TESTIMONIOS DE MUJERES QUE PARTICIPARON EN RETIROS DE LA
RUTA DE LA FERTILIDAD
Palabras de Yosune
Si bien no puedo divulgar los caminos y rituales tan sabiamente conducidos por Alicia
Gallán pues los misterios sagrados dejan de serlo al extrapolarlos y sacarlos de su
contexto, si puedo y quiero hablar de lo que he sentido y experimentado durante estos
días de retiro y peregrinación por Las Cuevas de la Fertilidad y la siembra de
septiembre. Sabia y amorosamente acompañadas por esta mujer a lo largo del
recorrido del camino espiral hacia el centro del mí misma, un reencuentro con las
raíces olvidadas. Un resurgir en la conciencia de los anhelos profundos desde las
entrañas.
La armonización de las energías femenina y masculina en mí, y la comprensión de
que sin esa armonía es imposible la muerte de lo viejo, la fecundación de la nueva
semilla. El eterno retorno vida/muerte/vida que me conduce de regreso al hogar en Mi.
Gracias Alicia por tu amor, tu humor, tu frescura y flexibilidad. Por mucho más. Por
conducirnos tan hábilmente hacia nuestro Ser.
Gracias también a las mujeres que compartieron conmigo este encuentro. Por el
acompañamiento y el respeto entre nosotras, por las risas, los llantos, los demonios
que reclamaban su sitio y aceptación; gracias a todas porque fuimos capaces de
hacer este viaje individual, personal, único e irrepetible al mismo tiempo que
caminamos, reimos, lloramos y cantamos juntas.
Cantamos, desafinamos, reímos otra vez, olvidamos la letra, volvimos a cantar…a reir
y a llorar y ¡oh, milagro! Las canciones…las canciones resuenan en mi, y al cantarlas
o tararear sus melodías siento y revivo en mí los momentos sagrados en soledad o
compartidos, esos momentos de los que no puedo decir más y que nos unen ahora y
siempre.
Gracias Alicia por tanto, gracias mujeres por ser tan valientes, tan amables y
amorosas, tan fuertes y sabias, como las raíces de las encinas sagradas.
Palabras de Merçè
Hay un antes y un después de entrar en la cueva físicamente e internamente, ya lo
estoy viviendo, han sucedido muchas cosas desde que me acurruqué en ese vientre
de tierra y piedra al que nos invitaste y nos compartiste…
Denise desde New Jersey
Desde que el primer día que aprendí de la existencia de estas cuevas y saber que
podrían tener una historia conectada con la fertilidad sentí una gran necesidad de
llegar hasta allá para visitarlas. Todo el trayecto, desde el descubrimiento de entender
el porqué deseaba conocerlas y hasta, finalmente, vivir la aventura por los senderos
de la hermosa ciudad de Huesca ha sido un verdadero regalo. Este viaje me ha
llevado a conocerme aún más por diferentes maneras, una forma fue con la actividad
que Alicia nos propuso de recolectar datos de nuestros ancestros, la cual me ayudó
recordar historias olvidadas y el descubrimiento de cómo eran algunos de los días de
mis antepasados y que posiblemente de alguna forma yo llevo sus deseos y anhelos
dentro de mí; otro forma fue la de compartir con las demás mujeres peregrinando por
la naturaleza recordando de dar gracias por todo lo que nos rodea. He sembrado
semillas junto a otras nueve mujeres en otro continente por toda la naturaleza aunque
parezca tan lejano lo llevo en mi corazón y ahora sé que con amor y fe mis semillas
darán fruto.
Compartiré mi experiencia con más mujeres para que juntas vayamos despertando,
nuestra Madre tierra nos espera.
Con mucho cariño, Denise.
Entrar en la cueva, según Ana
Parecía fácil, una experiencia más, después de tantas no creí que me fuese a
impactar de esa manera, además el hecho de que mi amiga Alicia fuese la que
conducía el encuentro, lo hacía más cercano, menos misterioso quizás, más familiar,
incluso menos valioso porque los humanos somos así por eso se dice que nadie es
profeta en su tierra…Fui después de que Alicia ya había organizado varios encuentros
y yo no había acudido, pero recuerdo perfectamente que cuando me decidí a ir fue
después de un tiempo sin ver a M. y de que ella hubiera acudido a varios encuentros
con Alicia, observé en M. una transformación que ella me confirmó se había producido
en la cueva. En ese momento decidí que allí pasaba algo grande y debía ir al próximo
encuentro. Cuando llegó el momento, todo se me ponía de cara, hasta anunciaban
buen tiempo, pero luego eso se truncó y tuvimos lluvias abundantes, lo que hizo que el
día anterior me plantease si realmente quería ir en esas condiciones atmosféricas,
pero fui porque le había dicho a Alicia que iría y le serviría de ayuda en lo que
pudiese; si no hubiera hecho ese ofrecimiento de servicio a mi hermana de Arboleda
probablemente no hubiera ido. No me había puesto en situación, me dejé llevar y
cuando me vi en la entrada a la cueva gateando en un túnel enano en el que apenas
cabía con todo lo que llevaba encima, ropa de abrigo, mochila, tambor, impermeable
cubriéndolo todo y sin ver una salida ni la cueva, solo el túnel y la pared de enfrente,
entonces empecé a ser consciente de donde me estaba metiendo. Tan solo esa
sensación que produce entrar dentro del útero de la Madre ya es de por sí muy
potente. La cueva a la que entramos era pequeña pero justo daba su perímetro para
que nos sentáramos muy juntitas alrededor, salvo una mujer que se sintió agobiada y
se puso en el centro. En total estuvimos dentro 17 mujeres. Cuando me senté y tomé
conexión con el suelo y con la cabeza que tocaba el techo de la cueva, entré en un
estado que solo he conseguido con técnicas de meditación muy avanzadas, pero en la
cueva fue instantáneo, fui consciente del poder que tienen esas cuevas, del regalo
maravilloso que se nos estaba concediendo por estar allí. En ningún momento tuve
miedo, las emociones negativas no tuvieron lugar en mi, tan solo el agradecimiento y
la admiración a Alicia porque estoy segura de que la vida la ha premiado, después de
tantos años de servicio espiritual con estas cuevas maravillosas que le han puesto en
su camino para que nos las descubra a las mujeres y con ello sanemos nuestra
energía femenina. Lo que más me impactó fue la inmediatez de la conexión, del
cambio de estado de conciencia, sin necesidad de hacer, tan solo teniendo el valor de
entrar en la cueva y permanecer en confianza. Es una experiencia para guerreras en
la que la impecabilidad es imprescindible, para no entrar en miedos o egos que
enturbien la experiencia. También fue muy significativo ver el cambio que se ha
producido en la amiga que acudió conmigo al encuentro, a la que veo con asiduidad;
ha tenido un renacer evidente y necesario, y se produjo en la cueva igual que le pasó
a M. Por todo estoy muy agradecida, deseando volver y conocer otras cuevas que en
esa ocasión no fue posible debido a las lluvias tan insistentes que nos acompañaron.
Las cuevas, según Paloma
Estoy siempre agradecida por el viaje, la conexión, el privilegio de poder contar con tu
trabajo y servicio. Es una enorme bendición. Las cuevas con mágicas, misteriosas,
generosas, curanderas pero sin una guardiana sagrada como tú no creo que nos
abran las puertas a sus misterios ancestrales. Gracias por tus amorosos cuidados, por
tu firmeza y sencillez... y sobre todo gracias por tu pasión... ¡maravillosa y contagiosa!
Para mi las cuevas son el templo de la Gran Madre, de la Amada eterna, de la Vida,
del Gozo, de la Memoria viva en mi y de la Unión con el todo. Es un tiempo espacio de
consagración, de humildad, de renovación y de nutrición.
Palabras de Ana Pérez Lisbona
¿Cuevas?¿Fertilidad?¿En Huesca? !Cuánta magia y misterio! !Qué poder de
atracción de lo desconocido! !Cuánto por aprender y reconocer!
Iba dispuesta a dejarme invadir por la alegría de participar en un encuentro muy
esperado. Cada propuesta de Alicia la sentí como un juego, y con esa
predisposición inocente entré en ellas.
Honrar tu linaje te enraíza a la tierra; sembrar tus propósitos, a la vida. El trabajo
realiza con la admiración y el respeto a lo sagrado, con la dedicación y el cariño de
Alicia y con la convivencia de un grupo pequeño en un entorno que en ese momento
florecía con el equinoccio de primavera.
Con perspectiva, he reconocido un tiempo no muy lejano donde fuimos Diosas,
donde se veneraba nuestras vulvas y úteros, donde el hombre se equiparaba a la
mujer, y donde vivíamos ligados a la naturaleza y su orden. Ahora desde el silencio
del recuerdo, soy consciente de ese empoderamiento femenino que palpita dentro de
mí.
Palabras de Yolanda
Llegué a Huesca en el momento adecuado, ya había querido participar con
anterioridad pero tuve que esperar.
Desde que se inició el proceso de la Ruta de la fertilidad se fueron gestando
experiencias nutritivas, el viaje desde Barcelona a Huesca con C. y M. O.,
comunicarnos desde la escucha y el respeto. Y a la vez entregando sabiduría desde
nuestra trayectoria vital.
Alicia nos recibió en la puerta con una sonrisa y me transmitió ganas de llevarnos a
sembrar nuestro propósito en la Ruta de la Fertilidad que coincidía con el equinoccio
de otoño.
Me encantó salir por la noche con todas nosotras en un círculo en la Naturaleza y al
día siguiente disfrutar con el sol del día.
Agradezco a Alicia su pasión y su humildad por la entrega de la fuerza de la tierra de
Huesca. Me llevo a la comunión con los antepasados sentir su entrega y amor con la
Naturaleza y lo humano.
Gracias a todas las mujeres que compartimos la Ruta de la Fertilidad porque nos
cuidamos desde la sororidad, y en la despedida sentí la belleza de cada una de
nosotras y nuestra fuerza hacía nuestro propósito."
💕
CONTACTO:
Alicia Gallán Elfau
aliciagallanelfau.com