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TERROR VENIDERO
Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y
habrá terror y grandes señales del cielo. (Luc. 21: 11)
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Las revelaciones que Cristo hace a sus discípulos, desde el monte de los olivos,
con respecto al fin del mundo son dramáticas y conmovedoras. En este breve
Apocalipsis de Cristo, se describen las escenas del fin y se nos advierte que
estas se desarrollaran a través de eventos catastróficos nunca antes visto por
los hombres, acontecimientos que ahora son indescriptibles y que serán únicos
en su género, acontecimientos que cambiaran el curso de manera radical de
las sociedades a nivel y escala global y con ello la historia humana tendrá que
reescribirse.
Según la revelación que Cristo hace con respecto al porvenir, los fenómenos
naturales en todo orden de cosas pasarían a ocupar un papel protagónico
sobre la tierra Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares
hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.
(Luc. 21: 11), Jesús describe terremotos, hambres, pestilencias (pandemias) y
eventos de carácter sobrenatural en el cielo. Estos eventos no simples
acontecimientos son eventos que llegaran a marcar grandes hitos en el mundo,
no son predicciones simples son acontecimientos escatológicos cuyas
consecuencias ahora son impredecibles.
Lo interesante de esto es que estos eventos serán a tal nivel y magnitud, que
Jesús revela que despertaran el terror de los hombres, no un simple miedo a
enfrentar un suceso natural, sino un terror nunca antes visto o sentido por
mortal alguno. De manera que lo que enfrentaremos como humanidad en lo
porvenir, superará a cualquier acontecimiento de la más fecunda imaginación.
Este sermón profético de Cristo sobre el fin del mundo, y de manera especial
sobre su segunda venida que marcará el epilogo a este orden de cosas en el
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planeta, tiene a la naturaleza como la mayor y principal protagonista en los
acontecimientos venideros y que despertaran el terror de los hombres sobre la
tierra.
Hoy, la naturaleza poco a poco ha ido cobrando un rol protagónico y llegando
incluso a cambiar las agendas y los planes de gobiernos, que frente a los
desastrosos eventos naturales se ha tenido que tomar medidas extremas y
radicales, es que la naturaleza tiene ese poder sobre los mortales, cuando
menos se lo espera, en el transcurso ordinario y quedo de la vida en medio de
esplendidos y días maravillosos esta se manifiesta para hacernos recordar la
fragilidad de la vida y que hasta el orín y la polilla son superiores al mismo
ser humano.
El calentamiento global y el cambio climático, se convertirán en los agentes
productores de eventos de carácter catastróficos sobre la tierra, esto se está
convirtiendo ya en una terrible realidad y no habrá legislación alguna o tratado
que le ponga fin, hemos llegado demasiado tarde para ello y al parecer la tierra
ya se encuentra sentenciada.
Lo que presenciamos el año 2005 con el huracán Katrina que arrasó con la
ciudad de Nueva Orleans, los infernales calores que mataron a más de 20.000
personas en el verano del 2003 en Francia, las poderosas heladas que
arruinaron plantíos y cosechas en el invierno del año 2007 en Chile, el
desprendimiento de enormes capas de hielo desde los casquetes polares, son
solo algunos de las pálidas señales que anuncian acontecimientos de la mayor
gravedad.
Jesús también predijo eventos en el campo de la biología, es decir,
enfermedades, pero las enfermedades aquí predichas no son simples resfríos,
se trata de eventos a escala global Y habrá grandes terremotos, y en
diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales
del cielo. (Luc. 21: 11).
Estas pestilencias bien se pueden traducir como pandemias, y ya nos estamos
acercando a esos cumplimientos. Hoy enfrentamos una peste llamada gripe
humana y se encuentra en el umbral de convertirse en pandemia, aunque no
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ha resultado agresiva es por el hecho de que aun existe misericordia de Dios,
pero poco a poco veremos aumentar en gravedad estos desastres en la medida
en que el Espíritu de Dios se retire de la tierra.
Pero realmente, ¿de qué naturaleza y magnitud serán estos eventos en su
máxima expresión?, una cosa es leerlo, estar informados que va a suceder y
muy distinto es verlo y vivirlo y esa vivencia es muy posible que este
seriamente comprometida.
La versión de Mateo, sobre el sermón apocalíptico que hace Cristo, entrega
mayor información al respecto, allí Jesús revela: Porque habrá entonces gran
tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la
habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie seria salvo; mas por causa
de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Mat. 24: 21 – 22).
Aquí se revela un estado de cosas a tal extremo y magnitud que se darán
sobre la tierra que llegaran a producir una gran tribulación y esta tribulación
será de tal naturaleza que es clasificada por Jesús como histórica, cual no la
ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Esto
significa que, si como humanidad en el pasado reciente o lejano hemos hecho
frente a eventos catastróficos, Jesús dice que eso ni siquiera será comparable
porque estos eventos que llegaran a producir esta gran tribulación, nunca en el
mundo han ocurrido, En el evangelio de Marcos sobre estos mismos eventos
agrega: cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios
creó. (Marc. 13: 19), Marcos pone énfasis en la creación, desde donde
comienza la historia humana, la cual vivió el gran cataclismo del diluvio
universal que llego a desdibujar la superficie de la tierra y hasta donde el
diablo mismo llego a temer por su vida ante la furia de los elementos
naturales.
EVENTOS CATASTRÓFICOS
Mega desastres sobre la tierra
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Tendremos una gran tribulación sobre la tierra, y los desastre y catástrofes
serán de tal magnitud, que Jesús predice: Y si aquellos días no fuesen
acortados, nadie seria salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días
serán acortados. (Mat. 24: 22). Aquí Jesús no está hablando en términos se
soteriología, es decir de la salvación, sino más bien de supervivencia de la
especie humana sobre la tierra, que si Dios permitiera este estado de cosas
nadie se salvaría (nadie sobreviviría) ni aun los escogidos.
De modo que aquí estamos frente a eventos de gran envergadura que
comprometerán la supervivencia humana, pero ¿qué fenómenos serán estos?,
hasta el momento como humanidad ¿lo hemos visto todo?, ¿qué otros eventos
guarda la naturaleza? ¿Qué eventos o manifestaciones de la naturaleza pueden
llegar a producir terror?
La descripción que Cristo hace de la actitud y de los sentimientos de la gente a
escala mundial frente a este estado de cosas y la manifestación catastrófica de
la naturaleza en un evidente estado de trastorno es como sigue: Entonces
habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia
de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de sus olas;
desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas
que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán
conmovidas. (Luc. 21: 25 – 26).
Realmente el terror de la gente es indescriptible frente a las manifestaciones
catastróficas y nunca antes vistas de la naturaleza, este terror estará
acompañado de angustia indecible y el posterior desfallecimiento de los
hombres al verse sobrepasados por estos eventos y frente a los cuales no
existirán medidas o resoluciones que puedan servir.
La descripción que hace este evangelio sobre los eventos finales son lapidarios
sobre la humanidad, Lucas predice eventos de gran envergadura al punto de
mega desastres a escala mundial ya que el texto señala que los hombres
desfallecen por eventos que se producen en la tierra o a la redondez de esta, y
la gente en la tierra angustiada y confundida.
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Jesús revela que todo esto estará producido por el actuar descontrolado de las
fuerzas de la naturaleza, entre los cuales señala el sol, la luna y las estrellas,
es decir no solamente nos veremos aterrorizados por eventos internos dentro
del planeta, sino también por amenazas provenientes del exterior, del espacio,
“porque las potencias de los cielos serán conmovidas.” (v. 26).
¿Esto significa que enfrentaremos el aumento de las temperaturas?, ¿significa
que experimentaremos terribles tormentas solares?, ¿o que seremos víctimas
indefensas de mortíferos meteoritos capaces de destruir ciudades, cultivos y
las fuentes de la aguas destruyendo así lo mas fundamental para la existencia?
También Jesús revela que la angustia y la confusión de la gente estará
producida o encontrara su motivo en el comportamiento del mar, Cristo revela
que algo le sucede al mar, este brama a tal punto en su furia contra la tierra y
sus habitantes que sus olas son devastadoras Confundidas a causa del bramido
del mar y de sus olas” (v. 25), ¿estará hablando Cristo de mega tsunamis? y si
esto fuera así ¿Qué acontecimiento hace que el mar se comporte de esa
manera?
Sea lo que fuere, que provoque que el mar se comporte de esa forma
terminara siendo devastador para los moradores de la tierra, no solamente en
el lugar de la zona cero, sino que afectara al mundo entero.
La transgresión casi ha llegado a su límite. La confusión llena el mundo y
pronto un gran terror sobrecogerá a los seres humanos. El fin está muy
cerca. Nosotros que conocemos la verdad debiéramos estar preparándonos
para aquello que pronto sobrecogerá al mundo como una sorpresa
abrumadora (Testimonies, tomo 8, págs. 27, 28. Año 1904). (El Evangelismo
Cap. 18 El trato con la falsa ciencia. Engaños relacionados con sociedades
secretas.)
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Pronto veremos sobre la tierra cumplirse estas terribles predicciones, pronto,
muy pronto algo sucederá sobre la tierra de forma inesperada y se presentara
de manera abrumadora como una terrible sorpresa donde los hombres serán
sorprendidos en el transcurso ordinario de la vida “porque habrá gran calidad
en la tierra, e ira sobre este pueblo”. (v. 23)
METEORITOS APOCALIPTICOS
Grandes bolas de fuego
Cristo revela que habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, (v. 26),
mientras que más adelante revela que el desfallecimiento de los hombres y el
gran terror provendrán desde el cielo o del espacio “y habrá terror y grandes
señales del cielo”. (v. 11), “porque las potencias de los cielos serán
conmovidas.
Aquí estamos frente a una clara amenaza proveniente desde el espacio
exterior, Cristo no define claramente lo que es, pero sí afirma que algo
provendrá desde afuera y que ocasionará que los hombres desmayen al
enfrentarse con esa amenaza y donde el mar será seriamente trastornado.
Posiblemente y entre otras cosas una de estas grandes amenazas sea la de
meteoritos no del tamaño de asesinos globales, pero sí del suficiente diámetro
como para sembrar la muerte y la devastación por todas partes.
¡Oh, si el pueblo de Dios tuviera conciencia de la inminente destrucción
de miles de ciudades ahora casi entregadas a la idolatría!
No hace mucho tiempo, una escena muy impresionante pasó delante de mí. Vi
un inmenso globo de fuego cayendo entre algunas hermosas
mansiones y causando su instantánea destrucción. Escuché a alguien
decir: "Nosotros sabíamos que los juicios de Dios vendrían sobre la tierra, pero
no sabíamos que vendrían tan pronto". Otros dijeron: "¿Vosotros lo
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sabíais? Entonces, ¿por qué no nos lo dijisteis? Nosotros no lo
sabíamos". En todo lugar escuché que se hablaban tales palabras...
Pronto penosas aflicciones sobrevendrán entre las naciones: una
angustia que no cesará hasta la venida de Jesús. Como nunca antes
necesitamos apresurarnos a servir juntos a Aquel que ha preparado su trono en
los cielos y cuyo reino gobierna sobre todos. Dios no ha desamparado a su
pueblo, y nuestra fuerza depende de no separarnos de él.
El viernes pasado, de mañana, justamente antes de levantarme, se presentó
delante de mí una escena muy impresionante. Me parecía que me había
despertado de dormir, pero no en mi hogar. Por las ventanas yo podía
observar una terrible conflagración. Grandes esferas de fuego se
desplomaban sobre las casas, y desde esas bolas de fuego, saetas
ígneas volaban en toda dirección. Era imposible dominar los incendios
que se iniciaban y muchos lugares estaban siendo destruidos. El
terror de la gente era indescriptible.
Las ciudades de las naciones serán tratadas con estrictez, y sin
embargo, no serán visitadas con la extrema indignación de Dios,
porque algunas almas renunciarán a los engaños del enemigo, y se
arrepentirán y convertirán, mientras que las masas estarán
atesorando ira para el día de la ira. (Dios nos cuida. diciembre.
¡Maranata, el Señor viene! Diciembre 4 Los juicios de Dios sobre la tierra.)
Se nos advierte con respecto a lo venidero, grandes bolas de fuego caerán
sobre ciudades destruyendo todo a su paso, las grandes y populosas ciudades
serán devastadas por eventos de carácter sobrenatural provenientes desde el
espacio exterior y desde adentro.
A nuestro alrededor hay peligros procedentes de las potencias
externas y de las operaciones satánicas de adentro, pero ahora se está
ejerciendo el poder restrictivo de Dios.- 19MR 382 (1897). 28 (Eventos de los
últimos días. Cap. 2 Señales del pronto regreso de Cristo. Crímenes,
hambrunas, pestilencias pág. 16)
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Estos meteoritos no solamente caerán en un punto determinado del planeta,
sino que también se nos revela que muchos otros lugares estaban siendo
destruidos. Esto significa eventos a escala global. Desfalleciendo los
hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán
en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. (Luc. 21: 25
– 26).
CATASTROFICOS TSUNAMIS
Es muy posible que estas grandes bolas de fuego también lleguen a caer al
mar con lo cual tendríamos devastadores tsunamis que destruirían las grandes
y famosas ciudades costeras del mundo. Entonces habrá señales en el sol, en
la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a
causa del bramido del mar y de sus olas; desfalleciendo los hombres por
el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque
las potencias de los cielos serán conmovidas. (Luc. 21: 25 – 26).
Sin embargo, este comportamiento del mar no solo puede ser debido al
impacto de meteoritos o algún fenómeno parecido, sino también por poderosos
terremotos y Cristo advirtió que en diferentes lugares habría grandes
terremotos. (v. 11)
Este comportamiento del mar es dentro de lo predecible ante fenómenos de tal
envergadura pero es muy posible que veamos enfrentados a eventos
catastróficos pero desconocidos aun para el hombre, con lo cual despertarán
mayormente el asombro y por sobre todo terror.
EXTRAÑOS PERO DEVASTADORES FENÓMENOS
También se nos advierte de extraños fenómenos que se producirán sobre la
tierra como producto del trastorno de la naturaleza o lo que puede bien ser
considerado como el cambio climático en su máxima expresión.
Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará
convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego
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interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan
fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas
derretidas, arrojadas dentro del agua por el solevantamiento de cosas ocultas
dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y tierra. Habrá
formidables terremotos y gran destrucción de vidas humanas.-7CBA 958
(1907). (Eventos de los últimos días. Cap. 2 Señales del pronto regreso de
Cristo. Terremotos e inundaciones. pág. 15)
Veremos extraños acontecimientos que la ciencia no podrá dar una respuesta
satisfactoria de lo que realmente está ocurriendo sobre la tierra, como sea
muchas vidas de seres humanos se perderán y algunas se perderán para la
eternidad.
Pandemias
En el sermón escatológico de Cristo, él revelo que la pestilencia azotarían la
tierra, esta pestilencia descrita aquí no se refiere a simples enfermedades en
lugares inhóspitos del planeta, sino a serias y terribles pandemias, son señales
del fin de los tiempos por lo cual su magnitud es a escala global.
Ya en el pasado nos hemos visto frente a esta amenaza, pero hoy enfrentamos
una peste que está a punto de convertirse en pandemia y cuyos resultados
pueden ser impredecibles frente a una sociedad tan compleja y globalizada
como la nuestra.
Sin embargo, Cristo profetizo un estado de cosas como las que ya entramos a
vivir como humanidad, la cuestión aquí no es saber si sucederá o no sino más
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bien cuando, pues de acontecer, acontecerá uno mayor que todos nosotros
juntos ya lo ha anunciado.
Aumentarán las hambrunas. Las pestilencias barrerán a miles. Pero
ahora se está ejerciendo el poder restrictivo de Dios.- 19MR 382 (1897).
28 (Eventos de los últimos días. Cap. 2 Señales del pronto regreso de Cristo.
Crímenes, hambrunas, pestilencias pág. 16)
Aun no hemos visto la agresividad de este virus de la gripe humana estos son
juicios con mezcla de misericordia sobre los mortales. Pero ahora se está
ejerciendo el poder restrictivo de Dios. Pero cuando Dios se retire de la
tierra veremos desastres y catástrofes del mayor terror de los seres humanos
nunca antes vistos o experimentados.
El miedo y el terror que se despertaran en la gente en diferentes partes del
mundo no habrá nada ni nadie que lo pueda mitigar o apagar, las
entretenciones y programas de TV. perderán su impacto farandulero sobre los
hombres y mujeres sumidnos en las distracciones y diversiones, pues estará en
juego la supervivencia del planeta y de la existencia humana.
Hemos vivido como humanidad momentos de miedo y de terror como algunos
eventos que dieron y perfilaron el comienzo de este tercer milenio, atentados
terroristas devastadores, poderosos huracanes, guerras terribles, y formidables
terremotos, a los cuales le sumamos una devastadora crisis económica, y las
amenazas de una pandemia, pero esto no es nada comparable con lo que
viene sobre la tierra, Jesús anuncio que todo esto sería solamente principios de
dolores. (Mat. 24: 9)
Debemos de prepararnos para lo que pronto sucederá sobre la tierra, será algo
nunca antes visto para los ojos mortales de la presente generación, serán
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eventos de tal naturaleza que despertaran el más terrible terror en los
mortales, la angustia y la desesperación por saber lo que acontece llevara a
muchos a acudir a sus autoridades y científicos, pero nadie podrá dar la
respuesta, tal como ahora todo es producto de fenómenos normales, ciclos de
la naturaleza, etc. pero la verdad estará al alcance de quienes han estudiado
las profecías y hecho caso a las advertencias de Cristo.
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de
glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre
vosotros aquel día. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante
del hijo del hombre. (Luc. 21: 34, 36)