El regreso de El regreso de QuetzalcóatlQuetzalcóatl
Era el año 1519, y el antes hábil y valiente soldado, el emperador Moctezuma II, había quedado atrás, dando paso a un inquieto y melancólico gobernante.
Se acercaba la fecha prometida, en la que el dios Quetzalcóatl juró volver.
El emperador, consultaba con sus sacerdotes o meditaba en la soledad, encerrado en su castillo.
No pasó mucho tiempo en lo que la gente empezó a inquitarse también, estaban sucediendo hechos extraños, uno tras otro, templos que se quemaban inconteniblemente, gritos de mujeres misteriosas.
¿Qué significados tenían estos acontecimientos?
Incluso corrían rumores de que hombres extraños se acercaban navegando en barcos en el mar oriental.
Y los rumores estaban en lo cierto; se acercaban las naves de los españoles.
En Hernán Cortés, el emperador creyó ver a Quetzalcóatl, y temiendo ofenderlo vaciló en enviar a sus guerreros contra los invasores.