Puertas que no me pertenecen
Mención honorífica en la “Bienal José Rafalel Pocaterra”
Edición: 1988 –1990.
Editorial Piedras Vivas. Valera. Estado Trujillo. Venezuela.
I
Saluda el oficio
que afrenta
una mano
sobre
las piezas
cosidas al cuerpo
Miro
Solamente el pudor
al bañarme
frente
a la otra.
II
El agua
asoma los dedos
trepa los muros marcados por el azul
que sobre en un rostro
Primeriza
te
resbalas
llenas su espejo.
III
Al deshojar las paredes
el frío
huele a miel
lo dibujo
mientras brota
el dejo
de una sonrisa
coloco mi mano
sobre
el descosido ruedo
que
acaricia mis pies
y no me siento
sola.
IV
Frente a ti
soy hoja
sudo en lo claro
de una gran sonrisa
Me desprendo.
V
Se baña
con las formas no muertas
en sus paredes
y
orgullosa
por tocar el olor
de tu espejo
ahora
mi larva
late.
VI
Dejas caer mi brillo
con gusto
rozando su escote
la mirada
Nueva
descanso en el aire
dándome
sola
a un cuerpo
no mío.
VII
Cubro el reflejo
al mojarme en palabras
cerca del color
que
destiño gustosa
Entro
en el ardor mudo
de sus manos
después
oculta me acoplo.
VIII
Únicamente se aproxima
levanta la belleza
y
dibujo el aire
blando
desde el yo te sueño
ESTREMECE.
IX
Bañándome en el brillo
apretado
de unos ojos
el frío
cae a mis pies
VIDA
buscando la dulzura
donde
es
un poco libre
Renueva.
X
Sólo tengo una hoja
fumo
de ella
la
pausa
que muestra
su risa
Siempre
aclara mi frío
siempre.
XI
En su cuarto
la
negación
sale
y
respira
sobre el abrazo
que moldea mis raíces
Toda mi ropa
se
humedece.
XII
Escúchame
no es un olor
que carece de aroma
hablo
de la forma como alimentas
la otra parte
de mi apariencia
sola.
XII
Agotado de ser niño
tiempo
escucho tu olor
que cae
de tristeza
llenando silencios
Cercano a ti
soy
poca.
XIV
Alimento
tus pliegues
manos
con la amabilidad del frío
empujando palabras
Abro
el peso tranquilo
que muere
por
las dos.
XV
Poco espacio
queda
entre la palma y el hombro
para apoyar
tu roce.
XVI
Llueve
yo
adentro
cada vez más
dentro
abro puertas
que no me pertenecen
Me pierdo.
XVII
Las exigencias
hablan
pero
yo
estoy lejos
de la forma lenta
como quiere el miedo
abrazarme
Mi cuerpo
se balancea hasta quedarse
dentro de él
XVIII
Miras la calle
que
recorre
el vapor de la infancia
Otra vez el canto
fuera de él
siempre
la frescura.
XIX
No hay lugar
al darte desechos constantes
esparcidos
en me arrodillé dos veces
Siento caer los crespos
de cortas edades
nerviosas
algo más cae
habla
del ahogo un poco anochecido
por la espera
vasta
de pulirme con ternura.
XX
La tristeza
toma el té conmigo
la hojeo
me recrea con imágenes
que va formando
nunca la completo
Saco de ella
el bordado en punto fuerte
culpándome
de haberlo recorrido
pierdo el avance
hilos extraños
llenan de escalofríos el cuerpo
y gotean
donde tengo mi silencio.
XXI
Te inclinas
escuchas los gritos
apretados en la almohada
silencio
pasa
recibe el resto
de esta noche
no sigas
picoteando el aire.
XXII
La vida se alarga
al verme con el mismo traje
que encoge
mirando atardeceres
entre
violeta y gris
Han sido muchas hojas
que dejo
solas
con el ya nada importa
llega la noche
sin decirme te veré mañana
me abraza
XXIII
En lo espeso
me usa humildemente
sacando toda la ternura
demostrándome
el alma de lo lento sin definiciones
amando el tiempo
En pleno devaneo
me usa
en lo que fuese
donde
la realidad del reflejo
se balancea
y
yo
me quedo.
XXIV
Sostengo
el no te me acerques demasiado
que agita
todas las ternuras reales
en su abandono
natural
El cuerpo
reserva la forma de otro sueño
y
se arropa con su silencio
Soy nada
frente al espontáneo saludo
que llevo
bajo la caricia
del agua.
XXV
Miles de claros crecen
al mirar
la orilla de su boca
apareciendo
el ascua con todos sus alabes
El aire se contrae
espera
sólo
abrir esa puerta
noche
y
bordarlos en la transparencia
que dejó
sobre mi almohada.
XXVI
Nudos danzantes
buscan por la tarde esa brisa
que habla
en tono distinto a través
de su ventana
Regresan
envueltos en el sueño
de yo
soy tu agua
abandonando
la palidez que mira hacia
mi cuerpo.
XXVII
Desbordo los sentidos retazos
dentro de tus horas
ocultos
por algún gesto
mirándose
en su propio lustre
La suavidad
queda
melosa en las paredes
cayendo
luego
el elévame hasta el cielo
con el recato
de
tu sombra
cuando me baño.
XXVIII
Algo se quiebra
dentro
algo más
que no se habla
se cubre
con el abandono que respiro
apretando
todo ese gris
por darme
un
día siguiente.
XXIX
Muestro la simpleza que me pides
haciendo mío
un cuerpo triste
mientras
me arrastro segura por el humo
Tiemblo
giro a su alrededor
hasta perder la hebra del dibujo
que conozco.
XXX
Cociendo la calma sobre mi vestido
desordeno la flacura
dispersa
en el ayer de un aire
que busca ternura
vacío
la lluvia
nunca está donde la dejo.
XXXI
Con muros cargados de silencio
la tarde
olvida
el sentirme llena
al abrir
esa
puerta
que
no me escucha
entre papeles y desechos
Contemplo su frío
y
mi sudor
se lava con el humo
que se desprende de la boca .
XXXII
La frescura estrecha mi cuerpo
cuando vuelve pequeña
fría
en
carencia
Es falso
todo el ruido que vino
sin molestar
al
no entres en la melancolía.
XXIII
Caminan por mi cuerpo
las palabras que utilizo
para recibir
afecto
Doy una vuelta
me doblego
frente a la sensación
de oírme
oscura
sin reconocerme.
XXIV
Junto
a la crisis
que no derrama agua
desprendo
la
página
de una sola
noche
Olvido.
XXXV
La muerte
divide en su sombra
los gestos que encuentra
con orgullo
rompe lo amado
y juega
en el fondo de mi espejo.
XXXVI
Ahora
tanto frío enreda
el aire
que maquilla el deseo inquieto
en la tarde
toma de lo fingido
desde
el mal sentir
llega
a donde el afecto
no puede
balancearse.
XXXVIII
No es hora
pero
despierta mi gris
derramando escalofríos
sin
techo que la detenga
Le escucho
siempre
la
escucho.
XXXVIII
Sale el agua
aprieta la noche
con los hilos
que lleva el viento
Se alargan
al ver mi sueño
tomando la postura
de
hombros
caídos.
XXXIX
Encuentro los días pegados
a la carencia
se quedan
dentro de la boca
mi
boca
sobre un vestido
azul
de
altos silencios.
XL
Olvido el soy sombra
en la orilla de su espejo
danza
el dibujo constante del aire
y el azul
abriendo esa puerta
Todavía
queda mucho apego
tejiéndome
poco a poco el espacio
de
pálida frente.
XLI
AIRE
dentro y fuera de mí
elevo
el volvernos a encontrar
decorando vacíos
por
donde suena
a
lluvia.
XLII
Hablándome
lenta
llegue a mover todos los colores
tomados por el cansancio
y el dolor se acostó
en la mirada
con mucha reserva
Me detuve
sin el tejido que sostiene
la infancia
sola
entre abrigo puertas
fumando
mi último silencio.
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