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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU
ESCUELA DE POSGRADO
MERCURIO Y TAKI ONQOY EN EL PERU DEL SIGLO XVI
TESIS PARA OPTAR EL GRADO DE MAGISTER EN ANTROPOLOGIA QUE PRESENTA
LUIS ALBERTO SANTA MARIA JUAREZ
Asesor: Antonio Alejandro Diez Hurtado
Jurado: Maria Eugenia Ulfe Young
Guillermo Salas Carreño
LIMA - 2017
3
AGRADECIMIENTO:
A REGIONAL ETHNOLOGICAL TASK FORCE – RETF.
ONG IDENTIDADES.
E-mail: [email protected]
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RESUMEN EJECUTIVO
AUTOR: LUIS ALBERTO SANTA MARIA JUAREZ
TESIS: PARA OPTAR EL GRADO DE MAGISTER EN
ANTROPOLOGIA – ESCUELA DE GRADUADOS
DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL
PERU.
TITULO DE LA TESIS: MERCURIO Y TAKI ONQOY EN EL PERU DEL
SIGLO XVI
PALABRAS CLAVE: Mercurio, Taki Onqoy, Perú. Siglo XVI.
En el Perú del Siglo XVI, es el inicio y desarrollo de la explotación industrial del
mercurio en Paras (Guamanga) y Huancavelica, y sus procesos de trabajo, lo
que explica, en interacción recíproca con otros factores, el proceso sociológico,
histórico y cultural del Taki Onqoy.
El impacto del inicio de la explotación industrial del mercurio se expresa en el movimiento conocido como taki onqoy, y en la mayor epidemia de intoxicación por exposición al mercurio.
En sus inicios el taki onqoy fue un movimiento de resistencia contra la mita
minera (En Paras, Tunsulla y Huancavelica), para luego transformarse en un
movimiento contra el trabajo excesivo en las minas que culmino con la
implementación de la mita minera toledana. Es decir, al pasar del trabajo digno
y sagrado al trabajo como tortura renunciaron progresivamente a cualquier
control sobre sus propias condiciones de existencia y de su propia persona:
Pasaron de runas a indios, de campesinos a mineros, de sanos a enfermos con
taki onqoy o intoxicación por exposición al mercurio, de trabajadores de
superficie a trabajadores del inframundo.
5
INDICE
N° TITULO PAGINA
PORTADA 1
Dedicatoria 2
Agradecimiento 3
Resumen Ejecutivo 4
Índice 5
Índice de Tablas 7
Índice de Figuras 8
Índice de Videos 9
CAPITULO I: INTRODUCCION 10
1.1 Problema 11
1.2 Objetivo de la Tesis 12
1.3 Justificación e Importancia 12
1.4 Discusión Metodológica 13
1.5 Limitaciones de la Investigación 24
CAPITULO II: TAKI ONQOY: EPIDEMIA DE INTOXICACION POR EXPOSICION AL MERCURIO Y SUS DERIVADOS
26
CAPITULO III: MERCURIO EN PARAS Y HUANCAVELICA: 56
6
GUAMANGA DEL SIGLO XVI.
3.1 El hombre y su interacción con elmercurio en el antiguo Péru
56
A) Periodo pre inca: Los Angara y Chanka 57
B) Periodo Inca 61
C) La minería de mercurio impulsada por los
españoles en el Siglo XVI
63
3.2 La valorización del servicio en minas según las leyes de los reinos de indias y el rol del salario
67
3.3 La minería de mercurio en Guamanga del Siglo XVI 73
3.3.1.- Periodo de 1557 a 1562: Las minas de
mercurio de Paras y de plata en Tunsulla
73
3.3.3.- Periodo de 1563 a 1572: Las minas de
mercurio de Huancavelica
99
CAPITULO IV: VOLVERSE MINERO, VOLVERSE DIABLO 141
CAPITULO V: DISCUSION 154
CONCLUSIONES 185
BIBLIOGRAFIA 190
7
INDICE DE TABLAS
Tabla
N°
Nombre Pagina
1 Historia Natural de la Enfermedad del Taki Onqoy o Intoxicación por Exposición al Mercurio
40
2 Repartimientos de la Región Anqara (Siglos XVI – XVII) 137/138
3 Interacción hombre-mercurio en Guamanga del Siglo XVI 156
8
INDICE DE FIGURAS
Figura
N°
Nombre
Pagina
1 Proceso de trabajo 18
2 Intoxicación grave por exposición al mercurio en Minamata - Japón
28
3 Exposición ambiental al mercurio en Huancavelica del Siglo XVI por disposición de hornos de fundición
30
4 Exposición ocupacional por metalurgia de mercurio – Tecnica de ollas al aire libre. Huancavelica, Siglo XVI
32
5 Secuencia de aparición de signos y síntomas de intoxicación por metilmercurio en Irak
33
6 Ptialismo mercurial 35
7 Alteraciones del sueño y caquexia mercurial 37
8 Caquexia 38
9 Dibujo 213. Un indio capitán de minas "alquila" a un nativo
tributario para reemplazar a uno de los suyos que ha caído
enfermo en las minas de azogue.
48
10 Grupos etnicos en las cuencas Qaracha y Pampas, Siglo XVI 77
11 El Tío de la mina en Bolivia 147
9
INDICE DE VIDEOS
N°
Video
Nombre Página
1 VIDEO N° 1: Enfermedad de Minamata – Japón
https://www.youtube.com/watch?v=_YRaZFKq92A
28
10
CAPITULO I:
INTRODUCCION
En 1915, Hermilio Valdizan determinó que el Taki Onqoy por sus
características no podía ser una enfermedad infecciosa, pero si una
intoxicación, estableciendo la hipótesis que el Taki Onqoy podía atribuirse al
alcohol y/o la coca (Valdizan Hermilio, 1915).
En la década de 1970, Marco Curatola estableció como hipótesis la posibilidad
de la pelagra como causa del Taki Onqoy (Millones, Luis 2007). Pierre Duviols
(1971:112) califica la enorme difusión del movimiento como resultado de una
“histeria colectiva”, e incluso se consideró que “el factor catalizador sería una
terrible epidemia de gripe que asolo el virreinato en 1558” (Villegas Samuel
2011: 117, 119).
“Urbano y Ramos coinciden en que el rasgo principal del fenómeno sería
la posesión de la huacas. Sin embargo, el examen de tales posesiones
como manifestaciones de una enfermedad aún no se ha llevado a cabo”
(Villegas, Samuel 2011: 123).
En el 2016, Luis Santa María (Santa María, Luis 2016) señaló, entre otros, que
existió la enfermedad conocida como Taki Onqoy, la que adquirió forma
epidémica entre los peruanos del Siglo XVI, y tuvo como causa la exposición al
mercurio y sus derivados, como consecuencia de la explotación del azogue o
mercurio en las minas de Paras y Huancavelica.
11
1.1 PROBLEMA
Diversos autores señalaron al taki onqoy como una enfermedad. Al respecto,
Luis Millones mencionó lo siguiente:
“No son claros los documentos, en todo caso se llamaba taki onqoy o
Sara onqoy, según lo recuerda Polo de Ondegardo (1916:196) quien
agrega que estaba ligado a los confesores indígenas, llamados para
calmar la enfermedad (onqoy) cuya mención sonaba a paroxismo nervioso. (Millones, Luis 16: 2007).
En este contexto fue interesante el aporte de Henrique Urbano, quien señaló:
“Resumiendo pues, el taqui onqoy tiene un nombre: Minería” (Urbano,
Henrique: 2009:7),
Este aporte, complementado con la descripción que hace Steve Stern sobre las
actividades mineras en Guamanga del Siglo XVI (Stern, Steve 1982: 3-37)
establecieron la necesidad de investigar si la causa del taki onqoy estaba o no
estaba asociado a la minería, y si correspondió o no correspondió a una
enfermedad ocupacional como la intoxicación por exposición al mercurio.
Habiéndose dado el primer paso (Santa María, Luis 2016) sustentando que
desde el punto de vista médico el taki onqoy fue una enfermedad ocupacional
producida por la intoxicación por exposición al mercurio, y sus derivados, que
se produjo durante la exploración de este mineral en las minas de Paras y
Huancavelica, es pertinente plantear la siguiente pregunta de investigación:
¿Cuál fue el proceso socio histórico en el que se desarrolló la
enfermedad conocida como Taki Onqoy en el Perú del Siglo XVI?
Nuestra hipótesis de trabajo es la siguiente:
En el Perú del Siglo XVI, como parte del proceso de universalización de la
economía mundial, la sociedad peruana se transformó de una sociedad y
economía agraria, en una sociedad colonial cuya economía se basó en la
12
explotación de los metales preciosos a gran escala: Oro y sobre todo plata. En
este contexto, es el inicio y desarrollo de la explotación del mercurio en Paras
(Guamanga) y Huancavelica lo que explica, en interacción recíproca con otros
factores, el proceso sociológico, histórico y cultural del Taki Onqoy en el Perú.
1.2 OBJETIVO DE LA TESIS:
El objetivo de esta investigación es describir y explicar, en base a la
información disponible, el proceso sociológico e histórico en el que se
desarrolló el Taki Onqoy en el Perú del Siglo XVI, precisando las relaciones o
interacciones existentes con el proceso de salud – enfermedad y el proceso de
trabajo en las minas de mercurio.
1.3 JUSTIFICACION E IMPORTANCIA
La realización de esta investigación se justifica porque a pesar de haber
transcurrido más de 450 años desde el registro del Taki Onqoy, aún no se ha
profundizado sobre la naturaleza del mismo, lo que es una tarea pendiente de
resolver. Por ello, el estudio integral del proceso socio político que manifestó la
presencia del Taki Onqoy – tanto en sus aspectos biológicos como sociales -
promoverá también el desarrollo de la teoría antropológica para comprender la
naturaleza humana, el rol de lo sagrado, del proceso de trabajo y
salud/enfermedad, y su rol en el fundamento de las sociedades humanas.
1.4 DISCUSION METODOLOGICA
13
Tradicionalmente se ha considerado que lo biológico y lo social en el proceso
salud enfermedad deben ser estudiados a partir de dos líneas de pensamiento
independientes. En la búsqueda de coordinación, interrelación e integración
entre ambas líneas de pensamiento para el estudio de la realidad sanitaria,
superando el estudio fragmentado, se han desarrollado nuevos enfoques
teóricos y experiencias interdisciplinarias.
En el caso del estudio de esta investigación, hemos considerado:
a) La construcción teórico metodológica del proceso salud-enfermedad
colectiva y del proceso de trabajo desarrollada por Laurell.
b) Procedimientos y técnicas etnográficas señaladas en el Manual de
Etnografía de Marcel Mauss.
EL PROCESO SALUD ENFERMEDAD COLECTIVA
Marcel Mauss señalo que la finalidad de la etnología es “el conocimiento de los
hechos sociales”. Por tal motivo, el trabajo del etnógrafo busca comprender el
“sentido de los hechos y de sus relaciones entre ellos”, así como “el sentido de
las proporciones y las articulaciones” porque los fenómenos sociales son “parte
de un fenómeno real e ideal, de reglas”. Mauss considero también que “los
hechos sociales son en principio históricos, por lo tanto irreversibles e
irrefutables”, y aunque la etnografía no es una ciencia histórica porque no
presenta los hechos de manera cronológica, si contribuye a conocer la historia
de las poblaciones humanas y la humanidad porque “el estudio de los
fenómenos de civilización supone el estudio de la internacionalización de
ciertas cosutmbres, de ciertos instrumentos”, donde el valor de la etnografía
está en la “comparación de hechos y no de culturas”. En ese sentido, Mauss
señalo que “el punto de vista de la industria y del oficio permitirá una
descripción viva de la sociedad”, pero señalo que el error de Karl Marx fue
14
“haber creído que la economía condicionaba la técnica, mientras que ocurre lo
contrario” (Mauss, Marcel 2006: 1-39).
Aunque no es oportunidad de profundizar en una polémica entre Marx y Mauss
sobre la interacción entre economía y técnica, y el rol condicionante de la
técnica o la economía en los hechos sociales, si es importante considerar el
aporte de Marx al señalar que “el trabajo es el proceso mediante el cual el
hombre entra en contacto con la naturaleza transformándola y transformándose
a sí mismo (Marx, C. El capital, Mexico. Siglo XXI, 1975, Tomo 1, Capitulo 5)”
(Laurella, Asa 1993: 19). A partir de este concepto, que señala que el trabajo
es uno de los procesos básicos de la humanidad, la denominada medicina
social ha podido plantear que el trabajo es determinante fundamental en el
proceso salud/enfermedad de las poblaciones humanas, en razón de que por
medio de la interacción entre humanos, o grupos humanos a través del trabajo,
se producen los bienes y servicios necesarios para la vida en sociedad en cada
momento histórico. De esta manera, el estudio de los procesos de trabajo
permite el estudio de la forma en que la sociedad produce los procesos
biopsicosociohistoricosculturales humanos como una unidad, entre los cuales
están incluidos tanto las enfermedades profesionales, así como las
enfermedades relacionadas con el trabajo y las patologías de orden general,
porque no solo son una expresión de la articulación entre lo social y lo natural,
sino también sus consecuencias.
Si bien es cierto, el trabajo es un proceso básico para toda la humanidad, es un
proceso que de acuerdo al sentido que le brindan los actores sociales adquiere
formas concretas según el momento socio-histórico y la cultura de cada
sociedad. Esto incluye la forma, sentido e interpretación que adoptan las
enfermedades ocupacionales a través del tiempo y las culturas.
Dado que el proceso biopsicosociohistoricocultural es un proceso unitario, no
es apropiado separar conceptualmente las nociones de “salud” y “enfermedad”
para el estudio de los aspectos sociales de este proceso. Esta separación
15
conceptual solo es útil para estudiar, con enfoque clínico, el proceso biológico
que ocurre en un individuo, pero no para analizar los complejos procesos
sociopolíticos e históricos que determinan su producción en poblaciones
humanas. Estos dos conceptos por separado, salud y enfermedad, solo buscan
describir dos etapas momentáneamente distintas de la realidad de un individuo
atribuibles a un agente o factor biológico, físico, químico o psicosocial, pero sin
llegar a visualizar o comprender en su verdadera dimensión la naturaleza
histórica social del proceso salud/enfermedad. El estudio por separado de la
salud y la enfermedad, por su enfoque unicausal y biologicista, es una visión
inicial e incompleta de algo que en realidad es unitario y multicausal. Por tal
motivo, es necesario complementarla con el estudio histórico, social y cultural
del proceso salud/enfermedad pues constituye solo el primer paso en el estudio
de este tipo de procesos, pero insuficiente para comprender la unidad e
integridad del proceso, debiendo complementarse con estudios adicionales
desde las ciencias sociales, con los cuales los estudios biológicos no son
incompatibles, pero si complementarios.
Desde 1960, y desde la medicina social, se percibe la necesidad de estudiar la
realidad sanitaria como un proceso social al que se denominó “proceso
salud/enfermedad”, considerando que las patologías no constituían solo un
proceso biológico, sino que se desarrollaban en un determinado contexto social
e histórico, lo que explicaría porque las características de las enfermedades, a
pesar de ser provocabas por el mismo agente, varíen en razón del tiempo, el
espacio y la cultura en la que se desarrollan. En ese sentido, Laurell hace notar
que:
“El carácter social del concepto de salud y enfermedad, esto es la
conceptualización que se hace en un momento dado respecto a qué es
la enfermedad y por qué se presenta, resulta mas fácil de comprobar. Es
asi porque el análisis histórico pone a la vista como las necesidades de
las clases dominantes, que se expresan como si fueran las necesidades
16
de la sociedad en su conjunto, condicionan uno u otro concepto de salud
y enfermedad” (Laurell, Asa 1981: 7).
La naturaleza social de la enfermedad se percibe cuando grupos de población
son afectados por una misma patología, llámense epidemias o endemias. Esto
hace que el objeto de estudio no sea solo el individuo, sino todo el grupo de
afectados por una misma patología. Esto permite visualizar que los afectados
no necesariamente son todos los pobladores de un mismo ámbito geográfico,
sino aquellos que tienen características sociales, históricas o culturales que son
comunes, por lo que el eje conceptual no consiste en ver a una población como
un conjunto o sumatoria de individuos agrupados espacial o territorialmente,
sino en identificar el proceso salud/enfermedad que es común en todos los que
son afectados por la misma patología. Esto permite identificar por un lado las
similares características sociales de quienes sufren la misma patología para
poder articularlo a un proceso socio histórico en curso identificando los
determinantes sociales y culturales del mismo, a través de los cuales se
construyen las nociones de “normal” o “anormal”, “sano” o “enfermo”, “sagrado”
en el sentido de “waka” o “diabolizado”, las mismas que adquieren contenido y
sentido distinto para cada periodo de la historia y cultura. Esto significa, por
ejemplo, que en la interacción del hombre con la naturaleza, específicamente
en el caso de la metalurgia de los metales, a pesar de contener la misma
expresión biológica producto de la interacción de un agente con un huésped, su
interpretación y sentido está pautada social, histórica y culturalmente.
Para verificar la naturaleza histórica de las diferentes patologías y
enfermedades, no es suficiente el abordaje clínico. Es necesario el estudio de
los procesos sociohistoricos en relación con las diferentes patologías para
identificar los factores determinantes de la salud, los mismos que varian en el
tiempo, dependiendo de los procesos históricos sociales, políticos y culturales
en los que la enfermedad se desarrolla. De esta manera, es posible explicar
porque antes de la era industrial no se tenía el concepto de enfermedades
ocupacionales o profesionales, el cual emerge como consecuencia de verificar
17
que poblaciones de trabajadores, y no solo individuos, eran afectados por
patologías que tenían las mismas características, adquiriendo inicialmente la
forma de epidemias, para luego convertirse en endemias.
Fue la aparición e introducción de los procesos industriales lo que explica la
emergencia e incremento de la incidencia y prevalencia de enfermedades
ocupacionales en el mundo actual, cambiando radicalmente el perfil
epidemiológico de las mismas.
Antes de la era industrial, la presencia de estas patologías agrupadas bajo la
denominación de enfermedades ocupacionales era inexistente o mínima, e
incluso, es posible que existiendo, no hayan sido consideradas como
enfermedades, en el sentido que las entendemos actualmente. Fue la
transformación de los procesos de trabajo lo que genero transformaciones en
los procesos de salud/enfermedad de las poblaciones expuestas, resaltando la
importancia de la interacción del huésped con el ambiente en la generación de
enfermedades, refiriéndose en este caso al ambiente laboral. De este manera,
el concepto ecológico del proceso salud/enfermedad adquirió importancia,
hasta que se determinó que la presencia de grupos de trabajadores en una
mina o actividad metalúrgica (ambiente laboral) en la era industrial no era un
acto fortuito o completamente voluntario, sino determinado por las condiciones
socioeconómicas e históricas que forzaban a los trabajadores a buscarse el
sustento diario en este tipo de ocupaciones. En este contexto, ni la visión
biologicista, ni la visión ecologista del proceso salud/enfermedad era suficiente
para explicar la naturaleza social, histórica y cultural del proceso
salud/enfermedad para el caso de las patologías de origen ocupacional.
En este contexto, es coherente la propuesta de Laurell, quien señala que las
necesidades de las clases dominantes producen formas históricas específicas,
y condicionan la producción conceptual y de conocimiento con relación al
proceso salud/enfermedad. En ese sentido, Laurell nos presenta el siguiente
modelo de estudio del proceso de trabajo:
18
Figura 1: Proceso de trabajo. Fuente: Laurell, Asa 1993:20.
Asimismo, Laurell precisa que:
“En el caso de las sociedades capitalistas ocurre un cambio
fundamental, ya que la búsqueda de la ganancia se convierte en el
principal motor de la producción. Su finalidad primera es, de esta
manera, generar plusvalía o capital acumulable, a través del llamado
proceso de valorización. Este proceso empero, solo puede realizarse,
bajo condiciones regulares, por medio del proceso laboral o proceso
inmediato de trabajo. Esto quiere decir que el proceso de producción
capitalista se compone de dos procesos que pueden ser
conceptualmente desdoblados, lo que permite analizar la relación entre
19
ambos. En este proceso se descubre que las necesidades del proceso
de valorización son el determinante principal de la conformación
específica del proceso laboral. No obstante, dado que el proceso de
producción se realiza en un campo de conflicto entre capital y trabajo,
otro de los determinantes de la conformación del proceso laboral
concreto es el contenido de sus respectivas estrategias de valorización y
resistencia” (Laurell, Asa 1993: 19-20).
Consideramos que el modelo presentado por Laurell no solo es aplicable al
estudio de las sociedades capitalistas, sino de todas las sociedades y culturas
en general, porque permite identificar y reconocer en cada caso los procesos
de producción, así como las estrategias de valorización y resistencia asociadas
en cada momento socio histórico y cultural.
Este enfoque permite estudiar de qué manera el proceso biológico que genera
cada patología se da en un grupo social que es histórica y culturalmente
determinado, y permite estudiar de manera unitaria la secuencia de estados de
“salud” y “enfermedad” a nivel individual y poblacional. De esta es posible
estudiar el impacto de los procesos socios históricos y/o sociopolíticos en la
producción de diferentes patologías, y la manera en que se producen las
mismas. El caso de las patologías ocupacionales, sobre todo de origen minero
y/o metalúrgico, es un ejemplo paradigmático en el estudio de este tipo de
procesos porque las patologías ocupacionales expresan el contexto en el que
estas se generan, permitiendo relacionarlas con la manera en que el hombre
interactúa con la naturaleza, y se apropia de ella.
Laurell también señalo que:
“Las categorías sociales que nos permiten…profundizar y enriquecer la
comprensión de la problemática de la esencia del proceso salud
20
enfermedad y su determinación, son la clase social tal como propone
Breilh, y el proceso de trabajo” (Laurell, Asa 1981:10).
Si bien es cierto este enfoque permite el estudio de las sociedades capitalistas,
también es útil para el estudio de sociedades pre capitalistas, pero
incorporando el sentido que tienen dichas actividades desde el punto de vista
que cada cultura les confiere.
El proceso de investigación de la interacción del proceso de trabajo con los
procesos salud/enfermedad, para determinar la naturaleza causal del mismo,
es objeto de largos debates porque identifica la naturaleza causal del trabajo, y
los procesos sociales que lo promueven, en la aparición de determinadas
patologías. Es lo que Laurell expresa en los siguientes términos:
“El otro concepto necesario para la construcción teórica de la relación
“trabajo-salud” es el de proceso de desgaste. Consigna las
transformaciones negativas en los procesos biopsiquicos, originadas
entre otras cosas por la interacción dinámica de las cargas laborales.
Así, el proceso de desgaste se define como la pérdida de capacidad
biológica, o psíquica, efectiva y/o potencial y engloba a los procesos
biopsiquicos en su conjunto” (Laurell, Asa 1993:21).
Este tipo de estudios muestran también el carácter social del proceso
salud/enfermedad, pues evidencian, por ejemplo, los largos procesos de
discusión que debe llevarse a cabo para que una patología sea aceptada como
ocupacional en términos médicos, legales, económicos y políticos.
En este proceso, el discurso de los empleadores siempre está orientado a
argumentar que la patología se produce por factores atribuibles al trabajador, o
al ambiente no laboral (ecología), y no al proceso productivo en sí mismo.
En su momento, y aun en la actualidad, uno de los argumentos importantes de
los empleadores era, y aun es, la no existencia de evidencia científica que
demuestre de manera indubitable que el agente ocupacional era el causante
21
directo y único de la patología en estudio. Pero, el estudio de estas patologías
en su relación con el trabajo, por su complejidad, no pueden ser desarrolladas
por los trabajadores de manera individual, y solo algunos sindicatos a nivel
mundial están en capacidad de financiar algunos estudios. Corresponde a los
estados asumir estos estudios como parte de su deber de garantizar la buena
salud y dignidad de la persona humana.
Discusiones de este tipo no solo se tienen para el caso de las patologías
ocupacionales, como la silicosis o la intoxicación por exposición al mercurio,
sino también para el caso de eventos que afectan a diferentes poblaciones
como en el caso del tabaco y su relación con el cáncer pulmonar, las mismas
que llevaron muchísimos años antes de adoptar las medidas de protección
para la población que se tienen actualmente.
Un evento de actualidad es el cambio climático, que afecta a la humanidad en
su conjunto, pero no todos los sectores aceptan la naturaleza antropogenica de
dicho proceso y argumentan que es un proceso de la naturaleza en si misma o
que es un proceso que no existe, como ha sido señalado en su oportunidad
(https://www.diarioimagen.net/?p=336233). Cuando las clases dominantes
obtienen el poder, actúan en coherencia con su forma de pensar y proceden a
recortar los fondos de investigación de ese tema. De esta manera, las clases
dominantes, ejercen su poder para condicionar el conocimiento que se produce
alrededor de los conceptos de salud y enfermedad.
En el Perú, actualmente se vive un debate similar alrededor de la Ley de
Alimentación y Nutrición saludable, que afecta toda la población peruana,
donde el empresariado nacional señala que los parámetros técnicos
recomendados por la Organización Mundial de la Salud carecen precisamente
de sustento técnico, tratando de orientar la discusión hacia la necesidad de
realizar mas estudios que no necesariamente aportan al tema de fondo sobre la
naturaleza patógena de cada agente causal, pero que postergan la plicación de
medidas de protección para la población porque su aplicación les afecta
22
directamente (http://elcomercio.pe/economia/peru/posicion-industria-ley-
alimentacion-saludable-436121).
Con estos ejemplos se trata de expresar que el debate académico sobre la
relación de los procesos de trabajo con los procesos de salud/enfermedad no
es netamente “académico” ni un debate neutro. Es un debate cargado de
contenido político, socioeconómico y cultural, donde, lamentablemente, las
limitaciones para el desarrollo de los estudios son innumerables, entre los
cuales Mariano Noriega señala:
“En los estudios sobre la relación entre el trabajo y la salud puede
utilizarse información tanto de fuentes secundarias – es decir,
información existente pero recogida con otros propósitos – como de
fuentes primarias – o sea, aquella que los investigadores recogen de
acuerdo con las necesidades del estudio específico.
La información de fuentes secundarias puede ser valiosa. Sin embargo,
su uso representa una serie de dificultades. La primera es tener acceso
a ella. En segundo lugar, puede haber un registro incompleto de la
variable bajo estudio. Por esta razón es necesario conocer como se
recoge y analizar qué tipo de sesgos puede introducirse en el estudio
usándola” (Noriega, Mariano 1993: 37-39).
En este caso, se trata de un estudio descriptivo y explicativo, no experimental.
Teniendo en cuenta, que el Taki Onqoy trata de hechos ocurridos en el Perú
del Siglo XVI, se trata de una investigación basada en datos secundarios, los
mismos que serán compilados de las publicaciones realizadas por historiadores
y antropólogos en el Perú y el extranjero.
23
En la información documental obtenida, se recogerán hechos y discursos, los
que serán sometidos a un análisis cualitativo de contenido de documentos
escritos, y de documentos visuales, cuando corresponda, siguiendo las
técnicas de análisis documental y análisis del discurso. Se utilizará todos los
medios técnicos disponibles en la actualidad para mostrar en vivo diferentes
aspectos de la realidad estudiada: grabaciones de audio y video, fotografías,
etc., que al poder observarlas de manera repetida, nos permite volver a los
datos brutos para categorizarlos y conceptualizarlos de nuevo, contribuyendo a
reconstruir realidades que son de por si irrepetibles, posibilitando que las
pueden presenciar observadores ausentes en el momento de los hechos. Esto
permitirá que el nivel de congruencia de los fenómenos en estudio sea más
fuerte y sólido.
Para una mejor presentación de los datos existentes, se seguirá la siguiente
secuencia:
En primer lugar se presentara la evidencia disponible para determinar que el
taki onqoy corresponde a lo que actualmente se conoce como intoxicación por
exposición al mercurio y sus derivados, donde el agente causal es el mercurio
que afecta al trabajador que interactúa con dicha sustancia a través del
proceso de trabajo.
En segundo lugar, con el mercurio como hilo conductor, y en base a la
información disponible se incidirá en la búsqueda del caso primario y del caso
índice para el caso del Siglo XVI. De esta manera se podrá reconstruir el
proceso socio histórico y político que marco la emergencia del taki onqoy o
intoxicación por exposición al mercurio en el Perú del Siglo XVI.
En tercer lugar, sobre la base de los procesos biológicos e históricos
identificados, se procederá a estudiar e incorporar el sentido que cada cultura
le proporcionaba a los hechos identificados en la interacción del hombre con el
mercurio en diferentes momentos históricos.
24
1.5 LIMITACIONES DE LA INVESTIGACION
Como en todo estudio etnográfico, se tienen dificultades subjetivas y materiales
(Mauss 2006: 23), y siendo la epidemia de intoxicación por mercurio una
enfermedad que ha ocurrido en la década de 1560 sobre la que existe
información limitada, la mejor opción para superar las dificultades fue la
siguiente:
1) Para superar las dificultades materiales del estudio del rol del mercurio en la
época pre inca e inca se hizo uso de estudios de diversas ciencias a fin de
contribuir a una visión integral del proceso salud/enfermedad y del proceso
de trabajo.
2) Para superar las dificultades subjetivas con el peligro de observación
superficial por los muchos años que han transcurrido desde ocurridos los
hechos, se ha trabajado de manera exhaustiva con todos los documentos
disponibles para construir la historia natural de la enfermedad, y el proceso
socio histórico del taki onqoy.
La presencia de estas limitaciones y dificultades no significa que el estudio no
tenga valor. De hecho, nos muestra mucho que aprender de la exposición al
mercurio y sus consecuencias, pues un caso particular bien construido deja de
ser particular, como lo señaló Bourdieu:
[…]”Lo más importante no son tanto los resultados propiamente dichos,
sino el proceso conforme al cual éstos son obtenidos. Las “teorías” son
trabajos de investigación que requieren, no un “debate teórico”, sino una
aplicación práctica capaz de refutarlas o generalizarlas o, mejor aún, de
especificar y diferenciar su pretensión de generalidad. Husserl enseñaba
que es necesario sumergirse en lo particular para descubrir ahí lo
invariante, y Koyré, quien asistió a los cursos de Husserl, demostró que
Galileo no necesito repetir indefinidamente el experimento del plano
25
inclinado a fin de construir el modelo de la caída de los cuerpos. Un caso particular bien construido deja de ser particular” (Bourdieu y
Wacquant 1995: 49-50).
26
CAPITULO II:
TAKI ONQOY: EPIDEMIA DE INTOXICACION POR EXPOSICION AL MERCURIO Y SUS DERIVADOS
El hallazgo del hombre de Chuquicamata demostro que la minería en la época
pre inca e inca siempre tuvo un componente sagrado, y era realizada
esporádicamente por sacerdotes, quienes buscaban minerales extraños como
medio de comunicación con los dioses o lo sagrado.
Según Varon, (Varon, Rafael 1990:337), la primera referencia sustancial sobre
el Taki onqoy que se conoce en época reciente apareció en las Fabulas y ritos
de Molina, trabajo que permaneció inédito hasta su publicación en ingles por
Clements Markham en 1873.
En el 2015, Shuzo Manabe, quien preciso:
“….En la dilucidación del Taki Onqoy, sin embargo que no ha indicado
hasta ahora, se necesitaran el entendimiento de las minas de mercurio
de Huancavelica y el problema de la contaminación de azogue en el
siglo XVI. Como las futuras investigaciones, creo que podremos
profundizar la discusión de Taki Onqoy por una relación con las minas
de mercurio y el problema de contaminación de azogue”. (Manabe,
Shuzo 2015: 92 – 107).
27
En el 2016, en la tesis doctoral “Taki Onqoy: Epidemia de intoxicación por
exposición al mercurio en el Perú del Siglo XVI”, Santa María concluyo que el
Taki Onqoy existió, y desde el punto de vista medico, es el resultado de la
interacción del hombre con el mercurio, expresando un síndrome que emerge
de lo que actualmente se conoce como la Historia Natural de la Intoxicación por
exposición al mercurio.
El mejor registro fílmico de una epidemia de intoxicación por exposición al
mercurio que se tiene en la historia de la humanidad es el de la epidemia
ocurrida en Minamata – Japón por consumir pescado contaminado con dicho
mineral en 1950.
En dicho video se puede apreciar personas de todo un pueblo (Minamata), de
todas las edades y de ambos sexos, afectados por diferentes niveles de
intoxicación por exposición al mercurio. Lo característico es la presencia de
prominentes movimientos involuntarios que incluyen temblor, ataxia, corea,
atetosis que están asociados a intoxicaciones crónicas por exposición al
mercurio (Snyder, Rusell 1972: 379).
Dependiendo de su nivel de afectación, presentan:
a) Diferentes niveles de dificultades para la marcha, lo que se aprecia al
momento de caminar.
b) Diferentes niveles de dificultad para realizar sus actividades cotidianas
para valerse por si mismos: Puede apreciarse lo difícil que les resulta
beber agua o alimentarse debido al temblor de sus extremidades. En
algunos casos el nivel de afectación es tan alto que aun en posiciones
decúbito dorsal se presentan movimientos hiperquineticos involuntarios
de gran intensidad.
Los diferentes grados de movimientos involuntarios que sufrio la población,
dependieron de los diferentes niveles de exposición e intoxicación que
afectó a cada uno de ellos.
28
https://www.youtube.com/watch?v=_YRaZFKq92A
Video 1: Enfermedad de Minamata – Japon, 1950
En Minamata, los niveles de afectación llegaron a ser tan altos, que las
personas perdieron la capacidad de valerse por si mismos, como se aprecia en
la siguiente figura:
Figura 2: Intoxicación grave por exposición al mercurio en Minamata – Japón. Fuente: http://apjjf.org/data/553-1.jpg
29
Un panorama similar al ocurrido en Minamata fue el que vió Cristobal de
Albornoz en Parinacochas, al señalar que encontró más de 8000 takionqoys
entre la población, aunque en el caso de Guamanga del Siglo XVI, la via de
exposición fue la respiratoria, debido a la exposición a los vapores mercuriales
derivados de la metalurgia del mercurio practicada a escala industrial en las
minas de mercurio de Paras y Huancavelica. Por ello, los casos de intoxicación
por mercurio en Guamanga del Siglo XVI fueron mucho más severos que en
Minamata porque el dimetilmercurio resultante de la metalurgia del mercurio es
mucho más toxico y porque el trabajo minero y metalúrgico se realizaba sin
ningún tipo de protección adecuada.
Para el diagnostico de Intoxicación por exposición al mercurio en Guamanga
del siglo XVI se ha seguido el criterio establecido por la Organización
Panamericana de la Salud:
“El requisito primario para diagnosticar la intoxicación por mercurio, tanto
del metilmercurio como del metalico, es la historia de exposición
ambiental u ocupacional. Los casos que se deben supervisar son los de
aquellos individuos expuestos que presenten signos y síntomas
caracteristicos de intoxicación o resultados de laboratorio alterados”
(OPS 2011: 87).
En el caso del taki onqoy, se tiene como sustento del diagnostico:
A) La historia de exposición ambiental u ocupacional: En las minas de
mercurio de Paras y Huancavelica en Guamanga del Siglo XVI.
B) La presencia de signos y síntomas descritos por los cronistas, los que
son caracteristicos de intoxicación por mercurio, identificados con la
historia natural de la enfermedad.
No es posible considerar que se fundieron toneladas de mercurio desde 1560
(Inicio de explotación de la mina de Paras) hasta 1975 (Cierre de la mina de
30
Huancavelica) sin que hayan existido casos de intoxicación por mercurio pues
es un riesgo inherente a la minería y metalurgia del mercurio.
Guaman Poma de Ayala acompaño a Cristobal de Albornoz, y tuvo oportunidad
de ver personalmente lo que ocurrio en Huancavelica. En la siguiente figura
nos muestra que la exposición al mercurio no solo se daba en la fase minera y
metalúrgica de la explotación minera, sino también por la disposición de los
hornos en las cercanías de la ciudad.
Figura 3. Exposición ambiental al mercurio en Huancavelica del Siglo XVI
por disposición de hornos de Fundición. Fuente:
http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/1055/es/text/?open=idp607984
31
Luego nos muestra como los demonios (Diablo) emergen de una olla, avivados
por el fuego. En esta figura representó la técnica de fundición del mercurio por
la técnica de ollas al aire libre, que en esa época se realizaba en Huancavelica.
Se tenia la idea de que el “diablo” se introducia en el cuerpo humano
convirtiendo al trabajador en un ser “diabolizado”, pero en realidad lo que se
introducia en el organismo eran los vapores mercuriales por la via respiratoria.
32
Figura 4: Exposición ocupacional por Metalurgia del Mercurio – Tecnica de ollas
al aire libre (Ari manca). Huancavelica, Siglo XVI. Fuente:
http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/279/es/text/
33
La presencia de signos clínicos descritos de manera dispersa por los cronistas
para el caso del taki onqoy, se pueden organizar siguiendo el mismo orden de
aparición encontrado durante la epidemia de intoxicación por exposición al
mercurio que ocurrio en Irak en 1971. Destacan la ataxia (“Enfermedad del
baile”) y la disartria (“enfermedad del canto”) como signos caracteristicos del
taki onqoy luego de la exposición al mercurio:
Figura 5: Secuencia de aparición de signos y síntomas de intoxicación por metilmercurio en Irak.
34
El primer síntoma en aparecer son las parestesias, que clinicamente se
expresan como una sensación de cansancio y/o dolor muscular. Hernando de
Santillan (1927), en las Relaciones Históricas decía que los indios:
“no eran perezosos y cuando se hechan lo hacen de cansados y
desesperados” (Tantalean Javier 2011: 354).
La idea de supuesta ociosidad de los antiguos peruanos solo podía tener un
referente biológico: La intoxicación por mercurio produce cansancio muscular.
Este síntoma debió ser interpretado como una actitud contraria a la voluntad de
trabajo en las minas de azogue de la época, y aprovechado en términos
sociales y políticos para solicitar y sustentar la implantación de la mita toledana.
Luego, aparece la ataxia, que en el caso del taki onqoy se le llamó
“enfermedad del baile”, y describe el temblor que produce el mercurio en el
organismo, llegando a niveles extremos que les impide estar de pie y valerse
por si mismos, incluso para beber o comer.
A continuación aparece la disartria, que en el caso del taki onqoy se le llamó
“enfermedad del canto”, y que en realidad describe los sonidos que se
producen por el temblor no controlado de las cuerdas vocales, generando un
sonido descrito como “uuuu” o “huhuhu”.
En el caso del taki onqoy, tanto la ataxia como la disartria han sido descritos
por los cronistas en razón de ser los de mayor visibilidad a los ojos del
observador. Los otros síntomas también se han producido, pero para
apreciarlos, se requería que el paciente los exprese y un mayor tiempo de
observación con el enfermo lo que para el caso de los observadores españoles
no era posible porque siempre estaban de paso, o realizaban observaciones
esporádicas a los enfermos.
Guaman Poma tuvó oportunidad de presenciar el signo conocido como
ptialismo mercurial, un signo agudo de intoxicación por exposición al mercurio,
35
que se produce en las primeras horas de exposición, graficándolo de la
siguiente manera:
Figura 6: Ptialismo mercurial. Fuente:
http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/876/es/text/
36
Esta figura evidencia que Guaman Poma fue testigo presencial de estos casos,
pues por su naturaleza aguda, solo puede ser apreciado a pocas horas de
exposición a los vapores mercuriales. Se trata de ptialismo mercurial porque
ante la presencia del Supay (“Vapores mercuriales”) en el cuerpo humano se
empieza a exhalar un olor fétido por la boca y abundante sialorrea, asociada a
mareos que le impedían mantenerse en pie. Los españoles no aceptaban que
la causa de ello era el mercurio, y lo atribuían al consumo de alcohol y coca por
parte de los antiguos peruanos (“Borrachera”). En esta figura se aprecia como
terapéutica el accionar de una chaman con su tambor chamanico tratando de
expulsar o alejar el demonio, que se ha posado sobre los hombros
(doblegándolo) de alguien que con toda probabilidad es un trabajador minero o
metalúrgico de las minas de mercurio.
En la siguiente grafica, Guaman Poma nos muestra dos signos adicionales de
la intoxicación por exposición al mercurio:
A) Las alteraciones del sueño y/o insomnio, que el llama “el hechicero de
los sueños”.
B) La caquexia mercurial, que muestra la extrema delgadez que
progresivamente va alcanzado una persona que sufre intoxicación por
exposición al mercurio, dada la naturaleza lipofilica de este mineral.
En la parte superior de la figura se aprecia a un hombre de una contextura
normal, pero en la parte inferior de la figura se muestra a un hombre delgado y
postrado en cama. Esta grafica debe asociarse a las siguientes expresiones de
Guaman Poma:
“A estos hechizeros dizen los quales tomauan una olla nueva que llaman
ari manca, que lo cuesen cin cosa ninguna y toma sebo de persona…Y
se seca un año y se pone como un palo y se muere” (Guaman Poma
1615: 276, 278).
37
Figura 7: Alteraciones del sueño y caquexia mercurial. Fuente:
http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/281/es/text/?open=idp316144
38
La olla nueva se refiere a las ollas de metal que se usaban para la metalurgia
de mercurio, que al ser de metal era nueva para los antiguos peruanos,
quienes solo conocían ollas de cerámica. Ademas, la palabra arimanca fue
utilizada por Guaman Poma para señalar también el casco de metal que
usaban los españoles. El hecho de “coser” en la olla se refiere al fuego de la
metalurgia del mercurio, y el hecho de “tomar el sebo de persona” se refiere a
que el mercurio tiene la propiedad lipofilica que hace que la grasa corporal
desaparezca generando un estado caquetico, similar al que se muestra en la
siguiente figura, que al ser producido por efecto del mercurio se le conoce
como caquexia mercurial.
Figura 8: Caquexia.
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Actualmente, ya no se registran casos de caquexia mercurial, por lo que la
figura presentada es un caso de caquexia similar a la caquexia mercurial, y se
presenta para mostrar una versión real de la caquexia mercurial que Guaman
Poma expreso en sus dibujos, y que se presento masivamente en Guamanga
del Siglo XVI. Como puede apreciarse, la característica básica es la perdida de
la grasa corporal, lo que proporciona una base biológica a la idea de pishtaco
en los andes.
Los signos y síntomas descritos de manera dispersa por los cronistas es
posible agruparlos bajo el concepto de historia natural de la enfermedad. Como
se puede ver en la Tabla N° 1, en la epidemia de intoxicación por exposición al
mercurio ocurrida en el Perú del Siglo XVI, y conocida como taki onqoy, se
identifica:
En el periodo pre patogénico, se evidencia la interacción de tres factores claves
para la emergencia de la epidemia de intoxicación por mercurio, conocida como
Taki Onqoy en el Perú del siglo XVI:
1. La presencia del agente: El mercurio, cuya explotación minera y
metalúrgica en las minas de Paras y Huancavelica, y luego en Potosí,
originó la exposición al mercurio y sus derivados: Mercurio elemental,
orgánico e inorgánico.
2. La presencia del sujeto: Que en este caso progresivamente fueron:
Henrique Garcés y sus socios durante la fase de experimentación, los
esclavos negros contratados por Garcés para explotar las minas de
Paras y luego la población indígena que se involucró en el trabajo
minero bajo la forma de mitayos, mingados y trabajadores mineros
asalariados (Asto, Angara, Chanka, etc.).
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TABLA N° 1: HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD DEL TAKI ONQOY O INTOXICACION POR EXPOSICION AL MERCURIO
PERIODO PREPATOGENICO
PERIODO PATOGENICO
PRECLINICO CLINICO
Exposición al mercurio
En Minas de Paras y
Huancavelica:
1. Fase minera (Extracción) y
2. Fase metalúrgica
(fundición).
3. Transporte.
4. Contaminación ambiental.
Asintomático
por 4 horas
1. Ptialismo
2. Perdida de dientes,
gingivitis.
1. Disartria (Enfermedad
del canto).
2. Cansancio muscular.
3. Ataxia o temblor
(Enfermedad del
Baile).
4. Depresión, timidez
excesiva, irritabilidad,
disminución de la
confianza en sí mismo.
5. Deterioro psíquico:
“Locos”, “atontados”,
“juicio perdido”.
1. Alteración del sueño.
Insomnio.
2. Postración en cama
3. Caquexia mercurial.
4. Damián de Jeria:
“…bocanadas de
sangre envuelta con
azogue.
5. Azogue en sangrías.
Muerte,
incluye suicidios
Murua: “...y
hallar entre los
huesos corriendo
el azogue”.
Agentes: Mercurio elemental y dimetilmercurio producto de la fundición del mercurio.
Tiempo de Supervivencia estimado por los cronistas = 1 año.
41
3. El ambiente, donde el contexto de poder fue un factor determinante en la
aparición de la epidemia. A este factor, hay que agregarle la codicia de
los conquistadores expresada en la búsqueda de minerales como el oro
y la plata. Codicia que fue agudizada con la aparición de técnicas de
amalgamación de oro y plata con mercurio pues activo la búsqueda y
explotación de este mineral, para lo cual, se necesitaba mano de obra
en cantidades antes no requeridas porque la minería durante el imperio
inca era artesanal pues tenía fines religiosos u ornamentales, pero con
los conquistadores, la minería adquirió dimensiones industriales.
La exposición al mercurio es un riesgo inherente para la aparición de casos de
intoxicación por mercurio. Hay una relación causa-efecto directa entre la
exposición al mercurio y la presencia de los signos clínicos que caracterizan la
intoxicación por dicha exposición. Por ello, la interacción de estos tres
elementos en el Perú del Siglo XVI dio como resultado la aparición de una
curva epidémica y endémica de mas de 400 años de duración (Inicio en Paras,
1560 hasta el cierre de mina de Huancavelica, 1975), donde Henrique Garcés
fue el caso índice de la misma en el Siglo XVI, y los últimos casos de esta
epidemia se dieron cuando se determinó el cierre de la mina en el año 1975
(Siglo XX). El caso primario se pierde en la historia del Perú, cuando ocurrio el
primer contacto del hombre con el mercurio de Paras y/o Huancavelica, u otra
mina de mercurio.
El portugués Henrique Garcés, al perder los dientes por su exposición al
mercurio, en razón de los experimentos que con el mercurio desarrollo junto a
sus socios, tal como lo describen los cronistas,fue el caso índice de la epidemia
de intoxicación por mercurio que se desencadenó en el Perú del Siglo XVI
Los primeros casos mortales de intoxicación por mercurio se dieron entre
trabajadores de las minas de Paras, en Huamanga. Se trató de los esclavos
negros que Henrique Garcés destino para las labores mineras. Ante esta
situación, y por la necesidad de mano de obra para laborar las minas de
mercurio, Henrique Garcés solicito al Virrey la concesión de indios para laborar
en las minas, lo que le fue concedido, desencadenándose a partir de entonces
42
la mayor epidemia de intoxicación por exposición al mercurio conocida por la
humanidad.
La explotación minera del mercurio en Guamanga del Siglo XVI generó 5 fases
de exposición:
1.- La fase minera o de extracción del mineral.
2.- La fase metalúrgica o de fundición del mineral.
3.- La fase de transporte del mineral a Bolivia u otros lugares. “A fines
del Siglo XVI, se transportaba en llamas el azogue de Huancavelica
hasta el asiento de San Gerónimo. En mulas de allí a Chincha, donde
estaban anclados los navíos, hasta los que se llegaba con bolsas que
manejaban los indios. De Chincha al puerto de Arica por navío y de allí a
Potosí en llamas y seguramente mulas.” (Tantalean Javier 2011: 291).
4.- La fase de contaminación ambiental en los lugares aledaños a las
minas.
5.- La fase de aplicación del azogue en la técnica de amalgamación del
oro y la plata.
Todas las fases están asociadas a exposición de tipo ocupacional pues
involucra principalmente a los trabajadores involucrados con dichas tareas. En
la tercera y cuarta fase involucra sobre todo a la población general, arrieros y
trabajadores mineros y/o metalúrgicos, pero en menor proporción, tal como fue
graficado por Guamán Poma.
A estas fases, hay que agregar las que corresponden al método de
amalgamación de la plata (Tunsulla, Potosi) y el oro con el mercurio, que
también generaron exposición al mercurio.
El principal mecanismo fisiopatológico de la intoxicación por exposición al
mercurio fue la respiración de los vapores mercuriales, en mina y/o en
fundición. Este mecanismo fisiopatológico fue descrito culturalmente, como la
introducción de las huacas en el cuerpo de los antiguos mineros, lo que les
hacía hablar y moverse de manera involuntaria hasta quedar completamente
43
postrados o morir, describiendo de esta manera la disartria, ataxia y muerte
que caracterizan a la intoxicación por exposición al mercurio.
En el periodo patogénico, durante la etapa preclínica no se reportaron signos ni
síntomas pues permanecían asintomáticos a pesar de tener niveles elevados
de mercurio en sangre u orina a tan solo 4 horas de exposición a los vapores
de mercurio.
En la etapa clínica, los cronistas describieron los siguientes signos, propios de
la intoxicación por mercurio, entre los trabajadores mineros o takionqoys:
1. Ptialismo o pérdida excesiva de saliva. Es un signo de exposición aguda
al mercurio, y el haber sido graficado por Guamán Poma indicaría que
dicho autor fue testigo presencial de estos casos.
2. Gingivitis y pérdida de dientes, como ocurrió con Henrique Garcés.
3. Disartria o “enfermedad del canto”.
4. Cansancio muscular o parestesias, que debio estar asociada a la idea de
“indio flojo” que no quería trabajar en las minas.
5. Ataxia o temblor o “enfermedad del baile”.
6. Deterioro psíquico progresivo, por lo que se les calificaba como “locos”,
“atontados”, y con el “juicio perdido”.
7. Depresión, timidez excesiva, irritabilidad, disminución de la confianza en
sí mismo.
8. Alteración del sueño e insomnio.
9. Postración en cama.
10. Caquexia mercurial.
11. Muerte, incluidas las muertes por suicidios.
Ademas los cronistas reportan casos de presencia de:
1. Azogue en sangrías.
44
2. Bocanadas de sangre envuelta con azogue (Sala, Jose 1987:195).
Y post mortem, también se reportó: “hallar entre los huesos corriendo el
azogue” 8Robins, Nichols 2011:198):
El conjunto de todos estos signos descritos de manera dispersa por los
cronistas, al ordenarse bajo el concepto de historia natural de la enfermedad,
configura la enfermedad conocida actualmente como intoxicación por
exposición al mercurio y sus derivados, la misma que en términos culturales fue
denominada como “taki onqoy” por los antiguos peruanos, o como “enfermedad
de la mina” o “enfermedad de los azogados” o “enfermedad de Huancavelica”
por los españoles en el Perú del Siglo XVI. En efecto, luego de la formación de
la ciudad de Huancavelica, a los takionqoys se les paso a conocer como
“azogados”, tal como lo describe Fray Reginaldo de Lizarraga en su visita a las
minas de Huancavelica alrededor de 15901.
En este texto, Fr. Reginaldo de Lizarraga, sin considerar la fase metalúrgica de
la producción del mercurio que fue la principal causa inicial de intoxicaciones,
señaló con respecto a la fase minera, que en una primera etapa fue a tajo
abierto, por lo que no era dañosa para la salud, en razón que el viento dispersó
los vapores mercuriales. Pero, cuando se inicia el trabajo en socavón, que
parece inició alrededor de 1582, empieza la destrucción de los indígenas
durante la fase minera, describiendo claramente que el agente causal de las 1..“Solíase labrar el cerro, como dicen, a tajo abierto, y labrándolo así no era dañoso a la salud de los que entraban
a labrar y quebrar el metal; de pocos años a esta parte, no creo son ocho, labran por socavón, lo cual es la total destrucción de los miserables indios; que a labrar en tierra, al socavón no le hicieron respiraderos para que por ellos
el humo o polvillo del metal exhalase; todo aquel humo entrase por la boca, ojos, narices y orejas de los indios, el polvo
del azogue es azogue y el humo del azogue es azogue; salen los pobres azogados, no los curan; luego viénense a
sus tierras, así enfermos; ninguno escapa que venga enfermo de Guancavilca; viven seis y ocho meses y un año y año y medio, con gran apretamiento de pecho, y así enferman y acaban la vida.
Esta es la causa de la diminución destos naturales y de los que se habían de multiplicar dellos; yo confieso verdad, que
en dos años que vivo en este pueblo de Chongos, los más que llevo enterrados son deste azogue. Avisamos
dello, no creo se nos da crédito, y lo que es deste valle es de los demás que de más cerca y lejos van a trabajar a las
minas, y desto son testigos también los repartimientos de Guamanga, y en particular el del primer descubridor, era uno
de los buenos del reino, del Cuzco para abajo; agora está menoscabadísimo. Que si al socavón hobieran hecho sus respiraderos, se labraran las minas como antes, no padecían este detrimento la vida de los naturales, lo cual viendo los miserables huyen por no ir a Guancavilca, como es justo se huya de la muerte.”(Fr. Reginaldo de
Lizarraga 1916).
45
enfermedades sigue siendo el azogue, cuyos vapores ingresan al cuerpo
humano por diferentes vías de entrada como son la vía respiratoria y digestiva,
y afectan todos los órganos del cuerpo humano, en particular el sistema
nervioso. Fr. Reginaldo de Lizarraga debió observar tal cantidad de vapores de
azogue en las minas que señaló que incluso ingresaba por los ojos y oídos, lo
que guarda coherencia con la literatura médica, que describe el reflejo de color
marrón de la capsula anterior del cristalino, bilateral y simétrica, como
evidencia de exposición al mercurio larga y persistente. (Ellenhorn, Matthew
1997:1594).
La falta de ventilación en la mina fue identificada como la principal causa de
tanta morbilidad y mortalidad entre los trabajadores mineros para quienes
utiliza el concepto de “azogados”. Señaló que el tiempo de sobrevida luego de
trabajar en Huancavelica era para ese entonces de solo seis meses a año y
medio.
Fr. Reginaldo de Lizarraga declaró que los trabajadores mineros morian con
gran apretamiento de pecho, siendo que en la literatura médica esta descrita la
injuria pulmonar aguda por inhalación de mercurio (Lim, et. Al., 1998) y en
casos severos, el edema pulmonar es la causa de muerte (CDC, 1991). Siendo
sacerdote, para esa fecha, tenía una visión muy clara de los efectos del azogue
en la vida y salud de las personas. Se extrañaba que a pesar de sus avisos,
nadie le diera crédito, considerando la necesidad de hacer conocer al Rey lo
que venía ocurriendo, pero fundamentalmente da a entender que a los
naturales solo les quedaba dos opciones: Huir o morir por el trabajo en la mina,
lo que fue descrito por Guamán Poma de la siguiente manera:
“De todos estos dichos agrauios se ausentan de sus pueblos por no yr
a las dichas minas a padeser tormento y martirio y por no padeser en
aquel ynfierno aquellas penas y tormento de los demonios. Y otros se
huyen de las dichas minas, otros de los caminos por no llegar a las
dichas minas y por no murir muerte supitania. Antes quieren yr a murir
que a biuir y dizen que le acauen una ues porque, en cogiendo el mal
de azogado, se seca como palo y tiene asma y no puede de día ni de
46
noche beuir. Y dura un año o dos desta manera y se muere.”(Guaman
Poma 1615: 527(531)).
Lo que significa que en este periodo, tanto los indígenas como los españoles
tenían claro que estaban frente a una enfermedad producida por el mercurio o
azogue de las minas, y que era una enfermedad mortal o invalidante para la
cual no había cura por lo que preferían morir antes que vivir con esa
enfermedad.
Para los que no pueden huir de las minas, el único camino era el hospital o la
muerte, por lo que el virrey Toledo dispuso que para financiar el hospital, se
cobrase a los indios tributarios un tomin ensayado de cada indio en un año,
como lo expresa Jiménez de la Espada2. Es decir, eran los propios indígenas
quienes financiaban el hospital año a año, pero al ver que no existía un
tratamiento que curase la intoxicación por exposición al mercurio elevaron
provisiones para que no se le dé al dicho hospital cosa alguna.
El procedimiento de “alquila” de indios tributarios para reemplazar de manera
voluntaria a quienes habían caído enfermos por el azogue, fue descrito por
Guamán Poma en los siguientes términos:
“Que los dichos yndios azogados o enfermos que alquilen a
otros yndios a las dichas minas, pagándole ciete patagones y
quatro rreales y de comer una hanega de maýs y de carne
o charque [carne hecha conserva], un patacón y quatro rreales,
desto que no pase a más ni a menos. Y ci pasare, sea castigado
el yndio alquilado y el quien alquiló. Porque consencia no le
puede pagar tanto ques más de la mitad. Y con su tarea y jornal 2..“En la relación firmada por Luis de Monzón, el corregidor de Hatun Sora, y don Pedro Taypi Marca, dice: “...en la
tasa que hizo el señor don Francisco de Toledo, mandó que demás de la tasa, se cobrase de los indios tributarios un
tomín ensayado de cada indio en cada un año, y que se hiciesen hospitales a lo menos en el pueblo principal de su
provincia, como están hechos, y que en ellos se curasen los indios enfermos; y este tomín se aplicó para este efecto; y
los indios no hay remedio que quieran ir al hospital a curarse, y así hay en las cajas deste corregimiento cantidad de
dineros pertenecientes al hospital... Los indios desta provincia que trabajan en las minas de azogue de Guancavélica y
enferman en ellas, se vienen a curar al dicho hospital de la ciudad de Guamanga... y de un año a esta parte han traído
los caciques provisiones para que no se le dé al dicho hospital cosa alguna”. Jiménez de la Espada [1586], 1965 [Bib],
t. I: p. 225”
47
de dos meses que gana un yndio treynta y ciete patacones y
quatro rreales es mucho. Y a los buenos no se a de consentir a
que alquile, cino los azogados. Porque en bolbiendo otra ues a
las minas, luego se mueren.
Y ací no le concienta a que trauaje el yndio azogado ni es justo
que le engañe. Y lo que pagare de todas las cosas, le taze; que le
pague quinze acimismo en todas las minas en este rreyno”.
Y en este caso, Guamán Poma toma posición, precisando que el alquiler de
indios solo debía permitirse a los azogados porque si vuelven a la mina
morirían. Pero, no estaba de acuerdo con que “a los buenos”, es decir sanos,
se les permita esta modalidad de alquilar indios para evitar la mita minera. Las
razones de ello no son explicitas, pero probablemente iban en el sentido que no
se puede permitir la holgazanería de los indios, como era el pensamiento de la
época, pero el que un sano evite entrar en contacto con el mercurio era, y sigue
siendo, la mejor medida preventiva para evitar la intoxicación por exposición al
mercurio.
La forma en que se realizaban estos tratos de alquiler de indios para la mita,
debieron ser muy frecuentes, y fueron representados gráficamente por Guamán
Poma en la siguiente figura:
48
Figura 9.- Dibujo 213. 531 [535]IN[DI]O CAPITÁN1 ALQVILA a otro yndio por el
yndio enfermo azogado porque no se acaue de murir./ „zédula del alquil[l]‟ /
(Recuperado de: http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/535/es/text/).
La propuesta de Guamán Poma ante esta situación fue que los indios trabajen
solo un día en el socavón, y un turno en el horno de azogue, así disminuirá la
exposición al mercurio, y el riego de enfermar y morir3. Es importante destacar
que este proceso se dio en un contexto en el que se vivían muchos cambios.
3.. “Que en las dichas minas de azogue los yndios que entrare al socabón de qualquiera mina, un yndio un día, no
entre más hasta que se uaya. Acimismo al horno del azogue cada yndio haga mita [turno en cumplir] hasta acauar y
ancí no será asogado ni se murirá. Que los dichos mineros, ci concientiere que un yndio entre dos ueses, le sea muy
castigado y priuado del oficio y quitado las dichas minas, yndios.
Y ancí multiplicará y no se murirá tan presto ni se acauará los indios”.
49
Durante muchos años, los mineros españoles residentes en Huancavelica
fueron los mismos, y constituyeron un grupo pequeño y monopólico de la
producción de mercurio. Esto explica el hallazgo de Carlos Contreras, de que el
número de hombres que recibieron solares en Huancavelica era el mismo
luego de 60 ó 70 años.
De acuerdo con Garcilaso de la Vega, los incas conocieron el Taki Onqoy o
intoxicación por exposición al mercurio pues vieron la aparición de casos
durante la fase minera y metalúrgica. Por tal motivo, los incas incorporaron el
taki onqoy en la citua, como parte de las medidas preventivas Inca. Pero, la
naturaleza irreversible e irrecuperable de la intoxicación por exposición al
mercurio, fue determinantes para que el Inca prohibiera el uso y explotación del
mercurio. Es importante hacer notar que la “No exposición” al mercurio es la
medida preventiva más importante hasta la actualidad, de acuerdo con el
conocimiento más actual existente.
Entre las medidas preventivas y terapéuticas que se tomaron ante la aparición
del taki onqoy, se tiene:
1. Favorecieron el consumo de coca entre los trabajadores mineros y
metalúrgicos, pues al parecer la coca tendría un efecto protector sobre
los efectos tóxicos del mercurio, lo que requiere mayor estudio e
investigación.
2. Favorecieron el consumo de bebidas alcohólicas, pues al parecer
favorecen la eliminación del mercurio del organismo.
3. Favorecieron la eliminación del mercurio por la sudoración y baile, donde
la danza de la diablada y el baile de danzantes de tijeras favorecieron
esta eliminación del mercurio del cuerpo, a la vez que expresaban
culturalmente el síndrome conocido como taki onqoy.
No se conoce si estas medidas tuvieron un efecto benéfico por sí mismas, pero
no evitaron el desarrollo de la curva epidémica de casos de intoxicación por
mercurio entre los trabajadores mineros. Queda pendiente investigar si estas
50
medidas contribuyeron a disminuir la gravedad de los síntomas y signos en
algunos casos,
La aparición de los casos de taki onqoy o intoxicación por exposición al
mercurio esta asociado al proceso minero y metalúrgico que se utilizo.
En primer lugar, debemos precisar que los antiguos peruanos debieron realizar
múltiples innovaciones para facilitar, y sobrevivir, la producción industrial de
mercurio que impulsaron los españoles. Recordemos que Henrique Garcés,
Pedro de Contreras y Amador de Cabrera no tenían experiencia ni
conocimiento práctico sobre la explotación del mercurio4, la misma que fueron
adquiriendo con la experiencia, y que se apoyaron en los antiguos peruanos
para iniciar la explotación del mercurio.
En el proceso de producción del mercurio, todo dependía del azoguero: Su
conocimiento empírico del mineral, y su experiencia en la estimación de
cantidades de mineral de mercurio o reactivos que deben añadirse para
acelerar el proceso de amalgamación. “El tiempo que tomaba el proceso de
amalgamación era variable y dependía en gran medida de la calidad del
mineral, y el conocimiento y experiencia del azoguero” (Langue F.; Salazar-
Soler Carmen 2000: 147), que facilitaba las reacciones por calentamiento de la
mezcla en hornos.
En el siglo XVI, la operación de producción del mercurio podía durar hasta un
mes. Luego de múltiples experiencias de los azogueros, con sulfuros y sulfatos
que activaron la reacción, y la experiencia adquirida en el camino para moler y
4.. “…junto a Guamanga, en unos pueblos llamados Tomac y Guacoya; dispusieronse ambos compañeros; hizo la
costa Pedro de Contreras; llegaron al paraje; sacarón metales; hizó Garces la experiencia, saco azogue y, contento,
fue a buscar comidas; en el entretanto le dixo a Contreras el Indio que le aiudó, cómo Garces había sacado agua
blanca de aquel metal; preguntóle Contreras si savia cómo la había sacado; respondio el indio que si, y saco el
Contreras azogue, guardolo, enseñoselo a Garces quando vino, y dixole: “Señor Gárces, ya yo e dado con el beneficio
del azogue”. Alborotose y respondiole que él era el primero, y el indio se lo dixo; replicole Contreras que no era de
amigos y compañeros escusarle y callarle aquello a que avian venido juntos; deste principio, y por no ser rica la mina,
se volvió Garces a Lima, donde tenia su mujer e hijo, y Pedro de Contreras se quedo beneficiando su azogue a mucha
costa, por ser los metales provisimos” (Montesinos, Fernando 1906: TII, 19).
51
mezclar el mineral y el mercurio, permitió reducir gradualmente el tiempo de
fusión a tres días, y a veces, incluso 24 horas5.
La innovación tecnológica tuvó por principal objeto la mayor producción en el
menor tiempo posible, pero al disminuir los niveles de exposición al mercurio,
también disminuía la mortalidad y la gravedad de los casos clínicos, y
aumentaba el tiempo de supervivencia, lo que jugo un rol clave en la progresiva
aceptación voluntaria del trabajo en las minas de azogue de Huancavelica por
parte de los indigenas. Asimismo, las innovaciones tecnológicas permitieron la
disminución progresiva de los rigores del trabajo físico, que era un reclamo
realizado por los trabajadores mineros desde la época de explotación del
azogue en las minas de Paras.
A) Juan de Stotomayor fue el primero que intentó labrar las minas de
Guancavelica por socavón. Introdujo algunas reformas en el beneficio de los
minerales de azogue, y entre ellas, que la fundición se hiciese al aire libre6,
7, cosa que al principio se hacía en una casa a manera de portal, de que
recibían daño los indios. Es decir, el cambio de hornos de fundición del
azogue de bajo portales al aire libre, permitió disminuir de manera
significativa la concentración de mercurio en el ambiente o lugar de trabajo,
5.“Año de 1567. Este año se comenzó a llevar azogue a la Nueba España de Guancabelica, porque allá se benficiaba
la plata con él; y aunque algunos trataron en el Pirú de ello, no tubo efecto hasta adelante, como veremos en el año de
157(sic); la razón fue porque como las minas del Pirú son tan ricas, y los indios de entonces tan buenos fundidores,
gustaban desto por la brevedad, asegurando dos riquezas: la una, ésta; y la otra, la navegación del azogue a Mexico,
con que enriquecieron sumamente los mineros del azogue, hasta que se vedó este tragin, como adelante veremos el
año”. (Montesinos, Fernando 1906: TII, 21).
6.. “Tampoco puede quedar en el olvido la innovación introducida por Juan de Sotomayor, quien decidió que los hornos de fundición del azogue, hasta entonces bajo portales, se situaran al aire libre, después de observar,
claro está, el resultado satisfactorio que el empleo del «ficho» había originado, acción que si bien merece citarse por la agilización que motivó en los trabajos, debe subrayarse desde otro punto de vista: como medida protectora para disminuir los riesgos toxicológicos a que los operarios estaban expuestos. La enfermedad profesional típica
de estos hombres conocida como «hidrargirismo», una de cuyas sintomatologías externas es el temblor de los
afectados, la menciona Cervantes en el capítulo XIX de la Parte I de «El Quijote» para describir el miedo del escudero:
... «Sancho comenzó a temblar como un azogado...» (Meniz, Catalina 1983: 222).
7.. “En Huancavelica, padeciendo mucho la salud de los indios en el trabajo de fundiciones, el minero Juan de
Sotomayor remedió este inconveniente colocando los hornos a campo descubierto”.
52
lo que permitió disminuir las formas más graves de intoxicación por
exposición al mercurio como la muerte o caquexia mercurial, pero
manteniendo los casos de ataxia y temblor por exposición al mercurio,
aunque con menor gravedad. Esta medida debió tomarse alrededor de
1570, lo que explicaría la disminución de casos de taki onqoy, y la
disminución de las protestas sociales asociadas al taki onqoy como
movimiento.
B) Pedro de Contreras, al igual que Enrique Garcés, tampoco conoció
Almadén, ni ninguna de las técnicas que sobre explotación del azogue se
aplicaban en dicha mina española. Toda su experiencia y conocimiento con
el azogue fue autodidacta y auto formativa en Perú, bajo la guía de Enrique
Garcés que solo conocía de azogue lo que había leído en algunos libros.
Por ello, en Perú no se utilizaban los hornos jabeca utilizados por Almadén,
y la fundición del azogue se hacía en simples ollas, con terribles
consecuencias para la vida y salud de los nativos. Fue a partir de 1596 que
se empezaron a utilizar los hornos de jabeca8 en Huancavelica, lo que
8..“Hacia 1575 se creyó que el mejor modo de que los beneficiadores del Perú y Nueva España no careciesen de
azogue, era arrendar las minas de Guancavelica y que los arrendatarios lo entregasen en las cajas reales a un
moderado precio de antemano señalado, facilitando a los mineros los indios bastantes para la saca de los metales y beneficio del azogue. El primer asiento que se hizo fue en mayo de dicho año, siendo virrey D. Francisco de Toledo, por los citados Contreras, Torres Navarra y Juan de Sotomayor, estipulando el precio del azogue a 40 pesos quintal…Contreras fue uno de los arrendatarios o administradores (según se los llamaba) más
constantes de la mina de Guancavelica, y a esta perseverancia y a su continuada practica y estudio del beneficio de los
minerales de azogue, se le debe alguna reforma en la disposición de los hornos de javeca, según refiere
Montesinos en sus Memorias antiguas y nuevas del Perú.”Hasta el de 1596, dice el historiador, se sacaba el azogue de Guancavelica con mucho trabajo porque no había forma en los hornos y porque la necesidad es maestra, invento la forma de los hornos de jabeca que oy ay. Fue el que los invento Pedro de Contreras, natural de S. Lucar de Barrameda. Consta de información jurídica que hizo a 9 de septiembre de 1597 ante D. GARCIA SOLIS PORTOCARRERO del avito de Jesucristo, corregidor de Guamanga y Guancavelica con mucho numero de testigos, y con citación de los oficiales Reales de aquella villa. Es el horno de jabeca a modo de un
fogón. Las ollas tienen forma de cangilones parejos sin la ceñidura de en medio. En cada horno se ponen treinta destas
ollas poco más o menos tapándose con unas caperuzas y daseles fuego. El metal esta molido dentro revuelto con un
poco de tierra de que tiene arriba una capa por donde sube el humo como por coladero, y cae allí el humo hecho
azogue. Cada horno destos se carga con 15 arrobas de metal razonable, no siendo ni el más rico ni el más pobre, se
saca arroba y media de azogue, vale 21 pesos y tendrá coste de 14”. Esta noticia parece estar fundada en documentos
coetáneos e irrecusables; pero la invención de Contreras debió consistir en la forma o disposición de los hornos,
hechura o número de ollas en cada cochura, etc. Puesto que en 1557 ya se conocían en Almadén los hornos de jabecas, según carta de D. Francisco de Mendoza (Gonzalez: Registro de Minas de Castilla, t I, pág. 91) y no es de presumir que hasta 40 años después, no se hubiesen importado en America, ni menos los desconociese
53
significa que durante 32 años (1564 – 1596) solo se utilizaron ollas para la
fundición de mercurio, lo que representaba altos niveles de exposición al
mercurio para los indígenas que laboraban en la producción de dicho
mineral. Estos hornos se mantuvieron en vigencia hasta la aparición de los
hornos busconiles del médico y mineralogista Lope de Saavedra Barba, en
1632, que es el verdadero inventor de los hornos apropiados para las
necesidades industriales de la época9.
La introducción progresiva de estas innovaciones tecnológicas, y de otras cuya
descripción requiere otra investigación, contribuyeron a mejorar las técnicas de
producción del mercurio, y a disminuir la mortalidad y la gravedad de los casos
de taki onqoy, así como a incrementar el tiempo de supervivencia de los
trabajadores, pero no disminuyó la incidencia de intoxicación por mercurio, que
empezó a conocerse como “enfermedad de los azogados”.
Con los cambios tecnológicos, el tiempo de supervivencia fue incrementándose
progresivamente, pasando de pocos días o semanas a un año y luego a 4
años: A medida que disminuía la exposición de los indígenas a las
concentraciones de mercurio en el aire, disminuía la concentración de mercurio
en sangre u orina, y disminuía la gravedad de los signos y síntomas.
Esta epidemia de intoxicación por mercurio se inició en el Perú del Siglo XVI
con la explotación de las minas de mercurio de Paras, terminó en el Siglo XX,
más de 400 años después, cuando se decidió el cierre definitivo de la mina de
mercurio en Huancavelica en 1975.
Con respecto a la mita minera toledana, Guillermo Lohmann expresó:
Contreras, como antiguo minero, primer beneficiador del azogue en el Perú, y asentista de las minas de Guancavelica. Que el invento debió consistir en la disposición de los hornos, parece también inferirse de las palabras del citado cronista, que antes de 1596 no había forma en los hornos. Este sistema de beneficio continuo hasta 1633, en que Lope de Savedra invento los hornos llamados busconiles.”(Maffei y Rua 1871:163-
164).
9..“Lope de Saavedra Barba descubre el método para obtener azogue por destilación, que se considera una de las
“autenticas contribuciones del Nuevo Mundo al progreso de la metaluriga”. Según cálculos de Lope de Saavedra, se
podría beneficiar 100 quintales de mineral con solo 2-3 operarios en vez de 23, y usando 27 cargas de combustible en
vez de 184.”(Tantalean Javier 2011: 278).
54
“Muchos escritores se han escandalizado porque se aplicara a la
industria minera un caudal de mano de obra que, a su juicio, se detraería
erróneamente de las labores agrícolas, empero los supuestos sobre que
se ha fundado tal opinión son falaces. A poco que se medite, se caerá
en cuenta de que el número de peones aplicados, ya obligatoria, ya
voluntariamente, a la explotación de los yacimientos metalúrgicos en el
Perú es minúsculo en comparación con el capital demogrráfico indígena.
Ciñendonos específicamente a Huancavelica, bien se echa de ver que el
cupo que cada bimestre reemplazaba los veceros del turno fenecido, y
que, según el convenio concertado por el Virrey Toledo, representaba
sobre un total de 3,285 la cuota de 547 obreros, era prácticamente una
pequeñez cotejado con el censo total de los indígenas empadronados
para tributar. Por otra parte, justo es consignar que aquella masa de
obreros no tenía otra utilización que esta labores, pues las de pastoreo o
las agrícolas podían ser perfectamente atendidas con los que
permanecían en las provincias originarias” (Lohmann Guillermo 1999: 8).
Evidentemente, el análisis de Lohmann, aunque correcto en términos
demográficos, no ha tenido en cuenta la letalidad y toxicidad de la intoxicación
por exposición al mercurio, pues la minería de mercurio era un proceso en el
que el 100% de trabajadores resultaba afectado con la muerte, algún tipo de
daño irreparable o irreversible o algún grado de afectación con mercurio.
La expresión epidémica del taki onqoy como intoxicación por exposición al
mercurio debe diferenciarse del “movimiento” conocido como taki onqoy.
Cristóbal de Molina precisa que el movimiento de Taki Onqoy: “y con todo duró
más de siete años”. Agregando:
“Esta apostasía pretendieron [… [Porque como avían creýdo que Dios y los
españoles yvan de vençida, trataron de alçarse con la tierra, como se
entendió públicamente el año de sesenta y cinco, siendo governador d’estos
reynos el liçençiado Castro”.
Esto significó que el taki onqoy solo hizo su aparición pública en 1565, luego de
iniciarse la explotación de la mina de azogue en Huancavelica. Pero, en
55
realidad el movimiento empezó en 1560, con la explotación de la mina de
azogue de Paras. Su conclusión fue alrededor de 1573, luego de implementada
la técnica de ollas al aire libre en Huancavelica, posterior a la fundación de la
ciudad de Huancavelica y reparto de indios para las minas que realizo Cristobal
de Albornoz. Es decir, tuvo una duración aproximada de 11- 12 años.
56
CAPITULO III
MERCURIO EN PARAS Y HUANCAVELICA: GUAMANGA DEL SIGLO XVI
Habiéndose determinado que el Taki Onqoy esta asociado a lo que
actualmente se conoce como intoxicación por exposición al mercurio,
enfermedad ocupacional derivada de la interacción del hombre con el mercurio.
Es posible reconstruir, en base a la información disponible, el proceso social
del cual emerge esta enfermedad.
3.1 EL HOMBRE Y SU INTERACCION CON EL MERCURIO EN EL ANTIGUO PERU
Desde la prehistoria, se registra la relación del hombre con la naturaleza, en
especial con las rocas10, lo que es relevante para la antropología porque las
rocas por sí mismas, así como sus componentes, no cumplen una función
fisiológica, pero si cultural11.
10.- “a lo largo de la historia, prácticamente todas las civilizaciones han hecho uso de la sacralidad de las piedras. Las
piedras eran símbolo de perennidad, invariabilidad, inmovilidad, unidad, energía y fuerza” (Plaza, Marta 2010: 11 – 18).
11.- “Ya en la época de las reducciones de Toledo vemos surgir problemas vinculados con traslados poblacionales por
la resistencia que ofrecen los nativos a abandonar el cerro al pie del cual cultivan, por ser esa su paqarina, sin cuyas
57
En el antiguo Perú, la relación del hombre con el mercurio debió ser muy
temprana o llegaron conociéndolo con anterioridad, razón por la cual, los
takionqoys señalan que las piedras o wakas eran “su principio y origen”.
A) PERIODO PRE INCA: LOS ANGARA Y CHANKA
El Perú posee una gran riqueza mineral. La presencia de mercurio nativo, y
otras formas de mercurio, como el cinabrio, está ampliamente descrita por
estudiosos como Antonio Raimondi e instituciones como el Instituto Geológico,
Minero y Metalúrgico del Perú (INGEMMET) a lo largo de todo el territorio
peruano.
Quienes establecieron una relación con el mercurio en el periodo preinca del
antiguo Perú y como lo hicieron?
Diversos investigadores han demostrado el uso del mercurio en la cultura
mochica:
a) El piso de la tumba del Señor de Sipan está totalmente teñido de
cinabrio (óxido de mercurio), un polvo de color rojo intenso empleado en
las ceremonias religiosas de la época (Alva, Walter; pág. 80).
b) El estudio microquimico mediante MED-EDS (Analisis de energía
dispersiva por Rayos X) del pigmento rojo utilizado en el tatuaje de la
Señora de Cao, indican “el uso de sulfuro de mercurio (HgS) conocido
comúnmente como cinabrio, un compuesto quimico muy utilizado como
preservante de cadáveres. Incluso algunas secciones del tejido
conectivo de la epidermis se hallaban infiltrados por mercurio elemental,
en forma de pequeñas gotas, lo cual indudablemente contribuyo a la
momificación y conservación extraordinaria del cadáver” (Vasquez,
Victor et. al.; 2013, 20). bendiciones y reciprocidad en ofrendas no podrían subsistir. Y hasta hoy las montañas son seres vivos dentro de las
cuales reside el poderoso espíritu protector de los hombres” (Velaochaga, Carlos 1993).
58
c) Shimada ha reportado que el cuerpo del señor de Sican estaba cubierto
de la cabeza a los pies con Cinabrio (Shimada, Izumi 1995: 62, 63;
2009). Ademas, se ha reportado presencia de cinabrio en la aplicación
de las mascaras funerarias del Señor de Sican (Castillo, Luis 2008:19) y
en multiples y diversos ornamentos utilizados por el Señor de Sican
(Shimada, Izumi 1995: 45-46, 50, 59-63, 70, 72, 76-79, 84-87, 124, 145-
149, 168).
d) Brooks y colaboradores, utilizando el análisis llamado Induced Coupled
Plasma (ICP), encontraron de 12,3 a 13,9 ppm de mercurio en láminas
de oro trabajado en Huaca la Ventana, Sican Medio (900-1200 d. C.),
Lambayeque, Perú, y; bajos niveles de mercurio fueron encontrados en
las láminas pre-contacto de oro de Colombia (1-12 ppm) y Ecuador.
Asimismo, los bajos niveles de mercurio medidos en el análisis ICP de
oro refogado moderno (charapitas) y precontacto (láminas de oro) son
consistentes con los valores esperados utilizando una antigua tecnología
de pequeña minería. Para eso se usa métodos de separación por
gravedad y de amalgama de mercurio para el tratamiento del grano fino
y vena de oro de los lavaderos, y entonces, como ahora, el refogado de
la amalgama hace volitilizar el mercurio, para embellecer y recuperar el
oro.( Brooks, William, et. al. 2011:334).
De donde provenia el mercurio para la zona norte del Perú? Shimada postula
que provenia de Huancavelica (Shimada, Izumi 1995: 168), y Burger ha
propuesto que Cuenca, al Sur de Ecuador, puede ser una alternativa (Burger,
Richard, et. al, 2016:22). Ademas, los cronistas han descrito pequeñas minas
de mercurio a lo largo del país, lo que refleja que la actividad minera y
metalúrgica en el Perú prehispánico era muy activa.
Cooke et. Al., en su articulo “Over three millennia of mercury pollution in the
Peruvian Andes” (Cooke, Colin et. Al. 2009: 8830 – 8834), reportó que en el
periodo de 2800 A.C. hasta alrededor de 1600 A.C., la acumulación de
mercurio en los sedimentos de los lagos cercanos a la mina Santa Bárbara en
Huancavelica correspondió a niveles propios de la acumulación natural (no
59
polución). Sin embargo, en estas condiciones, existe la posibilidad que en este
periodo haya habido casos esporádicos de intoxicación por exposición al
mercurio porque el mercurio nativo que se encuentra en Huancavelica, puede
emitir vapores mercuriales en condiciones naturales ante la presencia del sol a
temperatura ambiente. En consecuencia, cualquier ser humano que se haya
expuesto a dichos vapores sufria las consecuencias de la intoxicación por ser
un riesgo inherente a los vapores de dicho mineral con consecuencias toxicas
conocidas (Idrovo, Alvaro Javier 2005: 298). El mercurio en forma de vapor no
tiene olor ni color al respirarlo. Quien estaba expuesto empezó a sufrir los
signos clínicos de la intoxicación por exposición al mercurio, originando la idea
que era el “poder o espíritu de los cerros” el que se apoderaba de la persona, y
“sustentado” la idea que “la naturaleza tenía vida”.
Cooke, hace notar, que a partir de 1600 A.C. se observa un incremento
progresivo de la acumulación de mercurio en el sedimento de los lagos
cercanos a la mina Santa Barbara, que lo hace concluir que a partir de 1400
A.C. comenzó la minería intensiva de mercurio en Huancavelica. Esto significa
que en algún momento del periodo arcaico superior, el hombre andino entró en
contacto con el mercurio a través de la manipulación del cinabrio, y sufrió su
toxicidad. En base a sus estudios, Cooke sugiere que a menos de 20 Km de
Huancavelica, el sitio arqueológico de Atalla sirvió como un centro regional
para la adquisición y distribución de cinabrio (Cooke, et. Al. 2009: 8831).
Si aplicaron la técnica de amalgamación del oro y la plata a pequeña escala,
como lo sostiene Brooks. (Brooks, William, et. al. 2011:334), aun en pequeñas
cantidades, desde el momento en que empezaron a manipular el mercurio con
el fuego, los casos de Taki Onqoy debieron incrementarse de manera paralela
a la explotación del mercurio. En el desarrollo de estas técnicas metalúrgicas,
debieron explorar la interacción del mercurio con otros metales, como el oro y
la plata, y debieron conocer que el mercurio se adhiere al oro y la plata, lo que
explicaría la presencia de estos metales (oro y plata) en las ofrendas que los
antiguos peruanos realizaban a los takionqoys en el Perú del Siglo XVI.
60
Es importante considerar, en este proceso, el aporte del mercurio en la
construcción de una casta sacerdotal teocratica porque si la intoxicación por
exposición al mercurio era grave, el daño neurológico era cronico, y hacia que
la persona no estuviese en capacidad de hacer actividades cotidianas, ni para
valerse por si misma pues era totalmente dependiente. Entonces, al
considerársele como un ser sagrado por estar poseído por el “poder de los
cerros”, debía formar parte o facilitar la conformación de una casta
sacerdotal12, que se encargue del cuidado de los “Hombres-Waka”, y de la
implementación de sus “mandatos” o “disposiciones”.
Rostworowski se pregunta:
“¿Los chanka se llamarían a ellos mismos de esa forma o seria un
apodo dado por los quechuas o los cuzqueños?...tendrian acaso una
manera especial de caminar…A la vez nos recuerda que según
Gonzales Holguin, Chanca, chanca zzanca, verb. Significa Bambolear,
andar temblando. Nos recuerda también que según Garcilazo, bajo el
apelativo chanca eran comprendidas varias naciones, como los
Huancohuallu, Utunsulla, Uramarca, Vilcas y otras…Navarro del Aguila
los alia a los pokras y huanca que ocuparon el actual departamento de
Huancavelica. Las tribus que formaban esta nación serian, según el, los
huancavilcas, tayacasa, ancaray y huaitara. En resumen, la
confederación chanca ocupaba, lo que hoy dia corresponde a los
departamentos de Huancavelica, Ayacucho y Apurimac…Para Markham,
la región de los huancas comprendia las tribus de los sausas,
huancavelicas, llacsa-palancas, pumpus, chucurpus, ancaras, huayllas y
los Yauyos” (Rostworowski, Maria 2014: 67-71).
Esta cita permite relacionar a los chanka y angara con el temblor que produce
la intoxicación por mercurio. Por tal motivo, hay una relación entre la
12.- “La sociedad había creado un cuerpo de gentes que consagraban todo su tiempo a las cuestiones religiosas, pero
quienes además eran especialistas en materia de organización, capaces de exigir a todos los hombres, trabajo, tributo
y homenajes. A un régimen de esta índole, se le ha llamado teocrático y bajo su égida se confunden el poder
gubernativo y la autoridad religiosa” (Amat, Hernan 6).
61
intoxicación por exposición al mercurio y los danzaq (“Danza de Tijeras”), en
razón de las siguientes asociaciones:
a) Con dicha danza se representa la historia natural de la intoxicación por
exposición al mercurio: Desde la congregación en la plaza de los
danzantes, antes de partir a la mina, hasta el inicio del temblor o ataxia
en las manos expresado por el sonido de las “tijeras” y la muerte del
danzaq.
b) Otro elemento que liga la “Danza de tijeras” con la minería de mercurio
es que las llamadas “tijeras” corresponden a la descripción de las abujas
que se utilizaban para la perforación de las rocas en el trabajo minero de
Huancavelica, y que fueron introducidas por los españoles luego de
1570. Sin embargo, algunos investigadores señalan que antes de estas
“tijeras”, los danzaq utilizaban piedras para generar los sonidos propios
de la danza.
c) Aunque el uso de las “tijeras” puede ser reciente, para algunos autores
“la danza de tijeras es una danza ancestral que conmemora a los dioses
andinos y a la cultura keshwa, sagrada y prehispánica” (Letras de
Buenos Aires 2006: 58).
De esta manera, es posible considerar la hipótesis que los danzaq eran
hombres sagrados que conocían la metalurgia del mercurio, para quienes era
un honor convertirse en “hombres sagrados” o Waka humana, por lo que se
exponían al mercurio de manera voluntaria, por amor a su pueblo, sin recibir
ningún salario, pero si el reconocimiento y ofrendas del pueblo. Como producto
de la interacción con el mercurio, habían aprendido que el ejercicio fisico (baile)
ayudaba a eliminar el mercurio del cuerpo humano considerando la “danza de
tijeras” como danza de sanación o “danza chamanica”, apropiada para mejorar
el sistema nervioso.
B) PERIODO INCA
62
El amplio conocimiento de la geología inca sobre la presencia geológica del
azogue se demuestra con la siguiente cita que presenta Bouysse:
“La muy larga lista de minas de Vilcabamba que manifestó la Coya
Cusihuarcay después de la muerte de Sayri Tupac, corresponde en
cuanto a las minas de oro al mismo tipo de explotación de aluviones en
monte que las minas de Carabaya…:
“Un cerro de metal de azogue llamado rumipalla.
Otro cerro de metal de azogue llado chiniguivita que es el cerro muy
grande.
Otro cerro de metal de azogue llamado guaruarasa.
Otro cerro de metal de azogue llamado raparati.
Otro cerro de metal de azogue llamado chinoque que esta una legua
después de Vilcabamba.” (Bouysse, Therese 2005: 448).
Guaman Poma señala que los Incas incluyeron el taki onqoy en la citua por se
una enfermedad, lo que esta de acuerdo con Garcilaso, que también señalo
que los Inkas consideraron que el mercurio era dañoso para la salud, y
entonces no lo consideraron como algo sagrado. Garcilaso señaló también que
los Incas prohibieron la búsqueda y explotación del mercurio entre sus
súbditos, y ordenaron que olvidaran su nombre, permitiendo solo el uso del
cinabrio como cosmético entre las doncellas del Imperio.
Si los Angara y Chankas explotaron el mercurio con conocimiento de los Inkas,
significa que a pesar de no ser considerados sus súbditos, los Inkas respetaron
las creencias de los chankas y las mantuvieron, probablemente cobrando un
tributo por la explotación de las minas o requiriéndolo para el trabajo del oro
que recubría las paredes del qoricancha u otros ornamentos.
Garcilaso señalo que los Incas:
63
“No entendían que la otra vida era espiritual, sino corporal, como esta
misma” (Garcilaso Inca de la Vega, Primera parte de los comentarios
reales de los Incas (1609), Libro segundo, Capitulo VII).
Aspecto que es importante de considerar porque puede brindar una explicación
de la razón por la cual los mingados acudían voluntariamente a trabajar en las
minas de mercurio, en la creencia de que si morían podían resucitar de manera
corporal, y no solo espiritual. De esta manera, se mantenía la idea de que era
un honor laborar en las minas de mercurio porque contactaba con lo sagrado o
los convertia en Waka u hombres sagrados.
C) LA MINERIA DE MERCURIO IMPULSADA POR LOS ESPAÑOLES EN EL SIGLO XVI
En primer lugar es necesario precisar que las características de la minería en la
conquista y la colonia tuvieron enfoques completamente distintos a la minería
desarrollada en el tiempo de los Incas. La minería que empezaron a impulsar
los españoles fue una minería intensiva e industrial, que requería grandes
cantidades de mano de obra, a diferencia de la minería pre Inca e inca, que
tenían como objetivo motivaciones religiosas y requería mano de obra en
muchas menores proporciones. El proceso de implantación e implementación
de esta nueva minería, tuvo un gran impacto en la sociedad y cultura inca, y
sus resultados también transformaron Europa y el viejo mundo en general.
Analizando la cronología minera para asociarla al Taki Onqoy, se tiene que en
1555, se descubre la técnica de amalgamación de la plata con el mercurio en
Mexico. En 1557, se produce una gran bancarrota en España, Francia y
Bélgica. De ahí la importancia, para España, del descubrimiento de mercurio en
Paras realizado por Henrique Garcés a partir de 1557, y de la presencia del
Taki Onqoy entre 1560 – 1571, asi como la posterior implementación de la
técnica de amalgamación de la plata en las minas de Potosí, entre otras. Este
proceso es importante porque evidencia el rol que tuvo la explotación de
64
mercurio y plata del Perú del Siglo XVI en el proceso de universalización de la
economía mundial, permitiendo a España no solo salir de la crisis económica,
sino alcanzar un liderazgo mundial en el periodo de 1560 – 1610.
Dada la relevancia de estudiar cómo se dio el proceso de trabajo de la
explotación del mercurio en el Perú del Siglo XVI, y el rol del Taki Onqoy en
ese proceso, se pueden identificar tres etapas en relación al Taki Onqoy y la
evolución de la minería colonial en el Perú:
1. ETAPA COLONIAL ANTERIOR A LA MINERIA INDUSTRIAL DEL
MERCURIO: Desde 1493 hasta 1557 no se reportan casos de Taki
Onqoy pues solo se explotó oro y plata en las minas. En este periodo no
se explotaron minas de mercurio. Dos son los eventos que marcan la
historia de este proceso:
A) En 1537 se “descubrieron” las minas de oro y plata en Lucanas y
Parinacochas, son las primeras minas reportadas como
“descubiertas” por los españoles en el Perú del Siglo XVI. Es un tema
pendiente investigar el desarrollo de la minería en estas zonas y las
estrategias para el laboreo de estas minas, así como estudiar si en
1564 y años posteriores los encomenderos amigos de Henrique
Garcés, Amador de Cabrera y Pedro de Contreras utilizaron el
mercurio de Huancavelica para explotar estas minas de oro y plata, lo
que podría estar asociado a la presencia de takionqoys en estas
zonas como reportó Cristóbal de Albornoz, y no solo a la prestación
de servicios en las minas de mercurio en Huancavelica.
B) A partir de 1545 se descubrió la mina de plata de Potosí. En este
periodo no se utilizó el azogue para la extracción de la plata por el
método de amalgamación y tampoco se reportaron casos de Tala
(Taki Onqoy).
C) Hasta 1551, en que el emperador Don Carlos emitió la Ley II, el
trabajo de los indígenas era gratuito en la mayoría de los casos. Los
indios se asignaron a encomenderos por vía de tributo a cambio de la
protección y de la doctrina que debía impartirse a los indígenas.
65
De acuerdo con Paulina Numhauser, para 1549:
“La llamada “mita minera” consistió –en una primera etapa – en
grupos de naturales que eran conducidos por sus propios
encomenderos o curacas para efectuar, sobre todo, trabajos de
soporte a la labor minera durante periodos limitados de tiempo.
Esta práctica fue prohibida el año 1549 por el presidente La
Gasca –Real Provisión de 7 de Febrero de 1549 “Para que
ninguna persona que tuviere Indios encomendados los pueda
echar a las Minas”-, pero se mantuvo de facto, hasta la
institucionalización del Virrey Toledo, con el pretexto de que los
indios iban a trabajar por propia voluntad a las minas”.
(Numhauser, Paulina 2005.134).
Parece ser cierto que en un primer momento, los indios acudían
voluntariamente a las minas13. Esta atracción por las minas debió estar
relacionada a que las rocas y los cerros eran considerados sagrados, y
participar de la minería, de alguna manera era participar de lo sagrado.
Además, a esta fecha no se explotaba aun el mercurio por lo que no
había peligro evidente sobre la salud de los trabajadores.
En 1557, Henrique Garcés descubre las minas de mercurio en Paras
(Santa Maria, Luis 2016:80), iniciando su explotación en 1560, y
aplicando la técnica de amalgamación de la plata con mercurio en las
minas de plata de tunsulla (Lohman, Guillermo 1948: 78-90).
2. LAS MINAS DE MERCURIO DE PARAS Y HUANCAVELICA, de 1557 a
1572, el Taki Onqoy está asociado a la explotación del mercurio en las
minas de Paras (Guamanga) y Huancavelica, así como al uso de la
técnica de amalgamación de la plata con azogue en Tunsulla. En el año
1560, se empieza a hablar del Taki Onqoy en Paras. Luego de muchas
13 . “Existen pruebas contundentes de que los asientos mineros han ejercido desde siempre una fuerte atracción sobre
la población en general y los indígenas no escaparon a esta seducción. Así aconteció en el Noroeste de México, donde
el fenómeno de la huida de los indígenas residentes en las misiones jesuitas hacia las minas cercanas fue masiva”
(Numhauser, Paulina 2005.135-136).
66
reuniones y negociaciones, en 1562, Polo de Ondergardo emite las
primeras normas para las minas de azogue en Paras - Guamanga y de
Plata en Tunsulla, que por el uso del mercurio, las hacia distintas a las
otras minas existentes. En 1563, Amador de Cabrera solicita el registro
de las minas de azogue en Huancavelica, y en 1564, Luis de Olivera
reporta la presencia del Taki Onqoy en Parinacochas. Entre 1569 y
1571, Cristóbal de Albornoz identifica el Taki Onqoy en Parinacochas, lo
que se evidencia en el Informe de Servicios de 1570, pues en el de 1569
no hace referencia alguna al Taki Onqoy. Al considerar que era una
idolatría, realiza su trabajo de fundición o quema de ídolos. Lluego, en
1571, participa de la fundación de la Ciudad de Huancavelica, y realiza
la repartición de indios para las minas de azogue de Huancavelica. En
este periodo el Virrey Toledo implementa la mita minera toledana.
1. LAS MINAS DE MERCURIO DE HUANCAVELICA, de 1573 a 1577.
Entre 1570 - 1573, se cambia la técnica de fundición del mercurio en
Huancavelica - De la técnica de ollas destapadas en ambientes
cerrados, a la técnica de ollas destapadas en ambientes abiertos -, lo
que le hace mucho bien a la salud de los indígenas. Luego de la
fundación de la ciudad de Huancavelica, deja de hablarse del Taki
Onqoy, para empezar a hablar de la “enfermedad de la mina”,
“enfermedad de Huancavelica” o “enfermedad de los azogados”. En su
Información de servicios de 1577, Cristóbal de Albornoz se refiere al
Taki Onqoy como una cosa ya controlada y que pertenece al pasado.
Sin embargo, los casos de intoxicación por exposición al mercurio
continuaron durante más de 400 años, hasta el cierre de la mina en
1975 (siglo XX) (Santa Maria, Luis 2016:300).
Para el desarrollo de la minería era indispensable la mano de obra, sobre todo
en los términos de explotación industrial minera planteados por los españoles,
con volúmenes de producción, técnicas y procedimientos antes no conocidos
por los Incas, que por la naturaleza permanente que adoptaría la actividad
minera, requería de manera indispensable crear una categoría social antes no
67
existente en el mundo agrario de los incas: La de trabajadores mineros
asalariados.
Un elemento clave en la valorización del trabajo minero, y el desarrollo de la
universalización de la economía mundial, fue el relacionado con el pago de
salarios por trabajo personal o individual, que en América significaba la
transformación del proceso de toma de decisiones laborales colectivas a un
proceso de toma de decisiones labores individuales o personales, como parte
del proceso de construcción de esta nueva categoría social de trabajadores
mineros asalariados. En el caso de la minería de mercurio, significo pasar de
valorizar dicho trabajo como sagrado a valorizarlo solo como un salario, o
menos que ello.: ¿Cómo se dio este proceso en el caso de la minería peruana,
y que rol tuvo el Taki Onqoy en este proceso?
3.2 LA VALORIZACION DEL SERVICIO EN MINAS SEGÚN LAS LEYES DE LOS REINOS DE INDIAS Y EL ROL DEL SALARIO
Ruiz Rivera (Ruiz, Julián 1988: 5 – 7), señala que en la Instrucción dada a
Nicolás de Ovando en 1501, Gobernador y Administrador colonial de La
Española desde 1502 hasta 1509, se establecía el principio de la obligatoriedad
del servicio real de los indios, aunque abonando un salario, buen trato y no
hacerles daño, pues los indígenas habían sido declarados libres y no siervos.
Luego, en 1503, la Reina Isabel autoriza la conscripción forzosa de mano de
obra indígena en razón del “Bien común”: De esa manera, el desarraigo
personal y familiar fue uno de los primeros factores en la construcción de la
nueva categoría social de trabajadores mineros asalariados.
Luego, las Ordenanzas de Granada de 1526, insistían en no obligar a los indios
a trabajar en las minas, y a darles buen tratamiento.
En 1535, las instrucciones al Virrey Antonio de Mendoza, Primer Virrey de
Nueva España por 15 años, y Segundo Virrey del Perú por solo 10 meses, se
le indicaba que con moderación y sin daño “fuesen obligados a echar por
68
repartimiento personas dellos en las minas de oro y plata”, en razón de ser
holgazanes y el crecimiento de la hacienda con los quintos.
El 28 de Octubre de 1541, se envió una Real Cedula al Gobernador Vaca de
Castro, donde se afirmaba que los indios “no sean compelidos a que den más
tributo, ni a que trabajen en otra cosa alguna, si no fuere en aquello que de su
voluntad quisieren trabajar” (Ruiz, Julián 1988: 8). Además, expresamente se le
ordenaba que ninguna autoridad echara indios a las minas bajo pena de
pérdida del cargo.
En 1550, en las instrucciones al Virrey Luis de Velasco, se introdujo un nuevo
matiz en la idea de ocupar “indios ociosos” de forma obligatoria: Se distinguía
entre los que tenían un oficio, una ocupación y los que carecían de él. Se le
indico, que: “a estos últimos daréis orden que se alquilen para trabajar en
labores del campo y obras de ciudad, por manera que no estén ociosos, porque
la ociosidad es causa de muchos vicios”.
Como puede apreciarse, la corona española estableció la idea de salario justo,
más como un elemento ideológico que real14,15. En este proceso, se incluye
la transformación del sistema de concesiones de mercedes o dones que daba
el Rey al uso del sistema de jornales16.
La historia del salario como el mecanismo de remunerar el trabajo libre, no ha
sido suficientemente estudiada en el Perú del Siglo XVI por lo que es relevante
conocer la evolución normativa del servicio de minas en el Perú del Siglo XVI,
no tanto para verificar su cumplimiento o no cumplimiento, sino en razón que
las leyes de indias expresan la cultura española de la época, su visión cultural
sobre los indios, la orientación de sus políticas públicas y el sistema de 14.- “Para algunos historiadores, no fue el salario lo que atrajo a los indígenas a las minas de Potosí, antes y después
de la introducción del azogue, idea que se sustenta en la incapacidad de los trabajadores mineros para poder
mantenerse con los salarios recibidos (Numhausser, Paulina 2005: 122).
15.- “…hizo menos énfasis en la distinción entre el trabajo voluntario y el compulsivo, que en el retribuido por un jornal
y el que no era recompensado de ninguna manera” (Numhausser, Paulina 2005: 123).
16.- “Los hombres del siglo XVI establecían claramente la diferencia entre el valor que reportaba la recepción de una
“merced” y la de una “salario”. (Numhausser, Paulina 2005: 127).
69
valorización del trabajo minero. Por tal motivo, haremos un breve repaso de las
leyes emitidas por los Reyes de España, las que fueron recopiladas en 1681
por Orden de Don Carlos II
(http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/752/26/recopilacion-de-leyes-de-los-
reynos-de-las-indias/), buscando su relación con la minería de mercurio en
Perú.
La primera ley fue dictada por Carlos I en Diciembre de 1528, pero en la
recopilación se conoce como Ley X 17 . Con esta ley, el Rey señala que los
indios y esclavos que trabajan en las minas deben tener doctrina, la que debe
ser pagada por los interesados. Esta ley es importante en el estudio del Taki
Onqoy porque estuvo vigente en la época de la explotación de las minas de
azogue en Paras (Guamanga) y Huancavelica en el Perú del Siglo XVI.
Recordemos que Cristóbal de Albornoz fue comisionado a Guamanga para
solucionar el pago de diezmos derivados del cumplimiento de esta ley.
La segunda ley fue emitida por Carlos I en Diciembre de 1551, ratificada por
Felipe II en Diciembre de 1573. En la Recopilación se le conoce como Ley II 18.
Esta fue la norma aplicable en la explotación de las minas de azogue de Paras
(Guamanga), y en la explotación de las minas de azogue de Huancavelica en el
periodo 1564 – 1571, en base a la cual se les concedió a los encomenderos la
autorización para que exploten con indios las minas de azogue, luego de la
muerte de los esclavos que iniciaron la explotación del azogue en Paras.
Ambas leyes, continuaron vigentes durante la época del Taki Onqoy como
movimiento.
17.- “Ley X: Que a los Indios y esclavos de las minas se ponga doctrina: A los Indios, y esclavos, que trabajan en las
minas, se les pongan clérigos, o religiosos, que administren los Santos Sacramentos, y enseñen la Doctrina Cristiana, y
los interesados en ellas paguen el estipendio: y el Prelado Diocesano, guardando el Patronazgo en la proposición, y
institución, haga, que los Domingos y Fiestas oigan Misa, y acudan a la Doctrina”.
18.- “Ley II: Que los Indios, que quisieren pueden trabajar en las minas. Permitimos, que de su voluntad, y pagándoles el justo precio pueden ir los Indios a labrar, y trabajará las minas de oro, plata, y azogue, con que ningún
Encomendero lleve sus propios Indios, y damos licencia para que los de una encomienda puedan ir a trabajar a las
minas de otros Encomenderos”.
70
Lo relevante para el Rey era que el trabajo de los indios debía ser voluntario y
pagado al justo precio, lo que significa un salario, que era necesario para el
pago de los tributos por parte de los indígenas. Esta ley marco la pauta para la
construcción de una nueva categoría social antes no existente en las Indias, la
de trabajadores mineros asalariados, en el marco de un proceso de
introducción de individuos en el proceso de universalización de la economía
mundial. Individuos caracterizados por su voluntad o decisión personal o
individual de laborar en una mina, y por recibir una paga adecuada por su
trabajo personal. Esta visión seria el punto de partida a los procesos de
desestructuración de la sociedad y economía colectivas, asi como la
tranformación de los procesos de valorización del trabajo minero como sagrado
hasta entonces vigentes, pues el mundo minero creado por los españoles en el
Siglo XVI era una realidad nueva en la sociedad y cultura peruanas.
Las Leyes de Indias que se emitieron desde 1589, enfatizaban la necesidad de
“buena paga de sus jornales” aun cuando la labor minera no sea voluntaria. Da
la impresión que la idea del legislador era: Si el trabajo es voluntario le
corresponde pagar un “precio justo”, pero si el trabajo no es voluntario le
corresponde una “buena paga”, tal vez porque en esas condiciones la “buena
paga” era vista como una compensación por trabajo no voluntario.
En 1594, Don Felipe II emite la Ley III y IIII. Con la Ley III, el Rey señala que
sean de mita y/o voluntarios deben ser pagados. Debiendo ser el salario
“competente y proporcionado al trabajo de los indios…que constiuyan el justo
valor de las cosas”, reconociéndoles los gastos de traslado, entre otros. El
valor que el Rey le da al salario se refleja cuando dice: “…y se introducirá en la
paga, y jornales de los Indios la igualdad, y justificación, que se desea, aunque
por esta causa se minore la ganancia de los Mineros”. Esta ley parece la
respuesta del Rey a una práctica de repartir indios a quienes no eran dueños
de minas o ingenios.
En Agosto del año 1596, Felipe II emite la Ley XV. Esta ley expresa la
necesidad de un cuerpo especializado de trabajadores mineros, en razón de
ser más difícil la explotación del mineral. Ya no era suficiente labores
71
temporales o no especializadas. Con esta ley, se inicia formalmente la
constitución de un cuerpo especializado de trabajadores mineros: Que vivan en
el Cerro cercano a la mina, que no retornen a sus labores agrícolas. Se
buscaba que se dediquen solo a labores mineras, estableciendose la mita
gruesa, para garantizar las labores mineras (mitayos), y permitió que los dos
tercios restantes se alquile libre y voluntariamente (mingados). Esto significa,
que ya para este momento, el Rey era consiente que la meta era que todos los
trabajadores mineros debían ser en un futuro por elección libre y voluntaria
pues era la única manera de garantizar en el futuro el desarrollo de la industria
minera en las Indias.
En 1601, Felipe III, emite la Ley V y la Ley XXI del Servicio Personal. Con esta
ley se intenta poner límite a la dotación de mano de obra en las minas a lo
estrictamente necesario para la explotación minera, prohibiéndose el uso de los
mitayos de mina en otro tipo de labores. El Rey mantiene la idea que todo
trabajo debe ser remunerado, sea por mita o voluntario, debiéndose pagar
“competentes jornales” de acuerdo a las labores que se realicen. Tambien pone
énfasis en la prevención y cuidado de la salud, y que “los enfermos sean muy
bien curados“, lo que era un deseo o frase declarativa puesto que la
intoxicación por exposición al mercurio era una enfermedad sin tratamiento.
En mayo de 1609, Felipe III, emite la Ley VIII, que pone límites a la disposición
de mitayos en las minas, limitándolo solo a las minas grandes que poseían
ingenios. Y la Ley XI, orientada a brindar seguridad y salud en el trabajo
minero: prevenir desastres. Por lo que prohíbe que las minas se labren en
partes peligrosas. En lo que se refiere al trabajo en las minas de azogue,
siendo la mina de Huancavelica la única que se explotaba en las Indias,
decreta que se procurará que el trabajo sea voluntario, cómodo, con privilegios,
y si no se tiene éxito con estas iniciativas, se podrá repartir los indios
necesarios con un jornal mayor, necesario para el sustento diario como para
pagar los tributos. Complementando este paquete normativo, Felipe III, emite la
Ley XII en mayo del 1609, que busca que las inundaciones no sean causa del
cierre definitivo de las minas.
72
En Mayo de 1609, emitió la Ley XVII, que formaliza el desarraigo del mundo
agrario como condición necesaria para la formación de un cuerpo especializado
de trabajadores mineros, debíendo residir permanentemente en las cercanías
de las minas, sin posibilidad de retornar a su pueblos, pues los caciques
quedaron prohibidos de admitirlos.
En Diciembre de 1612, Felipe III emite la Ley XIII, ordenando que los indios
deban recibir su paga completa, y que no se les deba deducir por ningún
concepto para los sueldos de funcionarios españoles y hospitales como lo
venían haciendo desde 1545 en que se estableció Potosí. Politica que se
continuo en Huancavelica. Con esta ley, el Rey acepta que los indios eran los
que pagaban los hospitales para la curación y tratamiento de sus dolencias.
En 1618, Felipe III emite la Ley XVI, contra la práctica de repartir indios sin
sustento, por lo que prohíbe “que los vendan a dueños de minas e ingenios”, y
para prevenir esta practica, establece que el repartimiento de indios solo se
haga de manera justificada a dueños de minas e ingenios, conforme a la
calidad de sus haciendas. Luego, en Diciembre de 1618, Fernando III emite la
Ley VI, con la que prohíbe que se grave el salario de los trabajadores mineros
con cargas de los ausentes, huidos y muertos. Además, establece que
concluido el servicio personal en las minas, el trabajador minero pueda volver
libremente a su pueblo de origen.
En 1620, el Rey emite la Ley VII, que convierte en delito la práctica recibir
dinero de los indios de mita por excusarlos de su trabajo. Esta práctica debió
ser muy extendida para emitir esta ley y declarar que de esa manera se
disminuyen los quintos reales.
El 18 de Febrero de 1631, Felipe IV emite la Ley XX referida a las minas de
Guancavelica: 67 años después de descubiertas las minas de Guancavelica, el
Rey ordeno continuar con el repartimiento de indios para la explotación de las
minas de Huancavelica, pudiendo ampliarse a otras provincias la captación de
indios, lo que significa que el total de trabajadores necesarios no iba por su
voluntad a laborar en dichas minas. Precisa que en cuanto a la paga de los
jornales se debe guardar lo dispuesto en el servicio personal. No considera que
73
para Guancavelica debería pagarse un mayor salario debido al daño que
produce el mercurio en la salud y la vida de los trabajadores mineros.
La idea de reemplazar indios por delincuentes, mulatos, negros y mestizos se
fundaba probablemente en que en España eran los presidiarios y condenados
a muerte los que trabajaban en las minas de azogue de Almadén.
En resumen, puede decirse que todo el marco normativo de Leyes de Indias
para el servicio en las minas, estuvo orientado desde el principio a formar en
las Indias una nueva categoría social de trabajadores mineros asalariados,
pues eran conscientes que era la actividad económica mas importante para la
corona, y que para su sostenibilidad se requería un cuerpo especializado de
trabajadores, que de manera voluntaria resida y labore en las minas, para lo
cual proponía salarios justos, y otros beneficios. Pero, como eran conscientes
que la minería era un trabajo peligroso para la vida y la salud de los
trabajadores, que no motivaba trabajo voluntario, permitió el desarrollo de la
mita minera.
Este proceso de formación de la economía y la política salarial fue totalmente
desconocido e inaccesible para los antiguos peruanos. El salario fue el
mecanismo de valorización impulsado por España para el trabajo minero. No
considero ninguna valorización de dicho trabajo como sagrado.
3.3 LA MINERIA DE MERCURIO EN GUAMANGA DEL SIGLO XVI
3.3.1 PERIODO DE 1557 A 1562: LAS MINAS DE MERCURIO DE PARAS Y DE PLATA EN TUNSULLA
74
La búsqueda de Mercurio por parte de Henrique Garcés a partir de 1557, tuvo
éxito en 155919. Encontro mercurio en Paras (Guamanga) 20,21. Para la
explotación de dicho yacimiento, Garcés recabo del Virrey Marques de Cañete
una provisión, expedida el 22 de Junio de 1559, con la que le otorgaba la
exclusiva de explotar todas las vetas y yacimientos de mercurio que
descubriese en la jurisdicción de Lima, Huánuco y Huamanga. Se dice que en
seis meses de labor, sacaron una cantidad tan reducida de mineral, que
fundido, apenas arrojó 24 libras de azogue en caldo, procediendo esta escasez
de ser la veta muy delgada.
Aunque los españoles señalaban que Paras no era una mina rentable, en
realidad existió un doble beneficio para ellos:
a) El beneficio de la extracción del mercurio de Paras, del cual se conoce
muy poco, pero debió ser importante para facilitar la extracción de plata
de Tunsulla.
b) El beneficio de la plata de Tunsulla con mercurio de Paras. Mucho antes
que el Virrey Toledo incorpore la técnica de amalgamación de la plata
con mercurio en Potosí, pues fue una técnica que Henrique Garcés pudo
apreciar en México EN 1558, y que pudo aplicar rudimentariamente en
las minas de Tunsulla 22.
19 . “Resulto hallarse a dieciséis leguas de Huamanga, en las inmediaciones del caserío de Palca, en unos parajes
denominados Tomac y Huacoya, hoy en el distrito de Paras (Provincia de Cangallo), en la misma comarca donde
estaba asentado el pueblo de Acoria, al que pertenecían los individuos que en 1563 revelaron a Amador de Cabrera la existencia de la mina de Huancavelica”. (Lohmann, Guillermo 1948: 78 – 90).
20 “Paras: Lugar del Perú, anejo al curato de Totos. Es célebre por haber descubierto allí Pedro Contreras, natural
de San Lucar de Barrameda, la primera mina de azogue que llamó Tamaco en compañía de Enrique Garcés, portugués el año de 1560, siendo virrey del Perú, Don García Hurtado de Mendoza, marques de Cañete; pero se
abandonó a los tres años porque no correspondía el producto al gasto”.(Imp. Torner, José 1832: 127).
21 Cerro Tomac, con coordenadas Geográficas son: 13°36'21.0"S 74°34'37.0"W. Actualmente corresponde a la
provincia de Víctor Fajardo en Ayacucho.
22 . “Según las cuentas de la compañía formada por Amador de Cabrera y Pedro de Contreras para explotar minas en
Tunsulla, de marzo hasta el 10 de Noviembre de 1566 “se sacaron setecientos y setenta y tres marcos de plata de azogue e fundición e contado el marco a cinco peso el marco monta tres mil e ochocientos e sesenta y cinco pesos”,
AGN, Minería, legajo 11, folio 208vto.” (Assadourian Carlos 1989: 187)
75
Los descubrimientos de Mercurio en Paras y Plata en Tunsulla 23, 24 deben
estar entre las razones por las que Henrique Garcés resume su vida y su
servicio a España, destacando en primer lugar su aporte al “descubrir en el Perú el azogue, y beneficio de la plata con el” (Patricio, Francisco 1591), lo
que revelaria que según Garcés, en Tomac de 1559, usó el mercurio extraído
en Paras para obtener plata en Tunsulla.
Si bien inicialmente la zona de Paras fue explorada por Henrique Garcés y
Pedro de Contreras, a ellos se incorporó luego Amador de Cabrera, quien
estaba casado con un familiar de Pedro de Contreras. Luego, los tres
continuarían la explotación de Mercurio en las minas de Huancavelica.
A) PARAS EN EL SIGLO XVI
Para identificar que etnias estuvieron afectadas por la minería de mercurio en
Paras, es importantes analizar la organización social existente en el Siglo XVI
en esta área geográfica En ese sentido, es importante la siguiente cita:
“Exterminados totalmente los rebeldes (y valientes defensores de lo
suyo) Confederados, la región fue nuevamente poblada por los inkas con
Mitimaes traídos de diferentes puntos del "Tawantin-Suyu", a saber:" ... :
los Aymaraes en los pueblos de Chuschi, Cancha-Cancha y Choque Huarcaya; los Cañaris en Choque Huarcaya y Pomabamba, los indios Condes en Moros y Tomanga; los Huancas y los Sancos en Sarhua, Lucanamarca y Huancasancos; los Lucanas en
Huamanquiquia; los Quechuas ―"Quisnuas" o "Quichuas"― en Quilla,
Pitahua y Cangalla; los Hanan y Urin Chilques y los Pabres en Huac-
23 “Al mismo tiempo que se explotaba las minas de mercurio de Paras, Henrique Garcés exploraba en los alrededores
nuevos yacimientos mineros. A cuatro leguas de Palca, descubrió veneros argentíferos de Tunshulla, registrando
varias pertenencias en el Cerro que llamó Diosdado, formalizando sus denuncios en Huamanga el 24 de Mayo de
1560. (Lohmann, Guillermo 1948: 78 – 90).
24 Tunsulla está actualmente ubicado en el Distrito de Paras, Provincia de Cangallo, Ayacucho, cuyas coordenadas
geográficas son: Latitud Sur: 13° 20' 2.4" S y Longitud Oeste: 74° 35' 41.3" W, a una altitud de 4031 msnm.
76
huas, etc." (Quispe: p. 3) 3, como ejemplos” (Palomino, Salvador
1971:237).
Para un mejor conocimiento de la distribución de las etnias identificadas
alrededor de Paras, es indispensable presentar el aporte de Lorenzo Huertas
Vallejos, quien ha identificado la ubicación de diferentes grupos étnicos en
dicha zona en el Siglo XVI:
78
En base a la información proporcionada por Huertas, podemos señalar:
1. La presencia de Aymaraes en Paras, Totos, Chuschi, Huancarayo,
Auquilla.
2. La presencia de Condes en Tomanga.
3. La presencia de Huancas en Sarhua.
4. La presencia de Chocorvos en Cocos, Vilcanchos y Espite.
De ahí que Henrique Garcés haya señalado que su técnica de extracción de
azogue de plata en Tunsulla haya sido aceptada por los indios Condes,
quienes estaban más cerca de las minas de azogue del Cerro Tomac, pero por
la necesidad de mano de obra se debió recurrir a otras etnias, siendo las de
Aymaraes la más numerosa y de mayor distribución, seguida de los Huancas y
Chocorvos.
En el momento que arriban los españoles, el cacique principal era Asto-
Cabana, dato que es interesante porque puede ser parte del curacazgo de la
cultura Asto establecido en Huancavelica (Angaras) y cuyos miembros están
listados por Cristobal de Albornoz como miembros del Taki Onqoy 25. Esta cita
es importante porque, según Lohman Villena, las etnias que laboraron las
minas de Paras, eran las mismas a la “que pertenecían los individuos que en 1563 revelaron a Amador de Cabrera la existencia de la mina de Huancavelica”. (Lohmann, Guillermo 1948: 78 – 90). Lo que evidencia que las
mismas etnias que laboraron el mercurio en Paras, luego continuaron esta
actividad en las minas de mercurio de Huancavelica.
25 . “Sarhua cuenta con los anexos: Auquilla, Huarcaya, Tomanga, Aparo y centros poblados Qichawa y Qucha. En la
colonia Sarhua estaba bajo la encomienda de españoles y vecinos de la ciudad de Huamanga. En tiempo de inkas y en
el momento que arriban los españoles, el cacique principal era Ato-Astocabana. Este cacique más tarde fue sucedido
por don Pedro Puma, quién ha presentado un memorial al excelentísimo Conde de Chinchón Virrey del Perú.
El 9 de junio de 1564, habría sido verificado por el visitador General Don Juan Palomares. Asimismo, en cumplimiento
del real decreto del Virrey Conde de Chinchón, el repartimiento de tierras de 6 pueblos reducidos: Sarhua encomienda
de García Diez de San Miguel, Taulli encomienda de Juan Lozana, Lucanamarca encomienda de Pedro de Rivera, Sancos hoy Huancasancos encomienda del Capitán Pena i doña Elvira Gallardo, Chuque Huarcaya encomienda de Juan de Muñeco y Espite encomienda de Luis Regilquel i Diego de Romaní. De tal manera, Sarhua fue reducido,
creado y reconocido como poblado con el nombre de San Juan de Zárua hoy Sarhua.
79
No olvidemos que tanto Pedro de Rivera como Juan de Mañueco vivieron en
sus repartimientos el Taki Onqoy, como lo señala Samuel Villegas citando a
Millones:
Según la Información de 1570, el movimiento «estaba todo sembrado»
en los repartimientos de los Yauyos, del pueblo de «Allauca», de Amonio
de Oré, Ordóñez Peñaloza y del pueblo de Guacras de los Lucanas.
También en las provincias de Laramati y Harun Lucanas, la provincia de
Apeara y Andamarca de la encomienda de Juan Velázquez, Vela Núñez
y en la provincia de Seras, y el repartimiento de Juan de Mañueco y Pedro de Rivera (MILLONES, 1990: 93).(Villegas, Samuel 2011: 119).
Del nutrido grupo de predicadores del Taki Onqoy, destacan cuatro: dos
hombres y dos mujeres. El único nombre real que conocemos es Juan Chono
(Albornoz 1570: f. 53v.). Del otro indio, tan solo sabemos que pertenecía al
repartimiento de Juan de Mañueco (Albornos 1570: f. 20v). (De la Torre y
López, Arturo Enrique 2004:84).
Esta asociación de lugares que el “movimiento” estaba todo sembrado en
diferentes lugares geográficos, refuerza la idea que el Taki Onqoy como
movimiento se inició en las minas de Paras, donde aparecieron los primeros
casos de intoxicación por exposición al mercurio o enfermedad del Taki Onqoy,
y que luego se fueron incrementando a medida que se incrementaban las
minas que utilizaban el mercurio como insumo en sus procesos de producción
minera industrial26 . La explotación de las minas de azogue de Paras y de plata
de Tunsulla, utilizando la técnica de amalgamación de la plata con mercurio,
explican la gran mortalidad, y disminución de la población indígena en esta
zona.
26 .. “205037 El corregimiento de Vilcas Guaman, distrito de la ciudad de Guamanga … Fueron los indios desta provincia en gran cantidad mas de lo que agora son; y la causa de haber venido en disminucion dicen los naturales della ser el excesivo trabajo que tienen en acudir a las minas de azogue y plata y ingenios de azucar a
que acuden los dichos indios; y demas desto, lo causa el servicio personal que van a hacer a la ciudad de Guamanga y
a las estancias de ganados y otros servicios en que se ocupan, que por ser fuera de sus tierras y haber mudanzas de
temples a las partes donde van a hacer los dichos servicios, es ocasion de cobrar muchas enfermedades, de las cuales
la mayor parte dellos han muerto. Y estas son las causas de haber venido en tanta disminucion. “(Jiménez de la
Espada, Marco 1881-1897/1965).
80
Es importante tener en cuenta que desde 1539 se había instituido la provincia
dominicana en el Perú (Vilcapoma, José Carlos 2015: 10) porque el nombre de
San Juan de Paras, posiblemente fue adoptado por la presencia de la
congregación de San Juan Bautista de los dominicos en Paras, pero también
es pertinente hacer notar que en la España de entonces, la intoxicación por
exposición al mercurio era conocida como “Baile de San Juan”. Ademas, los
Santos Cristianos: San Juan Bautista, San Bartolomé y el Niño Jesús de Praga,
Santos patronos de San Juan de Paras, en Europa del Siglo XVI, estaban
asociados a la cura de la epilepsia y el “Baile de San Vito”, o Baile de San
Juan, nombres con los que se conocía entonces a la intoxicación por mercurio.
B) LAS MINAS DE PLATA DE TUNSULLA
El descubrimiento de la mina de tunsulla27 , posterior a la mina de Paras,
genero gran expectativa, y motivo el diseño de un campamento minero con:
27 .. “Año 1562.- Descubrimiento del mineral de Atunsulla.- A principios de este año se descubre el rico mineral de
“Atunsulla”; le dio noticia del descubrimiento al gobernador y al contador Diego de Salazar, un yanacón de su servicio,
que le cuidaba algunas mansas acémilas de carga.
Al flojo del pastor habíansele extraviado algunos corderos y fuese en su busca, al no encontrarlos, temiendo las iras del
amo, se escondió en los picachos del elevado cerro; allí ve algo que brilla mucho: dedujo que era un rico metal, lo fundió con taquia y sacó un regular tajo de plata y fuese con èl donde el amo.
Le refirió lo de la pérdida del ganado, estando presente un español, a lo que creyeron embuste; le dijo al indio le
enseñase el lugar donde habían aquellos metales. Se pusieron en marcha, y llegado al sitio quedaron convencidos de
la verdad.
Después de una exploración detenida, dio parte al contador del suceso, el cual lo ayudo con dinero, barretas y otras
minucias que le faltaron al afortunado minero.
El contador se estableció, pues, en este sitio, según consta de una información que se hizo en el mismo asiento ante
Miguel de Medina, juez de comisión, en 17 de Febrero de 1563.
Este cerro esta a cinco leguas de otro cerro llamado Tomac, donde se encuentra un yacimiento de azogue, es el primero que se descubrió en este Reino, por Pedro de Contreras y fulano Garces (62).
“Era riquísimo este cerro, y en un mes se sacaron del mas de 600,000 pesos: con esto se movieron los vecinos de Guamanga a ir a labrar en él, y el Cabildo, en uno que hico a 16 de Febrero deste año, dio comisión a los Alcaldes,
Capitán Francisco de Cárdenas y Hernán Guillen y a Juan Velásquez, Regidor, para que fuesen al cerro, y en lugar
81
1. Áreas administrativas y religiosas: La Iglesia y casas de Cabildo.
2. Áreas de explotación minera: Ingenios, lavaderos y fundiciones. Es decir,
se instalaban complejos tecnológicos de naturaleza española.
3. Área para viviendas: Para particulares y heridos, lo que muestra que en
esa época era inherente al trabajo minero el tener heridos.
Cuando se descubría una mina, se pensaba inmediatamente en desarrollar
pequeñas ciudades mineras o campamentos mineros para su explotación.
La explotación de las minas de Tunsulla por Amador de Cabrera y Pedro de
Contreras, continúo en 1566, dos años después de descubierta la mina de
azogue de Huancavelica. Una descripción del éxito del uso del azogue para
obtener plata en Tunsulla, se muestra a continuación:
“si saven que de las minas de Tunsulla, quatro leguas de las de azogue susodichas, truxo el dicho Enrique Garcés al conde Nieva y comisarios para muestra mas de trescientos marcos de plata sacada por azogue por la orden que el dicho Enrique Garcés trajo de Nueva España y fue lo primero que por azogue en grueso se saco de este reyno, lo cual fue causa
que los dichos conde y comisarios entablaran aquellas minas de
que redundo grande augmento a la hazienda real como pareze
por los libros reales de Guamanga, lo qual se continuo muchos
años antes de la venida del virrey don Francisco de Toledo, a
cuya imitación se entablo en Potosi” (Assadourian Carlos 1989:
187)
Como puede apreciarse, las minas de Paras y de Tunsulla no solo estaban
cerca una de otra, sino que también estaban relacionadas por el uso del
mercurio para la extracción de plata por amalgama28.
cónmodo tomasen lugar para la iglesia y casas de Cabildo y sitios para los particulares y heridos, para ingenios y lavaderos y fundiciones” (Ruiz Fowler, José 1924 :68)
28 . “No conocemos ningún detalle técnico de este suceso, pero lo más factible es que Garcés se haya limitado a
seguir los fundamentos desarrollados por Medina y Loman en la Nueva España. Tal como sostiene Garcés, su buen éxito con la innovación técnica novohispana “fue la causa que los dichos conde y comisarios entablasen aquellas minas”, pero albergamos duda que de ello “redundo grande augmento a la hazienda real como parece por
los libros reales de Guamanga”, entendiendo esta afirmación como si el beneficio por azogue hubiera sido empleado
82
Henrique Garcés argumentó que su buen éxito en la amalgamación de la plata
con azogue fue por la participación de los indios conde (condesuyos). Esta
información debió ser tan solo al inicio de las operaciones en la mina, cuando
no se conocían las consecuencias de la intoxicación por mercurio, por lo que
debe ser contrastada con la siguiente información aportada por Assadourian:
“Si bien en 1562 Polo de Ondegardo estableció una mit’a de 700 efectivos, en 1571 el virrey Toledo informaba “que la causa porque no se han labrado” las minas de Guamanga” ha sido por no tener indios las personas que las tienen”; G. Lohmann Villena y M. J.
Sarabia Viejo (1986(: Francisco de Toledo. Disposiciones gubernativas
para el virreinato del Perú. 1569-1574, Sevilla, p. 77”. Assadourian
Carlos 1989: 188).
En este párrafo se muestra que la mano de obra de los indios era clave para el
proceso minero, y que había tensiones en torno a él pues a pesar de haberse
determinado una mita de 700 efectivos, la naturaleza sagrada del mercurio y la
presencia de la enfermedad conocida como Taki Onqoy (Intoxicación por
exposición al mercurio) contribuyeron a configurar formas de resistencia pasiva
y activa a trabajar en las minas de azogue o a utilizar el azogue en la
extracción de plata.
intensivamente en las minas de Tunsulla. Aunque nos consta que otros dos famosos mineros de Huamanga emplearon la técnica del azogue, presumimos que el nuevo beneficio no llegó a predominar en la zona. Si
nuestra hipótesis fuera correcta, esta limitación no puede ser atribuida a presuntas deficiencias en el abastecimiento de azogue. Las causas posibles podrían estar en el factor fuerza de trabajo o en el cálculo económico de los empresarios mineros, ya que la alta ley de los minerales de Huamanga podía hacer de la fundición con fuelles el procedimiento de mayor rentabilidad….En el tiempo que media entre el trabajo inaugural
de Garcés en Huamanga y la llegada al Perú del Virrey Toledo, varias personas ensayaron el método del azogue en
Potosi. Por desgracia, nuestro conocimiento sobre este problema esta dado por una sola fuente, la cual apenas
descubre escuetas referencias a una sucesión de intentos fallidos: el inicial de circa 1564 del adelantado Juan Ortiz de
Zarate en compañía de un tal Muñoz y Saravia de Oropesa –“hombre que el uno avia estado en la Nueva España y el
otro de mucha discreción y entendimiento para labrar las minas por azogue”-, el de ciertas personas que llamaban “los
valencianos” que “hicieron muchas experiencias y nunca salieron con ello sino todos huyendo y perdidos”, las
compañías formadas por Cristóbal de Medina, Juan de la Madrid y Gutierre Bezerra y por Gonzalo Santos, Juan
Carrasco, Concha y Francisco Romo, los ensayos efectuados por los “flamencos” y por dueños de minas como
Francisco de Salazar y Luis Davalos de Ayala.” (Assadourian Carlos 1989: 188)
83
C) LA TOMA DE DECISIONES LABORALES PARA TRABAJAR EN LAS MINAS DE AZOGUE DE PARAS Y EL TAKI ONQOY
Paras y Tunsulla marcan el inicio de un antes y un después en el proceso de
transformación social y cultural generado por la minería de mercurio en el Perú.
Como producto de las muertes de los esclavos en las minas de mercurio de
Tomac, en Paras, hubo necesidad de mano de obra, pues de lo contrario era
imposible explotar la mina. Por tal motivo, Henrique Garcés obtuvo la licencia
del Virrey Marques de Cañete para valerse de 150 peones indígenas, en cuyos
jornales gastaron los cuatro compañeros un margen apreciable de las todavía
reducidas utilidades. No se ha encontrado información sobre la manera o forma
en que Henrique Garcés hizo el trato o contrato con los indios Condes para
explotar las minas de azogue, pero debió considerar formas de participación
colectiva en dicha labor, siguiendo el patrón cultural inca, asi como las
instrucciones del Virrey29.
La cultura Inca era básicamente agrícola, y la minería debió incorporarse
inicialmente respetando los principios básicos que caracterizan la agricultura en
los Andes. Estos principios debieron pesar en la decisión de quienes y cuando
debían ir a laborar en las minas de Paras, pues son principios que rigen las
sociedades andinas hasta la actualidad.
La fecha en que según Guamán Poma, los trabajadores salían a trabajar en las
minas30, están asociadas a la fecha en que era bailada la danza de tijeras: De
mediados de Abril a comienzos de Noviembre, es decir, durante toda la
estación seca y hasta antes de las primeras precipitaciones, como lo señala
Manuel Arce, lo que coincide con el periodo de trabajo minero. 29 . “El Virrey Marques de Cañete trató de reorganizar de manera racional y sistemática la mita en las minas y de
regular el salario indígena según un nuevo enfoque de las relaciones entre los titulares de las concesiones mineras y la
mano de obra” (Merluzi, Manfredi 2014: 47).
30 . “el mes de mayo como el mes de la salida de los trabajadores para las minas, precisando que entre las responsabilidades de los kamachikuq estaba el trabajo en las minas o fuera del ámbito de la llaqta. (Sternfeld,
Gabriela 2007: 154,159).
84
Como señalaron los taquiongos, la nueva minería impulsada por los españoles,
era una nueva manera de vivir, en las que los sistemas de organización laboral
y social inca empezaron a sufrir su mayor transformación a medida que se
extendia el uso del mercurio y la enfermedad del taki onqoy se expandia como
epidemia.
El proceso de toma de decisiones laborales en el imperio Inca ha sido muy bien
estudiada por Gabriela Sternfeld, quien resalta que el trabajo fue coordinado,
planificado y concertado en distintos niveles organizativos de menor a mayor
grado a través de asambleas31. Entonces: Debieron establecerse en Paras los
tres tipos de asamblea para determinar quienes irían a laborar a las minas en
base al trato realizado con Henrique Garcés y sus socios. La responsabilidad
del Waranqa era:
“Capitán general por un año en todas las minas y plazas donde sirviere
su provincia. Pague los jornales de las mitas a los indios. Controle y
supervise las condiciones laborales en las minas personalmente.
Clasifique la mano de obra en las minas según capacidades de trabajo,
resida en la mina y visite a los indios de las mismas, responsable de
hacer acudir a los indios a las minas, plazas, tambos, puentes, caminos
y servicios personales del cacique principal, acuda como capitán de los
indios a las minas y plazas” (Sternfeld, Gabriela 2007: 154,159).
Dado, “Que solo realizaban prestaciones laborales al imperio las personas
casadas” (Sternfeld, Gabriela 2007: 69), es probable que haya habido
afectación de familias completas (adultos y niños de ambos sexos porque el
mercurio se impregna en la ropa y se lleva al domicilio). Es posible, que ante
31 . “El primer tipo de asamblea fue aquella en la que confirmaban publica y ritualmente las decisiones acerca de que tarea imperial realizar y en qué momento. El segundo tipo de asamblea era en la que se confirmaba pública y ritualmente como se haría la tarea y quienes la llevarían a cabo. Era esta la instancia del reparto de los trabajos y coordinación de la energía laborable. El control y dirección directo de los trabajadores estaba en manos de los poderes locales provinciales (“caciques”, “principales”, “mayordomos” y “maestros” en oficios),
y no del poder central cuzqueño. En el tercer tipo de asamblea se creaban y reafirmaban pública y ritualmente las relaciones político-laborales con los distintos grupos de poder que apoyaron la realización de las tareas
imperiales. De esta manera se actualizaban los lazos políticos y de parentesco que hacían posibles futuros pactos laborales” (Sternfeld, Gabriela 2007: 77).
85
esta realidad, en las asambleas comunales laborales, se haya seleccionado en
primer lugar a los voluntarios, pero cuando ya no había voluntarios, debieron
seleccionar “a los malos” para ir a trabajar en las minas de mercurio. Por tal
motivo, los danzantes de tijeras expresarian que deben protegerse de la
brujería del pueblo, por lo que debían ganarse el cariño y respeto del pueblo.
La organización laboral descrita por Sternfeld antes de la minería32, empezaría
a transformarse progresiva y radicalmente porque la minería de mercurio en
Paras era una actividad mortal, que en los sobrevivientes producía daños
irreversibles e irreparables, donde los líderes locales debían cumplir con las
exigencias del Virrey y de los Mineros españoles, y cuidar el delicado tejido
social de reciprocidades y vínculos de parentesco con su propia gente. En
estas condiciones: Cómo se realizaba en Paras el delicado cuidado del tejido
social de reciprocidades y vínculos de parentesco entre los afectados de Taki
Onqoy, los hechiceros, los sacerdotes de ídolos, y los caciques o principales?,
sobre todo teniendo en cuenta que las rocas eran consideradas su principio y
origen33, constituyendo elemento clave en su cultura y religiosidad. En el caso
del mercurio, el impacto cultural debió ser mayor porque la fundición o quema
de las rocas significaba la desaparición de los dioses, y el desamparo de sus
creyentes: Era un culto de crisis, que no solo significaba la desaparición de su
principio y origen, sino que también producia muerte y daño irreversible a
familiares directos de los caciques que decidían ir a laborar en las minas.
32 . “El recurso más preciado en los Andes del siglo XVI fue la mano de obra de los campesinos. Así, los jefes
étnicos locales (Kuraka) siguieron investidos del poder tradicional en sus comunidades de origen, cumpliendo con sus
roles administrativos y rituales hacia el interior de las etnias (Rostworowski 1988:233; Araujo 1986:284-286)…Con la
incorporación al Incanato estos líderes locales tuvieron nuevas y diversas obligaciones: por un lado debían cumplir con las exigencias laborales del Imperio (haciéndose responsables de la cantidad de trabajo requeridas), por el otro, cuidar el delicado tejido social de reciprocidades y vínculos de parentesco con su propia gente (Murra
1967:391; Ramírez 2002:286-288)”. (Sternfeld, Gabriela 2007: 17-19)
33 .. En tiempo que fueron gobernados por sus caciques, adoraban sus guacas, a quien tenian por dioses, que eran unos idolos hechos de piedra questaban en ciertas partes deputadas para ello, de donde decian los indios que tenian su principio y origen. Despues que los Ingas los subjetaron, adoraban el sol y la luna y los idolos
particulares de los Ingas…..
210030 Don Pedro de Carabajal. --Baltasar de Soria. --Ante mi: Xpistobal de Gamboa, escribano.” (Jiménez de la
Espada, Marco 1881-1897. Tomo 183. Pp 310-409).
86
La decisión de ir a laborar a las minas de azogue de Paras y Tunsulla, alcanzó
todos los niveles de jerarquía existentes, así como el enfrentamiento de sus
consecuencias, porque en la práctica significaba que las autoridades locales
enviaban a la muerte a sus propios parientes. Ademas, los caciques debierón
enfrentar las contradicciones internas que empezaron a generarse: La forma de
contratación era colectiva, y quien recibia la paga era el cacique en nombre de
todos, pero quienes sufrían los daños eran los trabajadores mineros.
Esta situación, debió generar una reacción social importante, que cuestiono la
autoridad de los caciques, quienes se vieron obligados a canalizar los reclamos
sociales generados por el movimiento conocido como Taki Onqoy.
D) LAS ORDENANZAS DE LAS MINAS DE HUAMANGA DE 1562 COMO RESPUESTA AL MOVIMIENTO DEL TAKI ONQOY
El impacto de las protestas del taki onqoy realizadas a consecuencia de la
explotación del mercurio en Paras, y del uso del mercurio en las minas de plata
de Tunsulla, se ve reflejado en las “Ordenanzas de las minas de Huamanga”,
despachadas por Polo de Ondegardo el 25 de Marzo de 156234, las mismas
que fueron emitidas considerando:
1. Que los indios estaban afectados en su salud por el trabajo en las minas de
Huamanga, tanto las de mercurio en Paras como las de Plata en Tunsulla.
2. Que la fundición de las minas de Huamanga era diferente a la de las otras
minas del Reino, precisamente por la presencia del mercurio, y en
consecuencia necesitan reglas específicas.
34 ..“Pareciendo necesario poner orden para que los naturales no reciban agravio, atento que la fundición de las dichas minas se hace diferentemente que en las otras que están descubiertas en estos reinos y que no se pueden regir ni gobernar por la orden que están dadas en las demás, visto y entendido y hecha visita y examinación de los agravios que los indios reciben en las dichas minas, con su parecer y de los caciques de la dicha provincia se hicieron las ordenanzas siguientes” (Lamana, Gonzalo 2012: 206).
87
3. Que se hizo una visita y examen de los agravios que los indios reciben en
las minas. Polo de Ondegardo debió ver los casos de enfermedad Taki
Onqoy o intoxicación por mercurio, así como las condiciones de trabajo de
aquella época.
4. Que las ordenanzas se hicieron con el parecer de los indios y caciques de
la provincia, por lo que tuvo que haber muchas asambleas y reuniones de
trabajo para acordar los términos de las citadas ordenanzas.
5. Que el movimiento del Taki Onqoy fue un movimiento en defensa de la vida
y salud de los trabajadores mineros, y clave en el proceso de formación de
una nueva categoría social antes no existente entre los incas: La de
trabajadores mineros asalariados.
Estas ordenanzas contienen la mejor descripción del proceso de trabajo en las
minas de Paras y Tunsulla35, asi como la enumeración de los puntos
35 ... Primeramente35, queda establecido que el trabajo en las minas debe realizarse de todas maneras, y que
corresponde a los caciques la provisión de 700 indios ordinarios, repartidos según las costumbres de los caciques e
indios para la toma de decisiones laborales. Dicho repartimiento tendría la forma de un contrato pues debía ponerse
por escrito ante un escribano, además el contrato debía entregarse a un Juez residente.
La responsabilidad de los caciques era que cada lunes por la mañana presenten en la plaza pública los 700 indios que
laborarían en las minas en esa semana (De lunes por la mañana hasta el sábado en la noche). Es probable, que en
cumplimiento de esta responsabilidad, los caciques reunían a los indios que laborarían en las minas en medio de
diferentes rituales, entre los que se incluía la participación de la danza de tijeras y el atipanakuy, donde tal vez trataban
de expresar quienes estarían en capacidad de controlar al supay (Espíritu del Mercurio y vapores mercuriales).
A cambio de dicho repartimiento se debía fijar un precio que debía ser declarado en el contrato, así como el nombre de
quien realizó la orden de servicio, quien debía asumir el pago del servicio en las minas.
Este artículo, evidencia que anteriormente, la contratación de servicios era verbal y debió ser en acuerdo con los
caciques, porque en ese entonces, no se tenía costumbre del trabajo individual. Evidencia también que se empezó a
regular esta forma de trabajo en las minas con todas las formalidades posibles: contrato, presencia de escribano,
participación del Juez, y pacto de un precio por el trabajo o servicio realizado. Era un salario colectivo? Era para pagar
los tributos? Era para ser distribuido entre los trabajadores individuales? Cuál era el trato entre cada indígena y su
cacique, o la comunidad, para ir a laborar en las minas?. Son preguntas que aun requieren respuesta.
En segundo lugar35, el ítem dos se refiere a “indios alquilados” que parece ser el equivalente al actual “indios
asalariados”. Lo que se empieza a regular es que no se debe descontar del jornal las labores que no se realizaban por
trabajo excesivo, y aparentemente imposibles de cumplir. Parece ser que el encargar trabajo excesivo, y de imposible
cumplimiento, fue un mecanismo de fraude para no pagar los jornales, y no solo un mecanismo de explotación física.
Los ítems siguientes, se refieren básicamente al excesivo trabajo que debían realizar los “indios alquilados” y los
mecanismos utilizados por los españoles para no pagarle sus jornales, abaratar sus costos de producción y generarse
mayores ganancias de manera indebida:
88
controvertidos planteados por los caciques para el trabajo minero y los
acuerdos tomados al respecto. En estas ordenanzas se expresa las dificultades
que tenían los caciques para cumplir con la provisión de mano de obra, y la
posición de los mineros españoles de no parar la producción minera.
El primer acuerdo fue que el trabajo minero debía realizarse de todas maneras.
Lo que significa que se venció toda resistencia de oposición al trabajo en las
El ítem 3, sobre el excesivo horario de trabajo.
El ítem, 4, sobre la obligación de los indios de bajar el metal de los cerros en sus propias mantas, decretándose que el
dueño de las minas debía proveer bateas y costales para dicha labor.
El ítem 5, limitó a dos arrobas de metal (22.68 kg) el peso máximo que cada trabajador podía bajar del cerro en sus
espaldas.
El ítem 6, señala que los “indios alquilados” llevaban sus propios alimentos, y a pesar de ello, los dueños de minas les
obligaban a recibir carne y maíz cuyo “sobreprecio” era deducido de su jornal.
En el ítem 7, señala que a los “indios alquilados” se les obligaba a residir y dormir en casa de españoles, con una serie
de agravios, disponiéndose que deban residir en sus propias viviendas, ubicadas donde el juez señale.
El ítem 8, describe como obligaban a los indios a producir y transportar carbón hacia las minas. De no hacerlo, lo
deducían de sus jornales. De igual manera se procedia con otros insumos necesarios para la producción minera, como
la ceniza de molle (ítem 9), sal (ítem 10), madera (ítem 11), varas o chacalla (“Varillas para cubrir el techo”) (ítem 12),
paja (ítem 13), callanas o crisoles para ensayar metales o recipientes para fundir metales a altas temperaturas (ítem
14), hierba para alimento de caballos y mulas de españoles (ítem 15), madera en trozos (ítem 16). Todos ubicados en
lugares muy distantes, con peso excesivo y plazos imposibles de cumplir.
En el ítem 1735 se presentan dos acciones relevantes: En primer lugar es el uso del metal plomo en el proceso de
fundición. El plomo también es un metal toxico, más aun en forma de vapores producto de la fundición, por lo que
también debieron haber casos de intoxicación por exposición al plomo, y no solo al mercurio, entre los indígenas que
realizaban estas labores. En segundo lugar, el sistema de suministro de dicho metal, reposaba en el trabajo de los
“indios alquilados”, a quienes no se les consideraba en su jornal el día que utilizaban para desplazarse a recoger dicho
metal, bajo la misma lógica de no pagar, o pagar lo mínimo posible, por el trabajo indígena.
El trabajo de los “indios alquilados” no era pagado en función del horario de trabajo, sino en función de las metas
planteadas diariamente por los dueños de las minas, como ahondar y cavar las minas en un palmo y tres palmos de
largo, lo que era imposible de cumplir porque el avance en la excavación dependía de la naturaleza y dureza de la
roca, con instrumentos y tecnología muy inadecuada. Al ser un trabajo imposible de cumplir, diseñado por la codicia de
los dueños de la mina, se le afectaba el jornal de dos o tres días. De esta manera, en este artículo se describe una
estrategia más de los dueños de minas para no pagar su jornal a los “indios alquilados”.
El ítem 19 revela que los caciques tenían dificultades para cumplir con la provisión de mano de obra, por lo que los
“indios alquilados” de reemplazo no llegaban a tiempo, o no llegaban. Ante esta situación, los dueños de mina no
querían parar la producción, y retenían en el “campamento minero” a los “indios alquilados” que estuviesen presentes
sin pagarles oportunamente el jornal que les correspondía. De esta manera, los indios estaban obligados a quedarse
hasta que llegue el nuevo recambio de personal, y les paguen lo trabajado.
89
minas, posición que debió quedar en minoria. Esto significa que para el año
1562, el movimiento de taki onqoy dejo de ser un movimiento de oposición al
trabajo minero para convertirse en un movimiento de mejores condiciones
laborales ante el excesivo y abusivo trabajo minero, donde el pago de salarios
justos jugo un rol clave en la negociación, asi como el establecimiento de
multas a quienes las incumpliesen.
En el ítem 2036 de estas ordenanzas, se revela la intoxicación por exposición al
mercurio que sufrían los “indios alquilados” en las minas de plata de Tunsulla,
que para Polo de Ondegardo era atribuible a la “forma y manera como se hace
la fundición en los dichos asientos de minas” pues se les obligaba a manejar el
horno de la fundición y a estar presentes al “tiempo del desazogar”, precisando
que en esta etapa, dado que el punto de fundición del azogue es inferior al de
la plata, al exponerse al horno, genera primero la liberación del azogue bajo la
forma de vapores mercuriales. Precisa que los “indios alquilados” no saben
manejar este horno, y al no entenderlo, se hace muy peligroso. Por tal motivo,
ordena que “ninguna persona ocupe los dichos indios alquilados ni a ninguno
dellos en lo susodicho so pena de cincuenta pesos de oro aplicados”.
De esta manera se confirma que en el año de 1562, los indígenas tenían razón
al identificar los vapores mercuriales como causa del Taki Onqoy, con la
interpretación cultural que ellos le daban a esta enfermedad, y que los
españoles sabían que el azogue en forma de vapores mercuriales era lo que
les dañaba la salud y mataba a los indígenas. Es decir, tanto indígenas como
españoles eran conscientes de la peligrosidad del azogue, planteandose como
medida correctiva y preventiva la no exposición de los indígenas a los vapores
mercuriales emanados por los hornos de fundición, a los que se adicionaba una
multa como sanción punitiva.
36 . (20) Ítem, por cuanto la forma y manera como se hace la fundición en los dichos asientos de minas sería peligrosa para los indios si acaso los obligasen a entender en el horno de la dicha fundición, o que estuviese presente el tiempo del desazogar (Proceso por el cual en la amalgama obtenida el azogue se separa de la plata.
Esto hace a través de un horno, ya que el punto de fundición del azogue es inferior al de la plata), porque allende que no lo saben hacer sino los maestros que los usado y (sic) es peligroso para quien no lo entiende. Se ordena y manda que ninguna persona ocupe los dichos indios alquilados ni a ninguno dellos en lo susodicho so pena de cincuenta pesos de oro aplicados según dicho es.// (Lamana, Gonzalo 2012: 206-215).
90
En este ítem, Polo de Ondegardo confirma que en Tunsulla (1562), Henrique
Garcés y Pedro Contreras ya usaban el método de amalgamación de la plata
con mercurio, mucho antes que el Virrey Toledo introdujera esta metodología
en Potosí. Llama la atención que en este ítem no se haga referencia a las
minas de mercurio de Paras, donde los niveles de intoxicación por exposición
al mercurio eran mucho mayores a los que se veían en Tunsulla pues era la
mina de donde se obtenía el azogue que luego era utilizado en Tunsulla. Polo
de Ondegardo no llegó a realizar una visita en Paras? Se ocultó lo que ocurría
en Paras? Los caciques solo reclamaron por Tunsulla? Polo de Ondegardo
solo se interesó por las minas de plata, ya que él era propietario de minas de
plata en Potosí?
Este ítem también revela que para los españoles, religiosos y autoridades, el
Taki Onqoy siempre fue una enfermedad asociada al trabajo minero, y fue un
movimiento de orden laboral que por su naturaleza no constituía una amenaza
al Virreinato y la Corona, ni podría alimentar una insurrección como la que
supuestamente se implementaba en Vilcabamba dadas las condiciones de
salud de los trabajadores mineros.
Este ítem, también revela que los caciques no se opusieron a la explotación de
las minas de mercurio (no pidieron el cierre de las minas), ni a que los
indígenas laboren en ellas. Porque razón?
Para los incas y españoles el mercurio no era sagrado, era toxico y un riesgo
inherente de su explotación. Esta visión debió facilitar el acuerdo de continuar
explotando las minas de Paras y Tunsulla. La voz discrepante, en minoría o
débil (Sojuzgados por los incas y españoles) estaría dada por los caciques que
aportaban la mano de obra y sufrían las consecuencias biológicas y sociales
del taki onqoy, quienes además debierón considerar el mercurio y el trabajo
minero como sagrado por la tranformación en waka-humana producto de la
respiración de los vapores mercuriales). Además, debe considerarse que los
caciques eran conscientes de la situación de dominación, y que el proceso de
explotación minera era un proceso irreversible e irresistible. En este ítem, se
refleja que los indígenas eran conscientes que no tenían la fuerza para impedir
91
o revertir el ir a trabajar en las minas, y la aceptación de un jornal a cambio del
trabajo minero revela que solo negociaron mejores condiciones de trabajo
minero.
En el ítem 2137 se refleja la idea, prevalente para la época, de que la
temperatura ambiental determinaba procesos de salud enfermedad. Por tal
motivo, señalan, “no conviene que se compelan para ir a las dichas minas
indios que sean yungas ni de tierra muy caliente para residir en ellas” pues al
ser de temple diferente con seguridad enfermarían. Pero también precisa que
“hay cuatro repartimientos de la condición susodicha que son los Onqoy” (Debe
referirse a los repartimientos donde residen mayor cantidad de taki onqoy, o
intoxicados por exposición al mercurio a esa fecha), que fueron de los
repartimientos de García Martínez de Castañeda, de Oripa (Uripa)
encomendados en el capitán Lezana, y los que están encomendados en Lope
de Barrientos, y los indios de Cayaca (Cayara) 38 que están en cabeza de Su
Majestad, a los que se ordena y manda que no sean compelidos a que tengan
37 . (21) Ítem, por cuanto no conviene que se compelan para ir a las dichas minas indios que sean yungas ni de tierra muy caliente para residir en ellas, porque aunque son sanas los dichos indios por ser el temple diferente reciben mucha pesadumbre, y porque en la dicha provincia y jurisdicción de Guamanga hay cuatro repartimientos de la condición suso dicha que son los Onqoy que fueron de Garci Martinez de Castañeda, y los de Oripa (Uripa) encomendados en el capitán Lezana, y los que están encomendados en Lope de Barrientos, y los indios de Cayaca (Cayara) que están en cabeza de Su Majestad. Se ordena y manda que los dichos indios no
puedan ser compelidos a que tenga jornaleros en el dicho asiento ni los metan en el repartimiento que así se hiciere;
pero por cuando están en comarca de las dichas minas y son indios de mucho maíz y será para ellos granjería
provechosa, se ordena y manda que lleven al dicho asiento en cada un año ochocientas fanegas de maíz repartidas
entre ellos como cupiere a cada uno de los dichos repartimientos, registrándolas ante el juez de las dichas minas, las
cuales les haga vender y pagar al precio que comúnmente allí valen o se les dejen vender si ello quisieren.// (Lamana,
Gonzalo 2012: 206-215).
38 .. Actualmente:
1. Cayara es un Distrito de la Provincia de Victor Fajardo en Ayacucho.
2. El Distrito de Onqoy pertenece a la provincia de Chincheros en Andahuaylas - Apurimac.
3. El Distrito de Anccohuayllo, con su capital Uripa, pertenece a la provincia de Chincheros en Apurimac.
Correspondió a territorio chanka.
4. El repartimiento de Lope de Barrientos, corresponde al actual distrito de Ocobamaba, Provincia de Chincheros, en
Apurímac. En 1564, Lope de Barrientos ya era alcalde de Huamanga, y registró la mina de mercurio de
Huancavelica a solicitud de Amador de Cabrera, luego también fue minero de azogue en Huancavelica.
92
jornaleros en los asientos mineros ni los metan en el repartimiento,
permitiéndoles ser proveedores de 800 fanegas de maíz al año a dichas minas,
si así lo deseasen.
La pregunta pendiente de resolver es si la presencia en esos repartimientos de
onqoys (se refiere a takionqoys ó enfermos con intoxicación por exposición al
mercurio) determinó como medida correctiva el que ya no se les oblige a
laborar en las minas de azogue ni de plata de tunsulla, y como medida
compensatoria la posibilidad de suministrar maíz a los asientos mineros. Este
articulo refleja el retorno a labores agrícolas, dejando de lado las mineras,
como una forma de rehabilitación laboral de los takionqoys.
El reportar casos de taki onqoy en 1562, en Chincheros y Cayara, significa que
no era suficiente la mano de obra de Paras y sus alrededores para atender la
demanda de las minas de azogue de Paras y de plata de Tunsulla, por lo que
tuvieron que expandirse a esas zonas. Pero, también significa que
probablemente fue en estos repartimientos que adquirió mayor importancia el
movimiento social conocido como taki onqoy como para que se les excluya del
trabajo minero.
El ítem 22 39 de las ordenanzas es importante porque refleja que del salario,
como forma de valorar el trabajo realizado por los indígenas, se eligió el
mecanismo de valorar el trabajo individual de cada indígena por cada día de
trabajo en vez de valorar el trabajo colectivo de todos los indígenas. Este
cambio es sustantivo para la forma de tomar decisiones laborales en las
comunidades inca y debió ser el factor que poco a poco contribuyó a
desestructurar el antiguo sistema de toma de decisiones laborales inca pues si
bien es cierto en los primeros artículos de estas ordenanzas se responsabiliza 39 . (22) Ítem, por cuanto es justo que se modere el precio y jornal que ha de llevar cada uno de los dichos indios por cada día de trabajo. Se ordena y manda por este presente, hasta que según fuere acrecentado las dichas
minas y creciendo la granjería y aprovechamiento dellas (u) otra cosa se provea, que se dé a cada indio de jornal cada
día nueve granos y medio, que fue el jornal que a todos los dichos indios comúnmente les pareció justo y razonable, el
cual como dicho es se les ha de dar y pagar el sábado de cada semana que así hubieran trabajado. Y en ello el dicho
juez ha de tener especial cuidado y diligencia, advirtiéndoles que no lo haciendo, allende de que no haciéndolo se le
pondrá por cargo en la residencia que se le tomare, pagará de su hacienda y bienes lo que no se hubiere cobrado o
hecho en ello las diligencias necesarias para el dicho efecto.// (Lamana, Gonzalo 2012: 206-215).
93
a los caciques de la provisión de los indígenas siguiendo sus mecanismos
establecidos, en este se condiciona “el precio y jornal que ha de llevar cada
uno de los dichos indios por cada día de trabajo”. Eso indica que en esta etapa
del proceso histórico se estableció un sistema mixto: Colectivo para la provisión
de los trabajadores, pero individual para el pago de sus servicios. Un sistema
diferente al de los semos establecido en época similar para las minas de oro en
Chile, lo que señala que en el Perú del Siglo XVI se ponían en práctica
diferentes soluciones para un mismo objetivo: La construcción de una categoría
social antes no existente en el Perú del Siglo XVI, la de trabajadores mineros
asalariados.
En el ítem 23, se invocó a la necesidad de la paz laboral, señalando que no es
justo la existencia de pleitos que se deriven de las cobranzas de las
disposiciones contenidas en estas ordenanzas porque daría sustento a los
indígenas para negarse a ir a trabajar a las minas por ser dañosos y de gran
perjuicio para ellos, por lo que ordena y manda que ante juez se conozcan las
causas y la verdad porque así conviene a la justicia y la población del asiento, y
a las arcas de Su Majestad, por lo que se establece la vía judicial como
mecanismo de solución de conflictos.
De acuerdo con lo declarado por Polo de Ondegardo, antes de emitir estas
ordenanzas tomo el parecer de todas las personas que entienden del caso40 :
1. Los caciques, indios y principales que entienden en la labor de las dichas
minas: Lo que significa que no solo escuchó a los caciques, también
40 Las cuales dichas ordenanzas yo el dicho licenciado Polo de Ondegardo hice y ordené por mandado de Su
Majestad y por virtud de las provisiones reales que para ello se me dieron, tomando parecer de todas las personas que entienden del caso y de los caciques e indios y principales que entienden en la labor de las dichas minas, y con consejo y parecer de algunos religiosos que en ellas han residido, viendo y examinando las visitas que en ellas han hecho, tomando por acompañado (sic) para e al capitán Francisco de Cárdenas, alcalde ordinario en esta
dicha ciudad, que próximo las había visto y visitado y hecho las averiguaciones necesarias// y convenientes para el
asiento y población dellas. El cual firmó su nombre juntamente conmigo para las enviar a Su Majestad y a su Consejo
Real de Hacienda, las cuales se acabaron en veinticinco días del mes de marzo de mil quinientos y sesenta y dos años.
(Firmas) El licenciado Polo Francisco de Cárdenas. Por mandato de sus mercedes..Joan Ramón, escribano público.
(Lamana, Gonzalo 2012: 206-215).
94
escuchó a indios y principales, debilitando la representación de los
caciques. Debe referirse a los caciques de los indios condes, aymaraes,
huancas, chocorvos y otros residentes en Paras, Totos, Chuschi,
Huancarayo, Auquilla, Tomanga, Sarhua, Cocos, Vilcanchos y Espite. Como
principales se debe referir a los dueños de las minas: Henrique Garcés,
Pedro de Contreras, y los encomenderos.
2. Consejo y parecer de algunos religiosos que en ellas han residido, viendo y
examinando las visitas que en ellas han hecho: Probablemente dominicos
por la adopción de San Juan Bautista como patrono de San Juan de Paras.
Es oportuno hacer notar que los religiosos que consultó Polo de Ondegardo
residieron y visitaron las zonas mineras por lo que debieron ver y conocer
casos de takionqoys, con los tratamientos y rituales que se implementaban
para su curación, pero a ellos no les generó la idea de extirpar la “idolatría e
yrronia” como le generó a Cristóbal de Albornoz, por el contrario, debieron
tener una línea de comunicación con Bartolomé de las Casas, quien
también era dominico, y estaba en contra del trabajo en minas.
3. El capitán Francisco de Cárdenas, alcalde ordinario de Guamanga, que
había visto y visitado las minas y hecho las averiguaciones necesarias, por
lo que debió ver personalmente los efectos de la intoxicación por exposición
al mercurio.
De acuerdo a los participantes, estas ordenanzas de minas de Guamanga
fueron las primeras ordenanzas tripartitas de la historia de la minería peruana:
Trabajadores, Empleadores y Estado, con participación de religiosos.
Probablemente, a partir de estas ordenanzas41, algunos caciques o indios,
empezaron a buscar o revelar la existencia de minas en razón de que cualquier 41 . (25) Ítem, por cuanto nuestro intento es que los indios y naturales de la dicha provincia de Guamanga sean
aprovechados en las dichas minas y en las demás que se descubrieren, y por causa de los derechos que les llevan por
los registros y amojonamientos las dejan de descubrir y poblar y dar noticia dellas. Se ordena y manda que cualquier cacique principal o indio de cualquier estado y condición que sea que venga a descubrir veta o cerro nuevo le admitad (sic) el registro y le guarden los derechos de descubridor, conforme a lo que por nuestras ordenanzas está dispuesto, sin llevarles derechos del registrar y amojonar, ni de juez ni de escribano ni de otra cualquier manera,
ni de pleito o pleitos que se les hubieren en el dicho asiento, sino que el juez les haga justicia sumariamente y sin
costas, con apercibimiento que lo contrario hiciere, allende de ponérselo por cargo en la residencia que se le tomare,
95
vecino o indio podía hacerlo, pero como no sabían el procedimiento para
registrarlas se las revelaron a los españoles con el propósito de recibir ayuda o
desarrollar alguna forma de asociación, pero no recibieron nada a cambio. Es
posible que esto haya ocurrido en el caso de las minas de azogue de
Huancavelica registradas por Amador de Cabrera y descubiertas por el indio
Nahuincopa. Esta norma que permitia que cualquier cacique o indios tuvieran
derecho a registrar las minas que descubriere explica, luego, la presencia de la
india Doña Isabel Asto como propietaria de una de las minas de azogue de
Huancavelica.
Es claro, que con estas ordenanzas se buscaba dinamizar la búsqueda de
minas y rentas para la corona española.
De manera global se puede decir que con estas ordenanzas, se muestra que
en un contexto de conquista, los indios y caciques abandonaron la prohibición
Inca de explotar el mercurio, y concedieron en participar en su explotación, a
pesar de los riesgos inherentes del trabajo minero con mercurio que se tenían a
la vista con los casos de Taki Onqoy de los que fueron testigos el Alcalde de
Huamanga, Francisco de Cárdenas, y el Licenciado Polo de Ondegardo, entre
otros. Este cambio fue fundamental en la política de exposición al mercurio, y
marcó los eventos futuros relacionados con el Taki Onqoy, y la historia del
Perú.
En este contexto, no deja de llamar la atención que se haya considerado que
los riesgos del mercurio podían ser controlados con educación a los indios de
las técnicas apropiadas de explotación del mercurio, lo que en teoría parece
correcto, pero Henrique Garcés, Amador de Cabrera y Pedro de Contreras no
conocían las técnicas ya existentes en las minas de mercurio de Almadén en
España, ni importaron esa tecnología, y el Gobierno Virreinal tampoco
promovió su importación, con serias consecuencias para la salud de los
indígenas, no solo en Paras, sino luego en Huancavelica. Además, la
como cosa prohibida será condenado en lo que así llevare en el cuatro tanto.Ordenanzas de minas de Guamanga
(Lamana, Gonzalo 2012: 206-215).
96
seguridad ocupacional de la época, y las disposiciones establecidas en la
ordenanza no impedían la intoxicación por exposición al mercurio.
Estas ordenanzas de minas emitidas por Polo de Ondegardo, fueron el mayor
logro del movimiento conocido como Taki Onqoy, y fueron la respuesta
institucional al primer pliego de reclamos presentado por trabajadores mineros
en tiempos de la colonia, y muestran que la reacción generada por la minería
de azogue en Paras fue resuelto al más alto nivel y con amplia participación
social de personas que para entonces conocían del tema minero:
1. Polo de Ondegardo fue un jurista, funcionario y pensador colonial muy
influyente en su época. Al momento de emitir estas ordenanzas era
conocedor de mineria: En 1549, recibió comisión de la Audiencia para
entender la labor de los operarios indígenas en Potosí, logrando enviar
más de 3,700 barras de plata para la Hacienda Real. En 1550, realizo
una encuesta con los curacas y trabajadores indígenas de las minas de
Potosí, en cumplimiento de una ordenanza que mandaba liberar a los
tributarios llevados a la fuerza. En 1557, se convirtió en empresario
minero al comprar al licenciado Diego Álvarez de Toledo 7 ½ varas de
mina de plata en el cerro rico de Potosí (19 de Diciembre) (Lamana,
Gonzalo 2012: 129-131).
2. Caciques e indios principales que entienden en la labor de dichas minas,
pero la entendían con sus técnicas ancestrales, y en pequeña escala,
pues nunca antes en el Perú se había explotado mercurio en la cantidad
y forma requerida por los españoles.
3. Religiosos católicos que han residido y visto dichas minas, y que en
consecuencia vieron casos de intoxicación por mercurio o Taki Onqoy.
Lo más probable es que fueran dominicos. Con seguridad, estos
religiosos promovieron la adopción de San Juan Bautista, San Bartolomé
y el Niño Jesús de Praga como santos patronos de Paras, y otros
pueblos que en esa época probablemente aportaron mano de obra para
el trabajo en las minas, siendo que a estos santos, en la Europa del
Siglo XVI, se les atribuía apoyo en la cura de la epilepsia y el Baile de
97
San Vito o Baile de San Juan, que también correspondieron a la
intoxicación por exposición al mercurio. Pierre Duviols hace notar que:
“el caso de los dominicos es el mas complejo. Durante los
primeros treinta años que siguieron a la conquista, la
evangelización de la provincia de San Juan Bautista del Perú fue
dirigida por hombres excepcionales, como fray Tomas de San
Martín, y Fray Domingo de Santo Tomas, que estaban animados
por un entusiasmo lascasiano…”(Duviols Pierre 1977:100-101).
Fray Domingo de Santo Tomas visito personalmente las minas de Guamanga
en 156242, y vio las condiciones en que se realizaba el proceso de trabajo y el
daño que producia. Asimismo, Gerónimo de Loayza Gonzáles, más conocido
como Arzobispo Loayza, Arzobispo de Lima, también fue dominico. De ahí que
sea fundada la relación de los eventos ocurridos en Paras con la posición que
adoptara Bartolomé de las Casas en contra del trabajo en las minas, y que en
1571 originó como respuesta el conocido Manifiesto de Yucay. Ademas, 42 . “, los Indios de Soras y de Lucanas iban a cumplir la “mita” en las minas de plata de Cumbilla y de oro en
Guallaripa, quienes, además, se deplazaban largas distancias para trabajar en la mina de Potosi…Al respecto, es
elocuente la carta que envía Fr. Domingo de Santo Tomas sobre la inspección de minas y el trabajo de los indios en
1562:
“Despues que vi las minas de Guamanga y entendí lo que avia en ellas escribí a vuestra Alteza lo que sentía,
y torno a decir lo que en la otra, y que, si no se da horden como los indios sean pagados por lo menos con el
precio que dice y cada semana y tengan deposito de comida bastante y aya persona tal que execute sin falta
lo que se ordenare y tenga a los españoles justicia con los indios, si estas cosas no ay, ninguna probisión
abastara para detener allí los yndios, porque es cosa dificultosa de tener hombres fozados donde ny tienen
que comer ny casas en que meterse y se les da trabaxo excesivo y muy poco provecho y gastan sus vestidos
y están fuera de sus tierras en temple desaparecible. Los yndios soras del menor Palomyno y los lucanas que
estaban encomendados en Juan Velasquez son los mas lexanos y lo que mas trabaxos reciben de yr a las
minas y de peor gana van, porque allende de lo dicho tienen en sus tierras y junto con ellas las minas de
Chumbilla que son de plata y las de guallaripa que son de oro y en estas trabaxan y ganan sus tributos, y
parece que teniéndolas en sus tierras y lab´randolas que se podrían excusar de yr a las axenas (Lisson
Chavez, 1944: 205).
Al parecer, en el sur de Guamanga se explotaron muchas minas más en estas primeras décadas de la conquista. Se
sabe que los españoles al inicio de la conquista se establecieron en Izcuchaca (Taccaya) y Caraybamba en Lucanas,
con el fin de explotar las minas de oro y plata. Lamentablemente no se puede precisar la fecha exacta, pero se sabe
que por la riqueza del oro, la plata y el cobre, los españoles se afincaron para explotarlos, convirtiendose Ranramarca
en “el lugar preferido, al ir y venir de gran cantidad de “arrieros”, animales cargados con barras de oro y plata cruzaban
en 8 a 10 dias a Ica por Córdova y nanasca, desde donde regresaban con mercaderias y ropas” (E. Espinoza 1995:30).
Tambien al sur de Huamanga, había minas en Parinacochas y en la vecina provincia de Ayamaraes; se dice que fueron
trabajadas en peores condiciones que en Potosi (Varon, 1990) (Cavero Ranulfo 2001: 107 – 108).
98
Duvoils precisa que “Juan Melendez, confirma que la destrucción de los ídolos
no fue la principal actividad de los dominicos” (Duviols Pierre 1977: 102).
De esta manera, se explica que al interior de la Iglesia Católica, hubo dos
posiciones con respecto a la religiosidad de los trabajadores mineros:
a) La posición de los dominicos, que no tenían como principal actividad la
destrucción de ídolos, y,
b) La posición de Cristóbal de Albornoz, quien tuvo como principal actividad
la destrucción de ídolos.
Existen testimonios que hacen pensar que la dependencia agraria de los
indígenas hacia los españoles se acentuó con el inicio de los trabajos mineros
porque aunque inicialmente se desplazaban a las minas en los periodos no
agrícolas, a medida que iban muriendo o enfermando, ya no había quien
trabaje la tierra, entonces no había alimento suficiente para los indígenas. Por
otro lado, pudo haber fenómenos climáticos o plagas que hacían perder las
cosechas, lo que generaba la necesidad de trabajar en las minas para
proveerse de algo de alimento, además de la necesidad de trabajar en las
minas para pagar el tributo.
E) LAS MINAS DE AZOGUE DE ANGOJANQO
Para el año 1566, además de Huancavelica y Paras, había otras minas de
mercurio que también eran explotadas, como la de Angojanco43, factor que
contribuiría a explicar la extensión del Taki Onqoy, mas allá de Huancavelica.
43 . “Mas información sobre el “notable daño que recibían los indígenas” en las minas se puede encontrar en la carta
de Fr. Domingo de Santo Tomas a D. Alonso Manuel de Anaya de Guamanga de fecha 23 de Marzo de 1562. En otra
Carta del 5 de Abril de 1562, el mismo sacerdote recomienda que la mejor forma para que los indios vayan a trabajar
de buena voluntad era asegurarles un abundante depósito de maíz, que el trabajo sea moderado y “aya persona
cristiana allí que mire por los yndios”, porque “hasta agora a auido allí tan grande deshorden”. Tambien ver la carta de
Fr. Baltazar Vargas a S.M. (1566), sobre el trabajo en la mina de azogue de Angojanco, a muchas leguas de Xauxa en el camino real hacia Guamanga. Todas éstas y otras misivas se encuentran en Lisson Chavez
(1944).(Cavero Ranulfo 2001: 109).
99
El taki onqoy se iba extendiendo porque la producción y uso del azogue en las
minas también se iba extendiendo.
3.3.2 PERIODO DE 1563 – 1572: LAS MINAS DE MERCURIO DE HUANCAVELICA
Según Stern:
“En 1563, “los kurakas de siete encomiendas diferentes de Huamanga
se negarón a enviar indios a la plaza de la ciudad para prestar sus
servicios de prestación personal. Las minas siguieron padeciendo la
irregularidad en la oferta de mano de obra” (Stern, 1986: 91)
Especificamente, los indios de Soras y Lucanas rechazaron la petición
de ir a trabajar a las minas. (Cavero, Ranulfo 2001: 111).
Esta negativa estaría asociada al descubrimiento de la mina de Azogue de
Huancavelica, que no solo eran un lugar sagrado, sino toxico y mortal.
A) AMADOR DE CABRERA Y LAS MINAS DE MERCURIO DE HUANCAVELICA
Si se tiene en cuenta, que las minas de Paras se descubrieron en 1560, las de
Tunsulla se descubrieron en 1562, y las minas de azogue de Huancavelica a
fines de 1563, es claro que el “descubrimiento” de esta última no fue producto
de una casualidad, como narran algunas crónicas, sino el resultado de una
búsqueda sistemática realizada por Amador de Cabrera, alentado por los
resultados de la aplicación de la técnica de amalgamación de azogue en frio
(Hausberger Bernd 1993: 37) para obtener plata de azogue, lo que vislumbraba
grandes negocios en minería. Es posible, que Amador de Cabrera haya
identificado un eje de huacas Paras – Castrovirreyna - Huancavelica como
procedimiento para descubrir la mina de azogue de Huancavelica, y que en
100
esta búsqueda, pudo recibir el apoyo de algunos indígenas conocedores del
proceso de detección y fundición de minerales como la plata y el mercurio.
Amador de Cabrera nació en Cuenca en 1530, y llego al Perú en 1555, a los 25
años de edad, como criado del virrey Márquez de Cañete. Fue encomendero
de Angaraes (Astos – Chacas) en la Provincia de Lucanas. La cercanía a los
Asto marcó no solo la explotación del mercurio en Huancavelica, sino también
la gran presencia de los Asto en el Taki Onqoy, tal como se describe en
“Anexos de la Información (1584) Relación de la Visita de Extirpación de
Idolatrías” de “El Retorno de las Huacas: Estudios y documentos sobre el Taki
Onqoy” presentado por Luis Millones, donde figura una relación con gran
cantidad de personas con apellido Asto considerados takionqoys.
Sobre la forma en que Amador de Cabrera descubrió la mina, hay muchas
versiones. En el contexto descrito es plausible la de Juan de Sotomayor,
distanciado de Amador de Cabrera por múltiples rencillas. Su declaración
aparece en la “Relación de la Villa Rica de Oropesa” (En Relaciones
Geográficas de Indias, Tomo II, pa.1), fechada en 1586. Sotomayor sostiene:
“que fue el curaca principal de los indios Angaraes, Don Juan Tumsuvilca, el
que comunicó la existencia de las vetas de Huancavelica a su compadre
(sic) Cabrera, el cual se apresuro a denunciar el hallazgo como suyo, con
exclusión de terceros”. (Lohmann, Guillermo 1999: 23).
Es probable, que Amador de Cabrera haya dado muchas versiones de cómo
fue que descubrió la mina de mercurio en Huancavelica, las que fueron
recogidas por diferentes cronistas. Lo común en todas las versiones es que los
indígenas conocían la ubicación de la mina de azogue de Huancavelica, y
dieron a conocer su ubicación a Amador de Cabrera, a pesar de conocer las
condiciones y consecuencias del trabajo minero que ya se vivían y conocían
en las minas de Paras y Tunsulla. Esto expresaría que había sectores de
indígenas que estaban de acuerdo con revelar la ubicación de las minas a los
españoles, y recibir a cambio premios, exoneraciones de tasas y tributos, y
dispensa a trabajar en dichas minas. Esta política era contraria a la disposición
Inca de no explotar las minas de azogue por ser causa de daño para la salud
101
del pueblo, y muestra la ausencia de unidad entre los caciques con respecto al
trabajo en las minas, lo que también se reflejaría en las características del
movimiento del Taki Onqoy: Un movimiento local, dividido, circunscrito a
mejores condiciones de trabajo en las minas de Huamanga del Siglo XVI.
Desde el inicio de la explotación del Mercurio en Huancavelica, al igual que en
Paras, empezaron a producirse los casos de intoxicación, pues es un riesgo
inherente a la naturaleza del mercurio.
Para 1569, año de la llegada de Cristóbal de Albornoz a Humanga, ya había 9
años de epidemia de la enfermedad del Taki Onqoy, estaba muy extendida y
con toda probabilidad era el principal motivo de resistencia indígena para
trabajar en las minas.
El 02 de Marzo de 1570, Cristóbal de Albornoz presentó como testigos a Juan
Palomino, Amador de Cabrera, Antonio de Oré, Diego de Romaní y Pedro de
Contreras. Todos mineros de mercurio. En su declaración44,45, Amador de
Cabrera, señalo que conoció a Albornoz desde el año 1567, aproximadamente,
esto es, desde la llegada de Albornoz al Perú (Millones, Luis 1990: 78-80).
La idea clave sobre la que construye su testimonio Amador de Cabrera es: El
Taqui Onqoy se produce en otros repartimientos alejados del mío, no en el mío,
y el descubridor de esta seta y apostasía fue Cristóbal de Albornoz. Lo que no
era cierto, porque el taki onqoy siempre existió, y los mineros españoles lo
sabían. Solo le presentaron el taki onqoy a Albornoz para que proceda a
44 . “Dixo que conoce al dicho Cristóbal de Albornoz, clérigo, de tres años a esta parte, poco más o menos”,
45 . “Que el dicho Cristóbal de Albornoz…descubrió en los términos desta ciudad la seta y apostasía que estaba muy arraigada entre los naturales y que ellos o la mayor parte dellos guardaban del Taqui Ongo, que por otro nombre se llama Aira, especialmente en los repartimientos de los Chocoruros (sic), Soras e Lucanas, e otros de aquella comarca, los quales es público que los ydolatras de la dicha seta predicaban e dezian a los naturales que no creyesen en Dios, ni adorasen las ymagenes ni las cruzes, ni entrasen en las yglesias, según
este testigo a oydo decir, e que en sus ritos y ceremonias dezian otras muchas cosas contra el servicio de Dios Nuestro
Señor, e a oydo de que en la dicha visita, el dicho Cristobal de Albornoz descubrió muchas guacas que ellos tenían por sus dioses, y otros muchos pecados e vicios e carnalidades e que en todo el dicho Cristobal de Albornoz lo avia hecho con gran calor, e que este testigo sabe que el dicho Cristóbal de Albornoz dio horden para
que se hiziese en la iglesia mayor desta ciudad una capilla para donde se dixese missa a los naturales y es una obra
muy principal;…”
102
destruir los ídolos y huacas, aspectos que sabían era necesario para que el
cerro Wanka Willca deje de ser sagrado y pueda explotarse con mas facilidad.
Analizando el conjunto de testimonios presentados por los testigos de Cristóbal
de Albornoz, se tiene:
a) Amador de Cabrera era comendador de Angaraes (Astos-Chacas) en la
Provincia de Lucanas, y su testimonio se centra en señalar que los casos de
Taqui Ongo ocurren especialmente en otras encomiendas de la provincia de
Lucanas: En la de los Soras de Hernando Palomino, En Lucanas
Andamarca de Juan Velasquez Vela Nuñez, en la de Hatun – Lucanas
Laramati de Pedro de Avendaño y en la de Chocorvos – Guachos de
Baltazar de Hontiveros, y Chocorvos Huaytara de Francisco de Cardenas.
b) Pedro de Contreras en su testimonio señala que vio que en el dicho
repartimiento (se refiere al de Juan de Mañueco) y en el de Amador de
Cabrera, decir misas a Cristóbal de Albornoz y amonestarles con gran
cuidado y suplicaba a Nuestro Señor por la conversión de los dichos
naturales. (Millones, Luis 1990: 90)
c) En el mismo sentido, Francisco Gutiérrez, señala: “e que dicho testigo vido
al dicho Cristobal de Albornoz fuera desta ciudad en el repartimiento de
Amador de Cabrera visitando aquella comarca, y luego que enpeco a hacer
la dicha visita ansi del dicho repartimiento y comarca y de otros
repartimientos que visito el dicho Cristobal de Albornoz”. (Millones, Luis
1990: 135). Este testimonio es importante porque revelaria que en la zona
de Huancavelica, Cristobal de Albornoz visitó el repartimiento de Amador de
Cabrera en primer lugar, y luego continuó visitando otros repartimientos.
Es claro que Amador de Cabrera no quería ser relacionado con los casos de
Taki Onqoy, pues siendo propietario de una de las minas de mercurio en
Huancavelica, y habiendo participado de la explotación de las minas de Paras y
Tunsulla, conocía perfectamente las consecuencias para la salud de la
exposición al mercurio y los medios que utilizaban los antiguos peruanos para
tratar de curarse de dicha enfermedad. Por tal motivo, los testigos Pedro de
Contreras y Francisco Gutiérrez, señalan que en el Ámbito de Encomienda de
Amador de Cabrera también estaba presente el Taki Onqoy.
103
Se percibe también que Amador de Cabrera trataba de presentar al Taki Onqoy
como una secta e idolatría, como una realidad que trataba de enfrentarse a
Dios, por tal motivo, debió ser elegido como testigo por Cristóbal de Albornoz.
Lo más probable, es que al llegar Cristóbal de Albornoz a cobrar las deudas
pendientes de los mineros españoles por los trabajos religiosos, Amador de
Cabrera y los otros mineros españoles le haya hecho notar la existencia del taki
onqoy como idolatría, y la necesidad de controlarla, acto que inmediatamente
inició Cristóbal de Albornoz.
Albornoz era el indicado para realizar esta labor no solo porque era sacerdote,
sino también porque iba a estar transitoriamente en la zona minera de
Huancavelica. De otra manera, los propios mineros españoles habrían
procedido a realizar la quema de ídolos, lo que les significa un riesgo muy alto
para ellos, quienes tenían previsto quedarse permanentemente en razón del
negocio del mercurio.
Amador de Cabrera falleció alrededor de 1590. Fr. Reginaldo de Lizárraga
señala:
“Descubrieron estas minas unos indios de la encomienda de Amador de
Cabrera, vecino de Guamanga, en cuyo distrito se hallaron, de donde sacó
y se vio prosperísimo en riqueza; no murió con tanta, y su mujer y hijos agora padecen necesidad.”(De Lizarraga, Reginaldo 1916: Capitulo
LXXVI).
La forma en que Amador de Cabrera vivio, se enriquecio, y luego murió
dejando a su familia en la pobreza, debió tener impacto en la cultura peruana,
construyendo la idea de compactado, por el rápido enriquecimiento, y de
condenado, como expresión de condena a la usura.
Sobre la idea del compactado, el aporte de Takahiro Kato es clave cuando
señala: “La creencia en el compactado contiene tres mensajes explícitos: 1. El
diablo es temible y tenaz; 2 Hay que alejarse del diablo, de no hacerlo se
convertirá en una de sus víctimas; 3. Ante su presencia se debe recurrir a Dios
desde el principio. Estas ideas, nos remiten a la minería de mercurio del Siglo
104
XVI en Huancavelica, y las imágenes de diablo presentantadas por Guaman
Poma. Según Kato, un condenado se caracteriza por:
1. Referirse a un avaro (encomendero y minero) que quiere más dinero, a
pesar de ser rico y vivir en la opulencia. Y si no tiene dinero al principio, al
final logra cierta opulencia.
2. Para la mayoría de personas es difícil, sino imposible, conseguir riqueza,
aunque la deseen. En cambio, el demonio no tiene ninguna dificultad en
obtenerla, lo que da lugar a que las personas que desean fortuna le pidan
ayuda al diablo para obtener riqueza, sin tener que hacer mayor esfuerzo.
3. El diablo y el compactado forman una relación de intercambio: El diablo
entrega bienes (dinero, oro, plata, etc.) a cambio de lo cual exige en primer
lugar su sangre y su cadáver. La gente solo puede gozar de la riqueza
mientras vive (es fortuna de una sola generación), y los bienes no se
pueden ceder a nadie. El contrato termina y entrega lo prometido al diablo,
para lo cual el diablo le da un plazo a la persona para que se muera, por lo
que de nada le sirve la abundante riqueza.
4. El compactado recibe del diablo carbón, o piedras, que luego se convierte
en oro y plata. Esta es una manera de resumir el proceso económico del
dueño de una mina, que extrae piedras (fase minera), y luego las
transforma en oro y plata (fase metalúrgica).La persona se hace rica o logra
cierta opulencia, porque la minería es una actividad económica rentable.
5. Luego de morir, el compactado solo es recordado como una persona
malvada, y sin salvación en el otro mundo, sanción que es muy grave.
Entonces, teniendo en cuenta las consideraciones presentadas por Kato, es
posible que la idea del compactado haya tenido como protagonistas
primigenios a uno o varios dueños de mina.
Para el estudio de la idea de condenado es fundamental el aporte de Nicole
Fourtané quien ha precisado que existe una jerarquía entre los condenados, En
razón de ello, y a partir de la descripción que hace de los condenados, hemos
identificado dos tipos de condenados asociados al trabajo en las minas de
105
mercurio: a. El condenado que es trabajador minero y “muerto – vivo” en razón
de la intoxicación por exposición al mercurio, y; b.- El condenado que es el
dueño de la mina. Lo que explica porque los condenados son en su mayoría
hombres, pues el trabajo minero en Huancavelica, tanto de trabajadores como
de dueños de mina, fue mayoritariamente masculino. La asociación de los
condenados con las minas se puede hacer teniendo en cuenta los siguientes
elementos:
1. El ser maligno elige por zona de residencia los parajes de donde la vida se
ha retirado y donde la naturaleza se queda en estado primitivo. Estas
descripciones hacen referencia a lo alejado que quedan las minas de los
centros poblados indígenas (Fase de prospección, exploración e inicio de
explotación minera).
2. Conciben el pueblo de los condenados como un pueblo dentro del cerro. El
cerro aparece como el lugar donde se concentran las potencias maléficas y,
en este sentido, es muy peligroso. Con estas referencias, entre otras, están
describiendo el interior de las minas (Fase minera).
3. El condenado es introducido en el universo que le corresponde por el poder
del fuego, que parece estar asociado al fuego de la fundición del mercurio
(Fase metalúrgica).
4. Precisamos que estas asociaciones se dan en los cuentos de Julcani, que
es un centro minero en Huancavelica, donde se dice que los condenados
viven dentro del cerro y, encadenados por los pies, construyen una escalera
cuyo término no ven nunca. Esto puede estar relacionado con los
trabajadores mineros que vivieron dentro del cerro, y por lo indicado, lo
hacían encadenados sin posibilidad de libertad, situación que se vivió en
esa zona durante la mita minera toledana.
5. Otros elementos que asocian la idea del condenado con el trabajo minero
es que en varios relatos el condenado se presenta bajo la apariencia de un
ser humano normal, y en las versiones del Valle del Mantaro se recoge el
caso de una pareja que abandona la mina, y el de un minero que perece en
106
el derrumbe de una parte de la mina donde trabaja y muere de manera
trágica, accidentes que fueron frecuentes en las minas.
6. En la expresión de la idea de los condenados, hay una serie de elementos
clínicos que describen la intoxicación por exposición al mercurio, como por
ejemplo: la disartria, la ataxia, la caquexia mercurial, la muerte, síndrome
oftalmológico por intoxicación por mercurio.
7. Estos signos clínicos están asociados a la vestimenta con harapos: Las
prendas del condenado se han deteriorado, probablemente con el trabajo
en las minas. El condenado esta vestido de harapos o calzado de zapatos
gastados. Pide que su familia le mande ropa nueva o le compre zapatos
porque los suyos ya están gastados.
8. Todos estos elementos, hacen pensar que los trabajadores mineros de las
minas de mercurio, que en un primer momento fueron considerados seres
sagrados, luego fueron considerados condenados o “muertos-vivos”.
Pero, los dueños de minas también eran condenados. A continuación
presentamos algunos elementos que caracterizan este tipo de condenado:
1. El condenado es siempre maléfico y solo fomenta la muerte. Después de
su intervención solo quedan escombros, animales muertos, huellas de
sangre, huesos, cabellos, ropa hecha jirones o un cuerpo sin cabeza. La
gente insiste en su canibalismo. No solo arroja piedras, sino que se las
come, todo lo cual va asociado a labores de minería y la visión de la fase
post minería que tienen los campesinos.
2. Mata a la gente y la consume: “El condenado se come a todos los
hombres del pueblo, de los pies a la cabeza”. Estas ideas van asociados
a los estragos que produce la intoxicación por exposición al mercurio y a
la cantidad de mano de obra que requería el trabajo minero.
3. En su rabia contra los hombres, manda al zorro para que diezme los
rebaños de ovejas de los pastores, golpea, extermina, devora o se
apodera de sus animales, quitándoles de este modo su medio de
subsistencia. Incluso incendia sus modestas chozas, dejándolos
107
completamente desposeídos. Que parece haber sido una estrategia
seguida por los encomenderos para forzar a los campesinos a realizar
trabajo minero y migrar permanentemente para residir alrededor de las
minas.
4. El condenado intenta terminar con su castigo y salvarse. El aparecido
rapta a la gente y la devora porque así tiene la esperanza de redimirse.
La persona que haya comido lo sustituirá en su lugar de tormento. Lo
que introduce un círculo vicioso, ya que un vivo debe siempre
reemplazar a un muerto, y en esta lógica del miedo, nadie está a salvo
de los ataques del condenado que quiere liberarse. Tal perspectiva es
horrorosa: el padre se convierte en verdugo de sus propios hijos y el
marido en el de su mujer, borrando, al comerlos, todos los puntos de
referencia de la vida social organizada.
5. No solo siembra la muerte a su alrededor por su comportamiento, sino
que, sobre todo, destruye todas las normas que hacen posible la
existencia común, y amenaza los fundamentos de la sociedad entera.
Así el condenado traduce en primer lugar la desestructuración profunda
del mundo andino que se produjo a principios de la Conquista, y que se
enfatizó con la implantación de la minería industrial.
6. Como señala Nicole Fourtané: No nos sorprendamos si todos los
hacendados y todos los que acumularon riquezas, los usureros, los
prestamistas, algunos curas cuyo apego al dinero pervirtió la misión, se
condenan después de morir, puesto que, mientras vivían, ya
manifestaron su propensión a devorar los bienes ajenos, como si fueran
ogros. La riqueza aparece ahí como el origen de todos los males. Con la
presencia del condenado, la vida se encuentra desafiada en su
dimensión individual y colectiva.
Es posible que la asociación entre las ideas de compactado y condenado sea
la siguiente: Mientras esta en vida es un compactado, pero ya muerto es un
condenado. Ambas ideas muestran que la cultura andina, en esa época,
condenaba la usura y todas las formas de economía relacionadas con ella.
108
B) CRISTOBAL DE ALBORNOZ Y LAS MINAS DE HUANCAVELICA
El 28 de Febrero de 1570, Cristóbal de Albornoz declaró lo siguiente:
“, y últimamente en la dicha ciudad del Cuzco donde avía descubierto la seta e apostasía y predicación que llaman Taqui Ongoy por otro nombre Aira, de que avían usado y usavan
los naturales de diez años a esta parte y las guacas que avían
tenido y mochado e adorado de que avía redundado grande
exemplo y dotrina,” (Millones, Luis 1990: 59-69).
En otro momento, Cristóbal de Albornoz refiere que el descubrimiento del Taki
Onqoy lo hizo “últimamente “, es decir en fecha cercana al 28 de Febrero de
1570, declaración que guarda correspondencia con el acuerdo del 27 de
setiembre del cabildo de la ciudad de Huamanga. Esto significa que Albornoz
tomó conocimiento del Taki Onqoy entre el 27 de setiembre de 1569 y el 28 de
Febrero de 1570, por qué así lo dispuso el Cabildo de Huamanga, cuyos
regidores eran en su mayoría mineros de mercurio, para quienes el taki onqoy
era una limitante para obtener mano de obra para el trabajo minero.
Recordemos, que Cristóbal de Albornoz fue comisionado para cobrar cobrar
diezmos a los encomenderos, lo que finalmente no hizo, por atacar las
creencias de los taki onqoys. Los diezmos que debían pagar los mineros se
sustentaban en la Ley X 46de 1528, que disponía que a los indios y esclavos
de las minas se ponga doctrina, y los interesados en ellas paguen el estipendio.
Ante este reclamo, los mineros de mercurio, agrupados en el Cabildo de
46.“Ley X: Que a los Indios y esclavos de las minas se ponga doctrina: A los Indios, y esclavos, que trabajan en las
minas, se les pongan clérigos, o religiosos, que administren los Santos Sacramentos, y enseñen la Doctrina Cristiana, y
los interesados en ellas paguen el estipendio: y el Prelado Diocesano, guardando el Patronazgo en la proposición, y
institución, haga, que los Domingos y Fiestas oigan Misa, y acudan a la Doctrina”.
109
Huamanga47, aparentemente pudieron justificar el no pago de dichos diezmos,
en razón de la idolatría existente en la zona conocida como Taki Onqoy,
presentándola como una muestra del deficiente trabajo de doctrina, y como el
principal problema a enfrentar. Lo que generó la reacción de Cristobal de
Albornoz de iniciar la extirpación de la idolatría, mucho antes de que esta se
inicie oficialmente en el Perú, dejando de lado su tarea del cobro de diezmos48
Es probable que en base a su observación diaria de la vida de los indígenas en
relación con las rocas, los mineros españoles supiesen de antemano que la
destrucción y quema de ídolos los dejaría en la indefensión a los indígenas, sin
alternativa ni esperanza, y en total disposición para trabajar en las minas.
Cómo adquirieron este conocimiento los mineros españoles? Con la
observación de la vida diaria de los indigenas y su relación con las rocas
sagradas y las minas, de la que ellos eran observadores privilegiados.
La condición de minero, le dio a Amador de Cabrera y a los miembros del
cabildo de Huamanga que también eran mineros, la oportunidad única y
privilegiada de ver el proceso cultural completo de lo que ocurría con las
huacas y la quema de las mismas: Desde su descubrimiento, fundición y post-
fundición. Con la observación diaria y de muchos años comprendieron porque
eran consideradas dichas huacas por los indios como “su principio y origen”,
así como el impacto que generaba en ellos la quema o fundición de dichas
huacas o minas. Este conocimiento antropológico, sirvió de base para
comunicarle a Cristóbal de Albornoz la existencia de idolatrías en Guamanga, 47.…Albornoz no actuaba independientemente, sino obtenia la colaboración y ayuda de Cabildo de Huamanga. En
Huamanga entonces muchos regidores del Cabildo eran encomenderos y industriales mineros. Y había muchos casos
de la repetición entre ambos. Es decir el gran número de los regidores investian a las minas, y servían tambien como
de industriales mineros. Cabildo de Huamanga representaba los beneficios de ellos. Segunda mitad de la década de
1560, en Huamanga especialmente el desarrollo de las minas de mercurio de Huancavelica ya había empezado,
incluido unas minas pequeñas de oro y plata. Pero los industriales mineros cayeron en la situación grave que faltaba
rápidamente la fuerza de trabajo indígena…”(Manabe Shuzo 2015: 102 – 103).
48..“Con esta seriedad, de ninguna manera les hizo pagar los diezmos a los encomenderos. Más de tal cosa, la
represión de Taki Onqoy: el impulso de extirpación de idolatría era un problema de primerísima urgencia. Y el objeto
propio se abandonó. Como su prueba, por el testimonio del canónigo Esteban Villalón, en momento de noviembre de
1570 todavia no se llegaron a la conformidad que hacía pagar los diezmos a los encomenderos de Huamanga. Se sabe
que substituyó la recaudación de los diezmos a secundario problema.” (Manabe Shuzo 2015: 102).
110
con el objetivo de eliminar el componente sagrado de las minas y facilitar su
explotación con mano de obra indígena. Recordemos que Amador de Cabrera,
Pedro de Contreras, los mineros del cabildo u otro de los mineros de los
repartimientos visitados por Albornoz, acompañaron a Albornoz en su recorrido,
lo que hace posible que durante su recorrido le hayan revelado que la quema o
fundición de los ídolos era la manera más efectiva de luchar contra la idolatría
porque destruía las creencias de los takionqoys, medida que Albornoz adoptó
como parte de su estrategia de lucha contra la idolatría al quemar (“fundir”) las
rocas o ídolos que eran el principio y fin de los indígenas.
En el tiempo de los Incas, la amenaza de quemar una guaca49 era una acción
destructiva de gran envergadura, reservada al Inca, y que tenía relación con el
principio y origen de los humanos. Por lo que este antecedente debe ser
considerado al analizar el impacto de la quema o fundición de ídolos durante la
extirpación de idolatrías promovida por Cristóbal de Albornoz, pues la
destrucción y quema (fundición) de los ídolos fue determinante para controlar el
Taki Onqoy como movimiento. La idea que subyace a la quema de los
wawakuna, parece ser
“La destrucción del cuerpo (por ejemplo por incineración) significaba un
“muerte verdadera” y el cadáver o aya no se convertia en sagrado o
mallqui” (Cavero Arnulfo 2011: 187).
De acuerdo con estas representaciones, el fuego destruye la humanidad, y es
precisamente el fuego lo que utilizó Cristóbal de Albornoz para quemar los
ídolos y huacas, y fue el fuego de las fundiciones de la minería de mercurio
implementada por los españoles, lo que cuestionó la vigencia de las huacas y
49.. Carmen Salazar-Soler señala que la idea de huaca contiene tres elementos:
1. Elemento religioso: Contiene una divinidad que era adorada. (Supay)
2. Elemento científico: Algo notable, diferente de lo demás, particular (Metales como Mercurio y otros tesoros
que eran adorados).
3. Elemento técnico: Un especialista y una metodología para detectar y descubrir las huacas. (Chamanes,
hechiceros, sacerdotes).
111
dioses que sustentaban la religiosidad Angara y Chanka, lo que puede explicar
la aparición de lo que se denomina un “culto de crisis”.
La minería implementada por los españoles, al incorporar técnicas de fundición
para quemar las rocas, debió cuestionar y replantear el valor sagrado de las
rocas en la cultura chanka al proceder a fundir las rocas que contenían
mercurio, y anunciaban un Pachacuti 50. Por ello, es posible considerar que la
minería del mercurio cuestionó la religiosidad Angara y Chanka sobre la
divinidad de este metal o tipo de roca, y generó el proceso por el cual:
“De esta manera, el inframundo americano, ya lugar de nacimiento de
los dioses y después antro de los demonios cristianos, se transforma
paulatinamente en estratos geológicos de roca y metales (cf. Cuccorese
y Sanz Tapia, 1989)” (Amodio, Emanuelle 2011:54).
Con la minería de mercurio impulsada por los españoles, se empezó a
reestructurar la representación indígena del inframundo:
“De lugar de espiritus tutelares (las huacas por ejemplo) a lugar del
demonio; de lugar de entierro de los muertos, para algunas culturas, en
lugar de sufrimiento para las almas condenada al infierno” (Amodio,
Emanuelle 2011: 47).
Con la quema de wakas, Cristóbal de Albornoz logró cuestionar entre los
indígenas la naturaleza sagrada de las huacas y el Cerro Wanka Willka, que
eran una barrera cultural para poder explotar las minas de mercurio. Esta
acción de Albornoz era complementada con la labor educativa de los
sacerdotes, quienes según el Manuscrito de Huarochiri, enseñaban a los indios
que las piedras no eran sagradas porque eran solo rocas.
Además, los miembros del cabildo, buscaban que los indígenas vayan a laborar
a las minas. Cuando Albornoz precisa que el Taki Onqoy lo habían usado los
naturales de 10 años a esta parte, entre 1560 y 1570, expresa que el inicio del 50 . “Es particularmente relevante que la destrucción de huacas y adoratorios que realizaban los clérigos era
considerada por los indígenas de Guancavelica el anuncio del Cutipacha o Pachacuti (Polia, 1996:233), el pronóstico
del fin y de la tranformación del mundo” (Cavero Ranulfo 2001: 158).
112
taki onqoy coincide con el inicio de la explotación de las minas de azogue en
Paras en 1560, a la que se sumó luego la explotación de las minas de azogue
de Huancavelica. Por tal motivo, la “predicación” de los Taki Onqoys era
efectiva, porque los casos de intoxicados por mercurio eran muy numerosos y
se podían ver en sus casas o calles, como relatan algunos testigos, pues los
takionqoys, por sus manifestaciones clínicas no podían pasar desapercibidos,
como tampoco por la naturaleza sagrada que se les atribuía, al ser
considerados “poseídos por la huaca” o la huaca en sí misma.
En su declaración de 1570, Cristóbal de Albornoz también asoció Taqui Onqoy
con minería51, al señalar que a esa fecha, los antiguos peruanos pedían que
se acabe “su mita”, lo que significa que esta forma laboral estaba
implementada de alguna forma antes de la llegada del Virrey Toledo, por lo
que puede llamársele “mita pre toledana” para referirnos no a la mita incaica,
sino a la mita implementada por los españoles antes de la llegada del Virrey
Toledo sobre la base de la mita incaica.
Este rechazo de la mita, debio ser minoritario y débil, porque Cristobal de
Albornoz declaro52 que ante la quema de las wakas la actitud de los indígenas
fue prometer su enmienda, lo que expresa que para 1570 ya se habían dado
por vencidos,es decir, ya se había controlado la reacción social conocida como
Taki Onqoy. Además, no hay registro de un inmenso movimiento social en
términos de revuelta o alzamiento en armas. Las condiciones físicas de los
takionqoys lo hacían imposible, razón por la cual Cristobal de Albornoz imponía
“penitencia saludable”.
51 . “…y que ya estas guacas avían vencido al Dios de los cristianos y que ya era acabada su mita y otras muchas
cosas de anpliadades (sic) carnales e otros vicios abominables…” (Millones, Luis 1990: 59-69).
52 . “… el dicho Cristóbal de Albornoz andando en la dicha visita, lo descubrió y supo y fue el primero que los descubrió
e averiguo y saco de raíz la horden y forma que en ello tenía; algunos principales e inventores de ellos enbió presos a
la ciudad del Cuzco al Dean y Cabildo della sede bacante, como le fue mandado, y a los demás castigo, predico y
doctrino dándoles a entender su herror y miseria, y para ello llebó consigo al padre Gerónimo Martin, clérigo presvitero,
a su costa, que es una de las mejores y principales lenguas de este reyno y en quien concurre toda bondad y
cristinadad y calidad, con el qual les dio a entender su perdición y yerro en que estaban, y ellos vinieron con
conocimiento dello e prometieron de se enmendad, a los quales ynpuso y dio penitencia saludable conforme a sus
delitos;(Millones, Luis 1990: 59-69).
113
En 1571, Toledo dispone la fundación oficial de Huancavelica con el estatuto
de Villa Rica de Oropesa, sobre la que Carlos Contreras señala: La ciudad
minera es un producto colonial por excelencia, sin antecedente prehispánico53.
Albornoz participó de la Fundación de Huancavelica, como consta en el Acta de
Fundación de dicha ciudad del 04 de Agosto de 1571, la que se encuentra
transcrita en esta dirección electrónica:
http://huancavelicaperu.com/index.php?cont=111&cod=13.
En su declaración de 158454 , Albornoz reconoció la importancia de la
fundación de la ciudad de Huancavelica para la minería del mercurio, y para la
Corona Española, resaltando que por ello no recibió ningún reconocimiento.
Tambien jugó un papel clave en reparto de indios para el trabajo en las minas
de mercurio, como lo declaro Garcia Perez de Vargas Machuca en 158455,
mostrando la estrecha relación que existió entre el Virrey Toledo, Cristobal de
Albornoz, las minas de azogue de Huancavelica y el Taki Onqoy.
Las autoridades virreinales conocían claramente el efecto de la acción de
Cristóbal de Albornoz para facilitar el trabajo minero de los indígenas en
Huancavelica, y querían repetir esa experiencia en Vilcabamba (Millones, Luis
1990: 303-308), como lo señala Albornoz en su carta al Rey del 15 de abril de
53..“La ciudad minera fue entre nosotros un producto colonial por excelencia: no hubo precedente prehispánico alguno
que lo sustentara” (Contreras, Carlos 1982: 13)…”tuvo como razón de ser servir de “asiento” a la población que
trabajaba en las minas de azogue, colindante con ella” (Contreras Carlos 1982: 15).
54 . . “…el dicho Visorrey le encomendó otras muchas cosas de gran momento, como fue poblar el asiento de
Guancavelica donde Su Magestad tiene los azogues, y es interesado su real patrimonio en mas de treszcientos mil
ducados en cada un año, e hizo reducir aquel pueblo de Oropesa, e puso en él y plantó en aquel asiento la primera
iglesia y doctrina como lo hizo en otras provincias, y otras muchas cosas que aquí podrían yr explicadas acerca de lo
que sirvió el dicho canónigo en la visita general a su costa y misión, sin que aya rescevido por lo dicho ni por lo demás
ningún premio” (Millones, Luis 1990: 203-208).
55 . “Y preguntándole los dos al dicho canónigo Cristóbal de Albornoz de donde venía, porque aquel día comió con
ellos, les dixo que venía de hazer lo que la pregunta dize, y llegando este testigo a las minas de Guancavilca de los azogues, supo que hera verdad todo lo que la pregunta dize quel dicho canónigo avia reduzido y reformado todo aquel asiento por mandato del dicho Don Francisco de Toledo, lo qual ansimismo lo dixo el corregidor
Francisco de Angulo, y esto abrá catorze años.” (Millones, Luis 1990: 228-230)
114
160256. Ante lo cual, Albornoz señaló que para el caso de Vilcabamba, los
corregidores solo tratan de buscar un pos...Scripto, lo que es equivalente a un
contrato, considerando que es un negocio que no debe darse a empresarios
mineros pobres, sino a quienes pretendan servir a su majestad. Además,
Cristóbal de Albornoz salió en defensa de los indios57, señalando que eran
tratados como esclavos, y que por muy buenas intenciones que tenga el Rey,
siempre termina convertido en daño y trabajo para los indios. Esto confirmaría
que Cristóbal de Albornoz vio directamente las formas de trabajo en las minas
de Huancavelica, y en la fundición, así como las consecuencias de enfermedad
y muerte de la intoxicación por mercurio, y probablemente luego de muchos
años, comprendió lo ocurrido en Huancavelica, ratificándose en la necesidad
de que la minería debía estar al servicio de su majestad, y no de intereses
particulares.
Su carta al Rey indica que Albornoz analizó su participación en Huancavelica, y
finalmente se dio cuenta que el objetivo de todo su accionar fue el
establecimiento de la minería de mercurio en Huancavelica, para lo cual fue
necesaria la acción desplegada contra el taki onqoy. Lo que Albornoz no
comprendió, es que fue un instrumento de los mineros españoles residentes en
Huancavelica, quienes necesitaron alguien que destruya los ídolos de los
antiguos peruanos, y que solo este de tránsito por Huancavelica, requisito que
era cumplido por Albornoz, y no por los mineros españoles, quienes debían
quedarse a residir en Huancavelica para continuar con sus negocios mineros. 56 “Por mandato del Marques de Cañete, fui a la provincia de Vilcabamba a ver aquellas minas y asiento para poblallas como visorrey deseoso del servicio de Vuestra Magestad, y para que viese si era necesario dar yndios para la labor de las minas…Por orden de don Francisco de Toledo, poble a Guancabilica y repartí los yndios que hasta agora an trabajado, y lo propio hiziera en esta tierra y provincia si el Marqués no se fuera y poblara la más
rica tierra que Vuestra Magestad tiene, don Luis de Velasco a proveído corregidores tales que no tratan sino de buscar un pos.,scripto le e que para tal tierra se a de proveer hombre que lo saquen della para Toledo o Sevilla, que negocio de tanta importancia no se a de dar para satisfacer a los pobres, sino a quien pretenda servir a Vuestra Magestad (Millones, Luis 1990: 303-308).
57 “.“Y Vuestra Magestad se acuerde de estos pobres naturales y los favoresca que basta que paguen agora signodo a
los clérigos y no diesmos de las cosas de su tierra, que basta que paguen de las cosas de España que el obispo, y el
clérigo, y el religioso, y la monja, y el visorrey, y el oydor, y coregidores, vezino y soldado, todos pendemos de ellos y
enpaque los tratamos como a esclavos, y lo que es mas de sentir es que quanto Vuestra Magestad provee en su favor
se convierte en su daño y trabajo.(Millones, Luis 1990: 303-308)
115
Albornoz señalo que para 1577, el taki onqoy fue un movimiento importante en
el pasado, pero ya controlado para esa fecha. El accionar de Cristóbal de
Albornoz contra el taki onqoy, se enfoco en la lucha contra la idolatría y
apostasía58.
En 1577, Gómez de Tordoya, señaló que el Virrey Toledo59 jugó un papel
clave en la designación de Cristóbal de Albornoz como visitador en Guamanga
y Huancavelica, y respaldó la labor del mismo, luego de tomar noticia de la
habilidad, suficiencia y autoridad con la logro destruir guacas e ídolos y reducir
a los naturales.Ese mismo año, Pedro Muñiz60, cura del hospital de los
españoles, señalo que a pesar de haber quemado muchas guacas, los indios
consideraban a Cristóbal de Albornoz como un padre porque “Albornoz solo
venció y destruyó todas las guacas y todos los ydolos de los indios”. No hay
registros de algún tipo de violencia contra Albornoz por parte de los indígenas,
ni siquiera en el momento en que procedía a quemar a las huaca delante del
pueblo. Pedro de Miranda61, vicario de los valles de Quispicanche y Collasuyo, 58. “La apostasía era un pecado de los bautizados que renegaban de la fe cristiana y regresaban a sus rituales y
creencias antiguas; la idolatría era el culto de los ídolos, que distraía la adoración debida tan sólo al Dios verdadero, y
la superstición tenía lugar cuando se le rendia a Dios un culto inapropiado” (Alberto Angel 2010: 13).
59. . “Este testigo vio quel excelentísimo señor Don Francisco de Toledo, visorrey destos reinos, teniendo noticia de la habilidad, suficiencia y autoridad del dicho canónigo Cristóbal de Albornoz, le nombró por tal visitador e hizo en la dicha visita mucho fruto al destruir guacas e castigar ydolos e dar orden en la reducción que ansi se hizo de los naturales, en lo qual sabe este testigo quel dicho canónigo hizo mucho fruto de las animas de
los naturales e gran servicio a Dios Nuestro Señor e a Su Magestad”. (Millones, Luis 1990: 186-187).
60.“… vio a Cristóbal de Albornoz en el pueblo de los Soras, e que le vio este testigo quemar públicamente por
mandato del dicho canónigo muchas guacas que los yndios adoraban e que con su diligencia se habían descubierto, e
vio este testigo que todos los yndios e clérigos y demás personas a quien avía visitado le tenían por padre, e
ansimesmo oyó decir este testigo en aquella sazón que cierta heregía e apostasía del Taqui Ongoy, que se había
sembrado en este reyno por algunos yndios, ansimesmo la avía descubierto el dicho canónigo Cristóbal de Albornoz
con que se hizo gran servicio a Dios Nuestro Señor e fue único remedyo para la conversión de estos
naturales”.(Millones, Luis 1990: 193-194).
61. “y el dicho canónigo después que lo sacó a luz dio avisos a todas las demás provincias, para que lo remediasen
dando yndustria e instrucciones para ello, y ansí mediante lo suso se remedió y quitó totalmente, en lo qual el dicho
canónigo hizo gran servicio a Dios Nuestro Señor y aumentó la fe católica, y a la dicha sazón que el dicho canónigo
hizo, el dicho castigo vio este testigo que generalmente los naturales entre sí y en público / platicaban y dezian: “Albornoz mi atin guaca conacta”, que quiere decir “Albornoz solo venció y destruyó todas las guacas y ydolos de los yndios”, y esto es notorio y ansi se trata hasta agora.”(Millones, Luis 1990: 234-238).
116
declaró que los naturales le atribuían a Cristóbal de Albornoz un gran poder por
haber vencido y destruido solo todas las guacas e ídolos, lo que significa que
esta acción fue determinante en el control del movimiento conocido como Taki
Onqoy.
En 1582, Albornoz emite la “Instrucción para descubrir todas las guacas del
pirú y sus camayos y haciendas”, documento en el que se refiere al Taqui
Oncoy y su visita a Huamanga en los siguientes términos:
“Hay otros generos de guacas, a quien reverencian y sirven con mucho
cuidado, que son de los frutos primeros que coxen de alguna tierra que
no fue sembrada. Escoxen el más hermoso fruto y le guardan y, a
semejanza del, hizieron otros de piedras diferentes o de oro o plata,
como una mazorca de mais o una papa y les llaman mamasara y
mamapapa; así de los demás frutos y desta forma de todos los
minerales de oro o plata o azogue que antiquísimamente se han
descubierto. Han escogido las mas hermosas piedras de los metales y
los han guardado y guardan y los mochan llamándolas madres de las tales minas. Y, primero que los vayan a labrar, el día que han de trabajar, mochan y beven a la tal piedra llamándola mama de lo que trabajan. He descubierto muchos dellos en todas las partes donde hay
minas, en tierras de Guamanga” (Alberto Angel 2010: 592-593).
De esta manera, Albornoz percibió que la identificación de las huacas, facilitaba
la ubicación de las minas porque cada huaca salía de un determinado tipo de
mineral.
Albornoz, también pudo percibir, que para que su trabajo contra las huacas sea
efectivo, debía quemarlas delante del pueblo, con todos sus ornamentos:
“…delante del pueblo se quemen. Porque la comunidad tiene en poco la
guaca que una vez fue vencida”.
Esto era porque de esa manera demostraba la inacción de las huacas ante el
ataque de Albornoz. Este era el mecanismo con el que Albornoz quitaba lo
sagrado de las huacas para convertirlas en simples piedras, y al mismo tiempo,
117
quitaba lo sagrado de los chamanes o takionqoys para convertirlos en
trabajadores mineros asalariados. Cuando las mamas de las minas eran
quemadas, entonces los indígenas dejaban de tenerlas en veneración, y en
consecuencia, estaban en condiciones de ser explotadas por los españoles.
Estos textos son importantes porque dejan ver, la visión de Albornoz, respecto
al proceso de transformación de roca sagrada o huaca a simple roca de la que
se extraen minerales, que se vivió en el Perú del Siglo XVI.
Había la idea que los Incas querían recuperar sus reinos, y el mecanismo
elegido para ello era la religión, a través del Taki Onqoy, porque las huacas
volvían y vencían al Dios de los cristianos y tenían la esperanza que las huacas
ayudarían a salir a Túpac Amaru I de las montañas de Vilcabamba. En el
contexto del Taki Onqoy, la idea de que los Incas querían recuperar sus reinos
parece no tener sustento porque por el estado de salud de los takionqoys era
imposible pensar en una acción militar por parte de ellos, y al parecer solo fue
solo una idea alarmista construida para justificar el accionar del Virrey Toledo
contra Túpac Amaru I, quien era un adolescente.
Cuando señalo que el mecanismo elegido era la religión, en realidad describió
dos mecanismos que se daban simultáneamente:
1. La aparición de casos de taki oqnoy, interpretados como la incorporación
de las huacas en el cuerpo de los mineros, siendo en realidad la
incorporación de vapores mercuriales por vía respiratoria.
2. La destrucción de ídolos y guacas que Albornoz venía realizando.
Estos dos eventos, de alguna manera, expresaron una guerra religiosa entre
las huacas y la cruz de los cristianos, donde el campo de batalla era el cuerpo y
la mente de los antiguos peruanos: El cuerpo era atacado por el mercurio, y las
creencias religiosas que estaban en la mente de los antiguos peruanos eran
atacadas con la destrucción o quema de las huacas.
En este contexto de lucha religiosa, Albornoz pudo percibir que los takionqoys
no solo pedían que no se creyese en el Dios de los cristianos, sino que
tampoco se referían a todas las guacas, “sólo a las que ellos predicaban
118
habían de creer, porque eran las valientes y habían vencido”, lo que revela que
los takionqoys mantenían sus luchas internas con otras huacas, y los grupos
sociales que estas otras huacas representaban, lo que hace difícil una
concertación de fuerzas contra los españoles, y refleja la división existente
entre los antiguos peruanos. Esta situación debió darle a entender a Albornoz
que el takionqoy no era un movimiento que abarcaba a toda la población, sino
solo a los que estaban en contacto con el mercurio, y que eran básicamente
mingados y mitayos de minas, que desde el punto de vista demográfico,
representaban solo una proporción de la población.
C) LOS TESTIGOS DE CRISTOBAL DE ALBORNOZ Y LAS MINAS DE HUANCAVELICA
Los testigos de Cristobal de Albornoz, que también fueron mineros de mercurio
solo estuvieron presentes en la información de servicios de 1570. En su
testimonio no declararon ser mineros o encomenderos, solo se presentaron
como vecinos de Huamanga, probablemente con la intención de ocultar su
condición de mineros para que esta condición no sea asociada al taki onqoy, y
en todos los casos resaltar el trabajo realizado por Albornoz. Nos referimos a
Diego Gavilan, Baltazar de Hontiveros, Cristobal Peña, Juan de Mañueco (No
declararón ser encomendador), Pedro de Contreras (no declaro ser minero),
Amador de Cabrera y Antonio de Ore (No declararon ser mineros y
encomendador), Diego de Salazar (No declaro ser contador de los mineros de
azogue).
A continuación, presentamos rasgos destacados de las declaraciones de los
testigos presentados por Cristóbal de Albornoz, principalmente mineros,
buscando asociaciones entre el taki onqoy y la minería de mercurio, y sus
diferentes aplicaciones:
119
a) Antonio de Oré, minero de azogue en Huancavelica, y encomendero de
Hanan Chilques (Provincia de Hananchilques – Vilcashuaman), y testigo
de Cristóbal de Albornoz en 1570, señaló lo siguiente:
“A la otaba pregunta, dixo que el…Cristobal de Albornoz…puesto
a los yndios terror y espanto para su enmienda,” (Millones, Luis
1990: 111-114).
Es decir, los indios consideraban que Cristobal de Albornoz
representaba probablemente al representante del Dios Vencedor, que
era capaz de destruir y quemar sus ídolos, sin que las wakas reaccionen, de ahí el terror y espanto de los indígenas ante su
presencia.
b) Baltazar de Hontiveros, fue encomendador de Angaraes (Provincia de
Azángaro – Huanta) y de Chocorbos (Guachos) en la Provincia de
Lucanas. En la Información de 1570, señalo:
“A la quinta pregunta, dixo que lo sabe como en lla se contiene.
Preguntando como lo sabe, dixo que este testigo ha visto a muchos naturales venir ante el dicho visitador a denunciar de guacas e yrronias e pecados que cometían contra el servicio de Dios Nuestro Señor, y el dicho Cristobal de Albornoz los
rescibia con gran cordura e benignidad (sic) e los corregia con
gran prudencia e como el caso lo requería” (Millones, Luis 1990:
74 – 78).
Es posible que en las fases finales del movimiento del Taki Onqoy,
pudiera ocurrir que los mismos naturales venían a denunciar sus guacas
como un claro signo de sometimiento.
c) Cristóbal Peña. Encomendador y testigo de Cristóbal de Albornoz,
declaró lo siguiente en 1570:
“A la séptima pregunta, dixo publico es en esta ciudad que el hizo
procesiones con los naturales rogando a Nuestro Señor por la
conversión de ellos y diciendo misas y predicándoles y dándoles a
120
entender el efecto de su yda, e que era para el remedio de sus
animas e conciencias e que procurasen su enmienda, porque
hera su salvación, porque si azían lo contrario, los castigaría
rigurosamente; que los dichos naturales habían venido en ello, e
que el dicho Cristóbal de Albornoz avia hecho mucho fruto en
servicio de Dios Nuestro Señor e de su Majestad, e bien de los
naturales” (Millones, Luis 1990: 84-87).
Esto significa que a pesar que los takionqoys predicaban no tener en
cuenta el cristianismo, los pobladores participaban de las misas y
procesiones que realizaba Albornoz, lo que refleja una voluntad de
sometimiento a quien tenía la capacidad de quemar a sus ídolos y
dioses.
d) En el mismo sentido se pronunció Diego Gavilán, encomendador de
Parija (o Pauxa) en la provincia de Azangaro-Huanta62.
e) Pedro de Contreras, minero de mercurio en Paras junto a Henrique
Garcés, y también en Huancavelica Junto a Amador de Cabrera, y
testigo de Cristóbal de Albornoz en 1570, declaró:
“…este testigo vido a ciertas indias del repartimiento de Juan de
Mañueco, vezino desta Ciudad, venir a pedir misericordia al dicho
visitador, que se nombraban Santa María y Santa María
Magdalena y otros nombres de santas que entre ellas se avían
puesto para que las reverenciasen por santas, y que ansí muchos
principales e yndios de algunos repartimientos de los visitados por
el dicho Cristóbal de Albornoz e de los /no visitados, …y este
testigo ha visto algunas dellas, y yndios que lo an descubierto y
pedido misericordia/se lo han dicho a este testigo, e que avia 62 . “A la sétima pregunta, dixo que este testigo sabe que el dicho Cristóbal de Albornoz, en la visita que hizo de los
naturales del repartimiento que este testigo tiene en encomienda en términos de desta ciudad, hizo muchas
procesiones sobre la conversión de los naturales, e los que vinieron a acusar de los delitos e pecados que avían
cometido vinieron llorando e desnudos e azotándose a pedir al dicho Cristobal de Albornoz, visitador, misericordia de
sus yerros, e lo mismo cree se haría en los demás repartimientos desta jurisdicción donde el dicho Cristóbal de
Albornoz visito; y esto sabe desta pregunta, e lo demás dize lo que dicho tiene.” (Millones, Luis 1990: 69-74).
121
quebrado e quemado las dichas guacas el dicho Cristobal de
Albornoz y castigado a los culpados con caridad y misericordia, e
que el dicho Cristobal de Albornoz lo hazía como celoso a las
cosas del servicio de Dios Nuestro Señor. (Millones, Luis 1990:
87-91).
Esto revela que Pedro de Contreras, y otros mineros, recorrieron
algunos repartimientos junto a Cristóbal de Albornoz.
En la tradición Inca el pedido de misericordia era un acto de sumisión, en
este caso, era un acto de sumisión de dichas mujeres ante Cristóbal de
Albornoz. Este hecho también revela que las mujeres no estaban en
contra de la religión cristiana, muchos se habían bautizado y se
consideraban parte de ella, por ello hacían acto de sumisión e incluso
querían ser reconocidas como santas, como parte del santoral cristiano.
Ademas, luego de 9 años de Taki Onqoy, se tiene que las personas-
huaca ya habían fallecido, y con ellas tambien desaparecían las huacas
que representaban, lo que significaba el final de esos dioses y la victoria
del Dios Cristiano. Si a eso se suma, la extirpación de idolatrías, son
lógicas las reacciones de sumisión de los indígenas hacia Albornoz y su
pedido de clemencia.
Es posible, que cuando Pedro de Contreras reconoce propósito de
enmienda entre los naturales, lo hace para señalar que entre 1568 -1570
la idea de que las guacas vencerían al Dios cristiano ya no eran
prevalentes, y el movimiento de Taki Onqoy ya estaba en descenso.
f) Para 1570, el líder principal del movimiento Taki Onqoy, ya había sido
capturado. Así lo declaró Pedro Barriga Coro en su declaración de
157063,64. Juan Chono o Juan Chocne eran la misma persona ó dos 63 .. “Abiendo este testigo descubierto cierta guaca en el repartimiento de Laramati, donde estava doctrinando el dicho
Cristóbal de Albornoz por el aviso que tubo de los dichos Deán y Cabildo de la Santa Yglesia del Cuzco, por aver
prendido a un Juan Chono predicador de la dicha seta Aira Taqui Ongo, porque el dicho Juan Chono venia huyendo de
este testigo quando descubrió la dicha guaca, sin entender este testigo la causa por qué el susodicho se huyó, y luego
que el dicho Cristóbal de Albornoz tubo la claridad del dicho Cabildo, con su buena maña, yndustria y zelo de servicio
de Dios Nuestro Señor. (Millones, Luis 69, 146-150).
122
predicadores distintos? Ambas posibilidades son posibles, pero la
característica común es que ambos eran conocidos como líderes o
representantes de los predicadores del Taki Onqoy. Aunque este testigo
nombró a Juan Chono en 1570 y Cristóbal de Molina nombró a Juan
Chocne en su testimonio de 1584, quien en realidad fue el primer líder
sindical minero del Perú colonial.
Este testigo aporta la descripción del raciocinio de los takionqoys con
relación al cristianismo65. Esboza la idea de que para entrar en un
espacio sagrado como es la Iglesia, previamente debe haberse
bautizado. Sin ese requisito no podrían entrar en la Iglesia. Una idea
similar tienen los mineros para ingresar a la mina. Tienen que
previamente haber hecho sus rituales para el Supay o Tío. De no
hacerlo, pueden ocurrir desgracias.
g) Cristóbal de Molina presenta el siguiente argumento de los takionqoys:
“En esta apostación creyeron que Dios Nuestro Señor avía hecho
a los españoles, y a Castilla, y a los animales y mantenimientos
de Castilla, enpero que las guacas avían hecho a los indios, y a
esta tierra y a los [f.33v[ mantinimientos que de antes tenían los
indios. Y así quitaban a Nuestro Señor su omnipotencia.”
La lógica de este argumento parece ser: Si Dios había hecho a los
españoles, y las huacas a los indios, entonces Dios no era universal, ni
omnipotente. Entonces, era posible vencer a Dios.
64 .. “En el caso de Soras, Lucanas y Aucará se conoce los nombres de dos profetas, Alonso Marca Guamani e Inés
Astoma Curipalla. No se sabe si el otro varón era Juan Chocne. Mientras que en Huancaraylla, Guamanquiquia y
Sacsamarca (que en aquella fecha pertenencían a Vilcashuaman) los predicadores varones eran Qatun qolla qocha y
Kamac pacha y la mujer se llamaba Guamani tinca o Guamani Carguaraz (Yaranga, 1978). En este caso, igualmente,
no se sabe si bajo la denominación de los profetas varones se encontraba Juan Chocne y Garci Pito, que, según
Yaranga, eran los principales líderes del Taki Onqoy. (Cavero Arnulfo 2001: 190 – 191).
65 ... “..Y los predicadores de la dicha seta dezían e daban por exemplo a los demás yndios: “Queréis ver como lo que
nosotros os dezimos es verdad? Mira como todos los que son bautizados e los que no los son todos entran en la
iglesia; pues si fuera verdad lo que dizen los cristianos no pudieran entrar en la iglesia los que no son bautizados”;…
123
Cristóbal de Molina agrega:
“Salieron muchos predicadores luego de los indios que predicaban así en las punas como en las poblaciones. Andavan predicando esta resurecçion de las guacas diciendo que ya las guacas andavan por el ayre secas y muertas de hambre porque los indios no les sacrificavan ya ni derramaban chicha y que avían sembrado muchas chácaras de
gusanos para plantallos en los coraçones de los españoles, y
ganados de Castilla, y los cavallos, y tanbien en los coraçones de
los yndios que permaneçen en el cristianismo. Y que estaban enojadas con todos ellos porque se avían bautizado, y que los
avían de matar a todos si no se bolvían a ellos renegando la fe
católica. Y que los que querían su amistad y graçia y salud. Y que
para volver a ellos ayunasen algunos días no comiendo sal ni ají,
ni durmiendo hombre con muger, ni comiendo maíz de colores, ni
comiendo cosas de Castilla, ni usando d’ellas en comer ni en
vestir, ni entrar en las yglesias, ni reçar, ni acuda al llamamiento
de los padres curas , ni llamarse nombre de cristiano. Y que de esta manera bolverían en amor de las guacas y no los matarían. Y asimismo, que ya volvía el tiempo del Ynga y que las guacas no se metían ya en las piedras, ni en la nuves, ni en las fuentes para hablar, sino que se incorporan ya en los yndios y los hacían ya hablar. Y que tuviesen sus cassas
barridas y adereçadas para si alguna de las guacas quisiese
posar en ella”.
Este párrafo expresa el pensamiento de los teólogos peruanos de la
época, al interpretar los casos de intoxicación por mercurio que se
presentaban. Desde su punto de vista, era atribuible a la molestia de las
huacas porque ya no les ofrecían sacrificios como antes, y a que la
razón del abandono de las huacas era la conversión al cristianismo con
el bautismo. En consecuencia, la enfermedad del Taki Onqoy era el
resultado de un castigo de las huacas – “las rocas se volvieron contra los
124
hombres” -, pero este castigo era mortal, porque los vapores mercuriales
de la fundición del mercurio fueron una amenaza real y mortal.
Por tal motivo, no solo expresan la necesidad de rechazo de la religión
católica. Expresan el rechazo de todo lo español porque les está
causando daño, lo que se parece al rechazo que se expresaba en la
citua a todo lo extranjero.
También expresan la necesidad de tener salud. Con ayuno, no comiendo
ají, ni durmiendo hombre con mujer, ni comiendo maíz de colores, ni
comiendo cosas de Castilla, ni usando de ellas en comer ni en vestir.
Tener la casa limpia y aderezada. Lo que están haciendo es la mejor
medida de prevención primaria: No exponerse al toxico ni a quien lo
promueve, en coherencia con la “citua” incaica. También hacen
prevención secundaria al bloquear las vías digestiva, dérmica y sexual
como acceso de agentes causantes de enfermedades. Así como
medidas de higiene de la vivienda. Son medidas preventivas de tipo
clínico y de salud pública. No quieren que las enfermedades se
propaguen y afecten a más personas, medida lógica ante un agente
desconocido, pero correcta porque el azogue impregnado en la ropa
puede intoxicar a las personas en el hogar, lo que debió ser observado
por los antiguos peruanos, generando la necesidad de implementar
medidas preventivas.
En este contexto, los teólogos angara y chanka expresaban su
pensamiento de la siguiente manera:
“…Y que haciendo los dichos predicadores y otros hechizeros sus
maldades y vellaquerias, en la casa donde las hazían metían una
cruz e la ponían en un rincón, e los tales predicadores hechizeros
hablaban en la dicha casa con sus guacas e cómo las dichas
guacas les respondían a los que predicaban: “Veis como ese palo no habla por la cruz, y que este que nos habla es nuestro dios y criador y a este hemos de adorar e creher, e los demás que
nos dizen e predican los cristianos es cosa de burla”; y esto lo
125
sabe este testigo porque a hecho examinación e tomado testigos
dello, por donde lo a entendido por averlos tomado haciendo las
dichas borracheras e maldades, como hombre zeloso del servicio
de Dios Nuestro Señor” (Millones, Luis 1990: 69, 146-150).
El raciocinio expuesto refleja el análisis comparativo que realizaron los
sacerdotes indígenas entre el poder de las rocas de cinabrio, y el poder
de la cruz de madera, con el propósito de identificar el Dios o espíritu
más poderoso. Es posible que hayan aplicado el método comparativo
para conocer el poder de la cruz de madera y la waka, exponiendo a un
mismo factor a ambos dioses, bajo las mismas condiciones: Se expuso
al fuego a la cruz de madera y las rocas de cinabrio y se ven sus
consecuencias. A partir de ello, se sacan conclusiones, y se determina
que Dios actua y quién es más poderoso. Este análisis puede ser
resumido de la siguiente manera:
A. La madera cuando se quema no produce ningún efecto en
nuestro cuerpo ni nos hace hablar, ni bailar.
B. En cambio, cuando quemas las rocas de cinabrio, emite vapores
mercuriales o “ayra” que al respirarse e introducirse en el cuerpo
hace hablar a las personas, y bailar, como parte del síndrome
neurológico de la intoxicación por mercurio, aunque ellos lo
interpretaron como que el espíritu de la huaca es el que se ha
introducido en su cuerpo y los hace hablar o habla a través de
ellos.
Este tipo de análisis comparativo sobre el poder de los dioses, y los
mecanismos para reconocer al verdadero Dios, cuando dos religiones se
encuentran en un contexto de dominación, ha sido muy frecuente en la
historia de la humanidad, siendo muy conocido el caso de Elías descrito
en el Primer Libro de los Reyes descrito en el Antiguo Testamento. La
historia de Elías, marco profundamente la historia del pueblo Judio hasta
la actualidad. Su Dios actuo en el momento preciso. No hubó inacción de
su parte. Similar situación, pero en sentido y resultados diferentes, se dio
126
en el Perú del Siglo XVI con respecto al pueblo Chanka e Inka. En este
contexto, Arnulfo Cavero66 , también nos revela que los indígenas
observaban cuidadosamente las actitudes y comportamientos de los
españoles, identificando la falta de coherencia entre su discurso y su
práctica religiosa.
h) Gerónimo Martin fue clérigo presbítero, cura y vicario del repartimiento
encomendado a Diego Gavilán (Provincia de Parija o Pauxa en la
Provincia de Azángaro – Huanta). Fue testigo de Albornoz según la
Información de 1570. Su testimonio tiene particular valor pues acompañó
a Albornoz en su visita a Huamanga del Siglo XVI, y vio y oyó lo que
ocurrió en ese proceso. Fue testigo presencial de lo ocurrido en ese
periodo. A continuación, aspectos relevantes de su testimonio:
“A la sesta pregunta, dixo que dize lo que dicho tiene e que en la
dicha visita el dicho Cristobal de Albornoz mediante su buena
diligencia descubrió entre los dichos naturales mucha cantidad de
guacas, que cree que son más de las contenidas en la pregunta/
porque sólo en el repartimiento de los Soras se hallaron mil y
ciento y tantas guacas, en que en los demás repartimientos se
hallaron otras muchas en cantidad que no tiene memoria el
número en que fuerón, las quales los dichos naturales tenían por
sus dioses criadores e las adoraban e ofrecían oro, plata, e
ovejas, e aves, e cuies y otras muchas cosas que tenían de
costumbre de ofrecer a las dichas guacas; y el dicho Cristóbal de
Albornoz la (sic) mandó quebrar e quemar y castigó a los
culpados adoradores dellas con moderación e caridad, los quales
prometierón la enmienda de la vida, y ha visto que después acá
muchos naturales an descubierto muchas guacas y ban
descubriendo cada día, todo lo qual an hecho mediante la dicha
66..“Un indio principal le dijo a Damian de la Bandera: “pues que los españoles, y mayormente los corregidores, no
hacen caso de lo que vosotros predicáis, y así lo tenemos por cosa de burla” (:502). (Cavero Arnulfo 2001: 123).
127
visita que el dicho Cristóbal de Albornoz a hecho;..” (Millones,
Luis 1990: 128-134).
La gran cantidad de guacas existentes refleja la gran cantidad de minas que
existían y existen en la zona de taki onqoy, pero también muestran que se
trataba de un pueblo muy religioso. En un mundo donde todo era sagrado,
incluyendo el trabajo y las enfermedades, la reacción religiosa ante el Taki
Onqoy no era ninguna excepción, era lo más lógico. De ahí que es posible
considerar:
A) Que la conquista de los Angara y Chankas por los Inkas no consideró la
destrucción de las creencias Chankas, a pesar de que los Inkas
consideraron que el Taki Onqoy era una enfermedad y no algo sagrado. La
dominación Inka era social y militar, pero en lo religioso permitieron la
continuidad de sus cultos y creencias, no buscaron la destrucción de las
mismas.
B) Que la conquista de los Chankas por los Españoles, como parte de la
conquista del imperio Inka, fue esencialmente religiosa más que militar. Esta
conquista estuvo orientada básicamente a destruir las creencias y
esperanza del pueblo angara y chanka para que permitan la explotación de
las minas de mercurio y estén dispuestos a trabajar en ellas. El propósito
real de la quema de ídolos por parte de Cristóbal de Albornoz era
económico, lo que fue impulsado por los mineros de mercurio de la época.
El que la quema de los ídolos chankas e inkas haya sido realizada por un
religioso estableció el marco para considerar una lucha entre el dios de los
chankas (Supay) y el dios de los cristianos, Pero, realmente fue así?
Para intentar dar una respuesta a esta pregunta, hay que considerar la
siguiente secuencia de hechos ocurridos en el caso del taki onqoy:
1. Los Angara y Chankas, e Inkas, consideraban la existencia del Supay o
demonio andino, la que estaba asociada al Taki Onqoy o intoxicación
por exposición al mercurio. Para los Angara y Chankas era un hecho
sagrado y para los inkas era solo una enfermedad.
128
2. Los sacerdotes españoles consideraron que la ataxia de la intoxicación
por exposición al mercurio era consecuencia del demonio o diablo
cristiano, y consideraron que el supay o demonio andino era equivalente
al demonio cristiano. Por tal motivo, el bautismo debía erradicar el
demonio del cuerpo como lo señala la Biblia (Mateo 8:16,31; 9:33-34;
12:24-28; Lucas 4: 35,41; 11: 14-20; 13.32; Marcos 1:34,39; 3.22; 9:25;
16:9). Para el cristianismo, el bautismo es una forma de exorcismo. Por
tal motivo, para expulsar el demonio del cuerpo de los indigenas, y
cristianizarlos, se realizaba el bautismo cristiano de manera masiva,
3. Los mineros españoles, utilizaron la imagen del diablo cristiano para
obligar a los indígenas a laborar en las minas, introduciéndoles temor
por los castigos que recibirían del diablo si no laboraban en las minas.
Este diablo cristiano fue llamado “tío” en Bolivia y Muki en Perú, y al
parecer desplazó al Supay andino, porque los danzantes de tijeras le
siguen rindiendo homenaje solo en viernes santo, cuando Dios está
muerto.
Como puede apreciarse, los aspectos religiosos estuvieron estrechamente
vinculados con los aspectos económicos, sociales y laborales de la minería de
mercurio, que era parte de un proceso de internacionalización de la economía
mundial. La prioridad era afianzar el proceso económico, para lo cual se
requirió del proceso religioso de destrucción de las creencias religiosas
andinas, la incorporación del diablo o demonio cristiano, para luego
evangelizar. Desde este punto de vista, el cristianismo fue fundamental para la
conquista Chanka e Inka, aunque su rol debe ser analizado de manera más
amplia en otro estudio, pues algunos pueden argumentar que no era realmente
cristianismo o catolicismo.
Sin embargo, podría afirmarse, que la conquista Angara, Chanka, e Inka, y su
incorporación en una economía mundial, no se hubiera concretado sin la acción
del cristianismo a través de la extirpación de idolatrías. El proceso de conquista
no solo se caracterizó por un proceso de dominación, sino también por un
129
proceso de destrucción de sus creencias religiosas, y un intento de destrucción
de su esperanza en el retorno de un Inka, con la muerte de Túpac Amaru I.
D) EL VIRREY TOLEDO Y LAS MINAS DE HUANCAVELICA
En el memorial dado al rey por Francisco Toledo, señala que implemento las
reducciones porque una mejor evangelización era necesaria67, pensamiento
que fue compartido con los mineros de Huancavelica ante las demandas de
cobro por las que fue comisionado Albornoz.
Con respecto al trabajo en las minas de Guancavelica, el Virrey Toledo informó
al Rey lo siguiente:
“Las minas de azogue y plata de Guamanga, que estaban ellas y las de
Guancavelica en el estado referido, después que yo llegué á aquella
ciudad y hecho delante de mi experimentar el modo de beneficiar el
azogue que se tenia y el riesgo que podían tener los indios de andar en el beneficio y labor dello y el remedio que se les podía poner, …”
(Torres de Mendoza, Luis 1866: 547 - 548).
Toledo era muy consciente de lo que significaba el azogue para la corona, asi
como del impacto del azogue en la salud de los trabajadores mineros, y aunque
expresa que trató de poner algún remedio, lo real es que para esa época no
existía ningún tratamiento que curase la intoxicación por exposición al mercurio
o modificase la historia natural de dicha enfermedad. Aun actualmente, no se
cuenta con tratamientos eficientes, eficaces y efectivos para ello. La única
medida preventiva efectiva es no exponerse al mercurio, que fue lo que los
incas dispusieron en su oportunidad.
67.“…, que vinieron indios á mi, andando, visitando la tierra con lágrimas, á decirme: “¿Qué quereis, Señor, ó qué os
espantais que no sepamos ser cristianos, pues nos enseña la doctrina quien no entendemos ni nos entiende?” (Torres
de Mendoza, Luis 1866: 519 - 520).
130
El 20 de Enero de 1571, en Huamanga, el Virrey Toledo emite las “Ordenanzas
sobre el beneficio de las minas de Huamanga y Huancavelica y Régimen
Laboral de los Indígenas”, donde establece la mita minera Toledana, y los
alcances y procedimientos de la misma. Toledo estableció el repartir y dar
indios para la labor y beneficio de las minas de Huamanga y Huancavalica, con
la idea de resolver el problema de no haber indios para laborar dichas minas.
En estas disposiciones hay aspectos referidos: Al trabajo voluntario en las
minas, al trabajo asalariado en ellas, las condiciones de trabajo, seguridad y
salud en las minas y fundiciones, y la propiedad o posesión de la Mina de
Mercurio.
Toledo señaló que de existir indios que vengan de su voluntad a laborar en las
minas, no se debe compeler otros. Esta disposición guarda coherencia con las
disposiciones del Rey, quien señalo que debía buscarse los mecanismos para
promover el trabajo voluntario en las minas, pero esta disposición no guardaba
relación con la realidad de Huamanga y Huancavelica del Siglo XVI, porque los
únicos trabajadores voluntarios que debieron existir para las minas de mercurio
fueron aquellos que ejercían labor de sacerdotes, layqas o umu de las minas
de azogue, o sus descendientes, que por motivos religiosos deseaban
continuar su relación con la mina de azogue, o porque conocían o habían
aprendido las técnicas de trabajo minero y metalúrgico del azogue, y se les
llamo mingados.
Para la población indígena, no solo las duras condiciones de trabajo minero
eran el factor que limitaba su participación, sino porque debió ser extraño tener
que comprender la relevancia del trabajo minero sobre el trabajo agrícola, para
los españoles. En este punto, los indígenas no cedieron. Y los mineros
debieron adaptar la mita minera a los periodos agrícolas.
Otro punto relevante es que los indígenas no debieron comprender una forma
de trabajo en la cual se le daba a cambio un salario a cada uno de los
trabajadores, y tener que dejar de tomar decisiones laborales en base a
decisiones colectivas con un fuerte componente de reciprocidad, como tenían
por costumbre realizar. Pease define la mita minera que organizó Toledo como:
131
“Un sistema de trabajo forzado rotativo impuesto a los grupos indígenas.
No era una obligación individual, sino colectiva, y afectaba a los
varones entre 18 y 50 años del grupo indígena designado para la
medida”. (Pease el al. 1988:91).
Inicialmente, la organización de la mita fue colectiva, siguiendo el patrón Inca.
El proceso de cambio de mita colectiva a mita individual fue alentado68, y se
planteó la idea de dejar en libertad a los indígenas “de ser cada uno señor de
su casa”. En realidad se plantea la idea de tratar individualmente, y no
colectivamente, a los indígenas. Un enfoque totalmente nuevo para los
peruanos del Siglo XVI. Ademas, Toledo quería mostrar a los indígenas, que el
sistema español era mejor que el sistema inca69, 70, 71, buscando orientar a la
población hacia un patrón de acumulación individual.
La condición de trabajador minero asalariado fue establecida en estas
ordenanzas, siguiendo los mandatos establecidos por el Rey. El Virrey Toledo
precisó además, que el pago debía ser semanal, y no debía darse en ropa,
tributos u otras cosas. Buscaba que los indígenas aprecien el sistema
asalariado para incrementar el trabajo voluntario en las minas. Aunque los
encomenderos y mineros españoles no compartían la misma perspectiva,
Toledo estableció algunos criterios con respecto a los salarios de los
trabajadores mineros, bajo la idea de un “justo jornal y trabajo”:
68.““¿No es mejor y mas seguro y mas santo conservarles a estos en su libertad de ser cada uno señor de su casa y
heredades, para que cuando entre el Evangelio, reconozcan un señor cristiano,…?” ”. (Salva, Miguel; Sainz de
Baranda, Pedro 1848: 455).
69.“.…, hayan mas competente salario y comida que hasta aquí se les ha dado,…, y que les quede pagado el
tributo para sus susntentación y de sus mujeres e hijos y proveer sus necesidades. (AGN BA, f. 37r; transcripción de
Romero 1924: 160).
70.“.(…) tenga consideración que a los indios, pagando un tributo, les quede con qué se sustenten, así como a sus
mujeres e hijos, y tengan haciendas y granjerías con que se aprovechen y vayan enriqueciendo y no empobreciendo,
de tal manera que entiendan que por ser cristianos y de estar debajo de la obediencia de Su Majestad, han de vivir mas
relevados y descansados que en tiempo de los Ingas (…) (AGN BA, f. 12v; transcripción de Romero 1924: 130).
71.“.. Como expresión de un plan de desarrollo, sobre la base de una economía de mercado y de la propiedad privada
– cf. Infra – el discurso resulta claro y moderno, especialmente para la época. Tambien es enfático el enlace con los
objetivos políticos: este modelo – el toledano – es mejor que el antiguo - incaico”. (Salles y Noejovich 2008: 35 – 36).
132
1. Los salarios en las minas de azogue debían ser mayores que los de las
minas de plata: En las minas de azogue se pagaba un salario de 4
pesos al mes, mas 2 y media libras de carnero, y en las minas de plata
se pagaba 3 pesos al mes.
2. Los trabajadores con alguna especialidad, debían ganar un poco más a
través de diversos beneficios: Carpinteros, olleros, etc.
Asociada a esta política salarial, buscó, en la lógica de su época, “trabajo
seguro y sin peligro”, para lo cual dispuso las siguientes medidas de seguridad
para los trabajadores de las minas de mercurio:
1. Remuden cada 6 horas: Esto es, cambiarse de ropa cada 6 horas, para
disminuir las horas de exposición al mercurio, medida que era inefectiva
porque los niveles de exposición ocupacional ambiental por mercurio en
el lugar de trabajo seguían siendo los mismos, y la ropa volvía a
impregnarse con mercurio y la vía respiratoria era la principal vía de
intoxicación.
2. No haya horno que no tenga chimenea por donde salga el humo para
que no engrase a los indios y mueran de ello, para evitar
concentraciones excesivas de mercurio en el ambiente de trabajo pues
era evidente que el sistema de fundición del mercurio en ollas
destapadas era la causa de muerte de los trabajadores mineros.
3. Que los hornos de leña no se abran hasta 24 horas después que dejaron
de cebar con leña, y que los hornos de ichu no se abran hasta 8 horas
después que dejaron de cebar, para disminuir la exposición a los
vapores mercuriales en el lugar de trabajo, medida que no se cumplía
adecuadamente.
Entre otras medidas de higiene y salud ocupacional, incorporó:
1. Atención a los enfermos.
2. Que los serranos no labren minas en los yungas, ni los yungas en los
serranos.
133
3. Iniciar el trabajo una hora después de la salida del sol, una hora después
de comer, y dejar de trabajar al ponerse el sol.
4. Ocuparse solo en las minas, y dar el tiempo necesario para hacer sus
chacras y sementeras.
5. Haya un mandón o principal por cada 25 indios.
6. Haya depósito de maíz de 100 fanegas para los trabajadores. Que en su
oportunidad debieron contaminarse con vapores mercuriales, generando
la denominación de sara onqoy.
7. Haya doctrina de los sacerdotes en las minas.
8. Que se busque el bien y conservación de los naturales.
Para implementar sus medidas, dos días después de emitidas sus ordenanzas,
el 22 de Enero de 1571, Toledo se reunio con los mineros de azogue y vecinos
de Guamanga. En la plática con los vecinos, resaltan los siguientes temas:
1. “…Favorecer y llevar adelante como es este hospital de estos
naturales…
2. “…Condescendiendo con las demandas y clamores que a él han venido
después que entró en este Reino sobre el favorecer, dar ayuda y remedio para la labor de las minas del, especialmente de la provincia
de esta ciudad, ha hecho diligencia para certificar el poder darles el remedio e ayuda que era menester de los naturales para que las labrasen sin tener orden de Su Majestad y para ello favoreciendo al Rey en general y a la gente ociosa y necesitada en particular en darles
materia de ocupación y entretenimiento y principalmente a los vecinos y
señores de las minas de esta ciudad en descargarles de los tributos que
para aval los indios tenían así con las justicias, sacerdotes, caciques
mayores e menores, lenguas y criados que en esto también traían
ocupados, no quedándoles ahora a quien satisfacer más que a la paga
de los mismos indios jornaleros que en sus minas les han de tener
puestos por sus mitas las justicias que quedan señaladas por Su
134
Excelencia para las minas, por lo cual Su Excelencia pide y encarga a
Vuestras Mercedes mucho que el tratamiento que hagan a los dichos naturales sea de manera que no den ocasión a que cese este beneficio tan grande al reino y a los particulares susodichos al quitárselo por no guardar la orden que su excelencia manda en el buen tratamiento de los indios”. (Sarabia, Maria 1986: 102-104).
La emisión de las ordenanzas y su difusión por parte del Virrey Toledo solo
sería la formalización de lo que ya venía ocurriendo: la mita minera española
en sustitución de la mita incaica, a la que el Virrey Toledo le dio un marco
normativo, enfatizando la naturaleza de “indios jornaleros” que adquirían los
trabajadores mineros del Perú del Siglo XVI.
El 16 de Marzo de 1571, se escribió el manifiesto de Yucay, una carta que
expresa los fundamentos del verdadero y legítimo dominio de los Reyes de
España sobre el Perú, y se impugna la opinión del Padre Fr. Bartolomé de las
Casas que no debe de haber minas, lo que revela que la presencia de los
dominicos fue muy importante en este periodo con respecto al trabajo minero
en el Perú.
El 20 de Mayo de 1571, Francisco de Toledo, emite “Provisión por la que se
conceden privilegios a favor de los mineros”, en los siguientes terminos:
“Toledo centralizó la mita en la persona del mismo virrey. Es
necesario, escribia Toledo, que esta distribución de indios tan necesaria
para el bien de la Republica, la haga solamente el Virrey, porque en otra
cualquiera manera cierto que es muy peligrosa” (de Toledo al Rey, 1 de
Marzo de 1572, cit. En Villaran 1964:105). De esta manera solo se podía asignar indígenas con la firma del Virrey y en nombre de su majestad.”(Tantalean, Javier 2011: 104).
En 1574 y 157572, Felipe II respaldó la mita minera toledana, considerando
justo el reparto de indios para las minas.
72..“En unas cedulas que envió Felipe II a Toledo en 1574 y 1575 se expone:
135
Cristóbal de Molina, en su relación de Fabulas y Ritos de los Incas, hace
referencia a la presencia de hechiceros en Vilcabamba quienes señalaban que
los españoles habían llegado a este reino por el unto de los indios, refiriéndose
a los casos de caquexia mercurial producidos por la intoxicación por exposición
al mercurio conocidos como pishtacos. De esta manera, el Taki Onqoy fue
asociado al movimiento “alzado” en Vilcabamba, donde aparentemente se
preparaba una gran rebelión contra los españoles. Por tal motivo, Toledo
ordenó capturar a los mensajeros que volvían de dicho lugar, encontrándose en
sus alforjas hierbas para el insomnio, que es un signo de la intoxicación por
mercurio o Taki Onqoy. Es decir, hubo una conexión médica entre Vilcabamba
y los que sufrían la enfermedad de Taki Onqoy, lo que aleja la posibilidad de la
organización de una rebelión con los takionqoys porque:
1. Desde un punto de vista médico, era muy poco probable un levantamiento
general contra los españoles dados las condiciones de salud de los
takionqoys.
2. Según Garcilaso, los Inkas consideraban al taki onqoy como una
enfermedad, de ahí su apoyo con medicinas a los takionqoys, y en
consecuencia sabían que no era posible contar con ellos para rebelión
alguna.
3. Los takionqoys no solo predicaban, “luchaban” contra los cristianos, tambien
predicaban que “sólo (solo) a las que ellos predicaban habían de creer,
porque eran las valientes y habían vencido”, en consecuencia no había
posibilidades de unidad entre todas las huacas con ese discurso.
4. Arzobispo Loayza señalo que no había indicios de levantamiento en
Vilcabamba.
“Que los indios naturalmente son inclinados a vicios, ociosidad y borracheras, cuyo remedio consiste en ocuparlos, y
que sin ser compelidos, a ningún trabajo se aplican: y que presupuestos que los españoles les son a ellos útiles para el
sustento de la doctrina, y que lo uno no se puede sustentar sin lo otro, es justo se les repartan indios para las minas, como para laborar y obras de monasterios y publicas, y otras a que ellos desde su infidelidad estaban obligados
y acudían siempre por sus llamamientos” (Tantalean, Javier 2011: 193).
136
En 1572, Felipe Túpac Amaru, último Inca colonial, fue ejecutado por Toledo.
El pretexto que publicito Toledo para desterrar a la nobleza del Cusco era que:
“Podian ser causa de alguna rrebelion” (G. Oviedo 1907:73) (Tantalean Javier
2011: 395). Lo que era muy difícil por el estado de salud de los takionqoys. Por
eso, cuando se relata: “Acerca del posible vinculo con la insurgencia en
Vilcabamba, Watchel (1973; 118) dice que Lope García de Castro encontró
“solo” 564 picas sin hierro a los taquiongos” (Villegas Samuel 2011: 127), es
necesario señalar que las picas no eran armas, eran herramientas de trabajo
para las minas, por lo que se descarta una posible insurgencia en Vilcabamba
con participación de los takionqoyss. Además, una sublevación relevante por
parte de los Incas también es difícil de considerar porque a pesar de la
dominación española, perdieron los mecanismos de concertación existentes
durante el imperio inka, lo que hacía imposible cualquier alianza para una
rebelión contra los españoles. Además, debe considerarse que en Vilcabamba
había minas de oro y azogue, las que debieron ser de interés de los españoles.
E) LOS ASTO Y LAS MINAS DE HUANCAVELICA
Percy Huamani nos recuerda la presencia de los Angara y Asto en
Huancavelica73. Por su parte, Carmen Salazar-Soler señaló con respecto a los
Asto (Salazar-Soler, Carmen 2002: 25 – 49): Al arribo de los españoles, la
región de Angaraes estada dividida en dos mitades:
73.).“En el territorio huancavelicano florecieron varios asentamientos, como pequeños grupos señoriales, los cuales
fueron los señoríos: Angara (Paucara – Angaraes), Chocorvos (Valle de Chocorvos), Wanka Qaracha (Valle del Rio
Qaracha – Tayacaja), Aqopampa (Qoras – Acombamaba) y Asto (Rio Vilca, Palca e Ichu).
El Señorio Asto agrupa uan serie de markas o pueblos, que pertenecían a la nación o etnia Anccara. Los
asentamientos de los señoríos Astos fueron: Astomarka su capital, Antas y Ollute (Manta); Viñas Orqo (San José de
Acobambilla); Piana, Chuntamarka, Aukimarka, y kutu Kutu (Vilca), Usccuña, Shanki, Llacctaccolloy o Yauyupata
(Moya), Laiwe (Huayllahuara); Bumbulka (Carhuacallancca), Kuto Oqo, Huaccaccasa, Huillcamarka (Pilchaca); Marka
orqo, Huaynas, Pickcha, Huaroccolaccay, Monterayocc, y Puccuchi (Cuenca), Cuniari y Puncuyoccpata (Laria),
Conaycapata, Larmen, Sacha Orqo, Pirhuayocc (Conayca), Ranrapata y Huicapite (Acoria), Atalia (Yauli) y Amaru
Qepan (Huando y Palca)”.( http://elvisionariopercy.blogspot.pe/2010/03/ranrapata-ccaccasiri-asentamiento.html).
137
1) Hanan Angaraes, habitada por una parte del grupo étnico Anqara, los
Asto, y
2) Hurin Angaraes, poblada por otros grupos Anqara y grupos de mitimaes,
esencialmente de población Chanka.
La región de los Asto comprendió las zonas Suni y Puna. Los Asto explotaron
tierras dedicadas al cultivo de la coca, en la parte inferior del Valle del Mantaro,
durante el periodo Inca, y probablemente suministraron coca a los trabajadores
de las minas de mercurio.
Cuando la existencia de mercurio en las tierras de los Asto fue revelado a
Amador de Cabrera, para proceder a explotar las minas, se realizó una
reestructuración de los antiguos territorios de los Asto y de los Anqara: Los
Asto de Hanan Angaraes (Que vivían en un extenso territorio al norte de
Huancavelica, hasta Moya y Vilca al Nor-oeste, hasta Anancusi y Pallalla al
Nor-este) fueron reagrupados en un solo repartimiento asignado a Amador de
Cabrera. La distribución de los repartimientos de la región Anqara en los Siglos
XVI – XVII, se muestra a continuación:
DIVISION GEOGRAFICA
REPARTIMIENTOS XVI
Doctrinas XVII Villages
HANAN
ANGARAES
Asto
(A. Cabrera)
Asto Acoria Acoria Guando,
Pallala,
Chupaca,
Anancusi
Conaica Vilcas, Moya,
Cuenca,
Conaica.
HURIN
ANGARAES
Anqara originarios
(Crisostomo de
Hontiveros)
Collana Andabamba
Anqara originarios Julcamarca Ayllu Anqara
138
(E. de la Gadea)
Callanmarca Lircay Lircay,
Anchonga,
Uchuyguayllay,
Callanmarca
Guayllay Chanca Lircay Atunguayllay,
Huanca Huanca
Julcamarca Julcamarca,
Santo Tomás de
Pata, Seclla,
Congalla
Quijones – Orejones
Guaro
Guaro Acobamba Espiritu Santo
de Cajas,
Acobamaba,
Todos los
Santos
Fuente: P. Dillon, op. Cit., pp, 128-129. En: Salazar-Soler, Carmen 2002: 27.
Tabla N° 2.- Repartimientos de la Región Anqara (Siglos XVI – XVII).
En 1598, entre los 13 mineros que firmaron el primer asiento de minas de
azogue, se encuentra a “Isabel Asto, Yndia” 74, lo que evidencia que los Asto
también participaron de la explotación de la mina de azogue, y no solo fueron
proveedores de mano de obra.
68. “Un documento de 18 de febrero de 1616, es una reseña circunstanciada de las vicisitudes de aquellas minas
desde su descubrimiento hasta la fecha de la relacion, y lo que en ellas debía hacerse. Dice que en el primer asiento
que hizo de las minas de azogue el MARQUES DE SALINAS en 1598, solo admitió en él y lo hizo con 13 personas,
que averiguó son solamente a quienes pertenecían las minas que se laboraban, repartiéndoles los indios conforme á las varas de minas que cada uno tenía, que fueron JUAN DE SOTOMAYOR, PEDRO DE CONTRERAS, RODRIGO DE TORRES NAVARRO, VIUDA DE AMADOR DE CABRERA, INES DE ROBLES, VIUDA
DEL CONTADOR SALAZAR, JOAN GARCIA DE LA VEGA EL VIEJO Y JUAN G. DE LA VEGA EL MOZO, DIEGO DE
ACUÑA, MIGUEL DE SILVERA, FRANCISCO DE VASCONES Y ISABEL ASTO, YNDIA”.(Maffei y Rua 1871: 176-
177).
139
La transición demográfica que se vivió entre 1570 y 1640 en territorio Anqara
muestra:
1. Una notable disminución de la población Asto, Anqara, Guaro y
Callanmarca asociada a la producción de mercurio en las minas de
Huancavelica porque el mayor descenso poblacional se registra en la
época de apogeo de dichas minas (1564 – 1700).
2. El segundo periodo de la historia rural de Angaraes coincide con el
declive de las minas de Huancavelica y la aparición de haciendas en la
zona.
Los Chanca u Guallay destacaron por su particular resistencia activa a la mita
minera toledana en Huancavelica, y presentaron demandas de exoneración
para escapar de ella. Las fuentes históricas también informan de los casos que
invocaron motivos religiosos para escapar de la mita, lo que puede estar
asociado a considerar sagrado el cerro Wanka Willka.
La población Anqara fue exonerada colectivamente de la mita de manera
provisoria en 1618. En 1625, el Virrey decretó la dispensa definitiva de la
población Anqara, en recompensa a su colaboración en el descubrimiento de
las minas de mercurio de Huancavelica. De hecho, este privilegio duró hasta
1683, año en que la mita fue restablecida para los Anqara, resultado de la
inspección del Duque de la Palata, el Virrey de la época. Ella sin embargo, no
fue restaurada en su forma original. J. Fisher mostró que la situación en la
provincia de Angaraes era ambigua: Fueron obligados a proporcionar mitayos,
cuando eran necesarios para las minas, pero su número no fue fijado a priori.
Los indios de Angaraes tenían la obligación de servir durante el periodo de la
limpieza del eje principal.
Las comunidades de Acobamba, Espíritu Santo de Caja, Uchuyguayllay,
Callanmarca, Huanca Huanca, Lircay, Julcamarca y ciertas comunidades del
repartimiento de los Asto fueron exoneradas de la mita minera y del tributo
durante los dos años siguientes al terremoto de 1687, a fin de que puedan
reconstruir las iglesias que habían sido destruidas. La misma razón fue
140
invocada en 1730 por las autoridades de Lircay para no enviar más mitayos a
las minas.
La población de Angaraes siguió luchando para ser exonerados de la mita. En
1730, por ejemplo, hicieron un pre-texto de acuerdo con el Príncipe Santo
Bueno, Virrey del Perú entre 1711 y 1716. Para 1766, es interesante ver como
en Angaraes se realizaban las vasijas para transportar el azogue, porque la
etnia Angara tenía experiencia ancestral en el transporte del mercurio, y en
consecuencia, confeccionaba vasijas apropiadas para ello75.
Aunque la mayoría de los indios de Ángaraes eran mitayos, algunos también
eran propietarios de minas. Durante la década 1590 - 1600, 11 de los 57
mineros que tenían un contrato (asiento) con la Corona fueron clasificados
étnicamente como "indios". Pero, el derecho de los indios de explotar las minas
se perdió durante las siguientes décadas, y no volvió a aparecer hasta
alrededor de 1793, en el momento que las minas de Huancavelica estaban en
plena decadencia.
Aunque el estudio de los Asto de Huancavelica es aun limitado, destaca el
estudio realizado por Lavalle76 y Julien, asi como Henri Favre, El estudio de los
Asto es importante porque hay evidencia de su conexión no solo con las minas
de Huancavelica, a través de Amador de Cabrera e Isabel Asto, mineros de las
minas de mercurio. Los Asto también fueron registrados por Cristóbal de
Albornoz como takionqoy, y en sus escritos. Además, Lucy Núñez ha recogido
testimonios de Danzantes de Tijeras apellidados Asto en el Perú del Siglo XX,
lo que significa que, de alguna manera, se continúa transmitiendo de
generación en generación elementos del chamanismo asociado al mercurio de
Huancavelica.
69. “…En la Provincia de Angaraes, en Santa Ana con un anexo, nombrado Huaylacuchu. Aquí se labran todas las
vasijas de varro vidriado, que sirven para la extracción del azogue”. (Anónimo, 1766).
70. “Todo lleva a suponer que Punkuchi, uno de los sitios con andenes, era el lugar de residencia del ayllu de mitmaq
influido por los Incas, instalado en el territorio asto para defender el puente de aguas calientes….Este ayllu está
señalado en la Visita de 1647 bajo el nombre de ayllu Inga, y su jefe está calificado como “aymara”(¿)” (Danielle Lavalle
1983:130).
141
CAPITULO IV
VOLVERSE MINERO, VOLVERSE DIABLO
A) TAKI ONQOY, HOY: SOLO ES UNA ENFERMEDAD
En el año 2001, de acuerdo con Arnulfo Cavero, en la memoria de los
pobladores de Parinacochas, el taki onqoy es recordado de la siguiente
manera:
“Taki Onqoy era una enfermedad, de un momento a otro empezaba a
fallar y a un muchachito más o menos de seis años le daba y todo el día.
Yo inclusive he visto en Larcay que el muchachito hacia “la, la,la” todo el
dia, como un loquito. Dicen que como una enfermedad pudo haber
pasado. En Soras, también dicen que hubo tres personas con eso, en
Larcay tambien. Les da a partir de los seis años. Eso me contó mi papá,
murió a los 82 años. Él me contó cuando yo era niño. Uno falleció en
Larcay; porque hace eso pregunte; “este niño me decían – hereda
todavía de los españoles, cuando vino una enfermedad” y así
sucesivamente en otros pueblos también eso sería el Taki Onqoy, el
único. Igualito que viruela que da para toda la vida. Era como la fiebre
amarilla que daba antes, sería algo así esta enfermedad” (Cavero
Ranulfo 2001: 283).
142
De acuerdo con este relato, el taki onqoy fue y es solo una enfermedad, que
actualmente se le conoce como intoxicación por exposición al mercurio, que es
una enfermedad ocupacional que se produce al estar en contacto con el
mercurio.
Asimismo, Cavero recogio un testimonio señalando que Laramate era “un
pueblo diabólico”77. Para 1767, se registró el uso del azogue en las minas de
Lucanas y Parinacochas78. Por tal motivo, es pertinente considerar la hipótesis
que el azogue se use desde los años 1564 en esta zona, pues para esa época
ya se explotaban minas de oro y plata.
Dado que en la actualidad el taki onqoy es considerado por los habitantes de
Lucanas y Parinacochas solo como una enfermedad, pues ha perdido la
connotación sagrada que tenía en el siglo XVI, corresponde describir, en este
contexto, como es percibido, y como se percibe así mismo, el trabajador minero
de las minas de Huancavelica y Potosí, pues fueron las dos minas donde los
trabajadores mineros fueron expuestos al mercurio en el Perú del Siglo XVI. De
esta manera, se podrá completar el estudio del proceso de transformación que
vivieron los “Pontífices, walla wisa, layqha, umu, hechiceros” hasta convertirse 77..“Mencionan que fueron los españoles que trajeron los santos y plantaron muchas cruces en los pueblos.
Efectivamente, en los alrededores de Soras hay hasta cuatro cruces, en Laramate hay cuatro cruces y otras tres en los
anexos vecinos. Al preguntar en Laramate del por que había muchas cruces a diferencia de otros lugares, me
respondieron que antes “era un pueblo diabólico”. Eso me recordó a la inscripción que vi en el frontis del templo
católico de Incahuasi (Pullo, Parinacochas) que data de 1877: “Aquí sobre las ruinas de la Idolatria, se adora y da culto
al verdadero Dios” (Cavero, Ranulfo 2001: 232).
78.
1. “PROVINCIA DE LUCANAS…Lo que da todo el ser a esta provincia son las minas de plata; las que se hallan
cerca del pueblo de San Juan, anexo del curato de Lucanas. Diez son las principales vetas que están
descubiertas, y trabajadas, unas hasta la profundidad de 50 estados, otras de 60, y otras de 80. El beneficio de
estos metales se hace con azogue y sal, ayudándolo con alcaparrosa, que en este reyno llaman Colpa. Este
beneficio lo descubrió D. Lorenzo de la Torre, dueño, que fue de las principales vetas. El qual se ha establecido
en otras muchas minas del reyno, en que los metales son de la misma o de poco diferente naturaleza”
(Anonimo, 1766).
2. “PROVINCIA DE PARINACOCHAS…En el Curato de Pullo hay varias minas de oro, que se benefician por
azogue. Su ley es varia; por lo que no es fácil computar su utilidad. Lo que hay de cierto es que son muchas las
labores, y se emplea mucha gente y es asi considerable el beneficio, aunque en pequeñas cantidades”
(Anónimo, 1766).
143
en los actuales trabajadores mineros asalariados diabolizados. Para ello, se
tendrá en cuenta el aporte de Carmen Salazar-Soler y Pascale Absi, quienes
han estudiado los mineros de Huancavelica y Potosí en los años 1980 y 1990,
cuando ya se había cerrado la mina de mercurio de Huancavelica en 1975.
B) TAKI ONQOY: SER MINERO EN HUANCAVELICA Y POTOSI DE 1990:
1) LA AUTOPERCEPCION DE LA CONDICION DE SER MINERO
Tanto en Huancavelica como en Potosi, consideran que los españoles
inventaron a los trabajadores mineros y su actual divinidad79.
Que significo ser minero en Huancavelica de 1980? Al respecto, Carmen
Salazar-Soler 80 realizo un gran aporte:
“Los mineros de Huancavelica se consideran a sí mismos como runa
que trabajan en la mina o como campesinos-mineros, mientras que los
de Potosí se consideran como personas que trabajan principalmente en
la minería, que poseen un conocimiento minero y un modo de vida
urbano” (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 129).
79.“ellos (los mineros) atribuyen a la colonización española haber inventado a la vez a los trabajadores de las minas y
su actual divinidad” (Absi Pascale: 4), el muki en Huancavelica y el tío o diablo de las minas, en el caso de Potosí.
80.“El minero es definido como aquel que trabaja en la mina y que no posee ni tierras ni ganado, que vive en el
campamento minero y que vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Es además concebido como el individuo
que no posee sus medios de producción, que son propiedad del empleador, desde las herramientas de trabajo hasta la
vestimenta. El minero es definido como un huaccha, un huérfano, que pierde sus lazos con la comunidad de origen y
no conoce a nadie cuando llega a la mina. Es aquel que ha diferencia del campesino, no trabaja de manera
independiente o en un sistema comunal, sino que depende de otros, con quienes no comparte ningún lazo de
parentesco, para la realización de su trabajo y toma de decisiones. Un rasgo que se repetia frecuentemente en los
testimonios es que los mineros entran a formar parte de un sistema económico y social en el que sus actividades
cotidianas y su comportamiento están regidos por un conjunto de reglas dictadas desde el exterior, por la empresa,
pero también, y en cierta manera, por el sindicato” (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 125)..
144
La percepción de campesinos-mineros en Huancavelica puede estar asociada
al hecho que la mina de mercurio en Huancavelica se explotó hasta 1975, y el
trabajo de campo de Carmen Salazar-Soler se realizó en 1980. Además, el
trabajo minero debió ser visto como transitorio, en razón del tiempo de vida útil
previsto para la mina Julcani: Minera Buenaventura presento el plan de cierre
de la mina Julcani en el año 2012 (Tecnología XXI: 2012: 444). El dato de
tiempo de vida útil de una mina es conocido desde el inicio del proyecto minero,
tal vez por esta razón, los trabajadores mineros de Julcani eran conscientes
que el trabajo minero no era una opción de largo aliento, por lo que no debían
desligarse de sus labores agrícolas.
Diferente es el caso de la mina de Potosí, donde la explotación ocurre desde el
año 1545, y continúa hasta la fecha a través del sistema de cooperativas. Lo
que ha contribuido a formar una población minera urbana, desligada del trabajo
agrícola.
2) EL MUKI Y EL TIO COMO DIVINIDADES DE LA MINA.
El Muki y el Tío corresponden a la misma divinidad de la mina? Al respecto,
Carmen Salazar Soler y Pascale Absi81 señalan que la idea del Muki y del Tío
corresponde a distintas divinidades de la mina, atendiendo precisamente a la
Historia del Perú. En el caso de Huancavelica, la primera época inca
correspondería a la presencia del supay andino, asociado al mercurio y los 81. “En cuanto a la historia u origen de la divinidad de la mina, el análisis de los relatos recogidos en ambas zonas nos
permite sugerir que reflejan, en cierta manera, la historia individual de migración de los mineros y su paso de trabajar
en la superficie a trabajar en el socavón. Las etapas de la historia del Muki recuerdan también las de la propia historia
del Perú, ya que los testimonios huancavelicanos concuerdan en señalar dos épocas: una primera que coincide con la
época de los incas, durante la cual los Muki vivian en la superficie con el resto de los humanos y estaban a cargo del
cuidado de los metales, que eran entonces abundantes y disfrutados por todos; una segunda que corresponde a la
llegada de los españoles, cuando los Muki, a instancias de los Supay, quieren traicionar a los incas y quedarse con
todo el mineral, por lo que son castigados y condenados a vivir en el interior de la tierra (véase Salazar-Soler, 1987 y
1990). En cuanto al Tio, los mineros potosinos dicen que es un angel caído, que responde al nombre de Jorge y quien,
a diferencia de su hermano Jesucristo, se opuso a la voluntad de Dios Padre, por lo que fue castigado y exiliado al
subsuelo”. (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 132).
145
vapores mercuriales, elementos considerados sagrados por los chankas. La
segunda etapa, con la llegada de los españoles, los Muki quieren traicionar a
los incas para quedarse con todo el mineral, por lo que son condenados y
castigados y condenados a vivir en el interior de la tierra. El haber revelado el
lugar donde se encontraba la mina de mercurio en Huancavelica a los
españoles, sin tener idea de sus consecuencias, es interpretado ahora, como
una traición a los inkas en un contexto de conquista española, por lo que los
muki, existentes desde antes de la llegada de los españoles, fueron castigados
a vivir en el interior de la tierra.
En el caso del Tío de Potosí, corresponde a un “ángel caído” por qué hace
referencia al diablo cristiano, pues tiene como nombre Jorge y se le atribuye el
ser hermano de Jesucristo. El Tío no tiene como antecedente el supay andino.
Vive en el subsuelo porque fue castigado y exiliado por oponerse a la voluntad
de Dios Padre. La presencia del Tío esta asociada a la introducción del
mercurio para la amalgamación de la plata en Potosí, al igual que la danza
conocida como diablada.
En consecuencia, aunque el tío y el Muki tienen rasgos diabólicos, y viven en el
subsuelo como resultado de un castigo, corresponden a dos divinidades
distintas, cada cual con su propia historia82. Si el carácter diabólico del Muki
está asociado al mercurio y los vapores mercuriales, entonces los distintos
grados de lo diabólico están asociados a los distintos grados o niveles de
concentración de mercurio a los que los trabajadores mineros estaban
expuestos en las fases minera y metalúrgica del proceso de producción de
dicho mineral. De esta manera, de acuerdo a los niveles de exposición al
mercurio, los seres diabólicos presentan la siguiente clasificación o nombres
82..“El carácter diabólico del Muki se pone de manifiesto durante el ritual colectivo que realizan los trabajadores en su
honor y encuentra su expresión en los diversos nombres con que es invocado. Durante este rito el pongo (especialista)
invoca a la divinidad llamándolo Anchancho, Muki o Muki Supay, o simplemente Supay. Ahora bien, según el, ni se
pueden usar todos los nombres al mismo tiempo, esto depende de la intensidad de la demanda: se usa el nombre de
Muki, cuando se trata de un año tranquilo, sin accidentes ni huelgas; el de Anchancho cuando las cosas no marcharon
del todo bien, y el de Supay cuando fueron un poco peor. Si el año fue muy malo, el pongo le invoca por su nombre
secreto para no molestarle, llamándole con ternura y respeto “Arrierito”. Todos estos nombres están asociados con
distintos grados de lo diabólico”. (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 132).
146
con los que son invocados: Anchancho, Muki, Muki Supay, Supay, Arrierito.
Cada uno de estos seres diabólicos, expresa diferente grados de maldad
porque en su momento era la única manera de “medir” u “observar” los
diferentes efectos de los niveles de exposición al mercurio, considerándolo
como demonio andino. Cada uno de los niveles de exposición al mercurio, es
expresado culturalmente como un ser diabólico diferente porque se observan
manifestaciones diferentes.
Los evangelizadores españoles asociaron todas las formas de demonio andino
bajo el concepto de diablo o demonio cristiano83, lo que origino la apariencia
de la existencia de un solo demonio andino, el cual seria equivalente al
demonio cristiano o diablo. Sin embargo, los demonios andinos han
permanecido vigentes en el tiempo, manteniendo sus características, aunque
prevalentes en poblaciones específicas como la de trabajadores mineros,
donde le han asignado nombres como el de muqui que significa “el que asfixia”
cuyo origen pueden ser los casos de neumonitis química producidas de manera
aguda por la exposición a vapores mercuriales. El termino anchancho parece
ser aymara.
Aunque el muki y el tío son divinidades diabólicas de las minas, no constituyen
una misma divinidad, pero si expresan los cambios que sufren los mineros en
tanto grupo social (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 141-142).
Actualmente, en Potosí, el Tío es el compañero de trabajo de los mineros84, y
83..“En su trabajo sobre el Supay, G. Taylor (1980) ha demostrado como este término fue expresamente asociado al
diablo cristiano por los españoles a la hora de extirpar las idolatrías indígenas, consideradas como demoniacas. Antes
de su llegada, Supay designaba el alma de los muertos y Supaywasi la morada de los muertos, pero con los
evangelizadores ambos términos pasaron a ser sinónimos de Demonio e Infierno respectivamente. La asociacion del
Muki con el Supay sugiere una posible relación entre el primero y el mundo de los muertos…Asimismo, y a pesar de la
creencia en el reposo celestial de las almas, generalmente los mineros piensan que los que mueren en la mina
permanecen bajo tierra, en compañía del Tio. Un informante utilizó incluso la expresión “convertirse en Tio” para
referirse a la muerte de un compañero. Asi pues, la mina habría conservado parte de su antiguo significado de
Supaywasi”. (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 133).
84.“… el Tío es el compañero de trabajo de los mineros…El Tío es tratado a veces de peón y otras veces es llamado
capataz. Los mineros no pueden producir sin el patrocinio del Tío pero sus ofrendas lo transforman igualmente en su
agradecido ya que el Tío necesita de los hombres para alimentarse” (Absi Pascale: 4).
147
es representado de color rojo (cinabrio), con priapismo (signode intoxicación
mercurial), como se muestra en la siguiente figura:
Figura 11.- El tío de la mina en Bolivia. Fuente.:
https://victormontoyaescritor.blogspot.pe/2013/05/en-las-montanas-de-llallagua-
llegara.html
El proceso de relacionarse con el Tío recuerda aspectos relacionados con un
“susto primordial”85. La idea de “susto primordial”, “pérdida del espíritu”, el
negociar el retorno del espíritu con los saqras y el sacrificio, son elementos que
85..“La transferencia de fuerza del Tío al trabajador tiene como origen un susto primordial que marca el paso del estado
de hombre al de minero…Fuertes y salvajes, el inframundo y sus saqras son el origen de muchas enfermedades de las
cuales la más frecuente es el susto, que desemboca en la pérdida del espíritu. La victima deberá por lo tanto negociar
ritualmente su retorno ante los saqras, generalmente a cambio de un sacrificio animal”. (Absi, Pascale: 5).
148
según Absi configuran una forma de chamanismo86, considerando procesos de
iniciación donde los mineros distinguen mancharisqa – el susto pérdida de
espíritu - y j´apísqa – el susto posesión (Absi, Pascale: 5).
Según Pascale Absi:
“La cualidad saqra del minero se manifiesta también por su olor a
mineral – uno estaría tentado de decir su olor a azufre -, que parece
probar que el trabajador, al igual que su alter ego diabólico, forma
cuerpo con la mina”. (Absi, Pascale: 8).
En realidad, más que al azufre, esta referencia recuerda el olor pestilente que
salía de la boca de los mineros intoxicados por exposición al mercurio, olor que
estaba asociado al ptialismo mercurial, y que debió ser utilizado como signo de
posesión demoniaca motivando la presencia de una chamana con su tambor
como lo graficó Guamán Poma al presentar el signo de ptialismo mercurial
mostrado en la Figura 5 de esta investigación.
En este proceso son importantes el rol del alcohol, la coca y el ayuno87.
Recordemos que el alcohol facilita la expulsión del mercurio del organismo, y la
aparición del consumo del alcohol, esta asociado al inicio de la explotación de
las minas de mercurio porque antes los incas prohibían su consumo. De
acuerdo con Pascale Absi, los mineros de Potosí consideran que: “Cuando uno
toma, esta con el diablo…Ya no son gente” (Absi, Pascale: 7).
86.“.“De esta manera, la pérdida y la captura del espíritu constituyen un rito de paso en el transcurso del cual el hombre
se vuelve más fuerte, más saqra. La referencia de Don Toribio al bautismo cristiano es clara: el contacto del espíritu
humano con los espíritus de la mina incorpora al novato en el mundo saqra, al igual que el descenso del Espíritu Santo
sobre el bautizado marca su entrada en la comunidad de la Iglesia. Siendo hijo de Dios, el minero también se vuelve
hijo del diablo. ¿Acaso los trabajadores no se denominan a sí mismos “supaypa wawasninku”, los hijos del Supay?”
(Absi, Pascale: 6).
87.. “Iniciada por el susto, actualizada por el alcohol y el ayuno, la influencia del Tío sobre el trabajador desemboca en
una posesión más recurrente, que viene acompañada de la adquisición de los atributos de los saqras.” (Absi, Pascale:
7).
149
La coca también parece ejercer un efecto protector biológico de la exposición al
mercurio, lo que es interpretado actualmente por los mineros de la siguiente
manera:
“Las hojas de coca, que son consideradas como el espíritu de la
Pachamama, realizan una transferencia de fuerza de la deidad al
minero, similar y complementaria a la que es realizada por el Tío con el
alcohol” (Absi, Pascale: 7).
El ayuno contribuye a poner el cuerpo del minero a disposición de la relación
con el Supay:
“La osmosis de las deidades de la mina supone poner el cuerpo a
disposición. Ese parece ser el rol del ayuno que los mineros respetan a
lo largo de todo su trabajo” (Absi, Pascale: 7).
3) LA PERCEPCION DE LOS MINEROS POR LOS OTROS: LA DIABOLIZACION DEL MINERO
Para el caso de Huancavelica, Carmen Salazar-Soler resume dicha percepción
de la siguiente manera:
“Los campesinos de Huancavelica tienen una opinión muy ambigua de
los mineros. Por un lado, los ven como muy peligrosos, pues no
solamente manipulan explosivos sino que, más aún, mantienen relaciones cotidianas con los seres del subsuelo, por lo que son considerados como medio diabólicos” (Salazar-Soler, Carmen; Absi
Pascale 1998: 129).
La naturaleza medio diabólica que es atribuida a los mineros está asociada al
trabajo en el inframundo, y a la producción del mercurio, siendo parte de la
historia e identidad de los mineros de Huancavelica porque generó los casos
de taki onqoy, identificandose a los mineros de mercurio como seres poseídos
por el demonio.
150
Para el caso de Potosi, Pascale Absi presentó los siguientes hallazgos:
“Por otra parte, esta situación marginal encuentra también en Potosí su
expresión en la identificación del minero con la divinidad de la mina, poseedora de rasgos demoniacos. De tal manera que tanto por los
campesinos como por las capas sociales medias y altas de la sociedad
potosina son vistos como diablos. El retrato que elabora la burguesía
de Potosí de esos individuos “violentos” y “alcohólicos”, que rinden culto
al diablo, es, de alguna manera, paralelo al rechazo de los campesinos
frente a los hábitos urbanos y a los poderes diabólicos de los mineros”
(cf. Absi, 1995).
Consideramos, que al igual que en Huancavelica, las características diabólicas
de los mineros en Potosí, están asociados al uso del mercurio para la
amalgamación de la plata que se utilizó desde el año 1572, y que generó casos
de Taki Onqoy (“Intoxicación por exposición al mercurio”) en Potosí – en Bolivia
se le conoce como tala88 - por lo que se les atribuyó ser poseídos por el diablo.
Este raciocinio, explica los siguientes hallazgos presentados por Pascale Absi:
“Para los habitantes de las comunidades vecinas a Potosí esta
identificación está lejos de ser simbólica. Según estos, los mineros
encierran en sí mismos al diablo, y por eso temen que se acerquen a sus
cosechas, por miedo a que las hagan “asustar” y desaparecer. La
influencia de la divinidad de la mina sobre los individuos va acompañada
de la adquisición de ciertos atributos sobrenaturales, como el poder de
provocar la huida del espíritu de seres o de productos más débiles, como
por ejemplo el de la papa. Hijo del diablo o supay wawan es el nombre
que se les da a los integrantes de la diablada, la danza ritual que
interpretan durante el Carnaval. Durante esta danza, en la que los
mineros vestidos de diablos revisten los atributos de su divinidad, la
identificación entre estos y el mundo de los diablos es flagrante. En
88.. “pues ¿Cómo no veis que estoy ya para partir, que he hecho el tala?” (De la voz aimara thala, “sacudida”, raíz
verbal de “sacudir”), ¿No veis que ya quiero morir porque ya estoy de partida?, ¿Por qué no me ofrecéis alguna cosa,
ni me dais cosa alguna de lo se suele ofrecer a los hacen el tala?”. (Álvarez Bartolomé 1998: 124-126).
151
Potosí se considera que sellar un pacto con el diablo implica el
compromiso del minero de unirse anualmente al cortejo de diablos del
Carnaval.” (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 130).
Como expresamos anteriormente, la respiración de vapores mercuriales por los
trabajadores mineros, fueron interpretados como la incorporación del supay o
demonio en el cuerpo de los mineros, quienes por este acto quedaban
convertidos en diablos. De ahí la idea que los mineros: “encierran en sí mismos
al diablo”. Este proceso de identificación entre ambos es permanente y
necesario para laborar en las minas diariamente. Este proceso es conocido
como “diabolización”, donde:
”El nivel extremo de la identificación entre el trabajador y la divinidad
viene dado por la muerte. La vida de una persona es la ofrenda preferida
del Tío para que acepte librar las riquezas minerales. La muerte del
trabajador salda definitivamente la deuda con la mina…Un dato que va
en este mismo sentido, se encuentra, en el texto El trato con el Muki, del
minero peruano Elias Zenteno. En él se relata el encuentro de un
trabajador de una mina de Cerro de Pasco en el Muki, el obrero es
castigado por la divinidad por no haber cumplido con lo pactado, el
castigo, que aparentemente, le ocasiona la muerte o la desaparición, le
confina a vivir para siempre en la montaña; “Ahora vivo en el cerro (de la
mina o del campamento), visítame siempre. No te olvides de traerme
coca y cigarros” (Zenteno, 1984:15). (Salazar-Soler, Carmen; Absi
Pascale 1998: 132).
De esta manera, se podría decir que la clave del proceso de identificación del
minero con el diablo89, 90 se inicia con el intercambio respiratorio entre el
89...“El diablo, que toma posesión de sus cuerpos, es el verdadero arquetipo de los trabajadores de las minas...Desde
Perú hasta Argentina, se testifica la existencia de una divinidad diabólica de los minerales en numerosas minas
andinas” (Absi, Pascale: pág. 2).
90.. . “La posesión demoniaca y los atributos del Tío que, a los ojos de los mineros caracterizan la esencia de su
identidad profesional, contribuyen también a dibujar los contornos de la clase minera como una categoría social al
mismo tiempo distinta de los campesinos, de los otros trabajadores y del resto de la sociedad” (Absi, Pascale: 13).
152
minero y el supay – Donde el minero intercambia sus gases respiratorios con
los vapores mercuriales del mercurio o supay, lo que se expresa con los signos
clínicos de la intoxicación por exposición al mercurio – concretando el proceso
de diabolización del minero. “Volverse minero, volverse diablo”, es el proceso
descrito por Pascale Absi en mineros de Potosi en su texto “Los Ministros del
Diablo”. Este proceso de diabolización del trabajador minero también se dio en
las minas de mercurio de Huancavelica.
“Comemos a las minas y las minas nos comen a nosotros”, frase que resume el
resultado del trabajo antropológico de June Nash en las minas de Bolivia,
refleja el pensamiento asociado a la idea del Diablo “que “da de comer” a los
pactantes, puesto que les entrega los bienes necesarios para vivir, y a la vez
“come” a ellos mismos o a las ofrendas que sirven para retrasar el pago
defintivo: ser comido por el Demonio, esto es, entregar su propia vida”.(Lopez
Austin, Alfredo y Millones, Luis 2013: 152). El nivel extremo de este proceso de
intercambio dinámico entre el trabajador minero y la mina seria el intercambio
de vidas entre la mina y el minero – El cerro y la mina son seres vivos que dan
su vida con la extracción del mineral por los mineros, y el minero da su vida por
los accidentes mortales dentro de la mina o las enfermedades profesionales
mineras (antiguamente, la intoxicación por mercurio y, actualmente, con la
silicosis, en la que el polvo de la mina se incorpora dentro del pulmón del
minero al extraer el mineral).
“Generalmente, la muerte que disuelve al minero en el mundo
indiferenciado de los ancestros y de los saqras, es la última etapa de su
transformación en diablo. Significativamente, la expresión “volverse Tío”
es utilizada a veces por los mineros como sinónimo de morir” (Absi,
Pascale. 8).
La frase “Comemos a las minas y las minas nos comen a nosotros”, registrada
por Nash en Potosi, tiene congrencia con la frase Nahuac: “Nosotros comemos
la tierra, y la tierra nos come a nosotros” (Good Catharine 1995:284), con el
que expresan que comemos a la tierra a través del maíz que nos da su fuerza,
y la tierra nos come al descomponerse el cadáver luego de morir, porque la
153
tierra también es un ser vivo que necesita alimentarse, considerándose esto
como un procedimiento para pagar la deuda que se contrajo con la tierra.
Al analizar estas frases, lo importante es que este intercambio dinámico y
reciproco entre dos seres vivos es considerado como un proceso ideal para dar
sustento a la comunidad humana. Por ello, el trabajo minero es fuente de
orgullo al ser aceptado a pesar de sus riesgos y daños, siendo motivo de
preocupación el terminar sus días como “simple minero” 91. Qué significa ser
“simple minero” en Potosí? 92, 93. Los mineros potosinos no quieren terminar
sus días como “peones” o simples mineros asalariados, aspiran a ser “socios”
del Tío y de la cooperativa. No quieren ser simples “mineros asalariados”,
quieren ser “mineros asalariados diabolizados”, frase que expresa el estado
actual del proceso de transformación de “chaman layqha umu” a “minero
asalariado diabolizado”.
En el caso de Huancavelica, no hay sistema de cooperativas, los trabajadores
mineros son asalariados y diabolizados. En el caso de Potosí, hay
cooperativas, y los mineros pueden ser socios (diabolizados) y peones (no
diabolizados). Dado que el Tío es el arquetipo del minero, el ideal de los
mineros es ser como el Tío, y en este proceso está mezclado lo sagrado y lo
económico, siendo lo sabgrado lo que ha permanecido en el tiempo, donde el
registro mas antiguo conocido en el antiguo Perú es el caso del hombre de
Chuquicamata, en el actual Chile.
91...“Es esta ambigüedad o esta paradoja entre el deseo de no terminar sus días como simple minero estando al
mismo tiempo orgulloso de serlo, que nos parece ser el rasgo que mejor define la condición minera en Huancavelica y
en Potosí” (Salazar-Soler, Carmen; Absi Pascale 1998: 143).
92.. “Solo los asociados que se benefician directamente de las ganancias de la mina, y no así los peones asalariados,
están en condiciones de negociar directamente las riquezas del subsuelo con el Tío. Únicamente los que tienen esta
intimidad fusional con el diablo obrero pueden beber, de igual a igual, como colegas, con él” (Absi, Pascale: 9).
93... “Los ritos y las representaciones simbólicas asociadas al diablo que atestiguan la distinción entre el estatus del
peón y el del asociado de la cooperativa, definen también la manera en la que deben ejercer las prerrogativas ligadas
al estatus de socio. Verdadero código moral en acción, el pacto individual con el diablo ubica el sacrificio de sí mismo
por el trabajo – y no la explotación de los peones – como un valor ineludible de la deontología minera” (Absi, Pascale:
11).
154
CAPITULO V
DISCUSION
“Dear friend, all theory is gray, and green the golden tree of life”.
“Toda teoría es gris, querido amigo, y verde es el dorado árbol de la vida”
Goethe
En la interacción del hombre con el mercurio en Guamanga del Siglo XVI se
pueden identificar tres expresiones culturales claramente diferenciadas:
1. La expresión Angara y/o Chanka: Para ellos, “respirar los vapores
mercuriales” era el mecanismo sagrado por el que se incorporaba el poder
de los cerros o espíritu del mercurio al cuerpo humano para mezclarse con
la respiración o aliento humano haciendo una unidad sagrada con el runa.
2. La expresión Inca: Que no consideraba al mercurio como algo sagrado, sino
algo muy dañino para la vida y la salud, lo que generó la prohibición inca de
su uso y su inclusión en la citua, como una de las enfermedades a ser
erradicada del imperio Inca. Pero, permitio su explotación por los chanka.
3. La expresión española: Para quienes el mercurio tampoco era algo sagrado,
y en su afán de obtener la mayor cantidad posible de oro y plata, no
dudaron en utilizar todos los mecanismos posibles para ello, incluyendo la
explotación industrial de las minas de mercurio hasta su agotamiento. Esto
generó en Guamanga del Siglo XVI:
155
A) La mayor epidemia de intoxicación por exposición al mercurio conocida
por la humanidad o epidemia de taki onqoy, que dur ó aproximadamente
415 años, considerando su inicio con la minería de mercurio en Paras,
en 1560, hasta su termino con el cierre de la mina de mercurio de
Huancavelica, en 1975.
B) El movimiento del taki onqoy, que duró aproximadamente 11 años,
desde el inicio de la explotación de la minería en Paras, en 1560, hasta
el año 1571 en que se fundo Huancavelica. Para 1577, Albornoz se
refiere a este movimiento como algo importante en el pasado, pero ya
controlado para ese año.
Se constata que el perfil epidemiologico (endémico, epidémico) en la época
preinca, inca y colonia son claramente distintos en cada periodo historico, con
referencia a una misma población (Angara), lo que no es explicable en términos
biológicos, pero si por los procesos sociohistoricos generados por los diferentes
tipos de minería en el tiempo, que generarón las condiciones para la aparición
del taki onqoy como epidemia.
La explicación de los cambios ocurridos en las diferentes etapas estudiadas,
está en las características de las formaciones sociales de cada uno de los
momentos históricos porque cada sociedad crea su propio perfil patológico. Por
ello, el proceso de explotación industrial del mercurio, esta asociado al paso de
un estado de máxima salud (Waka) a máxima enfermedad porque la
intoxicación por exposición al mercurio es una enfermedad mortal. Distinto fue
en la época preinca e inca, pues era un honor convertirse en Waka por acción
del mercurio, y al ser en pequeña escala y numero, no había resistencia. Pero
con la minería industrial impulsada por los españoles, se requeria grandes
cantidades de mano de obra, lo que genero el movimiento conocido como taki
onqoy, que nació contra la minería de mercurio en el Perú del Siglo XVI.
156
Tabla N° 3: Interacción hombre – mercurio en Guamanga del Siglo XVI.
Para los Angara, la intoxicación por mercurio fue la mayor expresión de “salud”
porque convertia a los hombres en hombres-waka. Para los incas solo fue una
enfermedad, razón por la cual la incorporaron en la citua. Para los españoles
también fue una enfermedad. Como puede apreciarse, un mismo hecho
biológico puede tener diferentes interpretaciones culturales en el tiempo. Este
es un ejemplo de como “el individuo y la sociedad son los que otorgan el rotulo
de enfermedad a determinado evento” (Lejarraga, Agustina 2004: 271), y de
como los procesos de salud-enfermedad están subsumidos en procesos
histórico sociales (Sanchez-Vanegas, Guillermo; Abadia, Cesar Ernesto 2012:
249).
Asimismo, las diferentes expresiones Angara, Inca y Española sobre un mismo
fenómeno: la intoxicación por mercurio, en el sentido que para unas son la
157
máxima expresión de salud (forma hombres sagrados) y para otras la máxima
expresión de enfermedad (por lo que debe ser erradicada), es un ejemplo del
proceso de determinación histórica de los estados de salud-enfermedad
(Sanchez Vanegas, Guillermo; Abadia, Carlos Ernesto 2012: 247). Pero
también es un ejemplo del cuestionamiento que se realiza al proceso salud-
enfermedad visto como dicotomia, debiendo concebirse como un proceso
sociopolítico (Pizza, Giovanni 2005: 15), “que empuja a la antropologia medica
a observar cuanto de “sano” hay en la “enfermedad” y cuanto de “enfermo” hay
en la “salud”, …, “para distinguir al sano del enfermo, no hay que asumir el
criterio de “realidad”, sino el de “realidad histórica” y al mismo tiempo
reflexionar sobre la interacción entre bienestar físico y economía política…
porque la insistencia sobre la diferencia cultural oculta la producción de
desigualdad social (Pizza, Giovanni 2005: 27).
EL PROCESO SALUD ENFERMEDAD EN EL TAKI ONQOY
1. El término “Taki onqoy”, visto como enfermedad, expresa un síndrome, es
decir, un conjunto de signos y síntomas que se producen de forma
simultánea y configuran una patologia conocida actualmente como
intoxicación por exposición al mercurio, de los cuales los más
característicos son la disartria (“enfermedad del canto”) y la ataxia
(“enfermedad del baile”). Este hallazgo obliga a reconsiderar la idea de una
medicina exclusivamente mágico religiosa entre los incas, pues la idea de
síndrome no solo se refiere a “síndromes culturales”, también expresa una
forma de producción de conocimiento basado en la observación
sistematizada de hechos, lo que forma parte del método científico. Lo más
probable es que los preincas e incas hayan desarrollado ciencia médica,
que como todo lo existente en esa época tuvo un marco mágico religioso,
pero no fue solo magia y religión, también fue ciencia: El conocimiento del
poder protector de la coca ante el mercurio no se da en pocos años, ni en
un contexto de prohibición de su uso. Es un conocimiento de larga data.
158
2. La enfermedad conocida como Taki Onqoy corresponde a la intoxicación
por exposición al mercurio en razón a la presencia de tres criterios: la
exposición al mercurio en minería y metalurgia derivadas de la explotación
de las minas de mercurio en Paras y Huancavelica, la presencia de signos
clínicos compatibles con el diagnostico de intoxicación por exposición al
mercurio, y la descripción de la historia natural de la enfermedad también
compatible con la intoxicación por exposición al mercurio. Además, la
cantidad de takionqoys descritos por los cronistas no pueden ser explicados
por enfermedades genéticas que también se presentan con ataxia o corea,
ni por otro tipo de patologías que presentan alteraciones del movimiento
corporal.
3. Hay que tener en cuenta que las rocas en general, y el mercurio en
particular, no es utilizado en ninguna función biológica o fisiológica en el
cuerpo humano. No es una sustancia necesaria, y mucho menos
indispensable para la fisiología y vida humana. Por lo que su uso siempre
ha tenido una motivación cultural, y las consecuencias de su uso, se han
procesado culturalmente. Esto contradice la idea de Bronislaw Malinowski,
quien señalaba que “cualquier teoría de la cultura debe comenzar por las
necesidades orgánicas del hombre” (1944:72) (Morris, Brian 1995:181). En
consecuencia, el enfoque seguido en esta investigación no es un intento de
historizar la biología, sino estudiar el proceso social del taki onqoy, en el
que no se puede excluir las manifestaciones biológicas de la exposición al
mercurio, tanto en la naturaleza como en el cuerpo humano.
4. Ante la aparición de los casos de Taki Onqoy en Paras, es posible que los
movimientos atáxicos fueron confundidos con epilepsia por los sacerdotes
españoles. Por tal motivo, consideraron que estaban poseídos por el
demonio o diablo cristiano, y procedieron a realizar bautizos masivos
porque el bautismo también es una forma de exorcismo.
5. La idea de pishtaco se reforzó a partir de los casos de caquexia mercurial
derivados de la epidemia de intoxicación por exposición al mercurio ocurrida
en el Perú del Siglo XVI, como consecuencia de la exposición a sistemas de
159
producción de mercurio en las minas de Paras y Huancavelica. La caquexia
mercurial es la etapa previa a la muerte producida por la intoxicación por
exposición al mercurio y se caracteriza por la extrema delgadez de la
persona (“Se convierten en un palo” o solo “hueso y pellejo” porque el
cuerpo pierde la grasa corporal). Esta idea ha ido evolucionando en el
tiempo hasta adquirir la forma con que se le conoce actualmente.
6. Descubrieron que a través del ejercicio físico y la espiración, mejoraba la
clínica de la intoxicación por exposición al mercurio, y desaparecía
progresivamente en un lapso de 4 a 6 meses. De ahí que los Angara
consideraran que la danza de tijeras era buena para el sistema nervioso
(“La danza de sanación”). Tal proceso fue interpretado como un mecanismo
de control de los vapores mercuriales o “espíritu de la roca” y se ritualizo.
Luego, se convirtió en lo que actualmente se conoce como Danza de Tijeras
– la danza chamanica curativa o medicinal - que se convirtió en su ritual
principal, y que permanece hasta la fecha, incorporando con el tiempo
diferentes variantes y elementos que la identifican y resignifican.
7. En el caso de la intoxicación por exposición al mercurio, no se trata de
“estados alterados de conciencia” como lo señala Lewis-Williams, ni de
“técnicas del éxtasis”, como lo señala Mircea Eliade. Se trata de daño
neuropsicológico por exposición al mercurio que se expresa en psicosis,
fatiga, apatía, disminución de la memoria, alteraciones del pensamiento, el
afecto y la sensopercepcion, entre otros. En consecuencia, hay sustento
suficiente para presentar la “teoría toxicológica del chamanismo” como la
mejor explicación de una parte de la historia de la humanidad, en razón de:
a. El daño neurológico y toxicológico producido por el mercurio, y otras
drogas usadas en la prehistoria, está probado por la ciencia experimental y
clínica. En consecuencia, los chamanes sufrían de enfermedades derivadas
de los tóxicos que utilizaban.
b. Se ha verificado el uso del óxido y dióxido de manganeso en pinturas
rupestres de Europa, así como de múltiples drogas en la prehistoria: Iboga,
peyote, cohoba, cebil, ayahuasca, caapi, yajé, rapés de Virola, coca,
160
tabaco, marihuana, hongos toxicos, y otras que son sustancias toxicas, que
no solo tienen poder alucinógeno; sino sobre todo tóxico.
c. Aunque los vapores mercuriales no se pueden oler o ver, no se trata de
un “espíritu” en el sentido de ser algo solo imaginario. Se trata de un
elemento objetivo que experimentaba el organismo humano, y en
consecuencia la idea de “espíritu” expresaba una hipótesis de trabajo hacia
algo que se manifestaba de manera objetiva, pero no podía ser percibido
por los sentidos o demostrado de manera empírica, para los conocimientos
de la época. Desde este punto de vista, la idea de animismo expresada por
Taylor de “creencia en seres espirituales”, o que es producto “solo de la
imaginación”, debe ser revisada y corregida pues en realidad se trataba de
observaciones objetivas del comportamiento de la naturaleza. En este caso,
debe enfocarse la idea de “espíritu” - que deriva de pneuma: aliento - como
la de una hipótesis específica planteada por los chamanes en lo que
respecta a la relación entre una exposición (al mercurio y sus vapores
mercuriales) y un desenlace o consecuencia (la enfermedad conocida como
taki onqoy o intoxicación por exposición al mercurio), para cuya
confirmación actualmente se requeriría un estudio analítico experimental.
Donde la exposición a los vapores mercuriales era la condición necesaria y
suficiente para el desenlace del taki onqoy, pues observando los casos
producidos, aun de manera no sistemática, cumplían lo que actualmente se
conocen como criterios de causalidad de Hill: Fuerza de asociación,
consistencia, especificidad, temporalidad, gradiente biológico, verosimilitud
y coherencia, donde los datos experimentales eran obtenidos por el chamán
al experimentar la sustancia en su propio organismo, lo que para su época
era un raciocinio muy coherente, y muy peligroso. Pero no había otra
manera de producir conocimiento en esa época, y este método estaba
permitido, hasta la aparición del método científico muchos siglos después.
8. En la actualidad, entre los chamanes, el mercurio es reconocido como
un elemento toxico, que produce una enfermedad conocida como taki
onqoy, pero que entre los chamanes mantiene sus poderes de
161
“protector” o “seguro”, y mantiene su asociación con el “supay” o “diablo”
ó “tío” entre los trabajadores mineros.
EL PROCESO DE TRABAJO EN EL TAKI ONQOY
1. Utilizando una frase de Godelier, se puede decir, que “en el fundamento de
la sociedades humanas” hay un innato esfuerzo por conocer, dominar y
transformar la naturaleza con creatividad, conocimiento e innovación y
trabajo: Por ejemplo, en el caso del taki onqoy:
a. Conocer las rocas al detalle, y sus propiedades;
b. Afán de dominación y control de la naturaleza, que se expresa a
través de los chamanes que logran controlar el “espíritu” de los
cerros, y
c. Su transformación a través del desarrollo de técnicas metalúrgicas
con diferentes metales, y en razón de que en las ofrendas a los
takionqoys se ponía oro y plata en pequeñas cantidades, puede
significar que conocían la técnica de amalgamación del oro y la plata
pero en muy pequeña escala, lo que sería equivalente al nivel
experimental o de laboratorio de la actualidad.
d. La creatividad e innovación son exigidas por el público, pues siempre
requieren que la música que se genera en la danza de tijeras sea
diferente a la de presentaciones anteriores, así como los pasos de
baile. Esto en razón de que se consideraba que el arte y lo sagrado
eran una unidad. Esta creatividad es parte de la identidad angara.
e. Este proceso no es solo un proceso de supervivencia, porque el
mercurio no cumple con el criterio de ser un elemento necesario para
la supervivencia o vida de las personas o humanidad.
162
2. La conquista del Perú, en el Siglo XVI, significó la puesta en contacto de la
cultura Inka con tres grandes procesos occidentales, cuyo impacto no ha
sido suficiente estudiado:
a. El proceso de universalización o “globalización” de la economía mundial:
En el que la minería peruana jugo un rol fundamental a partir del
descubrimiento de las minas de Potosí y de Huancavelica.
b. El renacimiento, y
c. La reforma.
2. En ese contexto de mundialización de la economia, la historia del salario
como el mecanismo de valorización del trabajo, no ha sido suficientemente
estudiada en el Perú del Siglo XVI, a pesar de ser de gran importancia
porque introdujo por primera vez, de forma generalizada, un elemento de la
economía capitalista mercantil europea en una estructura laboral colectiva,
casi feudal (Spanoghe, Sander 1997: 43). Donde:
a. Hasta antes de 1551, el trabajo indígena era gratuito. Con la emisión de
la Ley II sobre los indios que quisieran trabajar en las minas debían
recibir el justo precio, el concepto del salario fue muy importante porque
fue la base sobre la que se justificó todo el sistema: “Los españoles
consideraban que el trabajo prestado por los indígenas era libre desde
que tenían que pagar un salario, aunque la labor se desarrollara de
manera compulsiva. De esta manera, acallaron la conciencia Real, como
de los religiosos defensores de los Indios, y lograrón que el
abastecimiento de mano de obra beneficiase a una amplia gama de
españoles quienes debían aportar una remuneración mínima,
compensado los bajos salarios con un alto grado de compulsión, bajo la
idea del bien común y la idea de la ociosidad de los indios. Pero, el
salario no fue una realidad “real”, sino una realidad legal, instituido para
callar la conciencia y la crítica de la política laboral colonial” (Spanoghe,
Sander 1997:43), en la idea de tarde o temprano formar una clase social
laboral dedicada a la minería.
163
b. El repartimiento constituyó la primera etapa en un intento organizado de
incorporar a los vasallos indígenas a una estructura económica
capitalista como verdaderos participantes, al vender, aunque fuera
forzadamente, su trabajo en el mercado laboral colonial, pero para que el
sistema funcione debieron desmontar la estructura laboral de
organización colectiva para dar paso progresivamente a un nivel de
participación individual, donde el salario jugaba un rol mayor. De ahí que
los españoles promovieran el cambio de autoridades o caciques a
indígenas dependientes de ellos, como mecanismo de control de la
mano de obra. De esta manera, los “españoles no hicieron más que
reducir el repartimiento a su elemento coactivo, sabiendo que si no eran
denunciados por sus trabajadores, el suministro de mano de obra estaba
garantizado por el Estado, aun sin pagar o pagando mal, pues el
mecanismo de repartimiento tenía una contradicción interna: Salarios
como medio de atraer fuerza laboral de los indios” (Spanoghe, Sander
1997: 52), con coacción cuando era necesaria. Esta contradicción
interna fue la que destruyó el sistema de repartimiento, al disminuir la
población indígena y no incrementarse los salarios o disminuir el poder
adquisitivo de los mismos.
c. Como señalo Spanoghe: “Como en todo otro medio colonial, esta
progresiva integración en el sistema económico de la nación dominante
se logró a costa de la población aborigen. Prueba de ello, y al mismo
tiempo del valor nulo del salario dentro del repartimiento, es el éxito que
la hacienda y las minas tuvieron como vía de escape a las exigencias
laborales y del tributo. Así, el indio jamás podía alcanzar la autonomía
económica, al estar siempre buscando amparo o en su comunidad
endeudada o en los brazos de los amos españoles que, a su vez,
trataban de retener a sus indios trabajadores endeudándoles por todos
los medios posibles o endeudándose por vía de atrasos en el pago del
salario a sus indios peones.” (Spanoghe, Sander 1997: 64). De esta
manera se generó una nueva clase social: la de trabajadores
asalariados, proceso que se dio en el marco de una sociedad donde
164
todo era sagrado, y que en la minería dio origen a los trabajadores
mineros asalariados diabolizados.
3. Como puede apreciarse, la minería de mercurio transformó el universo
cultural y socio histórico de los peruanos del siglo XVI, en el aspecto laboral,
se desestructuró la organización social existente:
a) El sistema colectivo de decisiones laborales, para pasar a un sistema de
contratación individual con el salario individual como mecanismo de
compensación. Este proceso paso por una etapa intermedia en el que los
españoles hacían trato con los caciques, quienes lo administraban de
acuerdo con sus costumbres, para progresivamente pasar a un sistema de
trabajo individual.
b) La creación de indios y yanaconas por parte de los españoles:
a. Hacían gente Yanacona: Dejaban de ser libres para ser serviles.
b. Hacían indios: Dejaban de ser runas para ser indios.
c. Hacian mineros.
4. Los españoles, entre 1560 y 1570, rápidamente extendieron el uso del
mercurio para amalgamar la plata y el oro en las minas de Huamanga,
mucho antes de la llegada del Virrey Toledo: Lo utilizaron en las minas
de plata de Tunsulla, y probablemente también en las minas de plata de
cumbilla, de oro de Guallaripa, de Caraybamba en Lucanas, así como en
las minas de Parinacochas y Aymaraes. De ahí que Cristóbal de
Albornoz haya encontrado una gran cantidad de takionqoys en
Parinacochas, Soras y Lucanas. Además, ubicaron otras minas de
azogue, como la de Anqojanco, cerca de Jauja, camino a Huamanga. A
medida que se ampliaba el uso de mercurio en las minas, se iba
extendiendo los casos de taki onqoy, lo que incluye los casos de moro
onqoy. Esto multiplico el impacto de la minería del mercurio en el Perú
del Siglo XVI, a nivel sanitario y social.
165
5. Se puede decir, que el denominado movimiento Taki Onqoy, existió
desde 1560, y todo parece indicar que en sus orígenes fue un
movimiento contra la mita minera, en el sentido que no debería existir
dicha mita. Luego, las ordenanzas de Polo de Ondegardo para las minas
de Guamanaga de 1562, muestran que se transformo en un movimiento
que basicamente luchaba contra el trabajo excesivo. El cuestionamiento
de la existencia de la mita minera, no desaparecio, pero se hizo
minoritario. No fue una lucha de los incas, porque siempre consideraron
que el taki onqoy fue una enfermedad. Debio ser una lucha de los
angara que no eran chamanes y de quienes sufrían directamente la
enfermedad, o perdían familiares por ella.
6. El taki onqoy fue considerado relevante a partir de 1569 porque la
naturaleza sagrada del Cerro Wanka Willca, y todo el culto relacionado
con ello, era la barrera que debían superar los mineros españoles para
proceder a la explotación de las minas de mercurio con mano de obra
indígena, y facilitar la explotación de la plata de Potosí, y otras minas de
oro y plata, utilizando la técnica de amalgamación de la plata con
mercurio, pues ya contaban con el apoyo político del Virrey Toledo para
la implementación de la mita minera toledana, pues no encontraba otra
alternativa disponible para la explotación de las minas en beneficio de la
Corona Española. Todo indica que no fue un movimiento que impulso a
la población general, sino a la población que específicamente entro en
contacto con la minería de mercurio. Con aquellos que se resistían, por
motivos religiosos, a ser parte de la nueva clase social emergente de
trabajadores mineros asalariados. Fue un movimiento de minorías
(Angaras que no querían ser mitayos, por los Angaras que querian ser
mingados iban voluntariamente a trabajar en las minas como parte de su
tradición), hábilmente sobredimensionado por los mineros españoles
para conseguir el apoyo de Toledo con la formailización de la mita
minera, y lograr la fundaión de Huancavelica como ciudad minera y el
reparto de indios para el trabajo en las minas de mercurio que realizo
Cristobal de Albornoz. Luego de ello, dejo de hablarse del taki onqoy
166
como movimiento, y como enfermedad, empezó a llamarse “enfermedad
de los azogados” o “enfermedad de la mina de Huancavelica”.
7. El desarrollo de la tecnología jugó un rol clave en la formación de la
nueva categoría de trabajadores mineros asalariados, en el sentido que
sus avances contribuyeron a controlar la enfermedad del taki onqoy o
intoxicación por exposición al mercurio. De esta manera:
A.- Alrededor de 1570, se implementó el sistema al aire libre en
sustitución de la fundición de azogue bajo portales.
B.- Luego, se implementó el uso del ichu en sustitución del uso de
la madera.
C.- En 1597, se implementó los hornos de jabecas en sustitución
de las simples ollas.
D.- En 1607 se contrata a Juan de Buendía, de Almadén, quien
mantuvo muchos sistemas por considerarlos mejores que en
Almadén.
E.- En 1632, se implementó el sistema de hornos busconiles.
De esta manera se iba disminuyendo la exposición al mercurio en el
lugar de trabajo, y disminuían los casos de intoxicación grave. Aunque,
estas innovaciones se han atribuido a españoles, es plausible considerar
que fueron los antiguos peruanos quienes realizaron las innovaciones, y
las difundieron a través de los españoles. Recordemos que Amador de
Cabrera, Henrique Garcés y Pedro de Contreras no eran conocedores ni
expertos de la tecnología del mercurio al llegar al Perú. De esta manera,
de la misma manera que los indígenas financiaban los hospitales,
también debieron contribuir con el conocimiento y experimentación
necesaria para mejorar los procesos tecnológicos, que incrementaban su
tiempo de supervivencia, y cumplían el ideal de los danzaq: Controlar al
Supay, donde todo dependía del “azoguero”. La tecnología de amalgama
de la plata y el oro con mercurio no solo tuvo un impacto económico, es
un claro ejemplo de como una innovación tecnológica produjo una
167
revolución social, cultural, económica, política y religiosa, no solo en los
Andes del Siglo XVI, sino también en el mundo globalizado de aquella
época.
8. De esta manera se verifica que son las condiciones socio históricas y
culturales las que determinan la naturaleza del trabajo en un determinado
momento histórico, así como la manera de relacionarse con la naturaleza:
En el caso del Taki Onqoy, referido al trabajo humano para la producción
del mercurio, se verifica el paso del trabajo como dignificante – antes de la
conquista – al trabajo como tortura – post conquista española, donde la
condición de sagrado hace que el trabajo minero no sea alienado, a pesar
de los bajos salarios que se perciban.
LAS ROCAS Y EL COMPONENTE SAGRADO DEL TAKI ONQOY: SUPAY
1. Con el taki onqoy, se introduce la posibilidad que la primera forma de
religión no haya sido alrededor de las plantas y animales, sino alrededor
de las rocas, a quienes los takionqoys consideraban “su principio y
origen”, donde, considerando lo expresado por Robertson-Smith: “La
primera forma de totemismo clánico donde el clan estaba idealizado,
deificado y representado materialmente por el animal totémico” (Morris,
Brian 1995: 144), en el caso del Taki Onqoy, estaba representado
materialmente por una roca sagrada.
2. La idea de la roca como principio y origen del hombre es muy importante
de estudiar:
a. Ya el hombre del paleolítico se relacionaba con las rocas y las
cuevas de manera sagrada: Consideraban que la roca era el refugio
del chaman. Buscaban las rocas que tenían alguna particularidad
especial, ya sea por su color, forma o propiedades. El hombre del
paleolítico ya rompía las piedras de cuarzo para ver su contenido y
triboluminiscencia, lo que indica que el hombre del paleolítico
168
exploraba intensa y meticulosamente toda la naturaleza. La palabra
Shaman, al igual que la palabra Chanka, significa “el que tiembla”, lo
que puede estar asociado al temblor producido por el mercurio.
b. La extracción de los minerales era realizada por sacerdotes, como el
hombre de Chuquicamata, y probablemente siguiendo
procedimientos rituales.
c. No fue necesaria la creación de la fundición para establecer una
relación sagrada con las rocas en Huancavelica. Los metales nativos
(mercurio nativo) jugaron un rol clave en este proceso. El mercurio
nativo emite vapores mercuriales a temperatura ambiente sin
necesidad de fundición alguna, puede producir inmediatamente
signos y síntomas de intoxicación por mercurio. Con la aparición de
la metalurgia, este proceso debió ser más intenso y más rápido.
d. En el caso del Taki Onqoy, se registró el siguiente testimonio: “En
tiempo que fueron gobernados por sus caciques, adoraban sus guacas, a quien tenían por dioses, que eran unos ídolos hechos de piedra questaban en ciertas partes deputadas para ello, de donde decian los indios que tenían su principio y origen. Después que los Ingas los subjetaron, adoraban el sol y la luna y los
idolos particulares de los Ingas…”. (Jiménez de la Espada, Marco
1881-1897. Tomo 183. Pp 310-409).Definitivamente, la roca era un
elemento clave en la comprensión de la naturaleza y el origen del
mundo. Las rocas son fuente de memoria, historia e identidad.
En consecuencia, si para los angara, la roca - en particular el mercurio - era
sagrada/o por ser el principio y origen del hombre, no es difícil de imaginar
el impacto que tuvo en su mentalidad y cultura, la minería industrial de
explotación del mercurio impulsada por los españoles en el Perú del Siglo
XVI, para quienes el mercurio no era sagrado, y les demostró, por la
inacción de las wakas, que una parte de su religión no era como ellos la
conceptualizaban, generando un “culto de crisis”.
169
3. El deseo profundo de controlar la naturaleza, y las limitaciones del ser
humano, generaron la necesidad de “alianzas” con los poderes o fuerzas
de la naturaleza –como el poder de los cerros, a pesar de todos los
riesgos: Son procesos consientes y deseados, que pueden incluir la
muerte biológica, y la resurrección física y espiritual, pero en términos
culturales:
a. Las alianzas se realizan para proveerse de aquello que el hombre no
produce, o no puede controlar.
b. El hombre, desde su sistema nervioso, cerebro y mente, afectado y no
afectado por sustancias toxicas, produce lo necesario para dar forma y
coherencia al mundo, y relacionarse con él, incluyendo los contextos
culturales y religiosos. En ese sentido, el sistema nervioso humano y la
mente no son solo biología, también son el resultado de procesos socio
históricos y culturales, lo que no solo hace a la mente pan humana,
como señalaba Levi-Strauss (Morris, Brian 1995: 325), sino también
constituyen parte del fundamento del hombre como ser
biopsicosociohistoricocultural (Es todo ello simultáneamente, de manera
integrada y dinamica), por lo que los métodos de estudio
transdisciplinarios deben adaptarse a esta compleja realidad, que nos
recuerda que la separación academica y analítica solo es artificial.
c. El intercambio de aliento humano con los vapores mercuriales de los
cerros (Supay) fue considerado la más profunda expresión de
interacción de un ser humano con la naturaleza, adquiriendo el “poder de
los cerros” a través de este intercambio, o expresándolo a través de la
frase “comemos a las minas y las minas nos comen a nosotros”.
4. De acuerdo con la evidencia disponible, la idea de Supay está
relacionada al aire o viento, y al mercurio y los vapores mercuriales que
emana, al punto de considerar que, tanto el mercurio como los vapores
mercuriales son el Supay, en razón de lo siguiente:
a. En 1990, Lucy Núñez recoge una serie de testimonios que
expresan que el Supay era una piedra: “Los campesinos de la
170
región Chanka acostumbraban llamar a esta danza Supay
Huasapi Tusok, “danza de la casa del diablo”, y Tusuy Supay o
Huamanguina, A los danzantes se les llama, en Ayacucho y en
Apurimac, danzaq y los de Huancavelica les llaman galas, y en
Arequipa, los villanos. Hace unos 30 años el antropólogo J.M.
Arguedas generalizó el nombre de danza de las tijeras para toda
la región Chanka, al mismo tiempo que la danza empezaba a
difundirse y desde entonces lo hizo con este nombre. Desde
entonces, algunos danzantes viejos lo confirman, y se ha
atribuido a J.M. Arguedas la autoría del nombre” (Núñez, Lucy
1990: 57). Es decir, la “Danza de Tijeras” es en realidad la “danza
de la casa del Supay”, donde el Supay es una piedra, lo que
guarda relación con el siguiente testimonio: “Viernes Santo,
todititos, maestros y aprendices vamos a homenajear al diablo, al
maestro de los maestros, se hace en un sitio, una parte silencio,
una parte especial para nosotros. Y esta la imagen del diablo, que
es una piedra. Nosotros no podemos entrar al lugar llamado
Encanto. Pero, al frente hacemos el ensayo, lo comenzamos a
partir de las nueve de la noche hasta el primer canto del gallo y,
bailar. Sí, los que van allí son los mejores. También asisten
algunas personas como público, pero anteriormente no iban.
Cristo está resucitando y los danzantes están adorando al diablo”
(Máximo Hilario, Derrepente, de Angaraes, Huancavelica, 19 de
setiembre de 1983). (Núñez, Lucy 1990: 141). En este caso, el
testimonio expresa que el supay es una piedra, pero no debe ser
cualquier piedra, debe ser una piedra sagrada, como lo expresa el
siguiente testimonio: “Para ser maestros tiene uno, primeramente,
que hacer la tinka con la bebida o con chicha recién servida”,
hacer probar a los cerros y a los huamanis. Para aprender bien
tiene que lavar sus manos en el suelo a diario y también tienes
que tocar para el chancho y tienes que ir a aprender a un sitio que
se llama Huachullarumi (Piedra rayada, nombre propio de un
lugar sagrado de Lucanas). Allí aprendes y te conviertes en
171
maestro. Yo he ido allí con un artista más. Los dos a una piedra, a
las doce de la noche hemos ido a tocar allí. Dicen que salen los
maestros cuando están allí. Pero, cuando yo he ido, no han
salido. Después de la noche yo he tocado para el chancho. Lo del
chancho, si es verdad, como estamos tocando, el chancho se
levanta, da vuelta. Y este es un secreto que no habla la
comunidad y los maestros”. (Núñez, Lucy 1990: 141).
b. Gerald Taylor analizó el termino Supay, y describe la evolución de
su significado en el Perú del Siglo XVI. Dicha evolución puede
asociarse a la evolución de la percepción que se tenia sobre el
mercurio, la cual iba cambiando en el tiempo por las reacciones
que generaba:
i. “Comme le remarque DUVIOLS, "à l'époque de la
conquête, ou peu après, il est clair que Zupay existait en
tant qu'esprit, mais qu'il était loin d'être le seul" (La lutte...,
p. 37). I1 nous a paru intéressant de chercher pourquoi
l'église coloniale a préféré, parmi tous les hapiñuño,
achacalla et autres esprits cités par les auteurs de
l'époque, précisément Zupay pour représenter le Démon,
Satan, l'ennemi de Dieu et du genre humain” (Taylor
Gerald 1980: 47). De acuerdo a esta investigación, la
respuesta parece ser que el Supay era el azogue y el
espíritu del azogue transportado por el aire ó viento y
respirado por las fosas nasales. Por tal motivo, al iniciarse
la explotación del mercurio a escala industrial, y aparecer
la ataxia entre los trabajadores mineros, fue interpretado
por los antiguos peruanos como el accionar del Supay.
Pero, para los sacerdotes españoles, la ataxia fue
interpretada como epilepsia, que era considerada como
una posesión del demonio o diablo como se describe en la
Biblia en San Mateo 17:14, y si sumamos la reacción
religiosa de rechazo a lo católico promovido por los
172
takionqoys, se configura la idea de supay o diablo como
enemigo de Dios y la humanidad.
ii. Taylor precisa que tanto los primeros agustinos, asi como
Cieza de León y Garcilaso de la Vega ya señalaron que el
Supay inspiraba gran terror entre los antiguos peruanos,
quienes escupían por el supay como signo de maldición y
abominación. El supay ya era parte del mundo espiritual
andino antes de la llegada de los españoles, de la misma
manera que el mercurio ya era conocido por los antiguos
peruanos mucho antes de la llegada de los españoles, por
lo que los escupitajos en realidad eran formas de
interactuar con el Supay, eran parte del intercambio
esencial que se realizaba con él por parte de los antiguos
peruanos.
iii. Taylor hace notar que en 1560, Santo Tomas define Supay
como demonio bueno o malo, donde supayasca es
“demoniado”, “poseído” o “comportarse como un poseído”,
lo que lleva a considerar a la intoxicación por exposición al
mercurio.
iv. Taylor hace notar que en el Vocabulario anónimo de 1586,
el aspecto positivo del supay ya no esta presente. Se le
describe como “demonio”, “fantasma”, “la sombra de la
persona”. Es importante tener en cuenta que para 1586, ya
se explotaba por 22 años las minas de mercurio de
Huancavelica, y en consecuencia, era claro que para
entonces el mercurio ya no tenia nada de bueno. Para los
antiguos peruanos (chankas), el mercurio se había
transformado de un dios en un toxico que producía
muchísima muerte, donde las minas de mercurio eran
consideradas como “cementerio de indios”, que convertía a
173
los trabajadores mineros en seres fantasmales o en
sombras de una persona.
v. Taylor hace notar que en 1608, Holguín, señala que Supay
es el demonio o diablo, pero una serie de expresiones que
contienen la palabra supay, se refieren a “convertirse en
supay”, “enfermarse como un demonio”, “posesión”, “habla
con el diablo”, “fuerza que anima”, o en la frase “çupaypa
yaucusccan” (penetrado por el Supay), “çupaypa
çamaycuscan” (insuflados, respirados o inspirados por el
supay). Todas estas expresiones lingüísticas encajan con
la fisiopatología de la intoxicación por exposición a vapores
mercuriales, a través de la cual, al respirar los vapores
mercuriales se adquiere la intoxicación por exposición al
mercurio o taki onqoy. Con el tiempo, la” casa de las almas
de los muertes”, la “mansión de las sombras” de los
antiguos peruanos, se convirtió, por mutación ideológica en
la “casa del diablo”. Esta casa del diablo debió ser la mina
de mercurio.
vi. Taylor cita a Bernabé Cobo, quien señala: “154010
Asimismo estaban persuadidos a que hay infierno para los
malos, y que allí los atormentaban los demonios, a quienes
pintaban muy feos y espantables. El lugar del infierno
decían estar debajo de tierra, y que es muy estrecho y
apretado; y que los que allá van padecen mucha hambre y
sed; y que les hacen comer carbones, culebras, sapos y
otras sabandijas asquerosas, y beber agua turbia y
hedionda; y que de solo esto se mantienen las animas de
los condenados, cuya pena dicen ser perpetua” (Cobo,
Bernabé, Lib. XVIII, Cap. III, p. 155).Es posible que esta
persuasión se deba a la experiencia que vivieron los
antiguos peruanos en el trabajo en las minas de socavón,
en especial en las minas de mercurio de Huancavelica,
174
porque las describen de manera coherente: Un lugar
estrecho y apretado, donde se padece mucha hambre y
sed, donde comen sapos y sabandijas asquerosas, como
lo hacen hasta ahora en algunas presentaciones públicas
los danzantes de tijeras. Precisa que los que van a este
lugar serían los malos, o malditos: todos los que habían
transgredido las leyes que garantizaban el bienestar y la
supervivencia de las comunidades, los adúlteros, ladrones,
etc. Por tal motivo, los danzantes de tijeras señalaron que
temen a la brujería del pueblo, y buscan su cariño y
reconocimiento, porque de ser acusados de hombres
malos o malditos en las asambleas colectivas les hubiera
correspondido ir a las minas como mitayos aun contra su
voluntad.
vii. Taylor señala que: “Le corps "animé" auquel s'est attachée
cette ombre, au cours de sa vie terrestre, est momifié et
placé généralement dans une caverne près du site de la
communauté, le pacarina des chroniqueurs. Ce pacarina
est cependant souvent le lieu où s'est établi après une
conquête un ancêtre-héros, ensuite déifié et transformé en
pierre. Alors, l'ombre se réfugie dans une autre pacarina,
plus loin, lieu de la première apparition du groupe, ce qui
peut être dégagé de certains passages du Manuscrit de
Huarochirí”. (Taylor Gerald 1980: 57). Agregando:
“Négligée par ses descendants chrétiens mais crainte à
cause de la vénération dont elle avait bénéficié autrefois,
l'âme-ombre des ancêtres, condamnée par l'Eglise au feu
perpétuel, connaissant les secrets du pouvoir ancien, des
rites et des traditions, de l'emplacement des mines, de la
nature des plantes médicinales, fut identifiée avec le
démon.” (Taylor Gerald 1980: 57).Señalando con respecto
a la pacarina: “Les pacarina, jadis vénérés, devenaient des
175
lieux dangereux, à éviter. Et supay se transformait en
synonyme de shapi, shapshiku, shapingu, les duendes, les
fantômes, les esprits, en principe malfaisants, des
condenados”. (Taylor Gerald 1980: 57 -58). De esta
manera, Taylor describe el proceso por el cual el Supay
deja de ser Dios para convertirse solo en piedra. Es la
etapa de culto de crisis, que fue desencadenado por la
minería industrial impulsada por los españoles, y que fue
condición necesaria para continuar con la minería en los
términos propuestos por los españoles. De esta manera el
Supay se transformó en shapi, y la pacarina, que puede
ser la mina de mercurio como fuente de seres sagrados, se
convirtió en un lugar peligroso, un lugar a evitar. Por lo
tanto, surge la hipótesis de que el lugar donde está
ubicada la mina de mercurio fue una pacarina, o si no fue
pacarina, con la actividad minera implementada por los
españoles, y la acción de extirpación de idolatrías
implementada por Cristóbal de Albornoz, la mina de
mercurio dejó de ser el lugar sagrado para todas las
culturas pre incas que utilizaban el mercurio como veneno
sagrado, para convertirse en un lugar que en vez de
producir dioses, producía demonios, piedras y
condenados.
viii. Cuando Taylor expresa:“Il nous semble maintenant que
SANTO TOMAS a voulu indiquer les trois aspects de l'
'âme par laquelle nous vivons', le camac 'la source de la
force vitale', le songo 'le noyau matériel du corps qui la
reçoit', et le 'souffle', l'esprit, émanation parfois visible de
cette vitalité reçue qui quitte 1e corps par la bouche. I1
pourrait également représenter le 'souffle' reçu, 1'"esprit qui
anime'. Le Vocabulaire anonyme de 1586 traduit
zamaycuni par "infundir el alma darle vigor o insuflar" et
176
zamascaruna par "hechizero" c.-à-d. 'l'inspiré' (p. 29). Ce
terme est donc présenté comme un synonyme de
camascaruna, traduit également par "hechizero", qu'on
pourrait peut-être interpréter comme 'celui qui participe de
l'existence (/ka-/) de la source de vitalité (le camac)' (p. 21).
POLO indique le terme soncoyoc (possédant un sonco)
comme l'équivalent de camasca dans le sens de guérisseur
inspiré ("De Las Curas y Medicos", chap. XIII, POLO de
ONDEGARDO, Los Ritos de los Indios dans
Confessionario para los Curas de Indios, Séville, 1603).
Ainsi, nous retrouvons les trois termes que donne SANTO
TOMAS comme traduction de l'âme réunis dans les
définitions coloniales du hechicero” (Gerald Taylor 1980:
72). Precisa que los tres elementos del alma por la que
vivimos son: camac, sonqo y el “aliento”, o espíritu. En este
caso, el intercambio de alientos o espiritus que se
realizaba entre el runa y los vapores mercuriales durante la
respiración convertían al runa en hechicero, donde los
vapores mercuriales serian el espíritu del mercurio, por lo
que a través de este procedimiento participaba del “poder
de los cerros” y de su fuente de vitalidad.
ix. Cuando Taylor señala: “Curieusement, ce Supay
démoniaque défini par l'Église en 'langue générale', ne fut
apparemment jamais identifié au hupay > upay des langues
quechuas vivantes.” (Taylor Gerald 1980: 73). Nos hace
recordar a Garcilaso, quien señalo que los incas
conocieron el azogue, pero el inca, al ver que era dañino,
prohibió el uso del mercurio o azogue entre sus súbditos, e
incluso índico que debía olvidarse su nombre,
c. Luis Valcarcel también estudio el supay, y su análisis puede
relacionarse con el mercurio:
177
a. Se considera que “Jatun Wiracoha transformó la piedra en
hombre vitalizándola”. De esta manera, la piedra era “el
principio y origen de los hombres”, idea que parece tener su
origen en el paleolítico durante la edad de piedra. Aunque no
precisa el tipo de piedra del cual tuvo origen, al considerarse
que la piedra era el origen de los hombres, es comprensible el
impacto que tuvo la minería de mercurio implementada por los
españoles entre los peruanos del siglo XVI, así como la quema
de ídolos producida por Albornoz, en la medida que se
procedía a “quemar” (fundir) piedras que contenían azogue y
porque con la quema de los ídolos desaparece cualquier
posibilidad de resurrección.
b. Es probable que el azogue haya sido considerado “la partícula
divina dejada en la tierra” ya que por su naturaleza de metal
líquido, consideraron que “fue cobijada por el agua y acunada
por la piedra”. De ahí que los danzantes de tijeras busquen
lugares donde se combina el agua y la roca para hacer sus
rituales en los que consideran que es fundamental la presencia
de polvo de las minas.
c. Considerar el azogue como esa parte divina que no destruye
pero desmejora, se puede referir a que en la época pre inca,
por la tecnología existente, los niveles de intoxicación por
mercurio desmejoraban o enfermaban, pero no mataban, pues
los danzaq habían logrado controlar el mercurio en bajas
concentraciones, por lo que era posible la recuperación de los
afectados luego de algunos meses de no exposición, ejercicio
físico, entre otros.
d. Analizando la idea de que el azogue fue considerado como la
visión o expresión de un Dios imperfecto, por lo que quedo
Supay, es pertinente considerar las siguientes ideas expuestas
por Valcárcel:
178
i. “Supay es la partícula divina que tiende quizás a
reintegrarse sin quizás quererlo. Es la partícula divina que
busca y huye de lo que busca.” (Valcárcel, Carlos 1942: 34).
Podría referirse a la propiedad del mercurio como metal liquido
de reintegrarse o unirse con otras partículas de mercurio,
debido a su naturaleza de metal líquido, así como a la
densidad y viscosidad del mercurio, pudieron considerar como
si estuviera en búsqueda y huida, por lo que se menciona
como “el eterno indeciso que anda y desanda”.
ii. “Y si el hombre muere, no desaparece, no se aniquila. Esta
simplemente extraviado en la inmensidad de los cerros y así
apreciará mejor el terruño ¡es Supay quien lo ha extraviado ¡”
(Valcárcel, Carlos 1942: 34). Si esta idea se asociara al
azogue, explicaría porque los antiguos peruanos aceptaron
trabajar voluntariamente en las minas de azogue, porque
creían que aun muriendo, no desaparecían, porque la muerte
era considerada una acción del supay para poder vivir, donde a
pesar de la tristeza no estará solo, pues vive con la esperanza
de una jubilosa bienvenida, es la idea de resurrección en
cuerpo y alma, que según Garcilaso, existió en el imperio Inca.
iii. “Supay es la divinidad terrena, es la verdad que acompaña
al hombre, es el dolor que no mata sino que enseña ¡es el
dolor – esperanza ¡”…”¡ Supay es aquel a quien se teme y a la
vez se venera ¡” (Valcárcel, Carlos 1942: 34). De esta manera,
se podría considerar el trabajo minero y metalúrgico como
sagrado, con un contenido de dolor – esperanza, por lo que al
producir intoxicación por mercurio, se le teme y se le venera.
iv. “Supay es puncu, la puerta eterna por donde entran y
salen, en un constante movimiento paliangenésico los
acontecimientos de los hombres, el genio dinámico
eminentemente activo, es el Chuccho. Está en todo lo
179
existente: ya sea en Sayaco Chirapa, cuya mansión predilecta
es el agua; ya el Hapiñuñu, que mora en la tierra firme; o
tambien el Cama ccari, cuando penetra dentro del hombre
mismo enloqueciendole.” (Valcarcel, Carlos 1942: 34 - 35).
Supay puede ser considerado la puerta de ingreso al mal. La
referencia al genio dinámico eminentemente activo puede
referirse a la creatividad e imaginación que se requiere para la
metalurgia de los metales, y que puede estar asociada a las
alucinaciones auditivas y visuales que producen los vapores
mercuriales. Es pertinente resaltar que en el ciclo biológico del
mercurio en la biosfera, este metal tiene presencia en el agua,
la tierra, y cuando se introduce en el cuerpo humano por la vía
respiratoria produce daño del sistema nervioso,
“enloqueciéndole”, que es la intoxicación por exposición al
mercurio.
v. “Conjurábalo simbólicamente por medio del fuego. Esta
invocación tiene un sentido oculto: Supay es real, vive, porque
consume. Pero la llama a la vez que destruye da luz y calor, y
calor y luz son los generadores de vida”. ..“El fuego era la
manifestación plástica perfecta de Supay, actualizada en la
invocación” (Valcárcel, Carlos 1942: 35). La conjura con el
fuego se entendería en el sentido que tranforma la roca en
metal liquido, y luego en vapores mercuriales, que son
incoloros e inodoros, por lo que pudo interpretarse que el fuego
“desaparecia” el mercurio, cuando en realidad solo cambiaba
de estado biológico. Se podría considerar que además del
fuego, la luz y el calor, tambien permiten la manifestación del
supay a través de los vapores mercuriales, los que por los
movimientos involuntarios y ataxia que genera, tambien se
pueden considerar formas de vida. El mercurio tambien
consume la grasa corporal, y por ello produce caquexia
mercurial.
180
vi. “La esencia del Supay es el amor. Porque se enlazó con el
agua y la piedra sucedió la germinación. Se formarón las cosas
de la naturaleza como lo enseño el gran Wiracocha. Y hechas
que fueron, Taksa-Wiracocha, el pequeño, las contempló y las
amó a todas, pero más al hombre, porque era lo más cercano
a él, lo que más se le asemejaba. Y como el hombre tuvo su
origen en la tierra, tiene tendencia al ocio, a la inmovilidad, por
eso, Supay a la vez que crea, malogra, extravía, transforma,
porque ama al hombre. Si él no malograse, alejase, extraviase,
no transformase, el hombre no trabajaría, y el trabajo es la
gran ley en el mundo en que Supay se mueve” (Valcárcel,
Carlos 1942: 36). Esta idea es importante porque refleja que el
trabajo es el intermediario entre el hombre, la naturaleza y lo
sagrado. La innovación, creatividad, y trabajo serian el
elemento divino del supay en el hombre, que podría
expresarse con los procesos de fundición del mercurio, como
un proceso necesario para continuar creando, donde el trabajo
es la gran ley en que Supay se mueve. Pero se refiere a un
trabajo creativo e innovador, por eso señala: “Supay es la vida
terrena: crea porque ama; malogra, por amor” (Valcárcel,
Carlos 1942: 36) ó “Supay crea porque ama; Supay destruye
porque ama: todo es amor y nada más”. (Valcárcel, Carlos
1942: 39).
d. Por tal motivo, existen una serie de testimonios y relatos que
sustentan la idea que el Supay es el aire o viento que contiene
mercurio y los “vapores mercuriales” derivados del mismo. No
debe olvidarse que el nombre de Huancavelica, se recoge
también de la unión de las palabras Huanca (piedra) y Huillca
(Sagrado), lo que quiere decir: “Que dentro de este territorio se
hallaba el Cerro Wanca Wilca, que quiere decir Piedra sagrada o
ídolo de piedra y este tenía varios socavones que contenían
sustancias que buscaban los mineros Garcés y Contreras, ahí
181
hay bastante llimpi”. Don Amador, no perdiendo tiempo, cogió la
tierra roja en una bolsa y el líquido plomizo, espeso y escurridizo
en una calabaza y volvió a Huamanga” (Maldonado Ángel 2012:
20). Con la irrupción de la minería de mercurio a escala industrial
promovida por los españoles, y el cristianismo, el Supay es
derrotado, pero no destruido, solo es deplazado, pues se le sigue
rindiendo culto los viernes santos, y el chamanismo sigue vigente
en muchos lugares del Perú, utilizando el mercurio o azogue
como un “seguro” o “protector”, pero conociendo sus propiedades
toxicas, lo guardan debidamente tapado para que no entre en
contacto con la temperatura ambiental. Se trata de cultos
paralelos que continúan vigentes, donde el culto al mercurio o
supay sería mucho más antiguo que el cristianismo.
INTERACCION DEL PROCESO DE TRABAJO Y EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD EN EL TAKI ONQOY
Esta interacción genero un conjunto de transformaciones que reseñamos a
continuación:
1. Wanca Willca: Paso de ser cerro sagrado a cerro que provee rocas para la
minería. Antes de la conquista, las piedras (wakas) eran seres sagrados
que adoptaron dicha forma, y por lo tanto no eran solo piedras. En la
colonia, tratan de quitar la idea que las piedras eran sagradas del
pensamiento de los antiguos peruanos, porque era necesario para explotar
las minas de mercurio, y poder usar este metal en las minas de oro y plata
utilizando la técnica de amalgamación del mercurio:
a. “El sermón XVIII, aprobado por el III Concilio Límense, en 1583, dice:
“Tukuy ima haykakunamantapas runaraqmi aswan yupayqa aswan
qullananqa. Kayllapanri runap siruiqinpaq rurasqa kaman” (“De todos
estos el ser humano es el que vale mas, es el mas excelente. Todos
182
los demás son hechos para servir al ser humano”). (Taylor, 2003: 90,
91)” (Depaz, Zenon 2015: 170). Este párrafo nos remite al debate de
esa época sobre a quien se consideraba ser humano.
b. Una carta anónima de 1609, reporta información sobre el proceso
denominado extirpación de idolatrías”, llevado adelante por Francisco
de Avila en la zona de Huarochiri. Reconoce, en principio, la plena
vigencia de la religiosidad andina en esa zona, al decir que “(…)
hicieron que se levantase uno y le preguntaron delante de todos qué
sentía de la fe y que dijese si Pariakaka y Chaupiñamoc; los
Conchuris y los demás ídolos eran Dios. Respondió que hay un solo
Dios y que los demás son piedras, y que engañado del demonio
había creido y enseñado semejantes disparates (…) y habiéndolo
oído les dieron disciplinas… A otra persona le hacen decir que
“Chaupiñamoc y Pariakaka y las demás cosas que adoraban no eran
dioses sino unas piedras insensibles que Dios había criado para
servicio de los hombres y que no hay sino un solo Dios”.
Evidentemente, esta es mas bien la formulación que los doctrineros
cristianos querían oir, pues nociones como aquella que refiere a
“piedras insensibles”, es decir, meras cosas, creadas para que los
hombres se sirvan de ellas, son extrañas a la cosmovisión andina
(Polia, 1999: 268, 269, 270).”(Depaz, Zenón 2015: 172)
2. Danzaq ó hechicero, layqas, umu: De chaman a trabajador minero
asalariado. En ritos y mitos de Huarochirí, se menciona a los conchurri,
definidos como “un hombre, sacerdote del demonio” (Taylor, Gerald 2008:
18). Expresión que confirma que el demonio andino tenía su sistema
religioso y sacerdotes, que pudo estar conformada por los danzaq, quienes
con el paso del tiempo se convirtieron en trabajadores mineros. De manera
paralela, la danza de tijeras paso de ser danza sagrada a arte.
3. Espíritu: De Supay a diablo, demonio, shapi, muki. Gerald Taylor, en la
introducción de Mitos y Ritos de Huarochirí, señala: “Los huacas se
convierten en demonios (Chuquisuso y Llocyallhuancupa) una vez cumplida
183
la conquista” (Taylor, Gerard 2008:11). Luego, precisa: “Astohuamán estaba
ofreciendo comida y bebida al huaca, Mientras lo hacía, con mucha
veneración le dirigía el rezo siguiente:
"Padre Llocllayhuancupa, tú eres el hijo de! que hace temblar el
mundo; tú eres también quien creo a los hombres". El demonio,
que no lograba hablar, repetía "Huhu" para expresar su
aprobación. Cuando se le ofrendaba coca, producía un crujido
como si estuviese mascando” (Taylor, Gerald 2008: 97).
Descripción que hace referencia a un hombre intoxicado por exposición
al mercurio con disartria, de ahí que solo puede expresarse con el
sonido “huhu”, y no pudiese hablar, pues su sistema nervioso estaba
totalmente afectado. Lo que significa que adoraban personas – huaca, o
takionqoys, por eso es que “habla” con las huacas, como si hablara con
una persona divina a través de una persona humana. Es decir, personas
que previamente eran severamente intoxicadas: Ya sea voluntariamente
– desde la época pre inca -, o por la minería industrial implementada por
los españoles, en la que se utilizó el mercurio. Es interesante notar que
el sacerdote que hacia estas reflexiones era Astohuaman, un
representante de la etnia Asto, etnia que vivió la minería de mercurio en
el Perú del Siglo XVI.
4. Taki Onqoy: De posesión chamanica a enfermedad. Proceso que en el
manuscrito de Huarochirí se describe de la siguiente manera: “Entonces las
piedras se golpearon entre ellas y así también los morteros y los batanes
empezaron a comerse a la gente” (Chaysi rumikunaqa paypura
waqtanakurqan. Chaymantas kay mortero muchkakunari, chaymanta kay
maraykunapas runakta mikuyta qallarirqan)”. (Depaz, Zenón 2015: 239). En
este párrafo, describe claramente la actividad minera e incorpora al
quechua la palabra “mortero” para describir con más precisión la actividad
minera, siendo esta la causa de la enfermedad y muerte de los trabajadores
mineros. Lo que es descrito como que los morteros y batanes empezaron a
“comerse” a la gente.
184
Para interpretar el proceso por el cual un Dios es derrotado, o postergado,
como ocurrió en el Perú del Siglo XVI, es pertinente la siguiente reflexión:
“Tanto la metáfora nietzscheana de la muerte de Dios como la tesis de
Max Weber según la cual la modernidad conduce a un
desencantamiento del mundo, remiten a la constatación de la pérdida de
sentido de la vida, producida por la cultura moderna que al tender a
racionalizarlo todo no deja lugar para el misterio y la ilusión, lo vuelve
todo calculable, manipulable, dominable, extinguiendo radicalmente la fe
en que pueda haber algo así como un sentido intrínseco del mundo. En
esa misma línea de pensamiento, Heidegger diría que la cultura
moderna lo convierte todo en recurso, en material a ser empleado con
vistas de lograr su mayor productividad. Así, la naturaleza (Pachamama)
se ha convertido en un stock de “recursos naturales”, el tiempo en un
recurso a cosificar, el conocimiento en el recurso que posibilita el óptimo
empleo de los demás recursos y el hombre mismo en “recurso humano”,
en “capital humano”. Lo interesante es que Nietzsche percibe que esa
tendencia ya estaba en curso muchos antes. En la perspectiva que aquí
exploramos, no es la muerte de Dios lo que trae consigo la
desacralización del mundo y la vida, sino precisamente la afirmación de
aquel Dios, en tanto dios único” (Depaz, Zenón 2015: 167).
En el caso andino, no era la muerte del Dios andino, que aún “conversaba” con
los sacerdotes andinos. Era su inacción ante la llegada del nuevo Dios, lo que
facilitó el proceso de afirmación de Jesucristo como Dios, y el desplazamiento
del Supay al viernes santo, fecha en que los dansaq le rinden tributo pues Dios
esta muerto.
185
CONCLUSIONES
Habiendo determinado que Taki Onqoy (“Enfermedad del canto y del baile”)
corresponde a lo que actualmente se conoce como intoxicación por exposición
al mercurio permitio explicar la mayor epidemia de intoxicación por exposición
al mercurio conocida en la historia de la humanidad, la misma que ocurrio en el
Perú del Siglo XVI (Santa Maria, Luis 2016).
Este hallazgo cumple con los criterios establecidos por la Organización
Panamericana de la Salud para el diagnostico de intoxicación por mercurio
(OPS 2011.87):
a) Una historia de exposición ambiental u ocupacional al mercurio: requisito
primario para el diagnostico, el que se dio durante la explotación de las
minas de mercurio de Paras y Huancavelica, asi como con el uso de la
técnica de amalgamación de la plata con mercurio en Tunsulla, Potosi, y
otras minas similares.
b) La presencia de signos y síntomas caracteristicos de intoxicación al
mercurio en los individuos expuestos, configurando la historia natural de
la intoxicación por exposición al mercurio establece la presencia del
segundo criterio diagnostico. En este punto, es necesario resaltar que el
termino taki onqoy, resalta la presencia de dos signos caracteristicos de
la intoxicación por mercurio: La ataxia (Enfermedad del baile) y la
disartria (Enfermedad del canto),
186
c) El testimonio registrado por los cronistas señalando la presencia de: a)
“Azogue en sangrías”, b) “Bocanadas de sangre envueltas con azogue”,
c) “hallar entre los huesos corriendo el azogue” en cadáveres, evidencia
que los niveles de intoxicación por mercurio eran tan elevados que se
hacían evidentes macroscópicamente, lo que es equivalente a identificar
la presencia del mercurio con análisis de laboratorio. Los análisis de
laboratorio se realizan para identificar un agente o toxico cuya presencia
es microscópica o en cantidades que no son evidentes a los sentidos,
pero en estos casos, la presencia del mercurio en el organismo era
evidente “a la vista”, haciendo innecesaria la realización de análisis para
identificar el agente causal de los signos y síntomas que presentaban los
taki oqnoy, pues era evidente la presencia macroscópica del mercurio, lo
que fue registrado por los cronistas.
Por tal motivo, señalar que Taki Onqoy ó “enfermedad del canto y del baile”
corresponde a intoxicación por exposición al mercurio es una conclusión
sólidamente fundamentada.
La intoxicación por exposición al mercurio es una enfermedad que no tiene
tratamiento. Por tanto, la historia natural de la enfermedad va a ser la misma en
toda la historia de la humanidad, Esto significa que en la interacción del hombre
con el mercurio van a ocurrir siempre los mismos fenómenos biológicos, lo que
hace posible identificar la expresión cultural que adoptaron estos fenómenos y
procesos en el tiempo y en el espacio, configurándose en una base que
permite estudiar sobre bases bien establecidas la interacción del hombre con el
mercurio. Como la enfermedad siempre es resultado de un proceso social, nos
planteamos la pregunta: Cual fue el proceso socio histórico en el que se
desarrollo la enfermedad conocida como taki onqoy en el Perú del Siglo XVI?.
Para dar respuesta a dicha pregunta, el mercurio es un buen hilo conductor
tanto para reconstruir la historia de la interacción del hombre con el mercurio,
asi como las expresiones culturales asociadas a ello, porque la intoxicación por
mercurio es una enfermedad ocupacional que ocurre de manera especifica en
la minería o metalurgia del mercurio.
187
Siguiendo el raciocinio expuesto, en esta investigación concluimos que hay
evidencia suficiente para afirmar que:
1. En el Perú del Siglo XVI, el inicio y desarrollo de la explotación industrial
del mercurio en Paras (Guamanga) y Huancavelica, y sus procesos de
trabajo, es lo que explica, en interacción recíproca con otros factores, el
proceso sociológico, histórico y cultural del Taki Onqoy.
2. El impacto socio cultural del inicio de la explotación industrial del mercurio en el Perú del Siglo XVI se expresó en:
a. El movimiento social conocido como taki onqoy, que duró desde el
inicio de la explotación de la minería en Paras, en 1560, hasta el
año 1572, luego de la fundación de Huancavelica. Es decir, el
movimiento de Taki Onqoy tuvó una duración de
aproximadamente 11-12 años.
b. El cuestionamiento de la naturaleza sagrada del mercurio,
generando un culto de crisis.
c. La epidemia de intoxicación por exposición al mercurio entre los
trabajadores y población expuesta.
3. En sus inicios el taki onqoy fue un movimiento de resistencia contra la
mita minera (En Paras, Tunsulla y Huancavelica), para luego
transformarse en un movimiento contra el trabajo excesivo en las minas
que culmino con la implementación de la mita minera toledana. Es decir,
al pasar del trabajo digno y sagrado al trabajo como tortura renunciaron
progresivamente a cualquier control sobre sus propias condiciones de
existencia y de su propia persona: Pasaron de runas a indios, de
campesinos a mineros, de sanos a enfermos con taki onqoy o
intoxicación por exposición al mercurio, de trabajadores de superficie a
trabajadores del inframundo.
4. La valorización del trabajo minero, tradicionalmente sagrada en el
antiguo Perú, se complemento con la valorización del salario
incorporado en el proceso de mundialización de la economía, generando
188
la formación de trabajadores mineros asalariados diabolizados, que no
son simples peones.
5. La presencia del mercurio en el taki onqoy permite explicar los siguientes
conceptos andinos:
a. Supay: Vapores mercuriales o viento con vapores mercuriales que
causa el taki onqoy, y tranforma al minero en diablo.
b. Pishtaco: Agente al que se le atribuye culturalmente la extracción
de la grasa del cuerpo humano. En este caso, la caquexia
mercurial, fase premortem de la intoxicación por exposición al
mercurio que se caracteriza por la perdida de grasa del cuerpo
humano como resultado de la acción lipofilica del mercurio,
explica la presencia de la idea de pishtaco en el Perú del Siglo
XVI.
c. Compactado, condenado: Expresión del rechazo a la usura de los
mineros.
Como en todo estudio etnográfico, las principales limitaciones han sido de
orden subjetivo (se trata de hechos ocurridos en el siglo XVI) y material
(información limitada y dispersa). Para superarlas, se ha recurrido a un
esfuerzo transdisciplinario que permita tener una vasión mas integral y
coherente de los procesos de trabajo y de salud/enfermedad derivados de la
exposición al mercurio en el Peru del Siglo XVI. De esta manera, la articulación
de las ciencias naturales, con la historia, la antropología y la sociología
permiten conclusiones más robustas que las que puede ofrecer cada ciencia
por separado, y permite también, que el estudio de un caso particular bien
construido deje de ser particular (Bourdieu y Wacquant 1995: 49-50).
Desde este punto de vista, estas conclusiones no son solo una nueva lectura
de cosas ya dichas. Se trata de conclusiones cuya validez se sustenta en un
esfuerzo transdisicplinario que permite explicar de manera coherente, eventos
de naturaleza compleja, como la interacción del hombre con el mercurio, que
cuenta con componentes biológicos, sociales, históricos y culturales
interactuando simultáneamente entre si.
Se trata solo de conclusiones iniciales, en base a la información disponible, las
que se desecharan o renovaran con el avance del conocimiento. El estudio del
189
taki onqoy con un efoque transdiciplinario es un ejemplo de la manera en que la
interacción de las ciencias naturales con la antropologia facilita la
reconstrucción de la historia y la comprensión de los sistemas culturales.
190
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