Ser y parecer universitario: : Febrero 2018
10 ateos cambian de autobús
La barca sin pescador La bibliotecaria de Auschwitz
La desheredada
¿Debemos siempre prolongar la vida
por cualquier medio?
An�dotos para una sociedad atemorizada
Tolerancia en �empos de indiferencia
Valores de la publicidad
Algo para ver en TV Recomendacionesde cine
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A dónde ir El arte del buencomer
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10 ATEOS CAMBIAN DE AUTOBÚS
. Encuéntralo en la biblioteca con la clave: 248.246 AYL 2013 23 Autor: José Ramón Ayllón Imp / Ed.: Madrid: Palabra, 2013 Temas: Religión, cristianismo Probablemente Dios no existe, reza la publicidad en algunos autobuses. Sin embargo, los creyentes creen que Dios no calla y que, cuando quiere, sabe hacerse sentir.
LA BARCA SIN PESCADOR
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: 862.62 CAS 2011 23 Autor: Alejandro Casona Imp / Ed.: Madrid : Edaf, 2011. Temas: Literatura española El teatro de Casona trata de crear en el espectador un revulsivo ético basado en la moral occidental y en los mandamientos cristianos laicizados: sus obras pueden considerarse autos, no sacramentales, cargados de enfrentamientos entre virtudes y pecados capitales, dentro de la más depurada concepción evangelizadora. De ahí esa sensación que el lector o espectador posee, a veces, de hallarse en una clase de teología sin theos, en una clase de antropología filosofal a pequeña escala. La barca sin pescador es un buen ejemplo de crítica de aquellos que siempre están dispuestos a saltarse las normas morales para conseguir sus objetivos.
LA BIBLIOTECARIA DE AUSCHWITZ
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 863.7 ITU 2012 23 Autor: Antonio G. Iturbe Imp / Ed.: Barcelona: Planeta, 2012 Temas: Novela española Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca. En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones». Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural.
LA DESHEREDADA
Disponible en PDF Autor: Benito Pérez Galdós La desheredada muestra una vez más el talento de un genio narrativo, su arte de contar y el ensayo de un sinnúmero de técnicas narrativas: el narrador personalizado, el soliloquio, el monólogo interior, la narración dramatizada, la diferencia de planos narrativos, el uso de la segunda persona narrativa, cuando el personaje se dirige a sí mismo. Por eso al leerla sentimos allí el bullir de la vida que late en un relato que resuelve sus propios dilemas.
¿Debemos siempre prolongar la vida por cualquier medio? Adolfo J. Castañeda, S.T.L.,
Coordinador Auxiliar para Latinoamérica de Vida Humana Internacional
La distanasia: prolongación artificiosa de la vida por medios desproporcionados, es
contraria a la ética
Pero, ¿qué es lo que constituye una prolongación ilícita de la vida y qué es lo que
constituye una abreviación ilícita de la misma? En otras palabras, ¿cómo podemos
distinguir entre, por un lado, la eutanasia y la distanasia (el otro extremo de la
eutanasia, la prolongación ilícita de la vida), y por el otro, el dejar morir en paz y
dignidad? La respuesta está en la distinción entre "medios proporcionados" y
"medios desproporcionados", y en el siguiente principio moral: no estamos
obligados a utilizar "medios desproporcionados" (siempre y cuando respetemos los
legítimos deseos del enfermo), pero sí estamos obligados a utilizar siempre "medios
proporcionados". El no utilizar o el retirar "medios desproporcionados" (teniendo en
cuenta los legítimos deseos del enfermo) no es eutanasia y el utilizar dichos medios
sin respetar los legítimos deseos del enfermo es distanasia (también conocido como
"encarnizamiento terapéutico"). Por otro lado, el no utilizar o el retirar "medios
proporcionados" es eutanasia.
La proporcionalidad de un medio depende de los beneficios que reporta en función
de las cargas que supone.
Pero, ¿qué son "medios desproporcionados" y ¿qué son "medios proporcionados"?
Antes, se distinguía entre "medios extraordinarios" y "medios ordinarios" Pero estos
términos pueden ser imprecisos. Por eso los términos "proporcionados" y
"desproporcionados" clarifican la distinción entre lo constituye eutanasia y lo que no
lo es. Se deben comparar las cargas, tanto económicas como humanas, y los
beneficios que se derivan del uso de un determinado medio de la medicina: "En
cada caso, se podrán valorar bien los medios poniendo en comparación el tipo de
terapia, el grado de dificultad y de riesgo que comporta, los gastos necesarios y las
posibilidades de aplicación con el resultado que se puede esperar de todo ello,
teniendo en cuenta las condiciones del enfermo y sus fuerzas físicas y morales".
Para facilitar la aplicación de estos principios generales se debe tomar en cuenta:
El consentimiento del paciente... A falta de otros remedios, es lícito recurrir, con el
consentimiento del enfermo, a los medios puestos a disposición por la medicina más
avanzada, aunque estén todavía en fase experimental y no estén libres de todo
riesgo. Aceptándolos, el enfermo podrá dar así ejemplo de generosidad para el bien
de la humanidad.
La razonable interrupción del tratamiento… Es también lícito interrumpir la
aplicación de tales medios, cuando los resultados defrauden las esperanzas
puestas en ellos. Pero, al tomar una tal decisión, deberá tenerse en cuenta el justo
deseo del enfermo y de sus familiares, así como el parecer de médicos
verdaderamente competentes; éstos podrán sin duda juzgar mejor que otra persona
si el empleo de instrumentos y personal es desproporcionado a los resultados
previsibles, y si las técnicas empleadas imponen al paciente sufrimientos y
molestias mayores que los beneficios que se pueden obtener de los mismos.
Es ético conformarse con los medios normales… Es siempre lícito contentarse con
los medios normales que la medicina puede ofrecer. No se puede, por lo tanto,
imponer a nadie la obligación de recurrir a un tipo de cura que aunque ya esté en
uso, todavía no está libre de peligro [es decir, constituye el riesgo de causar una
carga desproporcionada] o es demasiado costosa. Su rechazo no equivale al
suicidio: significa más bien o simple aceptación de la condición humana, o deseo de
evitar la puesta en práctica de un dispositivo médico desproporcionado a los
resultados que se podrían esperar, o bien una voluntad de no imponer gastos
excesivamente pesados a la familia o la colectividad.
No prolongar una existencia penosa… Ante la inminencia de una muerte inevitable,
a pesar de los medios empleados, es lícito en conciencia tomar la decisión de
renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación
precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales
debidas al enfermo en casos similares. Por esto, el médico no tiene motivo de
angustia, como si no hubiera prestado asistencia a una persona en peligro.
Desproporcionados son los medios cuya carga es superior a los beneficios…
Podemos resumir el significado de "medios desproporcionados" diciendo que dichos
medios son aquellos que o son inútiles para conservar la vida del paciente o para
curarlo y que constituyen una carga demasiado grave, en términos de dolor y
sufrimiento, para el enfermo y cuya carga es mayor que los beneficios que reportan.
Por el contrario, "medios proporcionados" son aquellos que sí son útiles para
conservar la vida del paciente o para curarlo y que no constituyen, para el enfermo,
una carga grave desproporcionada a los beneficios que se pueden obtener.
Sólo es eutanasia retirar los medios proporcionados… Reiteramos que el negar el
uso de "medios desproporcionados" o el retirarlos, respetando los legítimos deseos
del paciente, no constituye un acto de eutanasia, sino de dejar morir en auténtica
paz y dignidad. Por el contrario, el negar el uso de "medios proporcionados" o el
retirarlos sí constituye un acto criminal de eutanasia.
Un medio es o no proporcionado según las circunstancias de cada paciente… La
pregunta que surge ahora es: en concreto, ¿qué son "medios desproporcionados"
y qué son "medios proporcionados"? Es importante aclarar enseguida que la
definición general que hemos dado de estos términos es una definición moral y no
simplemente una definición médica. En otras palabras, estos términos, aunque
incluyen el dato médico, no se reducen a él, sino que toman en consideración
también, las condiciones del enfermo y sus fuerzas físicas y morales. Esto implica
que no es posible, al menos no siempre, dar una lista de "medios
desproporcionados" y de "medios proporcionados" antes de tomar en cuenta el
efecto de dichos medios en este paciente concreto aquí y ahora. Para un paciente
determinado un tratamiento determinado podría ser "desproporcionado"; mientras
que para otro, el mismo tratamiento podría ser "proporcionado". Se debe proceder
caso por caso en la aplicación de estos principios.
Utilizar términos ambiguos contribuye a la confusión… Quisiéramos aprovechar
esta instancia para aclarar la confusión que existe en torno al ambiguo término de
"medios artificiales". Debemos evitar el uso del término "medios artificiales" en lugar
del correcto término de "medios desproporcionados", ya que los "medios artificiales"
en relación con la medicina son prácticamente todos los medios que la medicina
utiliza: los medicamentos y todos los aparatos -aún los más sencillos y usados,
como por ejemplo los lentes, las muletas, etc..- Por lo tanto, el usar este ambiguo
término es muy peligroso, sobre todo en el contexto de pacientes terminales. Puede
incluso llevar a la eutanasia.
La honradez pone en evidencia la oportunidad de los medios… Esta distinción entre
"medios desproporcionados" y "medios proporcionados" y los principios que guían
la aplicación de su uso podrían crear la actitud negativa de que en algunos casos
será difícil dicha aplicación y para qué entonces existen estos principios. A esos
tales respondemos que el hecho de que en algunos casos sea difícil aplicar estos
principios, ese hecho no los invalida ni nos exime del esfuerzo por encontrar la
verdad de lo que debemos hacer. Ese esfuerzo es parte de nuestra actitud de
solidaridad y compasión para con el enfermo, evitando así las fáciles pero falsas
"soluciones" de la eutanasia y la distanasia. La vía del medio aquí es la más
estrecha, pero es la de la paciencia y el amor.
Por otro lado, la complejidad de las situaciones no significa que los principios
morales sean los complicados. Son los factores de la situación que rodea al enfermo
y a los medios de la medicina los que complican a veces la evaluación moral de lo
que se debe hacer. Los principios nos ayudan a desentrañar la situación, no a
complicarla. El tener esos razonables y válidos principios a mano es precisamente
lo que nos ayuda a resolver el problema moral en cuestión. ¡Qué sería de nosotros
si no los tuviéramos! Si no fuera por estos principios caeríamos en la trampa de la
eutanasia.
Fuente: Vida Humana Internacional
Antídotos para una sociedad atemorizada Joaquín Marbán
La sociedad actual está plagada de riesgos reales e imaginarios. Con los primeros,
en muchas ocasiones, no podemos hacer nada, porque escapan de nuestro «círculo
de influencia», como diría Stephen Covey. ¿Pero qué pasa con los imaginarios?
¿Por qué nos hacen sentir ansiedad, ira o tristeza, de un modo tan intenso como si
fueran reales?
Los miedos y angustias irracionales obedecen al conjunto de pensamientos y
creencias infundadas que hemos desarrollado al paso del tiempo y que, sin ser
lógicas ni demostrables empíricamente, casi siempre tomamos como
interpretaciones veraces de la realidad, cuando son justamente lo contrario: sesgos
o distorsiones de la realidad.
Este modo parcial y deformado de procesar la información es producto del
aprendizaje continuo de cada persona y de la influencia de la cultura y educación
recibidas. Según el doctor Albert Ellis, las principales creencias irracionales
generadoras del malestar emocional (ansiedad, miedo, frustración) giran en torno a
tres ejes centrales:
1. Uno mismo: «Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás
por mis actuaciones».
2. Otras personas: «Deben actuar de forma agradable, justa y considerada
conmigo».
3. La vida, el mundo: «Debe ofrecerme unas condiciones buenas y fáciles para que
pueda conseguir lo que quiero sin mucho esfuerzo o incomodidad».
Cuando no se cumplen estas exigencias absolutistas o necesidades perturbadoras
(pseudonecesidades), surgen pensamientos cargados de emociones, derivados de
ellas:
Tremendismo: «es terrible…»
Nosoportanitis: «no puedo soportarlo»
Condena y autocondena: «es un tal»; «soy un cual»
Para Ellis, cualquier perturbación emocional se vincula, en gran medida, con alguna
de estas creencias irracionales. El objetivo de una intervención terapéutica sería
detectar y cambiar, tanto las inferencias erróneas como las creencias rígidas y
absolutistas que las originan.
Fobias y distorsiones de la realidad
Por otro lado, esas actitudes de exigencia y necesidad perturbadora, facilitan la
aparición de procesamientos de la información sesgados o distorsiones cognitivas,
entre las que destacan:
• Sobregeneralizaciones y etiquetas negativas
• Salto a conclusiones negativas
• Adivinar el futuro
• Fijarse solamente en lo negativo
• Descalificar lo positivo
• Magnificar o minimizar
• Razonamiento emocional (puesto que lo siento, debe ser cierto)
• Personalizar
• Pensamiento dicotómico (irse a los extremos)
Vivir bajo esas exigencias es, en definitiva, una actitud o filosofía de vida irracional
que determina la actitud y equilibrio psicológico con el que podemos enfrentar o no
los conflictos vitales.
El nuevo modelo para tratar las perturbaciones emocionales, con un enfoque
racional y eminentemente cognitivo –liderado por el doctor Ellis y después por otros
científicos de la conducta humana como Aaron Beck y Donald Meichenbaun–
supuso un cambio de suma importancia en el campo de los trastornos emocionales
como la ansiedad, las fobias o miedos.
Comenzamos a entender que, si bien el ser humano experimenta ciertas emociones
producidas por respuestas de tipo conductual y fisiológico, el papel que la cognición,
entendida como pensamientos e imágenes, juega un rol muy importante a la hora
de producir y regular nuestros sentimientos.
Grave déficit de habilidades sociales
Por otro lado, no cabe duda que muchos miedos y ansiedades que experimenta
nuestra sociedad son fruto de la manipulación de algunos medios de comunicación
y de campañas publicitarias, a veces carentes de ética, que crean en los individuos
la necesidad de consumir determinados productos o servicios utilizando la
«estrategia del miedo» y afectando uno de los ejes mencionados. Por ejemplo: «si
no bebes tanta agua al día, te va a ocurrir tal problema de salud». «Si quieres
liberarte del estrés, toma x vitamina». ¡Como si fuera tan sencillo reducir el estrés,
supervitaminándonos!
Esto va en la línea de la cultura light, basada en obtener placer o bienestar
superficial de un modo rápido y fácil, y refuerza las actitudes y creencias
psicológicas de que felicidad, salud y bienestar se consiguen sin esfuerzo. La
proliferación de supuestos «gurús» que prometen en sus libros el éxito y la felicidad
plena o te leen el futuro por unos pesos no es gratuita.
A raíz de este fenómeno surge un hombre light, como acertadamente lo llama el
psiquiatra Enrique Rojas. Es tan cierto que afecta cada vez con mayor frecuencia
los miedos de los jóvenes y no tan jóvenes. La inseguridad y la fobia social se van
apoderando de ellos y no son capaces de socializar sino a través de medios
electrónicos, ya que hacerlo «in vivo» supone para muchos un déficit de habilidades
sociales insuperable.
Albert Bandura, psicólogo social y profesor de la Universidad de Stanford, reflexiona
sobre la paradoja actual de que, a pesar de que somos seres sociales, que
necesitamos la relación con los demás para autorrealizarnos y ser fructíferos en
nuestro trabajo, familia o comunidad, uno de los trastornos psicológicos que más
prevalece es la fobia social o el miedo a las relaciones interpersonales.
El muñeco bobo al aprendizaje por modelo
Otra lacra que atemoriza a nuestra sociedad es la violencia. La padecemos en las
familias, calles, campos de futbol y lo que es peor y hace más daño, en la televisión
basura, sin lugar a dudas, uno de los medios más eficaces para enseñar a los niños
a ser violentos.
Desde los años setenta Bandura demostró cómo uno de los principales mecanismos
para aprender nuevas conductas es la observación, el llamado aprendizaje
observacional.
Entre los múltiples estudios de Bandura destacan los del muñeco bobo que realizó
a partir de la película de una alumna en la que una joven no hacía otra cosa que
golpear a un muñeco bobo. Se llama así a una figura inflable en forma de huevo,
con cierto peso en la base, que se tambalea cuando le pegan. Actualmente llevan
la imagen de Darth Vader, pero en aquella época el protagonista era el payaso
«Bobo».
La joven aporreaba al muñeco, se sentaba sobre él y le daba con un martillo gritando
¡«estúpidooooo»! y otras frases agresivas. Bandura mostró la película a un grupo
de niños de guardería que, como podemos suponer, saltaron de alegría al verla.
Después, en el cuarto de juegos, les permitieron jugar con un muñeco bobo y
pequeños martillos. Los observadores anotaron cómo el gran coro de niños imitaba
a la joven del filme de manera bastante precisa.
En principio podría parecer que este experimento aporta poco, pero consideremos
que esos niños adoptaron un comportamiento sin que hubiese ningún refuerzo
orientado a explotarlo. Y aunque a cualquier padre maestro u observador infantil le
parezca algo ordinario, no encajaba con las teorías conductuales estándares de
aprendizaje.
Bandura llamó al fenómeno «aprendizaje por modelado» y aplicó múltiples variables
donde se recompensaba o castigaba al modelo de diversas formas y también se
recompensaba a los niños por sus imitaciones. Cambiaron al modelo por otro menos
atractivo que no estuviera hecho «para ser golpeado». Bandura incluso rodó una
película donde una chica pegaba a un payaso de verdad. Cuando condujeron a los
niños al cuarto de juegos, encontraron lo que esperaban… ¡un payaso real! Al que
procedieron a patear y golpear.
También asistimos al miedo a envejecer, con la carga de incertidumbre que conlleva
para muchos hombres y mujeres asociar la seguridad y autoestima a algo tan
efímero como la belleza física y la eterna juventud.
Nuestra cultura occidental está llena de luces y sombras, abanderadas estas últimas
fundamentalmente por el consumismo, la permisividad, el exceso de información no
formativa y el vacío que convierten al ser humano en un individuo desconcertado,
abrumado, temeroso y en gran parte de las ocasiones sin rumbo, sin un leitmotiv.
Hemos alcanzado una cima desoladora y fría: la socialización de la inmadurez,
caracterizada por la desorientación (vivir al día, sin un verdadero proyecto), la
decadencia de los valores, cimiento de una vida sin compromisos y un gran vacío
espiritual, sostenido por una filosofía del hedonismo que a lo único que lleva es a
no complacer nunca a nuestro verdadero YO, dado que ese camino sólo satisface
la parte más primaria e instintiva del ser humano, el ELLO.
Esta filosofía hedonista es la que más nos neurotiza si no sabemos controlarla y nos
aleja definitivamente del camino de la felicidad.
En conclusión, el mejor antídoto para vivir sin temores y ansiedades en nuestra
sociedad actual es que la razón predomine sobre la emoción y los instintos. Por lo
tanto, citando el título de un famoso bestseller de hace unos años: Más Platón y
menos Prozac. Y siempre recordando la metáfora del mar como la vida: «Al final
todo se reduce a una cosa. No puedes escapar del viento, afrontas la situación,
orientas tus velas y sigues adelante».
Fuente: Istmo 297
Tolerancia en tiempos de indiferencia Juan de la Borbolla
Una palabra por demás utilizada en el momento presente es tolerancia. Al referirla,
la gran mayoría piensa de inmediato en la acepción desarrollada por el liberalismo
capitalista y contractualista y que en este pretendido mundo globalizado adquiere
matices dogmáticos: la nueva tolerancia lo resuelve todo frente a las graves fallas
originadas en la intolerancia y el fundamentalismo.
El tolerante de hoy heredero del pensamiento liberal acuñado y vivido en los siglos
XVIII y XIX se encierra, habita una especie de círculo privado y autónomo donde
puede ejercitar «plenamente» su libertad, mientras su actuar no afecte los círculos
privados de sus vecinos, de sus semejantes.
Julián Marías advierte esta cerrazón, y ve en ella al principal enemigo de la
verdadera tolerancia. «Se trata de lo que acontece a la verdad, cuando se la
desconoce o se la niega, no sólo se pierde la libertad y se es siervo de la falsedad,
sino que ello acarrea la destrucción de la concordia, de la capacidad de convivir
conservando todas las diferencias, las discrepancias ocasionales; en suma, el
conjunto de las diversas y verdaderas libertades».
Tal actitud, cerril y negativa, anima el corazón de la supuesta tolerancia liberalista,
trastocando la verdadera tolerancia y convirtiéndola en motivo de enfrentamiento
social.
El buen burgués, prototipo de la mentalidad capitalista, vive inmerso en su
autonomía privada. La extensión mayor o menor de su círculo de acción está
marcada por su capacidad económica, por lo que a mayor capacidad de propiedad
privada será más amplia la circunferencia de ese ámbito personal de autonomía: el
rico es más libre que el pobre. Le basta saber que no hace mal a los demás para
afirmarse como tolerante. No hace daño a sus semejantes, pero tampoco ayuda a
través del principio de solidaridad a aquellos que están a su lado y que requieren
del mutuo flujo de aportaciones para construir una cultura objetiva y una sociedad
ordenada.
Esa introspección en el cerrado campo de la autonomía privada le lleva a
enclaustrarse en su propia subjetividad, planteando como fórmula máxima de
convivencia: «déjenme vivir como yo quiera dentro de ese ámbito de mi propia
libertad y de mis propiedades, y prometo respetar también sus peculiares maneras
de vivir dentro de sus particulares autonomías».
Nada más contrario al carácter abierto de la tolerancia. Quien vive en la indiferencia
se ha cerrado a los demás, vive para sí mismo, se convierte en intransigente. «A
veces la cerrazón se debe a la escasez de inteligencia, a la incapacidad de
reflexionar sobre lo que se ha leído u oído».
Esta cómoda manera de defender el coto cerrado de la autonomía personal se
manifiesta en un silogismo como el siguiente: respeta mi manera de ser y de vivir,
así como yo tolero lo que hagas dentro del ámbito de tu libertad.
Por ello, el tolerante neoliberal acepta y en ocasiones promueve, por ejemplo, el
consumo de drogas en ghetos reducidos; pero se rebela contra aquel que expulsa
el humo de su cigarro hacia los perímetros físicos en los que él se encuentra. Ahí
se acaba la complacencia; luego, esa «tolerancia» liberalista muchas veces no es
tal, más bien es manifestación de un egoísmo exacerbado; de un dejar hacer, dejar
pasar… siempre y cuando «se haga la voluntad de Dios en los bueyes de mi
compadre».
Voltaire y la «intolerancia» cristiana
Otro aspecto derivado de la posición liberal sobre la tolerancia se desarrolló durante
la Ilustración francesa. El Tratado sobre la Tolerancia de Voltaire considerado su
exponente clásico resulta al final una clara condena al catolicismo por la
sustentación de sus dogmas fundamentales, convirtiendo al propio Voltaire en
intransigente al afirmar: «habrá que aplastar al infame intolerante, sea quién sea».
La actitud del francés en torno a la intolerancia se enfoca a las personas tal y como
lo demuestra el concepto antes referido, donde la persona se acaba convirtiendo en
medio para alcanzar una actitud tolerante genérica, que en el planteamiento del
ilustrado pareciera que es lo que acaba siendo el fin principal: «la tolerancia
volteriana es intolerable con el intolerante; no ya con la intolerancia sino con la
persona que la sustenta».
El contraste lo podemos encontrar en Tomás de Aquino, quien centra el concepto
de tolerancia en las opiniones que emiten las personas, pero no en relación con la
persona misma.
A la persona hay que respetarla siempre; sus opiniones pueden ser aceptadas o
confrontadas con argumentos. La misma caridad humana y el deseo de que se logre
el bien común harán que se sea tolerante con el individuo que comete errores o
exprese opiniones discordantes, a pesar de los errores o deficiencias en el actuar
humano. «Acabad con los errores pero amad a los hombres». No como manera de
transigir con el error o de caer en cómodas posiciones indiferentistas, que en el
argot juvenil contemporáneo se manifiesta con esa frase simpática de «darle el
avión»: darle por su lado al loquito que está diciendo una auténtica estupidez, con
tal de no entrar en una discusión engorrosa.
No renunciar a la verdad
Tolerar es aplicar el principio de la caridad extrema con el semejante, aceptando
sus errores y defectos “aun cuando en lo personal lleguen a incomodarnos” en aras
de que pueda mantenerse la convivencia. En los gobiernos humanos, dice Tomás
de Aquino, «la autoridad tolera con acierto algunos males para no impedir algunos
bienes o para que no se incurra en males peores».
En este sentido, el mundo contemporáneo se ha vuelto intolerante, aunque se
desgañite como Voltaire, proclamando la tolerancia sobre todo en ética y moral.
El neoliberalismo plantea una actitud tolerante sobre temas éticos: ésa es tu verdad,
si yo la tolero, tolera también la mía. Comportarse de modo contrario supone, para
quienes reconocen que la realidad la verdad no desiste y que es irrenunciable tanto
en la esfera privada como en la pública, convertirse de inmediato en «mochos»,
oscurantistas y retrógrados.
Vista así, la tolerancia propone actitudes muchas veces contrarias al deber ser,
natural al ser humano y a su trascendencia, pero que obviamente no es la misma
cuando se refiere a principios empírica o racionalmente sustentados como teoremas
científicos. (Exigirla en este caso sería como si un profesor de matemáticas o de
química pusiera a todos sus alumnos la máxima calificación, al margen de que el
planteamiento del problema hecho en el examen y el resultado final fuesen
equivocados).
Existe el riesgo de que por ser pretendidamente tolerantes se acabe siendo una
persona sin criterios, sin convicciones y sin pasión para defender tales principios.
«Es frecuentísimo el espectáculo, para mí entristecedor, de personas estimables
que aceptan sin resistencia cosas, decisiones, empresas, propuestas,
colaboraciones, que les parecen indeseables, que acaso les repugnan, pero que
por su complacencia reciben una injusta autorización de su parte». La verdad es el
presupuesto de la convivencia, meta a la que aspira la tolerancia. Renunciar a ella,
por indiferencia o egoísmo, conduce al fin de la sociedad.
Consecuencias de la indiferencia
La complacencia en el error es un extremo posible y peligroso dentro de la sociedad
actual. De tal modo, surgen en ella personas y generaciones X a quienes todo les
da igual. Todo es equis; ni bonito ni feo, ni bueno ni malo: simplemente equis; de lo
que resulta esa actitud indiferentista.
Tal comportamiento se conoce en España como el «pasotismo». Yo «paso» de esto
y de aquello porque dudo de su validez; porque estoy decepcionado de su vigencia.
Generaciones X o «pasotas» que están formadas por seres indiferentistas y
amorfos: no vaya a ser que me califiquen de intolerante.
«El relativismo que impera hoy es intolerante con el que admite verdades absolutas
que dan sentido a su existencia. Se le obliga culturalmente a ser banalmente nihilista
(a no atreverse a decir que aquello que es, realmente es;y, en caso de no serlo, se
le denomina precisamente intolerante, dogmático, fundamentalista».
Esta idea plasmada por Octavio Paz en su libro Itinerarios describe la tendencia,
hoy tan de moda, de anatematizar bajo la palabra intolerante cualquier posición
firme que se pretenda sustentar fundamentar ideas y conceptos, acudiendo a esa
cómoda postura cercana al nihilismo. Es el imperio del relativismo, del subjetivismo,
e incluso del indiferentismo ético y moral que en el momento presente se quieren
imponer como tolerancia.
Decía el filósofo español Ricardo Yepes que «sólo los sinvergüenzas son
absolutamente tolerantes», dado que no podríamos acabar de visualizar lo que sería
de nosotros si todo lo dicho y oído fuera lo mismo, si cualquier concepto u opinión
vertida sonase igual, si no existiese manera de discernir lo verdadero respecto de
lo falso, si por ende, todo fuera indiferente.
Falsa tolerancia
«el escepticismo gnoseológico [en el conocimiento] y axiológico [en los valores] no
es la respuesta adecuada a las agresiones a la libertad cometidas por el fanatismo,
el fundamentalismo, o cualquier otra expresión contraria al modo apropiado a la
dignidad de la persona de buscar y adherirse a la verdad: libremente, no mediante
ningún tipo de coacción. []
El escéptico hace alarde de una racionalidad menguada, reducida, y pretende
imponerla a los demás. Si estos no le obedecen, no duda en calificarlos de fanáticos
y dogmatistas intolerantes. La aparente neutralidad ética profesada por el escéptico
en nombre del valor de la libertad, es, por otra parte, contradictoria en los términos.
Al afirmar que todas las creencias y estilos de vida son igualmente valiosos, por
cuanto ninguno de ellos puede alzarse legítimamente con la pretensión de ser el
verdadero y correcto, y que, por lo mismo, el pluralismo moral es un bien moral
indiscutible que debe ser respetado por una sociedad civilizada, moderna, expresiva
de una auténtica convivencia ciudadana, introduce subrepticiamente un criterio de
valor que choca abiertamente con la neutralidad ética que en nombre de la
tolerancia el escéptico dice profesar.
La aceptación del pluralismo moral, del “politeísmo axiológico”, conduce
lógicamente al solipsismo, a la incomunicación. No hay modo de establecer un
auténtico diálogo racional si no existe un mundo de valores comunes compartidos
por los interlocutores, por cuanto cada uno de ellos se cerrará en su propio coto
privado. Invocar frente a este mundo común de valores, el derecho a la “diferencia”,
a reconocer al “otro”, encierra una contradicción».
Fuente: Istmo 253
Valores de la publicidad José Ignacio Domínguez
En un mundo sobresaturado de información, no sólo debe cambiar la forma de la
publicidad, sino las características de su contenido.
Los medios masivos de comunicación viven un proceso de transformación que para
el público en general se manifiesta principalmente en una mayor variedad de
opciones en cuanto a contenido editorial, tanto informativo, de opinión o de
entretenimiento, como musical, deportivo, cinematográfico, documental, etc.
Para el observador más interesado en los aspectos técnicos resulta interesante
seguir de cerca el desarrollo que modifica la forma de reproducir material tanto como
la forma misma de hacerlo llegar a audiencias masivas. Pre-prensa, vídeo filmación
y audio en formatos digitales; televisión de alta definición y transmisión por banda
ancha son algunos ejemplos.
La tecnología da lugar también a nuevos medios de comunicación, algunos de los
cuales juegan múltiples papeles. Como internet, que es al mismo tiempo un medio
para anunciarse y un canal de contenido que necesita anunciarse en otros medios
para generar una audiencia, sin mencionar sus papeles de vendedor y canal de
distribución de productos y servicios.
Tecnológicamente hemos llegado a una conjunción en la que es difícil separar
aquello que originalmente llamábamos computadora u ordenador, de lo que todavía
llamamos televisión; así como es difícil separar el entretenimiento del trabajo.
En los Estados Unidos, un aparato digital es capaz de almacenar programación
televisiva en tal forma y cantidad que permite, de hecho, interactuar con la
transmisión televisiva en prácticamente la misma forma que se navega por la world
wide web. En Gran Bretaña, el éxito de la televisión interactiva abre un futuro
prometedor para el resto del mundo.
Además, con y sin tecnología, cada vez más espacios son aprovechados como
vehículos publicitarios, saturando nuestras vidas.
Saturación e interactividad son dos términos apropiados para referirse al estado de
cosas y ambos tendrán un efecto dramático sobre la publicidad, fenómeno hasta
hoy inseparable de los medios masivos de comunicación.
Para entender el futuro inmediato de los medios de comunicación debemos
referirnos a la transformación que vivió el transporte público a principios del siglo
pasado, cuando la comercialización del automóvil dio lugar a que el transporte
mecanizado perdiera su carácter eminentemente masivo para empezar a ser
convenientemente individual.
Al trasladarse entre su hogar y lugar de trabajo, las personas usaban un medio de
transporte colectivo, el cual podían abordar y dejar a unas cuantas cuadras de su
destino, dentro de determinados horarios, compartiéndolo momentáneamente con
otras personas cuyos intereses eran similares, cuadras más, cuadras menos.
El automóvil permitió al individuo trasladarse con su propio horario a destinos
precisos, con un enorme atractivo. Aunque no determinante, ya que existen ventajas
que permiten que el transporte colectivo subsista.
En el futuro cercano la televisión, por mencionar el medio masivo por excelencia,
será individual, permitiendo al usuario programar con precisión el contenido y
evitándole tener que abordar programas colectivos que se transmiten por un cierto
canal durante un determinado horario, compartido con otras personas cuyos
intereses son más o menos similares.
De la misma manera que manejamos nuestro automóvil en forma independiente,
tendremos total libertad para programar el contenido televisivo que queremos
recibir.
Digamos que una noche en particular programamos nuestro canal de televisión de
las 9:15 a las 10:45 incluyendo 15 minutos de noticias, 30 de telenovelas, 25 de
deportes y 20 de nuestra serie favorita. Dudo que muchas personas hagan
exactamente este mismo recorrido, en este mismo horario y en este mismo orden.
También dudo mucho que alguien decida programar quince minutos de mensajes
comerciales. ¿Cuál es entonces el futuro de la publicidad?
Así como el transporte colectivo no ha desaparecido, tampoco desaparecerán la
televisión abierta o la publicidad frente a la amenaza de la televisión de paga, la
televisión interactiva, la banda ancha o el TiVo.
Sin embargo, para sobresalir en un mundo sobresaturado de información
interactiva, no sólo deberá cambiar la forma de la publicidad, sino las características
de su contenido. Para lograr su objetivo de hacer llegar un mensaje básico a una
audiencia determinada, la publicidad deberá tener seis valores.
Levedad, pasando de lo pesado y complejo, a lo ágil y sencillo.
Rapidez, presentando un mensaje rápidamente comprensible.
Precisión, tanto en términos de la personalidad de la marca que promueve, como
en el uso del lenguaje y elementos visuales del mensaje.
Visibilidad, para sobresalir de lo común a través de resaltar la singularidad.
Multiplicidad de interpretación de símbolos, así como multiplicidad de los medios
para hacer llegar el mensaje.
Consistencia entre los diferentes mensajes y medios de una misma campaña.
No es sorprendente que estos valores hayan sido propuestos para agregar valor a
la obra literaria del Siglo XXI por el profesor de literatura de Harvard, Italo Calvino.
Son directamente aplicables a la publicidad porque el lenguaje de las palabras y los
símbolos es su herramienta principal. Así lo enfatizó Teófilo Marcos, ex de la
agencia española Contrapunto, en 1995 al relacionar la propuesta literaria de
Calvino a la exigencia que la transformación de los medios le impone a la creatividad
publicitaria.
Para el público, la publicidad seguirá siendo una forma de arte popular, siempre
disfrutable, que proporciona información racional, emocional y visceral para elegir
con criterio.
Para el anunciante la publicidad seguirá siendo una forma de persuadir éticamente
al público y construir fidelidad de marca, pero sujeta a una medición de resultados
más precisa, en términos de percepciones.
Y la publicidad seguirá siendo lo que hasta hoy, sinónimo de libertad de elección.
Fuente: Estudios de actualidad, CEBIDOC.
MENÚ DE LOS MILLONARIOS
NETFLIX
La próxima generación de restauranteros tiene la oportunidad de abrir un local itinerante para impresionar tanto a comensales como a un jurado experto en el ramo, para ver si son lo suficientemente competentes para que escojan su idea de negocio e inviertan hasta 1,000,000 €.
PLANETA AZUL II
DISCOVERY WORLD
Izzi: 848 | Sky: 1275 | Megacable: 1172 | Axtel TV: 917 | Gigacable: 932 | Totalplay: 356 | Dish: 738
Horario: lunes a viernes a las 18:00 hrs
Explora la forma en que los océanos se relacionan entre sí y con la vida tal cual se desarrolla debido a la actividad que realiza la humanidad en el planeta. Descubre los últimos hallazgos en la investigación oceánica, examina el impacto que los seres humanos ejercemos en la vida marina y analiza las perspectivas que se tienen para el futuro.
EL MINISTERIO DEL TIEMPO
NETFLIX
¿Y si existiese un ministerio secreto en el Gobierno de España que se dedica a viajar a través del tiempo para asegurarse de que la Historia se desarrolla cómo debe? De eso trata esta aclamada serie, en la que tres compañeros de diferentes épocas forman equipo para realizar misiones con algunas de las personalidades y momentos históricos más célebres jamás conocidos.
EN BUSCA DE LA FELICIDAD
Encuéntralo en la biblioteca con la siguiente clave: PEL 791.436 552 BUS 2007 23
Imp / Ed: México : Columbia Pictures, 2007.
Descripción: 1 videodisco (117 min.) : son., col. ; 4 3/4 plg.
Sinopsis: Chris Gardner es un padre de familia que lucha por sobrevivir después de que su mujer les abandone y él no tenga mucho éxito en su trabajo. A cargo de su hijo pequeño, Chris inicia la búsqueda de un nuevo trabajo para darle una mejor vida a su hijo, pero no le resultará fácil: serán desahuciados de casa, no cobrará a final de mes y van a tener que vivir a la intemperie un tiempo. Pero, Chris Gardner no se rinde.
ASESINATO EN EL EXPRESO DE ORIENTE
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.436 556 MUR 2004 23
Imp / Ed.: México: Dolby Digital, 2004.
Descripción: 1 disco óptico de computadora (128 min.) : sonoro, digital, estéreo, color ; 4 3/4 plg.
Sinopsis: El detective mundialmente famoso Hercule Poirot regresa a Londres a bordo del lujoso Expreso de Oriente tras haber resuelto un caso en Estambul. Entre sus compañeros de viaje se encuentra una ecléctica mezcla de personalidades en la que figuran unos Condes, un millonario, un aristócrata ruso y sus resentidos sirvientes. Cuando el tren hace una repentina parada a causa de un deslizamiento de nieve y queda varado durante la noche, un cadáver es descubierto en el vagón contiguo al de Poirot. El viaje se convierte en una cacería para encontrar al asesino quien aún debe estar a bordo del tren dañado, mientras que el resto de los pasajeros son sometidos a los interrogatorios de Poirot revelando el siniestro y oscuro pasado que los vincula.
EL GIGANTE DE HIERRO
Encuéntralo en la biblioteca con la siguiente clave: PEL 791.433 4 IRO 2003 23
Imp / Ed.: México: Warner Home Video, 2003.
Descripción: 1 videodisco (86 min.) son., col.; 4 3/4 plg.
Sinopsis: Un enorme robot ha venido del espacio lejano, aterrizó en la Tierra y siguió al pequeño de 11 años Hogarth Hugher a su casa. Ahora, el joven Hogarth tiene un gran amigo y a su vez un gran problema: ¿Cómo puedes esconder un problema que tiene 15 metros de altura? Especialmente cuando un agente paranoico del gobierno está entrometido en el tratado contra "alienígenas invasores", trayendo consigo a toda la fuerza militar de los Estados Unidos para destruir al Gigante. Todo se suma a una excitante aventura la cual es parte metal, parte mágica... y todo corazón.
El juego perfecto
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.436 579 PER 2011 23
Imp / Ed.: México : Dolby Digital, 2011.
Descripción: 1 videodisco (108 min.) : son., byn. ; 4 3/4 plg.
Sinopsis: Película basada en una historia real. En 1957 un grupo de niños de Monterrey, México, se integran a la liga infantil de baseball de Estados Unidos, ganando la liga con un juego perfecto en la gran final. César Faz un regiomontano que trabaja para los St. Louis Cardinals, pierde su empleo y regresa a Monterrey. Allí se entera de la existencia de un entusiasta equipo infantil de béisbol, dirigido por el Padre Esteban. Decide apadrinar a Ángel Macías, el lanzador del equipo, y le fantasea sobre su propia habilidad como lanzador, y como él había sido el entrenador de los St. Louis Cardinals. Ambas eran mentiras. Ángel le cree, sin embargo, lo convence a César para que lo ayude a reclutar el primer equipo infantil de béisbol de Monterrey, y participar en la serie mundial infantil. Entusiasmados, tanto César como el Padre Esteban, logran formar un equipo y viajan a los Estados Unidos para participar en la serie mundial. Cuando llegan allí tienen que enfrentarse además de sus rivales, con los prejuicios raciales, el idioma y problemas con sus visas. Logran superar estos inconvenientes y consiguen varias victorias que los llevan a aparecer en los medios periodísticos y a obtener seguidores. Hacen amistad con el periodista deportivo Frankie y con Cool Papa Bell, un beisbolista afroamericano, que los ayudan a lograr su sueño de ganar la serie, a través de conseguir un juego perfecto.
La novicia rebelde Premios Oscar ganados: Mejor película, mejor director, mejor montaje, mejor banda sonora y mejor sonido
En la trigésima octava entrega de los premios de la academia la película La novicia rebelde, dirigida por Robert Wise, ganó 5 de las 10 categorías en que estuvo nominada.
Encuéntralo en la biblioteca con la clave: PEL 791.436 578 NOV 2010 23
Director: Robert Wise
Año: 1965
Duración: 174 min
Género: Musical, Drama
Reparto: Julie Andrews, Christopher Plummer, Eleanor Parker, Peggy Wood…
Sinopsis:
Pocos meses antes de que Austria fuera anexionada a la Alemania de Hitler, en la ciudad de Salzburgo una novicia llamada María es enviada a casa de un viudo capitán de la antigua Marina Imperial austriaca llamado Georg von Trapp para que trabaje como institutriz de sus siete hijos. Allí, la joven entablará amistad con los
niños y se enamorará del capitán, que está a punto de casarse con la baronesa Schroeder
BEATLES SINFÓNICO
Precio: $250-350
Lugar: Teatro José Pablo Moncayo-Palacio de la Cultura y los Congresos: Avenida Central 375, Residencial Poniente, Zapopan, JAL
Horario: Dom 30 sep 2018, 12:30
Descripción:
Si eres fanático de esta banda inglesa, entonces no te puedes perder el tributo sinfónico a The Beatles por la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara. Un gran concierto Sinfónico con Coro y Solistas. Para toda la familia.
NEDERLANDS DANS THEATER 2
Precio: De $300-$1250
Lugar: Teatro Diana
Fecha: 1 de octubre a las 20:30 hrs
Descripción:
Regresa a nuestra ciudad la magnificencia del Nederlands Dans Theater (NDT),
compañía fundada en los Países Bajos durante 1959 y que cautivara Teatro Diana en
julio de 2017, bajo la guía de figuras como el renombrado coreógrafo Jirí Kylián, disfruta
de esta presentación artística.
ALCALDE
Precio: Consultar menú
Lugar: Av. México 2903
Horario: Lun-Sab: 13:30-23:00
Dom: 13:30-17:30
Descripción:
La filosofía que rige la cocina y el servicio del Alcalde tiene la sencillez, la sinceridad y el
apego a lo genuino como elementos clave. Mediante la integración de los productos
locales a lo largo de las estaciones, se busca ofrecer una experiencia única en una cocina
abierta. Además de conectar con su entorno Alcalde busca recuperar sabores y texturas
tradicionales, alrededor de los cuales ha construido su identidad. Una factura de
excelencia internacional, una presentación sencilla y un comensal dispuesto a
sorprenderse completan la experiencia.
Quesos del mundo
Uno de los mayores placeres gastronómicos que se conocen, es el queso. Es uno de los
alimentos que más variedad nos ofrece y prácticamente no hay un queso igual a otro, eso
sí, algunos se parecen y a la hora de cocinar pueden ser intercambiables.
Es un alimento muy asequible y muy sabroso que no puede faltar en ninguna cocina. Ya
sea como aperitivo en una tabla, en un pincho, para untar, para desayunar, para dar más
sabor a algún plato, para elaborar comidas y postres…
La base de cualquier queso es la leche, ya sea de vaca, de cabra, de oveja, de búfala o de
cualquier otro mamífero rumiante. Sin embargo, aunque el ingrediente principal siempre
sea el mismo, existen centenares de variedades y tipos de queso, que varían en función
del lugar de origen del animal, de su contenido en grasas, de su grado o tiempo de curación,
de los diferentes tratamientos en el proceso de creación o incluso de la dieta que ha seguido
el ganado utilizado. Como resultado, cada estilo de queso presenta un aspecto, una textura
y un sabor totalmente distinto y único.
Con los quesos ocurre algo muy parecido a lo que pasa con los vinos: como hay tantos
entre los que elegir, a veces se hace muy difícil conocer los secretos y detalles de cada
variedad y saber cuál es la mejor forma de degustar cada tipo.
La cantidad de quesos existentes son demasiados como para nombrarlos en este artículo
y su sistema de clasificación puede cambiar según lo decida el autor, pero las principales 6
categorías que existen son: frescos, de pasta azul, de pasta blanda con corteza florecida,
de corteza lavada, prensados cocidos y prensados sin cocer.
La selección de quesos de hoy es una pequeña muestra para culturizarnos un poco más
en esta rama de la gastronomía.
Quesos frescos Son quesos de consistencia blanda y con alto nivel de humedad. Su proceso de elaboración
es muy sencillo. Bajos en contenido de grasa y de sal.
En esta categoría entran quesos como: panela, requesón, mozzarella, mascarpone, feta…
Quesos de pasta azul
Su característica principal es el uso del hongo Penicillium roqueforti que hace que se formen
mohos de color verde azulado en el interior.
Por ejemplo: el Cabrales de España, el Gorgonzola de Italia o el Roquefort de Francia.
Quesos de pasta blanda con corteza florecida Son quesos suaves que se pueden untar y tienen una corteza blanca producida por el hongo
Penicillium Candidum, la cual también es comestible.
En esta clasificación entran quesos como el Brie o el Camembert de Francia.
Quesos de corteza lavada
Son quesos que durante la maduración se cepillan y se lavan con salmuera o bacterias y
que puede estar enriquecida con otros ingredientes como la cerveza. Su corteza toma un
color rojizo.
Un ejemplo de estos tipos de queso son el Munster de Francia.
Quesos prensados cocidos
La pasta se calienta a 50°C y se prensa para eliminar el suero. Se sala en salmuera y puede desarrollar agujeros en su interior por la fermentación.
Quesos muy famosos como el Emmental, el Comte y el Gruyere entran en esta categoría.
Quesos prensados sin cocer
Su proceso de desuerado es rápido ya que se prensan y una vez fuera del molde se meten en salmuera.
Ejemplos de este tipo de quesos son el Manchego, el Gouda y el Edam.
Fuente:
Cañedo, Cristina. (2016). Conviértete en una experta en quesos: ¿conoces todos los tipos que hay?.
11/09/18, de Mia Revista Sitio web: https://www.miarevista.es/salud/fotos/tipos-de-queso/queso-
cheddar
Pinturas universales
Peonies and Roses
Henri Fantin
(1879)
Grenoble, Francia
Artículo cultural
¿Porqué el éxito de las conferencias TED?
Como el ágora pública, con los aprendices sentados sobre la piedra escuchando
atentos al maestro, las charlas TED recuerdan a esos concilios donde se debatía
sobre geometría y, a renglón seguido, sobre metafísica. Pensar en TED —siglas de
Tecnología, Entretenimiento y Diseño— es pensar en Platón, Sócrates y Aristóteles.
En el pensamiento vivo y el conocimiento compartido.
«Es verdaderamente difícil transmitir, en apenas unos minutos, algo desde tu mente
a la mente del público». Chris Anderson, periodista clave en los medios de
comunicación —fundador de Future Publishing e IGN—, resume con esta frase la
mentalidad de un proyecto que cuenta con dos décadas de longevidad.
100 idiomas, 1.000 millones de espectadores al año, 7.500 euros recaudados
anualmente en entradas —con precios que oscilan desde los 30 a los 100 euros—
y 2.250 conferencias durante todos estos años. Las cifras que arroja uno de los
proyectos más relevantes de este siglo son abrumadoras.
Una de las virtudes de estas charlas es que nacen desde la exposición. Un ponente
sube a un escenario desnudo de artificios, sin mayor decorado de sus movimientos,
su voz, y su forma de transmitir su idea. Bueno sí, y algún PowerPoint eventual. No
necesitan nada más: ni departamentos de maquillaje, ni música ambiental, ni un
decorado ampuloso.
Aunque todas las charlas se “imparten” en teatros, salas de reuniones o auditorios,
el verdadero público de TED está en Internet. Cualquier usuario con un ordenador
es un espectador potencial. De ahí que el núcleo de visitas se dé a través de su
plataforma online o medios como iTunes, Netflix o Youtube.
11 minutos, 55 segundos: el precio del tiempo
Esa es la duración ideal de una charla según sus propios creativos: en menos de
12 minutos de media —según las más populares—, el ponente debe ser capaz de
condensar la idea nuclear de exposición y transmitirla eficazmente. Y cada público
es distinto. ¿Cómo haces llegar el mismo tipo de mensaje a tantos tipos de
audiencia?
¿Por qué TED sí y otras alternativas no?
Existen cientos de alternativas a las charlas TED: 99U, Think Big, Ignite o IdeaCity.
Pero el éxito de TED no es una cuestión de suerte. En primer lugar, todos los
discursos comparten un denominador común: fomentan la acción intelectual sin
transgresión o destrucción. Todas tienen un poso de optimismo, de fe y confianza
en el ser humano. De luchar por ser mejor sobre lo construido y no por destruir lo
logrado con la vana esperanza de diseñar algo diferente.
En una charla TED podemos observar cómo un ponente llora o ríe recordando
experiencias, validamos su conocimiento a través de su bagaje, podemos ver cómo
pide agua o se le queda el material gráfico congelado.
Si puedes meterte en Google y buscar cualquier cosa, ¿de qué está sirviendo TED?
Los cursos masivos online parten con la mentalidad de dirigirse a un público muy
amplio, un lenguaje muy básico y una información muy limitada. Una charla TED es
como visitar a un buen amigo y que te cuente una experiencia que marque tu
perspectiva, algo mucho más íntimo.
Las primeras charlas poseían un claro carácter tecnológico. Se presentó el primer
Macintosh, el compact disc de Sony, y los avances en Inteligencia Artificial
impulsados por Ray Kurzweil, entre otros.
Hoy día podemos escuchar a una modelo hablando de cómo reinterpretamos la
estética década tras década, economistas hablar de ecología de las organizaciones
o la responsable general de ONU Mujeres, Elizabeth Nyamayaro, impulsando el
feminismo desde un punto de vista moderno. Un crisol que representa, simple y
llanamente, la multiplicidad real que nos rodea.
Eso sí, si algo está demostrando TED es que los más interesados por su propuesta
cultural son los jóvenes de entre 25 y 34 años.
Internet es la centrifugadora idónea para hacer crecer cualquier proyecto. Y de eso
se han dado cuenta en TED. Con 13 premios Nobel entre los ponentes, se está
conformando una suerte de enciclopedia del conocimiento que muta con cada
speaker, que es permeable a los acontecimientos sociales y propone soluciones en
tiempo real. Y en un idioma que todos podemos entender. O al menos subtitulado.
Ese componente viral de todas las charlas encuentra su hábitat en las redes
sociales, en los medios menos convencionales. Medios que se han quedado atrás
por impersonales, por no implicar al oyente.
Transmitir conocimiento en el siglo XXI
Vivimos en la época de la abundancia del conocimiento, de saturación de
información y de la fragmentación de la audiencia. Hoy el conocimiento tiene que
llegar por múltiples vías.
La estructura de TED cono la fórmula para que cualquier persona pueda acceder a
dichas ideas. Gratis, sin fechas de caducidad. Las charlas son sólo la punta de un
iceberg de un diorama que crece con libros, podcasting, artículos, distribución
regional, certámenes, instituciones, etcétera. Una Babel del saber. Fuente: https://www.xataka.com/n/por-que-las-charlas-ted-funcionan-en-la-era-de-buscalo-en-google
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