Semana del 28 DE MARZO DE 2016 AL
3 DE ABRIL DE 2016
[TESOROS DE LA BIBLIA] [SEAMOS MEJORES
MAESTROS] [NUESTRA VIDA CRISTIANA]
[ATALAYA]
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GRACIAS!!
28 de marzo a 3 de abril
JOB 11-15
Canción 111 y oración
Palabras de introducción (3 mins. o menos)
TESOROS DE LA BIBLIA
“Job creía en la resurrección” (10 mins.):
Job 14:1, 2. Job hizo un resumen de la vida del ser
humano (w15 1/3 pág. 3; w10 1/5 pág. 5 párr. 2;
w08 1/3 pág. 3 párr. 3).
(Job 14:1, 2) ”El hombre, nacido de mujer, es de vida
corta y está harto de agitación. 2 A semejanza de una
flor ha salido y es cortado, y huye como la sombra y no
sigue existiendo.
¿De qué necesitamos que nos salven?
TEMA DE PORTADA | JESÚS NOS SALVA, PERO ¿DE
QUÉ?
¿De qué necesitamos que nos salven?
“El hombre nacido de mujer, de vida breve, lleno de
inquietudes; como flor se abre y se marchita, huye
como la sombra sin parar.” (Job 14:1, 2, La Biblia de
Nuestro Pueblo)
Desde el principio de los tiempos, la humanidad ha
soñado con lo maravilloso que sería vivir
eternamente joven. Pero la cruel y triste realidad es
que todos morimos. Las palabras arriba citadas
fueron pronunciadas por Job hace más de tres mil
años y siguen siendo tan ciertas hoy como en aquel
entonces.
El deseo de vivir sin morir es intenso y es compartido
por todos. La Biblia nos dice que ese deseo fue
plantado por Dios en nuestros corazones, junto con el
deseo de comprender la eternidad (Eclesiastés 3:11).
¿Sería razonable que un Dios que nos ama pusiera en
nosotros un deseo imposible de satisfacer? Si su
respuesta es no, está en lo correcto. La Palabra de
Dios dice que la muerte es un enemigo y promete que
será “reducida a nada” (1 Corintios 15:26).
Que la muerte es un enemigo, de eso no hay duda.
Ninguna persona en su sano juicio la desea. Al
contrario, en cuanto vemos acercarse un peligro,
tratamos de huir a toda costa. Y cuando enfermamos,
buscamos atención médica. Hacemos lo imposible
por evitar las cosas que podrían quitarnos la vida.
¿De verdad es posible que este enemigo de tantos
milenios desaparezca? Sí, lo es. Jehová, nuestro
Creador, no nos hizo para vivir unos cuantos años. La
muerte no era parte de su idea original. Él tenía la
intención de que viviéramos para siempre en la
Tierra, y lo que él se propone, lo cumple (Isaías
55:11).
¿Cómo, exactamente, acabará Dios con la muerte? A
lo largo de la historia, el hombre ha tratado de
vencerla, pero sin ningún éxito. La lucha sigue hasta
el día de hoy. Los científicos han desarrollado
medicamentos y vacunas que han puesto freno a
algunas enfermedades. También están estudiando la
estructura genética de los seres vivos. En muchas
partes, la gente en general vive hoy más años que
hace un siglo. Y sin embargo, estamos muy lejos de
conquistar a la muerte. Como dice la Biblia, “todos
vuelven al polvo” (Eclesiastés 3:20).
Pero hay buenas noticias: no dependemos del ingenio
humano para ver resuelto este problema. Jehová ya
ha tomado las medidas necesarias para salvarnos de
la muerte, para rescatarnos de ella, y ha utilizado a
Jesucristo para alcanzar ese fin.
¿Qué está haciendo Dios?
Como indica la Biblia, las consecuencias de aquel
pecado fueron nefastas para todos los seres humanos:
“Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró
en el mundo, y la muerte mediante el pecado”
(Romanos 5:12). Además, se vieron perjudicadas tanto
nuestra relación con el Creador como nuestra
constitución física, mental y emocional. Así pues, la
humanidad quedó igual que una casa abandonada: en
condiciones lamentables. Sin duda, el justo Job tenía
razones de sobra para afirmar que “la vida de un ser
humano es muy corta y llena de amarguras” (Job 14:1,
La Palabra de Dios para Todos).
¡Necesitamos un rescate!
Claro está, la mayoría de nosotros nunca quedaremos
atrapados bajo tierra como aquellos mineros, y puede
que jamás corramos el riesgo de perder la vida en una
catástrofe. Aun así, todos necesitamos que se nos
rescate, pues por nuestros propios medios no podemos
escapar de los estragos que causan la enfermedad, la
vejez y, finalmente, la muerte. El fiel patriarca Job lo
expresó muy bien cuando dijo: “El hombre, nacido de
mujer, es de vida corta y está harto de agitación. A
semejanza de una flor ha salido y es cortado, y huye
como la sombra y no sigue existiendo” (Job 14:1, 2). Hoy
día, unos tres mil quinientos años después, esas
palabras siguen siendo ciertas, pues ninguno de
nosotros puede por sí mismo escapar de la muerte, el
fatal desenlace de la vida. Sin importar dónde vivamos
ni cuánto nos cuidemos, todos necesitamos ser
rescatados de las garras del sufrimiento, la vejez y la
muerte.
Job 14:13-15a. Job sabía que Jehová no se
olvidaría de él (w15 1/8 pág. 5; w14 1/1 pág. 7
párr. 4; w11 1/3 pág. 22 párrs. 2-4).
(Job 14:13-15) ¡Oh que en el Seol me ocultaras, que
me mantuvieras secreto hasta que tu cólera se volviera
atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras
de mí! 14
Si un hombre físicamente capacitado muere,
¿puede volver a vivir? Todos los días de mi trabajo
obligatorio esperaré, hasta que llegue mi relevo. 15
Tú
llamarás, y yo mismo te responderé.
¿Acaba la muerte con todo?
EN PORTADA | ¿QUÉ PASA DESPUÉS DE LA
MUERTE?
¿Acaba la muerte con todo?
¿Pueden los muertos volver a vivir?
LA RESPUESTA QUE DA LA BIBLIA: “Viene la hora en
que todos los que están en las tumbas
conmemorativas oirán [la] voz [de Jesús] y saldrán”
(Juan 5:28, 29).
Jesucristo predijo que en el futuro, cuando él
gobierne, vaciará las tumbas. “Me quedé asombrado
después de leer Juan 5:28, 29 —recuerda Fernando,
mencionado en el artículo anterior—. Se trataba de
una esperanza clara, y empecé a ver el futuro con
optimismo.”
El fiel patriarca Job creía que llegaría el día en que
Dios le devolvería la vida. Job preguntó: “Si un
hombre [...] muere, ¿puede volver a vivir?”. Y él
mismo declaró convencido: “Todos los días de mi
trabajo obligatorio [el tiempo que esté en el sepulcro]
esperaré, hasta que llegue mi relevo. Tú llamarás, y
yo mismo te responderé” (Job 14:14, 15).
La resurrección no era una esperanza desconocida
para Marta, la hermana de Lázaro. Después de la
muerte de este, Jesús le dijo: “Tu hermano se
levantará”. Y ella le respondió: “Yo sé que se
levantará en la resurrección en el último día”.
Entonces Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la
vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a
vivir” (Juan 11:23-25). Más tarde, Jesús resucitó a
Lázaro. Este impresionante relato nos permite
imaginar lo que sucederá en el futuro. ¡Qué
emocionante será ver la resurrección de millones de
personas por todo el mundo!
¿Resucitará gente en el cielo?
LA RESPUESTA QUE DA LA BIBLIA: La Palabra de
Dios muestra que la resurrección de Jesucristo fue
muy diferente a las otras ocho que se relatan en ella.
¿En qué sentido? Pues aquellas ocho personas
resucitaron en la Tierra. Sin embargo, la Biblia dice
sobre la resurrección de Jesucristo: “Él está a la
diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo” (1
Pedro 3:21, 22). ¿Sería Jesucristo el único que
resucitaría para vivir en el cielo? Tiempo antes les
había prometido a sus discípulos: “Si prosigo mi
camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los
recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy
también estén ustedes” (Juan 14:3).
Jesucristo fue al cielo e hizo los preparativos para
recibir a algunos de sus discípulos. Según la Biblia, el
total de los que irán al cielo es de 144.000 personas
(Revelación [Apocalipsis] 14:1, 3). Pero ¿qué harán
allí esos cristianos?
¡La muerte no es el fin!
Dirigiéndose al Todopoderoso, Job respondió su propia
pregunta: “Tú me llamarás, y yo te responderé;
desearás ver la obra de tus manos” (Job 14:15, Nueva
Versión Internacional). Este hombre fiel estaba seguro
de que Jehová deseaba traerlo de vuelta a la vida. ¿Se
estaría engañando? No, en absoluto.
“Por la obra de tus manos sentirás anhelo”
Job, un hombre de fe incomparable, pronunció estas
palabras en un momento muy doloroso de su vida. Lo
había perdido todo: sus amados hijos, sus riquezas y su
salud. Consumido por el sufrimiento físico y emocional,
clamó a Dios: “¡Oh que en el Seol me ocultaras*!+”
(versículo 13). Al hablar del Seol, el versículo se refiere
al lugar simbólico al que van todos los seres humanos al
morir. Así pues, Job consideraba que ir a la tumba sería
un alivio, pues allí terminarían sus penas y desgracias.
Estaría a salvo y protegido, como un tesoro escondido
por Dios mismo.*
¿Esperaba Job permanecer en el Seol para siempre? No,
pues le rogó a Dios: “*¡+Que me fijaras un límite de
tiempo y te acordaras de mí!”. Él tenía fe en que Jehová
no se olvidaría de él y por eso confiaba en que solo
estaría en el Seol durante un tiempo. Luego comparó
ese período a un “trabajo obligatorio”, una espera
forzosa. Pero ¿hasta cuándo esperaría? Él contestó:
“Hasta que llegue mi relevo *o liberación+” (versículo
14). Así que Job será eximido de esa carga cuando sea
liberado del Seol, es decir, cuando sea resucitado.
¿Qué garantía tenía Job de que ese momento llegará? Él
conocía bien lo que siente nuestro amoroso Creador por
sus siervos que han fallecido. “Tú llamarás —le dijo a
Dios—, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus
manos sentirás anhelo.” (Versículo 15.) Job reconocía
que él era obra de las manos de Jehová. Al fin y al cabo,
fue Dios quien hizo posible que Job se formara en el
vientre de su madre. Jehová le había concedido la vida,
y también podría devolvérsela (Job 10:8, 9; 31:15).
Job 14:15b. Jehová valora muchísimo a sus
siervos fieles (w15 1/8 pág. 7 párr. 3; w14 15/6
pág. 14 párr. 12; w11 1/3 pág. 22 párrs. 3-6).
(Job 14:15) Por la obra de tus manos sentirás anhelo.
La resurrección. ¿Qué razones tenemos para creer en
ella?
Movido por su amor, Jehová ha decidido resucitar a
los muertos. “Si un hombre [...] muere, ¿puede volver
a vivir? —preguntó Job—. Tú llamarás, y yo mismo te
responderé. Por la obra de tus manos sentirás
anhelo” (Job 14:14, 15). Job estaba convencido de que
su Padre celestial anhelaría resucitarlo. ¿Conserva
Dios ese deseo? La Biblia asegura: “Yo soy Jehová; no
he cambiado” (Malaquías 3:6). En efecto, Dios sigue
anhelando resucitar a los muertos para que disfruten
de una vida feliz. Eso es lo que desearía todo padre
que ha perdido a un hijo. Lo bueno es que Dios, no
solo tiene el deseo, también tiene el poder para
hacerlo (Salmo 135:6).
La muerte es una terrible pérdida, pero Dios tiene la
solución perfecta
“Tienes que amar a Jehová tu Dios”
12 Dios nos ha dado la emocionante esperanza de la
resurrección (Hech. 24:15). Sin duda, es muy
doloroso perder a un ser querido. Pero gracias a la
promesa de la resurrección, no sufrimos tanto como
“los demás que no tienen esperanza” (1 Tes. 4:13).
Jehová desea intensamente devolverles la vida a las
personas, sobre todo a sus siervos fieles, como el
justo Job (Job 14:15). Imagínese la alegría que
sentiremos cuando resuciten los muertos y
presenciemos el feliz reencuentro de familiares y
amigos íntimos. ¡Nuestro corazón rebosará de amor
por nuestro Padre celestial! ¡Qué bueno es Jehová por
darnos esa esperanza tan maravillosa!
“Por la obra de tus manos sentirás anhelo”
¿Esperaba Job permanecer en el Seol para siempre?
No, pues le rogó a Dios: “[¡]Que me fijaras un límite de
tiempo y te acordaras de mí!”. Él tenía fe en que
Jehová no se olvidaría de él y por eso confiaba en que
solo estaría en el Seol durante un tiempo. Luego
comparó ese período a un “trabajo obligatorio”, una
espera forzosa. Pero ¿hasta cuándo esperaría? Él
contestó: “Hasta que llegue mi relevo [o liberación]”
(versículo 14). Así que Job será eximido de esa carga
cuando sea liberado del Seol, es decir, cuando sea
resucitado.
¿Qué garantía tenía Job de que ese momento llegará?
Él conocía bien lo que siente nuestro amoroso
Creador por sus siervos que han fallecido. “Tú
llamarás —le dijo a Dios—, y yo mismo te
responderé. Por la obra de tus manos sentirás
anhelo.” (Versículo 15.) Job reconocía que él era obra
de las manos de Jehová. Al fin y al cabo, fue Dios
quien hizo posible que Job se formara en el vientre de
su madre. Jehová le había concedido la vida, y
también podría devolvérsela (Job 10:8, 9; 31:15).
Este pasaje nos enseña una valiosa lección: Jehová les
tiene un gran cariño a aquellos que, como Job, se
ponen en sus manos y dejan que él moldee su
personalidad (Isaías 64:8). Él valora muchísimo a sus
siervos fieles y siente un profundo “anhelo” por los
que han muerto. Hablando sobre la palabra hebrea
que aquí se traduce “anhelo”, un especialista explica:
“Sin duda, es uno de los términos que con mayor
vigor transmiten el sentimiento de añoranza
profunda”. Así es: Jehová no solo se acuerda de sus
siervos que han fallecido; también los echa mucho de
menos y anhela verlos con vida otra vez.
¡Qué bueno es Jehová, que decidió incluir esta
hermosa esperanza en uno de los libros más antiguos
de la Biblia!* Él desea que volvamos a ver a los seres
queridos que hemos perdido. Recordar esto puede
ayudarnos a sobrellevar el dolor de su muerte. ¿No le
gustaría conocer mejor a un Dios tan amoroso? Si
permite que él moldee su vida, podrá estar entre
quienes vean con sus propios ojos el maravilloso día
en que Dios cumpla su promesa de resucitar a los
muertos.
Busquemos perlas escondidas (8 mins.):
Job 12:12. ¿Por qué pueden ayudar los cristianos
mayores a los más jóvenes? (g99 22/7 pág. 11,
recuadro).
(Job 12:12) ¿No hay sabiduría entre los de edad y
entendimiento [en] la longitud de días?
¿Hay esperanzas de vivir para siempre?
“HAY algún mecanismo que obra en el interior del cuerpo humano para fijar la duración máxima de la vida entre 115 y 120 años —dice el doctor James R. Smith, profesor de Biología Celular—. Existe un límite, pero no tenemos ni idea de qué lo determina.” Por tal motivo, el biólogo Roger Gosden señala que, como es patente, “los científicos aún tienen que hallar la manera de retrasar la línea de meta, y pocos siquiera se plantean tal posibilidad”. ¿Estará a punto de cambiar esta situación?
Job 15:27. ¿Qué insinuó Elifaz cuando dijo acerca
de Job: “Cubre su rostro con su gordura”? (it-2
pág. 872 párr. 9).
(Job 15:27) porque realmente cubre su rostro con su
gordura y acumula grasa sobre sus lomos,
Rostro
El que un hombre o un ángel se cubra el rostro o lo
oculte puede expresar humildad o temor reverencial y
respeto. (Éx 3:6; 1Re 19:13; Isa 6:2.) También puede
ser señal de duelo. (2Sa 19:4.) En cambio, Elifaz insinuó
falsamente que la prosperidad había vuelto arrogante a
Job, de modo que estaba „cubriéndose el rostro con su
gordura‟. (Job 15:27.) Como en el caso de Hamán, el
que una persona cubra el rostro de otra podría
representar vergüenza y, tal vez, condenación. (Est 7:8;
compárese con Sl 44:15; Jer 51:51.)
¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de
esta semana?
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana
pueden servirme en la predicación?
Lectura de la Biblia: Job 14:1-22 (4 mins. o
menos)
(Job 14:1-22) ”El hombre, nacido de mujer, es de vida corta y está harto de agitación.
2 A semejanza de una
flor ha salido y es cortado, y huye como la sombra y no sigue existiendo.
3 Sí, sobre este has abierto tu ojo, y a
mí me traes a juicio contigo. 4 ¿Quién puede producir a
alguien limpio de alguien inmundo? No hay ninguno.
5 Si sus días están decididos, el número de
sus meses está contigo; para él has hecho un decreto de que no puede ir más allá.
6 Aparta tu mirada de
sobre él para que tenga descanso, hasta que se complazca como lo hace un trabajador asalariado en su día.
7 Porque existe esperanza hasta para un árbol. Si
es cortado, todavía brota de nuevo, y su propia ramita no cesa de ser.
8 Si su raíz envejece en la tierra, y en el
polvo muere su tocón, 9 al olor del agua brota, y
ciertamente produce rama mayor como planta nueva. 10
Pero el hombre físicamente capacitado muere y yace vencido; y el hombre terrestre expira, ¿y dónde está? 11
Las aguas sí se desaparecen de un mar, y un río mismo se desagua y queda seco.
12 El hombre también
tiene que acostarse, y no se levanta. Hasta que el cielo ya no sea no despertarán, ni se les hará despertar de su sueño.
13 ¡Oh que en el Seol me ocultaras, que me
mantuvieras secreto hasta que tu cólera se volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!
14 Si un hombre físicamente capacitado muere,
¿puede volver a vivir? Todos los días de mi trabajo obligatorio esperaré, hasta que llegue mi relevo.
15 Tú
llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo.
16 Porque ahora sigues
contando mis pasos mismos; no vigilas otra cosa sino mi pecado.
17 Sellada en una bolsa está mi sublevación, y
tú aplicas cola sobre mi error. 18
Sin embargo, una montaña misma, cayendo, se desvanece, y hasta una roca es trasladada de su lugar.
19 El agua ciertamente
desgasta hasta las piedras; su derramamiento se lleva el polvo de la tierra. Así has destruido la mismísima esperanza del hombre mortal.
20 Lo subyugas para
siempre de manera que él se va; estás desfigurándole el rostro de modo que lo despachas.
21 Sus hijos reciben
honra, pero él no [lo] sabe; y vienen a ser insignificantes, pero él no los considera.
22 Solo su
propia carne mientras [esté] sobre él seguirá doliendo, y su propia alma mientras [esté] en él seguirá de duelo”.
SEAMOS MEJORES MAESTROS
Primera conversación: fg lección 13 párr. 1.
Prepare el terreno para la revisita (2 mins. o
menos).
¿Qué enseña la Biblia sobre el futuro de la
religión?
En todas las religiones hay personas humildes y
sinceras. Y es una buena noticia saber que Dios las
valora y se preocupa por ellas. Pero, por desgracia, se
han cometido muchas barbaridades en nombre de la
religión (2 Corintios 4:3, 4; 11:13-15). En las noticias
hemos escuchado que algunas religiones han estado
involucradas en actos terroristas, genocidios, guerras
y abusos de menores. ¡Qué decepción ha causado esto
a los creyentes de buen corazón! (Lea Mateo 24:3-5,
11, 12.)
Revisita: fg lección 13 párr. 2. Prepare el terreno
para otra visita (4 mins. o menos).
¿Qué enseña la Biblia sobre el futuro de la
religión?
Mientras que la religión verdadera honra a Jehová,
la falsa lo ofende. Esta enseña mentiras acerca de
Dios y el estado de los muertos, así como ideas que no
aparecen en la Biblia. Pero Jehová desea que la gente
sepa la verdad sobre él. (Lea Ezequiel 18:4 y 1
Timoteo 2:3-5.)
Curso bíblico: fg lección 13 párrs. 3, 4 (6 mins. o
menos).
¿Qué enseña la Biblia sobre el futuro de la
religión?
Dios no se deja engañar por los religiosos que
afirman amarlo, pero que en realidad aman al mundo
de Satanás (Santiago 4:4). La Biblia llama al conjunto
de religiones falsas “Babilonia la Grande”, nombre
que alude a la antigua ciudad en que se originó la
religión falsa tras el Diluvio de los días de Noé.
Pronto, Dios eliminará de forma repentina las
religiones que engañan y perjudican a la humanidad.
(Lea Revelación [Apocalipsis] 17:1, 2, 5, 16, 17 y
18:8.)
Ahora bien, Jehová tiene presentes a las personas
buenas que se hallan dispersas en las religiones falsas
del mundo y las está reuniendo. ¿De qué manera?
Enseñándoles la verdad. (Lea Miqueas 4:2, 5.)
NUESTRA VIDA CRISTIANA
Canción 134
Necesidades de la congregación (5 mins.)
“La resurrección es posible gracias al rescate” (10
mins.): Análisis con el auditorio. Termine con el
video que se mostró en la asamblea regional del 2014
“Sigamos buscando primero el Reino de Dios”.
La resurrección es posible gracias al rescate
Después de que familiares y amigos lloran en el lecho
de muerte de una joven, su hermana halla consuelo al
meditar en la resurrección
La Conmemoración nos da una oportunidad de oro
para meditar en todas las cosas buenas que
tendremos gracias al rescate. Una de ellas es la
resurrección. Jehová nunca quiso que los humanos
muriéramos. Por eso, una de las experiencias más
dolorosas de la vida es perder a un ser querido (1Co
15:26). Jesús sufrió mucho cuando vio a sus
discípulos llorar por la muerte de Lázaro (Jn 11:33-
35). Puesto que Jesús es la viva imagen de su Padre,
sabemos que a Jehová también le duele vernos llorar
la muerte de nuestros seres amados (Jn 14:7). Jehová
está deseando que llegue el momento de resucitar a
sus siervos fieles, y nosotros también (Job 14:14, 15).
Como es un Dios que ama el orden, es de esperar que
la resurrección también siga un orden (1Co 14:33,
40). En vez llorar en funerales, celebraremos la
bienvenida de los resucitados. ¿Dedica tiempo a
meditar en esta esperanza, sobre todo cuando fallece
alguien? (2Co 4:17, 18). ¿Le da las gracias a Jehová
por darnos el regalo de la resurrección y por
revelarnos en la Biblia que los muertos volverán a
vivir? (Col 3:15).
¿A qué familiar o amigo desea volver a ver
especialmente?
¿A qué personajes bíblicos le gustaría conocer y
hablar con él?
Estudio bíblico de la congregación: ia cap. 12
párrs. 1-12 (30 mins.)
CAPÍTULO 12
Dios fue su refugio y su consuelo
1, 2. ¿Qué sucesos habían marcado este día tan
excepcional de la vida de Elías?
ELÍAS corre bajo la lluvia mientras el cielo se va
tiñendo de negro. Todavía le queda un buen trecho
para llegar a Jezreel. Y aunque está entrado en años,
avanza incansable, pues “la misma mano de Jehová”
está sobre él. La fuerza que impulsa su cuerpo es
distinta a todo lo que ha sentido antes. ¡Hasta ha
dejado atrás a los caballos que tiran del carruaje del
rey Acab! (Lea 1 Reyes 18:46.)
(1 Reyes 18:46) Y la misma mano de Jehová resultó
estar sobre Elías, de modo que él se ciñó las caderas y
se fue corriendo delante de Acab todo el camino hasta
Jezreel.
2 Ahora el profeta va solo y tiene ante sí un largo
camino. Las gotas de lluvia golpean su rostro al
tiempo que sigue corriendo. Sin duda, tiene mucho en
lo que pensar, pues acaba de vivir sucesos
excepcionales. Ha presenciado una gran victoria para
la adoración pura y para el Dios verdadero. Las
ventosas cumbres del monte Carmelo, ahora lejanas y
ocultas por la tormenta, fueron el escenario donde
Jehová utilizó a su profeta para asestar un tremendo
y milagroso golpe al culto de Baal. Cientos de
sacerdotes paganos fueron justamente ejecutados
tras quedar al descubierto sus viles engaños. Después
Elías le rogó a su Dios que pusiera fin a la sequía que
había castigado la tierra por tres años y medio, y
entonces rompió a llover (1 Rey. 18:18-45).
3, 4. a) ¿Por qué es probable que Elías esperara
que las cosas mejoraran? b) ¿Qué preguntas
contestaremos?
3 Mientras recorre bajo la intensa lluvia los 30
kilómetros (19 millas) que lo separan de Jezreel,
seguramente se ilusiona pensando que las cosas por
fin mejorarán. ¡Acab tendrá que cambiar! Después de
todo lo sucedido en el monte Carmelo, no tendrá más
opción que abandonar el culto a Baal, controlar mejor
a Jezabel, su esposa, y dejar de perseguir a los siervos
de Jehová.
(1 Reyes 18:18-45) A lo que dijo él: “Yo no he
acarreado extrañamiento a Israel, sino tú y la casa de tu
padre, porque ustedes han abandonado los
mandamientos de Jehová, y tú te pusiste a seguir a los
Baales. 19
Y ahora envía, júntame a todo Israel en el
monte Carmelo, y también a los cuatrocientos cincuenta
profetas de Baal y a los cuatrocientos profetas del poste
sagrado, que están comiendo a la mesa de
Jezabel”. 20
Y Acab procedió a enviar [mensajeros] entre
todos los hijos de Israel y a juntar a los profetas en el
monte Carmelo. 21
Entonces Elías se acercó a todo el
pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo irán cojeando sobre dos
opiniones diferentes? Si Jehová es el Dios [verdadero],
vayan siguiéndolo; pero si Baal lo es, vayan siguiéndolo
a él”. Y el pueblo no dijo una palabra en respuesta a él. 22
Y Elías pasó a decir al pueblo: “Yo mismo he quedado
como profeta de Jehová, yo solo, mientras que los
profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres. 23
Ahora que nos den dos toros jóvenes, y que escojan
ellos para sí un toro joven y lo corten en pedazos y lo
pongan sobre la leña, pero no deben ponerle fuego. Y
yo mismo aderezaré el otro toro joven, y tendré que
ponerlo sobre la leña, pero no le pondré fuego. 24
Y
ustedes tienen que invocar el nombre de su dios, y yo,
por mi parte, invocaré el nombre de Jehová; y tiene que
suceder que el Dios [verdadero] que responda por
medio de fuego es el Dios [verdadero]”. A esto todo el
pueblo respondió y dijo: “La cosa está bien”. 25
Elías
ahora dijo a los profetas de Baal: “Escójanse un toro
joven y aderécenlo primero, porque ustedes son la
mayoría; e invoquen el nombre de su dios, pero no
deben ponerle fuego”. 26
Por consiguiente, ellos tomaron
el toro joven que les dio. Entonces lo aderezaron, y
siguieron invocando el nombre de Baal desde la
mañana hasta el mediodía, diciendo: “¡Oh Baal,
respóndenos!”. Pero no hubo voz, y no hubo quien
respondiera. Y siguieron cojeando en derredor del altar
que habían hecho. 27
Y al mediodía aconteció que Elías
empezó a mofarse de ellos y a decir: “Llamen a voz en
cuello, porque él es un dios; porque debe estar
preocupado con un asunto, y tiene excremento y tiene
que ir al excusado. ¡O quizás esté dormido y deba
despertarse!”. 28
Y se pusieron a clamar a voz en cuello
y a cortarse según su costumbre con dagas y con
lancetas, hasta que hicieron chorrear la sangre sobre sí. 29
Y aconteció que, tan pronto como pasó el mediodía y
continuaron portándose como profetas hasta la [hora de]
ascender la ofrenda de grano, no hubo voz, y no hubo
quien respondiera, y no se prestó ninguna atención. 30
Por fin Elías dijo a todo el pueblo: “Acérquense a mí”.
De modo que todo el pueblo se acercó a él. Entonces
procedió a componer el altar de Jehová que estaba
demolido. 31
Así que Elías tomó doce piedras, conforme
al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien la
palabra de Jehová había venido diciendo: “Israel es lo
que llegará a ser tu nombre”. 32
Y se puso a edificar con
las piedras un altar en el nombre de Jehová y a hacer
una zanja, de más o menos la extensión que se siembra
con dos medidas de sea de semilla, todo en derredor del
altar. 33
Después puso en orden los pedazos de leña y
cortó en trozos el toro joven y lo colocó sobre los
pedazos de leña. Ahora dijo: “Llenen cuatro jarrones de
agua y derrámenla sobre la ofrenda quemada y sobre
los pedazos de leña”. 34
En seguida dijo: “Háganlo otra
vez”. De modo que lo hicieron otra vez. Pero él dijo:
“Háganlo la tercera vez”. De modo que lo hicieron la
tercera vez. 35
Así el agua iba todo en derredor del altar,
y él llenó también de agua la zanja. 36
Y al tiempo que
asciende la ofrenda de grano aconteció que Elías el
profeta empezó a acercarse y a decir: “Oh Jehová, el
Dios de Abrahán, Isaac e Israel, conózcase hoy que tú
eres Dios en Israel y yo soy tu siervo y que por medio de
tu palabra he hecho todas estas cosas. 37
Respóndeme,
oh Jehová, respóndeme, para que sepa este pueblo que
tú, Jehová, eres el Dios [verdadero] y tú mismo has
vuelto atrás el corazón de ellos”. 38
Ante eso, el fuego de
Jehová vino cayendo, y se puso a comer la ofrenda
quemada y los pedazos de leña y las piedras y el polvo,
y lamió el agua que estaba en la zanja. 39
Cuando todo
el pueblo lo vio, inmediatamente cayeron sobre sus
rostros y dijeron: “¡Jehová es el Dios [verdadero]!
¡Jehová es el Dios [verdadero]!”. 40
Entonces Elías les
dijo: “¡Prendan a los profetas de Baal! ¡No permitan que
escape ni uno solo de ellos!”. En seguida los prendieron,
y Elías entonces los llevó abajo al valle torrencial de
Cisón, y allí los degolló. 41
Elías ahora dijo a Acab:
“Sube, come y bebe; porque hay el sonido de la ruidosa
agitación de un aguacero”. 42
Y Acab procedió a subir a
comer y beber. En cuanto a Elías, subió a la cima del
Carmelo y empezó a agazaparse a tierra y a mantener
su rostro puesto entre las rodillas. 43
Entonces dijo a su
servidor: “Sube, por favor. Mira en dirección al mar”. Él
subió, pues, y miró, y entonces dijo: “No hay nada
absolutamente”. Y él pasó a decir: “Vuelve”, siete veces. 44
Y a la séptima vez aconteció que llegó a decir: “¡Mira!
Hay una nubecilla como la palma de la mano de un
hombre, que viene ascendiendo del mar”. Ahora él dijo:
“Sube, di a Acab: „¡Engancha [el carro]! ¡Y baja para que
no te detenga el aguacero!‟”. 45
Y mientras tanto
aconteció que los cielos mismos se oscurecieron con
nubes y viento, y empezó a haber un gran aguacero. Y
Acab siguió adelante montado [en su carro], y se
encaminó a Jezreel.
Elías “se fue corriendo delante de Acab todo el
camino hasta Jezreel”
4 Es normal que nos hagamos ilusiones cuando todo
parece ir bien. Tal vez pensemos que las cosas
seguirán mejorando, e incluso que nuestros peores
problemas por fin se acabarán. No sería extraño que
Elías se hubiera sentido así, pues era un “hombre de
sentimientos semejantes a los nuestros” (Sant. 5:17).
No obstante, sus sufrimientos están lejos de terminar.
Pocas horas después sentirá tanto miedo y desánimo
que deseará morir. Pero ¿qué fue lo que pasó? ¿Y qué
hizo Jehová para reavivarle la fe y darle valor?
(Santiago 5:17) Elías era hombre de sentimientos
semejantes a los nuestros, y, no obstante, en oración
oró que no lloviera; y no llovió sobre la tierra por tres
años y seis meses.
Un giro inesperado
5. ¿Qué muestra que el rey Acab seguía sin
respetar a Jehová tras lo ocurrido en el monte
Carmelo?
5 Cuando Acab llega a su palacio en Jezreel, ¿da
muestra alguna de haber cambiado? El relato dice:
“Acab refirió a Jezabel todo lo que Elías había hecho y
todo acerca de cómo había matado a todos los
profetas a espada” (1 Rey. 19:1). Observe que el rey
ni siquiera menciona a Jehová al relatar aquellos
sucesos. Es un hombre superficial que ve esos
milagros desde un punto de vista meramente
humano y se refiere a ellos como “lo que Elías había
hecho”. Es obvio que no ha aprendido a respetar a
Jehová. ¿Y cómo reacciona su vengativa esposa?
(1 Reyes 19:1) Entonces Acab refirió a Jezabel todo lo
que Elías había hecho y todo acerca de cómo había
matado a todos los profetas a espada.
6. ¿Qué mensaje le envió Jezabel a Elías, y qué
significa?
6 La reina se pone hecha una furia. Llena de ira, envía
a Elías esta terrible amenaza de muerte: “¡Así hagan
los dioses, y así añadan a ello, si mañana a esta hora
no hago tu alma como el alma de cada uno de ellos!”
(1 Rey. 19:2). Jezabel está decidida a matarlo para
vengar la muerte de los profetas de Baal. Tanto es así
que jura que si no lo asesina en el plazo de un día, ella
misma deberá morir. Imagínese la reacción del pobre
Elías cuando se entera. Está durmiendo en una
humilde morada de Jezreel durante aquella noche
tormentosa cuando, de pronto, lo despiertan
abruptamente: es el mensajero de la reina que viene a
comunicarle su espantosa amenaza. ¿Qué siente al
oírla?
(1 Reyes 19:2) Ante eso, Jezabel envió un mensajero a
Elías, para decirle: “¡Así hagan los dioses, y así añadan
a ello, si mañana a esta hora no hago tu alma como el
alma de cada uno de ellos!”.
Vencido por el temor y el desánimo
7. ¿Cómo se sintió Elías ante la amenaza de
Jezabel, y qué hizo?
7 Si Elías pensó por un momento que la guerra contra
la adoración de Baal estaba por acabar, sus ilusiones
se derrumban en este preciso instante. Jezabel no se
da por vencida. Ya se ha encargado de asesinar a
muchos otros profetas fieles de Jehová... y, por lo
visto, Elías será el siguiente. ¿Qué efecto tuvo en él la
amenaza de la reina? La Biblia afirma que “le dio
miedo”. Puede que empezara a darle vueltas a lo que
pudiera pasarle y hasta visualizara en su mente la
terrible muerte que Jezabel le tenía reservada. De
haber sido así, no nos sorprende que le invadiera el
temor. En cualquier caso, “empezó a irse por su
alma”: así es, ¡salió huyendo para salvar su vida! (1
Rey. 18:4; 19:3.)
(1 Reyes 18:4) Por eso aconteció que, cuando Jezabel cortó [de la existencia] a los profetas de Jehová, Abdías procedió a tomar a cien profetas y mantenerlos escondidos por cincuentenas en una cueva, y les suministró pan y agua.)
(1 Reyes 19:3) Y a él le dio miedo. Por lo tanto, se levantó y empezó a irse por su alma, y llegó a Beer-seba, que pertenece a Judá. Entonces dejó allá atrás a su servidor.
Para conservar el valor, no nos conviene
pensar demasiado en todo lo malo que pudiera
pasarnos
8. a) ¿En qué sentido se pareció la reacción de
Pedro a la de Elías? b) ¿Qué lección nos enseñan
los ejemplos de Elías y de Pedro?
8 El profeta Elías no fue el único hombre de fe que
cedió al temor. Al apóstol Pedro le ocurrió algo
parecido siglos después. En una ocasión, cuando
Jesús hizo que anduviera con él sobre el agua, el
apóstol se puso a “mirar a la tempestad de viento”,
con lo que se asustó y comenzó a hundirse (lea Mateo
14:30). Los ejemplos de Elías y de Pedro nos enseñan
una valiosa lección: para conservar el valor, no nos
conviene pensar demasiado en todo lo malo que
pudiera pasarnos. Necesitamos fijar la atención en
Jehová, de quien procede nuestra esperanza y poder.
(Mateo 14:30) Pero al mirar a la tempestad de viento, le
dio miedo, y, comenzando a hundirse, clamó: “¡Señor,
sálvame!”.
“¡Basta!”
9. Describa el viaje de huida que emprende Elías y
su estado de ánimo.
9 Presa del pánico, Elías atraviesa 150 kilómetros (95
millas) en dirección suroeste, hasta llegar a Beer-
seba, ciudad situada cerca de la frontera sur de Judá.
Allí deja a su servidor y se interna en el desierto él
solo. El relato añade que recorre el “camino de un
día”. Podemos imaginarlo partiendo al amanecer, por
lo visto sin llevar provisiones consigo. Deprimido,
impulsado por el temor y bajo un calor asfixiante,
lucha por avanzar en este territorio agreste y estéril.
A medida que el Sol se pone en el lejano horizonte y
el cielo se cubre de tonos rojizos, Elías se va
quedando sin fuerzas. Agotado, se sienta bajo una
retama, siendo este arbusto lo más parecido a un
refugio que podía encontrar en aquel árido paraje (1
Rey. 19:4).
(1 Reyes 19:4) Y él mismo entró en el desierto camino
de un día, y por fin llegó y se sentó debajo de cierta
retama. Y se puso a pedir que muriera su alma, y a
decir: “¡Basta! Ahora, oh Jehová, quítame el alma,
porque no soy mejor que mis antepasados”.
10, 11. a) ¿Qué le dijo Elías a Jehová en oración?
b) Basándose en los textos bíblicos, describa los
sentimientos de tristeza que experimentaron
otros siervos de Dios.
10 En su desesperación, el profeta le pide a Jehová
que le quite la vida. “No soy mejor que mis
antepasados”, clama. Sabe que estos no son más que
huesos y cenizas en la tumba, y que no pueden hacer
nada bueno por nadie (Ecl. 9:10). Elías se siente igual
de inútil, por lo que llega a preguntarse qué razón hay
para seguir viviendo. Ya sin fuerzas para luchar más,
implora: “¡Basta!”.
(Eclesiastés 9:10) Todo lo que tu mano halle que
hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo
ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría
en el Seol, el lugar adonde vas.
11 ¿Debería sorprendernos que un siervo de Dios se
haya deprimido tanto? En realidad no. En la Biblia se
mencionan varios hombres y mujeres fieles que
llegaron a estar tan tristes que desearon morir, entre
ellos Rebeca, Jacob, Moisés y Job (Gén. 25:22; 37:35;
Núm. 11:13-15; Job 14:13).
(Génesis 25:22) Y los hijos dentro [del vientre] de ella empezaron a pugnar el uno con el otro, de modo que ella dijo: “Si es de esta manera, ¿exactamente por qué estoy viva?”. Y se fue a inquirir de Jehová.
(Génesis 37:35) Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo, pero él siguió rehusando recibir consuelo, y diciendo: “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”. Y su padre continuó llorándolo.
(Números 11:13-15) ¿De dónde tengo yo carne para dar a todo este pueblo? Pues, siguen llorando hacia mí, diciendo: „¡Danos carne, sí, y déjanos comer!‟.
14 No
puedo, por mí solo, llevar a todo este pueblo, porque es demasiado pesado para mí.
15 Por eso, si de esta
manera estás haciendo conmigo, por favor, mátame [y acábame] del todo, si he hallado favor a tus ojos, y no mire yo mi calamidad”.
(Job 14:13) ¡Oh que en el Seol me ocultaras, que me mantuvieras secreto hasta que tu cólera se volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!
12. ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Elías
cuando nos invade el desánimo?
12 Actualmente vivimos en “tiempos críticos, difíciles
de manejar”, y por eso no es raro que el desaliento
invada a muchas personas, incluso a fieles siervos de
Dios (2 Tim. 3:1). Si alguna vez usted se siente así,
siga el ejemplo de Elías: ábrale su corazón a Jehová.
Recuerde que él es “el Dios de todo consuelo” (lea 2
Corintios 1:3, 4). Veamos cómo Jehová consoló a
Elías.
(2 Timoteo 3:1) Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.
(2 Corintios 1:3, 4) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo,
4 que nos
consuela en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los [que se hallan] en cualquier clase de tribulación mediante el consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.
Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima
(3 mins.)
Canción 33 y oración
ATALAYA
Trabajar con Jehová nos hace muy felices
“En colaboración con él, nosotros también les
suplicamos que no acepten la bondad inmerecida
de Dios y dejen de cumplir su propósito” (2 COR.
6:1).
CANCIONES 75 Y 74
¿POR QUÉ DECIMOS QUE PREDICAR... ... nos hace felices? ... nos acerca a Jehová y a nuestros hermanos?
... nos protege?
1. Aunque Jehová es el Dios supremo, ¿qué invitación
ha hecho a sus siervos?
JEHOVÁ es el Dios supremo, el Creador de todas las
cosas y el Ser más sabio y poderoso de todo el universo.
Job entendió este hecho. Por eso, cuando Dios le habló
de las maravillas de la creación, dijo: “He llegado a
saber que tú todo lo puedes, y no hay idea que te sea
irrealizable” (Job 42:2). Así es, Jehová puede hacer
cualquier cosa que se proponga, y sin la ayuda de nadie.
Sin embargo, en su amor, invita a sus siervos a trabajar
con él.
(Job 42:2) “He llegado a saber que tú todo lo puedes, y
no hay idea que te sea irrealizable.
2. ¿Qué importante tarea recibió Jesús?
2 Después de crear a su Hijo, Jehová le pidió que lo
ayudara a crear todas las demás cosas que hay en los
cielos y en la Tierra (Juan 1:1-3, 18). El apóstol Pablo
escribió lo siguiente acerca de Jesús: “Por medio de él
todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y
sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no
importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o
autoridades. Todas las otras cosas han sido creadas
mediante él y para él” (Col. 1:15-17). Jehová dejó que su
Hijo colaborara con él en esa extraordinaria labor y se
aseguró de que todo el mundo se enterara. ¡Qué gran
honor!
(Juan 1:1-3) En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.
2 Este estaba
en [el] principio con Dios. 3 Todas las cosas vinieron a
existir por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir. Lo que ha venido a existir
(Juan 1:18) A Dios ningún hombre lo ha visto jamás; el dios unigénito que está en [la posición del] seno para con el Padre es el que lo ha explicado.
(Colosenses 1:15-17) Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación;
16 porque por medio
de él todas las [otras] cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades. Todas las [otras] cosas han sido creadas mediante él y para él.
17 También, él es antes de todas
las [otras] cosas y por medio de él se hizo que todas las [otras] cosas existieran,
3. a) ¿Qué invitación recibió Adán? b) ¿Por qué le hizo
Jehová esa invitación?
3 Jehová también ha invitado a los seres humanos a
trabajar con él. A Adán le dio la tarea de poner nombres
a los animales (Gén. 2:19, 20). Imagínese al primer
hombre estudiando el comportamiento y las
características de los animales para decidir qué nombre
les pondría. ¡Qué trabajo tan hermoso! Jehová pudo
haber realizado él mismo esa labor; al fin y al cabo, él
los creó. Pero dejó que Adán lo hiciera y así le demostró
que lo quería mucho. También le dio la oportunidad de
extender el jardín de Edén por toda la Tierra (Gén. 1:27,
28). Lamentablemente, Adán decidió dejar de trabajar
con Jehová, y el resultado fue un desastre (Gén. 3:17-
19, 23).
(Génesis 2:19, 20) Ahora bien, Jehová Dios estaba formando del suelo toda bestia salvaje del campo y toda criatura voladora de los cielos, y empezó a traerlas al hombre para ver lo que llamaría a cada una; y lo que el hombre la llamaba, a cada alma viviente, ese era su nombre.
20 De modo que el hombre iba dando nombres
a todos los animales domésticos y a las criaturas voladoras de los cielos y a toda bestia salvaje del campo, pero para el hombre no se halló ayudante como complemento de él.
(Génesis 1:27, 28) Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.
28 Además, los bendijo Dios y les dijo
Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”.
(Génesis 3:17-19) Y a Adán dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: „No debes comer de él‟, maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida.
18 Y espinos y
cardos hará crecer para ti, y tienes que comer la vegetación del campo.
19 Con el sudor de tu rostro
comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”.
(Génesis 3:23) Con eso Jehová Dios lo echó del jardín de Edén para que cultivara el suelo del cual había sido tomado.
4. ¿Quiénes más ayudaron a Jehová a realizar su
propósito?
4 Hubo otras personas a las que Jehová invitó a trabajar
con él: Noé construyó un arca para que él y su familia
sobrevivieran al Diluvio. Moisés sacó a los israelitas de
Egipto, y Josué los metió en la Tierra Prometida.
Salomón construyó el templo en Jerusalén. María fue la
madre de Jesús. Jehová usó a estos hombres y mujeres
fieles y a muchos más para realizar su propósito.
5. a) ¿Qué labor nos ha pedido Jehová que le
ayudemos a hacer? b) ¿Necesita nuestra ayuda? (Vea
la ilustración del principio).
5 Hoy, Jehová nos invita a darle todo nuestro apoyo al
Reino, y hay muchas maneras de colaborar. Quizás no
podamos participar en algunas de ellas; lo que sí
podemos hacer todos es predicar. Claro, Dios no nos
necesita para llevar a cabo esa labor. Él podría hablarle
a la gente directamente desde el cielo; hasta podría
hacer que las piedras hablaran del Reino, como dijo
Jesús (Luc. 19:37-40). Aun así, nos permite ser sus
colaboradores (1 Cor. 3:9). El apóstol Pablo escribió: “En
colaboración con él, nosotros también les suplicamos
que no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen
de cumplir su propósito” (2 Cor. 6:1). Trabajar con
Jehová es un honor inmerecido, pero nos alegra que nos
lo haya dado. Veamos por qué.
(Lucas 19:37-40) Tan pronto como se acercó al camino que baja del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos comenzó a regocijarse y a alabar a Dios en voz alta respecto a todas las obras poderosas que habían visto,
38 y decían: “¡Bendito es El que viene como
Rey en el nombre de Jehová! ¡Paz en el cielo, y gloria en los lugares más altos!”.
39 Sin embargo, algunos de
los fariseos de entre la muchedumbre le dijeron: “Maestro, reprende a tus discípulos”.
40 Pero en
respuesta él dijo: “Les digo: Si estos permanecieran callados, las piedras clamarían”.
(1 Corintios 3:9) Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.
(2 Corintios 6:1) En colaboración con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito.
TRABAJAR CON JEHOVÁ NOS HACE FELICES
6. ¿Cómo se sentía Jesús trabajando al lado de su
Padre?
6 Trabajar al lado de Jehová siempre ha hecho felices a
sus siervos. Uno de ellos es Jesús, el primer Hijo de Dios.
Según la Biblia, antes de venir a la Tierra dijo: “Jehová
mismo me produjo como el principio de su camino [...].
Llegué a estar a su lado como un obrero maestro [...]
con quien él estuvo especialmente encariñado día a día,
y estuve alegre delante de él todo el tiempo” (Prov.
8:22, 30). Jesús trabajó muy contento al lado de Dios,
feliz por sus logros y por sentir el cariño de su Padre.
¿Qué se puede decir de nosotros?
(Proverbios 8:22) ”Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás.
(Proverbios 8:30) entonces llegué a estar a su lado como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él estuvo especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo,
7. ¿Por qué nos sentimos felices cuando predicamos?
7 Jesús dijo que dar y recibir nos hace felices (Hech.
20:35). Por ejemplo, cuando conocimos la verdad nos
sentimos muy contentos. Y compartirla ahora con la
gente también nos alegra. Muchas personas desean
conocer a Dios y comienzan a estudiar. Poco a poco van
entendiendo y valorando lo que aprenden. Su forma de
pensar y de vivir cambia. ¿Verdad que eso nos hace
felices? Está claro que la predicación es muy
importante, pues le da a la gente la oportunidad de
reconciliarse con Dios y vivir para siempre (2 Cor. 5:20).
¿Acaso existe otro trabajo que produzca más
satisfacciones?
(Hechos 20:35) En todas las cosas les he exhibido que por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los que son débiles, y tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: „Hay más felicidad en dar que en recibir‟”.
(2 Corintios 5:20) Somos, por lo tanto, embajadores en sustitución de Cristo, como si Dios estuviera suplicando mediante nosotros. Como sustitutos por Cristo rogamos: “Reconcíliense con Dios”.
8. ¿Cómo se sienten Marco y Franco de trabajar con
Jehová?
8 Aunque nos alegra ver que hay gente que desea
conocer la verdad, nos alegra más saber que estamos
haciendo la voluntad de Dios y que él valora nuestros
esfuerzos por servirle (lea 1 Corintios 15:58). Marco,
que vive en Italia, nos cuenta: “No puedo explicar con
palabras lo feliz que me siento de darle lo mejor de mí a
Jehová y no a alguien que se va a olvidar de mi trabajo”.
Algo parecido dice Franco, también desde Italia: “Todos
los días, Jehová usa la Biblia, las publicaciones cristianas
y las reuniones para recordarnos lo mucho que nos
quiere. Aunque a nosotros nos parezca que hacemos
poco, nuestros esfuerzos son muy importantes para él.
Por eso, trabajar con Dios me hace muy feliz y me da
muchas razones para vivir”.
(1 Corintios 15:58) Por consiguiente, amados
hermanos míos, háganse constantes, inmovibles,
siempre teniendo mucho que hacer en la obra del
Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo
relacionado con [el] Señor.
TRABAJAR CON JEHOVÁ NOS UNE A ÉL Y A NUESTROS
HERMANOS
9. a) ¿Qué relación tienen Jehová y Jesús? b) ¿Cómo
llegaron a tener esa relación?
9 Cuando trabajamos con una persona a la que
queremos, pasamos mucho tiempo con ella. Así
llegamos a conocerla aún mejor: su personalidad, sus
metas y lo que está haciendo para alcanzarlas. Eso es lo
que ha pasado entre Jehová y Jesús. Durante los
millones y millones de años que han trabajado juntos,
han creado una relación de cariño muy fuerte. Se
conocen tan bien que Jesús dijo en una ocasión: “Yo y el
Padre somos uno” (Juan 10:30). Así es, forman un
equipo perfecto.
(Juan 10:30) Yo y el Padre somos uno”.
10. ¿Por qué decimos que la predicación nos une más a
Jehová y a nuestros hermanos?
10 Jesús le pidió a su Padre que cuidara de sus
discípulos. ¿Por qué? “Para que sean uno así como lo
somos nosotros”, dijo él (Juan 17:11). Cuando
obedecemos a Jehová y predicamos las buenas noticias
del Reino, conocemos mejor sus maravillosas
cualidades. Aprendemos que lo más sabio es confiar en
él y seguir su guía. Cuanto más nos acerquemos a él,
más se acercará él a nosotros (lea Santiago 4:8).
Obedecer a Dios y predicar también nos une a nuestros
hermanos. Todos tenemos los mismos problemas y las
mismas alegrías. Perseguimos las mismas metas y
aguantamos las mismas pruebas. Octavia, que vive en
Gran Bretaña, explica: “Colaborar con Jehová me une a
él y también a mis hermanos. No nos unen cosas
superficiales, sino las metas que tenemos en común”.
¿No se siente usted así? ¿No lo une más a sus hermanos
ver cómo se esfuerzan por obedecer a Jehová?
(Juan 17:11) ”Además, yo ya no estoy en el mundo,
pero ellos están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo,
vigílalos por causa de tu propio nombre que me has
dado, para que sean uno así como lo somos nosotros.
11. ¿Por qué nos sentiremos todavía más cerca de
Jehová y de nuestros hermanos en el Paraíso?
11 Ahora estamos muy unidos a Jehová y a nuestros
hermanos, y en el Paraíso lo estaremos mucho más.
Piense en todo el trabajo que nos espera... Les daremos
la bienvenida a los resucitados y les enseñaremos a
obedecer las leyes de Dios. También convertiremos la
Tierra en un bellísimo jardín. Tendremos mucho trabajo,
pero será un placer llevarlo a cabo al lado de nuestros
hermanos. Bajo el Reino de Cristo alcanzaremos juntos
la perfección. La humanidad estará unida y se sentirá
más cerca que nunca de su querido Creador. Él se
encargará de hacer realidad “el deseo de toda cosa
viviente” (Sal. 145:16).
(Salmo 145:16) Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente.
TRABAJAR CON JEHOVÁ NOS PROTEGE
12. ¿Cómo nos protege la predicación?
12 Los cristianos tenemos que cuidar nuestra relación
con Jehová. Como somos imperfectos y vivimos en una
sociedad que está controlada por el Diablo, es fácil que
se nos contagien la manera de pensar y la conducta de
la gente en general. El espíritu de este mundo es como
la corriente de un río que nos lleva a una muerte
segura. Si no queremos que nos arrastre, debemos
nadar con todas nuestras fuerzas. De forma parecida,
tenemos que luchar para que el espíritu del mundo de
Satanás no nos arrastre y destruya nuestra relación con
Dios. Cuando predicamos, nuestra mente se concentra
en cosas que nos benefician, no en cosas que debilitan
nuestra fe (Filip. 4:8). Nuestras creencias se hacen más
fuertes porque repasamos las promesas y las normas de
Jehová. Por otro lado, la predicación nos ayuda a
mantener como nueva la armadura espiritual (lea
Efesios 6:14-17).
(Filipenses 4:8) Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.
(Efesios 6:14-17) Estén firmes, por lo tanto, teniendo los lomos ceñidos con la verdad, y teniendo puesta la coraza de la justicia,
15 y teniendo calzados los pies con
el equipo de las buenas nuevas de la paz. 16
Sobre todo, tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo. 17
También, acepten el yelmo de la salvación, y la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios,
13. ¿De qué maneras ha ayudado la predicación a Joel?
13 Si nos mantenemos ocupados predicando,
estudiando y ayudando a los hermanos de la
congregación, no tendremos tiempo para preocuparnos
demasiado por nuestros problemas, y eso también es
una protección. Joel, que vive en Australia, dice que la
predicación lo ha ayudado a ver las cosas como son: la
gente tiene muchos problemas, pero él se ha ahorrado
muchos dolores de cabeza por seguir los consejos de la
Biblia. “La predicación me ayuda a ser humilde y a
confiar en Jehová y en mis hermanos”, añade él.
14. ¿Cómo sabemos que Jehová nos da su espíritu para
predicar?
14 La predicación también nos confirma que tenemos el
apoyo del espíritu de Dios. Pongamos un ejemplo:
imagínese que lo contratan para repartir pan en su
vecindario. Le dicen que no le van a pagar y que
tampoco van a cubrir sus gastos. Por si fuera poco,
pronto se da cuenta de que a la gente no le gusta el pan
que reparte y de que algunos incluso odian verlo a
usted por la zona. ¿Seguiría trabajando en esas
condiciones? Lo más seguro es que se sintiera
desanimado por el trato de la gente y que no tuviera las
fuerzas para seguir adelante. Con la predicación ocurre
algo parecido. Sin embargo, los cristianos seguimos
predicando año tras año, pagando de nuestro bolsillo
los gastos y soportando las burlas de personas
desagradecidas. ¿Verdad que eso es una prueba de que
Jehová nos da su espíritu?
TRABAJAR CON JEHOVÁ DEMUESTRA NUESTRO AMOR
POR ÉL Y POR LAS PERSONAS
15. ¿Qué tiene que ver la predicación con que se
cumpla el propósito de Dios?
15 La predicación contribuye a que se cumpla el
propósito de Jehová. ¿Cómo? Pues bien, él quería que
los seres humanos vivieran para siempre, y eso no
cambió cuando Adán le dio la espalda (Is. 55:11). En vez
de abandonar a la humanidad, Dios hizo todo lo
necesario para librarnos de nuestra condena al pecado y
la muerte. Por ejemplo, envió a Jesús para que diera su
vida. Claro, si queremos beneficiarnos de ese sacrificio,
debemos obedecer a Dios y para eso tenemos que
aprender cuáles son sus leyes. Jesús se las enseñó a sus
discípulos y les mandó que las enseñaran a otros. Así
que, cuando predicamos a las personas y las ayudamos
a acercase a Dios, trabajamos con Jehová para
rescatarlas del pecado y la muerte.
(Isaías 55:11) así resultará ser mi palabra que sale de
mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que
ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y
tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he
enviado.
16. ¿Por qué decimos que la predicación nos ayuda a
cumplir con los dos mandamientos más importantes?
16 Ayudar a las personas a alcanzar la vida eterna
demuestra nuestro amor por ellas y por Jehová. Él
quiere que “hombres de toda clase se salven y lleguen a
un conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim. 2:4). En
cierta ocasión, le preguntaron a Jesús cuál era el
mandamiento más importante que había recibido la
nación de Israel. Él contestó: “‘Tienes que amar a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y
con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer
mandamiento. El segundo, semejante a él, es este:
‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Mat.
22:37-39). Cuando vamos a predicar, cumplimos con
estos dos mandamientos (lea Hechos 10:42).
(1 Timoteo 2:4) cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.
(Mateo 22:37-39) Él le dijo: “„Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente‟.
38 Este es el más grande y el primer
mandamiento. 39
El segundo, semejante a él, es este: „Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo‟.
(Hechos 10:42) También, nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos.
17. ¿Cómo se siente al pensar en el gran honor que
tenemos de predicar las buenas nuevas?
17 La predicación nos hace felices, protege nuestra fe, y
nos acerca a Jehová y a nuestros hermanos. También
nos da la oportunidad de demostrar que amamos a Dios
y a las personas. ¡Qué bendición! Cada uno tiene sus
circunstancias, pero independientemente de nuestras
fuerzas, edad y recursos, todos estamos buscando la
manera de hablar de nuestra fe. Seguro que estamos de
acuerdo con Chantal, que vive en Francia, cuando dice:
“La Persona más importante del universo, el Creador de
todo lo que existe, el Dios feliz, me dice: ‘Ve y habla.
Habla de mí. Habla desde lo más profundo de tu
corazón. Yo te daré fuerzas, mi Palabra, la ayuda de los
ángeles y compañeros de predicación. Te enseñaré
cómo hacerlo y te daré instrucciones cuando las
necesites’. Jehová nos da la oportunidad de cumplir con
su voluntad y trabajar a su lado. ¡Qué gran honor!”.
Canción 111
Llamaré
Vista alternativa del documento
(Job 14:13-15)
1. La vida es neblina matinal
que pasa con el viento.
Sombra fugaz, se va dejando atrás
vacío y sufrimiento.
¿Qué esperanza hay si tú mueres hoy?
Oye lo que dice Dios:
(ESTRIBILLO)
“Llamaré tu nombre ansioso,
y tú me responderás.
La obra de mis manos
eres tú. ¡Despierta ya!”.
Nuestro Dios está anhelante
por volver a contemplar
a sus amados hijos,
quienes ya no morirán.
2. Aun si se van, Jehová no olvidará
a sus amigos nunca.
Pronto vendrá el día en que saldrán
de sus oscuras tumbas;
vida gozarán por la eternidad
como prometió Jehová:
(ESTRIBILLO)
“Llamaré tu nombre ansioso,
y tú me responderás.
La obra de mis manos
eres tú. ¡Despierta ya!”.
Nuestro Dios está anhelante
por volver a contemplar
a sus amados hijos,
quienes ya no morirán.
(Véanse también Juan 6:40; 11:11, 43; Sant. 4:14.)
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Canción 134
¿Te ves en el nuevo mundo?
Vista alternativa del documento
(Revelación 21:1-5)
1. Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo empieza a latir.
¡Qué gran placer vivir en paz
y disfrutar de la libertad!
No más dolor, no más crueldad,
tal como lo prometió Jehová.
No cabe en mi pecho la felicidad,
y como un torrente, mi voz te alabará:
(ESTRIBILLO)
“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,
un mundo nuevo ha visto la luz.
La gloria y el honor siempre tuyos serán.
Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.
2. Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo contemplo feliz.
Se fue el pesar, se fue el temor,
el mundo viejo por fin pasó.
No es ilusión, es muy real,
ya mora Dios con la humanidad.
Muy pronto, los muertos van a despertar
y junto a nosotros gozosos cantarán:
(ESTRIBILLO)
“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,
un mundo nuevo ha visto la luz.
La gloria y el honor siempre tuyos serán.
Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.
(Véanse también Sal. 37:10, 11; Isa. 65:17; Juan 5:28; 2
Ped. 3:13.) volver
Canción 33
¡No los temas!
Vista alternativa del documento
(Mateo 10:28)
1. ¡Adelante, mis guerreros!,
hora es de combatir;
con arrojo hay que decir
que mi Reino ya está aquí.
Ya mi Hijo ha lanzado
a la Tierra a Satanás
y muy pronto por mil años
al abismo lo echará.
(ESTRIBILLO)
No te asustes, pueblo mío,
nadie te podrá vencer,
pues la niña de mis ojos
eres tú, mi siervo fiel.
2. Aunque usen amenazas
para hacerte tropezar
o te quieran engañar
con su dulce palabrear,
no permitas que te entrampen
o te hagan vacilar;
con mi espíritu y mi fuerza
la victoria lograrás.
(ESTRIBILLO)
No te asustes, pueblo mío,
nadie te podrá vencer,
pues la niña de mis ojos
eres tú, mi siervo fiel.
3. Nunca temas que te olvide,
en tu ayuda yo saldré;
aun si mueres por tu fe,
yo te resucitaré.
Quienes matan solo el cuerpo
no merecen tu temor;
sigue fiel, no desfallezcas,
yo seré tu protector.
(ESTRIBILLO)
No te asustes, pueblo mío,
nadie te podrá vencer,
pues la niña de mis ojos
eres tú, mi siervo fiel.
(Véanse también Deu. 32:10; Neh. 4:14; Sal. 59:1; 83:2,
3.) volver
Canción 75
Los motivos de nuestro gozo
Vista alternativa del documento
(Mateo 5:12)
1. El pueblo de Dios está alegre,
su gozo es mayor cada vez:
“las cosas deseables” del mundo
acuden a Dios con gran fe.
La base de tanta alegría
está en la divina verdad,
sustento precioso del alma
y guía segura al andar.
El gozo que Dios nos ofrece
es llama de luz celestial,
por duras que sean las pruebas,
jamás la podrán apagar.
(ESTRIBILLO)
Mi gozo es un don de Jehová,
la fuente infinita de paz.
No lo perderé, eterno será
si obro con fidelidad.
2. Con fascinación observamos
el libro de la creación:
los cielos, la tierra y los mares
que Dios con su mano formó.
El Reino triunfante anunciamos
con júbilo a la humanidad,
las nuevas de su nacimiento
llevamos a todo lugar.
Tal como la luz de la aurora
disipa la oscuridad,
Jesús, el Lucero del Alba,
hará la justicia brillar.
(ESTRIBILLO)
Mi gozo es un don de Jehová,
la fuente infinita de paz.
No lo perderé, eterno será
si obro con fidelidad.
(Véanse también Deu. 16:15; Isa. 12:6; Juan 15:11.)
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Canción 74
El gozo de Jehová
Vista alternativa del documento
(Nehemías 8:10)
1. ¡Es la señal! ¡El Reino está a las puertas!
Hay que anunciar Armagedón.
¡Con ilusión, alcemos la cabeza!
¡Ya llega la liberación!
(ESTRIBILLO)
¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!
Con firme voz hay que cantar.
Felices por la esperanza que nos da,
a Jehová debemos alabar.
¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!
Su nombre hay que proclamar.
Vayamos con decisión a pregonar
la victoria del Señor Jehová.
2. ¡Fuera el temor! Jehová es poderoso;
él nos dará la salvación.
¡Todos en pie, con vítores y aplausos,
ovacionemos al Señor!
(ESTRIBILLO)
¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!
Con firme voz hay que cantar.
Felices por la esperanza que nos da,
a Jehová debemos alabar.
¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!
Su nombre hay que proclamar.
Vayamos con decisión a pregonar
la victoria del Señor Jehová.
(Véanse también 1 Cró. 16:27; Sal. 112:4; Luc. 21:28;
Juan 8:32.) volver
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