1
Programa Oficial de postgrado.
Máster y Doctorado en Envejecimiento.
(2008-2010)
TESIS DE MÁSTER
“Efectos biológicos de la radiofrecuencia
monopolar capacitativa en su aplicación transcutánea.
Estudio experimental en cerdos minipig”
Antonio Fructuoso Martínez
2010
2
ÍNDICE
I. RESUMEN 3
II. INTRODUCCIÓN 5
III. OBJETIVOS 12
IV. MATERIAL Y MÉTODOS 14
a. MATERIAL 15
b. MÉTODOS 17
V. RESULTADOS 18
VI. DISCUSIÓN 37
VII. CONCLUSIONES 40
VIII. BIBLIOGRAFÍA 42
3
I. RESUMEN
4
La radiofrecuencia monopolar capacitativa (RFMC) trans-cutánea surge para
poder dar una respuesta adecuada a patologías con compromiso estético como la
celulitis, la flaccidez cutánea, etc.
En nuestro estudio, nos propusimos estudiar los efectos biológicos tras la
aplicación del prototipo de radiofrecuencia monopolar capacitativa (Exp.200703
I+D+i 0026) destinado a tratamientos de envejecimiento cutáneo, obesidad,
celulitis y sobrepeso localizado.
Para ello, se utilizaron 3 cerdos mini pig a los que aplicamos la radiofrecuencia
sobre un área cutánea de la zona dorsal superior de la pata trasera, controlando la
temperatura de la zona y del electrodo del aparato con un termómetro. Además, se
tomaron biopsias de las zonas tratadas para su estudio morfológico mediante
microscopía óptica y electrónica y se realizaron extracciones sanguíneas para
comprobar parámetros bioquímicos.
Tras el estudio de los resultados obtenidos, concluimos que se produjo una
disminución del espesor cutáneo a expensas fundamentalmente del tejido adiposo
“cavitación intraadipocitaria”, que el tratamiento provocó un aumento de
capilares sanguíneos y de células cebadas, así como activación de los fibroblastos
y síntesis de colágena y no se observaron alteraciones de los parámetros
bioquímicos estudiados (proteínas totales, albúmina, GOT, GPT, colesterol total,
HDL-colesterol, LDL-colesterol, triglicéridos, lipasa)
No observamos alteraciones morfológicas celulares ni tisulares relevantes
(M.O. / M.E.) respecto a los controles.
5
II. INTRODUCCIÓN
6
La demanda social actual que presenta el colectivo humano a partir de los
cincuenta años es el mantenimiento y cuidado, así como la prevención de su
salud, para que el paso de los años le haga sentir un envejecimiento pleno de
bienestar. Ante esta demanda social, se crean multitud de técnicas y medios
desde el campo de la medicina y ciencias próximas, como son la tecnología
electrónica (electromedicina), bioquímica, etc. (1-3).
Debido a que el deterioro físico del envejecimiento es más visible
externamente, mediante la alteración de las formas corporales (obesidad, celulitis,
etc.) y de la piel (arrugas, flaccidez, descolgamientos cutáneos y adelgazamiento,
entre otras) (1). La radiofrecuencia monopolar capacitativa (RFMC) en su
aplicación trans-cutánea, surge para poder dar una respuesta adecuada a este
tipo de patologías con compromiso estético (4).
Las primeras referencias históricas de los beneficios de la corriente eléctrica
aparecen con Tales de Mileto (600 a.C.), quien descubre que las descargas
eléctricas emitidas por el pez torpedo son efectivas contra las molestias de
enfermedades osteoarticulares.
Pero fue a mediados de 1.850, cuando las investigaciones en las aplicaciones
terapéuticas de las corrientes eléctricas avanzaron de manera importante con el
conocimiento del electromagnetismo. Estos descubrimientos fueron realizados por
Faraday, Gauss y Ampère, entre otros.
A finales del siglo XIX, d´Arsenval (1.891) descubre que corrientes alternas
superiores a 10 Khz producen calor al aplicarlas al organismo sin provocar
contracciones musculares, comenzando así la aplicación de la radiofrecuencia en
el campo médico.
7
En 1.910, Whitnay, junto con los Dres. Calatayud y Cirera en España, fueron
los precursores en el empleo de corrientes de alta frecuencia entre 0,5 MHz y 3
MHz (diatermia).
A finales del siglo XX, Schwan (1.988) da un gran avance al relacionar la
interacción de los campos electromagnéticos con los procesos biológicos,
apareciendo el concepto de “Bioelectromagnetismo”.
Chiabrera, en 1.995, descubre que las ondas de RF inducen desplazamientos
de iones estables, o bien provocan procesos vibratorios moleculares iónicos,
incluso en las capas de electrones de los elementos que las componen,
induciendo la reorientación de moléculas bipolares, como el agua, aminoácidos,
proteínas, etc.
Blundell, 1.996, observa la afectación de los campos de RF en los procesos
metabólicos celulares.
Los efectos biológicos vienen determinados por las características físicas de
las ondas electromagnéticas de radiofrecuencia aplicadas.
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Características de las ondas electromagnéticas:
1. Frecuencia de la onda:
Alta frecuencia (> 1Mhz):
- Baja penetración de la onda
- Menor penetración de la onda
Los campos de RF superiores a 1 Mhz producen en los tejidos biológicos:
- Calentamiento por resistencia al paso de la onda.
- Provocan la formación de corrientes eléctricas.
- Afectan a la membrana y al metabolismo celular.
Baja frecuencia (próxima a 0,1 Mhz)
- No producen calentamiento de los tejidos.
- Inducen la formación de corrientes y campos eléctricos.
2. Propiedades dieléctricas de los tejidos:
Cuanto menor es el contenido en moléculas polares, se produce:
- Menor conducción eléctrica (huesos, piel y tejido graso).
- Mayor resistencia al paso de la corriente.
- Predomina el fenómeno calorífico (“Efecto Joule”)
Cuanto mayor es el contenido en moléculas polares (agua, aminoácidos, e iones),
se produce:
- Mayor conducción eléctrica (músculos, tejido conjuntivo).
- Predomina el fenómeno piezoeléctrico y vibratorio.
- Reorientación del colágeno.
9
3. Ángulo de incidencia de la onda de radiofrecuenc ia sobre el organismo:
Cuando las ondas de radiofrecuencia inciden perpendiculares a la piel,
aumenta la densidad o intensidad de energía en el organismo. Esto es lo que
ocurre en los equipos de RF monopolar.
En cambio, cuando las ondas inciden paralelas a la piel, disminuye la densidad
o intensidad de energía en el organismo, que es lo que ocurre con los equipos de
radiofrecuencia bipolar, tripolar, multipolar.
4. Profundidad de penetración:
La energía de RF aportada al organismo disminuye inversamente proporcional
al cuadrado de la distancia.
Mecanismos de actuación de las Ondas de Radiofrecue ncia :
Efecto piezoeléctrico: Origina una reorientación y retracción de las fibras de
colágena, que son inmediatas a la sesión de radiofrecuencia”.
Efecto vibratorio molecular: Estos movimientos vibratorios moleculares (agua,
proteinas, etc.) interfieren en los procesos metabólicos celulares, con respuesta
biológica.
Efecto térmico o efecto Joule: Es la dificultad al paso de la corriente eléctrica a
través de los cuerpos, transformándose la energía eléctrica en energía calorífica.
La energía calorífica altera las capas de electrones de los átomos de las
moléculas, transmitiéndose el calor por el mecanismo de conducción, molécula a
molécula.
Los efectos térmicos producidos por las ondas de radiofrecuencia se
manifiestan según las características de la onda:
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Efectos no térmicos: No producen calor, no se eleva la temperatura.
Efectos térmicos: Hay producción de calor y se eleva la temperatura. Equipos
de Radiofrecuencia de uso clínico y estético.
Efectos atérmicos: Cuando el calor producido no es capaz de elevar la
temperatura en el organismo (disipación térmica mediante mecanismos biológicos,
como la circulación sanguínea de la piel (6, 7).
Es conocido que todas las especies celulares son sensibles al calor. A
determinadas temperaturas y tiempos, se presentan efectos biológicos positivos y
otros letales, pudiendo encontrarse una temperatura adecuada a cada uno de los
efectos que pretendemos.
Un fenómeno importante en la hipertermia es la termotolerancia , que se
define como un aumento de la dosis en la curva de supervivencia celular, inducido
por un precalentamiento que aparece durante una hipertermia y es dependiente
del tiempo de aplicación y de la temperatura alcanzada.
Al parecer, la termotolerancia desaparece después de 72 horas (hecho que
condiciona, que en la práctica médica, se efectúen únicamente dos sesiones de
hipertermia por semana). Los tejidos biológicos son sensibles al calor en diferente
medida, así el calor inducido por hipertermia, modifica las condiciones metabólicas
a nivel celular debido a cambios en la perfusión sanguínea, en el pH tisular, y en el
aporte de oxígeno.
Los cambios en la perfusión sanguínea de los tejidos sanos dependen del
equilibrio entre la ganancia del calor originado y la salida o pérdida de calor. Esta
última está representada principalmente por el flujo sanguíneo y en menor medida
por la conducción térmica.
11
Por otro lado, los tejidos biológicos pueden considerarse como dieléctricos,
interviniendo en esta interacción su constitución celular e intracelular (8, 9).
La Food and Drug Administration (FDA) estadounidense (1) aprueba la técnica
de la radiofrecuencia como un tratamiento no invasivo indicado para su uso en el
rejuvenecimiento de la piel en dermatología y medicina estética, ya que reduce la
flaccidez y las arrugas (2-4). Recientemente también se ha comenzado a utilizar
esta técnica para reducir el tejido adiposo y mejorar la celulitis, con resultados
satisfactorios (5, 6). Varios autores han demostrado que reduce significativamente
la circunferencia de muslos y nalgas y mejora la apariencia de la piel, tanto según
el criterio de los pacientes como según el de observadores independientes (5, 6).
12
III. OBJETIVOS
13
Objetivo general
Estudiar los efectos de la aplicación del prototipo de radiofrecuencia monopolar
capacitativa de la empresa Study TDES, investigación tecnológica, S.L (Grupo
Dercont) con (Exp.200703 I+D+i 0026), destinado a tratamientos de
envejecimiento cutáneo, obesidad, celulitis y sobrepeso localizado.
Objetivos específicos:
Estudiar morfológicamente, mediante microscopía óptica y electrónica, los
tejidos tratados (especialemente epidermis, dermis, tejido adiposo subcutáneo).
Comprobar si existe disminución del tejido adiposo subcutáneo tras el
tratamiento. la proliferación celular dérmica (fibroblastos, colágena, elastina).
Estudiar el efecto del tratamiento sobre los valores sanguíneos referentes al
metabolismo lipídico (colesterol, HDL, LDL, lipasa), hepático (transaminasas) y
factor de riesgo cardíaco, mediante análisis bioquímico.
14
IV. MATERIAL Y MÉTODOS
15
MATERIAL:
Animales:
Hemos utilizado 3 cerdos minipig procedentes del Servicio de Animales de
Experimentación de la Universidad de Córdoba. Han sido mantenidos (con comida
y bebida ad libitum) y tratados en el Servicio de Animales de Laboratorio de la
Universidad de Murcia (SAI, nº REGAES300305440012) siguiendo la guía
establecida por la Unión Europea sobre la protección de los animales utilizados en
experimentación (86/609/CEE).
Equipos:
1. Equipo Prototipo de radiofrecuencia no ablativa monopolar capacitativo
(Exp.200703 I+D+i 0026) de la empresa STUDY TDES. Investigación Tecnológica
S.L., que cumple las normas EN 60601-1-2 (2007); EN 61000-6-1 (2007) & EN
61000-6-3 (200). La frecuencia fundamental de este aparato es una onda de 0.91
Mhz que es modulada por otra de baja frecuencia, encontrándose dicha OEM en el
espectro de radio de la FM. Su onda es modulada por una señal digital de baja
frecuencia en modo ASK (Amplitude Shift Keying).
Datos técnicos:
I.- Tensión de alimentación: 230 VAC – 50 Hz.
II.- Consumo: 100 W.
III.- Potencia de emisión: 80 W. sobre 1000 Ohms.
IV.- Control de energía: Por ancho de pulso (duty cicle).
V.- Por otra parte, el control de la energía entregada se regula digitalmente
mediante el ancho de pulso de la OEM, adaptándose a las necesidades del
tratamiento.
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2. Termómetro RS Mini IR LASER (Raytek, Germany)
3. Analizador bioquímico Perfil VetScan®.
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MÉTODOS
Procedimiento experimental
Aplicamos 10 sesiones de radiofrecuencia de 26 minutos (1 sesión/semana)
con el equipo (prototipo de radiofrecuencia, Exp. 200703 I+D+i 0026) sobre un
área cutánea de 15x15 cm de la zona dorsal superior de la pata trasera de cada
uno de los animales, controlando la temperatura de la zona y del electrodo del
aparato con un termómetro RS Mini IR LASER (Raytek, Germany) inmediatamente
antes y durante la sesión.
Realizamos biopsias punch de 8 mm de las zonas tratadas y control de cada
animal antes e inmediatamente después de cada sesión, y pasada una semana.
Todas las muestras cutáneas (tratadas y control) fueron medidas y, a
continuación, fijadas en formol neutro tamponado al 10% al menos durante 24
horas. Posteriormente fueron procesadas por el método habitual. Realizamos
secciones histológicas de 3 µm. y las teñimos con las siguientes técnicas:
hematoxilina-eosina (H.E.), tinción de van Gienson, tricrómico de Masson y tinción
de Verhoeff.
Para el estudio con microscopía electrónica de transmisión, las muestras
controles y tratadas de 1 mm3 fueron fijadas en formaldehído/glutaraldehído (8) y
procesadas por el método habitual del Servicio de Microscopía de la Universidad
de Murcia (SAI). Brevemente, las muestras fueron postfijadas en tetróxido de
osmio (1%), teñidas con acetato de uranilo (1,5%), deshidratadas en
concentraciones crecientes de alcohol e impregnadas en resina epoxi
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V. RESULTADOS
19
TEMPERATURA
La temperatura cutánea del animal medida inmediatamente antes de la sesión
osciló entre 33,4 y 36,6ºC, con un valor medio de 34,8ºC. La aplicación del equipo
provocó una subida de la temperatura, que llegó hasta 42ºC (Tabla 1, Figura 1).
Tabla 1. Medida de la temperatura cutánea del animal y de la temperatura del electrodo inmediatamente antes y durante la sesión (5, 10, 20 y 25 minutos de comenzar la aplicación del aparato).
20
Figura 1. Evolución de la temperatura cutánea y del electrodo a lo largo de cada sesión y valor medio.
21
ESTUDIO BIOQUÍMICO
Los resultados obtenidos han demostrado que no existen alteraciones respecto
a los parámetros sobre la función hepática (proteínas totales, albúmina, GOT y
GPT) y la fracción lipídica (colesterol total, HDL-colesterol, LDL-colesterol,
triglicéridos y lipasa) (Tabla 2, Figuras 2 y 3). Los valores están dentro de los
intervalos normales de referencia dados por el laboratorio (Tabla 3) y no han
sufrido modificaciones cuando comparamos los resultados obtenidos antes y
después de la aplicación del equipo.
Tabla 2. Medida de los parámetros bioquímicos evaluados. *: muestra hemolizada; la hemolisis interfiere con la realización del test.
Sin embargo, cuando estudiamos la CK total y la mioglobina (ambas proteínas
musculares), encontramos que existe un aumento de las mismas después del
tratamiento en comparación con los niveles obtenidos antes del tratamiento (Tabla
2, Figura 4). Además, al hacer determinaciones seriadas después de la
22
administración del tratamiento, observamos que los niveles encontrados siguen la
cinética descrita para estas proteínas (Tabla 4). También medimos la isoenzima
MB de la CK que no sufrió ninguna alteración por lo que el aumento de CK total se
debe, fundamentalmente, a la isoenzima MM de la CK.
Tabla 3. Valores de referencia de los parámetros estudiados para el cerdo y humanos.
Tabla 4. Cinética descrita para las proteínas CK y mioblogina.
23
Figura 2. Evolución de los marcadores bioquímicos de la función hepática.
24
Figura 3. Evolución de los marcadores bioquímicos del metabolismo lipídico.
25
Figura 4. Evolución de los marcadores cardiacos.
26
ESTUDIO MORFOLÓGICO
Macroscópìco. La aplicación del equipo no provocó daños ni quemaduras. En
muy pocas ocasiones provocó un eritema leve que desaparecía en 15-30 minutos.
Al medir las muestras cutáneas desde la epidermis hasta el músculo prefascial,
observamos una disminución progresiva a lo largo del estudio cada dos sesiones
(Tabla 5, Figura 5).
Tabla 5. Medida del espesor de la piel inmediatamente antes y después de cada sesión.
Figura 5. Evolución del espesor cutáneo a lo largo del experimento.
27
Microscópico. Las características más relevantes observadas al microscopio
óptico correspondieron a la ausencia de cambios patológicos tisulares y celulares.
No observamos respuesta inflamatoria aguda ni crónica a lo largo de todo el
experimento.
Las características estructurales y celulares de la piel del cerdo no sometida a
la aplicación del equipo son totalmente superponibles a las de la piel humana,
diferenciándose en pequeños aspectos, como el menor espesor de la dermis
papilar y, fundamentalmente, el aspecto más compacto de la dermis reticular. Esta
se encuentra constituida por densos haces de fibras colágenas y elásticas
firmemente organizadas en diversas direcciones (longitudinal, transversal y
oblicua) que le confieren un aspecto reticular compacto (Figura 6). El tejido celular
subcutáneo, como en la piel humana, se dispone en lóbulos separados por finos
tabiques conjuntivo-vasculares y muestra pequeñas proyecciones hacia la dermis
reticular. Por debajo del mismo se sitúa el músculo suprafascial, que hemos
considerado como referencia para las medidas del espesor.
La reducción del espesor cutáneo descrito en las zonas sometidas a la
aplicación del equipo ensayado era debida a una ligera reducción de la dermis
reticular y, fundamentalmente, a la disminución del tejido adiposo subyacente
(Figura 7).
La reducción de la dermis reticular es debida a la contracción de los fascículos
fibrilares, como se observa más detalladamente con las tinciones especiales
utilizadas (Figuras 8 y 9), mientras que, la del tejido adiposo se debe a la
reducción del volumen de los adipocitos. No hemos observado en las múltiples
secciones histológicas observadas destrucción o fragmentación de los adipocitos
ni la presencia de respuesta inflamatoria a cuerpo extraño.
28
Figura 6. Piel control. a) Aspecto de la piel control (H.E., 16x). b) Epidermis y dermis papilar (H.E., 100x). c) Dermis reticular (H.E., 100x). d) Tejido adiposo subcutáneo (H.E., 100x).
29
Figura 7. Piel tratada. a) Aspecto de la piel tratada; reducción del espesor de la dermis reticular y del tejido adiposo subcutáneo (H.E., 16x). b) Epidermis y dermis papilar (H.E., 100x). c) Dermis reticular (H.E., 100x). d) Tejido adiposo subcutáneo (H.E., 100x).
30
31
Estudio ultraestructural
Las secciones semifinas demuestran la preservación arquitectural en todas
las muestras cutáneas de los dos grupos estudiados (controles y tratados), tanto
de la epidermis como la dermis (Fig. 1) y el tejido celular subcutáneo (Fig. 2).
Asimismo, no observamos modificaciones patológicas relevantes tisulares ni
celulares.
El estrato córneo de las muestras tratadas y controles estaba constituido por 8-10
láminas córneas sin alteraciones. La epidermis no presentaba variaciones
patentes en las zonas tratadas respecto a las controles (Fig. 1).
En cuanto al tejido adiposo , también destacaba la preservación de la
arquitectura tanto en los controles como en los tratados (Fig. 2), correspondiendo
las diferencias más relevantes entre ambos grupos al contenido y al tamaño de los
adipocitos. En los controles se mantenía el contenido celular preferentemente en
las células de la periferia de los grupos de adipocitos y ocupaba de manera
32
homogénea todo el citoplasma (Fig. 2a y b) , mientras que en las muestras
tratadas tanto la disposición como la homogeneidad del contenido celular eran
irregulares (Fig. 2c y d). En cuanto al tamaño celular, mientras que en los
controles era bastante uniforme, en las zonas tratadas existía una gran
variabilidad, predominando los de pequeño tamaño, así como la observación de
adipocitos multivacuolados.
Figura 2. Secciones semifinas de tejido adiposo subcutáneo de muestras control (a y b) y
tratada (c y d) (azul de toluidina, a y c: 100x; b y d: 200x).
33
En el estudio de las secciones ultrafinas destacaba también la conservación del
patrón arquitectural de los distintos componentes cutáneos en ambos grupos de
muestras estudiadas. En las muestras correspondientes a las zonas tratadas ,
destacaba la observación frecuente de vasos capilares en grupos de 3 a 5
situados en la dermis papilar, con varias células cebadas en su proximidad (Fig.
3).
Figura 3. Vasos en la dermis papilar de piel tratada. a) Grupo de 3 vasos (MET, 2850x); b)
Vaso; E: célula endotelial; P: pericito (MET, 3900x); c) Vaso (V) y célula cebada (CC)
(MET, 3900x); d) Detalle de la célula cebada (MET, 9700x).
34
También sobresalía la presencia de fibroblastos activos, de morfología
poligonal , con abundantes cisternas de retículo endoplasmático rugoso y
ribosomas; los fibroblastos se encontraban inmersos en abundante sustancia
intercelular de aspecto laxo (Fig. 4c y d). Los fibroblastos de las muestras
control, en contraste, presentaban morfología fusif orme y escaso
citoplasma , y se localizaban en íntimo contacto con los paquetes de fibras
colágenas (Fig. 4a y b), orientados en diversas direcciones.
Figura 4. Fibroblastos (F) entre las fibras de colágeno dérmicas (C) en secciones
ultrafinas de piel control (a y b) y tratada (c y d); en la figura c se observa parte de la
epidermis (E) (MET a, b y c:1850x;d:3900x).
35
Ultraestructuralmente, no se observaban diferencias arquitecturales ni celulares
en el tejido adiposo de ambos grupos, destacando en las células de las zonas
tratadas la deplección total o parcial de los citoplasmas y la microvacuolización.
Figura 5. Tejido adiposo subcutáneo en piel control. a) Adipocito con el contenido celular
distribuido homogéneamente (MET, 1450x); b) Adipocito tratado que ha perdido su
contenido celular y presenta una zona de microvacuolización del citoplasma
“fenómeno de cavitación” (MET, 1850x); c y d) Membranas de adipocitos (MET,
c:13500x;d:23000x).
36
Figura 6. Tejido adiposo subcutáneo en piel tratada. a) Adipocitos con el contenido celular distribuido no
homogéneamente (MET, 2850x); b) Microvacuolización del citoplasma de un adipocito (MET, 9700x); c y
d) Membranas de adipocitos (MET, 23 000x).
37
VI. DISCUSIÓN
38
Las características estructurales y celulares de la piel del cerdo no sometida a la aplicación
del equipo son totalmente superponibles a las de la piel humana, diferenciándose en pequeños
aspectos, como el menor espesor de la dermis papilar y, fundamentalmente, el aspecto más
compacto de la dermis reticular. Esta se encuentra constituida por densos haces de fibras
colágenas y elásticas radomizadas en diversas direcciones (longitudinal, transversal y oblicua)
que le confieren un aspecto reticular compacto. El tejido celular subcutáneo, como en la piel
humana, se dispone en lóbulos separados por finos tabiques conjuntivo-vasculares y muestra
pequeñas proyecciones hacia la dermis reticular. Por debajo del mismo se sitúa el músculo
suprafascial, que hemos considerado como referencia para las medidas del espesor.
La radiofrecuencia, utilizada para el rejuvenecimiento de la piel (2-4), ha comenzado a
utilizarse en los últimos años en el tratamiento de la celulitis, con efectos satisfactorios (5-7). La
interacción de la radiofrecuencia con el cuerpo sólo genera efecto térmico (9), responsable de
inducir la desnaturalización, neoformación y reestructuración de las fibras colágenas (3,5,10,11),
así como un aumento local del flujo sanguíneo al tejido adiposo, que podría aumentar su
metabolismo (5,7).
En nuestro estudio, la aplicación de radiofrecuencia sobre la piel de cerdos minipig provocó
la reducción del espesor cutáneo a expensas, fundamentalmente, del tejido adiposo subcutáneo;
estos resultados concuerdan con la reducción de la circunferencia de muslos, nalgas y abdomen
descrita en humanos por otros autores (2,6,7).
En este trabajo no hemos observado fibrosis dérmica, al contrario de los descrito por
Goldberg et al. (6) en biopsias tomadas a humanos, ni la aparición de pseudoquistes en el tejido
adiposo ni la ruptura de la membrana de los adipocitos referida por de Felipe et al. (10) en un
estudio en cerdos. Por último, y al igual que otros autores (5,6,10), no hemos observado
inflamación, al contrario que Zelickson et al. (11) en humanos y Shumaker et al. (12) en cerdos.
En nuestro estudio, la aplicación de radiofrecuencia en condiciones similares a las usadas en
la clínica humana sólo causó eritema leve, que desaparecía espontáneamente a los 30-60
minutos. Este es un efecto secundario frecuente del uso de la radiofrecuencia tanto para el
rejuvenecimiento de la piel (1,3,13), como para la mejora de la celulitis.
39
Por otra parte, el estudio ultraestructural que hemos realizado revela la activación funcional
de los fibroblastos, lo que coincide con los resultados de otros estudios (13,14).
En resumen, la aplicación de radiofrecuencia de la empresa Study TDES, investigación
tecnológica, S.L (Grupo Dercont) con (Exp.200703 I+D+i 0026) sobre la piel de cerdos minipig
no originó respuesta patológica, y causó la disminución del espesor cutáneo a expensas del
tejido adiposo, sin rotura de los adipocitos.
40
VII. CONCLUSIONES
41
1.- Se ha producido una disminución del espesor cutáneo a expensas fundamentalmente del
tejido adiposo. Los adipocitos disminuyeron de volumen y contenido citoplasmático sin rotura de
las membranas celulares o “cavitación intraadipocitaria”.
2.- El tratamiento provocó un aumento de capilares sanguíneos y de células cebadas, así como
activación de los fibroblastos y síntesis de colágena.
3.- No se observaron alteraciones de los parámetros de la función hepática (proteínas totales,
albúmina, GOT y GPT) y fracción lipídica (colesterol total, HDL-colesterol, LDL-colesterol,
triglicéridos y lipasa), ni alteraciones morfológicas celulares ni tisulares relevantes (M.O. / M.E.)
respecto a los controles.
42
VIII. BIBLIOGRAFIA
43
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