Sobriedad o Autoengaño
1. Sobriedad VS Abstinencia. La abstinencia es solo el primer paso de quien ha decidido
rehabilitarse pero la verdadera meta es la sobriedad. Con frecuencia se confunde lo que
son abstinencia y sobriedad.
Abstinencia es simplemente dejar de beber, pero sin necesariamente cambiar mis
defectos de carácter ni mis viejos moldes de conducta que me llevaron a vivir de forma
ingobernable.
Sobriedad implica no solo dejar de beber, sino experimentar un cambio profundo en
todos aquellos aspectos oscuros de mi personalidad. Implica acercarme gradualmente a
una vida en equilibrio. Es aprender a vivir en abstinencia mediante un continuo
crecimiento espiritual y emocional que permita alcanzar la madurez. La suma de la
abstinencia y madurez constituyen la sobriedad.
Muchos alcohólicos dejan de beber pero no crecen emocionalmente. Aunque sean
abstemios, siguen siendo unos bebés emocionales, sufriendo lo que se llama el síndrome
de la borrachera seca:
ABSTINENCIACrecimiento
EspiritualCrecimientoEmocional
MADUREZ
SOBRIEDAD
SOBRIEDAD = ABSTINENCIA + MADUREZ
MADUREZ = C. ESPIRITUAL + C. EMOCIONAL
Cualquiera puede dejar de beber. La gracia consiste en permanecer y vivir sobrio.
• Inmadurez e infantilismo
• Deshonestidad ante si mismo y los demás
• Amargura e insatisfacción por resentimientos
• Culpabilidad, minusvalía
• Egocentrismo, autosuficiencia, agresividad.
• Miedos, angustia.
• Depresión, pesimismo.
• Ingobernabilidad sexual y sentimental.
• Negación, racionalización y proyección.
• Sustitución del alcohol por otras sustancias o conductas.
• Soberbia y materialismo en vez de espiritualidad y fe.
• Comportamiento inadecuado en su grupo de AA (con compañeros y principios).
2. Cruz de Sobriedad. Desde nuestra llegada al programa se nos ha invitado a buscar
equilibrio en cuatro áreas básicas. Este modelo simple de la cruz de sobriedad es una gran
brújula que nos guía hacia una vida útil y feliz.
No obstante haber recibido esta herramienta, el autoengaño nos lleva incluso a
escudarnos en el mismo programa para no asumir responsabilidad plena de nuestra vida.
3. Pensamiento Adictivo y Autoengaño. Los adictos tenemos mucho en común, pero uno de
nuestros principales puntos de unión es nuestra peculiar forma de pensar. Esta forma de
pensar se considera como un pensamiento distorsionado y contradictorio. No me doy
cuenta de esas distorsiones y contradicciones, de hecho, no puedo darme cuenta y por
ello la identificación del pensamiento adictivo debe venir de otra persona (no de uno
mismo).
La percepción distorsionada del pensamiento adictivo afecta la imagen de mi mismo, de
los demás y del mundo.
Es tan grave, que es muy similar al pensamiento del esquizofrénico: pérdida o distorsión
de la realidad, delirios, alucinaciones, estado de humor inapropiado, conducta anormal. Al
efecto de muchas adicciones se le llama psicosis inducida químicamente.
Al esquizofrénico no lo puedo convencer de que es el mesías.
Al adicto no lo puedo convencer de que no es bebedor social a pesar de la
destrucción que ha provocado su “gusto”.
El pensamiento adictivo tiene una lógica superficial que engaña. Al adicto lo engaña su
propio pensamiento distorsionado basado en cuatro mecanismos:
Negación
Distorsión
Racionalización
Proyección
AMOR
TRABAJO
DIVERSIÓN
ESPÍRITUAA
DIOSSOBRIEDAD
La inteligencia no mitiga los efectos del pensamiento adictivo. De hecho, muchas veces se
ha encontrado que a mayor inteligencia mayores efectos del pensamiento adictivo.
Detrás de la negación hay una gran resistencia al cambio. Al negar la realidad, al
engañarme, puedo seguir igual.
Bibliografía.
1. El Síndrome de la Borrachera Seca. AA
2. Hojas Sueltas. AA
3. Viviendo Sobrio. AA
4. El pensamiento Adictivo.
Abraham J. Twerski
Ed. Promexa
Pensamiento adictivo
• Autoengaño
• Ideas contradictorias
• Resistencia a cambiar
• Delirios de control
• Poco amor propio
• Confusión de causa-efecto
• Singular percepción del tiempo
• Hipersensibilidad
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