AÑO 6 - Nº 130 | SANTA FE, MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 2014 EDICIÓN DE 16 PÁGINAS | PRECIO: $10
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La economía solidaria pensada desde la universidad: el caso de Brasil
,,Detalles sobre las tropelías de Lerche
César Frillocchi: un buchón en la UNL
Vuelve al América el cine partecabezas, de la mano del Ciclo Desvelado
Tu mamá ya es tu amiga de Facebook :consejos del Licenciado Ramiro
Tres obras publicadas a fi nes de 2013 (Anita y sus dos ma-más, Hay muchas cosas que están bien y ¿Cómo llegué a este mundo?) buscan visibilizar las diferentes realidades que se vi-ven al seno de los hogares en la actualidad: familias homopa-rentales, subrogación de vien-tre y personalidades diversas. Sus autores los presentaron en Santa Fe y allí estuvimos.
Los habitantes del populoso
barrio se vieron afectados
por los recientes cambios
en el trayecto, que ahora
llega a Rincón y Colastiné:
largas demoras, unidades
repletas de pasajeros,
viajes mucho más lentos
y recorridos erráticos son
las quejas más recurrentes.
Con una marcha, el reclamo
llegó al Concejo Municipal.
A tres meses de la asunción de la nueva Comisión Directiva de Colón, el síndico Ricardo Calvo Arrázola sostiene: “En 90 días, para muchos de los que trabajamos en el club, nos parece que ya pasaron 10 años”. Con el objetivo de sacar a la institución del pozo en que la dejó su ex presidente, el plantel y los dirigentes lle-van adelante una proeza.
Organismos de derechos hu-manos reactivaron la avan-zada contra agente de inte-ligencia de la dictadura que actualmente es subjefe del área de Diplomas y Legali-zaciones de la Universidad. Piden que la casa de estudios lo separen de su cargo porque “no tiene idoneidad moral”. La UNL dice que, sin procesos, no se puede hacer nada.
AD+El Pozo se alza por la Línea 2
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Libros para niños de todas las familias
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¿Para qué sirve la cárcel?Mientras se debate el nuevo Código Penal, un monitoreo reveló el estado de abandono y hacinamiento en las
prisiones y comisarías de la provincia de Santa Fe, junto a una serie de denuncias por apaleos y torturas. Un tercio de los reclusos son procesados sin condena y conviven con presos federales por causas de narcotráfico. 4 a 6
Fotomontaje: Pablo Cruz
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 20142 PAUSA
Noticiero
Educación superior
Luminarias para los accesosEl ministro de Planificación Fede-
ral de la Nación, Julio De Vido, se comprometió ante el gobernador Antonio Bonfatti a construir 5.000 viviendas en terrenos aportados por la provincia. Fue en una re-unión realizada el 19 de marzo en Buenos Aires de la que participaron también el Secretario de Transpor-te de la Nación, Alejandro Ramos, y el ministro de Gobierno de la pro-vincia, Rubén Galassi, entre otros funcionarios. Además, analizaron la marcha de proyectos en energía y telecomunicaciones.
Bonfatti y De Vido se reunie-ron con el objetivo de avanzar en proyectos estratégicos para la provincia. El funcionario nacio-nal anunció planes para construir 5.000 viviendas en Rosario, Santa Fe, Rafaela, Reconquista, Villa Go-bernador Gálvez y Venado Tuerto. Entre los temas de la agenda se des-tacaron el tendido de fibra óptica, energías renovables y avances del Gasoducto del Noreste Argentino.
Sobre las viviendas, Bonfatti confirmó que “se acordó la cons-trucción de unas 5.000 casas en seis grandes municipios” y explicó que “la provincia ofrece las tierras y el gobierno nacional aporta re-cursos a través del programa Techo Digno”.
En la reunión con De Vido, gestionada por Ramos, quien ofició de interlocutor entre las partes, se analizó también la evolución del índice de la cons-trucción. En ese sentido, Bon-fatti afirmó que “se colaborará para evitar precios excesivos”.
“Queremos adherir al control de precios y sumar a corralones que puedan acordar precios convenidos, es decir, aquellos que quieran ser parte de una política de retrotraer los pre-cios a términos razonables. Se va a convocar a los intendentes y presidentes comunales para que también se sumen”, agregó Bonfatti.
En cuanto al tendido de fibra óptica para la transmisión de datos, la provincia ya comple-tó el cableado correspondiente a las redes metropolitanas de Santa Fe y Rosario y a lo largo de la autopista Rosario-Santa Fe, por lo que no es necesario que la Nación haga el trabajo. El go-bernador explicó que “entonces vamos a compartir el tendido y unir las obras encaradas por la provincia con las redes del plan nacional Argentina Conectada para evitar la duplicación de ta-reas”.
Infraestructura Primera etapa
Bonfatti y De Vido, sobre la vivienda y la fibra óptica
La Dirección Provincial de Via-lidad firmó el contrato para la primera etapa de iluminación de la avenida de Circunvalación Oeste y Acceso Norte a la ciudad de Santa Fe.
En una primera instancia, se procederá a la iluminación de las intersecciones de la Circun-valación con la Ruta Nacional Nº 11 y la Ruta Provincial Nº 70 a la altura del intercambiador de tránsito.
En la zona del intercambiador de tránsito con la ruta Nº 70 se proyectó la colocación de 27 co-lumnas de 12 metros de altura con doble brazo, de 2 metros cada una, dispuestas en la zona del cantero central de separa-ción entre sendas, calzadas prin-cipales sentido Norte-Sur y vice-versa. En la zona de enlace con la ruta Nº 11 se proyectó la co-locación de 43 columnas de 12 metros de altura con brazo sim-ple, de 2 m cada una, dispuestas en las ramas de ingreso y egreso.
Las tareas demandarán una inversión de $8.899.894,80 y estarán a cargo de la empresa Néstor Julio Guerechet SA, ga-nadora de la licitación.
empresas de telefonía móvil tienen ciertas obligaciones re-lacionadas con los precios y los planes”, precisó la Secretaría de Comunicación en un comu-nicado.
La normativa vigente obliga a las empresas a comunicar a la autoridad de aplicación cual-quier modificación en los valo-res de los diferentes planes que ofrecen a los clientes “con una antelación no menor a sesenta (60) días corridos”.
Además, Berner remarcó la importancia de que los usua-rios reclamen y denuncien cualquier irregularidad lla-mando al teléfono 0-800-333-3344.
El Gobierno nacional rechazó el aumento en los precios realizado por las empresas Movistar, Claro y Personal “sin la previa notifica-ción” a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC). El secre-tario de Comunicaciones, Nor-berto Berner consideró que “la calidad del servicio no es lo sufi-cientemente buena para que au-menten los precios de la telefonía móvil”.
El Estado nacional detectó el incumplimiento de la resolución 26 del año pasado, que insta a las prestadoras a presentar cualquier modificación en los planes y pre-cios con 60 días de anticipación. “Si bien los precios son libres y se busca la competencia real, las
Telefonía móvil: rechazan nuevo aumento de tarifas
aumentando la presencia feme-nina en las aulas, la Tecnológica nunca había llegado a estos por-centajes”. Con respecto al 2013, se incrementó un 6% la canti-dad de mujeres.
Desde la unidad académica destacaron que las estudiantes que se inclinan hacías las inge-nierías egresan con los mejo-res promedio cada año: “Entre 2001 y 2013, hubo cinco muje-res que egresaron con el mejor promedio de su promoción”. Además, en los últimos 10 años cuatro egresadas de la UTN ob-tuvieron el Premio a los Mejores Egresados de Carreras de Inge-niería de Universidades de la República Argentina.
La Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional dio a conocer las cifras de su in-greso y este año se observa un alto crecimiento en la cantidad de mu-jeres. Según informaron, represen-tan el 25% de los estudiantes, en comparación con años anteriores donde apenas se superaba el 10%. También señalaron que –desde 2001– ellas egresan con promedios que están entre los mejores de sus cohortes.
Para los referentes de la Tecno-lógica las cifras son alentadoras y dan cuenta del cambio cultural. “La ingeniería está dejando de ser sólo cosa de hombres”, indicaron al difundir los datos y agregaron: “Si bien en los últimos años fue
Más mujeres ingresan a la Universidad Tecnológica
Una oferta para hacer el proyecto
Puente a Paraná
Se presentó una oferta para realizar el proyecto del puente Santa Fe-Paraná. Ahora la Di-rección Nacional de Vialidad debe analizar y calificar la pro-puesta y los antecedentes téc-nicos del oferente. La iniciativa es un viejo anhelo para lograr una nueva vía de comunicación entre Santa Fe y Entre Ríos y, también, para la ampliación del Corredor Bioceánico.
El viernes 14 de marzo el vi-cegobernador Jorge Henn y su par entrerriano José Orlando Cáceres encabezaron, en Para-ná, la apertura de sobres con las ofertas económicas para ad-judicar los estudios y la elabo-ración del proyecto del puente Santa Fe-Paraná, que tuvo a la empresa Atec SA, de Buenos Ai-res, como única oferente.
La primera instancia com-prende la realización de los estudios para definir la ubica-ción del puente y la traza de los enlaces a la red vial existente, como así también la confección del proyecto ejecutivo y el plie-go licitatorio. Esta etapa cuenta con un presupuesto oficial de $89.700.000.
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DIRECTOREzequiel Nieva
SECRETARIO DE REDACCIÓNJuan Emilio Pascual
COLABORADORESMarcela Perticarari, Milagros Argenti, Gastón Chansard, Alan Valsangiácomo, Lic. Ramiro, Ileana Manucci, Marcelo Carballo, Juan Almará, Marcelo Przylucki, Gonzalo Andrés y Alejandro David
FOTOGRAFÍAPablo Bertoldi, Olivia Gutiérrez y Bárbara Favant
ILUSTRACIONES“Rebo” Pérez y Fausto Botta
CONTACTOSTel: (0342) 154 344 [email protected]
Registro de la propiedad
intelectual N° 667.887.
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necesariamente la opinión del editor.
Pausa es un medio asociado a:
Furor por las lanchas en la Setúbal
Turismo
Aproximadamente 25 mil perso-nas se acercaron, el fin de semana del 22 y 23 de marzo, a las costa-neras santafesinas y al Puente Colgante donde se corrió la final de la Fórmula 1 Power Boat en la Laguna Setúbal: una competen-cia que fue pura adrenalina con embarcaciones que corrieron a más de 180 km por hora.
“Este evento genera muchas cosas importantes”, destacó el intendente José Corral. “Lo pri-mero es que recuperamos el río, vivimos la laguna que es una pista excelente para el deporte náutico; vivimos el otoño, porque es la temporada más linda para estar en la ciudad, por las tempe-raturas y los lindos días; vivimos el espacio público, ya los vecinos vienen a la Costanera a caminar, a disfrutar del paisaje, del sol y del deporte”.
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Noticiero Hora libre
Mamá onlinePor Licenciado Ramiro
Luego de años de cuidar celosamen-
te mi intimidad. Luego de atender a
cada una de las supuestas políticas de
privacidad y actuar en consecuencia.
Luego de configurar en detalle lo que
se puede ver o no ver de mi vida, lo
que quiero que se vea y lo que no, y
creer que, pues, era una persona re-
servada, sucedió lo impensado… Y sin
que yo pudiera siquiera mover un pelo
para evitarlo, toda lo anterior sucum-
bió como si hubiese pasado el tornado
Luisito arrasando todo a su paso. Sí,
mi mamá se hizo un Facebook. Y eso
no es todo: ¡está aprendiendo a usarlo!
Y bueno, qué le vamos a hacer.
Mi hermana la ayudó con la configu-
ración y se le abrió todo un nuevo
universo absolutamente desconocido:
el de la informática. Bah, de a poquito
va queriendo abrirse. Imagínense que
después de casi 70 años sin saber ver
a través de un monitor de pc, el apren-
dizaje no es sencillo… ¡y la enseñanza
ni les cuento!
Y no, para nada sencillo. Hay una ge-
neración de por medio, lo que impli-
ca un tipo de paciencia especial… hay
que tenerle paciencia a los viejos eh…
y más cuando el viejo es tu vieja o tu
viejo, valga la redundancia. El otro día
fui a darle una mano (lo que implica
la resignación absoluta) y muy a pe-
sar de mi buena voluntad iba viendo
el horror: triple clic sobre el ícono del
Mozilla (ya le instalé el Chrome, sí) en
el escritorio, pero con los dos botones
del mouse al mimo tiempo; posicio-
narse en los recuadros de escritura
bien… pero recién donde termina la
frase “escriba aquí su comentario”
porque sobre lo escrito, dice desde su
lógica, no se puede escribir. Y desde
su lógica, tiene razón. No encuentra
las secciones a las que dirigirse para
buscar a alguien o algo; y por ahí se
pierde y no encuentra su muro… o
bien le agarró el alzehimer y ya no se
recuerda su nombre, no sé. Y cuando,
bien al estilo maestro ciruela, le pido
que repita una acción para memori-
zarla y hacerla hábito, me dice: “Espe-
rá que no me acuerdo. Tu hermana me
lo anotó en este cuadernito cómo era”.
Sí, maneja la computadora desde un
cuaderno escrito con birome.
Desde luego está suscripta a Pausa,
pero ya le puse yo que le gusta el Fa-
cebook del periódico así que me debe
estar insultando por escracharla de
este modo. Si es que no tiró la notebo-
ok por la ventana y zafé que me odie
hasta que le lea en papel la columna.
Pero tiene un par de cosas buenas
también eh. Sí. Es casi tan mala onda
como yo con sus contactos. Ya mandó
a freír papas por privado a una amiga
que le sugirió que podían ver las vidas
de todos y, sobre todo, de sus hijos…
y hasta comentarles en sus fotos que
son unos “churrazos hermosos” y que
nos gasten por toda la eternidad. Y
tampoco acepta cualquier solicitud de
amistad… por más de que se trate de
familiares. Si a alguien salí sin la sen-
sación de estar obligado a quedar bien
con quien no quiero es a la parte tana
de mi sangre, porca madonna.
Digresión obligada: recién me vino
a preguntar unas cositas a mi casa y
de paso aprovechó, entre sonrisas
contentas, para decirme que estuvo
practicando y movía la cabeza como
significando “ahí va queriendo”, y en-
tonces yo me siento una porquería de
persona e hijo y de golpe me acuerdo
que al segundo día de su estancia vir-
tual le puso “Me gusta” a una publica-
ción de la que estoy seguro no enten-
día muy bien a qué me refería, ya que
mencionaba a algunas de las series
que miro y al avión desaparecido no
sé dónde. Y eso me hace dar cuenta de
que todas mis paranoias sobre la pri-
vacidad, sobre alguna vergüenza que
pueda sentir por algo que escriba en
mi muro o los comentarios que ponga
en mis fotos no son lo único que sig-
nifica tener a mi mamá de “amiga” en
Facebook (Además, vamos: los padres
existen para que los hijos nos aver-
goncemos de ellos entre otras cosas,
sino no serían padres).
Significa también otro modo de cono-
cer a sus hijos, de estar al tanto de sus
ideas, de lo que les va pasando, de lo
que sienten, de qué se ríen, cómo se
ríen y cómo son “fuera” de la familia.
Es la posibilidad de conocer al hijo
más allá del hijo, de conocerlo rodea-
do de sus amigos… de conocerlo adulto
(yo tengo la hipótesis de que para los
padres sus hijos nunca dejan de ser
niños de 10 años), de conocer lo que
otros creen u opinan de ellos… sentirse
orgulloso o no por ello. Tener otro tipo
de comunicación (aunque sea silencio-
sa) con esos niños que pertenecen a
una generación de la incomunicación
con sus padres: no conozco muchos
casos de hijos que sean cariñosos
con las palabras hacia sus padres;
no he escuchado muchos “te quiero”
de un lado o del otro… tampoco que
intercambien ideas o sentimientos de
manera cotidiana. De sentir ahí cerca,
casi al lado, a esos niños que un día
se fueron de la casa familiar (como
debe ser) y que duermen en otros ni-
dos. Y entonces pienso que tal vez, no
se trate de conocer las vidas secretas
de sus hijos, sino de decirle “buenas
noches, que descanses” al hijo que ya
no duerme en la pieza de al lado… y
eso sí que bien vale toda invasión a
cualquier idiotez que pueda publicar
en Facebook. Buenas noches, ustedes
también duerman bien.
El buchón que entrega diplomasComo personal de inteligencia en la dictadura pasaba datos de estudiantes de la UNL, donde ahora trabaja.
César Luis Frillocchi
Los organismos de derechos hu-manos reactivaron la avanzada contra César Luis Frillocchi, agente de inteligencia durante la última dictadura y actualmente subjefe del área de Diplomas y Legalizacio-nes de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Pretenden que las autoridades de la casa de estudios lo separen de su cargo porque “no tiene idoneidad moral”.
Con ese cometido, representan-tes del Foro contra la Impunidad y por la Justicia –junto a dirigentes de los gremios de docentes y no docentes– se reunieron el 20 de marzo con el rector Albor Cantard y el secretario general de la institu-ción Pedro Sánchez Izquierdo para entregarles un petitorio en el que detallan la labor que cumplió Fri-llocchi, durante la última dictadu-ra, como espía e infiltrado.
El subjefe de Diplomas no tiene procesos en su contra por delitos de lesa humanidad, pero fue procesa-do por falso testimonio en el marco de la causa Barcos, en la cual otro PCI (Personal Civil de Inteligen-cia), Horacio Américo Barcos, fue condenado a 15 años de prisión por el secuestro y las torturas contra el profesor Alberto Tur y su esposa Amalia Ricotti, cometidas entre el 15 y el 31 de mayo de 1978 (Barcos murió en julio de 2012).
El procesamiento por falso testi-monio fue revocado por la Cámara de Casación Penal. Desde la UNL argumentaron que, sin proceso firme ni condena, no pueden hacer nada. No obstante, ante el reclamo, indicaron que en dos ocasiones –el 20 de diciembre de 2013 y el 25 de febrero de 2014– la Dirección de Asuntos Jurídicos de la UNL re-quirió al Tribunal Oral Federal que informe sobre las causas de lesa hu-manidad vinculadas a Frillocchi.
El argumento central esgrimido en el petitorio entregado al rector Cantard se apoya en el artículo 6 inciso A del Estatuto de la UNL, donde se afirma que “todos los miembros de la comunidad univer-sitaria del litoral” tienen el deber de “defender los derechos huma-nos, la democracia y el desarrollo sustentable”.
“Está claro que este señor no cumplió ni puede cumplir con tales deberes, sino que fue parte de una estructura represiva del terrorismo de Estado que violó sistemática-mente los derechos humanos en la Argentina”, sostiene el petitorio fir-mado por una treintena de organi-
zaciones, entre ellas Madres, Hijos y los gremios Adul y Apul.
“Al ser descubierta su doble fun-ción en los tiempos del terrorismo de Estado (durante el proceso con-tra su colega Barcos), resulta indi-simulable que César Luis Frillocchi (agente “Fitipaldi” o “Fernández” para el Ejército de la dictadura genocida) carece de la idoneidad moral exigida como requisito para el ejercicio de la función pública”, continúa el petitorio, que será ana-lizado por las autoridades universi-tarias tal como se comprometió el rector Cantard.
El buchónSi bien no hay, hasta ahora, ningu-na denuncia contra Frillocchi por su actividad durante la dictadura, se sabe que reportó al Ejército como “agente de reunión” o “agente de calle” y que su tarea era infiltrar-se en grupos de estudiantes para
marcar a los que más tarde serían blancos de la represión ilegal.
El ex jefe del Destacamento de Inteligencia del Ejército, Domingo Manuel Marcellini, había declara-do en el marco de la causa Brusa que el suboficial Eleodoro Jorge “Lolo” Hauque tenía bajo su mando a todos los PCI de la unidad a la que pertenecían ambos. Marcellini mu-rió impune en marzo de 2010, poco después de la condena contra Bru-sa y los otros miembros de su pato-ta. Por entonces se tramitaba el jui-cio oral contra Barcos. Una de las mentiras en que incurrió Frillocchi ante el Tribunal, en esa causa, fue haber negado conocer a Hauque, a quien entregaba sus informes.
Como parte del complejo engra-naje de la represión, los PCI repor-taban a los mandos militares pero cumplían tareas de infiltrados en diversas instituciones, blancos de la dictadura: gremios y universi-dades, entre otras. En la ciudad de Santa Fe y su zona de influen-cia operaron 140 PCI junto a 40
militares dedicados a tareas de inteligencia y una cantidad no determinada de agentes de la Policía. En ese marco se desem-peñó Frillocchi, cuyo objetivo central fue la Facultad de Inge-niería Química.
De acuerdo al relato del mili-tante Luis Larpín, expulsado de la UNL por los interventores que designó la dictadura, Frillocchi se infiltraba en las casas que compartían los estudiantes para recabar información y suminis-trarla al Ejército. Usaba un nom-bre falso con idénticas iniciales: CLF. “Fitipaldi” y “Fernández” eran los apellidos que alterna-ba; “Carlos” su nombre de pila.
La tarea de los agentes encu-biertos o PCI durante la dicta-dura era obtener información en forma secreta, proponiendo la persecución de estudiantes, trabajadores, dirigentes sociales y gremiales, intelectuales y todo aquel que participara de la resis-tencia contra la represión ilegal. “Hay cosas que son imposibles de seguir soportando”, señaló Larpín en relación a Frillocchi, reciclado en el seno de la UNL.
Los registrosAunque no hay pruebas concre-tas de la participación del actual funcionario universitario en operativos represivos, los orga-nismos de derechos humanos se abocarán a “la difícil tarea de establecer su responsabilidad penal”, según anticipó el aboga-do de Hijos Guillermo Munné el pasado 18 de marzo en el panel “Universidad y dictadura: ¿Vos sabés quién es Frillocchi?”, rea-lizado en la Facultad de Ingenie-ría Química de la UNL.
De acuerdo a los registros enviados, en octubre de 2007, por el Ejército al juez Reinaldo Rodríguez, Frillocchi aparece en la lista de los PCI que presta-ron servicio en el Destacamen-to de Inteligencia Militar 122. Tres años más tarde, en 2010, la entonces ministra de Defensa de la Nación, Nilda Garré, des-clasificó y publicó la lista de los 4.300 integrantes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército que habían operado en la dic-tadura. En ese listado también figura Frillocchi como PCI en la función de “agente de reunión” del Destacamento de Inteligen-cia 122.
Como parte del complejo engranaje de la represión, los PCI reportaban a los mandos militares pero cumplían tareas de infiltrados.
Y un día difunde tu pasado en tu muro.
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 20144 PAUSA
La cárcel como fábrica de más inseguridadUn exhaustivo monitoreo de penales y comisarías pone en evidencia el infierno cotidiano de los internos en la provincia.
“Aceptables”: ese suele ser el mejor calificativo que obtienen las condi-ciones en que se encuentran los lu-gares de detención en la provincia; “malas”, el adjetivo más recurren-te. Así se desprende del informe realizado por el Servicio Público de la Defensa Penal sobre las uni-dades penitenciarias de Santa Fe y otras tres localidades; y así surge también de los relevamientos efec-tuados por funcionarios de ese mis-mo Servicio en las dependencias policiales de las cuatro circunscrip-ciones judiciales existentes.
Además de describir el deplo-rable estado de las instalaciones y la escasez de recursos reinante, ambos estudios dan cuenta del hacinamiento, de la cantidad de reclusos sin condena efectiva, de la presencia de presos federales en cárceles, comisarías y subcomisa-rías, de la desidia predominante en la asistencia sanitaria y hasta de la práctica de torturas.
Aprender a delinquirEntre abril de 2012 y marzo de 2013, un equipo encabezado por el defensor provincial Gabriel Ganón visitó sin previo aviso las unidades penitenciarias Nº 1 (Coronda), Nº 2 (Cárcel de Las Flores, Santa Fe), Nº 3 (Rosario), Nº 4 (Cárcel de Mu-jeres, Santa Fe), Nº 5 (Cárcel de Mujeres, Rosario), Nº 8 (Casa de Pre- Egreso, Santa Fe), Nº 9 (Re-creo), Nº 10 (Santa Felicia, depar-tamento Vera) y Nº 11 (Piñero), la Alcaidía de Mujeres de Rosario, la Alcaidía de Vera, la Celaduría de Reconquista y el Instituto para la Recuperación del Adolescente de Rosario (IRAR). El resultado fue el “Informe del Monitoreo de Lugares de Detención de la Provincia de Santa Fe”.
Al momento del sondeo, había en las unidades penitenciarias de la provincia 2.733 personas pri-vadas de la libertad, de las cuales 2.649 eran hombres y 84 mujeres, estas últimas mayores de edad, mientras que entre los primeros se contaban 58 menores (10 en Las Flores y 48 en el IRAR). En ese entonces, el 28% de los presos san-tafesinos mayores de edad no tenía
condena, sino que esperaba una resolución judicial que definiese su culpabilidad o inocencia en re-cintos inhabitables, exponiéndose a enfermedades, al hambre y a la violencia, y conviviendo con delin-cuentes probos.
Los guarismos actuales denotan una agudización de esa tendencia. En nota remitida a Ganón, el se-cretario de Asuntos Penitenciarios Pablo Cococcioni informó que en enero de 2014, de los 2.738 reclu-sos por causas cursadas en la Justi-cia provincial, 1.863 tienen senten-cia y 875 están procesados. De esta forma, aquel 28% asciende al 32%.
La misiva indica además que hay 37 menores y 89 hombres y mujeres con causas federales en las unidades penitenciarias provinciales, la ma-yoría (56) en Las Flores, y los demás distribuidos entre otros recintos de Santa Fe, Rosario y Coronda. Si a aquellas unidades se suman co-misarías, subcomisarías, alcaidías y celadurías, los presos federales son 300. El dato fue suministrado a
Pausa por el propio ministro de Se-guridad, Raúl Lamberto. “No debe-ría ser así”, admitió, “pero nosotros suscribimos convenios con la Na-ción por su permanencia en la pro-vincia porque no tenemos cárceles federales. Hay un compromiso de hacer una, pero nunca llegó a con-cretarse. Somos parte de un sistema de auxiliares de la seguridad, yo no puedo negarme a aceptar detenidos federales”.
Lo cierto es que los sitios de re-clusión se vuelven eficaces escuelas del delito, donde la homogeneiza-ción entre procesados y condena-dos y entre reos locales y naciona-les, hace que ladrones de gallinas aprendan de asaltantes a mano ar-
Por Milagros Argenti
Asuntos públicos
Vuelve el rondín al barrioMediación y Policía Comunitaria: las respuestas de la provincia ante las demandas de los municipios.
Mientras Rosario es noticia per-manente por episodios de violen-cia que involucran a bandas de-lictivas organizadas, en Santa Fe y Santo Tomé el mismo fenómeno se produce en forma aislada y, en cambio, siguen siendo un proble-ma irresuelto los homicidios en ocasión de robo y entre grupos fa-miliares.
En el caso de la ciudad del sur provincial, sus autoridades arti-culan con la provincia y la Nación el abordaje en el territorio. Allí se despliegan los mayores recursos, en detrimento, sobre todo, de las localidades más pequeñas y más alejadas de los grandes centros ur-banos. Por ese motivo, senadores del radicalismo pidieron un en-cuentro con el ministro Raúl Lam-berto para preguntarle por su plan de seguridad.
Santa Fe y su conglomerado urbano aparecen en un segundo orden de prioridad. Por eso, ya desde el año pasado, y cada vez con mayor vehemencia, los inten-dentes José Corral y Fabián Palo Oliver –también radicales, aliados políticos del gobierno provincial– vienen reclamando un abordaje más serio de la problemática ante la persistencia de altos índices de delitos violentos.
La primera respuesta ya está a la vista, aunque su efectividad es una incógnita que se develará con el tiempo: se trata de la Policía Co-munitaria, una nueva área dentro de la fuerza que trabajará en los barrios periféricos de las tres ma-yores ciudades de la bota: Rosario, Santa Fe –por cercanía también se incluyó a Santo Tomé– y Villa Gobernador Gálvez. En nuestra ciudad, la primera experiencia se puso en marcha el 17 de enero en barrio Barranquitas: 25 efectivos con perfil comunitario, con cono-cimientos en mediación, que traba-jarán exclusivamente en ese lugar junto a los vecinos. Lamberto des-tacó, el plan es “darle a la nueva Po-licía un perfil distinto, integrado y compatibilizado con el sentimiento y la realidad de los ciudadanos”.
La Policía Comunitaria se ins-cribe en el marco del Plan de Se-guridad Democrática y también del Gabinete Social. “Estos no son planes enlatados”, explicó Lam-berto. “Esto exige una preparación previa, un análisis muy particular de cada lugar, porque tratamos que cada policía sea un vehículo de diálogo con el vecino para poder discutir los planes de seguridad y la modalidad de trabajo a seguir”.
La creación de la Policía Comu-nitaria, al interior de la fuerza, forma parte de las “Bases para una Seguridad Democrática” anuncia-da por el gobernador Antonio Bon-fatti en noviembre de 2012 –en pleno escándalo por el caso Togno-li– y su puesta en marcha es posi-ble también a partir de la sanción de la ley de Emergencia en Materia de Seguridad.
Tras el lanzamiento de la misma experiencia en Rosario, la sema-na pasada el ministro Lamberto y el intendente Corral firmaron un acuerdo de trabajo en conjunto para convocar, seleccionar y for-mar a 200 nuevos agentes para la Policía Comunitaria, que se des-empeñarán en nuestra ciudad.
“Estamos seguros de que se pue-de recomponer el vínculo entre las fuerzas de seguridad y los vecinos y que, a su vez, los santafesinos vayamos recuperando la tranqui-lidad”, sostuvo el intendente, que a fines de 2013 había hecho recla-mos públicos a Lamberto y al mi-nistro de Gobierno Rubén Galassi por la floja labor de la Policía ante delitos comunes en los barrios.
Por su parte, el santotomesino Fabián Palo Oliver –quien en fe-brero había declarado que “esta-mos pasando el peor momento en materia de seguridad pública, tan-to por la cantidad de hechos delic-tivos como por la profundización de modalidades que eran ajenas a nuestra ciudad”– reunió el viernes 21 de marzo en el camping muni-cipal a entidades intermedias de su a ciudad, junto a todos los conceja-les y a los legisladores provinciales Avelino Lago y Leandro Busatto
Masivo encuentro en Santo Tomé ante la convocatoria del intendente. Preocupa la sucesión de delitos y la floja respuesta de la Policía.
para discutir temas relaciona-dos a la seguridad.
El diagnóstico que había he-cho Palo Oliver en febrero no era nada auspicioso: “Desde los sucesos de diciembre, con el levantamiento policial, la situa-ción está empeorando y las res-puestas del Ministerio de Segu-ridad son insuficientes. Existen menos agentes que en el año 2011, e incluso menos efectivos con uso de armas. En esa fecha había 120 policías armados y hoy no superan los 95”.
En la reunión del viernes 21 el mandatario santotomesino prometió la incorporación de 60 efectivos comunitarios, de acuerdo a lo anunciado por Lamberto, y al mismo tiempo logró apoyo para elevar una nota al ministro de Seguridad solicitando medidas “inmedia-tas” para fortalecer las tareas de prevención y represión. Ade-más, acordaron realizar una marcha “Por la paz y la justicia”, el próximo 1º de mayo, al cum-plirse un año del asesinato del comerciante Daniel Farías.
En el encuentro, que se pro-longó por más de tres horas y media, se pudo observar la unánime preocupación por los hechos delictivos que están aconteciendo en Santo Tomé, al tiempo que quedó evidenciado el apoyo multipartidario a las demandas que el municipio vie-ne realizando.
La novedad principal es que Santo Tomé suscribió un conve-nio con el Ministerio de Seguri-dad para incorporar 60 efecti-vos de la Policía Comunitaria. Palo Oliver sostuvo que “debido a que este convenio representa una solución a mediano plazo, he solicitado al jefe de la Uni-dad Regional I la llegada de efectivos de manera inmedia-ta. El comisario Rafael Grau se comprometió a satisfacer esta inquietud, restando sólo la con-firmación del número de agen-tes que se destinarán”.
El personal, insuficiente en todos los casos, es amo y señor de las unidades y sus habitantes. El resultado: serios malos tratos.
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Asuntos públicos
mada, homicidas, narcotraficantes e integrantes de redes de trata.
Condiciones indignasEl monitoreo del Servicio Públi-co Provincial de Defensa Penal incluyó, entre otras cuestiones, una inspección de las condiciones materiales, de los procedimientos disciplinarios y de la ocurrencia de malos tratos en las unidades peni-tenciarias mencionadas. El resulta-do es lamentable. A rasgos genera-les, las instalaciones se encuentran en estado de extrema precariedad, las conexiones eléctricas son defi-cientes (los “cables pelados” son la constante), los sanitarios despiden olores nauseabundos y no reciben mantenimiento (pese a que, en muchos casos, las letrinas están en las mismas celdas), los reclusos deben arreglárselas sin elementos de limpieza e higiene y las raciones alimentarias son insuficientes y bromatológicamente inaceptables. En la cárcel de mujeres de Santa Fe, el comedor está invadido por cucarachas y alacranes. En otros lugares, la disposición descuidada de la basura redunda en la presen-cia de ratas.
Por otra parte, son unánimes las quejas de los alojados por la mala o nula atención médica. Incluso aquellos que padecen HIV o tuber-culosis, o los bebés que permane-cen con sus madres, que no reciben correctamente sus vacunas.
Para más, el acceso a posibilida-des laborales y educativas es muy restringido. Si bien se desarrollan talleres y se dictan clases de prima-ria y secundaria (de dos horas dia-rias como máximo), la cifra de reos que participa es ínfima.
En cuanto a las sanciones disci-plinarias, las autoridades carcela-rias coinciden en que los guardias
no están autorizados a decidirlas ni aplicarlas, pero la realidad indica otra cosa. El personal —por cierto, absolutamente insuficiente en to-dos los casos— es amo y señor de las unidades y sus habitantes. El re-sultado: serios malos tratos. En Pi-ñero, los internos aseguran que en los “buzones” (sitios de aislamien-to) son golpeados, apaleados con elementos contundentes y dispara-dos con balas de goma, y que se les practica el “submarino seco”. Hasta dicen que los empleados les “plan-tan” chuzas o celulares, por lo que pierden sus beneficios y se les de-
moran sus salidas transitorias. En Rosario, una mujer denunció que recibió una brutal golpiza por dis-cutir con una guardiacárcel. Tras ello, se dispuso su traslado a Santa Fe. Para concretarlo, efectivos de las TOE ingresaron al sector de du-chas arrojando gases lacrimógenos y la condujeron desnuda hasta esta capital, donde además al llegar pasó diez días en celda de castigo. En el IRAR, el trato dispensado a los adolescentes es feroz, e incluye patadas en el piso y azotes de la ca-beza contra la pared.
Comisarías y subcomisaríasEntre diciembre pasado y enero del corriente año, las defensorías
regionales recabaron información en las dependencias policiales de las cuatro circunscripciones judi-ciales de la provincia. A excepción de los malos tratos, lo precedente-mente descripto con respecto a las cárceles se reproduce en dichas de-pendencias, y de hecho se agrava, porque se trata de establecimientos que no están concebidos para alo-jar prolongadamente a personas privadas de su libertad. El proble-ma más acuciante es el hacina-miento. En algunos lugares escasea el agua, no hay energía eléctrica y los detenidos deben hacer sus nece-sidades en bolsas que arrojan en las mismas celdas.
El total de detenidos en comi-sarías, subomisarías, alcaidías y celadurías de la provincia ascendía el primer mes de 2014 a 2.061 per-sonas. El 67% está alojado en la 2ª Circunscripción, con epicentro en Rosario. La Regional correspon-diente a Santa Fe se lleva otro 20%. En el primer caso, el 12% son con-denados, en el segundo, estos re-presentan el 17%. Lo restante son personas con prisión preventiva, demorados u otros.
Lo más graveLa situación hallada en la 2ª Cir-cunscripción obligó a las autorida-des del Sistema Público de Defensa Penal de la Provincia a presentar un hábeas corpus colectivo y co-rrectivo ante la Cámara de Ape-laciones de Rosario, con el fin de instar a que se solucione el estado de saturación en las dependencias policiales y por haberse encontra-do allí “el índice más alto de haci-namiento y trato cruel, inhumano y degradante”. Asimismo, los de-fensores recurrieron a la Comi-sión Interamericana de Derechos Humanos para lograr una medida
cautelar en relación a la situación de la Celaduría de Reconquista, el IRAR, la Cárcel de Coronda y la Al-caldía de Mayores de Rosario.
En la Unidad Regional II (Ro-sario), el exceso de presos es del 500%, ya que hay 667 personas alojadas y sólo 130 plazas. Por ello, se plantea la urgente necesidad de reducir el número de internos y se postula la posibilidad de fijar un cupo constitucional.
ResponsabilidadesEl Ministerio de Seguridad reco-noce la situación como “compleja”.
“Tenemos el sistema penitenciario con una capacidad al límite”, afir-mó Raúl Lamberto en diálogo con Pausa.
“Esto exige que a esa capacidad actual la mantengamos, porque no da para seguir incorporando personas. Y en cuanto a lo que de-bería ser el preso transitorio, el que está en comisarías… hoy eso está también excedido porque hay per-sonas detenidas con antecedentes y que los jueces o fiscales valoran que tienen posibilidad de fugarse u obstaculizar una causa”, argumen-tó, y agregó: “lo que necesitamos es buscar políticas sustentables. Por eso estamos construyendo unida-des penitenciarias y haciendo una
modificación sustancial de las co-misarías”.
Sin embargo, para los defensores del Sistema Público Provincial la solución no radica en aumentar las plazas disponibles, sino en reducir la cantidad de alojados: “El estado de deterioro de los lugares de encie-rro tiene directa vinculación con la desproporción entre dos variables: 1) el número de prisioneros, y 2) los recursos disponibles. Si la cifra de detenidos es creciente y la admi-nistración no logra modificar la se-gunda variable, no cabe sino actuar sobre la primera”. Incluso exhortan a fijar un cupo legal constitucional “como referencia para los jueces departamentales”. “No se trata de cerrar las cárceles, ni de abolirlas, sino de verificar cuántas personas, y en su caso cuáles, y durante cuánto tiempo pueden ser alojadas. Y ese número tiene que ver no solamen-te con el cupo administrativo para el que fue diseñado ediliciamente cada centro de detención, sino con su estado actual de habitabilidad y con la cantidad y calidad de los re-cursos materiales y humanos con los que es provisto”.
Los defensores no apuntan sus cañones sólo al Poder Ejecutivo. Por el contrario, hacen especial hincapié en la actuación de la Jus-ticia. En efecto, si los jueces resol-vieran con eficiencia y en tiempos razonables la situación procesal de los presos sin condena, las con-diciones actuales cambiarían radi-calmente. “Es necesario superar los obstáculos o postergaciones para la efectiva plenitud de los derechos, y proseguir con la ejecución de los procesos en marcha”, demandan, y añaden: “mientras las cárceles no sean sanas y limpias como ordena la Constitución Nacional, no pue-den los jueces seguir disponiendo acríticamente el encierro de perso-nas en ellas. Deberán ser los jueces quienes reexaminen sus decisiones cuando dispongan el alojamien-to de personas en esas insanas y sucias prisiones, con el inconsti-tucional castigo adicional que ello implica, porque de ellos en gran medida depende ta-mbién el nú-mero de prisioneros, y la duración de su encierro. No puede ni debe la magistratura desentenderse del estado de las prisiones o los lugares en los que dispone el alojamiento de personas, bajo el pretexto de que es incumbencia de otro Poder”.
En tanto, para Lamberto esta realidad demanda “mucho diá-logo”, porque, según considera, “nada se gana tirándole la pelota al otro o cuestionando”. No obs-tante, el ministro dejó entrever que también desde su cartera se asig-na una cuota de culpabilidad a la Justicia: “nosotros vamos a pedir una reunión con la Corte Suprema para establecer criterios comunes”, adelantó. Lo cierto es que, has-ta que eso suceda, y mientras los responsables directos se ponen de acuerdo, hay 2.864 personas en unidades penitenciarias y 2.061 en dependencias policiales convivien-do en condiciones infrahumanas que poco o nada propenderán a su reinserción social.
El Ministerio de Seguridad reconoce la situación como “compleja”. “Tenemos el sistema penitenciario con una capacidad al límite”.
En algunos lugares escasea el agua, no hay energía eléctrica y los detenidos deben hacer sus necesidades en bolsas que arrojan en las mismas celdas.
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 20146 PAUSA
Déja vúpolíticos opositores y los sectores más conservadores de la Alian-za –liderados por el candidato a presidente Fernando de la Rúa– compartieron esta deriva puniti-vista. De ese modo, desde 1999 y hasta la crisis de 2001, se sucedie-ron una serie de reformas legales a nivel nacional y provincial (especialmente en la provincia de Buenos Aires) que incrementaron la punitividad de diversos modos y que tuvieron apoyos en las dos fuerzas políticas más importantes en aquel momento. Dichas refor-mas legales –sumadas al clima político y cultural generado por esa politización– contribuyeron significativamente al incremento del volumen de encarcelamiento en la Argentina –especialmente de presos sin condena– que alcanzó niveles extraordinarios entre 1995 y 2002. En general, dichos actores políticos en aquel momento soste-nían que apoyaban estas iniciati-vas punitivas porque era lo que “la gente piensa y quiere”. Esa funda-mentación se nutría de encuestas de opinión pública –que se habían incorporado al trabajo cotidiano de los políticos profesionales como herramienta crucial– que mostra-ban que “la inseguridad” era una preocupación social central y que existía un difundido reclamo de mayor punitividad, indica-dores construidos a partir de preguntas simples y capciosas sobre muestras pequeñas y sesgadas. Pero el argumento también se nutría de los medios masivos de comunicación, que reproducían incesantemente esos mensajes. Y se nutría de un rechazo de los discursos y propuestas de los “expertos” –algunos profesores univer-sitarios y funcionarios judiciales, ligados al mundo del derecho– que eran presentados como alejados de las perspectivas de la ciudadanía.
Como es sabido, esta deriva pu-nitivista encontró en el año 2004 un impulso ulterior “desde abajo” a
través de la fuerte movilización de sectores de clases medias a partir del caso Blumberg y de la “cruzada Axel” a la que dio lugar y que se tradujo en una importante canti-dad de reformas legales orientadas hacia incrementar la punitividad, apoyadas por legisladores de los diferentes partidos políticos –con algunas pocas excepciones– tanto a nivel nacional como provincial. En este caso los actores políti-cos aparecieron más bien como respondiendo a una iniciativa que surgía de otro lugar que como los promotores de la misma. Esta se-gunda ola de demagogia punitiva contribuyó significativamente a prolongar la tendencia al aumento de la población encarcelada en Argentina: especialmente, otra vez, de presos sin condena.
Quince años después se vuelve a reproducir una dinámica similar en torno al debate público en relación al anteproyecto del nuevo Código Penal elaborado por una comisión integrada por personas relacionadas con distintos partidos políticos con representación parla-mentaria –han sido o son legisla-dores, ministros, asesores– y que, en algunos casos, al mismotiempo, pueden ser considerados
“expertos” en función de sus propias trayectorias profesiona-les –en el mundo académico y judicial–, presidida por el jurista argentino de derecho penal más prestigioso a nivel internacional y, además, juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Raúl Zaffaroni. Esta comisión fue diseñada para generar acuerdos sobre el nuevo Código Penal que atravesaran el espectro de los par-tidos políticos que participan en el juego democrático –aquellos que tienen más peso legislativo a nivel nacional. Resultaba una estrategia interesante para tratar de evitar la experiencia del anteproyecto de 2006, que fue elaborado por una comisión de juristas –acadé-micos y funcionarios judiciales– y que no incluía esta dimensión política. Parecería ser que luego del proceso de politización de la cuestión del delito y el control del delito es ineludible contemplar de algún modo esta dimensión. Como tal, era una respuesta adecuada frente a los cambios recientes en la forma de elaboración de la política penal y una manera de canalizar inicialmente la construcción de un “Código Penal de la Democracia”.
Sin embargo, el diputado Sergio Massa –perteneciente a un nuevo partido político, ajeno a la comi-sión de elaboración del antepro-yecto–, buscando recuperar prota-
protagonismo en la esfera pública
y política, con el apoyo explícito
de empresas dominantes
en el ámbito de los medios de
comunicación, lanzó una campaña
contra el ante-proyecto del Código
Penal utilizando un lenguaje plagado de simplificaciones
y eslóganes, conteniendo una cantidad de errores
sobre el contenido efectivo de dicho anteproyecto y expresando posiciones de carácter reacciona-rio en la materia que se vinculan con las tradiciones políticas con-
servadoras y autoritarias.
Claramente, el diputado Massa, cual hijo de Ruckauf –parentezco que no resulta casual en función de sus trayectorias políticas al interior de ciertos segmentos del peronismo bonaerense–, ha encarnado en las últimas sema-nas esta dinámica demagógica que busca conectar con ciertos sectores del público, reclamando la necesidad de ser duros con el delito, aún cuando dichas propues-tas no tengan ninguna efectividad en materia de reducción del delito, tal como se ha comprobado en los más variados contextos en los que se han venido ejercitando en los últimos 35 años –incluyendo la propia provincia de Buenos Aires– y generen una amplificación de los efectos típicos de producción de sufrimiento, desigualdad y exclusión de los sistemas penales modernos, que recaen mayori-tariamente sobre sujetos débiles económica y socialmente. Su posi-ción resulta claramente antiliberal y pone en jaque incluso ciertos elementos cruciales del programa constitucional del derecho penal en la Argentina.
Esta campaña no resulta sorprendente si observamos la trayectoria de la politización del delito y el control del delito en el pasado inmediato en nuestro con-texto. Pero resulta sorprendente la actitud de ciertos actores políticos que se han sumado a dicha cam-paña –ad alta voce o sotto voce– en las últimas semanas. Algunos dicen pertenecer a la misma alianza política kirchnerista que impulsó inicialmente la iniciativa, mostrando su carácter heterogé-neo y, una vez más, volátil –y no sólo en este terreno. Algunos per-tenecen a partidos políticos que tienen en sus programas históricos un alma “liberal”, claramente afín a los principios y propuestas del anteproyecto de Código Penal y que, a su vez, han tenido, de algún modo, a un representante de sus propios elencos participando en su redacción. Dichos actores parecen recorrer el mismo surco que –ellos mismos u otros individuos de sus propios elencos políticos– tran-sitaron a fines de los años 1990 y comienzos de los años 2000 al subirse a la primera ola de dema-gogia punitiva en nuestro país. Esta historia parece repetirse más de dos veces y en cada repetición mixtura grotescamente elementos de la farsa y la tragedia.
(*) Abogado (UNL), investigador y docente especializado en Criminología.
En la Argentina, desde mediados de la década de 1990, se ha dado un proceso complejo de construc-ción social de la cuestión de la “inseguridad” –definida en térmi-nos restringidos en torno al delito de la calle o delito común, una fracción de los comportamien-tos que la ley penal define como delito, que frecuentemente son producidos por sujetos “débiles” económica y socialmente– como problema fundamental de la vida social. Esto no fue una consecuen-cia automática del crecimiento de ciertas formas de actividad delictiva, como muchas veces se sostiene. Durante la década de 1980 se produjeron aumentos en los indicadores disponibles referidos a esas formas de delito común tan marcados como en la segunda mitad de los años 1990 –o incluso mayores– y sin embar-go eso no disparó la instalación de la cuestión del delito y el control del delito en el centro de la agenda pública, que en gran medida se encontraba repleta de otras cues-tiones macroscópicas relacionadas con las promesas de la democrati-zación reciente.
En este proceso complejo jugó un rol medular una fuerte politización del delito y el control del delito. Los políticos profesio-nales en el primer momento de la transición a la democracia habían mantenido esta serie de temas fuera de la competencia entre los partidos en los procesos elecciona-rios. Esta exclusión se quebró en las elecciones de 1997 y 1999, es-pecialmente, en forma muy mar-cada, en esta última. Los actores políticos que lanzaron esa dinámi-ca integraban la alianza política del menemismo que enfrentaba en ese momento el inicio de una crisis de legitimación y lo hicieron para tratar de conquistar a través de este gesto consenso político y electoral. Lo hicieron planteando como respuesta, frente a lo que se visualizaba como un problema ur-gente, como una verdadera crisis, el endurecimiento de las inter-venciones estatales, un aumento generalizado de su severidad, invocando desde la necesidad del incremento del uso de la violen-cia por parte de la Policía hasta la reintroducción de la pena de muerte. Un ejemplo paradigmáti-co de este gesto político fue el del entonces vicepresidente y candi-dato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf. La estrategia alcanzó a los actores
Por Máximo Sozzo (*)
Opinión
De Ruckauf a Massa, políticos, demagogia y punitivismo ante el debate del nuevo Código Penal.
Fausto Botta
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 2014 7PAUSA
Desde San Lorenzo hasta Rincón y Colastiné, pasando por El Pozo, Ciudad Universitaria y Wal Mart: la Línea 2 está a punto de explotar y los vecinos se alzan en un reclamo.
La metrópolis, cada vez más lejos
Los habitantes de barrio El Pozo se organizaron y marcharon al Concejo, donde fueron recibidos por los ediles, quienes prometieron futuras respuestas a los reclamos por el transporte.
La mitad de un coche hundida en un zanjón; un grupo de hermanitos saltan pozos de barro con zapati-llas en mano para cruzar la calle, después, caminarán con los pies fríos hasta la escuela; un abuelo pierde el turno al médico cuando el último ómnibus lo deja con la mano temblorosa en el aire. Los Troncos, San Lorenzo, Punta Norte, Pom-peya, El Pozo, La Guardia y varios vecindarios más están peleando por un derecho, el transporte pú-blico, una cuestión sensible cuyo destino es decidido puertas aden-tro, omitiendo consulta a quienes pueden poner a consideración los problemas que sin bajar al barrio siempre serán obviados. El desor-den se hace manifiesto en los por-tales oficiales del municipio que no cesan de anunciar, vía Facebook y Twitter, los cambios de recorridos, las reducciones de calzada, las de-moras a tal o cual altura en alguna calle de los barrios. Las líneas 1, 11, 18 aparecen como las más compli-cadas durante el último mes. La 2 como la más resonante.
Plan de lucha Casi 50 personas bloquearon pa-cíficamente la salida de los coches de la Línea 2 en mayo del año pasa-do. Un rumor cobraba fuerza y los vecinos se anticipaban a algo que desde entonces ya temían: el des-plazamiento de la parada hacia las afueras de El Pozo, lo que significa-ría (suponían) un empeoramiento del servicio, ya insuficiente.
El ex coordinador del Distrito La Costa (ahora sub-secretario de Acción Social) Hugo Marchetti y la Vecinal del barrio se encargaron de desmentir tales rumores a través de panfletos y compromisos cuya validez se diluyó menos de un año después. Con las urnas aún calien-tes en octubre pasado, se desman-teló el galpón donde se guardaban los coches de la línea concesionada por la empresa Continental; desde hace algunas semanas el lobby, donde los choferes mateaban entre salidas, está cerrado con cadenas y candados. Rincón y La Guardia son las ramales en las que se partió el antiguo circuito del 2, que asegura contar ahora con 19 coches cuya patente más vieja data de 2013 (ciertas unidades no pasarían por tan jóvenes a juicio visual simple). La nueva línea metropolitana se convertía en noticia, en confirma-ción, en descrédito de las voces oficiales, en la pérdida del colecti-vo que comunicaba al barrio con el centro de la ciudad. Y el cambio fue decidido unilateralmente, cuando debió haber sido puesto en consi-deración por el Concejo Municipal,
que asegura jamás haber sido con-sultado.
La suposición acerca del empeo-ramiento se confirmó: primero se anunció un recorrido en el que la cifra de 12 paradas bajaría a 3; rá-pidamente esto mutó a otra forma también imperfecta puesto que, si bien se restituyó el recorrido ante-rior que cubría a todo el barrio, su ejecución es totalmente variable de acuerdo a los horarios, a la carga de La Guardia/Rincón, al mal estado de las calles producto de las obras de desagüe a cargo de Aguas San-tafesinas (que tampoco repuso las luces públicas ni las rampas que de-molió) o simplemente, al azar.
Algunos habitantes del barrio se abocaron a convocar a asambleas para intercambiar sus disgustos atendiendo a que en días hábiles las demoras trepan hasta la media hora, con coches llenos desde la Ruta 1, más los casi mil empleados de Musimundo y Wal-Mart. Ni que hablar de los miles de estudiantes que a diario asisten a la Ciudad Universitaria. En cada uno de estos conglomerados, el colectivo pierde no menos de 10 minutos facturan-do pasajes, con frecuencias pro-medio de 14 minutos (el doble de lo asegurado por el intendente), a lo largo de los 47,5 kilómetros que deben completar. Un niño con una urgencia médica (el 2 llega hasta el Hospital Alassia) deberá resistir
entre 45 minutos y una hora de via-je si vive más allá del Colgante.
“Teníamos entendido que en el barrio viven 4600 personas”, dijo Sergio Ludueña (sub secretario de Transporte) al llegar a El Pozo para encontrarse con la dirigencia vecinal, que debiera representar a los más de 14 mil humanos que residen en la sepia comarca de con-creto. Mientras tanto, la Junta de Vecinos, que el año pasado logró activar la resolución parcial de los problemas de desagües, se congre-gaba en asamblea desde hacía va-rias semanas en pos de decidir un plan de acción. La primera medida tomada fue agotar todas las instan-cias formales como solicitudes de audiencia, junta de firmas, presen-tación de notas. El club de bochas se convirtió en el ágora y el recinto de catarsis, mientras el intendente José Corral afimaba por LT10 que “lo que pasa es que la gente de El Pozo está acostumbrada a subirse al colectivo antes de que salga y aguardar la partida ya sentada”.
A partir de la falta de respuestas a los reclamos, la asamblea decidió marchar hasta calle Salta para re-unirse con el Concejo, en procura de comunicar dificultades y pro-puestas. Un centenar de vecinos se movilizó entonces, acompaña-dos por la agrupación El Pozillo y, ahora también, por la Vecinal, con bombos y banderas al ritmo de
“devolvénos el 2, los bondis no son tuyos” y un petitorio en mano: “re-querimos y exigimos, un canal de diálogo genuino entre los funcio-narios y los vecinos, que sirva a los efectos de arribar a una solución. Pero nuestra postura, conforme lo estableció la Asamblea de Vecinos, será siempre el restablecimiento de un ramal que parta desde barrio El Pozo. Exigimos coches querealicen aquel trazado original, que salgan de nuestro barrio, como se hace desde hace 26 años”, indicó José Luis Bermúdez, referente de la Jun-ta de Vecinos que fue recibida por un cuerpo de funcionarios.
En la mesa chicaSeis referentes de la marcha supe-raron las puertas del Concejo para sentarse en la sala Zapata Gollán, en la que pudieron hacer mani-fiestos sus decires a los ediles Se-bastián Pignata, Tomás Norman, Mariano Cejas, Silvina Frana, y al presidente, Leonardo Simoniello, entre otros. Durante los 54 minu-tos de entrevista expusieron sus necesidades sosteniendo una pre-misa única. “Venimos aquí a plan-tearles nuestras alternativas, a que nos escuchen, a que nos ayuden a creer en ustedes porque nosotros los votamos y ahora tienen que po-ner la cara por nosotros”, fueron las palabras con las que Bermúdez inició el diálogo y a las que agregó
luego su intención de no conquistar lo perseguido a costa del perjuicio de otros vecindarios.
Ante ello, Silvina Frana advirtió que “algunos vecinos nos habían advertido acerca de la inminencia del problema, lamentablemente estuvimos errados en confiar en la palabra de Marchetti y de los funcionarios que aseguraron que la parada no se iba a mover”. No obstante, Mariano Cejas comentó que desde el Ejecutivo se reconoce la necesidad de tomar medidas y que a partir de ello se estaban ba-rajando ya algunas alternativas, a saber: ajustes en las frecuencias de horas pico y la incorporación de “uno o dos coches que salgan directamente desde el barrio”, cap-turó el micrófono de Pausa. Rá-pidamente María Alarcón, otra de las representantes de los vecinos, catalogó de “insuficientes” esas posibilidades e instó a que lo que se decida sea charlado con los ha-bitantes, puesto que “evidentemen-te, cuando no se consulta, se erra”. Simoniello prometió “hacer de puente, abrir un canal de diálogo que junte a los vecinos y al Ejecuti-vo para arribar a una solución”. Los vecinos de El Pozo agradecieron el recibimiento y advirtieron que el énfasis del reclamo no se disipará. Los ediles prometieron asistir a las próximas asambleas. Muchos ba-rrios aguardan por sus respuestas.
Por Marcelo PrzyluckiBárbara Favant
Asuntos públicos
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Ocio y Cultura
En la edición anterior escribí sobre
Cosquín, pero lo que entregué se tra-
tó del recorte de un tema más amplio,
tanto que no hubo forma de hacerlo
entrar en una nota. Mi intención era
hablar de los festivales, de ciertas re-
laciones de poder que surgen del for-
mato, de la profesión de músico, del
público. Me quedé con la sangre en el
ojo, y no quisiera saltear algunas de
esas cuestiones relacionadas que me
parecen importantes.
Porque la música se hace y es más
que la combinación de sonidos, y por-
que en la música entran más cosas
que la sola voluntad, propia y privada
del sujeto que se pone a crear en li-
bertad. ¿A qué voy? Si le preguntas a
la mayoría de los músicos (pensemos
en los que se dedican a la profesión
exclusivamente, y la sostienen como
modo de vida) si están haciendo la
música que desean, lo más probable
es que contesten que algunas veces
sí, pero que en muchas otras hay que
ajustarse a lo que te da de comer, que
hay que parar la olla... Entonces no po-
cas veces (me incluyo) tocamos músi-
ca que no nos gusta tanto, o en lugares
donde no estamos a gusto, o por un
dinero que no es justo, o viajando en
condiciones que no son óptimas.
Es compleja la profesión de músico,
al punto de no estar incluso social-
mente resuelta. Cuando me toca llenar
alguna planilla donde dice “Profesión”
pongo Músico y casi todas las veces
el ocasional receptor te mira como
buscando corroborar si uno enten-
dió lo solicitado o se equivocó. En el
monotributo (porque señoras y se-
ñores, aunque no lo crean, ¡pagamos
impuestos!) no existe “músico” como
actividad y hay que inscribirse en una
categoría bastante amplia y ambigua
que refiere más o menos a la produc-
ción de bienes y servicios artísticos y
culturales.
Si bien es cierto que existen conve-
nios colectivos de trabajo y también
numerosas instituciones que inten-
tan o deberían ordenar la actividad,
da la impresión de que fracasaron,
o al menos les queda corto el pon-
cho, y cuando se tapan la cabeza se
les destapan las patas (para decirlo
en criollo). Entonces por un lado es-
tán los músicos que trabajan en los
organismos “tradicionales”, como las
orquestas sinfónicas o bandas muni-
cipales (cuentan con sindicatos y todo
un ordenamiento de cuánto se cobra
por cada concepto de actividad, etc.)
y por otro lado los grupos, bandas,
solistas (del área de la música popular
particularmente) que más bien a la
deriva hacen lo que se puede, y traba-
jan como se puede. También hay una
distancia grande entre lo que ocurre
en Capital Federal y en el interior del
país, mientras algunas instituciones,
que al ser nacionales deberían regir
al país completo, allá funcionan bien
(o eso parece) y por acá directamente
brillan por la ausencia.
¿A qué conduce el hecho de que
la actividad del músico popular esté
librada a su suerte y no haya un or-
ganismo regulador ni un consenso ge-
neralizado entre los propios artistas?
Inevitablemente conduce a que (por la
propia necesidad de dar a conocer su
obra) se acepten malas condiciones, se
cobre poco por el trabajo o incluso se
llegue a no cobrar, y se baja el piso de
la actividad para todos. Pensemos por
ejemplo en un empresario, dueño de
un bar al que se le ocurre llevar a un
grupo, ¿para qué le va a pagar a uno
que le pide un dinero (cualquiera sea
la suma) si consigue gratis a otro?
Esta gente inclina la balanza para
su propio beneficio, utilizando la pa-
sión que los músicos le imprimen a los
proyectos y la necesidad de ser escu-
chados, de tener espacios, de tener
canales para que la obra llegue a su
destino, que es ciertamente el público.
Pero hay más: en Capital Federal
y algunas de las grandes ciudades
argentinas estos sujetos han ido más
lejos y llegaron a cobrar a los músicos
para tocar, solicitando montos fijos.
Actualmente esta es una consigna de
lucha: “No pagues por tocar”. Este “mo-
delito” de hacer que los músicos pa-
guen tiene adeptos en nuestra ciudad.
Sabemos que el dinero está de su lado
y es un aliado fuerte. Organizarse es
la única opción que tenemos de con-
trarrestar todo esto y de avanzar en la
mejora de las condiciones de algo que
es ni más ni menos que un trabajo, el
trabajo de músico.
Es posible que cuando estas situa-
ciones sean menos frecuentes tenga-
mos músicos más felices y con eso
música más hermosa.
Un hecho no menor, propio de este
tiempo y de los logros del momento
histórico en el país, es la fundación del
Instituto Nacional de la Música (Inamu)
en 2013 a través de la ley 26.801
(también conocida como Ley de la
Música), el cual está en etapa de ges-
tación pero que llegado el caso será
equiparable al Instituto Nacional del
Teatro o el de Cine y Artes Audiovi-
suales (Incaa). Del acompañamiento y
el trabajo de todos depende que este
instituto crezca.
Hablé de los festivales, de la pro-
fesión, le toca ahora un párrafo al
público. No me extenderé demasiado
en temas que nos podrían llevar muy
lejos, tales como la función social de
la música (¿Divertirnos, alegrarnos,
despertar ideas, hacernos pensar,
acompañarnos? ¿Qué lugar ocupa: es
superficial o fundamental para cada
persona?), sólo mencionaré que un
público que exija más de los artis-
tas puede conducir a que exista una
mejor música. Elevar los estándares
de la música consumida, sin por ello
modificar sus atributos: que se pueda
bailar, que se pueda disfrutar, o cual-
quier otro.
Mayor tolerancia a lo que es dife-
rente también sería beneficioso. Vuel-
vo un poco sobre los festivales para
enunciar otro caso de este verano. La
presentación del gran bandoneonista
salteño Dino Saluzzi en el Festival de
Cafayate se vio opacada por los gritos
del público que pedía por Los Hua-
yra. Error de los organizadores o un
problema de parte del público que se
muestra intolerante. Bueno sería ana-
lizar por qué ocurren estas cosas.
Volviendo a Cosquín, (entre tan-
ta pálida) no quiero dejar de señalar
que en la última edición los santafesi-
nos Mauro Spinosi y Javier Leveratto
resultaron ganadores del certamen
Pre-Cosquín en la categoría Conjunto
instrumental y tuvieron una destaca-
da participación en el Festival ¡deján-
donos muy bien parados! Vayan felici-
taciones para ellos.
Exigir mejores condiciones para
el trabajo será la única manera de ir
elevando el piso y de ganar derechos.
Estamos al habla.
Por Pablo Ayala
Como en el poema “Digging”, de
Seamus Heaney, yo soñaba con
algún día labrar la tierra y extraer
de ella frutos frescos para llevar a
la mesa de los míos, tal como lo vi,
y sigo viéndolo hacer, a papá.
Claro que mi padre recién se
puso a sembrar de viejo, como
terapia, con un sistema de can-
teros altos que aprendió por In-
ternet y que le facilitan mucho la
tarea. Pero la verdadera papa de
papá fue toda la vida las boletas,
dobles o triples, colmadas de pe-
didos de bombachas y corpiños
que le encargaba un centenar de
pequeñas boutiques de pueblo y
que el movía a comisión para fir-
mas de Buenos Aires. Pueblos del
interior de Corrientes y Entre Ríos:
Monte Caseros, Esquina, Nogoyá,
Ramírez, Tala, Basavilbaso, Villa-
guay, Chajarí, Federación, etc. Con
lo que su negocio era más amigo
del cigarrillo, la pilcha, los hoteles
que de las botas raídas conque el
viejo testarudo del poema de Hea-
ney empuja la pala, mientras en el
escritorio que da a la ventana, el
petimetre de su hijo empuña como
arma una birome ociosa, entre ín-
dice y pulgar, esperando a que sal-
te del aire la utopía redentora del
poema.
Mi papá observó una facha
impecable hasta su retiro, incluso
en su letra. A pesar de volverme
loco con los errores de ortografía,
cuando lo ayudaba a controlar las
ventas en largas sesiones familia-
res en que la mercadería y los car-
bónicos copaban la mesa y todo el
comedor con su erótica perfuma-
da, la caligrafía de mi viejo siempre
me deslumbró. Era una destreza
delicada en la que un tipo áspero
de pronto mostraba su costado
aplicado y sensible.
En el trabajo de los padres suele
cifrarse la ruina moral de los hijos:
la culpa, y el miedo al fracaso, por-
que ellos jamás van a alcanzar, ni
se van a permitir, la falsa perfec-
ción de esa imagen distorsionada
por el miedo atávico que ordena la
sangre.
El esfuerzo del padre, espiado
desde la ventana del demorado
verdor de la infancia, ese eufemis-
mo, es una de las tantas castracio-
nes placenteras conque la cultura
nos descalifica para poder hacer-
nos ingresar en su orden benéfico.
El poder hunde su estrategia en
el futuro, un futuro ilusorio, falso,
porque es de todo punto inalcan-
zable. ¿Cuantas facturas habrá es-
crito papá?
ExcavaciónMil mates
Por Fernando Callero
Música
Pálidas, dificultades y azares de los músicos y su industria.
Avatares del artista
Los programadores de los festivales meten la pata y exponen al abucheo a maestros como Dino Saluzzi.
En el Centro Cultural
Pedro Aznar vuelve a Santa FeVuelve a Santa Fe Pedro Aznar. Será
el sábado 28, acompañado por Her-
nán Jacinto en teclados, Alejandro
Oliva en percusión, Julían Semprini
en batería y Manuel André en la gui-
tarra
El talentoso músico hará un reco-
rrido por su trayectoria incluyendo
sus grandes clásicos.
Pedro Aznar en 1978 formó junto
a Charly García, David Lebón y Oscar
Moro el mítico grupo Serú Girán y en
1983 se unió al Pat Metheny Group,
compuso la música de 10 películas,
editó dos libros de poemas y 13 dis-
cos solistas.
La nueva presentación del bajista
en Santa Fe se realizará el sábado
desde las 21 en el Centro Cultural
Provincial (Junín 2457).
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 2014 11PAUSA
Ocio y Cultura
Estás sentada cerca, sola. Cuan-
do dejes el teléfono, si logro levan-
tarme, voy hasta vos.
FotosRaquel saca fotos. A veces viene
con su cámara.
Yo la espero en secreto, todo
cambia cuando llega. En mi recorri-
da por el bar, exagero apenas todos
los movimientos y los gestos en una
actuación imperceptible, íntima.
Raquel, con total desparpajo,
constantemente apunta la cáma-
ra hacia donde estoy. Después, si
uno mira bien, casi siempre parece
que hay algo que no se ve pero que
está. Se sabe, los fantasmas casi
nunca salimos en las fotos.
FragmentadoEl tipo tenía campera de cuero y
voz latosa, después de un rato de
estar solo pidió permiso y se sumó
a la mesa. Sin demasiados preám-
bulos lanzó el desafío: Les juego
dos cervezas a que me muerdo el
ojo.
Aceptamos divertidos y curiosos
por saber cuál era la trampa. El tipo
se sacó el ojo de vidrio y lo puso
entre sus dientes. Celebraciones y
estruendoso festejo del público.
Antes de terminar las cervezas
apostadas volvió a hablar: “Bueno,
ahora en serio, cuatro cervezas a
que me muerdo el otro ojo”…
Desconcierto y excitación ge-
neral, inevitable aceptación de la
apuesta. El tipo con gesto ensayado
cientos de veces quitó su dentadu-
ra postiza y se mordió el otro ojo
que, para alivio de todos, no era de
vidrio.
PapelitosVariopinta
Por Federico Coutaz
Cine
Vuelve el Ciclo Desvelado al cine América, con una primera selección de joyas eclécticas y novedosas.
Pantalla avanzada
SilencioBebíamos en silencio, apenas nos mi-
rábamos, estaba bien así. Estaba bien
esa calma, esa distancia, como des-
canso para los cuerpos y las palabras.
Era un silencio simple sin nada que en-
tender. Hasta que empecé a escuchar
como un leve zumbido, como pasos
lejanos, los ecos de las palabras que no
decías, lo que callábamos. Entonces te
hablé del clima, temí empezar a desci-
frar aquellos ecos, temí escuchar por
primera vez tu voz y la mía.
MesaEn esta mesa tus dedos jugaban con
los ingredientes, con tu copa, con ci-
garrillos antes de encender. En esta
mesa nuestras manos se rozaron an-
tes de besarnos y nuestras miradas se
hamacaron juntas durante un segun-
do gigante. En esta mesa hay mucha
gente que ríe y habla fuerte, en esta
mesa hay gente que se para y brinda.
Yo sonrío y no escucho y no entiendo.
En esta mesa sólo me acuerdo de vos.
EstatuaEsperabas un taxi en medio de la llu-
via, descubrí que llorabas y sentí ganas
de abrazarte pero, con la misma inten-
sidad, una atracción sobrenatural a la
silla en la que estaba sentado.
Estabas con tu novio en una mesa,
hablaban, se reían y se miraban felices.
Sentí ganas de irme y el mismo peso
de mi cuerpo en la silla de aquel día de
lluvia.
Se larga la décima edición del Ciclo
Desvelado que organiza cada año el
Cine Club Santa Fe: una referencia
obligada en las noches de jueves para
los amantes del séptimo arte. El ciclo
irá los jueves a las 22.30 en el Cine
América (25 de Mayo 3075).
El nuevo Desvelado empieza el
jueves 27 de marzo con Guía de la
ideología para perversos (Reino
Unido-Irlanda, 2013), un film escri-
to y protagonizado por Slavoj Zizek
y dirigido por Sophie Fiennes, que
es la secuela del documental La guía
perversa del cine (2006), un trabajo
del mismo género donde el filósofo
esloveno explicaba los mecanismos
inconscientes que subyacen en las pe-
lículas, los cuales tienen como función
mantener el status quo y condicionar
al espectador en la dirección deseada
por los grandes realizadores cinema-
tográficos.
En tanto, el 3 de abril se proyecta-
rá Filth, de Jon S. Baird (Reino Unido,
2013). James McAvoy es el protago-
nista de la adaptación de Escoria, la
novela de Irvine Welsh con las aven-
turas del detective de policía más
desfasado e incorrecto de Edimburgo.
Escrita en 1998, cuenta la historia de
Bruce Robertson, un investigador de
policía maleducado, pervertido, mi-
sántropo y adicto a las drogas y el
sexo de Edimburgo.
El 10 de abril será el turno para
Le grand soir (Francia, 2012), dirigida
por Gustave de Kervern y Benoit De-
léphine. Los Bonzini son dueños del
restaurante La Pataterie en una zona
comercial. Su hijo mayor, Not, es el
punk con el perro más viejo de Euro-
pa. Su hermano, Jean-Pierre, es ven-
dedor en una tienda de ropa de cama.
Cuando Jean-Pierre pierde su trabajo,
los dos hermanos se encuentran. Es la
historia de una familia que decide ha-
cer la revolución a su manera.
El 17 de abril se proyectará Un
lugar donde quedarse (This must be
the place), de Paolo Sorrentino (Italia,
Francia e Irlanda, 2011). Cuenta la his-
toria de Cheyenne, un judío cincuen-
tón, antigua estrella del rock, que si-
gue la estética gótica y lleva una vida
aburrida de prejubilado en Dublín. La
muerte de su padre, con el que hacía
tiempo que no se trataba, le lleva de
vuelta a Nueva York, donde, a través
de la lectura de algunos diarios, re-
construye la vida de su padre en los
últimos treinta años, en los que se
dedicó a buscar obsesivamente a un
criminal nazi que se había refugiado
en Estados Unidos. Con una inexora-
ble lentitud y sin capacitación alguna
como investigador, Cheyenne, contra
toda lógica, decide continuar la tarea
de su padre y emprende la búsqueda
del nonagenario alemán a través de
Estados Unidos.
El 24 de abril la propuesta es Alan
Partridge: Alpha papá, de Declan
Lowney, película centrada en la vida
del reportero Alan Partridge que es
una parodia de los comentaristas de-
portivos y presentadores de radio y
televisión.
Por último, el 1º de mayo se pro-
yectará Computer Chess (de Andrew
Bujalski, 2013), un falso documental,
una película de historias múltiples que
recuerda el trabajo de Robert Altman
(Vidas cruzadas). La excusa es una
competencia que dura todo un fin de
semana para descubrir qué computa-
dora es mejor jugando ajedrez contra
un hombre. La película fue grabada
íntegramente en blanco y negro con
una cámara que se usaba en 1980;
por esa peculiaridad resultan fantas-
magóricas las tomas que componen
el film.
que está frente a las celdas, apun-
tándonos con armas largas; está-
bamos de pie junto a cada celda,
y un teniente armado hasta los
dientes daba pasos largos reco-
rriendo la galería, vociferando una
confusión de insultos y órdenes.
Ninguna de nosotras lloró: un
hilo nos unía, como dice Char, y
era un hilo indestructible: la dig-
nidad de cada una nos protegía a
todas.
Nos hicieron numerar de a tres
y volvimos las número 1 y 2 a la
celda. Yo y Negrita regresamos.
¿Las matarán? Aferradas a la mi-
rilla, llorando, vimos a Florencia,
alta y rubia, apoyada ligeramente
a una columna, con Ana en brazos.
Ana, llena de rulos negros como el
carbón. Flor le cantaba una can-
ción en el oído, y era muy dulce,
a juzgar por la sonrisa de la nena.
24 de marzo: una Flor vs.Otro yo mismo
Por Mari Hechim
El 24 de marzo del 76, a la cero hora,
los militares entraron en la cárcel de
Mendoza a los tiros. Todavía no es-
tábamos dormidas; se levantó un si-
lencio denso para dejarnos aguzar el
oído. María, una compañera “común”,
subió apenas el volumen de la radio
para que escucháramos una marcha
militar. Nos miramos con la Negrita,
con quien compartíamos la celda,
junto con su bebé Valentina. Tensa,
me dice: “Nos tiramos al suelo sobre
la beba”. Eso hicimos. En minutos,
oímos voces: caminaban el pabellón,
jefa de celadora que informa a un mi-
litar cuántas éramos, etc.
Golpe era para nosotras Chile. De-
cíamos: “Nos van a fusilar en estadios
de fútbol”. Desveladas, vimos llegar
el amanecer y, con él, varios solda-
dos se ubicaron contra el paredón
27 de marzo
Guía de la ideología para per-
vertidos, de Sophie Fiennes
3 de abril
Filth, de Jon S. Baird
10 de abril
Le grand soir, de Gustave de
Kervern, Benoît Delépine
17 de abril
This must be the place, de
Paolo Sorrentino
24 de abril
Alan Oartridge: Alpha papa, de
Declan Lowney
1º de mayo
Computer chess, de Andrew
Bujalski
Los jueves a las 22.30 en el
Cine América, 25 de Mayo
3075
Entrada: 15 pesos
Socios del Cine Club: sin cargo
La programación
Computer chess, de Andrew Bujalski, una de las películas que forman parte del Ciclo Desvelado 2014.
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 201412 PAUSA
“Fierros son fierros”, había dicho Rafa
Blake, la excusa perfecta en caso de
que el motor de Adelita no cumplie-
ra la meta prometida: ir y regresar
de Alaska. Dicho y hecho, a los mil
kilómetros de recorrido, los metales
se fundieron y con ellos nuestra espe-
ranza en el mecánico de Guadalajara.
Intentamos conciliar el sueño para
olvidar el escenario que nos rodea,
pero es en vano. Afuera está el vór-
tice de la ola de violencia que azota a
México y, justo allí, la máquina dio un
último soplo de vida.
La resaca y los ladridos incremen-
tan la paranoia. Estamos estaciona-
dos en una “vulca” (gomería), a unos
sesenta kilómetros de Concha del Oro,
Zacatecas, donde las historias de se-
cuestros y atracos a colectivos son el
pan de cada día.
“Acá es más seguro que allá”, dice
el gomero, señalando las lejanas lu-
ces de la estación de servicio. “Ya no
abren de noche, porque los asaltaron
muchas veces”, agrega, mientras se
pierde en la oscuridad con nuestro úl-
timo vestigio de confianza.
Una opción es dejar el vehículo e
irnos. Pero ¿a dónde? ¿cómo? No hay
otra que pasar la noche y que sea lo
que el destino quiera...
Marcha atrásNi sabemos bien por qué elegimos
esta ruta. Apenas ayer el plan era lle-
gar a San Luis Potosí y darle un respi-
ro al motor. A esta hora, pienso, esta-
ríamos tomando unas “chelas” heladas
en el bar de Ernesto.
La idea de una birra fría me trae
flashes de la noche anterior. Fue un
fin de semana duro en Aguascalien-
tes, donde paramos a visitar a mi vie-
jo amigo Carlos.
Como Emma y Mihi se adelantaron
a Saltillo, Robert y yo fuimos los que
aprovechamos el agasajo hidrocálido,
que incluyó un día el rancho de Blanca,
la novia de Carlos, con caballos, asado
y una pesada artillería de tragos.
Al equipo se sumó Leslie, una ami-
ga de Robert que andaba por el rum-
bo. Carlos y Óscar lideraron la batuta.
Por suerte, el fin de semana arrojó
saldo blanco: cero escándalos, ni nada
de qué arrepentirse. La borrachera
fue tan risueña y alegre que hasta ju-
gamos con los pequeños sobrinos de
Blanca, que cayeron de improvisto al
rancho Agua Amarilla.
Sunny dayAguascalientes había sido la prueba
de fuego, pues habíamos cumplido
los 800 kilómetros necesarios para
“asentar” el motor.
El camino desde Guadalajara había
sido tranquilo. Casi como un paseo en
una tarde soleada de junio. Incluso en
el retén militar hubo risas.
—¿Hacia dónde se dirigen, jóvenes?
De polo a polo
—A Alaska, oficial, lo dice en el cos-
tado de la combi.
—¿Alaska? ¿Y tuvieron algún pro-
blema en el camino?
—No, todo muy bien, gracias por
preguntar.
—¿Esa cámara está prendida?
—Claro que no, oficial...
—¡Pásenle a revisión!
Uno de los soldaditos se asoma
por el parabrisas, pero pega un sal-
to cuando ve que el segundero de la
GoPro está corriendo. Desde enton-
ces, evita cruzarse por delante de la
camioneta, pero la toma quedará para
la posteridad.
Al final, el procedimiento derivó en
chistes y los uniformados nos termina-
ron deseando una suerte que fue poca.
Perla tapatía“¿Viste?, tu mamá no lloró”, le dije a
Robert cuando por fin pudimos salir
de Guadalajara. “Es porque estaban
las vecinas”, aclaró.
Y es que en el tiempo que duró la
reparación, la casa de los Razo Ana-
ya cobró vida. Primero, el regreso del
hijo menor, con sus amores. Luego,
la alegre visita del cuñado Mihi. Des-
pués, el argentino del grupo.
Teresa se lució en la cocina, incluso
con la novedad de que su retoño se
había convertido al vegetarianismo.
Tanto cocinó, que hasta Chai, nuestra
perrita, pasó dos días inmovilizada en
el sillón, producto de la indigestión.
A Don Razo, siempre atento y pla-
ticador, también se le veía contento. Y
es que a pesar de la pinta de hippie
con la que volvió su hijo (pelo largo,
barba y el mismo eterno pantalón),
ambos entendieron la esencia del pro-
yecto en el que se había embarcado y
le brindaron todo su apoyo.
Tere llegó al grado de recolectar
ropa para Aldeas Infantiles SOS y de
repartir entre sus amigas una lista con
los pocos productos libres de trans-
génicos que se pueden adquirir en el
súper.
Aun así, sus ojos brillaban cuan-
do volvíamos cabizbajos del taller: la
tardanza garantizaba un día más de
compañía.
Estirpe mecánicaUn día de alegría para Tere y otro de
frustración para nosotros. Casi tres
meses atrás, Adelita había llegado
escupiendo humo y tragando hecto-
litros de aceite. Fue entonces que “El
Lobo”, un amigo de Robert, nos reco-
mendó a Rafa Blake (extraño nombre
para un mecánico). “Cobra caro, pero
es bueno”, dijo.
La opción más económica era ani-
llar y armar de nuevo, pero “sin garan-
tía”. La otra, cambiar prácticamente el
motor entero. “Si con eso llegamos
hasta Alaska, entonces le invertimos”,
dijo Emma.
Y así fue. Muchos chanchitos per-
dieron la vida para juntar el dinero.
Pero Rafa, que nos había inspirado
confianza por sus post religiosos en
Facebook, no parecía muy apurado.
“Dejemos que lo haga bien”, pen-
sábamos. Pero al segundo mes que el
vehículo no salía, decidí viajar a Gua-
dalajara y, de ser necesario, mudarme
al taller.
Dicho y hecho, el siguiente mes, con
Robert, fuimos todas las mañanas. El
jefe ordenaba y nosotros corríamos a
comprar la pieza. No sé cuántas vuel-
tas dimos a la ciudad para encontrar
el repuesto preciso, la tolva justa, el
tornillo exacto. Pero a todo finalmente
lo conseguimos.
Era un juego perverso. El mecánico
nos dejaba “ayudarle”, pero se des-
aparecía por horas, para llegar con
un carro nuevo, que siempre era más
urgente.
Tierra de cochilocosEl día que el motor quedó montado
y después de una perorata de pre-
cauciones, finalmente me subí y di
marcha. Nunca voy a olvidar la cara
de alivio de Blake, quien entre bromas
confesó que pensaba que iba a volar
un pistón.
Lo ideal era asentar el motor por
ochocientos kilómetros, “pero si pasa
los cuatrocientos, ya la hicieron”. Así
que después de dar incontables vuel-
tas por el periférico de Guadalajara y
de una escapada a lo que queda del
Lago de Chapala, decidimos agarrar
carretera.
Y fue justo a los mil kilómetros, que
los fierros cedieron, abandonándonos
en plena tierra de cochilocos (*).
La noche fue de terror. Los mos-
quitos nos devoraban. Cada camio-
neta que pasaba, rogábamos que no
estacionara y se bajaran nuestros ul-
timadores. Cada ladrido, un brinco en
el corazón.
A la mañana siguiente, cuando el
sol del desierto nos devolvió a la vida,
Rafa Blake giró unas técnicas de re-
surrección que no lograron ni la más
mínima explosión. El motor estaba
muerto.
Al final, Adelita llegó a Saltillo en la
espalda de una grúa. Pero gracias a
ello, acabaríamos en el desvencijado
taller de un hombre tosco, borracho,
con un pasado de novela, y, claro, sin
Facebook. En fin, un mecánico de ver-
dad, que se convertiría en el oficial de
Polo a Polo.
(*) Apodo de un personaje de la pelí-
cula El Infierno, dirigida por Luis Es-
trada. “El Cochiloco” (Joaquín Cosío)
es un narcotraficante al que le gusta
forrarse en oro y ostentar camionetas
de lujo.
Más información: www.poloapolo.net
Por el desierto mexicanoAdelita está al borde del definitivo certificado de defunción. Para peor, se le ocurrió
agonizar en plena tierra de cochilocos, donde la violencia campea a diestra y siniestra.
La combi Volkswagen no da más y las aventuras de Polo a Polo recién comienzan. En el desierto mejicano, la banda viajera se topó con militares, dudosos mecánicos y dulces familias.
La opción más económica era anillar y armar de nuevo, pero “sin garantía”. La otra, cambiar prácticamente el motor entero.
El mecánico nos dejaba “ayudarle”, pero se desaparecía por horas, para llegar con un carro nuevo, que siempre era más urgente.
Por Pato Che
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 2014 13PAUSA
Deportes
El sol de Colón viene asomando
El 23 de marzo se cumplieron tres
meses desde que arribó la nueva Co-
misión Directiva del Club Atlético Co-
lón. El síndico de la institución saba-
lera, Ricardo Calvo Arrázola, fue muy
ilustrativo: “Para muchos de los que
trabajamos en el club nos parece que
ya pasaron 10 años”. Así de intenso y
desgastante es el trabajo que realiza
esta nueva dirigencia para sacarlo a
Colón del pozo en que lo dejó Germán
Lerche y sus allegados.
“Sentí que entramos a un lugar don-
de habían tirado una bomba atómica,
al devastamiento total. Fue encontrar-
nos con un cuerpo vacío de alma. Es-
taba todo abandonado, realmente era
para largarse a llorar”, con esas pala-
bras pintó un panorama desolador. Y
no tardó mucho tiempo en recordar
los días previos a las elecciones (di-
ciembre 2013): “Tuvimos que salir co-
rriendo con Lalo (Vega) para arreglar
un convenio con la EPE para que no
nos corten la luz y podamos votar con
tranquilidad; también tengo la imagen
de las cartas documento que nos iban
llegando y todavía no éramos gobier-
no, de la situación de los empleados
para pagarles los sueldos para poder
realizar las elecciones”.
La imagen de un club a punto de
quebrar suele aparecer cuando los
servicios básicos están por cortarse.
Con esa triste fotografía, la gestión
Vega comenzó a transitar un camino
de recuperación institucional y de-
portivo: “Nuestra preocupación fun-
damental cuando llegamos al club era
salvarnos del descenso e investigar
el pasado para hacer pagar a quienes
nos dejaron en la situación que ya
todos conocen: esos eran y son nues-
tros dos campeonatos a ganar”.
Agregó Calvo Arrázola que el plan
de gobierno “es pragmático y tiene
cuatro meses: salvarnos del descen-
so; pero además nos comprometi-
mos a perseguir hasta las puertas
del infierno a todos aquellos que le
hicieron daño a Colón, y eso también
lo estamos cumpliendo. A través del
trabajo que llevamos adelante con la
Comisión Sumarial”, donde además de
Arrázola participaron los abogados
Gustavo Abraham y Luis Hilbert, “di-
mos el primer paso con las sanciones
administrativas, ya que el estatuto de
Colón prevé ese tipo de sanciones y
la máxima pena es la expulsión. De
12 sumariados hubo 11 expulsados
(Germán Lerche, Rubén Moncagatta,
Jorge Kaial, Juan Carlos Chemes, Car-
los Marín, Marcelo Maglianesi, Osval-
do Pradolini, Pedro Eusebio, Horacio
Ruiz, Rodolfo Sacks y Fernando Ma-
glianesi), y cuatro de ellos deberán ser
tratados por asamblea en caso de que
pidan reincorporarse cuando se cum-
plan los tres años de expulsión, por lo
tanto serán los socios los que decidan.
Esos 4 son Lerche, Marín, Moncagatta
y Marcelo Maglianesi. También para
estas personas pedimos que se comu-
Por Gastón Chansard
Fútbol, deudas y juicios: conversamos con el síndico sabalero, Ricardo Calvo Arrázola.
nique a AFA la sanción, para que no
sean premiadas en alguna oportuni-
dad con un cargo en algún organismo
internacional del fútbol, y además le
pedimos a la Comisión Directiva que
lo sancionen con el derecho de admi-
sión, para evitar de esa manera que
ingresen a nuestro estadio”. Cabe des-
tacar que la actuación de la Comisión
Sumarial fue de neto corte investiga-
tivo y luego determinó conclusiones
que no son vinculantes a la Comisión
Directiva, quien será la que resolverá
el tema.
“Nadie sabía nada”Entre tantos acontecimientos que lo
llevaron por el camino del asombro, el
síndico sabalero subrayó que duran-
te todo el proceso de declaraciones
le llamó la atención “el nivel de obe-
diencia de los ex dirigentes a Germán
Lerche”. Y destacó: “Nadie sabía nada,
nadie sabía las funciones que le co-
rrespondía por estatuto, nadie sabía
lo que hacía el presidente, firmaban
los cheques en blanco y Lerche hacía
lo que quería; el que tenía que contro-
lar no controlaba, el que estaba en re-
cursos financieros no sabía qué recur-
sos se comprometían en Colón, y sin
embargo hubo dos o tres que dijeron
cosas interesantes, como el sobrepre-
cio de más de 20 millones en algunas
obras, otros declararon que conocían
el departamento de Puerto Madero,
pero desconocían que lo alquilaba
Lerche a nombre personal y pago por
Colón. Tengo el contrato donde figura
Colón como garante, y lo pagó el club,
Germán Lerche figura como locatario,
el dueño del uso y goce sobre ese de-
partamento era exclusivamente de él”.
Y exclamó: “¡En Puerto Madero y con
un contrato altísimo en dólares!”. Tam-
bién destacó las comisiones extraor-
dinarias que se llevaban algunos de
los tantos representantes que viven
del fútbol, “a un representante por
intermediar en una negociación para
contratar a un jugador las comisiones
pueden ser de un 10 o un 15% , pero
acá descubrimos comisiones que van
del 30 al 45%”.
¿Será justicia?“Lo que encontramos fue suficiente
para poder darle elementos a la Justi-
cia para que investigue si hay delito, y
entendimos que alcanzaba como para
llegar a las sanciones que llegamos”,
aseguró el letrado con respecto al
próximo paso importante que debería
dar la Comisión Directiva. “Nosotros,
en la Comisión Sumarial, actuamos
como consejeros, los jueces en esto
son los miembros de la Comisión Di-
rectiva. Y después será la Justicia la
que resuelva; esperemos que se dé en
este nuevo sistema de proceso penal
y que al final podamos poner a esta
gente en el banquillo de los acusados
frente a la sociedad, en un juicio oral
y público”.
Teniendo en cuenta los elementos
presentados a raíz de la investigación,
manifestó como algo probable que
exista “la posibilidad en el futuro, si se
hacen las cosas como corresponde, de
una condena para algunos miembros
de la ex Comisión Directiva”.
A título personal, afirmó que su
principal preocupación y también
deseo es que “exista un fiscal con el
suficiente coraje de llevar adelante el
proceso que nosotros vamos a poner
en marcha”.
Camino al salvatajeDesde el plano económico, Calvo
Arrázola tuvo la responsabilidad de
no brindar números certeros con res-
pecto a la millonaria deuda que dejó
Lerche, por el simple motivo de que
la Comisión Directiva anterior no tenía
una memoria y balance, “algo que nos
perjudicó mucho desde el punto de
vista financiero, económico, estatuta-
rio con respecto a AFA, al movimiento
bancario, a la deuda con el Atlante,
etc.” Y agregó: “Luego de la asamblea
de socios se creó una Comisión In-
vestigadora que está compuesta por
cinco personas que buscan distintas
irregularidades contables y tratan de
elaborar una nueva memoria y balan-
ce lo más cercano a la realidad, que se
vuelva a exponer ante los socios, para
que ellos decidan”.
En el mismo plano económico, ase-
guró “que muchos dirigentes tuvieron
que llegar al club y poner una buena
suma de dinero para pagar algunas
deudas puntuales que servían para
sostener el funcionamiento diario de
la institución, para evitar la desafilia-
ción, para resolver lo de Futbolistas
Agremiados y el enorme dolor de ca-
beza que fue pagarle al Atlante”.
Actualmente, se puede decir que la
tormenta más fuerte ya pasó, por eso
el síndico sabalero no dudó en aseve-
rar que “Colón está tan ordenado, que
con la cuota societaria (casi 25.000
socios) podemos mantener el club, y
eso que no tenemos los recursos de
la televisión, que ya fueron adelanta-
dos para la Comisión anterior”. Y en
esta misma línea dijo que “el plantel
profesional de fútbol es el más bara-
to del fútbol argentino, no llega a 1,5
millones de pesos el presupuesto”. Y
agregó que ahora “Colón volvió a ca-
minar, pisando una deuda, pero cami-
na”. Y con respecto a la deuda y las
consecuencias legales, no dudó en
afirmar que “el club se encamina hacia
la Ley de Salvataje Económico, o va-
mos al salvataje voluntario o vamos
por pedido de un acreedor. Lamenta-
blemente entendemos que es la única
solución”.
Admiración al conductor“Lalo nunca pensó que podía ser pre-
sidente de Colón, todo se resolvió
muy rápido y está al frente del club
porque tiene los huevos bien puestos
para estar en este momento, porque
verdaderamente no necesita estar en
éste cargo. Realmente está por amor
a Colón, poniendo y poniendo desde
el punto de vista económico (como
otros miembros de la Comisión Di-
rectiva). Lalo acá deja la salud, cada
partido de Colón lo vive como si fuera
una final, además es un hombre con
una enorme dosis de humildad, con
una horizontalidad llamativa para las
decisiones y un nivel de compromiso
inmenso. Hace cuatro meses que em-
pezamos a trabajar juntos y no paro
de admirarlo, es una persona extraor-
dinaria desde todo punto de vista”.
Osella ya había pasado por el club, y se barajaba como segunda opción. Hasta ahora, parece haber revitalizado al juvenil plantel sabalero.
“Por primera vez en Colón
tenemos dos personas que
saben de fútbol, una sabe
mucho, pero mucho de fútbol,
como es Eduardo “Lalo” Vega
(presidente) y el otro es el “Bi-
cho” Godano (vicepresidente)”,
dice Ricardo Calvo Arrázola,
síndico de Colón. “Cuando
nosotros nos reunimos por
primera vez con Lalo, él nos
habló de Diego Osella y noso-
tros nos reímos. No podíamos
proponer grandes estrellas
como técnicos, pero tampoco
a Osella, pero además no creía-
mos que Osella pudiera hacer
lo que hoy se está haciendo.
Por eso al principio fuimos por
(Ricardo) Caruso Lombardi,
y después de tres días nos
contestó que no. Resultó que
tuvimos que aplicar el plan B y
hoy tenemos los resultados de
esa decisión”.
Además dijo que Vega lo
observó a Osella cuando
trabajaba como segundo
ayudante de campo de Sensini,
“vio la obsesividad del trabajo,
toda su capacidad y, como
buen conocedor del fútbol,
Lalo supo elegir”. En su lado
más pasional y futbolero del
diálogo, el letrado sabalero
destacó que el nuevo DT “logró
concientizar a los chicos que
están en Primera División,
pudo cambiarles la actitud,
consiguió la tan ansiada mís-
tica de grupo. Yo no recuerdo
un equipo de Colón con esta
mística. Ellos, los jugadores,
se consideran héroes y están
llevando esto adelante como
héroes, y algunos de los pibes
son menores de 20 años”.
Caruso no, Osella sí
“Cuando nosotros nos reunimos por primera vez con Lalo, él nos habló de Diego Osella y nosotros nos reímos”, recordó el dirigente.
Carolina Niklison
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 201414 PAUSA
Sociedad
Una serie de libros infantiles busca visibilizar las diferentes realidades que se viven en los hogares hoy: familias homoparentales, subrogación de vientre y personalidades diversas.
Tres cuentos, todas las familias
Por Ileana Manucci
La vida de Anita no parece muy dis-tinta de la de muchos otros niños y niñas. Va a la escuela, sale a pasear, le gusta jugar y compartir tiempo con su familia. Anita dice ser feliz. Anita tiene dos mamás; y tiene tíos, primos, abuelos y amigos.
Anita y sus dos mamás no preten-de explicarles a los más pequeños el por qué del amor entre dos mu-jeres que deciden traer una hija al mundo. Y no lo explica porque no es necesario, porque en intentar explicar el amor, se le ha ido la vida a poetas e intelectuales, a científi-cos y juristas.
Hay muchas cosas que están bien es un libro sobre bullying que expli-ca, con láminas y atractivos dibu-jos, que las diferencias están bien. Y en ¿Cómo llegué a este mundo?, una pareja de hombres le cuenta a su hijo que no llegó al mundo volando desde París ni salió de un repollo, sino mediante la subroga-ción de vientre. Estos títulos com-pletan el trío de obras publicadas a fines de 2013 y recientemente pre-sentadas en nuestra ciudad, en un evento organizado por el Grupo de Diversidad Sexual de la Juventud Socialista y la Casa Socialista en la librería Ferrovía.
Molinos de Viento es la editorial que crearon, en Buenos Aires, Da-río Fernández y Hernán Klein, un matrimonio que, en la búsqueda de
cación de estos libros, fue encon-trarse con que en el mercado eran casi inexistentes materiales donde se reflejaran diversas formas de fa-milias. “Cuando iniciamos todo ese proceso buscando ser padres en-tramos a formar parte de ese gru-po que funciona en la Fundación Foro, donde había otras parejas y personas en el mismo camino”, ex-plica Darío. “Ahí se debatía mucho qué cosas estaban bien y qué co-sas no, cuáles eran los valores que les íbamos a trasmitir a nuestros hijos a partir de nuestra experien-cia de habernos sentido en algún momento diferentes. Los debates, además, iban desde el tipo de cole-gios a los cuales debían ir nuestros hijos, el color de la ropa que utiliza-rían para no condicionarlos, los ti-pos de juguetes con los que debían jugar y hasta los libros que iban a leer. En ese momento empezamos a darnos cuenta de que no había libros para niños que hablaran de familias como las que estábamos intentando armar”.
Según el Censo de 2010, son 5.000 en nuestro país esas fami-lias. como la que Hernán y Darío buscan armar. Familias con hijos pequeños, adolescentes y jóvenes que, aunque recién en los últimos años hayan obtenido un poco más de visibilidad gracias a leyes como la de matrimonio igualitario, exis-ten desde hace mucho tiempo.
Los libros editados por Molinos de Viento, aunque están dirigidos a un público infantil y usan palabras que los chicos pueden entender, no tienen demasiados rodeos para decir las cosas. Sus historias no son fábulas, no hay cigüeñas ni semilli-tas ni princesas.
En ¿Cómo llegué a este mundo?, por ejemplo, se habla claramente
de óvulos y esperma, llamando a las cosas por su nombre. Según comentaron sus editores, estos tres primeros libros están orientados a explicar el tema de las familias ho-moparentales, contando cómo son y cómo se conforman, pero en un futuro la idea es plantear la diversi-dad familiar en todos sus sentidos y no sólo desde lo que hace al colec-tivo LGBT.
Repercusiones“El 6 de noviembre de 2013 los libros salieron de la imprenta”, re-cuerda Darío. “Teníamos la casa llena de cajas e inmediatamente
surgió la pregunta: ¿y ahora qué hacemos con todos estos libros, a quiénes se los vendemos? Nosotros pensábamos que podían llegar a ser de interés para personas que es-taban en nuestra situación y nada más. Al sábado siguiente, justo se realizaba la Marcha del Orgullo Gay en Buenos Aires, así que nos instalamos con nuestros libros en Plaza de Mayo, a ver qué pasaba. Para nuestra sorpresa, mucha gen-te estuvo interesada en ellos, pero lo que más nos sorprendió era que pasaban por el stand muchos do-centes, convocados por la consigna de ese año de la marcha, ‘Por una
educación libre, laica y gratuita’. Todos estaban muy interesados en los libros ya que, según nos conta-ban, se estaban encontrando con estas realidades en los colegios y no tenían material que los ayudara a enfrentar estas situaciones. Con el correr de los días nos fuimos dando cuenta que el sector docente era el que se mostraba más intere-sado en nuestros libros. Algo bien habíamos hecho”.
La repercusión de la editorial crece día a día. Radios, diarios y canales de Argentina, México, Chi-le, Colombia, han mostrado interés sobre las temáticas que en sus pu-blicaciones se abordan, ayudando a la visibilización de las familias diversas en regiones y países don-de todavía se lucha para que sus derechos sean reconocidos.
“El contacto con medios de di-ferentes lugares, donde Hernán era presentado como ‘mi pareja’ o como mi ‘compañero sentimental’ y no como mi marido, nos llevó a reflexionar acerca de que si bien hay mucha más apertura desde la aprobación del matrimonio igua-litario en algunos países de Lati-noamérica, desde lo cultural y lo social todavía falta mucho, en es-pecial en los países en los cuales las personas LGTB aún no han lo-grado un reconocimiento pleno de sus derechos. Creo que de a poco y paso a paso en algunas sociedades se va avanzando. Nosotros estamos muy contentos de poder poner un granito de arena para que nuestros hijos crezcan en una sociedad un poco mejor. Todavía hay mucho por hacer, pero creo que todos los que estamos hoy acá, de una u otra manera, lo estamos intentando. Sólo nos queda agradecer por eso”, finalizó Darío.
agrandar la familia, encontró en la literatura infantil un medio de des-ahogo, contención y lucha. “Con Hernán estábamos en un proceso de subrogación de vientre”, cuenta Darío, “viviendo una etapa muy di-fícil y complicada, que nos generó mucho dolor, un dolor que de al-guna manera necesitaba ser canali-zado. Creo que ese fue el puntapié inicial para comenzar, de modo in-consciente, a sublimar tanta angus-tia: empecé a hacer dibujos, sólo para mi, fantaseando con cosas que yo le diría a nuestros hijos, que yo consideraba que estaban bien, para que el día de mañana sean adultos sin prejuicios”.
Esos bocetos creados por Darío, diseñador gráfico, durmieron en el anonimato por algunos meses, hasta que un día, Hernán les mos-tró los dibujos a algunos amigos, con quienes compartían el sueño de ser padres y a los cuales habían conocido en la Fundación Foro. La reacción fue unánime, todos sin-tieron que eso era lo que estaban necesitando, que había que publi-carlos. “En la angustia de la espe-ra por lograr nuestro deseo de ser padres, nuestro ánimo estaba cada día peor, hasta que un día con Her-nán nos plantemos ‘algo tiene que nacer ya’, y así nacieron los libros”.
Nuestras familiasUna de las motivaciones que los llevó a encarar la creación y publi-
Junto a su marido, Darío Fernández es uno de los creadores de Molinos de Viento, la editorial que pensó en los niños que no tenían libros.
“Empezamos a darnos cuenta de que no había libros para niños que hablaran de familias como las que estábamos intentando armar”, dijo Darío.
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 2014 15PAUSA
Sociedad
Una especialista brasileña analiza la producción de conocimiento desde la universidad puesta al servicio del cooperativismo y una economía solidaria y alternativa.
Saberes para la transformación
La cátedra de Economía Social y Solidaria de la Facultad de Cien-cias Económicas de la UNL arrancó 2014 con una interesante propuesta de actividades, entre las que se des-tacó una charla abierta a cargo de la brasileña Ana Lucia Cortegoso, quien profundizó en conceptos y prácticas sobre el proceso de insti-tucionalización de enseñanza, in-vestigación y extensión, promoción de consumo ético, responsable y solidario, incubación de empren-dimientos y formas de acción rela-cionadas al fomento de la economía solidaria.
Desde 2004, Ana Lucia Cortegoso –magister en Educación Especial, doctora en Psicología de la Educa-ción y docente de la Universidad Federal de San Carlos, Brasil– está abocada a la promoción de la reduc-ción de la desigualdad social, el res-peto al trabajador y sus derechos, y la conservación ambiental.
En diálogo con Pausa, Lucia contó que estuvo en las ciudades de Rosario y Santa Fe como represen-tante del equipo de la Universidad Federal de San Carlos a partir de una vinculación con el Comité Aca-démico de Procesos Cooperativos e Iniciativas Económicas Asociati-vas (Procoas) de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo. “Hablo desde el punto de vista de la economía solidaria en Brasil, que involucra diferentes sectores socia-les como los gestores, los emprendi-mientos, las universidades, en fin, otro tipo de fomento a esta activi-dad. Lo que nos acerca es la idea del trabajo asociado, de cooperación. Bajo la idea de propiedad colectiva de los medios de producción y el reparto equitativo de los resulta-dos del trabajo, la labor asociada y autogestionaria es importante para visualizar una reducción de las des-igualdades desde el punto de vista de la renta para la producción, que en general no está contenida dentro del mercado capitalista”, comenzó.
Consultada por la economía de su país, Lucia Cortegoso advirtió que “el modelo hegemónico de Bra-sil es capitalista, pero no es un pro-blema más grave que en el resto del mundo. Y la idea no es vencer el sis-tema hegemónico: esto va a ocurrir por otros motivos aunque va a lle-var mucho tiempo. Nuestra idea es producir experiencias, habilidades y capacidades de otra manera de vivir, encontrando formas que re-produzcan la vida y no la del dinero o del capital. A veces el modelo eco-nómico pone barreras muy fuertes, pero el desafío exactamente se cen-tra en dónde se puede crecer con esta idea, que no es para generar un modelo que va a sustituir al otro,
va mucho tiempo alcanzar el nivel para que esto se logre desde el pun-to de vista financiero. Desde esta perspectiva queremos trabajar jun-tos, y juntos buscar soluciones para los problemas que van surgiendo. Por ello el punto de vista econó-mico no es el único que se mira: también está el bienestar del tra-bajador, su autoestima, la inserción en su comunidad, la posibilidad de reconocerse como alguien que es capaz de producir, de comerciali-zar y de tener un sistema propio para que su vida tenga dignidad”, añadió.
Formar personas, ante todoAcerca de las formas de organi-zación entre los mismos empren-dedores, Lucia aclaró que “en economía solidaria no se habla de sindicatos porque los trabajadores van a defender sus derechos con lo que hacen. Sí hay federaciones de cooperativas de apoyo mutuo. Y no trabajamos sólo con cooperativas, también lo hacemos con emprendi-mientos informales, asociaciones y cooperativas populares, entre otros formatos”.
Interpelada sobre las coinci-dencias y divergencias de las ex-periencias argentina y brasileña en materia de economía solidaria, Lucia Cortegoso señaló: “Con pun-tos de partida diferentes, hay una misma confluencia en términos fundamentales. Y en términos de dimensión, las historias de Brasil y Argentina respecto al coopera-tivismo son muy diferentes, aquí fueron muy fuertes en lo referido a la prestación de servicios”. “Por el lado de la universidad hay una realidad muy diferente. En las universidades públicas brasileñas hay dos cosas importantes cuando vemos con qué cuentan los que es-tán buscando respuestas para estos temas, que son la predominancia de la dedicación exclusiva de las universidades y el tema de cómo se mira el proceso de conocimien-to desde el punto de vista del rol de la docencia, investigación y ex-tensión. En Brasil la perspectiva es que esas tres actividades son com-plementarias e indisociables. En el proceso de producir conocimiento se investiga de muchas maneras y el conocimiento generado se tiene
pero sí como una de muchas otras experiencias de superación de una lógica de acumulación del capital. La idea es que la economía solidaria pueda movilizar cambios en las re-laciones sociales más amplias. Y el desafío es grande”, insistió.
Sobre el punto de la conserva-ción ambiental, la profesional ex-presó que “el compromiso con una manera responsable de usar los recursos está puesto en el coopera-tivismo desde los orígenes y sigue como algo importante bajo la idea de buscar un equilibrio de lo que necesitan estas generaciones para vivir, y lo que le tendremos que de-jar a las generaciones futuras. An-tes había un poco más de tensión, como si la idea de la conservación ambiental y la defensa del derecho a trabajar fueran opuestos. Ahora esto está mucho más claro entre todos los que buscan una alternati-va al capitalismo, en la cual no se pueden cuidar algunas partes de la naturaleza sin cuidar a esta par-te que somos los hombres. Por eso siempre hacemos un esfuerzo muy grande en todos los niveles: por ejemplo, cuando vamos a pensar en comunidad cuáles son las acti-vidades productivas o qué se puede hacer para que el impacto ambien-tal sea más pequeño, porque vivir siempre genera impactos ambien-tales, vemos cómo buscar un nivel lo más próximo posible para aten-der las necesidades y el respeto al ambiente. En ese sentido, el tema del consumo es cada vez más im-portante”, puntualizó.
—¿Cómo se producen conoci-mientos desde la academia?
—En Brasil empezamos en la década del 90 con el tema de las in-cubadoras universitarias de coope-rativas populares para impulsar la creación y apoyo tecnológico para la constitución de emprendimien-tos, iniciativas, articulaciones y re-des vinculadas a los principios de la economía solidaria. En 1995 nació la primera incubadora y a partir de ahí se crearon muchas otras. Más adelante, en 1998, empezamos con el proceso que llamamos de incu-bación, que se trata de un acom-pañamiento muy íntimo, es muy largo y todo el tiempo se generan intercambios de saberes. El intento es que la población quede emanci-pada y autónoma en el mayor gra-do posible, no obstante siempre los acompañamos.
“En economía solidaria, el tra-bajador es el dueño de su propio emprendimiento y la idea es que se pueda garantizar una vida digna para todos. En el proceso siempre es posible empezar garantizando a cada trabajador sus derechos y haciéndoles saber que no se pue-den autoexplotar, pero a veces lle-
Por Marcela PerticarariBárbara Favant
Ana Lucia Cortegoso hizo hincapié en la articulación entre docencia, investigación y extensión, la cual posee mayor desarrollo en Brasil.
A fines de 2013, el Ministerio
de Trabajo y Empleo de Brasil
firmó –a través de la Secretaría
Nacional de Economía Solidaria,
creada en 2003– un acuerdo con
el gobierno de Francia para pro-
fundizar aspectos en materia de
cooperación y asistencia técnica
en materia de economía social y
solidaria. La razón del interés francés
se basó en las experiencias exitosas
de este tipo de economía en Brasil.
El documento muestra el deseo de
“invertir en la innovación social con
el fin de satisfacer las necesidades
sociales y fomentar el trabajo decen-
te”. La cooperación se basará en tres
elementos: la formación, el intercam-
bio de experiencias y la promoción
de proyectos.
Desde el Ministerio de los
Asuntos Sociales y de Economía
Solidaria y Consumo de Francia
buscan capacitar a los profe-
sionales para comprender los
mecanismos de la economía soli-
daria y, a partir de ahí, establecer
políticas públicas con protección
jurídica sólida y fundamentada
en la investigación y las nuevas
tecnologías.
Francia mira a Brasil
que transformar en herramientas de preparación. Quienes ejercemos la docencia e investigamos, deci-dimos que con esto vamos a for-mar personas. También hay otras maneras de llevar el conocimiento porque la extensión se trata de esto mismo”, apreció la especialista, en relación con la educación superior.
“En síntesis, me parece que el esfuerzo es muy parecido, hay mu-chas confluencias. En Brasil quizás la idea de economía solidaria ha empezado más temprano, con una cierta institucionalización en cuan-to a la creación de una Secretaría Nacional. No es sencillo para no-sotros, pero acá parece más difícil, hay que hacer el esfuerzo de aso-ciar actividades mientras las condi-ciones empujan mucho más para la investigación o para la enseñanza. Tanto en economía solidaria como en muchos otros temas esto me pa-rece fundamental porque si no nos involucramos con los problemas, si no buscamos cómo enfrentarlos y aprendemos con esto, nos queda-mos como una entidad academicis-ta y encerrada en sí misma”, finali-zó la docente.
AÑO 6 - Nº 130 | MIÉRCOLES 26 DE MARZO DE 201416 PAUSA
Cocoliche
—Pensar, últimamente pienso muchas
cosas. Pero la verdad que los avio-
nes no ocupan demasiado tiempo
entre mis neuronas. A menos que se
estrellen en dos torres.
—Ah, no. Yo no paro. No puedo
pensar otra cosa. El vuelo MH370 de
Malaysia Airlines y su búsqueda me
desespera, es como el caso de García
Belsunce y el pituto.
—Entiendo, son dos casos muy
parecidos...
—No sé si son parecidos, pero tienen
la cuota de intriga necesaria para
convertirse en el pasatiempo ideal
para los amantes de los thrillers.
—¿Por qué habla como Catalina
Dlugi?
—Yo no recomendé nada para que
me trate así
—¿Que lo atrae tanto?
—Todo lo que genera, las distintas hi-
pótesis. Los especialistas de diferen-
tes partes del mundo. Lo que utilizan
para la búsqueda, desde largavistas
y boyas con GPS hasta aviones de la
Fuerza Armada de Estados Unidos.
La cantidad de países que se involu-
craron, son trece los que participan
de la búsqueda y no logran hallar
indicios de combustible o piezas del
aparato… Es como una serie de HBO
pero con mucho más presupuesto.
—Sí, la verdad es muy importante. No
entiendo cómo no me interesé por el
tema. Porque no lo llama a Piñeyro.
—No se haga el irónico que no le
queda.
—Me acaba de llegar un SMS: “El
vuelo MH370 cayó en la zona sur
del Océano Índico”.
—No, y ¿Ahora qué hago? No fue ab-
ducido. ¿Y los iraníes? ¿Los pasajeros
no están todos viviendo en una isla?
¿Y la dimensión desconocida?
—Al parecer se cayó y no hay sobre-
vivientes.
—Uh que bajón, bueno voy a tener
que volver a temas como la reforma
del Código Penal, Pablo Escobar y la
motico y los precios cuidados.
—Sí, faltan 77 días para el Mundial.
Three Seven
Zero, te voy
a extrañar