Barbara Fernandez Lange 14/11/2018
Teoría de la Danza II Grupo II. Licenciatura en Danza, IENBA.
Problemáticas actuales del Candombe como danza
contemporánea y autóctona uruguaya.
Resumen: En este trabajo profundizaremos en algunos problemas que encuentro en el
candombe, luego de varias investigaciones anteriores en este campo. Veremos primero qué es
el candombe, luego directamente abordaremos problemáticas, junto a algunas de sus
consecuencias como: Masificación del candombe, a gran escala, de forma ignorante. Pérdida
de valores e identidad. Modificación de las bases fundamentales de la expresión. Unificación
del concepto candombe al carnaval como concurso y llamadas de competencia, prostitución
del cuerpo de la mujer en el candombe, pérdida de valores e identidad, reducción del
candombe. Falta de apoyo del estado y falta de recursos para su estudio, y desarrollo íntegro.
Falta de conocimiento de su historia, raiz o proveniencia.
En el texto cuestionamos y vemos de manera crítica y evidente, algunas teorías Eurocéntricas
que explican eventos y circunstancias sociales de esta parte del mundo desde la perspectiva
europea. Teorías racistas que dan una interpretación sesgada a asuntos que definen la
identidad y el valor de la cultura afro. Teorías machistas que revelan el rol secundario o a
veces prescindente que se le ha adjudicado a la mujer en la manifestación Candombe en
Uruguay.
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Palabras Claves: Candombe, Montevideo, Uruguay, Problemáticas y consecuencias,
Colectividad Afrodescendiente, Machismo, Racismo, Danza en las calles de uruguay,
Identidad Uruguaya, Cultura popular.
Introducción Las afirmaciones que hago son conclusiones que he sacado del proceso
de investigación en el campo de la danza principalmente en el candombe, que comienza 11
años atrás y continúa pasando por este texto. Búsquedas de información en el campo,
habitándolo, mimetizándome con él, involucrándome con el cuerpo y la emoción, dejando que permee
y se impregne. Observando el terreno de estudio luego desde afuera, leyendo también materiales
relacionados, haciendo hipótesis y análisis propios de textos, audiovisuales y entrevistas.
Presentación
El candombe es una expresión socio cultural de danza, música y canto colectivos, nacida en
el Río de la Plata como un espacio de encuentro sagrado entre esclavos africanos de diversas
regiones de África, como forma de comunicación, encuentro, expresión y resistencia en la
época de la colonia, a través de tambores, cuerpos danzantes, rituales camuflados, cantos y
rezos. El Candombe sigue vivo aún hoy y va in crescendo de forma exponencial en la cantidad
de practicantes o performers, transformándose en una de las expresiones culturales de masas,
sobre todo montevideanas. También se ha ido adaptando a diferentes formas, motivos y
contextos de encuentro, manteniendo su énfasis en la danza y la música.
El Candombe puede representarse de formas muy diversas: en el concurso de carnaval, en
llamadas de competencia o solidarias de interés social, en llamadas de cambio de estación,
llamadas de San Baltasar, llamadas del Día del Candombe, el candombe en un cumpleaños o
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festejo familiar o en una clase de percusión. El candombe en una feria barrial, en las esquinas
los fines de semana, en un barrio de clase alta, en un barrio marginal o en los barrios donde
nació el candombe, el candombe canción como un género musical, en una marcha como
manifestación de resistencia, etc.
“(... )es una gran danza colectiva, porque hombres y mujeres bailan juntos y sueltos, sin unirse
en pareja y solamente llegan a reconocerse como tal en forma accidental. Actúan en esos
momentos como pareja suelta independiente: porque no se toman, no se enlazan, no se
abrazan, no establecen más relación de contacto que la mirada y la intención que rodea a las
figuras o movimientos que efectúan durante la danza. Su escenario principal y casi único es la
calle. Su academia o escuela, el patio del conventillo, en ámbito societario. Este grupo de
danzantes y músicos está integrado por los personajes sueltos” (Ayestarán 1965:61). “
“Efectivamente es una comunicación sin contacto, riquísima en movimiento, donde con los
desplazamientos al compás del tambor se logra embriagar al cuerpo expresado libremente, con
toda la libertad de improvisación”: (Afrodescendanza s.f.)
Si nos contextualizamos en este momento histórico, en el cual la danza en Uruguay ha
cobrado fuerza y el Estado, en los últimos años, la ha apoyado y visibilizado más. Ejemplos
son la formación de profesores de danza en el IPA, las nuevas formaciones de danza en el
SODRE, la ampliación de fondos del MEC relacionados con la danza, el Plan Nacional de
Danza, la Licenciatura de la que soy parte de Danza Contemporánea en UDELAR, etc. El
candombe se hizo más visible especialmente al haber sido considerado Patrimonio Inmaterial
de la Humanidad, y al haberse establecido el Día Nacional del Candombe, ampliando la
cantidad de llamadas no competitivas durante el año, y creándose además en 2018 la carrera
Candombe en el SODRE, junto a la aparición de la Asociación Danza Candombe del
Uruguay, ADCU.
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Y si miramos un contexto más amplio, podemos decir que el candombe se concibe como una
de las expresiones afro descendientes, o sea consecuencia de la esclavitud negra, así como
tantas otras, pero original de su nueva tierra: el Río de la Plata. ¿Por qué luego es el candombe
uruguayo es el que más se expande y mejor sobrevive? Después de la guerra de la triple
frontera en Argentina, donde fueron usados como carne de cañón en las primeras líneas de
batalla, casi no quedaron afro descendientes, y al igual que en el sur de Brasil, al colectivo
disperso y dañado le fue más difícil reunirse para cultivar su danza y su música. Lo cual deja
al candombe como danza y música características del Uruguay, mas precisamente de
Montevideo.
Pero ocurre que Latinoamérica, siempre ha visto a Europa y Estados Unidos como los centros
de referencia para las nuevas corrientes y vanguardias artísticas y culturales, parece no se
considerarse a sí misma capaz de generar esas nuevas corrientes, ni tampoco apta para validar
los propios surgimientos de cultura o culturas ya existentes. Es por eso que hasta que el
candombe no fue nombrado patrimonio inmaterial de la humanidad había una cierta
ignorancia, una falta de reconocimiento, y en otros ámbitos incluso un desprecio que aunque
ha mejorado, igualmente lo sigue habiendo.
Dentro de Uruguay podemos contextualizar el candombe como expresión nacida entre
esclavos, y por lo tanto luego expandida en la clases más bajas, el arrabal de la ciudad de
Montevideo, donde se practicaba también el tango. Fue casi exclusivamente “cosa de negros”,
hasta que empezó a expandirse a blancos de clase baja, compartiendo este grito de resistencia,
de subversión, necesidad de expresión de una clase no escuchada, no tenida en cuenta. Con la
entrada del candombe en el concurso de carnaval se lo empieza a ver como entretenimiento, y
también de a poco como arte. A su vez se lo empieza a mercantilizar y se le ponen reglas y
normas de concurso que no son propias de la expresión cultural si no gustos del ojo del jurado.
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Problemas:
1-Masificación del candombe a gran escala, y de forma ignorante.
2- Unificación del concepto candombe al carnaval como concurso y llamadas de
competencia.
3-Falta de apoyo del Estado.
4-Falta de conocimiento de su historia, raíz o proveniencia.
Consecuencias de estos problemas:
(Algunas consecuencias tienen como origen varios problemas)
1-Modificación de las bases fundamentales de la expresión.
2-Pérdida de valores e identidad.
3-Cosificación del cuerpo de la mujer.
4-Falta de recursos para su estudio y desarrollo íntegro.
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1-Masificación del candombe, a gran escala, de forma ignorante.
Pérdida de valores e identidad.
Modificación de las bases fundamentales de la expresión.
En los últimos años hemos visto crecer la cantidad de comparsas de forma exponencial. Casi
cada barrio montevideano tiene una o más cuerdas y/o comparsas que se reúnen
semanalmente para cultivar la música y la danza candombe. ¿Cómo sucede este crecimiento?
Esto se responde quizás con otra pregunta: ¿quiénes pueden integrarse a una cuerda barrial o a
una comparsa? Y ésta es quizás una respuesta: todo aquel que quiera,
En los momentos donde las comparsas se preparan para competir en Carnaval (ver en
siguiente punto 2) el ingreso puede ser un poco más restringido, pero en las cuerdas barriales
que no concursan, se respiran los principios fundamentales del candombe como expresión
popular de las calles montevideanas: inclusión, hermandad, igualdad, encuentro, respeto a la
diversidad, resistencia. Lo cual lo hace muy fácil de acceder y atractivo a las masas de clase
media.
Además “en la nacionalización del Día del Candombe se amplió, se abrió a todos los
uruguayos,..” pero “hay cosas que la sociedad uruguaya no tiene conocimiento, sobre la
teoría y concepción del candombe, (...)”(Chabela Ramírez 2011).
A esto sumamos la emoción, la conmoción y el movimiento que genera el sonido único de
estos tambores y la sensualidad y liberación que se puede sentir en su danza, que quizás nos
lleven a preguntar: ¿hay una sensación colectiva que se contagia? y también: ¿hay una
memoria colectiva de los uruguayos con respecto al candombe? ¿Qué es lo que atrae cada vez
a más gente? ¿Es una moda o es todo esto junto? De alguna manera hace que se trasciendan
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los grupos étnicos, las clases sociales, las elecciones de género, y así hoy en día encontramos
en las cuerdas y comparsas todos estos grupos juntos conviviendo y performando el
candombe.
Ahora ¿por que esto que puede sonar positivo, podemos decir que genera un habitar
ignorante? eso nos lleva a esta pregunta:¿Cómo se transmite el candombe? ¿De forma oral, de
generación en generación, de cuerpo a cuerpo, de amigues a amigues o en instituciones
oficiales, o especializadas, en casas de cultura, en la educacion? ¿Se escucha y se respeta a sus
referentes? ¿Quiénes son sus referentes, los conocemos? ¿Tenemos acceso a algún tipo de
documento que ellos hayan generado? Por lo general no, porque son en su mayoría familias
negras pobres, con dificultades para ser escuchadas, con escasas posibilidades de generar
documentos.
"... nos vamos mezclando, vienen cosas externas, hay como un modernismo, el candombe está
de moda hace un tiempo, quizás el hecho de no investigar, o no estudiarlo, y que venga gente,
que lo hace porque lo siente, pero no se toma la molestia de ir más a fondo, de preguntarle a
alguien que sabe o de hablar con una referente...”(Dahiana Chávez 2018). Quizás esto es lo
que genera una masa de gente que desconoce la información más compleja, que se va
uniendo al candombe. Igualmente en esa masa podemos ver algunas características que
diferencian música y danza: “El jefe llama a uno que está lejos y tocando mal: “Vení, vos: no
te veo pero te siento”, le dice.” ( Naser L., 2016)
Si bien para tocar el tambor se necesita respetar una métrica y algunos códigos musicales, que
si no se respetan se entiende que el jefe de cuerda puede corregir, o hasta pedir la “no
participación”; lo que hace de alguna manera que se “cuide” el toque, con la danza no sucede
igual: en una cuerda barrial (que no está ensayando), nadie parece tener el derecho de decirle a
otra persona que se está moviendo, que eso que está bailando no es candombe.
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“La preocupación por el toque es subrayada varias veces por padre e hijo, como característica
de Elumbé y aspecto que consideran fundamental para mantenerse cerca de la raíz, cuidando
el instrumento y saliendo a tocar con él bien afinado”. Tanto para Elumbe como en general
todas las cuerdas la preocupación no pasa por la danza sino por el toque y en todo caso para
las consecuencias se cuida la estetica del cuerpo de baile. Quizás a consecuencia de esto la
danza ha quedado en un lugar de aún mayor ignorancia y muy manipulable. La danza también
tiene métrica, tiene tiempo, tiene técnica, como dice Chabela Ramírez (2011):
“Hay que saber que tiene sus reglas, tiene sus características, tiene su
estructura, por lo tanto no es que yo cante lo que se me antoje, y le pongo el
ritmo del tambor, y puedo decir que esto es un candombe, no. No es que yo
bailo como lo siento en una tierra fuera del tiempo del piano, no es que yo haga
lo que quiera porque vivo en una democracia, y le llamo candombe, no. Esto
tiene sus reglas, y nosotros las sabemos y con todo el cariño las queremos
transmitir para el pueblo uruguayo, para que podamos conocer el candombe de
forma más profunda todos.”
¿Pero dónde y cómo llegamos a recibir este saber, por ejemplo de Chabela, o de otras
referentes? Necesitamos ir a buscarlo, porque no hay una institución o algún ente del Estado
que lo respalde o promocione o divulgue, que lo desarrolle, que lo financie.
No se les ha dado autoridad suficiente a los bailarines y bailarinas de candombe de aquellas
familias que lo vienen transmitiendo, sosteniendo y resistiendo, y que son sin duda una fuente
no solo de cultura sino también de anécdotas y técnicas de baile. Y tampoco se le ha dado al
candombe el lugar que merece en el arte y la cultura, o en la educación, como para ayudar a la
transmisión íntegra y con respeto de todos esos conocimientos.
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Siguiendo a Ángela Ramírez (s.f.) “Toda esta historicidad que sustenta al candombe como
rasgo cultural identitario del colectivo negro, viene envuelta en un manto de sensibilidades
que surgen de la vivencia personal de los sujetos que nacen dentro del colectivo afro. Los
nuevos contextos en los cuales el candombe se resignifica no siempre acompañan estas
sensibilidades. El candombe tiene sensibilidad. (..) Saber de qué se trata para saber cómo
hacerlo”.
“Alejandro va más allá y dice que la cosa va a seguir creciendo, que recién estamos saldando
una deuda histórica con el candombe y reconociendo la riqueza cultural que tenemos,
dándonos cuenta de que nació acá y de que somos uno de los pocos países en los que se toca
con lonja, palo y mano” (Naser L. 2016)
2- Unificación del concepto candombe al carnaval como concurso y
llamadas de competencia, cosificación del cuerpo de la mujer,
pérdida de valores e identidad, reducción del candombe.
Modificación de las bases fundamentales de la expresión.
Por momentos el candombe fue prohibido, censurado, por ser subversivo, por ser un
movimiento de resistencia, por ser “cosa de negros”, y recién pudo ser legitimado como forma
de expresión cuando entró en el concurso de carnaval. Pero el ingreso del candombe al
carnaval, como casi única forma de subsistencia segura, tiene algunas puntas que me gustaría
analizar: como dice Chabela Ramírez en “Cosa de negros” (2011):
“Nuestra cultura ha quedado presa en el carnaval..( ... ), nos vemos obligados a
salir a competir, ¿para qué? ¿contra quién? Es una cosa que seguimos sin
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entenderla! Porque en el candombe, no se concursa! Es una expresión cultural,
(...) no quiero que sigamos concursando para mostrar nuestra cultura,
(...)queremos que el candombe tenga lugar todo el año, no sólo un día al
año,(...) ...encima las reglas del concurso no las ponen las personas más
idóneas,(...) hay cosas que no se respetan, hay cosas que para nosotros son
sagradas,(...) la comparsa es algo sagrado, que debería estar en otro lugar, en
otra fecha y con otro tipo de respaldo del Estado.”
O como dice Santiago Ortuño (2011): “ ... la comparsa ha perdido mucho de su bagaje
cultural (...) el escenario del carnaval deja aprisionado a todo fenómeno de la cultura afro
uruguaya,”. ¿Por qué? Porque se quiere centralizar una cantidad de aportes culturales en una
comparsa de candombe. La comparsa de candombe debería ser una reminiscencia africana en
el Río de la Plata (...) Hay que generar una alternativa al mundo del carnaval, (...) hay sólo
algunas pocas personas que se ven beneficiados con el mundo del carnaval.”
¿Por qué esto es un problema?
Se le sacó entonces peso e importancia a los momentos de encuentro durante el resto del año,
a las llamadas de Reyes, el día de San Baltasar, y a todas esas llamadas que nacían de la
necesidad de encuentro, que eran entre familias, o como protesta, liberación de expresión,
resistencia, subversión.
Fue tomado como un entretenimiento, "un show más” que concursa junto con otras disciplinas
como la murga, la revista, el parodismo, los humoristas, etc.
Están dentro de un campeonato cruel, injusto, donde se genera una cantidad de dinero
increíble y los que no ganan nada o casi nada son justamente los artistas, los que hacen que
ese dinero se produzca, los que ponen el cuerpo, los que ensayan todo el año, los que se
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sacrifican, los que le sacan horas a sus hijos para estar ahí, los que incluso ponen de su bolsillo
para generar los vestuarios, cuidar los instrumentos, etc.
Esto pone a los diferentes grupos de tambores, cuerdas y comparsas barriales en una situación
de enemigos contrincantes, rompiendo con los principios de hermandad y respeto del
candombe, que caracterizaron este fenómeno en su origen, ya que tribus y etnias de diferentes
partes de África, con diferentes idiomas y costumbres, se unían en este encuentro como
hermanos en un clima de concordia y fusión, jamás de competencia. “Es una danza que
rememora personajes comunes a las diversas etnias africanas, que unidos en los ritmos, los
cantos y las danzas a estos nuevos ejecutantes de estas costas, hicieron los primeros
candombes, la calenda, y la bambula”.( Ángela Ramírez, s.f.)
Se ha deformado también la vestimenta, que en lugar de ser en función de los atuendos
originales, haciendo referencia a los personajes ancestrales, o en lugar de mutar en función o a
favor de la contemporaneidad, muta para venderse, para ganar, para comercializar. Cada vez
tiene más cuerpos “estereotípicos” de mujeres casi desnudas, llevando incómodos arreglos de
plumas, brillantina, zapatos de tacos altos, imposible de bailar sobre ellos sin destrozarse los
dedos, empeines, tobillos y rodillas; está concebida en base al placer del ojo del varón. Es así
que algunas comparsas, satisfaciendo las necesidades y fantasías eróticas de los hombres, caen
en la manipulación de decirle a una bailarina: “Si no usás esta vestimenta no participás”, y acá
la ignorancia de aquellos que imponen estas reglas en el concurso juega un rol fundamental,
lamentablemente está lejos de pensar en pro del candombe. Porque las bailarinas, lo que hoy
llamamos el cuerpo de baile, eran en su mayoría lavanderas que se vestían con retazos de
sábanas, toallas, telas y ropas viejas de los amos e iban descalzas, lo que traducido al hoy
podría ser una ropa y calzado que permita a la bailarina actual vestirse cómodamente, en
función de sus movimientos, y mostrando la cantidad de piel que ella quiera y decida.
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Ángela Alvez (2018) nos comparte su reflexión:
"El vestuario modificó mucho el candombe, no es lo mismo que a vos te
pongan a bailar con un pollerón y con zapatos chatos o alpargatas, vos vas a
agarrar el pollerón enseguida... la cuestión es jugar con el pollerón, con lo que
tenés, porque además necesitás levantarlo y que se despegue del piso, para
poder hacer los movimientos que tenés que hacer. Sin embargo en la medida
que se fue reduciendo el vestuario y se fueron elevando los tacos, la mujer
tienes en las manos para jugar, hay que generar un movimiento nuevo, ese
movimiento pasa por darle mayor privilegio a los brazos, al torso, porque
también hay que mostrar el cuerpo y además está desnudo desprovisto de otros
elementos (...) De niña recuerdo ver el cuerpo de baile con alpargatas, entonces
las alpargatas son un cambio sustantivo para mí en lo que es la danza, porque
cuando vos dejás de hacer planta... raíz en el piso para despegarte, los tacos te
obligan a una postura distinta, cuando vos estás enraizado hasta incluso la
postura te lleva a flexión de rodillas, semi flexión del torso, por más que vas
moviendo la cadera, y hay ciertos patrones que se mantienen, pero
posturalmente en una etapa de revista.
Puedo afirmar que no solo la postura de las bailarinas, la vestimenta y los tacos son de revista,
sino que aparece la “vedette”, personaje de revista, que comienza a llevarse incluso más
atención, premios y aplausos que los demás personajes ancestrales. Darle un lugar
fundamental a las vedettes y destaques genera competencia, disgregación entre compañeras,
inferioridad y superioridad. En varios casos eligen a las vedettes por un cuerpo más
estereotípico, algunas ni siquiera saben bailar.
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Esto rompe con uno de los principios que originó al candombe: siempre fue un movimiento
colectivo en donde todos somos diferentes pero cada rol o personaje es tan importante como el
otro, y donde la igualdad y el respeto son la base de los vínculos. ¿Por qué? Quizás porque es
el lugar que suelen ocupar las mujeres en las cuerdas y comparsas, un lugar de objeto que
decora, un lugar donde la opinion y el bien estar no importa, un lugar secundario. Siendo
poco valorada su presencia, y su trabajo en la danza, las decisiones son en función de las
necesidades masculinas.
A su vez con esta desesperación de concursar y ganar, a medida que se acerca la fecha los
momentos de encuentro semanales se ven cada vez más un estricto ensayo para ese día
añorado, el día de competencia, donde hay coreografías rígidas, cortes de tambores,
canciones, etc., y donde no está permitido entrar a bailar o tocar siguiendo normas de
candombe sino que hay que seguir las normas del ensayo. Ya deja de ser un momento de
encuentro, lo que a mi entender rompe con otro de los principios básicos de la esencia del
candombe. Ana Pedraja (2018) “(...) coreografía (... ) pulir las manos, las puntas, posiciones
de ballet, hacer otros ritmos, en pos del carnaval y el espectáculo, que es serializado, tienen
que ser muchos tambores, el volumen es más fuerte, no hay comunicación en la interna, que
acentúan más el palo que la mano, yo siento que todo esto es una traición, eso me enoja!”
Olvidando el motivo por el cual el candombe se unió al carnaval, actualmente muchos lo
asocian inevitablemente al concurso, y lo reducen a ese show de ese día.
Como vemos aquí algunas deformaciones por y para el carnaval:
“No vinieron mujeres a tocar ni hay hombres entre las bailarinas, jóvenes de
20 a 35 años (refiriéndose a la edad de las bailarinas). Es un hecho que en las
llamadas el cuerpo de baile a veces apenas escucha a su comparsa y que,
dependiendo del lugar que le toque a una bailarina, es muy factible que escuche
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más a la de adelante que a la propia.(...) Al grito de “primera posición” (como
en el ballet) y “a sus puestos” (más decididamente marcial), Maritza hace que
las chicas se formen y armen una forma típica de desfile: brazos en alto, manos
siguiendo la línea de los brazos hasta la punta de los dedos para que todo
parezca más largo y elegante; un desequilibrio del apoyo, que se inclina
sutilmente sobre un pie, quebrando la cadera.”
3-Falta de apoyo del Estado y falta de recursos para su estudio
y desarrollo íntegro.
Gracias a la lucha de militantes afro descendientes como Chabela Ramírez, Edgardo Ortuño,
Alicia Esquivel, Doris Píriz, Ángela Alvez, Jacqueline dos Santos, Angela Ramirez y muchos
más, el candombe ha ganado algunos lugares más dignos, como lo es el Día Nacional del
Candombe, el 3 de diciembre, el programa Candombe en Escuelas, la carrera Candombe en la
escuela del SODRE, o la fundación ADCU, Asociación Danza Candombe del Uruguay. A
partir de estos logros y con el tiempo el Estado va tomando algo de consideración y viendo
que el candombe en carnaval y en llamadas genera muchísimo dinero, que el candombe es una
de las pocas expresiones propias de la cultura uruguaya que nos distingue de otras, y entonces
le ha dado algo de atención y de lugar, pero aun queda mucho por hacer. En relación a otras
expresiones artísticas o culturales sigue estando por lejos devaluado y falto de espacios y de
apoyo para su desarrollo. Eso hace que los practicantes de candombe deban pagar de su
bolsillo todo lo que implica sostener el candombe, aún cuando es sabido por todos que las
familias que son la cuna de candombe son familias pobres. Opuesto al Ballet Nacional del
Sodre, donde el estado no solamente paga honrarios de los bailarines, interpretes, sino tambien
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vestuarios, docentes, entrenadores, escenografía, investigaciones, generacion de archivos y
material relacionado, promoción etc.
Entonces me pregunto qué pasaría si al candombe se le otorgara los lugares y presupuestos
que hay para otras expresiones populares o artísticas, por ejemplo los del Ballet Nacional del
SODRE, que en definitiva no genera ni cerca de los ingresos económicos, ni produce el
movimiento cultural, que genera el candombe. Si el candombe por ejemplo como danza
estuviera como rubro en los concursos del MEC. Qué pasaría si dentro del INAE hubiese
llamados para el uso de los espacios para actividades de investigación, laboratorio y
experimentación del candombe, o si un integrante del grupo de personas que representan la
danza contemporánea o la danza clásica, que son las más conocidas, ingresara al ámbito del
candombe, o viceversa.
Dice Doris Píriz (2018): “El candombe tiene un lugar súper importante, grande, pero con falta
de visibilidad desde los lugares institucionales, lugares de empoderamiento. (...), sostenerlo y
colocarlo en un lugar mucho más cuidado; eso queremos.”
Chabela Ramírez (2011) nos deja ver deseos del colectivo afro:"...queremos que el candombe
tenga lugar todo el año, no sólo un día al año, (...) y no sólo en su expresión viva; hay que
teorizar, hay que profundizar y tenemos gente capacitada para hacerlo."
“Ya es tiempo de que nosotros tengamos ese lugar que queremos, ya es tiempo que se
escuche nuestra música, ya es tiempo de que la gente sepa, nos conozca.” Angela Alvez
(2018) la añoranza de reconocimiento, valorización, sensibilización merecidos del colectivo
afro.
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4- Falta de conocimiento de su historia, raíz o proveniencia.
Pérdida de valores e identidad.
La historia y la raíz está en las familias herederas. Como dice Chabela Ramírez (2011), “...el
ritmo madre está en la época colonial, no está en el siglo pasado; pero sí, los barrios
tradicionales han preservado lo que durante la colonia se hacía, (...) son barrios semilleros
culturales, esto la sociedad uruguaya lo tiene que saber, (....) tenemos que hablar de que hubo
un colectivo que fue el autor de todo esto”. El candombe tiene un colectivo que es el autor y
como dice Ángela Ramírez, s.f. “El candombe y su danza, de matriz africana, se adentran en
el s.XXI como la marca registrada del colectivo afro uruguayo y como referencia evocativa a
la identidad nacional.”
Muchas veces se piensa y se dice que el candombe es “de todos” como si no hubiera tenido un
colectivo autor, lo que hace que todos nos sintamos dueños o participantes con igual derecho
sobre la expresión. ¿Pero qué pasa si quienes no heredan el candombe de familia no son
responsables, si se apropian sin estudiar, sin preguntar, sin saber el por qué ni el para qué, ni
cuándo, quiénes o cómo?
Si no nos hacemos estas preguntas es difícil entender el actual candombe, por eso es
importante enmarcar, como dice Ángela Alvez (2018): “...el origen del candombe es la
necesidad de salir a la calle y exorcizar miedos, dolores, nostalgias, tantos sentimientos que
están por debajo de esa masa oprimida, que es un estado general que marca una sociedad, que
marca un momento histórico y del cual este grupo humano no podía salir”. Y como dice Doris
Píriz (2018): “A mí lo que me falta acá es lo que viene de atrás (...) me da mucha lástima no
saber”, refiriéndose a no saber qué es una ombligada, bambula, calenda, semba, que son las
antecesoras del candombe. Además de que la gente no suele informarse, hay poco
conocimiento de las raíces. No hay un registro de esto. ¿Por qué no lo hay? ¿Por qué no se
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investiga y se busca generar ese material hoy en día? ¿Qué pasa con el Estado? Entonces,
¿qué pasa en esta transmisión?
Hay algo que no es propio del candombe sino propio de la humanidad, y es que rara vez se
conoce la historia de los vencidos. Siempre conocemos el relato de los vencedores mientras
que el de los vencidos muere con ellos, o queda silenciado, y esto construye nuestra historia.
Entonces en este caso conocemos el relato del origen del candombe, los principios, los
personajes ancestrales, sus valores o características fundamentales, a través de los poquísimos
historiadores o escritores blancos, de clase media o alta, que se dedicaron a escribir sobre el
candombe pero que obviamente no lo vivieron, no lo transitaron desde adentro, y no
recibieron los relatos de esas familias que transmitieron de forma oral, de generación en
generación, la historia y anécdotas del candombe. Como se pregunta Ángela Ramírez(s.f.):
“¿Es posible la transmisión de valores de colectivos étnico culturales específicos, a través de
interpretaciones individuales que no siempre provienen del mismo contexto socio cultural?
¿Es posible que una mujer blanca de clase alta transmita valores culturales que son propios de
comunidades pobres y negras? ¿Hasta qué punto puede el candombe resignificarse sin perder
su esencia?”
Esta falta de información en formato archivos de texto, filmación, entrevistas, fotografía
estudios, investigaciones etc. se debe obviamente a que el colectivo autor, los afro
descendientes, permanecieron y aun siguen perteneciendo en casi su totalidad a las clases
económicas bajas.
Por ejemplo tenemos una visión de este tipo en Angela Ramirez (s.f) citando a Don Pernetty
(1769), en uno de los pocos archivos que existe sobre la Calenda: “Hay una danza más viva y
más lasciva que se baila algunas veces en Montevideo que se llama Calenda, y que a los
negros y mulatos que tienen un temperamento ardiente les gusta con furor". Vemos acá la
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falta de comprensión del autor, que lleva a entender que los negros y mulatos la bailaban
porque les gustaba “con furor”, y no porque lo necesitaban “con furor”, o que era una danza
sexual “lasciva”, y no sagrada o ritual, como realmente era.
Dice Lauro Ayestarán (1953): “Existen tres etapas en el orden de la música afro uruguaya:
una primera y secreta correspondiente al periodo ritual (...) y sin trascendencia socializadora;
una segunda etapa (...) caracterizada por su rápida y extendida afloración en el s XVIII con la
Comparsa de la Sagrada Custodia, (...) y una tercera etapa en las comparsas de carnaval de las
sociedades de negros a partir 1870”. El musicólogo nos da un pantallazo bastante claro de
cómo él concibe las etapas del candombe, información actualmente valiosa (por la escaces de
otra información similar) pero escasa en contenido descriptivo.
Con el paso del tiempo hubo algunos estudiosos que se adentraron un poco más en la cultura
negra y lograron captarla un tanto más de cerca; por ejemplo: “La bambula, mímica guerrera,
esgrima de bastones, muy semejante a la pírrica de los griegos; ese baile de las lanzas
chocando contra los escudos". Montaño (2009:422) citado en Angela Ramirez s.f.
Y ratificando a los estudiosos anteriores, he aquí una visión desde adentro: “Benjamín
recuerda aquellos años a figuras como los “lanceros”, personajes más próximos a la raíz
africana de la tradición, y que el candombe se hacía en cumpleaños, fiestas y asados, hasta que
empezó a salir a la calle.”
Y mientras sigan vivos esos ojos que vieron crecer y cambiar el candombe desde dentro
podremos hurgar en la historia y la raíz del candombe a través de sus referentes:
Pedro Ferreira (hijo):
“Según lo que contaba papá y otras gentes, había un “limpiador”; pasado el
tiempo el bastonero ocupó ese lugar. En el cubo del sur los africanos realizaban
sus danzas. Allí también se vendían escobas muy rústicas que en vez de tener
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un palo tenían una escoba, y a medida que fue pasando el tiempo se fue
integrando a la danza , tanto así como el ejemplo del rey y la reina, que hoy día
son Mama Vieja y Gramillero, y en tanto fue tomando como memoria emotiva
de los relatos de antecesores. De ahí en más comenzó a danzar en el centro de
esa rueda, tratando con su escoba de barrer los males, las malas ondas,
y entonces comenzó a mover su escoba haciendo la acción de limpiar su propio
cuerpo. Por lo tanto esa es, según mi opinión, la razón por la cual la escoba
debe girar por su propio eje, tomando contacto por todas las partes del cuerpo
posibles, tratando de que esa limpieza sea total y por todo el espacio físico
donde se desarrolla la danza.”
Vemos entonces acá cómo todo cobra sentido, y a través de una visión desde dentro podemos
realmente entender un poco más los porqués. Sencillamente. Porque como dice Ángela
Ramírez (s.f): “No es lo mismo que nos cuenten el candombe en carnaval como un episodio
turístico, a que lo narren desde la de competición vivida como participante de una comparsa o
que lo vivas familiarmente día a día como parte de una tradición familiar.”
Conclusión:
Hay mucho por hacer! Vivir en una sociedad mas justa depende de todos. Tu mirada es
importante, visiviliza para donde mires, entonces que te importa que se vea?.
Tu consumo, alimenta. Alimentá solo lo que queres que crezca. La cultura es un arte que
creamos entre todos, esta vivo y se tranforma. Tu sola existencia transforma la cultura, eso no
es una eleccion, pero si lo es ser un transformador o performer de la cultura consciente o
inconsciente! cada uno de tus habitos, de tus cotidenidades crea este presente.
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Referencias
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Realizado por: Jacquelines dos Santos, Bárbara Fernandez Lange, Camila Ocampo y otros.
Nación Zumbalelé
( 11 sept. 2018)
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2- Chávez, D. en Documental Audiovisual Danza Candombe
Realizado por: Jacquelines dos Santos, Bárbara Fernandez Lange, Camila Ocampo y otros.
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3- Píriz, D. en Documental Audiovisual Danza Candombe
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5- Ramírez, A. M. “IDENTIDAD, CANDOMBE Y DANZA” s.f.
Ramírez, Chabela en Cosa de Negros "Algunos apuntes en torno al Candombe "
Realizado por Juan Castillo
( 26 sept. 2011)
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6- Santiago Ortuño en Cosa de Negros "Algunos apuntes en torno al Candombe "
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7- Ayestarán, Lauro (1953). La Música en el Uruguay, volumen I, Montevideo, Servicio
Oficial de Difusión Radio Eléctrica. Ayestarán, Lauro (1965). El tamboril y la comparsa.
Montevideo, Editorial ARCA.
8- Naser, L. Enero en Febrero. Entrevista a Arrascaeta para La Diaria. 2016. (Artículo) Lucía
Naser para La Diaria, Montevideo.
9- Fotos: Devenir del Desfile de Llamadas Curso UPEP – FHUCE – Maestría en Antropología
de la Cuenca del Plata. Curso “Archivo cuerpos e historia” 08/2016 “Calle Isla de Flores.
Archivo de cuerpos que actúan”. Alejandra Guzmán.
10- Entrevista realizada por Bárbara Fernandez Lange a Edgardo Ortuño, octubre 2018.
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