, invocando su origen divino: ese se ha convertido ahora en un camino prohibido; pues a su puerta está el mono». (11: 1971)
La genealogía se opone a la búsqueda del “origen”
- Se entiende que los fenómenos son resultado de fuerzas que entran en
lucha, en batalla y generan fenómenos.
- La historia no es una descripción lineal que guarda su propio sentido al
ser descrita, sino que es el resultado de un conjunto de fuerzas. Al ser
analizada, permite ver que en lugar de una esencia, la historia no es
más que una serie de sucesos fortuitos que no guardan ningún telos
director.
- Se ignoran las complicadas redes que llevan al surgimiento de los
eventos históricos.
- La historia tradicional va al origen, a la verdad, imposible de refutar por
su carácter histórico.
Por ejemplo: Se entró a los barrios con la policía y se generaron diferentes
discursos. Desde el Ministerio se exponía que se trataba de un megaoperativo,
que permitía entender que no se trataba de zonas liberadas. Sin embargo,
desde el barrio, se plantea que se trata de una discriminación y estigmatización
a la pobreza. De ahí que hay dos construcciones de verdad y no una única
verdad. Y eso es así porque todo depende del contexto, del momento y de la
relación de fuerzas.
Ahora bien, ¿cuál es el Objeto de la genealogía?
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- Ursprung (“se traduce de ordinario por origen”)
- Términos como Entstehung (emergencia) y Herkunft (procedencia)
indican mejor el objeto propio de la genealogía.
- PROCEDENCIA: Con la procedencia se encuentra que no hay
acontecimientos puros, efectos directos de algo anterior, sino que los
acontecimientos dependen de una compleja red de fuerzas formada
gracias al azar. De ahí que, el concepto de procedencia permite percibir
todas las marcas sutiles y singulares, que formaron una raíz difícil de
desenredar. Por tanto, lejos de ser una categoría de semejanza, permite
desembrollar todas las partes diferentes. Es decir, permite encontrar
bajo el aspecto único, la proliferación de sucesos a través de los cuales
se han formado.
En definitiva, seguir la filial compleja de la procedencia, es mantener lo
que pasó en la dispersión que le es propia, es percibir los accidentes, las
desviaciones infinitas, los errores y los fallos de apreciación. Por lo tanto,
la búsqueda de la procedencia remueve aquello que se percibía inmóvil,
fragmenta lo que se pensaba unido y muestra la heterogeneidad de
aquello que se consideraba homogéneo.
- La EMERGENCIA formula la ley que explica la aparición del objeto de
estudio, el punto de surgimiento. El momento en que las distintas
fuerzas se encuentran organizadas de tal forma que constituyen el
objeto de estudio. Es decir, la emergencia es, la entrada en escena de
las fuerzas, su irrupción, el movimiento de golpe por el que saltan de las
bambalinas a la escena.
La emergencia no es otra cosa que el lugar donde se distribuyen las fuerzas
y lo que emerge sería entonces el resultado de una distribución de estas
fuerzas.
Foucault expone tres usos del sentido histórico:
El uso paradójico y destructor de la realidad (parodia):
La historia no debe servir para construir sólidos mojones que orienten la
percepción que tenemos de nosotros mismos, sino usarla con el fin de
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promover el movimiento, usarla para construir nuevas máscaras que nos
permitan cambiar el horizonte constantemente.
Uso destructor y disociativo de la identidad (disociación del
sistema de la identidad):
En lugar de encontrar una identidad, se encuentra, la multiplicidad propia de la
historia, con el sin fin de elementos que la componen y que no pueden ser
sintetizados para explicarla por fin en su totalidad.
Uso sacrificatorio y destructor de la verdad (sacrificio del sujeto de
conocimiento):
Cuestionamiento de la conciencia histórica de la humanidad cuando se acepta
la perspectiva propia del conocimiento histórico.
El conocimiento no corresponde a una mirada objetiva y libre de prejuicios, sino
que esa voluntad "ve lo que quiere ver".
Detrás de ese conocimiento aparentemente neutro existen barreras que
protegen de los peligros que trae la búsqueda de conocimiento.
El conocimiento, zanja, divide al mostrar toda la violencia y la arbitrariedad que
se encuentra tras la solidez histórica tradicional.
En resumen:
No existe un principio orientador, ni una verdad absoluta con base en las
cuales pueda pensarse la totalidad de lo que nos rodea.
Detrás de toda pretensión de verdad siempre existen formas y
transformaciones de la voluntad de saber.
La función última del conocimiento es hablar sobre lo que se predica como
verdadero de un objeto.
No obstante, la verdad no es más que un artificio empeñado en definir las
cosas "como son".
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Mientras tanto, el genealogista descubre que detrás de toda pretensión última
del conocimiento, el descubrimiento de la verdad, se encuentran ocultos modos
y actos de perversión que definen las cosas "como son".
Y es precisamente por ello, que la historia no es más que fragmentos,
pequeños sucesos condicionados única y exclusivamente por la voluntad de
saber.
En resumen:
La historia únicamente puede explicarse tomando en cuenta los minúsculos
sucesos que ocurren en una época y no sólo desde los grandes discursos,
batallas o personajes.
Finalmente, cabe agregar que la preocupación última de Foucault en este texto
es "la verdad" y el problema esencial en discusión es "cómo se conoce y qué
es lo que se conoce"
PREGUNTAS CLASE
1. Si no aceptamos un encadenamiento único, finito o infinito, de causas y
efectos, que definen un proceso evolutivo, ¿cómo podemos alcanzar el
conocimiento? ; ¿cómo podemos analizar los diferentes hechos que nos
rodean?
2. Que es la procedencia
3. Defina emergencia
4. ¿cómo debería proceder el historiador?
“Los anormales”
Clase del 8 de enero de 1975.
Clase del 15 de enero de 1975.
Las pericias psiquiátricas en materia penal. ¿A qué tipo de discurso
pertenecen?
Pericias médico-legales. Son discursos con 3 propiedades:
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1. Poder sobre la decisión acerca de la libertad o la detención de una
persona. Poder sobre la vida y la muerte, en última instancia.
2. Poder de verdad. Las pericias médico-legales son presentados como
discursos de verdad, de verdad por su estatus científico o como
discursos formulados exclusivamente por expertos, por personas
calificadas dentro de una institución científica.
3. Discursos que dan risa. Poder ubuesco, grotesco. (remite al personaje
de Ubúrey)
La prueba legal en el derecho penal del siglo XVIII
La pena era proporcional a la cantidad y calidad de pruebas conseguidas. Si
se había conseguido media prueba, media pena, ¾ prueba, ¾ pena. En
otras palabras, uno no es sospechoso impunemente. Ya que cierto
elemento de demostración bastaba para ocasionar cierto elemento de pena.
A fines del siglo XVIII, a este sistema de la prueba legal se opuso el principio
de íntima convicción. Efectos:
1. Ya no se debe condenar antes de haber llegado a una certeza total.
Es decir que ya no debe existir proporcionalidad entre la
demostración y la pena. Una prueba no completa no puede entrañar
una pena parcial. Es decir que el juez debe condenar cuando está
íntimamente convencido, no si tiene sospechas.
2. Siempre que sean convincentes, debe poder aceptarse cualquier
prueba. No es la legalidad de la prueba, su conformidad con la ley, lo
que le da validez, es su capacidad de demostración.
3. El criterio por el cual se reconocerá que ha establecido una
demostración no es el cuadro canónico de las pruebas, sino la
convicción; la convicción de un sujeto cualquiera, de un sujeto
indiferente. En cuanto individuo pensante es susceptible de
conocimiento y de verdad.
Con el principio de convicción se pasó del régimen asimétrico escolástico (y tan
ridículo, dirá Foucault) de la prueba clásica del régimen común, al régimen
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honorable, al régimen anónimo de la verdad para un sujeto al que se suponía
universal.
Las circunstancias atenuantes
El verdadero objetivo del legislador en 1832 no fue el de permitir un alivio a la
pena, sino el de impedir la absolución que se daba con demasiada frecuencia.
Ejemplo: en casos de infanticidio los jueces no aplicaban la pena porque
implicaba la muerte. Las circunstancias atenuantes permitieron aplicar una
pena más leve, pero que era un castigo por una conducta impropia.
Esta era la intención del legislador al plantear las circunstancias atenuantes,
pero lo que sucedió fue el aumento de la severidad de los jurados. En realidad
se aplicó el principio según el cual se planteaban circunstancias atenuantes
cuando no había elementos de convicción suficientes para condenar con la
pena sugerida por la ley.
Otra práctica que conduce a falsear el principio de íntima convicción es la de
que unas pruebas tienen mayores efectos que otras, dependiendo de la
autoridad de quien enuncia el discurso. Contrariamente al principio de íntima
convicción que pretende otorgar validez a todas las pruebas que se aporten, el
magistrado o jurado debía aplicar su sano Juicio.
Los discursos de los funcionarios policiales o los expertos tienen una valoración
distinta al resto de las pruebas debido a la autoridad del enunciador y no al
enunciado en sí mismo.
Relación verdad-justicia
Uno de los supuestos más radicales de cualquier discurso judicial, político y
crítico, es que existe una pertenencia esencial entre el enunciado de la verdad
y la práctica de la justicia.
Sin embargo, en el punto en que se encuentran el tribunal y el sabio, se cruzan
la institución judicial y el saber médico o científico. En ese punto se formulan
enunciados que tienen el estatus de discursos verdaderos con efectos
judiciales considerables. Las pericias tienen la curiosa propiedad de no regirse
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por las elementales reglas del discurso científico, ni por las reglas de del
discurso del derecho y por finalmente ser grotescas.
La pericia psiquiátrica permite doblar el delito, tal como lo califica la ley con
una serie de cosas que no son el delito mismo, sino maneras de ser que se
presentan como la causa, la motivación, el punto de partida del delito.
Desde el Código napoléonico de 1810 sólo se puede penar el comportamiento
definido como infractor a la ley penal. No hay retroactividad en el delito.
¿Cuáles son los objetos que la pericia pone de manifiesto, los objetos que
engancha al delito y de los que constituye el doble?
Son las nociones que encontramos habitualmente en las pericias:
“inmadurez psicológica", “personalidad poco estructurada”, “mala
apreciación de lo real”.
Qué función tienen estas dos series de nociones:
1. Repetir tautológicamente la infracción para inscribirla y constituirla
como rasgo individual. “Profundo desequilibrio afectivo”, “serias
perturbaciones emocionales”. La pericia permite pasar del acto a la
conducta, del delito a la manera de ser y demostrar que ésta no es más
que el delito mismo, pero en la totalidad de la conducta del individuo.
2. Desplazar el nivel de realidad de la infracción, porque lo que estas
conductas infringen no es la ley (no hay ley que impida estar
afectivamente desequilibrado), pero entonces ¿qué es?
a. Aquello contra lo cual aparecen es un nivel de desarrollo óptimo:
“inmadurez psicológica”, “personalidad poco estructurada”, “profundo
desequilibrio psico-afectivo”.
b. Es igualmente un criterio de realidad: “mala apreciación de lo real”.
Son calificaciones morales, es decir, la modestia, la fidelidad. Son además
reglas éticas.
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En resumen, la pericia psiquiátrica permite constituir el doblete psicológico del
delito.
Es decir, deslegalizar la infracción tal como la formula el código y transformar la
conducta en una irregularidad con respecto a una serie de reglas que pueden
ser fisiológicas, psicológicas, morales u otras.
En realidad, el psiquiatra que hace la pericia a alguien que cometió un robo
piensa: es un ladrón, si cometió un homicidio, es un homicida, o tiene la pulsión
de matar.
El psiquiatra propone no la explicación de un crimen: lo que hay que castigar es
en realidad la cosa misma y sobre ella debe cabalgar y pesar el aparato
judicial. En realidad lo que el juez a partir de la pericia está castigando no
es el crimen, sino esa serie de conductas irregulares que el perito
describe que se habrán propuesto como la causa, el punto de origen, el lugar
de formación del crimen y que en realidad no son más que su doblete
psicológico o moral.
La pericia psiquiátrica permite trasladar el punto de aplicación del castigo, de la
infracción definida por la ley, a la criminalidad evaluada desde el punto de vista
psicológico, moral.
De acuerdo a Foucault, la pericia psiquiátrica constituye un aporte al
conocimiento igual a cero. Pero dice que eso no es lo importante.
Lo esencial de su papel es legitimar, en la forma del conocimiento científico, la
extensión del poder de castigar a otra cosa que a la infracción. Lo esencial es
que permite reubicar la acción punitiva del poder judicial en un corpus general
de técnicas meditadas de transformación de los individuos.
La segunda función de la pericia psiquiátrica (la primera es entonces duplicar el
delito con la criminalidad) es duplicar el autor del delito con ese personaje
nuevo del siglo XVIII que es el delincuente.
El objeto de la pericia clásica era determinar el estado de demencia. ¿Cuál es
el objeto de la pericia actual?
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Trata de establecer los antecedentes de la penalidad. Se trata de rastrear lo
que podrían llamarse las faltas sin infracción o defectos sin ilegalidad:
mostrar como el individuo ya se parecía a su crimen aún antes de haberlo
cometido.
En 1836 la práctica de los psiquiatras y, al mismo tiempo de los testigos a los
que se les solicitaba declaración era la de reconstruir esa serie absolutamente
ambigua de lo infrapatológico y lo infralegal que es la especie de
reconstrucción anticipatoria del crimen mismo en una escena reducida. Para
eso sirve la pericia psiquiátrica.
Todos esos detalles, todas esas minucias, todas esas pequeñas bajezas, todas
esas cosas no muy regulares: la pericia muestra cómo el sujeto está
efectivamente presente en ellas en la forma de deseo del crimen.
En otras palabras, ese análisis del deseo perpetuo del crimen permite fijar lo
que podríamos llamar la posición radical de ilegalidad en la lógica o el
movimiento del deseo. Pertenencia del deseo del sujeto a la trasgresión de la
ley: su deseo es fundamentalmente malo.
Pero ese deseo del crimen siempre es correlativo a una falta, una ruptura, una
debilidad, una incapacidad del sujeto. Por eso vemos aparecer frecuentemente
nociones de inteligencia, falta de éxito, interioridad, pobreza, fealdad,
inmadurez, falta de desarrollo, infantilismo, arcaísmo de las conductas,
inestabilidad.
A partir de esta región oscura de la infrapatología y la incapacidad del sujeto,
ya no puede plantearse el tema de la responsabilidad porque el sujeto se va a
constituir en responsable de todo y de nada a la vez.
Lo que los magistrados y los jurados tienen enfrente no es el sujeto jurídico,
sino un objeto: el objeto de una tecnología y un saber de reparación,
readaptación, reinserción, corrección.
En resumen, la función de la pericia es duplicar al autor, responsable o no del
crimen, con un sujeto delincuente que será el objeto de una tecnología
específica.
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Por último, la pericia psiquiátrica tiene un tercer papel, es la de provocar
un grupo de otros desdoblamientos: la constitución de un médico que
será a la vez un médico juez.
La función del médico es la de indicar si el sujeto analizado tiene efectivamente
cierto conjunto de condiciones o rasgos que hacen verosímiles, en términos de
criminalidad, la formación y la aparición de la conducta infractora propiamente
dicha.
La pericia psiquiátrica tiene regularmente valor de demostración de la
criminalidad posible, o más bien de la infracción eventual de que se acusa al
individuo.
Describir su carácter de delincuente, describir el fondo de las conductas
criminales o para criminales que arrastró con él desde la infancia, es
evidentemente contribuir a que pase del rango de acusado al rango de
condenado.
El psiquiatra se transforma efectivamente en juez, hace efectivamente un acta
de instrucción y no en el nivel de responsabilidad jurídica de los individuos, sino
de responsabilidad real. Y a la inversa el juez va a desdoblarse frente al
médico.
El juez va a tener que vérselas con ese doblete psicológico moral del sujeto
jurídico, y por lo tanto al sancionar, no sancionará efectivamente la infracción.
Podrá darse que imponga a un individuo una serie de medidas correctivas, de
readaptación, de medidas de reinserción.
De ahí que, el bajo oficio de castigar se convierte así en el hermoso oficio de
curar. Y es precisamente la pericia psiquiátrica, la que sirve a esta inversión.
El bajo oficio de castigar se convierte así en el hermoso oficio de curar.
La pericia psiquiátrica, entre otras cosas, sirve a esta inversión.
A comienzos del siglo XX (1905) aparece la circular de Chaumiéque cambia el
objeto de la pericia. Ya no será el definir la responsabilidad jurídica del sujeto,
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sino que consiste en constatar si existen en él anomalías mentales que puedan
relacionarse con la infracción en cuestión.
Otra circular de 1958 que solicita al médico que diga si el individuo es o no
peligroso.
Se pasó de la pregunta por la responsabilidad penal a algo
completamente distinto: ¿es el individuo peligroso? ¿Es susceptible de
penalización? ¿Es readaptable o recuperable?
En lo sucesivo, la sanción penal no deberá recaer sobre un sujeto de derecho
reconocido como responsable.
Es un elemento correlativo de una técnica que consiste en apartar a los
individuos peligrosos, encargarse de quienes pueden recibir una sanción penal,
para curarlos o readaptarlos.
En otras palabras una técnica de normalización tendrá que encargarse del
individuo delincuente.
Lo que llegó a constituir la pericia psiquiátrica entre otros procedimientos es
esa transformación del individuo jurídicamente responsable por el elemento
correlativo de una técnica de normalización.
Otra de las operaciones cumplidas por la pericia es la de sustituir la alternativa
institucional o prisión u hospital (o bien expiación o bien curación) por el
principio de una homogeneidad de la reacción social.
Esta operación permite introducir o justificar la existencia de una especie de
continum protector a través de todo el cuerpo social que irá de la instancia
médica de curación a la institución penal propiamente dicha.
La sociedad va a responder a la criminalidad patológica con una respuesta
homogénea con dos polos: uno, expiatorio; el otro, terapéutico.
Pero ambos son los dos polos de una red continua de instituciones, cuya
función, en el fondo es ¿responder a qué? No a la enfermedad (pues para ello
21
tenemos las instituciones terapéuticas. No exactamente al crimen (para eso
bastarían las instituciones punitivas)
En realidad, todo ese continum, que tiene su polo terapéutico y su polo judicial,
toda esa mixtura responde al peligro. Ese conjunto institucional se dirige al
individuo peligroso.
Dos nociones que se enfrentan y que son vecinas y cercanas:
Perversión: que permite coser, una a otra, la serie de los conceptos médicos y
la serie de los conceptos jurídicos.
Peligro: Permite justificar y fundar en teoría la existencia de una cadena
ininterrumpida de instituciones médico judiciales.
Peligro y perversión es la especie de núcleo esencial de la pericia médico-legal.
Se trata de un discurso que se efectúa gracias a la reactivación de las
categorías que llamaría elementales de la moralidad que se distribuyen
alrededor de la perversidad y son por ejemplo las de orgullo, empecinamiento,
maldad, etc.
La unión de lo médico y lo judicial no puede llevarse a cabo sino por la
reactivación de un discurso parento-infantil que es el discurso del padre al hijo,
el discurso de la moralización misma del niño.
Además de construirse en torno a la perversidad, el discurso se organiza en
torno al miedo, un discurso cuya función es detectar el peligro y oponerse a él.
Él, que es el sabio, él, que está al abrigo, protegido y hasta sacralizado por
toda la institución judicial y su poder, habla el lenguaje del niño, habla el
lenguaje del miedo. (Foucault, 2000: 43)
Reformas de fines del siglo XIX y durante el siglo XX y que organizaron
efectivamente una especie de poder médico judicial cuyas principales
manifestaciones fueron:
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1. La obligación de que todo individuo que se presente a la audiencia sea
examinado por peritos psiquiátricos, de modo que llega al tribunal
cargado con su crimen y ese informe.
2. La existencia de tribunales especiales, los tribunales de menores en los
cuales la información de que está cargado el juez es esencialmente
psicológica, social, médica. Por consiguiente, se refiere mucho más a
ese contexto de existencia, de vida, de disciplina del individuo que al
acto mismo que ha cometido y por el cual se lo traduce frente al tribunal
de menores.
3. De igual modo los servicios médico-psicológicos implantados en la
administración penitenciaria son los encargados de decir cuál es la
evolución del individuo durante el cumplimiento de la pena; esto es el
caudal de perversidad y el nivel de peligro que aún representa el
individuo en tal o cual momento de la pena, dándose por entendido que
si llega a un nivel bajo de una o de otro, podrá ser liberado, al menos de
manera condicional.
La pericia médico-legal es la irrupción de cierto mecanismo que no es médico
ni tampoco judicial. La pericia muestra la unión, la costura entre lo judicial y lo
médico.
Pero es ajena, tanto a la práctica judicial como a la normatividad interna del
saber médico. Viene de otra parte. No se deduce del derecho, no se deduce de
la medicina. Es algo nuevo que llega a asegurar su unión y que tiene otras
reglas y modo de funcionamiento.
La pericia médico legal no se dirige a delincuentes o inocentes, no se dirige a
enfermos en confrontación con no enfermos, sino algo que es, la categoría de
anormales, es en ese campo, no de oposición sino de gradación de lo normal a
lo anormal, donde se despliega efectivamente la pericia médico-legal.
Con la pericia tenemos una práctica que concierne a los anormales, pone en
juego cierto poder de normalización y tiende, poco a poco, por el acto de unión
entre lo médico y lo judicial, a transformar tanto al poder judicial como al saber
23
psiquiátrico, a constituirse como instancia de saber del anormal. (Foucault,
2000: 49)
“La verdad y las formas jurídicas”
Foucault parte de entender que las prácticas sociales pueden llegar a
engendrar dominios de saber que no sólo hacen que aparezcan nuevos
objetos, conceptos y técnicas, sino que hacen nacer además formas totalmente
nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento.
Por lo tanto se propone estudiar las prácticas judiciales, ya que estas son
algunas de las formas empleadas por nuestra sociedad para definir tipos de
subjetividad, de formas de saber y relaciones entre el hombre y la verdad.
De ahí que estudiará las formas jurídicas y su evolución en el campo del
derecho penal, como el lugar de origen de un determinado número de formas
de verdad. Ya que entiende que, ciertas formas de verdad pueden ser definidas
a partir de la práctica penal.
Por tanto, lo que llamamos indagación, es una forma muy característica de la
verdad en nuestras sociedades. La indagación apareció en la Edad Media,
como forma de investigación de la verdad en el seno del orden jurídico. Fue
para saber quién hizo qué cosa, en qué condiciones y en qué momento.
Ya en el siglo XIX, se inventaron también, formas de análisis muy curiosas,
llamadas examen. Es más, son precisamente estas formas de examen, las que
dieron origen a la sociología, la psicología, la psicopatología, la criminología y
al psicoanálisis.
Término invención. Nietzsche plantea que el conocimiento es una invención,
que fue inventado, fabricado, producido por una serie de pequeños
mecanismos, que por lo tanto no tuvo origen, que no está inscripto en la
naturaleza humana.
Es más, según Nietzsche, no hay ninguna semejanza ni afinidad previa entre el
conocimiento y el mundo a conocer. Sino que por el contrario entre ambos hay
amplias diferencias, como la que existe entre el conocimiento y la naturaleza
humana.
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De ahí que, tenemos entonces, una naturaleza humana, un mundo, y entre
ambos algo que se llama conocimiento, no habiendo entre ellos ninguna
afinidad, semejanza o incluso lazo de naturaleza.
Es así que entre el instinto y la naturaleza encontramos una relación de lucha,
dominación, subordinación. Por tanto, se trata de la misma relación que existe
entre el conocimiento y el mundo a conocer.
Por lo tanto, no hay en el conocimiento una adecuación al objeto, sino que hay
por el contrario, una relación de distancia, de dominación, de poder, de odio y
de lucha. O sea que, el conocimiento es siempre una relación estratégica en la
que el hombre está situado. Es precisamente esa relación estratégica la que
definirá el efecto del conocimiento y, por esta razón, sería totalmente
contradictorio imaginar un conocimiento que no fuese en su naturaleza
obligatoriamente parcial, oblicuo y perspectívico.
PREGUNTAS PARCIAL
- ¿Cuáles son las etapas del pensamiento de Michel Foucault?
Explique brevemente la metodología y el objeto de estudio en cada
una de ellas.
Miguel Morey: clasifica en tres etapas la obra de Foucault
1. Arqueológica – 1963-1969
2. Genealógica – 1969 – 1976
3. Ética – 1976 – 1984
No son etapas que empiezan y finalizan sino círculos concéntricos: cada uno
incluye al anterior
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1. Arqueológica. Foucault hace un análisis del discurso y la arqueología es
una buena metáfora
• Discurso como lo tomaría un arqueólogo no un historiador. Tomarlo como
“documento” es intentar descubrir el significado, lo que está detrás.
• Como “monumento” es estudiar el discurso en sí mismo. Análisis de la
materialidad del objeto encontrado, como producto de una cultura sobre la que
no tenemos información
• “El nacimiento de la clínica”: arqueología sobre la mirada médica
• “Las palabras y las cosas”: arqueología sobre el saber
2. Genealógica. Influencia del pensamiento de Nietzsche
• Discute el concepto tradicional de historia como progreso, como linealidad
para estudiar la singularidad de los sucesos, los acontecimientos, su
genealogía.
• Diferenciar la historia como la entiende el marxismo
• Frente a la historia propone la historia efectiva o genealógica. Una historia
que mira más de cerca.
• Recuperar el acontecimiento en lo que tiene de único.
• “Historia de la locura”.
• “Vigilar y castigar”.
3. Análisis ético, de los modos de subjetivación o tecnologías del yo.
• Foucault prescinde del sujeto: los sujetos son construidos en tanto objetos de
discurso, como objetos de poder
• De la genealogía del poder al ascetismo del poder sobre mí mismo
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• Modificando la propia conducta puede elegirse ser mejor.
• Forma parte del propio sujeto: es el auto-ascetismo.
• “Historia de la sexualidad”. Tomo III. “La inquietud de sí”.
- ¿Cuál es el objeto de la pericia psiquiátrica para Foucault?
La pericia médico-legal es la irrupción de cierto mecanismo que no es médico
ni tampoco judicial. La pericia muestra la unión, la costura entre lo judicial y lo
médico. Pero es ajena, tanto a la práctica judicial como a la normatividad
interna del saber médico. Viene de otra parte. No se deduce del derecho, no se
deduce de la medicina. Es algo nuevo que llega a asegurar su unión y que
tiene otras reglas y modo de funcionamiento.
La pericia médico legal no se dirige a delincuentes o inocentes, no se dirige a
enfermos en confrontación con no enfermos, sino algo que es, creo, la
categoría de anormales, o si lo prefieren, es en ese campo no de oposición
sino de gradación de lo normal a lo anormal donde se despliega efectivamente
la pericia médico-legal.
Con la pericia tenemos una práctica que concierne a los anormales, pone en
juego cierto poder de normalización y tiende, poco a poco, por el acto de unión
entre lo médico y lo judicial, a transformar tanto al poder judicial como al saber
psiquiátrico, a constituirse como instancia de saber del anormal. (Foucault,
2000: 49)
- ¿Por qué toma este tema como objeto de estudio?
Foucault dicta estas clases en 1975 (su etapa genealógica). Está interesado
por estudiar el poder y su relación con el saber, con la producción de
conocimiento. Su análisis de la pericia psiquiátrica es una excusa para mostrar
cómo se construye la idea de verdad en el contexto judicial, unida al saber
médico-psiquiátrico. Influencia de Nietzsche.
PREGUNTAS EXAMEN
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- En la primera conferencia de La verdad y las formas jurídicas,
Foucault habla de dos formas desarrolladas por las ciencias
jurídicas para encontrar la verdad. ¿Cuáles son? ¿Por qué
cuestiona Foucault estas dos formas, que según dice han sido los
procedimientos que dan origen y legitiman a las ciencias sociales?
Foucault llama indagación y examen a las dos formas de encontrar la verdad
en las ciencias jurídicas.
El proyecto genealógico de Foucault, puede interpretarse como una forma de la
crítica de la razón. Puesto que la filosofía moderna se ha entendido a sí misma
como la forma más radical de reflexión sobre la razón (sus condiciones, límites
y efectos), la continuación mediante transformación de esa crítica requiere hoy
de un giro sociohistórico.
Lo que debe analizarse son las prácticas paradigmáticamente racionales, y
éstas no pueden entenderse adecuadamente aisladas de los contextos
sociohistóricos en los que surgen y funcionan.
Foucault está, por supuesto, interesado en las relaciones de poder que
atraviesan estas prácticas y sus contextos. Nos recuerda que “la verdad (...) no
es (...) la recompensa de los espíritus libres”, “la verdad es de este mundo; se
produce en él gracias a múltiples coacciones”.
Pero el análisis genealógico no se limita a esos aspectos políticos de las
normas y regulaciones “internas” de las prácticas discursivas.
También examina las relaciones “externas” de los discursos teóricos,
- especialmente los discursos de las “ciencias del hombre”, con los
discursos prácticos en los cuales éstos son “aplicados” (los discursos de
psicólogos, físicos, jueces, administradores, trabajadores sociales,
educadores, etc)
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- y con las prácticas institucionales con las que están entretejidos en
asilos, hospitales, prisiones, escuelas, burocracias administrativas,
servicios sociales, etc.
“Cada sociedad –dice Foucault– tiene su régimen de verdad” Y la genealogía
está interesada precisamente en cómo nos gobernamos a nosotros y a los
otros mediante su producción.
Concentrándose principalmente en las ciencias humanas, Foucault examina el
conjunto de formas en las que las relaciones de poder son tanto condiciones
como efectos de la producción de la verdad sobre los seres humanos.
- Pone al descubierto las relaciones que existen entre el poder ejercido
sobre las personas, para extraer de ellas y sobre ellas, datos –de
múltiples formas, desde observar, examinar e interrogar individuos a
estudiar y administrar poblaciones–
- y los resultados del poder que corresponden a los expertos cualificados
y a los profesionales que poseen y aplican el conocimiento obtenido de
ese modo en campos de investigación que van desde la psiquiatría y la
medicina a la ciencia penal y a los estudios de población.
De acuerdo con Foucault, las ciencias del hombre no sólo surgen en marcos
estructurados por relaciones de poder, sino que siguen funcionando,
principalmente en esos marcos.
De hecho, lo que es característico del régimen de disciplina moderno, en su
opinión, es precisamente la forma en que la coacción mediante violencia ha
sido en gran medida sustituida por la fuerza más amable de la administración
por medio de expertos científicamente preparados, por la exhibición pública de
poder mediante el despliegue imperceptible de técnicas basadas en un
conocimiento detallado de sus objetivos.
Por tanto, desde la perspectiva de Foucault, las ciencias humanas son causa
principal del desastroso triunfo del pensamiento de la Ilustración, y el
observador panóptico científico es una expresión sobresaliente de la
29
centralidad del sujeto, putativamente universal, que ese pensamiento
promueve.
La genealogía revela, al rastrear los orígenes humildes de estas ciencias, las
interconexiones constitutivas de éstas con las constelaciones históricamente
cambiantes de poder. “Poder y conocimiento se implican directamente el uno al
otro (...) El sujeto que conoce, los objetos a conocer y las modalidades del
conocimiento deben ser considerados como otros tantos efectos de esas
implicaciones fundamentales del poder-conocimiento y de sus formaciones
históricas”.
- ¿Cuáles son las tres funciones de las pericias médico-legales que
Foucault plantea en su clase de 1975, que fuera recopilada en el
libro Los anormales?
Primera función: La pericia psiquiátrica permite doblar el delito, tal como lo
califica la ley con una serie de cosas que no son el delito mismo, sino maneras
de ser que se presentan como la causa, la motivación, el punto de partida del
delito.
La pericia psiquiátrica permite trasladar el punto de aplicación del castigo, de la
infracción definida por la ley, a la criminalidad evaluada desde el punto de vista
psicológico moral.
La segunda función de la pericia psiquiátrica (la primera es entonces duplicar
el delito con la criminalidad) es duplicar el autor del delito con ese personaje
nuevo del siglo XVIII que es el delincuente.
La pericia muestra cómo el sujeto está efectivamente presente en ellas en la
forma de deseo del crimen. En otras palabras, ese análisis del deseo perpetuo
del crimen permite fijar lo que podríamos llamar la posición radical de ilegalidad
en la lógica o el movimiento del deseo. Pertenencia del deseo del sujeto a la
transgresión de la ley: su deseo es fundamentalmente malo.
30
A partir de esta región oscura de la infrapatología y la incapacidad del sujeto,
ya no puede plantearse el tema de la responsabilidad porque el sujeto se va a
constituir en responsable de todo y de nada a la vez.
Por último, la pericia psiquiátrica tiene un tercer papel, es la de provocar un
grupo de otros desdoblamientos: la constitución de un médico que será a la vez
un médico juez. La función del médico es la de indicar si el sujeto analizado
tiene efectivamente cierto conjunto de condiciones o rasgos que hacen
verosímiles, en términos de criminalidad, la formación y la aparición de la
conducta infractora propiamente dicha. La pericia psiquiátrica tiene
regularmente valor de demostración de la criminalidad posible, o más bien de la
infracción eventual de que se acusa al individuo. Describir su carácter de
delincuente, describir el fondo de las conductas criminales o para criminales
que arrastró con él desde la infancia, es evidentemente contribuir a que pase
del rango de acusado al rango de condenado.
El psiquiatra se transforma efectivamente en juez, hace efectivamente un acta
de instrucción y no en el nivel de responsabilidad jurídica de los individuos, sino
de responsabilidad real. Y a la inversa el juez va a desdoblarse frente al
médico. El juez va a tener que vérselas con ese doblete psicológico moral del
sujeto jurídico y por lo tanto, al sancionar no sancionará efectivamente la
infracción. Podrá darse el lujo, la elegancia o la excusa de imponer a un
individuo una serie de medidas correctivas, de medidas de readaptación, de
medidas de reinserción. El bajo oficio de castigar se convierte así en el
hermoso oficio de curar. La pericia psiquiátrica, entre otras cosas, sirve a esta
inversión.
- ¿Cuáles son las características de la pericia psiquiátrica que
Foucault enuncia en su clase del 8 de enero de 1975 y que fue
publicada bajo el título Los anormales?
La pericia psiquiátrica permite trasladar el punto de aplicación del castigo, de la
infracción definida por la ley, a la criminalidad evaluada desde el punto de vista
psicológico moral.
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La segunda función de la pericia psiquiátrica (la primera es entonces duplicar el
delito con la criminalidad) es duplicar el autor del delito con ese personaje
nuevo del siglo XVIII que es el delincuente.
En resumen, la función de la pericia es duplicar al autor, responsable o no del
crimen, con un sujeto delincuente que será el objeto de una tecnología
específica. Por último, la pericia psiquiátrica tiene un tercer papel, es la de
provocar un grupo de otros desdoblamientos: la constitución de un médico que
será a la vez un médico juez.
El psiquiatra se transforma efectivamente en juez, hace efectivamente un acta
de instrucción y no en el nivel de responsabilidad jurídica de los individuos, sino
de responsabilidad real. Y a la inversa el juez va a desdoblarse frente al
médico. El juez va a tener que vérselas con ese doblete psicológico moral del
sujeto jurídico, y por lo tanto al sancionar, no sancionará efectivamente la
infracción. Podrá darse el lujo, la elegancia o la excusa de imponer a un
individuo una serie de medidas correctivas, de medidas de readaptación, de
medidas de reinserción. El bajo oficio de castigar se convierte así en el
hermoso oficio de curar. La pericia psiquiátrica, entre otras cosas, sirve a esta
inversión.
Otra de las operaciones cumplidas por la pericia es la de sustituir la alternativa
institucional o prisión u hospital (o bien expiación o bien curación) por el
principio de una homogeneidad de la reacción social. Esta operación permite
introducir o justificar la existencia de una especie de continum protector a
través de todo el cuerpo social que irá de la instancia médica de curación a la
institución penal propiamente dicha, es decir, la cárcel y, en el límite, el
cadalso.
La sociedad va a responder a la criminalidad patológica con una respuesta
homogénea con dos polos: uno, expiatorio; el otro, terapéutico. Pero ambos
son los dos polos de una red continua de instituciones, cuya función, en el
fondo es ¿responder a qué? No a la enfermedad (pues para ello tenemos las
instituciones terapéuticas. No exactamente al crimen (para eso bastarían las
instituciones punitivas) En realidad, todo ese continum, que tiene su polo
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terapéutico y su polo judicial, toda esa mixtura responde al peligro. Ese
conjunto institucional se dirige al individuo peligroso.
Dos nociones que se enfrentan y que son vecinas y cercanas: Perversión: que
permite coser una a otra la serie de los conceptos médicos y la serie de los
conceptos jurídicos. Peligro: Permite justificar y fundar en teoría la existencia
de una cadena ininterrumpida de instituciones médico judiciales.
Peligro y perversión es la especie de núcleo esencial de la pericia médico-legal.
Se trata de un discurso que se efectúa gracias a la reactivación de las
categorías que llamaría elementales de la moralidad que se distribuyen
alrededor de la perversidad.
Además de construirse en torno a la perversidad, el discurso se organiza en
torno al miedo, un discurso cuya función es detectar el peligro y oponerse a él.
Él, que es el sabio, él, que está al abrigo, protegido y hasta sacralizado por
toda la institución judicial y su poder, habla el lenguaje del niño, habla el
lenguaje del miedo. (Foucault, 2000: 43)
La pericia médico legal no se dirige a delincuentes o inocentes, no se dirige a
enfermos en confrontación con no enfermos, sino algo que es, creo, la
categoría de anormales, o si lo prefieren, es en ese campo no de oposición
sino de gradación de lo normal a lo anormal donde se despliega efectivamente
la pericia médico-legal.
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